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Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

Facultad de Arquitectura
Colegio de Arquitectura
Instalación Urbano Arquitectónico
Docente: Mónica Navarrete García
6to Semestre
NRC: 60405
PRIMAVERA 2024
EQUIPO 7
Integrantes
Eduardo Becerra Reyes
Ana Tere Bermúdez García
José Nazario Arias Hernández
Juan Pablo Cárcamo Carreño
Diego Chapuli Xochimitl
Morales Martínez Diana Yoqsan
Axel Antonio Serratos Perdono
HISTORIA
La ciudad de Puebla, también conocida como Puebla de Zaragoza, cuenta con una
riquísima historia y una infraestructura bien definida. Fundada durante el período
colonial, Puebla jugó un rol fundamental en la historia de Nueva España y de
México. Sus principales hitos incluyen la época de la Revolución Mexicana, cuando
el desarrollo urbano se detuvo, y luego entre 1940 y 1960, cuando se experimentó
una rápida urbanización similar a otras partes de México.

El Centro Histórico de Puebla es reconocido como patrimonio del mundo por la


Unesco y está compuesto principalmente por importantes edificios religiosos, como
la Catedral, las iglesias de Santo Domingo, San Francisco y la Iglesia de los
Jesuitas, así como magníficos palacios, conventos y casas decoradas con azulejos
coloridos. Este distrito histórico se encuentra sobre un plano cuadriculado de calles
relativamente anchas, con vías importantes que siguen la orientación del damero,
siendo el Zócalo de Puebla un ejemplo destacado del urbanismo colonial.

Puebla es la capital del estado homónimo y alberga aproximadamente el 35 % de


la población total del estado, el 60 % de la inversión, el 55 % de las industrias y el
50 % del personal ocupado en esas actividades, además de concentrarse el 80 %
de los servicios educativos y el 90 % de los bancarios. Sin embargo, esta
concentración de servicios ha dado lugar a problemas como el crecimiento urbano
desordenado, altos déficits de vivienda, infraestructura vial inconexa y otros retos
socioeconómicos.
INFRAESTRUCTURA

Intervenciones del espacio público para el beneficio social


El proyecto denominado “Transición de líneas aéreas a subterráneas CFE, Barrio
El Parral y Paseo Bravo” nace a raíz de mejorar la imagen urbana de la zona sur-
poniente del primer cuadro del Centro Histórico de la ciudad de Puebla, con el
propósito de rescatar la perspectiva histórica patrimonial que comprende
específicamente las calles Reforma, 3 Poniente, 5 Poniente y 7 Poniente, entre las
calles 11 Sur, 9 Sur y 7 Sur del Barrio “El Parral”.
Esta era una de las zonas con mayor índice de contaminación visual provocada
por la infraestructura de servicios públicos, tales como postes, líneas áreas de
energía eléctrica, telefonía y telecomunicaciones; lo que ocasionaba deterioro en
la imagen urbana del Centro Histórico. El mantenimiento a las fachadas de
inmuebles públicos, religiosos y privados en dicha zona era escaso, debido al
peligro que representaban los cables de alta tensión. Otra de las problemáticas,
que dieron pie al desarrollo y ejecución del proyecto, era el mal estado en el cual
se encontraban los arroyos vehiculares y accesos peatonales (banquetas).

La finalidad de conservar el patrimonio a través de la inducción de las


líneas aéreas a subterráneas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y
Teléfonos de México (Telmex), así como otras de instalaciones especiales,
se dirigió a preservar las trazas existentes en las vialidades, banquetas y
parámetros desde su edificación en los diferentes siglos; donde se
conservan estilos y elementos decorativos que caracterizan esta parte del
barrio, y a su vez modernizar las instalaciones de comunicación y energía
de la zona, además de obtener una mejor imagen urbana y un buen
tránsito peatonal y vehicular para los locatarios, transeúntes y turistas.

