Análisis Sujetos Del Derecho Internacional ??
Análisis Sujetos Del Derecho Internacional ??
Análisis Sujetos Del Derecho Internacional ??
El texto aborda la distinción entre los sujetos de las relaciones internacionales y los sujetos del
Derecho Internacional. En el ámbito sociológico, los sujetos de las relaciones internacionales son
aquellos que participan como actores o protagonistas en estas relaciones. Por otro lado, en el
ámbito jurídico, los sujetos del Derecho Internacional son aquellos que tienen derechos y
obligaciones según las reglas del orden jurídico internacional.
Se destaca que algunas entidades que actúan en la escena internacional, como las empresas
transnacionales o las organizaciones internacionales no gubernamentales, aunque pueden ser
actores relevantes en las relaciones internacionales, no tienen subjetividad internacional en
términos jurídicos. Esto se debe a que no dependen del Derecho Internacional, sino del derecho
de uno o varios Estados en cuanto a su estatuto jurídico.
A lo largo de la historia, se ha producido una diversi cación de los sujetos del Derecho
Internacional debido al desarrollo del acontecer social internacional. El Derecho Internacional
surge en la Edad Moderna como un orden regulador de las relaciones entre colectividades
políticas independientes, es decir, como un orden interestatal en el cual los Estados son los
creadores y componentes necesarios.
La naturaleza de los sujetos del Derecho Internacional varía, y existen diferentes grados de
capacidad internacional entre ellos. En el caso de los Estados, se destaca el elemento de
igualdad soberana, que los distingue de otros sujetos del orden jurídico internacional. Asimismo,
el elemento de la organización diferencia a los Estados de ciertos sujetos no organizados, como
la nación o el individuo, mientras que el elemento territorial los distingue de las organizaciones
internacionales.
El texto presenta un análisis sobre los sujetos del Derecho Internacional, enfocándose en la
diversidad y heterogeneidad de estos sujetos. Se destaca que los Estados son los principales
sujetos soberanos del Derecho Internacional, ya que poseen una organización política y una base
territorial. Sin embargo, también se reconocen otros sujetos que pueden considerarse
secundarios o derivados, que poseen algunos de los rasgos que conforman la capacidad
internacional.
El autor menciona algunos ejemplos de estos sujetos secundarios, como la Santa Sede y la
Ciudad del Vaticano, los pueblos, los beligerantes y los movimientos de liberación nacional, e
incluso los individuos, aunque esta última categoría sigue siendo objeto de controversia.
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El texto analiza la teoría de los actores en el Derecho Internacional y presenta una visión general
sobre los sujetos del Derecho Internacional Público. Se menciona que los sujetos del Derecho
Internacional son aquellos entes con capacidad jurídica internacional para contraer obligaciones,
exigir derechos y poder reclamarlos ante los tribunales internacionales.
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Históricamente, solo los Estados eran considerados sujetos del Derecho Internacional. Sin
embargo, debido a la interdependencia entre los Estados, el surgimiento de organizaciones
internacionales y la in uencia del derecho internacional en los individuos, este concepto se ha
ampliado. Aunque los Estados siguen siendo los sujetos principales del Derecho Internacional,
existen otros actores con capacidad de obrar limitada o atípicos, como la Santa Sede y la Ciudad
del Vaticano, la Orden de Malta, los beligerantes, los individuos y los organismos internacionales.
El texto se centra en la Santa Sede y la Ciudad del Vaticano como sujetos innominados del
Derecho Internacional. Se destaca que desde la época romana, el Papa ha tenido representantes
diplomáticos y ha rmado tratados internacionales, conocidos como concordatos. En 1929, se
rmó el Pacto de Letrán, que reconoce la soberanía de la Santa Sede en el ámbito internacional y
establece la creación de la Ciudad del Vaticano como una entidad con plena propiedad y
jurisdicción soberana.
En resumen, el análisis del texto se centra en la teoría de los actores del Derecho Internacional y
menciona que, además de los Estados, existen otros sujetos innominados con capacidad jurídica
internacional. Se destaca el caso de la Santa Sede y la Ciudad del Vaticano como ejemplos de
estos sujetos, que han sido reconocidos como poseedores de soberanía e independencia en el
ámbito internacional.
El texto analiza diferentes sujetos innominados del Derecho Internacional, como la Santa Sede y
la Ciudad del Vaticano, la Orden Soberana de Malta y los beligerantes o insurrectos.
