Dictamen ONU Juan Gasparini
Dictamen ONU Juan Gasparini
Dictamen ONU Juan Gasparini
Distr. General
12 de agosto de 2024
Original: español
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artículo 14, párrafos 1 y 5, y del artículo 19, párrafo 2, del Pacto, ambos artículos leídos solos
y conjuntamente con el artículo 2, párrafo 3. El Protocolo Facultativo entró en vigor para el
Estado parte el 8 de noviembre de 1986. El autor está representado legalmente.
Antecedentes de hecho
2.1 El autor de la comunicación obtuvo el asilo político en Suiza en 1980 por haber sido,
durante la dictadura argentina, víctima de torturas en la Escuela de Mecánica de la Armada
(ESMA), donde estuvo detenido durante más de un año.
2.2 El autor se acreditó como periodista en la sede europea de la ONU en Ginebra en 1988,
es miembro desde 1989 del sindicato suizo de periodistas Impressum, y publicó diversos
libros sobre violaciones de derechos humanos y actos de corrupción en Argentina.
2.3 Los hechos de la presente comunicación se relacionan con sus investigaciones sobre
cómo marines de la Escuela de Mecánica de la Armada argentina, con ayuda de abogados y
contadores, cambiaban los nombres de propietarios de bienes inmuebles a través de la
alteración de documentos y falsificación de firmas, para venderlos a terceros y quedarse con
el dinero de las ventas, despojando así a sus verdaderos propietarios, que eran personas
víctimas de desapariciones forzadas.
2.4 En particular, en el libro titulado La delgada línea blanca —cuyo contenido sirvió de
base para denuncias de corrupción que todavía están abiertas ante la justicia argentina—, el
autor denunció el robo de 27 hectáreas de tierras en Chacras de Coria, en la Provincia de
Mendoza, vendidas por 20 millones de dólares. Según sus investigaciones, estas tierras
pertenecían a los tres dueños de la sociedad “Cerro Largo”, todos desaparecidos.
2.5 Posteriormente a la publicación del libro, Federico Gómez Miranda, hijo del asesor y
abogado de la sociedad “Cerro Largo” desaparecido junto a los tres dueños de Cerro Largo,
calificó en medios de prensa de falsas las investigaciones del autor, defendiendo que su padre
también era propietario de los terrenos de Chacras de Coria. El autor escribió una réplica en
una nota de prensa editada en la que se retomaban sus declaraciones, señalando que el
Sr. Gómez Miranda “pretende hacerse propietario de bienes que no le corresponden”.
2.6 En 2006, el Sr. Gómez Miranda interpuso una demanda civil contra el autor por
injurias, solicitando una indemnización de 100.000 pesos argentinos 1 , alegando que los
pronunciamientos del autor en la prensa habían implicado tanto una deshonra que repercutía
en su fuero más íntimo y en sus sentimientos hacia su padre desaparecido, como también una
desacreditación pública que afectaba su reputación respecto de la actividad que desarrolló a
partir de la desaparición de su padre en busca de la verdad.
2.7 El autor contestó la demanda negando haber realizado imputaciones injuriosas y
afirmando que no existió de su parte ninguna intencionalidad de causar daño al Sr. Gómez
Miranda, sino que simplemente no fue el resultado de sus investigaciones que el padre del
Sr. Gómez Miranda haya sido propietario de las tierras en cuestión.
2.8 El 19 de abril de 2009, el Juzgado Federal de Primera Instancia en lo civil de Mendoza
consideró que el delito de injuria no estaba constituido al no comprobarse la existencia de
dolo por parte del autor.
2.9 El 26 de mayo de 2011, resolviendo la apelación presentada por el Sr. Gómez Miranda,
la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza revocó la sentencia de primera instancia y
declaró la responsabilidad civil extracontractual del autor por delito civil de injurias entre
particulares. La Cámara Federal de Apelaciones no consideró al autor como periodista para
el caso, por no ser autor de la nota de prensa editada en la que se retomaban sus declaraciones.
