Criminologia Reporte de Lectura de Los Capítulos X, XI, XII, XIII, XIV, XV, XIV, XVII, XVIII
Criminologia Reporte de Lectura de Los Capítulos X, XI, XII, XIII, XIV, XV, XIV, XVII, XVIII
Criminologia Reporte de Lectura de Los Capítulos X, XI, XII, XIII, XIV, XV, XIV, XVII, XVIII
(UASD)
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Escuela de Derecho
Criminología
Asignatura
Reporte de Lectura de los Capítulos X, XI, XII, XIII, XIV, XV, XIV, XVII, XVIII
Tema
Yunier Alexander Vargas Ventura
Sustentante
100473581
Matricula
12/04/2022
Fecha
Universidad Autónoma de Santo Domingo Recinto Mao Valverde
1
CAPITULO X
En el mismo prólogo de la referida obra, P. González del Alba, presidente de la Sala de Audiencia
de Madrid, expresa que "es esto afirmar que los principios esenciales que integran la
sustancialidad de la ciencia criminológica sean obra de modernas investigaciones, sin que entre las
nebulosidades del error, propio de la incultura y aún de la barbarie de otros tiempos, no
permaneciese oculta y soterrada aquella suprema ley de justicia, que según la feliz frase del ilustre
Carrara "provoca la reacción de los buenos contra los violadores del Derecho, y reclama la sanción
de la pena como castigo del mal efectivamente producido por obra del acto humano" ". Con esto,
el prologuista ha querido decir entiendo, que los fundamentos científicos de la Criminología no
han sido obra exclusiva de investigaciones modernas, sino que hubo causas, como son "las
nebulosidades del error, propio de la incultura y de la barbarie", que impulsaron a la creación de
una ciencia que, como la Criminología, descubriera e interpretara las causas del delito.
Antes de tocar los fundamentos de la Escuela Sociológica de Ferri, el autor se refirió a varios
tópicos de corte histórico, y sobre esta base expresa, que "la filosofía helénica, en aquellos
tiempos en que el genio de los sabios inmortales de la Grecia brillaba como astro luminoso entre
las densas nieblas del error, recogía esos principios primarios, y no poco habría que aprender en la
enseñanza del divino Platón y del Sócrates inmortal, acerca de la justicia de la pena, de la
esencialidad del delito y de la enmienda del delincuente, fin ético de la represión, porque el
castigo, más que dolorosa retribución que atormentando el cuerpo, aflige y hace decaer el
espíritu, significaba en el decir de aquella filosofía insustituible, remedio que sana el alma, bien
que conforta la voluntad apartada del derecho, y prevención saludable de ulteriores y mas
dolorosas recaídas". Sus palabras, en relación con esta concepción del delito y de las penas,
sustentada por los referidos filósofos griegos, parece que lo conmueven de tal manera que lo
impulsaron a ofrecerles su apoyo a esas concepciones, las cuales entendemos que quizás fueron
2
adecuadas en su tiempo, pero aún así, eran extremadamente rigoristas y justificadoras de la
imposición de penas crueles e intimidatorias.
Así, el mismo P. González del Alba continúa diciendo que "las grandes injusticias provocan siempre
enérgicas reacciones a nombre de la justicia, y así, cuando Beccaria protestó en los intermedios del
Siglo XVIII en su famoso libro titulado "De los Delitos y de las Penas", contra la barbarie de los
castigos y el ultraje a la persona del condenado, se pensó, acaso por vez primera, en que el
Derecho Penal debiera resultar constituido en la sustantividad de las leyes por nuevas
concepciones acerca del delito, del delincuente y de la función penal". Señala además, que la labor
del Marqués de Beccaria era por lo demás una mera iniciación contra las teorías abstractas
limitadas a estudiar en el campo de la filosofía, el delito como acto humano, imputable en cuanto
significaba la obra de una actividad conscientemente culpable, y merecedor del castigo, puesto
que la pena integraba una reacción evidente contra la acción malvada que el delito representa.
También expresa que por eso la teoría de Beccaria, acerca del derecho de castigar, se sustentaba
sobre la defensa social, resultado de la transformación de la venganza privada, cuando por
consecuencia del pacto ideado por Rousseau, el individuo abdicó para la comunidad sus
personalísimos derechos. Por eso, añade el prologuista, lo que personalmente aceptamos, es "que
en la realidad de las cosas, las doctrinas de Beccaria, no eran en sustancia, sino la proclamación de
la necesidad de urgentes reformas procesales y penitenciarias que acabasen con la barbarie de los
guardadores del preso sometido a la justicia, y con la arbitrariedad contra los presos en la
aplicación de penas crueles y atentatorias de la dignidad humana".
Más adelante, se pasa a expresar que "la ciencia que estudia al hombre, es decir, la antropología,
debiera completar en su natural evolución sus investigaciones, considerándolo no como ente
ideal, abstracto y fuera de la realidad de las cosas, sino como una creación de la naturaleza, a
cuyas leyes, venía subordinado". Agrega que al método escolástico, predominante en la
determinación de los principios de las ciencias morales y políticas, o bien método de razón pura,
sustituyó el experimental, "ventajosamente adoptado en la investigación de las ciencias
naturales", y el autor del prólogo dice entender, con el ilustre Gabriel Tarde y su obra titulada "Las
Leyes de "Imitación", que "la ciencia toda tiene por objeto comprobar repeticiones", puesto que el
mundo es al fin y al cabo, una repetición que se manifiesta como ondulación en el orden físico,
como herencia en el orden orgánico y como imitación en el orden social".
Por otra parte expresa que "la antropología psicológica, circunscribiendo sus investigaciones al
estudio de los fenómenos internos creyó ver en el delito una enfermedad del alma y en el
delincuente un ser cuya voluntad débil para la vida jurídica, necesitaba de remedio de la pena,
como el enfermo, que por la acción del medicamento más o menos enérgico, tonifica su
organismo y recupera la salud perdida". Por eso entiende, que la función penal de la escuela
espiritualista, era un tratamiento de pura patología; no menos requerido por el positivismo, que
estimando el delito como una morbosidad orgánica congénita por la herencia, u ocasional- mente
adquirida por deficiencias fisiológicas que ocasionan la inadaptación al medio social, exige que la
sociedad se defienda de los delincuentes incurables, como son los natos o incorregibles, por medio
de la pena, como necesidad de suprema defensa". Sostiene que abandonados aquellos postulados
morales anteriores y superiores a la ley, que eran contenido de la conciencia humana, luz del
entendimiento y norma preconstituída de las relaciones jurídicas del hombre, además pura ilusión
del libre albedrío, alma, sustancia realidad de lo imputable en los actos antimorales; ve sustituida
3
la y noción primera de la justicia en la función penal, por la necesidad de la defensa contra la
acción perturbadora del orden del Derecho. Fundamentada esa defensa en la reacción instintiva,
mecánica, del organismo que rechaza el alma con el mal, la antropología positivista estudiaba al
ser humano como ente, no ideal ni abstracto, según los cánones de la metafísica, sino como sujeto
de la escala zoológica, con un organismo diferenciado por la superioridad del instinto en relación
con el de los seres más imperfectos de la creación; manifiesta también, que la nueva dirección de
las ciencias morales por los cauces del naturalismo, era debida al método experimental aplicado
con éxito a las ciencias naturales, a la orientación positiva de la Economía Política, y a las
investigaciones sobre el tipo criminal, revelado por signos anatómicos exteriores, y otras
características decimos. De todo lo arriba dicho, podemos explicar que el citado prologuista ha
querido decir, "que la antropología positivista en contraposición a la antropología psicológica, ha
abandonado la pura ilusión del libre albedrío que consideraba al hombre como un ser ideal y
abstracto, para estudiarlo como un ente no ideal ni abstracto, sino como un ser concreto que
ocupa un lugar de primer orden dentro del Derecho y la justicia social.
Teoría sustentada por la Escuela Sociológica Italiana: Según expresa P. González del Alba, para
Enrico Ferri, el delito no es solamente un remoto anacronismo, o una reminiscencia de un estado
de vida colectiva, rudimentaria y salvaje, que existe con vida propia, tanto en los organismos
inferiores de los reinos animal y vegetal, como en el hombre durante la infancia, y en la
colectividad apartada de las corrientes de la civilización y del progreso; sino que es efecto de
múltiples causas y producto, no sólo de factores antropológicos, sino también de tipos físicos y
sociales, por lo cual para Ferri, el delito resulta un fenómeno de origen complejo, que es a la vez
biológico, físico y social. Debe tenerse en cuenta que esta teoría de Ferri representa una verdadera
rectificación de las teorías Lombrosianas, y además, constituye un marcado paso de avance hacia
la determinación del mundo circundante o medio ambiente social, como generador del
delincuente predispuesto, que viene a ser una variante del criminal nato e incorregible, cuyas
causas criminológicas radican en las deficiencias hereditarias accidentales, de su modo de ser
anatómico. Se señala que Ferri no parece aceptar la orientación acerca del delincuente nato, el
cual forma parte de una de sus cinco clasificaciones, las cuales han sido consideradas en esta obra.
Ferri, influenciado por el avance del Derecho Penal y de la sociología, analiza con especial
dedicación, dos tipos de su clasificación criminal, que son: los delincuentes habituales y los de
ocasión, considerándolos como productos no de factores anatómicos o antropológicos, sino del
medio ambiente social donde se desenvuelve el individuo.
4
e relieve en el prólogo de la misma, hace una completa estimación sobre la cuestión de la
imputabilidad penal del hecho, sintetizando su doctrina en la "libertad moral", mediante el
siguiente postulado: "Para que el libre albedrío existiese, sería preciso que nada influyera sobre
nuestro pensamiento ni sobre nuestra acción"; entonces seríamos libres en querer una u otra cosa
y libre en ejecutar éste o el otro acto; pero como no es así, porque el hombre es parte esencial de
la naturaleza, estamos sujetos a sus leyes en el orden físico y en el psíquico; por lo cual, "toda
acción humana es consecuencia fatal e inevitable de causas determinantes extrañas a nuestro yo,
las que por su sola existencia niegan el libre albedrío".
Por otra parte, Ferri expresa que en el curso del siglo XIX se delinearon otras corrientes teóricas,
por ejemplo, la llamada escuela correccionalista, la que Roedor y otros sostenían para el doble
aspecto de la corrección moral y de la enmienda jurídica, y también había otras del mismo tenor;
pero la escuela Clásica ha predominado sola en Italia, con algunas divergencias personales sobre
ciertos puntos de vista, entre uno u otro criminalista; pero siendo una, en suma, por su método y
por el conjunto general de principios y de consecuencias. En la vida práctica, era que dicha escuela
conseguía mayormente su fin, dulcificando las penas señaladas por la ley; y en el dominio de la
teoría, ha proporcionado al mundo científico, entre otras obras maestras de los criminalistas
italianos, la de del Carrara, que no ha sido sobrepujada: el Programa, en la que principio planteado
a priori, según el cual "el delito es un ente jurídico, una infracción y no una acción", se deducen
dice, por la sola virtud de una potente maravillosa lógica, todas las principales consecuencias
jurídicas abstractas de que dicho principio era susceptible". Entiende, que con Carrara y los demás
ilustres representantes modernos de la escuela Clásica, se ha cerrado el glorioso ciclo científico
que había abierto Beccaria. De lo expuesto hasta aquí puede colegirse que las concepciones de la
escuela Clásica italiana no estaban apoyadas en hechos e investigaciones concretos, sino en
opiniones abstractas, o quizás sobre las concepciones de la antropología psicológica, por lo que
para ellos, o sea los sustentadores de sus teorías, "la escuela Clásica no es más que un conjunto
de hipótesis que sostienen que las causas del delito radican en el libre albedrío del delincuente,
pudiendo éste elegir entre el bien y el mal". En otra parte de esta obra han sido explicadas las
concepciones criminológicas de esta escuela, pero ahora sólo pretendemos demostrar que la
misma sustenta teorías abstractas e indeterministas, las cuales son muy diferentes de las teorías
positivistas que sustenta la escuela Sociológica concebida por Enrico Ferri. Por una concepción
personal, puedo manifestar, que entre la Clásica y la escuela Sociológica existe una relación
5
analógica, en el sentido de que ambas persiguen un mismo fin, que consiste en la búsqueda de las
causas que producen el delito; pero se diferencian en que la primera sostiene que la única causa lo
constituye el libre albedrío del delincuente y la última, que las causas del delito son los elementos
exógenos del mundo circundante. Las causas que sustenta la escuela Clásica son abstractas, y por
tanto, tienen raigambre en lo especulativo; y las sostenida por la escuela Sociológica, tienen base
experimental, por lo que esta escuela es considerada como positivista o científica.
Además, el autor señala, que los factores antropológicos, físicos y sociales del delito, y la
importancia concedida por Ferri a los avances de las ciencias sociológicas, expresados en su obra
"Socialismo y Criminalidad", pone en evidencia que la labor de Ferri, apartándose del clasicismo
tradicional, también se separa de la concepción de Lombroso sobre el tipo criminal, la cual es
esencial- mente anatómica y como tal, absolutamente incorregible. Incorregible porque según
Ferri, causas fisiológicas originadas en motivos atávicos y congénitos, integraban una constitución
orgánica diferenciada, en la que los instintos malvados y la consiguiente atrofia del sentido moral,
constituían las fases del hombre delincuente. En este sentido continúa el prólogo de la obra de
Ferri expresando que ya que "la admisión de los criminales de hábito y de ocasión, en quienes a
veces no concurren anormalidades craneológicas ni signos exteriores de degeneración fisiológica,
es, dice, a más de una rectificación de las teorías Lombrosianas, un verdadero evolucionismo
científico hacia nuevas investigaciones que en lo porvenir determinarán las relaciones entre la
Sociología y la ciencia criminológica, resolviendo así el problema penal en sus fundamentos
6
postulados sobre la etiología del delito, la personalidad del delincuente en relación con la
actuación morbosa contra el bien social, y los fundamentos racionales de la función represiva, que
no sólo habrá de responder a la ley instintiva, fiera e inconsciente de la defensa social, con la que
aquellas agrupaciones humanas rudimentarias respondían dando golpe por golpe, y que para los
seres inferiores constituye un ciego instinto de conservación."
