Autonomismo

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Autonomismo

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El autonomismo, movimientos autónomos, o autonomistas es una corriente política


dentro del anticapitalismo surgida desde la izquierda política y es en algunos casos parte
de las interpretaciones de un marxismo libertario, que promueve un desenvolvimiento
democrático y socializante del poder político, la democracia participativa, y una
constante adecuación de las estrategias y tácticas a las realidades concretas de cada
espacio.

Se caracteriza por criticar y evitar el vanguardismo y el burocratismo de los partidos y


los sindicatos de izquierda clásicos así como la influencia del estado y del capitalismo.
Esto apunta a analizar, criticar y evitar en la vivencia la determinación de las estructuras
de poder de la sociedad capitalista y estatal para así crear una autodeterminación de la
vida que se base en la capacidad positiva y productiva de los sectores subalternos dentro
de la modernidad y así también determinar a la sociedad.

Sus partidarios suelen ser llamados "autónomos" o "autonomistas". También existe la


tendencia importante de enfatizar la política prefigurativa, o aquella que en acción ya
contiene las formas sociales que desea sean la norma de la sociedad. Así también la idea
relacionada de la posibilidad de experimentación social y rebeldía en el ahora y por
ende la crítica a las visiones que miran al mundo mejor solo capaz de hacerse realidad
después de realizar la revolución.

Tiene antecedentes importantes en posiciones de marxismo libertario como el


comunismo consejista y la izquierda comunista así como en el anarquismo,
anteriormente se identificaba como operaísmo. Después de las revueltas europeas de
fines de los sesenta emergería la posición autónoma con más fuerza liderada por
movimientos de trabajadores y de estudiantes que se rebelaban contra el vanguardismo
y burocratismo de los partidos comunistas.

Al llegar el fin de la década de los setenta, esta posición influenciaría posteriores que
tomarían más diversidad al incorporar nuevas luchas, como las de los migrantes o las de
mujeres y tendría nuevas expresiones, como las de los centros sociales y la okupación y
ya en la década de 2000 la iniciativa renovadora del primero de mayo tradicional
conocida como MayDay o en América Latina el neozapatismo, alejándose de esta
manera, del tradicional sujeto revolucionario, al menos perdiendo éste su explisividad.
En todo caso, hay que tomar en cuenta que la crítica al sobreénfasis o en sí la
identificación del sujeto privilegiado revolucionario como la clase obrera ha existido
siempre dentro del socialismo. Se podría decir que el anarquismo promueve las
posiciones autonomistas en forma más constante que el marxismo aunque es claro que
muchos que se identifican como "autónomos" no se adhieren al anarquismo o tampoco
necesariamente al marxismo. Así mismo existen algunos anarquistas que se adhieren a
las posiciones y movimientos autónomos.
Tabla de contenidos
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 1 Antecedentes antes de la década de los sesenta
 2 Los sesenta y setenta: la crítica a los partidos comunistas y las revueltas obreras
y estudiantiles
 3 La influencia de la Internacional Situacionista
 4 El movimiento autónomo en Italia y su legado teórico
 5 El desarrollo teórico del operaísmo y autonomismo italianos
 6 El movimiento autónomo en Francia y Alemania
 7 Autonomismo en América Latina
 8 Autonomismo, movimiento alterglobalización y la multitud
 9 Véase también

 10 Enlaces externos

Antecedentes antes de la década de los sesenta [editar]


Las posiciones dentro del movimiento socialista del siglo XIX ya eran muy variadas si
uno mira las diferencias de enfoques y planteamientos entre pensadores más libertarios,
como Charles Fourier, o aquellos más tendientes al tecnocratismo, como Henri de Saint-
Simon. La división en la Primera Internacional de los trabajadores a mediados de ese
siglo se dio entre anarquistas y marxistas alrededor del tema de la autonomía y
descentralización vs. la centralización. Así también los temas de la toma del estado y la
participación electoral fueron puntos importantes de conflicto. Estos debates seguirán
ocurriendo dentro del socialismo en general y el marxismo en particular.

Marxistas con planteamientos libertarios de democracia de base y organización de abajo


hacia arriba existieron desde el siglo XIX. Por ejemplo el marxista estadounidense
Daniel De León, en lo que en algunos casos ha sido llamado deleonismo, anticipó la
teoría de los consejos de trabajadores en las fábricas y en ciertos aspectos, como el
llamado a la acción directa de base y la huelga general, se acercó a planteamientos del
anarcosindicalismo, así ayudando a fundar el sindicato pro-libertario IWW. El
anarcosindicalismo alcanzaba su punto más alto de éxito alrededor de esta época
enfatizando la necesidad de autonomía frente al estado y las maquinarias políticas.

A inicios del siglo XX las posiciones de comunismo consejista avanzaban como crítica
a la subordinación de los sindicatos a las líneas partidistas. Importantes teóricos de esta
línea de pensamiento son Anton Pannekoek y Otto Rühle, los cuales oponen al
comunismo de partido el de los consejos obreros, es decir la forma de autoorganización
obrera (los soviets) de los primeros momentos de la Revolución Rusa y de la
Revolución Alemana, que en su opinión eran la forma natural y plenamente democrática
de organización de la clase obrera consciente de su papel histórico. En estos consejos
los trabajadores elegían a sus propios representantes de entre sus filas como delegados
revocables en cualquier momento. Esta línea fue denunciada por Lenin y en alguna
forma anticipada y animada por los escritos de Rosa Luxemburgo.

El anarquismo, por otro lado, continuaba enfatizando la línea autonomista y la pondría


en práctica con éxito en países como España o Italia en situaciones como el inmenso
sindicato libertario CNT o el llamado Biennio Rosso, respectivamente. En este último
las tomas masivas de fábricas y la formación de consejos obreros parecía realmente
anunciar la revolución en forma suficiente como para justificar a Mussolini y la entrada
al poder de su régimen fascista para así proteger al capitalismo.

Estas posiciones influenciarían posteriores aportes, como los de Antonio Gramsci con
respecto a los consejos obreros así también como las de Amadeo Bordiga, el cual es
usualmente asociado con la línea de la Izquierda comunista. Antes, durante y después de
la Segunda Guerra Mundial, la crítica izquierdista a los partidos comunistas
tradicionales sería más visible en manos del trotskismo, aunque este no cuestionó el
vanguardismo ni la idea de partido único dirigista, y en tanto se mantuvo dentro del
espectro del leninismo, aunque sí denunció el electoralismo y el burocratismo de los
Partidos Comunistas tradicionales.

