Qué Son Las Emociones
Qué Son Las Emociones
Qué Son Las Emociones
Cada persona experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus experiencias
anteriores, su aprendizaje y de la situación concreta. Algunas de las reacciones fisiológicas y
comportamentales que desencadenan las emociones son innatas, mientras que otras pueden
adquirirse. Unas se aprenden por experiencia directa, como el miedo o la ira, pero la mayoría
de las veces se aprende por observación de las personas de nuestro entorno, de ahí la
importancia de los padres y los profesores como modelo ante sus hijos y alumnos.
Las emociones...
• Las emociones son propias del ser humano. Se clasifican en positivas y negativas en función
de su contribución al bienestar o al malestar. Todas las emociones, tanto las de carácter
positivo como las de carácter negativo, cumplen funciones importantes para la vida.
• Todas las emociones son válidas. No existen emociones buenas o malas. Las emociones son
energía y la única energía que es negativa es la energía estancada. Por esta razón, es necesario
expresar las emociones negativas retenidas que pueden desencadenar problemas mayores.
• No podemos desconectar o evitar las emociones. Cualquier intento por controlarlas a través
del consumo de tabaco, alcohol u otras drogas puede generar problemas más importantes a
largo plazo.
Las emociones son un motor importante en la vida de las personas. Esto es así porque
influyen en sus pensamientos, conductas y, en muchas ocasiones, en su salud mental.
¿Qué son las emociones?
Según el psicólogo David G. Meyers, las emociones están compuestas por “arousal
fisiológico, comportamiento expresivo y experiencia consciente”. Actualmente, se
considera que estas se originan en el sistema límbico y que están compuestas de los
siguientes elementos:
Fisiológicos: es la primera reacción frente a un estímulo y son involuntarios.
Por ejemplo, la respiración se acelera, hay cambios a nivel hormonal, etc.
Cognitivos: la información se procesa a nivel consciente e inconsciente. Influye
en nuestra experiencia subjetiva.
Conductuales: genera un cambio en el comportamiento, es decir, en los gestos
de la cara, el movimiento del cuerpo, etc.
Las emociones son un motor importante en la vida de las personas. Esto es así porque
influyen en sus pensamientos, conductas y, en muchas ocasiones, en su salud mental.
Por ello, en este blog queremos hablar del concepto de inteligencia emocional y
la clasificación de las emociones para explicar la importancia que tienen en el
bienestar humano.
¿Qué son las emociones?
Según el psicólogo David G. Meyers, las emociones están compuestas por
“arousal fisiológico, comportamiento expresivo y experiencia consciente”.
Actualmente, se considera que estas se originan en el sistema límbico y que
están compuestas de los siguientes elementos:
Fisiológicos: es la primera reacción frente a un estímulo y son
involuntarios. Por ejemplo, la respiración se acelera, hay cambios a
nivel hormonal, etc.
Cognitivos: la información se procesa a nivel consciente e
inconsciente. Influye en nuestra experiencia subjetiva.
Conductuales: genera un cambio en el comportamiento, es decir, en
los gestos de la cara, el movimiento del cuerpo, etc.
Clasificación de emociones: qué tipos hay
Existen diferentes tipos de emociones, sin embargo, no hay una
clasificación definitiva. La razón de esto es que ninguna plasmará
completamente cómo concentran y se relacionan entre sí. A continuación,
te mostramos un listado útil para poder distinguirlas.
Emociones primarias o básicas
La clasificación de emociones inicia con las primarias o básicas porque
son las que se experimentan en respuesta a un estímulo. Para Paul Ekman,
las emociones básicas son 6: tristeza, felicidad, sorpresa, asco, miedo e ira.
Todas ellas representan procesos de adaptación y, supuestamente, están
en todos los seres humanos.
Emociones secundarias
Estas emociones surgen cuando experimentamos las primeras. Es decir,
cuando alguien siente miedo, es posible que después tenga enfado, claro,
todo depende de la situación que esté viviendo. Las emociones secundarias
son provocadas por reglas sociales y códigos morales.
Emociones positivas
Según el nivel en que las emociones influyen en el comportamiento de una
persona, estas pueden ser positivas o negativas. La clasificación de
emociones positivas es conocida como saludable, porque al manifestarse
en la persona le producen bienestar. Esto significa que favorecen en su
manera de pensar, razonar y actuar.
Emociones negativas
Ahora bien, las emociones negativas son todo lo contrario a las emociones
positivas. Estas afectan al bienestar personal de manera tóxica y generan
un deseo de evitarlas o evadirlas. El miedo o la tristeza son algunos
ejemplos.
No obstante, hay que tener muy presente que esta clasificación de
emociones, en baja intensidad, no son perjudiciales. Aunque sean
dolorosas, forman parte del aprendizaje y crecimiento de cada persona.
Gracias a ellas, nuestra memoria emocional recuerda las consecuencias que
tienen ciertas conductas.
Emociones estáticas
Algunos profesionales se refieren a las emociones estáticas a las que se
producen gracias a diversas manifestaciones artísticas. Por ejemplo, la
música o la pintura.
Así, una canción puede poner a la persona o muy feliz o muy triste, pero
esa sensación es cualitativamente distinta a la felicidad o tristeza que siente
en otro momento. La razón de esto es que se vive en un contexto artístico,
mediado por símbolos sobre las intenciones del autor.
