La Osada Mision de William Tynd - Steven J. Lawson
La Osada Mision de William Tynd - Steven J. Lawson
La Osada Mision de William Tynd - Steven J. Lawson
Recomendaciones
Un gran legado de héroes de la fe
Página de derechos
Agradecimientos
Prólogo: Seguidores dignos de ser seguidos
Prefacio: El padre de la Biblia en inglés
1. Una pasión peligrosa
2. Cimentado en la gracia soberana
3. Comienza la peligrosa tarea
4. Nuevo Testamento para un labrador
5. Producción del Pentateuco
6. Siempre mejorando
7. Los Libros Históricos
Conclusión: ¡Queremos nuevos Tyndales!
Notas de texto
“Pocos de los que leen hoy la Biblia en inglés comprenden la
deuda que enen con el már r William Tyndale. Aun entre los
que conocen el nombre del origen de la moderna traducción
de la Biblia al inglés, pocos están enterados de que Tyndale de-
fendió con pasión las doctrinas de la jus ficación solo por la fe
y la salvación solo por gracia. Esta pequeña joya literaria revela
los esfuerzos de Tyndale por la verdad, sus sufrimientos por la
verdad, y su amor por la verdad. Que Dios use el libro de Ste-
ven Lawson para encender la llama de ese amor en muchos
otros”.
— Dr. Joel R. Beeke, Presidente y profesor en el Puritan Reformed Theo-
logical Seminary
#OsadaMisiónDeTyndale
A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas han sido tomadas de
La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional (NVI) ©1999 por Bíblica Inc.
SDG
Este libro está dedicado
a un fiel amigo,
David Parsons,
un hombre que comparte mi pasión
y entusiasmo por la Palabra escrita de Dios
y su principal traductor al inglés y heroico már r,
William Tyndale
P
Seguidores dignos
de ser seguidos
El padre de
la Biblia en inglés
La ironía de este retrato es que Tyndale nunca posó para tal re-
presentación. Para proteger su anonimato, no podía reproducir su
aspecto facial en un lienzo. La obra que llevó a cabo tenía un pre-
cio demasiado alto como para permi rse ser reconocido. Solo des-
pués de su horrible muerte pudo Tyndale ser conocido.
Este retrato de Tyndale cuelga en mi estudio como un constante
recordatorio visual del invaluable tesoro que descansa en mi escri-
torio: la Biblia en inglés. Enfa za el hecho de que cuando predico
sus verdades, la luz espiritual está siendo enviada a este mundo
oscuro. Además, este retrato me da tes monio del gran precio que
exige el develar la verdad de la Biblia en este empo ennegrecido
por el pecado.
Cuando Tyndale entraba en la escena del mundo, Inglaterra ya-
cía cubierta de una oscura noche de nieblas espirituales. La igle-
sia en Inglaterra permanecía envuelta en la medianoche de la ig-
norancia espiritual. El conocimiento de la Escritura casi se había
ex nguido en el país. Aunque había unos veinte mil sacerdotes en
Inglaterra, se decía que ni siquiera eran capaces de traducir una
simple línea del Padrenuestro. Los clérigos estaban tan hundidos
en una ciénaga de supers ción religiosa que no tenían ningún co-
nocimiento de la verdad. Las únicas Escrituras en inglés eran unas
pocas copias a mano de las Biblias Wycliffe, traducidas de la Vulga-
ta la na a fines del siglo XIV. Los lolardos, un pequeño grupo de
valientes predicadores y seguidores de Wycliffe, distribuyeron ile-
galmente estos libros prohibidos. La sola posesión de la traducción
de Wycliffe condujo a muchos al sufrimiento. Algunos incluso en-
frentaron la muerte.
El Parlamento aprobó una ley conocida como la De haere co
comburendo en 1401, la cual, como lo indica su tulo, legalizaba la
quema de los herejes en la hoguera. Debido a que los lolardos
eran percibidos como una amenaza, traducir la Biblia al inglés se
consideraba un crimen capital. En 1408, Thomas Arundell, el Arzo-
bispo de Canterbury, escribió las Cons tuciones de Oxford, que
prohibían cualquier traducción de la Biblia al inglés a menos que
fuera autorizada por los obispos:
Una pasión
peligrosa
JUVENTUD Y ESTUDIOS
COMIENZA LA OBRA
OPOSICIÓN Y OBSTÁCULOS
Cimentado en la
gracia soberana
CORRUPCIÓN RADICAL
Esta doctrina por sí sola puede dar cuenta del cruel trato que él
enfrentó en el mundo.
Tyndale aseveró que toda la raza humana es como un cadáver
sin alma y que está espiritualmente muerta. John Piper concluye:
“Esta visión de la pecaminosidad humana creó las condiciones
para que Tyndale captara la gloria de la gracia soberana de Dios en
el evangelio”.22 Ésta es la inevitable condición en la que existen to-
dos los seres humanos no regenerados.
ELECCIÓN SOBERANA
Tyndale tenía claro que Dios fijó sus afectos sobre sus elegidos
en la eternidad pasada. Él afirmó que Dios había elegido amarlos
de forma soberana con un amor salvífico. Tyndale también dijo
que Dios eligió amar a sus elegidos para su propia gloria y por el
bien de ellos:
En Cristo, Dios nos escogió, y nos eligió antes del comienzo del
mundo, nos creó de nuevo por la palabra del evangelio, y puso
su Espíritu en nosotros, para que por ello hiciésemos buenas
obras.27
Tyndale creía que no todos los que asisten a la iglesia son conta-
dos entre los elegidos. Solo los escogidos de Dios conforman la
verdadera iglesia. Él explicó:
REDENCIÓN PARTICULAR
LLAMADO IRRESISTIBLE
GRACIA PRESERVADORA
UN LUGAR FIRME
Mientras Tyndale servía a Dios, él tenía una elevada visión de Dios.
