Antecedentes Del Proceso de Independencia de México
Antecedentes Del Proceso de Independencia de México
Antecedentes Del Proceso de Independencia de México
La Independencia de México no fue un hecho aislado, fue producto de una serie de factores tanto
internos -acontecimientos que se desarrollan en la Nueva España-, como externos –lo sucedido en
otras regiones o lugares pero que tiene repercusión en la Nueva España-. Entre los factores
externos y los factores internos destacan.
7. La expansión de la cultura, las artes y el pensamiento ilustrado que influyeron en las ideas
de independencia de los criollos ilustrados.
El criollismo
Desde el siglo XVII se gestó entre los criollos americanos un sentimiento de nacionalidad, de pertenencia
a la tierra en la que habían nacido, de arraigo al suelo mexicano que desde el siglo XVII ya llamaban
“patria”, con un claro deseo de distinguirse de los nacidos en España. El criollismo debe entenderse
como un movimiento sociocultural que consiste en la toma de conciencia de los españoles nacidos en
América sobre su propia identidad. Para afianzar ese sentimiento rescataron las huellas de un pasado
glorioso y la devoción hacia la virgen de Guadalupe (Carpy, P. y López, E. 2000:30).
La Revolución industrial
Considerada una revolución tecnológica-científica se inició en Inglaterra en el siglo XVIII con el invento
de la máquina de vapor y nuevas máquinas para hilar algodón y telares mecánicos, aumentando
sustancialmente la producción. Pronto, los países europeos compitieron para producir mercancías y por
encontrar mercados para vender su producción. Con la Revolución Industrial, los países más
desarrollados pasaron a una etapa en la cual la industria desempeñaba el papel más importante para
su crecimiento y expansión.
La Ilustración
Es un movimiento intelectual que se funda en la razón del hombre, desarrollado principalmente en
Inglaterra y Francia en el siglo XVIII, cuestionó el “derecho divino de los reyes”, señalando que “todos
los hombres son iguales a la luz de la razón y por tanto tienen los mismos derechos”. Los principales
representantes de la Ilustración fueron el inglés John Locke y los franceses: François Marie Arouet, más
conocido como Voltaire; Charles Louis de Secondat, Señor de la Brède y Barón de Montesquieu; y Juan
Jacobo Rousseau.
Tanto la Revolución Industrial (en el campo económico) como la Ilustración (en el terreno de las ideas)
cuestionaron la autoridad y fortaleza de la monarquía, contribuyendo a la consolidación dela
burguesía como grupo social dominante.
En 1773 el gobierno aumentó el precio de las mercancías inglesas como el papel, el té, el vidrio y los
tintes. Los colonos respondieron tirando al mar un cargamento de té, e instalando, en 1774 el Primer
Congreso Continental con la representación de cada una de las Colonias. El Congreso asumió la
organización política de las Colonias. El Segundo Congreso Continental (1775) con George Washington
como comandante en Jefe, solicitó al Rey eliminar los impuestos y las restricciones comerciales, la
respuesta del gobierno fue el bloque marítimo a las colonias, iniciando la guerra en 1776. El Congreso
aprobó la Declaración de Independencia el 4 de julio de 1776, aunque la guerra continúo 6 años más,
el 14 de enero de 1784 se firmó el tratado conocido como la Paz de París.
La revolución francesa
Es considerada la revolución más radical e importante por la ejecución del rey Luis XVI y la Declaración
de Derechos del Hombre y del Ciudadano, documento que proclamó que los hombres nacen y
permanecen libres e iguales en derechos y consagró como derechos naturales e imprescindibles la
libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión. Frente a la grave crisis económica y
los gastos exorbitantes de la monarquía absolutista de Luis XVI, era necesaria la reunión de los Estados
Generales conformada por los representantes del clero, la nobleza y el tercer Estado o Estado llano
(burguesía y pueblo en general). Ya reunidos los diferentes intereses provocaron desorden y confusión;
, frente a la imposibilidad de la unidad el tercer Estado impuso el principio de la soberanía de la nación,
simbolizada con la toma de la Bastilla, dando inicio a la revolución (1789-1799) y poniendo fin
al absolutismo en Francia.
En esta etapa destaca la participación de los criollos: el padre Don Miguel Hidalgo y Costilla, los militares Ignacio Allende
y Juan Aldama y los corregidores Don Miguel Domínguez y su esposa Josefa Ortiz de Domínguez como iniciadores del
movimiento armado. La participación de miles de personas (100,000) de los estratos sociales más bajos fue decisiva en
el desarrollo de la guerra.