Sería importante mencionar también a grupos disidentes del trotskismo como fue en
Francia Socialismo o barbarie, liderado por Cornelius Castoriadis, planteando un
alejamiento del marxismo estatista o leninista (estalinismo, trotskismo, maoísmo); la
revista del mismo nombre existió hasta comienzos de la década de los sesenta. Por otro
lado en EEUU existió en esta época la llamada Tendencia Johnson-Forest asociable con
teóricos como C.L.R. James, Raya Dunayevskaya y Grace Lee Boggs. Estos así mismo
se distanciaron del trotskismo estadounidense después de militar en él. Al igual que
Socialismo o Barbarie, la Tendencia Johnson-Forest se distanció del troskismo en torno
al debate sobre la naturaleza de la Unión Soviética al igual que por prácticas internas
dentro de los partidos trotskistas. Los escritos de estas tendencias influenciarían a las
posiciones de marxismo libertario en los sesenta.

El anarquismo y el anarcosindicalismo continuaron existiendo en esta época aunque en


forma menos fuerte que en décadas anteriores. Estos participaron en los debates en
torno a el Frente Popular, apoyado como estrategia antifascista por los Partidos
Comunistas clásicos, y así continuaban una tradición de crítica al vanguardismo y
electoralismo.

La llamada revolución húngara de 1956 evidenció el descontento de la clase obrera bajo


los regímenes del socialismo real de Europa oriental con respecto al burocratismo y
autoritarismo de ese sistema. Las tendencias de tinte libertario de la izquierda
revolucionaria europea usualmente apoyaron esta revuelta y en algunos casos inclusive
el trotskismo. El similar evento conocido como Primavera de Praga en 1968 provocó
parecidas reacciones.

Los sesenta y setenta: la crítica a los partidos


comunistas y las revueltas obreras y estudiantiles [editar]
En la mitad de los años sesenta la izquierda mundial se vio impactada por eventos como
las descolonizaciones y los movimientos de liberación nacional en el "tercer mundo".
Por otro lado en la China de Mao Tse Tung se impulsaba el proceso conocido como la
Revolución Cultural. Este movimiento se caracterizaba por querer criticar el
burocratismo y en mucho era llevado a la práctica por estudiantes radicalizados que
denunciaban a los viejos dirigentes del partido en sus prácticas burocráticas o en sus
privilegios. Aunque este movimiento se mantenía dentro del proyecto de partido único
dirigista y por tanto dentro del leninismo, de todas formas fue fuente de inspiración en
todo el mundo para una nueva generación de militancia revolucionaria que quería
renovar a la izquierda en lo que veía como estancamiento en las posiciones, sobre todo
de los Partidos Comunistas tradicionales y de la socialdemocracia.

El fin de los años sesenta vería una revuelta estudiantil de alcance global. Es famosa la
revuelta estudiantil del Mayo del '68 en Francia. También habría que considerar las
revueltas en países como EEUU, Alemania, Bélgica y Japón. En el contexto de la
Primavera de Praga en Checoslovaquia estudiantes fueron actores principales de los
acontecimientos, así como en Polonia y Yugoslavia. En el contexto latinoamericano son
famosos los eventos de la matanza de Tlatelolco, en la cual estudiantes en la Ciudad de
México fueron acribillados por el Ejército mexicano. En particular es interesante notar
que dentro del movimiento estudiantil mexicano de esa época existían algunas
corrientes de pensamiento de marxismo libertario y freudomarxismo influidas
pensadores de la Escuela de Franckfurt, en particular Herbert Marcuse. También en
Argentina, especialmente en la revuelta del Cordobazo, los estudiantes tuvieron
protagonismo esencial.

Lo que puede unir a estas luchas tan distantes en el globo es en algunos casos la crítica a
las concepciones y práctica de la izquierda tradicional por parte de estudiantes
radicalizados con un discurso más libertario que la izquierda marxista clásica y en
algunos casos articulado a nociones de freudomarxismo, de relecturas de marxistas
heterodoxos antes mencionados o de profundización del concepto de la alienación.

La influencia de la Internacional Situacionista [editar]


Habría que mencionar aquí al aporte reflexivo del situacionismo, el cual se inspiraba en
el comunismo consejista y en la reflexión en el tema de la alienación y la reificación.
Esta tendencia logró internacionalizarse y tendría influencia importante en los
movimientos autónomos de los setenta. Así las críticas principales a los partidos de
izquierda tradicionales, a las universidades, al sistema del capitalismo y al estado iban
hacia el burocratismo, el autoritarismo y la centralización de estas instituciones. El
legado principal para los movimientos autónomos de los setenta del situacionismo sería
la problematización de la vida diaria y su experiencia subjetiva y la no intermediación
en la resistencia y la lucha por parte de sindicatos partidos u otras entidades
burocráticas. Así en estos aspectos el situacionismo era tal vez la corriente más radical y
renovadora de las existentes dentro del mayo francés que también incluyo a diversos
tipos de marxismos-leninismos.

La discusión en torno a estos nuevos temas también llegó a penetrar a sectores de


obreros organizados. En el mayo del '68 los obreros franceses acompañaron en las
protestas a los estudiantes para después de lograr una alza salarial regresar al trabajo
normalmente, tal como mandó el Partido Comunista Francés. En Italia, en cambio las
revueltas obreras continuaron en forma importante hasta casi fines de la década de los
setenta y, como veremos, en muchos casos tomaran unos caminos teórico-prácticos a los
que se ha dado en llamar la línea del operaísmo.
El movimiento autónomo en Italia y su legado teórico
[editar]

La línea autonomista extraparlamentaria dentro de la izquierda comunista italiana


comenzó a tomar fuerza en la década de los sesenta. En ese entonces comenzaba a
hacerse más fuerte la insatisfacción de los comunistas obreros y estudiantes con la línea
política del Partido Comunista Italiano así como con los sindicatos cercanos a él o los
de la socialdemocracia. Estas posiciones motivaron cada vez más la autoorganización de
estos sectores.

Desde estas posiciones aparecieron reflexiones inspiradas en los escritos de Socialismo


o barbarie en Francia y la Tendencia Johnson-Forest de EEUU de décadas anteriores.
Estos escritos trataban de estudiar las vida de los trabajadores y las resistencias obreras
que incluían varias formas de acción directa. Estas influenciaron a revistas de reflexión
teórica militante como Quaderni Rossi, junto con su sucesor Classe Operaia, las cuales
fueron influenciales en el desarrollo de la perspectiva autónoma italiana. Estas dos
revistas fueron fundadas por Antonio Negri y Mario Tronti. La primera existió entre
1961 y 1965 y la segunda entre 1963 y 1966.

