STC3900 2022

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AROLDO WILSON QUIROZ MONSALVO

Magistrado ponente

STC3900-2022
Radicación n.° 11001-02-03-000-2022-00036-00
(Aprobado en sesión virtual de treinta de marzo de dos mil veintidós)

Bogotá, D.C., treinta (30) de marzo de dos mil


veintidós (2022).

Se decide la acción de tutela instaurada por Samir


Eduardo Rodríguez Suárez contra la Sala Civil-Familia-
Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Armenia y el Juzgado Primero Civil del Circuito de esa
localidad, a cuyo trámite se vinculó a las partes e
intervinientes en el proceso objeto de la queja
constitucional.

ANTECEDENTES

1. El promotor del amparo reclamó protección de sus


prerrogativas al debido proceso, defensa y «a proferir pronta
y debida justicia», que dice vulneradas por las sedes
judiciales accionadas, por lo que pidió «revocar los autos

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de… veintiocho… de septiembre de dos mil veintiuno… y


tres… de noviembre de dos mil veintiuno…»; en
consecuencia, se ordene al juzgado convocado que «profiera
el mandamiento de pago impetrado».

2. Son hechos relevantes para la definición del


presente asunto los siguientes:

2.1. Samir Eduardo Rodríguez Suárez promovió acción


ejecutiva, «de conformidad con lo establecido en el artículo
428 del C.G.P.», contra Geo Casamaestra SAS, con la
finalidad de obtener el pago de $81’091.500, «como cantidad
principal y que corresponde al precio pagado según obra en
el contrato de promesa de compraventa de… 24 de
septiembre de 2015», que se adosó como soporte de la
ejecución, así como también de los intereses moratorios,
«liquidados mensualmente sobre la suma principal y de
conformidad con las fechas en las cuales se hicieron los
abonos al precio».

2.2. Con providencia del 28 de septiembre de 2021, se


negó la orden de pago, decisión que apeló el demandante,
siendo confirmada con auto del 3 de noviembre siguiente.

2.3. En síntesis, expresó el gestor del resguardo que


los despachos judiciales convocados «actuaron al margen
del procedimiento establecido en el artículo 428 del C.G.P.,
que acoge la ejecución de manera directa por perjuicios a la
cual tiene acceso el acreedor al cual su deudor le incumple
obligaciones de hacer», presupuestos que se reunían en el

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caso de autos, al no haberse cumplido en la «ejecución de


dos hechos, como son la no suscripción de una escritura
pública de compraventa y la no entrega de un inmueble,
obligaciones plasmadas en la promesa de compraventa de…
24 de septiembre de 2015».

3. La Corte admitió el libelo de amparo, ordenó librar


las comunicaciones de rigor y pidió rendir los informes a
que alude el artículo 19 del Decreto 2591 de 1991.

RESPUESTAS DEL ACCIONADO Y VINCULADOS

1. El Juzgado Primero Civil del Circuito de Armenia


destacó que «no existe vulneración de los derechos
constitucionales invocados, por cuanto la decisión adoptada,
fue producto de la valoración de los insumos que obraban en
el plenario, junto con la interpretación de las normas que era
dable aplicar al caso en cuestión».

2. Al momento de someterse al conocimiento de la Sala


el presente asunto, no se habían recibido respuestas
adicionales.

CONSIDERACIONES

1. Al tenor del artículo 86 de la Carta Política, la


acción de tutela es un mecanismo instituido para la
protección de los derechos fundamentales, cuando sean
conculcados o seriamente amenazados por la acción o la
omisión ilegítima de una autoridad o, en determinadas

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hipótesis, de los particulares, siempre y cuando el afectado


no disponga de otro medio de defensa judicial.

De la misma forma, se ha señalado que, en línea de


principio, esta acción no procede respecto de providencias
judiciales, salvo que el funcionario adopte una decisión por
completo desviada del camino previamente señalado, sin
ninguna objetividad, a tal extremo que configure el proceder
denominado «vía de hecho», situación frente a la cual se
abre camino el amparo para restablecer los derechos
fundamentales conculcados, siempre y cuando se hayan
agotado las vías ordinarias de defensa judicial, dado el
carácter subsidiario y residual de la tutela y, por supuesto,
se observe el requisito de la inmediatez connatural a su
ejercicio.

