STL16208-2023 Prescripción Tte de Pasajeros

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MARJORIE ZÚÑIGA ROMERO

Magistrada ponente

STL16208-2023
Radicación n.° 104791
Acta 41

Cartagena de Indias D.T. y C., primero (1.°) de


noviembre de dos mil veintitrés (2023).

La Sala resuelve la impugnación que la COOPERATIVA


ANTIOQUEÑA DE TRANSPORTADORES LTDA. –
COPATRA y ESTEBAN AGUIRRE HENAO, quien dijo actuar
como «apoderado judicial» de JHON RENÉ URREGO HOYOS
presentaron contra la sentencia que la Sala de Casación Civil

de esta Corporación emitió el 4 de octubre de 2023, dentro


de la acción de tutela que SEGUROS DEL ESTADO S.A.
promovió contra la SALA CIVIL DEL TRIBUNAL SUPERIOR
DEL DISTRITO JUDICIAL DE MEDELLÍN y el JUZGADO
SÉPTIMO CIVIL DEL CIRCUITO de la misma ciudad.,
trámite al cual se vinculó a las partes e intervinientes del
proceso de responsabilidad civil radicado con el consecutivo
número 2018-215, entre los cuales se encuentran los
recurrentes.

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I. ANTECEDENTES

La sociedad promotora instauró la presente acción de


tutela con el propósito de obtener el amparo de su derecho
fundamental al debido proceso, presuntamente vulnerado
por las autoridades accionadas.

Afirmó que Valeria Rivera Agudelo, Hugo Alberto


Valencia Causil, Claudia Amparo Agudelo García, Jhon Jairo
Rivera González, Yudy Vanessa y Jhon Ángel Rivera Agudelo
promovieron proceso declarativo de responsabilidad civil
contra James Zea Chica, Jhon Urrego Hoyos y Cooperativa
Antioqueña de Transportadores Ltda. – Copatra Ltda.

Adujo que lo pretendido por el extremo activo era que se


declarara la existencia de la responsabilidad civil contractual
respecto de Valeria Rivera Agudelo y la responsabilidad civil
extracontractual frente a los demás demandantes, familiares
de aquella, con ocasión del accidente de tránsito ocurrido el
1.° de febrero de 2016 que le generó lesiones en los miembros
inferiores a la señora Rivera cuando tomó el bus de servicio
público identificado con placas WHL240, conducido por
James Zea, de propiedad de Jhon Urrego y afiliado a Copatra
Ltda.

Explicó que el asunto se radicó bajo el número 2018 –


215 y el conocimiento le correspondió al Juzgado Noveno
Civil del Circuito de Medellín.

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Manifestó que fue llamada en garantía en virtud de la


contratación de las pólizas de responsabilidad civil
contractual n.° 101091785 y la extracontractual n.°
101083802, que aseguraban el vehículo involucrado.

Expuso que, en la contestación de la demanda, su


reforma y llamamiento en garantía propuso las siguientes
excepciones:

i) Prescripción de las acciones que se derivan del contrato de


transporte porque la demanda se interpuso cuando ya
habían transcurrido los dos años establecidos por el
artículo 993 del Código de Comercio.
ii) Sujeción de la póliza 43-31-101091785 a las condiciones
generales de la forma E RCCPTP 032 A de responsabilidad
civil contractual en las cuales se establece un amparo de
perjuicios morales a favor de la víctima de una lesión
personal o el cónyuge, compañero permanente o sus hijos
o, en ausencia de los hijos los padres del fallecido, siempre
y cuando se generen perjuicios materiales al beneficiario
de la respectiva indemnización y con un límite máximo del
25% del valor asegurado, en el entendido de que no se trata
de una suma asegurada adicional, siendo el límite total de
responsabilidad de la aseguradora por los daños
materiales y morales, el valor asegurado pactado en la
carátula de la póliza, en las condiciones también se
estableció que el valor límite máximo asegurado para cada
amparo se determinaría por el salario mínimo mensual
legal vigente para la fecha de ocurrencia del siniestro;
límite del valor asegurado que para la póliza de
responsabilidad civil contractual citada ascendía a 60
salarios mínimos legales mensuales vigentes para la fecha
del siniestro ($41.397.240) por el amparo denominado
“incapacidad permanente”.
iii) Inexistencia de la obligación de Seguros del Estado de
asumir indemnizaciones con base en la póliza de
responsabilidad civil extracontractual No. 43-30-
101083802 por ausencia de cobertura y exclusión expresa.

Sostuvo que el argumento de la última de las


excepciones se fundamentó en que la póliza de
responsabilidad civil extracontractual sólo cubría las

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lesiones o muerte de terceros ajenos al contrato de transporte


y las lesiones que generaría los perjuicios reclamados por
todos los demandantes, en el caso que fueran «ocasionadas
a una pasajera».

Citó la cláusula 2.8 de las condiciones generales de la


póliza de responsabilidad civil extracontractual, según la
cual «están excluidas las lesiones o muerte a pasajeros y al
conductor del vehículo asegurado relacionado en la póliza y,
en general, la responsabilidad civil contractual del
asegurado».

Reiteró que la póliza de responsabilidad civil


extracontractual no podía afectarse, pues «no cubría las
pretensiones de ninguno de los demandantes: ni víctima
directa en su calidad de pasajera ni las víctimas indirectas o
de rebote».

Mencionó que, el 7 de noviembre de 2019 el Juzgado


Noveno Civil del Circuito de Medellín profirió «sentencia
anticipada parcial» frente a Valeria Rivera y declaró la
prescripción extintiva de la acción; determinación que esta
última apeló y la alzada se concedió en el efecto devolutivo.
El proceso continuó con las demás partes.

Narró que, el 29 de octubre de 2020 el despacho de


conocimiento emitió decisión de fondo el respecto de las
«víctimas indirectas», en el siguiente sentido:

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PRIMERO: DECLARAR NO PROBADA LAS EXCEPCIONES


planteadas por los demandados, salvo la incoada por la sociedad
aseguradora denominada INEXISTENCIA DE LA OBLIGACION
DE SEGUROS DEL ESTADO DE ASUMIR LAS
INDEMNIZACIONES CON BASE EN LA POLIZA [sic] n° 43-30-
101083802 POR AUSENCIA DE COBERTURA Y EXCLUSION [sic]
que se configura.

SEGUNDO; [sic] SE DECLARA civil, solidaria y


extracontractualmente responsables a la COOPERATIVA
ANTIOQUEÑA DE TRANSPORTE S.A. como operadora del
vehículo de placas WHL-240, JAMES HEYERI ZEA CHICA en su
calidad de conductor y JHON RENE [sic] URREGO como
propietario del automotor, por los perjuicios causados a los
demandantes HUGO ALBERTO VALENCIA CAUSIL, CLAUDIA
AMPARO AGUDELO GARCIA [sic], JHON JAIRO RIVERA
GONZALEZ [sic], YUDY VANESSA RIVERA AGUDELO y JHON
ANGEL RIVERA AGUDELO […].

