Actividad 2. Tema, Problema y Categorías

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UNRAF

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN

La Práctica Docente como Objeto de Investigación.

Orientación: La construcción de las subjetividades.

Prof. Irene Macera


Estudiantes: Varisco Xavier y Zini Rocío.
Actividad.

Servirse de este documento word y completar en el cuadro: tema, problema y categorías de


análisis. Si éstas últimas empezaron a ser desarrolladas en un marco teórico en otro espacio
curricular de la carrera, incluirlo en esta tarea.

TEMA:
Uso de las TICs en el proceso de enseñanza-
aprendizaje de los estudiantes de la escuela
Centro Educativo Jerárquicos N°3187, de la
ciudad de Santa Fe.

PROBLEMA:
¿Cómo pueden las TICs fomentar la
colaboración entre estudiantes y la creación
de conocimiento colectivo?

CATEGORÍAS DE ANÁLISIS:
- TIC.
- Colaboración.
- Conocimiento colectivo.
Desarrollo de marco teórico elaborado en espacios curriculares previos:

El uso de las TICs en la educación requiere una comprensión de lo que está


sucediendo en todo el mundo y los diferentes enfoques estratégicos y de enseñanza, no debe
limitarse a la difusión del conocimiento; se deben desarrollar ciertas habilidades para
desplegar una sana actitud crítica hacia las TICs, su uso en la educación está y estará asociada
a una gran revolución en los próximos años, que promoverá la innovación en el sistema
educativo e incluirá el desafío de actualizar y mejorar los procesos de enseñanza y
aprendizaje. Si bien ya no se discute sobre la importancia que tienen las TICs, tanto docentes
como alumnos deben aprender a trabajar con ellas en el salón de clases.
Las Tecnologías de la información y las comunicaciones (TICs): son técnicas,
recursos, dispositivos procedentes de las nuevas herramientas (software y hardware) que
componen las diferentes funciones en el procesamiento y transmisión de la información. (Ley
N°27.078. Ley argentina digital, disposiciones generales, 18 de diciembre de 2014.)
El proceso de enseñanza-aprendizaje no debería limitarse a la transmisión y
adquisición de información segmentada en materias. La complejidad de la realidad del
mundo en el que vivimos nos obliga, como docentes, a proporcionar información integrada y
aplicada a situaciones y contextos reales en los que están insertos los estudiantes. Así, la
integración de las TICs en la educación cobra cada vez más importancia, ya que el uso de
estas tecnologías en el aula se ha convertido en una necesidad y herramienta de trabajo para
docentes y alumnos. En otras palabras, Leibowicz en (Castro, Santiago y otros, 2007), nos
dice que la incorporación de las TICs en la educación contribuye a realizar con efectividad y
eficiencia los procesos de aprendizaje tanto individuales, como los grupales, significativos y
en colaboración (p. 219).
Las transformaciones que han producido las TICs han atravesado todos los ámbitos y
con ello, tanto docentes como alumnos deben aprender a trabajar con ellas en el salón de
clases, la realidad dista mucho de esta situación ideal. Tal y como esboza Cabero Almenara
(2003) la velocidad de las transformaciones culturales que implica pertenecer a la Sociedad
de la Información lleva aparejado un gran problema: la falta de análisis y una reflexión crítica
de las verdaderas posibilidades y las limitaciones que las TICs pueden tener en el sistema
educativo. De esta manera, Escontrela Mao y Stojanovic Casas (2004), mencionan que esto
demuestra que en la escuela se ha utilizado las TICs sin una debida apropiación que dé
respuesta a los interrogantes que señalan el porqué y el para qué se deben aplicar las TICs en
la enseñanza.
Por eso, no sólo es necesario elegir los conocimientos que son elementales e
imprescindibles para estos “nuevos jóvenes”, sino que también hay que seleccionar
adecuadamente las estrategias y herramientas que nos posibiliten enseñar sin que esos
estudiantes se aburran o pierdan el interés en realizar el nivel secundario. Así, Cecilia Bixio
(2013) nos dice, “los niños y jóvenes están “inventando” un nuevo mundo en el que la
tecnología es mucho más que una herramienta, es el soporte material de nuevas producciones
culturales y subjetivas” (p. 9). Las escuelas deben asegurarse de estar preparadas para las
generaciones futuras y, para ello, deben incorporar nuevas culturas: habilidades digitales,
materiales de aprendizaje, fuentes de información, etc.
