Anexo 1. Problema AIN Lactancia Materna Versión 8 de Abril
Anexo 1. Problema AIN Lactancia Materna Versión 8 de Abril
Anexo 1. Problema AIN Lactancia Materna Versión 8 de Abril
Lactancia materna
Marzo, 2019
Análisis de impacto normativo
Lactancia materna
Equipo desarrollador:
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Contenido
1. INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................ 4
2. DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA .................................................................................................... 5
2. 1 Beneficios de la lactancia materna...................................................................................... 5
2.2 Situación actual de la práctica de la lactancia materna ...................................................... 7
2.3 Árbol de problemas ............................................................................................................ 20
2.4 Descripción de las causas agrupadas ................................................................................. 21
3. BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................. 29
Lista de gráficas
Gráfica 1 Porcentaje de niños y niñas menores de 6 meses de edad que reciben lactancia materna exclusiva en
Colombia, 1990 a 2015 ...................................................................................................................... 10
Gráfica 2 Lactancia materna exclusiva por sexo, etnia e índice de riqueza. ENSIN 2015 ................. 11
Gráfica 3 Lactancia materna exclusiva por región y concentración de población. ENSIN 2015 ....... 11
Gráfica 4. Prácticas de alimentación del lactante y el niño pequeño, por edad - Reporte nacional – ENSIN 2015
........................................................................................................................................................... 15
Gráfica 5. Mediana de la duración de la lactancia materna total en Colombia, 1995 a 2015.......... 17
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1. INTRODUCCIÓN
A nivel mundial son conocidos los múltiples beneficios de la lactancia materna para el bebé, la madre,
la familia, la sociedad y el medio ambiente. Esto es profundizado en la serie The Lancet 2016, en el cual
concluye que “La leche materna hace que el mundo sea más sano, más inteligente y tenga más igualdad”
así como también afirma que “Las muertes de 823.000 niños y 20.000 madres cada año se podrían evitar
mediante la universalización de la práctica de la lactancia materna, junto con el ahorro económico de
$300 mil millones. (Lancet, ¿Porqué invertir y qué se necesita para mejorar las prácticas de lactancia
materna?, 2016)
Las anteriores conclusiones recogen los impactos que generan los beneficios a nivel de los niños en
relación a infecciones, aumento de la inteligencia, la protección contra el sobrepeso y la diabetes, así
como la prevención de cáncer de ovario y mama en madres. Sin embargo, cada vez se evidencia cómo
la práctica de la lactancia materna ha disminuido tanto en nuestro país como en otros similares: en
México, por ejemplo, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2012, la lactancia materna
exclusiva bajó de 22.3 % en 2006 a 14.5 % en 2012 (OMS, 2017). En Colombia, acorde a los resultados
ENSIN 2015, la práctica de la lactancia materna exclusiva bajó de 42.8% en 2010 a 36.1% en 2015.
(MinSalud, 2015).
Las causas de los bajos porcentajes de lactancia materna, obtenidos en las encuestas de salud y
nutrición, son variados pero impactantes y redundantes en el futuro de la población. Se conoce por
ejemplo que las instituciones de salud que implementan estrategias amigas de la mujer y el niño,
acogiendo a las mujeres desde la gestación hasta los 2 o 5 años, contribuyen al mejoramiento del inicio
y la continuación de la lactancia materna. De igual manera, países que han incrementado la licencia de
maternidad han mejorado la cifra de niños lactados de manera exclusiva y el incremento de
profesionales de la salud y actores comunitarios formados como consejeros en lactancia materna
impacta en el inicio, exclusividad y continuidad de la lactancia. Entonces la falta de apoyo institucional,
la falta de políticas laborales que apoyen a gestantes y lactantes y el abandono de la lactante en su
entorno hogar, pueden contribuir a crisis en la alimentación del bebé y a que se opte por brindar
alimentos no favorables para la edad del niño.
De acuerdo a lo anterior y en el marco del CONPES 3816 de 2014 y a los decretos 1074 y 1595 de 2015,
en los cuales se estipula la realización del proceso de Análisis de Impacto Normativo como herramienta
metodológica para la mejora regulatoria, a continuación se brinda la información que permitirá
identificar los problemas relacionados con la baja práctica de la lactancia materna en Colombia.
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2. DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA
La lactancia materna es el mejor y único alimento que deben recibir todos los niños y las niñas desde el
nacimiento hasta los 6 meses y de manera complementaria con otros alimentos, hasta los dos años y
más, ya que les brinda, no solo, todos los nutrientes que necesitan para alimentarse y crecer bien, sino
que también los protege de infecciones respiratorias, de enfermedades diarreicas, contribuye a un
mejor coeficiente intelectual y previene el sobrepeso y la diabetes en la adultez, además disminuye los
riesgos cáncer de ovario y seno para las madres (Lancet, 2016). Los beneficios de la práctica de la
lactancia materna para la salud y el desarrollo son enormes, según la publicación de la revista médica
británica The Lancet 2016, las muertes de 823.000 niños y 20.000 madres cada año se podría evitar
mediante la universalización de la lactancia materna, junto con el ahorro económico de 300 mil millones
de dólares.
A continuación se listan los beneficios de la lactancia materna tanto para los niños como para las madres,
la familia, la sociedad y el medio ambiente.
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BENEFICIOS DE LA LACTANCIA MATERNA
Para quién Ventajas
Para las madres Reduce la mortalidad de las madres y las hemorragias posparto,
disminuyendo así, el riesgo de anemia (Minsalud 2010)
Las madres que amamantan a sus hijos disminuyen el riesgo de contraer
cáncer de seno o cáncer de ovarios.
La lactancia ayuda a que el útero vuelva pronto a su tamaño ideal y colabora
a la pérdida de sobrepeso al utilizar más calorías de lo normal.
Disminuye la posibilidad de tener otro embarazo en los primeros meses de
amamantamiento.
Disponibilidad inmediata para satisfacer el hambre o sed del bebé.
Beneficia el vínculo de amor con su bebé al sentir confianza y afecto por su
hijo.
Para la familia Favorece el ahorro de dinero y el ahorro de tiempo al no tener que comprar
ni preparar leches de fórmula o biberones.