La sentencia ordenó al autor el pago de una indemnización de 50.000 pesos argentinos.
2.10 El autor señala que dos de los tres jueces de la Cámara Federal de Apelaciones de
Mendoza, responsables por la sentencia de segunda instancia, fueron posteriormente
sentenciados penalmente a cadena perpetua por colaboración y obstaculización en
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La denuncia
3.1 El autor alega en primer lugar la violación de su derecho a la libertad de expresión
contenido en el artículo 19, párrafo 2, del Pacto, al haber sido condenado injustamente por
un delito contra el honor en el ejercicio de su profesión de periodista de investigación, sin
consideración de la especial protección que merece la información de interés público objeto
de su publicación, y al haber sido considerado por el tribunal como simple particular y no
como periodista.
3.2 El autor añade que la condena en su contra por supuesta injuria genera un efecto
amedrentador respecto a la investigación periodística sobre abuso de autoridad durante la
dictadura.
3.3 El autor alega en segundo lugar que el Estado parte no garantizó el acceso a un tribunal
independiente e imparcial, en violación al artículo 14, párrafo 1, del Pacto. En este sentido,
si bien los magistrados no deben tener un interés directo, una posición tomada, una
preferencia por alguna de las partes ni estar involucrados en la controversia, no fue el caso
de dos magistrados que conocieron de su caso, quienes fueron posteriormente condenados
penalmente a cadena perpetua por colaboración y obstaculización en investigaciones
relacionadas con violaciones graves de derechos humanos ocurridas durante la dictadura.
3.4 El autor alega en tercer lugar que también se violaron sus garantías judiciales debido
a la falta de motivación por la Corte Suprema de Justicia de la Nación al rechazar su recurso
de queja.
3.5 Finalmente, si bien el autor no alega en su comunicación una violación del artículo
14, párrafo 5, del Pacto, solicita en su petitorio que se condene al Estado parte por la violación
de dicho artículo indicando que, si bien su condena no es de carácter penal, una sanción civil
y económica para un periodista es contraria a su credibilidad por lo que debería de poder ser
revisada.
3.6 El autor solicita al Comité ordenar al Estado parte: a) la revisión de la sanción que le
fue impuesta; b) la revisión del sistema de recurso en materia civil para que se permita que
personas condenadas en apelación por temas relacionados con la libertad de expresión puedan
presentar ante una autoridad judicial superior un recurso ordinario para que se revisen hechos
y pruebas; c) una indemnización por los daños y perjuicios que ha sufrido como consecuencia
del proceso; d) un reconocimiento público de responsabilidad en el que se le brinden
2 Sentencia del Tribunal Oral Federal en lo Criminal y Correccional núm. 1 de Mendoza, del 20 de
septiembre de 2017.
3 CSJ 48/2014 (50/G)/SC1. El artículo 280 del Código Procesal Civil y Comercial prevé que la Corte
Suprema de Justicia de la Nación, “según su sana discreción, y con la sola invocación de esta norma,
podrá rechazar el recurso extraordinario, por falta de agravio federal suficiente o cuando las cuestiones
planteadas resultaren insustanciales o carentes de trascendencia”.
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4 El autor recibió el beneficio previsto en la ley núm. 24.043 por el periodo 10/01/77 al 01/08/79,
mediante resolución del Ministerio del Interior núm. 1339/97 de 11/07/97. Posteriormente solicitó la
ampliación de periodo hasta el 28/10/83, la cual fue otorga por Resolución del Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos núm. 474/2004 de 27/05/04.
5 Corte IDH, Herrera Ulloa vs. Costa Rica, sentencia del 2 de julio de 2004, párr. 103.
6 Corte IDH, Anzualdo Castro vs. Perú, sentencia de 22 de septiembre de 2009, párr. 119.
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durante la dictadura. Para el Estado parte, “[r]esulta evidente entonces que los jueces […]
alojaban una predisposición notoriamente contraria al ejemplar proceso de justicia
transicional llevado adelante en Argentina, lo que impidió su imparcialidad a la hora de
resolver el recurso traído a su consideración”; “[d]icha parcialidad se manifestó, asimismo,
en la mencionada negativa de valorar el interés público del objeto del pleito”.
