Autonomismo
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Autonomismo
Al llegar el fin de la década de los setenta, esta posición influenciaría posteriores que
tomarían más diversidad al incorporar nuevas luchas, como las de los migrantes o las de
mujeres y tendría nuevas expresiones, como las de los centros sociales y la okupación y
ya en la década de 2000 la iniciativa renovadora del primero de mayo tradicional
conocida como MayDay o en América Latina el neozapatismo, alejándose de esta
manera, del tradicional sujeto revolucionario, al menos perdiendo éste su explisividad.
En todo caso, hay que tomar en cuenta que la crítica al sobreénfasis o en sí la
identificación del sujeto privilegiado revolucionario como la clase obrera ha existido
siempre dentro del socialismo. Se podría decir que el anarquismo promueve las
posiciones autonomistas en forma más constante que el marxismo aunque es claro que
muchos que se identifican como "autónomos" no se adhieren al anarquismo o tampoco
necesariamente al marxismo. Así mismo existen algunos anarquistas que se adhieren a
las posiciones y movimientos autónomos.
Tabla de contenidos
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1 Antecedentes antes de la década de los sesenta
2 Los sesenta y setenta: la crítica a los partidos comunistas y las revueltas obreras
y estudiantiles
3 La influencia de la Internacional Situacionista
4 El movimiento autónomo en Italia y su legado teórico
5 El desarrollo teórico del operaísmo y autonomismo italianos
6 El movimiento autónomo en Francia y Alemania
7 Autonomismo en América Latina
8 Autonomismo, movimiento alterglobalización y la multitud
9 Véase también
10 Enlaces externos
A inicios del siglo XX las posiciones de comunismo consejista avanzaban como crítica
a la subordinación de los sindicatos a las líneas partidistas. Importantes teóricos de esta
línea de pensamiento son Anton Pannekoek y Otto Rühle, los cuales oponen al
comunismo de partido el de los consejos obreros, es decir la forma de autoorganización
obrera (los soviets) de los primeros momentos de la Revolución Rusa y de la
Revolución Alemana, que en su opinión eran la forma natural y plenamente democrática
de organización de la clase obrera consciente de su papel histórico. En estos consejos
los trabajadores elegían a sus propios representantes de entre sus filas como delegados
revocables en cualquier momento. Esta línea fue denunciada por Lenin y en alguna
forma anticipada y animada por los escritos de Rosa Luxemburgo.
Estas posiciones influenciarían posteriores aportes, como los de Antonio Gramsci con
respecto a los consejos obreros así también como las de Amadeo Bordiga, el cual es
usualmente asociado con la línea de la Izquierda comunista. Antes, durante y después de
la Segunda Guerra Mundial, la crítica izquierdista a los partidos comunistas
tradicionales sería más visible en manos del trotskismo, aunque este no cuestionó el
vanguardismo ni la idea de partido único dirigista, y en tanto se mantuvo dentro del
espectro del leninismo, aunque sí denunció el electoralismo y el burocratismo de los
Partidos Comunistas tradicionales.
Sería importante mencionar también a grupos disidentes del trotskismo como fue en
Francia Socialismo o barbarie, liderado por Cornelius Castoriadis, planteando un
alejamiento del marxismo estatista o leninista (estalinismo, trotskismo, maoísmo); la
revista del mismo nombre existió hasta comienzos de la década de los sesenta. Por otro
lado en EEUU existió en esta época la llamada Tendencia Johnson-Forest asociable con
teóricos como C.L.R. James, Raya Dunayevskaya y Grace Lee Boggs. Estos así mismo
se distanciaron del trotskismo estadounidense después de militar en él. Al igual que
Socialismo o Barbarie, la Tendencia Johnson-Forest se distanció del troskismo en torno
al debate sobre la naturaleza de la Unión Soviética al igual que por prácticas internas
dentro de los partidos trotskistas. Los escritos de estas tendencias influenciarían a las
posiciones de marxismo libertario en los sesenta.