2. Por lineamiento jurisprudencial, en tratándose de


actuaciones y providencias judiciales, el resguardo procede
de manera excepcional y limitado a la presencia de una
irrefutable vía de hecho, cuando «el proceder ilegítimo no es
dable removerlo a través de los medios ordinarios previstos
en la ley» (CSJ STC, 11 may. 2001, rad. 2001-00183-01); y
por supuesto, se cumpla el requisito de la inmediatez.

No obstante, en los precisos casos en los cuales el


funcionario respectivo incurra en un proceder claramente
opuesto a la ley, por arbitrario o antojadizo, puede
intervenir el juez de tutela con el fin de restablecer el orden
jurídico si el afectado no cuenta con otro medio de
protección judicial.

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Al respecto, la Corte ha manifestado que,

(…) el Juez natural está dotado de discreta autonomía para


interpretar las leyes, de modo que el amparo sólo se abre paso si
‘se detecta un error grosero o un yerro superlativo o mayúsculo
que, abrupta y paladinamente cercene el ordenamiento positivo;
cuando tenga lugar un ostensible e inadmisible
resquebrajamiento de la función judicial; en suma, cuando se
presenta una vía de hecho, así denominada por contraponerse en
forma manifiesta al sistema jurídico, es posible reclamar el
amparo del derecho fundamental constitucional vulnerado o
amenazado(...), (CSJ STC, 11 may. 2001, rad. 0183, reiterada
STC4269-2015 16 abr. 2015).

Así pues, se ha reconocido que cuando el Juez se


aparta de la jurisprudencia, sin aportar argumentos
valederos o cuando se presenta un defecto sustantivo en el
proveído, entre otros, se estructura la denominada «vía de
hecho».

3. En este punto, se precisa que el estudio que se


realizará en esta instancia se circunscribirá al proveído de 3
de noviembre de 2021, que confirmó el auto de 28 de
septiembre de estas mismas calendas, toda vez que fue esa
providencia la que clausuró el debate relacionado con la
viabilidad de la ejecución que promovió el quejoso.

4. Bajo esa perspectiva y descendiendo al caso sub


examine advierte la Corte que el Tribunal accionado cometió
un desafuero que amerita la injerencia de esta jurisdicción,
por cuanto para sostener la negativa del mandamiento de
pago que deprecó el tutelante en el trámite acusado,

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interpretó erróneamente lo dispuesto en el artículo 428 del


Código General del Proceso, al restringir la ejecución por
perjuicios que esa norma consagra, a cierto tipo de
obligaciones, limitación que no contempla esa disposición.

4.1. En efecto, para desestimar la apelación que


formuló el ejecutante contra el proveído de 28 de
septiembre de 2021, que negó el mandamiento de pago que
aquel reclamó en el asunto criticado, el ad quem
cuestionado precisó que:

En el presente caso, se advierte que el demandante pretende que


se libre el mandamiento de pago al estimar como ejecutables por
perjuicios, la falta de cumplimiento de las “obligaciones de
hacer”, contenidas en el contrato de promesa, respecto de la
entrega de inmueble descrito en el negocio y su trasferencia, es
decir, que los dineros pretendidos constituyen para el apelante,
un reemplazo monetario ante el incumplimiento de las conductas
contratadas.

Sin embargo, bien pronto aflora la impropiedad jurídica del


mecanismo ejercido por el demandante, pues la ejecución a la
que se refiere el artículo 428 del C.G.P. atañe con “el pago de
perjuicios por la no entrega de una especie mueble o de bienes
de género distintos de dinero, o por la ejecución o no ejecución de
un hecho”, situaciones distintas al incumplimiento de un contrato
de promesa compraventa, cuyo compromiso principal (hacer el
contrato – otorgar la escritura pública -), puede reclamarse por la
vía definida en el artículo 434 del C.G.P., sin que tal “hecho”,
corresponda con los ejecutables por el medio utilizado, ni que
esta obligación (la de otorgar la escritura pública) pueda
“reemplazarse” por una suma líquida de dinero, que la sustituya,
pues en últimas, a eso intenta llevar el debate el censor, a pesar
de que la demanda habla de obligaciones dinerarias
directamente (...); tampoco el crédito derivado de la entrega del
inmueble, podría estimarse como ejecutable por la vía descrita,
pues esta se refiere a la entrega de bienes muebles o bienes de
especie o de género distintos de dinero, sin que estas pudieran

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corresponder en su naturaleza a la ejecución de un hecho, como


predica el demandante.