Aminora las posibilidades de contagio de enfermedades a los niños.
Mejora vínculos afectivos entre la familia (Minsalud 2010).
Reducción de gasto en asistencia médica (Diaz MH 2016).
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BENEFICIOS DE LA LACTANCIA MATERNA
Para quién Ventajas
El incremento de las tasas de lactancia materna exclusiva podría ayudar a
impulsar el progreso en otros objetivos globales de nutrición como:
disminución del retraso en el crecimiento, anemia en mujeres en edad
reproductiva, bajo peso al nacer y sobrepeso infantil, siendo la lactancia, una
de las herramientas más poderosas que tienen los formuladores de política a
su disposición, para mejorar la salud y economía de sus poblaciones (Diaz MH
2016).
Para el medio Se favorece el medio ambiente al reducirse los desperdicios tanto de
ambiente producción como de consumo de alimentos de fórmula y alimentos
complementarios industrializados (Minsalud 2010).
Contribuye a la disminución del efecto invernadero, ya que para producir la
leche de fórmula se requiere de grandes lotes de ganado vacuno.
Sin embargo, los conocimientos y práctica de las madres en Colombia no son consistentes con esas
ventajas y esto se evidencia en los siguientes resultados de la encuesta nacional de situación nutricional
2015 (MinSalud 2015):
Después del nacimiento, todos los niños deberían recibir inmediatamente lactancia materna, siendo el
calostro (primera leche) altamente beneficiosa por su contenido de inmunoglobulinas y anticuerpos.
También porque su inicio temprano favorece la producción de leche materna y el establecimiento de
esta práctica a largo plazo.
El 97,2% de los niños y niñas recibieron lactancia materna, sin diferencias estadísticamente significativas
entre sexo, etnia, región y concentración de población, además, sin cambios notables frente al resultado
del 2010 (96,8%). De acuerdo a los resultados un 2,8% de las madres no amamantaron, dentro de los
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motivos se resaltan dos que acumulan el 60% de la información reportada: uno desde la perspectiva de
la madre: No le bajó leche (36%) y el otro desde el niño: el niño rehusó (23,5%), el otro 40,0% de motivos
para no amamantar contiene categorías tales como: madre/niño enfermos, problemas en el pezón,
problemas de succión, esposo o compañero que no están de acuerdo con la práctica de lactancia
materna, la madre tenía que trabajar y otros.
En este mismo contexto, al revisar los resultados por otras variables que se recopilaron tales como tipo
de parto se encuentran resultados más favorables en parto vaginal (81,3%) comparado con cesárea
(61,9%) y por peso al nacer se encontró que el inicio temprano fue menor en el bajo peso al nacer ya
que sólo el 57,2% que tenían esta condición iniciaron la práctica en la primera hora de nacido. No se
encontraron diferencias por edad de la madre al nacimiento del hijo, nivel de escolaridad de la madre,
atención institucional del parto y número de controles prenatales.
En cuanto al inicio de la lactancia materna en el primer día de nacido, el 17,6% de las madres presentaron
esta práctica, siendo más frecuente en el cuartil de riqueza más alto (21,0%) frente al más bajo (15,2%),
en la población sin pertenencia étnica (18,0%) en contraste con la población con autoreconocimiento
étnico (9,2%), en la cabecera (19.0%) versus el resto (14,0%), siendo totalmente diferentes a los
resultados en el inicio temprano en la primera hora. El 9,8% de las madres reportaron inicio después del
primer día de nacidos.
El 29,3% de los niños recibieron líquidos distintos a la leche materna durante los 3 primeros días de
nacimiento, porcentaje menor frente al resultado del 2010 (36,2%). Siendo esta práctica más frecuente
en el cuartil más alto del índice de riqueza (34,0%) frente al más bajo (26,7%), en la cabecera (31,7%) en
comparación con el resto (24,2%), en la región Atlántica (35,1%) vs la región Orinoquía (24,2%) y sin
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pertenencia étnica (29,2%) frente a con autoreconocimiento étnico (19%). Así mismo se encontraron
diferencias significativas cuando el parto fue por cesárea (38.9%) en contraste con parto vaginal (21,8%)
y cuando el peso al nacer estuvo por debajo de los 2.500 gr (58,0%).
Estos resultados exponen un panorama con grandes desafíos en donde si bien se obtuvieron resultados
favorables en los últimos cinco años, se hacen visibles puntos clave que parecen favorecer el inicio
temprano de la lactancia materna: zona resto, población con autoreconocimiento étnico, tipo de parto
vaginal, peso al nacer mayor a 2.500 gramos y en el otro lado, aquellos que ameritan ser abordados de
manera integral para mejorar los resultados en el inicio temprano y que deben contemplar estrategias
para la mujer, la familia y la sociedad en general, enfocadas en la preparación y atención del parto, cuyo
objetivo final sea lograr que todos los niños reciban en su primera hora de nacido lactancia materna, que
se mantenga de manera exclusiva evitando el inicio de otros alimentos.
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Gráfica 1 Porcentaje de niños y niñas menores de 6 meses de edad que reciben lactancia materna exclusiva en Colombia, 1990 a 2015
100
90
80
70
60 46,8 42,8
%
50 36,1
40 25,9
30
20 11,9 11,4
10
0
1990 1995 2000 2005 2010 2015
Año
Exclusiva
En general, se evidencia que los resultados por sexo, concentración de población, índice de riqueza y
etnia no presentan diferencias (gráficas 2 y 3). A nivel regional, se encontró que en la región Atlántica el
20,5% de los niños menores de 6 meses tienen lactancia exclusiva, siendo los resultados más
desfavorables cuando se comparan con la región Pacífica que presenta 45,9% de niños y niñas con
lactancia exclusiva. Este podría ser uno de los determinantes de las mayores prevalencias de desnutrición
en esta región, para este grupo de edad.
Puede observase que la lactancia exclusiva está por debajo de la meta internacional (50%),
especialmente en la región Atlántica (20,5%), las cabeceras con menos de 1.000.000 de habitantes
(29,9%) y los cuartiles de riqueza más bajos (33,3%), mientras que la población con autorreconocimiento
como indígena muestra los resultados más favorables (49,4%) y cercanos a la meta mundial.
