El Adán y Eva Genealógicos (Swamidass, SJ, 2019)
El Adán y Eva Genealógicos (Swamidass, SJ, 2019)
El Adán y Eva Genealógicos (Swamidass, SJ, 2019)
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EN MEMORIA DE MI PADRE
1
Esta cita viene de John Inazu, mi colega en la Universidad de Washington en San Luis,
fundador del Carver Project. John Inazu, “John Inazu: Why I’m Still Confident About ‘Confident
Pluralism’,” Christianity Today, Agosto 13, 2018.
5
relato que parece refutado por la ciencia. El biólogo ateo Jerry Coyne
expresa sucintamente el consenso:
Estos son los hechos científicos. Y, a diferencia del caso del
nacimiento virginal y la resurrección de Jesús, podemos
descartar un Adán y una Eva físicos con una certeza casi
científica.2
6
surgir una nueva conversación en torno a ella. Situada en una fractura,
la cuestión en sí misma es una encrucijada para un intercambio.
UNA CUESTION DE CORAJE
¿Hasta qué punto la ciencia evolutiva influye en nuestra comprensión de Adán y Eva?
Esta pregunta, al principio, requirió coraje. Fui criado como un joven creacionista
juveniterrista5, creyendo que la Tierra tenía sólo seis mil años, siguiendo una
interpretación literal del Génesis. Me enseñaron que todos los humanos descienden
de Adán y Eva. Por un acto directo de Dios, Adán fue creado sin padres, del polvo de
la tierra, y Eva fue creada de su costado. Vivieron hace apenas seis mil o diez mil años
en el Medio Oriente. Esto es lo que somos y cómo llegamos aquí.
Mis padres fueron inmigrantes de la India. No estábamos estrechamente
conectados con la historia del conflicto en Occidente sobre la evolución y el Génesis.
En cambio, leímos Génesis y nos dejó la fuerte impresión de que todos descendemos
de Adán y Eva, que vivieron recientemente en el pasado. Confiábamos en Génesis,
así que esto es lo que creíamos. Esta fue la primera historia sobre los orígenes que
aprendí, entendiéndola como un hecho histórico, aunque la historia aún permanecía
llena de misterio. No pretendí entender todos los detalles. Como muchos lectores antes
que yo, me preguntaba acerca de los Nefilim. “¿Quiénes había fuera del Jardín que se
cruzaron con el linaje de Adán y Eva?” Al mismo tiempo, me atraía la ciencia. Me
enteré de otra historia sobre los orígenes, la de la evolución humana. “Los humanos
surgen de ancestros comunes con los grandes simios, y parece que surgimos como una
población, no como a partir de una pareja única”. ¿Cómo iba a resolver los conflictos
entre estas dos narraciones? Mis lealtades estaban en cuestión, y la respuesta correcta
era clara. Confiaba más en las Escrituras que en la evolución. La claridad fue
reconfortante.
Como veremos pronto, estaba equivocado. Independientemente de lo que uno
crea sobre Adán y Eva, la ciencia evolutiva no requiere que rechacemos la narrativa
del Génesis. Adán y Eva, antepasados de todos nosotros, podrían haber vivido hace
tan solo seis mil años en Oriente Medio. Los primeros “humanos” de las Escrituras
pudieron haber sido creados de novo, libres de la muerte en un ambiente sin pecado.
Arrancados de la reconfortante claridad del conflicto, veremos que la ciencia evolutiva
podría ser cierta, incluso mientras nuestras lealtades permanecen con las Escrituras.
Habrá varios giros y vueltas en esta conversación. Para muchos lectores,
aquellos que rechazan la evolución, se necesitará valentía para abandonar el conflicto
y abordar la cuestión. La incertidumbre requiere coraje. Tómelo como un
experimento mental. Incluso si estás seguro de que la evolución es falsa, imaginemos
juntos cómo podríamos entender a Adán y Eva en un mundo ficticio donde la
evolución es verdadera. Veamos hasta dónde podemos llegar juntos. Entra conmigo
en este experimento mental.
5
Al profesor Armando H. Toledo, en su calidad de académico e investigador universitario
cristiano, se le adjudica la acuñación de los términos “juveniterristas” y “vetusterristas” para
hacer referencia, a partir del latín, a los defensores de una tierra (terrae) joven (iuvenis), en
contraste con los defensores de una tierra vieja (vetus), respectivamente. N. del T.
7
La cuestión de Adán y Eva estuvo rondando en mi mente durante años. Al principio,
la pregunta requería valentía. Finalmente, en el misterio, el miedo dio paso a la
curiosidad.