TERCERO: Consecuencialmente [sic], se condena a los


demandados COOPERATIVA ANTIOQUEÑA DE TRANSPORTE
S.A., JAMES HEYERI ZEA CHICA y JHON RENE [sic] URREGO a
reparar los perjuicios sufridos por los demandantes, y por ende,
debe pagar por concepto de daño moral a los padres y para el
compañero permanente de la señora VALERIA RIVERA
AGUDELO 40 salarios mínimos legales mensuales vigentes a
cada uno de ellos, y para sus dos hermanos 20 salarios mínimos
legales mensuales vigentes igualmente a cada uno […].

CUARTO: Se [sic] prueba la configuración de la excepción


denominada INEXISTENCIA DE LA OBLIGACION DE SEGUROS
DEL ESTADO DE ASUMIR LAS INDEMNIZACIONES CON BASE
EN LA POLIZA [sic] n° 43-30-101083802 POR AUSENCIA DE
COBERTURA Y EXCLUSION [sic].

[…]

Dijo que la demandante, Jhon Urrego y Copatra Ltda.


apelaron esta decisión y formularon sus reparos.

Mencionó que, mediante fallo de 29 de julio de 2022, la


Sala Civil del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Medellín revocó la sentencia anticipada de 7 de noviembre de
2019 y ordenó continuar con el trámite.

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Contó que, en cumplimiento a la orden dada, el Juzgado


Noveno Civil del Circuito de Medellín dictó sentencia de fondo
el 31 de octubre de 2022, así:

PRIMERO: DECLARAR no probadas las excepciones formuladas


por los demandados salvo INEXISTENCIA DE LA OBLIGACION
[sic] DE SEGUROS DEL ESTADO DE ASUMIR LAS
INDEMNIZACIONES CON BASE EN LA POLIZA [sic] n° 43-30-
101083802 POR EXCLUSION [sic] promovida por la aseguradora.

SEGUNDO: Como [sic] consecuencia, se declara civil y


extracontractualmente responsables a la COOPERATIVA
ANTIOQUEÑA DE TRANSPORTE S.A. como operadora del
vehículo de placas WHL-240, JAMES HEYERI ZEA CHICA en su
calidad de conductor y JHON RENE [sic] URREGO como
propietario del automotor, por los perjuicios causados a la
demandante […].

TERCERO: Consecuencialmente [sic], se condena a los


demandados COOPERATIVA ANTIOQUEÑA DE TRANSPORTE
S.A., JAMES HEYERI ZEA CHICA y JHON RENE [sic] URREGO a
reparar los perjuicios sufridos por la demandante, de la siguiente
forma:

Por concepto de perjuicio moral la suma de 20 SMLMV a razón


de $20.000.000.

Por concepto de daño a la salud la suma de 20 SMLMV a razón


de $20.000.000.

Se deniega la concesión de los perjuicios denominados DAÑO A


LA VIDA EN RELACION [sic] Y LUCRO CESANTE por lo explicado.

CUARTO: Se declara a [sic] prosperidad de la excepción de


INEXISTENCIA DE LA OBLIGACION [sic] DE SEGUROS DEL
ESTADO DE ASUMIR LAS INDEMNIZACIONES CON BASE EN
LA POLIZA [sic] n° 43-30-101083802 POR EXCLUSION [sic]. Por
lo expuesto en la sentencia.

[…]

Refirió que Seguros del Estado S.A. no apeló la decisión,


pero que la demandante, Copatra Ltda. y Jhon Urrego sí lo
hicieron.

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Reseño que, en fallo de 28 de abril de 2023, la Sala Civil


del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Medellín
resolvió los recursos formulados contra las providencias de
29 de octubre de 2020 y 31 de octubre de 2022 y para tal
efecto dispuso:

PRIMERO: REVOCAR el numeral cuarto de las sentencias de


primera instancia proferidas el 29 de octubre de 2020 y 31 de
octubre de 2022, en su lugar, MODIFICAR el numeral primero de
las providencias, en el sentido de declarar no probadas las
excepciones presentadas por la demandada.

SEGUNDO: REFORMAR el numeral segundo de las sentencias de


primera instancia proferidas dentro del presente asunto, en el
sentido de declarar civil y solidariamente responsables a
COOPERATIVA ANTIOQUEÑA DE TRANSPORTE S.A., JAMES
HEYERI ZEA CHICA y JHON RENE [sic] URREGO de los
perjuicios causados a los demandantes.

TERCERO: REVOCAR el numeral tercero de la sentencia del 31


de octubre de 2022 y, en su lugar, CONDENAR a los demandados
COOPERATIVA ANTIOQUEÑA DE TRANSPORTE S.A., JAMES
HEYERI ZEA CHICA y JHON RENE [sic] URREGO a reparar los
perjuicios sufridos por la demandante VALERIA RIVERA
AGUDELO, de la siguiente forma:
- Por concepto de lucro cesante consolidado la suma de
$32.384.357
- Por concepto de lucro cesante futuro la suma de $60.237.374
- Por concepto de perjuicio moral la suma equivalente a 40
SMLMV para el momento del pago.
- Por concepto de daño a la vida de relación la suma de 40
SMLMV para el momento del pago.

CUARTO: CONDENAR a SEGUROS DEL ESTADO S.A., en


aplicación de la póliza de seguro n.º 43-30-101083802 y 43-31-
101091785 a pagar directamente a los demandantes las sumas
liquidadas en la sentencia del 29 de octubre de 2020 respecto de
las víctimas indirectas y en la presente providencia respecto de
la víctima directa.

QUINTO: DECLARAR la prosperidad del llamamiento en garantía


a SEGUROS DEL ESTADO S.A., de tal forma que el pago que
eventualmente efectúe el asegurado podrá ser repetido contra la
aseguradora hasta el monto del valor asegurado y con el referido
deducible.

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SEXTO: CONFIRMAR en lo demás, la sentencia de primera


instancia.

[…]

Consideró que la célula judicial encausada incurrió en


defecto fáctico en razón a la falta de congruencia, ausencia
de motivación, violación directa de la Constitución y al omitir
la valoración integral de las condiciones generales de las
pólizas de responsabilidad civil contractual.

Agregó que, el fallador plural también incurrió en


defecto sustantivo al apartarse, sin justificación alguna, del
precedente de esa misma Sala en pronunciamiento de 5 de
noviembre de 2015, radicado 05001 31 03 013 2009 00681
01-391; de la Corte Suprema de Justicia en providencia de
CSJ SC1301-2022, CSJ SC, 14 dic. 2001, rad. 5952 y CSJ
SC1947-2021; y de la Corte Constitucional en sentencia CC
T-783-2014.