Miguel Hidalgo le imprimió un carácter social a la guerra a través de los decretos promulgados en la ciudad de
Guadalajara en diciembre de 1810 y su periódico.
Al principio, el ejército insurgente controló importantes regiones como San Miguel el Grande, Celaya, Salamanca y
Guanajuato (después de tomar la Alhóndiga de Granaditas). Los miles de seguidores no tenían ninguna preparación
militar ni armas de guerra, por lo que cayeron muertos o heridos o desertaron frente al Ejército realista comandado
por Félix María Callejas.
En las diferentes campañas militares: del Monte de las cruces, de Aculco, o de Puente de Calderón, el ejército insurgente
fue perdiendo hombres y fuerzas y los dirigentes fueron apresados y asesinados; las cabezas de Miguel Hidalgo, Ignacio
Allende, Juan Aldama y Jiménez fueron trasladadas de Chihuahua a Guanajuato y colocadas en las cuatro esquinas de la
Alhóndiga de Granaditas como escarmiento.
Segunda etapa: Organización
De la muerte de Miguel Hidalgo, hasta el fusilamiento de José María Morelos y Pavón el 22 de diciembre de
1815
A la muerte de los principales caudillos, la dirección del movimiento quedó a cargo del sacerdote José María Morelos y
Pavón, quien, junto con otros caudillos, formó un ejército disciplinado militarmente e imprimió el carácter político al
movimiento a partir de la organización de un Congreso Constituyente y la promulgación de la Constitución de
Apatzingán (1814) en la que se consignó la soberanía de la nación, la división de poderes, la abolición de las castas y el
reparto de la riqueza, entre otras cosas.
A pesar de la insistencia de Ignacio López Rayón que señalaba que la soberanía residía en el rey Fernando VII, el
Congreso se reunió con dos diputados elegidos popularmente y seis nombrados, entre ellos Ignacio López Rayón. El
Congreso de Anáhuac se inauguró el 14 de septiembre de 1813 en la ciudad de Chilpancingo, allí José María Morelos,
presentó el discurso "Sentimientos de la Nación" en el que plasmó su ideario político. El 6 de noviembre, el Congreso
suscribió la Declaración de Independencia redactada por Carlos María de Bustamante, donde se asentaba que la
América Septentrional rompe y disuelve la dependencia del trono español.
En octubre de 1814 se promulgó el "Decreto Constitucional para la libertad de la América Mexicana", primera
Constitución de México, que tuvo gran influencia del ideario político de Morelos, a pesar de ello, las diferencias entre el
Congreso y José María Morelos fueron permanentes.
Después del fusilamiento de Morelos muchos insurgentes se dispersaron generando guerrillas aisladas que no
representaron peligro para el gobierno novohispano. Mientras tanto en España, el rey regresó al poder tras la derrota
de Napoleón en 1815, y se inició una política de “reconquista” de las colonias americanas. Al mismo tiempo, Juan Ruiz
de Apodaca, nuevo virrey en 1816, implementó una doble política: por un lado declaró la amnistíao indulto para los
insurgentes que quisieran dejar la guerra; por otro lado, inició una campaña militar persiguiendo ferozmente a los
insurgentes.
A pesar de ello, la lucha revolucionaria no se acabó, en algunas partes del territorio se mantuvieron brotes guerrilleros,
principalmente las comandadas por Vicente Guerrero en las montañas del Sur, por Guadalupe Victoria en Veracruz y
por Francisco Javier Mina en el Bajío.
Después de estas acciones militares, los insurgentes que no pidieron el indulto fueron cayendo poco a poco, para 1819
solo quedan algunos brotes guerrilleros como los de Pedro Ascencio y Vicente Guerrero.
Hacia 1820, después de 10 años de guerra, la Nueva España se encontraba en crisis económica y la población estaba
cansada. Mientras tanto en España, los liberales lograban el restablecimiento de la Constitución liberal de Cádiz,
obligando al rey Fernando VII a jurarla, con lo cual el gobierno recayó en la Junta que convocó a las Cortes, incluyendo
a los representantes de las colonias americanas. En 1820, la Junta proclamó una serie de decretos en contra del poder
de la iglesia:
• La abrogación de la Inquisición
En la Nueva España, el virrey Apodaca y la real Audiencia fueron obligados a jurar la Constitución liberal de Cádiz y
aplicar las medidas expresadas, situación que afectaba los intereses y privilegios de los grupos de poder como la Iglesia,
los grandes comerciantes, los altos jefes del ejército y los terratenientes. Estas élites conservadoras decidieron acabar
con el dominio español para seguir conservando su poder, para ello designaron al criollo Agustín de Iturbide como jefe
militar para unir sus intereses con los de los principales caudillos insurgentes.
