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Poemas de la vejez*
JOSÉ ANTONIO MIGUEZ**
Cuando dejes de ser
Tu palabra se ha ido para siempre y ya no es tuya ni mía, ni siquiera es de nadie porque habita en el reino del olvido, donde todo es silencio, oscura sombra sin memoria de lo que ya no existe. Tu voz y tu palabra jamás regresarán de ese viaje fuera del tiempo, ajeno a la nostalgia de los días venturosos, o de las noches febrilmente ensoñadoras en las que palpitaba lo irreal imaginado, pero vivido, allá tan lejos, en la región vaporosa de unos sueños que sólo se interpretaban por la palabra. Y ahora ciertamente ni es tuya ni mía esa voz que confirmaba tu presencia, la señal inequívoca de que existías aunque fuese en la armoniosa vibración del aire, hermoso querubín de tu mensaje alado, que llegaba tan claro a mis oídos con la certeza de un bien inigualable. Tu palabra se ha perdido en la noche infinita y apenas es recuerdo y dolorida ausencia, temblor incierto de la duermevela que me agita, que me aleja de mí mismo en un vacío que no llena el tiempo. (Marzo de 1999)
* Continuamos en este ANUARIO la publicación de los poemas inéditos agrupados por su
autor bajo el título POEMAS DE LA VEJEZ. Se indica al pie de cada poema la fecha de su composición. ** JOSÉ ANTONIO MIGUEZ es Doctor en Filosofía y Letras y fue Catedrático de Lengua y Literatura españolas en el Instituto de Bachillerato «Francisco Aguiar» de Betanzos hasta la fecha de su jubilación académica. Anuario Brigantino 1999, nº 22 Anuario Brigantino 1999, nº 22 Anuario Brigantino Betanzos. ISSN: 1999, nº 22 1130-7625 521 Mirándome en el espejo De tristes despedidas soy quejoso Esta cara que veo no es la mía De tristes despedidas soy quejoso con moho de vejez acrecentado, sumando desaliento a mi retina espejo que se burla del pasado y una voz quejumbrosa que declina dejándolo en fugaz epifanía. en el sentir del hombre generoso.
Ya no es lo que era en lozanía Carecerá mi vida de reposo
este rostro ceñudo y tan ajado, con este nuevo adiós que se avecina, una brizna que apenas ha cuidado el último quizá que la culmina el devenir del tiempo día a día. en su largo camino silencioso.
No podrá renovarse el bien perdido Y al socaire de tanta despedida
ni hay espejo que hurte de los años -despedirse no es más que desvivirse- la señal de lo efímero baldío. me encontraré servido de mí mismo.
Oh triste desventura del sentido Ebrio de soledad no compartida,
que busca en la orfandad de sus apaños ese trance de amar o de evadirse taumaturgo que salve del hastío. precipita mi vida en el abismo. (Marzo de 1999) (Julio de 1999)
Ser yo mismo el de ayer, aunque no quiera
Desde la cima de los ochenta* Vagando entre recuerdos a porfía Viene de lejos esta vida mía enajené mi mente soñadora y se acerca a las lindes de la muerte, y al olvido entregué sin más demora tan celosa de sí y de su suerte ese rayo de luz que presentía. que alarga su camino todavía. Vagando entre recuerdos día a día Pero el tiempo limita esta osadía soy ya sólo el que fui, tan a deshora, y hace vulnerable o menos fuerte que el tiempo que nos rige y enamora el impulso vital, ya sombra inerte me sume en pertinaz melancolía. de todo lo que excede en demasía. Parece un revoltijo inconsistente, Atrevido será quien de prestado *Este soneto fue un juego de palabras sin sentido aún pretenda bogar contra corriente recitado por su autor el no ser el que soy siendo el que era. en el brindis de la ignorando del tiempo su latido; comida-homenaje que le dedicaron sus Milagro del arcano de la mente como este que os habla enamorado familiares, reunidos en su torno con dejar al fin el juego decidido: del alba, con su rostro tan sonriente ocasión de cumplir los ser yo mismo el de ayer, aunque no quiera. cuando el milenio casi está vencido. ochenta años. (Julio de 1999) (Junio de 1999)
