Actas HVII
Actas HVII
Actas HVII
ISBN 978-950-9262-87-4
1. Historia Argentina. I. Bustos Argañarás, Prudencio II. Fridman, Silvia , coord. III.
Lértora Mendoza, Celina A., coord.
CDD 982
Comité científico
Liliana Barela
Silvia Fridman
Adriana Rodríguez
Cristina Vera
Ediciones F.E.P.A.I.
Buenos Aires
El camino hacia la Independencia
Silvia Fridman
Buenos Aires
1
José Carlos Chiaramontem, artículo publicado en el Diario La Nación, Buenos Aires, 29-01-
2008.
5
VII JORNADAS DE HISTORIA
2
Senado de la Nación, Biblioteca de Mayo. Colección de Obras y Documentos, Buenos Aires,
1960; T. VIII, p. 5861.
6
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
3
Ibíd., pp. 6305-6306.
4
Ariosto González, Las primeras fórmulas constitucionales en los países del Plata.
Montevideo, 1962, pp. 205-241; Alejandro Soto Cárdenas, Influencia de la Independencia de
los Estados Unidos en las constituciones de las naciones latinoamericanas, Washington,
OEA, 1980; pp. 38-41.
7
VII JORNADAS DE HISTORIA
Hacia 1820 Manuel Dorrego y otros dirigentes políticos que habían estado en
el exilio en los EEUU deciden al volver, y fundar un partido federal doctrinario de
acuerdo con los criterios de ese sistema político; en consecuencia, esas personas
fueron perseguidas por los llamados federales porteños integrado por los
estancieros de Buenos Aires y a quienes no les convenía la nacionalización del
puerto de Buenos Aires. Manuel Dorrego terminó fusilado en 1828 por los unitarios
con la venia de los “federales porteños”.
Si bien los que venimos del campo de la Historia sabemos que no debemos
generalizar, también es cierto que muchos de los aspectos son semejantes en la
América latina aunque con matices diferentes.
8
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
9
VII JORNADAS DE HISTORIA
10
La Asamblea del Año XIII.
Una visión mediterránea
Como bien dice el subtítulo de este trabajo, se trata de una visión mediterránea
de la Asamblea Constituyente de 1813. Mi visión general de nuestra historia es pre-
cisamente esa, como no podría ser de otra manera, habida cuenta de mi condición de
cordobés.
En nombre de “los sagrados derechos del Rey” fusiló a quienes se opusieron, lo-
grando dominar todo el territorio de lo que es actualmente la Argentina, luego de lo
cual impuso un régimen de terror y desató una guerra civil. Entre sus graves conse-
cuencias debe computarse la separación de los territorios situados en la periferia del
Virreinato, que negándose a ser sometidas, terminaron por constituir repúblicas
independientes, tales los casos de Bolivia, Paraguay y Uruguay.
11
VII JORNADAS DE HISTORIA
ción auténticamente nacional, por cuanto estaba integrada por los representantes de
todas las ciudades, a pesar de la gran desproporción en favor de Buenos Aires y de
que la Nación no estaba aún constituida como estado independiente.
La Junta Grande creó el Triunvirato, cuyo nombre oficial era “Gobierno Superior
Provisional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, a nombre del señor don
Fernando VII”, y aprobó un Reglamento Provisorio, de claro contenido republicano.
Cuando lo remitió al Triunvirato para su publicación, este lo sometió a la aprobación
del Cabildo porteño y arrogándose facultades legislativas, lo rechazó. La Junta res-
pondió con una fuerte nota, denunciando la actitud injuriosa y las intenciones abso-
lutistas del Ejecutivo, que se había convertido en el órgano de poder de los intereses
porteños.
“El gobierno de tres, hijo de sí mismo, abolió las juntas que representaban a
las provincias y se proclamó representante único de todas ellas, por la volun-
tad de la Municipalidad de Buenos Aires. Enseguida echó de Buenos Aires a
los diputados de las provincias que allí había”1.
1
Cf. Juan Bautista Alberdi, “Belgrano y sus historiadores”, en Escritos póstumos, tomo V,
Buenos Aires 1897, p. 106.
2
Cf. Ricardo Rojas, La Argentinidad, Buenos Aires, 1922, p. 82.
12
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
El régimen de terror que la Junta Grande había logrado desterrar fue reimplanta-
do con renovada crueldad. El 11 de diciembre de 1811 fueron ejecutados cuatro
sargentos, tres cabos y cuatro soldados del regimiento de Patricios, acusados de
haber promovido un motín. En julio de 1812 fueron llevados a la horca Martín de
Álzaga y otros treinta y siete hombres acusados de preparar una conspiración, tras
un proceso plagado de irregularidades. Lo que Tulio Halperin Donghi denomina la
“barbarización del estilo político”, regresaba por sus fueros, para terminar impo-
niendo “la ferocidad como una virtud”3.
“se trataba de preparar una farsa con mayoría absoluta de los intereses de la
ciudad capital, y así fue como se procedió a una elección que fue una verda-
dera befa para los pueblos del interior”5.
3
Cf. Tulio Halperín Donghi, Revolución y guerra. Formación de una élite dirigente en la
Argentina criolla, Buenos Aires, 2005.
4
Cf. Emilio Ravignani, Asambleas constituyentes argentinas, tomo 6, 1ª parte, Buenos Aires,
1939, pp. 629 y 631.
5
Cf. Vicente D. Sierra, Historia de las ideas políticas en Argentina, Buenos Aires, 1950, p.
240.
13
VII JORNADAS DE HISTORIA
claró “nula, ilegal y atentadora contra los derechos soberanos de los pueblos y contra
la autoridad de este gobierno”6. Pero seis meses más tarde, un levantamiento popular
destituyó a los triunviros y el Cabildo porteño designó a otros en su reemplazo -dos
porteños y un madrileño residente en Buenos Aires-, los que a su vez convocaron a
una nueva asamblea, esta vez con carácter constituyente.
El 31 de enero de 1813 la llamada Asamblea del año XIII inició sus sesiones,
dominada totalmente por Buenos Aires. Dice Armando Raúl Bazán que
“En cada una de las ciudades la logia manipuló las candidaturas para llevar a
su seno hombres que respondieran a su voluntad centralista y unívoca. Las
elecciones fueron reguladas y así ocurrió que la mayoría de sus miembros ca-
recían por completo de representatividad y aun de residencia respecto de los
pueblos que los habían elegido”7.
Las presuntas medidas revolucionarias adoptadas por la Asamblea del año XIII
son el prototipo de las declaraciones puramente retóricas, y están inspiradas en las
adoptadas por las Cortes de Cádiz y la Constitución española del año anterior. Vea-
mos cada una de ellas.
6
Cf. Emilio Ravignani, ob. cit., tomo 1, p. 3.
7
Cf. Armando Raúl Bazán, Revisión de Mayo, Mendoza, 2009, p. 98.
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LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
La supresión de los títulos de nobleza era declamatoria, pues los dos únicos que
había en lo que hoy es nuestro país no fueron eliminados. El marqués del Valle de
Tojo, don Juan José Fernández Campero, vecino de Jujuy, continuó usándolo, al
igual que el conde de Lúcar y Quilmaró, el doctor Miguel del Mármol, vecino de
Córdoba, en cuya partida de defunción, fechada el 22 de junio de 1815, se consignó
que el maestro don Juan José de Espinosa “acompañó al cementerio de la iglesia de
la Merced el cuerpo mayor del señor conde de Lúcar don Miguel del Mármol” 8.
La abolición de los mayorazgos no tuvo ningún efecto, pues los que había enton-
ces en estas tierras continuaron sin cambios. El de Huasán de la familia Díaz de la
Peña, en Catamarca, fue extinguido recién en 1869, y el de San Sebastián de Saño-
gasta de los Brizuela y Doria, en La Rioja, subsistió hasta el siglo XX.
La libertad de vientres, que otorgaba la condición de libres a todos los niños na-
cidos luego de la instalación de la Asamblea, era una reforma incompleta que reve-
laba la falta de decisión para eliminar de cuajo la esclavitud, lo que recién ocurrió
con la Constitución de 1853. E incluso el decreto que concedía la libertad a los es-
clavos de países extranjeros “por el solo hecho de pisar el territorio de las Provincias
Unidas”, fue dejada sin efecto un año más tarde ante la protesta de la corte del Bra-
sil, en atención al “justo interés de calmar las alarmas de un poder vecino, declaran-
do el verdadero espíritu de aquella ley”9. Una retractación semejante tuvo lugar
respecto a la disposición de controlar el comercio exterior mediante la obligación de
consignar las operaciones, dejada sin efecto a causa de la protesta británica 10.
8
Archivo Arquidiocesano de Córdoba, defunciones 3 Catedral, f. 205vo.
9 Cf. Academia Nacional de la Historia, Historia de la Nación Argentina, vol. 6 N. 1, Buenos
Aires 1963, p. 104.
10
Cf. José Mariluz Urquijo, “Aspectos de la política proteccionista durante la década de
1810-1820”, en Boletín de la Academia Nacional de la Historia 37, Buenos Aires 1965, p.
115 et passim.
15
VII JORNADAS DE HISTORIA
La prohibición del “detestable uso de los tormentos” como parte de los procesos
judiciales también había sido dispuesta por las Cortes, pero además, siguió practi-
cándose. A pesar de la disposición de que los instrumentos destinados a este objeto
fueran destruidos en la plaza pública, en 1817 el alguacil mayor de Buenos Aires
pedía la “recomposición urgente” del potro de castigo en la cárcel “por estar inutili-
zado el existente”, lo que de inmediato se proveyó 11.
11
Cf. Ricardo Rodríguez Molas, Historia de la tortura y el orden represivo en la Argentina,
Buenos Aires 1984, p. 57.
12
Cf. Jorge A. Maldonado y Magdalena Viramonte de Ávalos, “Canción patriótica-Himno
Nacional Argentino: ¿influencias o paralelismo de épocas?”, en Revista de la Junta provincial
de Historia de Córdoba N. 11, Córdoba 1986, p. 77 et passim.
13
La imagen, que está reproducida en la obra La Revolución Francesa de Michel Vovelle, fue
dada a conocer por Carlos Ortiz de Rosas en su libro Confidencias diplomáticas, Buenos
Aires, 2011.
16
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
Ese mismo año, cuando Fernando VII fue restituido en el trono, Posadas envió a
España a Manuel Belgrano y Bernardino Rivadavia para ofrecerle
“las más sinceras protestas de reconocimiento de su vasallaje, felicitándolo
por su venturosa y deseada restitución al trono, y suplicarle humildemente el
que se digne, como padre de sus pueblos, darles a entender los términos que
han de reglar su gobierno y administración”.
17
VII JORNADAS DE HISTORIA
Carlos de Alvear, que sucedió a su tío Posadas como director, protagonizó un es-
candaloso intento de entregar estas tierras a Inglaterra. El 28 de enero de 1815 partió
hacia Brasil Manuel José García portando dos cartas de Alvear fechadas el 25 de
dicho mes. Iban dirigidas al embajador inglés en Río de Janeiro, lord Strangford, y
al ministro de Relaciones Exteriores británico, lord Castlereagh. La primera de ellas
decía:
“Cinco años de repetidas experiencias han hecho ver a todos los hombres de
juicio y opinión que este país no está en edad ni en estado de gobernarse por
sí mismo y que necesita una mano exterior que la dirija y contenga en la esfe-
ra del orden antes que se precipite en los horrores de la anarquía (...) En estas
circunstancias solamente la generosa Nación Británica puede poner un reme-
dio eficaz a tantos males, acogiendo en sus brazos a estas provincias, que
obedecerán a su gobierno y recibirán sus leyes con el mayor placer. […] La
Inglaterra […] no puede abandonar a su suerte a los habitantes del Río de la
Plata en el acto mismo en que se arrojan a sus brazos generosos”18.
17 Cf. Enrique de Gandía, Historia de las ideas políticas en la Argentina, tomo III, Las ideas
políticas de los hombres de Mayo, Buenos Aires, 1965, pp. 221 a 227.
18 Cf. Vicente Fidel López, Historia Argentina, tomo V, Buenos Aires 1911, p. 521.
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LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
En carta a Sarratea del 5 de febrero del año siguiente, intentaba justificar su con-
ducta diciendo que “en el país -léase en Buenos Aires- no se tenía por traición cua-
lesquiera sacrificios a favor de los ingleses y aún la completa sumisión”19.
El pliego destinado a lord Castlereagh, cuya entrega fue encomendada por Gar-
cía a Bernardino Rivadavia, era aún más elocuente respecto a las sórdidas intencio-
nes de Alvear:
“Estas provincias -le decía- desean pertenecer a la Gran Bretaña, recibir sus
leyes, obedecer a su gobierno y vivir bajo su influjo poderoso. Ellas se aban-
donan sin condición alguna a la generosidad y buena fe del pueblo inglés, y
yo estoy dispuesto a sostener tan justa solicitud para librarlas de los males
que las afligen. Que vengan tropas que impongan a los genios díscolos y un
jefe autorizado que empiece a dar al país las formas que sean del beneplácito
del Rey y de la Nación, a cuyos efectos espero que V.E. me dará sus avisos
con la reserva y prontitud que conviene para preparar oportunamente su eje-
cución”20.
19
VII JORNADAS DE HISTORIA
20
Las Instrucciones Orientales del Año XIII.
Memoria y olvido
Delia Etchegoimberry
San José, Uruguay
Ubicación cronológica
1
Washington Reyes Abadie, Oscar H. Bruschera, Tabaré Melogno, El ciclo artiguista,
Montevideo, UdelaR, 1968, T.2: 72- 73.
21
VII JORNADAS DE HISTORIA
2
Carlos Vaz Ferreira. Fermentario, Montevideo, Ed. Homenaje Cámara de Representantes de
la República Oriental del Uruguay, 1957. 1963, p. 37.
22
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
Pero Artigas era también el “·personaje que vivió para los orientales por sus
actos en el pasado y por la influencia de sus actos en el presente y el porvenir”, tal
como dijo nuestro eminente historiador, Carlos María Ramírez en 18843, al recorrer
el glorioso camino del verdadero revisionismo histórico, el que se basa en el estudio
de los documentos y un ideal de justicia histórica.
3
Carlos María Ramírez, Artigas, Montevideo, Biblioteca Artigas. Vol. 1, 1985.
23
VII JORNADAS DE HISTORIA
4
Edmundo Favaro, El Congreso de abril, en Artigas, estudios publicados en El País como
homenaje al Jefe de los Orientales en el centenario de su muerte, Colombino Hnos.S.A.
Montevideo, 1950:74-75.
24
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
Haciendo un rápido resumen del sentido que abarcan estos nueve artículos:
25
VII JORNADAS DE HISTORIA
26
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
Artículo 16) Que esta Provincia tendrá su Constitución territorial; y que ella
tiene el derecho de sancionar la general de las Provincias Unidas, que forme
la Asamblea Constituyente. (Sigue el ESTADISTA proyectando el valor de
una Constitución reforzando el sentido federal de estas Instrucciones al
reclamar el derecho y la intención nunca negada de formar parte de las
Provincias Unidas y sus estatutos constituyentes).