La desarticulación de la lucha insurgente después de la muerte de Morelos y el cansancio de los guerrilleros fueron los
elementos consideradas por Vicente Guerrero para aceptar la unión con Agustín de Iturbide como único camino para
lograr la independencia. Guerrero aceptó que Iturbide asumiera el mando de las tropas unidas bajo el nombre de
Ejército Trigarante, portando una bandera con los colores verde, blanco y rojo, que representaban unidad, religión e
independencia. Iturbide proclamó el Plan de la américa Septentrional, mejor conocido como el “Plan de Iguala” donde
quedaron plasmados los intereses de los diferentes grupos: la igualdad e independencia defendida por los insurgentes,
la religión católica como única y la monarquía como forma de gobierno.
Poco a poco el Plan fue ganando adeptos, tanto del lado de los criollos como de los españoles, el virrey Juan O´Donojú
formalizó la Independencia del Imperio Mexicano (como se llamó en ese momento) mediante la firma de los Tratados
de Córdoba con Iturbide. Los tratados señalaban que se ofrecería la Corona a Fernando VII “o al que las Cortes del
imperio designen”, mientras tanto gobernaría una junta provisional. O´Donojú hizo la entrega formal de la Ciudad de
México el 27 de septiembre de 1821 a las tropas del Ejército Trigarante al mando de Iturbide.
En síntesis podemos señalar que la independencia de México no se logró con la guerra, sino que fue una consumación
negociada entre los representantes de los grupos del poder y los caudillos revolucionarios. Así mientras los ricos
terratenientes, alto clero y militares, conservaron sus privilegios, al pueblo solo les ofrecieron una independencia que
no entendían, con leyes que les eran ajenas e incluso contrarias a sus intereses.
Concepto de Estado-nación
Para conocer el origen y las características del Estado mexicano empezaremos explicando el concepto de “Estado” y su
desarrollo histórico.
¿Has escuchado hablar o has leído algo acerca del Estado? Diariamente se difunde en radio, televisión y prensa notas
que tiene que ver con el Estado, pero alguna vez te has preguntado ¿Qué es el Estado? ¿Qué elementos lo integran?
¿Cuál es su importancia? y la más importante: ¿Qué relación tengo yo con él? preguntas fáciles de hacer, pero difíciles
de contestar.
Observa las siguientes imágenes y anota en el espacio azulado el nombre del documento que representa y la
institución que lo emite.
Como te diste cuenta, el Estado y sus instituciones tienen mucho que ver contigo porque te reconocen como mexicano
con todos los derechos y obligaciones.
Por ello Georges Burdeau dijo: “nadie ha visto jamás al Estado, pero ¿quién se atrevería a negar su existencia?”. El
concepto Estado fue utilizado por primera vez por el italiano Nicolás Maquiavelo como lo stato para designar la
organización política. De acuerdo con Perry Anderson el Estado “es una forma de organizar el poder” por una clase
social, en una sociedad en un tiempo y lugar determinado. El Estado moderno está íntimamente relacionado con el
surgimiento de la burguesía y la aparición del capitalismo: surgió en la Europa medieval, se consolidó durante el periodo
de la monarquía absoluta (siglo XVII y XVIII) como Estado absolutista y se fortaleció a partir de las revoluciones
burguesas (fines del siglo XVIII y XIX).
ELEMENTOS QUE CONFORMAN EL ESTADO
3. Aparato judicial
En el aspecto político, la nación es entendida como el conjunto de sentimientos de pertenencia que incluye una misma
lengua, costumbres, tradiciones y cultura que cohesiona a una sociedad y la hacen diferente a las otras naciones. La
formación de la nación requiere de dos cosas: por un lado, el desarrollo de un pasado común, de una historia compartida,
y por otro, la creación de símbolos de identidad que se colocan por encima de los intereses particulares. La unión de
ambas conforma un marco de conciencia y un sentimiento nacional que integra a la sociedad.
