Experimentacion Animal

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Experimentacion animal – veterinario

los animales obligados a soportarlos, debido al manejo, la limitación de movimiento, la ingestión forzada y
los efectos horribles de algunos químicos. Los animales sufren convulsiones, ataques, parálisis y la muerte
durante dichos experimentos.

En general el profesional veterinario especialista en animales de laboratorio no sólo está involucrado en


realizar la gestión de las instalaciones y dirigir la producción y el cuidado de los animales, sino también en
asesorar a los investigadores y usuarios acerca del mejor protocolo experimental a utilizar.
Los primeros experimentos incluían transfusiones sanguíneas, vivisección (procedimientos quirúrgicos
realizados sobre animales vivos y conscientes), y la disección de primates, perros y cerdos. En la actualidad la
experimentación en animales no humanos es obligatoria conforme a los códigos de ética para la investigación
biomédica. Según el Código de Nuremberg, cualquier experimento hecho en seres humanos “debe ser
diseñado y basado en resultados de investigación animales”. La Declaración de Helsinki, adoptada en 1964
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por la XIII Asamblea Médica Mundial, indica también que la investigación médica en sujetos humanos “debe
estar basada en pruebas de laboratorio adecuadamente realizadas y en experimentación con animales

Nos hacen creer que experimentar con animales es imprescindible para salvar vidas humanas y
curar enfermedades considerándolo un mal menor, que a nadie le gusta realmente pero no
obstante un mal necesario. Sin embargo, lo que no se sabe es que muchos de los test empleados
con animales están lejos de aportar resultados reales para la medicina y sus objetivos suelen ser
menos altruistas. Existen numerosas legislaciones encargadas de regular dichos experimentos
como: Animal Welfare Act en el año 1996 en USA, Cruelty to Animals Act del año 1976 en
Inglaterra, etc. Junto a estas reglamentaciones se añaden organismos internacionales como la
OMS (Organizacion Mundial de la Salud) y la UNESCO, integrando así “International Guiding
Principles for Biomedical Research Involving Animals”. Aunque siguen siendo medidas que para mi
gusto se quedan demasiado cortas.

La experimentación con animales se basa en el uso de animales en experimentos con fines


científicos. Se estima que cada año se utilizan más de 115 millones de vertebrados para dicho fin
(más de 12 millones de ellos en la UE). Dentro de los 10 países que más usan animales en sus
experimentos nos encontramos EEUU, Japón, China, Australia, Francia, Canadá, Reino Unido,
Alemania, Taiwán y Brasil (según la web oficial de la European Coalition to End Animal
Experiments). La mayoría de los animales por desgracia, son sacrificados después de usarlos en
un experimento. En España, según las estadísticas, cientos de miles de animales mueren cada año
en experimentos y su número ha aumentado más de un 51% desde al año 2005, llegando a
alcanzar 1,4 millones en 2010.
Afortunadamente, el 11 de Marzo de 2013 se prohibió en toda la UE la experimentación animal
para la comercialización de nuevos cosméticos si ese producto había sido testado en animales
anteriormente, evitando realizar experimentos similares repetidamente y causar así mal innecesario
en los animales. En otros países por desgracia es incluso obligatorio dichas pruebas para la
comercialización de sus productos (hayan sido probados anteriormente o no) como es el caso de
China.

Las especie más utilizada son los ratones (se calcula que muere uno por minuto), pero también se
usan conejos, ratas, cobayas, cerdos, ovejas, cabras, perros, gatos y primates, así como aves,
anfibios y peces. En el caso de países de la UE, la legislación obliga a que todos estos individuos
procedan de centros oficiales de cría, donde son reproducidos expresamente para la investigación
(sacrificándolos tras su uso). En otras zonas, sin embargo, pueden ser incluso animales
vagabundos y abandonados los que se utilicen con este fin.

En España en 2013, según datos del Ministerio de Agricultura, de los 920.000 animales empleados

con fines científicos y docencia, el 85% fueron roedores. También se utilizaron casi 28.000

conejos, 774 perros, 300 caballos y asnos, 254 gatos y casi 9.400 cerdos.