El fin de los años sesenta vería una revuelta estudiantil de alcance global. Es famosa la
revuelta estudiantil del Mayo del '68 en Francia. También habría que considerar las
revueltas en países como EEUU, Alemania, Bélgica y Japón. En el contexto de la
Primavera de Praga en Checoslovaquia estudiantes fueron actores principales de los
acontecimientos, así como en Polonia y Yugoslavia. En el contexto latinoamericano son
famosos los eventos de la matanza de Tlatelolco, en la cual estudiantes en la Ciudad de
México fueron acribillados por el Ejército mexicano. En particular es interesante notar
que dentro del movimiento estudiantil mexicano de esa época existían algunas
corrientes de pensamiento de marxismo libertario y freudomarxismo influidas
pensadores de la Escuela de Franckfurt, en particular Herbert Marcuse. También en
Argentina, especialmente en la revuelta del Cordobazo, los estudiantes tuvieron
protagonismo esencial.
Lo que puede unir a estas luchas tan distantes en el globo es en algunos casos la crítica a
las concepciones y práctica de la izquierda tradicional por parte de estudiantes
radicalizados con un discurso más libertario que la izquierda marxista clásica y en
algunos casos articulado a nociones de freudomarxismo, de relecturas de marxistas
heterodoxos antes mencionados o de profundización del concepto de la alienación.
Ya a fines de la década del sesenta estaban activos dos grupos de obreros organizados
bajo esta perspectiva. Por un lado estaba Lotta Continua, liderado por Adriano Sofri y
Potere Operaio, liderado por Antonio Negri, Franco Piperno, Oreste Scalzone, y
Valerio Morucci. Estos desarrollaron reflexiones y prácticas de acción directa frente a
los patrones y el estado en algunos casos reminiscentes del anarcosindicalismo.
El movimiento estudiantil autónomo apareció con fuerza desde 1966 y realizaba varias
acciones directas como revueltas, ocupaciones de edificios universitarios y otras
medidas, como el rehusarse a pagar por servicios públicos como transporte, la
electricidad, gas, renta y comida. Muchos enfrentamientos ocurrieron entre los
estudiantes y la policía durante las ocupaciones de universidades en el invierno de 1967-
1968, durante las ocupaciones obreras de Fiat en marzo de 1968, y en Roma durante la
"Batalla de Valle Giulia". El contenido básico de estas acciones era desafiar
abiertamente las formas del capitalismo así como la propaganda por el hecho. Las
organizaciones como Potere operaio y Lotta continua desaparecieron a comienzos y
mediados de los setenta. El periódico Lotta continua siguió existiendo hasta 1982.
"Pensemos en las radios libres italianas de los años '70. En aquellos años en Italia existía un
monopolio estatal de la telecomunicación y estaba prohibida la emisión privada. La izquierda
política, en especial el PCI, denunciaba a los activistas mediáticos de Radio Alice a los que
acusaba de romper el sistema público de comunicación y de abrir así el camino a los medios
privados. ¿Hay que pensar que tenía razón la izquierda estatista que se oponía a al proliferación
comunicativa en nombre de la defensa del sistema público? No lo creo así. Creo que la
izquierda tradicional se equivocaba por varias razones. Ante todo, porque el fin del monopolio
público estaba ya inscrito en la evolución de la tecnología de la comunicación. En segundo
lugar, porque la libertad de expresión es mejor que la centralización estatal de los medios. En
ese momento la izquierda representaba una fuerza de conservación estatista, tanto en Italia
como en los países del Este de Europa". Bifo, ¿Qué significa hoy autonomía?
La dispersión del movimiento a mediados de los setenta fue corregida entre 1976 y 1978
por el nuevo movimiento conocido como Autonomía Operaria. En este siguieron
participando figuras más antiguas como Oreste Scalzone, Franco Piperno, Antonio
Negri y Franco Berardi, también conocido como "Bifo" (en la Radio Alice). El
movimiento se puso activo especialmente en 1977 después del asesinato por parte de la
policía del miembro de Lotta Continua Francesco Lo Russo en Bolonia. Este evento
causo una serie de demostraciones en toda Italia. La universidad de Bolonia y La
Sapienza de Roma fueron ocupadas por el movimiento de estudiantes. La dura represión
estatal fue denunciada desde Francia por intelectuales simpatizantes del movimiento
como Michel Foucault, Jean-Paul Sartre, Gilles Deleuze y Félix Guattari, los cuales
también se opusieron a la crítica del Partido Comunista Italiano de la ocupación de la
universidad de Bolonia. En este tiempo el PCI estaba promoviendo su nueva política de
eurocomunismo y el llamado "Compromiso histórico" con la Democracia Cristiana.