Él creía firmemente que no hay restricciones externas para Dios. El
Señor Todopoderoso es libre de hacer como Él elija hacerlo de for-
ma soberana. Nadie puede obligarlo a actuar de una forma contra-
ria a su prerroga va divina. Tyndale escribió: “Dios es libre y no
está más obligado de lo que Él se obliga a sí mismo”.58 Las únicas
restricciones sobre Dios, sostenía él, son las que Él se pone a sí
mismo dentro de su propio carácter santo y su perfecta voluntad.
Sin importar la oposición que enfrentó, Tyndale estaba confiado
en que Dios actúa libremente en la historia y ordena todos los su-
cesos según su perfecto consejo. Aun los más grandes hombres,
incluidos reyes y gobernantes, están sujetos a su suprema volun-
tad: “Dios [ ene a] todos los ranos en su mano, y no les permite
hacer lo que ellos quieran, sino únicamente tanto como Él les asig-
na que hagan”.59
En otras palabras, Dios de forma soberana levanta a un gober-
nante y rebaja a otro. Estos líderes divinamente designados solo
hacen lo que Dios les asigna que hagan. Esto incluía al rey de Ingla-
terra, Enrique VIII, quien se opuso a los esfuerzos de traducción de
Tyndale. Él escribió:
Comienza la
peligrosa tarea
LLEGADA A ALEMANIA
LA PRIMERA IMPRESIÓN
Tyndale fue donde Peter Quentell para que llevara a cabo la tarea
de impresión de su Nuevo Testamento. Quentell era un impresor
de segunda generación que había aprendido el oficio de su padre,
un notable impresor. Tyndale comenzó este proyecto dándole a
Quentell el evangelio de Mateo en inglés. Es posible que también
le haya dado el evangelio de Marcos como el siguiente libro en la
línea. Se esperaba imprimir entre tres mil y seis mil copias, aunque
es probable que ellos convinieran en tres mil.
La impresión del Nuevo Testamento de Quentell era sofis cada
para la época. El evangelio de Mateo comienza dramá camente
con un retrato grabado en madera del Apóstol a página completa.
Se muestra a Mateo con una pluma en la mano, impregnando su
instrumento de escritura en un ntero sostenido por un ángel. En
cada división de los capítulos hay grandes ilustraciones. Los márge-
nes interiores están llenos de referencias bíblicas cruzadas que
guían al lector interesado a otros pasajes de apoyo. Los márgenes
exteriores están salpicados de explicaciones exposi vas del texto
bíblico. En las notas de estudio hay asteriscos que le iden fican al
lector el pasaje específico que está siendo explicado. La Biblia de
Tyndale ene un sorprendente parecido con el Testamento de
Sep embre de Lutero, impreso tres años antes. El Nuevo Testa-
mento de Tyndale, sin embargo, fue impreso en un tamaño más
pequeño que la versión de Lutero. Pretendía ser lo bastante com-
pacto como para pasar inadver do. Después de todo, tener una
copia de esta obra era ilegal.
Tanto la traducción como la impresión se realizaron bajo un velo
de absoluto secreto. Tyndale conocía demasiado bien las severas
consecuencias que le ocurrirían si era atrapado llevando a cabo su
misión. En consecuencia, esta primera versión de la Biblia de Tyn-
dale fue impresa sin portada. Esto permi ría que la iden dad de
Tyndale permaneciera desconocida y ayudaría a proteger su segu-
ridad. Además, no llevaba el nombre ni la ciudad del publicador,
para proteger a Quentell en este arriesgado proyecto.
Con la salida de la primera hoja de la prensa, aún húmeda por la
nta, en la imprenta de Quentell, por primera vez se ponía la Pala-
bra de Dios impresa a disposición del hombre común en inglés. La
Escritura ya no estaría oculta bajo la apariencia de otro idioma.
Tyndale no pudo llevar a cabo esta heroica tarea solo. A su lado
estaba otro inglés, William Roye, quien actuaba como su asistente
personal. Roye, al igual que Tyndale, era un hombre de Cambridge
con ideales reformados. Era un fraile franciscano de Greenwich
que se había conver do en renegado de la Iglesia Católica y huyó
en búsqueda de seguridad al con nente europeo. Estudió bajo Lu-
tero en la Universidad de Wi enberg, y se graduó en junio de
1525. Si Tyndale efec vamente viajó a Wi enberg, es allí donde
habría hecho contacto con Roye.
En sus escritos, Tyndale explicó que había estado esperando que
otra persona se le uniera en Europa. Esta persona no iden ficada
probablemente vendría de Inglaterra. De haber sido así, se ha con-
jeturado que esta persona era Miles Coverdale, el posterior compi-
lador de la Biblia Coverdale. Aunque Tyndale estaba esperando a
esta otra persona, Roye se le acercó y le ofreció su ayuda. 3 Tyndale
aceptó su ofrecimiento, y ambos comenzaron esta peligrosa labor
juntos. El deber de Roye sería ayudar a preparar la traducción de
Tyndale para la prensa.
La sociedad entre Tyndale y Roye, no obstante, fue incómoda y a
menudo tensa. Tyndale describió a Roye como una persona “astu-
ta”, por lo que le costaba confiar en él. Dada la naturaleza secreta
de su trabajo, esta latente sospecha fue perjudicial para Tyndale.
Roye, afirmó Tyndale, tenía una lengua “no solo capaz de volver a
los tontos completamente locos, sino también de engañar al más
sabio”.4 Aunque finalmente se separarían, Roye trabajó junto a
Tyndale durante la impresión de la primera edición del Nuevo Tes-
tamento en Colonia.
UN CONTRATIEMPO MOMENTÁNEO
Nuevo Testamento
para un labrador
BASE NUEVA
CORRECCIONES Y DISTRIBUCIÓN
RESISTENCIA CATÓLICA
LA VIDA DE FUGITIVOS
Se cree que la rada de la edición de 1526 en Worms fue de tres
mil o de seis mil copias, es probable que más cerca de las tres mil.
De todas ellas, se sabe de la existencia de tres copias en el siglo
XXI. Con estas ediciones recorriendo toda Inglaterra, la estadía de
Tyndale en Worms fue sin duda un éxito. Pero no se quedó allí.