Al contrario de lo que piensa la inmensa mayoría de personas, de los millones de animales


sacrificados en laboratorios al año, solo un pequeño porcentaje es destinado a investigación
con fines médicos. En primer lugar, se utilizan para probar productos de consumo humano tales
como aditivos alimentarios, químicos industriales, anticongelantes de motor, productos de limpieza,
cosméticos, tabaco, etc. Las pruebas en las que son utilizados incluye entre otros, ensayos de
toxicidad, sensibilización cutánea e irritación ocular. Para que os hagáis una idea, son obligados a
ingerir jabones, cremas, dentífricos, etc, para determinar su toxicidad. Otra de las pruebas
habitualmente empleadas es el test de Draize, usado para testar el efecto de productos como
champús o maquillajes, entre otros, al entrar en contacto con la superficie ocular. En estos casos
se utilizan sobre todo conejos, ya que no parpadean como nosotros y no se pueden quitar el
producto evaluando lo doloroso que puede ser dicho producto irritante. Lo peor de todo es que este
test no muestra utilidad alguna ya que presenta problemas de reproductividad, validez y fiabilidad a
la hora de extrapolarlo a la especie humana. Vamos, que lo hacen prácticamente por
aburrimiento….
También se utilizan animales en la investigación militar. Primates son sometidos a radiaciones,
expuestos a gases venenosos, explosiones y quemaduras para evaluar nuevas armas. Sólo en
España el uso de animales con este fin supone hasta un tercio del total de individuos usados para
experimentar. Se ve que como no se quedan conformes con los experimentos, luego acaban
probándolos directamente con personas.

Como ya sabemos, también son usados para la experimentación médica. Una prueba que se
realiza con ellos es el test de toxicidad o Dosis Letal 50 (DL50) que consiste en determinar la dosis
necesaria de una sustancia en estudio para causar la muerte de la mitad de los animales del
ensayo clínico (normalmente ratones) y extrapolar los resultados en seguridad del producto para su
uso humano. Se trata de una prueba obligatoria y unicamente probada en animales. Hay que tener
en cuenta que muchas de estas pruebas no pueden ser extrapoladas a la especie humana ya que
la fisiología y respuesta a fármacos es diferente según la especie. Por ello, aún habiendo hecho
pasar por sufrimiento a cientos o miles de animales, cada año se retiran cientos de medicamentos
(repito, previamente probados) por haber provocado reacciones adversas en pacientes. Un ejemplo
de ello es la talidomida, probada exhaustivamente en hembras preñadas (perras, ratas, monas,
hámster y gallinas) sin consecuencia alguna en sus fetos. Tras su comercialización, tuvo que ser
retirada ya que miles de niños nacieron con terribles deformidades en todo el mundo. Y yo
pregunto: si ensayos clínicos realizados en personas de mediana edad no pueden ser extrapolados
ni a bebés ni a ancianos, ¿cómo podemos estar seguros de un producto probado en otras especies
no humanas? Y yo respondo: no se puede.

Actualmente, a todo esto hay que añadir la obtención de animales transgénicos ya que es un
campo en crecimiento dentro de la experimentación con animales. Son animales modificados
genéticamente para crear individuos modelo y estudiar enfermedades como el Alzheimer y
Parkinson, entre otras y probar en ellos nuevas terapias.

En 1979 se fundó la asociación alemana “Ärzte Gegen Tierversuche” (Médicos Contra la


Experimentación Animal) que reúne a cientos de profesionales de todos los campos de la medicina
que trabajan para abolir este tipo de prácticas. La asociación ha elaborado un amplio dossier
recopilando cientos de experimentos que se siguen llevando a cabo hoy día. Todos ellos
cuestionables desde el punto de vista ético, muchos podrían realizarse con grupos de estudio
humanos y algunos rayan, directamente lo absurdo. A continuación resumo unos cuantos de estos
estudios atroces recogidos en el libro.
Un estudio sobre el estrés, obliga a ratones a correr en una cinta hasta quedar exhaustos. Si se
detienen caen hacia atrás en una reja de metal que les produce una descarga eléctrica. Se
considera “agotamiento total” cuando el ratón queda más de 15 segundos en la reja o cuando cae
en ella más de 15 veces. Muy divertido!!!