Ya a fines de la década del sesenta estaban activos dos grupos de obreros organizados
bajo esta perspectiva. Por un lado estaba Lotta Continua, liderado por Adriano Sofri y
Potere Operaio, liderado por Antonio Negri, Franco Piperno, Oreste Scalzone, y
Valerio Morucci. Estos desarrollaron reflexiones y prácticas de acción directa frente a
los patrones y el estado en algunos casos reminiscentes del anarcosindicalismo.

El movimiento estudiantil autónomo apareció con fuerza desde 1966 y realizaba varias
acciones directas como revueltas, ocupaciones de edificios universitarios y otras
medidas, como el rehusarse a pagar por servicios públicos como transporte, la
electricidad, gas, renta y comida. Muchos enfrentamientos ocurrieron entre los
estudiantes y la policía durante las ocupaciones de universidades en el invierno de 1967-
1968, durante las ocupaciones obreras de Fiat en marzo de 1968, y en Roma durante la
"Batalla de Valle Giulia". El contenido básico de estas acciones era desafiar
abiertamente las formas del capitalismo así como la propaganda por el hecho. Las
organizaciones como Potere operaio y Lotta continua desaparecieron a comienzos y
mediados de los setenta. El periódico Lotta continua siguió existiendo hasta 1982.

A mediados de los setenta comenzó a gestarse un importante movimiento de Radio libre


emprendido por los nuevos militantes autónomos. Entre las más importantes radios
estuvieron Radio Onda Rossa de Roma, Radio Alice de Bolonia, Controradio de
Florencia, Radio Sherwood de Padua y otras menores, en Italia. Las nuevas formas que
impulsaban los movimientos autónomos desafiaban las viejas estructuras y formas de la
izquierda tradicional. Así describe un participante en esos movimientos, el filósofo-
militante conocido como Bifo:

"Pensemos en las radios libres italianas de los años '70. En aquellos años en Italia existía un
monopolio estatal de la telecomunicación y estaba prohibida la emisión privada. La izquierda
política, en especial el PCI, denunciaba a los activistas mediáticos de Radio Alice a los que
acusaba de romper el sistema público de comunicación y de abrir así el camino a los medios
privados. ¿Hay que pensar que tenía razón la izquierda estatista que se oponía a al proliferación
comunicativa en nombre de la defensa del sistema público? No lo creo así. Creo que la
izquierda tradicional se equivocaba por varias razones. Ante todo, porque el fin del monopolio
público estaba ya inscrito en la evolución de la tecnología de la comunicación. En segundo
lugar, porque la libertad de expresión es mejor que la centralización estatal de los medios. En
ese momento la izquierda representaba una fuerza de conservación estatista, tanto en Italia
como en los países del Este de Europa". Bifo, ¿Qué significa hoy autonomía?

La dispersión del movimiento a mediados de los setenta fue corregida entre 1976 y 1978
por el nuevo movimiento conocido como Autonomía Operaria. En este siguieron
participando figuras más antiguas como Oreste Scalzone, Franco Piperno, Antonio
Negri y Franco Berardi, también conocido como "Bifo" (en la Radio Alice). El
movimiento se puso activo especialmente en 1977 después del asesinato por parte de la
policía del miembro de Lotta Continua Francesco Lo Russo en Bolonia. Este evento
causo una serie de demostraciones en toda Italia. La universidad de Bolonia y La
Sapienza de Roma fueron ocupadas por el movimiento de estudiantes. La dura represión
estatal fue denunciada desde Francia por intelectuales simpatizantes del movimiento
como Michel Foucault, Jean-Paul Sartre, Gilles Deleuze y Félix Guattari, los cuales
también se opusieron a la crítica del Partido Comunista Italiano de la ocupación de la
universidad de Bolonia. En este tiempo el PCI estaba promoviendo su nueva política de
eurocomunismo y el llamado "Compromiso histórico" con la Democracia Cristiana.

Habría que tomar también en cuenta otras corrientes que participaron en las revueltas de
1977, o lo que se ha llegado a llamar el movimiento del '77. Por un lado este fue
protagonizado por el grupo Indiani Metropolitani, el cual recuperaba los aportes del
situacionismo, el dadaísmo y el happening en la lucha. Por otro lado está el sector que
decidió tomar las armas, como fue el caso de las Brigadas Rojas, las cuales se hicieron
internacionalmente famosas por el secuestro y asesinato del diputado democristiano
Aldo Moro.

Tras este incidente los grupos autónomos sufrieron una oleada represiva que terminó
encarcelando a muchos de los militantes, como fue el caso del mismo Antonio Negri, el
cual fue acusado de participar en el plan que asesinó a Aldo Moro. Esta oleada represiva
debilitó mucho al movimiento. Este terminó influenciando a nuevos militantes jóvenes
en los ochenta y noventa, sobre todo en el movimiento de Centros Sociales y en el de
sindicalismo de base. El movimiento autónomo italiano actual también participa en el
movimiento de migrates y desempleados. En mucho gira actualmente alrededor de los
Centros sociales. Organizaciones que ganaron notoriedad después de los eventos de la
cumbre del G8 en Génova son Tute Bianche y la Asociación Ya Basta.

El desarrollo teórico del operaísmo y autonomismo


italianos [editar]
Michael Hardt ha afirmado que en el movimiento autónomo italiano de los sesenta y
setenta "la diferencia del pensamiento italiano respecto al de otros países, sin embargo,
no puede comprenderse sin haber entendido, de alguna manera, la diferencia señalada
de los movimientos sociales y políticos italianos. La teorización, de hecho, en los
últimos treinta años, ha cabalgado en la onda de los movimientos, emergiendo como
parte de una práctica colectiva. Los escritos siempre han tenido una inmediatez política
real: daban la impresión de haber sido realizados en momentos robados, semejantes a
una noche profunda, a fin de interpretar la lucha política del día previo y preparar las
luchas sucesivas. Durante mucho tiempo, muchos de estos autores eran por un lado
teóricos, por otro continuaban diariamente con su militancia política activa".[1] Así
pues se elaboró una serie de posicionamientos y elaboraciones teórico-estratégicas sobre
la lucha anticapitalista desde la práctica misma.

