Reseña Critica (Avance)

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The New Films

"Romper el Círculo: Un Retrato Emotivo de la Resiliencia y el Amor en Tiempos

Difíciles"

Por Kelly Briones

La adaptación cinematográfica “Romper el Círculo” dirigida por Justin Baldoni

basada en la popular novela de Colleen Hoover, llega como una de las películas

más anticipadas del año 2024. Este filme que combina drama, romance y un

profundo estudio de las relaciones humanas, nos introduce en la vida de Lily Bloom,

una joven que tras haber sobrevivido a una infancia marcada por la violencia

doméstica, se muda a Boston con la esperanza de construir una nueva vida. Con

Blake Lively a la cabeza del reparto, la película explora temas como el trauma, la

complejidad del amor y la lucha por la autodeterminación.

Desde el comienzo “Romper el Círculo” establece un tono que es a la vez

melancólico y esperanzador. La historia de Lily Bloom, interpretada con gran

destreza por Blake Lively, se desarrolla con una delicada mezcla de sutileza y

emotividad. Lily es presentada como una joven resiliente y ambiciosa, que ha

aprendido a ocultar las cicatrices de su pasado bajo una fachada de fortaleza y

determinación. Su mudanza a Boston simboliza un nuevo comienzo, un intento de

dejar atrás un pasado lleno de dolor y sufrimiento.

La vida de Lily da un giro inesperado cuando conoce a Ryle Kincaid, un

neurocirujano encantador y atractivo, interpretado por el mismo Justin Baldoni, quien

también dirige la película. Desde su primer encuentro hay una chispa innegable

entre Lily y Ryle, una conexión que parece prometedora y llena de posibilidades.
Baldoni y Lively comparten una química palpable en pantalla, lo que añade una capa

de autenticidad a su relación. Sin embargo a medida que la trama avanza las grietas

en la armadura de Ryle comienzan a aparecer, revelando un carácter mucho más

complejo y oscuro de lo que Lily inicialmente imaginaba.

La relación entre Lily y Ryle se convierte en uno de los pilares narrativos de la

película, explorando cómo el amor puede ser tanto una fuente de sanación como un

catalizador para el dolor. La película aborda con valentía y sensibilidad el tema de la

violencia doméstica, mostrando cómo el amor y la atracción pueden complicar la

capacidad de una persona para tomar decisiones que reflejen su propio valor y

bienestar. Lily se encuentra atrapada entre su deseo de amar a Ryle y su necesidad

de protegerse a sí misma, una lucha interna que es desgarradora y al mismo tiempo

profundamente humana.

Paralelamente el regreso de Atlas Corrigan, el primer amor de Lily, interpretado por

Brandon Sklenar, añade una capa adicional de complejidad a la narrativa. Atlas es

un personaje que, aunque no tan presente en la trama como Ryle, juega un papel

crucial en el desarrollo emocional de Lily. Su presencia en la vida de Lily resurge en

un momento crítico, cuando ella se enfrenta a las decisiones más difíciles de su vida.

Blake Lively ofrece una de sus actuaciones más emotivas y profundas hasta la

fecha. Su interpretación de Lily es rica en matices, capturando tanto la fragilidad

como la fortaleza de su personaje. Lively logra transmitir con precisión el dolor y la

confusión que Lily siente mientras navega entre su amor por Ryle y sus sentimientos

no resueltos hacia Atlas a lo largo de la película demuestra una impresionante


capacidad para expresar las emociones internas de Lily con una sutileza que permite

al público conectar profundamente con su personaje.

Justin Baldoni, además de su papel como director, interpreta a Ryle con una

complejidad admirable. Su personaje es carismático y atractivo en la superficie, lo

que hace que el espectador entienda por qué Lily se siente atraída por él. Sin

embargo a medida que la historia avanza, Baldoni revela las capas más oscuras de

Ryle con una sensibilidad que evita la caricaturización. En lugar de presentar a Ryle

como un villano unidimensional la película permite al público ver su lucha interna, lo

que enriquece la narrativa y la convierte en una experiencia más matizada y realista.

Brandon Sklenar, en el papel de Atlas, aporta una presencia calmada y reconfortante

a la pantalla. Su actuación es sutil pero efectiva, logrando que el público entienda

por qué Atlas es una figura tan importante en la vida de Lily. A través de pequeños

gestos y miradas Sklenar comunica el profundo amor y respeto que Atlas siente por

Lily, haciendo que su conexión sea creíble y emotiva.

La dirección de Baldoni es meticulosa y considerada. Trata los temas de la película

con el respeto y la seriedad que merecen, sin caer en el sensacionalismo ni en el

melodrama excesivo. La película es visualmente hermosa, con una cinematografía

que utiliza la luz y el color para reflejar el estado emocional de los personajes. Las

escenas que representan el trauma pasado de Lily están filmadas con un tono más

oscuro y sombrío, mientras que los momentos de esperanza y amor están bañados

en luz cálida, creando un contraste visual que subraya la dualidad de la vida de Lily.

Uno de los temas centrales de la película es la dificultad de romper los ciclos de

violencia y abuso. Lily lucha con la idea de que a pesar de sus mejores esfuerzos,
podría estar repitiendo los patrones destructivos de su infancia. La película también

explora la naturaleza del amor y cómo este puede ser tanto un refugio como una

trampa. El conflicto interno de Lily entre su amor por Ryle y su conexión con Atlas

simboliza la lucha entre el deseo de estabilidad y el anhelo de autenticidad

emocional. Es una lucha que muchas personas pueden reconocer, lo que hace que

la historia de Lily sea universalmente relevante.

Aunque en realidad es una historia sobre el crecimiento personal, el perdón y la

capacidad de sanar, y lo hace de una manera que es a la vez dolorosa y

esperanzadora. El viaje de Lily hacia la autocomprensión y la liberación de los ciclos

de abuso es contado con una sinceridad que invita a la reflexión y a la empatía.

Es una obra que invita a la reflexión y que seguramente resonará con cualquiera que

haya luchado por superar las sombras de su pasado. La película, en su conjunto, es

un testimonio del poder del cine para contar historias que, aunque personales e

íntimas, tienen el potencial de tocar corazones y mentes en todo el mundo.

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