Fundamentos Clásicos de La Democracia y La Administración. Edición 2021 PDF
Fundamentos Clásicos de La Democracia y La Administración. Edición 2021 PDF
Fundamentos Clásicos de La Democracia y La Administración. Edición 2021 PDF
Nueva ed/c / on
ISBN: 978-84-7991-570-4
Deposito Legal: M-21329-2021
Edicion: septiembre 2021
Imagenes de la portada:
Fuente numismatica, moneda, que representa a un ciudadano al depositar su voto en los Comicios o
Asambleas populares de la Republica romana. Simbolo de la democracia directa.
Parlamento aleman, Reichstag, con su fachada neoclasica y su vanguardista cupula. Personifica a la
democracia representativa y simboliza la armonica conjuncion entre el mundo clasico y la modernidad.
Imprime:
Solana e hijos, A.C., S. A. U. San Alfonso, 26 - La Fortuna (Leganes) - Madrid
Impreso en Espana / Printed in Spain
Indice
.
CAPITULO 1 Conceptos fundamentales (I) . 23
Sipnosis del capftulo (por el Prof. Francisco Eugenio) 24
1.1. Prefacio 25
1.2. La Justicia. Aproximacion sem ntica y filosdfica 26
1.3.
^
La justicia en el ambito jurfdico 28
1.4. Aproximacidn al concepto de Derecho 31
1.5. El cirbol jurfdico y su principal biparticidn 32
.
CAPITULO 2 Conceptos fundamentales (II) . 35
Sipnosis del capftulo (por el Prof. Francisco Eugenio) 35
2.1. La Ley en relacion con el Derecho 37
2.2. Delimitacion constitucional 39
2.3. Caracteres y rasgos fundamentales 40
.
2.4 Ordenamiento jurfdico 40
. .
CAPITULO 3 El mundo clasico La democracia 43
Sipnosis del capftulo (por el Prof. Francisco Eugenio) 43
3.1. El mundo clasico y el tiempo presente 45
.
3.1 1. Los tres pilares de la civilizacion 45
..
3.1 2 Al principio era Grecia 46
3.1.3. Roma y su Derecho 47
.
3.1 4. El pensamiento judeo-cristiano 48
3.2. La democracia 49
3.2.1. Reflexiones generales 49
3.2.2. Riesgos perennes del modelo democratico 50
3.2.3. Algunas concordancias y divergencias entre los modelos
democraticos del mundo antiguo y de la actualidad 51
13
FUNDAMENTOS CLASICOS DE LA DEMOCRACIA Y LA ADMINISTRACION
14
Indice
15
FUNDAMENTOS CLASICOS DE IA DEMOCRACY Y LA ADMINISTRACION
.
CAPITULO 10 Persona y ciudadama 165
.
Sipnosis del capftulo (por el Prof Francisco Eugenio) 165
10.1. La persona en la comunidad familiar, social y polftica 169
10.1.1. Consideraciones generales 169
10.2. Persona y personalidad. Reflexidn iusfilosdfica y constitucional 171
.
10.3 El concepto de persona en Derecho Romano y su proyeccidn
en Derecho vigente 173
10.3.1. Derecho romano 173
10.3.2. Nacimiento de la persona ffsica 174
.
10.3.3 Su proyeccion en Derecho vigente 175
10.4. El tratamiento jurfdico del concebido en Derecho Romano y hoy 176
10.4.1. El nasciturus en Derecho romano 176
10.4.2. Su recepcidn en Derecho vigente 178
10.5. Personalidad y capacidad 178
.
10.6 Ciudadanfa romana, nacionalidad espahola y ciudadama europea 180
.
10.6.1 Civilizacion y libertad, dos expresiones de romanizacion 180
10.6.2. Premisas generales 180
10.6.3. Formas de adquisicion, con referencias a la nacionalidad
espahola 182
10.6.3.1. Adquisicidn por nacimiento 182
10.6.3.2. Adquisicion por disposicidn legal 185
10.6.3.3. Otras formas de adquisicion 187
16
Indice
17
FUNDAMENTOS CLASICOS DE IA DEMOCKACIA Y IA ADMINISTRACION
18
Indice
19
FUNDAMENTOS CLASICOS DE IA OEMOCRACIA Y LA ADMINISTRACibN
20
EXPLICACION PREVIA DE LAS SINOPSIS
21
FUNDAMENTOS CEASICOS DE LA OEMOCRACIA V EA ADMINISTRACION
.
D - 1Para que se ha hecho -y para que no- esta sinopsis ?
Ha sido hecha esta sinopsis: a) en interns del propio profesor que la elabord al tener que leer
la informacidn de base, comprenderla y explicarla, y, sobre todo, b) en interes del estudiante a
quien le corresponde aprender lo que en la informacidn de base se dice.
La generalidad de los libros es la obra resultante de un singular esfuerzo creativo de su au-
tor. En ocasiones, sobre alguna de estas originales obras se pone a trabajar, a su vez, el lector
activo: la descompone, la analiza, la enjuicia, la glosa si es preciso, la recompone en fin, acaba
reelaborandola como propia, en cierto modo.
En la mayoria de los casos el estudiante no esta en condiciones de elaborar, como serfa
deseable, su personal sinopsis de los temas de una asignatura. Por otra parte, quiza tampoco
esa haya de ser estrictamente la obligacion de quien se inicia en el aprendizaje de determinada
materia.
La presente sinopsis de ninguna manera se hace para que sea un mal sustituto de los am-
plios e imprescindibles contenidos del libro tornado como informacidn de base, la obra ya
.
citada al principio Con estas muy pocas pdginas de una composicion elemental y basica se
pretende solamente: 1) despertar el interns por la lectura y estudio de dicha obra y 2) resaltar la
distribucidn secuencial de los contenidos de la misma, a fin de facilitar un aprendizaje confor-
me a los principios de la Idgica sistematizacidn de tales contenidos, lo que permitira, creemos,
tanto una mejor comprensidn de lo leido, como una mejor retencidn de la informacidn tras
leerla y entenderla.
22
SlPNOSIS DEL CAPITULO 1
[1] PREFACIO. [2] JUSTICIA. [3] DERECHO.
[1] PREFACIO.
A lo largo de la exposicion de este libro estara casi siempre presente una primera aproxi-
macion linguistica a los terminos, voces o expresiones que habremos de utilizar, bien sea eti-
mologica -su procedencia- o bien sea semantica -su significado. Todo buen jurista debe ser
extraordinariamente preciso en la utilizacion del lenguaje.
El termino FUNDAMENTO, del lati'n «fundamentum». Significa: Cimiento o base / Mot/Vo
o razdn / Rail u origen. [Tambien lo fundamental quiere decir lo esencial , lo imprescindible
de algo]. El t6rmino CLASICO, del latin «classicus». Segun el Diccionario de la Lengua «Se dice
del perfodo de tiempo de mayor plenitud de una cultura, de una civilizacion». Lo clasico es lo
de c /ase maxima o suprema, lo de mayor perfeccidn , lo modelico: digno de ser imitado; y aun
lo permanente, lo que no muere, lo que siempre estA de actualidad. La antiguedad griega y la
romana son las que mejor definen el modelo clasico de nuestra civilizacion occidental.
[2] JUSTICIA.
[3] DERECHO
.
1 Aproximacion al concepto de Derecho
La voz Derecho proviene de la expresidn latina directum que significa lo recto .
Derecho objetivo tiene el sentido de conjunto normativo. Como una derivacidn de esta,
derecho subjetivo alude a la facultad de la que es titular un particular, que puede recaer sobre
una cosa o ejercitarse frente a otra persona .
Dice CELSO: « ius est ars boni et aequi» [D.1,1,1pr., Ulp. 1 rnst.]. Inspirados en estas pala-
bras, daremos nuestra propiadefinicidn del Derecho: «C/enc/a que, aplicada a laprictica, persi-
gue discernir lo que es justo y que, en la busqueda de lo que es bueno, reviste canones de arte».
.
2 El drbol jurfdico y su principal biparticion
El Derecho es como un «trbol frondoso de cuyo fertil tronco van brotando nuevas ramas. Su
principal biparticion es la que fija la diferencia entre Derecho publico y Derecho privado. La
diferenciacidn seria un precipitado histdrico conocido por la generalidad de los jurisconsultos,
que ULPIANO se habrfa limitado a recogerla y que consta en el Digesto [D,1,1,1,2 Ulp 1 . .
/nst.]. Viene a decir asi: «£sta ciencia - la del Derecho- abarca dos ramas: una es el Derecho
publico otra es el Derecho privado. El publico es el que tiene por objeto el gobierno de la Re-
publica. Privado es el que se refiere al provecho de cada individuo en particular; porque hay
algunas cosas utiles al comun y otras a los particulares fad singulorum utilitatem>.
Obviamente, las normas de Derecho publico son imperativas: impiden el pacto en contra-
rio; y las normas de Derecho privado son dispositivas y con frecuencia tienen caracter subsi-
diary .
24
CAPITULO 1.
Conceptos fundamentales. (I)
1.1. PREFACIO
25
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
La voz justicia, como es bien sabido, proviene de la expresion latina iustitia. De-
acuerdo con su sentido filosdfico, de genuina configuracion griega, el Diccionario
dela Real Academia Espanola afirma en su primera acepcion que justicia es:
26
Capi'tulo 1 : Conceptos fundamentales. (I)
«Una de las cuatro virtudes cardinales, que inclina a dar a cada uno lo que le co-
rresponde o pertenece».
Es evidente que la definicion academica ha querido y sabido recoger el pensa-
miento cltisico hel&iico que identifica la justicia con una virtud cardinal -es decir
que marca o senala la senda por la que debe discurrir la vida del ser humano recto y
virtuoso-, que Neva a «dar a cada uno lo suyo».
Junto a este significado preciso, y como complemento al mismo, puede situarse la
tercera acepcion que se recoge en el Diccionario de la Real Academia, al decir: «Con-
junto de todas las virtudes, por el que es bueno quien las tiene». Asf se entiende que
la justicia, en significado global, coincida con la bondad y con el bien.
Para completar este piano filosofico, el Diccionario quiere subir un peldano
m s y situarse en el nivel teoldgico que, por serlo, es trascendente, sin dejar por
^
ello de ser una parcela del saber que puede y debe ser objeto de estudio y an£lisis
a trav£s de la labor esforzada de la razon. Asf, en la septima acepcion el DRAE
afirma:
«Atributo de Dios por el cual ordena todas las cosas en numero, peso o medida.
Ordinariamente se entiende por la divina disposicidn con que castiga o premia, segCin
merece cada uno».
Es la justicia divina que rebasa la justicia humana, al estar traspasada por la infinita
misericordia de Dios. En la doctrina cristiana, la justicia se identifica con el cumpli-
miento de la Voluntad divina. Todo procede del Bien. El Bien es anterior al ser. Los
seres tienen una tendencia natural, una Ley de levitacion, por la que buscan el Bien
aun sin saberlo.
No resulta procedente hacer una glosa de esta acepcidn, por elementales razones
objetivas materiales, que nos obligan a reconducirnos al Capi'tulo de nuestra exposi-
ci6n.
Por ello nos adentramos en los arcanos de la nocion de justicia en el saber filosofi-
co. En el pensamiento griego, reformulado siglos mas tarde por la doctrina escolastica
medieval cristiana, la justicia es una virtud. Puede entenderse por virtud: «la disposi-
cion habitual y firme de hacer el bien*. La persona que dirige sus acciones de acuerdo
con lo preceptuado en las virtudes, tiende hacia el bien.
La justicia forma junto con la prudencia, la fortaleza y la templanza, el conjunto
cuatripartito de las denominadas virtudes cardinales. Se trata de virtudes humanas
que tienen por objeto ordenar las conductas para alcanzar una vida conforme a la
moral. Son denominadas cardinales, en primer lugar, por ser las mas importantes
en su categorfa, pudiendose las dem3s virtudes humanas reconducirse, de alguna
manera, a ellas.
Tienen, ademas, una denominacidn id£ntica a los denominados puntos cardina-
les. La explicacion es que presentan un sentido an&logo. Asi', los puntos cardinales
sirven para situarse y orientar su camino en el orden fisico y geografico, para saber
donde se encuentra y que ruta debe seguir para alcanzar el lugar, punto o meta
27
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
que pretende. Por su parte, las virtudes cardinales tienen tambien, en un sentido
mas intangible pero no por ello menos real, un significado de utilidad para situar al
individuo, ordenar su conducta y dirigir sus pasos en el camino de la vida, de forma
que pueda, gui&ndose por el las, andar rectamente ese sendero -otra vez presente
de forma implfcita esta concepcidn del Derecho como sendero recto- y asf llegar
felizmente a su destino.
Cada una de las cuatro virtudes cardinales tiene en el actuar una funcion bien
definida. Las cuatro son informantes del quehacer humano, respondiendo a distintos
valores que tratan de inspirar el comportamiento cotidiano en el piano individual y
social. La templanza es la virtud que procura el equilibrio en el disfrute de los bienes
materiales. La fortaleza proporciona la firmeza y la constancia necesaria en las adver-
sidades.
La justicia es la firme voluntad de dar a cada uno lo suyo; y la prudencia, por ul-
timo, es la virtud que dispone a la razon pr ctica a discernir, en toda circunstancia o
^
conflicto, que se debe hacer y qu£ se debe evitar. Su finalidad es, pues, ser una virtud
conductora de las otras tres.
En este sentido, se encuadra esa bella y elocuente figura alegdrica del pensamiento
griego, representada en tantas manifestaciones artfsticas, en la que puede reconocerse
un carro tirado por tres corceles, tres briosos caballos, en el que el auriga, es decir
quien conduce el carro, se sirve de las riendas, para dar a sus caballos las drdenes
precisas a los efectos de que sigan la ruta adecuada y ademas lo hagan al ritmo con-
veniente en cada momento.
La prudencia se identifica con el auriga que, en cada circunstancia, indica qu6 es
lo justo, qu6 lo templado o que es lo conforme a la fortaleza. El desorden en las vir-
tudes puede ser por exceso o por defecto. Es decir, una persona puede no alcanzar el
equilibrio bien porque no pone los medios y despliega la actividad adecuada; o bien
por el contrario porque se sobrepasa en una u otra faceta.
En ambos casos, cada vez que en el campo de cualquiera de estas tres virtudes
quien no actua prudentemente, provoca que su actuacion no alcance la finalidad de-
seable, por lo que su comportamiento no sera virtuoso.
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Capi'tulo 1 : Conceptos fundamentales. (I)
29
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
30
Capitulo 1: Conceptos fundamentales . ( I)
La voz Derecho proviene de la expresion latina directum que es, tambien, rafz eti-
moldgica de expresiones de otras lenguas romances, asi: en frances droit , en italiano
diritto, en portugues direito, en gallego dereito, y en Catalan dret . Directum significa
lo recto. Esta expresion se generaliza en Roma en la etapa postcl&sica, es decir, a partir
de la segunda mitad del siglo III d.C., sobre todo desde fines del siglo IV d.C.
En su posterior generalizacion, un sector de la doctrina entiende que el pensa-
miento cristiano tiene un importante influjo. Asi, penetrara en el ambito jurfdico la
idea de que el «actuar justo* coincide con el «actuar con rectitud*, por lo que Derecho
coincidiria con «lo recto*. En los albores de la civilizacidn, desde que una comunidad
politica se organiza de forma primaria, surge el Derecho como una necesidad de or-
ganizar la vida social.
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FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
32
Capftulo 1 : Conceptos fundamentals. (I)
Elio supone que no ha sido, ni puede ser, el legislador quien ha configurado una
rama nueva y la ha dotado de la autonomfa que precisa para ser considerada como tal.
Por el contrario, es preciso afirmar que ha sido la doctrina cientffica, quien en un mo-
menta y respondiendo a una coyuntura histdrica expresada en una realidad normativa
y social, ha procedido a individualizar una parcela a travds de su segregacion de otra
en la que, hasta entonces, se encontraba inserta.
La imagen, a un tiempo grafica y simbdlica, de un drbol frondoso del que siempre
brotan nuevas ramas de su fertil tronco comun, hace que el proceso de diversifica-
cion, y consiguiente identificacidn, de las materias juridicas se configure como una
realidad cambiante que no conoce final. Elio es mas evidente en nuestro tiempo ac-
tual, en el que tanto la realidad normativa como la actividad forense en el ejercicio de
la abogacfa, es cada vez nricis especializada por lo que la division e individualizacidn
de nuevas parcelas jurfdicas se encuentra en plena expansidn.
De entre todas las clasificaciones que pueden establecerse en el ambito del Dere-
cho la clasificacidn de mayor raigambre histdrica es, sin duda, aquella que diferencia
entre Derecho publico y Derecho privado. Esta biparticidn sigue siendo valida y esta
vigente desde hace mas de veinte siglos. Su consolidacidn hace que sea conocida y
entendida no sdlo por los estudiosos, sino que incluso puede decirse que forma parte
del acervo cultural comtin.
Su fortuna imperecedera deriva de su claridad conceptual que, como todo lo did-
fano, es claro por responder al propio sentido comun. La referida biparticidn es una
creacidn jurisprudencial romana. Esta no es ninguna novedad, pues, responde a la
regia general por la que la mayor parte de las categories y conceptos que, en el tiempo
presente, se comportan como basilares o fundamentales en el dmbito jurfdico provie-
nen, en su genuina formulacidn, del Derecho Romano.
La divisidn se encuentra formulada en un texto de Ulpiano. Este jurista vive en el
siglo III d.C. Es uno de los tiltimos exponentes de la etapa cldsica en la historia de la
jurisprudencia romana. El fragmento de Ulpiano en el que se expone la divisidn esta
tornado de una obra docente. Este tipo de obras se destinaban a los que se iniciaban
en el estudio del Derecho por lo que solfan recoger mdximas, principios y reglas de
plena consolidacidn y de facil formulacidn y comprension.
Los estudiosos piensan que cuando Ulpiano afirma lo que es Derecho pdblico y
lo que es Derecho privado, lo enunciado no es una creacidn original suya, ni siquiera
en la formulacidn de su tenor literal. Se considera m4s probable, que la distincion
formase parte del deposito comun de los juristas clasicos.
En todo caso, lo cierto es que la diferenciacion serfa un precipitado historico cono-
cido por la generalidad de los jurisconsultos, por lo que Ulpiano se habrfa limitado a
recogerla. El pasaje forma tambien parte -como en el caso de la definicion de ius que
hemos analizado-, del primer fragmento que inicia el Digesto. Dice asf: «Esta ciencia
«el Derecho abarca dos ramas: una es el Derecho publico otra es el Derecho privado.
*
El publico es el que tiene por objeto el gobierno de la Republica. Privado es el que se
33
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
refiere al provecho de cada individuo en particular; porque hay algunas cosas utiles al
comun y otras a los particulares».
Se comprueba, pues, que la referida distincidn diferencia entre una y otra categoria
del Derecho por razon del interes al que tiende y atiende. Asf, cuando habla de prove-
cho el jurista se esta refiriendo a la utilidad a la que esta destinada la norma juridica.
Asf, puede estar al servicio de las cosas publicas, es decir, persiguiendo el interes
general; o bien puede situarse en aras o en beneficio de los intereses particulares, es
decir de los individuos de la comunidad que son el sujeto titular de los derechos.
Este criterio diferenciador se conoce por la teorfa del interns. En las relaciones ju-
rfdicas reguladas por una norma de Derecho publico el ente publico interviene desde
una posicidn de superioridad sobre el particular.
Dicha desigualdad se justifica en virtud de que el ente publico representa el interns
general y, por ello, parece que debe darsele la capacidad de imponer al particular
ciertas reglas siempre que las mismas persigan ese interns general.
Por el contrario, en las relaciones de Derecho privado las partes intervinientes al
relacionarse en piano de igualdad, actuan de mutuo acuerdo, sin que puedan justifi-
carse imposiciones de ninguna de ellas frente a la otra.
El conjunto de normas de Derecho publico presenta, generalmente, un caracter
imperativo que impide el pacto en contrario. Elio implica que son normas de Derecho
publico las de Derecho impositivo, coercitivas o coactivas. Por el contrario, las nor-
mas de Derecho privado son dispositivas y suele ser frecuente que tengan ademas un
caracter subsidiario.
Esto significa que regulan la relacidn juridica de acuerdo con lo dispuesto en las
mismas, solo en el supuesto de que las propias partes intervinientes no pacten, expre-
samente, las condiciones de su relacidn. Ello supone, ademas, que pueden ser exdui-
das por expresa voluntad en contrario. Esta caracterfstica es fruto del reconocimiento
a la libertad del individuo de regular de acuerdo con su criterio sus propias relaciones
particulares con otras personas.
34
SlPNOSIS DEL CAPITULO 2
[ 1] LEY. [ 2] ORDENAMIENTO JURIDICO.
[1] LEY
1. La Ley en relation con el Derecho. El termino Ley es uno de los conceptos nucleares de
toda parcela del saber jurfdico. Gayo en sus Instituta afirma «Ley es lo que el Pueblo manda
y establece». El Populus Romanus , no se refiere a todo individuo que vive en la comunidad
polftica romana sino que se refiere al conjunto de la Asamblea popular, denominada Comicio.
El Diccionario de la Lengua de la Real Academia Espanola, entre las acepciones de la voz Ley
ofrece la de «Precepto dictado por la autoridad competente, en que se manda o prohibe algo
en consonancia con la justicia y para el bien de los gobernados». Y tambien la de «Se dice en el
regimen constitucional, respecto de la disposition votada por las Cortes».
.
2 Delimitation constitutional. El Preambulo de nuestra Constitucibn de 1978 senala que la Na-
cion espanola pretende: «consolidar un Estado de Derecho que asegure el imperio de la Ley como
expresion de la voluntadpopular ». Uno de los principios basicos inmerso en el concepto de Ley es
el principio de igualdad, que debe entenderse en doble sentido: (a) la Ley debe ser aplicada a todos
por igual: «principio de igualdad ante la Ley»; (b) la Ley debe contener un tratamiento paritario para
todos: ^principio de igualdad en la Ley» [es decir, igualmente enunciada para todos] .
En el 5mbito jurfdico el termino Ley puede usarse en estas dos acepciones: (1) Ley en sen-
.
tido formal. Norma o precepto que emana del poder legislative del Estado (2) Ley en sentido
material. Toda norma jurfdica positiva que forma parte del ordenamiento jurfdico.
[ 2 ] ORDENAMIENTO |URIDICO
35
FRANCISCO EUGENIO DIAZ
ricibn de determinados problemas. 11 • La antinomia [una contradiccibnj; (2) Las lagunas legales
[unos vacfosj. La misma diversidad normativa del ordenamiento jurfdico implica la necesidad
de una estructura jerSrquica. La •estructuracibn piramidaU del ordenamiento jurfdico (como
un conjunto de normas interrelacionadas y subordinadas unas a otras formando una piramide
invertida en cuyo Venice de base esti la Norma Suprema, el Texto constitucional ) es idea de
Hans KELSEN (1881-1973) [el famoso jurista estadounidense de origen austriaco, autor de la
Constitucibn austriaca de 1920],
De la unidad del ordenamiento jurfdico derivan otros dos rasgos definitorios del mismo:
36
CAPI'TULO 2.
Conceptos fundamentales. (II)
Ai ser el tdrmino Ley, uno de los conceptos nucleares de toda parcela del saber
jimdico y al conformarse como frontispicio de cualquier reflexion en el ambito del
Derecho, entiendo que su determinacidn no debe restringirse a un andlisis efectuado
desde un ambito estrictamente iuspositivo.
Debe iniciarse, a mi juicio, desde un enfoque lingufstico que situe al estudioso en
adecuada atalaya para la posterior reflexion jurfdica. En este sentido y a los efectos de
comprender adecuadamente su significado resulta, sin duda, de interes iniciar su ana-
lisis desde su etimologfa y su significacion semantical una y otra permitiran transitar,
con seguridad, en el ambito propiamente juri'dico.
La voz latina Lex presenta un diverso origen etimologico. A los efectos docentes
de una obra de esta naturaleza, nos quedamos con la rafz leeg, que se identificaba
en Roma con el dictado de un magistrado con imperio que la Asamblea comicial -es
decir la Asamblea de ciudadanos con derecho de participacion en la vida publica-,
ratificaba.
Gayo en sus Instituta afirma «Ley es lo que el Pueblo manda y establece*. En esta
definicion de Ley, la voz «Pueblo», en latfn el Populus Romanus , no se refiere a todo
individuo que vive en la comunidad politica romana sino que debe concretarse ex-
clusivamente en la Asamblea popular, denominada Comicio en la etapa republicana,
que reum'a como acabo de referir, a todos aquellos que tem'an participacion activa en
la vida publica de la ciudad, de la civitas.
En nuestro idioma espanol, la primera acepcion que el Diccionario de la Lengua
de la Real Academia Espanola ofrece, en su web.rae.es, de la voz Ley es: «Regla fija a
la que estd sometido un fendmeno de la naturaleza*.
37
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
38
Capitulo 2: Conceptos fundamentals. (II)
39
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
Asf no son solo Leyes los dictados del poder legislative sino cualesquiera otras nor-
mas aprobadas por los poderes ejecutivos o de gobierno, como los Reales Decretos,
las 6rdenes Ministeriales o las Ordenanzas municipales entre otras muchas.
40
Capitulo 2: Conceptos fundamentales. (II)
41
CAPITULO 3
SlPNOSIS DEL
.
1. Los tres pilares de la civilization.- Europa es: «Atenas, Roma y Jerusalem (P Valery).
«La metafisica griega, el Derecho romano y la religidn de Israel, dejando de lado su origen y
destino divinos, son los tres productos mis gigantescos del espiritu humano» (Xavier Zubiri).
2. Al principio era Grecia.- Casi todas nuestras categorias intelectuales, esquemas raciona-
les y modelos argumentativos, proceden de la cultura helenica recogida, en gran medida, en el
Corpus Aristotelicum. Debemos, ademas, sentir la lengua griega como propia.
3. Roma y su Derecho.- El Derecho nace en Roma. Es invention suya. Con posterioridad
es estudiado y transmitido, en todos los centres del saber desde los maestros glosadores de
Bolonia de fines del siglo XI hasta nuestras dfas.
4. El pensamiento judeo-cristiano. Muchos valores y principios de comportamiento social
estan condicionados por el mensaje cristiano. «Nuestro arte, arquitectura, musica, literatura y
pensamiento filosdfico estin saturados de valores cristianos» (Steiner).
[ 2] LA DEMOCRACIA.
43
CAPITULO 3.
El mundo clasico. La democracia
45
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
nismo, que completa el ius al unificar la moral y decidir que a ella debe sujetarse el
Derecho...explican que Europa haya podido ser cabeza del mundo».
Conscientes del pasado histbrico comun, la «Declaracion sobre la identidad euro-
pea* de hace unos anos insistfa en la necesidad de redescubrir Europa a travbs de su
caracterizacion preterita.
En suma, la filosoffa griega, descubre al ser humano desde la razon; el Derecho
romano, lo contempla desde su condicion de ser social y ofrece soluciones a las
controversias que la convivencia ocasiona y el cristianismo -religion para creyentes
y pensamiento para no creyentes-, proporciona unas reglas eticas de convivencia que
condicionan, en gran medida, la valoracion de lo bueno, honesto y recto.
46
Capftulo 3: El mundo clasico. Lademocracia
te la historia del pensamiento y del saber. Sus canones de belleza estbtica, categorfas
filosoficas y valores politicos son los nuestros.
Asi lo asimilamos en «Los trabajos y los dfas» de Hesi'odo, dejbndonos imbuir de
sus conceptos morales y religiosos. Con Solon y Teoquis comprendimos el valor de
la disciplina y la voluntad como indispensables para cumplir con los deberes del au-
tentico ciudadano. Con Pfndaro, poeta heroico, nos deleitamos con el sacrificio del
atleta que triunfa en Olimpos o en Delfos. Leyendo, en suma, a Platon conocemos a
su Maestro Socrates y nos acercamos a su discipulo Aristoteles. Con ellos nos inicia-
mos en la curiosidad, como premisa del saber y descubrimos las principales preguntas
que formula el ser humano sobre el mundo. Por ello entiendo que todos somos, en
cierto modo, griegos.
De los cinco milenios de historia, Roma como realidad polftica ocupa casi la mi-
tad. Datandose su fundacion en el siglo VIII a.C., Roma de Occidente cae en el ano
476 d. d. C. Ello nos darfa un computo de mil trescientos afios en los que la historia
de Roma, sobre todo en las ultimas ocho centurias, se confunde, por absorcibn, con
la historia del mundo porentonces conocido.
Pero no termina ahf su historia como entidad polftica, pues el elocuente eco de
la grandeza de Roma suena desde sus propias ruinas. La mayor parte de los reinos
godos que se constituyen se conforman como continuadores de la realidad romana
precedente. Baste como prueba que el propio Odoacro, que conquista la capital del
Imperio, quiere ser un representante del Emperador de Oriente Zenon, al que remite
las insignias imperiales solicitandole el tftulo de patricio. Ademas, Roma mantiene
su presencia historica desde este Imperio oriental hasta su conquista por el Imperio
Otomano en 1453. Asf, la Historia del ser humano sobre la tierra se confunde en mas
de dos mil trescientos anos con la «romanidad» al fundirse en su crisol.
Roma transmite al mundo y condiciona la Historia de la humanidad con su idioma
latino -origen de nuestras lenguas romances: espahol, italiano, frances, portugues,
rumano, gallego, Catalan, entre otros-; sus conocimientos y descubrimientos en agri-
cultura, asf el arado; ingenierfa civil y militar; arquitectura; el calendario; su sistema
numerico; sus vfas de comunicacion; abastecimiento de las aguas; sus tecnica de la
guerra; la organizacion del territorio y un largo etcbtera, pero, sobre todo, su Derecho.
El Derecho nace en Roma. Es una invencion suya. Con anterioridad lo unico que
existe es «prehistoria del Derecho». No existe una experiencia jurfdica con los con-
ceptos categorfas y la significacion que hoy conocemos. Roma aporta las bases de
nuestra ordenacibn jurfdica, polftica y administrativa. Son imperecederos sus moldes.
Asf, su Derecho privado, regulador del cumulo de circunstancias sociales, familiares y
patrimoniales del individuo en su relacion con los otros miembros de una comunidad
47
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
y con los que no pertenecen a ella, con plenos derechos, pero viven bajo la misma; y
su Derecho publico, que establece los distintos organos de ejercicio del poder politico
y regula las relaciones del individuo con los entes publicos.
La relevante presencia del Derecho Romano en el devenir de la ciencia jurfdica
europea, ha sido una constante historica. Con posterioridad es estudiado y transmiti-
do, en todos los centros del saber desde los maestros glosadores de Bolonia de fines
del siglo XI hasta nuestros dfas. Asf, nuestra realidad universitaria, Alma Mater (madre
nutricia) nace, en exclusiva, para estudiar Derecho romano. Y en esta bella ciudad ita-
liana se mantiene dos siglos s6lo estudiando Derecho Romano. Sera mas tarde cuando
se incorporan otros estudios, asf Teologfa y Medicina, en un principio .
En orden jurfdico comun en el seno de la Union Europea, el Derecho Romano tie-
ne una funcion insustituible que cumplir siendo, inspirador de los textos de Derecho
positivo que consagran, sabi£ndolo o no, instituciones elaboradas por los jurispruden-
tes romanos, que no han perdido vigencia social.
El Derecho Romano, invade y circunda la mayor parte de los actos ordinarios y
.
extraordinarios de nuestra vida Si decimos propiedad o posesidn; prenda o hipoteca;
usufructo; contrato o delito; si pronunciamos compraventa, arrendamiento o socie-
dad; si nos referimos a accion o a procedimiento; si conocemos el sentido de heren-
.
cia, testamento, legado... etc Si todos estos conceptos los tenemos interiorizados y
conocemos su significado, aun siendo profanos en Derecho; y si esta cultura jurfdica
.
popular no sorprende es porque acornpano a nuestros antepasados Y es que desde
hace ya XXIII siglos el mundo ha vivido en contacto cotidiano con estas instituciones
jurfdicas que a pesar de ser «patrimonio de la humanidad* un dfa lejano, y aun ignoto,
fueron concebidas en Roma.
Lo que fue creacion humana se convierte en depdsito comun, res communis, de
forma que se utilizan sin saber cuando se concibieron en su formulacidn primigenia.
Y esto puede afirmarse respecto de muchos conceptos de Derecho publico La organi- .
zacidn territorial-administrativa del mundo romano delimita de forma, casi definitiva,
el mapa politico de nuestra Europa y es un referente en nuestra realidad municipal,
provincial, estatal y supranacional europea.
.
La grandeza de Roma no es la conquista, sino la romanizacion La incorporacion
.
de los territories conquistados y sus habitantes al modo de ser romanos En proceso
gradual de incorporacion como miembros activos de la vida polftica romana Hasta tal .
punto fue signo visible de avance cultural y de cultivo intelectual, que la voz barbari
-que significaba extranjero-, termina identificado con lo tosco o primitivo.
48
Capftulo 3: El mundo clasico. La democracia
3.2. LA DEMOCRACIA
La democracia es hoy uno de esos conceptos «talismein» que se presenta como pro-
picio, favorable e indiscutible. Parafraseando, en positivo, la celebre frase de Winston
Churchill «el menos malo de todos los sistemas posibles* podemos afirmar que la demo-
cracia es «el mejor de los regfmenes politicos conocidos*. Se considera, al menos teori-
camente, insustituible, pues no presenta recambio en nuestro mundo contemporaneo.
Es diffcil concebir, y aun mas implantar, otro sistema de gobierno viable. Cierta-
mente, el hecho de que el pueblo, desde el sufragio universal, presida, rija y admi-
nistre su propio destino en una comunidad politica, resulta el mejor de los sistemas,
siempre y cuando en su funcionamiento se den las premisas necesarias para garantizar
la consecucion del bien comun y el interes general. Podrfamos suscribir la triple exi-
gencia que Ciceron establecfa para que la democracia funcionase rectamente: «pue-
blo culto, leyes justas, gobernantes honrados*.
La etimologfa de democracia, procedente del griego, es simple. De forma elemen-
tal, es un gobierno en el que el poder se basa, reside y se ejerce por el pueblo. Es
evidente que el elenco de verbos utilizados no presenta el mismo valor semSntico y
puede dar lugar a realidades diversas. Este car&cter, en parte simple y unfvoco y, al
propio tiempo, complejo y plurfvoco, es tambien uno de sus rasgos caracterfsticos.
Democracia es tambien una realidad, siempre inacabada.
La grave dificultad de precisidn conceptual, no derivarfa de lo que debemos
entender por «poder», sino por «pueblo». Y es que esta expresion se enuncia por
49
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
..
3.2 2 Riesgos perennes del modelo democratico
50
Capi'tuio 3: El mundo cUsico. La democracia
..
3.2 3 Algunas concordancias y divergencias entre los modelos democraticos del
mundo antiguo y de la actualidad
51
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
52
SlPNOSIS DEL CAPI'TULO 4
ATENAS, CUNA DE LA DEMOCRACIA.
.
1 - Origenes: [Monarqufa - Timocracia]
- 621 DRAC6N: promulga distintas leyes de contenido muy drSstico.
- 594 SOL6N [h-640/h558]: primera Constitucibn Politica en la Historia. Timocracia
- 527 PISISTRATO [n. -600ca.]: muere. Pisistrato mando recopilar por primera vez la llia-
_ da y la Odisea. [En el + 527 d.C. comienza el imperio de Justiniano].
- |510| HIPIAS, un hijo de Pisistrato, es depuesto. [En Roma, cae el ultimo rey]
.
2 - El primer experimento democratico
- 508 CLfSTENES: Politico muy popular, alcanza para Atenas el primer ensayo real de
democracia en la Historia, basado en la isonomfa: la «igualdad legal».
.
Demos: el grupo de poblacion basico Clfstenes establece el ostracismo
Creacion de la Asamblea soberana denominadalEkklesfat vota leyes y cargos
Modificacion del Consejo denominadolBoulej, ya creado por Solon.
Ahora queda constituido por 500 miembros (50 por tribu), renovados cada ano.
.
3 - La Atenas de Pericles. La segunda mitad del siglo V a. C.: el llamado siglo de Pericles
- 495 nace Pericles: era sobrino de Clfstenes. Cinco anos despues, Maratbn .
- 490 Batalla de M a r a 16 n: los griegos vences a los persas. Filipides corre y muere.
.
- 485 ARISTIDES, llamado el Justo, condenado al ostracismo Batallo en Maratbn y S.
.
- 480 Batalla de S a I a m i n a: los griegos vencen a los persas TEMISTOCLES artifice de
.
la victoria [Temistocles fue condenado al ostracismo en el ano -471].
- 470 PERICLES comienza su carrera politica (a la edad de veinticinco anos) .
- 461 PERICLES, maximo dirigente de la politica: lider del partido democratico, al ser ase-
sinado Efialtes, del que Pericles era su adjunto.
- 450 Ley de las Doce Tablas, en Roma . Las Leyes de Gortina -en Creta- son de esa epoca.
- [4491 PERICLES hace la paz con el imperio Persa:
Es el fin de cincuenta anos de guerras medicas -de griegos contra persas.
Hegemonia de Atenas en el Egeo. Sigue un periodo de prosperidad.
Pericles se rodea de destacadas personalidades de su tiempo: Fidias, Herodoto ...
En el - 447 empieza a construirse el Partenon, dedicado a Atenea Parthenos.
- 432 PERICLES Empieza la Guerra del Peloponeso, entre Esparta y Atenas. Casi todas
las ciudades griegas son movilizadas. Atenas se encierra en sus fortificaciones. Esta
.
tactica de Pericles fracasa por una terrible epidemia
- 429 Pericles muere, victima de la peste, en Atenas a los 63 anos de edad.
- 404 Atenas, asediada por el navarca (almirante) espartano Lisandro, capitula.
Expulsion de los democratas, instauracibn de la dictadura de un «Consejo de los
Treinta», bajo la proteccibn Espartana.
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FRANCISCO EUGENIO DIAZ
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CAPITULO 4.
Atenas. Cuna de la democracia
4.1. ORIGENES
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FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
56
Capftulo 4: Atenas. Cuna de la democracia
Este sistema polftico timocratico termina con Pisfstrato que, a mediados del siglo
VI a.C., toma el poder mediante la fuerza e instaura una tiranfa, si bien respeta formal-
mente las Leyes constitucionales de Solon.
Actualmente se entiende como consustancial a la tiranfa, que quien ejerce el poder
lo hace en su propio interes. Por el contrario en el siglo VI a.C. se habla de «tirano»
cuando el poder se habfa asumido de forma cruenta, mediante un acto de fuerza.
El gobierno de Pisfstrato goza de aceptacion popular y suscita un periodo de pros-
peridad economica y cultural. Muere en el ano 527 a.C. sucediendole sus dos hijos,
Hipias e Hiparco. En el 514 es asesinado Hiparco lo que provoca que se concentre
todo el poder absolute en Hipias que instaura una dictadura impopular hasta que en
el 510 es depuesto.
Platon en una etapa posterior, afirmar que suele ser frecuente que el «abuso» en
^
un determinado sistema de gobierno, se produzca como reaccidn al advenimiento
del contrario. Asf, ha sido corriente en la Historia de la Humanidad que regfmenes
tiranicos, dieran lugar a sistemas de participacion popular; y a la inversa, regfmenes,
en principio, democraticos que han conducido al descontrol del poder -enmascarado
en forma democr&tica- y a la destruccidn de la prosperidad material, en definitiva al
desgobierno.
57
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
Esta etapa gloriosa de Atenas comprende la segunda mitad del siglo V a.C. Este
valeroso militar despu s se convierte en un popular politico y brillante orador.
^
Algunas de las ideas que sintetizan su pensamiento son: la Ley ha de cumplirse
inexorablemente; la libertad individual debe ser conciliable con su respeto; el trabajo
de cada ciudadano debe permitirle que participe activamente en la vida publica; el
pueblo, y no sdlo los aristocratas, debe decidir; es preciso respetar el ambito de liber-
tad del ciudadano, pues cada uno tiene derecho a vivir conforme a su pensamiento y
costumbres; debe promoverse el arte que exprese la belleza con un moderado gasto,
sin dispendios; la ciudad debe dignificar a sus fildsofos, escultores, arquitectos, poe-
tas, musicos, literatos y todo gdnero de artistas.
Pericles se rodea de un consejo de notables de distintos campos del saber como
asesores; fomenta las artes y las letras lo que da lugar al periodo de oro mas esplendo-
roso de la historia ateniense. Emplea gran parte de los fondos de Atenas en embellecer
la ciudad y realizar obras publicas. Cuando es acusado de gastar sumas de dinero mSs
alld de lo que podfa Atenas, responde convencido: «era lo conveniente®.
Pericles hace la paz con el Imperio persa y comienza una era de prosperidad eco-
ndmica y muy enriquecedora en cultivo intelectual, se organizan grandes festivales de
teatro en los que la entrada es gratuita. Atenas rebosa de orgullo sintiendose superior
al resto de las polis griegas. Es ademas una gran potencia militar con una importante
flota y al tiempo posee inmensas reservas de oro .
La decisidn de Pericles de declarar la guerra a Esparta -conocida como «guerra del
Peloponeso* y transformada en una contienda contra una Alianza militar compresiva
de todas las ciudades-estado de la Helade-, podri'a decirse que sera una de las causas
de lo que se denominari'a el «principio del fin* .
59
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
4.5. LA EKKLESIA
4.5.1. Origen
60
Capi'tulo 4: Atenas. Cuna de la democracia
61
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
4.6. COMPETENCIAS
62
Capftulo 4: Atenas. Cuna de la democracia
Es tal el poder que ostenta la Asamblea popular que algunos estudiosos entienden
que no puede diferenciarse nftidamente entre la Ekklesla , que monopoliza el poder
politico, y los cargos politicos que ejercen poder en Atenas en cuanto que debe en-
tenderse que realmente lo ejercen por delegacion de la Asamblea.
La Ekklesia es, pues, el principal brgano que representa el ideal democratico. Al
ser la reunion de los ciudadanos con derechos de participacion publica, no tiene a
ningun brgano que supervise su actuacion. De ahf que se la puede considerar deposi-
tary de la soberanfa popular. Tampoco es posible que pudiera rendir cuentas al final
.
de su mandato en cuanto que tenia caracter permanente La nocion de Ley es, pues,
la expresion de la voluntad mayoritaria de la Asamblea.
Las principals funciones que asume en su paulatino desarrollo, son las siguientes:
funcion legislativa, funcibn electoral, funcibn de control de los cargos pbblicos y fun-
cion judicial ademas de deltas funciones religiosas o sagradas.
A las tres primeras, nos dedicaremos en los dos siguientes apartados. Por lo que se
refiere a deltas funciones judiciales que, en determinadas etapas, asume hemos de senalar
.
que quedaban restringidas a la persecucibn y castigo de crfmenes politicos En tiempos
mbs evolucionados, desde la mitad del siglo IV a.C., la competencia judicial recae, en
todo caso, en organos tecnicos, constituidos como Tribunales de justicia.
En cuanto a las funciones religiosas debemos senalar, con carbcter general, que
en la democracia ateniense esta oficialmente presente la Religion. En este sentido, la
Asamblea ciudadana en sus reuniones oficiales da prioridad -en el caso de que este
incluido en el orden del dia-, al tratamiento y debate sobre los asuntos religiosos.
Ademas, debe tenerse en cuenta que el culto y los gastos de las festividades religiosas
se sufragan con dinero publico .
..
4.6 2 Especial referenda a la potestad legislativa
63
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
La Boulb prepara y elabora los asuntos que deben ser debatidos en la Asamblea,
por lo que puede afirmarse que es depositaria de la iniciativa legislativa. A esta impor-
tantisima funcibn se anade que, adembs, se encarga de hacer efectivas y ejecutar las
decisiones adoptadas en la Ekklesia , a traves de la direccion y control de la actuacion
de los cargos polfticos o magistrados que desempenan las distintas funciones en las
que se distribuye el poder de gobierno.
Quizes el modelo politico actual que mas se asemeja a este sistema de democra-
cia directa ateniense es el que se practica en diferentes cantones de Suiza. En ellos
existe un organo que, como Asamblea popular, congrega a todos los ciudadanos con
derecho de voto y un organo tecnico, mas reducido, a modo de Boule, propone a la
Asamblea los asuntos o las propuestas que le parecen convenientes, a los efectos de
que aquella proceda a aprobarlos o rechazarios.