522 523 honda espiritualidad, gracias al fervor verdaderamente divino de la música, «de hermosu- La Coral Polifónica de Betanzos: ra y luz no usada», como decía Fray Luis de León, que genera armonías impensables en los Suma y sigue seres humanos. Cohesión y unidad, he ahí el estilo que impuso en la Coral, pero sin forzarlo, el Director de la Agrupación brigantina. Y esto se hizo evidente en momentos que presagiaban turbulencias políticas y en los que resultaba difícil aunar voluntades para una empresa colectiva de esta naturaleza. Creo que en esa línea de actuación radicó la virtud principal del Director de la Coral tanto para la labor previa iniciadora del conjunto JOSÉ ANTONIO MÍGUEZ* coral como para la prosecución en el empeño, que necesitaría dosis de coraje humano para no caer definitivamente en el desaliento. Lo dije así hace cinco años y no tengo reparo en repetirlo ahora. «La tarea fue ímproba hasta conjuntar debidamente las voces de los com- ponentes de la Coral: ensayos y más ensayos, pasos adelante, rectificaciones, acopla-
E l cuatro de marzo de 1994 tuve el honor de presentar en la Sala de exposiciones del
antiguo Liceo, hoy rehabilitado por el Ayuntamiento, la exposición pictórico-fotográ- fica conmemorativa del XXV aniversario de la fundación de la Coral Polifónica de Betanzos. miento de sopranos, contraltos, tenores y bajos, y siempre el entusiasmo y la disciplina rigurosa impuestos por el Director musical para que la unidad y la armonía no se quebra- sen. En la Coral cabían absolutamente todos: jóvenes y no tan jóvenes, creyentes y Mis palabras querían reflejar mi propio estado de ánimo, el gozo de compartir con una agnósticos, simpatizantes de la izquierda y simpatizantes de la derecha, conscientes unos colectividad tan fiel a su trayectoria cultural un aniversario que colmaba las ilusiones de y otros, todos ellos, de que regeneraban su vida por el cauce espiritual del arte, elevando todos los componentes de la Coral y, por supuesto, las de su infatigable y dignísimo así a ideal de hermandad colectiva una obra cultural que enriquecía al mismo tiempo el Director, el Rvdo. P. don Manuel López Castro, alma máter de esta singular Agrupación, legado histórico de esta ciudad.» que cumple ahora treinta años de existencia ininterrumpida y continúa con talante y Fue casi como un milagro conseguir la creación de la Coral. Y todavía fue milagro alegría juvenil un camino venturoso, tan lleno de espinas a veces, pero que conduce como mayor lograr la continuidad, y la superación incluso, en un quehacer colectivo que exigía sin quererlo a la reivindicación espiritual del arte, que tiene en la música la más alta y mucho sacrificio gustoso, mucha dedicación a la que no se le conocía otro premio que el sublime de las expresiones artísticas. aplauso del público en las sucesivas presentaciones por las ciudades y los pueblos de Como dije entonces, en aquella memorable fecha del año 1994, el Rvdo. P. don Manuel Galicia. Ya quedan pocos de los que vieron nacer la Coral Polifónica de Betanzos. El paso López Castro fue la chispa que encendió los ánimos de los brigantinos para una empresa de los años ha llenado de claros el grupo inicial y ha sustituido hombres y mujeres del que exigía mucho entusiasmo, mucha dedicación y disciplina y una constancia que rom- primer momento por otros más jóvenes, pero si cabe con tanto entusiasmo como el que piese moldes anquilosados, que avivase las ilusiones de todos hacia creaciones nobles tenían aquéllos. Es ley inexorable de vida. Porque al fin y al cabo los hombres pasan y es del espíritu en el servicio altruista de la colectividad. Cumplidos los veinticinco años ya se la obra la que debe permanecer, y acrecentarse si es posible como un legado del pasado podía hablar satisfactoriamente de los logros de la Coral. Eran en verdad tantos que que se entrega cual fruto de amor a las generaciones venideras. podían llenar páginas y más páginas con sólo reseñar sus conciertos por todas las ciuda- La Coral Polifónica de Betanzos es hoy no sólo la breve historia del ayer sino la firme des y