UN RÍO ENTUBADO QUE SACA SUS SECRETOS A LA LUZ


Lo que iba a ser un puente elevado en el Boulevard 5 de Mayo, importante arteria
vial de la capital poblana, fue cambiado por un paso a desnivel, esto en el tramo
comprendido entre la 2 Norte y la Calzada Zaragoza, en el contexto de las
megaobras de infraestructura por los 150 años de la batalla del 5 de mayo en
2012. Como en muchos casos, la presencia de los arqueólogos tuvo que forzarse
por los hallazgos que las labores revelaban. Las excavaciones profundas fueron
dejando al descubierto elementos hidráulicos que era necesario registrar y
salvaguardar, considerando los alcances de la obra.
Dos secciones del antiguo muro de contención del río San Francisco fueron
descubiertas; su sistema constructivo consiste en una mampostería irregular con
acabado de sillares rectangulares de cantera, pegados con mortero de cal Y
arena. En el caso del muro de la ribera Norte, se liberó un arco de medio punto
que daba salida a una cloaca que venía del cerro de Loreto, la cual fue
desazolvada; una salida más proveniente del antiguo cuartel de San José (hoy
Hospital del IMSS) se encontró en la otra ribera. La empresa ejecutante reubicó
parte del material de los muros así como el arco, de tal manera que se integrara
con la obra nueva, aunque lamentablemente este trabajo tuvo serias deficiencias
técnicas.

Para 1881, las autoridades militares construyeron un muro de retención en uno de


los lados del río San Francisco, partiendo de uno de los aleros del Puente de
Xanenetla. Se cree que estos muros se liberaron con el viaducto, además hay
testimonios fotográficos previos al entubamiento del río donde se notan los muros
e incluso la salida de la cloaca ya mencionada.

En la zona colindante con la guardería del IMSS se descubrió una obra


arquitectónica que difícilmente se hubiera pensado que existiera, considerando los
trabajos de entubamiento del río. Se trató de una antigua presa, con parte de su
muro principal, un talud y restos de tres compuertas. Al no haber otra solución
para la preservación, la presa tuvo que ser reubicada, para lo cual fue cortada en
fragmentos, previo un levantamiento topográfico, y se armó de nuevo en un
espacio aledaño al llamado lago de la Concordia, junto al estadio Ignacio
Zaragoza. Este retiro permitió conocer el sistema constructivo desde adentro,
localizando sepilotes de madera en la base, pero también una varilla metálica que
reforzaba una de las secciones. De esta manera no quedaba duda que aunque la
presa se mencionaba desde el siglo XVII, se estaba ante una reconstrucción del
elemento ya del siglo XIX.

Conocida como la Presa de San José, debió haber tenido varias reparaciones a lo
largo de los años. Para 1871, a esta presa, que era la del molino de San
Francisco, se le designaba como “La Tejía”. En un plano de 1907, realizado a
propósito de una alineación que debía hacerse en el terreno ubicado al norte del
cuartel, (donde se ubican actualmente la guardería y el estacionamiento del
IMSS), se muestra la cortina de la presa. De los varios materiales recolectados
durante el rescate arqueológico, vale la pena destacar uno de los botones hallados
al retirar la presa, por ser de oro y tener el escudo de los Estados Unidos; se
considera que pudo haber quedado del momento de la invasión norteamericana
de 1847, sobre todo en el entendido que el ejército norteamericano ocupó el
cercano cuartel de San José (1847-1848).
REHABILITACIÓN DEL CUADRANTE NORPONIENTE DEL CENTRO
HISTÓRICO DE PUEBLA. INTERVENCIONES NECESARIAS PARA EL
CORAZÓN DE LA CIUDAD
La rehabilitación de las vialidades 10, 12, 14 y 16 Oriente-Poniente entre 11 Norte
y boulevard Héroes del 5 de Mayo, 18 Poniente entre 11 Norte y 2 Norte, las calles
3 y 5 Norte, entre las avenidas 14 y 20 Poniente, y la calle 4 Norte entre las
avenidas 10 y 18 Oriente de nuestro Centro Histórico de Puebla es una acción
coordinada entre la concesionaria Agua de Puebla para Todos, la Secretaría de
Movilidad y Transporte del Gobierno del Estado de Puebla, y el Honorable
Ayuntamiento de Puebla. Una obra de intervención vial integral que consiste en
tres puntos primarios: la restitución total del sistema de drenaje, la renovación de
las tomas potables y la instalación de registrables sanitarios en banquetas,
acompañada de la intervención de la estructura de pavimento de las vialidades
mencionadas para que vuelvan funcionar correctamente, así como el
mejoramiento de las banquetas y la intervención de fachadas seleccionadas para
la restitución de sus aplanados en mal estado y su color, lo cual es parte del
seguimiento de las acciones para el reordenamiento del Centro Histórico de
Puebla iniciadas a finales del año 2021. Toda acción está planificada, y quiero
decir con esto que, antes de poner manos a la obra en ésta y otras intervenciones
que le anteceden a la rehabilitación de la zona norponiente de nuestro centro, se
generaron análisis previos de las acciones a realizar en torno a la priorización de
zonas por su contexto social y su importancia histórica. Asi mismo se realizaron
estudios de evaluación de la calidad de los pavimentos anteriormente existentes
en las vialidades en comento; esto para saber su resistencia a la compresión,
porosidad, densidad y composición, o verificar la subestructura del material que
vemos en la superficie y, sobre todo, el periodo de rezago en la atención de
servicios públicos e infraestructura de la zona.
Es fundamental conocer las condiciones y alcances de cada zona a intervenir, y,
más allá de estos dos años de mejora de infraestructura, es necesario dar
continuidad a los documentos, estudios, planeación y, sobre todo, la opinión y
solicitudes de la ciudadanía para mejorar y desarrollar nuestro centro.
Ahora bien, como comúnmente se le denomina a todo lo que no vemos en la
superficie de cualquier edificio, vialidad o espacio construido (pero que
indudablemente le da vida y funcionamiento a los mismos) sin las tripas o
instalaciones y servicios, cualquier intervención, por más que se coloquen los
mejores acabados, no tendrá la misma durabilidad de una acción que sí incluya su
mantenimiento o mejoramiento. Desde hace algunos años, algunas vialidades ya
llegaban a presentar algunos “malestares”, y es normal, pero como cualquier
sistema con una gran demanda como es la zona de abasto norponiente del Centro
Histórico, la atención y mantenimiento son inminentes.