Por ultimo, debemos destacar -a los efectos de comprender adecuadamente el
principal papel que desempefia esta Asamblea-, que, hasta el siglo V a.C., tiene un
poder legislative ilimitado. Sera Pericles quien trate de encontrar un sistema de garan-
ti'as y, al tiempo, un medio de limitacibn del poder de la propia Asamblea ciudadana
ateniense.
Asi, establece un cierto poder de control, si bien reducido, sobre su actividad le-
gislativa. En este sentido, se concede poder a determinadas personas, denominadas
nomophylakes , es decir, guardianes de la Ley, que tienen un derecho de veto, del que
no se conoce bien su alcance, en virtud del cual podrian anular las decisiones de la
Ekklesia.
64
Capftulo 4: Atenas. Cuna de la democracia
..
4.6 4 La funcion de control
65
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
66
CAPITULO 5
SlPNOSIS DEL
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FRANCISCO EUGENIO DIAZ
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CAPITULO 5.
Etapas historicas de Roma y la Constitucion
republicana
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FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
- periodo de Derecho antiguo o quiritario: del 753 a.C. al 450 a.C. Coincide con
la Monarqufa y con la fase de inicio de la Republica.
- periodo de Derecho precldsico: del 450 a.C. al 130 a.C. Se inicia con la promul-
gacion de la Ley de las XII Tablas y se extiende hasta bien entrada la Republica.
- periodo de Derecho ddsico: del afio 130 a.C. al 230 d.C. Corresponde al final
y crisis de la Republica y Principado y expansidn del Imperio romano.
- periodo de Derecho postclcisico: comprende del afio 230 d.C. al 527 d.C. Co-
incide con el Dominado.
- periodo de Derecho justinianeo: abarca del 527 al 565 d.C. Coincide con el
periodo de gobierno del Emperador Justiniano.
.
5.2 A MODO DE SINTESIS DE CADA UNA DE LAS ETAPAS
B) Epoca preclasica o republicana: Asf llamada por ser la Republica la forma impe-
rante. Abarca desde la publicacion de las XII Tablas, afios 451-450 a.C. hasta la mitad
del siglo I a.C. La Ley de las XII Tablas gozo de un gran prestigio entre los romanos.
70
Capi'tulo 5: Etapas hist6ricas de Roma y la Constitucidn republicana
Cicer6n que vive en el siglo I d.C. -es decir, cuatro siglos mas tarde de su promul-
gacion- relata que en su tiempo los ninos aprendian y recitaban de memoria en las
escuelas fragmentos de las XII Tablas.
Por su parte, Tito Livio afirma que la Ley de las XII Tablas constituye un com-
pendio de todo el Derecho publico y privado de la epoca. La idea fundamental y
el rn is alto logro de las XII Tablas es el reconocimiento de la igualdad de patricios
^
y plebeyos, aunque con alguna excepcidn. Constituye un conjunto de normas de
organizacion politica y convivencia ciudadana, en el que estan reconocidos algunos
principios fundamentales tales como: la publicidad del Derecho, la garantia de los
ciudadanos, la objetividad, la certeza de la norma y la seguridad jurfdica.
En esta epoca preclasica comienza la sistematizacion del Derecho Civil, ius civile.
Con las XII Tablas, el Derecho aparece expuesto al conjunto de los ciudadanos por
vez primera. Al hacerse publico el Derecho, existe mayor garantia para el ciudadano
que sabe a que atenerse en su comportamiento publico y en sus conductas de relacidn
negocial entre particulares. Esta garantia de publicidad antes era inexistente pues el
Derecho estaba monopolizado por eruditos pertenecientes a la clase sacerdotal. Las
XII Tablas contienen una serie de preceptos juridicos generales, sencillos, de escueta
formulacion literal a modo de axiomas lapidarios.
Asi, por ejemplo, la Tabla I contiene normas que regulan el proceso civil como
forma de resolver los conflictos o litigios entre particulares y comienza con la siguien-
te maxima: Si in ius vocat, ito , es decir, «Si eres llamado ante el magistrado, debes
acudir», lo que significa y expresa la comparecencia del demandado ante el organo
que dirige el procedimiento cuando otro ciudadano le conmine a acudir a juicio como
consecuencia del ejercicio de una accidn que coincide con la actual presentacion de
una demanda judicial.
Otro hito fundamental en esta epoca es la aparicidn del Pretor, como magistrado
jurisdiccional, dotado de iurisdictio, que dirige el procedimiento. Las disposiciones de
las XII Tablas precisaban una interpretacion; toda Ley para ser aplicada necesita antes
ser interpretada. Es el Pretor quien procede a su interpretacion al matizarlas, flexibili-
zarlas y adaptarlas al caso concreto que se le plantea.
Tambien el Pretor tiene la capacidad de proteger nuevas situaciones que no estan
reguladas por el ius civile, en cuanto que el ordenamiento juridico es por definicion
siempre incompleto. Es capaz de llevar a cabo esta tarea en virtud de su ius edicendi ,
es decir, de su capacidad de promulgar Edictos que completan e incluso pueden co-
rregir lo dispuesto en el Derecho Civil. Al hacerlo surge, paralelamente, un Derecho
pretorio o derecho honorario frente al Derecho Civil. Por ultimo, en esta epoca se
configuran, en su formulacion incipiente, muchos de los conceptos juridicos funda-
mentales del Derecho Romano que se desarrollan y llegan a su configuracidn mas
perfecta y acabada en la etapa clasica.
71
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
C) Epoca clasica: Comprende los siglos I, li y la primera mitad del siglo III d.C. Es
la epoca de esplendor del Derecho Romano. Lo mas importante de esta epoca es la
ingente produccion jurfdica que se contiene en las obras de los jurisconsultos que
son la mas valiosa aportacibn que el genio jurfdico de Roma hace a la posteridad.
Los juristas suelen organizarse y reunirse en escuelas, aunque no de manera formal,
para el estudio del Derecho. Las dos mas importantes son la escuela sabiniana y la
escuela proculeyana. Los jurisconsultos clasicos gozan de altfsima consideracibn so-
cial, no tienen caracter oficial ni remuneracion si bien, a tftulo particular, algunos de
ellos desempenaron cargos politicos importantes y, desde ellos o al margen de toda
proyeccion polftica, son los verdaderos inspiradores de una gran parte de la actividad
.
legislativa y jurisdiccional de los Emperadores Sus opiniones y propuestas que se
recogen en muchas de las Constituciones imperiales del Principado presentan una
depurada tecnica, una perfecta equidad y un equilibrado intento de conciliar los inte-
reses publicos con los privados.
D) Epoca postclasica: comprende desde la segunda mitad del s.lll hasta fines del
siglo V d.C. Algunos autores sostienen que a esta bpoca deberfa denominarsele ro-
manocristiana, dada la fuerte influencia del Cristianismo en muchas de las institucio-
nes del Derecho. Otros autores sostienen que debe denominarsele epoca romano-
bizantina debido al fuerte influjo de la corriente de ideas helbnicas que informaron el
pensamiento jurfdico en este periodo.
El Derecho, no obstante, pierde en general calidad al burocratizarse, pues, los ju-
ristas dejan de actuar con libertad en la Cancillerfa imperial y se convierten en funcio-
narios al servicio de los Emperadores. Sera el Emperador quien decida que es lo que
debe legislarse y cual debe ser su contenido de acuerdo con sus personales intereses.
Los juristas que estan en la Cancillerfa se limitan a dar forma o envoltorio jurfdico a los
deseos del propio Emperador. Se produce un proceso de vulgarizacion del Derecho
al verse influido por normas, usos e instituciones procedentes de las distintas culturas
de los territorios de las provincias orientales.
72
Capitulo 5: Etapas historicas de Roma y la Constitution republicana
Si nos remontamos al origen hay que hacer referenda a una etapa precfvica en la
que en la region central de la peninsula itcilica llamada Lacio, coexisten tres pueblos
que conforman el triple elemento etnico que dara lugar a la configuracibn de la pri-
mitiva estructura ciudadana. Son el pueblo latino, el sabino y el etrusco. La relacibn
entre ellos se presenta bastante confusa.
Los latinos pertenecerian quizes al pueblo ario. Anteriores al tiempo de los sabi-
nos, se expansionan por la peninsula italica en la epoca del bronce antes del aho 1000
a.C. Su lengua, el latin, se convierte, siglos mbs tarde, gracias al apogeo politico de
Roma en el idioma universal de la antiguedad. Son los primeros habitantes de los que
tenemos noticia que se asientan en el Lacio. El pueblo sabino llega a la peninsula itb-
lica en el siglo IX a.C. en los comienzos de la edad del Hierro. Practican, a diferencia
de los latinos, el rito funebre de la inhumacibn.
Los etruscos serian mas tardios en su aparicibn si bien es el pueblo que mayor
influjo tiene en la posterior civilizacibn romana. Su origen btnico resulta incierto aun-
que algunos autores entienden que venian del prbximo Oriente. Otros se inclinan por
su procedencia centroeuropea. De la cultura etrusca, a su vez influida por la griega,
Roma adopta el culto a los tres dioses principales del Capitolio: Jupiter, Juno y Miner-
va. Roma como civitas se forma por un proceso de integracibn de las aldeas situadas
en las siete colinas. Enclavada en un lugar sobresaliente junto al rio Tiber y en la en-
crucijada de las rutas comerciales mas transitadas, como la famosa via Salaria, o de la
sal, la comunidad rural adopta la forma y estructura de una ciudad-estado.
Los romanos no llegaron en ningbn momento a personalizar el concepto de Esta-
do tal como lo conocemos. Ni siquiera en latin existe una voz equiparable, ya que
la acunacion del termino Estado, tal como se conoce en la actualidad, se debe a la
formulacion definitiva, sobre todo, en el pensamiento de Maquiavelo y Bodino. La
principal materializacion de la comunidad politica romana la compone el conjunto
de los propios ciudadanos romanos reunidos en Asamblea, el Populus Romanus junto
con el Senado; de ambos nos ocuparemos en los Capitulos sucesivos.
La ciudad-estado en la antiguedad esta formada por un recinto amurallado, mien-
tras que a su alrededor se extienden los campos de pastoreo y de cultivos donde se
encuentran las aldeas y las casas de labranza. Segun la tradicibn, la ciudad es fundada
por Romulo que trazo los limites originarios de la Roma quadrata. Los datos arqueo-
Ibgicos, sin embargo, muestran que la civitas se forma progresivamente por una unibn
o integracibn de aldeas habitadas por los latinos.
Es opinion casi unanime que la primera de las estructuras politicas por las que
habia de pasar la comunidad primitiva romana seria la Monarquia. Son demasiados
los indicios que llevan a esta afirmacibn: asi, la analogia con los regimenes de otras
73
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
..
5.3 2 El transito de la Monarqufa a la Republica
Marco Tulio Ciceron contrapone la idea de libertad que trae consigo el regimen
republicano al caracter tiranico caracteri'stico de la ultima epoca monarquica, sobre
todo, por parte del ultimo de los Reyes, Tarquino el Soberbio.
A partir de esta afirmacion, los estudiosos han hecho excesivo hincapie en esta
contraposicion, entendiendo que la Republica se basarfa en un ordenamiento legal,
mientras que la Monarqufa estarfa fundada exdusivamente en la omm'moda voluntad
.
del Rey Sin embargo, a pesar de que esta teorfa no es totalmente falsa, peca de sim-
plista, dado que el ordenamiento monarquico no dejaba de ser a pesar de los poderes
que posefa el Rey un ordenamiento tambien sometido a reglas jurfdicas.
La tradicibn latina informa que a fines del siglo VI a.C., en el afio 509 a.C., es aboli-
da la Monarqufa y se funda un nuevo sistema politico: la Republica, con dos Consules
en el poder. Este hecho de la proclamacion del nuevo sistema republicano es exaltado
por todos los autores latinos de la epoca.
Hay muchos puntos oscuros y no existe una tesis totalmente veraz acerca de la
.
fundacibn de la Republica Dos problemas preliminares se plantean en el transito de
la Monarqufa a la Republica: la exactitud de los hechos ocurridos que dan lugar a
este trbnsito y el problema de cual fuera la magistratura que asumio el poder con la
proclamacion de la Republica.
74
Capftulo 5: Etapas historicas de Roma y la Constitucion republicana
En cuanto al primero de los problemas, es decir, cuales fueron los hechos que
motivan la abolicion de la Monarqufa, el derrocamiento de Tarquino el Soberbio y
la consiguiente proclamacion de la Repiiblica, la primera respuesta que tiene escasa
apoyatura histdrica nos la ofrecen los relatos de la historiograffa romana.
Se refiere que se encontraba el ejercito romano empenado en una conquista beli-
ca, a pocos kilometros de Roma. Se suscitd una fuerte discusidn entre los hijos del Rey
Tarquino el Soberbio y otros nobles romanos, unos y otros oficiales de las legiones,
que versaba acerca de cual de las esposas, si las de los hijos de Tarquino o las de los
otros nobles romanos, era mas virtuosa. Para averiguarlo se trasladan por sorpresa
a sus casas y mientras a las esposas de los hijos de Tarquino las hallan dedicadas al
placer, la esposa del noble romano Tarquino Colatino, Lucrecia, estaba dedicada a las
tareas de gobierno familiar de la domus .
Por pasion o por venganza Sexto, uno de los hijos de Tarquino el Soberbio, intento
seducir a Lucrecia y ante su negativa comete un acto de violacion. Ella, sintiendose
deshonrada, se da muerte. Enterado de lo sucedido, Junius Brutus aristocrata romano
y amigo de Tarquino Colatino, toma el cuerpo de Lucrecia, arenga al Senado y a la
Asamblea denunciando el hecho y como consecuencia de ello se produce una revuel-
ta popular que provoca el derrocamiento de Tarquino el Soberbio y la proclamacion
de la Repiiblica con dos Cdnsules al frente: Junius Brutus y Tarquino Colatino .
Esta tradicidn con ribetes de leyenda es en principio aceptada como forma simbo-
lica de expresar que el Rey habrfa sido derrocado como consecuencia de un episodio
cruento en el que el pueblo cansado de un poder absoluto y despotico, habrfa termi-
.
nado con el regimen monarquico La cafda de la Monarqufa se habrfa debido a una
revuelta de la aristocracia romana apoyada por el pueblo contra el despotismo del
ultimo Rey etrusco.
En la actualidad la mayorfa de los estudiosos tratan de explicar a espaldas de la tradi-
ci6n y de este relato, el transito de la Monarqufa a la Repiiblica. Consideran que el transito
se produce de una forma lenta, progresiva o paulatina, se descarta un cambio brusco y
cruento contra el Rey. Puede ser que este cambio de regimen se hubiese producido a tra-
ves de una institucion intermedia, una especie de Monarca de caracter anual.
Este magistrado habrfa ido nombrando distintos organos polfticos auxiliares para
que pudieran con £1 atender a todas las tareas de gobierno de la comunidad sobre
todo cuando la pequena civitas comienza a crecer como ciudad y a expansionarse
territorialmente fuera de sus iniciales y reducidos Ifmites.
Es probable que en este proceso lento de trasformacion de las estructuras de
poder absoluto se produjese un paulatino debilitamiento de los poderes del Rey.
En este sentido, en el ocaso de la Monarqufa existirfan en Roma diversos ma-
gistrados que habrfan ido asumiendo primero de forma temporal y despues mas
definitiva las funciones polfticas y militares del Rey y habrfan acabado por recluir
o confinar al Rey al campo exclusivamente religioso, quedando relegado a una
figura simbolica.
75
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
..
5.3 3 Las luchas sociales entre el patriciado y la plebe
Desde fines del siglo VI hasta el ultimo tercio del siglo IV, la Republica va afian-
zandose a pesar de una serie de tensiones polfticas, economicas y sociales. Destacan
entre ellas, la tension social fruto del antagonismo entre las dos clases sociales existen-
tes en la comunidad: patricios y plebeyos que, aunque equiparados por las XII Tablas
del 450 a.C., segufan presentando diferencias sustanciales en otros ordenes, induso
en el jurfdico.
La insercibn de los ciudadanos en la Res Publica se realizb a traves de una or-
ganizacibn por tribus territoriales, es decir, por razbn del territorio sobre el cual se
asentaban y se abandonb el criterio personal, organizacion tripartita de tribus: Tities,
Ramnes y Luceres, que no servfa ya para los nuevos fines militares que imponfa el
creciente esfuerzo belico de Roma.
En una primera bpoca la lucha por la igualdad, ante el exclusivo goce de los dere-
chos politicos y los continuos abusos de la dase dominante de los patricios, se instru-
mentaliza a traves de la resistencia pasiva de los plebeyos que realizan secesiones o
retiradas pasivas fuera de la civitas dejandola inerme frente a cualquier ataque militar
externo. Asf fueron celebres las retiradas de los plebeyos al monte Aventino. El primer
conflicto social tiene como causa las continuas levas o reclutamientos militares y la
prision por deudas de los plebeyos insolventes.
A partir del ano 494 a.C. los plebeyos consiguen el reconocimiento de los Tribu-
nos de la plebe, que eran sus jefes electivos dado que se elegfan en la Asamblea ple-
beya denominada Concilia plebis. Mas tarde en virtud de la aprobacibn de una Ley se
declara a sus personas como inviolables, sacrosanctae, por lo que se condena a pena
capital a quien atente contra ellos.
En el ano 445 a.C. la Lex Canuleia suprime la prohibicion de matrimonios entre
patricios y plebeyos. La aceptacion «constitucional» de las reivindicaciones plebeyas
se produce en el siglo IV a.C. con la promulgacion de las Leyes Liciniae Sextiae, que
76
Capi'tulo 5: Etapas hist6ricas de Roma y la Constitucion republicana
permiten el acceso de los plebeyos al Consulado y la Lex Hortensia que equipara los
Plebiscites adoptados en las Asambleas de la plebe, a las Leyes votadas en los Comi-
cios. Con el final de las luchas de clases, se consolida la Constitucion de la civitas
patricio-plebeya que alcanza su apogeo en los siglos III y II a.C.
77
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
..
5.4 2 Notas esenciales
78
Capi'tulo 5: Etapas historicas de Roma y la Constitution republicana
Testimonio de Polibio que no hace mas que senalar que la Constitution republi-
cana no tiene un pilar, sino tres columnas basilares principales: Magistraturas, Senado
y Asambleas Populares. A la vista de estos tres organos con sus respectivos poderes o
facultades, podemos afirmar que se produce un singular y armdnico equilibrio entre
los mismos, que no debe interpretarse en el sentido de la moderna separacion de
poderes -legislative, ejecutivo y judicial- sino, m&s bien, como un sistema de inter-
dependence y recfproco control.
Vamos a examinar las distintas teorlas que tratan de explicar en cual de los tres
organos politico constitucionales que hemos senalado radicarla, esencialmente, la
soberanla en la Republica romana, si bien somos conscientes que este termino «sobe-
ranla* es muy posterior a las realidades pollticas que estamos considerando. Algunos
autores han hecho hincapie en que la soberanla en la Res Publica recaerla en el Popu-
lus Romanus , es decir, en los Comicios o Asambleas populares. Fundamentalmente es
partidaria de esta tesis la doctrina romanista alemana ya que los estudiosos germanos,
historiadores o juristas, otorgan siempre gran predominio a la comunidad dentro de
las estructuras polltico-sociales.
Se entiende as! que el Populus Romanus, como Asamblea ciudadana tenia su asen-
tamiento en la urbs y por ello se considera que la crisis de la Republica no serla mas
que el desbordamiento del pueblo fuera de los recintos amurallados de la ciudad, lo
que Neva inexorablemente a que la estructura de poder ciudadano ya no sea viable en
una comunidad polltica que se extiende territorialmente y no deja de expansionarse
muy lejos del primitivo recinto de la civitas .
Otros autores piensan que la verdadera soberanla residirla en el Senado. Para
ellos, no puede hablarse en la epoca republicana de una aut£ntica democracia, dado
el poder restringido y con importantes limitaciones que atribuyen a las Asambleas.
Constatan como los Comicios, en primer lugar, deberlan ser convocados por un
magistrado, normalmente el C6nsul que tenia el ius agendi cum populo. Ademas,
antes de comenzar la reunidn comicial se tomaban los auspicios por parte del Colegio
de los Augures. Esta toma de los auspicios era, en definitiva, un arma polltica en sus
manos ya que si los sacerdotes senalaban que los dioses no eran favorables, no podia
celebrarse la reunion comicial. A esto se afiade que los Comicios no podlan entrar en
la discusion de la propuesta ( rogatio) de los magistrados, sino que unicamente estaban
capacitados para expresar su opinion aprobSndola o rechazandola a trav£ s de su voto.
Por estas razones se considera que la soberanla no radica en los Comicios, sino
en Senado, al ser el 6rgano director de la vida polltica, que tenia una influencia
el
efectiva en las propuestas que presentaba el C6nsul en las Asambleas y que tenia un
gran ascendiente moral sobre el pueblo.
79
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
Son muy escasos los estudiosos que afirmen que la soberam'a recae sobre las ma-
gistraturas, a pesar de que su conjunto compone un mosaico rico en poderes de go-
bierno efectivo de la civitas. Elio se debe a que el Senado, como senalamos ejerce
un influjo notable en ellas y la Asamblea Comicial es la que tiene la facultad de su
eleccion.
Para llegar a un punto de acuerdo en este debate doctrinal, quizas resulte acertado
que la tesis m£s viable sea una teorfa intermedia o eclectica que estima que debe ha-
blarse de un equilibrio singular de dos drganos: el Populus Romanus y el Senatus. Se
hace preciso constatar que el binomio Senado-Pueblo es inseparable en el gobierno
de la civitas, tal como lo prueba la inscripcion SENATVS POPVLVSQVE ROMANVS
(SPQR) que aparece siempre como anagrama en las divisas de las legiones romanas y
.
que es la expresidn maxima de la Republica Quizas pueda afirmarse que en la 6poca
de mayor pureza republicana la Res publica romana encarna el sistema politico de-
mocr&ico mas evolucionado y perfecto de la antiguedad.
80
SlPNOSIS DEL CAPITULO 6
[ 1] ROMA. [2] ESPANA. [3] IBERIA. [4] LAS PROVINCIAL
[5 ] LA CIUDAD. [6] ECONOMIA, [ 7] EPIGRAFIA MUNICIPAL.
[1] Roma conforma Espana. De una diversidad de pueblos y culturas indi'genas, y tras la pacifi-
caci6n augustea, Roma y su administracion conforman la realidad polftica unitaria de Hispania .
.
[ 2 ] La Historia de Espana inserta en la Historia de Roma Se dice que la historia de Roma es
la historia de una ciudad que se ensancha para convertirse en la historia de un pais y termina
. ..
siendo la historia del mundo Roma vence a Cartago en Zama (202 a C ): fin de la Segunda
.
Guerra Punica Bastantes anos mas tarde, Octavio se hace dueno unico del Imperio. Se suceden
los anos asf:
. .
Ano 31 a C. Batalla de Actium Octavio vence a Marco Antonio. El Senado le titula «Au-
gusto».
. .
Ano 26 6 27 a C Octavio viaja a Tarraco a fin de preparar sus luchas contra astures y
cantabros.
Ano 25 a.C. Octavio cree acabadas las «guerras cantabras», funda Emerita y vuelve a Roma.
.
Ano 19 a C. Agripa sofocatci la ultima resistencia cantabra y al fin se establecera la paz
romana.
.
Ano 9 a. C Se consagra en Roma el Ara Pads Augustae. Pronto Hispania se insertara en
Roma .
Hispania aportara a la Urbs gran abundancia de productos agrfcolas y riquezas mineras .
Roma nos lega su idioma y su manera de concebir la vida social, levanta templos y mo-
numentos, construye obras publicas y calzadas, transmite su Derecho y su sistema polftico-
administrativo.
La segunda romanizadon se da a partir del S. XIII. En 1248 Fernando III reconquista Sevilla .
[3] Roma arriba a Iberia.
En el 218 a. C. Las legiones romanas desembarcan en Ampurias, colonia cartaginesa. Las tropas
de los Escipiones (Gneo y Publio), intentan derrotar el enemigo cartagin£s. En el 206 a. C. [cae
Cadiz] los cartagineses son expulsados de la peninsula (por el ej£rcito del general con imperium
Publio Cornelio Escipion -«el Africano*-). En el 197 a. C. el mando militares sustituido pordos
propretores a los que el Senado encomienda que delimiten el territorio de cada provincia: la
Citeriory la Ulterior. Se establece como frontera provincial el saltus Castulonensis Ostulo, en
.
la actual provincia de Ja£n)
81
FRANCISCO EUGENIO DIAZ
82
CAPITULO 6.
Espana, desde Hispania
El tftulo de este epigrafe es trimembre. Constituye una oracidn constituida por dos
sustantivos unidos por un verbo. El primero resena una realidad historica que fue y
ya no es. El segundo refiere una realidad historica que fue, ha sido y es. El verbo que
enlaza uno y otro sustantivos, conformar , que ofrece, en su pristino significado va mas
all£ de las nociones de relacionar o encadenar.
Trata de expresar, en la primera acepcion que ofrece el Diccionario de la Real Aca-
demia Espafiola, la idea de concordar algo con otra cosa . Si continuamos con nuestra
sencilla reflexion linguistica, por remision, hemos de aproximamos al concepto de
concordar, que deriva del latin concordare , y de ahf «concordancia», «concordia». Esta
es la idea que se nos ofrece en esta segunda acepcion de conformar cuando el Diccio-
nario, referida a las cosas y no a las personas, expresa que conformar es corresponder
una con otra, anadiendo, en su tercera acepcidn de conformar la realidad de estar en
concordancia , es decir, en conformidad o correspondencia.
Pues bien, desde este breve apunte semintico, partimos para senalar como Roma
una de las experiencias mas brillantes de la historia de la humanidad que hoy en su
espfritu aletea, y en sus instituciones, en la civilizacion occidental, ha conformado
con sus propios mimbres esta realidad multisecular que llamamos Espana.
Una realidad sociopolitica que, siglos mas tarde de haber sentido la presencia po-
litico-administrativa y cultural de la civilizacion romana, sentira la necesidad de cons-
'
tituirse, configurandose como una nacion que precisa ser dotada de una estructura
jurfdica estatal. Ese Estado moderno, el primero en constituirse en nuestro continente
europeo que, desde hace ya mas de cinco siglos, nos ha sido legado.
83
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
Y si esto es asf, al menos hasta el tiempo presente, lo es porque en una etapa que
coincide, poco mas o menos, con el cambio de cbmputo en nuestra cronologfa como
forma de datar los hechos, en los inicios de la primera centuria de la era cristiana,
Roma conforma un territorio y a sus habitantes, entregando una conciencia de unidad
a lo que, hasta entonces, era solamente un accidente geogrbfico, sin mas identidad
que su configuracion peninsular.
Resulta comunmente admitido, que para realizar un adecuado analisis acerca del
sentido de cualquier institucibn jurfdica o para alcanzar una correcta interpretacibn
del contenido de una norma, el estudioso del Derecho debe previamente conocer
y comprender el marco historico-social en que dicha disposicion normativa ha sido
promulgada y aplicada.
A fin de prologar mi analisis con algun testimonio que pueda expresar su hilo con-
ductor, me parece oportuno resenar algun verso de dos poemas que saben encerrar el
espfritu de ese pueblo, ayer y hoy romano. Lo hago desde la conviccibn de que solo
la poesi'a, con su proverbial penetracibn en el espfritu popular, puede desentranar la
esencia vital del pueblo al que sirve y del que nace.
Asf se expresa uno de los poetas mas geniales de nuestra poesi'a contemporanea,
Federico Garcia Lorca. En su elegfa que expresa el Llanto por Ignacio Sanchez Mejias
dice Lorca: Aire de Roma andaluza. .. sabe que nada como Roma expresa el pensar,
sentir y vivir de este pueblo. Hispania fue, probablemente una de las mbs brillantes
provincias romanas.
Ese mismo territorio se convirtio, siglos mbs tarde, como consecuencia de la inva-
sion islamica y de su intrfnseca vis expansiva , en la realidad mbs floreciente de toda la
historia de la civilizacion musulmana, esto es, en El Andalus con capital en la Cordoba
califal. A esta bifronte realidad historica se refiere tambibn Manuel Machado, en una
preciosa poesfa en la que, en un sola estrofa, define el alma de cada una de las capi-
tals andaluzas. Y de Cordoba dice:
84
Capftulo 6: Espana, desde Hispania
Sin embargo, no son espaholes quienes se enfrentan a las legiones romanas, sino
turdetanos, ilergetes, celtiberos, vacceos, etc. S6lo cuando, tras la pacificacion au-
gustea toda esa diversidad de pueblos y culturas se fundieron en la romanizacidn
operada, Roma y su administration provincial hicieron surgir una realidad polftica,
Hispania, que alcanza una entidad unitaria.
Suele afirmarse que la historia de Roma es la historia de una ciudad que se ensancha
para convertirse en la historia de un pais y termina siendo la historia del mundo Una de.
las mas frondosas ramas de esta colosal civilizacion romana fue la antigua Shepham-im
de los fenicios y la Iberia de los griegos: un territorio mftico en el que se produci'a el
ocaso del sol, alK donde Hercules formo sus columnas y vencio al monstruoso rey Ge-
ri6n, en suma, el finis terrae tras el cual se abri'a el misterioso y proceloso Mar-Oceano .
Hispania en general formara pronto parte importante de la historia romana. La roma-
nizacion en la peninsula sera tan rapida que, en pocos anos, ya no tendra sentido distin-
guirentre un romano de Roma o uno de Italica, Malaca, Corduba o Gades. A proposito
de esta plena fusion de pueblos Veleyo Paterculo afirma que Comelio Balbo -amigo y
colaborador de Cesar, nacido en Gades-, era non Hispaniensis sed Hispanus .
Hispania aportara a la Urbs gran abundancia de productos agricolas y riquezas
mineras; proporcionara pensadores y emperadores ilustres tales como Seneca o Quin-
tiliano, Trajano, Adriano y Teodosio el Grande; en su territorio se libraran cruentas
guerras civiles que repercutiran en la polftica general de todo el Imperio. Por contra
a lo que cabrfa suponer, las guerras desarrolladas en el territorio peninsular hispano
entre Cesar y Pompeyo, en vez de provocar un efecto de rechazo de la civitas, contri-
buyeron a hacer a Hispania cada vez mas romana.
Roma nos lega su idioma y su manera de concebir la vida social, levanta templos y
monumentos, construye obras publicas y calzadas, transmite su Derecho y la organiza a
traves de sistema polftico-administrativo, provincial y municipal. En suma, Hispania se
identifica con Roma y fruto de ello se civiliza al asemejarse y emular a la civitas. Asf, se en-
carno de forma especial aquel justo elogio a la romanidad, y por ende a la romanizacion,
que Elio Aristides pronuncia ante el emperador Antonino Pfo durante una visita a la Urbs:
«Como el suelo fertil de la tierra mantiene a todos los hombres, asI Roma recibe
a hombres de toda la tierra... en sus ciudades, muchos son romanos, aunque los mas
no hayan visto jamas la ciudad de Roma... Y no hay necesidad de guarniciones que
ocupen las acrdpolis, pues gracias a una constitucidn comdn... los que gobiernan lo
hacen, no sobre extranjeros sino sobre compatriotas».
Y si Roma crea a Hispania, la vida de esta se funde inseparablemente con la de aque-
lla. Hispania dejara de ser romana, como consecuencia de la conquista de los pueblos
visigodos en el 475 d. C., cuando Eurico, rey visigdtico, deja de reconocer la soberanfa
85
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
del ultimo emperador de Occidente. Reparese que Hispania deja de ser Hispania cuando
Roma deja de ser Roma. Solamente unos meses mas tarde, Romulo Augustulo, en el 476,
depondra las armas ante Odroaco y se product la cafda del Imperio de Occidente.
Sin duda, los distintos pueblos y reinos visigoticos que, inmediatamente, pueblan
las diversas regiones de Espana no se alejan mucho de las realidades socioculturales
que estaban presentes en la hispania romana, ya que unos y otros son simples here-
deros de un Imperio, que acabo cediendoles la propia romanidad en la que habi'an
crecido y se habian conformando.
Conviene no olvidar que la presencia visigdtica en nuestro suelo encuentra su
origen en el ano 418 d.C., en el que el pueblo visigodo recibio de las autoridades
romanas licencia para instalarse en el territorio peninsular, de acuerdo con las leyes
de la hospitalidad. En este sentido, los monarcas germanos no fundan Espana sino que
la reciben, como legado precioso, de manos romanas. La propia denominacidn que
adoptan, Espana, es una derivacion de Hispania. Sorprende asi, que no se denomina
a nuestro reino Gotia como hubiera sido logico segun el modelo de otras monarquias
germanas. Elio es prueba incontestable de que el principal componente politico- jurf-
dico y socio-cultural con el que se encuentran y del que parten para la recomposicion
nacional es el elemento hispano-romano.
Y si esto es asf en el terreno colectivo, no lo es menos en el piano individual. En
este sentido, si quisteramos destacar en la nueva situacidn polftica una personalidad
descollante sobre cualquier otra, no podrfamos referirnos a un monarca germano ni a
un godo destacado en las tareas de gobierno. Es indudable que, en este perfodo, nadie
brilla con luz semejante a San Isidoro, un sabio romano hispano, inspirador y con-
suitor de los reyes, que ocupa la didcesis hispalensis hacia el ano 600 de nuestra era.
La invasion musulmana, que se inicia en el 711, produce una disgregacidn de la
unidad nacional visigotica recibida de la romana. Durante mas de siete siglos una
pluralidad de fuerzas polfticas, que acaban configurando un reino de taifas, se instalan
en nuestro solar. Y cuando parecfa que la huella romana habfa desaparecido como
consecuencia de la secular presencia musulmana, los reinos cristianos logran, paula-
tinamente, reconquistar la peninsula.
De nuevo ser4 la Betica la region desde la que los reyes de Castilla vuelven a
romanizar nuestra peninsula. Fruto de esta segunda romanizacion -que en Sevilla se
produce a partir del siglo XIII con la conquista de Fernando III y en todo el territorio
a partir del siglo XV con la toma de Granada por los Reyes Catolicos-, comienza a
conformarse la Historia moderna y contemporanea de Espana.
Roma penetra con sus legiones en la peninsula iberica en el ano 218 a.C. La denomi-
nacion griega de Iberia, segun Estrabon, no es univoca, pues, con ella se refiere, segun
86
Capitulo 6: Espana, desde Hispania
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FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
88
Capitulo 6: Espana, desde Hispania
Sin perjuicio de defender la idea de que la «Europa de las naciones# es una deriva-
ci6n historica de la organizacion provincial romana, entiendo que la «Europa de las
ciudades* es, asimismo, una creacion romana.
A partir del concepto de civitas, consolidacidn y perfeccionamiento del concepto
de polis griega, Roma se expande y se reproduce en los territorios que conquista, a
trav s de la fundacidn o de la recreacidn de pequenas unidades ciudadanas que se
^
organizan desde el punto de vista polftico-administrativo a imagen y semejanza de
la Urbs. Sin perjuicio de que la organizacidn provincial fue reglamentada desde la
Metropoli, puede afirmarse que la base fundamental de la administracion imperial es
fundamentalmente ciudadana.
El concepto de civitas en Roma se encuentra integrado por dos dimensiones dife-
rentes si bien complementarias: una urbana y otra sociopolftica. El Imperio Romano
se expande y conforma fruto de la genesis, consolidacion y crecimiento de un amplio
elenco de ciudades de diversa condicion estatutaria, que pueblan el mundo conocido
y encarnan en cada territorio el progreso, la civilizacidn y la cultura.
En pleno apogeo del Principado, paulatinamente, distintas ciudades preexistentes
de la B£tica asumieron la condicidn jurfdica de municipios, desarrollados a partir de
entidades preexistentes integrados en la comunidad polftica romana. Roma suplanta a
trav4s de su regimen ciudadano el orden existente en diferentes nucleos de poblacion
de origen punico o griego. Municipios y colonias serSn catalizadores de una profunda
romanizacion.
La primera region en asimilar usos y costumbres romanos fue la Betica. Su cau-
sa principal obedece al car&cter abierto de sus habitantes, a su mayor grado de
cultura -debido al trato asiduo con griegos y fenicios-, y a que Roma la favorecio.
Los avances mas relevantes en organ izacion ciudadana se producen en dos etapas
sucesivas: la epoca de Julio Cesar y Augusto y la que se corresponde con la dinastia
de los Flavios.
89
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
Por lo que hace a la primera etapa, a fines del siglo I a.C. son muchas las ciudades
de la Bgtica que presentan ya un aspecto urbam'stico y un ambiente social totalmente
romanizado. Segun Plinio, a fines del primer siglo del principado, en la B&ica se
contaban 175 ciudades. En tiempos de Augusto ya habfa crecido de forma importante
el numero de ciudades que alcanzaron el estatuto de municipio. Puede cifrarse en
unos cincuenta los municipios de ciudadanos romanos y otros tantos los que habrfan
recibido el derecho latino.
Sorprende que unos y otros no se hallen preferentemente en la costa, como solfa
suceder en otros territorios. En la Betica las ciudades principales estan en el interior. A
la cabeza de los municipios romanos de la B&ica figuran Corduba (Cdrdoba) y Cades
(Cadiz). Cades ocupo por mucho tiempo el lugar preeminente en la municipalidad
betica, ya se considere el numero de sus habitantes, ya su prosperidad y riqueza, al
ser el emporio economico mas importante en su comercio con Italia. Ya en tiempo
de Augusto contaba 500 Caballeros romanos, un numero mayor que el de cualquier
otra ciudad del Imperio, a excepcion de Padua y Roma. Merecen tambten especial
mencion los municipios de Malaca y Salpensa .
Junto a la progresiva concesion del estatuto municipal, el rasgo caracterfstico de
la romanizacion hispana fue la fundacion de diversas coloniae. Suetonio afirma que
se asentaron mas de 80.000 ciudadanos romanos. La primera fundacion colonial fue
Itilica, que data del 206 a.C. fundada por Publio Cornelio Escipion con el fin de pro-
porcionar tierras a sus veteranos.
La establecida en Hispalis (Sevilla) en un primer momenta fue partidaria de Cesar
y despues, de Pompeyo. Cesar la conquista, confisca tierras y las distribuye entre sus
legionarios. Augusto concede el estatuto de colonia romana a Corduba (Cordoba)
capital del convento jurfdico. Otras colonias romanas representativas en la Betica son:
Urso (Osuna), Ucubi (Espejo) y Hasta (Mesa de Asta).
Los emperadores Flavios inician una polftica preocupacion por los territorios pro-
vinciales que supere el mero interns coyuntural consistente en el objetivo de conse-
guir ciertos recursos materiales o determinadas rentas tributarias. Esta nueva orienta-
ci6n flavia tiende a un proceso de equiparacion con Italia. En este marco general las
provincias de Hispania reciben un decidido reconocimiento. La concesion del ius
latii a Hispania -que se adopta por Vespasiano, en el ano 72 d.C.- estaba plenamente
justificada, como afirma Estrabon, por los grandes niveles de romanizacion existentes.
El ius latii de Vespasiano establecio, pues, las bases estatutarias para la integracion
en la ciudadam'a romana de grandes masas de la poblacion hispana y posibilita que
muchas ciudades abandonaran el uso del derecho local tradicional para reglamentar
su vida conforme al orden jurfdico romano. Dado el caracter anual en el desempeho
de las magistraturas y la necesaria ocupacion de las mismas por personas distintas, en
unos pocos anos, practicamente la totalidad de las oligarqufas locales gozaron de la
ciudadam'a romana.
90
Capitulo 6: Espana, desde Hispania
91
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
todo el territorio que de ellas dependia administrativamente, tanto las aldeas ( vici )
como las explotaciones agrfcolas (v/7/ae).
En la ciudad radicaban las principales actividades artesanales y colegios profesio-
nales, al tiempo que se configuraron como centros de manifestaciones culturales y
artisticas. Este nivel de riqueza material se correspondia con una refinada opulencia
de las costumbres. La proximidad de Italia y las comodas y baratas comunicaciones
por mar abrian una espl&idida ruta para colocar sus productos en el primer mercado
del mundo. Es probable que Roma no llegase a mantener con ningun otro territorio un
comercio al por mayor, tan importante y tan asiduo como con Hispania. El comercio
de Roma con Hispania logrd lo que la conquista militar habi'a cimentado. Las mone-
das romanas de plata circularon en la peninsula con anterioridad a su utilizacion en
otras provincias fuera de Italia.
Otro de los recursos naturales en el que Roma demostro un gran interes fue la explo-
tacion de sus yacimientos. Debido a distintas medidas eficaces de gestion se produce un
incremento notable de la produccion. Roma en Hispania modifica el regimen juridico
minero. Fue frecuente su cesion en arrendamiento a particulares. A fines del siglo I
d.C. comienza la explotacion por companias dirigidas por funcionarios del estado. Los
principales yacimientos en la Bdtica se situaron en las estribaciones de Sierra Morena.
La actividad «industrial» constituyo un complemento de la actividad agraria y se
desarrolld desde muy temprano; asf, las industrias de salazones, vino, aceite. Tambi £n
existid una industria prdspera en el sector del hierro y de los tejidos de lana y lino,
que fue muy apreciada en la Ubrs debido a su magnffico acabado y cardcter artesanal.
Con el tiempo la industria bdtica experimental un gran desarrollo derivado funda-
mentalmente de la transformacion manufacturada de productos agropecuarios orien-
tada preferentemente a mercados extra-peninsulares. La viticultura, la oleicultura y las
relaciones comerciales llevaron a nuestro litoral a una afluencia regular de comunica-
cidn con los habitantes de la peninsula italica.
El desarrollo del comercio estuvo favorecido por la consolidacion politica de Roma
en todo el Mediterraneo y se vio facilitado por la creacion de un importante sistema
de comunicaciones representado por las calzadas que se construyeron en Hispania,
que llegaba desde Roma a trav£s de m&s de 34 itineraries peninsulares y que llego
a conectar a todas las principales ciudades. Es elocuente el cuidado con que Roma
atendio a la red de calzadas en Hispania. Entre los Pirineos y Tarragona se han descu-
bierto piedras miliares romanas procedentes de los ultimos tiempos de la Republica
de mayor antiguedad que en cualquier otra provincia del Occidente.
Augusto y Tiberio fomentaron la construccion de caminos por razones militares,
pero muchas de las calzadas obedecen a fines comerciales. Asi la gran calzada del
imperio que llevaba el nombre de Augusto que, despu£s de atravesar los Pirineos por
el Puigcerda, bordea el mar hasta Tarraco y de alii a traves de Valentia llega a la des-
embocadura del Jucar para internarse, tierra adentro, atravesando toda la B6tica hasta
la desembocadura del Betis, a fin de comunicar Roma con el oceano.
92
Capitulo 6: Espana, desde Hispania
93
SlPNOSIS DEL CAPITULO 7
COMICIOS. CLASES. COMPOSICION. PROCEDIMIENTO.
95
FRANCISCO EUGENIO DIAZ
96
CAPITULO 7.
Los Comicios en la Republica romana
y el sistema actual (I)
97
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
artfculo 1 establece que «La soberam'a nacional reside en el pueblo espanol del que
emanan los poderes del Estado» e inmediatamente despues, concreta esta declaracion
senalando que la forma poli'tica del Estado es «la Monarqufa parlamentaria*.
Nuestro Texto constitucional presenta una nftida division entre la parte dogmatica
y la parte orgbnica. La primera comprende el Tftulo preliminar -que recoge los prin-
cipios constituyentes fundamentales, informantes del resto del articulado-, y el Tftulo
I que enuncia la declaracion y garantfa de los derechos y deberes fundamentales
constitucionalmente reconocidos. La parte organica es aquella que procede a delinear
la estructura constitucional del Estado refiriendo y regulando sus poderes basicos y su
configuracion fundamental.
Dentro de esta parte organica, resulta especialmente significativa la posicibn pre-
eminente que la Constitucion otorga a la regulacibn del poder legislative. En este sen-
tido, despubs de regular la Corona, en el Tftulo II, al ser la encarnacibn de la Jefatura
del Estado, dedica su Tftulo III a las Cortes Generales de las que afirma que ostentan
la representacion «del pueblo espanol*.
Puede afirmarse que los Comicios romanos durante la Republica y el Parlamento
en nuestro tiempo, son los organos constitucionales que asumen de forma mas expre-
sa la soberanfa popular. Ademas representan, como ningun otro, la principal funcion
de representatividad de la comunidad polftica en la estructura del Estado. Puede asf
decirse que, unos y otro, conforman de manera especial la relacibn entre el pueblo
gobernado y su forma de gobierno.