La siguiente residencia conocida de Tyndale fue Amberes, en los
Países Bajos. Sin embargo, no es sino hasta 1529 o comienzos de
1530 que se le puede localizar allí. ¿Dónde estuvo en el intervalo
entre su estadía en Worms y su residencia en Amberes? ¿Qué hizo
durante ese periodo? La mayoría de los estudiosos creen que resi-
dió por un breve empo en Amberes, y cuando encontró que era
demasiado peligroso quedarse ahí, regresó a Hamburgo, donde
había residido antes de ir a Wi enberg y Colonia. En Hamburgo,
residió una vez más con la Sra. Emerson y con nuó con su labor de
traducción. Sin embargo, no hay información adicional acerca de
estos hechos.
Hay buenos mo vos para creer que después de la impresión del
Nuevo Testamento de Worms, Tyndale volcó sus intereses a la tra-
ducción del An guo Testamento. Al parecer, Tyndale había traduci-
do una buena porción de los Libros de Moisés antes de emprender
su viaje a Hamburgo. Durante el viaje, su barco naufragó y todos
los libros de Tyndale y la traducción que había terminado se per-
dieron. Este fue un gran revés en su intento de traducir la Biblia al
inglés.
Sin embargo, esta prueba en el mar solo impulsaría a Tyndale a
perseverar aun más en su misión de lograr que el labrador en los
campos de Inglaterra supiera más de la Escritura que los sacerdo-
tes en las catedrales de las iglesias de Inglaterra. Más allá de si
Tyndale volvió alguna vez a Hamburgo, el final del año 1529 o el
comienzo de 1539 lo encontró una vez más en Amberes. Este va-
liente fugi vo estaba listo para hacer que los primeros cinco libros
de la Biblia en lengua inglesa fueran impresos.
Tyndale estaba dominado por una fortaleza invulnerable para se-
guir adelante a pesar de tener al frente numerosos reveses y hos -
lidades. En el correr de la vida cris ana, es fácil enfocarse tanto en
nuestras circunstancias que nos desalentamos y retrocedemos o
nos rendimos por completo. Aprendamos del ejemplo del espíritu
firme de Tyndale a no desis r, sino a entregarnos al máximo para
cumplir todo lo que Dios ha puesto de forma soberana a nuestros
pies. Para Tyndale, el asunto más importante que tenía por delan-
te era poner la Biblia en las manos de la gente. Tengamos el mismo
impulso para leer, conocer y asimilar la Palabra de Dios que tuvo
Tyndale para ponerla en nuestras manos.
Producción del
Pentateuco
El primer paso para escalar este Monte Everest sería aprender he-
breo, un idioma di cil que no se parece a ninguno de los siete que
Tyndale había aprendido hasta ese momento. Desde los ojos de un
inglés, el hebreo se lee al revés, de derecha a izquierda sobre la
página. Las palabras se basan en una raíz de tres consonantes, y
las formas básicas se alteran para producir palabras relacionadas.
Las vocales —que no se añadían a la forma escrita sino hasta alre-
dedor del siglo IX— toman la forma de puntos que rodean las con-
sonantes. Estas cualidades únicas presentaban un desa o para
cualquiera que intentara aprender y trabajar con esta an gua len-
gua. En ese entonces, el hebreo prác camente no se enseñaba, no
se estudiaba ni se conocía en Inglaterra o el Sacro Imperio Roma-
no. Hasta 1524, no exis a ni un solo profesor de hebreo en ningu-
na universidad inglesa. No había un ambiente inglés en donde Tyn-
dale pudiera haber adquirido siquiera un conocimiento elemental
del vocabulario, las formas verbales, la gramá ca y la sintaxis he-
brea. Antes de par r hacia el con nente europeo, Tyndale no tuvo
acceso a nada relacionado con el hebreo.
A su llegada a Europa en 1524, Tyndale comenzó a aprender he-
breo casi de inmediato. Adquirir dominio del hebreo en poco em-
po habría estado dentro de sus capacidades intelectuales y lingüís-
cas. Es di cil saber con exac tud dónde, cuándo o cómo apren-
dió el idioma, dado que Tyndale vivía como un expatriado. Por lo
tanto, sus ru nas y acciones están envueltas en el misterio. No
mantenía un diario, no escribía cartas, y no predicó sermones que
estén preservados. No exis a ningún rastro documental que pu-
diera llevar a sus enemigos hasta su puerta. No posó para ningún
retrato para que reconocieran su aspecto. Su misión exigía que
permaneciera incógnito. En consecuencia, Tyndale nos revela poco
acerca de las circunstancias en las que adquirió competencia en el
hebreo.
La explicación más creíble es que Tyndale comenzó a adquirir el
conocimiento del hebreo mientras estuvo en Wi enberg. Daniell
explica: “Alemania era el centro del poco conocimiento del hebreo
que había en Europa en la década de 1520, y claramente Tyndale
lo aprendió allí”.2 El historiador Alister McGrath dice que Tyndale
fue atraído hacia Wi enberg como el hierro al imán porque “el co-
razón de Tyndale estaba en el plan de Lutero”.3
Lutero había aprendido hebreo por sí solo u lizando el silabario
De rudimen s hebraicis (Hebreo básico), de Johannes Reuchlin, de
1506. Reuchlin era un maestro lingüista que regresó a Alemania
con el propósito de perfeccionar su hebreo entre los judíos letra-
dos que vivían en el país. La gramá ca y diccionario de Reuchlin se
convir ó en el primer texto hebreo impreso en Alemania. Esta
obra ayudó a Lutero en su traducción del An guo Testamento al
alemán. Como Tyndale habría conversado con Lutero y leído la tra-
ducción del An guo Testamento del reformador alemán, el texto
de Reuchlin también desempeñó un rol significa vo en el aprendi-
zaje del hebreo de Tyndale.
TRADUCCIÓN DEL HEBREO
The Lord bless you and keep you. The Lord make His face shi-
ne upon you and be merciful unto you. The Lord li up His
countenance upon you, and give you peace12 (Números 6:24-
26).