4.6 Finalmente, el Estado parte alega que el rechazo del recurso de queja por la Corte
Suprema de Justicia de la Nación no constituye violación al Pacto. El Estado parte precisa
que la ley núm. 23.774 reformó el artículo 280 del Código Procesal Civil y Comercial, en
virtud del cual la Corte Suprema de Justicia de la Nación, “según su sana discreción, y con
la sola invocación de esta norma, podrá rechazar el recurso extraordinario, por falta de
agravio federal suficiente o cuando las cuestiones planteadas resultaren insustanciales o
carentes de trascendencia”. El Estado parte indica que esta reforma introdujo lo que la
doctrina denominó como “certiorari argentino”, aliviando la sobrecarga de trabajo de la
Corte sin resultar irrazonable, como ocurre con el writ of certiorari norteamericano, el filtro
brasileño de la repercussâo geral, el grundsätzliche Bedeutung alemán, y el certiorari
japonés.
Examen de la admisibilidad
8.1 Antes de examinar toda reclamación formulada en una comunicación, el Comité debe
decidir, de conformidad con el artículo 97 de su reglamento, si dicha comunicación es o no
admisible en virtud del Protocolo Facultativo.
8.2 El Comité toma nota del reconocimiento por parte del Estado parte de que la
comunicación es admisible, en la medida en que cumple con la competencia ratione temporis,
que carece de litispendencia internacional y que el autor agotó los recursos internos (supra
párr. 4.2). El Comité también observa que el autor impugnó la decisión condenatoria hasta
llegar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En consecuencia, el Comité considera que
el artículo 5.2.a. del Protocolo Facultativo no es un obstáculo a la admisibilidad de la presente
comunicación.
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8.3 El Comité considera que la queja relativa a la violación del artículo 14, párrafo 5, es
incompatible ratione materiae dado que dicho artículo no se aplica a los procedimientos de
determinación de derechos y obligaciones de carácter civil, ni a ningún otro procedimiento
que no forme parte de un proceso de apelación penal. 7 El Comité declara por ende esta parte
de la comunicación inadmisible.
8.4 El Comité también considera que la queja relativa a la violación del artículo 14 del
Pacto debido a que la Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó sin motivación alguna
el recurso del autor (supra párr. 5.2) es inadmisible por falta de suficiente sustanciación.
8.5 El Comité considera que el autor ha fundamentado suficientemente, a efectos de la
admisibilidad, sus reclamaciones formuladas en relación con los artículos 14, párrafo 1, en
relación a la alegada falta de independencia e imparcialidad del tribunal, y 19, párrafo 2, del
Pacto, leídos solos y conjuntamente con el artículo 2, párrafo 3. Por ende, el Comité declara
esta parte de la comunicación admisible y procede a examinarla en cuanto al fondo.
7 Observación general núm. 32, Artículo 14. El derecho a un juicio imparcial y a la igualdad ante los
tribunales y cortes de justicia (2007), párr. 46.
8 Cfr. Corte IDH. Almeida Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de noviembre
de 2020. Serie C No. 416, para. 22; Cepeda Vargas Vs. Colombia. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de mayo de 2010. Serie C No. 213, párr. 18; Guerrero, Molina
y otros vs. Venezuela, Sentencia del 3 de junio de 2021, Fondo, Reparaciones y Costas, Serie C No.
424, párr. 31; Vicky Hernández y otras vs. Honduras, Sentencia del 26 de marzo de 2021, Fondo,
Reparaciones y Costas, Serie C No. 422, párr. 16.
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expresión contenido en el artículo 19, párrafo 2, del Pacto, y del derecho a la garantía de un
juez imparcial contenido en el artículo 14, párrafo 1, del Pacto, ambos leídos solos y
conjuntamente con el artículo 2, párrafo 3, del Pacto.