En consecuencia, para Ferri, la cuestión del libre arbitrio o libre albedrío, o sea la libertad moral
del delincuente en la obra del delito, era el abismo insondable al que parecían precipitarse en
búsqueda de lo desconocido, libertistas y deterministas; pero, según él, "el libre albedrío es un
fenómeno de pura ilusión de conciencia, ya que los espiritualistas entienden que el hombre, en la
normalidad de su naturaleza moral, posee la noción de albedrío, porque se percata de su pensar
porque existe; de la verdad, porque es aspiración de su inteligencia; de la belleza, porque la siente
y la desea, y de la justicia, porque la integridad de su ser se subleva ante lo antijurídico e injusto".
En conclusión sostiene, "se demuestra asimismo, que es libre sin formalización de prueba externa,
toda vez que las verdades intuitivas son, por intuitivas indemostrables".
Concepto acerca de la Sobresaturación Criminal: En otra parte de esta obra nos hemos referido
brevemente a la sobresaturación criminal, pero, sin embargo, trataremos de ampliar un poco más,
con el propósito de hacer más entendible al lector este fenómeno social. A este respecto dice
Ferri, que "no es esto todo, sino que puede decirse que así como en química una sobresaturación
excepcional puede, por un aumento de temperatura en el líquido disolvente, unirse a la saturación
normal, así también en la sociología criminal, además de la saturación regular y constante, se
observa alguna vez una verdadera sobresaturación criminal, debida a las condiciones del medio
social". Expresa que "es necesario hacer notar en principio, que la delincuencia principal y típica
tiene una delincuencia refleja, porque el aumento de los delitos más graves o más frecuentes, trae
en pos como consecuencia natural, un mayor número de resistencias y ultrajes a los funcionarios
públicos, falsos testimonios, injurias, infracciones de vigilancia, evasiones, etc."; y que a éstos
habría que anexarles los llamados crímenes complementarios, los que después de haber sido
consecuencias de los primeros, vienen a ser, a su vez, para aquellos de los cuales resultan, nuevos
estimulantes. Aceptamos sumisos estas leyes de Ferri, porque en la práctica he podido comprobar
que en cada uno de los medios sociales donde hemos prestado servicios judiciales, en nuestra
condición de funcionario judicial de la Justicia dominicana, la cantidad y la gravedad de los delitos
allí cometidos, han guardado una estrecha relación con las condiciones físicas y sociales del medio
geográfico. Hemos podido comprobar, asimismo, que en cada medio, dada la permanencia de un
estado normal, ha habido una constante en cuanto a la cantidad y la calidad de los delitos
estadísticamente registrados.
Diferencia entre la Defensa Social y la Defensa de Clase: Conceptos sobre la Imputabilidad Moral
y la Imputabilidad Física En su Sociología Criminal, Enrico Ferri señala que “la idea de Defensa
Social y la Defensa de Clase, son una y otra incompletas", y que la síntesis que las integra es la que
ha ofrecido él en su obra Justicia Penal, en la cual preconiza que "la función penal, por la cual el
Estado hace al individuo responsable del delito cometido por es la expresión y el efecto de una
doble necesidad natural: de un lado, preservar a toda la colectividad, de las formas antihumanas
de la criminalidad; y del otro, defender a una parte de la colectividad, la clase dominante". Indica,
que esta preservación y esta defensa prevalecerán diversamente, según que la criminalidad sea
7
atávica o evolutiva, atacando en el primer caso a las condiciones inmanentes de la existencia
humana, y en el segundo, al orden político social, que siempre es históricamente transitorio.
En su teoría, Ferri ve que "en virtud de esta síntesis, la escuela criminal positiva tiene el derecho
de dar a la fórmula de la defensa social una significación más amplia, más completa y eficaz,
queriendo decir con ello, que en el actual estado de la sociedad, es preciso entender por defensa
social no sólo dice, la protección de toda la colectividad contra los ataques dela criminalidad
atávica, sino a la vez, la de la clase dominante contra los ataques de la criminalidad evolutiva de
modo distinto al empleado contra la criminalidad atávica". Sobre lo expresado señala que, por el
contrario, en el porvenir de la justicia penal, la ciencia debe indicar e imponer un predominio
siempre creciente, hasta llegar a ser exclusivo de los intereses permanentes y comunes de la
colectividad toda, reduciendo al mínimum, o cuando menos eliminando completamente, la parte
que representa los intereses y privilegios de clase, y transformando así la justicia penal, en
mecanismo de dominación política que sea una “clínica social y preservadora".
De lo anterior se deduce que Ferri clamaba por cambio dentro de la justicia penal, de la que
considera que se debe eliminar por completo su condición de mecanismo de dominación política,
que defiende los intereses y privilegios de clase, para imponerla como un mecanismo que,
convertido en clínica social y preservadora, sirva para la defensa de los intereses permanentes y
comunes de la entera colectividad. Somos del parecer que esta es una noble y sabia posición de
Enrico Ferri, por lo que vemos en ésta una posición que podría propiciar medidas salvadoras para
aquellas colectividades que, como la nuestra, por estar en la actualidad irritada debido a la falta de
aplicación de una verdadera justicia penal -y civil, ya que la de ahora defiende únicamente los
intereses y privilegios de la clase pudiente y dominante, por lo que se necesita con urgencia el
imperio de una justicia penal que defienda no sólo a la citada clase, sino a toda la colectividad.
Conceptos Sobre la Teoría de la Sanción: En su muy citada Sociología Criminal, Enrico Ferri señala
que "para hablar solamente de seres vivos, donde quiera que existe un animal o un hombre, allí
domina siempre el concepto de sanción, que es equivalente al de reacción". El criminólogo añade,
"y puesto que el hombre está en la cima de la escala sobre la cual aparece el espectáculo
grandioso de la vida, y por ello se ve sometido, primero a las mismas sanciones que los órdenes
inferiores de la naturaleza, sanciones que le son comunes con cualquier otra porción de la
materia; y después, sufre una sanción de orden más noble, que no le caracteriza exclusivamente,
sino que también le es común con los animales superiores, y que se encuentra únicamente en él
en un grado mucho más elevado y con mayor complejidad: el orden social".
Consideramos muy delicada esta parte de las concepciones de Enrico Ferri, en el sentido de que ha
querido confundir al hombre, no sólo con los animales superiores, sino también con los animales
inferiores, creando así, en principio, una lamentable aparente confusión, la que sí deja entrever
que tanto los animales, ya sean éstos superiores o inferiores, como el hombre, son sujetos activos
y pasivos del delito. Sin embargo, se ve despejada esta confusión cuando apreciamos que, aunque
considera a animales y hombres como entes pasibles de sanciones, le dispensa al hombre la
categoría de un ser colocado por encima del animal superior; categoría de ente social, cuya
sanción ocupa en la escala natural un orden más noble.
A este respecto, Ferri dice que "toda vez que se distingue en la naturaleza, el orden físico, el
biológico y el social, existen de igual manera tres grandes órdenes de sanciones o de reacciones
8
correspondientes: la sanción física, la sanción biológica y la social". De aquí que el criminólogo
sostenga que “el hombre o el animal que, ya inconsciente, ya involuntariamente, ya por fuerza,
viola las leyes de la naturaleza, encuentra en la naturaleza misma una reacción o sanción
inevitable".
El amado tratadista, para explicar mejor el significado de cada una de las sanciones detalladas más
arriba, emplea argumentos à manera de ejemplos, como los siguientes: 1) El que se inclina hacia
fuera de una ventana, aún cuando sea con la intención más moral o bienhechora, cae y muere, así
recibe una "Sanción Física". 2) El que come demasiado y se provoca una indigestión, se pone malo
y sufre; el que abusa de su organismo, ya se trate de funciones fisiológicas, con lo que se acarrea
una altitud de dolores, y a menudo compromete su vida fisiológica d intelectual, incurre en una
"Sanción Biológica".
El transeúnte que por distracción, sin intención de hacer daño, tropieza rudamente con otro,
provoca en éste uta reacción, unas veces de palabras y otras de actos, y aún cuando aquel
proteste de su falta de mala intención, la reacción será menos violenta pero no se anulará;
subsistirá siempre con relación a él una opinión poco favorable, de tal suerte que si estas
distracciones le son habituales, esta opinión se extiende y crea a su alrededor una atmósfera
aisladora o le procura humillaciones continuamente, sin hablar de las consecuencias pecuniarias
que pudiera tener que sufrir. 4) También, el comerciante que no de mala fe, sino al contrario, por
ser con exceso confiado en los demás, sufre reveses de fortuna y llega a la quiebra, y el industrial
que por una honrada iniciativa intenta abrir una nueva fuente de riqueza y se equivoca, caen
ambos en la miseria y en el abandono. 5) Aquel que de muy buena fe ejecuta un acto contrario a
las prescripciones de la ley, ve anular este acto, debe sufrir a sus expensas todas las consecuencias
de tal nulidad. 6) El que causa un daño a otro sin tener intención de hacerlo y aún sin intervenir en
ello personalmente, por un hecho de su hijo, de su criado o aun de un animal que le pertenezca,
está obligado a pagar por este daño una indemnización. 7) Así, el pobre demente que ataca al
transeúnte, aún cuando fuere con la idea loca de hacerle algún bien, es herido, quizás muerto;
entonces basta con que salga a la calle, inofensivo pero escandaloso, para que se le prive de su
libertad y se le encierre en un manicomio. 8) El cochero que ejerciendo lícitamente su profesión,
sin intención alguna malvada, y por lo tanto sin quererlo, lesiona o mata a un peatón, es
condenado al encarcelamiento, lo cual puede causar su ruina material y moral.
9
CAPITULO XI
En relación con lo económico podemos decir, que desde la antigüedad hasta nuestros días se ha
probado que de este factor se derivan muchos delitos. Al respecto hallamos diversas opiniones.
Por ejemplo, Platón, entre varias de sus tesis expresa en su obra La República que "cuando en
alguna comunidad no hay pobreza ni gran riqueza, es posible que prevalezca en ella el tipo más
alto de moralidad". Aristóteles sostiene en su política, entre otras cosas, que "la miseria engendra
rebelión y delito". Santo Tomás de Aquino señala en Summa Teológica, de igual modo, que "la
pobreza es, por lo general, una ocasión de robo".
Doctrina del Indeterminismo: En capítulos anteriores hemos indicado que los clásicos del derecho
penal consideraban que la responsabilidad penal del delincuente es causada, no por factores
endógenos o exógenos del individuo, sino como consecuencia de la decisión derivada de su
voluntad libre, o libre arbitrio o libre albedrío que existe independiente de dichos factores. Esta
doctrina ha sido sustentada por la escuela clásica italiana, fundada por el marqués de Beccaria y
sus seguidores. Dicha doctrinantes llamada indeterminista, porque de acuerdo a sus
sustentadores, la causa que produce el delito no está ligada a factores fisio-bilógicos del individuo,
ni a factores externos del mundo circundante, sino a razones puramente mentales o morales. Así,
para el indeterminista, no cuenta la disposición fisio-biológica del individuo, ni las enfermedades
10
psico-somáticas, ni mucho menos el medio circundante donde se desenvuelve, sino sólo su
voluntad libre, la cual le permite escoger entre el bien y el mal.
Teorías concomitantes y posteriores al positivismo: Entre estas existen algunas que quizás han
surgido en épocas anteriores al positivismo, pero como su contenido y función coinciden con los
de las teorías positivistas, quedarán incluidas dentro de esta clasificación, ya que así se satisfacen
nuestras aspiraciones al respecto.
Teoría Científico-Natural: Fue concebida por Lombroso y tuvo su nacimiento junto a la Escuela
Positivista italiana, y estaba en contraposición a la teoría del indeterminismo absoluto de la
Escuela Clásica italiana. Como se ha dicho, con esta teoría de carácter absoluto, Lombroso concibe
su delincuente nato, quien estaba predestinado fatalmente al crimen por causas biológicas y
psíquicas heredadas. Por lo que se puede inferir que "las causas del crimen o delito son factores
endógenos que se derivan de la naturaleza física y psíquica del individuo que lo comete".
Teoría de la Desorganización Social: Esta considera el delito como el acto causado por la falta de
una organización adecuada de la sociedad, según hemos visto en la Criminología de López-Rey.
Considera que una buena organización social contribuye con la disminución de los delitos, hasta el
grado que si dicha organización se hiciere perfecta, el delito dejaría de existir. Según se expresa en
la indicada obra, esta teoría es y ha sido mantenida en los países capitalistas, muy especialmente
en los Estados Unidos de Norteamérica. Esta teoría es enteramente de carácter sociológico y está
relacionada con diferentes formas de gobierno de la sociedad, principalmente, según López-Rey,
con la socialista, la que preconiza que el delito podría desaparecer una vez fuera establecida esta.
La Patología Social: Esta teoría es entendida como la disciplina criminológica que se ocupa de las.
Anomalías y morbosidades que sufre el organismo social. Y según expresa en su obra
“Criminología" López-Rey, esta teoría tiene como objeto de conocimiento o contenido, todos los
aspectos sociales inherentes o derivados de ciertas condiciones sociales que se estiman
anormales. Señala, que la consideración de la criminalidad como fenómeno patológico social es
11
consecuencia de estimar como patológico todo acto, condición o problema que, debido a su
frecuencia y efectos sociales nocivos, demanda inmediata o continuada acción oficial para
contrarrestar o suprimir, si es posible, dicha frecuencia y efectos. Según deja entrever esta teoría,
"la causa del delito debe ser estimada como el producto de enfermedades sociales, cuando dicha
causa tiene real condición patológica". Además, según expresa López-Rey, "tal concepto se aplica
por no pocos autores, a la prostitución, el alcoholismo, la vagancia, la ilegitimidad, el divorcio y la
pobreza". A esto había que agregar la drogadicción, las enfermedades psíquicas, el abandono
social, y anexarle a l a ilegitimidad el término abandona- da, para que exprese ilegitimidad
abandonada, si es el calificativo que se le podría dar a las filiaciones natural, incestuosa, o
adulterina de padres totalmente irresponsables.