IMPRESIÓN DE AMBERES
PRÓLOGOS DE APERTURA
Tyndale decía que la Biblia era una luz brillando en un mundo os-
curo y que solo ella podía iluminar el camino por donde andaba el
creyente:
Por lo tanto, a medida que lees, piensa que cada sílaba es per-
nente para mismo, y absorbe la esencia de la Escritura, y
ármate contra cualquier ataque.25
Tal como hizo con Génesis, Tyndale incluyó una tabla de palabras
clave en Éxodo. Definió para el lector el significado de las palabras
básicas de su traducción que él consideraba que necesitaban acla-
ración. A con nuación, una muestra de la lista de Éxodo:
UN LOGRO MONUMENTAL
Una vez impresos los libros, Tyndale con nuó con su prác ca de
esconderlos en fardos de algodón para poder embarcarlos hacia
las Islas Británicas. Estas copias de la Escrituras pasaron inadver -
das de contrabando hacia Inglaterra y Escocia. Por ese entonces,
toda la literatura religiosa se escribía en la n y todos los servicios
religiosos se realizaban en la n, incluidas las lecturas de la Biblia.
La persona promedio entendía poco o nada de lo que se decía.
La versión inglesa del Pentateuco de Tyndale irrumpió en la es-
cena como caída del cielo. Tyndale había traducido los cinco libros
de Moisés al inglés con notable sencillez y claridad. El hombre in-
glés común ahora podía entender fácilmente la Palabra de Dios. El
es lo coherente que usó Tyndale era enérgico y atrayente. Él esta-
ba alcanzando el éxito en su obje vo de llevar la Escritura al labra-
dor.
El Pentateuco de Tyndale era la primera porción del An guo Tes-
tamento que se traducía al inglés. Solo alrededor de una docena
de copias han sobrevivido hasta hoy. La mayoría están completas,
con los cinco libros de Moisés encuadernados. Una copia, en la Bi-
blioteca Bodleian de Oxford, solo es Génesis. Otra, en Nueva York,
con ene de Éxodo a Deuteronomio.
En la producción de esta primera traducción del Pentateuco,
Tyndale se dis nguió como un destacado erudito en hebreo. Con-
siderando las herramientas de su época, el dominio del idioma he-
breo de Tyndale no deja de ser asombroso. Tyndale realizó su obra
con tal alto nivel de excelencia que unos ochenta años después,
cuando un equipo de estudiosos se reunió para crear la Versión
Autorizada o King James, apenas pudo mejorar la de Tyndale. De
hecho, la traducción de Tyndale se hizo a tan alto nivel de compe-
tencia que su obra permanece hasta el día de hoy a través de las
diversas traducciones inglesas subsiguientes a las que ha influen-
ciado. De todos los regalos que Inglaterra le ha dado al mundo,
ninguno puede sobrepasar a este magistral tesoro. Dondequiera
que se lea en inglés, la Biblia de Tyndale es un legado invaluable.
Se han producido muchas pinturas que representan la extensa
influencia del Imperio Británico alrededor del mundo. Uno de es-
tos cuadros, tulado The Secret of England’s Greatness (El secreto
de la grandeza de Inglaterra), se exhibe en la Na onal Portrait Ga-
llery en Londres. En esta famosa obra, pintada en 1863 por Tho-
mas Jones Baker, se observa que un príncipe africano ha enviado
un embajador a la Reina Victoria, monarca de Inglaterra en el siglo
XIX, para pedirle el secreto de la superioridad de Inglaterra entre
las naciones. La pintura retrata al embajador arrodillado ante la
reina en la cámara de audiencia en el Cas llo Windsor. En el fondo
están el esposo de la reina, el Príncipe Alberto,y los miembros de
su corte. La Reina Victoria está haciendo entrega de una copia de
la Biblia al humillado dignatario. La reina está diciendo en silencio:
“Ve y dile a tu príncipe que éste es el secreto de la grandeza polí -
ca de Inglaterra”.
La verdadera grandeza de Inglaterra ha sido la Biblia en inglés.
En los úl mos siglos, Inglaterra ha sido un pueblo de la Biblia, y ha
distribuido el mensaje de este libro santo hacia los cuatro rincones
de la erra. La principal influencia en la difusión de la verdad bíbli-
ca fue la obra de traducción y publicación de William Tyndale. Él
fue el primero en presentarle a Inglaterra una Biblia traducida des-
de los originales hebreo y griego en su propio idioma.
Que la Palabra de Dios se difunda a todas las naciones del mun-
do en este empo. Que el sacrificio que hizo Tyndale hace cinco si-
glos con núe expandiendo su influencia en nuestros días.
C
Siempre
mejorando
EDICIONES NO AUTORIZADAS
Casi inmediatamente después de que el Nuevo Testamento de
1526 saliera de la prensa, comenzaron a imprimirse y distribuirse
copias no autorizadas a través de toda Inglaterra. El impresor con
la mayor responsabilidad de estas versiones piratas era un publica-
dor de Amberes llamado Christopher Van Endhoven. No menos de
cuatro ediciones no autorizadas salieron de su prensa sin el cono-
cimiento ni el permiso de Tyndale. La primera fue producida en
1526-1527, la segunda en 1530, la tercera en 1533, y la úl ma en
1534. La edición de 1534 demostraría ser especialmente irritante
para Tyndale debido al trabajo de un hombre llamado George
Joye.
Este hombre, un académico de Cambridge que se había vuelto
experto en la n, realizó un trabajo editorial a la úl ma edición.
Tras ser denunciado como hereje por su pensamiento reformado,
Joye par ó de Inglaterra y viajó a Amberes, donde se dedicó a la
traducción bíblica por su cuenta. Produjo la primera traducción im-
presa de varios libros del An guo Testamento al inglés, aunque no
desde el original hebreo.
En 1530, Joye produjo su propia traducción de los Salmos del la-
n al inglés. En 1531, Van Endhoven fue arrestado por imprimir y
embarcar copias del Nuevo Testamento en inglés hacia Inglaterra.