10. El Comité, actuando en virtud del artículo 5, párrafo 4, del Protocolo Facultativo,
dictamina que la información que tiene ante sí pone de manifiesto que el Estado parte ha
infringido los artículos 19, párrafo 2, y 14, párrafo 1, del Pacto, leídos solos y conjuntamente
con el artículo 2, párrafo 3, del Pacto.
11. De conformidad con el artículo 2, párrafo 3, apartado a), del Pacto, el Estado parte
tiene la obligación de proporcionar un recurso efectivo. En este sentido, el Estado parte debe:
a) revisar la sanción impuesta al autor, y b) reparar integralmente al autor por el daño sufrido,
incluido mediante una indemnización adecuada. El Estado parte tiene también la obligación
de adoptar medidas para evitar que se cometan transgresiones semejantes en el futuro.
12. Teniendo presente que, por ser parte en el Protocolo Facultativo, el Estado parte
reconoce la competencia del Comité para determinar si ha habido o no violación del Pacto y
que, con arreglo al artículo 2 del Pacto, el Estado parte se ha comprometido a garantizar a
todos los individuos que se encuentren en su territorio y estén sujetos a su jurisdicción los
derechos reconocidos en el Pacto y a garantizar una reparación efectiva y jurídicamente
exigible cuando se compruebe una violación, el Comité desea recibir del Estado parte, en un
plazo de 180 días, información sobre las medidas que haya adoptado para aplicar el presente
dictamen. Se pide asimismo al Estado parte que publique el presente dictamen en sus idiomas
oficiales y que le dé amplia difusión.
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Anexo I:
1. This case marks an important milestone: for the first time, a State party has
acknowledged its responsibility for violating the Covenant in response to a complaint under
the First Optional Protocol. In particular, Argentina recognizes that the author’s rights to
freedom of expression and to an impartial tribunal were infringed when he was ordered to
pay damages for civil libel for publishing a book investigating human rights abuses during
the military dictatorship in that country, and when his appeal was reviewed by judges who
had actively obstructed such investigations (paras. 4.4 – 4.5). The Committee rightly
commends the State party for making “a positive contribution” to memory, truth, justice and
reparation processes in Argentina, which has “considerable material and symbolic value as
assurances of the non-repetition of similar incidents” (para. 9.5).
2. I write separately for two reasons: first, to provide additional context for the
Committee’s remedial choices in this case; and second, to offer guidance regarding the
remedies of acknowledgement of responsibility and apology in international human rights
law, both which have evolved significantly in recent years.
3. The Committee does not require Argentina to apologize or to publicly acknowledge
its responsibility (para. 11), although the author specifically requested both remedies (para.
3.6). Such a public statement would have enhanced the material and symbolic value of the
State party’s admission and broadened awareness of the violations in this case. However, the
decision itself includes a detailed statement from Argentina accepting the facts and legal
claims alleged by the author (paras. 4.1 – 4.5). 1 Thus, the publication and dissemination of
the Committee’s Views themselves constitute a formal and public acknowledgment of
Argentina’s responsibility for the violations of the author’s rights.
4. The Committee’s general approach to remedies is set forth in its Guidelines on
Measures of Reparation under the Optional Protocol to the International Covenant on Civil
and Political Rights. 2 “When the Committee finds that an individual communication reveals
violations of Covenant rights, it sets out measures designed to make full reparation to the
victims (restitution, compensation, rehabilitation and measures of satisfaction), as well as
measures aimed at preventing the reoccurrence of similar violations in the future (guarantees
of non-repetition).” 3 As a measure of satisfaction, the Committee “may request that States
parties issue a public apology, particularly in cases of grave or systematic violations where
the injury cannot be fully redressed by restitution or compensation only.” 4 The Guidelines
do not mention acknowledgments of responsibility, but they refer to public manifestations of
such acknowledgments, including “having a monument built, putting up a commemorative
plaque or changing the name of a street or other public place in cases involving grave or
systematic violations.” 5 The Guidelines also cite to the Basic Principles and Guidelines on
the Right to a Remedy and Reparation for Victims of Gross Violations of International
Human Rights Law and Serious Violations of International Humanitarian Law, adopted by
the UN General Assembly in 2005, which list “public apology, including acknowledgement
of the facts and acceptance of responsibility” as appropriate measures of satisfaction. 6 In
addition, a 2019 report by Fabian Salvioli, Special Rapporteur on the promotion of truth,
justice, reparation and guarantees of non-recurrence (and a former member of the Committee),
1 The State party contested only one aspect of the complaint: the challenge to the Argentina Supreme
Court’s rejection of his extraordinary appeal without providing a reasoned decision (para. 4.6). The
Committee dismisses that claim as insufficiently substantiated (para. 8.4).