En tanto pues emergen algunos conceptos importantes y una línea argumentativa que
habría que considerar (las cursivas no están en el texto original):

"La teorización política radical más significativa de este periodo tuvo que ver con la autonomía
emergente de la clase trabajadora respecto al capital, el poder de esta clase para generar y
sostener formas sociales y estructuras de valoración independientes de las relaciones de
producción capitalista y, análogamente, la autonomía potencial de la fuerza social del dominio
del Estado. Uno de los eslóganes principales del movimiento fue "el rechazo del trabajo", que
no significaba un rechazo de la actividad creativa o productiva, sino más bien un rechazo del
trabajo dentro de las relaciones de producción determinadas del capital. El anticapitalismo de
los grupos de trabajadores y estudiantes se traduce directamente en una oposición generalizada
al Estado, a los partidos tradicionales y a los sindicatos institucionales". Michael Hardt, El
laboratorio Italiano

En la autovaloración por parte de los sectores subalternos está el hecho autonómico:

"La teoría política que emergía de estos movimientos intentaba formular nociones democráticas
alternativas de poder e insistía sobre la autonomía de lo social contra el dominio del Estado y el
capital. La autovaloración era el concepto principal que circulaba en el movimiento, y se refería
a las formas sociales y las estructuras de valorización que eran relativamente autónomas y
suponían una alternativa efectiva a los circuitos de valorización capitalista. La autovaloración
era considerada la piedra sobre la cual construir una nueva forma de socialidad, una nueva
sociedad. Michael Hardt, El laboratorio Italiano

Así pues:

"...que la vida social no depende sólo de la regulación disciplinar impuesta por el poder
económico, sino también de los desplazamientos, los deslizamientos y las disoluciones que
constituyen el proceso de autocomposición de la sociedad viva. Lucha, retirada, alienación,
sabotaje, líneas de fuga del sistema de dominio capitalista. Ese es el significado de la expresión
"rechazo del trabajo". Rechazo del trabajo significa muy sencillamente: "no quiero ir a trabajar
porque prefiero dormir". Esta pereza es la fuente de la inteligencia, de la tecnología y del
progreso. Autonomía es la autorregulación del cuerpo social, en su independencia y en sus
interacciones con la norma disciplinar. Bifo, ¿Qué significa hoy autonomía?

En tanto una comprensión sobre la experiencia teórico-práctica del operaísmo italiano


implica entender conceptos como autonomía, autovaloración, y rechazo del trabajo.
Pero de esta conceptualización se desprende el enfoque analítico que ha sido llamado
obrerista en tanto toma como punto de partida a la clase trabajadora en el análisis y no
al sistema social hegemónico, como suele ser muy común en el marxismo tradicional.
Así lo que se quiere lograr es una evaluación de obstáculos y posibilidades en la lucha y
autovaloración de los sectores subalternos tomando en cuenta la constante
recomposición del tejido social que se da debido a la lucha de clases.

El movimiento autónomo en Francia y Alemania [editar]


Francia

La situación fue muy diferente en Francia que en Italia después de 1968. Mientras que
las revueltas obreras fueron constantes hasta los setenta en Italia, en Francia estas fueron
casi inexistentes. De todas formas el movimiento y la reflexión del autonomismo
italiano influencio en Francia en formas diversas. Así pues tenemos la publicación
llamada Matériaux pour l'intervention (1972-1973) de Yann Moulier-Boutang, un
economista francés cercano a Antonio Negri. Esto conduciría a la creación del grupo
Camarades (1974-78) por Moulier-Boutang. Junto con otros, Moulier-Boutang se uniría
al Centre International pour des Nouveaux Espaces de Liberté (CINEL), fundado tres
años antes por Félix Guattari, y daría refugio a 300 activistas italianos en Francia
acusados de terrorismo.

El movimiento autónomo así se organizó en la AGPA (Assemblée Parisienne des


Groupes Autonomes 1977-78). Muchas tendencias estaban presentes en esta, como por
ejemplo la Organisation communiste libertaire (OCL - un grupo anarco-comunista), el
grupo conocido como "Autonomía deseante" de Bob Nadoulek, y también okupas y otro
tipo de grupos. Los autónomos franceses también apoyaron a prisioneros políticos de la
guerrilla Rote Armee Fraktion alemana (RAF).

En este contexto apareció el grupo militante Action Directe en 1979. Aparentemente el


grupo asumió responsabilidad por los asesinatos del Gerente de Renault Georges Besse.
Después se sugirió que el asesinato en realidad había sido provocado por los servicios
de inteligencia iraníes. Action Directe se disolvió en 1987.

En los 1980s, el movimiento autónomo francés disminuyó en actividad aunque


permaneció activo en algunas revueltas y okupas. En esta década publicó los periódicos
CAT Pages (1981-1982), Rebelles (1981-1993), Tout ! (1982-1985), Molotov et Confetti
(1984), Les Fossoyeurs du Vieux Monde, La Chôme (1984-1985) y Contre (1987-1989).

En los noventa y 2000 ha estado envuelto en las luchas de los migrantes (Collective Des
Papiers pour tous (1996) y Collectif Anti-Expulsion (1998-2005)), de los desempleados
(Travailleurs, Chômeurs, et Précaires en colère TCP), y l'Assemblée générale des
chômeurs de Jussieu ("Asamblea General de los desempleados de Jussieu"). También se
envolvió en las luchas del movimiento antiglobalización. Algunas publicaciones
importantes son Quilombo (1988-1993), Apache (1990-1998), Tic-Tac (1995-1997),
Karoshi (1998-1999), and Tiqqun (1999-2001).

En el año de 2003 en diciembre cientos de desempleados irrumpieron en un


supermercado muy conocido y llevaron una acción que llamaron autoreducción de
precios. Así mismo el movimiento participó en las protestas de 2006 contra la nueva ley
de educación.

Alemania

En Alemania, el término Autonome se usó a fines de los años setenta para llamar a los
sectores más radicales de la izquierda y en algunos casos a los sectores anarquistas y
anarco-comunistas. Estos movimientos participaban en acciones como las en contra de
las plantas nucleares de energía (Brokdorf 1981, Wackersdorf 1986) y en las en contra
de la construcción de aeropuertos (Frankfurt 1976-1986). El movimiento okupa también
fue muy activo desde los sesenta y en este participaban los autonome.

Las tácticas de los autonome incluían la construcción de barricadas y el lanzamiento de


piedras y bombas molotov a la policía. Debido a su atuendo (ropa negra, máscaras de
ski, escudos) los autonome fueron llamados Der Schwarze Block por los medios de
comunicación alemanes masivos, y estas tácticas son similares y anunciaron las actuales
de Bloque Negro.

Hoy en día el movimiento autónomo alemán se concentra en el antifascismo, el


ecologismo, el movimiento de migrantes, el feminismo, y otras causas.

