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Fallo CNT 006881 - 2011 - 2 - RH001

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CNT 6881/2011/2/RH1

Collantes, Gustavo Horacio c/ Construbar SA y


otros s/ despido.

cb P4raci4t

Buenos Aires, .26 A' IIbC /(.6 JO/'


Vistos los autos: "Recurso de hecho deducido por el
codemandado Elbio Ángel Salvador Ferrario en la causa Collantes,
Gustavo Horacio c/ Construbar SA y otros- s/ despido", para
decidir sobre su procedencia.

Considerando:

1 0 ) Que la Sala V de la Cámara Nacional de


Apelaciones del Trabajo, en lo que aquí interesa, confirmó la
condena solidaria del codemandado Elbio Ángel Salvador Ferrario,
por los créditos laborales reconocidos, en su carácter de
integrante de la sociedad anónima que actuó como empleadora.

2°) Que, para así decidir, el a quo consideró que la


irregularidad registral instrumentada por la empleadora -pago de
parte del salario por fuera del registro- constituía una actitud
contumaz y continuada en el tiempo, determinante de una conducta
tolerante y dolosa.

En este marco, los jueces afirmaron que las personas


jurídicas de existencia ideal solo tienen capacidad de derecho y
carecen en absoluto de capacidad de hecho, circunstancia que
conlleva su falta de capacidad para realizar actos ilícitos. Por
ello, recordaron que cuando en nombre de una persona jurídica se
comete un acto ilícito -por quienes la dirigen o administran, o
actúan como dependientes- dicho obrar no puede ser imputado
directamente a la sociedad.

Sobre esa base, juzgaron que en esos supuestos no se


apela al descorrimiento del velo sócietario sino a la

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responsabilidad por el hecho propio de quien, en tanto persona
física, ha actuado como autor, partícipe, consejero o cómplice
de actos ilícitos efectuados por medio de una persona jurídica.
Subsumieron el caso en las disposiciones de los arts. 36, 1076,
1081 y 1109 del Código Civil y arts. 54 y 58 de la ley 19.550 y
1716 y 1717 del Código Civil y Comercial de la Nación.

Afirmaron, en suma, que la respbnsabilidad de la


sociedad era mediata -en la medida en que se benefició del acto
ilícito de su socio, directivo o dependiente- en tanto la
responsabilidad de quien intervino personalmente en la
inejecución a sabiendas de la obligación de pago (como autor,
partícipe, consejero o cómplice) era inmediata.

3°) Que, contra ese pronunciamiento, el codemandado


Elbio Ángel Salvador Ferrario dedujo el recurso extraordinario
(fs. 1103/1120 de los autos principales a cuya foliatura se
aludirá en lo sucesivo) cuya denegación dio lugar a la presente
queja. Contemporáneamente, el apelante interpuso aclaratoria y,
en subsidio, revocatoria in extremis, con argumentos
sustancialmente análogos a los expuestos en la apelación
federal. En concreto, el recurrente denunció la omisión de
tratamiento de los planteos conducentes propuestos a la alzada
en los que afirmó probada que su participación accionaria en la
empresa se limitó al 1% del capital social, que nunca había
actuado como director o administrador de la sociedad y que se
había desvinculado tres años antes del ingreso del actor.

4°) Que, elevadas las actuaciones a esta Corte, se


advierte que la sentencia apelada -en cuanto fue materia de
agravios para el codemandado Ferrario- se integra con la

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otros s/ despido.

resolución posterior por la que se desestimó la aclaratoria (fs.


1137), que no fue objeto de impugnación concreta mediante un
nuevo recurso extraordinario.

En dicha interlocutoria la cámara laboral desestimó


la vía recursiva con sustento en que en el informe remitido por
el Boletín Oficial (fs. 485/493) el apelante figuraba como
integrante de la sociedad hasta mediados del año • 2007,
circunstancia que a juicio de la Sala demostraba la tolerancia
de la situación de irregularidad registral del trabajador,
continuada en el tiempo, y que incluía el período en el cual el
recurrente habría ejercido el cargo directivo.

5°) Que el recurso extraordinario resulta procedente


pues, •aun cuando los agravios propuestos remiten al examen de
cuestiones de índole fáctica y procesal ajenas, como principio y
por su naturaleza, a la instancia del art. 14 de la ley 48, ello
no es óbice para la apertura de la instancia excepcional si,
como ocurre en el sub lite, lo resuelto omite el tratamiento de
planteos conducentes para la adecuada solución del caso (confr.
Fallos: 339:1489, considerando 3° y sus citas).