2 CCPR/C/158 (30 Nov. 2016), available at https://undocs.org/CCPR/C/158.
3 Ibid. para. 2.
4 Ibid. para. 11(e).
5 Ibid. para. 11(f).
6 UN Doc. A/RES/60/147 (16 December 2005), para. 22(e).
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titled Apologies for Gross Human Rights Violations and Serious Violations of International
Humanitarian Law, provides a comprehensive review of “key themes of relevance in the
consideration of public apologies, with a view to developing a practical schema to assist in
the design and delivery of more effective apologies.” 7
5. The Committee’s jurisprudence reflects similar concepts. In response to findings of
grave or gross breaches of the Covenant, the Committee sometimes indicates various forms
of apology. 8 However, the case law is not fully coherent. For example, an author’s request
for an apology is neither a necessary nor a sufficient condition for indicating that remedy.
The Committee has sometimes ordered a State party to apologize even though the author did
not request an apology, 9 while in other instances it has considered such requests in fashioning
the remedy. 10 In still other cases, the Committee has declined, without explanation, requests
for an apology or an acknowledgment of responsibility. 11 In addition, authors often seek
measures of satisfaction that are more wide-ranging than those awarded by the Committee. 12
6. The Inter-American Court of Human Rights (IACtHR) has developed the most
extensive jurisprudence on apologies and acknowledgements of responsibility. The Court
typically orders such measures of satisfaction “to repair violations to the rights to life,
integrity and personal liberty,” 13 although it occasionally declines to indicate these remedies
in such cases even when petitioners request them. 14 Significantly, States often apologize or
acknowledge their responsibility prior to or during proceedings before the IACtHR, as
Argentina did in two recent cases involving human rights abuses perpetrated during the
military dictatorship. 15 If the acknowledgement is not “comprehensive,” 16 however, the
Court may order the State to hold a “public ceremony” 17 that refers to the facts and violations
declared in the judgment and specifies “who must participate in the public act, how it must
be conducted and disseminated, and when it must occur.” 18
7. Both the Human Rights Committee and the IACtHR have previously ordered
apologies or acknowledgements of responsibility for violations similar to those at issue in
this case, although the case law is not fully consistent. In Reyes et al. v. Chile, 19 the police
removed and destroyed several artistic works displayed to honor the defense of human rights
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and democracy on the fortieth anniversary of the 1973 coup d’état in Chile (para. 2.1). The
State party acknowledged these facts as violations of the Covenant without, however,
attempting to justify them (para. 5.2). The Committee found “a violation of the authors’ right
to freedom of expression under article 19 (2) of the Covenant” (para. 7.8), and ordered “a
public acknowledgement of the violation of their rights in accordance with the present Views”
(para. 9). 20 Similarly, in Kimel v. Argentina, a journalist and writer was convicted of criminal
libel for publishing a book criticizing an investigation into five clergymen murdered during
that country’s military dictatorship. 21 During proceedings before the IACtHR, the State
acknowledged its responsibility for violating right to freedom of thought and expression and
the right to a fair trial (paras. 18 - 22). The Court accepted this “as a confession to the facts
[and] as acquiescence to the victim’s legal claims” (para. 25), but nevertheless ordered the
State “to hold a public act of acknowledgment of responsibility” (para. 126). However, in
several other cases finding violations of the right to freedom of expression, the Committee
and the IACtHR have declined to order apologies or acknowledgements of responsibilities
notwithstanding requests by the authors. 22
8. In future cases, the Committee should develop a more systematic approach to
determining when States parties should apologize and/or acknowledge their responsibility. 23
Depending on the facts and circumstances presented, such measures of satisfaction may be
appropriate not only in response to grave or systemic violations of the Covenant but also for
other infringements of civil and political rights. Relevant factors may include the magnitude
or seriousness the violations, whether a victim has requested such remedies, the State party’s
response to such a request, whether an acknowledgement or apology will confer dignity on
the victims or honor their memory, and whether the remedy will guard against repetition of
the violations.