A su juicio, fue condenada sin que contra la póliza de


responsabilidad civil extracontractual n.° 43-30-101083802
se hubieran formulado pretensiones.

Reparó que ninguna de las partes cuestionó que las


condiciones generales de las pólizas no hubieran sido
enviadas de forma anticipada, razón por la que no tuvo la
oportunidad de defenderse ni de allegar las pruebas para
desvirtuarlo, por lo que consideró que el fallo de segunda
instancia la «sorprendió» al «sancionarla» por ello, sin
permitirle ejercer el derecho de defensa.

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Censuró que el Tribunal no valoró la exclusión del


numeral 3.8 de las condiciones generales de la póliza n.° 43
– 31 – 101083802 ni los amparos y condiciones generales de
ambas pólizas.

Argumentó que fue condenada «dos (2) veces por el


mismo asunto», es decir, por la acción directa y por el
llamamiento en garantía formulado por el asegurado.

Dijo que los familiares de Valeria Rivera no tenían


cobertura por el amparo de perjuicios morales, en razón a
que la cobertura se encuentra dirigida «al lesionado (víctima
directa), familiares o víctimas indirectas del fallecido, no del
lesionado, así mismo se reconoce sólo para cónyuge o
compañero permanente e hijos y, para los padres, sólo en
ausencia de éstos, quedando por fuera los hermanos u otros
familiares con mayor grado de parentesco».

Aclaró que esta cobertura solo aplicaba «cuando se


generen perjuicios materiales al beneficiario de la
indemnización, lo que no ocurrió en el caso bajo estudio, en
tanto los familiares de VALERIA RIVERA, que el Tribunal
consideró beneficiarios de la indemnización por esta póliza,
sólo sufrieron perjuicios morales y no solicitaron ni se les fue
reconocido indemnización por perjuicios materiales».

Cuestionó que, según las condiciones de la póliza, el


monto asegurado debía calcularse en salarios mínimos

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legales mensuales vigentes para la fecha de ocurrencia del


siniestro y no para la data del fallo.

Afirmó que el amparo de «muerte o lesiones a una


persona» se debió reconocer con un valor asegurado de 160
SMLMV dado que los perjuicios reclamados «provienen de las
lesiones a una persona, esto es, a Valeria Rivera, y no a dos o
más personas, como extrañamente lo reconoció el Tribunal».

Por lo descrito, acudió a este mecanismo constitucional


para obtener la protección de sus garantías superiores y,
para su efectividad, solicitó que se deje sin efectos la
sentencia que la Sala Civil del Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Medellín profirió el 28 de abril de 2023 y que se
le ordene emitir una nueva en la que se cumplan con los
parámetros del debido proceso.

Adicionalmente, pidió como medida provisional la


suspensión de la entrega del título judicial por valor de
$167.040.000, a favor de los demandantes.

II. TRÁMITE Y DECISIÓN DE INSTANCIA

La acción de tutela se presentó el 6 de septiembre de


2023 y mediante proveído de 8 del mismo mes y año, la Sala
de Casación Civil de esta Corte la admitió, negó la medida
provisional, ordenó notificar a los convocados y vincular a las
partes e intervinientes en el proceso cuestionado, con el fin
de que ejercieran su derecho de contradicción.

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Dentro del término otorgado, la Sala Civil del Tribunal


Superior del Distrito Judicial de Medellín remitió el
expediente digital, al tiempo que relató las actuaciones
adelantadas en el trámite y defendió la legalidad de su
decisión.

Por su parte, el Juzgado Noveno Civil del Circuito de la


misma ciudad allegó el vínculo del proceso.

A su turno, el Juzgado Primero Civil del Circuito de


Sahagún informó que ante ese despacho no cursaba el
asunto en comento.

La Cooperativa Antioqueña de Transportadores Ltda. -


Copatra Ltda. solicitó que se declarara la improcedencia por
no ser el mecanismo judicial para controvertir la sentencia
de segunda instancia.

Además, pidió que se negara el amparo por la


inexistencia de vulneración a garantías fundamentales.

Esteban Aguirre Henao, quien dijo actuar como


«apoderado judicial» de Jhon René Urrego Hoyos, se
pronunció sobre la acción de tutela; no obstante, al revisar
la documental se constató que el profesional no anexó poder
que demostrara tal calidad; misma situación que se presentó
con Anatoly Romaña Díaz quien dijo ser «apoderado» de los
demandantes. En ese orden, sus argumentos no serán
tenidos en cuenta.

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Surtido el trámite de rigor, mediante sentencia de 20 de


septiembre de 2023, la homóloga Civil concedió el resguardo
incoado, para lo cual resolvió:

PRIMERO: CONCEDER la tutela instada por Seguros del Estado


S.A.

En consecuencia, SE ORDENA a la Magistratura accionada que,


dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes a su notificación,
deje sin efectos el fallo de 28 de abril de 2023, para que proceda
nuevamente a resolver la apelación en el proceso n.º 2018-00215,
con observancia del deber legal de apreciar, en debida forma, los
medios suasorios que obren en el expediente y solventar las
defensas de la accionante.

Como fundamento de su decisión, el a quo


constitucional consideró que emergía la vía de hecho en la
modalidad de falta de motivación y defecto fáctico, en la
medida que la Sala Civil del Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Medellín «dejó sin respuesta la defensa
enarbolada por la tutelante» y pasó por alto su deber de
exponer «razonadamente el mérito que le asigne a cada
prueba».

Ello, en razón a que no se refirió a las exclusiones


pactadas en el contrato de seguros ni acerca de la
inexistencia de cobertura, pese a las explicaciones dadas por
la aseguradora en sus contestaciones.

Además, concluyó que se desconoció «el derecho de la


precursora a elegir los riesgos que desea amparar, así como
los límites fijados para cubrirlos».

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III. IMPUGNACIÓN

Inconforme con la anterior decisión la Cooperativa


Antioqueña de Transportadores Ltda. – Copatra Ltda. la
impugnó y para tal efecto indicó que el fallo de la Sala Civil
del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Medellín no
lesionó los derechos alegados.

A su juicio, la decisión fue debidamente motivada y


razonable. Consideró que en ella sí se argumentaron las
razones jurídicas por las cuales no operaban las exclusiones,
conforme al concepto de «ineficacia de las exclusiones».

Por otro lado, Esteban Aguirre Henao, quien dijo ser


«apoderado judicial» de Jhon René Urrego Hoyos, también
impugnó el fallo proferido por la Sala de Casación Civil.

IV. CONSIDERACIONES

El artículo 86 de la Constitución Política establece que


toda persona tiene derecho a promover acción de tutela ante
los jueces, con miras a obtener la protección inmediata de
sus derechos fundamentales cuando por acción u omisión le
sean vulnerados o amenazados por cualquier autoridad
pública o por particulares, en los casos previstos de forma
expresa en la ley, siempre que no se cuente con otro medio
de defensa judicial o cuando, de existir, la tutela se utilice
como mecanismo transitorio para evitar la materialización de
un perjuicio de carácter irremediable.