6°) Que, en efecto, de la lectura de la sentencia


definitiva surge palmario que los cuestionamientos formulados
por el apelante al ocurrir ante la cámara no merecieron
respuesta alguna por parte de los jueces. Puntualmente, el
codemandado Ferrario afirmó que su participación accionaria era
irrelevante en la vida de la sociedad (1% del paquete
accionario), que no ejerció cargo de director o administrador en
la empresa y que se retiró antes del ingreso del actor. La
sentencia definitiva no trató tales cuestiones. Por su lado, la

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resolución interlocutoria se limita a señalar el aspecto
temporal de la actuación del recurrente en la sociedad, del que
deduce, sin más, que hasta el año 2007 el apelante habría
ejercido un cargo directivo.

Sin embargo, del propio informe en el que el a quo


funda la desestimación del recurso de aclaratoria (informe del
Boletín Oficial de fs. 485/493) resulta que desde la creación de
la sociedad (Boletín Oficial 16/2/2000, conforme rectificación
publicada en el mismo boletín el 28/2/2000) el recurrente solo
detentó el cargo de director suplente que, conforme los arts.
255 y sgtes. de la ley 19.550, no integra el órgano directivo.
Idéntica reflexión cabría respecto de la magnitud de la
participación societaria que le cupo al apelante.

Dado que los jueces basaron su sentencia en la


premisa de que la responsabilidad de las personas físicas debe
fundarse en el hecho propio de quien ha actuado como autor,
partícipe, consejero o cómplice de actos ilícitos, resultaba
indispensable justificar la atribución subjetiva de
responsabilidad al codemandado Ferrario analizando la actuación
específica que le cupo a este en el hecho dañoso. Por ende, la
omisión de examinar tales aspectos fácticos -que llegan firmes a
esta instancia y atañen a la delimitación de las conductas
desplegadas por el recurrente en el transcurso de la relación
laboral- privan de sustento al pronunciamiento apelado.

En tales condiciones, la sentencia recurrida no


constituye derivación lógica y fundada de las constancias de la
causa, ya que prescinde de la consideración de cuestiones
oportunamente planteadas, relevantes para la solución del

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otros s/ despido.

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litigio, con grave afectación de las garantías constitucionales


invocadas por el recurrente.

Por ello, se hace lugar a la queja, se declara procedente


el recurso extraordinario y se deja sin efecto la sentencia
apelada con el alcance indicado. Con costas (art. 68 del Código
Procesal Civil y Comercial de la. Nación). Vuelvan los autos al
tribunal de origen a fin de que, por quien corresponda, se dicte
un nuevo pronunciamiento con arreglo al presente. Agréguese la
queja al principal. Reintégrese el depósito. Notifíquese
oportunamente, remítase.

JUAN CARLOS MAQUE-DA


CAR(.0S FERNANDO ROSENKRANTZ

DO LUIS LORENZErn

vo—//—

ELENA 1. HIGHTON de NOLASCO

—5—
.17 '11 1,Li:
CNT 6881/2011/2/RH1
Collantes, Gustavo Horacio c/ Construbar SA y
otros s/ despido.

€04,e/ma héa pYfraridw


•••

-//-TO DEL SEÑOR PRESIDENTE DOCTOR DON CARLOS FERNANDO


ROSENKRANTZ

Considerando:

1°) Que la sentencia de primera instancia hizo lugar


a la demanda que perseguía el cobro de distintos créditos
laborales y, en lo que interesa, extendió la responsabilidad a
las personas físicas codemandadas por pagos salariales no
registrados en su Carácter de accionistas de la sociedad anónima
y en los términos del art. 54 de la ley 19.550.

2°) Que dicho pronunciamiento fue apelado, en lo que


importa aquí, por el señor Ferrario, codemandado en autos. La
Sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo rechazó
su recurso y, en lo que interesa, confirmó la sentencia en lo
que respecta a la extensión de responsabilidad. Para así
resolver, sostuvo que "la irregularidad registral implica una
conducta contumaz continuada en el tiempo por parte de la
empleadora, determinando así una conducta tolerante y dolosa. Al
respecto, [...] ni el régimen de la ley de sociedades comerciales
ni el del código civil admiten la responsabilidad de los
titulares de los órganos de las personas de existencia ideal,
por el solo hecho de ser tales. En todos los casos es menester
la concurrencia de un factor autónomo de atribución para que
opere la responsabilidad del sujeto. En otras palabras, no se
responde por ser gerente, director o socio. Se responde por
haber actuado en carácter de órgano respecto del ilícito". La
cámara agregó que las personas jurídicas de existencia ideal
carecen de capacidad para realizar actos ilícitos y, por ello,
"cuando en nombre de una persona jurídica se realiza un acto