Habría que tomar también en cuenta otras corrientes que participaron en las revueltas de
1977, o lo que se ha llegado a llamar el movimiento del '77. Por un lado este fue
protagonizado por el grupo Indiani Metropolitani, el cual recuperaba los aportes del
situacionismo, el dadaísmo y el happening en la lucha. Por otro lado está el sector que
decidió tomar las armas, como fue el caso de las Brigadas Rojas, las cuales se hicieron
internacionalmente famosas por el secuestro y asesinato del diputado democristiano
Aldo Moro.
Tras este incidente los grupos autónomos sufrieron una oleada represiva que terminó
encarcelando a muchos de los militantes, como fue el caso del mismo Antonio Negri, el
cual fue acusado de participar en el plan que asesinó a Aldo Moro. Esta oleada represiva
debilitó mucho al movimiento. Este terminó influenciando a nuevos militantes jóvenes
en los ochenta y noventa, sobre todo en el movimiento de Centros Sociales y en el de
sindicalismo de base. El movimiento autónomo italiano actual también participa en el
movimiento de migrates y desempleados. En mucho gira actualmente alrededor de los
Centros sociales. Organizaciones que ganaron notoriedad después de los eventos de la
cumbre del G8 en Génova son Tute Bianche y la Asociación Ya Basta.
En tanto pues emergen algunos conceptos importantes y una línea argumentativa que
habría que considerar (las cursivas no están en el texto original):
"La teorización política radical más significativa de este periodo tuvo que ver con la autonomía
emergente de la clase trabajadora respecto al capital, el poder de esta clase para generar y
sostener formas sociales y estructuras de valoración independientes de las relaciones de
producción capitalista y, análogamente, la autonomía potencial de la fuerza social del dominio
del Estado. Uno de los eslóganes principales del movimiento fue "el rechazo del trabajo", que
no significaba un rechazo de la actividad creativa o productiva, sino más bien un rechazo del
trabajo dentro de las relaciones de producción determinadas del capital. El anticapitalismo de
los grupos de trabajadores y estudiantes se traduce directamente en una oposición generalizada
al Estado, a los partidos tradicionales y a los sindicatos institucionales". Michael Hardt, El
laboratorio Italiano
"La teoría política que emergía de estos movimientos intentaba formular nociones democráticas
alternativas de poder e insistía sobre la autonomía de lo social contra el dominio del Estado y el
capital. La autovaloración era el concepto principal que circulaba en el movimiento, y se refería
a las formas sociales y las estructuras de valorización que eran relativamente autónomas y
suponían una alternativa efectiva a los circuitos de valorización capitalista. La autovaloración
era considerada la piedra sobre la cual construir una nueva forma de socialidad, una nueva
sociedad. Michael Hardt, El laboratorio Italiano
Así pues:
"...que la vida social no depende sólo de la regulación disciplinar impuesta por el poder
económico, sino también de los desplazamientos, los deslizamientos y las disoluciones que
constituyen el proceso de autocomposición de la sociedad viva. Lucha, retirada, alienación,
sabotaje, líneas de fuga del sistema de dominio capitalista. Ese es el significado de la expresión
"rechazo del trabajo". Rechazo del trabajo significa muy sencillamente: "no quiero ir a trabajar
porque prefiero dormir". Esta pereza es la fuente de la inteligencia, de la tecnología y del
progreso. Autonomía es la autorregulación del cuerpo social, en su independencia y en sus
interacciones con la norma disciplinar. Bifo, ¿Qué significa hoy autonomía?
La situación fue muy diferente en Francia que en Italia después de 1968. Mientras que
las revueltas obreras fueron constantes hasta los setenta en Italia, en Francia estas fueron
casi inexistentes. De todas formas el movimiento y la reflexión del autonomismo
italiano influencio en Francia en formas diversas. Así pues tenemos la publicación
llamada Matériaux pour l'intervention (1972-1973) de Yann Moulier-Boutang, un
economista francés cercano a Antonio Negri. Esto conduciría a la creación del grupo
Camarades (1974-78) por Moulier-Boutang. Junto con otros, Moulier-Boutang se uniría
al Centre International pour des Nouveaux Espaces de Liberté (CINEL), fundado tres
años antes por Félix Guattari, y daría refugio a 300 activistas italianos en Francia
acusados de terrorismo.