Considero que, una y otra realidad, la del mundo antiguo y la del tiempo presente,
si bien presentan una evidente diversidad en su composicibn, funcionamiento y com-
petencias, pueden ser objeto de confrontacibn en su mision principal que las define y
esencializa, ya que en ambas se deposita la soberanfa popular y se manifiesta el poder
de la comunidad o del Estado de otorgarse a sf mismo, unas Leyes por las que se rige
y gobierna la sociedad.
98
Capi'tulo 7: Los Comicios en la Republica romana y el sistema parlamentario actual (I)
7.3.1. Su origen
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FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
menos en sus orfgenes, tendrfan una cierta base etnica que responded a los distintos
.
grupos familiares La organizacion gentilicia primitiva hace referencia a las sucesivas
escisiones de los grupos familiares ya que una gens procederfa de la escisibn de un
.
grupo familiar mas amplio La doctrina mas autorizada sefiala que diez casas forma-
nan una gens y que diez gentes, o lo que es lo mismo 100 casas, formarfa una curia .
La doctrina mayoritaria entiende que la primitiva ciudad, civitas, se habrfa cons-
tituido como consecuencia de la agrupacion de distintos grupos gentilicios o gentes .
Estas responderfan a grupos familiares de corte patriarcal en los que se aglutina el
conjunto de personas que estan sujetos a una misma potestas , es decir a una potestad
familiar comun. Las razones que llevarfan a esta agrupacion de grupos familiares pue-
den combinarse en distintos y complementarios pianos, cada uno de los cuales podrfa
cubrir una necesidad o conveniencia .
La civitas se conforma como una comunidad con fines militares de defensa comun
frente a enemigos exteriores; con una finalidad economica para la mutua ayuda en
la subsistencia material; o bien con fines religiosos en los que la comunidad se pone
bajo la proteccion de determinados dioses.
En los primeros siglos de existencia de la vida de la civitas existe una clara dife-
renciacibn entre las dos clases sociales, que eran la clase patricia y la clase plebeya.
Se discute por los estudiosos si esta diferenciacion de clases sociales afectari'a o no a
la pertenencia al Comicio Curiado que conformaba la estructura del primitivo ejbrcito
romano .
La composicion de los Comicios Curiados es de 30 curias en las que estaban repre-
sentadas las tres tribus de la civitas primitiva, a razbn de diez curias por tribu. Asf se
procedio a distribuir a todos los ciudadanos romanos con derecho a voto, ius sufragii .
..
7.3 2 Sus principals competencias
100
Capitulo 7: Los Comicios en la Republica romana y el sistema parlamentario actual (I)
101
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
102
Capftuio 7: Los Comicios en la Republica romana y el sistema parlamentario actual (I)
XVIII. En esta, los revolucionarios destruyen, con cruenta represion, las estructuras del
Antiguo Regimen para conformar una nueva estructura del Estado recreando, en cierto
modo, las viejas formas de la Republica romana. Suele asf decirse que la Revolucion
francesa se realiza conforme al modelo romano, tanto en sus contenidos como en sus
formas. La Revolucion construye un nuevo modelo politico con moldes tfpicamente
Republicanos y se reviste con ropajes romanos.
7.4.2. Composicion
Lo primero que debe afirmarse sobre los Comicios Centuriados es que la distincion
entre ciudadanos que pertenecen a la clase patricia o a la plebeya -durante el tiempo
en que se mantiene la diferencia de clases-, es practicamente irrelevante en cuanto
a su participacion en la Asamblea. La unica ventaja a favor del patriciado es que 18
centurias quedan reservadas por razones de tradicion a la clase patricia. Se trata de
las denominadas, con terminologfa tfpicamente militar, centurias de caballerfa. Este
privilegio, teniendo en cuenta que el numero total de centurias de que se compone
el Comicio es de 193, repercute de forma muy escasa en la toma de decisiones de la
Asamblea.
Si esto es asf en cuanto a una equiparacion de ambas clases sociales, no puede
decirse lo mismo respecto del criterio que se establece para la distribucion de los
ciudadanos en las centurias. Este criterio, como hemos ya apuntado en el epfgrafe
anterior, responde al modelo timocratico.
Se denomina asf aquel sistema de organizacion polftica en el que ostentan el poder
los individuos que poseen mayor riqueza, las clases poderosas por razon de su fortu-
na, o riqueza b sicamente inmobiliaria, siendo esta la base para la tributacion y para
^
la elaboracion del censo.
Debemos senalar que la riqueza en la primitiva Roma republicana se basa en el
patrimonio inmobiliario y no en la riqueza pecuniaria. Esto significa que lo que se
tiene en cuenta en la elaboracion del censo, fuente de la organizacion comicial, es la
cuantificacion, traducida a dinero, del conjunto de bienes, normalmente inmuebles,
que conforman un patrimonio que se dedica basicamente a ia agricultura. Esto nos
lleva a imaginar una Roma todavfa de caracter agrario, de naturaleza esencialmente
agrfcola, en la que no habfa aparecido aun una economfa pecuniaria basada en la
actividad industrial y financiera.
En este sentido, se tern'a en cuenta sdlo el valor de la tierra dedicada a labores
agrfcolas en atencion al numero de yugadas, siendo esta una medida agraria, equiva-
lente a la extension que se calcuiaba podia arar un yunta de vacas o bueyes en una
jornada. Posteriormente, se suele atribuir al censor Apio Claudio, en el siglo IV a.C.,
103
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
una reforma que permite valorar adem s de las tierras y bienes inmuebles, la riqueza
mobiliaria y el dinero . ^
Se considera por los estudiosos que esta misma reforma supuso cierta moderacion
del sistema timocratico a trav s de ciertas correcciones por lo que, en algo, llega a
^
paliarse la diferencia de peso politico de un ciudadano u otro por razdn de su patri-
monio. Elio no supuso, en absoluto, la abolicion del sistema pero sf su atenuacidn. Es
obvio que encuadrar a los ciudadanos, en una u otra centuria por razon de su riqueza
patrimonial atenta contra el principio de igualdad ya que, como veremos, unas centu-
rias tienen muchisimo mayor peso que otras en el momento clave de la votacion final.
Ahora bien, admitido, como no puede ser de otra manera, esta deficiencia demo-
crdtica, es necesario poner de manifiesto que el sistema timocratico no constituye un
sistema cerrado, en el que un individuo una vez integrado en una centuria permanece
en ella de forma inamovible sin posibilidad de cambiar su posicion polftica. Por el
contrario, la composicion de los Comicios se renueva cada lustra, es decir, cada cinco
anos cuando el colegio de Censores procede a la elaboracion del nuevo censo, que se
cerraba con una ceremonia de purificacion ( lustrum) de la que deriva el termino lustra
como equivalente al periodo de cinco anos.
En cada lustra, tal como veremos en el Capitulo siguiente, el ciudadano inscrito
debi'a actualizar los datos objeto de inscripcidn. Resulta por ello obvio que podia
haber cambiado, para bien o para mal, su concreta situacion de riqueza patrimonial
inmobiliaria.
Asi, un individuo integrado en una centuria de escaso peso y poder politico, por
razon de su exigua renta, pasa en el nuevo lustra a integrarse en una centuria de ma-
yor rango.
Por esto puede decirse que el sistema timocratico, que prima la situacion e influen-
ce polftica de los individuos de rentas elevadas, es cambiable y no inmutable como
ocurria en modelos anteriores y habia de ocurrir en otras posteriores a la Republica
romana en los que el individuo resulta condicionado por razon de su nacimiento a
permanecer en una clase social, de la que no podra sustraerse. Es lo que se conoce
como sistemas de estratificacion dura o impermeable.
104
Capi'tulo 7: Los Comicios en la Republica romana y el sistema parlamentario actual (I)
7.4.2.3. Convocatoria
105
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
seri'a el de 30 dfas. Los Comitia Tributa podfan ser convocados ademSs por el Tribu-
nus plebis , Tribuno de la plebe.
En cuanto al lugar de reunion solo sabemos con certeza que los Comicios Cen-
turiados, se reunfan debido a su originario caracter militar fuera de la ciudad, en el
campo de Marte, pues ningun acto de naturaleza castrense podfa desarrollarse dentro
del recintoamurallado. Por el contrario, el lugar de reunion de los Comicios por tribus
estaba dentro del pomerium de la ciudad debido a su origen no militar.
Los Comicios nunca tuvieron poder de autoconvocatoria. Si el Comicio se reunia
para realizar funciones electorales la eleccion venfa condicionada por la lista de can-
didates que presentaba oficialmente el magistrado convocante.
Tanto las proposiciones de Ley como la indicacion de los nombres de los can-
didates propuestos para magistrados, debi'an ser expuestas al publico, tres semanas
previas, como minimo, de la fecha senalada para la sesion oficial. Era usual que en
este perfodo el magistrado proponente convocase al pueblo, sin caracter formal, para
defender las ventajas de la Ley propuesta y recoger las observaciones o sugerencias
que se le formulasen.
Tambien lo haefan, como presentacion publica de su persona y de su programa
de gobierno para la magistratura a la que se presentaban, los candidates a las mismas.
A veces eran apoyados por personajes de prestigio politico y sol fan reunirse con el
pueblo por circunscripciones al modo de lo que hoy conocemos como campana elec-
toral.
7.4.2.4. Votacidn
El dfa de la votacidn debi'a ser un dfa comicial con arreglo al calendario elaborado
por el Colegio de Pontffices. No solfa convocarse en dfa de mercado. Ademas estaba
prohibido que coincidiesen la convocatoria del Senado con la del Comicio. Despues
de la media noche que iniciaba el dfa fijado para la reunidn, el magistrado que iba a
presidir la Asamblea tomaba los augurios. Su interpretacion correspondfa a los sacer-
dotes del Colegio de los augures , pero avanzada la Republica es mayor cada vez la
intervencion del magistrado convocante, planteandose en ocasiones enfrentamientos
entre ambos.
Si los auspicios eran favorables el pueblo era llamado a reunirse al apuntar el alba.
Una vez constituido el Comicio, el magistrado daba lectura a los nombres de los
candidates propuestos para ocupar las magistraturas en el caso de que el Comicio des-
empenase funciones electorales, o bien al texto del «proyecto de Ley» que proponfa,
e invitaba seguidamente a sus conciudadanos a votar. La votacion es oral, y por tanto
ptiblica, hasta el siglo II a.C.
A partir de la aprobacion de tres distintas Leyes, denominadas en su conjunto Tabe-
llariae, se implanta para los Comicios electorales, legislatives yjudiciales, el vote secre-
106
Capi'tulo 7: Los Comicios en la Republica romana y el sistema parlamentario actual (I)
.
7.5 LA ASAMBLEA PLEBEYA
107
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
Surge, asf, la tercera de las formas comiciales que conoce la Roma republicana
y que se denomina Comitia Tributa , Comicios por Tribus. Una diferencia esencial
que distingue a esta nueva forma de Asamblea popular frente a las dos predecesoras,
es que su origen es netamente civil y no militar. Es decir, en ningun momento, el
Comicio por Tribus tuvo funcion u organization castrense. Cada ciudadano romano
con derecho de participacidn en el Comicio se integrari'a en una determinada tribu.
Se considera que la tribu haria referencia a la residencia territorial del miembro del
Comicio.
Se trataba pues de una tribu de base territorial, no por etnias como sucedia en
el Comicio Curiado, donde habia tres tribus: Rammnes , Tities y Luceri , corres-
pondientes al triple elemento £ tnico ( latino, sabino y etrusco) que contribuye a la
fundacion de Roma. El numero final de tribus fue el de 35, de las cuales cuatro,
seri'an urbanas, dentro del recinto amurallado de la civitas y las 31 restantes rus-
ticas, en el campo.
Las personas que adquirian la ciudadam'a en un momento posterior a su naci-
miento se adscribian a una de las tribus existentes, lo que implica una cierta perdida
del origen territorial de las mismas, pues, al final son mas bien una division poh'tico-
administrativa en la que se distribuyen y organizan quienes tienen el privilegio de ser
ciudadanos.
En estos Comicios, como es logico, la unidad de voto lo constitufa la tribu. Al igual
que en los Comicios Centuriados sucedfa con la centuria, tal como expondremos mas
adelante, el voto de cada tribu se decidfa en base al voto por mayorfa relativa de sus
108
Capitulo 7: Los Comicios en la Republica romana y el sistema parlamentario actual (I)
miembros. Por el contrario, al igual que en los Comicios Centuriados la votacion final
y decisiva se realizaba por el computo de tribus y no de ciudadanos y se precisaba
la mayorfa absoluta de votos afirmativos, es decir el de 18 o mas tribus, para que la
propuesta se aprobase o el candidato a una magistratura resultase elegido.
Puede sorprender que el numero de las tribus rusticas fuese casi ocho veces supe-
rior al de las urbanas. Esto se explica debido a que las familias mas importantes que
pertenecfan a la nobilitas y por tanto ejerci'an un mayor control de la vida publica
residfan en el ambito rural, pues, posefan lujosas villas y enormes extensiones de
tierras destinadas al cultivo, a pesar de que algunos tuviesen tambien residencia en
la ciudad.
De facto y, por supuesto, salvando las distancias, el sistema de votacidn final en el
que vota la tribu guarda cierta similitud al modelo electoral que se utiliza en los Esta-
dos Unidos de America para la eleccion de su Presidente. En este sentido cada Estado
(equivalente a la tribu en la Roma republicana) tiene asignados un numero de votos
electorales. El partido politico que gana por mayorfa simple en un Estado, alcanza la
totalidad de los delegados o votos para la eleccidn del Presidente.
Debido a ello, un Presidente electo por el voto de los delegados de los Estados,
puede haber conseguido en el recuento total de votos populares emitidos un numero
menor que el otro candidato que ha sido derrotado. Adem s, al igual que en la Roma
^
republicana, cuando un candidato alcanza la mayorfa simple de los votos de los Dele-
gados ya no tiene ninguna eficacia, como resultado electoral, continuar con el recuen-
to. Asimismo en USA, como en Roma, determinadas demarcaciones urbanas, de gran
densidad de poblacion tienen asignado solo un voto de delegado y zonas de Ambito
rural con mucha menos poblacion, tienen tambien un voto. Por ello, muchos votantes
se equiparan a pocos votantes, siendo pues diferente el peso de su voto. Volviendo
a Roma, puede afirmarse que los Comitia Tributa son la Asamblea de participacion
ciudadana mas democratica de las tres que conoce la Republica romana.
Esto se debe, en primer lugar a que, desde su mismo origen, sus competencias son
estrictamente polfticas desvinculadas de toda huella militar; en segundo lugar, a que
ha desaparecido todo vestigio de privilegio patricio que, como veremos, todavfa con-
servaron los Comicios Centuriados; y en tercer lugar, y sobre todo, porque la distribu-
ci6n ciudadana no se realiza ya en atencion a un criterio denominado timocrdtico, es
decir con arreglo al patrimonio de sus miembros.
Desde su constitucion esta nueva forma comicial fue consolidandose tanto en su
convocatoria como en un proceso progresivo de asuncion de competencias. Por ello,
aunque en un principio, como veremos en el Capftulo de las magistraturas, s6lo asu-
men la eleccidn de los magistrados menores, Ediles y Cuestores, desde fines del siglo
II y en el siglo I a.C. su importancia se ve incrementada hasta llegar a tomar el relevo
en la primacfa respecto de los propios Comicios Centuriados. Asf, a finales de la Re-
publica ser4 en los Comitia Tributa en donde se realice la votacion de la mayor parte
de las Leyes comiciales.
109
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
En sintesis, puede decirse que las tres variantes de Asambleas populares con
diversas funciones politicas, realizan convocatorias y asumen funciones cambiantes
a lo largo de toda la Republica. Su modelo -en parte tornado de la democracia ate-
niense y, en parte, genuinamente romano-, puede considerarse, sin lugar a dudas,
como el sistema politico que ha supuesto y alcanzado un mayor grado de partici-
pacion ciudadana en su tiempo desde los origenes de la Historia de la humanidad.
Por ello, a pesar de las diferencias con el sistema actual de democracia, basado en
el sufragio universal, es evidente que este, debe su naturaleza y esencia a las asom-
brosas y admirables -para su tiempo- experiencias democraticas ateniense y, sobre
todo, romana.
110
SlPNOSIS DEL CAPITULO 8
COMICIOS. SUS COMPETENCIAS. LAS MEDIDAS DE GRACIA.
Competencias
Funcibn judicial del Comicio Centuriado La provocatio adpopulum es una especie de «llama-
da» (ni preceptiva, ni vinculante) a la opinion del «pueblo», usada ya en la epoca regia y en rela-
cibn con la condena a la pena capital, por delito publico (crimen), de un reo ciudadano romano.
Procedimiento y naturaleza juridica del ludicium populi . En una 4a sesion del Comicio los
componentes emiten su voto; cabe que la propuesta del magistrado sea no la condena a muerte
sino la codena el «exilium». El Comicio no es un Tribunal de Justicia.
Las medidas de gracia en nuestro Derecho vigente con referencia al ius provocationis romano
111
CAPITULO 8.
Los Comicios en la Republica romana
y el sistema parlamentario actual (II)
Suele afirmarse con terminologfa actual que los Comicios Centuriados desempe-
fian funciones y competencias que presentan una triple naturaleza: electoral, legisla-
tive y judicial.
En cuanto a la competencia electoral incumbe a los Comicios Centuriados la elec-
cibn de los magistrados mayores, esto es de los Cbnsules y Pretores, asi como la
votacion, que no es propiamente eleccion, de la Lex de potestate censoria , la Ley que
confiere el poder a los Censores. Por su parte, a los Comitia Tributa corresponde la
eleccion de los magistrados menores, Ediles y Cuestores, y mas tarde procede tambibn
a elegir a los Tribunos, cuando bstos dejan de ser representantes de clase y se integran
en el orden constitucional republicano.
Asimismo, corresponde al Comicio por Tribus, presidido por el Pontifice mbximo,
la eleccion de los Sacerdotes supremos de los distintos Colegios Sacerdotales, si bien
debe advertirse que en esta eleccibn no actua toda la Asamblea Comicial, sino una es-
pecie de Comision de la misma que recibe el nombre de Comitia Tributa sacerdotum .
Por su parte., originariamente las Asambleas de la plebe, Concilia plebis , procedian
a la eleccion de las magistraturas plebeyas -Tribunos y Ediles de la plebe- hasta su
desaparicion como consecuencia de la fusibn entre las dos clases sociales.
Esta importante funcibn por la que procede a la eleccibn directa de los poderes
principales de gobierno de la civitas, puede relacionarse con la posicion central de
las Cortes Generales en nuestro sistema constitucional. Asi como los Comicios son la
expresion de la democracia directa, las Cortes son materializacion de la democracia
representativa, pero unos y otras toman su legitimacibn del voto popular.
113
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
114
Capi'tulo 8: Los Comicios en la Republica romana y el sistema parlamentario actual (II)
se alcanza por la votacion en los mismos, en cuanto que dicho acuerdo, mayoritaria-
mente adoptado, debe representar la voluntad popular.
Dicha voluntad popular y su plasmacidn en la Ley puede ser mas autentica en un
sistema de democracia directa, en el que vota el propio pueblo soberano, que en un
sistema de democracia representativa, como el de nuestro tiempo, ya que en este caso
existe el riesgo de que el Parlamento se desvincule, en distintos grados, de la voluntad
del pueblo.
El Parlamento moderno como el Comicio republicano ejerce principalmente, la
potestad legislativa, pues, solo se denomina Ley en la Republica romana al acuerdo o
Ley Comicial, al igual que hoy la Ley, en sentido estricto, deriva solamente del acuer-
do votado en la Asamblea legislativa o Parlamento que, con distinta composicion,
existe en todas las democracias modernas.
Este poder legislativo es compartido en Roma y en la actualidad con otros orga-
nos estatales, que tienen concedida la facultad de dictar normas. No obstante, debe
senalarse que tanto en la Roma republicana como en cualquier democracia actual, el
termino Ley se reserva a la norma aprobada en el organo depositario de la soberanfa
popular. Asf, en Roma los magistrados, al menos los mas importantes, tuvieron la
facultad de promulgar edictos; y el Senado la capacidad de aprobar Senadoconsultos,
tal como veremos en el Capftulo en el que estudiaremos dichos organos.
En nuestro tiempo, es evidente que si bien recae en el Parlamento con cardcter
basico el poder legislativo del Estado, esta funcion es asumida en parte y, con ciertas
reservas, tambien por el Gobierno. As! el Ejecutivo tiene concedida por la Consti-
tucidn, en sus articulos 85 y 86, la potestad legislativa para aprobar la denominada
«legislacion de urgencia» y la «legislaci6n delegada .
*
La primera responde a supuestos de extraordinaria y urgente necesidad. En estos
casos, el Gobierno puede aprobar disposiciones legislativas de caracter provisional,
a traves de los denominados Reales Decretos-Leyes, que no pueden regular dmbitos
en los que rija el principio de reserva de Ley, es decir afectar a materias que la propia
Constitucion restringe su regulacion a una Ley parlamentaria. Ademas, el Parlamento
en estos casos no pierde el control legal ya que los citados Reales Decretos Leyes
deber&n someterse al Congreso de los Diputados para su convalidacibn o eventual
derogacidn.
En el segundo supuesto, el Gobierno puede dictar un Real Decreto Legislativo sola-
mente sobre una materia que haya sido delegada, expresamente, por las propias Cortes
Generales, lo cual vuelve a reconducir a estas el ultimo control del poder legislativo.
115
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
.
guiente Capi'tulo Baste ahora saber que la magistratura que, ademas de ostentar esta
.
facultad, la ha desempenado en mayor medida, ha sido el consulado Los dos Cdnsu-
les, que ejercen su magistratura de forma colegiada, ostentan la mas alta y represen-
tativa funcion de gobierno junto con la mas simbdlica de la Republica romana. Elios
ejercen, con caracter regular y eficacia, la iniciativa legislativa.
Es probable, ya avanzada la Republica, que el Cdnsul en el ejercicio de su cargo
tuviese a determinadas personas que, como auxiliares, coadyuvasen, le ayudasen en
.
el ejercicio de esta importante mision De este modo, los Consoles representan el car-
go de gobierno efectivo, con terminologfa moderna dirfamos el poder ejecutivo, mas
.
representative de la Republica Por ello, parece Idgico y conveniente que sean ellos
quienes, de acuerdo con su personal visidn polftica a los efectos de lograr el bien de
la comunidad, realicen las propuestas que consideren oportunas y las sometan a la
votacidn popular.
En nuestro tiempo el impulso legislative de propuesta y aprobacidn de proyectos
de Ley, lo ostenta, asimismo, el organo mas representative y fundamental del poder
ejecutivo que es el Gobierno. Esto es logico debido, entre otras razones, a que nuestra
Constitucion, en su articulo 97, atribuye al Gobierno «la funcion de direccidn de la
polftica nacional», lo que supone habilitarle para desarrollar iniciativas legislativas a
traves de las que pretenda llevar a cabo su programa de gobierno. -
Se deberfa convertir, pues, en obligada la buena colaboracion entre el poder de
gobierno y el poder legislative, a fin de que en el juego de ambos poderes y en el ejer -
cicio de sus respectivas competencias, se alcance el interes general y el bien comun
que, en Ifnea de principio, deben ser informantes de toda accidn polftica. Correspon-
de, basicamente, al Gobierno, de acuerdo con el articulo 87 de la Constitucidn, la
iniciativa legislativa. Anade el articulo 88: «Los proyectos de Ley seran aprobados en
Consejo de Ministros, que los sometera al Congreso, acompanados de una exposicidn
de motivos y de los antecedentes necesarios para pronunciarse sobre ellos».
No obstante, debemos senalar, sin pretensiones de exhaustividad, que nuestro
Texto constitucional establece con car&cter complementario otros medios a traves de
los cuales puede hoy canalizarse la iniciativa legislativa. Uno de ellos nos interesa
especialmente referirlo, por lo que supone de intervencidn directa del pueblo en la
iniciativa legislativa. Se conoce con el nombre de iniciativa popular. Estei regulada
constitucionalmente en el articulo 87.3 que establece: «Una Ley Organica regular las^
formas de ejercicio y requisites de la iniciativa popular para la presentacidn de pro-
.
posiciones de Ley* En todo caso, se exigen al menos 500.000 firmas acreditadas. No
procedera dicha iniciativa popular en materias propias o reservadas a su aprobacion
por una Ley organica, en materias tributarias, en normas de caracter internacional, ni
en aquellas relativas a la prerrogativa del derecho de gracia.
Este sistema hace que sea el propio pueblo con participacidn polftica, quien pro-
ponga a sus representantes que procedan a discutir y votar una propuesta formulada
desde la propia base democratica. Hay otros organos que ostentan tambien la inicia-
116
Capftulo 8: Los Comicios en la Republica romana y el sistema parlamentario actual (II)
. .
8.4 EL ITER LEGISLATIVO EL PROCESO DE APROBACION DE LA LEY
117
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
oficial que habi'a desarrollado el magistrado como hemos dicho. Una vez formulada
la rogatio, el magistrado invita al pueblo a responder a traves del ejercicio del voto,
que se limita a decidir su aprobacion o rechazo.
Algunos estudiosos piensan que, a fines de la Republica, se habrfa admitido de
forma restringida, la posibilidad de realizar una cierta discusidn, controlada por el ma-
gistrado, de la propuesta de Ley. Si ello fuese asf, lo cierto es que no se tratarfa de un
autentico debate en toda su amplitud. Ademas, en todo caso, el magistrado que pre-
sidfa la reunion y habfa realizado la convocatoria podfa dar por terminada, en el mo-
mento que considerase oportuno, la discusion y ordenar que se pasase a la votacidn.
Determinado sector doctrinal entiende que cuando funcionaron con competencias
legislativas, los Comicios Centuriados y los Comicios por Tribus, cabri'a la posibilidad
de formular la propuesta, indistintamente, ante una u otra Asamblea Comicial. No
obstante esta hipotetica posibilidad se darfa en los dos ultimos siglos de la Republica
y, ademds, existieron siempre dos supuestos en los que se exigfa inexorablemente la
aprobacion por parte de los Comicios Centuriados.
Son, la votacion de la Lex de potestate censoria , por la que se procede al nom-
bramiento efectivo de los Censores, y la Lex de bello indicendo, que supone la de-
claracidn formal de guerra efectuada por Roma. En este Oltimo caso, debido a su
trascendencia para toda la comunidad romana, el Comicio no se podfa convocar para
pronunciarse sobre la misma m£s que cuando se hubiesen formalizado y cumplimen-
tado dos medidas previas de caracter preventivo y en parte disuasorio. Primero, se
requerfa que el Colegio sacerdotal de los Feciales declarase formalmente la existencia
de una justa causa, bellum iustum , que justificase o hiciese inevitable el conflicto.
En segundo lugar, se procedfa a realizar un intento de paz o una propuesta al pue-
blo considerado enemigo, a los efectos de que este pudiese aceptar las condiciones
propuestas por Roma y asf evitar el conflicto belico. Si ambas condiciones se habfan
cumplido, el Consul podfa llevar la propuesta de declaracion de guerra para ser vota-
da, favorable o desfavorablemente, por el Comicio Centuriado.
118
Capi'tulo 8: Los Comicios en la Republica romana y el sistema parlamentario actual (II)
cosa». Este periodo de tiempo, en el que la Ley esta aprobada pero no esta en vigor,
es decir, no es eficaz, por lo que no se puede aplicar, se conoce con el nombre de
vacatio /eg/s. Es obvio que la Ley en un sistema parlamentario de democracia repre-
sentative precisa de su publicacion para su vigencia, pues es necesario proporcionar
al ciudadano, un medio y un tiempo para que pueda tener conocimiento de la misma.
Por el contrario, en la Republica romana, como modelo de democracia directa, el
contenido de la Ley era conocido antes de ser votada, pues, ya se habfa publicado el
proyecto de Ley, la promulgate y en este no se habfan producido modificaciones en
la aprobacion comicial ya que el Comicio no pod /a hacerlas, al limitarse a aprobar o
rechazar, votar afirmativa o negativamente, el proyecto, por lo que no era necesario
volver a publicar lo ya conocido.
Las Leyes sol /an llevar el nombre del magistrado proponente que pod /a ser, efec-
tivamente, uno de los Consules y se sol /a hacer una mencidn a la materia o cuestidn
que regulaba. Mas tarde se le da, asimismo, el nombre de uno de los Tribunos cuando
las Leyes eran plebiscitos-Leyes.
Cuando la Ley lleva un nombre unico suele ser un indicio de que estamos en presen-
cia de una Ley rogada por un magistrado proponente, cuando la Ley lleva dos nombres
suele indicar que estamos en presencia de una Ley rogada por ambos Consules.
En cuanto a la conservacion de la Ley se consolida, con el tiempo, la costumbre
bien por mandato del magistrado o bien por disposicion de la propia Ley, de escribir
su texto, sobre todo de las mas importantes, en unas tablas de madera o de bronce.
Despues se deposita en un archivo oficial denominado Aerarium Saturni . La custodia
es competencia de los Cuestores, y se conserva no solo para su constancia como
Derecho vigente, sino tambten con fines de estudio, interpretacion y eventualmente
expedicion de copias.
119
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
.
tramitaci6n En este sentido, desde la consolidacidn de la Republica los Cdnsules
tramitaban su iniciativa legislativa, en primer lugar, presentando su propuesta de Ley
.
ante la Camara senatorial En ella el magistrado expone el contenido y defiende la
conveniencia de la propuesta legal. Despues escucha el parecer de los senadores, que
tienen derecho a expresar su opinion pronunciindose de forma individual. Es el Se-
nado un organo deliberante y asesor de los poderes de gobierno efectivo que recaen
en las magistraturas.
Es necesario senalar que el «trimite» de someter la propuesta legislativa al Senado
no es en absoluto obligatorio para un Cdnsul. Puede presentarla, con total libertad, di-
rectamente al Comicio para su votacion. Ahora bien, la prudencia polftica y la propia
viabilidad y eficacia social de las proposiciones de Ley, sobre todo en materias de gran
importancia polftica o trascendencia social, hacfa conveniente conocer el parecer del
Senado y que iste fuese favorable para, despues, someterlas con mis autoridad moral
a la Asamblea Popular.
Una propuesta legislativa que el Consul presenta ante el Senado y que este consi-
dera conveniente, o bien que el Cdnsul modifica conforme a las oportunas observa-
ciones de los senadores, tiene mis probabilidades de ser aprobada por el Comicio y lo
que es tan importante, tiene muchas probabilidades de ser aplicada con un alto grado
de cumplimiento popular .
Son estas razones las que aconsejaron alterar el orden del proceso legislativo.
La propuesta de Ley se presenta al Senado. En el se delibera, se exponen sus ven-
tajas y/o inconvenientes, y la refrenda con su auctoritas o bien propone al Cdnsul
alguna modificacion que iste, normalmente, incorpora al texto de la Ley. Con la
«aprobaci6n» moral del Senado el C6nsul acude a la Asamblea popular para pre-
sentarla y el Comicio normalmente aprobari lo refrendado por el Senado. Asf, un
drgano meramente consultivo, desprovisto de poder efectivo, pero de un enorme
prestigio moral se convirtid en una pieza clave en el proceso de aprobacion de
la Ley.
Si pretendiesemos referir algdn organo que teniendo una composicidn distinta y
unas funciones diversas, cumple no obstante un papel semejante en nuestro sistema
legislativo actual deberfamos referirnos al Consejo de Estado. Nos ocuparemos en el
siguiente Capftulo de analizar el Senado republicano en Roma en confortacion con el
actual Consejo de Estado.
120
Capitulo 8: Los Comicios en la Republica romana y ei sistema parlamentario actual (II)
Procedemos, por ultimo, a referir las dos principales limitaciones que en la Re-
publica romana se establecen, de forma consuetudinaria, al poder y a la actividad
legislativa comicial. La primera es de caracter religioso, la segunda de caracter civil.
En relacion con la primera el Comicio no puede, en el ejercicio de su facultad legisla-
tiva, invadir el campo del ius sacrum, es decir del Derecho divino o Derecho sagrado.
Este Derecho que regula las relaciones de los hombres con los dioses pertenece a
la competencia del Colegio Pontifical en coordinacion con el Senado.
En relacidn con la segunda, en el ejercicio del poder legislative el Comicio no
podia alterar, esencialmente, la estructura politico constitucional de la civitas. En este
sentido, puede afirmarse que, especialmente en los dos siglos de mayor pureza re-
publicana en Roma existen unos pilares fundamentales y unos principios politicos
121
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
basilares, que no alcanzan a formularse en normas escritas concretas pero que son
escrupulosamente respetados.
Estos principios y bases se refieren a la naturaleza, composicion basica, funciona-
miento y competencias de los principales organos en los que se estructuraba la vida
polftica de la civitas. En este sentido se consideran principios politicos inalterables,
sobre los cuales se sustenta el regimen republicano:
- La prohibicion, no escrita, pero fundamental, de restaurar la Monarqufa. Esta
animadversion a la Monarqufa de poderes absolutos, desaffectio regni , es el
motivo fundamental, al menos como coartada, de la conjura y el asesinato de
Julio Cbsar. Los que atentan contra su vida afirman que lo hacen en razon a
que el triunfante military popular politico habia acumulado un poder personal
casi absoluto y habia aceptado la corona real, al menos, con eficacia fuera de
la civitas. Esta antipatia a toda manifestacibn monarquica es una constante en la
historia no sblo de la Republica romana, sino tambibn en la etapa de transicibn
y consolidacibn del Principado, por espacio de mbs de dos siglos desde la toma
de poder por Octavio Augusto.
- La prohibicion de aprobar Leyes particulares. Se trata de disposiciones legisla-
tes en las que se pretende favorecer o perjudicar a una persona o a un con-
junto de personas que presentan alguna caracteristica comun. Este principio
que impide rogar, proponer, Leyes particulares estaria ya formulado en Ley
de las XII Tablas a traves de la fbrmula: Privilegia ne inroganto. No obstante,
el enunciado tebrico de esta limitacibn en la historia de la Republica, y muy
fundamentalmente cuando bsta entro en crisis se aprueban algunas Leyes que
pretendian perseguir a adversaries politicos. Asi, ad exemplum , a modo de
ejemplo significativo, podemos citar la Lex Clodia de exilio Ciceronis , que or-
dena el destierro de Marco Tulio Ciceron.
- El derecho, primero consuetudinario y despubs legalmente sancionado, del ius
provocationis , es decir, el derecho de todo ciudadano romano de provocar al
pueblo, manifestado a traves de la apelacion a la Asamblea Comicial, para que
bsta se pronuncie, tal como desarrollaremos en el siguiente apartado a propbsi-
to del denominado iudicium populi .
- Las reglas relativas a la inviolabilidad del Tribuno de la plebe, de las que tam-
bien hablaremos en el siguiente Capitulo. Estas limitaciones suponen una cons-
tatacibn expresa de que los Comicios republicanos no se configuran, a pesar de
su legitimacion democrbtica, como un poder legislative e ilimitado. En el mis-
mo sentido, puede establecerse un paralelismo con la posicion constitucional
de nuestro Parlamento manifestado en las Cortes Generales. Se hace preciso
recordar que, un sector importante de la doctrina constitucionalista, considera
que no puede hablarse de «soberania parlamentaria* o de «parlamento sobera-
no». Elio Nevada al equivoco de entender que seria el Parlamento quien osten-
tase la representacion soberana del Estado.
122
Capi'tulo 8: Los Comicios en la Republica romana y el sistema parlamentario actual (II)
Hemos senalado que el Comicio Centuriado tiene, entre sus funciones, una cierta
y discutida competencia judicial que, cuando se consolida, se circunscribe exclusiva-
mente a determinados supuestos criminales, previstos en la Ley. La asuncion de esta
funcibn deriva de la denominada provocatio ad populum , provocation en el sentido,
no tecnico-jurfdico, de apelacibn al pueblo.
Parece que los orfgenes de tal funcibn deben referirse a la misma etapa monarqui-
ca. Los autores que han estudiado esta cuestion senalan que, en los primeros tiempos,
de acuerdo con la organization de un regimen de poder absoluto, el Rey -que osten-
taba y monopolizaba todas las funciones publicas entre las que se cuenta la coercitio,
es decir, el poder de represion criminal-, tendrfa potestad jurisdiccional para perse-
guir y castigar los hechos gravemente atentatorios contra toda la comunidad que se
califican de crimina , erfmenes.
Es obvio que el Monarca tendrfa facultades de condenar a muerte a una persona,
siempre de acuerdo con el resultado de un proceso incoado para depurar, es decir,
determinar su responsabilidad. Ahora bien, en el caso de que el condenado tuviese la
condicibn de ciudadano romano, los estudiosos senalan, como probable, que el Rey
antes de ordenar la ejecucion de la condena reunirfa al Comicio, no en sesibn solem-
ne, sino informal para conocer su parecer en orden a la ejecucion o conmutacion de
la pena capital.
Esto podrfa darse en una Monarqufa que pretendiese contar en algo, a pesar de
su poder absoluto, con el consenso del pueblo, a fin de ser y de presentarse como
una Monarqufa no despotica. Si esta prbctica monarquica existib realmente, debe en-
tenderse que la consulta real no serfa, en ningun caso, ni preceptiva, es decir el Rey
no estarfa obligado a pedir parecer al pueblo, ni vinculante, es decir, el Rey aun en
menor medida estarfa obligado a seguir el parecer del pueblo.
Mas tarde, cuando se opera el cambio al regimen republicano, los magistrados
cum imperio , en el ejercicio de sus funciones y en el ambito de su coercitio, pueden
imponer la condena a muerte. Quizas las primeras apelaciones al Comicio pudieran
restringirse solamente a las acciones criminales con repercusion polftica.
123
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
8.9.2. Procedimiento
124
Capftulo 8: Los Comicios en la Republica romana y el sistema pariamentario actual (II)
..
8.9 3 La cuestion de su naturaleza juridica
125
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
126
Capftulo 8: Los Comicios en la Republica romana y el sistema parlamentario actual (II)
127
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
Por otra parte la doctrina del Derecho, tanto la mas especializada, asi constitu-
cionalistas, penalistas y procesalistas, como la mas general y abstracta, sobre todo
politologos y filosofos del derecho, se han pronunciado a favor y en contra de su
mantenimiento. Existe, sin perjuicio de ser una cuestion discutida, una tendencia ma-
yoritaria a favor de su vigencia. Elio dice bastante sobre una cierta relatividad de los
pronunciamientos judiciales a la hora de alcanzar, no solo la justicia formal, fruto de
la aplicacion de la Ley, sino la justicia material. Buena prueba de ello es que nuestro
vigente Codigo Penal posibilita al propio Juez que dicta una sentencia penal condena-
toria, solicitar, el mismo, el indulto del condenado.
Esto supone una clara conciencia de pretender con dicha solicitud, alcanzar una
justicia material que la estricta aplicacion de la Ley penal no ha podido lograr con el
fallo judicial. Dicha solicitud de indulto, se basa en la consideraci6n de elementos
que pueden matizar la conducta del condenado pero que la aplicacibn del Derecho
no ha podido considerar.
..
8.10 3 La amnisti'a y el indulto
Han existido, tradicionalmente, dos tipos de medidas de gracia que son la amnistia
y el indulto. Sus notables diferencias han sido puestas de manifiesto por los estudio-
sos. Amnistia, es una voz que encuentra su origen en una expresibn griega que signi-
fica sin recuerdo, olvido. Como consecuencia de la concesion de la medida de gracia
consistente en la amnistia, no s6lo se extingue la condena penal sino que ademas se
borra toda huella del delito cometido por lo que puede decirse, en cierta medida, que
el efecto de aquella, la amnistia, produce la desaparicibn juridica de este, el delito.
Puede operar en beneficio de una persona o un conjunto de ellas que presenten las
condiciones manifestadas en la Ley que la conceda.
Por su parte, el indulto solamente afecta a la condena impuesta, por lo que no
.
desaparece del ambito juridico la accion delictiva Al indultado no se le anulan los
antecedentes penales que derivan de la comision del delito cometido. En nuestra
Constitucion s6lo se admite el indulto particular, quedando prohibido un indulto
general que afectase a un conjunto determinado de personas. El indulto, en que se
materializa el derecho de gracia, se tramita por medio del Ministerio de Justicia que,
en algunos paises, todavia conserva la tradicional denominacion de «Ministerio de
Gracia y Justicia» .
En la Roma republicana, como vimos, el derecho de gracia se alcanzaba con la vo-
tacion del Comicio Centuriado favorable a la absolucion del condenado. No obstante,
esta medida podia lograrse desde el efectivo ejercicio de un derecho que correspon-
dia s6lo a los ciudadanos romanos, ius provocations , derecho de provocar al Comicio
a fin de que bste se pronuncie. Cabe mantener esta calificacibn como derecho funda-
^
mental, respecto de las medidas de gracia en la actualidad?
128
Capftulo 8: Los Comicios en la Republica romana y el sistema parlamentario actual (II)
129
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
que una medida que es graciable para quien tiene capacidad de adoptarla, no lo sea
para quien se encuentra afectado por ella, aunque este efecto pudiera considerarse,
objetivamente, beneficioso para su destinatario.
La democracia ateniense y la democracia republicana romana confiaron la admi-
nistracion de justicia penal a sus correspondientes Asambleas populares. Respecto
de la rectitud moral y el acierto politico de sus decisiones es muy diffcil juzgar, con
forma general. Por ello, solo serfa posible un juicio particular de cada una de sus
actuaciones, teniendo en cuenta las circunstancias polftico-sociales en las que fueron
adoptadas. Si lo hiciesemos nos encontrarfamos con valoraciones muy distintas e in-
cluso antagonicas.
130
SlPNOSIS DEL CAPITULO 9
[ 1] REPUBLICA Y MAGISTRATURAS. [ 2] NOTAS ESENCIALES.
[3] MAGISTRATURAS EN PARTICULAR. [ 4] SENADO.
La democracia se construye sobre la base de que el poder radica en «el pueblo soberano*.
Eso es cierto. Pero el pueblo no podrfa acometer por sf solo las tareas de gobernanza que una
comunidad polftica requiere: se precisa para eso de la existencia de ciertos drganos, individua-
les o colectivos,que lleven a cabo determinadas funciones de publico interns: tales drganos son
las «magistraturas»: consulado, pretura, etc. El Senado no es una magistratura pero sus compo-
nentes, en Roma, tenfan que haber desempenado alguna magistratura.
131
FRANCISCO EUGENIO DIAZ
.
3 - Imperium y potestas
3.1 Imperium: poder global; comprende:
a - la coercitio - (poder de castigar; desaparece en la etapa imperial) [«arceo»: con-
tener]
.
b - el ejercicio de la iurisdictio (facultad de direccion y control del proceso)
c.- el ius edicendi (poder normativo) [«edico»: decir en voz alta]
.
d - el ius agendi cum populo (derecho de convocar a los Comicios)
.
e -el ius agendi cum patribus (derecho de convocar al Senado)
.
3.2 - Potestas : poder determinado y especffico
.
1 - Elegibilidad.
<- Los magistrados en la Republica romana son elegidos por votacion popular en las Asam-
bleas Populares. Su eleccion es, pues,\directa [
[->lEn la actualidad, en nuestro modelo de democracia parlamentaria ni el Presidente de
Gobierno, ni los miembros del mismo obtienen la representacion popular de forma directa
.
sino indirecta Elio supone que el Presidente del Gobierno no resulta elegido por el pueblo,
sino que su nombramiento precede de una votacion de los representantes populares.
.-
2 Anualidad.
-
4 La duracion en el cargo de las magistraturas republicanas romanas es |anua / |en la epoca
de mayor pureza constitucional. Este principio general sufre algunas excepciones .
-^
1 1Actualmente en nuestro sistema constitucional, la duracidn del cargo de Presidente co-
incide, en principio, con la de la propia legislatura, que dura|cuatro ariosi Salvo resultas de
una «moci6n de censura* o de una «cuesti6n de confianza»
.
3 - Colegialidad.
Todos los cargos, excepto el extraordinario de dictador, fueron Ico/eg/ac/osi. Significa
que eran investidos de identicas funciones, varios ciudadanos para un mismo perfodo de
tiempo y de ordinario en numero par. Cada magistrado en el desempeno de su cargo, podfa
ser paralizado en su actuacion poh'tica como consecuencia del ejercicio de veto, llamado
intercessio, de otro magistrado con igual o mayor potestas que la suya.
»
F lLa colegialidad no se practica, en la actualidad en la mayor parte de los cargos politicos
que desempenan funciones de gobierno. Se consideral inviable una Presidencia del Gobier-
no o la condicion de Ministro con car&cter colegiado.
^
.
4 - Gratuidad.