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Gráfica 2 Lactancia materna exclusiva por sexo, etnia e índice de riqueza. ENSIN 2015
Gráfica 3 Lactancia materna exclusiva por región y concentración de población. ENSIN 2015
No se encontraron diferencias significativas por edad de la madre al nacimiento del hijo, nivel de
escolaridad de la madre, parto institucional, lugar, asistencia y tipo de parto, edad gestacional y peso al
nacer.
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De acuerdo con la gráfica 4, durante el periodo de 0 a 1 mes, tan sólo el 51.6% de los niños están
recibiendo lactancia materna de manera exclusiva, y para el periodo de 2 a 3 meses continúa en caída
vertiginosa al llegar al 33.5%, para el 4 a 5 mes tan sólo 1 de cada 4 niños (25%) recibe lactancia materna
de manera exclusiva. Así mismo, el 16% de niños mayores de 4 meses ya no reciben lactancia materna.
Desde los hallazgos cualitativos relacionados con la práctica de lactancia materna exclusiva y la duración
de ésta, se resaltan los siguientes resultados:
La existencia de valores estéticos en los que el cuerpo debe ajustarse a un ideal de belleza, ha llegado
a permear de forma intensiva las prácticas de lactancia materna. Según las comunidades rurales y
urbanas, esto afecta más a las madres jóvenes o a las nuevas generaciones de madres, pues las
perciben como más susceptibles a este tipo de discursos, gracias a la influencia de los medios, la presión
social, entre otros mecanismos.
Hay coincidencia entre los actores sobre cómo la belleza física (expresada en el miedo a la caída de los
senos, a tener estrías en los senos o en el interés de realizarse cirugías estéticas) pasa a ocupar un lugar
más importante que la alimentación del bebé entre las personas más jóvenes.
De otro lado, hay una marcada relación entre la preocupación por la estética y la edad de la madre. Los
relatos en zonas rurales y urbanas muestran la percepción de que las madres adolescentes son más
propensas a la interrupción o suspensión tempranas de la lactancia. Razones como “no querer
envejecerse o acabarse rápido”, “no querer engordarse”, entre otros argumentos asociados a la belleza
fueron reportados como frecuentes entre adolescentes y madres jóvenes primerizas. En contraste, entre
las madres más adultas o multíparas, las asociaciones a lo estético fueron menos frecuentes.
“Hoy en día las chicas que quedan embarazadas entre los 13, 14, 16 años, no les van a dar (leche)
porque se les dañan los senos, que le dan estrías, dicen -o sea que van a decir mis amigas, (…) se van
a asustar los hombres” (Entrevista, Adulta Joven Urbana)
Además del factor estético, el factor laboral fue otro de los aspectos que “induce” la interrupción o
suspensión de la lactancia materna de manera temprana, pese a que las madres conocen la
importancia de este alimento. Algunas madres optan por crear horarios de lactancia de acuerdo a su
disponibilidad, pero necesariamente en los periodos de ausencia en el hogar se apela a otras formas de
alimentación complementaria, en general llevadas a cabo por otras mujeres (generalmente de mayor
edad como tías, abuelas o suegras).
Otro elemento que reduce el tiempo de lactancia o induce su suspensión temprana tiene que ver con la
creencia de las mamás sobre el dolor que produce lactar y muy poca información sobre cómo tratarlo.
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Estos temores hacen que la mamá decida suspender la lactancia de manera temprana por miedo a
lastimarse, sangrar o “perder sensibilidad” en sus pezones.
Según las comunidades indagadas en varias partes del país, en los últimos tiempos ha existido cierta
controversia en torno a la prohibición de la lactancia materna en lugares públicos. Su imaginario es
que recientemente se establecieron prohibiciones para lactar en centros comerciales o parques, al
vincular la visibilidad de los pechos con percepciones que giran en torno a la moralidad.
Esto ha ocasionado un rechazo generalizado de las madres, aduciendo que se trata de una práctica
natural y necesaria, especialmente entre las madres urbanas. De otro lado, la percepción de la
prohibición ha generado que muchas mamás decidan no lactar en público, lo que pone en riesgo la
lactancia a libre demanda y la posibilidad de una lactancia exclusiva hasta los seis meses.
De acuerdo a lo anterior, el país en general tiene grandes retos para revertir la tendencia a la baja en
estos resultados, lograr llegar a que más del 50% de niños menores de seis meses de edad reciban
lactancia materna de manera exclusiva implica acciones de la sociedad en su conjunto, no sólo de la
madre, sino de su compañero, su familia, la comunidad, las instituciones de salud, el entorno laboral y
demás.
Continuando con la revisión de los resultados de la gráfica 4, se encontró que el 25,0% de los niños que
reciben leche materna durante el primer mes de vida, ya recibe leche de fórmula, aumentando 8 puntos
porcentuales al siguiente mes. Así mismo, después del segundo mes, el 15,0% de los niños ya reciben
agua junto con leche materna.
Además se encontró que el 10,08% de los niños menores de 6 meses no reciben leche materna, el 3,3%
recibe además de leche materna otros líquidos no lácteos y el 3,0% con leche de vaca u otros animales.
Se encontró que el 78,7% de las mujeres recibieron información relacionada con la práctica de lactancia
materna durante la gestación, obteniendo mejores resultados en el cuartil más alto del índice de riqueza
(85,4%) frente al más bajo (70,5%). Los resultados son similares frente al porcentaje de mujeres que
recibieron información relacionada con lactancia materna durante la estancia hospitalaria, con un
reporte nacional del 74,4%, en donde Bogotá obtiene los mejores resultados con el 90,3%.
