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Análisis de Actores en Un Conflicto.: Poder: Conflicto Simétrico y Asimétrico

Apuntes resolución de conflicto

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Análisis de Actores en un Conflicto.

Como indicamos anteriormente, un conflicto por norma general se da entre dos


partes, algunas de estas partes, puede imponer su criterio por sobre la otra si
su poder es mayor. Ósea, un actor en conflicto puede resolver a su favor, si su
PODER es mayor (y mejor utilizado) que la otra parte.

Para este curso entenderemos como poder: “La probabilidad de imponer la


propia voluntad, dentro de una relación social, aun contra toda resistencia y
cualquiera sea el fundamento de esa probabilidad” (Weber)

Poder: Conflicto Simétrico y Asimétrico

Los conflictos que ocurren entre partes relativamente similares (como aquellos
que tienen poder equivalente) son referidos como conflictos simétricos. Los
conflictos que surgen entre partes diferentes (como entre una mayoría y una
minoría, o en gobierno establecido y un grupo de ciudadanos), son
considerados conflictos asimétricos. En el último, la raíz del conflicto se
encuentra, no en un interés particular o asunto que pueda dividir a las partes,
pero si en la misma estructura de quienes son y la relación entre ellos.

Puede ser que esté estructura no pueda ser cambiada sin un conflicto. La
resolución de conflictos clásica, desde algunos puntos de vista, se aplica solo a
conflictos simétricos. En los conflictos asimétricos la estructura es tal que el
mandamás siempre gana, mientras que el subordinado siempre pierde. La
única forma de resolver el conflicto es el cambiar la estructura, pero esto nunca
será de interés del mandamás. En este sentido, no hay resultados donde
ambas partes ganan y la tercera parte debe unir fuerzas con el mandamás y
subordinado para llegar a una solución.

Desde otro punto de vista, sin embargo, aun los conflictos asimétricos imponen
costos a ambas partes. Existen costos para el mandamás para mantenerse en
el poder y mantener a los subordinados abajo. En conflictos asimétricos
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severos, el costo de la relación a menudo se hace insoportable para ambas


partes. Esto entonces abre la posibilidad para la resolución de conflictos a
través del cambio de la estructura existente de la relación, a otra.

El papel de la tercera parte es el de asistir con esta transformación,


confrontando al mandamás si es necesario. Esto significa transformar
relaciones nada pacíficas y desequilibradas a relaciones pacíficas y dinámicas.
Existen formas en que esto puede ser enfocado sin usar una coerción violenta,
incluyendo la influencia y persuasión de los detentadores de poder,
movilización de movimientos populares, incremento de solidaridad, hacer
demostraciones de resolución, incrementando la concientización del conflicto
entre aquellos que son de ayuda externa o interna del que manda más para
debilitar el régimen. Debido a que la desigual estructural de poder se encuentra
desequilibrada y apoyada por varios elementos, la remoción de estos puede
hacer que colapse está estructura desequilibrada. Otra táctica es el de
fortalecer y dar poder al manda más; el subordinado puede retirarse de esta
relación desequilibrada e iniciar una nueva. Así, los enfoques no violentos usan
el “poder suave” para moverse hacia una relación más equilibrada.

Poder Duro y Suave

El poder duro, o poder coercido, se refiere al poder de mandar, ordenar o


imponer. El poder suave, o poder persuasivo, significa el poder a inducir,
legitimar o inspirar la cooperación. El poder duro siempre ha sido importante en
situaciones de conflicto violento, sin embargo, el poder suave puede ser
importante en conflictos manejados pacíficamente. Kenneth Boulding se refiere
al primero como poder de amenaza (“hacer lo que yo quiero o yo hago lo que tú
no quieres”). Además, distingue entre dos formas de poder suave: poder de
intercambio (“hacer lo que yo quiero y yo hago lo que quieres”) y poder
integrador, asociado con la persuasión y resolución de problemas
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transformadores a largo plazo (“juntos, podemos hacer algo que sea mejor para
ambos”). Los que resuelven los conflictos tratan de cambiar el énfasis lejos del
uso del poder de amenaza y hacia el uso de intercambio y poder integrador.

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