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Ha estimado la Corte que lo anterior solo acontece en


casos concretos y excepcionales, cuando con las actuaciones
u omisiones de los jueces se violenten en forma evidente
derechos fundamentales, lo cual, se ha dicho, debe
ponderarse con otros principios del Estado Social y
Democrático de Derecho, especialmente, los concernientes a
la cosa juzgada y la autonomía e independencia judicial.

Al descender al caso que hoy ocupa la atención de la


Sala, se advierte que el problema jurídico a resolver consiste
en determinar si la Sala Civil del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Medellín vulneró los derechos
fundamentales de la promotora al emitir la sentencia de 28
de abril de 2023.

Teniendo en cuenta lo anterior, esta Sala estructurará


el fallo de la siguiente manera: (i) verificará si se cumplen los
presupuestos generales de procedencia de la acción de
tutela; (ii) estudiará el debido proceso; iii) analizará la causal
específica defecto fáctico y iv) decisión sin motivación; (v)
examinará si en el caso concreto se vulneraron los derechos
superiores de la accionante.

i) Presupuestos generales de procedencia

Previo a analizar de fondo la controversia planteada,


resulta oportuno resaltar que se cumplen los requisitos
generales de procedencia de la acción de tutela.

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Ello es así toda vez que entre la fecha de la notificación


de la providencia hoy cuestionada –9 de mayo de 2023– y la
presentación de la queja –6 de septiembre de 2023-
transcurrieron menos de 6 meses, plazo que, por ser
razonable, resulta acorde a este principio de inmediatez.
Igualmente, porque contra la providencia cuestionada no
procede recurso alguno, de ahí que también se acató la
exigencia de subsidiariedad.

Por lo anterior, la Sala se encuentra habilitada para


analizar si la Corporación accionada incurrió en algunas de
las causales específicas descritas, entre otras, en la sentencia
CC SU-116-2018.

ii) Derecho al debido proceso

El mencionado derecho se encuentra previsto en el


artículo 29 de la Norma Superior y comprende el principio de
legalidad como fundamental en el ejercicio de las funciones
tanto judiciales como administrativas, así como la
observancia de las formas propias de cada juicio a través de
una serie de garantías en defensa de los asociados.

De esta manera el debido proceso se entiende como la


regulación que previamente delimita los poderes del Estado
y establece las garantías de protección a los derechos de los
administrados, de forma tal que ninguna actuación judicial
o administrativa dependa de su propio arbitrio, sino que se

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encuentre sujeta a procedimientos señalados en la ley y en


los reglamentos.

iii) Defecto fáctico

Sobre tal temática, la Corte Constitucional en fallo CC


C590-2005 adoctrinó: «[…] Defecto fáctico, que surge cuando
el juez carece del apoyo probatorio que permita la aplicación
del supuesto legal en el que se sustenta la decisión».

Posteriormente, en providencia CC SU-080-2020 lo


desarrolló así:

Con relación al defecto fáctico, este se manifiesta a partir de


una valoración probatoria defectuosa que tiene incidencia, a no
dudarlo, en la adopción de una decisión; así, la Corte ha
identificado dos dimensiones en las que se presentan defectos
facticos: i) una dimensión denominada negativa que se concreta
cuando el funcionario judicial niega la prueba o la valora de
manera arbitraria, irracional y caprichosa, o cuando omite su
valoración y sin razón da por no probado el hecho; y ii) una
dimensión positiva, cuando se presenta una indebida
apreciación probatoria, que puede tener ocurrencia a partir de la
consideración y valoración a la que el juez somete un elemento
probatorio cuya ilegitimidad impide incluirlo en el proceso.

Es claro que en aras de garantizar la autonomía e


independencia de la que gozan los jueces, la intervención del
juez constitucional procede siempre y cuando «(i) se
vislumbre un error ostensible, flagrante, manifiesto e
irrazonable en la valoración probatoria, que obedezca a un
proceder caprichoso o incorrecto; (ii) debe tener la entidad
suficiente para tener ‘incidencia directa’, ‘trascendencia
fundamental’ o ‘repercusión sustancial’ en la decisión» (CC
SU-573-2017).

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Así las cosas, se advierte que el fallador incurre en


defecto fáctico, entre otras, al (i) omitir la valoración de las
pruebas obrantes en plenario, (ii) emitir una decisión sin
contar con aquellas suficientes que la sustente, (iii) no
ordenarlas de oficio y (iv) valorarlas de manera arbitraria o
caprichosa.

iv) Decisión sin motivación como causal específica


de procedencia de la acción de tutela contra
providencias judiciales

En sentencia CC SU-635 de 2015, la Corte


Constitucional recordó que una providencia judicial contiene
un defecto sustantivo cuando:

[…] la autoridad jurisdiccional (i) aplica una disposición en el


caso, que perdió vigencia por cualquiera de la razones previstas
por la normativa, por ejemplo, su inexequibilidad; (ii) aplica un
precepto manifiestamente inaplicable al caso, por ejemplo porque
el supuesto de hecho del que se ocupa no tiene conexidad
material con los presupuestos del caso; (iii) a pesar del amplio
margen hermenéutico que la Constitución le reconoce a las
autoridades judiciales, realiza una interpretación contraevidente
–interpretación contra legem- o claramente irrazonable o
desproporcionada; (iv) se aparta del precedente judicial –
horizontal o vertical- sin justificación suficiente; (v) omite
motivar su decisión o la motiva de manera insuficiente; o (vi)
se abstiene de aplicar la excepción de inconstitucionalidad ante
una violación manifiesta de la Constitución, siempre que su
declaración haya sido solicitada por alguna de las partes en el
proceso (negrilla fuera de texto original) […].

Igualmente, en aquella oportunidad, señaló que la


motivación de una providencia cumple un papel

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trascendental, pues tiene la finalidad de proteger el derecho


de los ciudadanos a obtener respuestas razonadas.

De manera que cuando una decisión no está


debidamente sustentada implica una clara vulneración al
derecho del debido proceso, dada la obligación de los
funcionarios judiciales de exponer suficientemente los
fundamentos de hecho y de derecho que motivaron su
determinación.

v) Caso concreto

En el presente caso se critica la determinación que la


Sala Civil del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Medellín profirió el 28 de abril de 2023, por medio de la cual
condenó a Seguros del Estado S.A. y declaró la prosperidad
de su llamamiento en garantía, revocó, modificó y reformó
algunos numerales de las sentencias de 29 de octubre de
2020 y 31 de octubre de 2022.