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Para este versión de la encuesta, se incluyeron algunas preguntas relacionadas con el monitoreo del
código internacional de sucedáneos de la leche materna, desde la perspectiva de la madre. Según los
resultados, el 41,6% de las madres reportaron que fueron aconsejadas de utilizar leche de formula y
quien hizo esta recomendación en un 79,1% fue un profesional de la salud, seguido en un 21,7% por
pariente/amigo/pareja. Esta situación se presentó en mayor proporción en la región Atlántica (45,1%)
en contraste con la región Orinoquía-Amazonía (27,7%), en la zona cabecera (47,6%) frente al resto
(26,3%) y en el cuartil más alto del índice de riqueza (56,2%). Se encontró menor frecuencia de esta
práctica en la población con autoreconocimiento indígena con 20,9% y en el cuartil más bajo del índice
de riqueza 30,4%.
Así mismo se encontró que el 8,3% de las madres reportó que al menos recibió una muestra gratuita de
leche de fórmula, biberón o chupo, siendo un profesional de salud quien lo suministró el 65,5% de las
veces, seguido de pariente/amigo/pareja en un 12,6%, siendo más frecuente esta situación en la región
Atlántica 9,7% y en el cuartil más alto del índice de riqueza (12,2%) frente al más bajo (6.3%).
Las percepciones positivas o negativas sobre la lactancia provienen con más fuerza de la experiencia
personal de la mamá lactante o de otras mujeres de la familia, y de las redes familiares y vecinales. Se
identificó el papel de las droguerías en todo el país como determinadoras de prácticas inadecuadas de
lactancia, en especial las relacionadas con la interrupción temprana, o con el uso de leches de fórmula y
biberones.
Los resultados encontrados en este ítem son coherentes con los hallazgos del Monitoreo al código
realizado en Colombia en el 2014, y plantean grandes retos, en la medida que la activa y agresiva
promoción de sucedáneos de la leche materna por parte de sus fabricantes y comercializadores
constituyen una barrera global y de gran magnitud en la práctica de lactancia materna (Lancet 2016).
La alimentación con biberón es otra práctica que se ha demostrado que afecta de manera negativa la
lactancia materna exclusiva (Howard CR 2003), se ha asociado además con condiciones poco higiénicas
que ponen a los pequeños en un mayor riesgo de enfermedades (OMS 2010) y se ha visto que se
comporta con un factor asociado a una rápida ganancia de peso en el primer año de vida (Li R 2012), lo
que podría ser un factor de riesgo para la obesidad infantil. Acorde a los hallazgos de la encuesta el
50,8% de los niños y niñas de 0 a 23 meses en Colombia son alimentados con biberón.
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Gráfica 4. Prácticas de alimentación del lactante y el niño pequeño, por edad - Reporte nacional –
ENSIN 2015
De acuerdo a los resultados expuestos en relación a la práctica de lactancia materna de manera exclusiva
en los niños y niñas menores de seis meses de edad, se encuentra un buen inicio que viene mejorando
desde los resultados del 2005, sin embargo, que la práctica quede instaurada hasta los seis meses de
edad no tiene el mismo panorama. En este sentido, varias reflexiones pueden hacerse, si bien las madres
y en conjunto la familia y sociedad conocen los beneficios de la lactancia materna exclusiva ¿por qué no
es una práctica común? De acuerdo a la serie The Lancet (Rollins N 2016), la madres son atraídas por la
publicidad y mensajes de los sucedáneos de la leche materna, dudan de su propia capacidad de
amamantar, ellas mismas, sus familias y los profesionales de la salud no están completamente
convencidos de los beneficios de la leche materna, lactar en público puede generar vergüenza en
contraste con la alimentación con biberón la cual causa poca reacción, así mismo, se encuentra baja
implementación del código internacional de sucedáneos.
La evaluación de las prácticas de alimentación en niños y niñas de 6 meses de edad y más, involucra la
valoración de varias dimensiones de alimentación de manera simultánea. Estas dimensiones incluyen la
15
continuación de la lactancia materna, el tiempo apropiado de introducción de alimentos
complementarios, y la óptima calidad y cantidad de los alimentos consumidos, entre otros.
Se ha reportado que la leche materna puede proporcionar la mitad o más de las necesidades energéticas
del niño entre los 6 y 12 meses de edad, y un tercio de las necesidades de energía entre los 12 y 24 meses
(OMS 2010). El Colectivo Global para la Lactancia Materna (Global Breastfeeding Collective), una
asociación de organizaciones no gubernamentales, instituciones académicas y donantes, lideradas por
la UNICEF y la OMS, se formó para acelerar el progreso de las metas relacionadas con lactancia materna.
Esta iniciativa va más allá de los objetivos de la Asamblea Mundial de la Salud, y se pone metas para el
3020 en alineación con el periodo de tiempo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (U. OMS 2017).
Para el caso de los indicadores de continuación de la lactancia materna, las metas del Colectivo son 80%
para la continuación al año de edad y 60% para la continuación a los dos años de vida. Actualmente a
nivel global se reporta que la lactancia materna continua a los 12 a 15 meses es del 74% y cae en cerca
de un tercio a los 12 a 23 meses, por lo tanto el dato reportado a los dos años de vida es del 46% (UNICEF
2016. 130 p.).
Los resultados muestran que a nivel nacional el 52,2% de los niños y niñas entre 12 y 15 meses de edad
aún reciben leche materna mientras que a los 20 a 23 meses sólo el 31,6% aún son amamantados. En la
desagregación por variables de equidad, se observa que no hay diferencias significativas entre niñas y
niñas respecto a la lactancia materna continua al año de edad, mientras que se observa que en la zonas
de menor concentración de población (resto) hay una mayor proporción de niños y niñas con lactancia
materna continua al año de vida (60,5%) en comparación con la cabecera (48,7%), diferencia que es
estadísticamente significativa (p=0,005) (Tabla 5). De acuerdo con la brecha reportada se puede concluir
que en la cabecera hay un 80% más probabilidad de que los niños y niñas no continúen siendo lactados
al año de edad.
En el caso del índice de riqueza se observa que el mayor porcentaje de lactancia materna continua a los
12 a 15 meses de edad se presenta en el cuartil más bajo de riqueza (58,4%), mientras que en la etnia se
presenta en los indígenas (78,1%), cifra que es estadísticamente diferente frente a los niños y niñas que
se autoreconocen sin pertenencia étnica (51,9%) (p=0,001). Los resultados muestran además, que los
niños y niñas indígenas tienen 50% más probabilidades de continuar siendo lactados al año de edad que
los niños sin pertenencia étnica. Por el contrario los niños y niñas afrodescendientes tienen un 68%
menor probabilidad de ser amamantados al año de vida, y son quienes presentan una menor cifra de
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lactancia materna continua al año de edad (35,4%) que es estadísticamente diferente del dato
presentado en los niños y niñas sin pertenencia étnica (1,9%) (p=0,027).