La Teoría del Cambio Social: Expresa López-Rey en su obra, que "la Teoría del Cambio Social es por
demás confusa y da la impresión de ser uno de los últimos reductos utilizados por una criminología
casualista que busca en una abstracción conceptual toda la explicación del delito". Señala que en
Sociología y Criminología existen tres conceptos íntimamente relacionados y de difícil concreción,
que son: lo social, problema social y cambio social. Y según López-Rey, los criminólogos que
favorecen el concepto cambio social, sin dar una explicación clara de lo que entienden por él, se
refieren a la industrialización, la urbanización, la transformación, fuerzas sociales, emigración,
movilidad, alienación, modernización, etc. Expresa que con tan diseminados conceptos se afirma
que el constante cambio social disminuye la seguridad tradicional del pasado, y que por tanto, la
criminalidad aumenta. Indica también, que "frecuentemente se añade que la rápida velocidad del
cambio acelera el proceso de inseguridad, y se facilita así el incremento del delito". Por cambio
social se debe entender "las transformaciones o estados diversos y diferentes que sufre la
sociedad y con ello los individuos que viven en ella, todo como consecuencia de los variados
acontecimientos permanentes o transitorio, positivos o negativos, que se suceden durante ciertos
períodos de tiempo, sea por causa de la naturaleza o como obra de la cultura". Como se acaba de
ver, "el cambio social evolución social, es causa de inseguridades, y por tanto motivo de
criminalidad", conforme lo expresan algunos criminólogos.
12
La Concepción Biopsicológica del Crimen: Esta teoría ha sido concebida por Benigno Di Tulio,
quien considera el crimen como la consecuencia de un proceso criminógeno que da lugar a un
conflicto entre el individuo y su yo social. A este respecto López-Rey dice que conforme al
distinguido criminólogo, la ciencia de la persona humana, que como tal no tiene una significación
clara, demuestra que cuando una persona goza de salud mental, física y social, suficiente como
para mantener una condición armónica entre los diferentes elementos de su personalidad, en ese
caso la persona es normal, y anormal cuando tal armonía es perturbada o alterada por procesos
morbosos, por disfunciones. de diversas clases, desequilibrios fisiopsíquicos y conflictos entre el
individuo y su yo social. Como regla establece, "que en tanto la persona es capaz de controlar sus
impulsos agresivos e impulsivos y los racionaliza en forma socialmente aceptable, adaptándose a
las exigencias de la .- vida social, y sobre todo, a las normas morales codificadas, dicha persona no
cometerá delito alguno“. El mismo Di Tulio añade, que "todo esto significa que la génesis de la
conducta criminal, excepto la del crimen político, es el resultado de una contradicción entre el
individuo y su yo social, o entre aquel. y sus intereses sociales, o, más específicamente, que cada
vez que el yo individual predomina sobre el yo social, la conducta antisocial tiene lugar". Concluye
diciendo que "el fenómeno criminal es el resultado de la falta de madurez o más concretamente,
de una inferioridad biológica".
Tesis de la Equivalencia Entre Conducta Criminal y Enfermedad Mental: Se dice que esta tesis ha
sido casi abandonada; pero sin embargo, según se expresa de la misma, en la Criminología de
López- Rey, "la correlación entre enfermedad o perturbación mental y crimen, es aún esgrimida
con referencias de altos porcentajes de enfermos o perturbados mentales, a veces de hasta un
setenta por ciento en la población penal". El mismo autor dice que "dichas aserciones son negadas
por aquellos que reducen dicha proporción a menos del uno por ciento“. De igual manera, el
mismo López-Rey sigue expresando, que hace algunos años, Guttmacher afirmaba que
investigaciones cuidadosamente hechas, mostraron que el porcentaje de reclusos enfermos
mentales en los Estados Unidos era inferior al que se daba en los no reclusos. A este respecto, el
referido experiencia en no pocos países indica que la variación de los porcentajes se debe,
primero: a la variada acepción dada al término enfermedad mental; en segundo lugar, al concepto
de enfermedad mental que predomina en la práctica forense y el aceptado por las autoridades
judiciales, que difiere del anterior en no pocos aspectos, y, finalmente, a la escasez de
instituciones para enfermos o perturbados mentales en un determinado país , que hace que en no
pocos países las instituciones penales sean usadas para alojarlos. En nuestro país, la Ley No. 224,
Sobre el Régimen Penitenciario, crea institutos especializados donde, según dicha ley, deberían ser
alojados todos aquellos reclusos que sufran enfermedades o perturbaciones mentales, para fines
de curación. En la práctica, esta medida es muy poco aplicada aquí, por la sencilla razón de que
nuestras autoridades administrativas y judiciales, les conceden poca o ninguna importancia a los
enfermos o perturbados mentales, que debido a su condición, cometen delitos.
Continúa López-Rey señalando que "una comparación numérica entre personas mentalmente
enfermas o perturbadas y delincuentes, a fin de establecer una correlación, es extremadamente
difícil, dada la incertidumbre de los conceptos psiquiátricos", "pero también por la falta de
correspondencia cronológica entre estadísticas mentales y criminales, particularmente respecto a
ciertos grupos de edades, y a equivalencias entre enfermos mentales admitidos o no, en
hospitales, y los delincuentes amonestados por la policía, los que se benefician de suspensión o
13
probación y los sentenciados a penas privativas de libertad". Por el interés que a nuestro juicio
reviste, transcribimos las consideraciones propuestas por el profesor "Gibbens, en su estudio
hecho para las Naciones Unidas.
14
CAPITULO XII
Conceptos Generales: Fuera de los aspectos estudiados en la primera parte de este manual,
existen otros que en esta ciencia han sido considerados fundamentales, en razón de que los
mismos son los que nutren de su verdadero contenido a ésta. Así, que en la obra de Leoncio
Ramos "Notas para una Introducción a la Criminología", se expresa que tres posturas exclusivistas
han sido adoptadas en la investigación criminológica, las cuales se mantuvieron en lucha reñida
por demostrar, cada una en particular, que sólo ella con exclusión de las demás era el camino que
conducía hacia el conocimiento científico de las causas productoras del crimen o delito.
La primera de estas posturas la sostuvo la Escuela Clásica Italiana, la cual esgrimió la tesis del
Indeterminismo absoluto, mediante la cual considera que la voluntad humana es totalmente libre,
y por tanto se determina por sí misma, sin la necesidad de que la impulsen causas biológicas,
físicas o sociales para cometer sus acciones. Esta escuela negaba de manera absoluta la existencia
de otras causas productoras del delito y consideraba que las únicas causas de este eran
espirituales y por eso adoptó la denominación de "Escuela Espiritualista".
La segunda postura la sostenía la Escuela Positivista Italiana, la cual se inició con la concepción que
podríamos llamar científico- natural, la que fue sustentada y puesta en boga por César Lombroso,
y a la que él llamó "Escuela Antropológica", cuya doctrina dio origen al denominado "delincuente
nato", el cual, por causas biológicas, incluyendo las propiedades somáticas y psíquicas heredadas,
estaba fatalmente predestinado a la comisión del crimen. Como ya hemos visto, para esta escuela,
las causas del delito radican en lo endógeno del cuerpo humano, o bien, nacen necesariamente de
la naturaleza fisio-biológica y psíquica del sujeto activo, es decir, del agente que comete el crimen.
Esta escuela consideraba que las únicas causas del crimen eran las endógenas, y por eso su
doctrina tenía una concepción absolutista.
Como un tercer aspecto, aparece la tendencia francesa, la cual se podría denominar la "tendencia
del medio", pero más bien ha recibido el calificativo de científico-social, habiendo sido Alexandre
Lacassagne uno de sus principales expositores, quien llegó a afirmar que "lo importante como
causa del delito son las propiedades somáticas y psicológicas del individuo, pero que éstas son a su
vez un producto de las relaciones ambientales", o mejor dicho, que las primeras son movidas por
las causas ambientales, tales como la situación económica, la alimentación, la cultura, la política, el
lugar donde se habita, y, en sentido general, todo el medio que rodea al agente. Esta escuela
admite dos tendencias, que son: la antropológica y la sociológica, pero, sin embargo, ha adoptado
la denominación de "Escuela Sociológica Francesa".
Aspectos dominantes: Ahora hace falta determinar si los tres aspectos estudiados son suficientes
para fundamentar el ámbito genérico de la criminología; y además, cuáles de las tres tendencias
ha predominado en las investigaciones de las causas del delito. Y, aunque no se puede dejar de
reconocer, el aporte que cada una de estas escuelas ha hecho en el campo de la investigación
criminológica, sin embargo, no hay que negar que, entre destacados y modernos criminólogos y
criminalistas, predomina la opinión de que esas doctrinas son a todas luces insostenibles. En su
citada obra, Leoncio Ramos expresa qué "esa última opinión la confirmó Enrico Ferri, cuando
apartándose de la doctrina de César Lombroso, y aún respetando su postura preponderantemente
15
antropológica, indicó que las causas que originan la criminalidad, no solo son biológicas sino
también físicas y sociales“. Por eso la escuela creada por Enrico Ferri, por depender de las citadas
concepciones, ha sido denominada "Biológico-Social o Antropológico-Social".
Aspecto que debe ser incluido para el estudio de esta ciencia: Leoncio Ramos expresa que las
tesis criminológicas a que nos hemos referido en este capítulo, no sólo pecaban debido a su
intransigencia y por contener un examen parcial de la verdad criminológica, sino también porque
no se había tenido en cuenta otro aspecto o factor criminológico, que por su importancia, merecía
ser incluido en las investigaciones para el estudio de la criminología. Este importante aspecto
criminológico constituye "La Personalidad del Delincuente", la cual, según lo dicho por López-Rey
"es lo más importante, ya que, cualquiera que sea la posición que se tome, es esa personalidad la
que vendrá modelada por los otros factores, y esa modelación es la que interesa al penalista y al
criminólogo".
Leoncio Ramos insiste que "en la actualidad se ha tratado de sintetizar la totalidad de las
investigaciones criminológicas, en tres aspectos fundamentales, los cuales por ser muy básicos,
serán los que se tomarán en cuenta para el estudio de toda la criminología". Estos tres aspectos
son tratados en capítulos separados, y contendrá, cada uno en particular, una serie de factores
que representan individualmente causas productoras del crimen o delito. Dichos aspectos son los
siguientes: 1) La Disposición, 2) El Mundo Circundante y 3) La Personalidad.
Antes de seguir adelante, conviene destacar que esta no es la definición que se ajusta al estudio
de la Criminología, pues existen otras más adecuadas, de las cuales tomaremos las más
pertinentes. Debemos decir que biológicamente, la Disposición puede ser definida también de la
manera siguiente: "Conjunto de caracteres y posibilidades que de manera natural pueden
manifestarse con aspectos distintos, en una persona".
Leoncio Ramos, la define diciendo: que "la disposición puede ser definida, como un conjunto de
posibilidades actuantes y no actuantes, de índole bio-psicológica, existentes en una persona".
Terminología apropiada: El término Disposición, como factor del delito, fue puesto en uso por
primera vez por los criminólogos alemanes; pero, antes de eso, le fueron dados distintos nombres.
En español le dieron los nombres siguientes: aptitud, tendencia, pre-, disposición y herencia según
expresa en su obra Leoncio Ramos; y en alemán la llamaron: anlage, tendency, heredity y trend.
Sin embargo, como ya hemos dicho, la escuela positivista la llamó factor antropológico o factor
biológico.
A este respecto, Leoncio Ramos señala que todos esos términos usados, tanto en español como en
alemán, con excepción del de anlage, son inaceptables, porque tienen un significado impreciso y
porque se refieren a aspectos parciales de la investigación criminológica. Por ejemplo, la aptitud
puede definirse como "la capacidad o cualidad que tiene una cosa o una persona, la cual la hace
apta o adecuada para una meta o fin". La predisposición como "el estado o condición que tiene
16
una persona y que en definitiva la prepara o dispone para realizar algunas cosas o para un fin
determinado". La tendencia puede ser considerada como la energía inclinadora que dirige la
voluntad humana hacia determinados fines o propósitos, y la herencia como "la tendencia de la
naturaleza a reproducir en los seres descendientes los caracteres de sus antepasados".
Lenz, citado por López-Rey, ha hablado de una Disposición criminógena, la cual se refiere a
cualidades innatas y propias del individuo, quien en base a ellas, es impulsado a una probable
manifestación delictiva. Leoncio Ramos expresa que este concepto sólo tiene valor relativo, y no
se refiere a toda la disposición, sino a una tendencia de la misma. Añade que esta disposición tipo
se manifiesta cuando declaramos a una persona como peligrosa, sencillamente porque la
consideramos poseedora de una conducta dañosa. Indica que esta es una realidad que vivimos en
cada barrio o comunidad del país y existe en todos los países. Hay que observar que nadie puede
negar la existencia dentro de las comunidades de ciertos individuos dotados de una disposición
criminógena , no porque la misma la hayan desarrollado por falta de atenciones socioeconómicas
y educativas, sino porque, como puede verse en ( la práctica, la han heredado quizás. Se conoce el
caso de individuos hijos de personas tenidas por muy honestas, quienes sin una marcada y notable
necesidad, se han inclinado al robo, una manía tal, que sin ningún vestigio de premeditación
incurrían en el acto delictivo y sus fechorías parecían obedecer a un irresistible llamado interno,
como llevados por la acción de una potencialidad innata, que quizás podríamos denominar
Disposición Criminógena, para mostrar respeto por la tesis de Lenz, a quien López-Rey ha
parafraseado.
17
CAPITULO XIII
Conceptos Generales: Según lo expresa Leoncio Ramos en su obra, Quintiliano Saldaña sostrene
que "la herencia era el oráculo mudo del hombre, o bien, su pliego secreto de su destino irídico"; y
en cuanto al mismo tema, Piat entendía que "heredamos de nuestros padres, madres y ante-
pasados una disposición a inclinarnos en un lado más bien que en otro"; y que Bouchez expresó lo
siguiente: que "no sólo se transmiten por la herencia las formas exteriores y las enfermedades
crónicas adquiridas de la raza por un individuo, sino también las disposiciones del espíritu,
variadas tendencias y aún el mismo carácter moral ". Por otra parte, el eminente criminólogo
italiano Benigno Di Tulio señala en su obra Antropología Criminal, entre muchas distintas cosas
relacionadas con este tema, que "el problema de la herencia se presenta con gran importancia en
la antropología criminal, a los fines de una adecuada comprensión del problema de las causas del
delito". Además, dice que ello encuentra plena confirmación en el hecho, en que están contextos
los estudiosos, que "es propia la herencia, sea patológica, sea degenerativa, la que interviene
frecuentemente en los criminales, provocando el desarrollo de aquellas particulares condiciones
biológicas' y psíquicas, que se encuentran en la base de las formas más graves de actividades
inmorales y especialmente de la predisposición, genérica o específica, al delito; y por consiguiente
también de la más peligrosa y más temible forma de criminalidad individual y colectiva ".