Fue enviado a Londres debido a que las autoridades de Amberes
no lo procesaron, así que fue encarcelado en Westminster y allí
murió. En 1532, Joye publicó la traducción de Proverbios y Ecle-
siastés. En 1534, Jeremías y Lamentaciones fueron traducidos al
inglés del la n.
En la primavera de 1534, la viuda de Van Endhoven le pidió a
Joye que supervisara la edición de la cuarta edición pirata del Nue-
vo Testamento de 1526 de Tyndale. Los pógrafos flamencos te-
nían problemas financieros, y la venta de la Biblia de Tyndale debía
dejar una gran u lidad. Joye le hizo casi cien correcciones a la ver-
sión de 1526 de Tyndale, muchas de las cuales eran menores. Al-
gunos de los cambios eran correcciones pográficas, mientras que
otras resultaron ser significa vas. El trabajo de Joye era inferior al
de Tyndale porque aquel trabajaba desde la Vulgata en lugar de los
originales griego y hebreo para examinar la edición de Tyndale.
Un cambio no autorizado en la edición de Joye fue una impor-
tante desviación de la teología de Tyndale. Esto desató una tre-
menda controversia. Joye alteró la palabra de Tyndale resurrec on
(resurrección), cambiándola por la vida después de esta vida o ver-
dadera vida en unos veinte lugares. En ese entonces, se estaba ge-
nerando una disputa entre algunos de los reformados con respec-
to a la idea del “sueño del alma” como estado intermedio del
alma. Joye negaba que un creyente fuera de inmediato a la pre-
sencia de Dios después de morir.
Estos cambios a la traducción de Tyndale afectaron nega va-
mente la percepción pública de su postura doctrinal. Tyndale negó
esta enseñanza y produjo un segundo prólogo a su Nuevo Testa-
mento de 1534, acusando a Joye de negar la resurrección corporal.
Tyndale mantuvo la palabra resurrec on en el texto de su nueva
edición.
FORMATO DE IMPRESIÓN
Tal como había hecho con el Pentateuco cuatro años antes, Tynda-
le eligió la bulliciosa ciudad de Amberes para imprimir y publicar el
Nuevo Testamento de 1534. Este ac vo polo comercial le propor-
cionó las ventajas de un próspero centro de negocios con numero-
sos mercaderes ingleses. En esta metrópolis del siglo XVI, Tyndale
pasó fácilmente inadver do. Amberes también poseía varios im-
presores de entre los cuales Tyndale podía elegir para su impor-
tante empresa. Tyndale se alejó del impresor que había elegido
para el Pentateuco de 1530, y aseguró los servicios de un francés
llamado Mar n de Keyser.
La revisión fue impresa en el formato octavo. Medía 15 cen me-
tros de alto por diez de ancho y cuatro cen metros de grosor. Era
un volumen robusto de tamaño bolsillo lo bastante pequeño para
caber en una mano. Pese a su pequeño tamaño, no obstante, era
un volumen sustancial de cuatrocientas páginas. Esta edición fue
impresa en un po de letra gó ca en lugar del po romano de las
anteriores traducciones de Tyndale, con un generoso borde blan-
co. Los márgenes externos eran de tres cen metros, en los que ha-
bía múl ples notas de estudio explica vas y referencias cruzadas,
y los márgenes superior e inferior eran espaciosos. Los márgenes
interiores contenían letras demarcadoras que señalaban las divi-
siones de los párrafos. En la parte superior de cada página, apare-
cía el nombre del libro en par cular, lo que ayudaba al lector a
buscar un texto específico. Cada número de capítulo estaba escrito
en palabras y no en los numerales romanos. Después de todo, la
principal audiencia de Tyndale eran los mercaderes y agricultores
de Inglaterra, no los instruidos académicos de las universidades.
Durante el siglo XVI, la imprenta siguió desarrollándose con nue-
va tecnología. Los impresores usaban una hoja grande de papel
doblada de una a cinco veces, dependiendo del tamaño deseado
para el libro a imprimir. Cada hoja era impresa por ambos lados. El
libro más fácil de producir era el folio, que significaba solo un do-
blez de la hoja grande. Así se generaban dos hojas impresas por el
frente y el reverso para producir cuatro páginas de texto. Una hoja
doblada dos veces se conocía como cuarto, la cual producía ocho
páginas de texto en cuatro hojas. Un octavo era una sola hoja do-
blada tres veces, la cual producía dieciséis páginas de texto en
ocho hojas. Tyndale eligió el formato octavo por su tamaño com-
pacto, lo que le permi a al dueño portar esta Biblia prohibida sin
que fuera adver da. Esta versión más pequeña además era fácil de
ocultar en fardos de algodón para ser pasada de contrabando a In-
glaterra.
PORTADA
EL NUEVO TESTAMENTO
corregido con diligencia y comparado con el griego
Por
WILLIAM TYNDALE
y acabado en el año de nuestro Señor Dios
A. 1534
en el mes de noviembre.4
Por su fecha de noviembre de 1534, a veces se alude a esta edi-
ción como el Nuevo Testamento de Noviembre. Esta nomenclatura
es similar a la del Nuevo Testamento alemán de 1522 de Mar n
Lutero, conocido como el Testamento de Sep embre, porque fue
impreso en sep embre de 1522. Aunque se iden ficó a sí mismo
como el traductor, Tyndale decidió inventar el nombre del publica-
dor en la portada, que dice: “Impreso en Amberes por Mar n Em-
peror Año 1534”.
PRÓLOGOS DE APERTURA
TRABAJO DE TRADUCCIÓN
Mateo 1:18.
Mary was betrothed to (married unto) Joseph.
Mateo 5:9.
Blessed are the peace makers (maintainers of
peace).
Mateo 8:26.
O ye of (endued with) li le faith.
Mateo 11:29.
And ye shall find rest (ease) unto your souls.
Marcos 7:11.
Corban, which (that) is: That thou desirest of me
to help thee with is given God.(Whatsoever thing I
offer, that same doth profit thee.)
