Una Aproximacion Tecnica A La Serigrafia

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Una aproximación técnica a la serigrafía: historia,

proceso y aplicaciones
Ainoa López Riesco y Manuel Prendes Cimadevilla
Ora Labora Studio
[email protected]

1. Qué es la serigrafía y cómo funciona

La serigrafía es una técnica de estampación que permite la reproducción de una


misma imagen o texto sobre un soporte tantas veces como se quiera. A grandes
rasgos, este método consiste en transferir un diseño a través de una malla de
tela muy tensada, denominada pantalla de serigrafía, que deja pasar la tinta por
aquellas zonas que no han sido bloqueadas por una emulsión fotosensible. La
serigrafía es, por tanto, un método de estampación permeográfica en la que el
diseño a obtener, denominado grafismo, resulta permeable a la tinta, mientras
que las partes sin imagen, o contragrafismo, permanecen obturadas gracias a la
acción de dicha emulsión (Fig.1).

De este modo, la imagen o texto que se desea reproducir mediante la pantalla


de serigrafía se consigue inyectando la tinta a través de esas zonas abiertas en
la malla con la ayuda de una racleta o rasqueta. Esta herramienta lleva acoplada
una hoja de goma que puede ser de distintas durezas y formas en función de las
diversas aplicaciones de la técnica (Fig. 2).

Para conseguir la matriz, es decir, el diseño que se forma en la pantalla para ser
estampado, necesitaremos un fotolito: una imagen o texto impreso sobre un
papel traslúcido –como papel cebolla– o acetato. Esto es porque se necesita una
zona opaca, correspondiente a los trazos, contornos o relleno de la imagen, y
otra traslúcida, de modo que la emulsión fotosensible que se aplica sobre la
pantalla se endurezca en las zonas por las que pasa la luz durante el proceso de
insolado (Fig. 3).

Este proceso consiste en que, una vez emulsionada la pantalla –se denomina
emulsionado a la acción de aplicar una capa fina de emulsión fotosensible a una

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pantalla con una herramienta llamada raedera –, se coloca pantalla y fotolito, uno
sobre otro, en una mesa de luz o insoladora. Al chocar la luz contra las zonas
opacas del fotolito, la emulsión no reacciona. Una vez finalizado el tiempo de
exposición, se procede a lavar la pantalla con agua. Esto hace que las partes
donde la emulsión no recibió luz directa se diluyan con el agua, quedando así
abiertos los poros de la malla por los que, posteriormente, entrará la tinta,
mientras que la emulsión endurecida por el efecto de la luz permanece y ejercerá
de plantilla.

Hecho todo lo anterior, sólo queda dejar secar la pantalla y empezar a estampar.
Por cada color que contenga el diseño será necesario realizar su pantalla
correspondiente, habiendo de repetir este proceso todas las veces que la imagen
final requiera. Es decir, si el diseño que se desea obtener tiene dos colores se
deberán preparar dos fotolitos y dos pantallas distintas, una para cada color.

2. Historia técnica de la serigrafía

La palabra serigrafía está formada a partir de la combinación de la voz


latina sericum –seda– y el vocablo griego graphé –escribir–, en referencia a las
pantallas hechas con hilos de seda que, desde el siglo XVII, se emplearon para
realizar este tipo de estampas (Losilla, 1998). El término fue acuñado por Carl
Zigrosser, comisario del Departamento de Dibujo y Estampa del Museo de Bellas
Artes de Filadelfia, en la década de 1940 (Sanjurjo Castro, 2001, p.30).

La serigrafía, tal y como la conocemos a día de hoy, apenas cuenta con un siglo
de historia a sus espaldas. El desarrollo del sistema de impresión serigráfica
actual dio comienzo a principios del siglo XX de forma paralela en Europa y
Estados Unidos. Sin embargo, debido a que esta técnica se fundamenta sobre
el concepto de plantilla, su origen se ha vinculado directamente a uno de los
métodos de estampación más antiguos: el estarcido –técnica que consiste en
aplicar pintura sobre las áreas de una plantilla que permanecen expuestas con
el fin de crear un diseño–.