Estos aspectos descartan que pueda considerarse que la


demanda de ahora concierna con la de perjuicios prevista en el
artículo 428 del C.G.P., porque sus pretensiones coinciden con
sumas líquidas de dinero que otrora, dijo el demandante, había
entregado por cuotas, a la prometiente vendedora como parte del
precio del apartamento 13G de la Torre 3 del Conjunto
Residencial y Comercial Cibeles, Urbanización Villa Liliana,
ubicado en la carrera 40 No. 51-41 y calle 52 No. 40-85 de la
ciudad de Armenia.

Así, las aspiraciones del demandante se refieren al cobro de un


capital de $81’091.500, al que añadió intereses moratorios a la
tasa máxima de interés, sobre cifras desagregadas (cuotas) y a
partir de la fecha de la entrega de estas; de manera que tales
pagos parciales ($29’658.810, $9’000.000, 8’000.000,
$15’600.000, $1’000.000, $5’000.000, $3’000.000, $3’150.000,
$864.000, $5’800.000), daban lugar a intereses a partir de las
fechas en que presuntamente ocurrieron dichos pagos (5 de
octubre de 2015, 28 de abril de 2017, 28 de agosto de 2018, 4
de septiembre de 2018, 12 de septiembre de 2018, 8 de octubre
de 2018, 9 de noviembre de 2018, 3 de diciembre de 2018, 22 de
febrero de 2019 y 1º de marzo de 2019), con lo cual, ninguna
duda queda respecto de la orientación de las pretensiones, vale
decir, la restitución de los dineros que se dicen pagados por el
prometiente comprador a la prometiente vendedora, sin que
pueda darse cabida a la interpretación que propone el apelante,
pues en realidad, las obligaciones de la demandada consistían,
según el libelo, en la entrega de un bien inmueble y el
otorgamiento de una escritura pública, débitos que carecen de
posibilidades para ejecutarse en la forma pretendida por el
recurrente, ni tampoco en la prevista en la demanda original, por
diferentes que estas sean.

En que resulta inapropiado acudir a la ejecución por perjuicios


cuando se trata de una obligación de entregar un bien inmueble
y/o otorgar escritura pública, pues dicho mecanismo procesal
solo resulta aplicable a la ejecución forzada de obligaciones de
dar bienes muebles de especie o género distinto de dinero o la
realización de hechos distintos a los descritos, en tanto para
ellos existen otros medios que adecuados son para ventilar

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dichas polémicas, como la ejecución por incumplimiento del


compromiso de suscribir documentos (art. 434 del C.G.P.) y la
entrega de la cosa por el tradente al adquirente (art. 378 del
C.G.P.), caminos procesales que, con la debida secuencia,
podrían calzar en los propósitos de la demanda emprendida por
el censor.

De otro lado, nótese que el artículo 428 del C.G.P. concuerda con
los artículos 433 y 437 ibídem, cuya interpretación supone que la
ejecución por obligación de hacer debe atender a la naturaleza
de la misma, de manera que si dicha conducta ha sido
desconocida por el demandado, debe pretenderse y
eventualmente librarse mandamiento de pago para que el deudor
ejecute el hecho en un plazo prudencial y los perjuicios
moratorios si se pretendieron; ahora, si se intenta la ejecución
por perjuicios, los compensatorios reemplazarán a la conducta
principal y la moratoria, la tardanza en su realización, todo ello,
deja ver el descarrío de las pretensiones elevadas ahora.