Autonomismo en América Latina [editar]


Las visiones de marxismo libertario tuvieron poca difusión e influencia en América
Latina hasta los años sesenta. En esta década de todas formas el freudomarxismo y las
posturas de la Escuela de Frankfurt tuvieron una fuerte influencia en el movimiento
estudiantil mexicano que padeció la matanza de Tlatelolco en 1968. En todo caso la
mayoría de la nueva militancia joven de izquierda en América Latina hasta los ochenta
asumió posiciones dentro del espectro de la socialdemocracia o del marxismo-leninismo
en sus variantes típicas de la época, como el guevarismo, el maoísmo o el trotskismo.
Las ideas autonomistas italianas o europeas tuvieron poca o nula difusión en América
Latina hasta esta época. En algunos lugares, como Brasil o Argentina, existían grupos
de tendencia anarquista con alguna influencia en sectores de obreros y estudiantes. De
todas formas vale la pena resaltar como una cultura más libertaria de izquierda política
venía lentamente en gestación desde los sesenta, sobre todo motivada, como en Europa,
por la insatisfacción por el burocratismo, autoritarismo y vanguardismo de la izquierda
política tradicional.

Así pues esta cultura se expresó en algunas secciones del movimiento estudiantil
latinoamericano a partir de la década de los ochenta. En eventos como las revueltas
contra la dictadura de Pinochet en Chile, las acciones eran coordinadas en forma más en
red y el vanguardismo de la izquierda tradicional pesaba poco. En estas acciones
participaban movimientos estudiantiles, barriales, o de trabajadores. Similares
situaciones se dieron en las luchas contra las dictaduras de los setenta y ochenta pero la
mayor atención y liderazgo lo tenían la izquierda tradicional y las guerrillas marxistas-
leninistas, como el FPMR, de Chile, Sendero Luminoso, de Perú, o el FMLN, el FSLN
y la UNRG en América Central.

Un quiebre importante tanto en las formas como en la teoría se dio con la caída del
Muro de Berlín. La situación llamaba al replanteamineto de las tácticas y las formas
fuera del vanguardismo, el burocratismo y el autoritarismo. El movimiento más
importante que influenció una línea política más autónoma y libertaria fue el EZLN
cuando se alzó en armas públicamente, el 1ero de enero de 1994, justo cuando se ponía
en práctica el TLCAN. Este se planteó como un movimiento de resistencia más que uno
de toma del poder, así como uno con base social en las comunidades indígenas de el
estado mexicano de Chiapas. Esto significaba un quiebre significativo con las formas
del marxismo-leninismo clásico. La cultura política del EZLN comenzó a influenciar a
movimientos estudiantiles y de todo tipo en México así como motivó la solidaridad y la
adhesión de una gran diversidad de movimientos sociales en la iniciativa conocida como
Frente Zapatista de Liberación Nacional o FZLN.

El EZLN en 1995 decidió organizar un Encuentro Intercontinental por la Humanidad y


contra el neoliberalismo al cual asistieron muchas organizaciones políticas y sociales de
todo el mundo. En este encuentro y los siguientes sería notoria la participación de
movimientos autonomistas y libertarios europeos de España e Italia. Estos movimientos
europeos giran en mucho alrededor de las iniciativas autónomas en las cuales tienen
especial importancia las de Centros sociales y okupas. La influencia posterior del
neozapatismo en estos movimientos sería importante así como la solidaridad que se
manifestó en la organización en Europa de comités de solidaridad con la causa zapatista.

En el siguiente extracto de una entrevista al militante autónomo italiano contemporáneo


Luca Casarini podemos ver el encuentro que se dio entre las perspectivas autónomas
italianas con el neozapatismo latinoamericano:

"El '94 es el año fundamental en el que alcanzamos el espíritu de lo que ya éramos,


conseguimos ver un sueño nuevamente. Hasta entonces había habido un gran trabajo de
automotivación, de construcción de resistencia, de pequeñas hipótesis de perspectiva, pero
faltaba algo, faltaba un sueño común, un empujón de imaginario, alguien que nos dijera que
tenemos hermanos y hermanas en otras partes del mundo, que nos indicara algo. El 94 ha sido
para nosotros la salvación: el levantamiento zapatista. Empezamos a aprender de los hermanos
zapatistas todo aquello que nos servía para poder movernos en este nuevo mundo, aprender a
producir experiencias innovadoras, nuevos lenguajes, nuevos lugares, nueva política. El
levantamiento zapatista rompe todos los paradigmas, y nos da también una extraordinaria fuerza
de imaginario y de sueño, y rompe también los paradigmas de toda la izquierda, incluso la
extraparlamentaria; el paradigma de la toma del poder, del enfrentamiento militar, de la
dictadura del proletariado, de la configuración unívoca de la clase. El zapatismo se dirige a los
gays, a las lesbianas, a los jóvenes, precarios y parados, no usa el término "proletariado", que
podía convertirse en un fetiche que no explicara las modificaciones de la sociedad postfordista
en la que la figura social productiva se da como atomización y multiplicación de las figuras
sociales productivas, que ya no tenían como centro la gran fábrica, sino la transmigración de la
gran fábrica a la fábrica social. Hablamos de una dimensión biopolítica, que llevaba al capital
neoliberal a traspasar la frontera de la vida, y a ocuparse del ADN, a producir logos y
comportamientos sociales, no sólo como dinámicas de control y disciplina, sino como dinámica
de producción. Era necesario aprender lo que significaba construir movimiento, estar dentro de
los movimientos, el significado de la acción política de parte pero no autosuficiente. Todo esto
los zapatistas empiezan a introducirlo y para nosotros es algo extraordinario, es un respiro
increíble de alivio. Nos ayuda también a no tener miedo de equivocarnos, nos ayuda a tener un
gran estimulo para decir que lo único que podemos perder son las cadenas, que nadie tiene la
verdad en el bolsillo, que los "templarios" y los que custodian la memoria son nuestros peores
enemigos, porque la historia está todavía por construir, que no hay una línea política, sino
experimentaciones, experiencias, ejemplos. Nos ayuda a decir que la comunicación es un
terreno no sólo de producción, no sólo de control y disciplina, sino un terreno de lucha política y
también un terreno de organización. Se consigue una alternativa, que tiene una perspectiva
diversa de las clásicas formas de organización, como el partido y el sindicato, a las cuales no
sabíamos dar respuesta. Nos habla de comunidad, que no es una comunidad biológica, sino una
comunidad de destino. Nos habla de ciudadanía, de derechos de ciudadanía. El zapatismo nos
ayuda a decir que local y global son dos esferas que se deben cruzar, que deben vivir en la
actividad política que hacemos sin determinar la superioridad de ninguna de ellas. El conflicto y
el consenso, todo lo referido, en las sociedades modernas, a la producción de opinión, a la
fuerza de convencer, cosas que hasta entonces estaban en nuestra cabeza, en nuestro estómago,
pero sin organizarse. Se comienza a escribir una nueva historia, una nueva palabra de la
liberación. Desde aquí damos un salto, y comienzan las experiencias más Innovadoras; el inicio
en el nordeste de los trabajos sobre federalismo, la reapropiación de los medios administrativos
como dinámica de radicalidad, de un nuevo mecanismo de la práctica del conflicto, etc.". Pablo
Iglesias, Ciclos del movimiento: entrevista con Luca Casarini

Aquí pues se dio un interesante encuentro entre realidades muy diferentes a través de
perspectivas similares de la lucha y el cambio social revolucionario. Pero en forma
todavía más importante lo que se comenzaba a dar aquí es tal vez los inicios del
movimiento alterglobalización, el cual despegaría sobre todo después de las
Manifestaciones contra la cumbre de la OMC en Seattle, en 1999. Los encuentros
zapatistas internacionales fueron quizás las primeras iniciativas de este movimiento de
carácter global.