<- Este principio fue observado con gran rigor en la epoca de pureza republicana, respecto
del ejercicio del imperium domi , no tanto tratandose del ejercicio del imperium militiae
HREn la actualidad, es obvio, que todos los cargos publicos estan Idgicamentejretribuidosl
5.- Responsabilidad.
Igualmente, al acabar el perfodo de mando, el magistrado volvfa a jurar haber obrado en
el ejercicio de su cargo, de acuerdo con la Ley. Durante su mandato, por el contrario, no
podfa ser entorpecido en su gestidn ni respondfa de la misma.
|->]En la actualidad a cualquier persona que desempene cualquier cargo publico se le pue-
den pedir dos tipos de |responsab /7/dades1respecto de los actos realizados en el ejercicio de
su cargo: la responsabilidad polftica y la jurfdica.
132
Capftulo 9: Magistraturas romanas y poder ejecutivo actual. Senado romano...
MAGISTRATURAS EN PARTICULAR.
1.- CONSULES
a.- Historia y Naturaleza de los consules
.
Anol509 a C.:|comienza el consulado. Los cdnsules iban al frente del ejercito (prsae-ire)
b.- Funciones de los cdnsules
1 i u s agendi cum populo. / 2.- ius agendi cum p&ribus; y el poco corriente
.
3.- ius edicendi (poco corriente) / 4 - coercitio: ejercicio del poder de reprension criminal
5.- 1incoativa legislative ] (puede presentar propuestas legislativas ante los Comicios).
c.- Nombramiento de los consules
El cdnsul es elegido por los Comitia centuriata.
2.- PRETORES
.
a - Historia de los pretores
Anol367 a.Cj -aprobacion de las Leyes Licinias, por las que se encarga al pretor el ejercicio
de la iurisdictio: organiza y dirige los procesos en la ciudad de Roma,
Anol242 adZi aparicion Pretor peregrino que ejerci'a la iurisdictio cuando uno de los litigan-
tes o ambos no eran ciudadanos romanos [sino extranjeros, es decir, peregrinos].
[Ano |130 d. Q, por mandato del emperador Adriano]: Salvio luliano realiza la codificacidn
de los Edictos: «Edicto Perpetuo». [el D pretorio completa, modifica o suple el D civil]
b.- Funciones de los pretores. Ius edicendi. Imperium domi (gobierno de la ciudad)
3.- EDILES
.
a - Historia de los ediles. Tiene origen en la funcion de representacidn de la clase plebeya .
b - Funciones de los ediles. Los ediles curules eran magistrados menores, sin imperium,
con funciones de orden administrative, vigilancia del orden publico, cuidado de la ciudad,
poliefa, salud publica, etc.
4.- CUESTORES Cuestores urbanos (administracion del erario publico) y Cuestores militares
(directamente subordinados al jefe militar).
5.- CENSORES. Encargados de la realizacion del censo. Poseen solo potestas y debian recurrir a
la coercitio de los magistrados mayores contra quien tratara de eludir su inscripcion en el censo.
.
6 - TRIBUNO DE LA PLEBE. Creados para tratar de eliminar toda situacion de privilegio patri-
cio dentro del orden constitucional republicano, sin intentar derrumbar dicho orden.
.
7 - DICTADOR. Constituye la magistratura suprema EXTRAORDINARY.- Magistratura uniper-
sonal que ostenta poderes absolutos, pero solo temporalmente en una situacidn de emergencia
nacional . Su nombramiento es por un tiempo determinado.
133
FRANCISCO EUGENIO DIAZ
Funcionamiento
Convocatoria : por un magistrado con dcho. a reunirlo: ius agendi cum populo
Reunion : en la Curia Hostilia, al lado del Foro
Desarrollo : toma de los auspicios; exposicibn de la cuestion a debatir; discusibn
Votacidn: votaba en primer lugar el princeps senatus -el mas antiguo de los ex/censores-
Senadoconsulto: opinidn o parecer del Senado. En el Principado se equipara a la Ley.
Competencias
Interregnum : para cubrir el vacfo circunstancial de poder.
Funcidn consultiva: la costumbre de que los consules consultasen con el Senado.
Funcidn legislativa : las leyes comiciales requeri'an el aval del Senado: auctdritas patrum
Direccion de la polltica exterior : envio de embajadores (legati ) a otras comunidades
Politica militar : declarar la guerra, acordar la paz, financiacion de la guerra, etc.
Concesion de honores militares al jefe de las legiones: otorgando el triunfo o la ovatio
Materia financiera : control del gasto publico; admon. del patrimonio del «Estado»
Materia religiosa : intervenfa en la aceptacion de una nueva divinidad o en la prohibicion
Crimen de repetundis : exaccion de impuestos ilegales
Intervencidn en situaciones de emergencia nacional
La funcion consultiva, hoy. El Consejo de Estado.
134
CAPITULO 9.
Magistraturas romanas y poder ejecutivo actual.
Senado romano y funcion consultiva hoy
135
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
9.2. CLASES
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Capi'tulo 9: Magistraturas romanas y poder ejecutivo actual. Senado romano...
137
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
138
Capi'tulo 9: Magistraturas romanas y poder ejecutivo actual. Senado romano...
viamente tipificadas como tales en ninguna disposicion legal. Esta facultad atentarfa
contra el principio de seguridad jurfdica en bmbito penal al no respetar el principio
de legalidad penal. Resumidamente podemosdecirque este importantfsimo principio
implica, en la actualidad, las siguientes garantfas: garantfa criminal, nullum crimen
sine lege, garantfa penal, nulla poena sine lege, y garantfa jurisdiccional, nulla poena
sine legale iudicio; a las que, recientemente, la doctrina ha anadido la garantfa de eje-
cucion. Esta expresamente enunciado en numerosos Textos constituciones y en todos
los Codigos penales vigentes de nuestro entorno cultural.
El antecedente mas remoto, y ademas imperfecto, de este principio de legalidad
penal puede reconocerse en la creacion de determinados Tribunales que, a su vez,
tienen previstos procedimientos especiales cuya finalidad es la persecucion y sancion
de distintos crimina legalmente configurados como tales.
.
En este sentido, a partir de finales del siglo III a.C , la sancion de determinados ac-
tos delictuales publicos, crimina, paso a ser competencia de Tribunales denominados
Quaestiones extraordinariae, que se constitufan cada uno de ellos ad hoc, en relacion
con el concreto crimen que persegufan.
Estos Tribunales, que surgieron con carcicter extraordinario y, por tanto, eran cir-
cunstanciales y temporales, terminan transformandose desde la mitad del siglo I a.
C., en organos jurisdiccionales permanentes lo que explica que pasen a denominarse
Quaestiones perpetuae, asumiendo de modo estable la competencia para conocer el
singular crimen tipificado por la propia Ley que los crea. El Tribunal es competente
tanto para la instruccion como para su tramitacion que concluye con el fallo o senten-
cia, respecto de la que no cabe apelacion, en estricta vfa judicial.
Es frecuente afirmar por la doctrina penalista que dicho principio de legalidad es
un producto de la llustracion y que el Derecho Romano no llega a formular, esta co-
lumna basilar del Derecho penal moderno.
No obstante senalar que su formulacibn en Roma, no tiene la precisibn y rigor
con la que se expresa en la actualidad, es necesario poner de manifiesto que ya en
Roma encuentra su formulacibn primigenia. Asf lo entiende uno de los mas grandes
penalista del siglo XIX, Pacheco. Senala que su origen se encuentra en un fragmento
jurisprudencial romano que reza: «Ubi non est Lex, necprevaricatio». Dicho principio
segun Pacheco pretende «erradicar toda arbitrariedad e inseguridad, de desastrosas
consecuencias...ello es un adelanto, un progreso, en relacidn con Grecia, que admi-
tla los encausamientos por acciones expresamente no prohibidas». Y concluye: «Este
principio fue proclamado, por primera vez, por la Ley romana».
En el Principado surgira un procedimiento inquisitorial, que se consolida en
el Dominado, como nuevo proceso penal en el que la sentencia condenatoria
admite, generalmente, una appellatio configurandose la doble instancia. Asf, la
ilimitada coercitio de las magistraturas romanas desaparece total y definitivamente
en la etapa imperial. En la actualidad la competencia en materia penal pertenece
a aquellos Jueces y Tribunales que la tienen especfficamente asignada, si bien,
139
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
Los magistrados con imperio tienen un poder normativo denominado ius edicen-
di , que les faculta para dictar normas a traves de la forma de Edictos, cuyo contenido
era obligatorio para todos los ciudadanos. Su vigencia, en principio, coincidfa con el
tiempo de mandato de su magistratura. Actualmente, si bien con perfiles diferentes,
tambien el poder ejecutivo a traves de distintos organos posee cierta facultad norma-
tiva y se configura como una fuente de creacion del Derecho.
Asf, el Consejo de Ministros puede dictar normas a traves de la aprobacion de los
correspondientes Reales Decretos y cualquier Ministro, en el ramo correspondiente, a
traves de la aprobacibn de las Ordenes ministeriales. El artfculo 97 de la Constituci6n
atribuye al Gobierno « /a potestad reglamentaria de acuerdo con la Constitucidn y las
Leyes®.
140
Capi'tuio 9: Magistraturas romanas y poder ejecutivo actual. Senado romano...
Tomar los auspicios en colaboracion con los Augures, que constitufan uno de los
Colegios sacerdotales de m3s prestigio e influencia en la vida ciudadana. A pesar de la
diferenciacidn que se da en la Republica entre el poder civil y el poder religioso, per-
vive, durante toda esta etapa, la ancestral costumbre de la toma de los auspicios, con
los que se trata de averiguar e interpretar, a traves de complejas y arcanas formulas, la
voluntad de los dioses a los efectos de saber si eran o no favorables frente a cualquier
acto de importancia para la vida de la ciudad. Se distingue entre auspicia publica y
auspicia privata, segun se tomen para los asuntos publicos o privados.
Otra facultad del imperium es el denominado /us agendi cum populo, derecho de
convocar a las Asambleas populares o Comicios. Se trata de la convocatoria del ma-
gistrado bien sea de un Comicio legislative, para proponer la aprobacion de una Ley;
un Comicio electoral en el que se procede a la presentacion de una lista de candidatos
para elegir a las distintas magistraturas; o un Comicio con funciones judiciales, para
que se pronuncie, iudicium populi , como consecuencia del ejercicio del ius provoca-
tions , tal como hemos estudiado.
A diferencia de la Roma republicana en la que el Comicio no ten /a capacidad de
autoconvocarse, en la actualidad el Parlamento -en sus dos Camaras, Congreso de los
Diputados y Senado-, tiene poder de convocatoria, de acuerdo con la Constitucion y
con lo dispuesto en el correspondiente Reglamento, sin que sea precisa su convoca-
toria por un 6rgano externo.
Por lo que se refiere a las sesiones de caracter ordinario, el artfculo 73 de la Cons-
titucion establece que: «Las Camaras se reuniran anualmente en dos perlodos ordi-
narios de sesiones: el primero, de septiembre a diciembre, y el segundo de febrero
a junio». Lo mismo se reitera en el Artfculo 61 del Reglamento del Congreso de los
Diputados.
En cuanto a las sesiones de caracter extraordinario el parrafo 2° del mismo artfculo
de la Constitucion senala que: «Las Cimaras podrin reunirse en sesiones extraordina-
rias a peticion del Cobierno, de la Diputacidn Permanente o de la mayorla absoluta
de los miembros de cualquiera de las Cimaras. Las sesiones extraordinarias deberan
convocarse sobre un orden del dla determinado y serin clausuradas una vez que iste
haya sido agotado». Queda asf constitucionalmente determinado quien tiene capaci-
dad externa de convocatoria extraordinaria del Parlamento.
Tambien corresponde al imperium, el llamado ius agendi cum patribus, que es
el derecho de convocar al Senado. En esta ocasion, el magistrado, normalmente el
Consul, reurn'a al Senado a los efectos de pedir el parecer de los miembros de la Alta
Camara, como personas expertas en la vida publica. Su convocatoria se haefa respecto
de asuntos de gobierno que los magistrados consideraban de especial relevancia para
la vida ciudadana.
Son magistrados con imperio el Consul y el Pretor, con caracter ordinario; y el
Dictator y algunas magistraturas colegiadas con caracter extraordinario, que se cons-
tituyeron en momentos concretos de la historia polftica romana. Respecto de estas no
141
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
puede establecerse un regimen uniforme, pues, cada una de ellas estaba investida de
los poderes que, en su momento, se consideraron los adecuados y convenientes para
salvar una situacion de emergencia para la comunidad.
Las notas o caracteres generales de las magistraturas romanas son cinco: electivi-
dad; anualidad; colegialidad; gratuidad; y responsabilidad. Procedemos a realizar un
somero anblisis de cada una de ellas.
Electividad. Los magistrados en la Republica romana son elegidos por votacibn po-
pular en las Asambleas Populares. Su eleccibn es, pues, directa. A esta regia general se
sustrae el Dictador tal como veremos al estudiar esta magistratura. La representatividad y
legitimacion democr&ica la reciben directamente del pueblo elector, representado en los
Comicios. Para presentarse como candidate) a cualquiera de las magistraturas republicanas
se requirib la edad minima de 27 anos, siendo frecuente, en la etapa de pureza republica-
na, que al candidate) se le exigiese, al menos, diez anos de servicio activo en las legiones.
En la actualidad, en nuestro modelo de democracia parlamentaria ni el Presidente
de Gobierno, ni los miembros del mismo obtienen la representacion popular de forma
directa sino indirecta. Elio supone que el Presidente del Gobierno no resulta elegido
por el pueblo, sino que su nombramiento procede de una votacibn de los represen-
tantes populares, en la que el Parlamento elige a un candidato, previa presentacion de
su programa de gobierno.
Su nombramiento se produce en la sesibn de investidura ante el Congreso, des-
pues de la celebracion de las correspondientes elecciones generales y la consiguiente
constitucion de las Camaras, de acuerdo con los resultados obtenidos en aquellas. El
Presidente investido encarna la legitimacion democratica, al obtener el refrendo de la
Camara de representantes, despues de exponer ante los mismos, en su discurso de in-
vestidura, los objetivos fundamentales del programa politico que pretende desarrollar
y las Ifneas maestras de su accibn de gobierno.
Una vez elegido, el Presidente procede, a designar a los miembros de su Gobier-
no, teniendo plenas facultades de nombrar y cesar en sus cargos a los Ministros, titu-
lares de los diferentes Departamentos. En este sentido, la legitimacion recibida de la
Camara es, asimismo, el fundamento democratico que le permite proceder a nombrar
a «su» Gobierno, de acuerdo con lo expresado en el artfculo 100 de la Constitucion.
Frente a este sistema de democracia parlamentaria existe en nuestro tiempo un sis-
tema de democracia presidencialista en el que se procede, directamente, a la votacibn
popular del Presidente, asf en los EEUU o Francia. En estos pai'ses, el maximo brgano
constitucional que encarna el poder ejecutivo, recibe el mandato por votacibn directa.
142
Capi'tulo 9: Magistraturas romanas y poder ejecutivo actual . Senado romano...
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FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
miento en el Parlamento. Elio es absolutamente logico, pues, como hemos visto al tra-
tar de su nombramiento en la sesion de investidura, es el Presidente quien obtiene el
respaldo de la Camara que, en un momenta, determinado puede interesarle revalidar.
No obstante su exclusiva competencia, resulta tambien Idgico que la Constitucion
establezca que la decision del Presidente debe ser adoptada «previa deliberacidn del
Consejo de Ministros», ya que de no prosperar afectarfa a todo el Cabinete por 41
presidido. En el buen entendimiento de que su parecer es preceptivo solicitarlo pero
no vincula al Presidente que, libremente, puede discrepar de su opinidn y plantear
validamente la referida cuestidn de confianza.
Volviendo sobre la Roma republicana, el caracter anual de sus magistraturas fue
una reaccion contra el poder indefinido del Monarca. Adem4s, como es logico, en
este sistema de reparto de poder estaba absolutamente prohibida la acumulacidn de
varias magistraturas en una misma persona.
En cuanto a la reeleccidn de una persona en la magistratura que desempenaba, al
principio en la Republica se admitid, si bien mds tarde fue limitada rigurosamente,
sobre todo, respecto del Consulado. Asf, se exigio para que fuese posible una reelec-
ci6n, que hubiesen transcurrido diez aiios desde el anterior. Se prohibid la reeleccion
respecto de los Censores. En momentos mds evolucionados, se establecieron tambien
limitaciones a la reeleccidn, respecto de las demas magistraturas, exigiendo que tras-
curriesen al menos dos afios entre cargo y cargo.
144
.
Capi'tulo 9: Magistraturas romanas y poder ejecutivo actual. Senado romano..
145
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
9.6.1. Consules
146
Capi'tulo 9: Magistraturas romanas y poder ejecutivo actual. Senado romano...
los Museos Capitolinos, que expone ademas la «loba etrusca», sfmbolo por excelencia
de la civitas.
La lista se remonta al 509 a.C., fecha en la que la historiograffa latina situa el derroca-
miento de Tarquino el Soberbio y la proclamacion de la Republica con el nombramiento
como Consules, de los legendarios Junio Bruto y Tarquino Colatino. La doctrina moderna
entiende que la referida lista consular responde a la historicidad, aproximadamente, en las
dos terceras partes ultimas, por lo que en el primer tercio los nombres que se reflejan no
serian reales, al no existirdatos historicos fiables para remontarse a los orfgenes.
El Consul, probablemente, fuese en su comienzo un cargo militar que, con el
paso del tiempo, irrumpe en la vida polftica de la civitas como magistrado ordinario.
Puede desempenar todas las facultades que acabamos de referir respecto del poder de
imperium. Ejercita muy frecuentemente el ius agendi cum populo y el ius agendi cum
patribus, a diferencia de la funcion jurisdiccional en la que su efectiva competencia
no estS muy definida y el ejercicio del ius edicendi que se considera poco corriente.
Respecto al poder de reprension criminal, coercitio, ejercieron sus facultades durante
bastante tiempo y formaban parte de los Tribunales Senatorio-Consulares.
Una de las funciones mas destacadas, y mds desempenadas, es la iniciativa legis-
lativa que le permite presentar propuestas legislativas ante los Comicios para que se
pronuncien respecto de la aprobacidn de una Ley. Si buscamos una similitud con la
actualidad, la facultad de presentar proyectos de Ley al Parlamento -para que los tra-
mite y, consecuentemente, proceda a votarlos-, la ostenta hoy, con caracter ordinario,
el Consejo de Ministros.
En cuanto a su eleccidn, el Consul, como hemos ya senalado, se elige por los
Comitia Centuriata. El Consulado se denomina magistratura eponima debido a que
los Cdnsules daban nombre al respectivo ano. La crisis del Consulado comienza en
Roma con el nombramiento de un Consul individual, consul sine colega, sin respeto
al principio de colegialidad, por ejemplo, se da en la persona de Pompeyo a mediados
del siglo I a.C., en plena descomposicidn del regimen republicano.
Esta crisis se agrava con la practica anticonstitucional -de acuerdo con los usos
inveterados e incuestionados de la Republica-, de prorrogar en el cargo a una persona
que habfa finalizado el ano de su mandato. En esta crisis polftica se forma el primer
triunvirato por parte de Cesar, Pompeyo y Craso con la teorica pretension de recons-
truir la Republica. En realidad lo que provoco fue un atentado contra la legalidad
republicana ya que, segun se deduce de los acontecimientos historicos posteriores, no
se encontraba en situacion de ser restaurada.
Despues del asesinato, por conjura polftica, de Cayo Julio C6sar se conforma un
segundo triunvirato formado por Octavio, Marco Antonio y Lepido, que termina, al
igual que el primero, en guerra civil provocada por las disputas de poder entre sus
propios miembros.
El final real, aunque no formal, de la Republica se produce con Octavio Augusto
que, en el curso del ultimo tercio del siglo I a.C., consolida progresivamente su poder
147
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
personal, tanto militar como civil, instaurando de facto un nuevo regimen politico
que se conoce como Principado. Su denominacion obedece a que el mismo Augus-
ta -siendo este un tftulo religioso- se califica y es efectivamente considerado como
el Princeps, el primero en auctoritas , prestigio e influencia, dentro de la estructura
politico constitucional.
El Principado puede, pues, ser considerado un sistema de transicidn -que dura
mas de dos siglos-, entre un regimen de participacion popular que habi'a sido la Re-
publica y un modelo absoluto de concentracion de todos poderes en el Emperador,
Dominus, que sera el Imperio.
A partir del decaimiento progresivo de las estructuras republicanas el Consulado
pasa a ser, ya en el propio siglo I d.C., una magistratura simbolica en relacidn con lo
que fue. Asf, con Augusta el cargo dura en ocasiones seis meses; y mas tarde hay Prfn-
cipes que nombran Consules para uno o dos meses. Es evidente que si debiesemos
senalar algtin organo constitucional actual que pudiese concentrar, en cierta medida,
el ejercicio efectivo de un conjunto plural de funciones de gobierno tal como la des-
empenaron los Consules en Roma tendrfamos que referirnos al Presidente de Gobier-
no debido a su posicidn prevalente en el ejercicio del poder ejecutivo, tal como se
deduce de lo dispuesto en el parrafo segundo del artfculo 98 de la Constitucion que
establece: «£/ Presidente dirige la accidn del Gobierno y coordina las funciones de
los demas miembros del mismo, sin perjuicio de la competencia y responsabilidad
directa de estos en su gesti6n».
..
9.6 2 Pretores
148
Capitulo 9: Magistraturas romanas y poder ejecutivo actual. Senado romano...
.
En el ano 242 a C. se configura una magistratura paralela al Pretor urbano, que
es el Pretor peregrinus. Roma se habfa convertido en una capital en la que convivfan
ciudadanos romanos con personas que no tenfan esta condicion. Elio daba lugar a que
unos y otros tuviesen relaciones no s6lo sociales sino tambien jurfdico-econdmicas.
El Pretor peregrino tenia competencia para ejercer el poder de iurisdictio en la direc-
cion de los procedimientos judiciales, cuando uno de los litigantes o ambos no eran
ciudadanos romanos.
Una facultad importantfsima del Pretor es su ius edicendi , facultad de dictar Edictos.
Los Pretores publicaban al comenzar a ejercer su cargo, un Edicto que recibe el nombre
de Edictum perpetuum, pues, tiene validez durante todo el ano que duraba la magistra-
.
tura Por el contrario, las resoluciones edictales dictadas para resolver un caso concreto
se denominan Edicta repentina y solo tienen vigencia para el caso para el que se dictan.
Fue frecuente que las personas que se sucedfan en la Pretura recogiesen, en mayor
o menor grado, en su Edicto, los contenidos del Edicto de sus predecesores. Esta parte
que, en el nuevo Edicto, se asume del anterior se denomina Edictum traslaticium,
mientras que al conjunto de nuevas disposiciones introducidas por el colegio de Pre-
.
tores se le conoce como Edictum novum Esto no puede llevar a la confusion de que
sean dos Edictos distintos, ya que solo hay uno en cada mandato, siendo los referidos
Edictos partes del mismo.
En tiempos del Emperador Adriano, un celebre jurista llamado Salvio Juliano reali-
za por mandato del Emperador, la codificacion de los precedentes Edictos perpetuos.
Esta obra, conocida como «Los Edictos Perpetuos* es esencial para la compresion
del Derecho romano, ya que las normas juri'dicas en 41 contenidas constituyen en
su conjunto lo que se denomina Derecho pretorio o Derecho honorario, siendo este
Derecho un perfecto complemento del ius civile, ya que unas veces suple sus lagunas
y otras incluso lo corrige.
Esto supone una caracterfstica del Derecho romano que no encuentra parangon en
el Derecho actual. En relacion con su caracter supletorio o subsidiario del ius civile, si
el Pretor considera que una situacion no amparada por este es digna de ser protegida,
puede otorgarle proteccion pretoria y, por lo tanto, hacer efectiva su defensa en un
concreto proceso. En este sentido, se dice que el ius praetorium completa el ius civile.
La labor del Pretor, en este sentido, fue muy importante a veces para el nacimiento
y otras para el desarrollo de una institucion jurfdica. Debe tenerse presente que el Pre-
tor es un magistrado con poder jurisdiccional, por lo que esta en contacto directo con
la problematica jurfdica en su faceta mas practica o forense. En este sentido, muchas
instituciones que nacieron en el 4mbito pretorio, con el transcurso del tiempo se asu-
mieron por el ius civile. La labor del Pretor dinamiza el contenido de las instituciones
y de los conceptos jurfdicos, actualizandolos y poniendolos al servicio de los nuevos
intereses y realidades economicas y sociales.
La realidad que es mas diffcilmente comprensiva con nuestra mentalidad, es que
el Pretor pueda corregir, en el sentido de contradecir o dejar sin efecto, lo dispuesto
149
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
en el Derecho Civil. Y ello se explica cuando el Pretor protege una situacion no am-
parada en el ius civile en contra de otra que si lo esta. En este sentido, deja sin efecto
la proteccion procesal de una situacidn reconocida por el Derecho civil.
Esto se producirfa cuando una situacion factica protegida por el ius civile se habfa
quedado obsoleta, no respondiendo a las nuevas necesidades o realidades sociales.
De la compresion de todo esto, aquf solo esbozado por obvias razones de contenido,
pueden encontrarse abundantes respuestas en la asignatura Derecho Romano, en la
que se estudian supuestos concretos en los que la proteccion del ius civile y del ius
praetorium se encuentran en contradiccion, prevaleciendo dsta sobre aquella.
9.6.3. Ediles
9.6.4. Cuestores
150
Capftulo 9: Magistraturas romanas y poder ejecutivo actual. Senado romano...
Por el contrario, otros autores senalan que la Cuestura republicana nada tendrfa
que ver con aquellos drganos jurisdiccionales auxiliares del Rey. En la Republica la
Cuestura se configuro como una magistratura menor, sin imperium , elegida en los
Comitia Tributa, algunos dicen que subordinada en algunas de sus funciones a los
Consules. Constituyen el primer escalon en el cursus honorum.
Se distingue entre los Quaestores urbani , Cuestores urbanos, que tendrfan como
principal mision la administracidn del Erario publico y los Quaestores militares que
estarfan directamente subordinados al jefe militar. Los primeros asumirfan ciertas
competencias financieras y econdmicas, siendo una especie de delegados del Senado.
Podrfa incluso reconocerse esta funcion de control de los fondos publicos, en los
mismos Quaestores militares si se entiende que acompafiarfan a quien ejerciese el
mando sobre las legiones, para la administracidn y el control de la financiacion eco-
nomica de la campana belica .
Los Quaestores urbani se encargarfan, entre otras, de las siguientes funciones: ad-
ministraban el Erario publico (Aerarium populi romani ); se encargaban del cobro a los
deudores del Estado, estando facultados para vender sus bienes en publica subasta en
caso de impago; y gestionan el cobro de los tributos bajo la vigilancia y la direccion
del Senado.
9.6.5. Censores
151
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
la vida publica romana y que su opinidn goza de enorme influjo social. Asimismo, el
prestigio de esta magistratura se debe, en gran parte, a la personalidad, a la auctori-
tas personal, de muchos de quienes la desempenaron, sobre todo, a partir de Marco
Porcio Caton.
La principal funcion del colegio de los Censores es la realizacion del censo. Las
labores de censo de los ciudadanos romanos se hacian en el Campo de Marte. Los
principales datos que figuraban eran: encuadramiento de cada ciudadano en la cen-
turia y en la tribu que le correspondia y expresion de la riqueza de cada ciudadano.
El censo es, asi, causa de organizacion del Comicio y principal herramienta para
el pago y recaudacion de tributos. Cada ciudadano haci'a su declaracion bajo jura-
mento y con estos datos el Censor confeccionaba las tablas del censo. En ellas, se
podia incluir, ademas, un juicio personal del Censor sobre la conducta moral de
una persona. Este juicio de moralidad publica, nota censoria, podia referirse a: su
comportamiento militar; el ejercicio de una funcidn pdblica; su piedad religiosa; su
actitud como Juez o testigo; sus deberes familiares y sus costumbres referidas al lujo
inmoderado, entre otras.
Los Censores eran libres, en la emision de sus juicios, siendo el unico limite su
colegialidad ya que era preciso que estuviesen de acuerdo ambos. Importante trascen-
dencia politica tenia la nota censoria cuando esta afectaba o recaia sobre un senador
o alguien con derecho a ingresar en el Senado.
Esta facultad se corresponde a una etapa en la Republica, en la que el colegio de
Censores controlaba el acceso de los senadores en la Alta Camara. Asi, en el ano 312
a.C. la aprobacion de la Lex Ovinia modifica el sistema de designacion de los sena-
dores, concediendo este importantfsimo poder a los Censores y privando al propio
Senado del control de acceso de sus miembros.
Asi, cada cinco afios los Censores, al tiempo de elaborar el censo, debian de con-
feccionar una lista de ex magistrados comenzando por quienes habian desempenado
el Consulado. Los Censores tienen la facultad de excluir de esta lista a quienes no
consideren dignos de ingresar en el Senado. Esta facultad de exclusidn, estrechamente
vinculada a su tarea de control de las costumbres ( regimen morum ) y realizada en el
ejercicio de la denominada lectio senatus , era muy delicada y se prestaba a posibles
arbitrariedades de los Censores. Para impedir que se ejercitase de forma arbitraria se
impuso la costumbre de escribir junto al nombre de la persona excluida, el motivo de
indignidad.
Si el Senado tiene un fuerte influjo en la vida politica de la Republica romana,
debido a que los magistrados con efectivo poder de gobierno se asesoran y se guian
por la opinion senatorial, se comprende el poder factico que poseian los Censores al
controlar tanto el acceso al Senado como su permanencia en el mismo a trav4s de la
«nota censoria*. En el transito al Principado, el propio Augusto se proclamd Censor.
Con el tiempo esta magistratura que habia tenido tanta importancia en la vida politica
de la Republica, acaba vacia de contenido.
152
Capftulo 9: Magistrates romanas y poder ejecutivo actual. Senado romano...
9.6.6. Tribunos
153
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
nos dejan de ser elegidos por los Concilia Plebis, que acaban por desaparecer y su
eleccidn se efectua en los Comicia Tributa.
Cuantas personas constituirfan el Colegio de los Tribunos es una cuestion que,
por un lado, depende de la distinta etapa historica de la Republica que consideremos
y, por otro, no esta suficientemente aclarada. Tito Livio refiere la existencia de dos
Tribunos. Otras fuentes hablan de cinco.
En cuanto a su poder, observamos que, partiendo desde su funcion originaria la de
defender los intereses de la plebe, asume el relativo al control de la actividad poh'tica
.
y la gestion de gobierno del resto de los magistrados En este sentido, pueden inter-
poner su veto o intercessio frente a las propuestas de Ley que los Consules pretendan
.
presentar ante los Comicios Este poder de veto tiene una gran importancia ya que
puede paralizar la accion poh'tica de las demas magistraturas.
..
9.6 7 Dictador, magistratura extraordinaria
154
Capftulo 9: Magistraturas romanas y poder ejecutivo actual. Senado romano...
Es muy complejo desentranar sus relaciones con los Tribunos. Algunos autores,
analizando en particular determinadas situaciones en las que en Roma se nombrb a
un Dictador, piensan que se propicib porel Senado para intentar paralizar el enorme
poder de los Tribunos. En otras ocasiones se considera lo contrario, es decir, que los
Tribunos podrfan ser un arma del Senado contra el omm'modo poder de un Dictador.
Esta reflexion pegada a la realidad historica quizes nos lleve a la conclusibn que
puede considerarse mas cierta. No hubo en la Roma republicana dos Dictaduras igua-
les, pues, en cada circunstancia histbrica en la que se recurrio a su nombramiento
para salvar una situacion de grave crisis polftica, se invistio a un Dictador con unas
facultades y poderes determinados que eran los que se consideraban que convenfa.
Un funcionamiento anomalo de esta figura se produce con el nombramiento de
Sila como Dictador, en el ano 82 a.C. Puede calificarse, en sentido amplio, como
anticonstitucional. Se le nombra Dictador por tiempo ilimitado, por lo que no se res-
peta el tiempo mdximo de seis meses. Sus poderes exceden ampliamente lo que era
frecuente en este cargo, ya de por sf extraordinario. La dictadura de Sila fue vista por
los historiadores romanos como similar a una Monarqufa tiranica. Poderes desorbi-
tados concedidos a un Dictador se dan tambibn en la persona de Julio Cesar, que es
nombrado Dictator a perpetuidad.
155
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
etimologica del termino senex, porque serfa un consejo de ancianos, patres gentium ,
jefes de las gens, que asesoraria al Rey.
En la Republica se constituye como un consejo de ex-magistrados, pues, haber
desempenado una magistratura, como hemos visto al tratar de los Censores, se convir-
tio en el presupuesto normal de acceso al Senado. En un principio solo los patricios
podfan ser senadores, al ser necesario pertenecer a esta clase para ocupar una ma-
gistratura. Posteriormente, al tener acceso a los cargos de eleccion popular todos los
ciudadanos sin distincion de clases, tambi£n los plebeyos accedieron a la condicidn
de senador. Lograda la pacificacidn polftica entre las dos clases sociales, el Senado
asegura la continuidad polftica de la Republica.
Probablemente en los primeros tiempos de la Republica al Senado se accede por
eleccidn de los propios senadores, por lo que se da un procedimiento de cooptacion
de sus miembros. Desde fines del siglo IV a.C., como hemos referido al analizar la
Censura, se conffa al colegio de Censores la designacidn de los senadores. A fines de
la Repdblica, vuelve el propio Senado a tener la facultad de nombrar a los senadores.
La condicidn de senador es vitalicia y s6lo se pierde por alguna de las siguientes
causas: renuncia al cargo; imposicidn de una nota censoria, tal como referimos al
estudiar al Censor; o perdida de la ciudadanfa romana.
En cuanto al numero de senadores, los estudiosos entienden que este fue pro-
gresivamente en aumento, siendo un centenar en la fundacion de la ciudad, mds de
300 en la etapa central de la Republica, hasta llegar a unos 600 a fines de la 6poca
republicana. El status de senador supone un conjunto de derechos, pero tambien
de limitaciones. En relacion con los primeros, gozaban de una alta consideracion
social, por lo que les reservaban asientos preferentes en espectaculos y celebraciones
publicas, ostentaban signos externos distintivos de su condicidn, tales como especial
vestimenta y votaban con preferencia en las Asambleas populares.
En cuanto a sus principales limitaciones, los senadores no podfan ejercer el comer-
cio a gran escala ni dedicarse al trafico marftimo, a fin de preservar su condicion de
cualquier interes economico que pudiera quedar vinculado a su influencia polftica.
Adem£s, los Censores les exigieron un comportamiento social mas modelico que
el exigido a un ciudadano ordinario y, por ello, se les aplica un codigo 6tico superior
cuando se les impone una nota censoria desfavorable. Se trataba, en la 6poca de pu-
reza republicana, que el senador fuese un referente moral de las virtudes ciudadanas.
El Senado no puede ser convocado mas que por un magistrado que posea el de-
recho de reunirlo, el ius agendi cum patribus. Este derecho comprende la facultad
de convocarlo, presidirlo, relatar las propuestas sujetas a discusion, pedir el parecer
y provocar el voto. Corresponde a los magistrados con imperio, pero fue ejercitado
156
Capitulo 9: Magistraturas romanas y poder ejecutivo actual. Senado romano...
sobre todo por los Consules y desde la Ley Hortensia del 286 a.C. tambten por los
Tribunos.
El magistrado competente sefiala el dia y lugar de la reunion. Se suele indicar
sumariamente el orden del dia. El lugar solfa ser la Curia Hostilia al lado del Foro. Se
reunia dentro del recinto de la ciudad a diferencia de los Comicios Centuriados. La
reunidn es precedida por la toma de los auspicios. Inicia la sesion el magistrado con-
vocante con la exposicion de la cuestidn a debatir. A continuacion comenzaba la dis-
cusion y debate en el que los senadores tomarian la palabra para expresar su parecer.
Lo normal era exposicion, debate y votacidn. En esta solo se tenia en cuenta el nu-
mero de senadores presentes, por lo que no se exigio un quorum determinado. En cuan-
to al orden de la votacion, existia una jerarquizacion en razon al cargo o magistratura
que se habia desempenado. Votaba en primer lugar el Princeps senatus, que era el mds
antiguo entre los ex Censores, a continuacion el resto de ex Censores, y despues, los ex
Consules, los ex Pretores, los ex Ediles, los ex Tribunos y los ex Cuestores.
La opinidn o parecer dado por el Senado tomaba el nombre de Senatusconsultum
y no tiene car&cter normativo, por lo que no es vinculante, en la dpoca republicana.
Se equipara a la Ley en el Principado. Se redactaba por el magistrado convocante,
asistido por un comite compuesto por distintos senadores.
En cuanto a sus competencias es necesario destacar que existe una evolucion en
la que se aprecia una asuncidn progresiva de facultades debido a distintas razones. En
primer lugar, la falta de preparacidn de las Asambleas Populares, lo que provoca que las
propuestas que se le formulen para votar las Leyes deben llegar elaboradas por personas
expertas. Esta funcion la cumplio admirablemente el Senado cuando el procedimiento
de elaboracion de las leyes hace que el magistrado la presente primero al Senado, este la
discuta y/o modifique y la Asamblea proceda solo a votarla afirmativa o negativamente.
En segundo lugar, el Senado asumiria cada vez mas competencias debido al carac-
ter temporal anual de las magistraturas, por lo que estas no podian realizar planes a
medio o largo plazo, de politica exterior o interior. Elio se compensaba con la conti-
nuidad del Senado que, como hemos senalado, da estabilidad a la Republica.
Sus competencias son en parte heredadas de la 6poca mon rquica y en parte asu-
^
midas en epoca republicana. Las primeras son: el interregnum y la funcion consultiva.
El interregnum, termino de hondas y evidentes resonancias monarquicas, se produce
en la Republica cuando estan ausentes de la ciudad los dos Consules. Para cubrir ese
vacio circunstancial de poder, o bien hasta que no sean nombrados sus sucesores,
cada cinco dfas es nombrado un senador como magistrado supremo, empezando por
el Princeps senatus.
La otra facultad del Senado heredada de la epoca monarquica era el ejercicio de
la funcion consultiva. Fue formalizindose la costumbre de que los Consules, antes
de emprender su actividad en la que definirian la orientacion politica de su mandato
y tambien en los momentos importantes para la vida ciudadana, consultasen con el
Senado.
157
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
158
Capftulo 9: Magistrates romanas y poder ejecutivo actual. Senado romano...
159
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
del Consiglio di Stato italiano, los cuales son, en sus respectivos pafses, el supremo
organo de la jurisdiccion contenciosa administrativa.
Por el contrario, en Espana desde principios del siglo XX el Consejo de Estado se
ve privado de esta jurisdiccion, que pasa a ser competencia de una de las Salas del
Tribunal Supremo.
. .
9.8 1.2 Su marco constitutional y legal
160
Capt'tulo 9: Magistraturas romanas y poder ejecutivo actual . Senado romano...
. .
9.8 1.3 Composicidn
Un numero importante de los miembros del CE son personalidades que -como los
senadores en la Roma republicana, todos ex magistrados-, han desempenado cargos
y funciones muy relevantes en la realidad polftica nacional y que han abandonado la
vida publica activa.
En todo caso, sus miembros son personas que tienen una importante experiencia
politica o un gran prestigio academico o profesional, que les faculta para desempenar,
con acierto, la trascendental mision de aconsejar al Gobiemo.
Los «Consejeros permanentes* son nueve, tantos como Secciones existentes, de
acuerdo con el artfculo 7 de la LOCE. Su cargo inamovible y vitalicio. El Gobierno los
nombra por Real Decreto, de entre personas que sean o hayan sido, ad exemplum , Mi-
nistro; Presidente de las CCAA; Ex Gobernadores del Banco de Espafia; Letrado Mayor
del Consejo de Estado; Academico de las Reales Academias del Instituto de Espana;
Catedratico o Titular de Universidad de disciplinas juridicas, economicas o sociales y
funcionarios estatales que su ingreso requiera titulo universitario, en ambos supuestos,
con 15 anos de ejercicio, entre otros cargos.
El artfculo 8 LOCE senala que son Consejeros de Estado, de forma automatica,
los ex Presidentes del Gobierno que asf lo decidan. A continuacidn dispone que son
«Consejeros natos» -es decir por razdn del puesto que ocupan-, quienes ostentan
cargos publicos de especialfsimo relieve. Asf, Presidentes del Consejo General de la
Abogacfa, del Consejo Economico y Social; Jefe del Estado Mayor de la Defensa; Fis-
cal General, Director de la RAE; Presidentes de la Real Academia de Ciencias Morales
y de la Real Academia de Jurisprudencia, entre otros.
Los Consejeros electivos son diez, por un perfodo de 4 anos, entre las personas
que hayan ostentado algunos altos cargos que se enumeran. Entre ellos, Diputado o
senador; Magistrado del TC; Defensor del Pueblo; Presidente del CGPJ; Embajador;
Alcalde de capital de provincia; Presidente de Diputacion Provincial; Rector de Uni-
versidad, entre otros.
161
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
162
Capi'tulo 9: Magistraturas romanas y poder ejecutivo actual. Senado romano...
..
9.8 2 Los organos consultivos de las CCAA
. .
9.8 2.t Su creacidn
El Consejo de Estado que es «supremo organo consultivo del Gobierno*, puede cum-
plir tambidn esta funcion en el marco de las competencias de los Gobiemos de las CCAA.
No obstante, es preciso poner de manifiesto que la LOCE no impone que estas
consulten -en determinadas competencias autondmicas-, al Consejo de Estado, sino
solamente las faculta para hacerlo. Elio dio lugar a que algunos Estatutos de autonomi'a
contemplasen, de forma explfcita, la posibilidad de crear un drgano consultivo propio.
En la mayori'a de los Estatutos de Autonorma no se previo su creacion. Pero ello no
fue obstdculo para su posterior ereccidn. Ello fue posible, desde una importante Sen-
tencia del TC de 1992, en la que el Alto Tribunal fallo -creando doctrina constitucio-
nal- que las CCAA tienen potestad de «auto-organizacidn» que les permite configurar
sus propios «Consejos Consultivos*. Estos asumirdn las mismas funciones que el Con-
sejo de Estado, en el asesoramiento sobre el ejercicio de competencias autonomicas.
El TC requiere, como resulta logico, las notas de «independencia» y «objetividad»
a dichos Consejos y la «cualificacidn tecnica y profesional* a sus miembros. Salvo
Cantabria todas las CCAA dispusieron la creacidn de sus «Consejos Consultivos*. Con
posterioridad, las Comunidades de Extremadura y Madrid han suprimido sus «Conse-
jos consultivos* y han creado «Comisiones jurfdicas asesoras*, con composicion fun-
cionamiento y competencias singulares. Al tiempo ambas preven recabar el dictamen
del Consejo de Estado en «asuntos de especial trascendencia*.
La Comunidad autonoma de Cataluna ha configurado dos drganos consultivos: el
«Consejo Consultivo para el control normativo estatal y autondmico; y la «Comision
*
juri'dica Asesora* que se ocupa de los decretos legislatives y reglamentos de desarrollo
legal, asf como de la resolucion expedientes administrativos autondmicos y locales.
163
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
164
SlPNOSIS DEL CAPI'TULO 10
FAMIUA. PERSONALIDAD. PERSONA. CONCEBIDO. CIUDADANIA
FAMILIA
165
FRANCISCO EUGENIO DIAZ
el entero desprendimiento del seno materno.» (art. 30, redactado segun la Ley 20/2011, de 21
de julio, del Registro Civil).
166
Cap /tulo 10: Persona y ciudadam'a
— *• En Espana: los espanoles emancipados que renuncien expresamente a ella [la espanola],
si tienen otra nacionalidad y residen habitualmente en el extranjero (C. Civil, 24)
5.- Dchos. ciudadanos en Roma, con ref. a los dchos de participacion polftica de ciudad.
europea
a.- Derechos ciudadanos en Roma. 1,- en dcho. publico: ius sufragii / /us honorum / ius
legionis.- 2 - en dcho. privado: ius comerdi / testamenti factio / ius connubi / ius actionis
b.- La ciudania europea y algunos de sus derechos.- 1.- dcho. de libre circulacion y re-
sidencia; 2.- dcho. de sufragio activo y pasivo en las elecciones al Parlamento Europeo. 3.-
dcho. de sufragio en las elecciones del Municipio en el que se resida.
167
FRANCISCO EUGENIO DIAZ
.