Artículo 17) Que esta Provincia tiene derecho para levantar los Regimientos
que necesite, nombrar los oficiales de Compañía, reglar la Milicia de ella
para seguridad de su libertad por lo que no podrá violarse el derecho de los
Pueblos para guardar y tener armas (el estadista en su función de
organizador del Estado, señala el derecho provincial a tener ejército como
uno de los componentes necesarios de los estados modernos)
Artículo 8°: El territorio que ocupan estos Pueblos desde la costa oriental del
Uruguay hasta la fortaleza de Santa Teresa forman una sola Provincia,
denominada la Provincia Oriental. (Otro artículo importante es el que da
nombre y desde siempre nombrar es dar identidad)
Artículo 9°: Que los siete Pueblos de Misiones, los de Batoví, Santa Tecla,
San Rafael y Tacuarembó que hoy ocupan injustamente los Portugueses y a
su tiempo deben reclamarse serán en todo tiempo territorio de esta Provincia
(otra declaración formativa de identidad: la territorial en este caso) .
Artículo 12°: Que el puerto de Maldonado sea libre para todos los buques
que concurran a la introducción de efectos y exportación de frutos
poniéndose la correspondiente Aduana en aquel Pueblo; pidiendo al efecto se
oficie al Comandante de las Fuerzas de Su Majestad Británica, sobre la
apertura de aquel Puerto para que proteja la navegación o comercio de su
Nación.(Cumpliendo esa función que quiero destacar, la del ESTADISTA, la
del que reconoce que la economía es resorte fundamental para la libertad de
los pueblos, abre el puerto de Maldonado a la navegación internacional).
Artículo 13°: Que el Puerto de la Colonia sea igualmente habilitado en los
términos prescriptos en el artículo anterior.(Igual sentido que el anterior)
27
VII JORNADAS DE HISTORIA
federativa. Estados autónomos. Que Buenos Aires no fuese la sede del gobierno
central.
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LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
Los planteamientos propuestos por Artigas en las Instrucciones del año XIII,
contradecían altamente al ideario político de la dirigencia porteña. Para ésta, el
Estado debía organizarse según principios de jerarquización política pues ésta
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VII JORNADAS DE HISTORIA
El ideario artiguista
En el ahora
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LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
lo que somos, en lo que parecemos y en aquello por lo cual nos aman o nos dejan. Es
cierto que los tiempos cambian, que la evolución mundial de costumbres y
pensamientos se acelera, que escasea el tiempo para asimilar los cambios y el
conflicto se abre entre lo que somos y lo que seremos. ¿Es acaso que tambalea la
identidad oriental? Si así fuera y si pudiéramos interrogar a Isidoro de María, a
Eduardo Acevedo Díaz, a Bartolomé Hidalgo y a tantas voces que arrimaron fuego
al sentimiento, la verdad a la infamia, la respuesta sería sobria y contundente. Por
más que soplen los vientos de la modernidad, por más que seamos uruguayos a los
ojos del mundo, la orientalidad es nuestra divisa mientras podamos leer en las
páginas de la historia y rescatar el sentido de la inspiración de Artigas cuando puso
el alma para interpretar las necesidades de los pueblos.
31
VII JORNADAS DE HISTORIA
Uruguay hoy, en su compleja realidad y con sus hijos esparcidos por todo el
orbe, goza de indudable tinte de identidad y la lógica del caso se asienta en que para
tener un destino bastaba tener un libro y para tener el libro bastaba contar con el
hombre y para que el hombre se manifieste bastaba tener un corazón y para que ese
corazón latiera bastaba tener una inspiración y ésta llega hasta hoy, a doscientos
años de las Instrucciones del año XIII. “Porque en nosotros el amor por Artigas es
un sentimiento que identifica y confunde con el amor a la patria. Aunque su historia
estuvo envuelta en brumas el corazón del pueblo lo consagró y trasmitió su nombre
con el prestigio de una personalidad heroica. Luego vino la obra de crítica y análisis,
la que dejó asentada sobre pedestal inconmovible la estatua ideal cuya forma hoy se
puede admirar en el corazón de Montevideo. Su figura, la más original, soberbia y
arrogante. La que con soberana fuerza se destaca entre muchas en este extremo sur.
Hemos logrado levantar la espesa nube de polvo que oscureció ante los extranjeros
la grandeza indomable del jefe de los humildes o de los sencillos como dijo
Galeano, o de los gauchos por excelencia y elección y en 1914 ya decía José Enrique
Rodó que América y Artigas llegarán a abrazarse en un abrazo indisoluble”5.
5
Delia Etchegoimberry: Artigas-Paradigma y Continuidades, Montevideo, Ed. Congreso de
Intendentes. Montevideo, 2011, passim todas las citas.
32
Artigas, o de cómo organizar el poder político
basado en los derechos de representación de los individuos
de las regiones, todos en pie de igualdad
Eduardo Nocera
Buenos Aires
Propuesta
Quisiera ofrecerles una serie de reflexiones acerca del Congreso de Tres Cruces
y las entusiastas adhesiones que propició; la unidad de las Provincias Unidas, la
Asamblea del Año XIII y cómo surge la antipolítica que amenazó la democracia
popular con la concentración del poder haciendo inconclusa la sinfonía de la Liga
Federal donde “naides es más que naides”.
Pero lo que en principio diré es que enterado de que había una casa solariega de
Artigas en Peñarol fui, al otro lado del Arroyo Miguelete, suburbio de Montevideo,
que entre otras cosas allí se hizo una de las reuniones artiguistas por la Asamblea,
que no todas se hicieron en Tres Cruces donde estaba el palomar de Sainz de Cavia.
Recuerdo que Pivel Devoto cita al Zorrilla de San Martín de La Epopeya de Artigas:
“Los Diputados elegidos... llegaron al campo de Artigas, en el Peñarol, el 3 de abril
de 1813”. Frente a Montevideo, en Tres Cruces, antes de llegar a La Blanqueada,
siguiendo la 18 de Julio y la 8 de Octubre, cerca del Camino a Maldonado, se
levantaba en 1813 una casa quinta perteneciente a Cavia, en la que Artigas había
fijado su campamento al reiniciar el sitio de Montevideo: es el Palomar, en Avelino
Miranda y Avenida Italia, donde hoy se emplaza una biblioteca barrial. “Las tres
cruces” serían “los tres cruces de caminos” que marcan el lugar en el cruce de la
vieja calle 18 de Julio, el camino Aldea (hoy avenida Italia) y el camino a Punta
Carretas (hoy bulevar Artigas).
Confieso que mientras escribo estas líneas, estoy nuevamente allí, hoy frente a
los 202 años de los sucesos del Congreso de Abril e Instrucciones, y vuelvo a tener
la sensación de que en el feriado argentino declarado en 2013 al cumplirse 200 años
desde que la Asamblea dictó la Ley de Libertad de Vientres, no había nada
demasiado federal o confederal para conmemorar, a menos que haya sido día no
laborable como repudio federalista a la Asamblea digitada por Buenos Aires. Diré
que la ciudad-puerto invitó a los diputados de las provincias como una simple
33
VII JORNADAS DE HISTORIA
“El Congreso se juntará en la Capital que será siempre una ciudad que no sea
cabecera de ninguna provincia y esté en un centro distante igualmente de los
1
Bs. As., Eudeba, 1975, p. 2
34
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
35
VII JORNADAS DE HISTORIA
Por otras parte, hay una formación constitucional rioplatense a partir de este
primer artiguismo, desde el proyecto mismo de constitución federal intentado
presentar a la Asamblea, a la cual –reitero- Artigas envía su proyecto de unión
provincial en forma confederada. Más. El Acta del 5 de Abril del Congreso de Tres
Cruces agregaba que la relación iba a ser de Confederación y de alianza ofensivo-
defensiva de cada una de las provincias con las demás, y que en consecuencia de
eso, el territorio de esos 23 pueblos orientales que se habían congregado en Peñarol
y luego en Tres Cruces, todos en pie de igualdad, formaban una Provincia
compuesta por “pueblos libres”. De nuevo. Estas Instrucciones no llegan, porque el
único diputado que estará en la Asamblea es el representante de Maldonado,
Dámaso Gómez Fonseca, electo por afuera del Congreso oriental-artiguista de Abril.
36
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
Pero Artigas andaba con tres libros en el recado: El contrato social, traducción
de Moreno, Historia concisa de los Estados Unidos desde el descubrimiento de la
América hasta 1807, de John M'Culloch, traducción de García de Sena; y La
independencia de la Costa Firme justificada por Thomas Paine treinta años ha,
traducción de García de Sena con un anexo con las constituciones de Massachusetts,
Maryland y Virginia. Por lo que las Instrucciones tienen un antecedente
“organizativo” en la Constitución norteamericana, sin embargo pensemos que
Jackson, Washington, Monroe y Jefferson eran muy hostiles a los pueblos indios
norteamericanos, mientras que todo lo democrático popular, lo asambleario
artiguista, es parte del espíritu indígena y afro que habitaba, con fuerte presencia
simbólica y real, de hombres de a caballo y de a pie, generalmente expoliados, la
rica campaña oriental rioplatense. He aquí que en las Instrucciones el artiguismo va
a proponer que la forma constitucional no signifique elección de un poder central
sobre las provincias, sino que cada una mantenga su autonomía y su fuerza armada y
resuelva sobre la navegación de sus ríos, su régimen aduanero y arancelario, sus
autoridades civiles y eclesiásticas, etc.
La idea de qué hipótesis política trabaja Artigas es una idea muy deudora del
contexto de la guerra anticolonial, donde lo que aparece en primera instancia es que
la soberanía popular no se enajena, que hay algo que es la “soberanía particular de
los pueblos” que, en principio, mientras no está firme el contrato social efectivo
entre los pueblos, es una soberanía dispuesta por las asambleas de representantes de
los pueblos. Estas ideas son líneas en contra de la representación y abren el debate
en torno a la representación política en términos actuales de multiculturalidad y
plurinacionalismo. Esta idea de Artigas de que es la asamblea la que le da el poder
soberano y la asamblea una vez constituida puede retirárselo. “Mi autoridad emana
de vosotros…”. Esa es una frase en contra de la idea de representación, porque debe
leerse como “mi autoridad cesa en el momento en que ustedes están presentes”, y
eso no es lo mismo que la idea de un representante. ¿Qué es lo que está planteando
37
VII JORNADAS DE HISTORIA
Además, está la idea de que la “soberanía particular de los pueblos” no puede ser
enajenada porque define los poderes locales, pero cuando Artigas piensa cómo se
estructura la nación independiente va a decir que hay constituirla sobre la base de un
pacto entre esos poderes locales, y en ese pacto lo que se puede constituir es una liga
ofensiva y defensiva. Eso implica en términos constitucionales no sesión soberana,
porque en las Instrucciones el artiguismo lo que va a proponer para la Asamblea es
que la forma constitucional no signifique elección de un poder central sobre las
provincias, sino que cada una mantenga su autonomía y su fuerza armada. Insisto.
Estas ideas son líneas en contra de la representación, y abren el debate en torno a la
representación política en términos actuales. ¿Y qué es una “instrucción” a estos
diputados? Es el mandato con el cual cada uno tiene que ir a la Asamblea
Constituyente por el que se fija qué es lo que tienen que votar y a qué tienen que
oponerse. Seguro que son las de Artigas instrucciones desoídas. Pero las
instrucciones siempre están en parte para eso: son mandatos que corren el riesgo de
ser fallidos. Se le da instrucciones no a aquel que pertenece al riñón de determinado
poder, sino que se le da instrucciones a aquel que va con una cierta distancia. Las
instrucciones portan esta cuestión que el que va puede no cumplirlas cabalmente. Sí.
Artigas tuvo varias etapas en la Revolución y, tal vez, la etapa del estadista sean las
Instrucciones de cómo debía escribirse la Constitución en la Asamblea de Buenos
Aires. Las Instrucciones son negarse al puerto en Buenos Aires. Formar una Liga
Federal. La República. La división de poderes. La afirmación de participación
popular en el poder. Que sea fuera de Buenos Aires el lugar donde resida la capital.
Y solo en las Instrucciones de Artigas es donde se encuentra esa idea de inclusión
social y de “federalismo argentino” que nace en el Ayuí y se explicita en el
Congreso de Tres Cruces.
Así las cosas, el oficio del Daymán es el primer documento del federalismo
argentino. Para los argentinos occidentales no existen porque Buenos Aires -
históricamente- les trabó el ejercicio de su argentinidad a Artigas, más allá del
encuentro físico porteño con el Deán Funes, en febrero de 1811, para ponerse a las
órdenes de Mayo. Buenos Aires vetó el ingreso de los delegados artiguistas. Buenos
Aires puso precio a la cabeza de Artigas. El oriental respondió rechazando el
ofrecimiento de Alvear, primero (a cambio de la retirada artiguista de las provincias
38
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
39
VII JORNADAS DE HISTORIA
40
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
-19 enero de 1813. La Junta Paraguaya a Artigas. Informa sobre sus desavenencias
con Buenos Aires, afirma su independencia frente a Buenos Aires y se refiere a la
asamblea de las provincias del Plata.
Las Instrucciones
2. Las instrucciones del 13 de abril (20 artículos), de los diputados orientales, cuya
copia está autenticada por Artigas y fue enviada de inmediato al Paraguay.
41
VII JORNADAS DE HISTORIA
3. Las instrucciones del 18 de abril (15 artículos), otorgadas por los vecinos de Santo
Domingo Soriano, y firmadas por veintiocho personas, la mayoría natural de la zona
o avecindada desde largo tiempo, y de las cuales una cuarta parte había sido
cabildantes, jueces comisionados o receptores, y por lo menos tres habían
acompañado con sus familias al ejército oriental en La Redota. Yo me acerqué al
Museo Mitre, aquí en Buenos Aires, para dar con un documento original que forma
parte de la “Contribución Documental para la historia del Río de la Plata” (Buenos
Aires, Imprenta Coni Hnos., 1913, Tomo II, pág. 261). Entonces vi las Instrucciones
al diputado de Soriano para pedir la declaratoria de la independencia y el sistema
federal. Tres hojas en este recuerdo del viejo centro porteño de la calle San Martín,
entre Sarmiento y la avenida Corrientes.
4. Las instrucciones del 8 de julio (26 artículos). Son las “Instrucciones reservadas”
dadas por el pueblo de Maldonado al nuevo diputado electo el día anterior, firmadas
por los ocho electores del diputado, encabezados por el comandante militar y
político y el cura y párroco de la villa. Las Instrucciones de Maldonado establecen
aspectos muy localistas, señalando que el producto de la explotación de los lobos se
aplique a cuestiones que tienen que ver con Maldonado. Uno puede pensar por qué
plantear ese tipo de inquietudes locales, ya que estaban yendo a Buenos Aires a una
Asamblea Constituyente y Legislativa, pero no olvidemos que era la primera vez
que los pueblos interiores iban a participar en una Asamblea que quería dotar de
forma política al nuevo estado y la experiencia que tenían los diputados era
representar esencialmente los intereses de cada localidad.
42
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
Sus fuentes
Lo único original en Artigas es el artículo 40, que marca que la presidencia dura
dos años y que quien la ocupe deberá ser elegido por un sorteo entre candidatos
designados por todas las Provincias, lo que es una especie de rasgo confederal que le
otorga la potestad de la elección del Ejecutivo a lo determinado por las provincias en
sus asambleas de representantes de los pueblos. Las Instrucciones tienen elementos
federales y confederales simultáneamente. La idea de constitución es una idea
federal; la confederación norteamericana tenía un pacto porque tradicionalmente las
confederaciones se unen por pactos; la idea de milicias provinciales y armarse es
confederal; libertad civil y religiosa es un rasgo federal; EE.UU. crea una capital que
es Washington, y que la capital no sea Buenos Aires puede ser tomado como un
rasgo federal; pero lo que diferencia a una confederación de una federación son las
autonomías y las soberanías provinciales: los integrantes de una confederación son
soberanos, por lo que pueden abandonar la confederación o coaligarse con otras
regiones; en cambio las partes integrantes de una federación son autónomas y deben
perpetuamente permanecer en la República, tal es el caso de las provincias
argentinas.