El Estado nacional se refiere entonces a la organización política de la nación, por lo que Estado y nación son como las
dos caras de la misma moneda; uno no puede existir sin el otro. El Estado nacional es una dominación legal de un grupo
social (la burguesía) fundamentada en la ley y el derecho, por lo que requiere la existencia de una Constitución, como
el documento donde se establecen los principios fundamentales que organizan una sociedad en cuanto a:
Desde el punto de vista cultural, Benedict Anderson menciona que la nación es una comunidad política imaginada
como inherentemente limitada y soberana. Es imaginada porque los integrantes de la nación, por más pequeña que
sea, no conocerán jamás a la mayoría de sus compatriotas, no los verán ni oirán siquiera hablar de ellos, pero en la
mente de cada uno vive la imagen de su comunión. Es limitada porque tiene fronteras limitadas, aunque elásticas
(porque pueden ampliarse o reducirse).
Es soberana en oposición a la monarquía, cuyo monarca tenía legitimidad por designación divina. La garantía y el
emblema de esta libertad es el Estado soberano. Finalmente se imagina como comunidad porque,
independientemente de la desigualdad y la explotación de los integrantes, la nación se concibe siempre como un
compañerismo profundo y horizontal: “Es esta fraternidad la que ha permitido, durante los últimos dos siglos, que
tantos millones de personas maten y, sobre todo, estén dispuestas a morir” (Anderson, 1993: 25).
El Estado-nación mexicano
La constitución de un Estado nacional mexicano fue una tarea difícil que se realizó a lo largo del siglo XIX y principios
del XX, concretamente hasta después de la Revolución de 1910. Durante la primera mitad del siglo XIX fueron los años
más intensos y violentos.
De manera inmediata, la independencia de México sólo existió en el papel. Hacia 1821 no estaban las instituciones
virreinales, con excepción de la Iglesia y el ejército que se mantuvieron como instituciones dominantes. La
independencia no modificó las características de la sociedad colonial, cuya población siguió dividida en estratos
sociales, incomunicada y aislada en diversas regiones a lo largo de un extenso territorio.
Pasaron varias décadas para que los grupos políticos que se disputaban el poder crearan las instituciones y el
gobierno capaz de conjuntar (que no integrar) o imponerse a las diferentes tradiciones de grupos étnicos, a las
diferentes regiones geográficas, y a los diferentes intereses.
De acuerdo con la Doctora Andrea Revueltas en la construcción del Estado nacional mexicano podemos distinguir las
siguientes etapas (Revueltas, A. (1992):
Monarquía o República
En febrero de 1821 se consumó la Independencia del país con la proclamación del Plan de Iguala, el cual fue reconocido
por Juan O´Donojú, último virrey de la Nueva España. A los problemas y carencias de antaño se sumaron nuevos
conflictos, dificultando la constitución de un Estado nacional y la creación de instituciones que gobernaran un extenso
territorio (cuatro y medio millones de kilómetros cuadrados) con poca población (siete millones de habitantes)
concentrada en el centro del territorio y con escasos medios de transporte y comunicación.
El nuevo grupo gobernante debía organizar el gobierno, cobrar impuestos para pagar a sus empleados, hacer frente a
la crisis económica y lograr el reconocimiento exterior. Los diferentes intereses y disputas entre ellos, hacía todavía
más difícil la constitución del Estado Nacional, ensayando diferentes formas de gobierno como la monarquía, la
república central y la república federal.
De acuerdo con el Plan de Iguala (ratificado por los Tratados de Córdoba), Iturbide organizó la formación de la Junta
Provisional Gubernativa, la cual designó a los personajes que formarían la Regencia como una forma de gobierno
provisional, el cual quedó constituido por dos órganos de gobierno:
• La Junta Provisional Gubernativa, con funciones legislativas integrada por 38 miembros designados por
Iturbide, entre ellos el ex Virrey O’Donojú, varios miembros de la Audiencia, la diputación y el
Ayuntamiento.
• La Regencia, con funciones ejecutivas, fue presidida por Iturbide, O’Donojú, varios funcionarios del antiguo
régimen y clérigos de alta jerarquía. Cabe señalar que en estos órganos no estuvieron representados
los insurgentes.