Antecedentes. La zona de las provisiones


Como bien se sabe, el intercambio de productos, servicios y el abasto son parte
de las actividades sociales desde el inicio del ahora Centro Histórico de Puebla,
dinámica que sigue vigente hasta nuestros días en las zonas donde tuvieron su
origen mismo; es decir, los registros más antiguos de la actividad mercantil de
nuestra ciudad se remontan a la ocupación de la plaza Mayor que alojaba al
mercado principal de la ciudad, así como la ocupación del callejón de la Alhóndiga,
ahora Pasaje de Ayuntamiento, donde se llevaba a cabo la venta de trigo, harina,
maíz y cebada. Posteriormente, el comercio ubicado en la plaza Mayor se
trasladaría, a mitad del siglo XIX, a la huerta de Santo Domingo, hoy mercado de
La Victoria.
En esa mitad de siglo, se inició el mejoramiento de la infraestructura comunicativa
con la introducción de estaciones de ferrocarriles, obras de alcantarillado, agua
potable y mejora de áreas verdes. Esto cambió la dinámica del transporte de
mercancías y visitantes, estableciéndose una interlocución con ciudades como
México, Oaxaca y Veracruz. El punto de encuentro comercial se trasladó a la zona
norponiente de la ciudad puesto que en ese punto estaban construidas las
estaciones del Mexicano, Mexicano del Sur y la del Interoceánico, con
correspondencia ahora de la vialidad 11 Norte.
Para el siglo XX, con la introducción de la industrialización en la ciudad, la
dinámica eco- nómica se transforma con la incorporación de la fuerza obrera a la
industria y servicios, mientras otro tanto se traslada a la economía informal debido
a la imposibilidad de generación de oportunidades laborales; estas “ocupaciones”
se presentaron poco a poco en zonas adyacentes a los mercados (recordemos
que los años 60 fueron los de mayor construcción de mercados municipales; el
mercado 5 de Mayo ya estaba en existencia). Para los 70 la zona ya contaba con
comercio de materias primas, productos semielaborados, abarrotes, perecederos,
refacciones industriales, mezclado con la habitación, espacios educativos,
culturales, y religiosos.

Área con vocación


Ahora bien, dentro de la memoria de la ciudad y en la actualidad, esta
concentración comercial, aunada al nodo de comunicación (antes de vías férreas,
ahora de transporte público local y suburbano) en la zona norponiente del Centro
Histórico de Puebla con otras colonias y municipios de la zona metropolitana, ha
generado una fuerza de atracción por la que, pese al crecimiento urbano, la zona
norte continúa siendo referente de abasto y comercio en la ciudad.

Quiero aclarar que toda intervención en materia de servicios públicos e


infraestructura ejecutada en el Centro Histórico de Puebla tiene una gran valía, y
que las intervenciones que anteceden a las acciones que comentaré a
continuación respondieron a las necesidades de la época. Pero también debemos
considerar que el Centro Histórico de Puebla alberga más de diez mil unidades
económicas, lo que representa el 10% de la actividad económica de la Zona
Metropolitana Puebla-Tlaxcala (conformada por 39 municipios de estos 2 estados)
por lo que no es casual que se reenfoquen los esfuerzos de forma pronta en este
punto nodal.

