Cómo Definir La Vida Útil de Los Alimentos

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 7

Cómo definir la vida útil de los

alimentos
Por M.C. Hermila Reyes Morales (*)
La determinación de la vida de anaquel no solo se debe hacer por cumplir con la ley o
para informar al consumidor, sino para tomar oportunas y acertadas decisiones.

Los puntos básicos para la estimación de la vida de anaquel en los productos


alimenticios son:

1. Deterioro esperado
2. Criterios de inicio y término de vida de anaquel
3. Condiciones de estudio: almacenamiento de productos, mercado objetivo y envase
4. Método de preparación de los productos
5. Plan de muestreo
6. Tipo de pruebas a emplear
7. Cantidad de muestra
8. Análisis de la información

DETERIORO ESPERADO
Dependiendo del producto, de los ingredientes y del proceso al que son sometidos,
los alimentos van cambiando con respecto del original. Los cambios se dan en
términos de oxidación, rancidez, disminución de propiedades sensoriales, pérdida de
vitaminas, etcétera.

CRITERIO DE INICIO Y TÉRMINO DE VIDA DE ANAQUEL


En ocasiones los productos sufren cambios que no se clasifican como deterioro sino
como maduración, por lo tanto estos cambios no requieren contabilizarse dentro del
tiempo de deterioro. Por otro lado, aun cuando el criterio de aceptación sensorial es el
único que de forma inmediata es percibido por el consumidor y puede provocar el
rechazo del producto, se deben considerar otros parámetros que en ocasiones
pueden marcar el término del estudio, como una contaminación microbiológica o una
disminución en la cantidad de vitaminas declaradas. Para ello se hace uso de la
Metodología de Punto de Corte. “Punto de Corte” se refiere al valor de intensidad
sensorial en el cual un consumidor comienza a percibir un cambio en el producto, en
comparación con la muestra fresca.

Para ello se realiza un cálculo matemático. Para determinar dónde sucede ese cambio
en la percepción del producto, el primer paso es aplicar la siguiente ecuación:

S = F - Za √2CME/n

donde:
S = Valor en que la aceptabilidad del producto almacenado comienza a disminuir
significativamente.

F = Aceptabilidad de la muestra fresca (promedio de los n consumidores).


Z 5% = Coordenada de la curva normal para un ensayo de una cola con un nivel de
significancia del 5% = 1.645. Para calcular Z se emplea un ensayo de 1 cola, debido a
que se asume que el producto almacenado debería tener una aceptabilidad más baja
que el producto fresco.

CME = Cuadrado medio del error obtenido del análisis de varianza de los
consumidores, empleando como factores de variación la muestra y la ofrecida al
consumidor. El CME es un indicador de la precisión del ensayo.

n = Número de consumidores.

Una vez obtenido el valor S, se representa gráficamente una recta de regresión entre
los valores promedios de aceptabilidad, por el panel de consumidores en función de
los valores promedio de intensidad del defecto; medidos por el panel de laboratorio y
con dicho valor, se intercepta la recta para obtener el punto de corte (C). El punto de
corte obtenido se emplea para determinar el tiempo de V.U. en las condiciones de
almacenamiento de interés.

CONDICIONES DE ESTUDIO
Es necesario conocer el mercado al que se va a dirigir el producto para suponer las
condiciones climáticas (temperatura, humedad y luz) y de distribución a las que se va
a someter, así como el costo al que se va a vender y el empaque que tendrá, para
poder simular las condiciones reales.

Por otra parte, hay que considerar factores externos a la producción, que llegan a
afectar seriamente a los alimentos. Por ejemplo, aunque las carreteras del país en
que se distribuye sean buenas, a menudo los transportistas suelen dejar sus
camiones bajo el sol, o bien puede ser que quienes se encargan de los almacenes no
hagan un buen manejo de los productos.
Para medir el deterioro del producto que ha sido sometido a alguna condición
específica es necesario llevar un control estricto del mismo, que debe mantenerse con
el menor cambio posible. Todos estos puntos son fundamentales para la
óptima conservación de los alimentos; sin embargo, hay que considerar también que
a mayor protección, mayor costo. Esto no significa que es recomendable prescindir de
alguna de estas medidas de seguridad.

MÉTODO DE PREPARACIÓN DE PRODUCTOS


Según el producto y el tipo de prueba al que será sometido, deberán ser preparadas
las muestras. Si lo que se quiere es medir la aceptación del producto, deberá ser
preparado de acuerdo a la forma de uso más común y neutra.