En cerdos se realiza un estudio sobre prótesis dentales. Se le colocan implantes y coronas a


cerditos tras su extracción dentaria con el fin de estudiar el periodo de curación antes de colocar
las prótesis. El estudio concluye que “los cerdos tienen un metabolismo 3,3 veces más rápido que
los humanos, por lo que es necesaria máxima precaución a la hora de trasladar los resultados” es
decir, los animales son torturados sabiendo de antemano que las conclusiones no tendrán ningún
valor. Vaya, se han dado cuenta que los cerdos no son iguales que las personas (ojalá algunas
fueran mínimo como un cerdo).

Otro experimento que me llama la atención es el método de la elongación ósea empleada en


cachorros Beagle. Se les fractura la tibia y se les separa el hueso dos veces al día 0,5 mm. Tras 25
días, el hueso se ha prolongado 2,5 cm y los perritos son ejecutados. Es muy útil ya que
demuestran que los huesos crecen (al menos los de los Beagle).

En la actualidad hay un estudio que está teniendo una gran acogida, y de hecho pronto escribirán
el libro y luego harán la película. Se trata de los xenotrasplantes (trasplante de órganos de un
animal modificado genéticamente a otra especie). En el estudio se extirpa el corazón a cerdos
manipulados genéticamente y se trasplantan a babuinos con el fin de determinar si alguna vez
órganos de cerdos podrían ser trasplantados a humanos. Todos los animales mueren por un
rechazo del órgano en un plazo de 5 horas y cuatro días para ser estudiado el motivo de la muerte
y seguir probando.

Éstos y otros muchos experimentos se muestran en el libro “Winterschlaf hilft gegen Alzheimer und
andere Absurditäten aus der Tierversuchsforschung” (Hibernar ayuda contra el Alzheimer y otros
absurdos de la investigación con animales). Os pongo el link del libro por si queréis saber mas de
este tema (aunque está escrito en Alemán): Ver libro en pdf Hibernar ayuda contra el Alzheimer y
otros absurdos de la investigación con animales.
En Febrero de 2013 se aprobó un nuevo decreto (RD 53/2013) que obliga a los investigadores a
buscar fórmulas alternativas a la experimentación con animales, aunque permitiría esta práctica en
caso de “no existir alternativas” (el ser humano puesto a inventar, consigue lo que sea….).
Afortunadamente, cada vez hay nuevos métodos de investigación más éticos y fiables, empleados
ya por numerosas empresas y laboratorios del mundo. En estas técnicas se usan modelos
matemáticos e informáticos de predicción algorítmica o usan organismos inferiores no protegidos
(bacterias, hongos…). Con el avance tecnológico que hay hoy día se pueden usar cultivos in vitro
de células, tejidos y órganos obtenidos de cadáveres, biopsias y cirugía plástica que son utilizados
para buscar sustancias, producir y probar diversos productos como vacunas, antibióticos y
proteínas terapéuticas sin tener que usar un animal.

Otra opción es el estudio comparativo de diferentes poblaciones que permite descubrir patrones
comunes en la afección de enfermedades o trastornos para permitir su prevención. Estos estudios
epidemiológicos han llevado a descubrir por ejemplo la relación entre el hábito de fumar y el cáncer
de pulmón y han demostrado el mecanismo de transmisión del SIDA y otras enfermedades
infecciosas.

También contamos con la investigación clínica en voluntarios humanos afectados ya de alguna


enfermedad ante la cual quieren ayudar a encontrar una cura que beneficie a todos. Un ejemplo de
la utilidad de dicho estudio es aislar anormalidades en el cerebro de pacientes con esquizofrenia u
otros desórdenes mentales. En la actualidad existe un proyecto de investigación en marcha que
desarrollará biochips transparentes de silicona que contienen tejido vivo humano y bombas para
replicar las funciones de los órganos, ofreciendo resultados rápidos, rentables y precisos para las
pruebas de enfermedades, toxinas y fármacos.