En los noventa y 2000 ha estado envuelto en las luchas de los migrantes (Collective Des
Papiers pour tous (1996) y Collectif Anti-Expulsion (1998-2005)), de los desempleados
(Travailleurs, Chômeurs, et Précaires en colère TCP), y l'Assemblée générale des
chômeurs de Jussieu ("Asamblea General de los desempleados de Jussieu"). También se
envolvió en las luchas del movimiento antiglobalización. Algunas publicaciones
importantes son Quilombo (1988-1993), Apache (1990-1998), Tic-Tac (1995-1997),
Karoshi (1998-1999), and Tiqqun (1999-2001).
Alemania
En Alemania, el término Autonome se usó a fines de los años setenta para llamar a los
sectores más radicales de la izquierda y en algunos casos a los sectores anarquistas y
anarco-comunistas. Estos movimientos participaban en acciones como las en contra de
las plantas nucleares de energía (Brokdorf 1981, Wackersdorf 1986) y en las en contra
de la construcción de aeropuertos (Frankfurt 1976-1986). El movimiento okupa también
fue muy activo desde los sesenta y en este participaban los autonome.
Así pues esta cultura se expresó en algunas secciones del movimiento estudiantil
latinoamericano a partir de la década de los ochenta. En eventos como las revueltas
contra la dictadura de Pinochet en Chile, las acciones eran coordinadas en forma más en
red y el vanguardismo de la izquierda tradicional pesaba poco. En estas acciones
participaban movimientos estudiantiles, barriales, o de trabajadores. Similares
situaciones se dieron en las luchas contra las dictaduras de los setenta y ochenta pero la
mayor atención y liderazgo lo tenían la izquierda tradicional y las guerrillas marxistas-
leninistas, como el FPMR, de Chile, Sendero Luminoso, de Perú, o el FMLN, el FSLN
y la UNRG en América Central.
Un quiebre importante tanto en las formas como en la teoría se dio con la caída del
Muro de Berlín. La situación llamaba al replanteamineto de las tácticas y las formas
fuera del vanguardismo, el burocratismo y el autoritarismo. El movimiento más
importante que influenció una línea política más autónoma y libertaria fue el EZLN
cuando se alzó en armas públicamente, el 1ero de enero de 1994, justo cuando se ponía
en práctica el TLCAN. Este se planteó como un movimiento de resistencia más que uno
de toma del poder, así como uno con base social en las comunidades indígenas de el
estado mexicano de Chiapas. Esto significaba un quiebre significativo con las formas
del marxismo-leninismo clásico. La cultura política del EZLN comenzó a influenciar a
movimientos estudiantiles y de todo tipo en México así como motivó la solidaridad y la
adhesión de una gran diversidad de movimientos sociales en la iniciativa conocida como
Frente Zapatista de Liberación Nacional o FZLN.
Aquí pues se dio un interesante encuentro entre realidades muy diferentes a través de
perspectivas similares de la lucha y el cambio social revolucionario. Pero en forma
todavía más importante lo que se comenzaba a dar aquí es tal vez los inicios del
movimiento alterglobalización, el cual despegaría sobre todo después de las
Manifestaciones contra la cumbre de la OMC en Seattle, en 1999. Los encuentros
zapatistas internacionales fueron quizás las primeras iniciativas de este movimiento de
carácter global.
"La influencia del zapatismo puede rastrearse en buena parte de los movimientos juveniles y
estudiantiles de todo el continente; existe fuerte empatía entre los movimientos indígenas
continentales y el zapatismo, sin duda, porque comparten una misma cosmovisión; por el
contrario, fuera de estos espacios, el impacto del zapatismo no es tan evidente, aunque la crisis
de las izquierdas partidarias y las dificultades que atraviesa el movimiento popular han
convertido al EZLN en un referente necesario, aunque aún lejano. En líneas generales, las
huellas que va dejando el zapatismo en América Latina son más visibles en el movimiento
social argentino que emergió en las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001 que en el resto
del continente. Quizá, por tratarse del más reciente, menos institucionalizado y más abierto de
los movimientos que recorren la región.
Vale la pena destacar que buena parte de los referentes de la Coordinadora Aníbal Verón son
jóvenes que se formaron en lecturas zapatistas, cuando a mediados de los noventa los
comunicados del subcomandante Marcos cautivaban a los jóvenes, desde los estudiantes
universitarios hasta los desocupados de barrios marginales. Una de las peculiaridades del caso
argentino respecto al zapatismo es la identificación de un sector del público roquero, y de las
bandas de rock, con Marcos y el EZLN.