El primer experimento de Mendel fue sobre plantas de alvejas, con las que logró el cruzamiento de
una planta de flores rojas con otra planta de flores blancas, lo que produjo el cruzamiento de hijos
de flores rojas solamente. Luego cruzó los híbridos del primer cruza- miento y obtuvo hijos de
flores rojas y blancas, en la proporción de 3 a 1, lo que indica que el carácter rojo fue dominante y
el blanco recesivo. Esto demostró que en los híbridos, el carácter de flores blancas, aunque no
aparente, constituía una latente potencia hereditaria no manifestada.
El criminólogo indica que se ha demostrado que la herencia del color de los ojos de los seres
humanos, se evidencia siguiendo las reglas del "tipo del guisante", y que la herencia del color de la
piel se manifiesta siguiendo las reglas del "tipo del maíz", el cual tiene las mismas características
que la del "tipo del dondiego".
Definición del término Herencia: Al comienzo de este capítulo se dan algunas definiciones, quizás
no muy apropiadas de este elemento de la Disposición. Sin embargo, creemos necesario dar
ciertas definiciones que son, en parte, la repetición de las anteriores; pero, por entender que se
avienen a estos fines, haremos uso de éstas para enfocar este subtema. Así que, según lo define el
diccionario Pequeño Larousse, "la herencia es la tendencia de la naturaleza a reproducir en los
18
seres los caracteres de sus antepasados". Y de acuerdo con el diccionario Quillet, "la herencia es el
fenómeno biológico en virtud del cual tienden a reproducirse en los seres vivos los caracteres de
sus antepasados". De estas dos definiciones , nos parece mejor la última, en razón que destaca la
herencia como un fenómeno biológico correspondiente a los seres vitos, aunque se puede
comprender que lo de biológico basta para entender que la herencia sólo se manifiesta en los
seres vivientes, y por esa razón habría que aceptar como válida la primera definición. Las
definiciones anteriores tienen carácter genérico, dado que abarcan la transmisibilidad de los
caracteres biológicos, de todos los seres vivientes, tales como las plantas y los animales. Empero,
adolecen de ciertas deficiencias con respecto a los seres humanos, o más bien, con respecto al
hombre, sencillamente porque este esta dotado de soma y psiquismo, o sea, cuerpo y alma. Por
tanto, la definición apropiada en relación al hombre debe ser distinta. Se ha demostrado que no
sólo se transmiten por herencia las propiedades o características biológicas del individuo, sino
también, sus facultades y manifestaciones psíquicas, por lo que con relación al hombre la
definición de herencia debe abarcar tanto lo somático como lo psíquico. En ese sentido nos parece
la definición más aceptable, quizás, la siguiente: "la herencia es un fenómeno natural mediante el
cual se transmiten a los descendientes los caracteres psicobiológicos de sus antepasados“.
Además, esta otra: "la herencia es un fenómeno de la naturaleza en virtud del cual tienden a
reproducirse en los seres descendientes, una gran parte de las cualidades o caracteres
psicobiológicos de sus progenitores".
Así, pues, vistos los inconvenientes planteados, y reconociendo que el fin perseguido es
determinar si las cualidades para ser delincuente son o no heredadas, pasemos entonces a nuestro
objeto específico, que consiste en demostrar "qué se entiende por persona con características o
cualidades criminales ".
La referida fuente criminológica revela que la experiencia diaria y el razonamiento nos llevan a la
conclusión de que algo existe en esos individuos que ante influencias débiles del mundo
circundante, les permite convertirse en delincuentes; y otros, que ante condiciones desfavorables
del mundo circundante, nunca llegan a serlo. Así, pues, según nuestro autor, esas tendencias del
individuo no pueden depender sino de la disposición; y que, por tanto, es posible que en ello se
halle una gradación, encontrándose casos en los que influya la disposición y casos donde influya el
mundo circundante para la producción del delito. Empero, esto no quiere decir, expresa el citado
19
autor, que los individuos estén predestinados, unos para ser delincuentes y otros para no serlo,
sino que se trata de una mera posibilidad, según que ciertas potencias biológicas se desarrollen o
no bajo el dinamismo de la disposición, o bajo el dinamismo de ésta combinada con el mundo
circundante. De esto infiere Leoncio Ramos que "no hay una disposición para el delito, sino ciertas
condiciones criminológicas que pueden desarrollarse o no en el individuo bajo la acción del mundo
circundante". Esta tesis nos parece ajustada en gran medida a la verdad, en razón de que aunque
la gran mayoría de los individuos del mundo están dotados de condiciones criminológicas, sólo una
minoría se envuelve en la delincuencia, lo que confirma que esas condiciones criminológicas sólo
podrían desarrollarse, convirtiendo al individuo en delincuente, si las mismas encuentran la acción
de un mundo circundante apropiado.
Investigación Sobre la Genealogía del Delincuente: Leoncio Ramos señala que con estas
investigaciones no se pretende determinar el árbol genealógico de un delincuente, sino tablas de
su descendencia. Debido a esto, los criminólogos sólo se han ocupado de tomar nota de los
descendientes de cierto individuo, o más bien, de un delincuente tomado como muestra, a fin de
averiguar si existen familias delincuentes. Se citan como familias que han sido investigadas las
siguientes: la de Juke, y otras. Se expresa que dentro de la familia Juke se ha probado que su
progenitor era un alcohólico, y que de los 709 descendientes que tuvo esa familia, hubo 77
delincuentes, 202 prostitutas y propietarios de burdeles, 142 vagabundos, y una gran parte de los
restantes hospiciarios. Para no caer en repeticiones inútiles, nos limitaremos a expresar que
resultados parecidos fueron obtenidos de las investigaciones hechas en otras familias cuyos
progenitores adolecían de iguales o parecidos vicios.
Estos resultados han dado lugar a inquietudes entre los penalistas y criminólogos, y por la
impresión causada en ellos, los ha llevado a colocar en un nivel de importancia el problema de si
ciertos delincuentes son o no obra de una herencia criminal. Han considerado que de los
resultados obtenidos parece confirmarse que existe una herencia criminal; pero sin embargo, se
hace evidente que de esos datos no pueden extraerse conclusiones científicas, ya que- según lo
expresado por Leoncio Ramos, "es un hecho incontestable que los hijos de Juke, puesto como
ejemplo, no se casaron ni se unieron maritalmente con sus hermanas, y que por tanto, habiendo
intervenido en cada descendencia células germinales de otras familias, las que no se ha
demostrado que fueran delincuentes y es, por lo que entonces habría que deducir, que no se trata
de un verdadero árbol genealógico de criminales".
La Investigación de la Genealogía de la Familia: Para obviar los inconvenientes producidos por las
investigaciones hechas sobre la genealogía del delincuente, considerado como individuo, se ha
procedido a hacer uso de otra forma de investigación, la cual ha sido denominada "genealogía
estadística familiar". Así, pues, que mediante este método investigativo, se trata de que el número
de casos a examinar sea el mayor posible, y que los mismos no deben consistir en familias
previamente escogidas. Para hacer estas investigaciones, se procede de la siguiente manera: a)
Dados uno o varios delincuentes, se averigua en él o en ellos si en su ascendencia y demás
familiares han existido anormalidades que puedan considerarse con taras hereditarias; y b) Dados
uno o varios anormales, averiguar si en su descendencia y demás familiares se ha producido el
delito con frecuencia notable.
20
Taras Hereditarias: Son consideradas como taras hereditarias ciertas clases de defectos innatos o
congénitos del individuo. Empero, para profundizar un poco más en el concepto, vayamos a lo
expresado por Exner, quien dice que el término tara usado en relación con los delincuentes,
significa: "la presencia en ellos de enfermedades anímicas, psicopatías, alcoholismo, criminalidad,
etc., en los consanguíneos"; aunque -según explica Leoncio Ramos, esta enumeración no es
completa, porque otros muchos incluyen también como taras el suicidio, la apoplejía y la sangre
gitana.
Leoncio Ramos clasifica las taras del modo siguiente: 1) La directa; 2) La indirecta, y 3) La colateral.
La primera, o sea la directa, proviene de los progenitores, o sea de los padres de la persona tarada;
la indirecta es heredada de los abuelos, y la tercera, o sea la colateral, de los parientes laterales o
colaterales.
Se ha demostrado, sin embargo, que sobre estas clases de taras se han hecho numerosas
investigaciones, sin que de las mismas se hayan obtenido los resultados apetecidos, debido,
precisamente a inconvenientes que no han sido difíciles de superar, como son: a) La variedad de
conceptos que existen sobre tara hereditaria, así como sobre el alcance dado a esta expresión; b)
La adhesión que muchos investigadores han hecho sobre los datos suministrados por los
individuos examinados; y otros, sobre los datos obtenidos por su propia investigación; c) Porque
no existe criterio unificado sobre lo que debe entenderse por "criminalidad", "psicopatía",
"psicosis" e "imbecilidad", y d) Porque no se conoce en todas partes, qué relación existe entre la
población tarada y la no tarada; ni entre los tarados delincuentes y los tarados no delincuentes.
21
CAPITULO XIV
Conceptos generales: Diversos psicólogos y criminólogos han tratado de ver en las características
externas del cuerpo del individuo, lo que éste siente y piensa en su interior, llegando al extremo
de querer descubrir su conducta a través de su carácter, con el objeto de adivinar al delincuente,
no sólo en sus acciones sino también en la morfología del cuerpo, incluyendo cabeza, tronco y
extremidades. Esa explicación está basada en las siguientes: la primera corresponde al padre de la
historia, Heródoto (484-420 A.C.), quien expresó que "el carácter del hombre es su destino",
significando con ello, quizás, que "lo que el hombre exterioriza morfológicamente es el resultado
de lo que piensa o siente en su interior", o tal vez que "el porvenir o destino del hombre depende
de la forma de conducirse personal- mente", y la segunda es del eminentísimo poeta, filósofo y
letrado alemán, Johann Wolfgang Goethe, nacido en Fráncfort del Main, río alemán (1749-1832),
quien según explica Leoncio Ramos-en una de sus obras sostenía que "lo que está fuera está
dentro", queriendo significar con ello, al parecer, que "el carácter del hombre es el resultado de lo
que piensa y siente en su interior", o quizás, que "la manera del hombre actuar y conducirse en el
mundo exterior se relaciona naturalmente con el funcionamiento psico-biológico de su cuerpo o
de su forma de sentir y pensar". Lo anteriormente expresado forma parte de una gran empírica
elucubración nuestra; no obstante su escaso valor, sin embargo, fue en esta creencia que la
mayoría de los psicólogos y criminólogos relacionados con este tema se sintieron fundamentados
al realizar sus investigaciones de la criminalidad a través de la biotipología.
Así, pues, podemos definir la tipología como "la ciencia que estudia los diferentes modelos, ideales
o reales, que caracterizan a las especies, vivas o sintéticas.
Con una mayor propiedad se la puede definir diciendo que "es la ciencia que estudia los tipos ,
sean éstos reales o ideales, vivos o sintéticos, de acción o de constitución". Y la biotipología puede
ser definida como la ciencia que estudia el tipo de los seres vivientes, y en lo referente al hombre,
como "la ciencia que estudia el tipo humano poliédricamente concebido según Ramos, como una
unidad vital, Llamada biotipo, el que tiene las siguiente variables: morfología, fisiología y la
psicología".
Quintiliano Saldaña: Explica en su obra Leoncio Ramos, que este eminente penalista y criminólogo
español considera el término "tipo" "como un vocablo proteiforme que ha sido usado desde la
antigüedad en las artes, la filosofía, y en la medicina. En la Edad Media, es en las ciencias donde se
impone soberanamente". Expresa, además, que el renombrado autor español define el término
tipo de este modo "es la unidad sintética más y mejor representativa de una variedad", y que por
tanto el tipo es invariable por naturaleza, y además, susceptible de ser aplicado a toda entidad real
y a toda obra, sea ésta natural o humana, como punto de referencia para el juicio.
La Tipología: Las explicaciones y definiciones que aquí se dan acerca de este término, quizás
parezcan en algunos casos la repetición de otras dadas anteriormente, pero, sin embargo, unas
servirán para concretizar datos y opiniones sobre este particular. De manera sencilla se puede
definir "Tipología" diciendo, que "es el estudio de los caracteres morfológicos del hombre,
comunes a los distintos tipos raciales". También que "es el estudio sistemático de los rasgos de
carácter relacionados con los elementos somáticos" (Larousse). Ambas definiciones sólo guardan
22
relación con el hombre y por tanto no tienen alcance genérico, sino especial. Sin embargo,
Quintiliano Saldaña, para darle a dicho término mayor espectro científico, lo ha definido como "el
señalamiento técnico y la descripción sistemática de los tipos, ya sean éstos reales o ideales, vivos
o representativos, o de constitución o de acción O, igual- mente, como “la ciencia que estudia los
diferentes tipos humanos", como, según Leoncio Ramos-, lo expresan Lavastiney Stanciu.
Jorge Couvier: En la obra de Leoncio Ramos se indica que fue este eminente investigador francés,
nacido en 1769 y fallecido en 1832, el primero que hizo uso del término "tipo", quien lo empleó en
las ciencias de la zoología y la antropología. Se señala que este eminente naturalista francés, para
tipificar las principales variedades del reino animal, hizo la división que se detalla a continuación:
1) Los vertebrados; 2) Los articulados; 3) Los moluscos, y 4) Los radiados. Couvier hizo la detallada
división típica "porque ciertos caracteres se llaman mutuamente para agruparse, mientras que
otros, necesariamente se excluyen". De lo dicho hasta aquí se infiere que la clasificación de los
hombres en tipos humanos ha tenido su nacimiento expresa López Rey" porque se vio que de
persona a persona había una repetición, mayor o menor, de características, lo que dio lugar a la
formación de grupos homogéneos y limitados, llamados tipos". Así, pues, en conclusión,
"tipología“ puede ser definida como: "la ciencia que estudia al hombre según sus formas, desde el
punto de vista morfológico, y crea los tipos, según las correlaciones que existen entre la forma y el
fondo, o mejor dicho, entre la forma externa de aparecer y el carácter". (Leoncio Ramos.)