43
VII JORNADAS DE HISTORIA
44
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
El artículo 4: “[…] el objeto y fin del Gobierno debe ser conservar la igualdad,
libertad y seguridad de los ciudadanos y de los Pueblos […]”. Seguridad tiene que
ver con la justicia social. Es una derivación de la igualdad y la libertad, ¿y qué es la
igualdad sino justicia social? Relaciones fraternales y no de dominación con otros
pueblos.
Artigas estuvo por primera vez en la Fortaleza de Santa Teresa cuando era
blandengue; eso figura en los registros: fue uno de sus primeros aunque breves
destinos. Portugal la ocupará entre 1812 y 1814, y nuevamente a partir de 1816. En
las Instrucciones, cuando Artigas fija los límites de la Provincia, aparece la Fortaleza
como parte de los territorios que hay que reclamar a los portugueses junto a los siete
pueblos misioneros. Art. 8: “El territorio que ocupan estos Pueblos desde la costa
oriental del Uruguay hasta la fortaleza de Santa Teresa formarán una sola Provincia,
denominada la Provincia Oriental”. Y Art. 9: “Que los siete Pueblos de Misiones,
los de Batovy, Santa Tecla, San Rafael y Tacuarembó que hoy ocupan injustamente
los Portugueses y a su tiempo deben reclamarse serán en todo tiempo territorio de
esta Provincia”. Artigas reclama las Misiones del Alto Uruguay y estaba decidido a
recuperar la región. Cabe señalar que cuando era blandengue, junto con Azara,
fundó San Gabriel de Batovy, en el actual Río Grande do Sul.
45
VII JORNADAS DE HISTORIA
La historia continúa
Ahora situémonos dos años después. La primera de las medidas que el diputado
por Santa Fe, Pascual Diez de Andino, llevó como mandato entre las pautas que le
dio el gobernador Francisco Candioti para tratar en el Congreso de Oriente:
2
W. Reyes Abadie, O. Bruschera, T. Melogno, El ciclo artiguista, Montevideo, UdelaR,
1968, Tomo II, p. 371.
46
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
El final de la historia
Entre los días 8 y 10 de diciembre de 1813 en la Capilla del Niño Jesús, sita en
las márgenes del arroyo Miguelete, terrenos del finado Francisco Antonio Maciel,
sesionó el Congreso de la “Capilla Maciel”, atendiendo una propuesta de Larrañaga.
Artigas dejó a Rondeau como organizador del mismo y se instaron a los pueblos de
la Oriental a elegir sus respectivos representantes. Se presentaron a la misma 20
delegados que representaban a 23 pueblos, y se designó como secretario de la
asamblea a García de Zúñiga y como presidente a Rondeau, debido a su “conocida
moderación y prudencia”, lo que demuestra la confianza que el caudillo oriental le
tenía. Abiertas las sesiones, los diputados de Canelones, Santa Lucía, San Carlos y
Porongos tenían en sus poderes la cláusula de pasar por el campamento de Artigas a
informarse de lo resuelto en el Congreso de Tres Cruces. Se decide enviar una
comisión ante Artigas integrada por su hermano Manuel Francisco y García de
Zúñiga con el fin de invitarlo a concurrir al Congreso. El día 9, dan cuenta los
emisarios que Artigas no concurrirá, pues ha considerado un desaire de los pueblos
que sus representantes no hayan pasado por su campamento.
47
VII JORNADAS DE HISTORIA
Este oficio fue leído por el secretario García de Zúñiga y el disgusto fue tal que
el congresista Francisco Martínez -representante de Soriano- interrogó: “¿Quién es
Don José Artigas para dar leyes o prescribir reglas a los representantes de los
pueblos?”. Además, declaró que “si se hubiera sabido lo que contenía (el oficio)
debía no haberse abierto, pero ya que se ha leído, soy del parecer que no se le
conteste”. Finalmente se decidió contestarle a Artigas, declarándole “que no se hacía
innovación alguna” en lo decretado -con el voto en contra del diputado Manuel
Martínez de Haedo-, y se disolvió el Congreso hasta la nueva convocatoria de los
pueblos.
48
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
quedaba en foja cero. Incluso García de Zúñiga, integrante de dicho gobierno, aceptó
su nuevo nombramiento. El Gobierno Económico de Canelones había pretendido
comerciar con Buenos Aires mediante el litoral con los puertos activos de Soriano y
Colonia. Quiso realizar un censo de propiedades de la provincia y reprimir a los
comerciantes extranjeros que en combinación con changadores robaban ganado en
las zonas costeras. Para atender la agricultura se “ordenó a los cabildos el fomento
de trabajos agrícolas… auxiliando con sementeras y plantíos” y se elaboró el escrito
“Observaciones sobre la Agricultura” y se hicieron colonizaciones con familias
canarias que arribaron a Maldonado. La “reconstrucción económica” garantizaría la
tranquilidad pública y fomentaría la producción y la industria pecuaria. Este
Gobierno Económico tendería a reestructurar las fuentes de la producción (ganadería
y agricultura); reorganizar las rentas de la provincia y restablecer el comercio
interior. Y se elegirían cabildos, comisionados, jueces comisionados y jueces
pedáneos. Resulta enorme la distancia existente entre lo resuelto en Tres Cruces y en
Maciel. Pero como Artigas no reconoció las decisiones del Congreso, las actas no
fueron aprobadas por los pueblos pues éstos no debían admitir documento alguno
sino por intermedio de Artigas, que seguía siendo el Presidente del Gobierno
Económico. Este cónclave dejó entrever un cambio de actitud en hombres que hasta
el momento habían cooperado con Artigas, como García de Zúñiga, Durán y
Rondeau (que pese a su habitual doble juego, a partir de este momento pasa a ser
directamente un instrumento de Buenos Aires).
Puesto en duda por los propios pueblos que lo habían elegido, Artigas inició la
Marcha Secreta desde el Segundo Sitio, que involucraba la rotura de relaciones con
Buenos Aires y el desconocimiento de lo resuelto en Maciel. El 20 de enero de
1814, de noche, Artigas se retiró de las puertas de Montevideo con el grueso de sus
tropas: tras su marcha secreta, el Regimiento de Blandengues, un piquete de
Caballería Patriótica y la división al mando de Otorgués que cubría el punto del
Cerro (llevándose un cañón, campeará con sus fuerzas por el litoral). Artigas se
quitó ritualmente el uniforme y vestido de paisano, empuñando una chuza, terminó
para siempre con su vida ciudadana; se instaló en Arerunguá. Dejó como fuerzas de
observación a dos regimientos mandados por su hermano Manuel Francisco y
Manuel Vicente Pagola. Dice el Padre Bartolomé Muñoz en su diario, con fecha 20
de enero de 1814: “Supe que Artigas había dado a su hermano el rico sable que le
regaló el Cabildo de Buenos Aires. Se oía que era para irse también”. El símbolo del
mando mencionado es el que Artigas ciñó en La Redota y durante el Segundo Sitio:
Buenos Aires se lo dio luego de su triunfo en Las Piedras. En los días previos a su
retirada, el caudillo se lo dio a Manuel Francisco. Éste había votado en su contra en
49
VII JORNADAS DE HISTORIA
Artigas va hacia el norte acampando sobre el río Santa Lucía Chico. En el Santa
Lucía se le incorporan unos 3 mil hombres de las fuerzas orientales. Atraviesa el río
Negro y establece su Cuartel General en Belén. Su federalismo se reinicia en Entre
Ríos y Santa Fe. La dimensión de Artigas trasciende el ámbito de la Oriental y su
estrella, que sólo admite Instrucciones de sus pueblos, lo transformará en el
Protector de los Pueblos Libres.
50
Un tal Pepe Artigas en 18131
Nelson Caula
Montevideo
Me parece que hoy no puedo pensar lo mismo, porque ustedes son absolutamente
sorprendentes. Yo me estoy sacando todas las fotos que puedo, y pido a los que
andan por ahí sacándomelas que por favor me las manden, porque me cuesta mucho
creer que estoy acá. Además, ya estoy entrando en la tercera o cuarta juventud, y
después los recuerdos se ponen medio flojos. Así que pido por favor a aquellos que
puedan documentar este momento que no olviden arrimarme todas las tomas
gráficas.
El año 1815 fue absolutamente fabuloso para Artigas. Él está en el centro de sus
recursos2. El centro de sus recursos era muy lejano y provenía de los tiempos de su
juventud, casi de su adolescencia. Él ya estaba por las zonas de Arerunguá, allá por
1770-1780; estaba en las labores de la extracción del cuero, con sus compañeros de
tareas: indígenas guaraníes, guaraníes puros, guaraníes misioneros, charrúas, minuanes,
1
El autor participó por vídeo en forma espontánea, como un saludo de los colegas uruguayos
a los presentes en las Jornadas. Se ofrece la alocución desgravada, manteniendo el tono
coloquial e informal de su intervención. Las notas fueron aportadas por escrito para completar
la publicación (Nota del Editor).
2
“Nosotros estamos en el centro de nuestros recursos”, escribe Artigas a su primo Otorgués.
“Aquí estoy en el seno de mis recursos”, se dirige Artigas a Larrobla. Ambas el 25 de febrero
de 1815 instalado en Arerunguá, actuales Departamento de Salto, cercano al de Tacuarembó.
Documentos ubicables en Archivo Artigas tomo décimo cuarto del año 1976.
51
VII JORNADAS DE HISTORIA
puros y también agauchizados, los gauchos, y los negros cimarrones. Ese era el centro
de sus recursos como él mismo lo llamaba, al cual vuelve a principios de 1814.
3
“He recibido a los Diputados con todo aquel afecto, que esos Pueblos, me merecen (…) ellos
dirán a Usted cuanto Se ha hecho por agradarlos…”, Artigas a Andrés Guacurarí, el 9 de
agosto de 1815 desde Paysandú. En Archivo Artigas tomo vigésimo octavo de 1994. “De las
piezas de Gaza blanca dará Usted una para repartirla entre Don Andrés Yabacú, y el
Corregidor de Concepción. A cada uno de ellos mismos dará Usted una pieza de listado azul...
y todo lo demás para que lo distribuya entre la tropa, y supla las necesidades de aquellos más
necesitados […] el corte de Pantalón es para Usted”. Artigas a Guacurarí el 18 de octubre de
1815. En Archivo Artigas tomo vigésimo noveno de 1997.
52
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
que asumieran que eran tan diputados como cualquier otro de los que estaban allí.
Esa era una política increíble de Artigas, quien sostenía “Yo quiero que tengan el
principal derecho”4 y todas esas frases que son absolutamente conocidas.
Esto habla de la cercanía tan intensa que existía entre Artigas y sus poblaciones
indígenas; ni hablar de las poblaciones negras, aquellos doscientos lanceros y
lanceras negros que se internaron con él en el Paraguay, cuya descendencia hoy
existe y revindica el artiguismo y las culturas africanas de los tiempos de Artigas, así
como las peregrinaciones al santito negro, san Baltazar. En las alforjas de aquellos
negros que acompañaban a Artigas al Paraguay entra una estatuita que no está
jubilada en ningún museo y a la que todavía le rinden tributo estas poblaciones.
El último dato que quiero dar sobre el Congreso de los Pueblos Libres en Arroyo
de la China que, como en todos estos actos se advierte la grandeza de Artigas.
Artigas era el Protector, hizo uso de la palabra y participó como delegado del pueblo
de San Roquito. Alguna utilidad funcional tenía, pero ya en su tiempo, como en éste,
fue un gran símbolo de la grandeza de Artigas. San Roquito quería estar
representado en el Congreso de los Pueblos; vaya uno a saber por qué no pudo estar
el delegado, pero Artigas se asume como delegado del pueblo de San Roquito.
4
“Yo deseo que los Indios en sus Pueblos se gobiernen por sí para que cuiden de sus intereses
como nosotros de los nuestros. Así experimentarán la felicidad práctica, y saldrán de aquel
estado de aniquilamiento a que los sujetó la desgracia. Cuando sostenemos la Patria
recordemos que ellos tienen el principal derecho y que sería una degradación vergonzosa para
nosotros mantenerlos en aquella exclusión vergonzosa, que hasta hoy han padecido por ser
Indianos. Acordémonos de su pasada infelicidad, y si esta los agobió tanto, que han
degenerado de su carácter noble, y generoso, enseñémosles nosotros a ser hombres y señores
de sí mismos. Para ello démosles la mejor importancia en los negocios”. Artigas a José de
Silva, Gobernador de Corrientes, el 9 de mayo de 1815. También en el tomo vigésimo noveno
del Archivo Artigas.
5
Por Corrientes los diputados que “fueron electos: Juan Francisco Cabral y Ángel Mariano
Vedoya por la ciudad, el 30 de mayo el mismo Artigas por San Roque, el 4 de junio Serapio
Rodríguez por Riachuelo”, etc. José María Traibel en El Congreso de Oriente, Artigas
Estudios publicados en El País, año 1951 en Montevideo.
53
VII JORNADAS DE HISTORIA
Estos son tres gestos que hablan de la importancia que tiene la grandeza de
Artigas.
No me voy a extender más, porque el tiempo es muy breve. Quiero dar las
gracias nuevamente y que sepan que así como estamos hoy es la mejor manera en
que podemos estar abrazados uruguayos y argentinos. Que Artigas nos ilumine y sea
así de fuerte en todos los órdenes de la vida.
6
“Nosotros los Vecinos de este Partido (de la Esquina, Provincia de Corrientes)… en donde
es nuestra residencia, hay unos montes realengos que componen el malezal de Sarandy…
apropiado (por) Don Sebastián Ruky (de) Nación Europea sin legitimidad… en dicho lugar se
encierran haciendas… de los antiguos Pobladores… pero como en aquellos tiempos han
estado las cosas trastornadas, no podían varios pobres vecinos defender su derecho, por este
motivo se han hecho Señores Europeos de estos montes y en ver este vecindario que nuestra
Patria ha revivido, y que nuestro General Don Josef de Artigas desea felicidad a los
habitantes… orientado V.S. de ello como Padre caritativo pide este Vecindario que nos haga
la merced, de cedernos por gracia… disfrutemos de Dichos Montes, en remediar nuestras
familias como asimismo son nuestras miras: el agarrar ganado orejano para criar (y) para dar a
otras partes según así ordena nuestro Protector Artigas; que solo de esta suerte podrá el Pobre
vecino en lo sucesivo favorecer a nuestra amada Patria: Sin embargo que anteriormente…
hemos estado con mucho gusto y anhelo; auxiliando con nuestros costos posibles a la patria, y
desvelando nuestras personas en los servicios de ella, finalmente hemos defendido nuestro
suelo amoroso. Y bajo esta consecuencia… suplicamos se digne ampararnos… nuestra justa
solicitud…”. Los vecinos Rojas, Azuaga, Bario, Doña Paula, Velázquez, Martínez y
Espíndola en reclamo a Artigas, el 28 de junio de 1816. También en el tomo vigésimo noveno
del Archivo Artigas.
54
La Asamblea del Año XIII y la “expatriación perpetua”
de Cornelio Saavedra
Marcela Tejerina
UNS, Bahía Blanca
Introducción
En este trabajo se analiza el contexto político institucional dentro del cual se dio
lugar a esta medida y su interpretación desde el punto de vista del relato y las
percepciones de uno de sus implicados -Cornelio Saavedra-, con el fin de
aproximarnos a la cultura jurídico política de quienes fueron protagonistas y
víctimas a la vez de las luchas facciosas propias de la década revolucionaria.