Si podemos viajar al espacio y llevar en el bolsillo móviles con tecnología increíble, creo que
podemos investigar y descubrir sin necesidad de torturar.

Termino este artículo con una frase que aparece en el libro nombrado anteriormente y que a más
de uno le va a hacer pensar:

“Los torturamos porque son similares a nosotros pero no les otorgamos


ningún derecho porque son diferentes. Un razonamiento perverso que
tenemos la obligación de romper.”

También hay oposición desde el punto de vista científico: los resultados de la investigación animal
rara vez serían directamente aplicables al hombre.
Entre los siglos XVIII y XIX, la novedosa práctica terapéutica de prevención de enfermedades
mediante un tratamiento de inmunización mediante las vacunas a partir del uso de animales (1798
frente la viruela) representó uno de los mayores éxitos de la medicina. La gran mayoría de los
tratamientos que salvan millones de vida cada año se las debemos a los experimentos con
animales.

Para que tengan idea de la importancia de experimentos con animales las medicinas y productos
que consumes han sido probados en otros seres para saber su efectividad, carcinogenicidad, etc..
para que a ti no te pase, y para que tengas un avance en medicina y cosméticos. También la
ciencia cuenta con la aplicación de la investigación con modificaciones en animales para ver su
reacción y cura más parecido a un humano, porque tal cosa no se puede hacer legalmente en
humanos.

Hasta hace poco se realizaban redadas para recoger y sacrificar a los perros callejeros, estas
mascotas abandonados por personas irresponsables, sufren del clima, del rechazo de las personas
aguantado hambre con enfermedades que los hace sufrir.

Algunos de estos animales eran donados a las universidades para que los alumnos pudieran
conocer la anatomía interna de lo que serían sus futuros pacientes y para experimentos con
animales.

Para los médicos veterinarios, es transcendental estudiar para conocer los órganos y toda la
anatomía de los animales, conocimiento que les permitirá poder atender de forma precisa a sus
pacientes. Un buen cirujano debe dominar la anatomía de sus pacientes para poder realizar una
cirugía exitosa, de otro modo sería una limitante para su práctica clínica.

Los perros NO ERAN SECUESTRADOS y mucho menos adoptados con otros fines, se sabia que
eran donados para experimentar con ellos, los animales eran callejeros y NADIE se hace cargo de
ellos. Las fundaciones buscaban la forma de evitar que murieran en las calles al mismo tiempo que
servían como modelo anatómico para que los futuros médicos veterinarios pudieran aprender a
salvar vidas.

Actualmente, los antirrábicos ya no realizan redadas y las vías se llenan de canes, la gente los
alimenta sin embargo no los esterilizan, tampoco evitan que padezcan maltrato y mueran en
la calle.

El objetivo de los animalistas era evitar el maltrato, pero lo único que lograron fue multiplicar el
número de animales en las calles que ahora sufren en ellas en todo le mundo. Ya afectaron las
prácticas veterinarias, los estudiantes ya no cuentan con los animales suficientes para desarrollar
sus habilidades. Los perros que no mueren en los antirrábicos, ahora mueren en las calles y su
muerte es en vano.

Los veterinarios dedican gran parte de su vida a curar a los animales y evitar que mueran, sin
embargo, son los profesionales peor juzgados en esta sociedad moderna. Se les acusa de ser
asesinos, insensibles, usureros y demás, sin saber el enorme esfuerzo y sacrificio que supone
estudiar la medicina veterinaria, no sólo en el aspecto clínico, sino los dilemas morales que deben
enfrentar, provenientes de gente que no tiene una preparación profesional ni considera las
consecuencias de su intromisión.

No se dejen llevar por modas populistas, ni charlatanes moralistas. Prohibir la experimentación


animal no cambiará en nada la situación actual de los animales, las escuelas veterinarias no son
las responsables del maltrato animal, las personas que los lastiman y abandonan sí lo son.
Seguir apoyando movimientos animalistas sin fundamentos, es seguir fomentando la ignorancia
que ya infecta a nuestro país.

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