De acuerdo con lo antes trascrito, evidente es que el


Colegiado accionado consideró que, en tratándose de
obligaciones de hacer, consistentes en la suscripción de
una escritura pública y la entrega de un inmueble, no
procede la ejecución por perjuicios que consagra el artículo
428 del Código General del Proceso, pues en esos casos el
acreedor debe, imperativamente, acudir a las otras vías que
contempla el ordenamiento jurídico, enfiladas a obtener el
cumplimiento forzado de tales compromisos, como lo serían
las ejecuciones por obligaciones de hacer y de suscribir
documentos.

4.2. No obstante, conforme se anunció previamente,


tal restricción no se extracta de la redacción del invocado
canon 428 del Código General del Proceso, el que, en su
inciso primero, establece que:

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El acreedor podrá demandar desde un principio el pago de


perjuicios por la no entrega de una especie mueble o de bienes
de género distintos de dinero, o por la ejecución o no
ejecución de un hecho, estimándolos y especificándolos bajo
juramento si no figuran en el título ejecutivo, en una cantidad
como principal y otra como tasa de interés mensual, para que se
siga la ejecución por suma líquida de dinero. (Resaltado por la
Corte).

Del tenor literal de la citada norma, se extracta que


son tres los casos en los que el acreedor puede reclamar
desde un principio la ejecución por perjuicios, a saber: (i)
cuando no se entregó una especie mueble o de bienes de
género diferentes al dinero; (ii) por la ejecución de un
hecho; y (iii) por la no ejecución de un hecho.

Así pues, se concluye que el primero de los casos


relacionados se refiere a la inobservancia de obligaciones de
dar, circunscrito a especies muebles o a bienes de género
distintos al dinero; el segundo, al incumplimiento de
obligaciones de abstenerse de hacer, es decir, se trata de la
ejecución de un acto, que la parte se había comprometido a
no realizar; y, el tercero, al desconocimiento de obligaciones
de hacer, esto es, la inejecución de un hecho.

4.3. En tratándose del tercero de los eventos


señalados, que es el que interesa para la resolución del
presente asunto, el legislador no incluyó, valga anotar,
ningún tipo de limitación o restricción, por el contrario, dejó
abierta la posibilidad de que el acreedor reclamara, por esa
vía, la ejecución por los perjuicios que se le ocasionaron con
el incumplimiento de cualquier obligación de hacer, como lo

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son, resáltese, la de suscribir un documento y la entrega de


un inmueble.

4.4. En este punto, memórese que la Corte


Constitucional en sentencia C-472 de 1995, se refirió a la
ejecución por perjuicios, al examinar la constitucionalidad
del artículo 4951 del Código de Procedimiento Civil,
pronunciamiento que resulta relevante para el caso de
marras, comoquiera que el contenido literal del citado
canon se reprodujo, íntegramente, en el ahora analizado
artículo 428 del Código General del Proceso, oportunidad en
la que dicha Corporación expresó lo siguiente:

En los términos del artículo 495, también se permite al acreedor


reclamar el pago de perjuicios compensatorios "por la no
entrega de una especie mueble o de bienes de género distinto de
dinero, o por la ejecución o no ejecución de un hecho,
estimándolos y especificándolos bajo juramento sino figuran en
el título ejecutivo en una cantidad como principal y otra como
tasa de interés mensual". En este evento, obviamente no se
demanda la entrega del respectivo bien ni la realización
del hecho, sino su equivalente o compensación en dinero,
de manera que el cobro coactivo se asimila o convierte en
una ejecución por suma de dinero.

Lo que caracteriza y a la vez asimila las situaciones


reguladas en las normas mencionadas anteriormente, es
que el cobro ejecutivo de los perjuicios, en ambos casos, se
puede adelantar en los términos de los artículos 491 y
498 del C.P.C., a pesar de que la obligación no versa sobre
una cantidad líquida de dinero ni consta expresamente en
el título de recaudo ejecutivo, defiriéndose al acreedor la
facultad de estimarlos y concretarlos bajo juramento.
1
Establecía la citada norma, en su inciso primero, lo siguiente: «El acreedor podrá
demandar desde un principio el pago de perjuicios por la no entrega de una especie
mueble o de bienes de género distintos de dinero, o por la ejecución o no ejecución de
un hecho, estimándolos y especificándolos bajo juramento si no figuran en el título
ejecutivo, en una cantidad como principal y otra como tasa de interés mensual, para
que se siga la ejecución por suma líquida de dinero».