Los antecedentes
No era la primera vez que por cuestiones políticas se decidía en Buenos Aires la
expatriación, el destierro u otra forma de expulsión del escenario político y tampoco
sería la última. Algunos casos se remontan a la época virreinal, primero como
consecuencia de la creciente tensión entre las elites locales y las autoridades
1
Intervención del Ciudadano Valle, nombrado en Comisión para informar sobre el estado de las
causas por residencia. Sesión secreta del 8 de febrero de 1814, en Emilio Ravignani, Asambleas
Constituyentes Argentinas, 1813- 1898, Bs. As., Instituto de Investigaciones Históricas de la
Facultad de Filosofía y Letras, UBA, Tomo I, pp.90- 91.
55
VII JORNADAS DE HISTORIA
“No se sabía quiénes eran los delatores -cuenta Saavedra en sus Memorias-,
no se probaba ni acreditaba con hechos, ni documentos, los intentos de
2
Ver Marcela Tejerina y Luciana Francisco, “El destierro en la etapa virreinal, una
aproximación a conflictos y prácticas políticas de antiguo régimen”, en Carmen Cantera y
Marcela Viviana Tejerina, Combatir al Otro. El Río de la Plata entre la monarquía borbónica y
la independencia, Bahía Blanca, EDIUNS, en prensa.
3
Ver a modo de ejemplo Sara E. Mata de López y Vicente J. Pérez Sáez, “Un documento
interesante. La expulsión del Virrey Cisneros de Buenos Aires en junio de 1810”, en Andes
)Salta, Universidad Nacional del Salta) 15, 2004: 273-295; Irina Polastrelli, “La disidencia
política y sus condenas. Los juicios a Martín de Álzaga, 1809-1812”, en Marcela Tejerina
(Comp.), Definir al Otro: el Río de la Plata en tiempos de cambio (1776-1820), Bahía Blanca,
EDIUNS, 2012: 109-137 y Marta Susana Ramírez, “El silencio revolucionario: espacio de exilio
en tiempos de la revolución”, en Ibí., 139-176.
4
Tulio Halperín Donghi, Revolución y Guerra. Formación de una élite dirigente en la
Argentina criolla; Bs. As., Siglo XXI, 1972, p. 178 ss.
5
Ver Maricel García de Flôel, La oposición española a la revolución por la independencia en el
Río de la Plata entre 1810 y 1820. Parámetros políticos y jurídicos para la suerte de los
españoles europeos. Hamburg, Lit, 2000.
56
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
6
Cornelio Saavedra, “Memoria Autógrafa”, Buenos Aires, 1ro. de enero de 1829, en Senado de
la Nación, Biblioteca de Mayo, Colección de obras y documentos para la Historia Argentina, T.
II, Bs. As., 1962, p. 1059.
7
Gervasio Antonio Posadas, “Autobiografía”, en Senado de la Nación, Biblioteca de Mayo,
Colección de obras y documentos para la Historia Argentina, T. II, Bs. As., 1960, p. 1413.
8
Ibídem.
57
VII JORNADAS DE HISTORIA
La sentencia
9
Para este tema ver Marcela TERNAVASIO, Gobernar la revolución. Poderes en disputa en el
Río de la Plata, 1810-1816, Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2007. También se pueden
ver los trabajos de Irina POLLASTRELLI, “Excluir y castigar a los opositores en la Revolución.
Notas sobre el juicio de residencia dispuesto por la Asamblea del año XIII”, en PolHis, núm. 12,
2013, pp. 73-82 y “Los revolucionarios se juzgan a sí mismos. Los procesos de Residencia de
1813 y 1815 en el Río de la Plata”, ponencia presentada en las VII Jornadas de Historia Política,
Tandil, 6-7 de setiembre de 1812, disponible en
http://historiapolitica.com/datos/biblioteca/viij_polastrelli.pdf.
10
Sesión del martes 9 de marzo de 1813, en Emilio Ravignani, Asambleas…, ob. cit., T. 1, p. 21.
11
“Reglamento que debe observar la comisión nombrada para la residencia de los que han
ejercido el poder Directivo provisorio de las provincias unidas del Río de la Plata”, Buenos
Aires, 27 de marzo de 1813, en Ibídem, T. 1, pp. 30 y 31.
58
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
12
En el artículo 24 del Reglamento de Justicia del Primer Triunvirato (1812) se establecía que
en los casos que hasta el momento se llamaban de corte no debía intervenir la cámara en primera
instancia, ni en causa civil ni criminal, sólo se hacía esta excepción en caso de que interviniera
una Comisión del Gobierno Superior. “El sistema de nombrar “Comisionados” especiales para
instruir causas criminales por delitos políticos, Jueces ad hoc, al margen de la actividad ordinaria
de justicia, y de designar para ello al Fiscal de la Cámara, antes Audiencia, o a cualquiera de sus
vocales, era, sin duda alguna, un procedimiento típico de la colonia, y lo habían usado casi todos
los virreyes, pues tenía castiza raigambre en la legislación metropolitana”. Luis Méndez
Calzada, La función judicial en las primeras épocas de la independencia. Estudio sobre la
formación evolutiva del poder judicial argentino, Bs. As., Ed. Losada, 1944, p. 199.
13
Ver “Interrogatorio por el cual serían examinados los testigos, Buenos Aires, 8 de julio de
1813, en Senado de la Nación, Biblioteca de Mayo…, ob. cit., T. XIII, p. 11863 y 11864.
14
Tal el caso de Mariano Tagle, confinado por el Primer Triunvirato, a quien en sesión del 12 de
marzo de 1813 se autorizó a restituirse a la Capital en pleno goce de su libertad. Juan Canter,
“La Asamblea General Constituyente”, en Ricardo Levene (dir.), Historia de la Nación
Argentina (Desde los orígenes hasta la organización definitiva en 1862), Vol. VI, Primera
Sección, Bs. As., Academia Nacional de la Historia, 1947, p. 224.
15
Para esa época el Triunvirato estaba formado por Antonio Álvarez Jonte, José Julián Pérez y
Nicolás Rodríguez Peña. Junto con ellos, la lista de residenciados se completaba con los
nombres de: Cornelio de Saavedra, Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Manuel Alberti,
Miguel de Azcuénaga, Domingo Matheu, Juan Larrea, Mariano Moreno, Juan José Paso,
Gregorio Funes, Manuel Felipe Molina, Francisco Gurruchaga, Juan Ignacio Gorriti, Francisco
Antonio Ortiz de Ocampo, José Antonio Olmos, Marcelino Poblet, Manuel Ignacio Molina, José
59
VII JORNADAS DE HISTORIA
Cornelio Saavedra, esta situación demostraba que todo estaba en realidad planeado
para ir en su contra y en la de Campana, como acusados de ser responsables del
movimiento del 5 y 6 de abril de 1811:
“Es de advertir que los más de éstos estaban empleados por el mismo
gobierno. Don Miguel de Azcuénaga era en aquella época gobernador
intendente de la capital, don Juan Larrea era individuo de la misma
Asamblea, don Nicolás Rodríguez Peña también lo era; don Hipólito Vieytes
era jefe de policía, don Manuel Belgrano general del ejército del Perú, don
Feliciano Antonio Chiclana gobernador de Salta; en fin, todos estaban
empleados y permanecían en sus respectivos ejercicios: sólo el doctor
Campana y yo, quedábamos para materia de aquel juicio”16.
Ignacio Fernández de Maradona (diputado por San Juan en 1810), Juan Francisco Tarragona,
José García de Cossio, Hipólito Vieytes, Juan Alagón, Atanasio Gutiérrez, Joaquín Campana,
Feliciano Antonio Chiclana, Manuel de Sarratea, Bernardino Rivadavia, Nicolás Herrera,
Francisco Belgrano, Juan de Luca, Tomás Guido, José Domingo Trillo. Cfr. “Lista de individuos
comprendidos en la Residencia. En Senado de la Nación, Biblioteca de Mayo, ob. cit., T. XIII, p.
11863.
16
Cornelio Saavedra, “Memoria Autógrafa” cit., pp. 1065.
17
Bando dando a conocer el auto aclaratorio de la comisión de residencia, Buenos Aires, 19 de
junio de 1813, en Senado de la Nación, Biblioteca de Mayo, ob. cit., T. XIII, pp. 11858 y 11859.
60
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
18
“Mensaje de Posadas a la Asamblea”, fechado en Buenos Aires, el 5 de febrero de 1814 y
leído en Sesión secreta del 8 de febrero de 1814, en Emilio Ravignani, Asambleas…, ob. cit., T.
1, pp. 89-90.
19
Del mismo modo la Asamblea aprobaba la amnistía propuesta por el Director Supremo para
los administradores del poder supremo que se encontraban confinados. Ley, Buenos Aires, 8 de
febrero de 1814, en ibíd.., T. 1, pp. 91 y 92.
20
Comisión de Residencia. Sesión secreta del 8 de febrero de 1814. Biblioteca de Mayo. Tomo
XIII Sumarios y Expedientes, p. 11943 [93].
21
En otra parte de la ley se especificaba el sobreseimiento de todos los residenciados “… a
excepción de don Cornelio Saavedra, y don Joaquín Campana que deberán ser extrañados fuera
del territorio de las Provincias Unidas.” Comisión de Residencia. Sesión secreta del 8 de febrero
de 1814, En Senado de la Nación, Biblioteca de Mayo, op. cit., T. XIII, p. 11944.
22
Real Academia Española (en adelante RAE), Diccionario de autoridades, Madrid, Imprenta
Francisco de Hierro, 1726-1739, disponible en http://web.frl.es/DA.html, T. 3, p. 698.
61
VII JORNADAS DE HISTORIA
Como plantea Di Meglio, para esta época convivía el principio de patria, como
referencia concreta al lugar de nacimiento, junto con una noción con contenido
espacial menos definido y uno social más amplio, con directa referencia sentimental.
Dependiendo de la referencia a partir de la cual se planteaba la expatriación,
podemos saber qué dimensión territorial se asignaba a la patria, noción que podría
estar remitiendo a la ciudad, pero también a las Provincias Unidas. Si bien en
términos de referencia territorial se usaba mayoritariamente otros términos, tales
como provincia, país, patria era un término invocativo. El límite territorial comienza
a ser identificado al compás de la guerra, con el conjunto de los territorios que
compartían la causa. Más adelante, sobre las décadas del ‘30 o ’40 colocaba la
noción de patria como un producto de la Revolución, la Patria nace de la unión
voluntaria de todos los ciudadanos con el fin de fundar la asociación política. “En
esa patria los individuos podían estar contenidos en su carácter de ciudadanos y eso
23
De acuerdo al fallo del Consejo de Guerra de oficiales generales del 24 de julio de 1810
respecto de los implicados en la asonada del 1 de enero de 1809, el Sr. Don Juan Bautista Bustos
votaba para que “… a los denunciantes falsarios se les expatrie para siempre de esta capital, y no
puedan obtener empleo público, ni privado…”; el Sr. Don Agustín de Arenas proponía que “…
se les condene a los tres primeros como nacionales a extrañamiento perpetuo de esa capital,
declarándoles inhábiles para poder testificar en juicio en toda clase de juicios.”; lo mismo pedía
el Sr. Brigadier don Francisco Rodrigo. Finalmente en la sentencia se condenó “… a don Juan
Trigo, don Juan Vásquez Feyjóo y don Juan López, a ser expatriados de esta capital sin que en
tiempo alguno y por ningún pretexto puedan volver a ella inhabilitándolos para la obtención de
todo empleo, público y de honor.” Proceso contra Alzaga, Sentenach y Ezquiaga, en Senado de
la Nación, Biblioteca de Mayo cit., T. XII, pp. 11440-11443.
24
Diccionario de la Lengua Castellana, novena edición. Imprenta de Francisco María
Fernández, Madrid, 1843, en RAE, Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española,
disponible en disponible en
http://ntlle.rae.es/ntlle/SrvltGUIMenuNtlle?cmd=Lema&sec=1.0.0.0.0, p. 332,3.
62
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
Más adelante, al cabo de lo actuado por las comisiones de justicia civil y militar
de 1815, el Director interino también defendía el carácter ejemplificador y
aleccionador de la expatriación, para el “… escarmiento de cuantos en adelante se
atreviese a prostituir la sagrada confianza con que les honra el sufragio generoso de
sus conciudadanos”28.
25
Gabriel Di Meglio, “Patria”, en Noemí Goldman (ed.), Lenguaje y revolución: conceptos
políticos clave en el Río de la Plata, 1780-1850, Bs. As., Prometeo, 2008, pp. 126-127.
26
Intervención del Ciudadano Valle, nombrado en Comisión para informar sobre el estado de las
causas por residencia. Sesión secreta del 8 de febrero de 1814, en Emilio Ravignani,
Asambleas…, cit., pp. 90-91.
27
Gervasio Antonio Posadas, “Autobiografía” cit., T. II Autobiografías, p. 1469.
28
En Marcela Ternavasio, ob. cit., p. 209.
63
VII JORNADAS DE HISTORIA
El (in)cumplimiento de la pena
29
Gervasio Antonio Posadas, ob. cit., T. II Autobiografías, p. 1468.
30
Cornelio Saavedra, ob. cit., p. 1067.
64
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
De este modo y tal como lo describía Saavedra, los vaivenes de la lucha facciosa
hacían que el cumplimiento de estas medidas de expulsión la mayor parte de las
veces resultara azarosa, en ocasiones tan azarosa como la misma situación de
quienes resolvían dedicarse a la vida pública en tiempos tan aciagos. José de
Moldes, al cabo de tres destierros en cinco 5 años afirmaba en 1816: “Dispersos,
emigrados y errantes aún no sabemos la patria que hemos de vivir”32.
En San Juan Saavedra recibiría por correo la orden del Director al Cabildo de
aquella ciudad para que lo intimasen a que en el término de 8 días de dirigiera a
Buenos Aires para presentarse a S. E., “… quien ya tenía listo el buque que debía
transportarme, no sé si a alguna isla o costa desierta”33.
31
Ibíd., pp. 1062 a 1063.
32
El primer destierro en el año 1809, por orden del gobernador Concha mientras se hallaba en la
ciudad de Córdoba trabajando para la revolución; la siguiente a posteriori del movimiento del 5
y 6 de abril, cuando el gobierno de Buenos Aires ordenó su destierro a Salta en el término de 24
horas, con orden de que no se le abonase el sueldo, y circulando instrucciones a los maestros de
posta en la que se lo sindicaba como traidor y encargándole al gobierno de Salta que velase por
sus acciones. Poco después, sin embargo, hacia septiembre de 1811 volvería a incorporarse al
servicio “…desentendiéndose el gobierno de todo lo obrado anteriormente, y con no poca
sorpresa mía me pasó orden para que me incorporase al ejército en clase de particular…”. Años
después, en tiempos de la Asamblea, por oponerse “abiertamente a las iniquidades que proponía
el gobierno…”, fue “…sorprendido el 12 de noviembre de 1814 y sepultado en Patagones como
un vil criminal, cuando la verdadera causa de mi atropellamiento y abandono de mi familia en un
país extraño fue mi oposición a un crimen que advertía (...) “Exposición del coronel José de
Moldes acerca de sus servicios a la causa pública”. En Senado de la Nación, Biblioteca de Mayo
cit., T. II, pp. 1330-1331.
33
Cornelio Saavedra, ob. cit., p. 1067.