A lo largo de varios años de estudio, poco a poco me convencí de la
explicación evolutiva, que entiendo como el proceso gobernado providencialmente
por el cual Dios nos creó. Para mí, fue importante ver y comprender la evidencia
por mí mismo. Yo era (y soy) todavía cristiano y todavía confío en Génesis.
¿Cómo debo entender el Génesis teniendo en cuenta la ciencia? Al principio
mis preguntas requerían valentía. Al principio tuve miedo. Sin embargo,
finalmente encontré una fe arraigada en Jesús, no en Adán.
Independientemente de que Adán y Eva fueran reales o no, existe evidencia
pública y privada de que Jesús resucitó de entre los muertos.6 En esta piedra
angular llegué a confiar en lo que Dios hizo en la historia para revelar que
existe, que es bueno y quiere ser conocido. Al encontrar confianza aquí, ya no
temí lo que podría descubrir sobre Adán y Eva.
A medida que mi confianza creció, también creció mi curiosidad. A
través de mi educación científica, a menudo me pregunté sobre el asunto de
Adán y Eva. Me pregunté sobre ellos cuando me gradué de la escuela
secundaria en 1996. Cuando el genoma humano se publicó por primera vez en
2000, me gradué de la Universidad de California en Irvine con una licenciatura
en biología. Con esta pregunta todavía en mente, pasé nueve años en la escuela
de posgrado para convertirme en biólogo computacional y médico. A lo largo
de mi educación y los inicios de mi carrera, la curiosidad me hizo volver a esta
pregunta una y otra vez.
Ahora soy profesor en la Universidad de Washington en St. Louis y he
escrito este libro sobre Adán y Eva. A nivel personal, no temo ninguna
respuesta particular al asunto. De todos modos, todavía tengo curiosidad por
saber cómo interactúa el nuevo conocimiento de la ciencia con las viejas
historias del Génesis. A lo largo de mi camino descubrí un dato curioso. Todo
el mundo estaba convencido de que la ciencia evolutiva alteraba nuestra
comprensión de Adán y Eva, pero no pude encontrar pruebas que demostraran
que eso era cierto.
6
Ver el apéndice 1.
8
en la ciencia. Aun así, otros ya estaban atrapados en este conflicto evitable. Mi
empatía creció.
Un ejemplo destacado del conflicto es un intercambio ocurrido en 2017
entre un científico y Tim Keller. Keller, un pastor muy conocido en Nueva
York, está de acuerdo en la mayoría de las cosas con la corriente científica
principal. Está de acuerdo en que la Tierra tiene apariencia de vieja porque es
vieja. No objeta la evolución entre plantas y animales, ni insiste en que Adán
y Eva existieron en la historia reciente.7 Al mismo tiempo, también cree que
Adán y Eva fueron creados de manera especial, por un acto directo de Dios.
Ante Dios, estoy haciendo todo lo posible por leer esto como creo
que las Escrituras lo dicen. Ahora mismo, me dice, ya sabes, que
hay un Adán y una Eva, y que todos vinieron de Adán y Eva, y
que ellos fueron una creación especial, y así, aunque no tenga una
respuesta para mis amigos científicos, ahí es donde me mantengo.8
7
Tim Keller, “Sinned in a Literal Adam, Raised in a Literal Christ”, The Gospel Coalition, junio 6
2011: thegospelcoalitio.org
8
Tim Keller, Russel Moore y Ligon Duncan, “Keller, Moore, and Duncan on the Non-
Negotiable Beliefs About Creation”, The Gospel Coalition, Agosto 29, 2017.
9
Poner en claro las creencias personales de uno acerca de las doctrinas esenciales, en terreno
común con los demás, no equivale a “dibujar una línea”. Ni la iglesia de Keller ni la declaración de
principios de The Gospel Coalition requieren afirmar la creación de novo de Adán y Eva.
10
Recientemente, esta respuesta fue silenciosamente editada. Deborah B. Haarsman,
“Essentials of Creation: A Response to The Gospel Coalition”, BioLogos, septiembre 12, 2017,
biologos.org. S. Joshua Swamidass, “BioLogos Edits Their Response to Keller”, Peacefull Science,
febrero 24, 2019.
9
LA HIPÓTESIS GENEALÓGICA
Desde los márgenes, escuché atentamente durante años, cada vez más
escéptico respecto del conflicto. Ahora quiero explicar lo que he encontrado
probando una hipótesis, una afirmación precisa que puede ser cierta o no.
Intentaré refutar esta hipótesis con evidencia. Si no puedo refutarla, la hipótesis
puede seguir siendo falsa, pero la evidencia en sí no nos dice nada de eso. La
investigación científica a menudo avanza mediante pruebas cuidadosas de
hipótesis precisamente de este tipo.
