Lactancia Materna
Lactancia Materna
Lactancia Materna
BENEFICIOS
contacto piel con piel no sólo es importante para una buena instauración de la
lactancia sino que ayuda al recién nacido a adaptarse mejor a la vida
extrauterina y a establecer un vínculo afectivo con su madre. Por todo ello, el
contacto precoz se debe fomentar en todos los recién nacidos
independientemente del tipo de alimentación que vayan a recibir
posteriormente.
Durante los primeros días muchas mujeres tienen dudas sobre su capacidad de
lactar. El apoyo incondicional del padre en estos momentos será fundamental
para dar confianza y tranquilizar a la madre y así los dos juntos serán más
capaces de superar dificultades.
Padre practicando piel con pielEl padre también puede ocuparse de las tareas
domésticas, del cuidado de los otros hijos, de cambiar pañales, bañar al bebé,
sostenerlo, tranquilizarlo o disfrutar del contacto piel con piel con el bebé
mientras la madre descansa. Esto último suele ser muy placentero para ambos
y establece y mantiene vínculos emocionales para toda la vida entre padre e
hijo (o hija).
LECHE MATERNA
la leche contiene más agua y azúcar, así satisface la sed del bebé. Después,
aumenta gradualmente, su contenido en grasa, aportando más calorías que
sacian a la criatura.
TÉCNICA DE LA LACTANCIA
Un buen agarre
Una buena técnica de lactancia evita la aparición de complicaciones como
grietas y dolor, vacía correctamente el pecho y permite una producción de
leche adecuada para cada bebé.
Agarre del pezónPara un buen agarre es importante que todo el cuerpo del
bebé esté enfrentado a la madre, y que al abrir la boca introduzca gran parte de
la areola, especialmente por la parte inferior (donde tiene la barbilla) para que
al mover activamente la lengua no lesione el pezón. Los signos que nos
indicarán un buen agarre son: que el mentón del bebé toca el pecho, que la
boca está bien abierta, el labio inferior está hacia fuera (evertido) y las mejillas
estén redondas o aplanadas (no hundidas) cuando succiona. Además se tiene
que ver más areola por encima de la boca que por debajo. Si el bebé está bien
agarrado, la lactancia no duele. El dolor es un signo que, en la mayoría de los
casos, indica un agarre o una postura incorrecta.
Posición sentada:
La posición sentada suele ser más cómoda con la elevación de los pies en una
banqueta, también un poco recostada, en posición de crianza biológica, en
caso de episiotomía, ya que al dejar esa zona fuera de la silla se alivian mucho
las molestias.
Se debe colocar al bebé con el tronco enfrentado y pegado a la madre. De esta
manera la madre puede sujetarlo con la mano en su espalda, apoyando la
cabeza en el antebrazo. Con la otra mano puede dirigir el pecho hacia la boca
del bebé y en el momento en que éste la abre acercarlo con suavidad al pecho
para que pueda agarrar un buen pedazo de areola. Es la posición más utilizada
pasados los primeros días, cuando la madre tiene más movilidad y seguridad
con el bebé. No es necesario intentar sujetar las nalgas del bebé con la mano
del brazo en el que está apoyado, ya que habitualmente esto fuerza a que la
cabeza del bebé se sitúe muy cerca del codo, lo que puede provocar que el
cuello se flexione o no pueda estirarlo hacia atrás resultándoles más difícil
agarrarse bien y tragar con comodidad.
Posición acostada:
Es una posición muy cómoda para las tomas nocturnas y los primeros días,
aunque suele ser más incómoda y menos eficaz que la posición de crianza
biológica.
En esta posición se sitúa al bebé por debajo de la axila de la madre con las
piernas hacia atrás y la cabeza a nivel del pecho, con el pezón a la altura de la
nariz. Es una posición muy cómoda para amamantar a gemelos y a
prematuros. Es importante dar sujeción al cuello y a los hombros del bebé pero
no a la cabeza, que necesita estar con el cuello estirado para atrás
(deflexionado) lo que le permite agarrar mejor el pecho y tragar más
cómodamente.
Posición de caballito:
Estando la madre sentada, el bebé se sitúa sentado sobre una de las piernas
de la madre y con el abdomen pegado y apoyado sobre el materno. Esta
postura puede ayudar en casos de grietas y en bebés con reflujo
gastroesofágico importante, prematuros, con labio leporino o fisura palatina,
mandíbula pequeña (retromicrognatia) o problemas de hipotonía. En estos
casos puede ser necesario sujetar el pecho por debajo a la vez que se sujeta la
barbilla del bebé.
RECOMENDACIONES
Por esto es importante y recomendado que el bebé termine de mamar de un
pecho antes de ofrecerle el otro (cuando suelte el primero de forma
espontánea), y si tiene hambre lo aceptará. Para evitar ingurgitación o
retenciones, es aconsejable comenzar cada toma por el pecho del que no
mamó o del que mamó menos en la toma anterior.