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2.1. El estarcido

Las primeras manifestaciones de estarcidos se remontan hasta la Prehistoria,


época en la que se emplearon distintos materiales y objetos a modo de plantilla
para conseguir conjuntos de imágenes tan impresionantes como los que decoran
la famosa Cueva de las Manos, en Argentina (Fig. 4). Se trata de pinturas
realizadas mediante la aplicación de pigmentos en polvo sobre distintos objetos
colocados contra la pared, lo que daba como resultado esas imágenes en
negativo que han sido halladas en numerosos lugares alrededor del planeta.

También se tiene constancia de la existencia de otros métodos de estarcido


llevados a cabo en Asia Oriental y zonas del pacífico como las islas Fidji, donde
los habitantes adornaban sus telas mediante grandes hojas de plátano
horadadas con formas y dibujos (Tobella Soler, 2002, p.19).

Sin embargo, este sistema presentaba un problema crucial: no permitía la


reproducción de elementos aislados dentro de las formas vacías de la plantilla –
por ejemplo, el espacio interior de la letra o–. Como solución se propuso el
empleo de puentes que unían las distintas zonas de la plantilla, algo que, por
otro lado, seguía sin posibilitar la creación de imágenes más complejas. Un
ejemplo cercano en el tiempo del uso de estos puentes son las populares reglas
escolares que incluían una tosca plantilla de números y letras (Fig. 5).

2.2. El kappazuri-e

Una mejora significativa en el proceso de estarcido se introdujo en la China de


la Dinastía Song entre los siglos X y XII, ya que se empiezan a utilizar marcos
de cartón con una trama de cabellos o hilos de seda tensados para generar las
plantillas. Esta incipiente serigrafía fue adoptada por otros países asiáticos, de
entre los que sobresale Japón, donde el grabado ha ocupado siempre un lugar
especial dentro de las Bellas Artes.

En el siglo XVII una serie de artistas nipones desarrollaron un nuevo proceso de


impresión conocido como Kappazuri-e. Esta técnica consistía en sellar la
pantalla con plantillas de papel bañadas en aceite que repelían las tintas al agua.
Así, valiéndose de una brocha, rellenaban con acuarela las partes del dibujo que

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debían transferirse al papel (Fick, 2002, p.55). El mayor representante de esta
técnica fue Urakusai Nagahide gracias a sus populares estampas que
recogían escenas del Desfile Anual de Disfraces que se celebraba en Kyoto
(Seton, 2012, p.90) (Fig. 6).

Esta técnica llegó al continente europeo unas décadas más tarde, siendo Francia
el país donde mayor calado tuvo. Allí apareció el llamado pochoir, una variación
de esta incipiente serigrafía que se empleó sobre todo para estampar barajas de
naipes (Fig. 7).

2.3. La serigrafía moderna

El nacimiento de la pantalla de serigrafía moderna tuvo lugar en Reino Unido


hacia mediados del siglo XIX, la cual presentaba ya un marco de madera con
una tela de seda tensada sobre él. En origen, estos avances se implantaron
únicamente en el ámbito de la industria textil para la decoración de telas. De
hecho, aquí fue cuando se desarrolló en Francia la popular estampación a la
lionesa: un sistema de estampación en una mesa continua que se sigue
empleando a día de hoy. En estos primeros momentos, las plantillas se hacían
con colas que extendían sobre la pantalla y la tinta sólo se aplicaba en las zonas
deseadas (Tobella Soler, 2002, p.20).