En este sentido, Peña Ochoa y Peña Ochoa (2007) plantean lo siguiente: “Aun si se
pudiera superar la brecha digital con el acceso ampliado de las TICs en los salones de clase,
queda todavía la incertidumbre de si se podrá superar la brecha que separa las TICs y sus
características culturales de la institución educativa. Aunque esta “brecha institucional”,
quizás la más extensa de todas, es la que, con suerte, nos puede hacer repensar críticamente
durante el proceso de su superación los espacios educativos actuales” (p.104).
El uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) en la educación
secundaria ofrece oportunidades sin precedentes para fomentar la colaboración entre
estudiantes y la creación de conocimiento colectivo. Para comprender cómo las TICs pueden
potenciar estos aspectos en el proceso educativo, es esencial considerar algunas categorías
teóricas relevantes: colaboración y conocimiento colectivo.
 Colaboración: La colaboración se refiere a la interacción entre individuos que
trabajan juntos para alcanzar un objetivo común. En el contexto educativo, la
colaboración entre estudiantes, mediada por las TICs, va más allá de la simple
interacción; implica compartir ideas, conocimientos y experiencias. Autores como
David H. Jonassen han destacado la importancia de utilizar herramientas tecnológicas
para promover el aprendizaje colaborativo y la construcción de conocimiento
compartido. Jonassen argumenta que las TICs facilitan un entorno donde los
estudiantes pueden interactuar, discutir y resolver problemas juntos, lo que enriquece
el proceso de aprendizaje.
 Conocimiento Colectivo: El conocimiento colectivo se refiere al conocimiento
generado de manera colaborativa por un grupo de individuos. En el ámbito educativo,
las TICs permiten a los estudiantes compartir recursos, discutir ideas y co-crear
conocimiento, enriqueciendo su experiencia de aprendizaje. Linda Harasim, en sus
investigaciones sobre el aprendizaje en línea y la creación de comunidades de
aprendizaje, enfatiza cómo las TICs pueden facilitar la colaboración y la generación
de conocimiento colectivo en entornos educativos. Harasim sostiene que las TICs no
solo son herramientas tecnológicas, sino facilitadoras de un cambio profundo en la
forma en que los estudiantes aprenden y colaboran.
Así también es importante poner en conocimiento diferentes perspectivas de autores
en cuanto al uso e implementación de las TIC:
 Jonassen ha explorado cómo las herramientas tecnológicas pueden ser utilizadas para
promover el aprendizaje colaborativo. Su enfoque se centra en la creación de entornos
de aprendizaje donde los estudiantes puedan trabajar juntos en proyectos y resolver
problemas, utilizando las TICs para comunicarse, compartir recursos y construir
conocimiento de manera conjunta.
 Linda Harasim: Harasim ha investigado el papel de las TICs en la creación de
comunidades de aprendizaje. Ella argumenta que las TICs facilitan la interacción
entre estudiantes, el intercambio de ideas y la co-creación de conocimiento, lo que
lleva a una experiencia de aprendizaje más rica y colaborativa. Harasim destaca que
las TICs permiten la formación de redes de aprendizaje donde los estudiantes pueden
colaborar y aprender de manera colectiva.
Desde una perspectiva crítica y sistemática, en un análisis más amplio y crítico, Rocío
Rueda Ortiz, Claudia Mallarino Flórez y Ana Brizet Ramírez Cabanzo abordan las TICs
desde la figura del capitalismo cognitivo o informacional. Este enfoque considera cómo las
TICs no solo facilitan el aprendizaje y la colaboración, sino también cómo se integran en el
marco más amplio de la economía y la sociedad contemporáneas. Estos autores exploran
cómo las tecnologías digitales y la información digital se convierten en elementos centrales
de la producción y el consumo de conocimiento, afectando tanto a la educación formal como
a las formas informales de aprendizaje.
En su obra "Cibercultura, capitalismo cognitivo y educación", Rueda Ortiz y sus
coautores discuten cómo las TICs, en el contexto del capitalismo cognitivo, promueven un
entorno donde el conocimiento es producido y compartido colectivamente, pero también
regulado por normas de propiedad intelectual y dinámicas mercantiles. Esta perspectiva invita
a reflexionar sobre las implicaciones más amplias del uso de las TICs en la educación,
considerando tanto sus beneficios como los desafíos que plantea en términos de acceso,
equidad y control sobre el conocimiento.