En el ámbito latinoamericano la influencia zapatista comenzó a tomar fuerza expresiva a


través de los movimientos alterglobalización de la región, visibles a través de las
manifestaciones contra el "libre comercio" desde los noventa. De todas formas se
advierten especificidades en este tema:

"La influencia del zapatismo puede rastrearse en buena parte de los movimientos juveniles y
estudiantiles de todo el continente; existe fuerte empatía entre los movimientos indígenas
continentales y el zapatismo, sin duda, porque comparten una misma cosmovisión; por el
contrario, fuera de estos espacios, el impacto del zapatismo no es tan evidente, aunque la crisis
de las izquierdas partidarias y las dificultades que atraviesa el movimiento popular han
convertido al EZLN en un referente necesario, aunque aún lejano. En líneas generales, las
huellas que va dejando el zapatismo en América Latina son más visibles en el movimiento
social argentino que emergió en las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001 que en el resto
del continente. Quizá, por tratarse del más reciente, menos institucionalizado y más abierto de
los movimientos que recorren la región.
Vale la pena destacar que buena parte de los referentes de la Coordinadora Aníbal Verón son
jóvenes que se formaron en lecturas zapatistas, cuando a mediados de los noventa los
comunicados del subcomandante Marcos cautivaban a los jóvenes, desde los estudiantes
universitarios hasta los desocupados de barrios marginales. Una de las peculiaridades del caso
argentino respecto al zapatismo es la identificación de un sector del público roquero, y de las
bandas de rock, con Marcos y el EZLN.
Desde mediados de los noventa, gracias al doble influjo de la experiencia zapatista y de las
nuevas culturas juveniles, fue ganando terreno la idea de horizontalidad. En un principio, se
trataba de un rechazo visceral de las prácticas centralistas y jerárquicas de la izquierda y los
sindicatos. Puesta a andar, la propia horizontalidad fue ganando espacios, expandiéndose, y
terminó enriqueciendo la vida cotidiana de grupos de mujeres, de jóvenes y cada vez más de
desocupados y campesinos. Merece destacarse el caso de la organización HIJOS (de
desaparecidos por la dictadura) de Argentina. La profundidad de sus definiciones corre pareja
con la profundidad de sus acciones: en pocos años se ganaron el respeto del conjunto del
movimiento popular, de los medios y los intelectuales y, sobre todo, consiguieron que la acción
que los caracteriza, el “escrache” (concentración frente al domicilio de un genocida para que lo
conozca toda la comunidad), haya sido adoptada por amplias franjas de la sociedad en los
períodos de mayores movilizaciones.
Detenerse en la experiencia de HIJOS supone iluminar un forma de pararse en las luchas
sociales muy similar a la del zapatismo. HIJOS se define como una “organización horizontal
con voluntad de consenso”. Ha hecho de la asimetría una seña de identidad: “No tiene sentido
referenciarnos todo el tiempo en el enemigo, y como el enemigo dice ‘blanco’ nosotros, para
combatir al sistema, debemos decir ‘negro’” (Situaciones, 2002a). No buscan que la justicia
castigue a los genocidas ni proponen siquiera un “castigo popular”, sino algo más profundo: que
cada barrio en el que viven sea su cárcel, que cada vecino su carcelero. Al apostar por el castigo
social buscan implicar (y lo hacen) al conjunto de las redes y organizaciones de cada lugar en
los “escraches”, de modo que trabajan durante meses con ellos, deslindando con los tiempos del
sistema y de los medios y atendiendo sólo los “tiempos interiores” del movimiento social. Los
resultados son sorprendentes: no sólo decenas de asambleas vecinales realizaron a lo largo de
2002 cientos de escraches a militares genocidas, sino que muchos debieron trasladarse, toda vez
que los vecinos les negaban el saludo y tenían grandes dificultades para comprar el pan y el
diario en el barrio. Para HIJOS, la horizontalidad y la reconstrucción de los lazos solidarios
destruidos por la dictadura son ejes tan importantes como el castigo a los genocidas. O sea,
cuestiones de principios

Así pues se ha manifestado la influencia del zapatismo en el continente en expresiones


activistas de nuevos militantes jóvenes en muchos casos inclusive ajenos a la
experiencia formativa dentro del marixsmo-leninismo clásico o la social democracia. El
caso argentino merece atención así aunque similares casos se dan en otros lados del
continente. En este caso pues vale la pena mencionar los aportes recientes a la teoría
autonomista que surgieron a calor de la experiencia zapatista mexicana como son los del
sociólogo escocés radicado en México John Holloway. En su famoso tratado Cambiar
el mundo sin tomar el poder se encuentran las reflexiones de marxismo libertario de la
Escuela de Frankfurt con las prácticas del neozapatismo y las reflexiones autonomistas
italianas y de otros lados. Estas reflexiones así pues tuvieron eco en otros lugares:

"El impacto del “no tomar el poder estatal” en el movimiento piquetero y asambleario, puede
verificarse de forma muy directa: Argentina es el país donde tanto las tesis de Holloway como
las del EZLN han traspasado las fronteras de la intelectualidad y la militancia para hacerse carne
en amplias franjas del movimiento social, contando con una difusión inusitada en otros países
latinoamericanos".

Pero era claro que en la cultura de los nuevos militantes jóvenes radicales
latinoamericanos también pesaban la influencia de movimientos de masas como el MST
brasileño o los movimientos indígenas como la CONAIE en Ecuador y posteriormente
los movimientos argentinos que tomaron visibilidad después del argentinazo o los
movimientos indígenas, campesinos y barriales de Bolivia. Estos movimientos en
alguna u otra forma mostraban alternativas reales al vanguardismo, burocratismo y
dogmatismo de la izquierda marxista-leninista tradicional o al electoralismo y
reformismo de la socialdemocracia, en estas épocas tan afincada en posiciones
neoliberales light.

