Lengua 1 Manual
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A los sustantivos se los reconoce porque son Una clasificación habitual de los comunes es,
las palabras que nombran entidades o cosas, de a su vez, la división en concretos -aquellos que
toda naturaleza y condición. pueden percibirse con los sentidos- (“tablero”) y
A partir de lo que significa cada uno de los abstractos - aquellos que pueden percibirse como
sustantivos se los puede dividir semánticamente ideas o sentimientos- (“estrategia”).
en comunes (“país”) o propios (“Argentina”). Los concretos, a su vez, pueden subdividirse
Los comunes se aplican a todos los elementos en individuales (“libros”, “perro”, “soldado”) o
de una clase; los propios identifican a un elemento colectivos que son aquellos que expresan en sí
entre los demás y deben escribirse con mayúscula mismos un grupo de objetos, animales o personas
inicial. (“biblioteca”, “jauría”, “ejército”).
ACTIVIDAD
28 - Busque en este módulo ocho ejemplos de sustantivos, cópielos y
clasifíquelos semánticamente.
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La Real Academia Española (RAE) es una institución cultural con sede en Madrid,
España, que se dedica a regularizar la lengua castellana, es decir, difunde las
normas ortográficas que conforman la gramática castellana y establece cuáles
son las palabras aceptadas como válidas en su diccionario.
ACTIVIDAD
30 - Busque en este módulo y copie dos ejemplos para cada tipo de adjetivo.
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EL “REY” DE LA ORACIÓN: EL VERBO
A los verbos se los reconoce porque son palabras A tal punto son fundamentales los verbos que,
que expresan acción (“estudié”) o estado en sus orígenes, el término “verbum” significaba,
(“estamos”) y tienen información gramatical sobre precisamente, “palabra”.
la persona que realiza esa acción o experimenta
ese estado.
ACTIVIDAD
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· Las preposiciones “cabe” (que significa “junto a”) y “so” (que significa
“bajo”) han dejado de usarse en el castellano actual y solo aparecen
ocasionalmente en algunos textos literarios.
· También existen en nuestro idioma lo que se conoce como “frases
preposicionales”, es decir, grupos de palabras que adquieren en conjunto
el sentido y el funcionamiento de las preposiciones, como “a causa de”,
“por culpa de”, “bajo pena de”, “delante de”, “junto a”, “a costa de”.
ACTIVIDAD
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Algunas veces, las letras se asocian en secuencias que pueden ocasionar algún
equívoco. Así, puede ocurrir que la misma palabra pueda ser usada de distinto
modo, o que la misma secuencia de letras pueda corresponder a dos palabras
diferentes. ¿Cómo es posible eso? Aquí van algunos ejemplos:
- La palabra “azul” actúa como adjetivo en “cielo azul” porque aporta información
sobre el sustantivo “cielo”; pero en la frase “el azul es un color primario”, “azul”
actúa como sustantivo porque es el nombre de la cosa de la que se habla. Algo
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similar sucede con palabras como “altos” o “lindos”: actúan como adjetivos en
“los hombres altos” o “los edificios lindos”, pero como sustantivos en “los altos
llegaron temprano” o en “los más lindos están en mi provincia”.
· La secuencia de letras que forma “paso” es un verbo en “yo paso la pelota”
porque es la acción de “pasar”; pero es un sustantivo en la frase “ni un paso
atrás” porque está nombrando a la cosa “paso”.
· La palabra “tarde” actúa como sustantivo en “es una tarde de sol”; pero actúa
como adverbio en “llegó tarde” porque indica la circunstancia de tiempo en la
que alguien llegó.
· La secuencia de letras que forma “entre” puede corresponder a dos palabras
distintas: en “entre vos y yo”, “entre” es la preposición; pero en “entre usted,
caballero”, es una forma del verbo “entrar”.
· La secuencia de letras que forma “bajo” es un caso muy particular: puede
corresponder a un sustantivo (“el bajo es un instrumento con cuatro cuerdas”),
a un adjetivo (“el volumen está bajo”), a una forma del verbo “bajar” (“yo bajo
las escaleras”), o a la preposición (“el tesoro está bajo tierra”).
Para todos estos casos, y muchos más que existen, la clave es entender el
contexto en el que aparece cada secuencia de letras.
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La disciplina que estudia las variaciones en la forma de las palabras es la
Morfología. Este término proviene del griego y está compuesto por “morphé”
(“forma”) y “lógos” (estudio), por lo que Morfología significa “estudio de la forma”.
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Algunos sustantivos y algunos adjetivos presentan particularidades con su
morfología:
· Hay sustantivos terminados en “a” como “planeta”, “problema”, “fantasma”
o “clima” entre otros, que, sin embargo, son masculinos porque aceptan el
artículo “el”.
· Hay sustantivos terminados en “o” como “mano”, “moto” o “foto” que, sin
embargo, son femeninos porque aceptan el artículo “la”.