Para el caso del indicador de lactancia materna continua a los dos años de edad (20 a 23 meses) no se
observaron diferencias estadísticamente significativas entre las diferentes variables de análisis de
equidad.
“Si, porque aparte a los seis meses que se les empieza a complementar con comidas, con potecas y todo
eso, entonces sí, es un buen beneficio para ellos, para la salud y todo…Claro porque los niños que no
comen pecho hasta los seis meses, ellos son más enfermitos. En cambio, mis dos hijos hasta los dos
años y mi hermana hasta los 10. (Grupo Focal, AJU, Bogotá).
(Hallazgos componente cualitativo, ENSIN 2015)
Este indicador es una medida proximal del número total de meses en que los niños son amamantados.
De hecho, refleja la edad en meses en que el 50% de los niños y niñas de 0 a 35 meses no recibieron
leche materna durante el día anterior a la encuesta (OMS 2010 ).
La gráfica 8 muestra la tendencia de la mediana de la duración total desde la década de los 90’s en
Colombia. Se observa que hubo un aumento progresivo hasta el 2005 con una mediana de 14,9 meses y
se mantuvo estable en el año 2010. No obstante, en el año 2015 se puede notar que la duración de la
lactancia materna total disminuyó, con una mediana de 14,0 meses. Cifra que está muy lejos de la meta
mundial establecida en 24 meses o más, lo que indica que los niños y niñas en Colombia están recibiendo
los beneficios de la lactancia materna sólo hasta un poco más del año de vida.
17
24
18 16,0*
14,9
14,0
13,1
Meses
11,3
12
0
1995 2000 2005 2010 2015
Año
Las anteriores cifras evidencian la situación actual de la lactancia materna en Colombia, la cual a pesar
de la multitud de beneficios, es cada vez más baja. Las causas de esta realidad son muchas, por ejemplo,
en la actualidad las mujeres no reciben el apoyo que necesitan para amamantar y enfrentar diariamente
las barreras que obstaculizan hacerlo. La lactancia materna se ve afectada por una amplia gama de
factores, como se ve en el siguiente modelo conceptual, tomado de la serie Lancet sobre lactancia
materna publicada por la OPS/OMS del 2016 (Lancet, ¿Porqué invertir y qué se necesita para mejorar las
prácticas de lactancia materna?, 2016):
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En particular, las tasas inadecuadas de lactancia materna exclusiva resultan de factores sociales,
culturales, económicos y del sistema de salud, como también del pobre conocimiento que se tiene acerca
de la lactancia. Estos factores incluyen:
- Creencias sociales y del cuidador que favorecen la alimentación mixta (p.ej., creer que los
infantes necesitan líquidos adicionales o alimentos sólidos antes de los seis meses porque la leche
materna sola no es adecuada).
- Políticas y prácticas de los hospitales y del cuidado de la salud que no apoyan la lactancia
materna.
- Ausencia de apoyo especializado adecuado (en instituciones de salud y en la comunidad).
- Promoción excesiva de fórmulas infantiles y alimentos complementarios de la leche materna.
- Maternidad inadecuada y legislación sobre licencias de paternidad, y otras políticas laborales que
no protegen o apoyan a la mujer para amamantar cuando ella retorna al trabajo.
- Ausencia de conocimiento sobre los daños de no lactar de forma exclusiva y sobre las técnicas
apropiadas de lactancia materna entre las mujeres, sus parejas, familiares, proveedores del
cuidado de la salud y formuladores de políticas.
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fueron: falta de tiempo (36,54 %), producción insuficiente de leche (23,06 %), rechazo del bebé a la
lactancia (17,51 %), decisión propia de la madre (15,38 %) e influencia familiar (7,69 %).
Cabe destacar que se han evidenciado desigualdades económicas en cuanto a la lactancia materna
exclusiva; las personas más ricas tienden a amamantar menos tiempo que sus homólogas más pobres,
en países de medianos y bajos ingresos. Además, se ha encontrado que en países de altos ingresos, las
mujeres con mayores niveles de educación y mejores ingresos, amamantan con más frecuencia que las
mujeres de menor educación y de bajos ingresos (Roberts TJ 2013) . Por otra parte, se reconoce que la
intención de amamantar se establece generalmente antes o durante el tercer trimestre del embarazo,
siendo ésta un factor predictivo de la iniciación y duración, bajo contextos de apoyo (Lawton R 2012).
El incremento de las tasas de lactancia materna exclusiva podría ayudar a impulsar el progreso en otros
objetivos globales de nutrición como: disminución del retraso en el crecimiento, anemia en mujeres en
edad reproductiva, bajo peso al nacer y sobrepeso infantil, siendo la lactancia, una de las herramientas
más poderosas que tienen los formuladores de política a su disposición, para mejorar la salud y economía
de sus poblaciones.
La práctica de lactancia materna es sensible y puede mejorar rápidamente cuando se implementan de
forma adecuada intervenciones relevantes y efectivas. Teniendo en cuenta que los determinantes de la
lactancia materna son multifactoriales, para mejorar los indicadores en esta práctica se requieren
medidas de apoyo en diferentes niveles, incluyendo el sistema de salud, la sociedad civil y los medios de
comunicación, desde el marco normativo (políticas públicas), pasando por los determinantes sociales de
la salud, condiciones laborales y de los servicios en salud, para permitir a la mujer lactar.