pueblos de Galicia y con programas que traspasaban las fronteras de este país, e promesa y esperanza del futuro. Se cuentan por centenares sus actuaciones en conciertos incluso las de España, para llevar a las naciones europeas, y sobre todo a la misma Roma, repartidos por toda la geografía nacional; se prodigan sus concursos y alcanzan ya mere- cabeza de la Cristiandad, un mensaje de amor que se concretó en el concierto de música cido relieve sus festivales musicales con los que la Coral honra a Santa Cecilia, patrona de sacra en la Iglesia de San Ignacio y en la actuación ante el Papa Juan Pablo II en la la música. Todo ha ido in crescendo en esta meritísima Agrupación, vinculada de lleno al audiencia concedida por el Sumo Pontífice el seis de marzo de 1991. resurgir cultural de Betanzos en los últimos treinta años. Lo que nació con tantos titubeos, Veinticinco años cumplidos en aquel mes de marzo de 1994, que ahora ya son treinta en en medio de las tribulaciones de su Director, que sí las tuvo, por qué vamos a negarlo, es este mes de marzo de 1999, ya casi en trance de despedir el siglo XX y vislumbrando muy actualmente una sociedad viva, enriquecida por la aportación desinteresada de muchos cercano el horizonte del siglo XXI. Diríase que no son tantos treinta años de labor cultural brigantinos que consideran que la Coral es algo consustancial a la ciudad misma, algo que ininterrumpida, si los consideramos con visión objetiva. Pero si los medimos por la teoría debe perdurar en el tiempo, como un suma y sigue que deje para la posteridad una esplén- de las generaciones con el propio latido individual representan al menos la realidad de dos dida cosecha de espiritualidad. de ellas, engarzadas en el generoso afán de trascender lo cotidiano y de elevar hasta La música trae la paz al alma, como decía Fray Luis de León. Muchas veces la música límites no conocidos el nivel cultural de la ciudad. Un altísimo mérito que habrá que nos ayuda a comprender la armonía que reina en el Universo. Y con la armonía nos aporta reconocer a la Coral Polifónica de Betanzos y, por supuesto, a su Director el Rvdo. P. don el sosiego que necesitamos en medio de las turbulencias que continuamente nos asedian. Manuel López Castro, es el haber cohesionado a las gentes de esta ciudad en un ideal de La música está en el aire, melodiosa y apacible, cuando los temporales del odio y del rencor rondan en torno a nosotros. La música nos hace fuertes espiritualmente y nos *José Antonio Míguez es Doctor en Filosofía y Letras y fue Catedrático de Lengua y Literatura libera del ambiente mediocre en que a menudo vivimos. Seamos, pues, agradecidos al españolas en el Instituto de Bachillerato «Francisco Aguiar» de Betanzos hasta la fecha de su empeño y a la perseverancia de cuantos integran o han integrado la Coral Polifónica de jubilación académica. Anuario Brigantino 1999, nº 22 Anuario Brigantino 1999, nº 22 524 525 Betanzos, tal vez la Agrupación con más ansia de perduración de todas las que ha cono- cido la ciudad en este siglo que ya pronto va a fenecer. Cuando terminaba mi presentación de la exposición pictórico-fotográfica del XXV aniversario de la fundación de la Coral el cuatro de marzo de 1994, deseaba de todo corazón que, al menos durante otros veinticinco años, la Coral Polifónica de Betanzos, y con ella todos sus componentes, mantuviesen la fe y la ilusión en su propia obra, con el convencimiento de que prestaban un servicio impagable a su ciudad. Hoy, a las puertas del siglo XXI, quisiera recordar a los brigantinos que ya no sólo son gallegos y españoles, sino también de hecho europeos, y que en la tarea de la emulación de las grandes corales, la Coral Polifónica de Betanzos debe figurar a ser posible en un lugar de privilegio para dejar constancia de la existencia de un pueblo que tiene una historia y que aún sigue vivo espiritualmente para proyectarla con generosidad hacia el futuro. Que así sea con el bene- plácito de todos.