En algunos países en los años 2000 en América Latina se comenzó a ensayar en forma
importante experiencias alrededor de okupas y centros sociales así como ya existían
desde décadas anteriores experiencias de Radio libre. Esto espacios suelen tener una
marcada tendencia juvenil cuando son urbanos y en ellos coexisten la subculturas
juveniles radicales junto con la militancia autónoma anticapitalista. En las experiencias
de Radio libre de movimientos rurales como las emisoras de radio del EZLN los
contenidos son diferentes aunque las características de medios de comunicación
alternativos se mantengan.

A la mitad de los años 2000 la entrada de los gobiernos progresistas de centro izquierda
causo que algunos sectores de movimientos sociales previamente autónomos entren
dentro de la esfera de influencia y liderazgo de estos. El debate en el area presenta
nuevas condiciones a considerar y en este inclusive a decidido tomar parte Antonio
Negri con su libro escrito con Giuseppe Cocco titulado GlobAL: Biopoder y luchas en
una América Latina globalizada. En este él propone un conflicto entre el "gobierno de
la interdependiencia" y el “bloque biopolítico” del capital. Este último se podría
entender como el imperialismo y el primero el bloque de gobiernos y movimientos
sociales progresistas latinoamericanos actuando en creciente conciencia de
interdependencia en la lucha.

Desde otros sectores asociables al autonomismo las perspectivas han sido analizadas
menos entusiastamente que las que el "gurú" teórico del autonomismo italiano Antonio
Negri realiza en GlobAL. Así pues el uruguayo Raul Zibechi ha manifestado que "hasta
ahora, sólo los movimientos sociales tienen experiencias concretas de construcción de
contrapoderes o, si se prefiere, de poderes no estatales, que no son calco y copia del
centralismo estatista. En algunos países, de modo muy particular en Bolivia y Ecuador,
existen potentes movimientos desde mucho antes de la llegada a palacio de Evo Morales
y Rafael Correa. Ahí pueden –sólo pueden- consolidarse y expandirse experiencias que
hasta ahora se han verificado a escala local y territorial, experiencias puntuales si se
quiere, pero que pueden marcar el rumbo de formas de hacer –que de eso se trata-
diferentes a las ya conocidas. Falta por ver si el aparato estatal, en manos ahora de
personas afines a los movimientos, puede representar un paso adelante en la expansión
de estas experiencias o, como ha sucedido en tantas otras ocasiones, su ocaso, ya sea por
la vía de la cooptación o de la aniquilación burocrática". Para más profundización sobre
el debate alrededor de este tema chequear:

 "América latina está viviendo el momento de una ruptura" por Toni Negri y
Giuseppe Cocco
 Movimiento social y poder estatal: relaciones peligrosas por Raul Zibechi
 Hacia una nueva agenda continental, por Raúl Zibechi
 Gobierno-Cogobierno-Autogobierno = Representación-Desrepresentación-
Autoexpresión por colectivo NPH

Autonomismo, movimiento alterglobalización y la


multitud [editar]
La influencia y ejemplo del neozapatismo así se expandía y trascendía el ámbito
latinoamericano. La lucha contra el neoliberalismo de todas formas impulsaban al
intento cada vez mayor de coordinación de la lucha continental contra la amenaza del
ALCA y los TLCs. A nivel internacional el neoliberalismo amenazaba principalmente a
través de los organismos multilaterales como la OMC, el FMI y el Banco Mundial.
Desde la nueva cultura militante surgieron en tanto iniciativas como la de Acción
Global de los Pueblos en 1998, la cual coordinaba acciones de movimientos sociales de
diferentes partes del globo. Esto tomo fuerza principalmente desde las Manifestaciones
contra la cumbre de la OMC en Seattle en 1999. Así pues entre otras iniciativas
importantes esta la de la red global de medios de comunicación alternativos conocida
como Indymedia, la cual explícitamente se rehúsa a alinearse y recibir financiación de
sectores del capital, de partidos políticos o estados y gobiernos así pues constituyéndose
en un movimiento global con colectivos activos en todas las partes del globo que se
articulan bajo los principios autonomistas.
De todas formas habría que notar que dentro del llamado movimiento alterglobalización
existe un fuerte componente asociado con ONGs lo cual significa un fuerte componente
no autonomista en el cual los contenidos y consignas son determinados por los
financistas en gran parte del Norte y así se constituye una nueva forma de cooptación de
la lucha social. La teoría autonomista así ha identificado a un enemigo más, la llamada
"ongización de la política". Por otro lado en las marchas y eventos alterglobalización
también participan organizaciones de izquierda más tradicional partidaria así como
sectores de la socialdemocracia.

La cultura autonomista en sectores nuevos de militancia anticapitalista igual se


expresaba. Ya a las vísperas del nuevo milenio el "viejo" importante teórico
autonomista italiano Antonio Negri y el estadounidense Michael Hardt publicarían el
libro Imperio, el cual sería blanco de fuerte debate en América Latina y otros lados e
intentaría actualizar el legado teórico del operaísmo italiano a las circunstancias actuales
del capitalismo globalizado. Junto con Paolo Virno, otro teórico de la misma línea de
pensamiento, conceptos como los de multitud y éxodo (política) tomarían importancia
dentro de las discusiones dentro de los círculos autónomos cercanos a la acción política.

En el caso del concepto de multitud lo que se quería denotar es una nueva subjetividad
diversa que ya no se ajusta a la clásica diada marxista de burguesía-proletariado. Esta se
encuentra determinado por la nueva cultura informatizada y comunicacional del
capitalismo contemporáneo en lo que se llegó a denominar general intellect, o aquella
inteligencia colectiva que al mismo tiempo que hacia trabajar al sistema también podía
encontrar espacios de autonomía y provocar poderosos actos de desobediencia civil y
acción directa de masas. En el caso latinoamericano esto podía explicar en mucho las
circunstancias que terminaron en eventos como las masivas destituciones de presidentes
en Venezuela (Caracazo 1989) Argentina (argentinazo 2001), Ecuador (1997, 2000,
Rebelión de los forajidos 2004) o Bolivia (Guerra del Gas 2003, 2005); o en Madrid,
España la masiva salida a las calles de ciudadanos tras los Atentados del 11 de marzo de
2004 que terminaron causando la salida de la presidencia de España de Jose Maria
Aznar; y la oleada de manifestaciones globales contra la invasión de Iraq de 2003, estas
últimas tal vez las más grandes de la historia de la humanidad.