20
Consecuencias Mayor morbi- Mayor morbi-mortalidad por
mortalidad por enfermedades crónicas no transmisibles
enfermedades en adultos
Desnutrición infantil infecciosas en niños
Bajo rendimiento
Disminución de los Pérdida de productividad en adultos académico de los niños
diferentes indicadores de
lactancia materna Bajo
desarrollo
Mayor Altos índices de psicomotor
propensión alergias en los niños de los niños
a cáncer de
mama y Mayores
ovarios en Costo ecológico
costos para de la cadena de
las madres el sistema producción de los
de salud sucedáneos de la
leche materna
Problema
2.4 Descripción de las causas agrupadas
Informalidad laboral que no permite proteger y apoyar la práctica de la lactancia materna
Causas
Prácticas de Falta de técnicos y profesionales de la salud capacitados
comercialización Concepciones estéticas de la como consejeros en alimentación del lactante y el niño
dirigidas a los profesionales lactancia para las madres pequeño.
de la salud diferentes a la
difusión científica de los Desaprobación social de la lactancia materna en público
productos. Falta de información en
lactancia materna de las
Participación de la madres, padres y familias Falta de la promoción Tiempos de consulta
industria de alimentos de de la cultura de la reducidos que no permiten
fórmula para lactantes y lactancia materna en brindar apoyo efectivo a la
complementarios de la Universidades y centros de todos los entornos de la lactancia materna
leche materna, en la formación técnica no vida
formación de los profundizan en lactancia
profesionales de la salud. materna y alimentación del Normatividad desactualizada
Problemas administrativos
niño pequeño. que no permite realizar que no permiten el
efectivas acciones de desarrollo de
inspección, vigilancia y intervenciones para la
Prácticas de comercialización y publicidad de fórmulas para control comercialización de promoción de la lactancia
lactantes y complementarios de leche materna de dirigidas a los alimentos de fórmula para materna
madres, familiares y púbico en general lactante y complementarios
de la leche materna
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A continuación se presenta un análisis acorde a las causas identificadas en el árbol de problemas:
El anterior árbol de problemas, permite identificar 13 causas que, de una u otra manera, pueden
incrementar el problema de los bajos índices de la lactancia materna, a pesar de la evidencia que existe
con relación a que la lactancia contribuye a un mundo más sano, mejor educado, más equitativo y con
una mejor sostenibilidad del medio ambiente (Lancet, 2016). Lo anterior evidencia que la práctica de la
lactancia materna depende no solo de la voluntad de la madre sino de un conjunto de determinantes
que pueden o no afectarla y que se agrupan para su explicación, de la siguiente manera:
- Aspectos laborales
- Aspectos académicos
- Factores normativos
- Rol de las Instituciones de Salud
- Influencia familiar
- Importancia del Contexto sociocultural
a. Aspectos Laborales:
Según el informe de la Organización Mundial del trabajo, donde se describe la situación mundial de la
maternidad y paternidad en el trabajo (OIT, 2014), casi todos los países cuentan con licencias de
maternidad, sin embargo solo el 53% de ellos cumplen con la norma mínima de 14 semanas y solo 23%
brindan 18 semanas.
En Colombia, acorde a la Ley 1822 de 2017, se cuenta actualmente con una licencia de maternidad de
18 semanas (4 meses y medio) sin embargo, este tiempo no es suficiente para cumplir con los 6 meses
de lactancia exclusiva recomendada por la OMS y mucho menos para continuar con la lactancia de
manera complementaria con otros alimentos hasta los dos años y más. La madre debe separase de su
bebé y la leche termina secándose.
Acorde a la revisión sistemática publicada en Lancet (Lancet, 2016), es menos probable que las mujeres
que planean regresar al trabajo después del parto comiencen o continúen con la lactancia materna. Los
permisos de maternidad cortos aumentan 4 veces la probabilidad de que la lactancia materna no se
establezca o se interrumpa antes de tiempo. De igual manera, se ha encontrado que la duración de la
licencia de maternidad afecta significativamente la duración de la lactancia materna (Roe, 1999).
Es por esto que en el entorno laboral se requiere de estrategias que permitan a las mujeres trabajar y
continuar alimentando a su bebé con el alimento ideal, la leche materna.
El peor escenario lo tiene el trabajo informal ya que cientos de millones de mujeres que trabajan no
tienen licencia de maternidad y la protección brindada a nivel laboral es insuficiente durante la
maternidad. Si aquellas mujeres con trabajo informal después de regresar al trabajo contaran con
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estrategias de apoyo como protección laboral, licencia de maternidad o cuidado infantil en donde se
apoye la lactancia materna, teletrabajo o la posibilidad de extracción de leche materna, la práctica de la
lactancia materna sería viable (OIT, 2014).
Éste panorama gris para la mujer trabajadora informal continuará aumentando dado que las mujeres
cada vez más, se ven influenciadas a trabajar rápidamente después del parto por razones financieras y
muchas veces deben realizar trabajos rutinarios que son considerados más perjudiciales para la lactancia
materna en comparación con puestos formales o gerenciales. Aunado a lo anterior, los niños deben ser
dejados al cuidado de otras personas, familiares o no, guarderías, espacios, ubicados normalmente lejos
de los lugares de trabajo, lo cual impide que la mujer pueda ir frecuentemente a amamantarlo y en los
cuales no se cuenta con información suficiente sobre la importancia de la lactancia materna, por lo cual
no brindan facilidades para almacenamiento y suministro de leche extraída de la madre para su propio
hijo, redundando en el inicio temprano de leche fe fórmula y otros alimentos (Sauz, 2017).
b. Aspectos Académicos:
Los técnicos y los profesionales de la salud son las personas que deben estar capacitadas y fortalecidas
en los temas de lactancia materna para poder orientar a las mujeres y las familias, por lo cual son muy
importantes los proceso de formación y actualización que estos reciban de la academia. Sin embargo,
los programas académicos de varias facultades de la salud no tienen contemplado el desarrollo de temas
a profundidad relacionados con lactancia materna y alimentación del niño pequeño, como por ejemplo
las técnicas para una adecuada lactancia, cómo apoyar el inicio de la lactancia materna y su posterior
implementación, evaluación de la práctica de la lactancia materna, técnicas de consejería en
alimentación del lactante, entre otros. Esta profundización es necesaria para que un trabajador de la
salud tenga elementos técnicos y prácticos para contribuir a mejorar la práctica de la lactancia materna.