Al respecto, luego de revisar las piezas aportadas al


proceso, se tiene que la aquí accionante presentó las
siguientes excepciones de mérito: prescripción, inexistencia
de responsabilidad civil contractual, sujeción a las
condiciones de la póliza, tasación de obligación en SMLMV
para la fecha del siniestro y límite del valor asegurado.

Ahora bien, con base en los argumentos expuestos por


los apelantes contra las sentencias de 29 de octubre de 2020

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y 31 de octubre de 2022, el Tribunal centró la discusión en


los siguientes interrogantes:

a) ¿Cuál es el régimen de responsabilidad civil aplicable en los


eventos en que un pasajero sufre lesiones en ejecución de un
contrato de transporte?
b) ¿Existe prueba de la existencia e intensidad de los perjuicios
morales concedidos en favor de las víctimas indirectas,
especialmente respecto de la acreditación como compañero
permanente de Hugo Valencia Causil?
c) Respecto de la víctima directa ¿Se encuentra acreditada la
existencia de los perjuicios reclamados por lucro cesante
derivado de la pérdida de capacidad laboral aducida? En caso
afirmativo, ¿cuál debe ser su cuantificación?
d) ¿Se encuentra acreditada la existencia del daño
extrapatrimonial a la vida de relación de Valeria Rivera Agudelo
y en qué forma procede la reparación de este? ¿Este se subsume
en el daño a la salud concedido o viceversa y hay lugar a
modificar, revocar o aumentar el determinado por la juez de
primera instancia?
e) Respecto de la asegurada demandada ¿Existe cobertura de las
pólizas de responsabilidad civil contractual Nro. 43-
31101091785 y extracontractual Nro. 43-30-101083802 para el
amparo de la condena impuesta en favor de las víctimas en el
presente asunto?

Así, después de relacionar el marco legal y antecedente


jurisprudencial del contrato de transporte de pasajeros; la
naturaleza del transportador y las causales de exoneración
de responsabilidad; y la solidaridad de las distintas personas
demandadas, la autoridad accionada concluyó que son
deudores contractuales «el conductor y la empresa afiliadora,
el primero actuando como agente del segundo (art. 991 C.Co.).
De igual forma, el propietario, quien no hace parte de la
relación contractual, pero responde en atención a la
guardianía sobre la actividad peligrosa que del derecho de
dominio emana (art. 2344 C. Civil)».

SCLAJPT-11 V.00
19
Radicación n.° 104791

Más adelante, se refirió al régimen de responsabilidad


respecto de lesiones sufridas por los pasajeros en ejecución
de un contrato de transporte y aclaró que, en estos casos,
«concurren dos regímenes de responsabilidad civil. Así, los
daños tienen origen en el despliegue de una actividad
peligrosa de conducción de vehículos (2356 del Código Civil) y
por razón del incumplimiento defectuoso de una obligación de
resultado (art. 982-2 Código de Comercio)».

En tal sentido, adujo que la responsabilidad derivada


de los daños producidos a pasajeros con la mediación de un
contrato de transporte «es un instituto autónomo y
diferenciado, que no puede clasificarse como subsistema de la
responsabilidad contractual ni de la extracontractual, pero que
toma y resignifica elementos de ambas instituciones (CSJ
SC780-2020)».

Al abordar los perjuicios morales y la prueba de su


existencia, el fallador de segundo grado los definió con
fundamento en los artículos 1613 y 1614 del Código Civil y
el artículo 16 de la Ley 446 de 1998. Así mismo, precisó que
la jurisprudencia ha construido «la presunción de daño en la
víctima directa y en las víctimas indirectas que conforman su
círculo familiar más cercano».

A propósito de ello, explicó que existen excepciones a la


regla como aquellos casos en los que los lazos familiares
nunca han existido o se han roto, por lo que el daño
emocional es nulo o mínimo.

SCLAJPT-11 V.00
20
Radicación n.° 104791

En cuanto a la tasación del daño moral aclaró que se


atribuye «al prudente y razonado criterio del juzgador,
respaldado principalmente en sus atribuciones de fallar con
equidad» sin dejar de lado que «la decisión judicial siempre
deberá motivarse y fundarse en la valoración conjunta y crítica
de las pruebas».

Seguidamente se refirió el daño a la vida de relación y a


la salud. De esta manera, señaló que tanto la doctrina como
la jurisprudencia distinguen la diferenciación entre el daño
fisiológico y la alteración a las condiciones de existencia, «los
cuales son reconocidos de forma integral en el daño a la salud
por parte del Consejo de Estado y en el daño a la vida de
relación por parte de la Corte Suprema de Justicia».

Al tocar las exclusiones del contrato de seguros de


responsabilidad civil estimó que estas pueden ser legales o
contractuales, respecto de las cuales se deben cumplir
requisitos adicionales y justificaciones técnicas, más allá de
la simple voluntad de la aseguradora, con el fin de evitar las
cláusulas abusivas.

Para tratar el caso concreto, el colegiado consideró que,


primeramente, se debía establecer cuál era el régimen de
responsabilidad aplicable, la intensidad del daño solicitado
en indemnización por la demandada y la obligación de la
aseguradora en el pago de los perjuicios con ocasión de las
pólizas suscritas.

SCLAJPT-11 V.00
21
Radicación n.° 104791

Así, recordó que las acciones derivadas de lesiones


producidas a un pasajero en ejecución de un contrato de
transporte no corresponden propia y exclusivamente al
régimen de la responsabilidad civil contractual ni
extracontractual, sino que toma y resignifica elementos de
ambas instituciones. Con base en ello expresó:

En el proceso, no existe discusión sobre el vínculo contractual


que unió a la pasajera con la empresa demandada
COOPERATIVA ANTIOQUEÑA DE TRANSPORTADORES LTDA
COPATRA, como tampoco la calidad de guardián de la cosa que
ejercía el propietario del vehículo JHON RENÉ URREGO HOYOS,
por lo que la legitimación por pasiva está acreditada.

La imputación jurídica de los daños recae sobre los demandados


en virtud del contrato de transporte celebrado entre las partes y
de la calidad de guardián de la cosa y de la actividad peligrosa
que poseían al momento del accidente. En consecuencia, la
atribución de responsabilidad a los demandados se encuentra
probada.

La responsabilidad solidaria, se predica de las demandadas en


atención a lo dispuesto en el artículo 991 del Código de Comercio
y el artículo 2344 del Código Civil.

Finalmente, en atención a que los daños tuvieron su origen en el


despliegue de una actividad peligrosa (2356 del C. Civil) y en
ejecución de una obligación de resultado (982-2 C.Co.), no se
requiere la demostración del elemento subjetivo de la
responsabilidad, razón por la cual, los demandados sólo podrían
eximirse de responsabilidad mediante la acreditación del hecho
exclusivo de la víctima o la intervención de un elemento extraño
jurídicamente relevante en los términos del artículo 992- 2 del
Código de Comercio, situaciones que no fueron discutidas ni
probadas en el proceso.