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Como es fácil deducirlo, el juramento constituye el instrumento


eficaz, autorizado por la ley, para cumplir las exigencias del
recaudo y complementar el título de ejecución, en los eventos
previstos por ésta. (Negrillas ajenas al texto).

4.5. Así pues, se reitera, el artículo 428 del Código


General del Proceso, faculta al acreedor para exigir, por la
vía ejecutiva, los perjuicios compensatorios (aquellos que
«equivalen a la sustitución por dinero de la obligación
principal»2), que se le ocasionaron «por la no entrega de una
especie mueble o de bienes de género distintos de dinero, o
por la ejecución o no ejecución de un hecho».

Sobre este particular, cabe añadir que, de vieja data,


ha dicho esta Corporación que, ante el incumplimiento de
obligaciones contractuales:

… se han distinguido dos tipos de indemnización, exigibles a


opción del acreedor, como cumplimiento del contrato por parte del
deudor constituido en mora: la moratoria y la compensatoria.
Corresponde la primera al retardo (falta transitoria de pago), y la
segunda, a la inejecución absoluta o ejecución imperfecta de la
obligación (falta definitiva de pago en todo o en parte). La
diferencia entre la una y la otra radica en que la indemnización
moratoria se agrega a la ejecución del objeto tal como se pactó,
en tanto la compensatoria excluye esta ejecución, pero
comprende, en cambio, el valor o precio del objeto debido, en todo
o en parte.

Para finalizar lo concerniente a la segunda premisa que se


estudia, sólo resta determinar cuándo puede el acreedor exigir el
objeto debido más la indemnización moratoria y cuando la

2
MORA G. Nelson R. Procesos de Ejecución. Tomo 1. Segunda Edición. Pág. 138.
Editorial Temis. 1973.

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compensatoria, es decir el “precio de la cosa” más la


indemnización por los “perjuicios de la mora”.

La elección entre alguno de estos dos extremos, como


cumplimiento del contrato, corresponde al acreedor. Este optará
por el primero cuando conserve interés en que el deudor ejecute
el objeto de la obligación tal como fue pactado y se decidirá por el
segundo, forzosamente cuando la cosa ha perecido, y en los
demás casos cuando ya no tenga ningún interés en ese objeto se
ejecute…

La nueva doctrina que ahora sienta la Corte puede pues


resumirse en esta proposición: “el incumplimiento del contrato”, a
que se refiere el artículo 1546 del Código Civil, puede efectuarse
dos manera distintas: ora ejecutando el deudor moroso su
obligación tal como fue contraída (cumplimiento en especie), ora
pagando al acreedor el precio o valor del objeto pactado
(ejecución en equivalente), en ambos casos con indemnización
por los perjuicios de mora. El precio o valor del objeto más la
indemnización moratoria, se llama en técnica jurídica la
“indemnización compensatoria”3.

4.6. Conforme al marco conceptual antes reseñado,


concluye la Sala que la viabilidad de la ejecución por
perjuicios compensatorios de que trata el artículo 428 del
Código General del Proceso, depende del cumplimiento de
los siguientes requisitos:

(i) La existencia de una obligación consistente en: (a) la


entrega de una especie mueble o de bienes de género
distintos de dinero; (b) la no ejecución de un hecho; o (c) la
ejecución de un determinado hecho.

(ii) El incumplimiento de alguna de esas obligaciones.

3
CSJ SC, 3 nov. 1977. GJ CLV, n° 2396, pág. 320.

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(iii) La estimación de los perjuicios ocasionados con tal


incumplimiento, los cuales pueden versar en el título
ejecutivo o, de no haberse pactado en el mismo, deberán ser
estimados, «bajo juramento», por el demandante, «en una
cantidad como principal y otra como tasa de interés mensual,
para que se siga la ejecución por suma líquida de dinero».