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ilícito, el hecho no puede ser imputado directamente a la
sociedad. Sea el ilícito cometido por quienes la dirigen o
administran, sea que la autoría del accionar antijurídico
corresponda a dependientes. En rigor de verdad, en estos
supuestos, no se trata de descorrimiento alguno de velo
societario sino de la responsabilidad por el hecho propio de
quien, en tanto persona física, ha actuado como autor,
partícipe, consejero o cómplice de actos ilícitos efectuados por
medio de una persona jurídica". La cámara invocó los arts. 36,
43, 1076 y 1081 del Código Civil y el art. 58 de la ley 19.550 y
concluyó que "la responsabilidad inmediata corresponde al autor,
partícipe, consejero o cómplice en la inejecución a sabiendas de
la obligación de pago, actúe en su carácter de socio, directivo
o dependiente de la sociedad".

3°) Que contra esa decisión el señor Ferrario


interpuso una aclaratoria y un recurso extraordinario.

En la solicitud de aclaratoria pidió que se


corrigiera la omisión consistente en no haber considerado que,
tal como sostuvo al apelar, a la fecha de inicio de la relación
laboral no era ni socio ni director de la sociedad anónima.
Según sostuvo, solo tenía el uno por ciento (1%) de las acciones
y fue director suplente y perdió ambas condiciones antes del
inicio del vínculo con el actor.

Por su parte, en el recurso extraordinario el señor


Ferrario cuestionó la extensión de la condena. Sostuvo en ese
sentido, por un lado, que la cámara ignoró que, de acuerdo a
doctrina de esta Corte, la atribución de responsabilidad
personal es de interpretación restrictiva: Afirmó por otro lado

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que se ha ignorado su situación específica porque no se ha


tenido en cuenta que, como accionista, solo tenía el uno por
ciento (1%) del capital y no tuvo participación alguna ni en los
órganos formales ni en los de real decisión de la sociedad por
cuanto solo fue director suplente y qué, independientemente de
ello, se ha ignorado que había cesado en su calidad de
accionista y director suplente antes de que el actor comenzase a
trabajar.

4 0 ) Que la cámara consideró que la solicitud de


aclaratoria era en realidad un recurso in extremis y lo rechazó.
Para decidir de ese modo afirmó que, según un informe del
Boletín Oficial, el señor Ferrario "figura como ,integrante de la
sociedad" aun después de iniciado el vínculo, "circunstancia que
evidencia la tolerancia de la situación de irregularidad
registral en que se encontraba el trabajador, continuado en el
tiempo, incluso dentro del período en el cual ejerció el cargo
directivo".

El recurso extraordinariO, por su parte, fue


declarado inadmisible por la cámara, lo que motivó la
interposición de la queja en examen.

5° ) Que si bien los agravios del recurso


extraordinario en los que se critica la atribución de
responsabilidad a un integrante de una sociedad anónima remiten
al estudio de cuestiones de hecho y derecho común y tales
cuestiones son, en principio, ajenas al ámbito del recurso
extraordinario del art. 14 de la ley 48, cabe hacer excepción a
dicha regla cuando, como acontece en el sub lite, se ha Violado
la exigencia de que los fallos sean fundados y constituyan

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derivación razonada del derecho vigente con arreglo a las
circunstancias comprobadas de la causa (Fallos: 303:1148, entre
muchos otros).

6° ) Que corresponde aclarar de modo preliminar que,


en la medida en que el pronunciamiento de la cámara que rechazó
la solicitud de aclaratoria no fue cuestionado por el señor
Ferrario mediante recurso extraordinario, dicha decisión está
firme y consentida y no puede ser revisada por este Tribunal.
Por ende, no está en discusión que la sociedad abonó al actor un
salario deficientemente registrado y' que, durante parte del
período en que ello ocurrió, el recurrente fue accionista de la
sociedad con el uno por ciento (1%) del capital accionario y
también director suplente.

El señor Ferrario tampoco ha cuestionado la normativa


que la cámara invocó para asignarle responsabilidad ni el
sentido que le asignó, por lo que dicho asunto está también
fuera de la potestad. revisora de este Tribunal.

La cuestión que esta Corte debe elucidar se


circunscribe, entonces, a establecer si es válida la asignación
de responsabilidad personal, en los términos invocados por la
cámara, por salarios deficientemente registrados a un integrante
de la sociedad en su condición de director suplente y accionista
con el uno por ciento (1%) del capital accionario.