En esta misma línea, analizó la cuantificación del


perjuicio moral de acuerdo con lo dicho por la jurisprudencia
según la cual esta se encontraba sometida al «prudente
arbitrio judicial» con un tope de 100 SMMLV, conforme a lo
adoctrinado por la Sala de Casación Civil. Por tanto, fijó «la

SCLAJPT-11 V.00
22
Radicación n.° 104791

indemnización por perjuicios morales en cuarenta (40)


SMLMV».

Para llegar a este monto tuvo en cuenta las lesiones


sufridas por Valeria Rivera, quien para la época del accidente
tenía 21 años, las cuales le causaron «semi» amputación de
su pierna derecha; una pérdida de capacidad laboral de
30,24%, de acuerdo con la calificación realizada por la Junta
Regional de Calificación de Invalidez de Antioquia el 23 de
febrero de 2017; cambio radical en su forma de vida; y una
«afectación emocional considerable».

Tal argumento también fue considerado por el Tribunal


para determinar parcialmente próspero el reconocimiento del
daño a la salud y a la vida de relación y avalar el
reconocimiento del lucro cesante consolidado y futuro.

Respecto de la existencia e intensidad de los perjuicios


morales concedidos en favor de las víctimas indirectas, el
juez de apelaciones consideró que existían suficientes
elementos probatorios para predicar la existencia del
parentesco alegado. Para ello, analizó las documentales
aportadas por el extremo activo tales como registros civiles
de nacimiento; la declaración juramentada que dio cuenta la
convivencia entre la víctima del accidente y su compañero; la
existencia de una hija en común; y las declaraciones
rendidas por Valeria Rivera y los demás demandantes.

Al examinar la vinculación de Seguros del Estado con la


demandante detalló que esta obedeció a la facultad que

SCLAJPT-11 V.00
23
Radicación n.° 104791

brindó la Ley 45 de 1990 a la señora Rivera, pero también al


posterior llamamiento en garantía en virtud de la existencia
de la póliza de responsabilidad civil de transporte de
pasajeros.

El Tribunal relacionó la póliza de responsabilidad civil


contractual n.° 43-31-101091785 y la de responsabilidad
civil extracontractual n.° 43-30-101083802 y detalló lo
siguiente:

[…] cubre, entre otros, la responsabilidad civil contractual


incapacidad permanente por “Incapacidad [sic] permanente”,
riesgo asegurado en 60 SMLMV, así mismo, cubre la
responsabilidad civil extracontractual por “Muerte [sic] o lesiones
a dos o más personas” por un valor de 320 SMLMV. Por tanto,
como quiera que para la fecha del accidente, esto es, 1 de febrero
de 2016, las mencionadas pólizas referidas estaban vigentes y
dentro de la cobertura se entienden incluidos los conceptos por
los cuales se liquidó la condena impuesta, sin avizorarse
exclusión alguna del hecho demandado, es claro para esta Sala
que la aseguradora deberá responder por la condena hasta el
límite del valor asegurado, por lo que se declarará la prosperidad
de la acción directa promovida y del llamamiento formulado.

En cuanto a las excepciones de mérito declaradas en


primera instancia dijo:

Inicialmente, se advierte que no obstante [que] los amparos


básicos y las exclusiones, se encuentran en caracteres
destacados a partir de la primera página de la póliza, esto es, a
partir del inicio del clausulado general, no existe constancia en
el proceso de que la aseguradora demandada hubiera entregado
el clausulado general a la empresa asegurada con la antelación
referida en el numeral 3 del artículo 37 de la ley [sic] 1480 de
2011, lo que conllevaría a la sanción por ineficacia de las
mencionadas exclusiones.

Sin embargo, encuentra la Sala que en el presente asunto son


suficientes las reglas de interpretación contractual para
determinar el alcance de la cobertura pactada. Respecto de la
exclusión en la cobertura de la clase de responsabilidad
enunciada en la caratula [sic] de la póliza No. 43-31- 101091785

SCLAJPT-11 V.00
24
Radicación n.° 104791

que titula “POLIZA [sic] DE SEGURO DE RESPONSABILIDAD


CIVIL CONTRACTUAL”, la misma beneficia a “PASAJEROS
OCUPANTES DEL VEHICULO [sic]” y en el numeral tercero del
clausulado general indica:

“3. DEFINICIÓN DE AMPAROS

PARA TODOS LOS EFECTOS DE LA PRESENTE PÓLIZA, SE


ENTENDERÁ:

[…]

3.2 INCAPACIDAD PERMANENTE:

LA DISMINUCIÓN IRREPARABLE, DE LA CAPACIDAD LABORAL


DEL PASAJERO, COMO CONSECUENCIA DEL ACCIDENTE DE
TRÁNSITO DEL VEHICULO DEL ASEGURADO RELACIONADO
EN LA PÓLIZA, QUE SE MANIFIESTE DENTRO DE LOS
TRESCIENTOS SESENTA Y CINCO (365) DÍAS CALENDARIO,
CONTADOS A PARTIR DE LA OCURRENCIA DEL MISMO.

[…].

3.7 AMPARO DE PERJUICIOS MORALES

PARA EFECTO DE ESTA COBERTURA, SEGURESTADO, SE


OBLIGA A INDEMNIZAR EL PERJUICIO MORAL QUE SUFRA LA
VÍCTIMA DE UNA LESIÓN PERSONAL CAUSADA EN
ACCIDENTE DE TRÁNSITO DEL CUAL RESULTE
RESPONSABLE CIVILMENTE EL ASEGURADO.”

Bajo este escenario y a la luz del artículo 1618 del


Código Civil la autoridad accionada estimó que «con
independencia de la forma en que se hubiera titulado la póliza
suscrita, la intención de los contratantes reluce clara, pues es
evidente que SEGUROS DEL ESTADO S.A., indemnizaría al
pasajero que resultara lesionado en un accidente de tránsito».

Y siguió diciendo:

Misma situación ocurre con la póliza No. 43-31-101083802 que


titula “POLIZA [sic] DE SEGURO DE RESPONSABILIDAD CIVIL
EXTRACONTRACTUAL”, la misma cubre la responsabilidad del
asegurado:

SCLAJPT-11 V.00
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Radicación n.° 104791

“PROVENIENTE DE UN ACCIDENTE O SERIE DE ACCIDENTES


DE TRÁNSITO EMANADOS DE UN SOLO ACONTECIMIENTO
OCASIONADO POR EL (LOS) VEHÍCULO(S) DESCRITO(S) EN
PÓLIZA, CONDUCIDO (S) POR EL ASEGURADO O POR
CUALQUIER PERSONA AUTORIZADA EXPRESAMENTE POR ÉL,
DENTRO DEL TERRITORIO NACIONAL, A POR LA SUMA
ASEGURADA ESTIPULADA EN LA PRESENTE PÓLIZA”.