5. Bajo ese horizonte y aplicado al caso de autos,


examinados los elementos de juicio adosados a este trámite,
se verifica que en la demanda génesis del trámite acusado,
el ejecutante reclamó que:

… por los trámites del proceso ejecutivo singular de mayor


cuantía y de conformidad con lo establecido en el artículo 428 del
C.G.P., se libre orden de pago en favor del demandante Samir
Eduardo Rodríguez Suárez y en contra de la demandada Geo
Casamaestra SAS, por las siguientes cantidades:

1.- Por la suma de $81'091.500 como cantidad principal y que


corresponde al precio pagado según obra en el contrato de
promesa de compraventa de fecha 24 de septiembre de 2015…

2.- Por los intereses moratorios liquidados mensualmente sobre


la suma principal y de conformidad con las fechas en las cuales
se hicieron los abonos al precio antes mencionado, a la tasa
máxima permitida por la ley…

Como soporte de tales súplicas, en el acápite


denominado «JURAMENTO ESTIMATORIO», expresó el allí
demandante que:

Para los efectos señalados en el artículo 428 del C.G.P., bajo la


gravedad del juramento manifiesto que estimo los perjuicios
ocasionados a Samir Eduardo Rodríguez Suárez por el

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incumplimiento de Geo Casamaestra SAS en la ejecución de los


dos hechos mencionados, suscripción de la escritura pública de
compraventa y entrega del inmueble prometido en venta, en la
cantidad principal de $81.091.500 precio que pagó
completamente el prometiente comprador Samir Eduardo
Rodríguez Suárez a la prometiente vendedora Geo Casamaestra
SAS, sin recibir de esta última absolutamente nada a cambio, y
como tasa de interés mensual la tasa máxima legal permitida por
la ley por tratarse de un contrato de promesa de compraventa
comercial, celebrado con una sociedad constructora…

5.1. Así las cosas, evidente es que los valores cuyo


pago reclamó el ejecutante en el juicio censurado
correspondían, de un lado, al cálculo del perjuicio
compensatorio, que justificó a partir de los dineros que
entregó en cumplimiento del contrato de promesa que
pregonó desatendido por su contraparte; y, de otra parte,
los intereses mensuales causados sobre el monto fijado a
título de «cantidad principal».

5.2. Adicionalmente, para sustentar tales súplicas el


actor relató los siguientes hechos:

1.- Entre Samir Eduardo Rodríguez Suárez como prometiente


comprador y Geo Casamaestra SAS como prometiente vendedora
se celebró el… 24 de septiembre de dos mil quince…, una
promesa de compraventa que versa sobre el apartamento 13G de
la Torre tres… del Conjunto Residencial y Comercial Cibeles…,
contrato que obra por escrito.

2.- En la menciona promesa… las partes pactaron un precio


por… $81.091.500, que el prometiente comprador se obligó a
pagar de la siguiente forma : A) La suma de… $8.109.150
cancelados a la firma del contrato de promesa…; B) …
$16.218.300 pagaderos en diez cuotas mensuales, cada una por
la suma de $1.621.830, a partir del día 24/10/2015 y hasta el
día 24/07/2016; C) … $56.764.050 cancelados con recursos

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propios y/o con crédito bancario que el prometiente comprador se


compromete a tramitar ante el Banco, contra entrega del
inmueble, tal como obra en la cláusula cuarta.

3.- Igualmente las partes pactaron perfeccionar el acuerdo… a


través de escritura pública a otorgarse en la Notaría Primera del
Círculo Notarial de Armenia, Quindío, el día treinta y uno… de
agosto de dos mil [dieciséis]… a las tres (3) de la tarde, tal como
obra en la cláusula novena del contrato.

4.- La prometiente vendedora…, se obligó en el contrato aludido,


a entregarle al prometiente comprador… el apartamento…
prometido en venta, una vez esté totalmente cancelado el precio
y firmada la escritura pública de compraventa, tal como obra en
la cláusula décima primera del contrato.

5.- En el contrato de promesa de compraventa… la prometiente


vendedora… declaró en su cláusula séptima, que el inmueble
objeto de negociación… estaba libre de hipotecas y de
gravámenes.