Con la irrupción del siglo XX y los nuevos avances en el campo de la fotografía,


el foco se vuelve hacia EE.UU., donde en 1907 se registra la primera patente de
una mejorada pantalla de serigrafía por Samuel Simon de Manchester (Sanjurjo,
2001, p.29). En pocos años, la técnica fue evolucionando muy rápidamente,
introduciéndose las primeras emulsiones fotosensibles y la impresión de varios
colores.

Paradójicamente, fueron las dos grandes guerras del siglo XX las que
permitieron un desarrollo inusitado de la serigrafía, ya que se utilizó para
la estampación masiva de todo tipo de material bélico: insignias, banderines,
etiquetas, distintivos, etc. También es en este momento cuando se introduce el
uso de tintas fosforescentes en la impresión de mapas para vuelos nocturnos.

Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, la técnica de la serigrafía se


popularizó, convirtiéndose en una herramienta fundamental para cualquier

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ámbito profesional y, por tanto, llegando a emplearse como medio para realizar
trabajos editoriales, publicitarios, decorativos, de embalaje, en la industria textil,
etc. Pero no fue hasta bien entrada la década de 1950 cuando empezaron a
introducirse nuevas tintas y pantallas de serigrafía que permitieron la
estampación sobre un abanico enorme de soportes y superficies, incluidas las
tridimensionales.

2.4. La serigrafía en la actualidad

A día de hoy, gracias al desarrollo de emulsiones fotosensibles más precisas,


nuevos tejidos sintéticos para las pantallas, mallas metálicas de gran finura y una
infinidad de avances en todos los ámbitos de la técnica, la serigrafía es capaz de
conseguir unos resultados inmejorables, proporcionando una mayor resistencia
y calidad cromática que otros sistemas de estampación.

Sin embargo, los nuevos avances tecnológicos y la incorporación de los distintos


métodos de impresión digitales han relegado tanto a la serigrafía manual como
a otras técnicas de estampación tradicionales a un segundo plano. Es por ello
que, en los últimos años, se han ido implementado una serie de mejoras en la
maquinaria empleada dentro del proceso de estampación, de tal modo que la
serigrafía pueda alcanzar los niveles de competitividad requeridos por el
mercado. Pese a ello, cabe destacar que la serigrafía se ocupa de ciertos
sectores que sólo pueden ser atendidos por ella. Un buen ejemplo es la enorme
variedad y calidad de sus tintas, capaces de reproducir colores y efectos que
otras técnicas no permiten.

Por otro lado, también se ha desarrollado enormemente la serigrafía artística. La


aparición de tintas al agua para serigrafía y el bajo coste de los materiales
básicos han posibilitado la democratización de la técnica y la aparición de un
buen número de talleres y artistas que utilizan la serigrafía como medio para la
creación de obra gráfica.

No obstante, dada la tradición industrial de este método de estampación, la


serigrafía artística, al igual que sucede con otras técnicas de grabado cuyos usos
estuvieron ligados a otros ámbitos profesionales como la publicidad o la

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imprenta, se ve obligada a luchar contra una serie de prejuicios profundamente
incrustados en la conciencia occidental.

Con todo, la creación gráfica contemporánea ha conseguido ocupar un lugar que


cada vez se aleja más de esa anticuada concepción. Además, gracias a su
carácter de obra múltiple, se destaca de manera especial por su afán
democratizador, permitiendo el acceso al arte a un importante sector poblacional
al que tradicionalmente se mantuvo apartado y excluido.

3. Aplicaciones técnicas de la serigrafía

La primera aplicación a destacar es, por supuesto, la producción de obra gráfica


para artistas y creadores. Los impulsores de esta vertiente fueron un conjunto de
artistas de mediados del siglo XX, entre los que figuran nombres tan populares
como el de Andy Warhol (Fig. 8), Roy Lichtenstein o Victor Vasarely, que
desarrollaron su obra artística empleando la serigrafía como medio principal.
Suele tratarse de ediciones limitadas y numeradas, generalmente comprendidas
entre las 30 y 300 estampas, con sus pruebas de artista correspondientes y la
llamada bon a tirer –prueba que sirve de referencia para iniciar la tirada– , al igual
que cualquier otra técnica de grabado (Tobella Soler, 2002, p.20). Además,
dentro del campo de la serigrafía artística podemos encontrar múltiples variantes
al método tradicional u ortodoxo, como, por ejemplo, el dibujo directo sobre la
malla o la creación manual de los fotolitos, que dejan la puerta siempre abierta a
nuevas vías para la experimentación formal.