Tal como se presenta aquí, esta hipótesis coincide con el relato tradicional
de Adán y Eva, pero omite detalles necesarios para un análisis científico.
¿Quiénes eran las personas fuera del Jardín? ¿Cómo surgieron? Este es un
antiguo misterio, no mencionado en las Escrituras, pero necesitamos
especificar detalles para poner a prueba la hipótesis. En este libro, yo postulo
que Dios creó a todos los que estaban fuera del Jardín a través de un proceso
providencialmente gobernado de descendencia común, un proceso
legítimamente descrito por la ciencia evolutiva. La hipótesis genealógica, con
detalles rellenados de esta manera, es totalmente consistente con los hallazgos
de la ciencia evolutiva. El ADN de nuestros ancestros, su genética, aún surgiría
de una población, no de una sola pareja. Todos nosotros aún compartiríamos
un ancestro común con los grandes simios. Ninguna de esta es una prueba
científica de que Adán y Eva existieron. La evidencia de que Adán y Eva
existieron estaría fuera de nuestros genomas, fuera de nuestra visión científica,
dependiendo de nuestra comprensión de las Escrituras. No estamos leyendo
evolución en las Escrituras. La evolución estaría progresando en el misterio
fuera del Jardín, fuera de la visión de la mayoría del discurso teológico a lo
largo de los siglos. Los dos relatos, el de la ciencia evolutiva y el de las
Escrituras, estarían teniendo lugar uno al lado del otro, fuera de la vista del
otro. No estoy leyendo la ciencia evolutiva en las Escrituras, donde no se puede
encontrar propiamente. Esto, en cambio, es una hipótesis precisa y
comprobable, consistente con las Escrituras, aunque no se encuentre dentro de
ella, exponiendo el antiguo misterio fuera del Jardín.
11
Esta es una autocitación editada de la primera articulación pública de la hipótesis. S. Joshua
Swamidass, “A Genealogical Adam and Eve in Evolution”, Sapientia, Carl F.H. Henry Center, junio
26, 2017.
10
La mayoría de los detalles en esta hipótesis son flexibles desde un punto
de vista científico. Adán y Eva podrían haber sido creados de novo o elegidos de
una población más grande. Podrían haber estado en el Medio Oriente, o en
alguna otra parte del mundo. Podrían haber estado en un Jardín creado
sobrenaturalmente, libres de la muerte, o en un entorno muy parecido al
nuestro. Aquellos fuera del Jardín podrían ser a imagen de Dios, o no.
Esta hipótesis, por lo tanto, contiene en sí misma muchas variantes de la
explicación tradicional, todas las cuales llenan el misterio fuera del Jardín de
esta manera particular. También existen formas alternativas de completar los
detalles. Dependiendo de los detalles, cada alternativa puede o no estar en
conflicto con la evidencia. Sin embargo, estamos comprobando hasta qué
punto la ciencia evolucionista cuestiona la explicación tradicional de Adán y
Eva. Con este objetivo en mente, llenamos los vacíos con los hallazgos de la
ciencia evolutiva.
Tabla 1.1. La hipótesis genealógica (HG) mantiene juntas tres afirmaciones: (1) hubo una creación de novo, (2)
Adán y Eva son recientes, (3) hay unos ancestros de todos nosotros. La hipótesis está muy cerca de una
comprensión creacionista juveniterrista de Adán y Eva (H). Si esta hipótesis sobrevive al escrutinio, le
devolvería territorio a la teología (E, F, G, GH). Las letras representan diferentes interpretaciones de Adán y
Eva, como se detalla en la tabla.
11
LA CORRECCIÓN GENEALÓGICA
Como veremos, la hipótesis genealógica es totalmente consistente con lo
que encontramos en la ciencia. Si se entiende así a Adán y Eva, no hay
evidencia científica ni a favor ni en contra de ellos. Partimos de dos hallazgos
bien conocidos de la ciencia genética, que se cree que demuestran que la
teología de Adán y Eva debe ser reelaborada a la luz de la ciencia evolutiva.
12
Vea, por ejemplo ,esta publicación representativa con una discusión sobre los límites de
este análisis: Stephan Shiffels y Richard Durbin, “Inferring Human Population Size and Separation
History from Multiple Genome Sequences”, Nature Genetics, 46 (2014):919-25. S. Joshua
Swamidass, “Heliocentric Certainty Against a Bottleneck of Two?”, document no publicado,
febrero 28, 2018.