Jorge Buffon y Esteban Geoffroy de Saint Hilaire: Leoncio Ramos explica que estos dos
naturalistas, fueron creadores del "Tipo Orgánico", cuando afirma que "todos los seres están
organizados según un plan único, y que el embrión durante largo tiempo, carece de tipicidad; y por
tanto, el tipo nace con el alumbramiento". A este respecto señalan que "a partir del
alumbramiento, surge el estudio de las causas que determinan la forma y la estructura de los
organismos; y que por esa única razón, existe un tipo natural: el tipo primario".
1) Tipo Hipoplástico
2) Tipo Hiperplástico
3) Tipo Normoplástico
23
ciertas desviaciones, las que, turbando su personalidad, las impulsarían a la comisión de
infracciones.
La Tipología o Biotipología de Sigaud y de Rostan: Leoncio Ramos señala que estos dos
investigadores eran dos médicos franceses; el primero llamado Claudio Sigaud y el último León
Rostan. Sigaud fue médico de la Salpetriere y Rostan, jefe de la escuela de medicina de Lyon,
Ambos fueron los creadores de tipos morfogenéticos, mitad empírico y mitad especulativo, los
cuales se clasifican de la siguiente manera: a) Biotipo digestivo o Gastro-Intestinal. b) Biotipo
respiratorio o Bronco-Pulmonar. C) Biotipo Muscular o Muscular-Articular. D) Biotipo Cerebral o
Cerebro-Espinal.
El autor indica que Quintiliano Saldaña expresa que Claudio Sigaud señala que todo individuo, a lo
largo de su 'evolución, recorre una ruta periódica". Asimismo, que "la persona al nacer se inicia en
el período digestivo; más tarde al respiratorio; luego al muscular, y finalmente al período de la
evolución cerebral". Según él, cada grupo constituye un tipo morfológico, o mejor dicho,
morfogenéticos, porque incluye una explicación genética. Expresa, por otra parte, que los pueblos
salvajes, como los africanos del centro y sur, así como los esquimales, pertenecen al tipo o biotipo
digestivo; que las tribus nómadas de Asia, los beduinos del África y los gitanos se incluyen en el
tipo o biotipo respiratorio, los pueblos montañeses forman parte del biotipo muscular y los
pueblos cultos se integran en el biotipo cerebral.
La Tipología o Biotipología de Viola: Ramos expresa que "el doctor Jacinto Viola, quien fuera
profesor de la Universidad de Bolonia-Italia, fue autor de una tipología humana que lleva su
nombre". Dice que él tomó como fundamento de su clasificación la ciencia denominada
"Antropometría", y luego, una especie de "Orografía Somática", o sea, cierto estudio basado en
datos morfológicos de los tejidos externos del cuerpo humano del individuo. Para su estudio, el
profesor italiano tomó el tronco del cuerpo humano como punto de referencias métricas y módulo
de valoraciones normales, lo que le permitió hacer sus clasificaciones. Concibió, en base a sus
investigaciones, una tipología integrada por tres biotipos, los cuales se dan a continuación: 1) Tipo
o biotipo Mégalo-esplácnico.
24
Psicotipos de Jung: Este investigador ha hecho una importante clasificación psicótica, de gran
utilidad para la psicología, la sociología y la pedagogía. Dicha clasificación se resume de la
siguiente manera: 1) Los extravertidos: Son todos aquellos individuos en que la libido, o sea la
energía vital es proyectada de adentro hacia afuera; o más bien, en el sentido de un
desplazamiento del interés desde el sujeto hacia el objeto. Así, un individuo extravertido, casi
siempre, piensa, siente y acciona proyectando su yo hacia el objeto exterior. Según CG. Jung, la
mujer extravertida representa el tipo medio femenino in-coloro, y el hombre es caprichoso e
impredecible, y además, poseedor de una gran actividad y del deseo de afirmarse y hacerse valer.
2) Los introvertidos: Son considerados como tales todos aquellos individuos cuya libido, o bien, su
energía vital y psíquica, es dirija hacia su interior. Así, su interés descuida el objeto exterior y se
inclina hacia el sujeto. El mismo Jung expresa que la mujer introvertida tiene un carácter
caprichoso y complicado, porque, según él, "bajo una tranquila superficie, arde la flama de una
pasión furiosa, cuyo caos interior ella conoce y teme". Expresa que en cuanto al hombre, éste
carece de confianza en sí mismo, quien al no tener autoseguridad, representa al tipo irresoluto.
Biotipología Endocrinológica: Refiere Leoncio Ramos en su obra, que "en los últimos tiempos han
surgido nuevas teorías sobre la biotipología, y entre ellas contamos con la hipótesis concebida
acerca de la correlación corporal-anímica, obtenida en base al estudio de las perturbaciones
endocrinas, las que la medicina moderna ha concebido como uno de los fundamentos biológico-
constitucionales más importantes de las cualidades somáticas y psíquicas del individuo". Se ha
entendido que estas perturbaciones son originadas debido al influjo de procesos químicos-
sanguíneos, que casi siempre influyen en la vida somática y psíquica del sujeto. Hay que advertir
que del concepto expuesto más arriba, debemos concluir que el cuerpo humano está dotado de
sustancias químicas * que influyen en el temperamento y el carácter del individuo, determinando
su conducta; y que, por tanto, de los efectos de esos influjos se podrían derivar ciertos biotipos
humanos, de los que se podrían extraer o separar una serie conocida como "Tipos Endocrinos del
Carácter".
Biotipología de los Grupos Sanguíneos: Se ha descubierto que los grupos sanguíneos son un
medio que la ciencia biológica ha venido empleando para determinar la posible descendencia de
un individuo. Debido a esta utilidad los analistas e investigadores han convenido en designar estos
grupos con signos convencionales, empleando letras mayúsculas del alfabeto. Así, han establecido
los siguientes grupos: Se dice que el grupo A, el B, el O; también el M, el N, el Rh y el Hr. Fundados
en estas investigaciones, algunos criminólogos han tratado de descubrir la existencia de alguna
relación entre el grupo sanguíneo al que corresponde un individuo y la delincuencia. Con esta
finalidad, Bohemer, citado por Exner de acuerdo con Leoncio Ramos, ha examinado 1,034
delincuentes de una cárcel alemana y afirma haber hallado mucha mayor frecuencia del grupo B.
Asegura asimismo, que este grupo sanguíneo se halla con mayor frecuencia en delincuentes que
tienen antecedentes penales, principalmente entre los reincidentes en casos graves.
25
CAPITULO XV
Conceptos generales: Es un hecho bien conocido que tanto el hombre como la mujer cometen
delitos. Por eso, desde los tiempos más lejanos se ha venido investigando cuál de los dos sexos
comete más delitos y cuál incurre en los delitos más graves; y aún, buscar las causas que manera
especial impulsan a cada sexo a su comisión. Las investigaciones han descubierto la existencia de
causas criminológicas que son comunes a ambos sexos; pero también se ha descubierto que hay
causas en la comisión de delitos que son notablemente diferentes entre el hombre y la mujer.
Los estudiosos en la materia han demostrado, mediante datos estadísticos, que en todos los
tiempos y en diferentes lugares, la delincuencia femenina ha sido distinta a la del hombre, tanto
en la clase de delitos, su gravedad y la cantidad.
Con datos de "Estadística Criminal", correspondientes al primer tercio del presente siglo XX,
tomados de la obra de Leoncio Ramos, se puede 'demostrar la diferencia criminológica existente
entre el hombre y la mujer. Así, ha podido establecerse: 1) Que en Alemania, a través de datos
estadísticos correspondientes a los años 1928-34, pudo ser comprobado que por cada 100,000
hombres con edad suficiente para asumir responsabilidad criminal, hubo 1,958 conde- nados;
mientras que, por cada 100, 000 mujeres en edad criminal, sólo hubo 270 condenadas, lo que
indica que por cada 100 hombres inculpados, sólo resultaron 13.8 mujeres enjuiciadas; y 2) Que
según datos de Roesner y Hacker, presentados en tablas, la relación de delincuencia masculina y
femenina, obtenida en varios países de Europa, durante el mismo período indicado arriba, fue la
siguiente: "por cada 100 hombres condenados, resultaron condenadas las cantidades de mujeres
siguientes".
Si nos detenemos a observar tablas del mismo tenor, podremos notar que casi en todos los países
del mundo, incluyendo la República Dominicana, existe, entre hombre y mujer, una proporción
criminal similar a la indicada en la tabla.
Situación de la República Dominicana: Los conocimientos empíricos nos enseña que en nuestro
país la delincuencia femenina es diferente a la masculina, no sólo en relación con la cantidad de
delitos cometidos, sino también, con relación a la clase y la grave- dad de los mismos. Para esta
aserción, no disponemos de datos concretos actualizados; pero, sin embargo, sí de algunas
estadísticas judiciales incompletas. Una de éstas data de mediados de este siglo XX y cuyos datos
han sido extraídos de la obra de Leoncio Ramos; otras son de fecha más reciente, y aunque muy
incompletas, han sido aparecidos en Boletines de Estadísticas Judiciales preparados por la Corte
Suprema de Justicia de la República Dominicana.
1.- Las cifras o datos estadísticos judiciales que, según Leoncio Ramos, han sido extraído del
"Anuario Estadístico" correspondiente al período 1944/45, son los siguientes: a) Según dicho
anuario, la cantidad de varones condenados por los juzgados de paz del país, por delitos y,
contravenciones, asciende a 112,463; mientras que el número de mujeres condenadas por las
mismas infracciones, asciende a 25,888, lo que indica que por cada 100 hombres enjuiciados, sólo
fueron sentenciadas 23 mujeres. b) También, según el mismo anuario, la cantidad de varones
26
llevados a juicio en los juzgados de primera instancia de todo el país, por la comisión de crímenes y
delitos, asciende a 22,177; mientras que el número de mujeres condenadas, por las mismas
asciende a 1,202, en una proporción de 100 hombres por causas, cada 5.4 mujeres. 2) Los datos
estadísticos judiciales encontrados en los Boletines Judiciales, correspondientes a los trimestres
julio-septiembre de 1990 hasta abril-junio de 1991, son los siguientes: a.- De los 1,363 crímenes
que fueron instruidos por el juzgado de Instrucción del Distrito Nacional, República Dominicana,
durante los cuatro (4) trimestres del año comprendido de julio de 1990 hasta junio de 1991, 1248
casos fueron hombres y sólo 115 mujeres, lo que indica que por cada 100 hombres instruidos sólo
hubo 9.5 mujeres. b) En la distribución que aparece en el cuadro de la página siguiente de los
datos estadísticos que figuran copiados más arriba, se demuestra que los tipos de crímenes que
fueron instruidos por el Juzgado de Instrucción del Distrito Nacional durante el período
1990/1991, fueron en su mayoría cometidos por hombres.
Distintas Explicaciones que se dan Sobre la Diferencia Criminológica entre ambos Sexos: Existen
varias explicaciones que se han dado con el fin de justificar la diferencia cuantitativa existente
entre las infracciones cometidas por las mujeres y los hombres. Las siguientes son las principales y
fueron extraídas de la obra de Leoncio Ramos:
Esta afirmación ha sido puesta en dudas por Quetelety Ottingen, quienes la han negado al
sostener que las mujeres cometen en mayor cantidad que los hombres, delitos contra sus propios
hijos, sin tomar en consideración el amor maternal que les debe".
A este respecto, Leoncio Ramos expresa que la delincuencia femenina es innegable, pero que
podría hallar justificación, cuando fuera tomado en cuenta que el abandono prematuro de los
hijos varones los conduce casi siempre al robo; y el de las hembras las lleva a la prostitución y a las
uniones maritales ilegítimas; y que muchas veces, empujadas por causa de prejuicios sociales, se
ven obligadas a sacrificar el fruto de su vientre, para de. esa manera escapar de un apuro social
que las mantiene en dificultades. Empero, estamos casi seguros, que muy pocas son las mujeres
que en esta época sacrifican sus hijos por causa del prejuicio social, debido a que, al parecer, la
moral ha sido puesta a un lado en esta época, toda vez que una mujer sacrifica el fruto de sus
amores, en el altar del aborto o del infanticidio, lo que hace más empujada por penuria económica
que por salvar la honra o la moral empañada.
2) Segunda Explicación: Otros autores parecen entender la diferencia numérica existente entre la
delincuencia femenina y la masculina, por lo que sostienen que "policial: y judicialmente la mujer
goza de mayor consideración que el hombre, por lo cual en muchos de los casos no se: le somete
penalmente y en otros se le descarga", Se expresa que esta explicación podría ser sostenida, pero
nadie duda que esto no basta para dejar de confirmar que, cuantitativa y cualitativamente, la
delincuencia femenina es diferente y ocurre en menor grado que 'la delincuencia masculina.
27
Para robustecer la explicación, Von Hentig nos ofrece' datos estadísticos, mediante los cuales
refiere que en la ciudad de Nueva York, durante los años de 1940:a 1943; de las suspensiones
hechas a las persecuciones penales la cantidad que favoreció a las mujeres. fue mayor respecto de
la de los hombres.
3) Tercera Explicación: Por otra parte, se ha querido dar. una nueva explicación aunque parcial
según señala Leoncio Ramos acerca de la diferencia cuantitativa entré delitos del hombre y los de
la mujer, al decir que se debe a los "sólidos vínculos religiosos que casi siempre encontramos en la
mujer". Según no pocos criminólogos, esas son las causas que muchas veces contribuyen a la baja
aportación de cifras de infracciones cometidas por la mujer.
Es estadísticamente establecido que la mujer profesa mayor devoción religiosa que el hombre. Y
por ésta razón, es que habría que tomar en cuenta que la mujer tiende a ser menos delincuente
que el hombre; pero, sin embargo, existen no pocos impugnadores de esta tesis, quienes
sostienen que "es inexplicable, que siendo las mujeres tan religiosas y adoradoras de Dios,
cometan más que el hombre el delito de perjurio. A este respecto, indica Leoncio Ramos, 'existen
pruebas muy evidentes, las que, según análisis cualitativos sobre la delincuencia femenina, han
demostrado que la mujer comete en ciertos países, una gran cantidad de perjurios. Sin embargo,
consideramos que las mujeres más proclives al perjurio, son aquellas que quizás no son religiosas.