Por residencia en Espana durante un periodo de diez afios -10- [Art 22.1]
(Para los casos en que no se requiera menos tiempo)
.
Por residencia en Espana durante un periodo de cinco afios -5- [Art 22.1]
Para los que hayan obtenido la condicidn de refugiados
.
Por residencia en Espana durante un periodo de dos afios -2- [Art 22.1]
Cuando se trate de nacionales de origen de: Pafses iberoamericanos / Andorra / Filipinas /
Guinea Ecuatorial / Portugal sefardies
Por residencia en Espana [Art. 22.2]
Bastard el tiempo de residencia de un afio para:
. .
a - El que haya nacido en territorio espanol. / b - El que no haya ejercitado oportunamente
. .
la facultad de optar / c - El que haya estado sujeto legalmente a la tutela, guarda o acogimiento
de un ciudadano o institucion espanoles durante dos afios consecutivos, incluso si continuare
.
en esta situacion en el momento de la solicitud / d.- El que al tiempo de la solicitud llevare
un ano casado con espanol o espanola y no estuviere separado legalmente o de hecho. / e.- El
viudo o viuda de espanola o espanol, si a la muerte del conyuge no existiera separacion legal o
.
de hecho / f - El nacido fuera de Espana de padre o madre que originariamente hubieran sido
espanoles.
168
CAPITULO 10.
Persona y Ciudadama
169
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
170
Capftulo 10: Persona y ciudadania
monio, la edad y capacidad para contraerlo, los derechos y deberes de los cdnyuges,
las causas de separacidn y disolucidn y sus efectos* ; y, por su parte, el artfculo 39 es-
tablece: « /os poderes publicos aseguran la proteccidn social, econdmica y jurfdica de
la familia . . . asimismo, la proteccidn integral de los hijos, iguales estos ante la Ley . . .
La Ley posibilitari la investigacidn de la paternidad» .
El artfculo 53 senala que la proteccion de la familia a cargo de los poderes pu-
blicos es uno de los principios inspiradores de la legislacidn, la practica judicial y la
actuacidn de los poderes publicos. El artfculo 18.1 garantiza el derecho a la intimidad
familiar, incluso frente a la libertad de expresidn del artfculo 20.4; el artfculo 27.3,
reconoce el derecho de los padres a que sus hijos reciban la formacion religiosa y
moral que este de acuerdo con sus propias convicciones; el artfculo 35 reclama una
remuneracion suficiente para satisfacer las necesidades familiares; y por ultimo, el
artfculo 50 tiene en cuenta las obligaciones familiares en la promocion del bienestar
de las personas de la tercera edad.
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FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
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Capi'tulo 10: Persona y ciudadania
« Ladignidad del hombre es sagrada y constituye deber de todas las autoridades del
Estado su respeto y proteccidn» .
Al enunciar nuestra Constitucidn esta formulacion en el frontispicio del recono-
cimiento de los derechos fundamentales de la persona, debe entenderse que se con-
figura como el fundamento de los mismos. Este planteamiento ha sido tornado por
el Tribunal Constitucional como solido fundamento para formular su doctrina de la
doble naturaleza, subjetiva y objetiva, de los derechos de la persona.
Al configurarse como derechos inalienables e irrenunciables que emanan de
la propia dignidad de la persona, no son s6lo derechos subjetivos, en tanto que
individuales, sino tambten «elementos esenciales de un ordenamiento objeti-
vo de la comunidad nacionah , tal como afirma el Tribunal Constitucional . De
acuerdo con esta concepcion, «/os derechos fundamentales por cuanto fundan
un status jurfdico-constitucional unitario para todos los espaholes .. .son elemen-
to unificador » .
173
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
174
Capi'tulo 10: Persona y ciudadam'a
por su parte, los juristas sabinianos entendfan que bastaba que el nacido realizase
alguna funcion locomotriz, tal como respirar o moverse. La postura sabiniana es la
que prevalece en la Compilacion justinianea, por lo que es la que pasa a nuestro
Derecho histdrico.
Figura humana. Se entiende que la posee aquel que nace, basicamente, con la con-
figuracidn normal de una persona. La razdn es la inconveniencia de reconocimiento
de personalidad al fruto de un parto que conforme un serdiferente, de modo esencial,
a la morfologfa comun y general. Expresamente senalaban algunos textos jurispruden-
ciales que ciertas imperfecciones, tales como alguna falta de miembros o de drganos
no implicaban la carencia de este requisito.
Viabilidad. Se senala que el nacido es viable cuando posee las condiciones or-
ganicas necesarias para poder continuar viviendo, es decir, la aptitud o capacidad
fisiologica para vivir despuds de nacer y de comenzar a tener vida independiente. Este
requisito de nacer viable, responde historicamente a una exigencia que se incorpora
en el Derecho Romano postcl&sico. Los juristas romanos no llegaron a encontrar una
regia fija en su concrecidn. En todo caso, en los textos se habla de partus perfectus, lo
que supone seis meses de gestacion como minimo.
Hasta la epoca de Augusto no existe en Roma un registro de nacimientos. Con
posterioridad se organiza administrativamente. A Marco Aurelio se le atribuye en la
segunda mitad del siglo II d.C. una disposicion que obliga a la professio del pater , es
decir a la declaracion de paternidad emitida dentro de los 30 dfas siguientes desde el
nacimiento del hijo. En defecto de estos documentos podfan servir como pruebas las
declaraciones de testigos o las cartas.
175
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
Hasta la reforma operada por la vigente Ley 20/2011, de 21 de julio, del Re-
gistro Civil, este artfculo 29 era completado por el siguiente tenor del artfculo
30 del Codigo Civil: «Para los efectos civiles, sdlo se reputara nacido el feto que
tuviere figura humana y viviere veinticuatro horas enteramente desprendido del
seno materno».
Dicha redaccion respondfa a la tradicidn romana justinianea que exigfa para el
otorgamiento de personalidad no solo el hecho de nacer vivo sino, ademas, otros tres
requisitos: existencia independiente, es decir, vida extrauterina con ruptura del cor-
don umbilical, figura humana y viabilidad. Este ultimo requisito era exigido de forma
diferente en Derecho Romano y en nuestro Codigo Civil. Asf, en la Compilacidn de
Justiniano la viabilidad se exigfa desde un punto de vista casufstico, es decir, mediante
su comprobacion empfrica, lo cual implicaba determinar y testificar, caso a caso, que
el nacido reunfa presumiblemente las condiciones ffsicas o presupuestos necesarios
.
para seguir viviendo En este sentido, se pretendfa no otorgar personalidad a recien
nacidos que fallecerfan en las primeras horas del alumbramiento. El C6digo Civil, por
el contrario, en la redaccidn originaria exigfa la viabilidad a traves de un sistema que
podrfamos denominar objetivo, consistente en la exigencia de vivir, al menos, veinti-
cuatro horas despues del nacimiento .
Como consecuencia de la reforma operada en el Codigo Civil -por aprobacion
de la Ley 20/2011, de 21 de julio, del Registro Civil- se modifica el tenor literal del
artfculo 30 del Codigo Civil que resulta redactado en los siguientes terminos: «La per-
sonalidad se adquiere en el momento del nacimiento con vida, una vez producido el
entero desprendimiento del seno materno».
Se han suprimido los requisitos de la figura humana y de la viabilidad, mantenten-
dose, de forma exclusiva, el de nacer con vida y que esta sea vida independiente,
es decir, tal como ya exigfan los juristas romanos, vida extrauterina con ruptura del
cordon umbilical.
Por tiltimo, en cuanto a la determinacidn exacta del nacimiento, esta requiere es-
pecial relevancia en el caso de parto multiple, pues, a determinados efectos se precisa
establecer cu&l ha de ser considerado el mayor. El artfculo 31 del Codigo Civil afirma:
«La prioridad del nacimiento, en el caso de partos dobles, da al primer nacido los
derechos que la ley reconozca al primogenitor
176
Capftulo 10: Persona y ciudadania
bien nasciturus , que significa el que se espera que nazca y, en algunos supuestos,
postumus .
Asimismo, se encuentra en las fuentes jurisprudenciales referencias al nasciturus utili-
zando la expresion qui in utero est. Tambien, en ocasiones, el nasciturus es identificado
con la expresion qui nasci speratur, el que se espera que nazca, por lo que se concibe
como spes nascendi .
Las reglas generates del otorgamiento de la condicibn de persona impiden al con-
cebido ser, en principio, titular de derechos, pues para ello, conforme hemos visto
en el anterior epfgrafe, el primer requisito es la existencia y esta se produce por el
nacimiento.
No obstante, el Derecho romano, desde etapas muy tempranas, toma en conside-
racibn al nasciturus, es decir considera digno de proteccion algunos de sus intereses
y por ello asigna determinados efectos al mero hecho de su existencia intrauterina.
El origen de la maxima que protege los intereses del concebido equiparandolo al
nacido para lo que le sea favorable, parece que se encuentra en la defensa de las ex-
pectativas hereditarias del hijo postumo, del post humus, significando que ha nacido
con posterioridad a la muerte (inhumacibn) de su padre. Parece de justicia no privar a
este hijo de la cuota que le pudiera corresponder en la herencia de su padre como si
estuviese ya vivo en el momento de fallecimiento de bste.
Hemos visto que sus eventuales derechos hereditarios sblo los adquirirb cuan-
do nazca. Por tanto hasta ese momento el Derecho Romano, establece algunos
mecanismos de defensa de esa expectativa de derechos para que sean protegidos
.
durante el tiempo de la gestacibn El Pretor, hasta que nazca, puede conceder la
posesion hereditaria de los bienes a la madre, bonorum possesio ventris nomine,
e, incluso, a peticion de bsta nombrar un curator ventris para administrar los bie-
nes hereditarios.
Mbs tarde fueron reconociendose nuevos supuestos de proteccion de diversas si-
tuaciones, tales como la validez de la institucibn de heredero o la validez de una do-
nacibn a favor de un concebido, el nacer como libre abn cuando la madre al tiempo
del parto hubiese caido en esclavitud, etc. Esta proteccion mbs amplia al concebido
se generaliza y se concreta en una amplia gama de tutela de situaciones favorables a
sus intereses patrimoniales .
Desde esta abundante casufstica se llega al enunciado, por parte de los comenta-
ristas medievales, de la regia por la que se afirma que «a/ concebido se le tiene por
nacido para todos los efectos que le sean favorables», ( conceptus pro iam nato habe-
tur cum de eius commodo agitur ). Por ello puede afirmarse que su concrecion es el
resultado de un proceso de abstraccibn de concretas soluciones adoptadas en casos
particulares de proteccibn a los intereses del concebido, que se encontraban en las
.
respuestas ofrecidas por juristas romanos de la bpoca clbsica La regia se mantiene a
lo largo de todo nuestro Derecho histbrico, tanto en su formulacibn doctrinal como
en su plasmacibn legislativa hasta llegar incolume al momento de la codificacion,
177
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
siendo recogida por nuestro C6digo Civil asf como por los de la practica totalidad de
los Codigos Civiles europeos.
La regia que expresa el artfculo 29 de nuestro Codigo Civil: «Al concebido se le tie-
ne por nacido para todo aquello que le sea favorable. .. » esta, pues, no solo inspirada
sino trascrita de la maxima medieval de sustrato romano que acabamos de exponer.
Para muchos estudiosos civilistas, dicha proteccion se basa en la ficcibn legal
de suponerle nacido. Es decir si bien no es persona hasta que nazca, se finge que
el concebido ha nacido ya para proteger su expectativa de derechos y se somete
la adquisicion de los mismos al hecho de nacer. Debe subrayarse que la capaci-
dad jurfdica que el artfculo 29 del Cbdigo Civil concede al nasciturus se limita a
todo derecho que le sea favorable. Se excluye, pues, su capacidad en relacion con
eventuales obligaciones y deberes. Esta capacidad del conceptus es una capacidad
jurfdica condicionada, ya que se somete a la exigencia de que llegue a ser realmente
natus , que se produzca su efectivo nacimiento y que este cumpla con los requisitos
exigidos en el artfculo 30.
La proteccibn de caracter general enunciada en el artfculo 29 se ve concretada en
numerosos preceptos de nuestro Cbdigo Civil en los que se hace realidad la maxima,
permitiendo al concebido ser destinatario de derechos y beneficios que no hubiera
podido adquirir de no tenerse en cuenta su existencia. Asf, en el artfculo 627 se pre-
sume una capacidad de adquirir inter vivos al permitirse que sea destinatario de una
donacion; en el artfculo 781 se admite la institucion como sustituto fideicomisario de
un concebido; en el artfculo 814 se afirma su condicibn de heredero forzoso ya que
su pretericibn anula la institucion de heredero; en el artfculo 964 se concede a la viu-
da encinta un derecho de alimentos con cargo a la herencia del concebido; y en los
artfculos 965, 966 y 967 se enuncian una serie de reglas, a modo de cautelas legales,
para garantizar la conservacion de sus eventuales derechos hereditarios.
178
Capftulo 10: Persona y ciudadam'a
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FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
Civitas , que equivale a ciudad, procede de civis , ciudadanos, que a su vez provie-
ne de coeo que alude a un juntarse en un lugar, y no de cualquier modo, sino pacffica
y afablemente, civiliter . La ciudad, base de la civilizacion, es fruto de la voluntad
de convivencia. Se trata de querer y saber vivir con el otro, con buen animo, con la
mejor de las disposiciones para hacer no solo posible sino tambibn amable la vida
en comun, civili animo. Asf se comporta quien ha recibido una educacion liberal,
civiliter eruditus .
Intrfnsecamente unida a la ciudad, formando parte consustancial de su propio con-
cepto, se encuentra la idea de libertad. Se es libre porque se vive en la civitas. Asf,
en la bpoca republicana de participacibn del ciudadano en los asuntos de la ciudad,
el poder politico se entiende que corresponde a todos y, por eilo, la estructura que
sustenta y sobre la que se ejerce el poder y el gobierno, es la Res publica , o la Res
populi . Son, pues, estos terminos, libertas y civitas , inseparables para los romanos. La
ciudad es el primer nucleo de convivencia y organizacion ciudadana. La civilizacion
se lleva a cabo, fundamentalmente, mediante un proceso paulatino de concesion de
la ciudadanfa romana a los habitantes de los pueblos conquistados que se hallan en
determinadas circunstancias. Ciudadanfa romana se convierte asf en sinonimo de pri-
vilegio otorgado a algunos habitantes libres del Imperio. Era la forma que tenfan los
pueblos anexionados por Roma de participar plenamente en la organizacibn social y
jurfdica del Imperio, sin perder su propia identidad.
De este modo Roma, con las connotaciones propias de la bpoca, es capaz de
incorporar a su realidad social los pueblos conquistados, asf como a personas que,
procedentes de otros pueblos, llegan a Roma atrafdos por su creciente poder politico y
su desarrollo y esplendor economico. Pues bien, las culturas y los pueblos mediterrb-
neos llegaron a considerar que el status de ciudadano romano era un privilegio al que
podrfa accederse. Rige, pues, en Roma -hasta comienzos del siglo III d.C.-, el derecho
de sangre, ius sanguinis y no el derecho de suelo, ius soli en cuanto a la adquisicion
de la ciudadanfa romana.
180
Capftulo 10: Persona y ciudadania
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Tres son las situaciones en las que puede encontrarse en Roma una persona en
relacion con el status civitatis. Puede ser ciudadano, latino o peregrino. Analicemos,
de forma particularizada, cada una de estas situaciones, tratando de conocer tanto su
contenido como el modo de su adquisicidn y perdida. Comenzamos con la condicion
de ciudadano y mas concretamente con el examen de su adquisicion. Son varias las
causas por las que una persona puede convertirse en ciudadano.
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Capituio 10: Persona y ciudadam'a
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Capitulo 10: Persona y ciudadania
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Esta professio puede considerarse como el antecedente mSs remoto del juramen-
to de respeto a la Constitucidn, y la declaracidn de conocimiento de la misma, que
deben realizar en el Registro Civil quienes aspiren a obtener la ciudadania espanola.
Las fuentes historicas nos refieren casos de fraudes cometidos en la inscripcion en
el censo en una ciudad federada, como medio de conseguir ilegalmente la ciudada-
nia; esta practica se conoce con la denominacion de usurpatio civitatis. Elio se debid,
en algunos casos, a la falsificacion de las tabulae publicae y en otros a la corrupcion
de algunos magistrados municipales.
La situacion restrictiva en cuanto a la concesion de la ciudadania cambia, radical-
mente, con Cayo Julio Cesar que concede la ciudadania a todos los habitantes libres
de la Galia y, mas restringidamente, a muchos de los habitantes de las distintas provin-
cias en la que se dividia Hispania . Asi, se extiende la ciudadania, con caracter general,
m3s alia de la peninsula italica. Un testimonio de ello nos lo proporciona Suetonio
que, en su obra « Los doce Cesares » , nos dice que en tiempos de Julio Cesar son mas
de 80.000 los ciudadanos romanos que viven en territorio provincial .
En el Principado la facultad de conceder la ciudadania recae en el Principe, prerro-
gativa que se consolida m £s tarde en el Imperio en la persona del Emperador. Octavio
Augusto, el primero de los Principes, fue una excepcion a esta politica propiciadora
de la extension de la ciudadania y la latinidad a los habitantes libres de los distintos
territories provinciales. Asi podemos verlo reflejado en el testimonio de Suetonio y,
sobre todo, en los contenidos de la legislacion aprobada durante su extenso periodo
de gobierno.
Por el contrario, la mayor parte de sus sucesores son favorables a la extension de la ciu-
dadania. Asi, Claudio no solo adoptO medidas favorecedoras, sino que ademas extiende el
ius honorum a los ciudadanos romanos de origen galo. Vespasiano, en el 74 d.C. ademOs
de otorgar el status de latino a todos los habitantes libres de las provincias hispanicas,
extiende el numero de equites a favor de los provinciales de Hispania .
Trajano y su sucesor Adriano en el primer tercio del siglo II d.C. deciden otorgar la
latinidad a la mayoria de los habitantes libres de las provincias orientales. Por ultimo,
Antonino Caracalla, en el 212, promulga una ConstituciOn imperial por la que otorga la
ciudadania a todos los habitantes libres del imperio, exceptuados, a los peregrinos dedi-
ticii , que eran los habitantes de las comunidades politicas conquistadas militarmente, que
luchan hasta el final contra el poder de Roma y sufren una rendicidn sin condiciones.
Esta nueva concepcidn universal de la ciudadania implica un nuevo concepto de
«Estado», quedando ya desfasado el concepto de ciudad-estado. Ya no existe la anti-
gua estructura republicana, sino que se sustituye por un sentido territorial del poder
politico con una nueva forma politica que es el Imperio.
Una vez analizada la situacidn en Derecho Romano puede apuntarse una somera
referencia de este supuesto en nuestro Derecho vigente. Por lo que se refiere, pues,
a la adquisicidn no originaria de la nacionalidad espanola procedemos a referir sola-
mente la adquisicion por lo que se denomina «naturalizaci6n» ya que el otro supuesto,
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Capitulo 10: Persona y ciudadam'a
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Capftulo 10: Persona y ciudadanfa
La ciudadania romana puede perderse por diversas causas. Por perdida de la liber-
tad. Obviamente no puede existir una situacion en la que un cives sea esclavo. Por
tanto, todas las causas en las que se pierde la libertad, tratandose de un ciudadano son
tambien causas de perdida de la ciudadanfa.
Conservandose la libertad, puede perderse la ciudadanfa en los siguientes casos:
a) Por el ingreso de un ciudadano en una comunidad polftica distinta. Al adquirir la
nueva nacionalidad pierde automaticamente la suya. b) Por dictarse contra una per-
sona la pena llamada interdiccidn del agua y del fuego, interdicto aquae et ignis , tal
sucedfa, como ya hemos visto, cuando se conmutaba a un condenado la pena capital
por la pena de destierro que exigfa abandonar el territorio romano con la prohibicidn
de regresar a dl. Como una derivacion de este interdicto, surge en el siglo I d.C., en
tiempos de Tiberio, la pena de deportacidn que conlleva la perdida de la ciudadanfa.
En relacidn con la regulacidn positiva acerca de la perdida de la nacionalidad
espanola, lo primero que debemos volver a destacar es que, como ya senalamos en
virtud de lo establecido en el artfculo 11, no cabe ningun supuesto por el que se pue-
da privar de la nacionalidad espanola a un espanol de origen. Elio implica que no se
contempla como sancidn la perdida de la nacionalidad a los espanoles que lo sean de
origen, lo que supone una sustancial diferencia respecto del Derecho Romano.
Por otra parte y, naturalmente, al igual que en Derecho romano, la nacionalidad
puede perderse de forma voluntaria. Asf se recoge en el artfculo 24 del Codigo Civil:
« Pierden la nacionalidad espanola los emancipados que, residiendo habitualmente en
el extranjero, adquieran voluntariamente otra nacionalidad o utilicen exclusivamente
la nacionalidad extranjera que tuvieran atribuida antes de la emancipacidn .
La perdida se product una vez que transcurran tres anos, a contar, respectiva-
mente, desde la adquisicion de la nacionalidad extranjera o desde la emancipacion.
No obstante, los interesados podran evitar la pdrdida si dentro del plazo indicado de-
claran su voluntad de conservar la nacionalidad espanola al encargado del Registro Civil .
*
No obstante lo anteriormente establecido se senala que: «La adquisicion de la
nacionalidad de paises iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial o Por-
tugal no es bastante para producir, conforme a este apartado, la perdida de la nacio-
nalidad espanola de origen».
Este supuesto contempla la posibilidad de ostentar una doble nacionalidad de
acuerdo con lo dispuesto constitucionalmente en el parrafo 3° del artfculo 11 de
nuestra Norma fundamental. Es evidente que Roma ya conoce y regula de forma
satisfactory esta posibilidad. Lo veremos, como antecedente historico, al tratar de la
189
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
latinidad respecto de los habitantes de pueblos con los que Roma habia conformado,
como hemos senalado, la denominada «Liga Latina» .
El arti'culo 24, in fine, del Codigo Civil establece como regia general que: «En todo
caso, pierden la nacionalidad espanola los espanoles emancipados que renuncien ex-
presamente a ella, si tienen otra nacionalidad y residen habitualmente en el extranjero».
Ya hemos dicho que sdlo cabe la perdida de la nacionalidad espanola respecto de
las personas que la ostenten de forma no originaria, sino derivada, es decir que la hayan
adquirido sin ser por nacimiento. Los supuestos de perdida se regulan en el arti'culo 25
del Codigo Civil: « 1. Los espanoles que no lo sean de origen perderAn la nacionalidad:
a) Cuando durante un perlodo de tres anos utUicen exclusivamente la nacionalidad a
la que hubieran declarado renunciar al adquirir la nacionalidad espanola. b) Cuando
entren voluntariamente al servicio de las armas o ejerzan cargo politico en un Estado
extranjero contra la prohibition expresa del Gobierno.
.
2 La sentencia firme que declare que el interesado ha incurrido en falsedad, ocul-
tacion o fraude en la adquisicion de la nacionalidad espanola, produce la nulidad de
tal adquisicidn, si bien no se derivaran de ella efectos perjudiciales para terceros de
buena fe. La accion de nulidad deberA ejercitarse por el Ministerio Fiscal de oficio o
en virtud de denuncia, dentro del plazo de quince ahos».
Por ultimo, debemos senalar en relacidn con la perdida de la nacionalidad espa-
nola que el articulo 26 del Codigo Civil regula las distintas formas por las que cabe
recuperar la nacionalidad perdida, estableciendo criterios y exigencias distintas, en las
que no procede detenerse, segun como se hubiera producido su perdida.
..
10.6 5 Derechos ciudadanos en Roma con referencia a los derechos de participa-
cion poh'tica derivados de la ciudadama europea
. .
10.6 5.1 Derechos ciudadanos en Roma
Los ciudadanos romanos que, a su vez, sean sui iuris les corresponden los si-
.
guientes Derechos. En el campo del Derecho publico: El ius sufragii Derecho a
emitir su voto en las Asambleas populares; el ius honorum. Derecho a ser elegido
para desempenar una magistratura; el ius legionis. Derecho a formar parte de las
.
legiones. En la esfera del Derecho privado: el ius comercii Derecho a poder adqui-
rir y trasmitir la propiedad genuinamente romana, dominiun ex iure quiritium , y a
realizar negocios jurfdicos; la testamentifactio (activa o pasiva). Aptitud para otorgar
testamento y para recibirpor testamento; el ius connubii . Derecho a contraer justas
nupcias ( matrimonium iustum ) , de engendrar hijos legftimos que seran ciudadanos
romanos libres y de poseer las distintas potestades familiares, principalmente, la pa-
tria potestas en relacion con los hijos; el ius actionis . Derecho a actuar como parte
en un procedimiento civil.
190
Capftulo 10: Persona y ciudadanfa
. .
10.6 5.2 La ciudadania europea y algunos de sus derechos
191
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
que: «La Unidn respetara en todas sus actividades el principio de la igualdad de sus
ciudadanos, que se beneficiarAn por igual de la atencion de sus instituciones, drganos
y organismos. Sera ciudadano de la Unidn toda persona que tenga la nacionalidad
de un Estado miembro. La ciudadanla de la Unidn se anade a la ciudadania nacional
sin sustituirla».
De tal forma ambas condiciones quedan inexorablemente unidas y es esta ultima,
la nacionalidad, requisito sine qua non de aquella, la ciudadania. La eventual perdida
de la nacionalidad de un Estado miembro provoca, de forma automatica, la perdida
de la ciudadania europea. Por ello es imposible ostentar de modo exclusivo la ciuda-
dania europea, ya que esta se configura como una consecuencia que complementa la
condicidn de nacional de un Estado miembro.
Dicha ciudadania que, como hemos senalado, coexiste con la propia naciona-
lidad de su titular produce a favor de quien la ostenta un elenco de derechos poli-
ticos que, de forma expresa, se enuncian en el Tratado. Este efecto supone que el
ciudadano europeo es, al propio tiempo, titular en un doble piano superpuesto,
de los derechos que le confieren su propia legislacidn y, al tiempo, la legislacidn
comunitaria .
Es muy importante destacar que cualquier ciudadano europeo puede invocar y
alegar en su favor, los derechos concedidos por la legislacion derivada de los orga-
nos de la Unidn Europea, no solamente ante las propias instituciones comunitarias,
sino tambien ante las autoridades de su propio Estado y ante las de cualquier otro Es-
tado miembro. Ademas, esos derechos son aplicables a las relaciones juridicas que
un ciudadano europeo puede concertar con cualquier otro ciudadano de la Unidn .
Ademas, como marco comtin de proteccion judicial de todo derecho derivado de
la ciudadania europea se encuentra el Tribunal de justicia de la Unidn Europea.
Vamos a proceder a resenar, de forma particularizada, los principales derechos que
confiere la ciudadania europea y a realizar una sencilla glosa o comentario a cada
uno de ellos.
En primer lugar, la doctrina suele destacar el derecho a circular y residir libre-
mente por todo el territorio de los Estados miembros que se reconoce en el articulo
20.2 a y 21.1 del Tratado de Funcionamiento. Es pues uno de los derechos que
.
pueden considerarse histdricos Su reconocimiento se encontraba, aunque de forma
menos desarrollada, en el originario Tratado de 1957. Al principio, el derecho de
libre circulacidn y residencia se formulaba de forma vinculada al derecho de llevar
a cabo o realizar actividades laborales, profesionales o economicas en el territorio
europeo. En la actualidad este derecho de libre circulacidn y residencia presenta
sustantividad por si mismo, sin que sea preciso concatenarlo al desarrollo de una
determinada actividad.
Ademas, como consecuencia de una Directiva aprobada en el afio 2004, este
derecho de libre circulacidn y residencia se extiende asimismo a los familiares del
ciudadano europeo que se traslade o resida en un Estado distinto del que es nacio-
192
Capitulo 10: Persona y ciudadanfa
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FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
cuanto a la edad, requisitos para ser elegido, incompatibilidades o exclusion del cen-
so como consecuencia de resolucibn judicial- de las que se le exige a los propios
nacionales del Estado miembro.
Para el ejercicio efectivo de este derecho, los ciudadanos de la Union Europea
residentes en un pafs distinto al de su nacionalidad deben proceder a su inscripcibn
en el censo electoral de su respectivo municipio.
En relacion con el derecho a ser elegido, sufragio pasivo, el artfculo 22 del Tratado
admite la posibilidad de establecer algunas excepciones «cuando asi lo justifiquen
problemas especlficos de un Estado miembro» . De forma mas concreta y determinada
el artfculo 5° de la Directiva, a la que nos hemos referido, que desarrolla este derecho
establece: «Estados miembros podran disponer que unicamente sus propios naciona-
les sean elegibles para las funciones de alcalde, teniente de alcalde o de miembro del
drgano directivo colegiado en el gobierno de un ente local basico».
Se establece, por tanto, que determinadas funciones de gobierno de los Ayunta-
mientos quedan reservadas exclusivamente a nacionales del propio Estado.
Otros derechos de la ciudadanfa europea, respecto de los que es mas diffcil encon-
trar un precedenteen el mundo romanoy que, porello, solo nos limitamos aenunciar
son, entre otros: el derecho de peticion ante el Parlamento Europeo; el derecho a ser
representado por las autoridades diplomaticas y consulares de uno de los Estados
miembros, cuando su propio Estado no tenga representacibn en el territorio extraco-
munitario en el que el ciudadano se encuentre; y por ultimo, el derecho a recurrir al
Defensor del Pueblo europeo.
194
Capi'tulo 10: Persona y ciudadam'a
Por ultimo, debemos senalar que el derecho de la latinidad, ius latii , como estatuto
jurfdico especial que convertia a sus titulares en latinos, fue concedido en epocas mas
avanzadas a regiones enteras constituidas como provincias o reunidn de provincias
mas alia de la peninsula itelica. En este sentido, Vespasiano concede este estatuto,
como hemos visto, a los habitantes de Hispania.
Dentro de los latinos podemos diferenciar varias clases: Latini veteres: Son los
latinos, como su propio nombre indica, mas antiguos. Se trata de los miembros de las
comunidades integradas en la antigua Liga Latina. Tal confederacion realiza conquis-
tas belicas y funda distintas colonias en la peninsula. Tambien a los habitantes de estas
colonias fundadas con anterioridad al ano 286 a.C., se les considerd latini veteres.
La condicion de los latini veteres desaparece cuando estos adquieren la ciudada-
nia romana a lo largo del siglo I a.C. como consecuencia de la aprobacidn de sucesi-
vas Leyes: asi, la Lex lulia del ano 90 a.C. para los habitantes del Lacio; la Lex Plautia
Papiria del ano 89 a.C. para el resto de la peninsula italica; y la Lex Roscia del ano 49
a.C. para los habitantes de la Galia.
Latini coloniarii : Eran los miembros de las colonias fundadas por la confederacidn
latina a partir del ano 286 a.C. y representan un estatuto de rango inferior, no recono-
ciendoles los mismos derechos que a los ya referidos latini veteres.
Latini luniani . Se trata de otra variante de latinos, que presentan poco interns para
nuestro estudio. Surge a partir del s.l d.C. como consecuencia de las prescripciones
de la Lex lunia Norbana del afio 19 d.C. Establece esta Ley que obtienen la condi-
cion de latinos aquellos esclavos manumitidos por formas no solemnes, es decir no
contempladas o reconocidas por el ius civile. Adquieren la libertad pero no se hacen
ciudadanos romanos. Poseian, por lo tanto, una situacion juridica semejante a la que
en su tiempo tenian los latinos coloniarios, sin que tuviesen reconocidos derechos de
participacion en la vida politica de la civitas.
Todo aquel individuo libre que vivia en territorio romano, por tanto bajo el
poder politico de Roma, que no era cives ni latinus era considerado peregrino. Pe-
regrinus proviene de per agrum , es decir, el individuo que, a traves del campo llega
a la ciudad.
Dentro de los peregrinos cabe distinguir dos categorias. Por un lado los que perte-
necen a una comunidad que Roma deja subsistente una vez conquistada, respetando
en parte su organizacion politica en un grado mayor o menor de autonomia -peregrini
alicuius civitatis-. Son acogidos como libres conservando sus Leyes y su organizacidn
politica. Su situacion se regula por un foedus que es un tratado internacional con
Roma, ya sea en condiciones de igualdad, foedus aequum, o de desigualdad, foedus
iniquum. Por otro lado, y diferenciados de los primeros, se encuentran aquellos indi-
viduos que pertenecen a una comunidad politica con la que Roma ha estado en guerra
y que una vez conquistada militarmente, no ha sido respetada perdiendo su substan-
tividad e independencia, peregrini dediticii o sine civitatis. Frecuentemente vern'an
obligados a satisfacer un impuesto especial llamado tributum capitis.
195
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
196
SlPNOSIS DEL CAPITULO 11
[1] PERSONA JURIDICA. [2] CORPORACIONES. [3 ] COLEGIOS.
[ 4 ] FUNDACIONES. [5 ] ASOCIACIONES Y FUNDACIONES
EN LA ACTUALIDAD.
En el piano juri'dico «una persona» no vale exactamente por «un ser humano». Aquf persona
significa «sujeto del derecho®. Las Corporaciones, los Colegios y las Fundaciones ciertamente
son «personas».
[ 2] CORPORACIONES.
Dentro de la agrupacion de personas cabe situar las denominadas corpora ( corporaciones ),
a las que se reconoce y otorga determinadas capacidades de actuacion juridica. Son las que
mas se aproximan al actual concepto de «persona juridical . El Populus Romanus es una entidad
sociopolitica que agrupa a ciudadanos romanos. De la capacidad juridica del Populus destacaria-
mos la titularidad del conjunto de bienes que componen el patrimonio publico, Aerarium Populi
Romani, que se configura como una res publica . Puede, asimismo, aceptar herencias y legados.
Desde el Principado, junto con el Aerarium se configura otras «cajas publicas® administradas por
.
el Principe, que termina por sustituir a aquel. Se denominan Fiscus Caesaris Las Constituciones
imperiales aluden al Fisco como una entidad similar a las universitas rerum, antecedente de las
fundaciones, si bien ello es dudoso debido a los numerosos privilegios legales que se le otorgan.
[3] COLEGIOS.
A los colegios, collegia, se les reconoce una cierta personalidad juridica. La Republica, so-
bre todo la de los siglos II y I a.C., tuvo una vida asociativa muy rica. Los collegia eran fundados
por acuerdo de sus miembros, siendo preciso al menos tres. Debian elaborar su propio estatuto
-lex collegi- por el que se establecian derechos y deberes de sus miembros, los requisitos para
la admision de nuevos asociados y se regulaba la actividad asociativa.
197
FRANCISCO EUGENIO DIAZ
[4] FUNDACIONES.
En cuanto a la otra categorfa mencionada, las fundaciones, existieron tambien aproximacio-
.
nes en en mundo romano como «patrimonios adscritos a un fin» En ellas, es a la propia «masa
patrimonial», conjunto de bienes, a la que se le reconoce personalidad juridica. Tambien esta
categoria se intuy6 en el mundo romano y existieron supuestos que se conforman como prece-
dentes de la misma, y pueden considerate punto de partida en su largo y proceloso proceso
de configuracidn.
198
CAPI'TULO 11.
Persona juridica
.
nifestacidn esti hecho a la medida del individuo En este sentido debe entenderse la
afirmacion de Hermogeniano: «Todo el Derecho ha sido constituido por causa de los
hombres* ( Hominum causa omne ius constitutum sit ) pues el orden juridico tiene en
el ser humano su destinatario, en su condicidn de ser social. Ahora bien, en cuanto
tal, en el momento en que una sociedad evoluciona de sus formas mis primitivas, los
199
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
seres humanos se reunen para alcanzar fines comunes. Esta tendencia provoca que el
individuo ya no es el unico sujeto y actor de la vida social, sino tambien que los entes
que operan con cierta autonomi'a respecto de su propia creacion o configuracion. Asi
desde etapas muy tempranas pronto se siente la necesidad de regular actividades de
ciertos entes o cuerpos sociales.
Han surgido en este sentido las «personas sociales#, despu£s denominadas «perso-
nas morales*, y ellas son los antecedentes que pueden descubrirse, y deben recono-
cerse, para arribar con solidez a la comprension de la actual formulacion del concepto
de «persona juridica*.
Siendo pues, la cuestion de la persona una de las mas conflictivas y procelosas
categorias de la ciencia juridica, su concrecion en la variante de «persona juridica*,
ha sido una de las definiciones conceptuales que mas inconmensurables esfuerzos ha
exigido a los estudiosos del Derecho positivo y que mas especulaciones ha generado
a los filosofos del Derecho, desde la antigtiedad hasta nuestro tiempo.
De entre las aportaciones que los estudiosos del Derecho han formulado en el
proceso de conformacion de esta categorfa tardfa entiendo que ocupan posiciones
destacadas la doctrina canonista medieval, el humanismo juridico del siglo XVI, la
escuela espanola de Salamanca y la dogmatica alemana pandectista del siglo XIX.
Asf, la realidad de la persona juridica ha sido caracterizada como una «ficcion» o
como una «categoria formal* en la que el «sujeto del derecho* seria un «ente social*, al
que el orden juridico le conforma como instrumento y le dota de personalidad.
Y ello se debe a la necesidad de satisfacer exigencias derivadas del bien comun, con-
sistentes en la proteccion del interes publico, y asimismo en la conveniencia de otorgar
amparo a necesidades sociales, derivadas de justos intereses privados o particulares.
El mundo romano y su genial Derecho no llega a formular una categorfa de «per-
sona juridica* entendida con el contenido y extension que hoy conocemos. Puede so-
lamente referirse al otorgamiento de ciertas «capacidades» a determinados «entes». La
cuestion de la naturaleza de estas «personas sociales* es pues problema de compleja
concrecion en el mbito del Derecho Romano.
^
11.1.2. Sus precedentes en Derecho romano
200
Capituio 11: Persona jurfdica
201
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
Los colegios, collegia , se les reconoce una cierta personalidad jurfdica. La Re-
publica, sobre todo la de los siglos II y I a.C., tuvo una vida asociativa muy rica. El
Senado asumid distintas competencias en relacion con su constitucion y actividad en
la ciudad de Roma y los gobernadores para las asociaciones que radican en territorio
provincial.
No obstante este control senatorial, rigid en la practica un principio amplio de
libertad de asociacidn -con la unica limitacion obvia de que su actividad no fuera
contraria a las leyes- y la regia de no entrometerse en sus acciones, salvo cuando
gravi'simas causas lo requiriesen. Un ejemplo excepcional de prohibicion de las acti-
vidades de una asociacidn, lo encontramos en el Senatusconsultum de Bacchanalibus
del 186 a.C., que prohibid las ceremonias orgiasticas de culto al dios Baco, por enten-
der que atentaban gravemente contra los valores esenciales de la civilizacion romana
representados en las mores maiorum y ponfan en riesgo sus mas sdlidos cimientos.
Los collegia eran fundados por acuerdo de sus miembros, siendo preciso al menos
tres. Debian elaborar su propio estatuto -lex collegi- por el que se establecfan dere-
chos y deberes de sus miembros, los requisites para la admision de nuevos asociados
y se regulaba la actividad asociativa.
Poseian bienes propios y desde Marco Aurelio se les permitio manumitir a sus es-
clavos y se les posibilito ser destinatarios de un legado. Ten fan capacidad de privacion
de derechos sociales, y/o expulsion de un socio por incumplimiento de sus deberes
202
Capftulo 11: Persona jurfdica
y podfa ser demandado por un socio o por sus herederos en determinados supuestos,
por ejemplo, si un colegio funeraticio no sufragaba los gastos de honras funebres de
sus miembros
11.3.2. Su tipologfa
203
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
rencia estaba yacente, hereditas iacens , pues no tenfa un dueno determinado y era
objeto de apropiacion por quien serfa su nuevo titular.
Otro antecedente son las fundaciones sepulcrales basadas en el ius sepulchri . Para
cuidar los lugares de enterramiento y deposito de las cenizas, desde fines del siglo II a.
C., se extiende la costumbre de habilitar determinados terrenos para tal fin y vincular
fundos colindantes destinados a cubrir, con su cultivo, los gastos de conservacion del
locus religiosus constituido. A estas fundaciones a veces se les otorgan legados de im-
portantes sumas de dinero, siendo asf patrimonios adscritos a un fin. Otro antecedente
son las «fundaciones» constituidas por Nerva y Trajano, para atender las necesidades
de ninos huerfanos y de familias necesitadas. Recibieron importantes legados y dona-
ciones que se destinaban a atender las necesidades de estos infantes.
Este precedente pagano, engarza muy bien con las fundaciones piae causae, que
desde el siglo V surgiran y se generalizaran en el mundo romano, fruto de la influen-
ce de los principios y la doctrina de la religion cristiana. En un principio, estas fun-
daciones se integraron en la personalidad jurfdica de la propia Iglesia. Mas tarde, se
constituyeron como entes con personalidad independiente de la concreta institucion
eclesial o monacal a la que el fundador habfa constituido como fiduciario. En este sen-
tido, puede decirse que fueron consideradas como autenticos patrimonios adscritos a
un fin de caridad que, a pesar de ser confiadas a un convento o una iglesia particular a
la que se cedia su administracion, no llegaba a confundirse con ellos, poseyendo, por
tanto, una cierta independencia jurfdica.
.
11 5.1 Asociaciones. Apunte metajurfdico
La voz sustantiva «asociaci6n» proviene del verbo «asociar», que encuentra su eti-
mologfa latina en associare -compuesto de la preposicion ad unida a socius- , que sig-
nifica unirse o agruparse con otro colega o companero, para alcanzar una fin comun.
El Diccionario de la RAE sefiala como primer significado: Accion y efecto de aso-
ciar o asociarse. Siendo el segundo el que nos facilita su concepto para adentrarnos
en el Smbito del Derecho: Conjunto de los asociados para un mismo fin y, en su caso,
persona jurfdica por ellos formada.
El t6rmino asociacion se utiliza lingiifsticamente con una doble sem&ntica. Su
primer significado se emplea para referirse a las entidades sociales en si mismas;
el segundo, es el adjetivo o contenido de un «derecho fundamental* reconocido
por todos los ordenamientos contemporaneos en nuestro entorno cultural. Es el
«derecho de asociacion , que es innato a la esencia del propio ser humano. Por
*
ello suele considerarse un derecho natural, o un derecho subjetivo de caracter
fundamental.
204
Capi'tulo 11: Persona juridica
Expresa su anhelo que deviene autentica necesidad de reunirse con otras personas
a fin de conseguir -desde el trabajo o la cooperacion, en suma mediante el concurso
reci'proco de todos los asociados-, propositos o realidades que no seria capaz de lo-
grar por si solo. Es logico que el ordenamiento juridico reconozca este derecho y que,
al tiempo, regule las asociaciones que pudieran derivarse de su efectivo ejercicio Las.
unicas limitaciones que cabe imponer al mismo es que la finalidad perseguida este
dentro del marco legal .
La sociedad en general se enriquece con la accion desarrollada por las asociacio-
nes pues el progreso del ser humano se debe a su accion individual junto a su par-
ticipacion con otros en entidades sociales que pretender conseguir beneficios a sus
asociados que son parte del cuerpo social.
Las asociaciones son pues manifestacion o encarnacion de la tendencia congenita
del individuo a la convivencia con otros. Pero no s6lo pues esa inclinacion a reunirse
y relacionarse en las asociaciones se sustenta en un espiritu solidario que en su estado
m&s puro se traducirian en la necesidad de ayudar y ser ayudado en la cosecucidn de
sus necesidades materiales o de sus m&s preciados ideales.
..
11.5 2 Apunte normativo
El Derecho considera a las asociaciones desde una doble perspectiva, como «con-
trato» o como «ente» o «persona juridica*. En el primer caso, se trata del contrato de
sociedad, regulado por nuestro Codigo civil y con manifestaciones muy variadas y
plurales en la legislacidn mercantil codificada y especial, que tienen una finalidad
lucrativa.
Nos referimos aqui a las asociaciones que persiguen fines que no consisten en
un beneficio economico. £stos pueden ser de mera comunicacidn y relacidn social;
profesionales; deportivas, culturales; de defensa de un bien material o incorpdreo;
de promocion de un ideal o proyecto; de investigacion; y de cualesquiera otros fines
licitos que se incardinen dentro de las prescripciones legales.
El derecho de asociacion no llega a consolidarse como un derecho fundamental,
en los t£rminos que hoy se le reconoce, hasta despues de la segunda guerra mundial.
A principios del siglo XIX se inicia una timida regulacion que presenta importantes
limitaciones y cautelas con un fuerte control gubernativo.