En el caso de la Santa Sede y la Ciudad del Vaticano, se menciona que la Ciudad del Vaticano fue
creada para garantizar la independencia visible de la Santa Sede con respecto a cualquier poder
temporal. La Santa Sede es la expresión jurídica de la Iglesia Católica a nivel internacional y goza
de prerrogativas reconocidas por el Derecho Internacional a los Estados soberanos, como el
derecho de legación activa y pasiva. Aunque la Ciudad del Vaticano tiene una nacionalidad
funcional, temporal y provisional, y sus servicios públicos dependen en su mayoría del Estado
italiano, posee plena capacidad jurídica en el ámbito internacional. Ambas entidades ejercen
funciones en el ámbito internacional y colaboran con organizaciones que persiguen nes similares
a los de la Iglesia Católica.
La Orden Soberana de Malta, anteriormente conocida como la Orden de San Juan de Jerusalén,
es una institución religiosa cuya nalidad es la defensa de la fe católica. Aunque no se considera
un Estado, tiene una amplia autonomía conferida por la Santa Sede, lo que le permite adquirir
obligaciones y exigir derechos de carácter internacional ante quince Estados que reconocen su
capacidad jurídica internacional.
En cuanto a los beligerantes o insurrectos, se menciona que se les reconoce como beligerantes
cuando controlan gran parte del territorio de un Estado y ejercen un dominio efectivo. En estos
casos, se aplican las normas del Derecho Internacional referentes al derecho de guerra y la
neutralidad, así como el Derecho Internacional Humanitario. El reconocimiento de la beligerancia
por parte de terceros Estados o del Estado central es discrecional y depende de ciertos
requisitos, como la organización del grupo, el uso de símbolos distintivos, el control efectivo del
territorio y la aplicación de las disposiciones del Derecho Internacional Humanitario. El
reconocimiento de beligerancia es temporal y relativo, y los efectos varían en cuanto a la
responsabilidad del Estado central y la neutralidad de terceros Estados.
En resumen, el texto analiza distintos sujetos innominados del Derecho Internacional y sus
características. Se destaca la Santa Sede y la Ciudad del Vaticano, la Orden Soberana de Malta y
los beligerantes o insurrectos, y se señala la capacidad jurídica internacional que poseen y los
requisitos para su reconocimiento y los efectos correspondientes.
El texto "El individuo como sujeto de Derecho Internacional" aborda la cuestión de la subjetividad
del individuo en el ámbito del Derecho Internacional. Se plantea que para que exista la
subjetividad internacional, el individuo debe tener la capacidad activa para reclamar el
incumplimiento del derecho y la capacidad pasiva para sufrir los efectos de dicho incumplimiento.
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En el contexto del derecho internacional contemporáneo, se reconoce al individuo un grado
limitado de subjetividad internacional que antes no poseía. Se menciona que actualmente el
individuo no puede presentar directamente reclamaciones internacionales contra un Estado
infractor ni llevar el caso ante un órgano internacional. En su lugar, debe recurrir al Estado del cual
es nacional para que este último presente el reclamo en su nombre a través de la "protección
diplomática".
Sin embargo, se destaca que en el ámbito de los Derechos Humanos existen algunas fórmulas o
cauces que permiten al individuo tener cierta capacidad dentro del marco convencional. Se
mencionan ejemplos históricos como el Tribunal Internacional de Presas y los Tribunales
Arbitrales Mixtos, que permitían reclamaciones directas por parte de los individuos en
circunstancias especí cas.
Se hace hincapié en que, aunque existen estas excepciones, en general, el derecho internacional
reconoce a los Estados como sujetos activos de derecho y solo permite el acceso directo del
individuo en casos particulares, principalmente en relación con la protección de los derechos
humanos.
En resumen, el texto plantea que el individuo tiene un grado limitado de subjetividad en el ámbito
del Derecho Internacional contemporáneo, especialmente en lo que respecta a los derechos
humanos. Aunque se han establecido algunas vías para que los individuos accedan a instancias
internacionales y presenten reclamaciones directas, en general, el derecho internacional sigue
reconociendo a los Estados como los principales sujetos de derecho.
El texto presenta un análisis sobre la responsabilidad internacional del individuo por delitos
internacionales en sentido propio. Se menciona que la persona humana es el sujeto pasivo del
derecho internacional y se observa esta responsabilidad en el campo del derecho penal
internacional. Sin embargo, no existe una jurisdicción especial para juzgar este tipo de delitos,
sino que corresponde a los Estados enjuiciar a las personas de acuerdo con su legislación
interna.
Se señala que los convenios internacionales de nen los tipos delictivos, pero la responsabilidad
penal se hace efectiva en los tribunales internos de cada Estado. Se mencionan casos históricos
en los que se ha ejercido la responsabilidad penal del individuo ante Tribunales de Justicia
Internacional, como los juicios a criminales de guerra en Nuremberg, Tokio, la ex Yugoslavia y
Ruanda. También se menciona la extraterritorialidad de la aplicación de la ley penal por parte de
algunos Estados, como en el caso Pinochet.