13
La ascendencia común es la única teoría científica conocida que explica matemáticamente
el por qué los humanos y los chimpancés son genéticamente más similares que las ratas y los
ratones. Los roedores se separaron en el pasado más distante y mutaron más rápidamente; esta
es la razón, al parecer, por la que ellos son más diferentes entre sí que los humanos y los
chimpancés. S. Joshua Swamidass, “Evidence and Evolution”, Peaceful Science, abril 19, 2016.
12
de todos nosotros, de una pareja histórica que vivió recientemente en el Medio
Oriente.
La segunda corrección, sobre lo humano, abre “un respiro para la
reflexión teológica real, el desarrollo y el progreso intelectual”.14 La latitud
en las definiciones teológicas de lo humano reabren un intercambio con las
tradiciones de la Iglesia. Históricamente, las lagunas del relato tradicional
se llenan de muchas maneras. Sin embargo, las especulaciones aceptables
se ajustaban a las directrices establecidas por una tradición de varios siglos.15
Como explicaré en los próximos capítulos, esta tradición ya incluye
definiciones de humano que afirman las doctrinas de la monogénesis y
progenitura única dentro de la hipótesis genealógica.16
Terminando al inicio, ofrezco una narrativa especulativa de los
orígenes que contiene el relato tradicional de novo de Adán y Eva junto con
la ciencia evolutiva. Recuperando el relato tradicional sin revisión, la
evolución expone el misterio fuera del Jardín. Surgen preguntas teológicas,
pero estas preguntas no son más desafiantes que la especulación histórica
sobre el Génesis. De esta manera, la narrativa especulativa fluye de las
tradiciones de la Iglesia, tal vez ahora no amenazadas por la evolución.
14
Clinton Ohlers, según lo citó S. Joshua Swamidass, “Three Stories of Adam”, Peaceful
Science, Agosto 5, 2018.
15
Este libro también sigue las Declaraciones de Chicago sobre la inerrancia y la hermenéutica,
así como el Acuerdo de Laussanne.
16
No viene al caso cómo se entienden comúnmente estos términos en la ciencia. Me refiero a
ellos, aquí, como términos teológicos, con significados recuperados de la teología histórica.
17
Matthew Nisbet, Scientists in Civic Life: Facilitating Dialogue-Based Communication,
American Association for the Advancement of Science 2018.
13
pública de la ciencia. Quiero comprender los valores de los demás, tomar
en serio las preguntas y aclarar lo que la ciencia dice y lo que no dice, sin
presionar mis creencias personales.
Este libro es un diálogo entre ciencia, teología e historia, pero escribo
teniendo en cuenta preocupaciones sociales. Contemplé el misterio fuera del
Jardín con teólogos luteranos en el Seminario Concordia en St. Louis en
2017, el quinto centenario de la Reforma de Martín Lutero. El año terminó
con un enfrentamiento entre la policía y los manifestantes en Delmar
Boulevard, a sólo unos cientos de metros de mi casa en St. Louis. A la
sombra de Ferguson, un grupo de nosotros nos reunimos en el seminario
para leer la obra del Dr. Martin Luther King Jr. al comenzar 2018.18 Éste
era el quincuagésimo aniversario del asesinato de King y el año en que
publiqué el primer artículo revisado por pares sobre la hipótesis
genealógica.19 El borrador final del libro fue entregado a la editorial y luego
publicado, en 2019, con motivo del 160 aniversario del Origen de las especies
de Charles Darwin. Este libro se publicará en diciembre, pocas semanas
después del aniversario del libro de Darwin, el libro que inició una
controversia sobre la evolución humana que dura hasta hoy.
Mi práctica cívica incluía el riesgo profesional. Cuando hice público este
trabajo por primera vez en 2017, era profesor no titular en una institución secular.20
Luego, en octubre de 2017, publiqué una defensa de la confesión de Tim Keller
sobre la creación de novo de Adán,21 junto con “Eight Genealogical Thesis” (Ocho
tesis genealógicas).22 Quizás no fue prudente presentar esto antes de la titularidad,
pero el momento parecía requerirlo. Sin embargo, en 2018 obtuve la titularidad.
Según tengo entendido, “secular” significa “justo”, no ateo o anticristiano. Mis
colegas seculares fueron justos conmigo. De mi práctica surgió un intercambio
interdisciplinario de varios años.23 Soy científico, pero la cuestión afecta a campos
muy alejados de mi experiencia. Los científicos, teólogos, filósofos, historiadores
y exégetas (aquellos que interpretan las Escrituras en el idioma original y el
contexto cultural) han estado trabajando en preguntas sobre Adán y Eva durante
mucho tiempo. Varios de ellos antes que yo sentaron las bases.24 Mucho antes de
18
S. Joshua Swamidass, “Grieve the Segregation in Science”, God and Nature, (primavera
2018)
19
S. Joshua Swamidass, “The Overlooked Science of Genealogical Ancestry”, Perspectives on
Science and Christian Faith, 70(2018).