La Junta convocó a elecciones para diputados al Congreso Constituyente que representaría a los diferentes grupos
sociales: terratenientes, militares, eclesiásticos, letrados y profesionales. El 24 de febrero de 1822 se instaló
el Congreso en el antiguo templo de San Pedro y San Pablo (Cd. de México). Desde las primeras sesiones los diputados
se agruparon en tres tendencias políticas:
• Los borbonistas, quienes postulaban la venida de Fernando VII, o de un príncipe de la casa real de España,
para gobernar el país.
• Los republicanos, que sostenían el derecho de aprobar un gobierno republicano para la nación.
• Los iturbidistas, que querían que su caudillo Agustín de Iturbide se convirtiera en emperador.
4. Hacer un llamado a las personas señaladas en los Tratados de Córdoba para ocupar el trono mexicano.
En 1822 Iturbide se coronó como Agustín I Emperador de México, en medio del desorden político del país y el
desconocimiento de España de la independencia de México. Su gobierno se caracterizó por el despilfarro de los pocos
recursos económicos que se obtuvieron por la vía de préstamos, lo que provocó inconformidad en el Congreso. Frente
a esta situación Iturbide ordenó la disolución del Congreso.
Hecho que sirvió al General Antonio López de Santa Anna para levantarse en armas a favor de la República y la elección
de un nuevo Congreso con el Plan de Casa Mata. Para calmar los ánimos, Iturbide restableció el Congreso en 1822. La
mayoría de los diputados del Congreso estuvieron a favor de la declaración de inconstitucionalidad del imperio,
poniendo fin al Primer Imperio Mexicano, Iturbide salió del país con su familia rumbo a Europa.
El Congreso nombró un nuevo gobierno provisional bajo la forma de triunvirato, formado por Pedro Celestino Negrete,
Guadalupe Victoria y Nicolás Bravo, Miguel Domínguez y Vicente Guerrero como suplentes. Situación que no calmó ni
los ánimos ni mejoró la situación, al contrario, la negativa de los congresistas a nombrar un nuevo congreso, propició
que algunas provincias se declararan Estados libres y soberanos y la separación de las provincias centroamericanas,
con excepción de Chiapas.
Ante la posible desintegración del país, el Congreso convocó a nuevas elecciones para diputados, se acordó que el
número de diputados estaría en proporción con el número de habitantes y no por grupos sociales, como se había
realizado. El nuevo Congreso suprimió la monarquía como forma de gobierno, adoptando la República.
Los caudillos y políticos se agruparon en torno a dos agrupaciones políticas llamados logias masónicas:la Yorquina de
influencia estadounidense y la Escocesa de influencia inglesa. Los primeros señalaban la necesidad de establecer
una República Federal como los Estados Unidos y Francia, mientras que los segundos querían establecer una República
Central, perfilándose dos proyectos de nación: el conservador y el liberal.
En 1824, los diputados del Congreso, mayoritariamente federalistas, firmaron el Acta constitucional de los Estados
Unidos Mexicanos y juraron la primera Constitución del país, la cual tenía influencias de la Constitución de
Cádiz (1812) y la Carta de Derechos de los Estados Unidos (1791).
2. La división de poderes:
3. El gobierno federal será defendido por un contingente pagado por los estados y con los impuestos
cobrados en las aduanas.
El objetivo de las reformas fue la separación de las funciones de la Iglesia y del Estado, y subordinar la primera a la
segunda con medidas como: eliminación del cobro del diezmo, la secularización de los bienes de las misiones de
California, y la desamortización de los bienes del clero.
Con relación al ejército se ordenó la disolución de todos los cuerpos armados que se hubieran sublevado contra el
gobierno, se redujo el número de jefes y oficiales del ejército, así como el de regimientos y se formaron las milicias o
guardias nacionales con elementos del pueblo.
Las reformas afectaban los intereses políticos y económicos de la Iglesia y el Ejército, generando su descontento y
exigiendo el regreso de Santa Anna a la presidencia y la suspensión de las reformas. Santa Anna expulsó del país a
Gómez Farías y a varios liberales más y convocó a un nuevo Congreso dominado por los conservadores.
República Centralista
El Congreso suprimió la Constitución de 1824 y promulgó una nueva en diciembre de 1835 llamada Las Siete Leyes
Centralistas, con ello se implementó la primera República Centralista. El documento señala:
Las disputas entre los federalistas y los centralistas continuaron, alternándose el gobierno. En 1843 un nuevo Congreso
Constituyente, al que se denominó Junta Nacional Legislativa, elaboró una nueva legislación: Bases Orgánicas,
estableciendo la Segunda República Centralista y favoreciendo al clero y al ejército.