Juan 1:1.
In the beginning was the (that) word, and the
(that) word was with God, and the word was God
(God was that word).
Juan 20:27.
Be not faithless but believing (without faith but
believe).
Hechos 7:60.
Lord, lay not this sin to their charge (impute not
this sin unto them).
Hechos 19:27.
But also that (that also) the temple of the great
goddess (se omite goddess) Diana should be des-
pised, and her magnificence (majesty) should be
destroyed.27
1 Corin os 5:11.
But now I write (have wri en) unto you.
1 Corin os 15:51.
I shewyou a mystery (a mystery unto you)
.
Efesios 5:19.
Speaking unto yourselves in psalms and hymns
and spiritual songs, singing and making melody
(playing) to the Lord in your hearts.
Filipenses 2:12.
Work out (perform) your own salva on (health)
with fear and trembling.
Hebreos 5:7.
Was also heard because of his godliness (he had
God in reverence).
Hebreos 12:16.
Esau, which for one breakfast sold his birth-right
(his right that belonged unto him in that he was
the eldest brother).
Hebreos 13:14.
For here have we no con nuing city: but we seek
one (a city) to come.28
1 Pedro 2:19.
For it is thankworthy (cometh of grace), if a man
for conscience toward God endure grief suffering
wrongfully.
Apocalipsis 13:5.
Power was given unto him to do (con nue) forty-
two months.
NOTAS MARGINALES
Las notas de 1534 son menos polémicas que las de la edición an-
terior de Tyndale y menos incisivas que las notas de Lutero en su
Nuevo Testamento de 1522. Tyndale prefirió principalmente expli-
car el texto bíblico y tratar asuntos de la vida cris ana co diana re-
lacionados con el pasaje específico. Tyndale afirmaba las doctrinas
reformadas centrales tales como la jus ficación por la fe y además
sostenía que la verdadera fe se evidencia en las buenas obras. Rei-
teradamente exhortó al lector a obedecer y seguir la Palabra.
LA EDICIÓN DE 1535
Juan 8:44.
The lusts of your father ye will do (follow).
1 Corin os 15:10.
I labored more abundantly than they all, yet (omi-
sión) not I.
Filipenses 2:4.
Look not every man on his own things, but every
man on the things of other men (1535). And that
no man consider his own, but what is meet for ot-
her (1534).
Hebreos 9:22.
Without shedding (effusion) of blood is not remis-
sion.
Los Libros
Históricos
PERMANENCIA EN AMBERES
LIBROS HISTÓRICOS
JOHN ROGERS
ARRESTO DE TYNDALE
LA BIBLIA MATTHEW
EL LEGADO DE TYNDALE
¡Queremos
nuevos Tyndales!
P :S
1 Salmo 3:8; Jonás 2:9.
P :E B
1 Philip Schaff, History of the Chris an Church, vol. 7 (1888; reimp., Pea-
body, Mass.: Hendrickson, 2006), 1. Traducción para este libro.
2 Uno de los más reconocibles y famosos retratos de William Tyndale
cuelga en el comedor del Her ord College, Universidad de Oxford. El re-
trato al que me refiero ahora es parte de la colección principal de la Na-
onal Portrait Gallery, Londres.
3 Brian Moynahan, God’s Bestseller: William Tyndale, Thomas More, and
the Wri ng of the English Bible; A Story of Martyrdom and Betrayal
(Nueva York: St. Mar n’s, 2002), Traducción para este libro.
1. U
1 J. H. Merle d’Aubigné, The Reforma on in England (Edimburgo, Escocia:
Banner of Truth, 1853, 1994), 1:167. Traducción para este libro.
2 Sir Frederick Kenyon, Our Bible and the Ancient Manuscripts: Being a
History of the Text and Its Transla ons (Whitefish, Mont.: Kessinger,
2007), 211, 217.
3 D’Aubigné, The Reforma on in England, 1:167.
4 Leland Ryken, The Word of God in English: Criteria for Excellence in Bible
Transla on (Wheaton, Ill.: Crossway, 2002), 48.
5 Brian H. Edwards, God’s Outlaw: The Story of William Tyndale and the
English Bible (Darlington, Inglaterra: Evangelical, 1976, 1999), 170. Cursi-
va original. Traducción para este libro.
6 John Foxe, Foxe’s Book of Martyrs (Nashville, Tenn.: Thomas Nelson,
2000), 114.
7 Robert Sheehan, “William Tyndale’s Legacy,” The Banner of Truth 24, n.
557, febrero de 2010, 24.
8 Foxe, Foxe’s Book of Martyrs, 29.
9 David Daniell, William Tyndale: A Biography (New Haven, Conn.: Yale
University Press, 1994), 38.
10 William Tyndale, “The Prac ce of Prelates,” The Works of William Tyn-
dale (1849 y 1850; reimp., Edimburgo, Escocia: Banner of Truth, 2010),
2:291.
11 Alister E. McGrath, In the Beginning: The Story of the King James Bible
and How It Changed a Na on, a Language, and a Culture (Nueva York:
Doubleday, 2001), 68.
12 Daniell escribe que el empo que Tyndale pasó en Cambridge pudo ha-
ber sido “corto o más largo, entre 1517 y 1521”. William Tyndale, 49.
13 Algunos historiadores, entre ellos Brian H. Edwards y S. M. Houghton,
aseveran que William Tyndale con toda probabilidad estaba en White
Horse Inn. Otros, como Daniell, piensan que Tyndale no estaba presente.
14 William Tyndale, “The Preface of Master William Tyndale, That He
Made Before the Five Books of Moses, Called Genesis,” en The Works of
William Tyndale (1848; reimp., Edimburgo, Escocia: Banner of Truth,
2010), 394.
15 Foxe, Foxe’s Book of Martyrs, 1:77.
16 “Biographical No ce of William Tyndale,” en Works, 1:xix.
17 Erasmo según se cita en Philip Schaff, History of the Chris an Church
(1858; reimp., Peabody, Mass.: Hendrickson, 2006), 6:724. Traducción
para este libro.