PLAN DE MUESTREO
Es importante tomar en cuenta la información previa sobre el producto para plantear
un plan de evaluación en todos los parámetros posibles. Con ello en mente, se
recomiendan los siguientes:
• Diseño básico: consiste en almacenar un lote de muestra en las condiciones
seleccionadas e ir haciendo un muestreo en los tiempos prefijados. En cada muestreo
se realizan todos los análisis correspondientes.
• Diseño escalonado: implica almacenar diferentes lotes de producción o del mismo
lote (siempre y cuando el producto lo permita) en las condiciones seleccionadas a
diferentes tiempos, de tal forma que se obtenga en un mismo día todas las muestras
con diferentes grados de deterioro, para ser analizadas ese mismo día.

Para ambos tipos de diseño, hay que someter el producto a un mínimo de 3


condiciones diferentes de temperatura y humedad controlada, además de las
condiciones normales de almacenamiento. La diferencia entre las temperaturas debe
ser de 10° C.

Conservar lo mejor posible una muestra que sirva como referencia que es con la que
se va a comparar las muestras sometidas a diferentes condiciones aceleradas.
Realizar mínimo 6 tiempos de muestreo. Se puede utilizar el método Gacula, MC
1975, donde se incrementan el número de muestras en el periodo en el cual se
supone que el producto tenga mayores probabilidades de fallar. A mayor temperatura
de almacenamiento, la frecuencia de muestreo debe ser mayor.

TIPOS DE PRUEBA A EMPLEAR


Las principales pruebas que se utilizan son:
1. Fisicoquímicas, ganancia de humedad, pérdida de propiedades físicas,
nutrimentales, cambios de color, etcétera.
2. Microbiológicas
3. Sensoriales: discriminativas (jueces entrenados), escala (jueces entrenados),
descriptivas (jueces entrenados) y afectivas (consumidores objetivo).

El tipo de prueba dependerá del producto u objetivo del estudio. Por ejemplo:
• Vida útil de una materia prima:
Se refiere al tiempo que va desde la elaboración o cosecha de una materia prima
hasta que es utilizada en el producto terminado. Tanto en las materias primas, como
en el producto terminado, se debe garantizar que no presenten diferencias
significativas respecto de una referencia fresca de los mismos. Las materias primas se
someten a pruebas discriminativas contra la muestra control, mantenida en
refrigeración, y la muestra en estudio, mantenida en el empaque y simulando las
condiciones reales a las que se sometería una vez lanzado el producto al mercado.

• Vida útil de un nuevo producto terminado:


Es un estudio en el que se utilizan pruebas de escala que miden el grado de
diferencia entre el control y la muestra sometida a estudio. Cuando el grado de
diferencia pueda afectar la aceptación del consumidor, se lleva a cabo una prueba
afectiva, o de preferencia, entre el control y el producto en estudio. Si en ésta se
encuentra una diferencia significativa a favor del producto fresco, el estudio se da por
terminado.

Con los datos obtenidos de las pruebas de escala se pueden hacer proyecciones o
cálculos para condiciones no estudiadas y determinar los factores que
verdaderamente aceleran el deterioro o que afectan al producto, esto a través de
análisis de regresión múltiple.

Al inicio y final del estudio se pueden realizar análisis descriptivos cuantitativos, para
indicar los cambios que sufre el producto por el tiempo y condiciones del mismo. Al
finalizar el estudio, se considera la respuesta de los consumidores ante el producto.
Las percepciones que se reporten, ayudarán a visualizar cuáles cambios en el
producto provocaron el rechazo o la no preferencia del consumidor.

• Vida útil en una reformulación o cambio de empaque:


Si el producto actual y el reformulado no presentan diferencias significativas al
hacerles una prueba discriminativa, ésta puede seguir siendo aplicada hasta el
momento en que se presente una marcada diferencia entre los dos productos. A partir
de ahí, será necesario implementar una prueba de escala para ambos contra su
control, y ver la magnitud real de la diferencia y cuál de los dos presenta un mayor
deterioro. Encontrar diferencias importantes entre dos formulaciones de un mismo
producto, es equivalente a tener dos fórmulas independientes entre sí.

CANTIDAD DE MUESTRA
Es importante tomar en cuenta que todo producto que esté destinado para estudio
respecto de las diferentes condiciones de almacenamiento y análisis, debe pertenecer
al mismo código de producción. La cantidad de muestra requerida va a depender de:
1. El tipo de estudio de vida útil para materias primas, nuevos productos,
reformulaciones, cambios de empaque.
2. El número y tipo de condiciones de almacenamiento que se quieran estudiar. En
condiciones extremas se espera que el producto dure menos.
3. El tiempo de vida útil esperado y los muestreos.
4. El tipo de análisis que se quiera realizar (fisicoquímico, microbiológico, sensorial).
5. El número de jueces entrenados y consumidores que participen en cada prueba
sensorial.

ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN
Como resultado de estas múltiples evaluaciones se obtienen varios datos que deben
ser observados para poder establecer las conclusiones del estudio y, en
consecuencia, establecer el tiempo de vida de anaquel del producto.

En cuanto a los resultados sensoriales el que tiene mayor peso es el de las pruebas
con consumidores. El resto de la información sirve como indicador de la magnitud o
descripción de los cambios que sufre el alimento y el tiempo en el que se presentan.
Al relacionar estos resultados con los de los consumidores se puede ver cuáles
cambios son importantes para la decisión de quien adquirirá el producto. Por ejemplo,
puede ser que una salsa de tomate en un periodo muy corto cambie en forma notoria
de color y se obscurezca, y que este cambio no sea importante para el consumidor.
Por lo tanto, el producto no tendría que declararse como fuera de su vida útil.

Hay que considerar que se tendrán tantas fechas de caducidad como condiciones de
estudio se hagan. Por ejemplo, si el producto es termosensible, en una zona de alta
temperatura los cambios en el producto que afecten al consumidor se presentarán
más rápido que en una zona de temperatura baja. Por esta razón es importante tomar
en cuenta y estudiar las condiciones en las que se va a distribuir el producto para
poder decidir qué tipo de vida útil es la más conveniente utilizar.

VIDA ÚTIL ACELERADA


Se ha mencionado en repetidas ocasiones que existen pruebas de “vida útil
acelerada" en las que se somete a los alimentos a condiciones extremas y a
reacciones que no se presentarían en situaciones reales. Estas determinaciones
tienen como limitante que solo se puede variar un factor climático, la temperatura, y se
deja constante el factor humedad, cuando la interacción de ambos afecta
simultáneamente a los productos. Dichas estimaciones pueden utilizarse para medir
velocidades de deterioro o dar idea de algunas equivalencias, como el tiempo de vida
útil equivalente de un producto que se ha sometido a 30° C con respecto a ese mismo
producto sometido a 20° C, con base en cinéticas de reacción.

MÉTODOS CINÉTICOS
Para poder tener resultados lógicos mediante los métodos cinéticos debemos hacer
determinaciones de vida de anaquel en:
• Productos que no se vean afectados por la humedad
• Productos envasados en vidrio
• Productos almacenados en condiciones con humedad constante variando
solamente la temperatura
• Tomar para la ecuación cinética el estimado de tiempo obtenido a través de las
determinaciones de vida de anaquel ya explicadas, o medir la cinética de reacción en
condiciones controladas. La ecuación básica de este método, que representa la
pérdida de la calidad es:

-dA = KAn
d

En donde A = calidad inicial, θ = tiempo, K = constante que depende de la humedad y


la temperatura, en una ecuación de Arrhenius, y n = orden de reacción que define la
posible dependencia de la velocidad de reacción con respecto a la cantidad de
calidad.

Después de varias deducciones se puede determinar que el cálculo del deterioro de


los alimentos sigue una línea recta, y en qué medida el deterioro de un producto a una
temperatura dada es diferente que el de ese mismo a otra temperatura. El resultado
de esta ecuación nos da el factor de equivalencia, por ejemplo si las temperaturas de
estudio fueran de 20 y 30°C, y como resultado obtuviéramos 1.5, querría decir que por
cada mes de duración del producto a 30°C, se tendrá uno y medio meses a 20°C.

Sin embargo, los resultados de los estudios de vida útil bajo la metodología que se ha
descrito, pueden utilizarse como base para futuros estudios de productos
relacionados. Incluso mediante el análisis de regresión se pueden estimar los tiempos
de vida útil que se obtendrían bajo condiciones no estudiadas.

Otra forma de “predecir" la vida útil de los alimentos, en la cual no ahondaremos en


esta ocasión, es mediante modelaciones matemáticas y experimentaciones. En ese
caso, al inicio del estudio se cuantifican en el producto algunos parámetros
fisicoquímicos, como por ejemplo, la actividad de agua y la cantidad de oxigeno
presente. Posteriormente, los productos sin protección alguna se sometan a
condiciones de almacenamiento reales pero controladas, y nuevamente con el uso de
métodos sensoriales, se determina cuando el producto esté fuera de vida útil. En este
punto es necesario volver a realizar las mediciones de humedad, oxigeno, etcétera y
comparar los resultados iniciales y finales para poder determinar las velocidades de
absorción y/o los factores que realmente afectan al alimento. Este proceso permite
seleccionar los envases adecuados de acuerdo con el tiempo de vida útil requerido y
la protección que proporciona el material de envase. Por último, cabe mencionar que
estos no son los únicos métodos para la determinación de vida útil, existen otro como
los probabilísticos o el método de supervivencia.