6.- Samir Eduardo Rodríguez Suárez… le pagó a Geo


Casamaestra SAS…, la totalidad del precio pactado…, en varios
pagos tal como obra en el estado de cuenta expedido por Geo
Casamaestra SAS...

7.- Llegado el día treinta y uno… de agosto de dos mil [dieciséis]


(2016) la prometiente vendedora… no compareció a la Notaria
Primera del Círculo Notarial de Armenia a cumplir con su
obligación de suscribir la Escritura Pública de la compraventa
prometida, es decir, no ejecutó el hecho al cual se obligó,
consistente en perfeccionar el acuerdo de la promesa de
compraventa.

8.- A su turno, el prometiente comprador… sí compareció el día


treinta y uno (31) de agosto de… 2016 a la Notaria Primera del
Círculo Notarial de Armenia a cumplir con su obligación de
suscribir la Escritura Pública de la compraventa prometida y
pagar el saldo del precio y ante la ausencia de Geo Casamaestra
SAS, exigió del Notario mencionado certificar su asistencia en la
fecha y hora pactadas, tal como obra en la certificación que se
anexa.

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9.- Igualmente la prometiente vendedora…, no ejecutó el hecho


al cual se obligó en la promesa de compraventa de marras,
de entregar el inmueble…, al prometiente comprador…

10.- El apartamento…, no era de propiedad de la prometiente


vendedora…, al momento de la celebración de la promesa de
compraventa y tampoco lo es en la fecha de presentación de esta
demanda, pues tal como obra en el certificado de tradición y
libertad correspondiente, es de propiedad de Alianza Fiduciaria
SA…

11.- Por cuanto la prometiente vendedora..., NO es la propietaria


del inmueble prometido en venta…, no es procedente demandar
la ejecución por obligación de suscribir la escritura pública de
compraventa (art.434 del C.G.P.)

12.- El prometiente comprador… es acreedor de la


prometiente vendedora…, por las sumas de dinero
pagadas y procede la ejecución por perjuicios establecida
en el artículo 428 del C.G.P., puesto que la deudora no
ejecuto los hechos de suscribir la escritura pública ni la
entrega del inmueble… (Negrillas ajenas al texto)

5.3. De acuerdo con lo expuesto, no cabe duda de que


la acción que promovió el hoy tutelante, correspondía a la
que contempla el tantas veces mencionado artículo 428 del
Código General del Proceso, habida cuenta que lo que
pretendió el accionante fue el pago de una suma líquida de
dinero, a título de perjuicios compensatorios, ante el
supuesto incumplimiento de su contraparte de dos de las
obligaciones de hacer pactadas en la promesa adosada
como base del recaudo, específicamente, la de suscribir el
contrato de compraventa prometido y la entrega del bien
objeto de tal acuerdo.

Entonces, ante dicho escenario, competía al juez de la


ejecución, con miras a resolver sobre la viabilidad de dicho

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reclamo, verificar el cumplimiento de los requisitos antes


mencionados4, lo que no hizo, pues se limitó a expresar que
ese tipo de ejecución resultaba improcedente, en tratándose
de obligaciones de hacer, consistentes en suscripción de
documentos o entrega de bienes, restricción que, tal y como
quedó expuesto, no establece la citada disposición.

6. Aunado lo anterior, verifica la Sala que el anotado


yerro que cometió el Tribunal criticado, al interpretar lo
previsto en el citado artículo 428 del Código General del
Proceso, llevó a la citada autoridad, adicionalmente, a
desconocer el trámite allí previsto en tratándose de las
ejecuciones por perjuicios compensatorios, por lo que el ad
quem cuestionado también incurrió en un defecto
procedimental, que comprometió las garantías
constitucionales del ejecutante.