Aplicación en la Educación Secundaria


Al considerar estas perspectivas teóricas y los trabajos de autores como Jonassen y
Harasim, se puede optar por un enfoque que promueva la colaboración entre estudiantes a
través de herramientas tecnológicas que faciliten la interacción, el intercambio de ideas y la
construcción conjunta de conocimiento. Este enfoque se adecúa a la perspectiva de
aprovechar las TICs para fomentar la colaboración y la creación de conocimiento colectivo
en el contexto educativo de la escuela secundaria.
Las TICs tienen el potencial de transformar la educación secundaria al fomentar la
colaboración entre estudiantes y la creación de conocimiento colectivo. Al aprovechar las
herramientas tecnológicas disponibles, los educadores pueden potenciar el aprendizaje
colaborativo, la interacción entre pares y la construcción conjunta de conocimiento,
preparando a los estudiantes para enfrentar los desafíos de un mundo cada vez más
digitalizado y colaborativo. Las TICs, por lo tanto, se presentan como el motor que impulsa la
colaboración y la creación de conocimiento en la educación secundaria del siglo XXI.

El análisis de datos en la investigación sobre el uso de las Tecnologías de la


Información y la Comunicación (TICs) en el proceso de enseñanza-aprendizaje en estudiantes
de secundaria requiere un enfoque cualitativo meticuloso y sistemático. Este enfoque no solo
nos permite captar la complejidad y riqueza del fenómeno estudiado, sino que también
asegura que los hallazgos sean válidos, confiables y útiles para mejorar las prácticas
educativas. Para lograr esto, es esencial utilizar conceptos sensibilizadores que guíen el
análisis y permitan una comprensión profunda y contextualizada del uso de las TICs en el
entorno escolar.
En primer lugar, la transcripción y organización de datos es una fase crítica del
análisis cualitativo. Transcribir textualmente las observaciones y entrevistas asegura que toda
la información relevante esté disponible para el análisis detallado. Este proceso inicial es
fundamental para preservar la fidelidad de los datos recogidos en el campo, lo que permite
una posterior codificación precisa.
Los conceptos sensibilizadores juegan un papel vital en este proceso. Conceptos como
"interacción estudiante-TIC" y "interacción docente-TIC" nos ayudan a enfocar la atención en
cómo se utilizan las TICs y cómo afectan las relaciones en el aula. Estos conceptos guían el
análisis temático, permitiendo agrupar datos similares y reconocer tendencias emergentes.
Por ejemplo, identificar patrones de uso de las TICs, como la frecuencia y los momentos de
uso, es esencial para comprender cómo estas tecnologías se integran en las dinámicas
educativas.
El análisis temático permite estructurar los datos de manera coherente, identificando
temas amplios que reflejen patrones significativos y relaciones entre los mismos. Este
enfoque facilita el desarrollo de categorías específicas que capturen la esencia del uso de las
TICs en el aula. Por ejemplo, una categoría como "impacto de las TICs en la colaboración
estudiantil" puede abarcar varios códigos y temas relacionados, proporcionando una visión
integral del fenómeno estudiado.
Además, el contraste y comparación de datos de diferentes fuentes, como
observaciones, entrevistas y documentos, fortalece la validez del análisis. Este proceso de
triangulación asegura que los hallazgos sean robustos y consideren múltiples perspectivas y