Con este panorama, el colegiado concluyó que la


intención de los contratantes fue clara en el sentido de que
la póliza de responsabilidad civil contractual beneficiaba al
pasajero lesionado y la de responsabilidad civil
extracontractual, a los terceros, hecho con el que estimó que
la cobertura de ambos amparos cubría la indemnización que
allí se predicaba.

En razón a lo analizado, condenó a «Seguros del Estado


S.A. a pagar a los demandantes, de manera directa la suma
correspondiente al amparo de responsabilidad civil que prevé
la póliza No. 43-31-101091785 a la pasajera VALERIA
RIVERA AGUDELO […] y el amparo de responsabilidad civil
que prevé la póliza No. 43-30-101083802 a los demás
demandados [...]». Además, agregó: «lo anterior, sin perjuicio
de la prosperidad del llamamiento en garantía, en virtud del
cual el pago que eventualmente efectúe la asegurada, [sic]
pueda ser repetido contra la aseguradora».

En virtud de ello, revocó las sentencias de 29 de octubre


de 2020 y 31 de octubre de 2022 proferidas por el Juzgado
Noveno Civil del Circuito de Medellín.

Establecido lo anterior, se advierte que, en suma, la

SCLAJPT-11 V.00
26
Radicación n.° 104791

autoridad accionada se refirió a las pólizas en un fragmento


de su sentencia y con base en ello estimó que:

i) Era claro que la aseguradora debía responder por


encontrarse vigentes al momento del siniestro.
ii) No había constancia de que la aseguradora
hubiera entregado el clausulado general a la
empresa asegurada.
iii) Conforme a las «reglas de interpretación
contractual» y a la «intención de los contratantes»,
era evidente que Seguros del Estado S.A. debía
indemnizar a Valeria Rivera, en los términos de la
póliza de responsabilidad civil contractual, y a los
«terceros», de acuerdo con la de responsabilidad
civil extracontractual.

Pues bien, de esta manera se observa que, si bien se


citaron apartes de las condiciones generales de la póliza, no
se profundizó en su examen ni mucho menos se analizaron
cuidadosamente las coberturas y exclusiones.

A este punto resulta necesario mencionar lo establecido


en cada documento1, así:

Póliza de seguro de responsabilidad civil contractual


para vehículos de servicio público pasajeros

Colectiva pasajero

[…]

No. Póliza

1 1 Archivo 03. 2018-00215 CUADERNO 3– Folios 28 a 46

SCLAJPT-11 V.00
27
Radicación n.° 104791

43-31-101091785

[…]

Vigencia
Desde las 24 horas del 20 05 2015 hasta las 24 horas del
20 05 2016

[…]

Datos del tomador


Nombres: Cooperativa Antioqueña de Transportadores
Ltda.

[…]

Datos del asegurado


Nombres: Cooperativa Antioqueña de Transportadores
Ltda.

[…]

Datos del beneficiario


Pasajeros ocupantes del vehículo o los de ley

[…]

Amparos

Muerte accidental 60 SMMLV


Incapacidad permanente 60 SMMLV
Incapacidad temporal 60 SMMLV
Gastos médicos 60 SMMLV

[…]

Amparo de perjuicios morales SÍ AMPARA


Amparo de lucro cesante del pasajero afectado SÍ AMPARA

[…]

Póliza de seguros de responsabilidad civil contractual a


pasajeros transportados en vehículos de servicio público

Registro 26/08/2010-1329-P-12-E-RCCPTP-032A-M2

Condiciones generales

Seguros del Estado S.A. […] asegura por la presente póliza


en consideración a las declaraciones que el tomador y/o
asegurado han hecho, los riesgos indicados en la carátula

SCLAJPT-11 V.00
28
Radicación n.° 104791

de la póliza, bajo las condiciones generales especificadas a


continuación:

[…]

3. Definición de amparos

[…]

3.2 Incapacidad permanente

La disminución irreparable, de la capacidad laboral del


pasajero, como consecuencia del accidente de tránsito del
vehículo del asegurado relacionado en la póliza, que se
manifieste dentro de los trescientos sesenta y cinco (365)
días calendario, contados a partir de la ocurrencia del
mismo.

3.3 Incapacidad temporal

Es la disminución transitoria de la capacidad de trabajo,


que impide al pasajero lesionado como consecuencia de un
accidente de tránsito del vehículo asegurado relacionado
en la póliza, desempeñar su actividad laboral normal.

[…]

3.7 Amparo de perjuicios morales

Para efectos de esta cobertura, Segurestado, se obliga a


indemnizar el perjuicio moral que sufra la víctima de una
lesión personal causada en accidente de tránsito del cual
resulte responsable civilmente el asegurado. Igualmente se
obliga a indemnizar los perjuicios morales que sufran, el
cónyuge, el (la) compañero (a) permanente, o sus hijos o en
ausencia de los hijos, los padres del fallecido, en accidente
de tránsito, del cual resulte responsable civilmente el
asegurado.

Parágrafo 1: se entiende por perjuicios morales para efectos


de esta póliza, la aflicción, los trastornos psíquicos, el
impacto sentimental o afectivo que sufra la víctima
reclamante cuando se trate de lesiones personales en
accidente de tránsito, o estas mismas aflicciones o
trastornos, en el cónyuge, el (la) compañero (a)
permanente, o sus hijos o en ausencia de los hijos, los
padres del fallecido en accidente de tránsito.

Parágrafo 2: Segurestado, indemnizará los perjuicios


morales, única y exclusivamente cuando se generen
perjuicios materiales al beneficiario de la respectiva
indemnización. En el evento de no ocasionarse estos

SCLAJPT-11 V.00
29
Radicación n.° 104791

últimos, Segurestado, no reconocerá suma alguna como


indemnización por perjuicios morales, pues esta cobertura
no opera automáticamente.

Parágrafo 3: el límite máximo de responsabilidad de


Segurestado, en caso de indemnización por perjuicios de
orden moral, será del 25% del valor asegurado para el
amparo básico de esta póliza, en el entendido que no se
trata de una suma asegurada adicional, siendo el límite
total de la responsabilidad de Segurestado, por los daños
materiales y morales el asegurado pactado en la carátula
de la póliza.

El valor límite máximo asegurado para cada amparo se


determinará el SMMLV […] para la fecha de ocurrencia del
siniestro.

[…]

Póliza de seguro de responsabilidad civil extracontractual


vehículos de servicio público
pasajeros

Colectiva pasajero

[…]

No. Póliza
43-30-101083802

[…]

Vigencia
Desde las 24 horas del 20 05 2015 hasta las 24 horas del
20 05 2016

[…]

Datos del tomador


Nombres: Cooperativa Antioqueña de Transportadores
Ltda.