20 The Committee did not, however, accede to the authors’ request to order the police to make “a public
apology … in which they acknowledge their mistake and undertake to defend and respect human
rights.” Ibid., para. 3.6.
21 IACtHR, Kimmel v. Argentina, judgment of May 2, 2008.
22 See, e.g., Ibragimov v. Kazakhstan (CCPR/C/131/D/2452/2014), paras. 5.4, 15; Arkadyevich v. Russian
Federation (CCPR/C/115/D/2141/2012), paras. 3.4, 9; IACtHR, Moya Chacon et al. v. Costa Rica,
judgment of May 23, 2022, paras. 105, 107; IACtHR, Fontevecchia and D’Amico v. Argentina,
judgment of November 29, 2011, paras. 109 – 110.
23 The Committee has more often required States parties to apologize than to acknowledge their
responsibility, although it appears that the former remedy encompasses the latter. See Special
Rapporteur Report, supra, para. 3(a) (defining a “public apology” to include “[a]n acknowledgement of
a wrong deliberately or negligently inflicted that is named”).
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Anexo II
1. Estamos plenamente de acuerdo con la conclusión del Comité, en el sentido que los
hechos examinados ponen de manifiesto una vulneración del derecho del autor a la libertad
de expresión contenido en el artículo 19, párrafo 2, del Pacto, y del derecho a la garantía de
un juez imparcial contenido en el artículo 14, párrafo 1, del Pacto, ambos leídos solos y
conjuntamente con el artículo 2, párrafo 3, del Pacto (párr. 9.5).
2. Además, estamos de acuerdo en que la denuncia acerca de la falta de motivación de
la decisión de la Corte Suprema de Justicia que rechazó un recurso de queja presentado por
el autor no fue suficientemente fundada (párr. 8.4). El derecho a una decisión motivada no es
protegido per se por el Artículo 14 del Pacto, pero la práctica internacional -incluidas las
sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos- reconoce que la motivación
“es la exteriorización de la justificación razonada que permite llegar a una conclusión y
conlleva una exposición racional de las razones que llevan al juzgador a tomar una decisión”. 1
Entonces, es posible sostener que el derecho está implícitamente protegido por las garantías
judiciales del Articulo 14, pero en este caso el autor no ha fundamentado de manera suficiente
su denuncia sobre este punto (párr. 3.4).
3. Sin embargo, consideramos necesario emitir esta opinión conjunta acerca de la parte
relativa a las medidas de reparación, en particular respecto de la medida de ofrecimiento de
disculpas públicas o reconocimiento público de responsabilidad internacional por parte del
Estado, la cual había sido solicitada por el autor y que el Comité no incluyó en su dictamen.
4. Cabe destacar que el Estado parte reconoció, en primer lugar, su responsabilidad
internacional por la violación del derecho a la libertad de expresión, debido a que el autor fue
condenado por la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza a pagar una indemnización
por el delito de injurias entre particulares, a raíz de la publicación de un libro de investigación
en que denunciaba la apropiación ilegal por miembros de la Armada de inmuebles que
pertenecían a personas detenidas desaparecidas durante la dictadura militar, y de una nota de
prensa en la que el autor hacía ciertas afirmaciones relacionadas con su investigación.