Si bien no hay una delimitación precisa, sí se entiende que la zona de


comercialización de abasto del Centro Histórico de Puebla se encuentra en su
cuadrante norponiente, sobre todo en las vialidades 8, 10, 12, 14, 16 y 18 Oriente-
Poniente, entre el boulevard Héroes del 5 de mayo a la calle 11 Norte.

Desgaste general de la zona

Estado de las vialidades. Falta de adoquina- do en la zona, hundimientos y baches


son parte de la descripción del deterioro de las vialidades norte, así como la falta
de piezas de cantera o renivelación de estas en las zonas caminables.

Estado de las instalaciones. Según video inspecciones de la concesionaria de


drenaje y agua potable municipal, como monitoreo del sistema de drenaje público
en las vialidades mencionadas, se observó el mal estado de las bóvedas de
drenaje, la falta de constitución y fracturas en sus paredes internas.

SERVICIOS
Hoy, como siempre, los servicios públicos son una de las principales
preocupaciones de los ciudadanos respecto a los gobiernos; y hay que recordar
que, según el artículo 115 de la Constitución federal, los gobiernos municipales son
los principales proveedores de la mayoría de los servicios en las ciudades.
En el Centro de Estudios Consultivos (CEC) realizamos una encuesta en la última
quincena de septiembre en el municipio de Puebla, para conocer la percepción de
opinión pública con respecto a la evaluación de los servicios y cómo cerraba la
administración saliente de Claudia Rivera en este aspecto.

Los resultados son algo que seguramente usted o yo sentimos y percibimos, Donde
se nos presenta el siguiente gráfico.

El servicio público mejor calificado por los poblanos de la capital es el de recolección


de basura y limpia de la ciudad. Un 60.7% de personas que lo califica bien o muy
bien, mientras 39.1% lo califica como malo o muy malo; es decir que no todo está
bien pero que la mayoría de la población siente que este servicio (que en sí son dos,
la recolección por un lado y la limpia por otro) le es funcional: tres de cada cinco
habitantes.

El siguiente servicio en el ranking es el de agua potable y alcantarillado. Para casi


60% de la población del municipio, ve el servicio muy bueno o bueno, mientras que
39.8% lo ve como malo o muy malo.
Los dos servicios que acabamos de ver tienen casi las mismas calificaciones y,
como le decía, no es que todo estén bien, pero tienen una buena percepción pública
y para la mayoría de la población el servicio prestado por Agua de Puebla es bueno.

En tercer lugar, está el servicio de alumbrado público, concesionado (igual que los
dos pasados) en el municipio, y que también tiene una calificación positiva: 59.1%
de positivos versus 40.4% de negativos.

Son los tres servicios públicos mejor evaluados de la capital; tienen más
calificaciones positivas que negativas hasta septiembre de 2021.

En cuarto lugar, está el transporte público.

Casi 51% de los poblanos de la capital lo califican como malo y muy malo, mientras
que 48% le dan una calificación como de bueno y muy bueno.

Le sigue un servicio que por años fue muy bien calificado, pero que en los últimos
tres se vino a la baja en el municipio de Puebla. Me refiero al servicio que presta el
Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) del municipio de Puebla, con
46% de personas que califican el servicio como malo o muy malo, 33% lo califican
como bueno o muy bueno, y hay que decir que reporta un alto índice de respuesta
“no sabe” (casi 21%) porque no todo mundo acude o siquiera piensa en los servicios
del DIF.

Después, en el ranking, viene la calificación de los servicios de salud, esto en medio


de la peor pandemia de los últimos 100 años y con una importante crisis de
medicamentos. Tiene 40% de gente que lo califica muy bueno y bueno, mientras
que 55% lo califica como malo y muy malo.