· Hay sustantivos que terminan en letras que no son la “a” ni la “o” y que
determinan su género a partir del artículo que aceptan: “libertad”, “reloj”,
“papel”, “canción”, “color”, “compás”, “ñandú”, “ley”, “paz” son femeninos si les
corresponde “la” (“la libertad”) y masculinos si les corresponde “el” (“el reloj”).
· Hay sustantivos que tienen una forma común para el femenino y el masculino
y que adoptan un género u otro de acuerdo al artículo que esté adelante: el/la
artista, el/la pediatra, el/la periodista.
· Hay sustantivos que tienen palabras diferentes para el masculino y el
femenino: hombre/mujer; macho/hembra; toro/vaca; yerno/nuera, entre
otros.
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· Hay sustantivos que tienen una forma común para el singular y el plural como
“dosis”, “crisis” o “caries” que adoptan un número u otro de acuerdo al contexto:
en “la crisis del año 29”, “crisis” es singular, pero en “las crisis del siglo XX” es
plural.
· Hay adjetivos que tienen una forma común para el femenino y el masculino
y que adoptan un género u otro de acuerdo al género del sustantivo al que
modifican, por ejemplo “elegante”, “valiente”, “fuerte”, “feroz”, “mortal”, “mayor”,
entre otros.
· Hay sustantivos que tienen una forma común para el femenino y el masculino
y que adoptan un género u otro de acuerdo al género del artículo que los
modifican, por ejemplo la / el “estudiante” o la / el “paciente”.
SABÍA QUE… ?
En los últimos años, se produjo un debate en torno a la siguiente cuestión: el sustantivo
“presidente”, ¿Tiene o no una forma particular para el género femenino?
Para responder a esta inquietud, en algunos casos se formula un razonamiento que
indica que, si fuera correcta la forma “presidenta”, también deberían serlo formas tales
como “estudianta”, “participanta” o “inteligenta”.
En cuanto a su morfología, la terminación “nte” (“presidente”) quiere decir “el que hace
tal cosa”, por ejemplo: amante (“el que ama”), cantante (“el que canta”), aspirante (“el
que aspira”), practicante (“el que practica”), residente (“el que reside), sirviente (“el que
sirve”), presidente (“el que preside”), etc. En su origen, esta terminación no tenía una
forma especial para el femenino y se usaba “nte” para ambos géneros. La corrección o
incorrección de la terminación “nta” está dada por el uso que se haga de ella.
La realidad es que esta discusión va más allá de lo morfológico y se ve condicionada
-inevitablemente- por matices políticos, culturales y sociales. Un dato que terminaría con
el supuesto debate es que la palabra “presidenta” está aceptada en el Diccionario de la
Real Academia Española desde su edición del año 1803. Otro dato interesante es que
ha sido empleada incluso en actas notariales desde, por lo menos, el 1600. Entonces,
“¿Presidente o Presidenta?” es una pregunta que va más allá de la morfología. Y otra
cuestión inquietante para formular a quienes sostienen que el término “presidenta”
provocaría un desajuste en el sistema de nuestra lengua es: ¿Por qué se genera un
debate en torno a lo correcto o incorrecto de la palabra “presidenta” y no sucede lo
mismo con el muy aceptado término de “sirvienta”?
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LA MORFOLOGÍA DE LOS VERBOS
Los verbos son la clase de palabra con mayor “-ábamos” nos indica que esa acción era hecha
posibilidad de variar su forma ya que pueden por un “nosotros” (primera persona, plural) en el
cambiar de persona (primera, segunda, tercera), pasado. Pero, ¿Qué sucede con la forma “caminar”?
número (singular o plural), tiempo (presente, pretérito ¿Qué persona realiza esa acción? ¿En qué tiempo?
imperfecto, pretérito perfecto simple, etc.) y modo En sí misma, “caminar” no marca ninguna persona
(indicativo, subjuntivo e imperativo). ni ningún tiempo, es decir, es una forma del
En total, el castellano presenta 17 tiempos verbo que no está conjugada. A esa forma verbal
verbales distribuidos entre el modo indicativo (que que corresponde con lo que se conoce como “el
tiene diez), el modo subjuntivo (que tiene seis) y el nombre” del verbo se la denomina “infinitivo”. En
modo imperativo (que solo tiene presente). nuestra lengua, todos los “nombres” de los verbos
Si bien la morfología verbal será analizada (o sea, todos los infinitivos) terminan en “-ar” (como
más adelante, es importante entender que un “amar”, “participar”, “integrar”, “jugar”, etc.), en “-er”
verbo puede o no estar conjugado. (como “hacer”, “comer”, “entender”, “comprender”,
Cuando está conjugado, su terminación etc.), o en “-ir” (como “elegir”, “seguir”, “construir”,
aporta los datos para saber su morfología. Por “incluir”)
ejemplo, en “caminábamos”, la terminación
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