Según la revisión sistemática realizada por la revista Lancet (Lancet, 2016, págs. 17-30), existen brechas
en conocimientos y habilidades para apoyar la lactancia materna entre el personal de salud de todos los
niveles.
Un estudio sobre prácticas hospitalarias evidencio la necesidad de contar con profesionales de la salud
capacitados que apoyen a las madres para garantizar un adecuado agarre antes del egreso hospitalario,
así como profesionales que conozcan claramente los casos en que realmente se necesita el uso de
alimentación artificial. Estos dos aspectos resultaron estadísticamente significativos para el incremento
de la lactancia materna exclusiva y la duración de la media de la lactancia materna (McAllister H, 2009).
De igual manera, acorde a los hallazgos de un estudio en el cual se pretendía evaluar el conocimiento y
las actividades de los profesionales de un centro de atención primaria de una institución de salud, se
observó que menos de la mitad de los médicos generales (45,1%) y el 65% de las enfermeras estaban
convencidos de que el bebé debía ser amamantado exclusivamente hasta los 6 meses de edad y solo el
21,6% de los médicos generales y el 27,5% de las enfermeras sabían que la lactancia debe continuarse
23
hasta la edad de 2 años y más complementada con otros alimentos. Además el 15.7% de los médicos
generales y el 25% de las enfermeras recomendaron chupetes; El 7,8% de los médicos generales aconsejó
amamantar de acuerdo a las horas, es decir sin tener en cuenta la libre demanda. Finalmente, solo un
tercio (29.6%) de los profesionales de la salud encuestados recomendó a las madres que alimenten a sus
bebés con más frecuencia en caso de que la cantidad de leche materna disminuya.
Lo anterior, evidencia la gran importancia de contar con técnicos y profesionales de la salud con
conocimientos importantes sobre la lactancia materna, que puedan apoyar a las mujeres y las familias
en una práctica adecuada de alimentación para los recién nacidos y que acompañen de manera efectiva
el inicio, instauración y continuación de la lactancia materna (Leviene G, 2009).
c. Aspectos normativos
Los estudios recopilados por Lancet (Lancet, 2016) demuestran que la comercialización realizada por la
industria de la alimentación infantil combinada con la amplia disponibilidad de fórmula infantil
(incluyendo las muestras gratuitas), aumentan las tasas de la alimentación por biberón. Los anuncios de
fórmula retratan la fórmula de leche infantil como algo tan bueno o mejor que la leche materna, o la
presentan como la elección de un estilo de vida más que como una decisión con consecuencias sanitarias
y económicas. Las madres dicen que los medios de comunicación son una importante fuente de
información, y los resultados de estudios llevados a cabo en varios países asocian el recuerdo de los
anuncios de fórmula con la disminución de la lactancia materna. Los mensajes comerciales también
pueden transmitir que la lactancia materna es difícil y que los sustitutos de la leche materna ayudan a
tranquilizar a los bebés inquietos.
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Los resultados de una investigación poblacional realizada en el 2008 en los EE.UU (Labbok M, 2008)
mostraron que el 67% de las madres había recibido muestras gratuitas de fórmula de leche infantil y que
tales regalos se asociaron con una duración más corta de la lactancia materna. Estas acciones de
promoción de productos fueron realizadas tanto en el periodo prenatal como en el posparto inmediato
y en ambos momentos se evidenció que la exposición a sustitutos de la leche materna afecta
negativamente los patrones y las tasas de lactancia materna tanto exclusiva como la duración total.
Adicionalmente, la publicación informó que muchos hospitales de Estados Unidos tienen acuerdos con
empresas de fórmulas de las cuales reciben fórmulas infantiles con descuento o gratuitas a cambio de
distribución de productos de mercadeo a las mujeres en posparto como bolsas de regalo que contienen
muestras de fórmula, información sobre la alimentación con fórmula y cupones de descuento para
futuras compras de fórmulas. La evidencia demostró que las mujeres que reciben estos regalos
descontinúan la lactancia materna antes que las que no las reciben, así como también se demostró que
las madres que recibieron bolsa de regalo con extractores y ninguna fórmula en comparación a aquellas
que recibieron bolsas con fórmula, amamantaron exclusivamente aproximadamente una vez y media
(1.5) veces más: 4.18 semanas frente a 2.78 semanas.
Las instituciones de salud, son las responsables de brindar información y apoyo a las mujeres gestantes
y lactantes y sus familias sobre la importancia de la alimentación saludable tanto de ellas como de sus
hijos y esto incluye, la lactancia materna y alimentación complementaria.
Sin embargo, hay varias prácticas hospitalarias que afectan tanto el inicio como la duración de la
lactancia materna. Un estudio realizado en Estados Unidos sobre los factores que obstaculizan la
lactancia materna exclusiva (Labbok M, 2008), encontró que los conocimientos y habilidades de los
trabajadores de salud, son en muchas ocasiones, limitados al igual que se realizan intervenciones
médicas innecesarias durante el preparto y parto que dificultan el inicio durante la primera hora de la
lactancia materna.
Por ejemplo, acorde al informe de UNICEF “Capturar el momento, inicio temprano de la lactancia
materna: el mejor comienzo para cada recién nacido” (UNICEF, 2018), en algunas instituciones de salud,
se ofrece muy poco apoyo y orientaciones a la lactancia materna y se continúan prácticas antiguas y
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obsoletas como separar a las madres de sus bebés inmediatamente después del parto. De igual manera,
la falta de conocimiento sobre la lactancia materna luego de una cesárea o las prácticas culturales que
incluyen dar a los recién nacidos otros alimentos o bebidas, pueden afectar el inicio de la lactancia
materna en la primera hora de vida. Esto es inadmisible, es una oportunidad perdida, en una sociedad
donde la mayoría de los partos son atendidos de manera institucional y con personal cualificado, el
problema es que en muchas ocasiones, éste personal no brinda el apoyo que las mujeres requieren para
iniciar la lactancia materna, especialmente durante la primera hora después del parto.