En seguida está el servicio de apoyo al campo, poco usado en Puebla (solo en las
zonas periféricas del municipio) y por eso un 30% no sabe calificarlo, mientras que
un 49 % lo califica de forma negativa y solo un 19 % lo hace positiva. Los servicios
de desarrollo social (apoyos sociales dados por el municipio) tienen 32% de
personas que los ven bien o muy bien, y un importante 66% que lo califica mal o
muy mal. Un tema que ha sido duramente criticado, y que al parecer el nuevo
gobierno de Eduardo Rivera lo tomó como una de las banderas de arranque, es el
servicio que se da a los parques y jardines. En septiembre de 2021 tenía una muy
mala calificación: casi 70% de la gente veía mal sus parques y jardines, así como
los camellones. De la mano va la calificación que tiene los temas de ecología: 70%
de calificación negativa también en ese mes. Y vamos con los cinco peores servicios
(según la calificación de percepción pública) en el municipio de Puebla y
comenzamos con la pavimentación (que no bacheo), donde un 74% de los
habitantes del municipio lo califican mal o muy mal, y eso es muy fácil ver al visitar
colonias periféricas y juntas auxiliares donde urge este servicio. Después están las
obras públicas, con 24% de calificaciones positivas y 75% de negativas, dejando
claro que se califican mal las obras o la falta de ellas en estos años en el municipio.
Detrás viene el tema de desarrollo económico (donde entran todos los temas
referentes a economía), uno de los de mayor preocupación ciudadana. Está en el
fondo del ranking: 76% lo califica mal. Tres quintas partes de los ciudadanos dicen
que está mal o muy mal. Y al final están dos servicios públicos que son las más
grandes emergencias del municipio: en penúltimo lugar esta la seguridad pública,
con 77% de calificaciones negativas y solo 22% de positivas. Es decir que algo así
como un millón 30 mil poblanos lo califican como un mal o muy mal servicio y en el
nada honroso último lugar está el tema del bacheo, que 83.2% califica como malo y
muy malo en Puebla capital.

Hay que decir que esto pasa en Puebla y en muchas ciudades del país, donde
tenemos pavimentos viejos y que este dato concuerda con el de INEGI, que también
reporta el bacheo como el principal problema de los municipios. Es por eso que
resulta interesante que de un tiempo a la fecha el presidente López Obrador toque
el tema del bacheo y que anuncie que el gobierno federal hará algunas acciones
(cuando les corresponden a los municipios) a sabiendas que si la ciudadanía ve
mejoras en sus calles, aplaudirá fuertemente.

Es así como en septiembre de 2021 dejaba el gobierno saliente de Claudia Rivera


la calificación de los servicios en el municipio de Puebla, y es así como lo toma el
reciente entrado presidente municipal Eduardo Rivera; es aquí donde puede haber
una carta de navegación (por ahora) del actuar del gobierno en este tema.

Los problemas son muchos, las necesidades son grandes y seguramente los
recursos con los que se cuenta son insuficientes. Veremos cómo transcurre este
gobierno municipal y ojalá le vaya bien, porque resolver parte de estos problemas
es mejorar la vida de muchos en la capital.

Puebla ya cuenta con un centro de operaciones digital de servicios públicos.


Con seis paneles de monitoreo en tiempo real de los servicios públicos del
municipio, Puebla estrenó el ‘Centro de Operación Digital’ (COD), desde donde ya
se hace más eficiente la atención de los sistemas básicos de la ciudad, informó
Eduardo Rivera Pérez -alcalde de la capital poblana- al inaugurar este espacio.

De acuerdo con Eduardo Rivera, se trata de un complejo de análisis y gestión que


usa sistemas de cartografía para garantizar el óptimo funcionamiento del alumbrado
público, con dos paneles para medir la eficiencia y anomalías de los más de 120 mil
puntos de luz de la ciudad; así como la atención de las áreas verdes, con una
pantalla que identifica las zonas permeables de la ciudad y define la cantidad de
ciclos a realizar.
También cuenta con otros dos paneles de monitoreo que permiten el diagnóstico y
planificación en el mantenimiento a camellones, entradas principales de la ciudad y
fuentes. Además, suma una pantalla especial de atención ciudadana, que filtra el
tipo de solicitud de las y los poblanos, reduciendo el tiempo de respuesta a esta.
Nunca en la administración municipal se había realizado un sistema de monitoreo
digital, destacó Eduardo Rivera en su presentación, al tiempo de asegurar que su
gobierno no descansará hasta lograr una ciudad de 10; más limpia, eficiente e
innovadora en la prestación de servicios.
Fue así que también encabezaron la inauguración del COD Ana Teresa Aranda,
Diputada Federal; Oswaldo Jiménez, Legislador Local; Gabriela Ruiz, Regidora
presidenta de Salubridad, Asistencia Pública, Grupos Vulnerables y Personas con
Discapacidad; Adán Domínguez, Gerente Municipal; Xóchitl Zárate, secretaria de
Servicios Públicos; y Marco Antonio López, jefe de Policía Zona 4.
FOTOS DESCRIPTIVAS

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