18 Tyndale, Works, 1:xxii.
19 A. N. S. Lane, “William Tyndale,” en Biographical Dic onary of Evangeli-
cals, ed. Timothy Larsen (Downers Grove, Ill.: InterVarsity Press, 2003),
678.
20 John McClintock y James Strong, eds., Cyclopedia of Biblical, Theologi-
cal, and Ecclesias cal Literature, vol. 10 (1867–87; reimp., Grand Rapids,
Mich.: Baker Academic, 1981), ver entrada “William Tyndale”.
21 Robert Demaus y Richard Love , William Tyndale: A Biography (Lon-
dres: The Religious Tract Society, 1886), 205.
22 Tomás Moro, citado en N. R. Needham, 2000 Years of Christ’s Power,
Part 3: Renaissance and Reforma on (Londres: Grace, 2004), 381.
23 Daniell, William Tyndale, 217.
24 Daniell, William Tyndale, 361.
25 Daniell, William Tyndale, 316.
26 William Tyndale, introducción a Tyndale’s New Testament, ed. y con una
introducción de David Daniell (New Haven, Conn.: Yale University Press,
1989), ix. Traducción para este libro.
27 John Piper, Filling Up the Afflic ons of Christ: The Cost of Bringing the
Gospel to the Na ons in the Lives of William Tyndale, Adoniram Judson,
and John Paton (Wheaton, Ill.: Crossway, 2009), 50. Traducción para este
libro.
28 Foxe, Foxe’s Book of Martyrs, 127. Traducción para este libro.
29 Foxe, Foxe’s Book of Martyrs, 83.
30 Esta escena ha sido reconstruida por David Daniell a par r de otras sen-
tencias capitales similares de la época de Tyndale. Daniell, William Tyn-
dale, 383.
31 William J. McRae, A Book to Die For: A Prac cal Study Guide on How
Our Bible Came to Us (Toronto: Clements, 2002), xiv, citado en Tony Lane,
“A Man for All People: Introducing William Tyndale,” Chris an History 6,
no. 4 (1987), 6–9. Traducción para este libro.
32 J. H. Merle d’Aubigné, The Reforma on in England (1866–78; reimp.,
Edimburgo, Escocia: Banner of Truth, 1994), 2:348. Traducción para este
libro.
2. C
1 David Daniell, introducción a William Tyndale, Selected Wri ngs, ed. y
con una introducción de David Daniell (Nueva York: Routledge, 2003),
viii–ix. Traducción para este libro.
2 Needham, 378.
3 Daniell, William Tyndale, 150.
4 Edwards, 70.
5 Tyndale, “A Pathway into the Holy Scripture,” en Works, 1:17. Traduc-
ción para este libro.
6 Tyndale, Works, 1:14
7 Tyndale, Works, 1:17.
8 Tyndale, Works, 1:17-18.
9 Tyndale, Works, 1:18.
10 Tyndale, Works, 1:18.
11 Tyndale, Works, 1:14.
12 William Tyndale, “Exposi on of the First Epistle of St. John”, en Works,
2:151. Traducción para este libro.
13 Tyndale, Works, 1:497–98.
14 Tyndale, Works, 1:14.
15 Tyndale, Works, 1:17.
16 Tyndale, Works, 1:17.
17 Tyndale, Works, 2:199.
18 Tyndale, Works, 2:152.
19 Tyndale, Works, 2:150.
20 Tyndale, Works, 2:150.
21 Tyndale, Works, 2:199.
22 Piper, 39.
23 Tyndale, Works, 1:505.
24 William Tyndale, An Answer to Sir Thomas More’s Dialogue (1531;
reimp., Cambridge, Inglaterra: The Parker Society, 1850), 111. Traducción
para este libro.
25 Tyndale, Works, 2:171.
26 Tyndale, Answers, 35.
27 Tyndale, Works, 1:77.
28 Tyndale, Works, 1:14.
29 Tyndale, Works, 1:49.
30 Tyndale, Works, 1:14.
31 Tyndale, Answer, 107.
32 Tyndale, Works, 1:19.
33 Tyndale, Answer, 191.
34 Tyndale, Works, 1:65.
35 Tyndale, Works, 1:509.
36 Tyndale, Works, 1:509.
37 Tyndale, Works, 1:22.
38 Piper, 42.
39 Tyndale, Works, 1:509.
40 Tyndale, Answer, 109.
41 Tyndale, Works, 1:19.
42 Tyndale, Works, 1:89.
43 Tyndale, Works, 2:200.
44 Tyndale, Works, 1:498.
45 Tyndale, Works, 1:53.
46 Tyndale, Works, 1:12-13.
47 Tyndale, Works, 1:466.
48 Tyndale, Works, 1:56.
49 Tyndale, Answer, 140.
50 Tyndale, Answer, 195-196.
51 Tyndale, Works, 1:54.
52 Tyndale, Works, 1:22.
53 Tyndale, Answer, 192-92.
54 Tyndale, Obras, 1:56.
55 Tyndale, Answer, 36.
56 Tyndale, Works, 1:65.
57 Tyndale, Works, 1:22.
58 Tyndale, Works, 1:316.
59 Tyndale, Works, 1:140.
60 Tyndale, Works, 1:334.
61 Tyndale, Works, 1:397.
3. C
1 B.K. Kuiper, The Church in History (Grand Rapids, Mich.: Eerdmans,
1951), 277. Traducción para este libro.
2 J. F. Mozley, William Tyndale (1937; reimp., Westport, Conn.: Green-
wood, 1971), 53.
3 William Tyndale, “Preface to the Reader: The Parable of the Wicked
Mammon,” en Works, 1:38.
4 Tyndale, Works, 1:39. Traducción para este libro.
5 Brooke Foss Westco , A General View of the History of the English Bible
(Nueva York: Macmillan, 1916), 135. Traducción para este libro.
6 William Tyndale, “A Pathway into the Holy Scripture”, en Works, 1:7.
Traducción para este libro.