En el mismo informe, se considera que el aumento del número de cesáreas en el mundo ha repercutido
sobre el inicio temprano de la lactancia materna ya que estas mujeres deben superar varias dificultades
como los efectos de la anestesia, la recuperación tras la cirugía y la búsqueda de ayuda para sostener a
sus hijos de manera segura. Con la ayuda apropiada, la mayoría de los niños que nacen por cesárea,
pueden recibir leche materna dentro de la primera hora de vida, pero esto requiere de prácticas
institucionales y personal capacitado que permitan que la lactancia materna durante la primera hora de
vida sea una realizada en cualquier tipo de parto. Además de lo anterior, permitir el colecho y no contar
con trabajadores de la salud suficientes para realizar consejería en lactancia materna, influyen de
manera directa en el inicio de la práctica de la lactancia materna.
Así mismo, en el reporte elaborado por The Lancet (Lancet, 2016), se destaca que Los embarazos de alto
riesgo, el trabajo de parto asistido, las largas estancias hospitalarias, las enfermedades de la madre y los
recién nacidos prematuros, enfermos o de bajo peso al nacer, así como prácticas hospitalarias tales como
la separación de la madre-bebé, la suplementación previa a la lactancia y las muestras gratuitas de
sucedáneos de la leche materna pueden dar lugar a que la lactancia materna empiece más tarde.
Finalmente, se considera que el papel del profesional de la salud con competencias para apoyar a las
mujeres y sus familias es tan importante, que existe evidencia que muestra que cuantas más consultas
prenatales realice la madre y cuanta más atención profesional reciba, mayor es la probabilidad de iniciar
la lactancia materna durante la primera hora de vida de su hijo.
Existen varios factores individuales que pueden incidir en el inicio, la duración y la continuación de la
lactancia materna. Acorde a los hallazgos de un estudio realizado en 2008 (Labbok M, 2008), los cuales
coinciden con las conclusiones de una tesis doctoral de España, (Sauz, 2017), las mujeres que tienen
dudas sobre los beneficios, viabilidad e idoneidad de la lactancia materna y que tienen también baja
confianza en sí mismas frente a su capacidad para lactar, que sufren depresiones posparto, que tienen
estrés, cansancio o fatiga, son muy jóvenes o muy adultas, tienen obesidad, son fumadoras o que viven
su maternidad solas tienen menor probabilidad de iniciar y continuar con la lactancia materna. De igual
manera, estas investigaciones encontraron que a las mujeres a las que más se les enseñó de lactancia
materna durante el embarazo, especialmente durante el tercer trimestre, estaban empoderadas y
tenían mayor confianza de sus capacidades, a la vez que tuvieron altas tasas de lactancia materna.
Existen otros factores individuales que también pueden afectar la lactancia como por ejemplo, la
preocupación por el cuerpo, los pechos, el tiempo que deben dedicar a la alimentación, la interferencia
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con la pareja y/o las relaciones sexuales. Finalmente, si se ha logrado una diada madre – hijo fuerte, es
un vínculo que protege la lactancia materna y garantiza la duración de la misma. (Sauz, 2017)
En relación al apoyo familiar, una vez la mujer posparto regresa al hogar, las acciones de
acompañamiento del sector salud disminuyen y aumenta la importancia de la pareja, la abuela, la familia
y los amigos. Está demostrado que las actitudes a favor de la lactancia, tanto paternas como de la
abuela materna, afectan de manera positiva el empoderamiento de la madre y predice mayor éxito en
la práctica de la lactancia. La falta de apoyo del padre es un predictor de la iniciación de la fórmula láctea
y la disminución del amamantamiento, ya que una mujer que cuenta con el apoyo, admiración y
aprobación por parte de su pareja, siente confianza y orgullo, llevando a un aumento en la duración de
la lactancia materna (Labbok M, 2008).
Así mismo, las prácticas y experiencias de la familia, pueden afectar tanto el inicio como la duración de
la lactancia materna y en especial el uso del calostro que está considerado en algunas culturas como algo
que no es útil y debe desecharse. (Lancet, 2016)
En todos y cada uno de los entornos en los cuales se desarrolla la vida diaria, se requiere que la lactancia
materna sea promovida, apoyada y protegida, por ejemplo en los centros de reclusión, colegios,
universidades, transporte público, parques, iglesias, etc., se necesita que la lactancia sea considerada la
manera ideal de alimentar a los niños menores de seis meses y de forma continua hasta los dos años y
más. En estos espacios, se debe elogiar y ayudar para que la lactancia pueda ser dada sin barreras ni
obstáculos para la familia.
Aunque es reconocida la importancia de la lactancia materna tanto para los bebés como para las madres
y la familia, un estudio publicado por la Universidad de Otterbein Ohio (Acker, 2009), evidenció que
muchas mujeres no amamantan debido a las sanciones sociales percibidas, por lo cual midió el nivel de
evaluaciones positivas y negativas que recibe una mujer que está dando pecho a su hijo y finalmente
estableció que para muchos, la madre que amamanta se vería mejor si lo hace en privado que en público,
que existen actitudes sexistas ante la lactancia y que hay hipersexualización del seno materno en la
sociedad.
Por su parte, la publicación The Lancet evidencia que las actitudes sociales y culturales dan forma al
contexto estructural para la lactancia materna y aunque es la forma ideal de alimentación para el recién
nacido, en algunos lugares las mujeres que desean amamantar en público tropiezan con reacciones
negativas (Lancet, 2016). Lo anterior, requiere que las mujeres estén lo suficientemente empoderadas
y sientan confianza de su papel como madres proveedoras de la mejor alimentación para sus hijos para
evitar que la práctica de la lactancia materna disminuya por influencia social.
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Existe evidencia sobre madres que amamantan a sus hijos en público y han sido sometidas a vergüenza
pública por alimentar a sus bebés siendo relegadas a espacios privados con contacto personal limitado.
Este tipo de estigmas sociales es probable que disuadan a las mujeres a lactar en público llevando a la
disminución de su duración (Labbok M, 2008).
Acorde a lo anterior, las causas que pueden interferir en el inicio y duración de la lactancia materna,
pueden ser muchas, variadas, particulares, por lo cual, es importante establecer acciones y estrategias,
desde diferentes sectores, que permitan abordar cada una de ellas para prevenir que se aumente la
malnutrición de los niños y las niñas menores de 2 años y más.
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