En estas diversas manifestaciones callejeras las nuevas tecnologías informacionales


como Internet, los teléfonos celulares, o las radios alternativas jugaron un papel
importante en la coordinación de las acciones. Estas pudieron pasar desde la mera salida
masiva a las calles, como en Madrid en 2004, pasando por el asedio y a propósito
deslegitimación de instituciones básicas de la democracia parlamentaria como son las
legislaturas o el palacio presidencial (Bolivia, Venezuela, Ecuador, Argentina), hasta los
saqueos masivos y las ocupaciones de fábricas y así la deslegitimación de la propiedad
privada en el capitalismo (el Caracazo, el Argentinazo); o inclusive acciones cercanas al
happening sesentero como algunas manifestaciones cuasihumorísticas y cuasiteatrales
masivas (algunos episodios de la "Rebelión de los Forajidos" en el Ecuador, el
Argentinazo). El repertorio de lucha así se diversificó y en algunos casos podía
directamente atacar al sistema básico del capitalismo y de la democracia parlamentaria.
Antonio Negri y Michael Hardt analizaron algunas de estas experiencias en su libro
Multitud: guerra y democracia en la era del Imperio. Es interesante notar cómo algunas
de estas nuevas formas de lucha fueron ensayadas ya desde el Mayo '68 francés y la
militancia renovadora obrera-estudiantil sesentera así como con la teoría
correspondiente que las justificaba. En Europa, el concepto de la multitud dentro del
posfordismo asociado con la noción de precariedad laboral son influenciales dentro de
los sectores autónomos del anticapitalismo de allá en la propuesta del MayDay como
reactualización del Día Internacional de los Trabajadores tradicional para una nueva era.

Desde las teorías de Negri y Virno el éxodo (política) se propone como la posibilidad de
renuncia de las condiciones y formas de la opresión en el capitalismo y la democracia
parlamentaria y la huida hacia lo que se espere sean condiciones mejores. La condición
de multitud y el general intellect posibilitaba esto en formas en algunos casos sin
precedentes. Desde la teorización autonomista de la autovaloración de los sectores
subalternos, estos conceptos son propuestos para entender las formas de lucha dentro
del posfordismo. Desde las posiciones teóricas de John Holloway, se puede entender
estas rebeliones como "grietas" en la pared que erigió la modernidad y así la revolución
sería un proceso continuo de destrucción de esa pared a través de la profundización y
engrandecimiento de estas "grietas".

En Argentina, las crisis de los partidos de izquierda y el movimiento sindical, durante


los años noventa, fundamentalmente crisis de representatividad, dieron lugar a la
aparición de nuevas formas de resistencia social y construcción alternativa. En el ámbito
universitario, con la forma de agrupaciones independientes o participaciones voluntarias
de personas no ligadas a organizaciones es en donde encontramos discursos, prácticas y
propuestas de las características que hoy asignamos a los autonomismos. Fue la crítica a
la reconversión capitalista de la universidad la que promovió un proyecto de universidad
ligado a la transformación —ambiciosa quizás— revolucionaria de la sociedad. Esta
búsqueda estuvo fundada en la crítica minuciosa de la distribución y representación del
poder (formas de gobierno, objetivos e intereses) y las propuestas de autogobierno
universitario, búsqueda de una relación autónoma del estado, admitiendo tensiones y
disputas, defensa de la educación pública no estatal, incorporación al autogobierno de
sectores marginados (trabajadores, estudiantes, investigadores). Lejos de la izquierda
partidaria, con una crítica fuerte a su sustituísmo, al mesianismo y al desconocimiento
de los medios en los que interviene de manera externa, surgieron estas agrupaciones
(Agrupación Naranja y El Bloque, en Filosofía y Letras de Buenos Aires, AJI 20 en
Jujuy, Utopía en La Plata), que tuvieran un rol movilizador bastante masivo a mediados
de los noventa. Impulsores de la revocabilidad, el horizontalismo, la autogestión, con
experiencias prácticas que permitían la reflexión y la corrección y mejoramiento de las
posturas, fueron ligándose paulatinamente a movimientos sociales de otros ámbitos. La
crisis de 2001 es deudora de ese proceso, pero los últimos años de los noventa sumarán
a esas experiencias primeras diversas influencias que merecen atención propia.

Véase también [editar]


Conceptos importantes:

 General Intellect
 Multitud
 Posfordismo
 Biopolítica
 Trabajo inmaterial
 Éxodo (política)
 Política prefigurativa
Movimientos y temas relacionados:

 Autogobierno
 Autogestión
 Autonomía proletaria
 Izquierda comunista
 Comunismo consejista
 Marxismo libertario
 Operaísmo
 Neozapatismo
 Anarquismo
 Situacionismo

Teóricos y personajes importantes:

 Paolo Virno
 Antonio Negri
 Mario Tronti
 Bifo
 John Holloway

Enlaces externos [editar]


 EL LABORATORIO ITALIANO por Michael Hardt Descripción de la
teoría/paxis de los movimientos de la autonomía en la Italia de los setenta
 "Obrerismo y política", por Mario Tronti
 Libro El movimiento del 77
 Los indiani metropolitani y el movimiento del 77
 Un enfoque de las luchas de la autonomía obrera en la España de los sesenta y
setenta
 ¿Qué fue de la autonomía obrera? por Miguel Amorós Otro enfoque español
pero también con una discusión sobre las guerrillas ligadas al movimiento en ese
país
 La autonomía obrera en el Estado español
 Los impactos del zapatismo en América Latina por Raúl Zibechi Un análisis de
la influencia que ha tenido el EZLN y sus planteamientos políticos en los
movimientos sociales y políticos de América Latina
 CICLOS DE MOVIMIENTO: CONVERSANDO CON LUCA CASARINI
POR Pablo IglesiasEntrevista con Luca Casarini, militante de la autonomía
italiana contemporánea, en la cual describe la trayectoria teórico-práctico-
histórica de la autonomía italiana desde los sesenta hasta hoy incluyendo la
influencia del neozapatismo en los noventa en los autónomos italianos.
 Entrevista conjunta a Antonio Negri y John Holloway
 Defensa del Autonomismo
 La autonomía es una arma más fuerte que el antiimperialismo, entrevista a
Michael Hardt, por LaVaca
 ¿Qué es la Autonomía?
 Sí de sí: de cuando conocí algun@s del MTD Solano
 Autonomía
 Autonomía, por NHP
 Autonomía social
 Crítica y defensa del Autonomismo
 Autonomía obrera o barbarie

Organizaciones

 Colectivo Nuevo Proyecto Histórico, Argentina


 Okupación Auditorio Ché Guevara
 Guerrilla Ideológica
 Movimiento Surda, Chile[[2]]
 Autonomía
 Rompamos El Silencio
 Estudiantes Autónomos - Universidad de Chile[[3]]
 Autónomos - Universidad Austral de Chile
 Ejército Zapatista de Liberación Nacional

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