Emociones sociales
Este tipo de emociones necesitan de la interacción con otra persona porque
de lo contrario no pueden aflorar. Podríamos decir que son la venganza, la
gratitud, el orgullo o la admiración. Básicamente, emociones que sentimos
con respecto a otros individuos.
Emociones instrumentales
Las emociones instrumentales son las que tienen el objetivo de lograr algo.
Pueden parecer naturales, pero son emociones forzadas y escoden una
intención. Son resultado de la auto-sugestión a ciertos contextos para hacer
que una parte de esa emoción dirija la forma en que la persona se debe
comportar.
Establezca relaciones—Es
importante establecer buenas
relaciones con familiares cercanos, amistades y otras personas
importantes en su vida. Aceptar ayuda y apoyo de personas que
lo quieren y escuchan, fortalece la resiliencia. Algunas personas
encuentran que estar activo en grupos de la comunidad,
organizaciones basadas en la fe, y otros grupos locales les
proveen sostén social y les ayudan a tener esperanza. Ayudar a
otros que le necesitan también puede ser de beneficio para
usted.
Evite ver las crisis como obstáculos insuperables —Usted no
puede evitar que ocurran eventos que producen mucha tensión,
pero si puede cambiar la manera como los interpreta y
reacciona ante ellos. Trate de mirar más allá del presente y
piense que en el futuro las cosas mejorarán. Observe si hay
alguna forma sutil en que se sienta mejor, mientras se enfrenta
a las situaciones difíciles.
Acepte que el cambio es parte de la vida—Es posible que como
resultado de una situación adversa no le sea posible alcanzar
ciertas metas. Aceptar las circunstancias que no puede cambiar
le puede ayudar a enfocarse en las circunstancias que si puede
alterar.
Muévase hacia sus metas—Desarrolle algunas metas realistas.
Haga algo regularmente que le permita moverse hacia sus
metas, aunque le parezca que es un logro pequeño. En vez de
enfocarse en tareas que parecen que no puede lograr,
pregúntese acerca de las cosas que puede lograr hoy y que le
ayudan a caminar en la dirección hacia la cual quiere ir.
Lleve a cabo acciones decisivas—En situaciones adversas,
actúe de la mejor manera que pueda. Llevar a cabo acciones
decisivas es mejor que ignorar los problemas y las tensiones, y
desear que desaparezcan.
Busque oportunidades para descubrirse a sí mismo —Muchas
veces como resultado de su lucha contra la adversidad, las
personas pueden aprender algo sobre sí mismas y sentir que
han crecido de alguna forma a nivel personal. Muchas personas
que han experimentado tragedias y situaciones difíciles, han
expresado tener mejoría en el manejo de sus relaciones
personales, un incremento en la fuerza personal aun cuando se
sienten vulnerables, la sensación de que su autoestima ha
mejorado, una espiritualidad más desarrollada y una mayor
apreciación de la vida.
Cultive una visión positiva de sí mismo —Desarrollar la confianza
en su capacidad para resolver problemas y confiar en sus
instintos, ayuda a construir la resiliencia.
Mantenga las cosas en perspectiva—Aun cuando se enfrente a
eventos muy dolorosos, trate de considerar la situación que le
causa tensión en un contexto más amplio, y mantenga una
perspectiva a largo plazo. Evite agrandar el evento fuera de su
proporción.
Nunca pierda la esperanza—Una visión optimista le permite
esperar que ocurran cosas buenas en su vida. Trate de
visualizar lo que quiere en vez de preocuparse por lo que teme.
Cuide de sí mismo—Preste atención a sus necesidades y
deseos. Interésese en actividades que disfrute y encuentre
relajantes. Ejercítese regularmente. Cuidar de si mismo le
ayuda a mantener su mente y cuerpo listos para enfrentarse a
situaciones que requieren resiliencia.
Formas adicionales de fortalecer la resiliencia le podrían ser de
ayuda. Por ejemplo, algunas personas escriben sobre sus
pensamientos y sentimientos más profundos relacionados con
la experiencia traumática u otros eventos estresantes en sus
vidas. La meditación y las prácticas espirituales ayudan a
algunas personas a establecer relaciones y restaurar la
esperanza.
La clave es identificar actividades que podrían ayudarle a
construir una estrategia personal para desarrollar la resiliencia.
Ventajasdelaresiliencia
1. Conoce tus límites: Explora a fondo tus capacidades y así podrás plantearte
metas retadoras, pero al mismo tiempo realistas.
2. Celebra tus triunfos: Será bueno para tu autoestima y para motivarte a ir por
más, sin rendirte ante los reveses que se presenten.
3. Relaciónate: Recuerda que la resiliencia no es innata, necesitas relacionarte
con tus amigos y colegas para recibir feedbacks y vivir experiencias que
fortalezcan tu capacidad para empatizar, conectar, adaptarte y manejar
conflictos.
4. Aprende de los errores y rechazos: Sacar lecciones de errores propios y
ajenos te ayudará a prevenir futuros problemas y ser más optimista ante las
adversidades.
¿Cuál es la importancia de la resiliencia?
Por qué es importante la resiliencia para tu rendimiento personal. A nivel
personal, la resiliencia supone una reestructuración de nuestra psicología, para
que los individuos seamos capaces de adaptarnos a una circunstancia o
situación nueva, que podamos enfrentar.