7°) Que, si bien de modo harto confuso, la cámara ha


sostenido explícitamente que, de acuerdo a la normativa
societaria y del derecho civil que menciona, no se responde por
el mero hecho de ser gerente, director o socio. También ha

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sostenido que se trata de "la responsabilidad por el hecho


propio de quien, en tanto persona física, ha actuado como autor,
partícipe, consejero o cómplice de actos ilícitos efectuados por
medio de una persona jurídica" (énfasis añadido). Esto último
supone que aquel a quien se imputa responsabilidad —sea en
carácter de socio, administrador o directivo— debe como mínimo
haber hecho alguna contribución causal al ilícito, sea mediante
acción u omisión, y que su conducta es reprochable en base a
algún factor subjetivo de atribución de responsabilidad.

La cámara, 'sin embargo y tal como destaca el


recurrente, no ha justificado en modo alguno por qué el
recurrente habría hecho alguna contribución causal al acto
ilícito. Ha extendido la condena, en contradicción con su propia
postura, por el mero hecho de que el recurrente fue director
suplente y accionista. Además, la cámara no ha considerado que
el recurrente solo tenía el uno por ciento (1%) del capital
social, lo que supone que su incidencia en la toma de decisiones
es casi nula a menos que haya circunstancias excepcionales sobre
cuya existencia nada se ha dicho. Tampoco ha considerado que el
recurrente solo fue director suplente, lo que supone que no
puede tomar decisión alguna a menos que reemplace al director
titular. La cámara, por último, nada ha dicho sobre el factor
subjetivo de atribución.

Este déficit en el fundamento de la sentencia de


cámara es todavía más grave si se considera que, como ha dicho
esta Corte, "la personalidad diferenciada de la sociedad y sus
administradores constituye el eje sobre el que se asienta la
normativa sobre sociedades anónimas y que ésta conforma un

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régimen especial que se explica porque aquéllas constituyen una
herramienta que el orden jurídico provee al comercio como uno de
los principales motores de la economía" ("Carballo", Fallos:
325:2817). En ese marco, este Tribunal se ha encargado de
destacar también que la atribución de responsabilidad personal a
los socios y administradores de una sociedad, dados los
propósitos del régimen general de la ley de sociedades y los
principios que lo estructuran, procede de modo excepcional (in
re "Carballo", Fallos: 325:2817 y "Palomeque", Fallos:
326:1062).

8° ) Que, por lo expuesto, corresponde descalificar en


este aspecto la sentencia recurrida, pues lo resuelto no
constituye derivación razonada del derecho vigente con
aplicación a las circunstaricias comprobadas de la causa, de modo
que media nexo directo e inmediato con los derechos
constitucionales que se invocan como vulnerados (art. 15 de la
ley 48).

Por ello, se hace lugar a la queja, se declara proce0.ente


el recurso extraordinario y se deja sin efecto la sentencia
apelada con el alcance indicado. Con costas (art. 68 del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación). Vuelvan los autos al
tribunal de origen a fin de que, por quien corresponda, se dicte
un nuevo pronunciamiento con arreglo al presente. Agréguese la

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Collantes, Gustavo Horacio c/ Construbar S'A y
otros s/ despido.

14,k C99(04~~ h
( h Plfracid,rt

-//- queja al principal. Reintégrese el d


- epósito al recurrente.
Notifíquese y, oportunamente, remítase.

CARLOS FERNANDO ROSENKRANT/

DISI -// -

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CNT 6881/2011/2/RH1
Collantes, 'Gustavo Horacio c/ Construbar SA y
otros s/ despido.

cea,„k h h

-//-DENCIA DE LA SEÑORA VICEPRESIDENTA DOCTORA DOÑA ELENA I.


HIGHTON de NOLASCO

Considerando:

Que el recurso extraordinario, cuya denegación


originó esta queja, es inadmisible (art. 280 del Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación).

Por ello, se desestima la presentación directa. Declárase


perdido el depósito. Notifíquese previa devolución de los
autos principales, archívese.

ELENA L HIGHTON de NOLASCO


Recurso de queja interpuesto por Elbio Ángel Salvador Ferrario, codemandado en
autos, con el patrocinio letrado del Dr. Germán Diego Mozzi, en calidad de
apoderado.

Tribunal de origen: Sala y de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo.

Tribunal que intervino con anterioridad: Juzgado Nacional de Primera Instancia


del Trabajo n° 66.

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