Guion Charro Negro
Guion Charro Negro
Guion Charro Negro
Primer acto
Escena 1
Segundo acto
Escena 1
Narrador: Pasa el tiempo y Don Abundio no vuelve a saber nada del charro negro, hasta que un día pasaba de
nuevo por el mismo bosque.
Tercer acto
Escena 1
Narrador: Pasaron los meses y Don Abundio con el dinero se compra una hacienda, él y su familia son muy felices.
Pero un día, Adela, al regresar de la escuela se topó con el charro negro.
Narrador: La maestra sorprendida de ver al misterioso hombre que se acercó a Adela, se esconde detrás de la puerta
para ver qué es lo que sucede.
Cuarto acto
Escena 1
Narrador: Don Abundio y su esposa están muy preocupados porque Adela no llega.
Esther:( llorando) ¿Qué estará pasando con Adela, Abundio?, ¿por qué no llega? Algo le ha de haber pasado. Ella
jamás tarda tanto.
Abundio: (muy preocupado) En ese caso vamos a la escuela a preguntar si saben algo.
Narrador: Los dos se van aprisa a la escuela.
Escena 2
Escena 3
Narrador. Al llegar al pueblo vecino, el matrimonio se separa para buscarla y quedan de verse en la Iglesia a las 17:00
hrs.
Esther: (se introduce al bosque y en eso se encuentra con el charro negro) ¡Eres tú! ¡Tú tienes a mi hija! , la bella
maestra de la escuela nos dijo que la vieron irse a caballo contigo. ¿Dónde la tienes?
Charro negro: (tiene sangre en las manos y le contesta) ¿quieres ver a tu hija?
Narrador: De pronto el charro negro, le entierra sus uñas afiladas en sus cuello y Esther muere desangrada.
Quinto acto
Escena 1
Narrador: Abundio, va a la Iglesia y no encuentra a Esther. Por lo que decide internarse en el bosque y encuentra una
cruz con el nombre de Adela, él se pone a llorar.
Abundio: ¡No puede ser, mi hija! Ese hombre se está cobrando con mi familia el dinero que le acepté.
Abundio: ¡Esther!, ¡Esther!
Abundio se topa con el charro negro, este trae una cruz en la mano con el nombre de Esther, la deja en el piso.
Charro negro: Todo tiene un precio y me cobré con el alma de tu esposa e hija ja, ja, ja (inmediatamente
desaparece).
Don Abundio: (se pone a llorar y maldecir su desgracia): ¡Mi familiaaaaaaaaaa! (abraza las cruces de su
esposa e hija.
Narrador: Desde entonces, Don Abundio, va al bosque todos los días, esperando ver al Charro Negro para pedirle que
se lleve también su alma. Pero lamentablemente eso no pasará y tendrá que vivir con el remordimiento y el dolor por
el resto de su vida.
FIN