Asimismo, reconoció su responsabilidad por la violación del derecho a la garantía del juez
imparcial, a causa de la intervención de jueces del referido tribunal de segunda instancia
“ostensiblemente contraria al proceso de memoria, verdad, justicia y reparación, lo cual
repercutió en forma directa en su resolución del recurso de apelación” (párrs. 4.3 y 4.5).
5. En materia de reparaciones, el Comité ordenó al Estado parte: a) revisar la sanción
impuesta al autor, y b) reparar integralmente al autor por el daño sufrido, incluso mediante
una indemnización adecuada, junto con adoptar medidas para evitar que se cometan
transgresiones semejantes en el futuro (párr. 11). Por su parte, el autor había solicitado varias
medidas de reparación, entre ellas las que dispuso el Comité y, además, “un reconocimiento
público de responsabilidad en el que se le brinden disculpas y se exalte la importancia y el
papel preponderante de la libertad de expresión en democracia” (párr. 3.6), medida que el
Comité no incluyó en su dictamen.
6. Recordemos, ante todo, que las disculpas públicas han sido reconocidas por la
Asamblea General de Naciones Unidas como una medida de satisfacción necesaria y
complementaria de reparación en casos de violaciones manifiestas de las normas
internacionales de derechos humanos. 2 Y lo que es más importante, las disculpas públicas
1 Corte IDH, Caso Amrhein y otros vs. Costa Rica. Excepciones Preliminares. Fondo. Reparaciones y
Costas. Sentencia de 25 de abril de 2018. Serie C No.354, párr. 268.
2
Principio IX de los Principios y Directrices Básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones
manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del derecho
internacional humanitario a imponer recursos y obtener reparaciones (Resolución 60/147 de la
Asamblea General, Anexo).
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CCPR/C/141/D/4035/2021 Versión avanzada sin editar
también se incluyen en las Directrices sobre medidas de reparación en virtud del Protocolo
Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos adoptadas por el Comité
de Derechos Humanos en 2016, que también establecen que, al decidir sobre las medidas de
reparación, se debe tener en cuenta la posición de las partes 3 (párr. 4). Además, en las
Directrices se indica que, entre las medidas de satisfacción, el Comité puede pedir a los
Estados Partes que brinden disculpas públicas, en particular en los casos de violaciones
graves o sistemáticas (criterio no acumulativo, sino que disyuntivo), en que el daño no pueda
repararse plenamente mediante la restitución o la indemnización únicamente (apartado e) del
párrafo 11).
7. Ofrecer disculpas o reconocer públicamente responsabilidad por parte de los Estados
es una medida de reparación de larga data y no controvertida en el sistema interamericano de
derechos humanos, 4 como un aspecto importante de justicia transicional, 5 incluido de los
procesos de “memorialización”. 6 La justificación para hacerlo se basa en una serie de razones
que sirven tanto para fines simbólicos como prácticos. Cuando la violación de los derechos
humanos es a gran escala, las medidas individuales pueden ser poco prácticas o incluso
imposibles y, en tales circunstancias, una disculpa pública puede ser útil para hacer frente a
los daños colectivos. Más profundamente, dado que algunas violaciones de los derechos
humanos pueden dar lugar a pérdidas que no pueden cuantificarse y, por lo tanto, repararse
mediante una mera compensación monetaria, una disculpa puede ser el medio más poderoso,
si no el único, de aliviar la pena, el dolor y la ira que sienten las víctimas. 7 Estas
consideraciones informan claramente las Directrices sobre medidas de reparación, en las que
el Comité consideró específicamente que las disculpas estaban justificadas en aquellos casos
de violaciones graves o sistemáticas, en los que el daño no podía repararse plenamente
mediante la restitución o la indemnización únicamente.
8. En el presente caso, no tenemos dudas de que estamos frente a violaciones graves a
dos derechos consagrados en el Pacto. Respecto del derecho a la libertad de expresión, el
Comité ha señalado en su Observación General 34, 8 de 2011, que la libertad de opinión y la
libertad de expresión “son condiciones indispensables para el pleno desarrollo de la persona.