65
VII JORNADAS DE HISTORIA
Saavedra salió de San Juan dentro del término prefijado, pero no se dirigió a
Buenos Aires, sino que torció el camino “… por cordilleras extraviadas y auxiliado
de buenos baqueanos…” se dirigió a la provincia de Coquimbo. 34 Había dejado en
San Juan a su mujer e hijos, uno de los cuales con tan sólo 10 años terminó por
acompañarlo en su huida y asilo en el país limítrofe, instalándose en la ciudad de
Santiago.35 Al enterarse el gobierno de Buenos Aires y enviar al doctor Juan José
Paso a reclamar por su persona, recibió la negativa por parte del gobierno chileno,
habida cuenta que para esas fechas las autoridades rioplatenses estaban dando asilo y
protección al brigadier de Chile don Juan José Carrera, prófugo de aquel estado. Si
bien Saavedra había tomado la decisión de instalarse en Santiago con toda su
familia, los sucesos de la guerra frustraron sus proyectos.
Ante la convocatoria del nuevo Director don Carlos de Alvear decidió retornar a
Buenos Aires con toda su familia, para instalarse en la estancia de su hermano, a 40
leguas de la capital. Poco después, luego que la revolución del ejército en
Fontezuelas provocó la caída del Director Alvear, el Cabildo de Buenos Aires lo
mandó a restituir a la capital y le repuso el empleo y los honores de los cuales había
sido despojado. Sin embargo, el nuevo Director desconoció este decisión, a pesar de
no hizo a pesar de sus exigencias y clamores para que “… se hiciese pública a las
provincias mi reposición, como había sido mi destierro y expatriación…”. Con
posterioridad sus “clamores” fueron oídos por el Congreso recientemente trasladado
34
Ibíd.
35
A los ocho días llegó al valle del Hurtado y se refugió en la hacienda del Don Jorge Miranda,
quien prontamente dio parte al gobierno. De este modo obtuvo el asilo más el auxilio para
trasladarse hacia mediados de 1814 hasta la ciudad de Santiago, en donde se alojó en casa de
don Manuel de Salas. Ibíd., p. 1068.
36
Ibíd., p. 1070.
66
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
a la Capital, de tal modo que hicieron lugar a su petición para demostrar que había
sido condenado “…con ilegalidad, nulidad, arbitrariedad e injusticia notoria, vicios
todos que protestaba demostrar hasta la evidencia”37. Finalmente hacia el año 1818
se decidió su reposición, el abono de los sueldos vencidos y la ansiada publicación
del sobreseimiento ante todo el público y las provincias: “Mi honor y concepto
público quedaron reparados con tan solemne decisión, declarada de un modo legal,
la injusticia de mis opresores”38. El precio de la exclusión había sido muy caro:
Consideraciones finales
37
Ibíd., p. 1073.
38
Ibíd., p. 1075.
39
Ibíd.
67
VII JORNADAS DE HISTORIA
68
Los universitarios de Córdoba al servicio del poder
en la primera década del siglo XIX
Introducción
69
VII JORNADAS DE HISTORIA
1
Cfr. Gregorio Funes, Ensayo de Historia Civil, Tomo 3, p. 182.
2
María Cristina Vera de Flachs “Gregorio Funes: un criollo ilustrado y la reforma del plan de
estudios de la Universidad de Córdoba”, en Científicos Criollos e Ilustración, Madrid,
Editorial Doce Calles, 1999. p. 123 ss. La formación adquirida en España y América fue
expuesta en varios de sus escritos. Por ejemplo, en la Oración Fúnebre que pronunció por la
muerte de Carlos III evidencia influencia de Jovellanos y al hacer el elogio del monarca
expuso su teoría del pactum societatis, que está dentro de la línea de los pensadores
ilustrados. En 1805 y en ocasión de las exequias del Obispo de Tucumán tuvo similares
expresiones, sólo que esta vez repitió frases de Massillon y, en 1807, cuando escribió sobre el
rechazo de los invasores ingleses, utilizó la Oraison funèbre de Bossuet. I.E.A. Documento N.
6.399. Roberto Peña, “Los derechos naturales del hombre en la ideología del siglo XVIII
Rioplatense”, en Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, Instituto
del Derecho y de las Ideas Políticas, Cuadernos de Historia N. 2, 1992, p. 29.
70
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
La Revolución de Mayo obligó a las elites del interior a debatir en los recintos
capitulares el curso de los acontecimientos y el camino a seguir. El 30 de mayo, los
máximos dirigentes de Córdoba se reunieron para decidir si aceptaban o rechazaban
el nuevo órgano de gobierno. La revolución exigía una definición de la causa y en
este aspecto las fuerzas políticas de esta jurisdicción se dividieron y la mayoría
acordó no prestar obediencia al nuevo gobierno. Los contrarrevolucionarios
contaban con un plan y fuerzas locales de apoyo a los que se sumarían los de las
regiones cuyanas y de otras partes del Alto Perú y Paraguay. Pero la Junta provisoria
se dio cuenta que debía desmantelar el foco contrarrevolucionario cordobés si quería
evitar la división de los pueblos. Para ello los persiguió y produjo un escarmiento
ejemplar que “aterre a los malvados”. Las órdenes eran precisas: decapitar y
desarmar la cúpula disidente, reclutar fondos para la campaña al Alto Perú y
3
asegurar obediencia. Y esto es lo que ocurre .
3
La Junta manda que sean arcabuceados don Santiago de Liniers, Don Juan Gutiérrez de la
Concha, el Obispo de Córdoba, el Doctor Victorino Rodríguez, el Coronel Allende, y el
Oficial Real don Joaquín Moreno.
71
VII JORNADAS DE HISTORIA
Sin embargo contra lo que se podría suponer en las reuniones del claustro
universitario no hubo en este momento político afirmaciones significativas. ¿Influyó
el hecho que entre los hombres que actuaban en él ante la inseguridad de la situación
hubo quienes tenían miedo de expresar sus ideas abiertamente? La realidad es que,
por lo general, en la primera mitad del XIX en las reuniones de claustro hay escasas
referencias a la situación política imperante en el país.
4
La Gazeta, Martes 7 de agosto de 1810. Ver “Escritos políticos de Deán Gregorio Funes.
1810-1811” en Estudios N. 11-12, UNC, CEA, Córdoba, diciembre de 1999, p. 125 ss.
72
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
profundamente en la vida del Río de la Plata. Los tres eran hijos de la Ilustración
católica, formados en la universidad colonial adherían a los principios de la filosofía
moderna y a las teorías económicas en boga (neo mercantilismo, fisiocracia y
liberalismo) más tarde devinieron en anti centralistas, defensores de la igualdad de
5
las provincias y contrarios al aire de superioridad que solían ostentar los porteños .
5
Valentina Ayrolo, Funcionarios de Dios y de la República. Clero y política en la experiencia
de las autonomías provinciales, Bs. As., Biblos, 2007. Marcela Ternavasio, Gobernar la
revolución. Poderes en disputa en el Río de la Plata, 1810-1816, Bs. A., Siglo XXI, 2007.
6
Sobre el tema se ocuparon entre otros, Carlos Urien en Estudio histórico de la Asamblea del
año XIII, Juan Carter en “La Asamblea General Constituyente” en Academia Nacional de la
Historia, 1947. Emilio Ravignani, Asambleas Constituyentes Argentinas. Entre los trabajos
más actuales se pueden consultar los de Tulio Halperín Donghi, José C. Chiaramonte,
Marcela Ternavesio y Noemí Goldman. En Córdoba se organizaron las IX Jornadas de
Historia de los Pueblos de Paravachasca, Calamuchita y Xanaes celebradas en la ciudad de
Alta Gracia con motivo del Bicentenario de la Asamblea del año XIII, Córdoba 2014.
73
VII JORNADAS DE HISTORIA
7
tanto la Asamblea los eligió como triunviros . En reemplazo de Posadas fue elegido
Miguel Calixto del Corro y en segundo término se votó a Norberto Javier del Signo.
El gobierno central anuló la elección aduciendo que los nombramientos de Larrea y
Posadas no habían caducado. Y se eligió a otro vecino de Buenos Aires, Agustín Pío
de Elia. Entretanto el sustituto de Larrea fue un hombre de Córdoba José Gregorio
Baigorri también perteneciente a la Universidad, pero este renunció por hallarse
enfermo. Para reemplazarlo, el 3 de febrero de 1815, se reunió la junta electoral y
empataron en la votación del Corro y José Eugenio del Portillo pero esta igualdad
nos alcanzó a resolverse pues Alvear dejó sin efecto las sesiones de la Asamblea en
enero de 1815. Es decir, en esta ocasión, los universitarios de Córdoba no tuvieron
oportunidad de demostrar sus habilidades con excepción de Fray Cayetano
Rodríguez quien fue redactor de la misma.
7
Los nombramientos en Actas Capitulares Libro cuadragésimo quinto y cuadragésimo sexto,
Córdoba, año 1812, fs 263r a 269 r, donde están los votos de los capitulares.
8 Fray Cayetano Rodríguez fue uno de los partidarios más fervientes de la revolución de
Mayo al punto que lanzó un Manifiesto justificándola en virtud de las vejaciones sufridas en
74
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
La relación entre la Iglesia y el Estado era un tema que debía definirse en estos
años y las posiciones iban desde las ideas más ortodoxas hasta las más regalistas.
Castro Barros, ferviente católico y defensor apasionado de la ortodoxia durante toda
su vida enfrentó a toda corriente ideológica que se opusiese a la Iglesia, ya fuese el
galicanismo, el jansenismo o el regalismo. Nunca se cansó de proclamar sus
principios frente a quienes pretendían someter a la Iglesia al brazo secular,
planteando constantemente que el poder espiritual como el temporal, eran diferentes
en su origen y fines. Por lo tanto reclamó el respeto a la autarquía de cada
institución, lo que en definitiva conllevaba al respeto del poder temporal de la
América. Siendo provincial expidió en 1812 una circular exhortando a sus súbditos a no
perturbar el orden público. Este personaje que siguió preocupado por las cuestiones de
derecho público eclesiástico hasta su muerte, ocurrida en 1823. Celina Lértora Mendoza, Fray
Cayetano Rodríguez, Curso de Física. 1786-1792, Cuadernos de la Junta Provincial de
Historia de Córdoba, 2003.
9
María Cristina Vera de Flachs, “La Universidad como factor de ascenso a la elite de poder
de la América Hispana: el caso de Córdoba”, en Congreso Internacional de Historia de las
Universidades Americanas y Españolas, Claustros y Estudiantes. Facultad de Derecho,
Universidad de Valencia, España, 1987.
10
Boedo había estudiado en el Seminario de Loreto en Córdoba y luego en la Universidad de
Chuquisaca donde se recibió de abogado en 1805.
75
VII JORNADAS DE HISTORIA
Iglesia por parte de la autoridad política. Castro Barros también supo hacerse notar
en octubre de 1817 cuando el Congreso trató el artículo octavo del decreto de
libertad de imprenta que establecía que las obras que tratasen de religión no se
podían imprimir sin censura previa del Eclesiástico. En caso de reclamo la obra sería
analizada nuevamente por el mismo diocesano, aunque asociado con cuatro
miembros de la Junta Protectora y la pluralidad de votos haría la sentencia
11
irrevocable . Poco después, el 3 de diciembre, el diputado Zavaleta planteó la
necesidad de enmendar el citado artículo de modo que las obras que tratasen de
religión no podrían imprimirse sin previa censura del prelado diocesano y si la parte
interesada reclamaba debía hacerlo ante los jueces y en el modo de que disponían las
leyes de la Iglesia, reclamo aceptado por Castro Barros en tanto pensaba que el
juicio sobre una obra de religión le concernía a la Iglesia y que no era cuestión del
Estado. Su apoyo a esta medida junto a su proposición, aceptada luego por el
Congreso Constituyente, que se tomara alguna providencia a efectos de precaver los
males que se originaban de la venta y uso público de las obras de los pensadores que
atacaban o ridiculizaban a la religión pusieron de manifiesto su férrea defensa del
tema y la necesidad de conservar los valores tradicionales heredados.
El orden del directorio era resistido en Córdoba por dos corrientes de muy
distinta extracción: la que dirigían los caudillos del litoral y la que obedecía a un
movimiento federalista que nacía de la Universidad de Córdoba y que soñaba con
una democracia institucional. En consecuencia, las pasiones políticas agitarán esta
ciudad al tiempo que la montonera santafecina penetraba en su jurisdicción. El año
1819 concluía con la renuncia del gobernador de Córdoba, con la disolución del
Congreso de Tucumán, que había logrado declarar la independencia pero no
sancionar una constitución definitiva y con una gran sequía y manga de langostas
11
Asambleas Constituyentes Argentinas, seleccionadas, coordinadas y anotadas por Emilio
Ravignani, Bs. As., 1937, pp. 263 y 340.
76
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
12
Roberto Peña, “El Doctor Manuel A. de Castro: gobernador de Córdoba, 1817-1820”,
Cuadernos de Historia, Ac. Nac. de Derecho y Ciencias Sociales, Córdoba, 1998, p. 45.
13
Se refería a Alexander Caldcleugh quien, en 1825, publicó un libro de viajes donde dejó
constancia de lo que aseveramos en el texto.
77
VII JORNADAS DE HISTORIA
éste sería organizar constitucionalmente el gobierno de la misma. Para tal fin recurrió a
varios clérigos: José María Bedoya fue mano derecha y los doctores José Gregorio
Baigorri y José Norberto de Allende presentaron, el 10 de enero de 1821, el
Reglamento Provisorio para el Régimen y Administración de la provincia, el que fue
sancionado y promulgado a fines de ese mes con el fin de organizar el gobierno. El
mismo ha sido considerado por Carlos Segreti como una verdadera pieza
14
constitucional .
14
Se ocupó también del tema Carlos Melo (Comp.) Constituciones de la Provincia de
Córdoba desde 1821 a 1900, Córdoba, 1950.
78
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
79
VII JORNADAS DE HISTORIA
Fue uno de los tres enviados de Artigas a negociar con el nuevo Director
Supremo, Ignacio Álvarez Thomas, pero éste los hizo arrestar para que no avisaran a
los federales que estaba organizando una invasión a Santa Fe. No hubo trato posible.
Regresó a Córdoba, donde fue elegido diputado al Congreso de Tucumán, junto
con Miguel Calixto del Corro, Jerónimo Salguero y Eduardo Pérez Bulnes, todos
federales. Fue el único de los miembros del Congreso que no votó por Juan Martín
de Pueyrredón para Director Supremo. Pese que lo acompañó por unos días a
Córdoba, a la reunión que éste tuvo con José de San Martín. En esa reunión se
resolvió la campaña de San Martín a Chile, y que el Directorio le daría la máxima
prioridad. Fue uno de los firmantes del Acta de la Independencia, del 9 de
julio de 1816.
Tras el proceso independentista, formó parte de la llamada Liga del Norte, lo que
le valió tener que exiliarse tras la segunda asunción de Juan Manuel de Rosas como
gobernador de Buenos Aires. Hasta 1852 permaneció en Tupiza, Potosí, Bolivia,
volviendo en dicho año a Tucumán tras la caída del rosismo.
80
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
15
Se ocuparon de este personaje. Américo Tonda, Castro Barros. Sus ideas, Bs. As.,
Academia del Plata, 1961; José Molina, “El doctor don Pedro Ignacio de Castro Barros,”
Revista Nacional, VII, 1888, Bs. As. Antonio Sillau Pérez, “Contenido y características del
pensamiento político de Ignacio de Castro Barros en la primera década revolucionaria” en
Revista de la Junta Provincial de Historia, N. 18, Córdoba, 2001, p. 215.