[…]

Datos del asegurado


Nombres: Cooperativa Antioqueña de Transportadores
Ltda.

[…]

SCLAJPT-11 V.00
30
Radicación n.° 104791

Datos del beneficiario


Terceros afectados o los de ley

[…]

Amparos

Danos a bienes de terceros 160 SMMLV


Muerte o lesiones corporales a una persona160 SMMLV
Muerte o lesiones corporales
a dos o más personas 320 SMMLV

[…]

Amparo de perjuicios morales SÍ AMPARA


Amparo de lucro cesante del tercero afectado SÍ AMPARA

[…]

Póliza de responsabilidad civil extracontractual para


transportadores de pasajeros en vehículos de servicio
público

Registro 26/08/2010-1329-P-12-E-RCETP-031A-M2

Condiciones generales

Seguros del Estado S.A. […] asegura por la presente póliza


en consideración a las declaraciones que el tomador y/o
asegurado han hecho, los riesgos indicados en la carátula
de la póliza, bajo las condiciones generales especificadas a
continuación:

[…]

2. Exclusiones

[…]

2.8 Las lesiones o muerte a pasajeros y al conductor del


vehículo del asegurado relacionado en la póliza y en
general, la responsabilidad civil contractual del
asegurado.

[…]

3. Definiciones de amparo

3.1. Responsabilidad civil extracontractual

Segurestado cubre la responsabilidad civil


extracontractual en que de acuerdo con la legislación
colombiana, incurra el asegurado nombrado en la carátula

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Radicación n.° 104791

de la póliza, proveniente de un accidente o serie de


accidentes de tránsito emanaos de un solo acontecimiento
ocasionado por el (los) vehículo (s) descrito (s) en esta
póliza, conducido (s) por el asegurado o por cualquier
persona autorizada expresamente por él, dentro del
territorio nacional, hasta por la suma asegurada
estipulada en la presente póliza.

[…]

(Negrilla de la Sala).

Ahora bien, es sabido que la jurisprudencia ha


identificado causales de procedibilidad genéricas y
específicas que deben cumplirse para que la acción de tutela
se abra camino respecto de decisiones judiciales, de manera
tal que el simple disenso no da mérito a la concesión de la
protección constitucional.

Siguiendo la línea de lo dicho, es evidente la


confirmación de la decisión emitida por la homóloga civil por
cuanto saltan a la vista los yerros que la sociedad accionante
le endilgó al Tribunal y que configuraron es, defecto fáctico y
decisión sin motivación.

Ello, por lo siguiente. En cuanto al defecto fáctico, se


tiene que, en virtud de los dispuesto en las exclusiones de las
condiciones generales, «registro 26/08/2010-1329-P-12-E-
RCETP-031A-M2», de la póliza de «responsabilidad civil
extracontractual vehículos de servicio público pasajeros» n.°
43-30-101083802, esta no cubría «las lesiones o muerte a
pasajeros […] y en general, la responsabilidad civil
contractual del asegurado».

Entonces, era claro que, si esta no era aplicable al caso

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32
Radicación n.° 104791

de Valeria Rivera, por estar cubierta por la póliza de


responsabilidad civil contractual n.° 43-31-101091785,
menos iba a beneficiar a sus familiares, pues, se itera, la
póliza de responsabilidad civil extracontractual aseguraba a
los «terceros afectados o los de ley», calidad que no
ostentaban Hugo Alberto Valencia Causil, Claudia Amparo
Agudelo García, Jhon Jairo Rivera González, Yudy Vanessa y
Jhon Ángel Rivera Agudelo.

Por tanto, para esta Sala no queda duda que la


autoridad fundó su determinación en una valoración
superficial y parcializada de las pruebas.

De haberlo hecho de manera correcta, hubiera


considerado las exclusiones aplicables respecto de las
«víctimas indirectas» y, con ello, la procedencia o no de
aquellas coberturas contempladas para la responsabilidad
civil contractual y extracontractual, así como los montos de
los valores a indemnizar; temática que sí fue abordada en
primera instancia.

Por otro lado, al referirse a las «excepciones de mérito


declaradas por la a quo», el juez de apelaciones indicó que la
inexistencia de la constancia de entrega del clausulado
general a la asegurada, en los términos del numeral 3.° del
artículo 37 de la ley 1480 de 2011, daba lugar a la «sanción
por ineficacia».

No obstante, al reflexionar en tal sentido pretermitió la


oportunidad en favor de la llamada en garantía para

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33
Radicación n.° 104791

controvertir tal postulado, hecho que configura, además, la


vulneración a su debido proceso.

Por último, en cuanto a la falta de motivación reclamada


por la sociedad tutelante, esta Sala coincide con el criterio
del a quo constitucional.

Lo anterior, en razón a que, si bien Seguros del Estado


S.A. no apeló las decisiones de 29 de octubre de 2020 y 31
de octubre de 2022, al analizar los reparos de los recurrentes,
el Tribunal debió considerar las excepciones planteadas por
la aseguradora; sin embargo, lo pasó por alto pese a que con
su decisión afectó la póliza de responsabilidad civil
extracontractual y, con ella, los intereses de la libelista.

Así las cosas, para esta Magistratura no es de recibo el


argumento de la recurrente según el cual la Sala Civil del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Medellín no lesionó
los derechos alegados, por cuanto, como quedó demostrado,
sí hubo una valoración inadecuada de las pruebas y se
incurrió en una decisión con falta de motivación, conforme a
lo explicado en precedencia.

Finalmente, en cuanto a la impugnación formulada por


Esteban Aguirre Henao, quien dijo ser «apoderado judicial» de
Jhon René Urrego Hoyos, se tiene que revisadas la
documental solo se identificó el mandato otorgado para el
proceso ordinario2, respecto del cual no puede entenderse

2 Archivo 01. EXPEDIENTE PPAL 2018-00215 – Folio 394

SCLAJPT-11 V.00
34
Radicación n.° 104791

que otorgue la facultad suficiente para la defensa dentro del


presente mecanismo, dado que uno y otro distan de su
naturaleza y trámite. Así las cosas, sus argumentos no serán
tenidos en cuenta en esta instancia.

En ese orden, se insiste, debieron estudiarse la


totalidad de las pruebas que componen el expediente y
fundamentarse las razones de la decisión de segunda
instancia, por lo que habrá de confirmarse el fallo
impugnado, por las razones expuestas en la parte motiva.

V. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia,


Sala de Casación Laboral, administrando justicia en nombre
de la República y por autoridad de la ley,

RESUELVE:

PRIMERO: CONFIRMAR el fallo impugnado, por las


razones expuestas en la parte motiva de esta decisión.

SEGUNDO: NOTIFICAR a los interesados


telegráficamente o por cualquier otro medio expedito.

TERCERO: REMITIR el expediente a la Corte


Constitucional para su eventual revisión.

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Notifíquese y cúmplase.

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