20
Swamidass, “Genealogical Adam and Eve in Evolution”.
21
S. Joshua Swamidass, “In Defense of Tim Keller”, Peaceful Science, octubre 1, 2017.
22
S. Joshua Swamidass, “A Genealogical Rapprochement on Adam”, Peaceful Science, octubre
24, 2017).
23
Matthew Nisbet, Scientists in Civic Life: Facilitating Dialogue-Based Communication,
American Association for the Advancement of Science 2018.
24
Andrew Ter Ern Loke, “Reconciling Evolution and Biblical Literalism: A Proposed Research
Program,” Theology and Science 14 (2016): 160-74,
https://doi.org/10.1080/14746700.2016.1156328; Gregg Davidson, “Genetics, the Nephilim, and
the Historicity of Adam,” Perspectives on Science and Christian Faith 67 (2015): 24-34; Kenneth
W. Kemp, “Science, Theology, and Monogenesis,” American Catholic Philosophical Quarterly 85,
no. 2 (2011): 217-36, https://doi.org/10.5840/acpq201185213; Edward Feser, “Monkey in Your
14
que se publicara este libro, varios académicos ya interactuaron con mi tesis. En la
primavera de 2018, el teólogo Ken Keathley organizó un diálogo en un seminario
bautista entre varios académicos y yo. En el verano de 2018, la presenté ante unos
setenta académicos en una conferencia teológica organizada por el Creation
Proyect. En los apéndices en línea de este libro se incluyen respuestas escritas de
dos teólogos, un exégeta y un filósofo, todos del Creation Proyect.25 En otoño de
2018, presenté nuevamente en una universidad de Hong Kong, junto al teólogo
Andrew Loke y el historiador Clinton Ohlers. Finalmente, a principios de 2019,
casi cuarenta académicos se reunieron en dos talleres para discutir y comentar mi
tesis. En total, tal vez hasta cien académicos diferentes dieron forma al contenido
de este libro mediante comentarios, conversaciones y reseñas.
Esta encrucijada interdisciplinaria incluyó a científicos ateos, agnósticos,
judíos y cristianos, junto con otros tipos de eruditos cristianos que afirman y no
afirman la ciencia evolutiva, y que afirman y no afirman un Adán y una Eva
históricos. Esta conversación ya está alentando las contribuciones de otros
académicos. Al interactuar con la ciencia aquí, el teólogo Andrew Loke está
publicando simultáneamente un libro que reconcilia el literalismo con la ciencia
evolutiva.26 El teólogo Jon Garvey también está publicando un libro, sosteniendo
que la teología bíblica se vuelve más coherente con la idea de gente fuera del
Jardín.27 Espero que sigan más. El filósofo William Lane Craig está en medio de
un proyecto de dos años, estudiando la ciencia y la teología de Adán y Eva, con la
intención de publicar un libro propio.28 Basado también en esta narrativa, el
exégeta Richard Averbeck pretende desarrollar su teología bíblica.
La cuestión, también, se asienta sobre una fractura y se hallan lesiones
por todos lados. Dar espacio a una comprensión tradicional de Adán y Eva a
veces provoca temores de exclusión entre los cristianos que entienden el
15
Génesis de maneras no tradicionales. Hay lesiones en esta fractura en
particular, y no pretendo añadir más. Aunque esta obra surge de las tradiciones
de la Iglesia, su propósito es la inclusión, no la exclusión. Mi objetivo es abrir
nuevos territorios, hacer espacio unos para otros, incluso mientras
mantenemos nuestras propias creencias y prácticas, sean tradicionales o no.
Concluyo con un punto de partida, una nueva narrativa de los orígenes, que
surge de profundas tradiciones de la Iglesia. Esta narrativa contiene los
hallazgos de la ciencia evolutiva junto con el relato tradicional de Adán y Eva.
El teólogo C. John Collins pertenece a la misma denominación que Keller, con
preocupaciones teológicas similares a las de él. Escribe en respuesta a este
punto de partida narrativo,
16
escenario viable que nos ayude a superar el aparente obstáculo.
Todavía quiero pensar un poco más […] pero parece que el Dr.
Swamidass ha proporcionado una herramienta imaginativa y útil
para nuestros conjuntos de herramientas, para promover la “ciencia
pacífica”.29
29
Véase el apéndice 3 en línea.
17
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