Empero, empíricamente se sabe de mujeres que, no obstante su aparente devoción religiosa, no
desaprovechan oportunidad alguna para la comisión de delitos u otros hechos infamantes como el
perjurio. A este respecto. dice Leoncio Ramos que la mayor cantidad de perjurio es cometida por
las mujeres abandonadas que, al ser enjuiciadas alegan la paternidad de sus hijos.
En relación con esta hipótesis, puede decirse que no en todas partes la mujer recibe la misma
protección que se le dispensa en Europa; así, pues, en los países pobres, marginados y
subdesarrollados, las mujeres tienen poca o casi ninguna protección; y aun en las zonas aisladas o
separadas de esos mismos países. Sin embargo, esta desprotección no las convierten en
delincuentes, sino en víctimas de los atropellos de los hombres, quienes, la mayoría de las veces,
empujados por la irresponsabilidad paternal, los vicios y el machismo, las someten a abusos y a
otros muchos delitos. Si observamos las tablas estadísticas de los diferentes países, notaremos que
cuanto más avanzado culturalmente es el país, menor es la delincuencia femenina, lo que indica
que allí está la mujer más y mejor protegida.
5) Quinta Explicación: Leoncio Ramos señala que existen investigadores criminológicos que
parecen confirmar, que "la diferencia entre la criminalidad femenina y la masculina radica en la
diferencia somática y anímica de ambos sexos; también en la diferencia de su tarea y dirección
vital, y en lo que en la mujer se ha llamado, su ser femenino". Sostiene, por otro lado, que "es
indiscutible mantener el criterio de que entre el hombre y la mujer existe una marcada diferencia
28
biológica y morfológica; y que siendo diferentes en su disposición, tienen por regla que ser
diferentes, cualitativa y cuantitativamente, en la criminalidad".
A este respecto, Leoncio Ramos indica, que "es 'algo que no amerita demostración, porque es
demasiado sabido, que los individuos de cada sexo se distinguen entre sí, no sólo por cierto
deformismo sexual acusado, sino también por una infinidad de rasgos y caracteres que permiten
diferenciarlos; no con profundas investigaciones expresamos, sino con simples exámenes
superficiales, o mejor dicho, a simple vista".
Diferencia de la Criminalidad por Causa de la Diferencia de Tarea y Dirección Vital de cada Sexo:
Muchos investigadores criminológicos han demostrado, que entre el hombre y la mujer, existe una
notable diferencia criminológica causada por la diferencia de la tarea realizada y de la dirección
vital de cada sexo. También se ha demostrado que la delincuencia femenina es en calidad y
cantidad diferente a la delincuencia masculina, según sea la expresión de la diferencia de la tarea y
dirección vital de ambos sexos.
Es preciso señalar que no disponemos de datos estadísticos locales que nos permita confirmar la
diferencia criminológica existente entre ambos sexos; pero, sin embargo, podemos asegurar que
en el país, las mujeres cometen las mismas clases de delitos que las mujeres de otros países. Por
eso podemos afirmar que las clases de delitos que más cometen las mujeres en este país son las
siguientes: a) Crímenes: violación de la ley de drogas, robo, asociación de malhechores,
falsificaciones, homicidio, abuso de confianza, aborto, envenenamiento, infanticidio, etc.; b)
delitos: golpes y heridas, difamación, injuria, estafa, alcahuetería, robos simples, adulterio,
encubrimiento, etc., y c) Contravenciones: escándalo en la vía pública, robos insignificantes, etc.
A fin de relacionar la cantidad y la calidad de los delitos que comete la mujer con su tarea y con su
dirección vital, en el cuadro de la página siguiente ofrecemos datos de fuente extranjera de suma
importancia, los cuales han sido extractados de Exner por Leoncio Ramos.
La Criminalidad Derivada de la Manera Exclusiva del Ser Femenino: Es un hecho comprobado que
la manera de ser del sexo femenino influye en la incidencia y la calidad de la delincuencia de la
mujer. No hay dudas de que esta proclividad hacia la delincuencia es debida a ciertos procesos
sexuales de naturaleza femenina, los cuales producen en la mujer perturbaciones psicopatológicas
que la impulsan a la comisión de delitos que le son peculiares. A continuación se darán en detalle
los referidos estados morbosos o procesos sexuales femeninos.
¿Cuál era la razón del aislamiento? Leoncio Ramos expresa que Bernaldo del Quiroz dice que eso
se debió a antiguas creencias populares, a ciertas supersticiones y a mitos recogidos en famosos
textos de estudio, entre los que se cuenta el famoso "Ramo de Oro" de Frazer. A este respecto
agrega dicho autor, que "se decía que en presencia de la mujer menstruante, las flores se
marchitan, los espejos se empañan, los metales se oxidan, y que tan fatal es su aliento y la
impureza del proceso, que ataca sus vísceras más profundas", lo cual obligaba a los jefes y magos a
29
extender en torno de su persona un tabú, o sea, una prohibición absoluta de proximidad y
contacto con ella.
Hay que destacar, por necesidad y decoro, que en la actualidad se tiene un concepto distinto
sobre los efectos de la menstruación. Se afirma que la "curva menstrual metabólica" afecta la
respiración de la mujer, produce importantes cambios en su temperatura, trastorna su energía
muscular, la asimilación alimentaria y su capacidad de percepción sensorial, todo lo cual-asegura
Leoncio Ramos-, acusa tal irritabilidad que produce inestabilidad psíquica y desavenencia que la
pueden conducirla comisión de actos, que ella es incapaz de cometer estando en su estado
normal. Entre las malas acciones que la mujer podría cometer están delitos tales como lesiones
corporales, la resistencia, incendios y ciertas clases de robos, llevados a cabo principalmente en
plazas públicas. Existen estadísticas confiables de carácter internacional al respecto.
El Climaterio o Menopausia: Esta es otra de las graves crisis por las que atraviesa la mujer en
ciertas etapas de su vida. Se sabe que esta notable involución femenina comienza a partir de los
45 años de edad, más o menos, y que es de suma importancia en relación con la delincuencia
femenina. Sin embargo, este tema se explicará mayormente como factor de la edad de la mujer;
aunque hay que adelantar que al mismo no se dará igual tratamiento científico y jurídico que el
dispensado a la menstruación y al embarazo.
Este estado tiene mucho que ver con el "Ser Femenino" de la mujer, y casi siempre se manifiesta
con fuertes fatigas, irritabilidad nerviosa y marcadas reacciones de violencia, lo que como algo
natural, la mujer, a consecuencia de la acumulación en sus tejidos de sustancias patógenas que
antes podía excretar, cae en un estado psico-somático patológico que la impulsa a la comisión de
delitos tales como robos en almacenes, actos de violencia y reacciones agresivas en contra de sus
hijos y maridos, que en estado normal no son capaces de cometer.
El Embarazo: Este es otro de los estados naturales por los cuales pasa la mujer. Un 80% de las
mujeres, más o menos, entran en este estado, que incluye tanto el parto como la lactancia, todos
de suma importancia criminológica. Se dice que durante los 9 meses del embarazo, en la mujer se
produce una reversión biológica casi total; sin contar -según expresa Leoncio Ramos-, las,
dislocaciones mecánicas que pueden entrañar graves perturbaciones en el funcionamiento del
organismo, incluyendo los estados endocrinos que afectan su sistema nervioso.
En relación con este tema, se ha descubierto que el embarazo puede producir psicosis latente;
crea fuertes deseos profundos sentimientos y reacciones especiales, como el odio al marido, y
cambios en el gusto y apetito. También puede inclinar a la mujer a la comisión de ciertos delitos,
tales como el robo en grandes almacenes y reaccionar de manera agresiva contra sus maridos;
además, las conduce al aislamiento por causa del temor del que caen presa. Al considerar el
embarazo como un estado patológico, durante la antigüedad y principalmente en la Edad Media,
se excusaban los robos cometidos por las mujeres en ese estado. Hoy, algunas legislaciones, como
el Código de Defensa Social Cubano, los considera como actos propios de circunstancias
atenuantes.
Se dice que ciertas marcas que aparecen en la piel de la mujer durante ese proceso natural,
vulgarmente llamados "antojos", son el producto insaciado de un capricho que ella sufre durante
el embarazo. Si se confirma como cierto todo lo dicho en este tema, habría que considerar al
30
embarazo como un estado morboso de la mujer, y por esa razón, excusar o atenuar las faltas y
delitos que puede cometer. Por eso cabe sugerir aquí a los funcionarios que en nuestro país
intervienen en la imposición de la pena, a que presten la atención debida a este caso y a otros que
están estrechamente ligados con la mujer, a fin de que su estado morboso sea elevado a la
categoría de figura jurídico-penal vigente.
Por otra parte, existe la especie que el estado de debilidad que el parto produce en la mujer,
puede impulsarla a la comisión del crimen de infanticidio, principalmente cuando ha sido
desprotegida o abandonada por sus maridos y por la sociedad. Los especialistas en la materia
confirman que el estado de debilidad es real, porque la mujer pierde vitalidad en el embarazo
debido al paso de sustancias orgánicas al feto, así como debido a la considerable cantidad de
energía que se consume durante el parto, ocasionada por la abundante pérdida de sangre.
31
CAPITULO XVI
Conceptos generales: Leoncio Ramos expresa en su obra, que "se entiende por edad, las
diferentes etapas de la evolución e involución orgánica por las que pasa el individuo desde su
nacimiento hasta su muerte". Además, la edad también puede definirse como "el conjunto de
etapas cronológicas y biológicas por las que pasa el' individuo desde su nacimiento hasta la
muerte".
El criminólogo señala asimismo que "ya nadie duda que la edad de un ser humano sea de
importancia decisiva en cuanto a la cantidad y la calidad de los delitos que se cometen dentro de
una comunidad". Que tampoco se duda que "la criminalidad de los jóvenes es notablemente
distinta a la criminalidad de los adultos y a la criminalidad de los ancianos, así como lo es la de
ambos sexos". Se considera que esas y otras opiniones por el estilo se ajustan a la verdad, ya que
las mismas pueden ser confirmadas a través de observaciones empíricas y datos estadísticos. Así
se puede demostrar en gran parte, que en el seno de la sociedad dominicana existe una
notabilísima diferenciación, tanto cuantitativa como cualitativa de la delincuencia llevada a cabo
por el hombre dominicano, según sexo y edad.
Se ha podido demostrar que a medida que crece el individuo física y biológicamente, así también
cambia su mundo circundante y progresa en madurez física y mental. Por cada dosis de aumento.
de la disposición o constitución fisio-biológica, se amplía y se transforma su madurez emocional y
mental así como su mundo circundante. Durante los primeros años de vida, el niño sólo disfruta de
estrechas relaciones familiares; pero cuando progresa hacia la edad escolar e incursiona en sus
primeros estudios, comienza a abrir su ambiente e inicia el desarrollo de nuevas aptitudes, las que
podrían tomar una mala inclinación si no se ejerce sobre él, los correctivos adecuados.
Por otra parte indica que "uno de los culpables de la relativa uniformidad que reina sobre el límite
de edad, que debe estimarse como índice de madurez, es el Seminario Europeo de las Naciones
Unidas sobre Bienestar Social, celebrado en París, Francia, en 1949 , donde la falta de madurez
como factor justificativo de la tesis de la .delincuencia, recibió consagración de los expertos
congregados, en su mayoría trabajadores o asistentes sociales". Agrega que después de negar allí
“la existencia de niños normales" y afirmar que la "adaptación" era el mejor medio para prevenir
la delincuencia, se decidió que "en los países europeos, o al menos en países de civilización
occidental, es deseable que , a efectos penales, la edad de responsabilidad no sea fijada por
debajo de los 18 años de edad".
Dentro del campo de la Criminología, en casi todos los países se tiene conocimiento que el niño,
desde su nacimiento hasta la edad de 8 años, es absolutamente irresponsable penalmente, por lo
que en nuestro país se ha establecido mediante la Ley 603 sobre el Tribunal Tutelar de Menores,
de fecha 3 de noviembre de 1941, (hoy 14-94, sobre Código del Menor), que "los padres son
penalmente responsables por los delitos penales cometidos por sus hijos meno- res de 8 años",
medida ésta que en nuestro país es inconstitucional, porque la Constitución establece el principio
de la personalidad e individualidad de la pena. Por otra parte, se considera que todo niño de 8 o
más años hasta 16 o menos, es relativamente irresponsable penalmente, porque aunque existe en
algunas legislaciones penales, como la dominicana, la presunción de que siempre a esa edad el
32
adolescente actúa sin discernimiento, sin embargo se le retiene la falta y se envía por ante el
Tribunal de Menores para que se tome contra el joven procesado la o las medidas de seguridad
más apropiadas, las que en una muy pequeña parte, en nuestro país, son ejecutadas o aplicadas
en supuestos Institutos Especializados, vulgarmente llamados Reformatorios que existen en la
República.
También se ha establecido en el país, que el joven desde la edad de 16 o más años hasta los 18
cumplidos, es relativamente responsable penalmente, dependiendo de si actúa cono sin
discernimiento, lo que corresponde determinar al Tribunal Tutelar de Menores , según Ley No.
603, citada, modificada por la Ley No. 688 de fecha 17 de febrero de 1942. En caso afirmativo, el
menor sería juzgado por el. Tribunal Ordinario o de Derecho Común; pero si resulta haber actuado
sin discernimiento, entonces correría la misma suerte que todos los menores en edades de 8 o
más años hasta 16 o menos. La ley 14-94 no contempla lo expresado.
Existen dos etapas de la vida dominadas por la inmovilidad pasiva, porque durante éstas no se
producen cambios en el mundo circundante de los individuos que atraviesan por ellas. Estas
etapas. vitales son la infancia y la vejez. Fuera de éstas existe una en que la vida acumula mayor
fuerza y energía muscular, así como una gran agilidad mental y los deseos más violentos con un
máximo de actividad, vitalidad y exigencias ardientes, expuestas al choque con intereses creados.