81
VII JORNADAS DE HISTORIA
Miguel Calixto Del Corro. 1775-1851. Alumno del Monserrat desde 1789, se
doctoró en Filosofía en 1794 y en Teología en 1798. Se ordena sacerdote en 1800.
Promovía las ideas de “patria, libertad e independencia” a fines de 1808 o principios
de 1809; publicó un texto que alarmó al gobernador intendente brigadier Juan
Gutiérrez de la Concha, quien decidió impedir su propagación. El 25 de mayo de
1811 pronunció en la catedral una oración patriótica en conmemoración de la
Revolución. El 9 de setiembre de 1813 fue elegido diputado por Córdoba ante la
Asamblea del año XIII en reemplazo del escribano Gervasio Antonio de Posadas,
pero su elección fue anulada por la Asamblea. En 1814 fue designado provisor
interino del Obispado. Participó en varias comisiones pacificadoras y fue rector de la
Universidad de Córdoba en dos oportunidades, 1816-1817 y 1829-1831. Obtuvo la
cátedra de prima de teología escolástica en 1807. En 1817 es canónigo magistral del
cabildo catedralicio. Fue diputado en el Congreso de Tucumán donde cumplió
diversas comisiones encargadas por el mismo. “Tenía experiencia política, gran
conocimiento de los hombres y un patriotismo acendrado que lo había convertido en
16
un precursor de provincia del movimiento revolucionario de Mayo” . En 1821 fue
confinado por Bustos por su relación con el general José M. Paz. En 1827 es elegido
tesorero del coro de la catedral y en el mismo ano es elegido como chantre, cesa en
esa función en 1831. La Universidad le confió el cargo de rector y cancelario desde
1825 a 1829, período en el que dictó clases en el Monserrat y representó a la ciudad
de Córdoba en la Legislatura. Durante el gobierno del general José María Paz en
Córdoba fue vicario capitular, pero a la caída de éste fue apresado junto con cien
vecinos y enviado a una cárcel a Santa Fe. En 1841 enfrentó al régimen rosista y
como tantos otros debió exiliarse en Chile. En Santiago formó parte del claustro
docente de la Universidad de San Felipe, dictando clases de Filosofía e Historia
eclesiástica, falleció en Chile en 1849.
16
Mario Carlos Vivas, “Representantes de Córdoba en el año 1816”, Revista de la Junta
Provincial de Historia, N. 28, Córdoba, 2015.
82
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
Pedro León Díaz Gallo. Santiago del Estero, 29 de junio de 1782 - San Miguel
de Tucumán, 7 de febrero de 1852, fue un sacerdote y político argentino que actuó
como diputado por la provincia de Santiago del Estero durante el Congreso de
Tucumán de 1816, siendo por tanto uno de los firmantes de la Declaración de la
Independencia de las entonces conocidas como Provincias Unidas en Sudamérica.
83
VII JORNADAS DE HISTORIA
la presidencia en turno del cuerpo. Tuvo una participación muy activa al tratarse la
Constitución unitaria de 1819. Al disolverse el Congreso en 1820 regresó a Santiago
e intervino en el movimiento autonomista de la provincia de ese año y desempeñó el
ministerio durante el gobierno de Juan Felipe Ibarra. En 1821 firmó el tratado de paz
entre Tucumán y Santiago del Estero en Vinará, junto con Pedro Miguel Aráoz de
Tucumán y José Andrés Pacheco de Melo de Córdoba.
84
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
85
VII JORNADAS DE HISTORIA
severamente reprendido por ello por el gobernador Juan Bautista Bustos, que le
retiró la representación de su provincia, aunque se negó a renunciar a su cargo de
diputado; fundó un periódico llamado Termo del Sud.
Se unió al partido federal y ayudó a su jefe, el coronel José Javier Díaz, a llegar
al gobierno de la provincia; fue su ministro secretario de hacienda. En 1816 fue
electo miembro del Congreso de Tucumán, donde firmó la declaración de la
Independencia el 9 de julio.
86
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
Cuando el general José María Paz derrocó a Bustos, arrestó a los dirigentes
federales, entre ellos a Salguero. A fines de 1831fue nuevamente juez, pero fue
expulsado dos años más tarde por participar en una fracasada revolución contra
los hermanos Reynafé. Emigró a Bolivia, donde se dedicó a la abogacía privada, y
donde falleció en 1840.
87
VII JORNADAS DE HISTORIA
88
La Revolución de Mayo y la Asamblea de 1813:
dos proyectos convergentes
Tanto la Revolución de Mayo como la Asamblea del año XIII tuvieron en común
el tema clave de la época: la libertad tanto política como civil.
Ciertamente hay que reconocer que hubo ciertos hechos. ideas e intereses que
permitieron en algún momento hacernos tomar conciencia de que podríamos pensar
en dejar de ser una colonia española y aspirar a formar un gobierno propio. Quizá
fue la conjunción de los tres lo que hizo posible este giro en nuestra historia
comunitaria
En el siglo XVIII la corona española pasa de las manos de los Austrias a la de los
Borbones. Carlos III, su primer representante en España, lleva a cabo una serie de
medidas tendientes a revertir la decadencia del Imperio Hispánico. Una de las
mayores preocupaciones era el progreso económico, fruto de las ideas mercantilistas
imperantes en Europa que relacionaban el poder político con la capacidad de
acumulación económica.
89
VII JORNADAS DE HISTORIA
Además de toda esta situación dentro del territorio hispánico hubo otros hechos
en el orden internacional que llamaron la atención de los hispanoamericanos y
tuvieron cierta repercusión entre nosotros: La emancipación de América del Norte
en 1776; la sublevación del inca Tupac Amarú en Perú en 1780; la Revolución
Francesa de 1789, con sus ideas de libertad, igualdad y fraternidad y, quizás el
hecho exterior que más conmocionó fue la penetración de la fuerzas napoleónicas en
territorio hispánico para invadir Portugal en 1808, originando el descontento del
pueblo español que obligó finalmente a abdicar al rey Carlos IV a favor de su hijo
Fernando VII. Este ha sido probablemente el hecho más significativo para nuestra
conciencia libertaria.
Pero en cuanto a la repercusión de los hechos internos, sin duda los que más
movilizaron a nuestros habitantes fueron las invasiones inglesas de 1806 y 1807,
donde tuvimos la oportunidad de una participación activa en defensa de nuestro
suelo y de nuestros intereses, haciéndonos tomar conciencia de la posibilidad real de
lograr independizarnos de los españoles.
90
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
comerciar con nuevos puertos a causa del bloqueo que Napoleón le había impuesto,
decide tentar suerte en el Río de la Plata. En 1806, ante la inminente invasión, el
Virrey Sobremonte, advertido por el gobernador de Montevideo, envia trescientos
hombres, pero descuida la protección de Buenos Aires por considerar que las naves
inglesas no podrían llegar a causa de su gran calado y la poca profundidad de
nuestro puerto. Sin embargo, el General Beresford logra tomar la ciudad,
Sobremonte huye a Córdoba y Santiago de Liniers -oficial francés al servicio de la
corona española- organiza la Reconquista con la colaboración de Martín de Álzaga.
Liniers es proclamado el nuevo virrey, impidiendo el regreso de Sobremonte.
Si nos preguntamos por las ideas de esa época en nuestro territorio, es preciso
considerar que ellas circulan particularmente en las universidades, que son el ámbito
propicio para que su desarrollo y difusión, particularmente entre los jóvenes. Según
asegura Furlong, nuestras universidades enseñaban lo mismo que se enseñaba en
España, que atravesaba en esa época por la llamada segunda escolástica, luego
aquellos recibieron la influencia de la ciencia nova y del cartesianismo y,
finalmente, un pensamiento ecléctico, con preponderancia de los autores franceses
que comenzaban a estar de moda en América. Las dos universidades frecuentadas
por nuestros criollos eran la de Chuquisaca, o Charcas, y la de Córdoba. ¿Qué se
enseñaba por entonces en dichas universidades? Ambas estuvieron en manos de los
jesuitas hasta su expulsión en 1767. Así que para 1800 ya hacía casi 40 años que
faltaban. Sin embargo, algunos historiadores consideran que la proyección
91
VII JORNADAS DE HISTORIA
Sin duda las ideas que más interés despertaban, dada la circunstancia histórica,
eran la del pensamiento social y político. Para Montesquieu, contrario a la
monarquía de Luis XIV, la concentración de todo el poder en una sola persona es el
origen de todo mal. Por ello propone la división de poderes.
Pero el autor que más interés motivó fue Rousseau, a pesar de ser un autor anti-
ilustrado, fue el que más destacó los derechos individuales naturales del hombre.
Para este ginebrino no hay perversidad original en el corazón humano, el hombre es
un ser naturalmente bueno, ha nacido libre y está por doquiera encadenado por un
derecho que no viene de la naturaleza, porque ningún hombre tiene una autoridad
natural sobre otro hombre. Así la autoridad es por convención, por lo tanto un
hombre se somete a otro, enajena su libertad por necesidad, pero no por naturaleza.
Por eso Rousseau sostiene que hay que encontrar una forma de asociación que
permita al hombre seguir siendo libre. Luego, por su voluntad, establece un contrato
o pacto con la sociedad civil -el contrato social- subordinándose a dicha sociedad
92
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
Estas ideas adquieren especial valor por su pragmatismo, es decir que resultan
aplicables a la acción política de ese momento. Así el pensamiento de la época
manifiesta su rechazo a una visión predominante mente religiosa -sobrenatural-
como la anterior, surgen las ideas liberales contra el despotismo ilustrado del siglo
pasado, la moral busca fundamentos científicos y naturales y se exalta el progreso
frente al estancamiento de la época hispánica. .
De esta manera las ideas filosóficas cobraban vida por su contacto con la
realidad histórica, por eso podemos hablar de un pensamiento vivo en los
protagonistas de nuestra historia.
El 13 de mayo de 1810 llega una fragata inglesa a Montevideo que confirma los
rumores que circulaban en Buenos Aires: las tropas de Napoleón Bonaparte habían
apresado al rey Fernando VII destituyéndolo y reemplazándolo por José Bonaparte,
hermano de Napoleón. El pueblo español reacciona espontáneamente frente al
hecho, constituyendo las famosas Juntas populares. Esto será muy significativo
puesto que será un paradigma del ejercicio de la soberanía popular que seguiremos
como ejemplo. Como nosotros éramos una colonia perteneciente a la Corona
Española, es decir, al Rey, constituida en Virreinato del Río de la Plata desde 1776,
separándose del Virreinato del Perú, el Virrey, siempre español, era el representante
del Rey en estas tierras. Pero si la autoridad de donde procedía el poder del Virrey,
93
VII JORNADAS DE HISTORIA
en ese momento Baltasar Cisneros, había cesado, entonces ese poder no tenía
legitimidad. El día 17 se publica en Buenos Aires la situación española, agravada
por la caída de la Junta de Sevilla, último estandarte monárquico.
Dado que nuestra vida política y social pasaba por las ciudades, como ocurría en
España, los cabildos constituían una institución representativa de gran importancia.
Un grupo de revolucionarios, movidos por las ideas libertarias, veía en esos hechos
la oportunidad para llevar a cabo los cambios que creían necesarios. Ellos proponen
al Virrey Cisneros un cabildo abierto, en el que se resuelve el cese de su autoridad
como Virrey. Los revolucionarios, encabezados por Cornelio Saavedra, comandante
del regimiento de los Patricios, manifiestan que no quedaba duda de que el pueblo es
el que confiere la autoridad o mando. Saavedra “proclamó en alta voz y en forma
sorpresiva, que el pueblo era el depositario de la autoridad o soberanía” 1. Como se
designa una Junta presidida por Cisneros, se produce un descontento popular que
culmina el día 25 con la formación de la Primera Junta, encabezada por Saavedra,
que había estudiado en el Colegio San Carlos; sus secretarios eran Juan José Paso y
Mariano Moreno, ambos abogados que habían estudiado en la Universidad de
Chuquisaca. Los vocales eran: Manuel Alberti, sacerdote que estudió en la
Universidad de Córdoba; Manuel Belgrano, abogado que había estudiado en España
en la Universidad de Salamanca; Juan José Castelli, también estudió en la
Universidad de Chuquisaca; Miguel de Azcuénaga era militar y Domingo Matheu y
Juan Larrea, comerciantes.
El más progresista de todos fue Moreno, que se había acercado a los sectores
revolucionarios en 1809, después de escribir su célebre Representación de los
Hacendados, donde defiende libertad de comercio frente al monopolio español
vigente. Su participación en la semana de Mayo no fue protagónica, pero luego se
convirtió en el más férreo defensor de la Revolución y, por eso, cuando se produce
el levantamiento contrarrevolucionario en Cabeza de Tigre, dirigido por Liniers,
1
Guillermo Furlong, La Revolución de Mayo, Bs. As., Club de Lectores, 1960. p. 99.
94
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
Interpretaciones históricas
En cambio, los autores de comienzos del siglo XX, aún los de formación
positivista, como Francisco Ramos Mejía, por ejemplo, hacen un giro en la
interpretación de este hecho histórico, que procede de una visión diferente. Suelen
ver en la Revolución de Mayo una continuidad con la más genuina tradición
española, la de los cabildos, la de las cortes, una tradición que ni los Austrias, ni los
Borbones, con su centralismo y su despotismo, supieron comprender y que se
95
VII JORNADAS DE HISTORIA
Otra interpretación que merece tenerse en cuenta es aquella que estima que la
Revolución de Mayo ha sido la revolución de una clase, la clase de los hacendados y
terratenientes de Buenos Aires en defensa de sus propios intereses. En realidad la
motivación de este movimiento sería entonces económica, para su propio beneficio y
poder así comerciar libremente.
Como se ve, no es tan fácil establecer una sola significación a un hecho histórico
como si una sola idea, o una sola teoría fuera el origen de un hecho. Con justicia, no
podemos identificar una sola causa, ni un único pensamiento como desencadenante
de un suceso. Es preciso analizar una pluralidad, una confluencia de ideas que
adaptadas a esa circunstancia configuran un significado polivalente, porque una
intencionalidad no necesariamente excluye otras. Puede haber diferentes motivos y
diferentes significados en un mismo hecho. Hacer una interpretación unilateral
puede llevar a una comprensión parcial del suceso.
96
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
Recordemos que si bien la Asamblea del Año XIII no cumplió con sus dos
cometidos principales que fueron la independencia y la constitución, logró otros
objetivos de gran importancia para el desarrollo de las instituciones del Río de la
Plata:
- Proclamó la teoría de la representación política.
- Declaró el principio de la soberanía del pueblo.
- Resolvió la libertad de las provincias rioplatenses.
- Aprobó el uso de varios símbolos patrios:
- Estableció el Escudo Nacional Argentino.
- Encargó la composición del Himno Nacional Argentino.
- Autorizó el uso de la escarapela argentina.
- Abolió el uso del escudo de Armas de España.
- Mandó a acuñar la primera moneda nacional en oro y plata en la Casa de la
Moneda de Potosí
- Suprimió el uso de la efigie del rey de España sustituyéndola por el escudo
nacional.
- Declaró fiesta cívica al 25 de Mayo.
- Dictó la libertad de vientres de las esclavas.
- Puso fin al tráfico de esclavos.
- Eliminó los mayorazgos
- Suprimió los títulos de nobleza.
- Derogó el servicio personal de los indios: la encomienda, la mita y el yanaconazgo.
- Libró a los indios de la obligación de pagar el tributo.
2
Ciertamente la Asamblea no logra declarar la independencia como se había propuesto
inicialmente y se clausura a inicios de 1815, faltará todavía un año y medio para logarlo.