Por otro lado, nos encontramos con, tal vez, la aplicación más popular y
extendida de la serigrafía: la estampación de textiles. Pero también se serigrafían
plásticos, cristales, metal, soportes cerámicos e incluso circuitos electrónicos a
base de tintas conductivas (ídem, p.23). Y es que, gracias a las particulares
características técnicas que se han ido enumerando a lo largo del presente
artículo, la serigrafía se presenta como el medio perfecto para estampar sobre,
prácticamente, cualquier superficie o soporte utilizando una infinidad de tintas
formuladas de manera exclusiva para adecuarse al material donde se va a
estampar. Por tanto, la única limitación que encontraremos será la que nuestra
propia imaginación nos quiera imponer.

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4. Bibliografía

Fick, B. y Grabowski, B. (2002). El grabado y la impresión: guía completa de


técnicas, materiales y procesos. Barcelona: Editorial Blume.

Tobella Soler, J. (2002). Técnica y práctica del proceso serigráfico. Madrid:


AEDES.

Seton, A. (2012). Collecting Japanese Antiques. USA: Tuttle Publishing.

Losilla, E. (1998). Breve historia y técnicas del grabado artístico. México:


Universidad Veracruzana.

Fila, C. et al. (2011). Sistemas de impresión. Los albores de la historia como


soporte de la experiencia áulica. Del estarcido al sistema serigráfico. Argentina:
UNLP.

Sanjurjo Castro, B. (2001). La serigrafía como medio de expresión artística.


[Tesis doctoral]. Madrid: Universidad Complutense.

5. Anexo

Figura 1. Detalle de la malla de una pantalla de serigrafía donde se puede observar la


zona permeable o grafismo, en color amarillo, y la zona obturada por el efecto de la
emulsión o contragrafismo, en color verde, que impide el paso de la tinta. Recuperado
de: [https://oralaborastudio.com/serigrafia-matinada-tmn/]

7
Figura 2. Racleta. Recuperado de: [https://oralaborastudio.com/estudio/]

Figura 3. Detalle de fotolito sobre insoladora UVA. Recuperado de:


[https://oralaborastudio.com/flags-ricardo-cavolo/]

8
Figura 4. Cueva de las manos, Argentina. Recuperado de:
[https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/f/f4/SantaCruz-CuevaManos-
P2210651b.jpg]

Figura 5. Plantilla de letras y números donde se pueden observar los puentes


utilizados como solución para crear los vacíos interiores. Recuperado de:
[https://http2.mlstatic.com/plantilla-letras-numero-y-signos-de-30-mm-tipografia-regla-
D_NQ_NP_476225-MLA25406593234_032017-F.jpg]

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Figura 6. Urakusai Nagahide, escenas del Desfile Anual de Disfraces de Kioto. Siglo
XIX. Recuperado de: [https://en.wikipedia.org/wiki/Urakusai_Nagahide]

Figura 7. Naipes estampados, Valencia, siglo XVIII. Recuperado de:


[https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/2f/Spanish_deck_printed_in_Valen
cia%2C_in_1778.jpg]

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Figura 8. Andy Warhol, Marilyn Monroe (Hot Pink),1963.

Citar PDF. López Riesco, A. y Prendes Cimadevilla, M. (2019). Una


aproximación técnica a la serigrafía: historia, proceso y aplicaciones. [Blog].
Recuperado de http://www.oralaborastudio.com/articulos

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