Entre su reconocimiento en textos internacionales, merecen ser destacados: el ar-
ticulo 20 de la Declaracidn Universal de Derechos Humanos, de 1948, que refiere su
vertiente positiva y sus limitaciones; el articulo 22 del Pacto Internacional de Dere-
chos Civiles y Politicos, de 1966 y el articulo 11.2 del Convenio europeo de Derechos
Humanos, de 1950.
El Codigo civil en su Libro I «De las personas*, Titulo II «Del nacimiento y la extin-
cidn de la personalidad civil* reconoce, en el p£rrafo 1° del articulo 35, personalidad
205
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
jurfdica a los «entes de interes publico*: Son personas juridicas: Las corporaciones,
asociaciones y fundaciones de interns pdblico reconocidas por la ley. Su personalidad
empieza desde el instante mismo en que, con arreglo a derecho, hubiesen quedado
validamente constituidas. Y en su parrafo 2° la concede a los de «interds particular*:
Las asociaciones de interes particular, sean civiles, mercantiles o industriales, a las
que la ley conceda personalidad propia, independiente de la de cada uno de los aso-
ciados. Respecto de estas, el Codigo remite su regimen jurfdico comun, a las disposi-
ciones que en el mismo se refieren al contrato de sociedad.
La capacidad civil de las personas juridicas, se deja a expensas de lo dispuesto en
su constitucion, segun dispone el artfculo 37: La capacidad civil de las corporaciones
se regulars por las leyes que las hayan creado o reconocido; la de las asociaciones por
sus estatutos, y las de las fundaciones por las reglas de su institucidn... Y en cuanto
a su capacidad de obrar, es decir, aptitud para disponer de los bienes y derechos de
los que es titular, contraer obligaciones y ejercitar acciones siendo parte en litigio, se
senala el siguiente artfculo: « Las personas juridicas pueden adquirir y poseer bienes de
todas clases, asI como contraer obligaciones y ejercitar acciones civiles o criminales...»
El artfculo 993 reconoce su capacidad para adquirir por sucesidn «mortis causa».
Por ultimo, en esta somera exposicidn, en el Tftulo I del mismo Libra I, titulado: «De
los espanoles y extranjeros* se refiere, en su artfculo 28, los requisitos exigidos para
concederles la nacionalidad espanola:
Las corporaciones, fundaciones y asociaciones, reconocidas por la ley y domicilia-
das en Espana, gozaran de la nacionalidad espanola, siempre que tengan el concepto
de personas juridicas con arreglo a las disposiciones del presente Cddigo.
En la historia de nuestro constitucionalismo el primer texto que reconoce este de-
recho es la de 1869. Con posterioridad se recoge en la Constitucion de 1876, que da
lugar a la primera disposicion que enuncia su desarrollo legislativo en la Ley de 12 de
julio de 1887. Por su parte, la Constitucion de 1931 reconoce, con mayor amplitud y
sin recelos, el derecho de asociacidn en el mismo precepto, artfculo 39, que el dere-
cho de sindicacidn. En la actualidad se encuentra consagrado en el artfculo 22 de la
Constitucion de 1978, que senala:
«Se reconoce el derecho de asociacidn. Las asociaciones que persigan fines o utili-
cen medios tipificados como delito son ilegales. Las asociaciones constituidas al ampa-
ro de este artlculo deber&n inscribirse en un registro a los solos efectos de publicidad».
Ademas de esta proclamacidn de caracter general, el Texto constitucional entiende
como asociaciones de especial relieve social, algunas que contempla a lo largo de su
articulado, con una especffica identificacion y concrecidn. Asf, los partidos politicos,
mencionados en el artfculo 6; los sindicatos, en los artfculos 7 y 28; las confesiones
religiosas en el artfculo 16; las asociaciones de consumidores y usuarios, recogidas
en el artfculo 51; y las organizaciones profesionales contempladas en el artfculo 52.
Actualmente las asociaciones estSn sometidas a la Ley Organica 1/2002, de 22 de
marzo, reguladora del derecho de asociacidn.
206
Capi'tulo 11: Persona jurfdica
..
11.5 3 Fundaciones
207
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
208
Capftulo 11: Persona jundica
209
SlPNOSIS DEL CAPITULO 12
[ 1] LEY. [ 2] EDICTOS, SENADOCONSULTOS, CONSTITUCIONES
IMPERIALES. [3 ] ORDENAMIENTO JURIDICO.
211
FRANCISCO EUGENIO DIAZ
(b) Ley en sentido material: toda norma juridica positiva que forma parte del ordenamiento
jurfdico con independencia de la fuente de potestad de la que proceda.
Notas de la ley: 1. Normatividad: de car cter general. 2. Sociabilidad: por la convivencia
^
social (vida privada, no). 3. Obligatoriedad: para ser cumplidas. 4. Coactividad o coercitibili-
dad: legitiman la fuerza.
CONSTITUCION
ESPANOLA
ApfloKuL
pon LAS CORTES
Ocnfbnt
**1978
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212
CAPI'TULO 12.
El Derecho en Roma. La ley y el ordenamiento
juridico en la actualidad
213
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
214
Capi'tulo 12: El Derecho en Roma. La Ley y el ordenamiento jurfdico en la actualidad
-Lex perfecta, que es su caracter legal mas generalizado. La ley declara nulos, ipso
iure, es decir, «de pleno derecho*, los actos realizados en contra de sus disposiciones.
-Lex minus quam perfecta , «menos que perfecta . En este supuesto no se declara
*
la nulidad, sino que se impone una sancidn a los actos contrarios a lo preceptuado
en la misma .
-Lex imperfecta, a pesar de su denominacion, realmente no es ley en «sentido
.
tecnico* Se trata de una mera recomendacion o consejo, ya que su infraccion no es-
tablece ni la nulidad ni siquiera conlleva una sancion. Se dice que carece de eficacia,
pues le falta la nota esencial de toda norma jurfdica que es su caracter coercitivo .
Esta triple diferenciacion desaparece en tiempos del Emperador Teodosio II que
sanciona, con caracter general, la nulidad de todo acto contrario a lo dispuesto en
cualquier Constitucion imperial, que es la forma que adoptan las fuentes de conoci-
miento del Derecho o leyes imperiales .
Las leyes comiciales iniciaron su declive progresivo desde el Principado. Aunque
con Augusto se mantuvieron las votaciones en Comicios, con sus sucesores fue cada
vez menos numerosa su convocatoria. Hasta que a fines del siglo I d.C. el Consul pier-
de la capacidad de convocatoria y desaparece el esplendor del Consulado y la fuerza
polftica de las Asambleas populares.
En cuanto a los plebiscitos, hemos visto en el capftulo correspondiente como du-
rante una epoca se reunieron en Roma, asambleas plebeyas, o concilia plebis. En
ellas se aprueban los «plebiscitos» desde las propuestas que realizan los tribunos de la
plebe. Como es obvio solo tenfan «caracter vinculante* para los ciudadanos plebeyos
que las votaban. Pero muy pronto, una Ley -denominada Hortensia del 286 a.C.-,
equipara los plebiscitos a las leyes por lo que desde entonces y en el tiempo en que
siguieron aprobandose por mantenerse la convocatoria de los Concilia plebis, fueron
obligatorios para todos los ciudadanos romanos.
12.2.1. Concepto
Al ser el termino Ley, uno de los conceptos nucleares de toda parcela del saber
jurfdico y al conformarse como frontispicio de cualquier reflexidn en el cimbito de
Derecho, entiendo que su determinacion no debe restringirse a un analisis efectuado
desde un ambito estrictamente iuspositivo.
Debe iniciarse, a mi juicio, desde un enfoque lingufstico que situe al estudioso en
adecuada atalaya para la posterior reflexion jurfdica. En este sentido y a los efectos de
comprender adecuadamente su significado resulta, sin duda, de interes iniciar su ana-
lisis desde su etimologfa y su significacidn sem ntica: una y otra permitiran transitar,
con seguridad, en el ambito propiamente jurfdico.
^
215
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
La voz latina Lex presenta un diverso origen etimologico. A los efectos docentes
de una obra de esta naturaleza, nos quedamos con la rafz leeg, que se identificaba en
Roma, como ya hemos visto en el epfgrafe anterior con el dictado de un magistrado
que la Asamblea comicial ratificaba.
En nuestro idioma espanol, la primera acepcidn de la voz «Ley» que el Diccionario
de la Lengua de la Real Academia Espanola ofrece -en su ultima versidn on line-, es:
«Regla fija a la que esta sometido un fenomeno de la naturaleza*. Sin embargo en la
ultima versidn escrita del mismo, se mantiene una formulacidn, a mi juicio, mas certe-
ra por precisa: «Norma constante e invariable de las cosas, nacida de la causa primera
o de las cualidades y condiciones de las mismas*. Constante signifies que se aplica a
toda circunstancia, mientras que invariable hace referencia a su caracter atemporal.
La segunda acepcion ofrecida por la Academia concreta esta primera formulacidn
general al senalar: «Cada una de las relaciones existentes entre los diversos elementos
que intervienen en un fenomeno*.
Sera la tercera acepcion de la voz Ley la que se refiera ya al cimbito juridico. Ley
es «Precepto dictado por la autoridad competente, en que se manda o prohfbe algo en
consonancia con la justicia y para el bien de los gobernados*. «Precepto» implica el
car&cter normativo de lo legal. «Dictado por la autoridad competente* pretende referir
cual es el marco del poder legislativo.
No obstante esta formulacion academica, entiendo que resulta impreciso, en su
sentido prfstino, hablar de «autoridad», ya que si quisiesemos resaltar su significado
genuino serfa mas preciso denominarla «potestad» por cuanto que este termino, de-
rivado de potestas, significa «poder jurfdicamente reconocido*, que es, realmente, la
fuente de produccidn principal del derecho legislado.
El contenido de la Ley, de acuerdo con la definicion academica que estamos ana-
lizando, viene alternativamente senalado como mandato o prohibicidn. Con ello trata
de resaltarse la nota definidora de la Ley como precepto imperativo, es decir, la coer-
citibilidad de la norma que es aquello que la define e identifica como jurfdica.
Por ultimo, la definicidn trata de destacar la finalidad de la Ley, cuando afirma que
su contenido debe estar «en consonancia con la justicia y dictarse para el bien de los
gobernados*. Se hace necesario reconocer que tal sentido no es el mas generalizado
en el tiempo presente, tanto en los ambitos jurfdicos como en los profanos al derecho.
En este sentido, parece que la cuarta acepcidn de nuestro Diccionario expresa el
concepto de Ley m£s frecuente en el uso actual. Afirma: «Se dice en el regimen cons-
titucional, respecto de la disposicion votada por las Cortes*. Se refiere esta acepcion a
la norma votada en el Parlamento. Observese que se trata de un concepto descriptivo,
desvinculado de cualquier componente metajurfdico.
La sola fuente de produccidn de la Ley, es decir, su procedencia de un acuerdo
parlamentario confiere a dsta su condicion de fuente de produccion del Derecho.
Parece que en esta definicidn, nada hay mSs alia de la mera declaracidn formal de su
proveniencia .
216
Capftulo 12: El Derecho en Roma. La Ley y el ordenamiento juridico en la actualidad
217
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
..
12.2 3 Sus principales caracteres
.
1 Normatividad: la Ley, por su propia naturaleza, se dicta con caracter general y
por ello tiende a la regulacion de los actos y hechos que contempla siendo de aplica-
ci6n a toda situacion f&ctica que se pueda subsumir, es decir, verse comprendida en
el £mbito de su aplicacion.
2. Sociabilidad: las Leyes se promulgan con el fin de regular la convivencia social
por lo que siempre su contenido se dirige a conductas humanas que presenten reflejo
o repercusion en la sociedad, por lo que no afectan nunca a la esfera intima de las
personas.
3. Obligatoriedad: el contenido de las Leyes es obligatorio. Las Leyes se promul-
gan para que sean cumplidas. Si una norma se limitase a dar un consejo o a establecer
una mera recomendacion, no podrfa hablarse propiamente de Ley. Por ello las deno-
minadas, desde el Derecho Romano, Leyes imperfectas son aquellas que ni establecen
la nulidad de lo actuado contra lo convenido en ellas, ni senalan sancidn contra su
violacion y no son autenticas Leyes .
4. Coactividad o coercitibilidad: la aplicacidn de la Ley, como Derecho vigente, esta
basada en razones de fuerza ffsica por lo que se dice que es coercitiva. Por ello, la fuer-
za de la que esta dotado el organo del que emana es la que le provoca su coactividad.
.
12.3 EDICTO DEL PRETOR
218
Capftulo 12: El Derecho en Roma. La Ley y el ordenamiento juridico en la actuaiidad
219
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
12.4. SENADOCONSULTO
Es definido por Gayo, de forma similar al aserto que hemos visto de la ley: Senatus
consultum est quod senatus iubet atque constituit; idque legis vicem optinet, quamvis
fuerit quaesitum . Su libre traduccion seri'a: «Aquello que el Senado manda y establece,
por m £s para algunos sea objeto de discusion*. Por qu£ esta apostilla de Gayo ? Hay
*
que decir que el jurista escribe a fines del siglo II. d. C. Y que no son las mismas las
funciones y competencias que el Senado tuvo en los distintos regfmenes politicos que
se suceden en la historia de Roma.
En la etapa republicana los senadoconsultos carecian de fuerza vinculante. Eran
meras recomendaciones con fuerza moral. Solo, al final, tuvo una restringida com-
petencia normativa para determinadas cuestiones tasadas, asi algunas cuestiones de
administracion provincial o la admisidn de nuevos cultos religiosos.
En este sentido, su papel en la formacion del Derecho, en el iter legislative, se
limitaba a prestar la auctoritas patrum bien a las leyes ya votadas en los Comicios, a
modo de respaldo autorizado, o bien en una etapa mas avanzada a los «proyectos»
del magistrados que lo somete al debate senatorial, a traves de la relatio, antes de
ser presentados a la votacion de los Comicios. Esta formula fue mucho mas eficaz
que la primera, pues en ella cobra todo su sentido el parecer de los senadores que
pueden iluminar y hacer cambiar la propuesta del cdnsul antes de ser sometida al
voto comicial.
Durante el Principado, -con distinta intensidad e influjo-, el Senado es fuente de
produccion del Derecho y el Senadoconsulto adquiere fuerza de ley. Llega incluso,
durante un tiempo, a convertirse en el 6rgano legislative por excelencia. Cuando el
Principe apreciaba la necesidad u oportunidad de dictar normas para modificar las
existentes o regular ex novo una situacion lo propoma al Senado mediante la oratio ,
que, al principio, lefa un magistrado como representante suyo. Y el Senado, contro-
lado por el Principe, no discutfa sino que aprobaba por aclamacidn lo propuesto. Asf
el Senado pierde su auctoritas a costa de ganar, formalmente, en potestad normativa.
Los Senadocosultos dar£n, en esta epoca, forma legal a la propuesta del prmcipe, por
lo que se les denomina peyorativamente como: oratio principis in senatu habita .
220
Capi'tulo 12: El Derecho en Roma. La Ley y el ordenamiento jurfdico en la actualidad
A partir del Oltimo periodo del Principado, como regimen de transicidn y, de forma
definitiva en el Imperio, pierde esta facultad «legislativa» al asumir, con caracter abso-
lute, el Emperador y su cancilleria la potestad normativa.
Las decisiones senatoriales en la epoca republicana, suelen designarse con el nom-
bre del consul que las somete a debate y votacion o bien con referenda a la materia
para el que se habfan dictado.
.
12.5 CONSTITUCIONES IMPERIALES
221
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
relacion con los actos que debfan realizar en las funciones propias de su cargo (ins-
trucciones sobre administracion publica, algunos contenian alteraciones de Derecho
Privado mientras otros afectaron al Derecho penal).
En un principio estos «mandatos» debfan ir formalmente dirigidos a un funcionario o
gobemadoren concreto, pero con el tiempo los mandatos dirigidos porel Principe a fun-
cionarios de una determinada categorfa pose/an un contenido esencial identico y ademas
solfan transferirse a los funcionarios nuevos, que viniesen a sustituir a los que se les habfa
dirigido cuando estaban desempenando esta funcibn. Llegaron asf a tener obligatoriedad
«general», adquiriendo una forma estereotipada que constituyo un corpus mandatorum.
De las citas que de estos «mandatos» nos han llegado los estudiosos consideran
que muchas de sus normas serfan relativas a los procesos penales.
3.- Rescripta. Los Rescriptos son respuestas a peticiones dirigidas al Principe -y
despues al Emperador- formuladas tanto por funcionarios como por particulares. A
particulares se les contestaba al pie del propio escrito, por ello se denominaba suscrip-
tio, y no se remitia peticionario sino que se ponia en conocimiento mediante anuncio
publico. A las entidades publicas, provinciales o municipals, a los funcionarios y a
personas de cierto rango se les respondia mediante carta, epistola, que se redactaba
por funcionarios de la cancilleria. Ante el creciente numero de peticiones se llego a
crear una oficina especifica denominada ab libellis que las clasificaba antes de resol-
verlas. Desde el siglo II d. C. comienza a generalizase la costumbre de consultar al
Principe, cuestiones dudosas en Derecho. Es necesario advertir que las respuestas no
tenian el valor de una sentencia ya que no se cuestionaban los hechos descritos en
la cuestion planteada. Por ello los jueces que resolvian la problematica solo estaban
vinculados por la respuesta imperial si los hechos narrados en la consulta eran exac-
tos, constatacibn que el decidia. En cualquier caso, los rescriptos adquirieron especial
relevancia en la evolucibn del Derecho privado, pues fue frecuente que la cancilleria
imperial contase con notables juristas del momento.
.
4.- Decreta Los Decretos son autenticas decisiones judiciales o sentencias que se
pronuncian en los litigios que someten al Tribunal presidido por el Principe -y despubs
por el Emperador- y se resolvian con arreglo a Derecho vigente. Parece que este Tribu-
nal queda constituido de forma permanente a partir del siglo II d. C. Solian abordar ca-
sos complejos o supuestos de aplicacibn de normas con dificil o variada interpretacibn,
asi como supuestos facticos en los que se habia apreciado una laguna legal.
Con su contenido se comienza a crear un nuevo Derecho, el ius novum, sustitu-
yendo en cierta medida a la labor que realizaba el pretor en su funcibn de adaptacion
del ius civile a las nuevas realidades sociales. Al final del principado, su fuerza obli-
gatoria es ya indudable y se conforma como fuente de Derecho para casos analogos,
llegandose a denominarlos leges.
Esta actividad jurisdiccional fue de especial brillantez creadora, en el siglo II d.C ,.
cuando Adriano, Antonino Pio o Marco Aurelio dictan estos Decretos bajo el asesora-
miento de grandes juristas de su epoca.
222
.
Capitulo 12: El Derecho en Roma La Ley y el ordenamiento juridico en la actualidad
12.6.1. Concepto
De la unidad del ordenamiento jurfdico derivan, dos rasgos definitorios del mis-
mo: su coherencia y su plenitud. Asf, el sistema legal es realmente eficaz si ofrece
respuesta a toda problematica o demanda social. El principio de unidad juri'dica exige,
en su aplicacion, la necesaria seguridad en virtud de la cual el ciudadano debe tener
garantia de que el Derecho protege, plenamente, sus derechos subjetivos.
La «coherencia» se predica cuando a pesar de la existencia de ciertas antinomias,
en el ordenamiento existen principios por los que puede conocerse cual de las normas
223
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
224
SlPNOSIS DEL CAPITULO 13
EL JURISTA ROMANO. LA JURISPRUDENCE ROMANA.
LA JURISPRUDENCE COMO FUENTE DEL DERECHO.
225
CAPITULO 13.
El Derecho jurisprudencial en Roma y hoy
En Roma la jurisprudencia coincide con la labor creadora de los juristas, iuris pru-
dentes, dedicados al discurrir casufstico y a la aplicacion de la prudentia iuris, en la
resolucion de los conflictos que se planteaban a su actividad dictaminadora.
La epoca clasica -que comprende, aproximadamente, desde comienzos del siglo
. ..
I a C al primer tercio del siglo del siglo III d C -, es asf denominada por ser la de
mayor perfeccion tecnica. No obstante, es preciso reconocer el valor que ha tenido
la labor precedente de los juristas republicanos en la inicial configuracion conceptual
de muchas de las categorfas juri'dicas. Asf, los juristas clasicos reciben ya elaborados
los conceptos fundamentales que alcanzan su plenitud en la genial configuracion
realizada por sus continuadores.
Los jurisconsultos, pertenecientes normalmente a familias pudientes de la nobili-
tas, no lo eran por profesion, sino que realizan su actividad de forma gratuita, siendo
ajenos a la obtencibn cualquier lucro o ganancia obtenido como consecuencia de
su accibn. Su compensacion era la fama social y el honor del reconocimiento de su
auctoritas que en ocasiones les sirvib para desarrollar una brillante carrera polftica
ocupando distintas magistraturas, entre ellas especialmente la pretura .
Pretores y juristas laborando simultbnea y a veces coordinadamente llevan a buen
termino la adaptacibn del ius civile y actualizan las formulas procesales.
Daban sus respuestas en los atrios de sus casas, en publico, a las consultas que se
les formulaban. En este sentido, los mbs afamados solfan estar rodeados de discfpulos
que escuchaban las consulta y el jurista les permitfa opinar y debatir entre ellos la
.
respuesta Asf la disputatio fori , el intercambio de pareceres fue su metodo de ense-
nanza del Derecho. Al finalizar aquel, el jurista ofrecfa su respuesta. La «mas justa»
227
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
Algunos defienden que con anterioridad a la Ley de las XII Tablas existirfan unas
leges regiae, emanadas del Colegio pontifical presidido por el Rey. En los albores de
la Republica, el Derecho estaba todavfa monopolizado por el Derecho por el Colegio
Pontifical, que dicta e interpreta, reservadamente, el Derecho. La publicacion de la Ley
decenviral, a mitad del siglo V a.C.; el hecho de que algunos de sus miembros comen-
zaran a hacer publicos sus pareceres; la posterior prohibicion de considerar secreta su
actividad; la publicacion de las formulas de las acciones realizadas, segun la tradicidn,
por Cneo Flavio en el 304 a C. posibilitan al ciudadano conocer las normas vigentes.
Abierto pues el conocimiento e interpretacion del Derecho, comienza la labor de
la denominada «jurisprudencia laica» y a resultar m'tida la distincidn entre ius divinum
o ius sacro y el ius humanum , que rige las relaciones entre los hombres.
Nace pues la lurisprudentia , como actividad esencialmente casufstica, de los juris-
tas que intervenian -con un extraordinario espfritu practico- aconsejando, evitando
litigios y dirigiendo extraprocesalmente a las partes en los procesos.
Ciceron ha sabido compendiar, de modo magistral, sus funciones a traves tres
verbos:
a) Cavere: aconsejar sobre el modo mas ventajoso de realizacion de un negocio
jurfdico guardando las exigencias formales exigidas por el ius civile. Es una labor ju-
risprudence! «de cautela*.
b) Agere: senalar las formulas de las acciones procesales que deberfan interponer-
se para la defensa judicial de un derecho.
c) Respondere: exponer su opinion, evacuar consulta, sobre cualquier cuestidn
jurfdica que se les suscita por los particulares.
228
Capitulo 13: El Derecho jurisprudencial en Roma y hoy
Con el ejercicio de las dos primeras funciones los jurisconsultos van flexibilizando
el excesivo formalismo del Derecho. La tercera es la esencial en la formulacion de
nuevos principios y contenidos de las categorfas jurfdicas pues no solo interpretan el
ius civile, sino que desarrollan un proceso de adaptacion del mismo a nuevas realida-
des y necesidades sociales. Son asf creadores del Derecho.
La produccion de los juristas republicanos no ha llegado hasta nosotros, salvo unos
pocos fragmentos, recogidos en el Digesto, de quien puede ser su figura mSs repre-
sentativa, Quintus Mucius Scaevola. Conocemos a los dem£s por referencias, muchas
veces elogiosas que les hacen los juristas clasicos. Entre los mismos destaco:
-Apio Claudio. Fue consul y censor a fines del IV y comienzos del III a.C. Autor
del primer libro jurfdico. Un amanuense suyo, Cneo Flavio, como hemos ya senalado,
publica el calendario y las formulas secretas de las acciones* causa del decaimiento
de la jurisprudencia pontifical y la aparicion de la jurisprudencia laica.
-Tiberio Coruncanio. Primer Pontffice mbximo de origen plebeyo a mitad del siglo
III .C. Se le nombra como el primero que expone sus respuestas en publico.
a
-Sexto Aelio Peto Cato. Consul y censor en los siglos II y I a.C.. Realiza una re-
construccibn de la Ley decenviral con un comentario a la misma. Ademas enumera
un elenco de nuevas acciones procesales.
-Marco Porcio Caton. Censor a fines del siglo II a. C. Sorprende por su amplia
sabidurfa, presentando facetas de historiador, poeta, orador y filosofo. Severo, austero
y firme en la defensa de lo genuino romano con animadversion a innovaciones hele-
nfsticas. Escribe «De Agricultural Es el mas antiguo libro de prosa latina que nos ha
llegado, refiere distintos contratos agrarios.
-Marco Porcio Catbn Liciniano. Hijo del anterior murib muy joven siendo Pretor.
Autor de la «Regula catoniana*, extensa obra jurfdica.
-Manlio Manilio. Consul a mitad del siglo II a.C. Compuso formularios sobre com-
praventa.
-Quinto Mucio Scaevola. Cbnsul a comienzos del siglo I a. C. El ultimo que com-
patibiliza la actividad laica de jurista con la de Pontffice maximo. De inclinacibn
estoica. Con su obra, de clara sistematica y rigor, XVIII libros de iuris ciyilis comienza
la «construccibn cientffica* del Derecho.
-Aquilo Galo. Ocupa la Pretura con Cicerbn. Discfpulo de Q. M. Scaevola, y
maestro de Sulpicio Rufo. Creador de la «formula de dolo* y de una stipulatio que
porta su nombre, aquiliana.
-Servio Sulpicio Rufo. Pretor y Cbnsul a mitad del siglo I. A. C. Fue cblebre su ora-
toria. Cicerbn lo considera el modelo de jurista en sentido cientffico. Quizes pensaba
en el cuando afirma: «La casa del jurista es el oraculo de la ciudad*. Desarrolla una
muy importante labor de formacibn practica del Derecho, creando una reconocida
escuela. Inicia las obras de comentarios al Edicto del pretor.
La solidez de los principios y fundamentos de estos juristas republicanos, permite a
la jurisprudencia clasica alcanzar el perfodo mas glorioso de la ciencia jurfdica romana.
229
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
230
Capi'tulo 13: El Derecho jurisprudencial en Roma y hoy
Sera en la primera etapa cuando surgir n las dos celebres escuelas: proculeyanos
. ^
y sabinianos Su causa originaria pudiera ser la rivalidad entre dos grandes juristas:
.
Labeo y Capita No obstante sendos discfpulos de los mismos, Prdculo y Sabino, son
quienes dan nombre a las Escuelas mencionadas.
A pesar de denominarse «escuelas» no se trataba, en absolute, de centros de en-
senanza y aprendizaje del Derecho sino de un conjunto particular de juristas que
segufan -en su cultivo y en la posicion de sus respuestas-, de una Ifnea interpretativa
que, en ocasiones, era trazada por uno de ellos que detentaba una mayor auctori-
.
tas Suele afirmarse que los proculeyanos, estadfsticamente, mantienen una mayor
independencia respecto del poder y son esencialmente casuisticos, mientras que los
sabinianos colaboraron m4s con la cancillerfa y adoptaron una exposicidn m£s siste-
mcitica. Las proculeyanos atienden el ius civile, ahoran la Republica y son aristoteli-
cos; los sabinianos estudian tambi£n el ius gentium, no se oponen al Principado y son
estoicos.
En cuanto a lo que podemos denominar, con terminologia moderna, su produc-
ci cientffica puede clasificarse en cuatro categorias:
6n
1.-Literatura de comentarios. Se trata de obras en las que se realizan glosas o co-
mentarios al Edicto del pretor urbano o provincial; a obras de juristas precedentes; y a
algunas leyes, senadoconsultos o incluso constituciones imperiales, todos de especial
relevancia. En el siglo II d.C. todavfa se escriben comentarios a la Ley de las XII Tablas.
2.- Literatura que recoge definiciones, reglas, maximas. Regulae Definitiones. To-
das ellas son de escasa importancia y poco rigor tecnico en cuanto que su finalidad
era divulgacion del Derecho dirigida a profanos .
. .
3 - Literatura de opiniones o respuestas Es la categori'a fundamental sobre la que
recae su clasicidad. Se trata de soluciones casufsticas que se ofrecen sobre cuestiones
problematicas variadas y controvertidas.
Se denominan Responsa cuando recogen una coleccion de «dictamenes» emitidos
«realmente» por los jurisconsultos a casos que se sometfan a su criterio. Quaestiones
cuando reunen soluciones que se ofrecen sobre casos practicos imaginados sobre
controviertas que pudieran plantearse. En este tipo de obras puede apreciarse hasta
que punto el jurista es tributario del caso para la creacidn del Derecho. Es decir, jamais
formula el contenido de una institucion desde un punto de vista doctrinal, concep-
231
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
tual o dogmatico, sino que precisa del supuesto conflictivo para su labor creadora.
Digesta, son exposiciones sistematicas de respuestas en las que su exposicion sigue
el esquema del Edicto.
4.-Obras destinadas a la docencia, a la ensenanza. Tuvieron un incremento cre-
ciente desde fines del siglo II d.C. Presenta atisbos de enfoque tedrico de los temas,
para formar la mente de los principiantes, ensenarles a razonar y a deducir la solucidn
mas justa ante el caso planteado. La obra docente mas importante que conocemos es
la del jurista cl sico Gayo de la segunda mitad del siglo II. Se trata de un palimpsesto
^
de un copista del siglo IV. Gayo expone el Derecho en tres partes: «personas, cosas y
acciones*. La exposicion es ordenada, con afan escolastico.
..
13.3 3 ALGUNOS JURISTAS EN SU INDIVIDUALIDAD
232
Capitulo 13: El Derecho jurisprudencial en Roma y hoy
timio Severo. Es Prefecto del pretorio en la cancillerla imperial, hasta que es asesi-
nado, por orden de Caracalla, al que habla amonestado en publico por la muerte de
su hermano y co-regente, Geta. Rodeado de la aureola de «m5rtir por la justicia* fue
considerado, en la epoca postclasica, como el nricis grande jurista de todos los tiempos.
-Paulo. Ocupa importantes cargos dentro de la burocracia imperial en tiempos de
Severo y Caracalla. Fecundlsimo jurista recopilador. Autor de una obra amplia y bien
escrita, entre la que destacan sus extensos Comentarios al Edicto, a Sabino y a distintas
Constituciones imperiales. Una sexta parte del Digesto de Justiniano esta formada por
fragmentos tornados de su obra.
-Ulpiano. Nacido en Tiro (Fenicia). Discfpulo de Papiniano. Despu £ s de ocupar
importantes cargos, muere asesinado por los pretorianos. Con gran sentido pr&ctico,
independencia de juicio y perfecto dominio de la obra de sus predecesores, es Autor
de la produccion mas extensa de todas las epocas y su obra resulta clave para conocer
la jurisprudencia romana. Una tercera parte del Digesto de Justiniano est& elaborada
con sus fragmentos.
-Modestino. Es discfpulo de Ulpiano y se le considera el tiltimo de los juristas cla-
sicos. Escribio libros de ensenanza. Una parte de su obra esta redactada ya en griego.
A partir de la mitad del siglo III continda una 6poca de juristas anonimos ya que su
saber pierde originalidad profundidad y se transforma en un mero conocimiento de lo
creado por sus predecesores.
233
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
Desde estas premisas los juristas romanos definen la iurisprudentia como: divina-
rum atque humanarum, rerum notitia atque injusti scientia es decir, «e! conocimiento
de las cosas divinas y humanas y ciencia de lo justo y de lo injusto . ®
..
13.4 2 Su distinta fuerza « vinculante»
234
Capftulo 13: Ei Derecho jurisprudencial en Roma y hoy
o restrictiva considera que solo la ley -entendida como norma escrita emanada de
.
un organo con potestad normativa- tiene esta condicidn Se entiende asf que la con-
sideracion de «fuentes del Derecho® a la costumbre y a los principios generales del
Derecho es «por obra y gracia® de la propia ley, que les otorga tal condicion.
Por el contrario la postura doctrinal mas flexible, o amplia, «reconoce» tambien
como «fuentes directas®, por si mismas, a la costumbre y a los principios generales del
Derecho, sin que ello se deba al otorgamiento legal .
En todo caso, cuando a la jurisprudencia se la considera «fuente» en los sistemas
cerrados, se califica siempre como una «fuente indirecta®. Su valor y su finalidad con-
sisten fundamentalmente en coadyuvar a la compresion y a la correcta aplicacion de
las normas jurfdicas.
El mismo caracter de fuentes indirectas -aunque en un grado de influencia menor-
suele otorgarse a los «precedentes historicos®, la «doctrina cientffica®, la «analogfa» y
la «equidad».
Respecto de la jurisprudencia, el parrafo 6° del artfculo 1 del Codigo civil le reco-
noce una importante «funci6n complementaria® del sistema de fuentes, al senalar: «La
jurisprudencia complementary el ordenamiento jurfdico con la doctrina que, de modo
reiterado, establezca el Tribunal Supremo al interpretar y aplicar la ley, la costumbre
y los principios generales del derecho®.
Es decir, para hablar propiamente de «jurisprudencia», como complemento de las
fuentes directas, debemos referirnos no a cualquier reiteracion de sentencias o de
fallos judiciales, sino solo a las que se dictan en las distintas Salas del «Tribunal Su-
premo®.
Desde esta ultima concrecion debe resaltarse que las Sentencias reiteradas a su -
puestos semejantes dictadas por los Altos Tribunales de casacion tienen una fuerza
«vinculante», en suma, una eficacia muy diversa segun la refiramos al sistema del
common law o al del civil law .
Es decir, en los sistemas abiertos las sentencias semejantes en casos analogos,
dictadas por los Altos Tribunales, tienen una fuerza vinculante para los demds Jueces
y Tribunales bastante mas endrgica, en virtud del «precedente», que las dictadas por
.
sus homologos en los sistemas cerrados Puede asf, con caracter aproximativo, decir
que el sistema del common law los Tribunales «crean» Derecho, mientras que en civil
law solo lo «interpretan» cuando lo aplican. A explicar, con mayor profundidad, esta
diferencia esencial dedicaremos el Capftulo 15 bajo el tftulo: «Sistemas jurfdicos y
fuentes del Derecho®.
235
SlPNOSIS DEL CAPITULO 14
[1] DIVISION DEL IMPERIO Y TETARQUIA. [2] JUSTINIANO.
[3] COMPILACION. [4] CODIGO. [5 ] DIGESTO. [6] INSTITUCIONES.
[7] NOVELAS.
El Derecho romano, tras la epoca postclasica, alcanza su ultima etapa: la «bizantina», lla-
mada tambien «justinianea» o «compiladora». Se produce ahora la obra cumbre de la Historia
jurfdica: la Compilacidn de Justiniano.
[2] JUSTINIANO
En el 527 Justiniano, al morir su tfo Justino (que lo habfa adoptado
a los nueve afios), se convierte en Emperador gobernando hasta
su muerte en el 565. Teodora, artista, fue su «piisima esposa».
Su ideal es la unidad polftica, religiosa y legislativa del imperio.
Reconquista grandes extensiones del territorio perdido por el
Imperio de Occidente; pero durante su vida vuelve a perderse la
mayor parte del territorio reconquistado.
En el piano religioso, qu6 ocurre? En Occidente, el Obispo de Roma se siente sucesor del
^
apostol Pedro y, porello, reivindica la primacia sobre losdemas. En Oriente, por el contrario, se
237
FRANCISCO EUGENIO DIAZ
discute esta primada romana, de modo que el Emperador gobierna desde el «cesaropapismo»,
con poder temporal y espiritual: de el depende el Patriarca de Constantinople, que es «ministro
.
para el culto»
En el ambito legislativo Justiniano logra con creces sus objetivos: la «Compilacion de Justi-
niano».
[3] COMPILACI6N
Desde la etapa postclasica habfa un enorme confusionismo jurfdico. Los abogados invoca-
ban en sus defensas una norma y, con frecuencia, se producia entre ellos un debate acerca de
su validez. Incluso entre los propios jueces que componfan el Tribunal competente habfa dis-
.
cusiones ( j»bizantinas»!) Ya Teodosio II, emperador de Oriente (408-450), pretendib elaborar
un codex con las Constituciones y obras jurisprudenciales seleccionadas, que contuviese todo
el Derecho aplicable. Pero s6lo consiguio recopilar las Constituciones vigentes desde Cons-
tantino [emperador: 306 al 337; en el 313 da su «Edicto de Mil3n» favorable al cristianismo]
.
basta su tiempo El Codigo Teodosiano (435-438) fue aceptado en Occidente por el emperador
Valentiniano III.
SerS JUSTINIANO quien logre la compilacion del Derecho. Conto con el alto nivel cientffi-
co de las escuelas orientales de Derecho: de Berito -la actual Beirut-, de Constantinopla y de
Alejandrfa. Y tuvo como estrecho colaborador a un excepcional jurisconsulto, TRIBONIANO.
Hasta el siglo XII, cada parte de la Compilacion se transmite por separado. A fines del siglo XVI
(1583) el humanista frances GOTHOFREDUS edita el conjunto con el tftulo de Corpus luris
Civilis.
C6DIGO. Recoge (en 12 libras) mas de 4.600 constituciones imperiales, hasta las de Adria-
no. Regula: fuentes del Derecho, regimen de funcionarios publicos, Derecho Penal y Eclesias-
tico, Derecho bizantino (escritas en griego) y algo de Derecho Privado.
DIGESTO. «Pandectas». Recopilacion sistematica de fragmentos de 200 obras de treinta y
nueve juristas clasicos. 50 libras. Se cita D. (con num. del libra, tftulo, fragmento y parrafo).
INSTITUCIONES. Elabor&ndose el Digesto, Justiniano nombra una Comision ((Triboniano,
Teofilo y Doroteo), para redactar un manual de iniciacion al estudio del Derecho.
NOVELAS. Conjunto de las «nuevas» constituciones. El ejemplar mas antiguo es del
S. XIII.
238
CAPI'TULO 14.
La compilacion de justiniano, obra cumbre
de la Historia juridica
239
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
240
Capftulo 14: La compilaci6n de Justiniano, obra cumbre de la Historia jurfdica
.
14.3 LA COMPILACION
241
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
Son varios los factores que hicieron posible el extraordinario resultado. Entre
ellos destacan, el alto nivel cientifico existente en las escuelas orientales de Dere-
cho sobre todo las de Berito -la actual Beirut-, y Constantinopla, sin desdenar la de
Alejandria .
Tambi6n el privilegio de tener como estrecho colaborador, a un excepcional juris-
.
consulto, Triboniano Poco se conoce acerca de sus ori'genes. Se cree que serfa natural
de Panfilia. Siendo al principio un asesor jurfdico sin especial relevancia, cuando pre-
side la Comision compilatoria del Digesto era ya su Quaestor Sacrii Palatii , es decir,
dirigfa el Consejo privado del Emperador. Este lo colma de alabanzas en el Prefacio
de varias de sus constituciones, por sus cualidades personales y su saber. Lo declara
como: «excelso y glorioso varan, doctfsmo jurista*. Justiniano logra, en solo cinco
afios, una Compilacion prodigiosa.
Hasta el siglo XII, cada parte de la Compilacion se transmite por manuscritos
.
separados, no habiendo conciencia de un conjunto unitario La primera vez que
se reune sus cuatro partes -Instituciones, Digesto, Codigo y Novelas- y se le pone
tftulo de Corpus luris Civilis es la edicion del humanista frances Gothofredus publi-
cada a fines del siglo XVI. Su nombre se debe a que la Iglesia tenfa ya un Corpus
luris cannonici .
La edicion mas cientffica del Corpus es realizada por la prestigiosa doctrina roma-
nista alemana y publicada en Berlin en 1872. En espanol destaca la realizada, a doble
.
texto con el latfn, por Garcia del Corral a fines del siglo XIX
.
14.4 EL CODIGO
242
Capitulo 14: La compilacion de Justiniano, obra cumbre de la Historia juridica
14.5. EL DIGESTO
243
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
..
14.5 2 El m6todo compilatorio
..
14.5 3 Las interpolaciones
244
Capi'tulo 14: La compilaci6n de Justiniano, obra cumbre de la Historia juridica
clasicos a fin de adaptarlos a las necesidades juridicas y socio economicas del tiempo
en que senan aplicados. La preocupacion por el descubrimiento de estas alteraciones
ha sido bien distinta a trav6s de los siglos. En la Bolonia medieval donde comienza
el estudio del Digesto sus Maestros, glosadores o comentaristas, no dudan, o no se
plantean, la autenticidad de los textos.
Elio comienza en el siglo XVI cuando el Derecho romano se estudia no como De-
recho aplicable ante los Tribunales sino desde un punto de vista historico-cientifico,
a lo que contribuyen la Historia Antigua, Filologia, Arqueologia y Papirologfa. Se
descubren fuentes extra-justinianeas y al ser su contenido diverso del compilado, co-
mienza a dudarse de la «clasicidad» de algunos de los pasajes que estan recogidos en
el Digesto. A lo que se consideran alteraciones de los fragmentos se les denomina
Emblematta Triboniani , queriendo indicar que el las permitio.
.
Asf se diferencia de forma nftida dos corrientes Los estudiosos -que se reunen
en el movimiento denominado mos italicus-, que les interesa el Derecho romano
contenido en la Compilacion, como conjunto de normas susceptibles de ser apli-
cadas, por lo que no tienen ningun interes por las supuestas interpolaciones Y los .
reunidos bajo la denominacion de mos gallicus, que lo quieren estudiar como un
Derecho historico muestra gran interns por descubrir las interpolaciones ya que
pretenden desde el Derecho compilado desentranar el verdadero sentido de las
respuestas de los juristas clasicos.
Cuando llega la codificacion civil, empezando por el frances y continuando por to-
das las demas, entre la que destaca el BGB, codigo civil aleman, su articulado recoge
fidedignamente, en la mayor parte de su contenido, los principios e instituciones del
derecho romano- justinianeo.
La romanfstica descubre, con gran laboriosidad, que algunas obras tenidas por
clasicas, asf las «Reglas de Ulpiano* o las «Sentencias de Paulo*, no eran de autori'a
de los juristas nombrados, sino redacciones resumidas y modificadas en la epoca
postclasica. Tambien se descubren modificaciones postclasicas en textos insertos en el
Digesto por lo que ya llegaron alterados a los miembros de la Comision compiladora.
Estas variaciones reciben el nombre de «glosemas».
La doctrina de la primera mitad del pasado siglo, estudiando las interpolaciones
se dividio en dos corrientes. Una hipercrftica, que mantiene que son numerosfsimas;
la otra conservadora, que considera autenticos la mayor parte de los textos compila-
dos. Con la publicacion de distintas obras que recogen las interpolaciones que son
admitidas por la mayor parte de la doctrina, se ha rebajado el nivel de dedicacion a la
busqueda ya hallazgo de nuevas interpolaciones, lo que constituyo casi una obsesidn,
hablandose de «caza de las interpolaciones*, como forma de ganar un gran prestigio
cientffico.
Para su descubrimiento se han utilizado distintos medios:
-Confrontacion textual, cuando tenemos la certeza de autenticidad de un texto
fuera de la compilacion y se contrasta con el compilado comprobando su alteracion.
245
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
Es el criterio mas seguro pero es escasa su utilizacion por las pocas fuentes seguras
que nos han llegado al margen del Corpus justinianeo .
-Metodo historico-terminologico, cuando en el texto compilado se comprueba un
anacronismo: terminologico, porejemplo, un jurista clasico utiliza un termino tecnico
que, en su tiempo, no existfa todavfa.
-Metodo historico-conceptual, cuando refiere un contenido a una institucion que
se conoce su nacimiento posterior al tiempo del jurista .
.
-M6todo lingiiistico Cuando se utilizan expresiones de un latfn evolucionado en
el tiempo, respecto del jurista que se senala como autor en la inscripcion.
-Metodo estilistico: cuando el fragmento se expresa en un estilo imperativo, que
era impropio de un jurisconsulto clasico, que jamas dogmatizaba, sino ofrecfa la res-
puesta m£s justa y, por tanto relativa a la cuestidn que se le habia planteado.