7 Daniell, William Tyndale, 124.
8 Daniell, William Tyndale, 126.
9 Moynaham, 56.
4. N T
1 D’Aubigné, The Reforma on in England, 2:350. Traducción para este li-
bro.
2 Tyndale, Works, 1:234.
3 Mar n Luther, Luther’s Works, vol. 32, ed. George W. Forell (Filadelfia:
Fortress, 1958), 113. Traducción para este libro.
4 Moynaham, 77.
5 Moynaham, 77.
6 Daniell, William Tyndale, 141.
7 Daniell, William Tyndale, 135.
8 Daniell, William Tyndale, 136.
9 Daniell, William Tyndale, 135.
10 Daniell, William Tyndale, 135.
11 Tyndale, tal como lo cita Moynaham, 84. La ortogra a de esta cita (en
inglés) ha sido modernizada por este autor para ayudar al lector de hoy.
Traducción para este libro.
12 Moynaham, 297.
13 F. F. Bruce, The English Bible: A History of Transla ons (Nueva York: Ox-
ford University Press, 1961), 37. Traducción para este libro.
14 Moynahan, 402-403.
15 Daniell, introducción a William Tyndale, Selected Wri ngs, vii. Traduc-
ción para este libro.
5. P P
1 Hughes Oliphant Old, The Reading and Preaching of the Scriptures in
the Worship of the Chris an Church, Vol. 4: The Age of the Reforma on
(Grand Rapids, Mich.: Eerdmans, 2002), 137.
2 David Daniell, introducción a Tyndale’s Old Testament, ed. y con intro-
ducción de David Daniell (New Haven, Conn.: Yale University Press,
1992), xvii. Traducción para este libro.
3 McGrath, 70.
4 Daniell, William Tyndale, 298.
5 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 116.
6 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 82.
7 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 106.
8 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 172.
9 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 582.
10 Daniell, Tyndale’s Old Testament, xxii.
11 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 118.
12 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 209.
13 Tyndale, introducción a Tyndale’s Old Testament, xxv.
14 Moynaham, 188.
15 Moynaham, 188.
16 Moynaham, 190.
17 Moynaham, 190.
18 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 3.
19 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 3. Traducción para este libro.
20 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 4.
21 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 5.
22 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 7.
23 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 7.
24 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 7.
25 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 8.
26 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 15.
27 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 15.
28 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 81.
29 Moynaham, 199.
30 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 81–83.
31 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 84.
32 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 84.
33 Tyndale, Works, 1:419.
34 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 145.
35 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 145.
36 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 191.
37 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 198.
38 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 191.
39 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 254.
40 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 254.
41 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 254.
42 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 254.
43 Daniell, Tyndale’s Old Testament, 304-5.
6. S
1 Iain H. Murray, David Martyn Lloyd-Jones: The Fight of Faith, 1939–1981
(Edimburgo, Escocia: Banner of Truth, 1990), 2:355. Traducción para este
libro.
2 Westco , 141.
3 Daniell, William Tyndale, 319.
4 William Tyndale, Tyndale’s New Testament, ed. y con introducción de
David Daniell (New Haven, Conn.: Yale University Press, 1989), 1. Traduc-
ción para este libro.
5 Tyndale, Tyndale’s New Testament, 3.
6 Tyndale, Works, 1:468.
7 Tyndale, Works, 1:468.
8 Tyndale, Works, 1:468.
9 Tyndale, Works, 1:468.
10 Tyndale, Tyndale’s New Testament, 8.
11 Tyndale, Works, 1:477.
12 Tyndale, Tyndale’s New Testament, 13.
13 Mozley, 282–83.
14 Tyndale, Tyndale’s New Testament, 13.
15 Tyndale, Tyndale’s New Testament, 13.
16 Mozley, 282-283.
17 Mozley, 285.
18 Tyndale, Tyndale’s New Testament, 207.
19 Tyndale, Works, 1:488.
20 Tyndale, Works, 1:493.
21 Mozley, 287.
22 Daniell, William Tyndale, 317.
23 Daniell, William Tyndale, 318–319.
24 Daniell, William Tyndale, 319.
25 Daniell, William Tyndale, 319
26 Westco , 144–145.
27 Según lista de Mozley, 286-287.
28 Según lista de Mozley, 286-287.
29 Tyndale, Tyndale’s New Testament, 42.
30 Tyndale, Tyndale’s New Testament, 250.
31 Tyndale, Tyndale’s New Testament, 271.
32 Tyndale, Tyndale’s New Testament, 302.
33 Tyndale, Tyndale’s New Testament, 328.
34 Tyndale, Tyndale’s New Testament, 330.
35 Según lista de Mozley, 291-92.
36 Mozley, 292.
7. L
1 Daniell, introducción a Tyndale’s New Testament, vii. Traducción para
este libro.
2 Daniell, William Tyndale, 339.
3 John Foxe, The Acts and Monuments of the Church: Containing the His-
tory and Sufferings of the Martyrs (Nueva York: Robert Carter & Brot-
hers, 1855), 713. Traducción para este libro.
4 Old, 138.
5 Old, 138.
6 Enumeradas por Daniell, introducción a Tyndale’s Old Testament, xxv–
xxvi.
7 Señalada por Daniell, introducción a Tyndale’s Old Testament, xxv.
8 Enumeradas por Daniell, introducción a Tyndale’s Old Testament, xxv.
9 Edward Hall, citado por Daniell, William Tyndale, 333. Traducción para
este libro.
10 S. M. Houghton, Sketches from Church History (Edimburgo, Escocia:
Banner of Truth, 2001), 120. Traducción para este libro.
11 David Teems, Tyndale: The Man Who Gave God an English Voice (Nash-
ville, Tennessee: Thomas Nelson, 2012), 268. Traducción para este libro.
12 Teems, Tyndale, 269–70.
13 Teems, Tyndale, xxii.
14 Teems, Tyndale, xxi.
C : ¡Q T !
1 C. S. Lewis, English Literature in the Sixteenth Century (Nueva York: Ox-
ford University Press, 1954), 182. Traducción para este libro.