tipos de datos. La contextualización de estos en el marco de la literatura y las teorías
educativas permite situar los resultados en relación con estudios previos y teorías sobre el uso
de las TICs en la educación, proporcionando una interpretación más rica y matizada.
La reflexión crítica sobre los datos y su interpretación es también un componente
esencial del análisis cualitativo. Considerar posibles sesgos y limitaciones asegura una
comprensión equilibrada y rigurosa del fenómeno estudiado. Este enfoque reflexivo es crucial
para derivar conclusiones precisas y formular recomendaciones prácticas para la integración
efectiva de las TICs en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Finalmente, la presentación de resultados debe ser clara y accesible. Utilizar
narrativas descriptivas, visualizaciones de datos y ejemplos concretos de las observaciones y
entrevistas ayuda a comunicar los hallazgos de manera efectiva. Las conclusiones derivadas
del análisis y las recomendaciones prácticas pueden proporcionar perspectivas valiosas para
mejorar las prácticas pedagógicas y tecnológicas en las escuelas.
El análisis de datos cualitativos en el estudio del uso de las TICs en la educación
secundaria, guiado por conceptos sensibilizadores, permite no solo describir cómo se utilizan
estas tecnologías, sino también interpretar su impacto y significado en el contexto educativo.
Este enfoque integral y reflexivo es fundamental para desarrollar una comprensión profunda
y contextualizada del uso de las TICs, proporcionando una base sólida para mejorar las
prácticas educativas y tecnológicas en las escuelas.
Para cerrar, Ruth Vieytes (2004), nos dice que aquel que se comprometa a llevar a
cabo investigaciones cualitativas desde un enfoque ontológico, deberá entender que la
realidad se percibe como algo múltiple, en constante cambio y que abarca diversos aspectos
globales. Además, implica que esta realidad se forma a través de la interacción entre
diferentes elementos y procesos (p. 1).
Referencia bibliográfica.
Bixio, C. (2013). ¿Chicos aburridos? El problema de la motivación en la escuela.
Homo Sapiens Ediciones.
Cabero, Julio, Replanteando la tecnología educativa. (2003) Comunicar. (21) 23-30.
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=15802104
Castro S., Guzmán B. y Casado D. (2007). Las TIC en los procesos de en enseñanza y
aprendizaje. Revista Laurus, vol. 13, núm. 23, 2007, pp. 213-234 Universidad Pedagógica
Experimental Libertador Caracas, Venezuela. Recuperada de:
https://www.redalyc.org/pdf/761/76102311.pdf
Escontrela Mao, R. & Stojanovic Casas, L. (2004) La integración de las TIC en la
educación: Apuntes para un modelo pedagógico pertinente. 25(74) 481-502.
http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-97922004000300006
Ley Nacional N°27078, recuperada de: https://www.enacom.gob.ar/ley-27-
078_p2707
Peña Ochoa, P. & Peña Ochoa, M. A. (2007) El saber y las TICs: ¿Brecha digital o
brecha institucional? Revista iberoamericana de educación 45. 89-106.
Vieytes, R. Metodología de la investigación en organizaciones, mercado y sociedad -
Epistemología y técnicas. Bs. As., Ed. de las Ciencias, 2004. Cap.24.
Zukerfeld, M. (2015). “Capitalismo Cognitivo y Educación: Aproximaciones desde el
materialismo cognitivo” (pp. 175-212), en Cibercultura, Capitalismo Cognitivo y Educación:
Conversaciones y re(di)sonancias. Ed. Universidad Pedagógica Nacional. Bogotá.

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