Para dar por cierta una interpolacidn, salvo que sea derivada de la confrontacidn
textual, deben ofrecer la misma conclusion varios de los otros metodos mencionados
que deben ser utilizados de un modo conjunto.
Antes de terminarse las labores del Digesto. Justiniano nombra, con una clara fi-
nalidad docente, una nueva Comision, mucho m s reducida, que trabajarfa simulta-
^
neamente en el Digesto y en el nuevo encargo. Se compone de tres ya comisionados:
Triboniano, Tedfilo y Doroteo. Su misidn era redactar un manual de contenido basico,
dirigido a quienes se inician en el estudio del Derecho. Se termina un mes antes del
Digesto.
En la Constitucidn que lo publica se inserta la siguiente, preciosa, dedicatoria:
cupida legun iuventum, es decir, «A la juventud ansiosa del conocimiento del Dere-
cho*. Aun a fuerza de ser una obra docente, se publica como parte del ordenamiento
juri'dico vigente, por lo que era Derecho aplicable en los tribunales.
La mayor parte de su contenido se toma, expresamente, de las Instituciones de
Gayo, con la actualizacion correspondiente, pues habian pasado tres siglos desde la
.
redaccion de estas A esta obra base se anadieron como textos de las Res cottidianae,
que a pesar de haberse atribuido a Gayo sabemos que es de factura postclasica, de las
Instituciones de Ulpiano, Marciano y Paulo; de las reglas de Ulpiano; y de fragmentos
tornados de la recopilacion que se estaba haciendo del Digesto.
Las Instituciones se dividen en cuatro libros siguiendo basicamente el esquema
gayano de Personas, Cosas, Acciones. En esta obra los fragmentos no van precedidos
de la correspondiente inscriptio, referencia al autor y obra citada. No obstante, hoy se
.
ha descubierto la pertenencia de la mayorfa de ellos Se considera por los estudiosos,
que Teofilo y Doroteo redactaron individualmente dos libros cada uno y Triboniano
supervisarfa los cuatro.
246
Capftulo 14: La compilacibn de justiniano, obra cumbre de la Historia jurfdica
Las instituciones alcanzaron grandfsima difusion desde la Edad Media y son muy
numerosos los manuscritos que nos han llegado, siendo los mas antiguos del siglo IX.
De todos ellos destaca uno, de forma exceptional, descubierto en un palimpsesto de
.
una biblioteca de Verona. Se le conoce como el «Gayo verones* Esta casi completo
en su texto, frente a los demas que son mucho mas fragmentarios. Otros dos, mas in-
completos pero de cierta relevancia historico-juri'dica, son uno del siglo XI encontrado
en una biblioteca de Baviera y otro encontrado en Turin que anade al texto gayano un
valioso conjunto glosas o comentarios a su contenido.
.
14.7 LAS NOVELAS
247
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
Iecci6n que se ha probado que son de sus sucesores algunas del Emperador Justino II
y otras del propio Tiberio II. El manuscrito mas antiguo de esta coleccion se encontro
en Venecia, siendo datado en el siglo XIII.
248
SlPNOSIS DEL CAPITULO 15
[ 1] SISTEMAS JURIDICOS. [2] FUENTES DEL DERECHO.
[1 ] SISTEMAS JURIDICOS
[A] El «common law» es un sistema que se remonta a la epoca en que Britania (Gran Bretana) fue
conquistada por los normandos en la segunda mitad del siglo XI. [En el 1066 Guillermo, duque de
Normandfa, atraviesa el paso de Calais, derrota a los anglosajones y se hace coronar rey del nuevo
reino en Westminster estableciendo asf la dinastfa normanda], Entonces existfa un conjunto disperso
de diferentes costumbres locales vigentes, se necesitaba un orden jurldico comun, common [uni-
tario, podrfa decirse]. Surge asf el sistema jurfdico basado en el case law method [o sea: el metodo
de -la resolucion de- el caso para la creacion del ordenamiento jurfdico]. Es un «sistema abierto» , en
transformacion a trav6s de los pronunciamientos — legals opinions- de Jueces y Tribunales que se
fundan en principios de equidad [de justicia] -equity. De este sistema («brtenico») deriva el sistema
judicial norteamericano y el de la mayor parte de los miembros de la Commonwealth of Nations.
[B] El civil law » es un «sistema cerrado» basado en textos legales escritos; el Tribunal juzga-
dor ha de resolver los litigios aplicando un «Derecho objetivo» preexistente Es el sistema de la
Europa continental y, por influjo de Espafia y aun de Portugal, el de Iberoamerica.
SUS RASGOS DEFINIDORES.
[ A] El common law tiene un fuerte perfil forense (obra de jueces). Es un tanto incierto, im-
predecible; pero flexible, adaptable a los cambios sociales y economicos.
[ B] El civil law ha tenido una faceta escolastica (obra de y para estudiosos). Es algo estable-
cido, m£ s seguro de conocer; mas abstracto y mas utbpico.
Maitland (estudioso del Common Law ) dice: Europe whithout the Digest would not be the
Europe that we know . (Que viene a significar: Sin el Digesto, la Europa de hoy no existirla ) .
INFLUENCE Y PRESENCIA DEL DERECHO ROMANO, POR «ACTUACION» Y COMO
«PRECIPITADO» EN AMBOS SISTEMAS.
Common law o Civil law ? Hay recfprocas conexiones. Sorprende que el sistema del common
^
law, que en su historia recepciona mucho menos el «precipitado» (el «producto») del Derecho
romano, se asemeje tanto a este en la «actuacion» (el «modo de produccion») de sus creadores:
la «casuistica jurisprudenciab. Ademas, el sistema jurfdico del mundo anglosajon de hoy ya no
se aparta tanto de la ley escrita, sino que se va acercando a ella. Son ejemplos: el Statutory law
(derecho de leyes y reglamentos) y los Restatements (sistema de reglas mercantiles coherentes).
Por otra parte, en el mundo del civil law es cada vez mayor el valor de la jurisprudencia en-
tre el elenco de las fuentes del Derecho. Y en ambos sistemas siempre esta muy presente Roma.
[2] FUENTES DEL DERECHO
El Derecho «emana» de sus fuentes de produccion ;
y «se manifiesta» en sus fuentes de conocimiento.
«Las fuentes del ordenamiento jurldico espahol son la ley, la costumbre y los principios ge-
nerates del derecho... Los principios generales del derecho se aplicaran en defecto de Ley o
costumbre, sin perjuicio de su caracter informador del ordenamiento juridico».
[articulo 1 del Codigo Civil] ,
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CAPITULO 15.
Sistemas jurfdicos y fuentes del Derecho
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Capitulo 15: Sistemas jurfdicos y fuentes del Derecho
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FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
tido siempre al imperio de la ley, por mas que esta admita -incluso dirfa «soporte»-
distintas interpretaciones.
El sistema «casui'stico», progresa «decision a decision* al consentir la flexibili-
zacion del car cter «vinculante» del precedente judicial invocado, pues en Dere-
^
cho ingles el juez puede cambiar de criterio y emitir un fallo que se separe del
precedente.
El sistema continental progresa m s desde el cambio legislative promovido, nor-
^
malmente, desde el poder ejecutivo, que desde una evolutiva realidad jurispruden-
cial. Es decir, el centra de gravedad del buen funcionamiento del sistema se desplaza
del poder judicial al legislativo. En su formulacion ideal, el legislador que preten-
dieron las corrientes codificadoras deberia poseer una capacidad omnisciente en la
individualizacidn de los eventuales conflictos o controversias que se produzcan en el
libre juego de las relaciones jurfdicas y al propio tiempo seri'a necesario que fuese ca-
paz de responder normativamente a las cambiantes necesidades economico-sociales
promulgando leyes, rigurosas y precisas en su formulacion y convenientes y adecua-
das en su contenido, desde la finalidad de consecucion del bien comun y el respeto
al interes general.
Con este espiritu tan benefico como casi utopico por llegar a las regiones
de un ideal casi inalcanzable, se redacta el Titulo preliminar del Codigo civil
frances de 1804 que afirma: «Las leyes no son puros actos de poder: son actos
de prudencia, de justicia y de razon. El legislador ejerce menos una autoridad
que un sacerdocio*.
254
Capftulo 15: Sistemas juridicos y fuentes del Derecho
hace ciertamente presente y adquiere su efectiva realidad, pues hasta entonces el re-
gimen jurfdico de cada una de esas instituciones solamente «sobrevolaba» la relacion
jurfdica, sin que las partes siquiera lo advirtieran.
En el ejercicio su profesibn el medico que establece un tratamiento y fija la farma-
cologia -en concretos medicamentos y en sus dosis- si tiene mas en cuenta la per-
sonalidad psico-medica del paciente que el saber aprendido «de forma abstracta» en
la patologfa se asemeja mbs al juez anglosajon. Por el contrario, el galeno determina
su actuacion, en base a un protocolo preestablecido y que un tratamiento estandar se
identifica mbs con el juez continental.
Y jcubl es «el rnejor* de los sistemas ? Considero, de nuevo, que no puede contes-
tarse haciendo abstraccion de las circunstancias que concurran en cada pafs, en un
momento histbrico determinado. El sistema del common law, «exige» un cuerpo de
jueces «independientes, incorruptibles, competentes y entregados a la «sagrada» fun-
*
cibn de juzgar. Solo asf una sociedad y sus ciudadanos pueden descansar tranquilos
sabiendo que ese amplfsimo arbitrio judicial, que genera una inseguridad en cuanto
al fallo, serb utilizado correctamente, ofreciendo a cada supuesto la sentencia que
resulte mbs justa.
Ese sosiego es el mismo que desea el justiciable, cuando se encuentra inmerso en
un procedimiento judicial dentro del sistema del civil law. Y lo logra desde el prin-
cipio de la igualdad «en» y «ante» la ley y en el principio de confianza en la correcta
aplicacion de la misma, a traves de una razonable interpretacion por parte del juez.
Pero uno y otros principios deben descansar en la existencia de una legislation preci-
sa, sin antinomias, que persiga el bien comun y los intereses generales.
Por ultimo, sorprende que el sistema del common law que recepciona en su his-
toria mucho menos el Derecho romano se asemeje en su produccibn del Derecho
-hasta el punto casi de confundirse- con la posicibn y la actitud de que gozaban los
juristas romanos en su labor creadora del Derecho.
Sin embargo, por mor de las circunstancias historicas, el Derecho romano recep-
cionado en el continente ha terminado «encerrado» en los Codigos, y consiguiente
desde el propio Corpus luris justinianeo -que se prohibib a los juristas incluso co-
mentarlo- provocb la desaparicion de aquella liberrima forma con la que actuaba el
jurisconsulto romano .
255
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
Optemos pues por un sistema ecl6tico que tome de cada uno de los expuestos lo
mejor de sus ricas experiencias juridicas. Esta posicion de acercamiento entre ambos
-mirandose no como rivales sino como complementarios- es la que se esta produ-
ciendo, por fortuna, en las ultimas d cadas, pues el mundo anglo-sajdn ya no esta al
^
margen de la ley escrita sino que su acercamiento a ella va en aumento, por vfa del
derecho contenido en la leyes o en los reglamentos.
Por nuestra parte, en el mundo del civil law continental es indudable c6mo, de
forma ininterrumpida y creciente, es cada vez mayor el prestigio y el valor de la ju-
risprudencia -como doctrina emanada de los fallos judiciales- en su consideracion
entre el elenco de las fuentes del Derecho.
En todo caso, sea por la «materialidad» de los preceptos codificados, sea por el
«modo de produccion* del Derecho, Roma esta presentfsima en ambos sistemas jurf-
dicos.
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Capitulo 15: Sistemas jurfdicos y fuentes del Derecho
Otro criterio de distincidn diferencia entre «fuentes primarias», que se aplican pre-
ferentemente y «secundarias», cuya aplicacion es de caracter subsidiario.
Un ultimo criterio diferenciador, distingue ente «fuentes directas» que son las que
encierran en sf mismo el Derecho objetivo, el ejemplo paradigmitico es la ley; y fuentes
indirectas, que no contienen en sf el Derecho, pero son auxiliares en su interpretacion
y aplicacidn, entre otras, la doctrina jurisprudencial emanada de los Altos Tribunales.
Esta diversificacidn -y en parte confusionismo diffcil de armonizar-, es el que
lleva a Garcfa Valdecasas a subrayar que la expresion «fuentes del Derecho es una de
las mas ambiguas de la terminologfa jurfdica, por la variedad de acepciones de que
es susceptible.*
La cuestidn de su enumeracion es problematica en la doctrina cientffica. De menos
a mas dirfamos que los mis restrictivos y positivistas consideran que solo es fuente de
conocimiento formal la ley. Frente a ellos un sector doctrinal, tradicional autorizado,
entiende que a la ley se debe anadir, necesariamente, la costumbre, como fuente
independiente, con una fortfsima vigencia histdrica en un numero nada desdenable
de instituciones jurfdicas. La posicidn mis abierta, admite sin reservas, asimismo, a
los principios generales del Derecho y algunos estudiosos tambiin le otorgan este
caracter a la jurisprudencia.
En un celebre pasaje de Gayo recogido en su obra docente Instituta enumera
las fuentes del ius , al decir: «EI derecho del pueblo romano se funda en las leyes,
en los plebiscites, en los senadoconsultos, en las constituciones de los prfncipes,
en los edictos de los que tienen el derecho de dar edictos y en las respuestas de los
prudentes.*
Es evidente que el fragmento gayanotiene una finalidad pedagogica para los que
se inician en el conocimiento del Derecho, por lo que no se puede considerar su
elenco como exhaustivo. Entre las ausencias mis significativas podemos senalar la
costumbre.
Desde un caracter aproximativo, y reduccionista, pueden senalarse las siguientes
fuentes de produccion y sus correspondientes de conocimiento en las distintas etapas
del Derecho romano y en la actualidad
15.5.1. Su jerarqufa
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FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
Se trata del denominado, portantos ahos, «nuevo» Tftulo Preliminar, pues sustituyo
al de genuino de 1889, al ser aprobado, con fuerza de ley, por un Decreto de 31 de
mayo de 1974, que desarrolla una previa ley de Bases de 1973.
Tambi6n suele admitirse por parte de muchos iuspublicistas, que algunas de
sus categorfas encuentran su formulacion genuina en el Derecho privado y que al
incorporarse al publico, conservan aquella esencia si bien con la imprescindible
adaptacion guiada por el mantenimiento y prevalencia del interes general .
Las principales fuentes del Derecho vienen referidas, jerarquicamente, en el ar-
ticulo inaugural del Cddigo civil, en su primer parrafo al decir: «Las fuentes del
'
258
Capi'tulo 15: Sistemas jurfdicos y fuentes dei Derecho
.
15.6 LACOSTUMBRE
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FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
260
Capftulo 15: Sistemas jurfdicos y fuentes del Derecho
Antes de entrar en el analisis de los principios generales del Derecho (PGD) como
fuente del Derecho, de tercer grado -de acuerdo con lo preceptuado en el artfculo 1°
del Codigo civil-, me parece procedente y oportuno, realizar una aproximacidn lin-
guistics, sobre todo de caracter semantico, un somero esbozo filosofico e iusfilosofico
y un apunte jurfdico-histdrico, sobre todo de Derecho romano, como es obvio.
La primera cuestion es referir las diversas acepciones que pueden quedar encerra-
das en la propia expresidn «principio» que es, a la vez, equfvoca y rica en sus significa-
dos. El Diccionario de la RAE, contiene tres definiciones de principio, en las acepcio-
nes cuarta quinta y sexta, que interesan, especfficamente, al ambito jurfdico: «Causa,
origen de algo; Cada una de las primeras proposiciones o verdades fundamentals
por donde se empiezan a estudiar las ciencias o las artes; Norma o idea fundamental
que rige el pensamiento o la conducta».
A continuacidn de la voz, el Diccionario recoge algunas expresiones que la con-
tienen. Entre ellas la de «principio de Derecho*, definido, con caracter bastante des-
criptivo, como: «Norma supletoria a la ley, constituida por la doctrina, que goza de
general y constante aceptacion de jurisconsultos y tribunales».
En el ambito de la filosoffa los principios pueden considerarse en el orden del ser
o en el orden del conocer. En el orden ontoldgico, principio es aquello de lo cual que
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FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
procede una realidad. Asf, afirma Epicteto: Principium est id quod aliquid est, aut fit,
aut cognoscitur , es decir, Principio es lo que algo es, o sucede, o se conoce.
En el orden logico, principio es aquel conocimiento bbsico y fundamental, del que
se parte, que permite alcanzar un conocimiento mas elaborado. Si nos adentramos en
el campo iusfilosofico, un destacado estudioso espanol, Legaz Lacambra, al analizar la
naturaleza jurfdica de los principios generales del Derecho observa, con sutileza, que
un cuestion importante al tratar definirlos es el valor que se le otorgue a la parti'cula «de».
Asf, puede tener un doble sentido: primero, el de «genitivo posesivo», lo que significa
que con ella se hace referenda a los principios que son del Derecho, porque estan en el;
segundo el de «genitivo no posesivo , con lo cual se alude al sentido arquetfpico (arque,
®
..
15.7 2 Su precedente en Roma y su configuracibn actual
263
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
264
SlPNOSIS DEL CAPITULO 16
[1] CODIFICACION. [2] PRECEDENTES. [3 ] PREMISAS IDEOLOGICAS.
[4] CODIFICACION CIVIL ESPANOLA.
[1] CODIFICACION
La codificacion es una «experiencia histdrica# que se inicia en Francia a comienzos del siglo
XIX y se extiende practicamente a todas las naciones del continente europeo; y desde Espana,
Francia y Portugal se transporta a las nacientes Republicas iberoamericanas.
[2] PRECEDENTES
El Corpus luris Civilis de justiniano es el precedente primigenio del Code (francos). Bien
que entre la compilacidn bizantina y el Cddigo napolednico hay un amplio arco de siglos que
empieza a fines del XI (con el descubrimiento y subsiguiente estudio y exegesis de los textos
compilados) y no acaba sino en el XVIII (cuando deja de estar vigente el ius comune: que es una
conjuncion del Derecho romano compilado con las Decretales, como fuente de conocimiento
principal del Derecho candnico o Derecho de la Iglesia).
Siglos XII y XIII. Los Maestros glosadores de Bolonia rescatan el Derecho Romano del olvi-
do sufrido en Occidente, lo estudian y lo interpretan, lo glosan, convirtiendolo asf en Derecho
reconocido por juristas y jueces, esto es, vigente, en toda Europa y «no por razdn del poder
imperial, sino por imperio de la razdn# -non ratione imperii, sed imperio rationis.
Siglos XIV y XV. Los Maestros postglosadores o comentaristas logran configurar un autentico
derecho privado comun (para todo el occidente europeo) resultante de la armdnica conjuncion
del Derecho justinianeo y el Derecho canonico, adaptado, en parte, a las nuevas realidades socio-
economicas. Este derecho privado comiin (complementado con ciertas peculiaridades normativas
franco-germanicas) constituira despues la base de todo el proceso codificador.
Siglo XVI. Enmarcadas en el Humanismo jurfdico, surgen dos grandes corrientes jurfdicas
(que preferimos contemplar como complementarias) que, con metodologi'as y objetos de estu-
.
dio diferentes, enriquecen la tradition europea: son el mos italicus y el mos gallicus Resurge
tambien la costumbre, convirtiendose su «Derecho consuetudinario» en una importante fuente
.
de conocimiento del Derecho A fines de este siglo XVI se realiza una Recopilacion de las
costumbres en vigor, coutumes. Despuds se dirA que las «costumbres francesas constituyen el
nucleo esencial de su Derecho civil# .
Siglos XVII y ss. Importantes repercusiones de la doctrina cientffica. DOMAT (1625-1696):
su obra cumbre «Las leyes civiles en su orden natural» sera considerada como un de prefacio
265
FKANCISCO EUGENIO DIAZ
266
CAPITULO 16.
La codificacion civil
267
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
.
16.2 SUS PRECEDENTES
268
Capi'tulo 16: La codificacion civil
imperio rationis, es decir, «no por razon del poder imperial, sino por imperio de la razon».
Con posterioridad, en los siglos XIV y XV serein los Maestros postglosadores o
comentaristas los que logran configurar un autentico derecho privado comun con la
armonica conjuncion del Derecho justinianeo y el Derecho canonico, adaptado, en
parte, a las nuevas realidades socio-economicas. Su car&cter universalista lo convierte
en vigente en todo el occidente europeo.
Esta realidad unificada del Derecho privado es el pilar o columna sobre el que se
apoya el proceso codificador, de clara tradicion romanista completada con ciertas
peculiaridades normativas franco-germ&nicas .
Mas tarde, en el siglo XVI, enmarcadas en el Humanismo jurfdico -que admira la
cultura del mundo cl sico- se diferencian las dos grandes corrientes jurfdicas histd-
^
ricamente contrapuestas -prefiero contemplarlas como complementarias-, que son
.
el mos italicus y del mos gallicus Cada una con metodologfas y objetos de estudio
diferentes pero que ambas enriquecen la tradicion europea. Resurge tambien la cos-
tumbre, convirtidndose su «Derecho consuetudinario» en una importante fuente de
conocimiento del Derecho. A fines del siglo XVI se realiza una Recopilacion de las
.
costumbres en vigor, coutomes Su larga vigencia secular provoca que destacados
juristas franceses -con evidentes signos de exageracion- afirmen que las «costumbres
francesas constituyen el nucleo esencial de su Derecho civil». Su recogida posterior en
distintos en diferentes cuerpos organicos, situa al Derecho consuetudinario en condi-
ciones de ser fundido con el Derecho escrito, a la hora de redactarse el Codigo Civil .
Por ultimo, pero no por ello menos importante debemos destacar el extraordinario
papel que en el periodo pre-codificador juega la doctrina cientifica, representada en
Francia por Domat y Pothiers y en Alemania por Federico Carlos de Savigny.
En relacion con los primeros, Domat en el siglo XVII, es un referente inexcusable
.
en el exito posterior de la tendencia codificadora del Derecho frances Su obra cumbre
«Las leyes civiles en su orden natural# es considerada una especie de prefacio del Code
de Napolebn. En ella -el prestigioso jurisconsulto, amigo mtimo de Pascal-, formula un
sistema racional en el que auna, magistralmente, la tradicion romanista -despojandola
de su car&cter casufstico y fundiendola en un rico elenco de principios inspiradores de
la mayor parte de las instituciones codificadas- con el copioso Droit coutumier, De-
recho consuetudinario francos. Por su parte Pothier elabora un clasico «Tratado de las
obligaciones* en el se funden, tambien de forma holista el uno y otro Derechos, facili-
tando asimismo la obra codificadora con sus comentarios a los textos de la Compilacidn
justinianea con su prodigiosa obra: Pandectae justinianeae in novum ordinem digestae.
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FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
Derecho por generacion propia, sino que es el resultado de causas meta-juridicas, que
penetran en el mundo legal, concretadas, esencialmente, en una premisa filosofica
complementada con un presupuesto socio-economico.
La primera deriva como causa remota de la llustracidn y de un lluminismo mode-
rado, desprovisto de los postulados m&s radicales de la Revolucion francesa. Y como
causa prdxima del pensamiento y la doctrina iusnaturalista de corte racionalista.
De acuerdo con esta concepcidn, el ser humano es un ser social que vive y se
desarrolla en su personalidad en su relacion con los otros. Elio supone que toda co-
munidad precisa de unas normas que regulen los comportamientos sociales. Dichas
normas proceden en su causa originaria de la propia naturaleza humana, por lo que
no procederfa un Derecho que atentase contra su esencia.
La caracterfstica del iusnaturalismo de corte racionalista es que corta el «cord6n
umbilical* que unfa y relacionaba esta naturaleza humana con Dios, en atencidn a
considerar al ser humano, como criatura del Creador. Por ello, Dios Sumo Hacedor
es simult neamente -al no existir el tiempo, que tambten es una criatura suya- Sumo
^
Legislador es decir, no solo crea sino que ordena todo lo creado. La suprema Ley que
rige la Creacidn es la Ley Eterna. Dicha Ley, se compone de preceptos ffsicos -asf en-
tre ellos la ley de la gravedad- contiene mandatos generales del Creador sobre todo
ser animando o inanimado.
La transposicion de esa Ley eterna al ser humano es la Ley natural, en cuanto crea-
do a imagen y semejanza de Dios. Asf, en el iusnaturalismo, de corte teologico -entre
cuyos exponentes mas destacados se encuentran los maestros de la llamada «Escuela
espanola de Derecho natural*- la piramide jerarquica de abajo arriba es: la Ley positi-
ve dictada para regular las relaciones humanas, que debe someterse a la Ley natural,
al igual como esta procede y se conforma con la Ley eterna.
El iusnaturalismo racionalista -entre cuyos exponentes destacados se cuentan Gro-
cio y Puffendorf- no niega en absolute la existencia de Dios, sino que «no lo necesita*
o prefiere «no referirlo* al afirmar que la procedencia ultima del Derecho se encuentra
en la propia naturaleza humana, a traves de la razon. Asf se define el Derecho como
ratio scrita, que regula las relaciones sociales.
La otra premisa ideologica que conforma el movimiento codificador es el liberalis-
mo politico y economico. El primero destaca la preeminencia de la proteccion de los
intereses del individuo sobre los del cuerpo social, y por tanto frente a la realidad esta-
talista que puede, con su fuerza normativa y ejecutiva, poner en riesgo las libertades y
los derechos individuales. Resulta pues un modelo garantista en el que la defensa del
individuo es el eje de la sistematizacion del Derecho y su gufa filosofica.
Asimismo, se defiende la singularidad de las naciones y de sus estructuras jurfdicas a
traves del Estado, frente a anteriores realidades polfticas europeas de caracter unificador.
Por su parte el liberalismo economico salvaguarda las «necesidades» del mer-
cado y la ausencia de intervencidn publica en el mismo, para llevar a cabo su
transformacidn social.
270
Capi'tulo 16: La codificaci6n civil
todo, con contenidos contradictories. Asi exclama Napoleon: «Poseemos con cente-
nares de Codigos y carecemos de uno nacional ®.
Las labores de su elaboracibn arrancan en 1800, cuando Napoleon como primer
Consul designa una Comisibn integrada por cuatro miembros seleccionados entre la
271
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
abogaci'a, la judicatura y altos funcionarios. Todos ellos prestigiosos en el uso del len-
guaje, por su «buen decir» en la oratoria o en la escritura. La comisidn eleva en menos
de un ano su proyecto al Consejo de Estado, tras haber pasado por el debate en altos
Tribunates de justicia.
Napoledn esta presente y preside interviniendo con frecuencia en la mitad de las
sesiones en las que se debatid su contenido en el Consejo. Era constante su preocu-
pacion de que el lenguaje empleado fuese accesible al ciudadano medio huyendo de
tecnicismos legales no explicados. Fruto de una laboriosa y larga discusion -en mas
de cien sesiones- surgieron diferentes reelaboraciones. Al fin, despuds del tramite
parlamentario preceptivo, se aprueba y promulga a principios de 1804.
Trata el Codigo -y de ahi su primer nombre oficial Code civil des Frangais - de ser
un Derecho para todos, punto de llegada y meta de un tortuoso camino que pretendia
la uniformidad jurfdica. En 1807, se le denomina oficialmente Code Napoleon y con
la restauracion monarquica sera nombrado como Code civil.
Sus materiales de confeccion son el Derecho romano, las costumbres y en parte
el Derecho germanico vigente en ciertas regiones del norte frances. En este senti-
do de fusion, un historiador del Derecho, Bertauld destaca graficamente el siguiente
paralelismo: Si, nosotros franceses, somos el resultado de un cruce de pueblos, el
Codigo debe ser punto de encuentro una laboriosa fusion, pues la fuente de nuestra
legislacidn no es exclusivamente gala ni puramente romana o germanica. Sino que ha
recibido un influjo distinto de todas.
Porotra parte, las labores codificadoras fueron aprovechadas, «de paso», para una
ansiada actualizacion del Derecho aplicable. Se realizd una depuracion de las normas
inspiradas en el Ancien regime, convirtiendose en su fuente ideologica inspiradora los
principios, ya mesurados, de la Revolucion francesa. Responde asi el Codigo al com-
promise entre tradicion y modernidad, entre la asuncidn de ciertos principios revolu-
cionarios y su ideal de orden y pacificacion que evitd todo radicalismo. Resulta asi un
cuerpo legal reformista, sin desdenarde su glorioso pasado romanistico ni olvidarsus
propositos de transformacion social.
Resulta justo subrayar la importancia de la filosoffa y la politologfa francesas en el
proceso de elaboracion del Codigo. Destacan en importancia la Escuela de Derecho
natural formulando principios, inspiradores de su articulado, al ofrecer un novedoso
significado a la tradicion jurfdica concretada en el Derecho Romano y las costumbres
locales, que logra integrandolos en la nueva legislacidn racionalista.
Tambien es fundamental en la redaccion del Code, la obrade iluministas, entre los
que destacan Montesquieu, Rousseau Locke y Voltaire. Su pensamiento influye sobre
todo en el cimbito del Derecho constitucional y en las categories del Derecho publico
pero tambien es informante de ciertos principios de Derecho Privado. Asf desde sus
doctrinas se declara sagrada la libertad, la igualdad y se considera a la propiedad pri-
vada como un derecho natural irrenunciable. Se proclama la libertad economica, se
defiende el papel creador del legislador, el carScter generalista del Derecho y rechaza
272
Capi'tulo 16: La codificacidn civil
La figura central del proceso codificador en Alemania, tanto para expresar su opo-
sicion radical como, mas tarde, para reconocer su esencial participacion es Federico
Carlos de Savigny. Sin duda, uno de los juristas m4s colosales de la historia del Derecho.
Su posicion doctrinal es el «historicismo jurfdico* que se opone a la corriente iusfi-
losofica que postula un Derecho natural de caracter atemporal y ageogr&fico. Savigny
rehace la «Escuela Historia del Derecho*, fundada en su inicio por Gustavo Hugo, que
traslada al Derecho las proposiciones filosoficas de Kant, niega el Derecho natural -al
considerarlo generalista, ahistorico y abstracto- y pugna por una concrecion renovada
del Derecho civil, esencialmente mutable, materializado en cada etapa histdrica, que
los juristas deben conocer en profundidad su proceso evolutivo, para comprender el
que es vigente en su tiempo.
Savigny y sus disci'pulos, pasan del «historicismo como metodo* de Hugo, al «his-
toricismo como doctrina*. Se posicionan pues contra la posicion racionalista de corte
universal y contra el reduccionismo del Derecho a la ley, como defendieron quienes
en Francia habian inspirado y redactado su Codigo civil.
Su oposicion a que se realice un proyecto equivalente en Alemania se fundamenta en
la afirmacion de que el Derecho «es el espfritu del pueblo*, Volkgeist, que toma materiali-
dad en el conjunto de las costumbres jurfdicas que conforman una peculiar «tradici6n» -
consecuencia de su «individualidad nacional*-, distinta en cada pais, por lo que no puede
ser encerrado en un Codigo pues evoluciona, de forma consuetudinaria, acompahando al
pueblo al que sirve. Por ello no ahorra elogios para la labor recopiladora, no codificadora.
De esos textos germanicos, en los que se habfa hecho acopio y ordenacion de los
derechos locales, asf, entre otros, del Codigo prusiano de fines del siglo XVIII. Asf, para
su Escuela histdrica el Derecho emana del pueblo no del legislador, al modo como el
idioma se forma y evoluciona en el decir del pueblo que lo utiliza y no en estudio del
.
filologo o lingiiista que lo estudia o analiza Ahora bien, desde su sdlida formacidn
romanista, admite que el Derecho romano, estd fuertemente arraigado en el pueblo
aleman formando parte de su esencia y, por ello, desde aquel puede formularse mejor
el Derecho aleman, que desde una concepcidn racionalista del orden jurfdico.
Cuando los influjos del Codigo frances hacen mella en amplios cfrculos jurfdicos
alemanes -como importante medio para consolidar la unificacidn por fin alcanzada-
Savigny se opone fuertemente al inicio de un proceso codificador desde el «idealismo
aleman* como filosofi'a y con la firme conviccidn de que aquel serfa prematura y darfa
como resultado indeseable un texto legal que «copiase» el napolednico, a espaldas de
la singularidad de su propio Derecho.
273
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
A los pocos afios del descubrimiento por Colon de las «lndias occidentales», las
tierras americanas, la Corona de Castilla irradia, a travbs de colecciones libros y de un
conjunto de juristas, la influencia de la tradicibn romana y romanfstica en el Nuevo
Mundo. El periodo historico de presencia efectiva espanola en America abarca desde
274
Capi'tulo 16: La codificacion civil
comienzos del siglo XVI hasta el siglo XIX. La jerarquizacion entre las fuentes del
Derecho Castellano que fija la Ley Toro se trasplanta, en los primeros tiempos, a las
tierras de America. Entre ellas sobresalen: Los Ordenamientos y Pragmaticas, el Fuero
Real y las Leyes de Las Partidas.
A travbs de estos textos nacionales, entra el influjo del Derecho romano, al ser este
el inspirador y el hilo conductor de aquellos. Las Partidas como es bien sabido, es el
texto que posee mayor contenido romanistico de toda la historia de la ciencia juridi-
ca espahola. Y ellas gozan de un especialisimo grado de aplicacion judicial debido
a que los jueces, que administran justicia en Nuevo mundo, se han formado en las
Facultades de Leyes, casi exclusivamente en el estudio del Derecho Romano. Como
sucedio tambien el fenomeno de un conjunto de leyes inconexas y en demasiadas
veces contradictorias, los Reyes espanoles impulsan cierta unificacion. Se mantuvo la
vigencia de disposiciones y costumbres propias de los indigenas que no entraran en
contradiccion con las leyes y la moral .
Las ideas de la llustracion arriban a las tierras descubiertas en el nuevo continente
a traves de Espaiia. Son los funcionarios de la Monarqufa hispana, los Obispos -de-
signados para las nuevas sedes apostolicas- y miembros de las ordenes religiosas
quienes ponen todo su empeno en el progreso economico, social y cultural de los
territories coloniales.
La mayor parte de ellos posei'an una solida formacion academica, en especial
juridica, y una experimentada gestion de gobierno. Desde su ilusion gestionada por
un improbo esfuerzo y dedicacion logran un desarrollo notable en la instruccibn
y educacion publica y privada, las labores de agricultura y un prospero comercio.
Fundan Universidades -en dos siglos seran mas de treinta- en las que pronto se
adquiere importante un conocimiento y difusibn tanto de disciplinas humanisticas,
como en ciencias puras. Se crean imprentas, fomentan las bibliotecas y dan origen
a la prensa.
Simbn Bolivar, lider indiscutible de la independencia, habia tenido como precep-
tor a Andres Bello por lo que poseia una buena formacion romanista y consideraba
su Derecho como la base de todas las legislaciones. Admiraba la grandeza de Roma
y su organizacion administrativa. En el arranque del proceso independentista propuso
fundar una gran nacion sobre todo el territorio sudamericano a imitacion del Imperio
romano, si bien su propuesta no triunfo, optandose por la formacion de una pluralidad
de Estados nacionales.
Tras su emancipacion de los Reinos de Espaha y Portugal, las nuevas republi-
cas, inician sus procesos constituyentes tomando como modelo nuestra Constitucion
de Cadiz de 1812. Asimismo comienzan las labores de codificacion civil, mercantil,
procesal y penal en sus correspondientes cuerpos legales, que seri'an la base de los
nuevos sistemas jurfdicos sustantivos y se consideran «sehas de identidad* de la inde-
pendencia recien estrenada. Es facil comprender la experiencia historica en virtud de
la que tras la emancipacion, existen grupos de personas exaltadas contra todo lo que
275
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
. .
16.4 3.2 Algunos Codigos civiles iberoamericanos y sus redactores
276
Capi'tulo 16: La codificaci6n civil
recho Romano. Asf, un discurso rectoral de inauguracion del curso de 1843, afirma:
«Sintibndonos herederos de la legislacion del pueblo rey... tenemos que restituirla a
las instituciones republicanas. El estudio del Derecho Romano es el mejor aprendizaje
de la logica juridica y forense, fundamental para la interpretacion de las leyes. Es supe-
rior a todos». Y en otro escrito, el Rector, subraya: «No creo que sea necesario refutar
la opinion de los que niegan su utilidad practica, en pafses en los que su legislacion
civil es emanacibn y casi copia de la romana*. Y en segundo lugar el Proyecto de
Garcia Goyena y su obra de «Concordancias», que utiliza con tanta frecuencia que en
las fuentes que cita para referenciar los artfculos de su Cbdigo usa y abusa de aquellas
cometiendo en ocasiones, por mera trascripcibn los mismos errores o erratas, pues no
se sabe muy bien su naturaleza.
Los tres codificadores sienten asimismo la necesidad precisa de aprender de lo ya
legislado en Europa. Y es que, como afirma La Pira: «Las dos breas, Europa y America,
son en realidad una misma con una unidad de fondo, con una historia espiritual, cul-
tural, juridica a traves del Derecho Romano y tambien social, econbmica y political
Y recuerda el maestro italiano al Emperador Justiniano, que, en su anhelada unidad
jurfdica-polftica, afirmaba: «|Que debemos hacer para unir Oriente y Occidente? No
nos resta mas que elaborar un Corpus luris cornun*. Asf, la compilacibn justinianea ha
sido tambien, en los siglos XIX y XX, el cuerpo jurfdico sobre el que se han construido
las realidades civiles de los pafses iberoamericanos. Siendo el Codigo de Napolebn
el mbs influyente en todas ellas, se constata tambien el influjo del proyecto de Garcia
Goyena, no solo en el chileno sino todos los que lo tomaron como modelo o se limi-
taron a trasladar.
Por ultimo hay que decir que nuestro Codigo Civil rigib en Cuba y Puerto Rico
mientras fueron espanolas. En la actualidad, Cuba tiene un Codigo en consonancia
con su proceso revolucionario y Puerto Rico, transformado en colonia de norteameri-
cana, siguib un rumbo distinto al resto de Latinoamerica.
Es obligacion moral de Espana no abandonar el derecho inalienable de hacerse
presente en Iberoamerica y servir de puente con la Union Europea, promoviendo el
adecuado desarrollo y plena integracion en concierto internacional de aquellas repu-
blicas, hijas de la Corona y de la Nacion espanola.
..
16.4 4 El Codigo civil japones
El Codigo civil japonbs promulgado a fines del siglo XIX coincide con un periodo
.
de apertura social y econbmica del pafs nipon a la realidad occidental Su elaboracibn
es fruto de una detenida y cuidada labor de Derecho comparado, desde los Codigos
civiles europeos, incorporandose asf a la tradicion romanfstica .
Sus inmediatos precedentes legislatives, como en casi todos los pafses, conforma-
ban una situacion de incertidumbre jurfdica tanto por la ausencia de un cuerpo de
277
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
278
Capi'tulo 16: La codificaci6n civil
vo. En las labores de redaccion se utilizan, como referentes, mas de tres decenas de
Codigos, sobre todo europeos. El de mayor influencia es, sin duda, el BGB, del que
reproduce su sistematica y gran parte de su regulacion. A continuacion el francos,
pues aunque no haya entrado en vigor, ni haya servido como punto de partida, del
proyecto afrancesado de Boissonade los comisionados tomaron parte notable de su
regulacidn. En Derecho de obligaciones el texto legal que mas influyd fue el Codigo
suizo. Las semejanzas con nuestro C6digo son bastantes, si bien la principal razdn se
debe a que ambos han tenido como modelo el frances, siendo pues escasas las insti-
tuciones que el nipon toma del espanol como propias. La parte en que se recoge mas
la tradicidn japonesa es, no podia ser de otra manera, la referida a familia y herencia.
La organizacion y jerarquia del grupo familiar japones era bastante diferente a la del
mundo occidental.
Al finalizar la segunda guerra mundial, Japdn es ocupado por las tropas norteame-
ricanas, a las ordenes del General MacArthur, hasta 1951. En este tiempo se promulga
una nueva Constitucion que democratiza el pais. Declarado el principio constitucio-
nal de igualdad y de dignidad de la persona, ello afecta a numerosos preceptos del
Derecho de la persona, familia y sucesiones, por lo que se aprueba una reforma del
C6digo en 1947 que afecta a un centenar de articulos. Asimismo se incorpora el prin-
cipio de la buena fe en el cumplimiento de las obligaciones y se prohibe el abuso del
derecho. El Codigo, que sufrio otras reformas posteriores entre ellas la modificacidn
de las causas de la capacidad de obrar y las instituciones de tutela y curatela, sigue
vigente.
El jurista espanol que ha mantenido la presencia romanistica en Japdn y que ha
logrado la traduccion y publicacidn -con un estudio preliminar- de este Codigo, al
que tambien ha dedicado varios articulos, es Rafael Domingo, especialista, asimismo,
en «Derecho global*.
..
16.4 5 El proyecto de Codigo civil chino
279
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
280
Capi'tulo 16: La codificacion civil
como base de la justicia, son premisas iusfilosdficas del Derecho romano, que aportan
una nueva perspectiva necesaria y enriquecedora para el futuro Derecho chino.
La Universidad de Ciencias Politicas y Derecho de Pequi'n y la de Roma, Tor Ver-
gata, firman su primer acuerdo institucional. Se tradujeron al chino dos manuales
romamsticos, uno de Instituciones, de Bonfante, y el otro de Historia de Grosso, para
su estudio por parte de sus alumnos y se comenzo la traduccion de las fuentes justi-
nianeas directamente del latfn al chino. El «descubrimiento» del Derecho romano ha
dado lugar ademSs a un interes general por la cultura el mundo clasico.
Han sido ya cientos los postgraduados los que han elaborado sus Tesis Doctorales,
y publicado posteriores estudios de investigacion en Derecho romano, en varias uni-
versidades italianas y, al retornar, se han convertido en Profesores en distintas Univer-
sidades chinas en las que ensenan el conocimiento y la exegesis de las fuentes que han
aprendido. Se han celebrado cinco Congresos bajo el titulo general «Derecho romano.
Derecho chino. Codificacion del derecho civil* con el respaldo de las maximas autori-
dades politicas y se organizan programas de doctorado, cursos y seminarios periodicos.
Desde entonces hasta hoy, en estos cincuenta anos, la doctrina habla, con pro-
piedad, de una «segunda recepcion del Derecho romano* -de consecuencias socio-
jurfdicas excepcionales- en una parte del planeta alejada no solo fisicamente del
Occidente, sino tambidn de su cultura y su tradicion.
Con estas premisas se ha gestado, poco a poco, el deseo de un Cddigo civil que con-
sideran primordial para nuevo impulso al fuerte desarrolio econdmico-comercial, que se
ha desplegado en las ultimas decadas. Su tarea codificadora esta siendo «ingente» pues se
parte de una sociedad «plural y compleja* en su estructura; de un sistema «comunista»,
en el que toda la tierra pertenece al Estado y los campesinos la cultivan en virtud de una
concesion y, al tiempo, se reconoce el «libre mercado*, la propiedad privada de empre-
% sas, que convierte en multimillonarios a muchas personas; que plantea una estrategia de
crecimiento economico con una gran industria tecnologica, oportunidades mejores para
la inversion extranjera y una ampliacidn imparable de su mercado exterior.
Y a todo ello, se anade una realidad «virgen» en el Derecho, por la que las ca-
tegorias jundicas mas elementales, tales como usufructo, hipoteca, arrendamiento,
compraventa, sucesion, propiedad intelectual, y un largo etcdtera, son extranas a la
conciencia popular,
Este gran proyecto de unificacion y modernizacion del Derecho civil se ha inicia-
do, con caracter previo, promulgando leyes especiales sobre contratacion, derecho de
danos y derechos reales. Ello ha fortalecido la importancia de los cultivadores del De-
recho y ha situado a la ciencia jurfdica en un papel de extraordinario relieve politico.
281
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
282
Capitulo 16: La codificacion civil
dad a los pasajes jurisprudenciales romanos le Neva incluso prescindirde las que pue-
den considerarse las primeras leyes de la Hispania visigoda, entre las que destaca la
Lex Romana Wisigothorum. A pesar de su importancia no Ilev6 a regir como Derecho
vigente, por la oposicion de la nobleza castellana que consideraba que rebajaba sus
privilegios aumentando los poderes reales.
El Ordenamiento de AlcalS, de 1348, le reconocio como Derecho supletorio for-
mando parte del ius commune. A mediados del siglo XV se elabora una recopilacion
del Derecho vigente disperso, denominada «Ordenamiento de Montalvo*. A pesar de
tener fecunda aplicacion judicial, no promulgado formalmente. Un siglo mas tarde se
incorpora, con las nuevas leyes reales, a la «Nueva Recopilacidn*, elaborada en tiem-
pos de Felipe II, que mantiene un largo periodo de vigencia, con algunos anadidos
posteriores.