97
VII JORNADAS DE HISTORIA
- Abolió la Inquisición.
- Determinó que la religión católica era el culto oficial del Estado.
- Declaró la libertad de cultos.
- Estableció el patronato.
- Aprobó un estatuto reglamentario, que reemplazó al poder ejecutivo colegiado, el
Triunvirato, por uno unipersonal, el Directorio.
- Promulgó el Reglamento de Justicia, creando las Cámaras de Apelaciones.
- Suprimió la práctica de la tortura y quemó los elementos de tortura en las plazas
públicas.
- Declaró una amnistía para los expatriados por causas políticas.
- Proclamó la libertad de imprenta.
- Ordenó realizar un censo nacional.
- Otorgó franquicias para el comercio.
98
Actuación pública del Deán Funes.
Plan de Estudios de la Universidad de Córdoba, 1813
Por otra parte, la Universidad de Córdoba fue el único centro que formó en ese
período de la historia a la clase ilustrada del Río de La Plata más tarde Argentina. En
ese sentido destaco, la imbricación entre el escenario sociohistórico, la Universidad
de Córdoba y la vida del Deán Funes.
Desarrollo
99
VII JORNADAS DE HISTORIA
Los borbones durante los años 1700 y 1808, es decir durante el último período en
que América es Reino de la corona española, y bajo el asesoramiento de grandes
ministros, realizaron una gran obra en lo concerniente a política económica, social,
artística, cultural y de defensa nacional 1. Desde el reinado de esta Casa, se afirmó en
España su regalismo por medio del aumento de atribuciones reales sobre la Iglesia.
Los antecedentes de estas relaciones pueden trazarse a propósito de cuatro
concordatos: 1717, 1737, 1749 y 1753 (Pastor, 1941). En 1717 se llega a un acuerdo
que es en seguida abandonado por ser considerado insuficiente para España. En 1737,
tras la investigación del abad de Vivanco, que encuentra 30.000 beneficios
eclesiásticos que escapan al patronato real en beneficio del Papa, se llega a un
concordato que también es abandonado. En 1749, Figueroa, por mandato de
Fernando VI había redactado un memorial acerca de las cuestiones del patronato. Las
negociaciones duraron dos años y medio y Benedicto XIV cedió en puntos capitales
para evitar la ruptura con España. El 11 de enero de 1753 firmaron un nuevo
concordato Figueroa en nombre del rey y el Padre Rávago en nombre del Papa. El más
importante de los concordatos favorecía ampliamente al gobierno español.
1
Al Marqués de la Ensenada -ministro de Felipe V y de Fernando VI- se le atribuye el
protagonismo respecto del progreso que alcanzó España en ese momento. A pesar de ello fue
destituido de su cargo por Fernando VI. Quería combatir el influjo británico y mejorar la
relación con Francia. Debido a ello realiza un proyecto de alianza secreto, indisoluble entre
las dos ramas de la familia de Borbón. Se procuró un informe de varios gobernadores de las
colonias de América en que se daban quejas y se exponían agravios recibidos de los ingleses
en aquellas posesiones. Hizo adelantos de dinero a la Compañía Francesa de Indias para
fomentar las hostilidades de Francia contra Inglaterra en el Nuevo Mundo y concertó, con la
corte de Versalles un proyecto de ataque general contra los establecimientos ingleses en el
Golfo de Méjico. Keene (embajador inglés en España y su enemigo) avisó a su gobierno para
hacer una queja formal a la Corte de España lo que provocó su despedida.
100
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
101
VII JORNADAS DE HISTORIA
Debido a que estos ministros eran italianos y que las medidas iban en contra de
celebraciones tradicionales, el pueblo se amotinó (motín del 26 de marzo de 1766),
especialmente contra Squilaci del cual pidieron su extradición así como también la
de su familia. La remoción y destierro de estos ministros continuó con el
nombramiento del Conde de Aranda en su reemplazo el cual fue nombrado
Presidente del Consejo y Capitán General de Castilla la Nueva. Si bien el cambio
fue aceptado, las medidas reformistas no. Por esa razón se llevaron a cabo más
motines pero en breve se ganó la simpatía popular ocasionando un vuelco favorable
en la opinión del pueblo.
Varias cédulas limitaron la acción del Clero. Solo podían permanecer en Madrid
los sacerdotes que no tuvieran destino en la corte, perderían los fueros aquellos que
se constatara que se involucraban en desórdenes populares, teniendo prohibido
participar de actos de gobierno.
Esta acción se desarrollo como un acto de gobierno y, a pesar que el papa había
pedido por carta al Rey la remisión de semejante medida, este último no solo no
modificó su conducta sino que fue justificada como una acción de gobierno. Según
expone De Vedia y Mitre:
“…el rey comunicó al Papa ‘que se había visto en la urgente necesidad […]
de resolver la pronta expulsión de todos mis reinos y dominios de todos los
jesuitas que se hallaban en ellos establecidos y enviarlos al Estado de la
Iglesia bajo la inmediata, sabia y santa dirección de Vuestra Santidad’ […]
[más aún, el Rey] mantuvo en toda su integridad las terribles medidas
adoptadas, en lo que se sintió apoyado por las más altas autoridades del Clero
y el antecedente de decretos similares de expulsión de los Jesuitas producidos
con varios años de anterioridad en Portugal (1759) y en Francia (1762) […].
La expulsión era solo un acto de gobierno, pues ninguna orden de regulares,
podía considerarse indispensablemente necesaria para la Iglesia como lo es el
102
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
Puede verse aquí, según el autor un acto de regalismo que era declarado
abiertamente debido a que lo apoyaban en este caso en la posibilidad de suprimir las
ordenes regulares como lo fueron otras porque, al hacer esto, solo se reducen algunos
establecimientos píos que son útiles mientras cumplen el objeto de su fundación y
perjudiciales cuando lo degeneran y según las acusaciones, los jesuitas habían
degenerado ese objeto por no haber realizado actos individuales sino corporativos.
Entre las causas de la expulsión, podemos decir que existen algunas más profundas
y otras más concretas que naturalmente se encuentran en estrecha relación. Entre las
primeras, hallamos la adhesión a la doctrina de Suarez en relación a la teoría del
Patronato ya explicada en el apartado anterior. Esto puede evidenciarse en los hechos
tan sintéticamente relatados. Pero, dicha causa podríamos decir que se concreta en la
dificultosa relación que esta orden entabla con el poder real. De este modo, contando
con la habilidad de un Aranda, como causa concreta, se cita la complicidad en el motín
de Madrid ya mencionado y, el espíritu de fanatismo y sedición.
2
M. de Vedia y Mitre. El Deán Funes en la Historia Argentina, Bs. As., Instituto de
Enseñanza General. 1954, pp. 70-95.
3
A. Salvadores “La Universidad de Córdoba”, en Ricardio Levene, Historia de la Nación
Argentina: desde los orígenes hasta la organización definitiva en 1862. Bs. As., Academia
Nacional de Historia 1961: 289-318.
103
VII JORNADAS DE HISTORIA
Por otra parte, el contexto de fondo de Córdoba era según Lida Miranda4 un
tanto complejo. Para el siglo XVIII, el desarrollo de la red parroquial cordobesa
tenía como único escenario la vasta campaña mayormente desértica que rodeaba la
ciudad. La decisión de los obispos, en contra del deseo de los párrocos era
multiplicar el número de parroquias en cada diócesis fragmentando curatos y
dividiendo sus escasas rentas. Las órdenes religiosas se encargaron más que los
sacerdotes del clero secular de cubrir las necesidades que causaban estas divisiones.
Esto es de importancia señalarlo porque tiene relación al crecimiento de los
franciscanos entre el resto de las órdenes y del mismo clero secular cuyo status se
encargó mas tarde de construir el deán convirtiéndose con el tiempo en facción
opositora de los primeros.
Cabe advertir, antes de entrar en el tema que, según Miranda Lida la línea
historiográfica desplegada en torno a la figura del Deán fue mayormente de tipo
confesional y que en esa tradición destaca la época de 1920 en la que a propósito del
centenario se había puesto de relieve la cuestión del patronato regio interpretándose
a Funes como su fundador en el derecho argentino. Luego por la década del ’60
volvió a cobrar interés, pero en este caso, bajo la óptica de nuevos debates acerca de
la Iglesia en virtud de la celebración del Concilio Vaticano II. Luego, con los
trabajos del historiador Américo Tonda se destaca la figura de un Funes aunque gran
conocedor de la iglesia de su tiempo. Independientemente de estas líneas de
interpretación del Deán que no conviene desconocerlas nos interesa avanzar en la
relación que ya planteáramos respecto de la institución cordobesa.
Para trazar cierta cronología ubicamos algunos datos centrales. El deán nació el
25 de mayo de 1749 en el seno de una familia que formaba parte de las que habían
4
Miranda Lida, Dos ciudades y un deán: biografía de Gregorio Funes, Bs. As., Eudeba,
2006.
104
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
sido primeros pobladores de la ciudad. Sus padres Funes y Bustos habían contraído
matrimonio en 1646 y tuvieron tres hijos varones: Gregorio, Ambrosio y Domingo.
Su padre -dedicado en principio al comercio y luego a la carrera de las armas- murió
en el año 1755 y su madre 41 años después. Los antepasados del deán se instalaron
en Córdoba allá por el año de la fundación de la ciudad (1583) convirtiéndose en
vecinos feudatarios pudiendo acreditar por el S. XVIII “limpieza de sangre”.
Cabe advertir también que Gregorio Funes estudia en el colegio que había sido
fundado por los jesuitas al igual que sus hermanos. Pero, durante sus estudios, la
orden es expulsada -tal como describiéramos anteriormente- viviendo de este modo
una gran contradicción. Por un lado la tradición lo une a la orden de la Compañía de
Jesús y por otra parte, la segunda fase de sus estudios son realizados con la orden
franciscana, con la que tendrá la gran contienda por el gobierno de la Universidad.
En 1774, a siete años de la expulsión de la orden de los jesuitas y a dos años por
crearse el nuevo virreinato, puede adivinarse cierto desacomodamiento en esa
formación superior cordobesa y en el conjunto del contexto social. En lo que hace a
la formación, estos conflictos que citamos parecen corroborarlo. Donde más se
hicieron sentir las tensiones -según la autora precitada- fue en la relación que existía
105
VII JORNADAS DE HISTORIA
Gregorio Funes se hizo cargo del rectorado del Seminario Conciliar, pero duró
poco porque el obispo descubrió la afinidad con los sacerdotes. Fue entonces destinado
a un curato de Punilla quedando desplazado de su familia y del centro de poder.
Decide viajar a España para lo que pide permiso al gobernador pero según de Vedia y
Mitre éste no autorizó el viaje y le indicó que solicitara dicha autorización al obispo de
Charcas cuya distancia era muy grande y del cual no obtuvo respuesta. Funes viajó
igual a España después de haber cumplido con la función del curato de Punilla
pasando primero por Buenos Aires en donde el Virrey Vertiz le otorgó el permiso.
Parece que las autoridades eclesiásticas trataron de impedirlo pero el deán embarcó para
España “…en la fragata Diligencia […] y arribó a La Coruña el 15 de Julio de 1775…”5.
5
M. de Vedia y Mitre, ob.cit. pp. 65-66.
106
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
Entre 1778 y 1779, Funes reside en Madrid, donde conoce las actividades que
desempeñan las Sociedades de Amigos del País así como las Reales Academias en
las que los nombramientos eclesiásticos pasaban por manos del rey.
Es sabido que con la creación de la Unidad Administrativa del virreinato del Río
de La Plata en 1776 y siendo Buenos Aires su capital administrativa, política y
jurídica, ésta cobra importancia. Sin embargo la capital eclesiástica de la región
sigue siendo el Arzobispado de Charcas. Por otra parte, con la Ordenanza de
Intendentes, se divide el obispado de Córdoba en las gobernaciones de Salta y
Córdoba. El virrey residente en Buenos Aires ejerce el patronato sobre Córdoba, su
Iglesia y su Universidad. De este modo, a la pugna ya establecida entre el seminario
conciliar y la universidad en que había quedado Córdoba cuando Funes se fue a
España, se establece otra entre los gobernadores que ocupan el sitio de patronos de
segundo orden y el poder central.
En 1780, año en que ocupa el cargo de Obispo el fraile San Alberto, se encarga
de fortalecer las estructuras pastorales en la campaña cordobesa, enfocando sus
energías en el seminario. En ese mismo año se integra Funes al cuerpo del Cabildo
107
VII JORNADAS DE HISTORIA
La causa del Clero fue tomada por el hermano del Deán, Dr. Ambrosio Funes,
que como alcalde de primer voto logró interesar al cabildo civil en la campaña. Se
dirige un memorial al virrey en el que se reclamaba la intervención de la autoridad
suprema para contener la decadencia de la universidad y desterrar los desórdenes
introducidos por los franciscanos. Aparentemente Funes es el redactor de dicho
memorial y apoya el pedido argumentando que el clero secular posee una innegable
centralidad en la vida religiosa de la diócesis, por lo cual el clero regular debe
permanecer supeditado a él. Afirma Funes que a los regulares no se les quita el
derecho a la docencia en las escuelas conventuales pero si en la Universidad. El
escrito contiene la firma de todos los integrantes del cabildo eclesiástico cordobés,
argumentando el derecho de ese clero de administrar la Universidad de Córdoba.
108
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
La causa del Clero fue esta vez apoyada por las autoridades eclesiásticas y
civiles y tomo cuerpo al calor de la agitación popular que se produjo. En Buenos
Aires los franciscanos tuvieron decididos opositores que trataron de presionar el
ánimo del virrey.
La campaña abierta por los hermanos Funes obtuvo un éxito completo. Por Real
Cedula del 1º de diciembre de 1800 el monarca resolvió fundar de nuevo en el
edificio del Colegio Máximo una Universidad Mayor que gozaría de los mismos
privilegios y prerrogativas que las de su clase en España y América, con el nombre
de Real Universidad de San Carlos y de Nuestra Sra. de Monserrat, con los recursos
para su dotación que en la misma Real Cédula se mencionan, quedando los
franciscanos separados de su dirección.
6
L. Miranda, ob. cit. pp. 47-59.
109
VII JORNADAS DE HISTORIA
7
M. C. Vera de Flachs, “Enseñar y catequizar el mandato de los profesores jesuitas de la
Córdoba del Tucumán en el XVII”, Revista Historia de la Educación Latinoamericana, N.
13, 2009: 189-212. Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Colombia. Acceso y
disponibilidad en:
http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=86912384011.
110
La Provincia Dominicana de San Agustín
durante el proceso de la Revolución de Mayo.
Ecos y resonancias en los capítulos provinciales
Gabriela A. Peña
Junta Prov. de Est. Hist., Córdoba
Introducción
En la primera mitad del siglo XIX -y aún unas décadas más allá- se agudizó en el
ex virreinato del Río de la Plata un proceso de secularización que venía
desarrollándose desde la centuria anterior1. La ruptura del orden colonial operada a
partir de mayo de 1810 significó el principio del fin del régimen de cristiandad e
implicó cuestionamientos acerca del papel que debía otorgársele a la religión y a la
Iglesia en el nuevo esquema sociopolítico. La búsqueda de respuestas a estas
preguntas atravesaría las relaciones entre la Iglesia y el naciente Estado y se llevaría
a cabo de una manera multidireccional, plagada de ensayos, avances, retrocesos,
enfrentamientos y conflictos. Esto provocaría un estado de incertidumbre y
1
Entendemos secularización en el sentido que le asigna Roberto Di Stefano cuando afirma
que se trata de un “proceso de ajuste de la religión a fenómenos que se producen en planos
que empiezan a diferenciarse de ella: la política, la economía, la sociedad, la cultura, la
ciencia”, vale decir, que se trata de un proceso de subjetivación de las creencias religiosas y
de la adquisición de cierta autonomía por parte de diversos sectores sociales respecto de la
autoridad religiosa. Cf. Roberto Di Stefano, “Por una historia de la secularización y la laicidad
en la Argentina”, Quinto Sol (La Pampa) N. 31, 2011: 1-31.)