Desde mediados de los noventa, gracias al doble influjo de la experiencia zapatista y de las
nuevas culturas juveniles, fue ganando terreno la idea de horizontalidad. En un principio, se
trataba de un rechazo visceral de las prácticas centralistas y jerárquicas de la izquierda y los
sindicatos. Puesta a andar, la propia horizontalidad fue ganando espacios, expandiéndose, y
terminó enriqueciendo la vida cotidiana de grupos de mujeres, de jóvenes y cada vez más de
desocupados y campesinos. Merece destacarse el caso de la organización HIJOS (de
desaparecidos por la dictadura) de Argentina. La profundidad de sus definiciones corre pareja
con la profundidad de sus acciones: en pocos años se ganaron el respeto del conjunto del
movimiento popular, de los medios y los intelectuales y, sobre todo, consiguieron que la acción
que los caracteriza, el “escrache” (concentración frente al domicilio de un genocida para que lo
conozca toda la comunidad), haya sido adoptada por amplias franjas de la sociedad en los
períodos de mayores movilizaciones.
Detenerse en la experiencia de HIJOS supone iluminar un forma de pararse en las luchas
sociales muy similar a la del zapatismo. HIJOS se define como una “organización horizontal
con voluntad de consenso”. Ha hecho de la asimetría una seña de identidad: “No tiene sentido
referenciarnos todo el tiempo en el enemigo, y como el enemigo dice ‘blanco’ nosotros, para
combatir al sistema, debemos decir ‘negro’” (Situaciones, 2002a). No buscan que la justicia
castigue a los genocidas ni proponen siquiera un “castigo popular”, sino algo más profundo: que
cada barrio en el que viven sea su cárcel, que cada vecino su carcelero. Al apostar por el castigo
social buscan implicar (y lo hacen) al conjunto de las redes y organizaciones de cada lugar en
los “escraches”, de modo que trabajan durante meses con ellos, deslindando con los tiempos del
sistema y de los medios y atendiendo sólo los “tiempos interiores” del movimiento social. Los
resultados son sorprendentes: no sólo decenas de asambleas vecinales realizaron a lo largo de
2002 cientos de escraches a militares genocidas, sino que muchos debieron trasladarse, toda vez
que los vecinos les negaban el saludo y tenían grandes dificultades para comprar el pan y el
diario en el barrio. Para HIJOS, la horizontalidad y la reconstrucción de los lazos solidarios
destruidos por la dictadura son ejes tan importantes como el castigo a los genocidas. O sea,
cuestiones de principios
"El impacto del “no tomar el poder estatal” en el movimiento piquetero y asambleario, puede
verificarse de forma muy directa: Argentina es el país donde tanto las tesis de Holloway como
las del EZLN han traspasado las fronteras de la intelectualidad y la militancia para hacerse carne
en amplias franjas del movimiento social, contando con una difusión inusitada en otros países
latinoamericanos".
Pero era claro que en la cultura de los nuevos militantes jóvenes radicales
latinoamericanos también pesaban la influencia de movimientos de masas como el MST
brasileño o los movimientos indígenas como la CONAIE en Ecuador y posteriormente
los movimientos argentinos que tomaron visibilidad después del argentinazo o los
movimientos indígenas, campesinos y barriales de Bolivia. Estos movimientos en
alguna u otra forma mostraban alternativas reales al vanguardismo, burocratismo y
dogmatismo de la izquierda marxista-leninista tradicional o al electoralismo y
reformismo de la socialdemocracia, en estas épocas tan afincada en posiciones
neoliberales light.
En algunos países en los años 2000 en América Latina se comenzó a ensayar en forma
importante experiencias alrededor de okupas y centros sociales así como ya existían
desde décadas anteriores experiencias de Radio libre. Esto espacios suelen tener una
marcada tendencia juvenil cuando son urbanos y en ellos coexisten la subculturas
juveniles radicales junto con la militancia autónoma anticapitalista. En las experiencias
de Radio libre de movimientos rurales como las emisoras de radio del EZLN los
contenidos son diferentes aunque las características de medios de comunicación
alternativos se mantengan.