En todo este tiempo de Derecho intermedio, se respeta la vigencia de los «Dere-
chos forales*, en los territories que los poseen historicamente, hasta que son deroga-
dos por los «Decretos de Nueva Planta* del Rey Felipe V. A principios del siglo XIX,
se promulga una nueva recopilacidn legislativa, para subsanar antinomias y actualizar
la anterior, por lo que se conoce como «Novfsima Recopilacion*.
El ideal codificador propiamente dicho, tal como hemos referido en epigrafes an-
teriores, surge del espiritu de la llustracion. Y esta entra en Espana a traves de reinado
de Carlos III. No obstante, por oposicidn a una legislacidn uniforme en toda la nacion,
tendra que transcurrir casi media centuria para que materialice en un Proyecto concre-
to, el de 1821. Con el se pretende conciliar las ideas liberales de influjo francos, con
la doctrina catolica y la tradicional concepcion espanola del Derecho.
No prospera y se vuelve a la tendencia de tomar como modelo para su elaboracion
el Codigo frances. Aparece asi el Proyecto «Garcia Goyena* a mitad de siglo XIX. Lleva
.
su nombre pues responde a su factura y redaccion personal Se trata de un jurista excep-
cional, con una solida formacion romanista -que refleja en su esplendida y exhaustiva
obra «Concordancias» que contiene la referenda de los textos de donde proceden histo-
ricamente los preceptos- y un dominio profundo del codigo napoleonico. No prospera
por una fuerte tendencia anticodificadora, defendida a traves de la doctrina de la Escuela
.
historica, y, sobre todo, la firme y poderosa oposicion de los foralistas
283
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
284
CAPITULO 17.
Apunte sobre la unificacion polftica y jurfdica
europea
285
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286
Capftulo 17: Apunte sobre la unificacion polftica y jurfdica europea
Por lo que se refiere a otra realidad, medieval y moderna, que ofrece la historia de
Europa, en la que las naciones del continente tuvieron una experiencia polftica co-
mun, encuentra su origen en el Imperio carolingio de fines del siglo VIII y comienzos
.
del siglo IX La coronacidn del rey de los francos, Carlos I el Grande -mas conocido
por Carlomagno-, por el Papa Ledn III la Navidad del ochocientos, dio lugar al naci-
miento de una realidad polftica, y en parte jurfdica, unificada que comprendio una
gran parte del territorio europeo.
El Imperio carolingio dominaba la Callia, la Germania, el macizo alpino y el norte
.
de la peninsula italica El orden politico del medioevo quedaba sustentado en virtud
de la potestad real del Emperador, regalis potestas y de la autoridad moral del Papa,
sacrata auctoritas.
La doctrina discute acerca de la concepcion imperial de Carlomagno. El Empera-
dor franco recupera el sentido genuino del poder polftico existente en la parte occi-
dental del Imperio, frente a la distinta concepcion de la parte oriental. Asf en Occi-
dente se mantiene la diferenciacion entre la potestad del Emperador, como expresidn
del poder temporal del Dominus, y la potestad del Papa, como atributo del poder
espiritual de la Iglesia de Roma. En este sentido, la renovatio imperii de Carlomagno
es una nueva concrecidn historica de la concepcion romana del Imperio de occidente.
En esta parte del Imperio, como consecuencia de la doctrina de los Santos Padres -
entre los que destaca San Ambrosio-, se consolidd la teorfa de las dos potestades, por
lo que el Papado pudo mantener su poder independiente configurando una potestad
espiritual al margen del sometimiento a cualquier poder temporal, pues el Papa fue
considerado como Princeps ecclesiae.
El renacimiento imperial en la persona de Carlomagno vuelve pues a la vieja idea
.
de dos poderes complementarios pero no confundidos Su unidn procede de la de-
fensa de un interes comun que consiste en el bienestar material y espiritual de sus
subditos y fieles. Uno y otro se protegen y reconocen, pues, el Emperador protege al
Papa y este corona a aquel.
En la concepcion polftica de la parte oriental, la Iglesia y el Imperio formaban
una simbiosis, en la que no se podfa diseccionar facilmente uno de otro. El impe-
rium del Dominus impone su poder normativo, tanto en el orden temporal como en
.
el espiritual, por lo que vincula a la Iglesia a su mandato Justiniano, representante
paradigmatico del denominado «cesaropapismo», declaraba que en su gobierno po-
nfa el mismo ernpeno en los asuntos temporales que en la defensa de los dogmas
divinos.
A la muerte de Carlomagno la unidad del Imperio, que parecfa segura, se perdid.
A fines del siglo X el Imperio estaba ya desmoronado. En Germania, los carolingios
fueron sustituidos por la casa de Sajonia. En el siglo X seri el rey germano Oton I
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FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
17.4. DE LA CECA A LA UE
288
Capftulo 17: Apunte sobre la unificacion polftica y jurfdica europea
gica, Alemania, Francia, Italia, Luxemburgo y los Pafses Bajos- acuerdan la libertad de
circulacion de estos materiales y el libre acceso a sus fuentes de produccion.
Despues vendr£ el Mercado Comun, con sus libertades comunitarias en materia de
comercio, la supresion de las barreras intercomunitarias y la creacion de medidas de
proteccidn frente al producto extracomunitario.
Superada esta fase estrictamente economica, comienza un tfmido proceso de unifi-
cacion polftica que, de forma lenta y gradual, provoca una progresiva cesion de facto
o por concesiones de los tratados de parcelas de soberanfa «no economicas* por parte
de los Estados miembros, tanto en el anterior marco normativo de la Comunidad
Economica Europea con, sobre todo, en el actual de la Union europea. Todos ellos
alumbrados, y en constante evolucidn e incremento de competencias, por sus corres-
pondientes Tratados constitutivos o tratados paralelos que tarde o temprano se termi-
nan comunitarizando (Schengen, MEDE, etc.).
La esencia misma del ser europeo debe presidir toda reflexion normativa. Para
ello, nada mejor que buscar los fundamentos del viejo continente que alumbraron
nuestra civilizacion occidental. En suma, hoy, la unificacidn polftica de la Uni6n
Europea debe, pues, tratar de alcanzar no s6lo una realidad econdmica comun que
proporcione un mayor bienestar a sus habitantes, ni tampoco solamente una reali-
dad polftica unificada que convierta a nuestro continente en un espacio abierto, sino
debe tambien tratar de rescatar ese pasado intelectual y cultural que fue referente
en todo el mundo.
El Derecho romano es «la casa comun del jurista europeo* y su realidad, fie el
principal elemento conformador del ius commune, que como Derecho supletorio en
toda Europa se aplico en las jurisdicciones estatales por mas siete centurias. El nuevo
Derecho europeo debe ser una continuidad historica de los mismos. No cabe un De-
recho que prescinda de sus orfgenes y su fecunda evolucion historica, pues un orden
jurfdico de nueva planta serfa probablemente artificial y, por ello, effmero. Tampoco
debe ser, meramente, la resultante de una «ingenierfa social*, elaborado siguiendo
criterios inspirados por principios «estrictamente utilitaristas* que promueven politicos
«exclusivamente tecnocratas*. No deberfa caerse en la facil tentacion de utilizar mate-
riales que respondan a necesidades coyunturales que acaban convirtiendose en inser-
vibles en cuanto se modifican, mfnimamente, las circunstancias que los alumbraron.
289
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
En la larga historia de la unificacibn Union europea han sido muchas las tentativas,
con mejor o peor aceptacion, que se han intentado lograr una unificacibn jurfdica que
se considera necesaria, en el marco de un eventual proceso, mas amplio, de unifica-
ci6n polftica.
La actual realidad unificada se ha logrado a travbs del Derecho originario contenido
en los Tratados, asf como en las Directivas y los Reglamentos dictados por las institu-
ciones de la Uni6n. Ademas, debe destacarse tambien, de forma notable, la importante
labor jurisprudencial desarrollada por el Tribunal de Justicia de la Union Europea.
A traves de sus sentencias, y de las Conclusiones de los Abogados generales,
ha logrado consolidar un firme cimiento para ser utilizado, como un elemento
valioso, en futuros proyectos legislatives de unificacion. Dicha labor jurispruden-
cial ha sido determinante en la delimitacibn de principios generales del Derecho
europeo.
El tercer piano en este proceso paralelo de alumbrar un Derecho comun ha
sido, y es, el que desarrolla la doctrina cientffica en su tarea de profundizacibn en
los distintos ordenamientos jurfdicos nacionales y conformar una realidad jurfdica
europea.
Cada Tratado constitutive ha supuesto, en cada circunstancia, una concrecion en
el largo y laborioso proceso de ampliacion y desarrollo. El Derecho de la Unibn de-
rivado de los mismos, no es un Derecho que se dicta para inspirar las legislaciones
nacionales, sino que es vinculante para los Estados miembros, siendo de aplicacibn
judicial en las respectivas jurisdicciones nacionales.
Este Derecho de la UE comenzo teniendo un marcado caracter iuspublicista. No
obstante, en los ultimos anos se han ido promulgando distintas normas de Derecho
privado de las que surge un significativo Derecho civil europeo.
Mientras que el ius civile romano acabo imponiendose, como unico Derecho vi-
gente a todos los Derechos de los pueblos conquistados y el ius commune se confi-
gure como Derecho supletorio de aplicacion general en toda Europa, el actual Dere-
cho de la Union Europea, de acuerdo con el principio de primaefa, es de preferente
aplicacion sobre cualquier norma nacional interna de un Estado miembro en aquellos
ambitos cedidos a la UE. Efecto derivado de este principio, junto con el de atribucibn
de competencias, es una evidente limitacion de la soberanfa de los Estados miembros.
La formulacibn de este principio no se recogib en los Tratados fundacionales, sino
que se debe a la jurisprudencia del Tribunal de justicia Europeo y es considerado uno
de los principios esenciales del sistema.
La aplicacibn del principio de primaefa comunitaria, no es tanto una consecuencia
de la aplicacibn de un criterio de jerarqufa normativa, cuanto la plasmacion de un
290
Capitulo 17: Apunte sobre la unificacidn poh'tica y juridica europea
principio de competencia. Esto significa que las normas del Derecho comunitario, en
caso de colision con normas de Derecho nacional interno, rigen por encima de estas,
no en virtud de que sean consideradas normas superiores en un hipotetico rango nor-
mative, sino como consecuencia de que la materia objeto de regulacion se ha enco-
.
mendado a la competencia de las instituciones comunitarias Es un requisito necesario
para garantizar la efectividad de dicha atribucion de competencias.
Ademas, la preceptiva integracion del Derecho comunitario en cada uno de los
sistemas juridicos nacionales, produce en £stos, en ocasiones, un efecto armonizador
de su propia legislacidn. En algunos de los pai'ses miembros, su ordenamiento juridico
comprende, en si mismo, distintos ordenes, como consecuencia de distintos poderes
legislatives con capacidad sobre una misma materia.
Este es el caso por ejemplo de Espana, como consecuencia de la estructuracion del
.
Estado de las Autonomfas En estos supuestos, cuando una materia ha sido regulada
por una disposicion de Derecho comunitario, dicha regulacidn debe integrarse en el
conjunto de las normas del Estado. Como consecuencia de ello, el regimen juridico
que deriva de la regulacion comunitaria, al exigir la adecuacidn de toda la normativa
nacional a su propio contenido, causa un efecto armonizador del conjunto disperso
de regimenes juridicos preexistentes. Cada una de las Comunidades Autonomas de-
bera adecuar su legislacidn al contenido de la norma comunitaria. Por tanto, lo que
pudiera ser diverso se armoniza y unifica .
Ningun Estado puede invocar su Derecho interno, de cualquier rango, como causa
.
para eximirse del deber de cumplir sus obligaciones comunitarias Desde la ratifica-
cion de los tratados de Maastricht, confirmando una jurisprudencia anterior del Tribu-
nal de Justicia, se impide la invocacidn del Derecho nacional interno como modo de
eludir la normativa comunitaria. Este rasgo lo diferencia claramente del ius commune
medieval, que era de aplicacidn subsidiaria o supletoria .
.
17.7 SU EFECTO DlRECTO
Ademas del principio de primacia, otro rasgo general del Derecho comunitario es
su efecto directo, es decir su aplicabilidad directa por los Tribunales. La Jurisprudencia
del Tribunal de Justicia de la Union Europea haafirmadoque los derechosy obligacio-
nes derivados de la normativa comunitaria no solo se refieren a los Estados miembros,
sino tambien a sus ciudadanos particulares, por lo que las jurisdicciones nacionales
tienen obligacidn de aplicarla en sus fallos judiciales.
Este principio que establece el efecto directo, tampoco se recogio en el articulado de
los Tratados Constitutivos. Su materializacion vuelve a deberse a la labor jurisprudencial.
Fue declarado por primera vez en una Sentencia del Tribunal de Justicia Europeo en 1963.
El efecto directo exige que no se incluya disposicion alguna en virtud de la que se declare
que su aplicacidn queda sometida a la discrecionalidad de los Estados miembros.
291
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
292
Capi'tulo 17: Apunte sobre la unificacion poli'tica y jurfdica europea
..
17.9 2 Distintas categori'as de principios
293
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
294
Capi'tulo 17: Apunte sobre la unificacidn poKtica y juridica europea
..
17.9 3 Principios generales del Derecho, comunes a los Estados miembros
. .
17.9 3.2 Origen normativo de su aplicacion jurisdiccional
295
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
. .
17.9 3.3 Los PGD hoy, en la jurisprudencia del TJUE
296
Capftulo 17: Apunte sobre la unificaciPn politica y jurfdica europea
Asf las fuentes primarias directas del Derecho de la Union se ven enriquecidas con
los PGD comunes a los Estados miembros que han sabido conformar esa prodigiosa
historia ciencia jurfdica, que se ha ido tejiendo y destejiendo a lo largo de mas de dos
milenios en el telar de Europa.
297
CAPITULO 18.
Organizacion administrativa-territorial (I).
Provincias en Roma
..
18.1 1 La vocacion universalista romana
Ciceron, que conoce una Roma en el inicio de su plenitud, expresa con orgullo
que la «romanidad» se diferencia de las polis griegas por su tendencia proclive
a abrirse al mundo e incorporar a sus gentes, nuevas gens , a la vida de la civi -
tas , reproduciendo a cientos o miles de kilometros su civilizacion y concediendo
con largueza su ciudadanfa. El prodigio de la realidad cosmopolita romana es el
triunfo sobre la singularidad «nacional» de los pueblos agregados que, sin perder
su identidad propia, se sienten unidos en un «comunidad superiors que les otor-
ga progreso y estabilidad. La «vocacion universalista®, es consustancial al ser de
Roma.
Esa empresa colosal exigfa de la civitas , convertida en Metropoli, una con-
ciencia y una misidn predestinadas, en su convencimiento de «pueblo regidor del
mundo®.
De forma tan elocuente como prescriptivo, lo expresa Virgilio en su Eneida al
declamar: «Recuerda romano, tu regiras a los pueblos bajo tu mando. Tus artes seran
generar habitos de paz a las naciones, perdonar a los vencidos y domar por la fuerza
a los soberbios®.
Este «sentimiento» Neva a considerar la conquista militar como «medio» y no
como «fin» en si misma. Era preciso primero extender, y si fuese preciso imponer,
el poder de Roma por las armas. Elio nos llevarfa a hacer historia de sus batallas y
sus guerras, de sus victorias y derrotas, pero nada de eso despierta una admiracion
299
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
.
18.1.2 La Historia provincial y las realidades «territoriales y administrativas» romanas
300
Capitulo 18: Organizacibn administrativa-territorial (I). Provincias en Roma
-un «humilde villorrio» en palabras de Ortega y Gasset- allb por la mitad del siglo
VIII a. C. y terminaba con la cai'da de la capital del Imperio, con datacion precisa
en el 476 d.C.
Centrados en la civitas , como si nada fuera de ella existiese, nos cuentan su histo-
ria, entre otros, Caton con su obra «Origenes»; Salustio con sus «Historias»; Tito Livio
con su Ab urbe condita (Desde la fundacibn de la ciudad); Tbcito con sus «Anales»; o
Suetonio con su «Vida de los doce Cesares», entre otros. Es la Roma centri'peta que se
ocupa de si y todo lo atrae y repercute en sf. El mismo enfoque, basicamente, continua
en las epocas posteriores a la desaparicion de Roma como entidad politica, por parte
de historiadores del mundo antiguo, desde el Medievo hasta la edad contemporanea.
En el interes por el estudio de las «provincias», en el enfoque de la realidad romana
desde las «periferias», frente a la tendencia de verlo desde la caput mundi , destaca y
sobresale como un coloso, Teodoro Mommsen, historiador, jurista, filologo, epigrafis-
ta aleman de la segunda mitad del siglo XIX. Primero nos lega su excepcional, aunque
incompleta, «Historia de Roma». Ella posee la primicia de contrastar, en una parte
importante de su contenido, la politica romana -sobre todo la de la Republica-, con
la de su tiempo. Seis lustros mas tarde, en el ultimo tramo vital, decidio completar esa
«Historia de Roma», no con los periodos del Principado y del Imperio, otra vez vistos
desde la civitas , sino que considero de mayor interes colmarla, con su volumen «Las
provincias de Cesar a Diocleciano», traducida al espanol con el titulo «EI mundo de
los Cbsares».
Esta obra marca -con el autorizado sello «mommseniano»- un rumbo mbs deci-
dido a referir la historia romana desde los territorios romanizados. Y es que desde
el desbordamiento fuera de la urbs de la mayor parte de la poblacion, ya no puede
mirarse solo a la civitas , convertida ya en capital de un «lmperio» desde los tiempos
del Principiado de Augusto hasta llegar a dominar, en menos de dos siglos, todas
las costas del mar Mediterraneo. De Hispania al Asia menor, con todo el territorio
norteafricano.
El enfoque centrifugo de Mommsen supone un avance grandioso en el conoci-
miento de la riquisima realidad provincial romana. Y lo logra con el rigor cientifico
de hacerlo desde fuentes directas, sobre todo con inscripciones contenidas en fuentes
epigraficas, recogidas de todos los puntos del Imperio, y despues recopiladas en el
Corpus Inscriptionum Latinarum .
301
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
dores del Derecho romano. Fruto de ello, su tratado «Derecho publico romano» -que
puede considerarse una de sus obras cientfficas mas excelsas- es un extenso estudio
constitucionalista y administrativista.
Ha tenido que pasar mucho tiempo para que la investigacibn en «Derecho publi-
co romano* -con sus diversas ramas, constitucional, administrativa y fiscal-, fuese
incorporada a las labores de la doctrina romanistica. Desde hace unas decadas ha
cobrado un porcentaje significativo en el panorama de produccion cientifica de nues-
tra disciplina. En nuestro pais su mbs prestigioso cultivador es Antonio Fernandez de
Bujbn, que ha sido pionero internacionalmente, junto con su Escuela, en el estudio
especifico del Derecho administrativo romano.
Hoy el estudio de la normativa administrativa y fiscal romana esta consolidado.
En muchos de los artfculos y monograffas sobre sus instituciones se intenta y logra
-a mi juicio con acierto-, destacar su caracter de precedente de la normativa, ins-
En los dos primeros siglos de su historia, Roma tiene una escasa proyeccion exte-
rior. Lo que mbs destaca es, suscribiendo un acuerdo con otras comunidades politicas,
302
Capi'tulo 18: Organization administrativa-territorial (I). Provincias en Roma
situadas todas en la region del Lacio, parte central de la peninsula. Nace asf la Liga
Latina, a fines del siglo VI a. C.
Este tipo de acuerdos -antecedente de nuestros Tratados internacionales entre
Estados-, se denominaban foedus. Daba lugar a una confederacion entre las comu-
nidades con derechos y deberes de cooperacion reciprocos y suponfa, sobre todo,
una alianza militar de no agresion entre los asociados y de defensa comun frente al
ataque a cualquiera de ellos por un enemigo externo. Esa union no suponfa para sus
«ciudades-estado» perdida de independencia -y menos aun de identidad como pue-
blo. Debido a ello Roma durante su presencia en la Liga realizb, por cuenta propia,
distintas anexiones territoriales fruto de conquistas militares, la «primera guerra latina»
en la peninsula italica y tambien algun otro foedus , con distintas comunidades. Poco
a poco se convierte en el «confederado preeminente» de las ciudades aliadas.
En el ultimo tercio del siglo IV se produce una crisis del acuerdo que mantenfa
Roma con la Liga Latina. Roma se enfrenta y vence militarmente a todas las demas
comunidades asociadas y asf desaparece la alianza. Es la «segunda guerra latina». Ello
desembocb en un progresivo proceso de anexion de territories latinos y de conversion
voluntaria a la condicibn de ciudadanos de muchos de los habitantes que eran «na-
cionales» de otras comunidades, al considerar que ser romano era mas ventajoso que
gravoso. Al final la alianza desaparece quedando Roma gobernando la mayor parte
central de la pem'nsula italica.
Las comunidades polfticas que mantuvieron su independencia de Roma, adquirie-
ron la condicibn de aliados, como socii populi romani , y a sus habitantes se les con-
cede el status de la latinidad, convirtiendose en latini veteres, que posefan derechos
en el bmbito del Derecho privado, tales como negociar y contraer matrimonio, justas
nupcias, con ciudadanos romanos, con lo que su descendencia adquiri'a ya la ciuda-
darn'a por nacimiento. Ademas en periodos en los que interesb el incremento de la
poblacion en la civitas, se les concedio a estos latinos la ciudadanfa romana solo por
desplazarse y fijar, de forma estable, su residencia en Roma. Este derecho se conoce
como /us migrandi .
Se les reconoce incluso el derecho a participar en los Comicios por tribus, la ulti-
ma de las formas de asamblea comicial, cuando se encuentren en Roma en el dia de
la reunion. Lo que no tuvieron reconocido es el /us honorum , derecho a ser elegido
para un cargo publico.
Durante los siglos III y II a.C. Roma bien conquista militarmente y somete a su
poder o bien acuerda su anexion pacffica, y el resultado es que todo el territorio
peninsular italico queda bajo su poder. A ello se une la fundacibn de colonias y la
extension del ius latii a sus habitantes, si bien con menos derechos que los latinos ve-
teres. Esta condicibn social de la latinidad, en sus distintas modalidades, en principio
se restringio a la peninsula italica. Era un status intermedio entre los ciudadanos y los
peregrinos, peregrini , que vivian bajo el dominio romano careciendo de todo derecho
en los bmbitos publico o privado.
303
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
Una ley de notable importancia social, la lex lulia de civitate latinis , de principios
del siglo I. a.C., transforma en ciudadanos a la mayor parte de los latinos ittlicos. Dos
leyes inmediatamente posteriores, la Plautia Papiria y la Calpurnia dan lugar a una
generalizacidn de la ciudadama romana a todos los habitantes libres de la peninsula
salvo los de la erigida como provincia Galia Cisalpina.
Mas tarde, el ius /at / / o ius latinum fue concedido a territories conquistados militar-
mente, y ya pacificados, como una forma de progresiva incorporacion a la civilizacion
romana. As / en el siglo I a. C. C6sar lo concede a la Galia sometida por sus legiones.
Vespasiano lo conceded -por el Edicto de la latinidad en el ano 74 d. C.- a todo
nuestra peninsula iberica, convertida ya en la «Hispania romana».
304
Capftulo 18: Organizacion administrativa-territorial (I). Provincias en Roma
305
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
Las atribuciones que tendran mis tarde sus homonimos en las provincias que iran
surgiendo, seran de caracter jurisdiccional, administrative, militar y civil, y su grado y
nivel de competencias, en cuanto a poder con capacidad de decision propia, depen-
dfa de la importancia de cada demarcacion.
El ejercicio jurisdiccional del gobernador no se desarrollaba necesariamente en la
sede que residfa como tal. Fue frecuente que lo hiciese de forma itinerante en cada
una de las poblaciones que tenfan la condicion de cabecera judicial del conventus
correspondiente.
En los primeros tiempos, cada cargo, que es «encargo», provincial tenia un marco
normativo propio, incluso ajustado a la persona que lo encarnaba. No obstante, se
produce paulatinamente un proceso de homogeneizacion. Casi desde el inicio, de la
gestion del patrimonio de la provincia y de los cometidos de naturaleza economica se
encargaba un colegio de Cuestores, de forma semejante a la que los genuinos desa-
rrollaban en la Republica romana .
Por lo que se refiere a la recaudacion de los tributos provinciales Roma adopta,
con caracter bastante generalizado, el sistema de arrendar su cobro a «sociedades
mercantiles», las denominadas societates publicanorum, constituidas en muchas oca-
siones por habitantes de las propias provincias. Roma obtem'a as! la cantidad que
habfa estipulado y permitfa a estas sociedades incrementar la recaudacidn con un
porcentaje como contraprestacion y lucro por la actividad desarrollada. Asf evitaba
tener a sus propios funcionarios desarrollando la incomoda y, tantas veces conflictiva,
cobranza impositiva. El sistema provoco ocasiones de corrupcion por parte de los
propios gobernadores y sus funcionarios o de las personas que regentaban las socie-
tates publicanorum, incurriendo en exacciones ilegales, que no se persegui'an con la
debida eficacia, lo que origino el descontento cuando no revueltas de los provinciales
explotados.
La conducta se intento reprimir a travis de su tipificacidn como crimen de repetun-
dis. Su origen se debe remontarse al siglo II a. C. cuando llega a la civitas la denuncia
ante el Senado presentada por una representacidn de las dos provincias de Hispania
por eventuales extorsiones cometidas por cargos de la administracidn provincial. En
el siglo I a. C. se promulgan distintas leyes para reprimir estas conductas delictivas a
traves de procesos penales ante un Tribunal quaestio perpetua de repetundis , confor-
mado al efecto.
Roma se preocupo de que en las provincias se desarrollase un culto al Emperador,
como medio de resaltar el poder de la Metropoli y de propaganda de adhesidn al
poder de Roma. Se designaba con especial cuidado a las personas que ejercerfan de
Sacerdotes del culto imperial entre personas que fuesen reconocidas y respetadas en
la provincia en la que iban a ejercer su labor.
306
Capftulo 18: Organization administrativa-territorial (I). Provincias en Roma
..
18.3 3 Las provincias en el Principado
Desde Julio Cesar pero, sobre todo, con Octavio Augusta se produce una dife-
renciacidn entre las provincias, distingui ndose entre las senatoriales, cuya adminis-
^
tracion, nombramiento de cargos y control del ejercicio de poder en las mismas, se
realiza por el Senado; y las provincias imperiales cuyo vigilancia e intervencion, en su
caso, corresponde a la cancilleria del Principe. En muy poco, todas las nuevas demar-
caciones provinciales adquirir£n la condicion de imperiales.
Lo recaudado por tributos en 6stas se ingresaban en el Fisco. Augusta nombra
legados suyos pro praetore, como funcionarios encargados del gobierno provincial.
A su vez, las provincias como unidades incorporadas a la Metropoli, se subdivi-
dieron en demarcaciones mas pequenas denominadas conventus , que serian como
distritos con jurisdicciones diferenciadas.
La tierra se convierte en res in pecunia populi Romani . En ocasiones y con el
objeto de que se establezcan sobre el mismo ciudadanos romanos, se adjudican por-
ciones de tierra, a trav s de concesiones, y se convierte a los legionarios licenciados
^
en sus poseedores, para que puedan instalarse con car&cter estable.
Roma ambiciona que los cargos provinciales se ejerzan con respeto a la justicia
y al interns de los provinciales y adem&s intenta reprimir los abusos de poder en
beneficio propio. Asi tiene presente, al menos en su formulacion programatica, la
maxima ciceroniana contenida en su obra «Los Deberes» denominada tambi £n «De
los Oficios* que establece para despues de la conquista y en el tiempo de paz,
conseguir ut sine iniuria in pace vivatur, es decir, «una vida pacifica y exenta de
injustices*.
Para lograrlo, los habitantes de los territorios conquistados deben ver en sus
gobernadores, y demas cargos provinciales, un ejercicio ecucinime y razonable
que no imponga cargas fiscales abusivas a la poblacidn y que mantenga las buenas
costumbres con respeto de los usos y conductas que son propias de su singulari-
dad como pueblo. Asi se conseguir no mantener el poder por la fuerza sino por
aceptacion.
^
Estas metas ideales de «buena gobernanza» que se tratan de respetar son de espe-
cial importancia en las provincias en cuanto que durante varios siglos, el provincial
no tenia con sus autoridades una relacion como la que posefan los ciudadanos en
la Roma republicana. Asi en la civitas estos elegian a las distintas magistraturas
mientras que los cargos provinciales son absolutamente ajenos en su designacidn,
competencias y duracion de la voluntad de los gobernados. Durante el Principado
los gobernadores solian nombrarse de entre las personas de rango senatorial. Cuan-
do se trataba de provincias de poca entidad territorial y escasa importancia politica
se solia nombrar a alguien perteneciente a la clase de los equites .
Con la progresiva concesi6n y extension por nacimiento de la condicidn de ciu-
dadano romano a un porcentaje muy amplio de los nacidos en provincias, se produ-
307
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
ce el fenbmeno del ascenso de estos a los grados militares mas altos en el ejercito y
a los cargos mas importantes de la cancillerfa imperial. Asf afirma Tacito en sus His-
torias que los provinciales pueden ser jefes de las legiones, o gobernar esta o aquella
provincia pues nihil separatum clausumve, es decir, en nada se diferencian ni ninguna
exclusion les contempla.
En Hispania tenemos el orgullo de haber dado a Roma tres extraordinarios Empera-
dores, de entre los m3s importantes de toda la historia del Imperio: Trajano y Adriano,
en el siglo II, y Teodosio el Grande en el siglo IV, el cual volvio a gobernar las dos
partes del Imperio, occidental y oriental, que se habi'an dividido desde hada mas de
un siglo y que tras su muerte se separarfan definitivamente.
308
.
Capi'tulo 18: Organizacibn administrativa-territorial (I) Provincias en Roma
..
18.3 5 Su mayor extension y la multiplication de las provincias
309
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
310
Capftulo 18: Organizacidn administrativa-territorial (I). Provinciasen Roma
311
CAPITULO 19.
Organizacion administrativa (II). Colonias
y municipios en Roma
313
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
314
Capftulo 19: Organization adminitrativa (II). Colonias y municipios en Roma
Poco tiempo despues de la fundacion de las primeras colonias, Roma concibio otra
estructura jurfdica de origen y naturaleza distinta para organizar -en suma, para roma-
nizar- aquellas ciudades preexistentes a su anexion al cosmos romano. Asf surgio una
315
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
316
Capitulo 19: Organizacion adminitrativa (II). Colonias y municipios en Roma
corporarse a las legiones, si Roma lo requiere por necesidades belicas. Suele admitirse
que los municipios instituidos en la peninsula italica disfrutaron, en un principio, de
una situacion privilegiada por la que no asumen ninguna de las dos cargas senaladas.
Las poblaciones integradas como municipios gozan, en el origen, de mayor au-
tonomia administrativa que las colonias y, al menos en principio, se respetaron sus
normas de convivencia interna. Por el contrario, renunciaban a una politica propia
de relacion con otras comunidades, cediendo a Roma las decisiones en materia de
«politica exterior . Los municipios podian ser «de pleno derecho o con ausencia de
* *
participacion en la vida publica, en este caso sus habitantes no tenfan derechos de
sufragio activo y pasivo, es decir, de elegir y ser elegido para un cargo municipal .
En cuanto al Derecho vigente en los municipios y aplicable ante sus drganos juris-
diccionales, las normas romanas siempre fueron de superior rango jerdrquico frente al
Derecho local, en muchos casos incompleto y de caracter consuetudinario. En algu-
nos municipios existid una interrelacion de cierto influjo reciproco, si bien de forma
invariable predomind el Derecho romano.
..
19.3 2 El Ordo decurionum y las Magistraturas municipales
317
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
318
CAPITULO 20.
Organizacion administrativa-territorial (III).
La organizacion autonomica, provincial
y municipal, hoy
319
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
320
Capitulo 20: Organizaci6n administrativa-territorrial (III). La organizacidn autonomica ...
.
20.3 LOS ESTATUTOS DE AUTONOMIA
Cada Autonomfa posee su propia Administracidn publica para desarrollar los fi-
nes y ejercitar las competencias que le son reconocidas en su Estatuto de autonomfa.
La Constitucidn, determina a lo largo de su articulado los «principios» que deben
.
presidir las relaciones entre las distintas CCAA Los dos principales, que se enun-
cian con car cter programatico, son los de «unidad» y «solidaridad» que se insertan
^
en el transcendental artfculo 2° con el que iniciamos este epfgrafe. El principio de
«unidad» se predica «de la Nacion espanola . El principio de «solidaridad» se formu-
*
la con la pretension que sea la «pauta de comportamiento* en las relaciones de las
CCAA entre sf.
..
20.4 1 Algunos precedentes recientes
323
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
Podrfa ponerse de ejemplo, por todos, la comarca de «Los Ancares» parte lucense
.
y parte leonesa En el afio 2006 es declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco.
Su conjunto presenta unos rasgos naturalistas y etnogr ficos que se corresponden,
^
mucho mas, con la realidad de Lugo y por remision de Galicia, que con la de Leon y
por remisidn con la de Castilla-Le6n .
El unico cambio cuantitativo de la distribucidn del territorio espanol en 49 pro-
vincias, es la division operada en las Islas Canarias que, en principio, constitui'an una
sola provincia, con capital en Santa Cruz de Tenerife. En 1927, para terminar con las
reivindicaciones de Las Palmas, 6sta ultima se convierte en capital de la provincia de
«Gran Canaria , segregandose de «Tenerife». Asf se llega a las 50 provincias actuales.
*
Tres provincias han cambiado de nombre: Logrono, que pasa a ser La Rioja; Santan-
der, Cantabria; y Oviedo, Asturias. Tambien cambian algunas denominaciones oficiales
de las provincias, por adoptar su nombre expresado en Catalan, gallego o vasco. Los
territories espanoles norafricanos de Ceuta y de Melilla no ostentaron la condicion de
provincias quedando, en un principio, adscrita la primera a Cadiz y la segunda a Ma-
laga. Ambas tienen en la actualidad la condicidn de «Ciudad autonoma* con estatuto
propio desde 1995 .
Un precedente constitucional -de especial relieve por su caracter novedoso-, en el
regimen jurfdico de la provincia lo constituye el artfculo 99 de la Norma suprema de
1869. Es el unico precepto que contempla su Tftulo VIII rubricado «De las Diputacio-
nes provinciales y Ayuntamientos*. En su tenor literal se senala que su «organizaci6n y
atribuciones ...se region por sus respectivas leyes». Esta declaracion de autonomfa, se
ve inmediatamente limitada en el propio precepto, con caracter cautelar, al disponer
en su parrafo 4° la posibilidad de «lntervencion del Rey, y en su caso de las Cortes,
para impedir que las Diputaciones provinciales y los Ayuntamientos se extralimiten
de sus atribuciones en perjuicio de los intereses generates y permanentes ».
La Ley Municipal del siguiente ano, reconoce a la provincia «caracter representa-
tive* y crea, por vez primera, el cargo de Presidente de la Diputacion. Por su parte
la Constitucion de 1812 inicia el Capftulo I del Tftulo II rubricado «EI territorio de las
Espanas* con el artfculo 10 que enuncia las demarcaciones nominales en las que se
divide. Su parrafo 10 senala que el territorio peninsular comprende: «Aragon, Asturias,
Castilla la Vieja, Castilla la Nueva, Cataluna, Cdrdoba, Extremadura, Galicia, Grana-
da, JaAn, Leon, Molina, Murcia, Navarra, Provincias Vascongadas, Sevilla y Valencia».
A el las afiade «/as islas Baleares y las Canarias con las demAs posesiones de Africa».
.
Los siguientes parrafos enumeran los territorios americanos y asi&ticos Y termina el
precepto con el deseo del constituyente al decir: «Se harA una divisidn mis conve-
niente del territorio espanol por una ley constitucional» .
El Capftulo II del tftulo VI «Del gobierno politico de las provincias y de las diputa-
ciones provinciales*, dispone que la provincia se gobernara por su correspondiente
Diputacidn provincial, que se compondr i de Presidente que sera el «jefe superior
^
nombrado por el rey», del intendente y de siete vocales elegidos «por los electores
324
Capftulo 20: Organization administrativa-territorrial (III). La organization autonbmica...
de partido al otro di'a de haber nombrado los Diputados de Cortes*. Entre sus facul-
tades destacan las de distribution y control economico de los fondos publicos Asf se
dispone el poder de « lntervenir y aprobar el repartimento hecho a los pueblos de las
contribuciones que hubieren cabido a la provincia. Velar sobre la buena inversion de
los fondos publicos de los pueblos y examinar sus cuentas...»
A pesar de estas menciones constitucionales y legales, la doctrina administrativis-
ta entiende que su consagracibn como ente local se debe al Estatuto provincial de
1925. Se interpreta como una disposicibn contra la entidad de las regiones o de los
territorios forales, reforzando asf el poder central en la medida que los gobernadores
provinciales fueron designados por el poder estatal, a traves del Ministerio de la Go-
bernacion, convirtiendose por ello en representantes del mismo.
..
20.4 2 La provincia en nuestra Constitucion
325
FEDERICO FERNANDEZ DE BUJAN
326
Capi'tulo 20: Organizaci6n administrativa-territorrial (III). La organizacidn autonomica...
Su mandato cuatro anos, podrS finalizar por la victoria de una mocidn de censura o la
perdida de una cuestidn de confianza.
El articulo 36 de la misma Ley senala que son competencias de las Diputaciones
provinciales o entidad equivalente las que «le atribuyan...las leyes del Estado y de las
Comunidades Autonomas en los diferentes sectores de la accidn publics* . Despues de
esta remision general a la legislacion correspondiente, el precepto inserta una extenso
elenco de competencias propias de las que menciono algunas de las mas relevantes:
«...en todo caso, ( detenta) las siguientes (competencias ): coordinacidn de los servi-
cios municipales.. .; cooperacidn en el fomento del desarrollo econdmico y social y
la planificacidn . . .; prestacidn de servicios publicos de caracter supramunicipal . . .
aprobacidn anual de un plan de cooperacidn a las obras y servicios municipales. . .».
Por otra parte, se «preocupa» el legislador y se «ocupa» el precepto de enumerar las
funciones de auxilio que la provincia debe suministrar a los municipios m3s pequenos
-con diferentes datos de poblacion en cada caso enunciado-, que no tienen entidad
para prestar determinados servicios a sus residentes. Asf, entre otros, menciono: «...
asistencia y cooperacidn jurldica, econdmica y tdcnica a los Municipios, especial-
mente los de menor capacidad econdmica y de gestidn . . .; tratamiento de residuos. . .
prevencidn y extincidn de incendios; asistencia en la prestacidn de los servicios de
gestidn de la recaudacidn tributaria; servicios de apoyo a la gestidn financiers; pres-
tacidn del servicio de mantenimiento...de los consultorios mddicos» .
La LBRL preve, en su arti'culo 37, la delegacion de competencias a favor de la
provincia, tanto por parte de las CCAA como por el Estado « . . .cuando el imbito pro-
vincial sea el mis iddneo para la prestacidn de los correspondientes servicios». Si es
el Estado quien delega deber4 previamente solicitar consulta e informe sobre la dele-
gacion a la Comunidad autonoma en la que este adscrita la Provincia.
Por ultimo cuando se trata de CCAA uniprovinciales, como resulta obvio, estas
asumen las competencias ordinarias, que corresponden a las Diputaciones provincia-
les en el caso de provincias pertenecientes e integradas en una Comunidad autonoma.
327
FEDERICO FERNANDEZ DE BUIAN
que nadie ha brindado hasta ahora, por las grandes ideas, convicciones y creencias
..
que fueron esencia e inspiration de Espana .Brindo tambien por el municipio espa-
nol, hijo glorioso del municipio romano y expresion dste de la verdadera libertad
espanola. .Brindo, en suma, portodos los habitantes de las diversas naciones latinas
-
que, como arroyos, se han mezclado en el grande oceano de nuestro comun origen
de la gente romana*.
Con sus palabras se pone de relieve la importancia de la institucion municipal y
de la deuda que tiene contrafda con el municipio romano, germen insustituible de su
configuracion historica y vigente. Desde esta elocuente referencia nos situamos en
el XIX para referir, de forma sucinta, los precedentes recientes mas importantes del
regimen jurfdico municipal contemporaneo.
El punto de partida no puede ser otro que la Constitucion de 1812.
En el tema que nos ocupa, conviene subrayar que -de toda la historia del constitu-
cionalismo decimondnico- la Constitucion de Cadiz es la que procede a una regula-
cion m*is detallada del municipio. Y eso que el elenco de textos constitucionales, en
este convulso siglo de nuestra historia, es extenso por la fragilidad y la inestabilidad
de la situacidn polftica espanola. Asi se promulgaron cuatro Constituciones mas: las
de 1837, 1845, 1869 y 1876.
En todo momento y en relacion con el rdgimen municipal concurrio un perma-
nente conflicto entre las posiciones ideologicas mas defensoras de un fuerte poder
centralizado y las que propugnaban un mds amplio margen a la autonomfa local. La
reguiacidn municipal en el Texto supremo gaditano se inserta en el Tftulo VI rubri-
cado «Del gobierno interior de las provincias y de los pueblos#, Capitulo I intitulado
«De los ayuntamientos . En el mismo se traza con precisidn y detalle su composicidn
*
y atribuciones.
Conviene comenzar destacando la importancia polftica que reconoce a la insti-
tucion municipal en la organizacidn polftico-social de la Nacidn. Asf, promueve y
favorece su instauracion en las poblaciones que no lo tuviesen constituido. En este
sentido se entiende el tenor del artfculo 310 que, en redaccidn elegante, dispone: «5e
pondri Ayuntamiento en los pueblos que no le tengan y en que convenga le haya, no
pudiendo dejar de haberle en los que por si o con su comarca lleguen a mil almas, y
tambien se les senalara termino correspondiente».
Parece que este deberfa ser el precepto que inaugurase su normativa constitu-
cional. No obstante la prelacidn normativa le corresponde al artfculo anterior, que
senala la composicidn del Ayuntamientos: «Para el gobierno...de los pueblos habra
.
Ayuntamientos compuestos de alcalde. , regidores y . ..procurador slndico...».
Asf, a partir del regimen constitucional derivado de la Constitucion gaditana -artfcu-
los 312 y siguientes- estos cargos municipales se convierten en electivos, de mandato
.
anual y sin posibilidad de reelecdon inmediata Elio recuerda, mutatis mutandi , las no-
tas caracterfsticas de las magistraturas republicanas, tal como hemos visto en el Capftulo
correspondiente. Para ser elegible para cualquiera de los cargos municipales se requiere
328
Capitulo 20: Organization administrativa-territorrial (III). La organization autonomica...
ser «ciudadano en el ejercicio de sus derechos, mayor de veinticinco afios y con cinco
al menos de vecindad y residencia en el pueblo».
Corresponde al Consistorio, de acuerdo con el articulo 321 in fine, la propuesta de
sus propias Ordenanzas municipales, que deben ser presentadas a las Cortes para su
aprobaci6n, a trav6s de la Diputacidn provincial correspondiente que, previamente, a
su remision debera informarlas.
El mismo precepto, en elenco prolijo, regula las competencias municipales Se .
otorga a los Ayuntamientos, entre otras, facultades de gestion y gobierno en materias
de: salubridad; conservacion del orden publico con la correspondiente seguridad de
personas y bienes; recaudacion de las contribuciones; organizacion educativa prima-
ria; cuidado de hospitales, hospicios, y establecimientos de beneficencia; construc-
cion y mantenimiento de vias urbanas, caminos y puentes; conservacion de sus mon-
tes y el fomento de las actividades economicas en agricultura, industria y comercio.
Como contrapeso a este amplisimo conjunto de competencias municipales, el
Texto constitucional en el ultimo precepto de este Capitulo determina la funcion de
control e inspeccidn -en especial en materia econdmica- del ejercicio del poder mu-
nicipal a favor de las Diputaciones provinciales.
Una de las leyes que mas ha influido la regulacion de los municipios y que
marca y determina la configuraci6n actual es La Ley Municipal de 1870 A pesar .
de la denominacion, su normativa no se refiere solo al municipio, sino que afecta
a todo el rdgimen juridico local. Su articulo primero define el concepto legal de
Municipio como la «Asociaci6n legal de todas las personas que residan en un
termino municipal»
..
20.5 2 Su vigente regulacion constitucional y legal
329
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330