Son fundamentales para toda sociedad y constituyen la piedra angular de todas las
sociedades libres y democráticas” y que la libertad de expresión, en particular, “es una
condición necesaria para el logro de los principios de transparencia y rendición de cuentas
que, a su vez, son esenciales para la promoción y la protección de los derechos humanos”
(párrs. 2 y 3).
9. Por su parte, en lo que se refiere al derecho a la garantía de un juez imparcial, el
Comité ha destacado en su Observación General 32, de 2007, 9 que el “derecho a la igualdad
ante los tribunales y cortes de justicia y a un juicio imparcial es un elemento fundamental de
la protección de los derechos humanos y sirve de medio procesal para salvaguardar el
imperio de la ley” y que, en este sentido, el artículo 14 del Pacto “tiene por objeto velar por
la adecuada administración de la justicia y, a tal efecto, garantiza una serie de derechos
específicos” (párr. 2). Asimismo, ha precisado, entre otras consideraciones, que el “requisito
3
CCPR/C/158, 30 November 2016.
4
Véase, por ejemplo: Corte IDH. Caso Durand y Ugarte vs. Perú. Reparaciones y Costas. Sentencia de
3 de diciembre de 2001. Serie C No. 89, párrs. 39 y 45.4b), y Corte IDH. Caso Terrones Silva y otros
vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de septiembre de
2018. Serie C No. 360, párr. 255.
5
Informe del Relator Especial sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías
de no repetición, Fabián Salvioli: “Estándares jurídicos internacionales que sustentan los pilares de la
justicia transicional”, A/HRC/54/24 (2023), párr. 51. Véase también “Informe sobre las disculpas
por las violaciones manifiestas de los derechos humanos y las violaciones graves del derecho
internacional humanitario”, A/74/147 (2019).
6
Informe del Relator Especial sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías
de no repetición, Fabián Salvioli: “Los procesos de memorialización en el contexto de violaciones
graves de derechos humanos y del derecho internacional humanitario: el quinto pilar de la justicia
transicional”, A/HRC/45/45 (2020), párr. 22.
7
Margaret Urban Walker, "Justicia restaurativa y reparaciones", Revista de Filosofía Social, vol. 37,
núm. 3, págs. 377-395.
8
CCCPR/C/GC/34, de 12 de septiembre de 2011.
9
CCPR/C/GC/32, de 27 de agosto de 2007.
12
Versión avanzada sin editar CCPR/C/141/D/4035/2021
10
Ver sentencias en este sentido en: Cuadernillos de Jurisprudencia de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos N°32, Medidas de Reparación. 2012. Págs. 110-114.
11 Corte IDH. Caso de los Pueblos Indígenas Kuna de Madungandí y Emberá de Bayano y sus
miembros vs.
Panamá. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 14 de octubre de
2014. Serie C No. 284, párr. 219 y parte dispositiva.
12 Corte IDH. Caso Atala Riffo y niñas vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de
febrero de 2012. Serie C No. 239, párrs 263 y 314. También puede citarse el caso Pavez Pavez vs.
Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 4 de febrero de 2022. Serie C No. 449, párrs. 172
y 209, en que el Estado fue condenado por violación del derecho a la igualdad y no discriminación,
así como a los derechos a la libertad personal, a la vida privada y al trabajo, entre otros.
13 Entre los más recientes puede citarse el dictamen de fecha 14 de marzo de 2022, Puniram Tharu and
Kumari Tharuni v. Nepal (CCPR/C/134/D/3199/2018), en el cual se ordenó al Estado parte brindar
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CCPR/C/141/D/4035/2021 Versión avanzada sin editar
una “disculpa oficial” a los autores (párr. 9) por violaciones al derecho a la vida y a la libertad
personal de dos menores, entre otras.
14 Claudia Andrea Marchant Reyes et al. v. Chile (CCPR/C/121/D/2627/2015), párr. 9.
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Versión avanzada sin editar CCPR/C/141/D/4035/2021
Anexo III
15