En lo tocante con el error procedimental como supuesto


suficiente para la procedencia de la acción de tutela, la Corte
Constitucional ha indicado que:

...este defecto puede ser (i) de tipo absoluto; o (ii) por exceso ritual
manifiesto. Sobre el particular, la sentencia SU-770 de 2014
indicó que el defecto procedimental absoluto se presenta “cuando
el procedimiento que adopta el juzgador no está sometido a los
requisitos previstos en la ley, sino que obedece a su propia
voluntad… porque (i) el juez se ciñe a un trámite ajeno al
pertinente, o porque (ii) el juez omite etapas sustanciales del
procedimiento con violación de los derechos de defensa y de
contradicción de una de las partes del proceso. Este defecto
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Conforme se expresó en esta providencia, los requisitos son: 1. La existencia de
una obligación consistente en: (a) la entrega de una especie mueble o de bienes de
género distintos de dinero; (b) la no ejecución de un hecho; o (c) la ejecución de otro;
2. El incumplimiento de alguna de esas obligaciones; y 3. La estimación de los
perjuicios ocasionados con tal incumplimiento.

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requiere, además, que se trate de un error de procedimiento


grave y trascendente, valga decir, que influya de manera cierta y
directa en la decisión de fondo”, mientras que el defecto
procedimental por exceso ritual manifiesto “ocurre cuando el
funcionario utiliza o concibe los procedimientos como un
obstáculo para la eficacia del derecho sustancial, … (i) se deja de
inaplicar normas procesales que se oponen a la vigencia de
derechos constitucionales en un caso concreto; (ii) se exige
cumplir requisitos formales de manera irreflexiva, aunque pueda
tratarse de cargas imposibles de cumplir, siempre que esta
circunstancia esté comprobada; (iii) se incurre en un rigorismo
procedimental en la apreciación de las pruebas; (iv) o se omite el
decreto oficioso de pruebas cuando a ello hay lugar” (CC T-
204/18).

7. Lo considerado impone conceder el resguardo


rogado, por lo que se ordenará al Tribunal criticado dejar
sin efecto el proveído de 3 de noviembre de 2021, que
resolvió la apelación que se formuló contra el auto de 28 de
septiembre de esas mismas calendas, para que proceda a
dictar una nueva decisión que atienda las consideraciones
precedentes.

DECISIÓN

Con fundamento en lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, en Sala de Casación Civil, administrando Justicia
en nombre de la República y por autoridad de la Ley,
concede el resguardo al derecho al debido proceso de Samir
Eduardo Rodríguez Suárez. En consecuencia, DISPONE:

Primero: Ordenar a la Sala Civil-Familia-Laboral del


Tribunal Superior del Distrito Judicial de Armenia que, tras

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dejar sin efecto el auto que profirió el 3 de noviembre de


2021, en el proceso objeto de queja constitucional
(radicación 63001-31-03-001-2021-00255), dentro de los
diez (10) días siguientes al recibo del expediente contentivo
del referido juicio, emita una nueva determinación en la que
resuelva la apelación que se formuló contra el auto de 28 de
septiembre de 2021, teniendo en cuenta las consideraciones
contenidas en la parte motiva de este fallo. Por Secretaría
remítasele copia de esta determinación.

Segundo: Ordenar al Juzgado Primero Civil del


Circuito de Armenia, donde actualmente se encuentran las
diligencias, remitir de inmediato y en un término no
superior a un día, el expediente materia de la queja
constitucional a la Sala Civil-Familia-Laboral del Tribunal
Superior de ese distrito judicial, para que dé cumplimiento
a lo dispuesto en el ordinal anterior.

Tercero: Comuníquese telegráficamente lo aquí


resuelto a las partes y, en oportunidad, remítanse las
diligencias a la Corte Constitucional para su eventual
revisión, en caso de no impugnarse.

La autoridad accionada informará a esta Corporación


sobre el cumplimiento de la orden impartida, dentro de los
tres (3) días siguientes al vencimiento de aquel término.

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HILDA GONZÁLEZ NEIRA


Presidenta de Sala

ÁLVARO FERNANDO GARCÍA RESTREPO

MARTHA PATRICIA GUZMÁN ÁLVAREZ

AROLDO WILSON QUIROZ MONSALVO

LUIS ALONSO RICO PUERTA

OCTAVIO AUGUSTO TEJEIRO DUQUE

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FRANCISCO TERNERA BARRIOS

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