En esta etapa intermedia, que constituye la juventud, también se acumulan hábitos y prejuicios
que tienden al roce con los intereses de un mundo circundante, principalmente en lo económico,
político y cultural, manejado por otros.
A fin de demostrar en cuál de las tres etapas: la infancia, la juventud y la vejez, se comete mayor
cantidad de delitos, Leoncio Ramos ofrece datos estadísticos del extranjero, los cuales tomó de
una tabla de Exner. Dichos datos, según veremos, nos demuestran que las edades durante las
cuales se comete menor cantidad de delitos, son la infancia y la vejez, y que la edad de mayor
estado de criminalidad es la etapa de la juventud.
Así, pues, tomando de una tabla que hace una distribución de la "delincuencia de los distintos
períodos de la vida", datos estadísticos correspondientes al período 1886-1895, se demuestra que
en Alemania, por cada 100,000 personas de la misma edad y sexo, había: 1) Entre los adolescentes
de 12-15 años de edad, las siguientes cifras: 412 hombres delincuentes y 143 mujeres; 2) Entre los
adolescentes de 15-18 años de edad, las siguientes cifras: 867 hombres delincuentes y 322
mujeres. En la misma tabla y partiendo de la misma cantidad inicial, se encontró lo siguiente: a)
Entre adultos entrados en la vejez, de 50-60 años de edad, había 670 hombres delincuentes y 315
mujeres, y b) Entre viejos de 60-70 años de edad, había 345 hombres delincuentes y 153 mujeres.
Tipos de Delitos Mayormente Cometidos Según la Edad y Sexo: De acuerdo con estos datos,
correspondientes al año 1929, tomados de una tabla de Roesner que se nos ha legado Leoncio
Ramos, en Alemania, durante los períodos de edades que aparecen más adelante los tipos de
delitos cometidos, cuyas cifras son mayores, son los siguientes:
1) Hombres: Según sus edades, éstos se inclinan mayormente por determinados tipos de delitos:
de 16-18 años de edad, por los abusos deshonestos y la violación o estupro ; 18-21 años por el
robo simple y grave, atraco y extorsión y ocasionar daños materiales; de 21-25 años por la
33
resistencia contra funcionarios, lesiones corporales, escalamiento de morada, encubrimiento
sencillo, alcahuetería y rufianismo; de 25-30 por el homicidio, coacción y amenaza, apropiación y
estafa; de 30-40 por la injuria y la lesión de la fe jurada.
2) Mujeres: Según la edad, éstas tienen inclinación por los siguientes tipos de delitos: de 16-18 por
la obscenidad y la violación; de 18-21 por el robo simple y grave; de 21-25 por el homicidio, atraco
y extorsión con atraco, estafa y violación de la fe jurada; de 25-30 por la resistencia contra
funcionarios, escalamiento de mora- da, apropiación; de 30-40 por las lesiones corporales,
coacción y amenaza, encubrimiento sencillo y daños materiales, y de 40-50 por la alcahuetería y la
injuria.
En relación con estas estadísticas, puede verse que tanto los delitos cometidos por hombres como
por mujeres, son casi de la misma calidad o tipo, lo que indica que el sexo ejerce poca influencia
en el tipo del delito. Empero, no se puede negar que el sexo tiene una mayor influencia en la
cantidad de los delitos que se cometen dentro de una comunidad, teniendo la mujer una menor
participación que el hombre. Estamos de acuerdo con esto, pero entendemos que la participación
de la mujer en el delito no es sólo el producto de su personalidad y de su disposición, sino
mayormente del mundo circundante.
Delitos contra la Honestidad: Aunque no contamos con datos estadísticos actualizados sobre la
cantidad de delitos de este tipo que son cometidos por la juventud, empero podemos expresar,
que de la obra del eminente criminólogo Leoncio Ramos se han podido obtener cifras de países
extranjeros y quizás criollos en una reducidísima cantidad, que demuestran lo siguiente: a.- Que en
Alemania, la mayoría de los estupros, tentativas de estupros, atentados al pudor, y ultraje público,
fueron cometidos por jóvenes cuyas edades oscilaban entre 16-18 años, y b.- Que de las
estadísticas criminales dominicanas, correspondientes a las décadas de 1940 y 1950, se ha
obtenido la siguiente opinión: que de los delitos que trata este tema, la mayoría que se
cometieron en el país, fueron perpetrados por jóvenes entre los 19-25 años de edad. De estas
aserciones puede decirse, que parece que estos tipos de infracciones se cometen en mayor
cantidad durante el período de la juventud, debido a que en esta etapa de la vida es cuando el
individuo tiene más vitalidad lívida y física y por tanto, un mayor apetito sexual; y por estas
mismas razones es que el referido autor ha expresado que esta clase de delitos tienen su causa,
mayormente, en la existencia en el joven de poderosos apetitos sexuales que cautivan su fantasía,
los cuales hacen su mayor aparición cuando este instinto natural se halla en el estado de
inmadurez", y sin una dirección segura se inclina por lo que primero se revela como una mera
34
curiosidad sexual, lo que luego pasa a grandes escándalos, como practicar la homosexualidad en el
varón y el incesto en la hembra; todo ello dice el citado autor-, frente a grandes y graves prejuicios
y barreras legales, que reducen a límites muy estrechos la libertad de amar, y por ende, sólo le
dejan al joven las alternativas tradicionales: el matrimonio, la prostitución o el delito.
Delitos contra la Propiedad: Está ampliamente demostrado que en los primeros años de la
adolescencia, el robo simple es uno de los delitos mayormente cometidos. La mayoría de los
tratadistas están contextos en que esta tendencia depende de varios factores, tales como: 1) El
adolescente no realiza trabajo productivo en la mayoría de los casos, razón por la cual se la pasa
sin dinero, y para proveerse de éste tiene que pedírselo o hurtárselo a sus padres; 2) Que a esa
edad el metabolismo del cuerpo humano del joven es mayor, y necesita consumir mayor cantidad
de alimentos para reponer las energías que en la mayoría de las veces no tiene, y por tanto debe
procurárselos hurtando, y 3) Porque el adolescente carece del necesario discernimiento, y por esa
razón le resta importancia a la responsabilidad penal, a la individual, a la familiar y a la social.
También son causas de hurto en el adolescente el deseo y necesidad de ostentación ante los
demás, la búsqueda de placeres y diversiones. Estas tendencias lo impulsan a querer imitar a
aquellos que cuentan con medios para satisfacer sus deseos y por esa razón se ve obligado a
hurtar para alcanzar lo que pretende.
Delitos de Resistencia contra la Autoridad: Si observamos las estadísticas criminales, tanto algunas
extranjeras como lo poco que existe en nuestro país, notaremos que las etapas vitales donde los
jóvenes cometen mayor cantidad de delitos de rebeldía contra la autoridad, son: de 21-25 años en
Alemania y de 19-24 en la República Dominicana. Todo esto se debe a que en esas edades es
cuando el joven comienza a afirmarse como adulto. Se dice que está en la llamada "Edad del
Pavo", y es por eso que desea y necesita imponerse ante los demás, como hombre o como mujer
adultos. En esas edades están llenos de orgullo y por eso consideran que son necedades
impositivas, las sugerencias y consejos que les ofrecen las autoridades, los padres y los profesores.
En dichas edades se rechazan los dogmas de la Iglesia, las enseñanzas de las escuelas y las normas
hogareñas. Por esas razones habría que considerar, que dichas edades representan el momento
de interpretar al joven en forma normal, tratándose de reforzar en él las virtudes y los dones útiles
y valiosos; y no tratar de aprovecharlo para hacerlo inclinar hacia posiciones adversas a las
personas adultas que están en el deber y la necesidad de dirigirlo y manejarlo.
Delitos de Violencia: Estos son los graves delitos de agresión o de sangre, y son los que ocupan el
lugar más elevado en cuanto a la cantidad, en la mayoría de los países del mundo. Explica Leoncio
Ramos, que en Alemania ocuparon el primer lugar entre los jóvenes ubicados entre los 18-21 años
de edad, y entre nosotros, entre los jóvenes de 19-24 años de edad. Así, pues que, para dar una
explicación adecuada sobre las causas que producen esta clase de delitos, es normal y justo
expresar, que en esta edad es cuando el joven tiene más energías físicas y musculares, las cuales
los estimulan hacia las actividades , ya sean éstas buenas o malas. Estas energías invitan al joven a
realizar una actividad de manifestación exterior y la realizan. Así, cuando se inclina hacia el mal:
busca riñas y peleas por exceso de orgullo y presunciones y falta de previsión; pero cuando se
inclina hacia el bien: emprende grandes proezas, las que podrían redundar en el heroísmo o en el
martirio.
35
CAPITULO XVII
Concepto General: Es sabido por la mayoría de investigadores criminológicos, que existen una
gran cantidad de enfermedades que afectan el desarrollo orgánico y la estabilidad mental de la
persona humana. Entendemos que este tema es materia de la medicina; empero, es necesario
tratarlo relacionándolo con la conducta delincuente del hombre. Así, pues, vale la pena poner de
manifiesto, que existen enfermedades somáticas y enfermedades mentales, y que tanto las unas
como las otras, intervienen en el condicionamiento del ser humano. Por tanto, se dice, que las
causas de las enfermedades pueden ser de carácter exógeno o de carácter endógeno.
Leoncio Ramos expresa en su citada obra, "que puede concebirse que de dos formas, las
enfermedades somáticas pueden tener relación con el delito, las cuales son las siguientes:
Enfermedades Somáticas: Dentro de estas enfermedades pue- den citarse todas aquellas que
afectan las células y tejidos biológicos del cuerpo humano. Estas pueden tener su origen en el
mundo exterior y también en la interioridad del cuerpo humano. De entre estas enfermedades las
que más contribuyen a la delincuencia son las siguientes: a) la tuberculosis, b) la encefalitis, c) las
lesiones craneales, d) las lesiones cerebrales, e) la meningitis, f) la sífilis , g) las glándulas
endocrinas, etc.
La Tuberculosis: En la citada obra del referido criminólogo dominicano, Leoncio Ramos, se dice
que está sumamente sabido que las personas suelen ingresar sanas en los presidios, y que en los
mismos adquieren esta cruel enfermedad. Pero que, sin embargo, existen muy pocos datos
estadísticos que demuestren que las personas ingresan a presidio por delitos cometidos por causa
de impulsos derivados de la tuberculosis. Se expresa en la misma obra, que muchos criminólogos
se han ocupado de investigar si existe alguna relación entre el crimen y la tuberculosis; más, muy
pocos han sido los datos que se han obtenido al respecto.
Leoncio Ramos expresa en su citada obra, además, que existen datos estadísticos recogidos por
importantes investigadores, los cuales demuestran lo siguiente: 1) Que Guering en 3000 presos
investigados, no encontró cifras notables sobre la existencia de tuberculosis, y 2) Que Gruhle en
105 jóvenes presos investigados, no halló ningún caso de tuberculosis. Empero, como se ha
considerado que esos datos estadísticos fueron obtenidos mediante métodos inadecuados, por
eso se han tomado datos estadísticos de procedencia más reciente, los cuales han sido extractados
de la obra Antropología Criminal de Benigno Di Tulio, autor que en 1600 presos investigados, halló
203 tuberculosos, lo que representa el 20.3% de la cantidad original. Se expresa sin embargo, que
este dato es dudoso, en razón de que se ha demostrado, que no sólo se llega a la cárcel impulsado
por los efectos de la tuberculosis, sino que la Cárcel es productora de dicha enfermedad. Por esta
última razón habría que confirmar que más fácil se adquiere la tuberculosis en una Cárcel, que ir a
la misma por causa de haber pertenecido a una enfermedad o por causa de haber familia que haya
padecido adquirido dicha enfermedad antes de ingresar a la Cárcel.
36
La Encefalitis: Este término está compuesto de tres voces que son los siguientes: encéfalo, que
significa: en (dentro) y kephalé (cabeza) y que de manera amplia, "es el conjunto de órganos
nerviosos, el cerebro, el cerebelo y bulbo raquídeo, contenidos en la cavidad craneana"; y la
terminación "itis" que significa inflamación. Por tanto, el término "Encefalitis" significa
"inflamación de algunos o del total de los órganos que integran al encéfalo, Como puede
observarse, se trata de la inflamación del encéfalo, la cual- según se expresa en la obra de Leoncio
Ramos y en la de Benigno Di Tulio, puede ser de origen epidémico o de origen individual.
Síntomas que presentan los Efectos de la Encefalitis: Entendemos que es muy provechoso
diagnosticar los síntomas que presentan los efectos de tan grave enfermedad, porque de esa
forma el criminalista podría conocer previamente la causalidad del crimen y al mismo tiempo
medir el grado de culpabilidad o responsabilidad penal del inculpado que supuestamente haya
cometido delito por causa de haber sufrido la encefalitis. Es preocupante saber que toda persona
profana en esta materia, casi nunca descubre que la criminalidad no es el resultado del libre
albedrío, sino casi siempre de una voluntad determinada o condicionada por factores endógenos o
exógenos cuyos efectos son totalmente independientes a la libre voluntad del autor. De ahí que
resulte conveniente conocer los síntomas principales que presenta el cuadro de un inculpado que
haya sufrido encefalitis. Según puede apreciarse en la obra de Leoncio Ramos, los principales
síntomas son los siguientes: 1) Alteraciones y cambios del carácter de la persona; 2) Incapacidad
de pensar sobre los impulsos que se le presentan; 3) Irreverencia insolente; 4) Desvergüenza; 5)
Indecisión sobre las vías a seguir en cada caso; 6) Inestabilidad sexual y 7) Posesión de una
sexualidad alternativamente licenciosa.
Lesiones Craneales: Se dice que las lesiones craneales pueden afectar la parte exterior del cráneo;
habiendo entre estas heridas algunas que presentan síntomas visibles inmediatos, tales como un
chichón, un hematoma o una fractura; y otras que síntomas visibles de forma inmediata, como lo
son: una hemorragia meníngea, o una meningitis, o un absceso cerebral, o una meningo-
encefalitis, las que pueden ser complicaciones tardías de una herida del cráneo. Se tiene por
entendido, que si las lesiones son superficiales, entonces no habría problemas; pero, que si por el
contrario son profundas, entonces podrían producir en el paciente perturbaciones mentales, las
cuales lo podrían inclinar hacia la criminalidad, con las mismas consecuencias que arrastra la
encefalitis epidéno presentan mica.