CONCLUSIONES
Existen otras razones para llevar acabo estos estudios, como que el propio productor
conozca los cambios que ocurren en sus productos a través del tiempo, así como los
factores que los provocan. Con estas herramientas es posible plantear desde la etapa
del diseño el mínimo tiempo de vida de anaquel requerido, ya que los costos de
reposición del producto en el punto de venta o el rechazo del consumidor por los
cambios percibidos sensorialmente en el producto, son extremadamente altos. Estos
cambios pueden incluso ser aprovechados por la competencia para mostrar las
debilidades de determinado producto. En conclusión podemos afirmar que la
determinación de la vida útil de un producto es relevante para la aceptación de un
producto, su seguridad de consumo, lo que conlleva un beneficio para las empresas
productoras y la tranquilidad para el consumidor.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Hough, G., Sánchez, R., Garbarini de Pablo, G., Sánchez, R.G., Calderón, S.,
Giménez, A. M., and Gámbaro, A., (2002), “Consumer Acceptability Versus Trained
Sensory Panel Scores of Powdered Milk Shelf-Life Defects”, Journal of Dairy Science,
85(9): 1-6.
2. Hough, G., Langohr, K., Gómez, G., and Curia A., (2003), “Survival Analysis
Applied to Sensory Shelf-Life of Foods”, Journal of Food Science, 68 (1), 359-362.
3. Martínez, M. C., Mucci, A., Santa Cruz, M. J., Hough, G., and Sánchez, R.,
(1998), “Influence of Temperature, Fat Content and Package Material on Sensory
Shelf-Life of Commercial Mayonnaise”, Journal of Sensory Studies 13, 331-346.
4. Ramírez, G., Hough, G., and Contarini, A., (2001), “Influence of Temperature and
Light Exposure on Sensory Shelf-Life of a Commercial Sunflower Oil”, Journal of Food
Quality 24, 195-204.
5. Hough, G., Sánchez, R. H., Garbarini de Pablo, G., Sánchez, R. G., Calderón
6. Villaplana, S., Giménez, A. M., and Gámbaro, A., (2002), “Consumer Acceptability
Versus Trained Sensory Panel Scores of Powdered Milk Shelf-Life Defects”, Journal of
Dairy Science 85, 2075-2080.
7. Labuza, T. P., (1982), Shelf-Life Dating of Foods, Food and Nutrition Press,
Westport (Connecticut).
8. Snedecor, G. W. y Cochran, W.G., (1989) Statistical methods, 8ª edición, Iowa
State University Press, Ames (Iowa)
9. Garitta, L., Gómez, G., Hough, G., Langohr K., Serrat, C., (2004), Estadística de
supervivencia aplicada a la vida útil sensorial de alimentos. Tutorial introductorio y
cálculos a realizar utilizando S-Plus, ProgramaCYTED, Madrid, España.
10. Gómez, G., (2004), Análisis de supervivencia, Barcelona, España.
11. Ahlens S. L., Hough, G., Langohr, K., Gómez, G., Curia, A., (2003), “Survival
Analysis Applied to Sensory Shelf-Life of Foods”, Journal of Food Science 68, 359-
362.
12. Hough, G., Puglieso, M. L., Sánchez, R., Mendes da Silva, O., (1999), “Sensory
and Microbiological Shelf-Life of a Commercial Ricotta Cheese”, Journal Dairy Science
82, 454-459.
13. Klein, J. P., Moeschberger, M. L., (1997), Survival Analysis, Techniques for
Censored and Truncated Data, Springer-Verlag, New York, E.E.U.U.
14. Kleinbaum, D. G., (1996), Survival Analysis, a Self-Learning Text. Springer-
Verlag, New York, E.E.U.U.
15. Lindsey, J. K., (1998), “A Study of Interval Sensoring in Parametric Regression
Models”, Lifetime Data Analysis 4, 329-354.
16. Meeker, W. Q., Escobar, L. A., (1998), Statistical Methods for Reliability Data,
John Wiley & Sons, New York, E.E.U.U.
17. Hough, G., Fiszman S., Estimación de vida útil sensorial de los alimentos,
Programa CYTED, Amaniel 4, 28015 Madrid, España.

(*) Ingeniería de Alimentos de la Universidad Iberoamericana. Directora de


Evasen.

Fuente: www.hablemosclaro.org

http://www.alimentacion.enfasis.com/articulos/74013-como-definir-la-vida-util-los-
alimentos

También podría gustarte