A la mitad de los años 2000 la entrada de los gobiernos progresistas de centro izquierda
causo que algunos sectores de movimientos sociales previamente autónomos entren
dentro de la esfera de influencia y liderazgo de estos. El debate en el area presenta
nuevas condiciones a considerar y en este inclusive a decidido tomar parte Antonio
Negri con su libro escrito con Giuseppe Cocco titulado GlobAL: Biopoder y luchas en
una América Latina globalizada. En este él propone un conflicto entre el "gobierno de
la interdependiencia" y el “bloque biopolítico” del capital. Este último se podría
entender como el imperialismo y el primero el bloque de gobiernos y movimientos
sociales progresistas latinoamericanos actuando en creciente conciencia de
interdependencia en la lucha.
Desde otros sectores asociables al autonomismo las perspectivas han sido analizadas
menos entusiastamente que las que el "gurú" teórico del autonomismo italiano Antonio
Negri realiza en GlobAL. Así pues el uruguayo Raul Zibechi ha manifestado que "hasta
ahora, sólo los movimientos sociales tienen experiencias concretas de construcción de
contrapoderes o, si se prefiere, de poderes no estatales, que no son calco y copia del
centralismo estatista. En algunos países, de modo muy particular en Bolivia y Ecuador,
existen potentes movimientos desde mucho antes de la llegada a palacio de Evo Morales
y Rafael Correa. Ahí pueden –sólo pueden- consolidarse y expandirse experiencias que
hasta ahora se han verificado a escala local y territorial, experiencias puntuales si se
quiere, pero que pueden marcar el rumbo de formas de hacer –que de eso se trata-
diferentes a las ya conocidas. Falta por ver si el aparato estatal, en manos ahora de
personas afines a los movimientos, puede representar un paso adelante en la expansión
de estas experiencias o, como ha sucedido en tantas otras ocasiones, su ocaso, ya sea por
la vía de la cooptación o de la aniquilación burocrática". Para más profundización sobre
el debate alrededor de este tema chequear:
"América latina está viviendo el momento de una ruptura" por Toni Negri y
Giuseppe Cocco
Movimiento social y poder estatal: relaciones peligrosas por Raul Zibechi
Hacia una nueva agenda continental, por Raúl Zibechi
Gobierno-Cogobierno-Autogobierno = Representación-Desrepresentación-
Autoexpresión por colectivo NPH
En el caso del concepto de multitud lo que se quería denotar es una nueva subjetividad
diversa que ya no se ajusta a la clásica diada marxista de burguesía-proletariado. Esta se
encuentra determinado por la nueva cultura informatizada y comunicacional del
capitalismo contemporáneo en lo que se llegó a denominar general intellect, o aquella
inteligencia colectiva que al mismo tiempo que hacia trabajar al sistema también podía
encontrar espacios de autonomía y provocar poderosos actos de desobediencia civil y
acción directa de masas. En el caso latinoamericano esto podía explicar en mucho las
circunstancias que terminaron en eventos como las masivas destituciones de presidentes
en Venezuela (Caracazo 1989) Argentina (argentinazo 2001), Ecuador (1997, 2000,
Rebelión de los forajidos 2004) o Bolivia (Guerra del Gas 2003, 2005); o en Madrid,
España la masiva salida a las calles de ciudadanos tras los Atentados del 11 de marzo de
2004 que terminaron causando la salida de la presidencia de España de Jose Maria
Aznar; y la oleada de manifestaciones globales contra la invasión de Iraq de 2003, estas
últimas tal vez las más grandes de la historia de la humanidad.
Desde las teorías de Negri y Virno el éxodo (política) se propone como la posibilidad de
renuncia de las condiciones y formas de la opresión en el capitalismo y la democracia
parlamentaria y la huida hacia lo que se espere sean condiciones mejores. La condición
de multitud y el general intellect posibilitaba esto en formas en algunos casos sin
precedentes. Desde la teorización autonomista de la autovaloración de los sectores
subalternos, estos conceptos son propuestos para entender las formas de lucha dentro
del posfordismo. Desde las posiciones teóricas de John Holloway, se puede entender
estas rebeliones como "grietas" en la pared que erigió la modernidad y así la revolución
sería un proceso continuo de destrucción de esa pared a través de la profundización y
engrandecimiento de estas "grietas".
General Intellect
Multitud
Posfordismo
Biopolítica
Trabajo inmaterial
Éxodo (política)
Política prefigurativa
Movimientos y temas relacionados:
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Autogestión
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Izquierda comunista
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Marxismo libertario
Operaísmo
Neozapatismo
Anarquismo
Situacionismo
Paolo Virno
Antonio Negri
Mario Tronti
Bifo
John Holloway
Organizaciones
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