Lesiones Cerebrales: Por otra parte se expresa, que si las lesiones craneales producen fracturas
que llegaren a interesar la tabla interna de los huesos, éstas podrían llegar a afectar el cerebro, y
que si el herido no muere como consecuencia de esas lesiones que producen compresión cerebral,
37
entonces puede que quede con lesiones graves, tales como 'la parálisis, la epilepsia, trastornos
mentales de diferentes caracteres, etc., los cuales hagan inclinar al enfermo hacia la delincuencia,
como consecuencia de sus efectos secundarios.
La Sífilis: Esta enfermedad ha sido considerada como una toxi-infección producida por el
troponema de Schaudinn Hoffman, la cual puede ser adquirida por contagio o hereditariamente.
Se confirma que esta enfermedad puede atacar todos los tejidos de la persona que la sufre y
evolucionar dentro del cuerpo durante varios años produciendo ataques periódicos. También se
confirma que dicha enfermedad puede ser curada; pero si por el contrario, no se logra, entonces
como ésta se manifiesta por etapas, la misma puede llegar a afectar el cerebro y como
consecuencia de esta afección, puede producir en los individuos qué la padecen, otras
enfermedades graves, tales como la parálisis , la epilepsia, trastornos mentales y otras
enfermedades cuyos efectos secundarios pueden impulsar al enfermo hacia la delincuencia.
Las Glándulas Endocrinas: Expresan las ciencias biológicas, que en el organismo animal existe un
conjunto de glándulas que, acuerdo a su formación histológica, no tienen conductos que les
permita verter sus hormonas hacia el exterior del cuerpo; por lo que estas sustancias son vertidas
directamente a la sangre y por esa razón dichas glándulas han sido denominadas de "secreción
inter- nao endocrinas". Entre dichas glándulas podemos citar las siguientes: 1) Las Glándulas
Suprarrenales; 2) Las Glándulas genitzles (testículos y ovarios); 3) El timo; 4) La hipófisis; 5) El
tiroides; 6) El hígado; 7) El sistema insular del páncreas.
El Hígado: Está plenamente confirmado que esta es una de las glándulas vitales del animal, la cual
desempeña diversas funciones que contribuyen no sólo a ofrecerle energías vitales al cuerpo
animal, sino también a vigilar por su salud y por su mantenimiento y permanencia vital. Entre sus
funciones pueden ser citadas las siguientes: la glucogénica, porque desdobla los azúcares en
glucógeno; la antitóxica, porque cuida al cuerpo de las intoxicaciones; la hematopoyética, porque
opera en la formación de la sangre; la hematolística, la marcial, etc. Por eso cualquier deficiencia
del hígado produce infecciones y debilitamiento del cuerpo; también alteraciones del sistema
nervioso, debilitamiento de la voluntad y notables cambios de la personalidad, dando todo esto
como resultado, la inclinación del individuo hacia la criminalidad.
El Sistema Insular del Páncreas: Esta es una de las glándulas vitales del cuerpo animal, la cual se
encuentra localizada en el borde inferior del estómago. Ella segrega una hormona llamada
insulina, cuya función principal es controlar el nivel del azúcar que contiene la sangre. Por eso una
insuficiencia de insulina permite el aumento del nivel del azúcar en la sangre, y su exceso lo
disminuye. Por lo dicho se infiere que un descontrol de esta hormona produce en el cuerpo animal
graves enfermedades, siendo la más notable la llamada "diabetes", la cual puede acarrear la
muerte temprana de quien la padece, cuando dicha enfermedad no puede ser controlada.
Se ha dicho que durante largo tiempo, las funciones e importancia de estas glándulas fueron
desconocidas, debido principalmente, a que sus productos no tienen salida exterior. Empero, un
poco más tarde fueron conocidos esos productos excretables, a los cuales se les dio el nombre de
hormonas.
38
biológicas o endocrinas, aunque está fuera de dudas, que ante esas causas endógenas, no dejan
de tener importancia las posibilidades exteriores que brinda el mundo circundante. Es adquirido,
cuando ocurre entre personas que permanecen reunidas en cuarteles, barcos, cárceles, colegios y
otros sitios similares. La homosexualidad adquirida puede ser temporal, y por tanto, desaparecer
cuando desaparezcan las causas que la originaron; o por el contrario, puede convertirse en un
habito permanente, adquiriendo el individuo caracteres de profesionalidad. Entre éstos, unos
suelen ser viles negociantes del homosexualismo, otros corrompidos execrables, y otros tantos
más, agentes del bajo mundo. Empero, en su tratamiento, todos merecen ser sometidos a los
mismos tratamientos psicoanalíticos, porque es innegable que dicha inversión sexual, es el
resultado de un complejo de carácter endocrino, psicológico y social.
39
CAPITULO XVIII
Conceptos generales: La mayoría de criminalistas y penólogos del mundo están de acuerdo de que
las enfermedades mentales son causas eficientes de la criminalidad. Han dicho, que hubo una
época en la que se consideraba que el sólo hecho de cometer un crimen implicaba la existencia, en
el agente, de una enfermedad mental.
Para fines del estudio criminológico, estas enfermedades han sido divididas en dos grupos: unas,
denominadas psicosis y otras, e denominadas psicopatías. Las primeras han sido consideradas
siempre como enfermedades mentales o espirituales, y las últimas, como perturbaciones
espirituales que unas veces se parecen a la psicosis y otras veces tienden a aparentar cierta lucidez
en el enfermo mental.
Se explica que las personas no entendidas en estos asuntos, han llegado a confundir psicosis con
psicopatías; empero los psiquiatras han rechazado esta confusión, considerando que entre ambos
estados morbosos, existe una diferencia muy connotada, tanto que la Criminología ha tratado de
darle a cada caso, una solución distinta en el ámbito del Derecho Penal.
A partir de ahora, trataremos de exponer por separado, tanto lo relativo a la Psicosis como causa
de la criminalidad, así como lo relativo a la Psicopatía como causa del crimen.
Las Psicosis y el Crimen: En la citada obra del autor dominicano, Leoncio Ramos, se expresa, que
Mezger dice: "que las enfermedades mentales o psicosis, son aquellos procesos que, a manera de
cuerpos extraños, se desarrollan en el cerebro, reemplazan las leyes y fenómenos psíquicos, en
virtud de una modificación de la actividad y del contenido de la conciencia". Además dice el mismo
autor alemán, “que esta dolencia del espíritu se desarrolla en el hombre de una manera
subrepticia o repentinamente, y es como algo ajeno, injertado en la antigua personalidad, llevado
a ella desde fuera."
Por otro lado se ha dicho, que las psicosis se presentan casi siempre, como enfermedades
anatómico-progresivas, o sea como enfermedades de carácter corporal, precisamente cuando son
causadas por la afectación de algún órgano biológico del cuerpo humano. Así, pues, estas
enfermedades son llamadas psicopatías o psicopatológicas, cuando su origen y su existencia se
hallan condicionados por procesos patógenos o morbosos del cerebro, o por enfermedades
totalmente desarrolladas en el mismo cerebro, sean éstas a corto o largo plazo.
Según sea su origen, la Psicosis pueden presentarse de tres r formas distintas, como son las
siguientes: 1) Las psicosis orgánicamente condicionadas; 2) Las psicosis tóxicamente
condicionadas, y 3) Las psicosis funcionales.
Las Psicosis Orgánicamente Condicionadas: Se dice que son todas aquellas enfermedades
mentales, cuyo origen radica en las afectaciones anatómico-biológicas del cuerpo humano, entre
las cuales tenemos las siguientes: la sífilis cerebral; la demencia senil; los golpes y traumas
cerebrales; los tumores encefálicos; las parálisis progresivas, las arterio-esclerosis cerebrales; etc.
Personalmente considero que cuando las enfermedades citadas Hegan al extremo de producir
perturbaciones de carácter mental o demencial, es porque poseen un estado muy grave, y por esa
40
misma razón deberá diagnosticarse el estado del enfermo, como muy serio y muy grave, y por
tanto declararlo totalmente irresponsable de sus actos delictivos, principalmente de sus actos con
grado de criminalidad, según lo dispone el Artículo 1 del Código Penal. A fin de robustecer un poco
más los conceptos sobre las Psicosis de origen orgánico, haremos alusión a una gran parte de lo
explica- do por Benigno Di Tulio sobre los efectos demenciales y criminosos de la Encefalitis
Epidémica. A este respecto él dice, que "ha recordado, a propósito de las causas de la
criminalidad, todo aquello que se conoce acerca de la influencia que tiene la Encefalitis Epidémica
sobre el desarrollo de particulares alteraciones del carácter en general, y de acciones antisociales y
criminosas en especial".
Asimismo expresa, "que toda vez que tales alteraciones se presenten bajo formas más graves, o
bien con caracteres más netamente patológicos, también los actos criminosos se pueden
desarrollar con mayor frecuencia y con más relevante gravedad". Continúa diciendo, "que es
especialmente en los menores que la encefalitis epidémica determina, junto a las más variadas
perturbaciones neuro-vegetativas y psico-motrices, gravísimas alteraciones del carácter y de los
sentimientos éticos. Además dice, que en algunos casos, la misma enfermedad provoca
paroxismos de crueldad brutal, fenómenos de persistente inmotivada agresividad y profundos
pervertimientos sexuales, de los que pueden desarrollarse las más graves actividades delictuosas,
que van desde el atentado al pudor al homicidio.
Las Psicosis Tóxicamente Condicionadas: Estos son estados psicopáticos causados por sustancias
que resultan nocivas al cuerpo humano. Las sustancias tóxicas que pueden ser causantes de las
referidas perturbaciones mentales o anímicas, son entre otras, las siguientes" el alcohol, la
nicotina. del tabaco la morfina, la marihuana, la cocaína y otras sustancias narcóticas. Además,
pueden ser causantes de psicosis tóxicas, la autointoxicación del cuerpo humano, producida como
consecuencia de la no desasimilación de sustancias desechables, las cuales tienden, por su
naturaleza, a convertirse en toxinas que no sólo afectan la parte somática del ser, sino también su
parte psico-motriz.
Las Psicosis Funcionales: Por lo visto, nos hemos dado cuenta, que las Psicosis orgánicamente
condicionadas tienen sus orígenes en las enfermedades que sufren los órganos del cuerpo
humano, que las psicosis tóxicamente condicionadas tienen su origen en la. ingestión de
sustancias tóxicas o venenosas, o en la no desasimilación de sustancias rechazables, y que las
Psicosis funcionales no tienen sus orígenes en fenómenos patológicos corporales o tóxicos, sino
que son enfermedades mentales, cuyas causas pueden ser el pro- ducto de taras hereditarias o de
otras desviaciones que dependen de la predisposición individual del enfermo. Sin embargo, Bunke
41
nos dice a este respecto, que "las psicosis funcionales no tienen anatomía, empero no pueden
decirse que carezcan en absoluto de base somática".
Por otra parte se dice, que estas psicosis no tienen asiento en el cerebro, pero que, parece que
ellas juegan un papel de suma importancia sobre ciertas modificaciones metabólicas. También,
que "la Psiquiatría moderna entiende que las secreciones internas contribuyen a la aparición de
estas psicosis, aunque a éstas se les asemeja como causantes de las psicosis tóxicamente
condicionadas".
Consideramos que en la última parte del párrafo anterior se quiere decir, que de acuerdo a la
psiquiatría moderna, las secreciones internas son causantes de las psicosis funcionales; empero,
las mismas han sido asemejadas como causantes de las psicosis tóxicamente condicionadas.
Entendemos que, de estas dos opiniones, la última debe ser más respetada, dadas las bases de
que está sumamente comprobado que el producto de las secreciones internas, cuando no es
desasimilado, se trueca en toxinas que afectan el sistema nervioso del individuo, y por tanto dan
origen a las denominadas psicosis tóxicas.
Los Psicópatas y el Crimen: Leoncio Ramos nos indica que el término psicopatía tiene dos
acepciones: la primera, en sentido lato, que se refiere a todas las personalidades morbosas,
especialmente a las formas de debilidades mentales que sufre el individuo, como son: la idiocia, la
imbecilidad, etc. La segunda, en sentido estricto, la cual se refiere a todas aquellas personalidades
morbosas, con la exclusión de los retrasados y de los débiles mentales.
Acerca del estudio de las psicopatías, sólo nos referiremos a las de la primera acepción, o sea a
aquellas que han sido consideradas con sentido lato. Sobre esta variedad de psicópatas, el
criminólogo dominicano Leoncio Ramos ha dado la siguiente definición: “se consideran como
personalidades psicopáticas o morbosas, aquellas cuya constitución psíquica está predispuesta de
manera diversa a lo que corresponde, al individuo de término medig". De esta definición: se puede
deducir, que esas personalidades son al fin, "personas que sufren cierta degeneración de carácter
",.o. bien, "individuos de personalidad anormal, quienes se desván del tipo medio normal, y a
consecuencia de ello, entran más o menos, en conflictos internos y externos con cada situación o
estado vital, bajo todas las circunstancias" .
Los Psicópatas Explosivos: Se ha demostrado que éstos son tipos psicopáticos que se caracterizan
per su fácil y rápida caída en la excitabilidad, la cual es un estado que los lanza a cometer actos de
violencia; tan excesivos y acelerados, que en razón de ello, los mismos han merecido la
denominación de “reacciones de corto circuito"; esto, porque según Leoncio Ramos-, "éstos
individuos montan en cólera por el motivo más insignificante razón por la que actúan
violentamente casi siempre, sin entrar en ningún tipo de reflexión. También "se dedican al uso y
abuso del alcohol, lo que unido a su temperamento, aumenta sus inclinaciones impulsivas hacia la
delincuencia". Confirma, además, que aún fuera de la embriaguez, es característico entre ellos, el
entusiasmo por los delitos afectivos, no pudiendo en la mayoría de los casos obedecer a las
reflexiones de su propia personalidad. De igual manera nos dice, que estos sicópatas, después de
haber cometido los actos de violencia, suelen someterse rendidos aun estado de arrepentimiento
sincero; mas, por eso no se puede confiar en ellos, sencillamente porque son capaces de volver a
la comisión del delito con la misma intensidad impulsiva anterior.
42