111
VII JORNADAS DE HISTORIA
La Orden dominicana, establecida en este territorio desde fines del siglo XVI y
organizada como provincia religiosa desde 1724 bajo el nombre de “San Agustín”,
no fue ajena a los vaivenes de esta situación2. Al igual que franciscanos, mercedarios
y betlemitas, venía sufriendo un cierto desprestigio y desvalorización de su papel en
la estructura socio-eclesial, consecuencia de las políticas en este campo de los reyes
Borbones, que promovieron al clero secular en todos los órdenes por considerarlos
más fácilmente asimilables a sus objetivos de controlar a la sociedad mediante las
actividades del “clero ilustrado”3.
Las fuentes de la época dan cuenta de que los religiosos eran un apoyo fuerte
para el movimiento revolucionario y, entre los conventos de Buenos Aires, el
dominicano era de los más comprometidos a favor de la causa independentista. La
historia de la Orden de Predicadores ha recogido las múltiples formas que adoptò
2
Rubén González, La provincia dominicana de Argentina. Síntesis histórica. 1550-1995, San
Miguel de Tucumán, Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino, 1997: 7-36.
3
Roberto Di Stefano, “El clero de Buenos Aires en la primera mitad del siglo XIX”,
Valentina Ayrolo (comp.) Estudios sobre clero iberoamericano, entre la independencia y el
Estado-Nación, 203-222. Salta, CEPIHA, 2006: 203-222.
112
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
“¡Por fin, después de tantos años […] podemos comunicarnos con la cabeza
de la Orden! […] No teníamos ninguna noticia del Revmo. Padre Maestro
General de la Orden, ni sabíamos a donde ocurrir con nuestras Actas
Capitulares para su confirmación”4.
4
Carta del Provincial P. Chorroarín al Maestro General Ancarani, Santa Fe de la Vera Cruz,
15 de noviembre de 1837, citada por Jacinto Carrasco, Actas Capitulares de la Provincia
113
VII JORNADAS DE HISTORIA
Dominicana de San Agustín, Argentina (en adelante AC), en Jacinto Carrasco, Ensayo
Histórico sobre la Orden dominicana Argentina. Contribución a la historia general del país.
Actas Capitulares (1724-18240, Tomo 1, Buenos Aires, Imprenta y Casa Editora Coni, 1924,
pp. 43-44.
5
Carrasco, AC., La provincia religiosa incluía, hasta ese momento, a los frailes que residían
en la jurisdicción del Paraguay.
6
Roberto Di Stefano, El púlpito y la plaza. Clero, sociedad y política de la monarquía
católica a la república rosista, Buenos Aires, Siglo XXI, 2004, p. 133.
Esta inseguridad acerca del futuro se expresa bien en la segunda denunciación del mismo
capítulo, que manifestaba que habían sido elegidos Definidor y compañero los PP. Etura y
Pérez “para el caso de celebrase Capitulo General, y siempre que el tiempo y nuestras
autoridades les permitan concurrir” (AC.,1827). LA duda sobre legitimidad de algunas
actuaciones está manifestada en las numerosas actas capitulares que dan cuenta de
nombramientos, cambios y otras decisiones agregando que son hasta que las autoridades de la
Orden examinen el caso y si no deciden lo contrario.
114
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
Rubén González ha descripto con mucho detalle los aportes de los dominicos a la
vida republicana 7 . Así, habla de los frailes Albariño y Grela, que asistieron al
Cabildo Abierto del 22 de mayo y votaron por la cesación del virrey en su cargo, del
Provincial Guerra, que hizo lo propio en el cabildo de Tucumán cuando declaró su
adhesión a la Junta porteña, del P. Torres, que escribía al provincial Guerra para
darle cuenta de los sucesos revolucionarios y fue el primero que narró por escrito y
detalladamente los hechos del a semana de Mayo. Un párrafo especial se lleva Fray
Justo Santa María de Oro, defensor de la forma de gobierno republicana y firmante
del Acta de la Independencia. No pasa desapercibido que el P. Guerra fue presidente
de la Junta Protectora de la libertad de Imprenta en 1811 y que el P. Perdriel fue
comisionado para escribir la Historia Filosófica de la Revolución de Mayo y en
1813 asumió como Comisario General de Regulares8.
7
Rubén González, “Los dominicos en Argentina y su contribución a la independencia y
formación Nacional en el siglo XIX”, Eugenio Torres Torres (coord.) Los dominicos
insurgentes y realistas de México al Río de la Plata, México, Instituto Dominicano de
Investigaciones Históricas (IDIH), 2010: 91-119.
8
Sobre esta institución y la actuación del P. Perdriel en ella puede verse el artículo de
Roberto Di Stefano e Ignacio Martínez, “Frailes de gorro frigio. La experiencia de la
Comisaría General de Regulares en el Río de la Plata. 1813-1816”, Eugenio Torres Torres
(Coord.) Los dominicos insurgentes y realistas de México al Río de la Plata cit., pp. 147-181.
115
VII JORNADAS DE HISTORIA
que los dominicos pusieron al servicio de ambos próceres las instalaciones de sus
conventos para alojamiento personal y para cuarteles de sus ejércitos en Santa Fe,
Tucumán, San Juan y Mendoza, los donativos de ganado, carretas y otros insumos
necesarios para las campañas y el apoyo moral, espiritual y afectivo que ofrecieron
en todas las oportunidades que se presentaron. No menos importantes fueron las
numerosas gestiones para sumar a la causa a personas conocidas de los religiosos
que pudieran prestar distintos servicios.
Las ideas que pudieran transmitir los frailes en el contexto de una conversación
informal, siempre reforzadas por su condición de hombres consagrados, al igual que
la orientación de la tarea pastoral de acuerdo a los principios independentistas es
más difícil de registrar, en particular las palabras, admoniciones o consejos que se
hayan vertido en el confesionario, aunque algunos sermones y discursos no dejaron
lugar a dudas. Y, cabe recordar, este último punto era la especialidad de una orden
llamada, precisamente, de Predicadores.
En las páginas precedentes quedó claro que los hijos de Santo Domingo se
comprometieron mayoritariamente con la causa de la independencia de muchas y
diversas maneras.
116
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
frecuencia, y de la cual nosotros somos una parte alìcuota, la que reclama con
toda justicia y derecho el nombre de Patria”.
Sentado este punto, intenta responder de qué modo se practica ese amor.
“El amor a la patria prescribe unas cosas a unos y otras a otros; asì al
soldado, por ejemplo; no le exige lo que al sacerdote ni viceversa. Nuestro
deber para con ella será, pues , cumplir exactamente todos nuestros deberes
religiosos; es esto lo que reclama de nostros la sociedad en que vivimos,
cuyos miembros somos y de cuya generosidad participamos”9.
Todo parece indicar que en el pensamiento del P. Provincial los frailes debìan
intervenir en la vida ciudadana como expresión de su fidelidad al mandamiento del
amor al prójimo. No obstante, el final del mensaje resulta sorprendente. Escribe
Perdriel: “Preocupaos, entonces, en cuanto os sea posible, de no inmiscuiros en
asuntos mundanos, a no ser que las circunstancais os obliguen a ello” y termina
invitándolos a ser concientes de sus deberes religiosos y cumplirlos fielmente.
¿A qué se debe este final abrupto, que parecerìa desdecir o, al menos, suavizar
todo lo dicho anteriormente? Màs adelante ensayaremos una respuesta.
9
AC, 1811.
117
VII JORNADAS DE HISTORIA
El capìtulo de 1815 inicia con una exhortación más breve, donde el nuevo
Provincial, Fr. Josè Ignacio Grela, reitera las fórmulas usadas durante años y
centradas únicamente en el espìritu religioso. No hay ninguna mención explícita a la
situación política y social ni a los vaivenes del proceso revolucionario que, por
entonces, vivía una etapa particularmente delicada tras el inicio del proceso de
restauración en Europa.
10
AC, 1815, Denunciación 13.
11
AC, 1815, Suplicación 6.
118
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
El punto más sustancioso respecto al tema que nos ocupa está en las
Suplicaciones, que empiezan manifestando que los grados extraordinarios
solicitados deberán ser confirmados por el Maestro de la Orden “o la autoridad que
se halle investida de autoridad competente”. Esta expresión admite claramente que
alguien más podría otorgar licencias que, de suyo, eran exclusivas de los Prelados de
la Orden. En la sección Instituciones se informa que se ha nombrado jueces de
apelación a algunos frailes hasta tanto se restablezcan las comunicaciones con las
autoridades en España pues, aunque el Congreso ha autorizado a los regulares a
retomarlas , el Poder ejecutivo lo ha puesto en entredicho y los dominicos desean
que el decreto sea respetado y “satisfaga sus justas y benéficas miras” al mismo
tiempo que se respeten las normas de la Orden 12.
Ser “patriotas” ya no era una opción sino un deber cuya infracción podía
acarrear sanciones de diferente grado.
12
AC, 1819, Suplicaciones.
13
AC, 1819.
119
VII JORNADAS DE HISTORIA
Un aspecto muy significativo que es comùn a los tres capìtulos es que en todos
ellos, a la hora de solicitar grados para los frailes se enumeran con mucho detalle los
sermones que los interesados habían predicado durante años. Sin embargo, no hay
ninguna menciòn de los que se vinculaban a los aniversarios y recordaciones
propiamente revolucionarias, pese a que numerosas fuentes dan cuenta de que los
dominicos se destacaban en ese rubro.
Comentarios finales
¿Por qué optar por un estilo tan discreto en lugar de una exposición más
detallada y no menos cierta del compromiso que habían asumido?
120
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
Esta estrategia de no dejar sentado por escrito ningùn tipo de preferencia por
bando alguno, habida cuenta de que aùn no se conocìa el final del proceso,
explicaría el giro que da hacia el final la salutación inicial del capìtulo de 1811, larga
explicación sobre el deber de amar a la Patria coronada por una exhortación a cumplir
los deberes religiosos y solo inmiscuirse en otros asuntos “si las circunatancias lo
hacían inevitable” ¿Y quién determinaría ese carácter de inevitabilidad? La
indefinición podía resultar más segura que un posicionamiento abierto.
Las circunstancias que vivían los dominicos argentinos en la segunda década del
siglo XIX eran lo bastante complejas y novedosas en muchos aspectos como para
justificar el planteo de estas dudas y preguntas.
14
Emilio Panella, “Lo que la crónica conventual no cuenta”, Memorie Domenicane, N. 18,
1987: 227-235, disponible en http://www.e-theca.net/emiliopanella/cronica/quel.htm,
consulta 8 de julio de 2015.
121
VII JORNADAS DE HISTORIA
15
La autora aplica este concepto a la experiencia de las mujeres consagradas, pero creemos
que es lo bastante amplio y descriptivo como para aplicarse también a la vida religiosa
masculina, al menos en algunos casos. Cf. Jo Ann Kay MacNamara, Hermanas en armas.
Dos milenios de historia de las monjas católicas, Barcelona, Herder, 1999: 493-522
122
Cayetano Rodríguez, los franciscanos y las reformas
La figura histórica1
Fray Cayetano Rodríguez ha sido una figura prominente en los primeros tiempos
de la patria, debido a su activa participación en los sucesos políticos y culturales que
le tocó vivir. Sin embargo no ha tenido la atención historiográfica merecida, ya que
son pocos los trabajos de investigación sobre su vida y su obra2. Podemos considerar
su actuación en tres períodos bien diferenciados.
1
Este apartado reproduce de cerca la sección de igual título de mi anterior trabajo “Cayetano
Rodríguez: un educador entre dos épocas. Posibilidades y límites de un intento de reforma",
Reformas universitarias y movimientos estudiantiles en América y Europa, Francisco de Borja
Medina y otros (ed.) Córdoba, Báez Ediciones, 2006: 105-119.
2
Hasta ahora el libro de José Pacífico Otero, Fray Cayetano (Buenos Aires, 1908) sigue
siendo el aporte de conjunto más completo y fidedigno. Existe un repertorio bio-bibliográfico:
B. Fernández, “Fray Cayetano José Rodríguez. Guía bio-bibliográfica (1761-1823)”,
Investigaciones y Ensayos, 3. 1967: 243-269. Debe señalarse que posiblemente el primero que
se refirió elogiosamente a nuestro fraile, aunque en forma breve, fue Juan María Gutiérrez, en
el tomo VII de sus donde se refiere a fray Cayetano como un gran patriota y un apasionado
por la libertad.
123
VII JORNADAS DE HISTORIA
llegó a Buenos Aires para ingresar en la Orden de los Menores, pero se sabe que en
1777, a los 16 años, tomó hábito de novicio, y que profesó como religioso el 13 de
enero de 17783. Se ordenó como sacerdote a la edad legal de 22 años, de mano de
José Antonio de San Alberto, el famoso obispo de Córdoba. En función pastoral, fue
durante más de veinte años director espiritual de las monjas Catalinas y Clarisas.
Según los datos que avala la autoridad del P. Furlong, dictó clase en Montserrat
en 1872 y años más tarde en el Convento de San Francisco de Buenos Aires,
ejerciendo la regencia y dictando la Cátedra de Teología de Prima 4. Se sabe que
escribió de puño y letra las lecciones del Curso de Lógica dictado en 1796 y que
también tuvo a su cargo cursos de Física y Metafísica. En suma, su permanencia en
Córdoba, ya bajo la regencia franciscana, se extiende de 1781 a 1790 y luego pasa a
Buenos Aires. Sobre esta labor dice su biógrafo Otero 5:
Hay que destacar la protección que brindó como maestro a muchos patriotas, a
Mariano Moreno, por ejemplo, labor que reconoce su anticlerical hermano Manuel y
que se trasunta tanto en su actividad literaria como en su compromiso político y
social.
3
Cf. José Pacífico Otero, Estudio biográfico sobre Fray Cayetano José Rodríguez y
recopilación de sus producciones literarias, Córdoba, La velocidad, 1899, p. 13. La edición
posterior, de 1908 ya fue mencionada.
4
Nacimiento y desarrollo de la filosofía en el Río de la Plata, Buenos Aires, ed. Kraft, 1952,
p. 227.
5
Ob. ci. p. 21.
124
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
Con respecto a la actividad literaria de Rodríguez, hay que señalar que desde
joven fue aficionado a la poesía. Como todos los clérigos de su época, la formación
incluía la gramática latina y la versificación, lo que les permitió a muchos de ellos
ejercer la labor de vates seculares en castellano sin mayores tropiezos y hasta con
facilidad y fluidez, y éste es el caso. Se sabe que por encargo de un prelado escribió
un poema en octavas (Córdoba, febrero de 1790) sobre María Ojeda, quien perdió a
su marido en el levantamiento de Tupac Amarú y tomó el velo en su monasterio de
allí. En 1807 escribió un poema con motivo de una resolución municipal de Buenos
Aires, que liberó por sorteo público a los esclavos que tomaron parte en la defensa
de la ciudad asediada por los ingleses. En esta época compuso también dos piezas de
oratoria sagrada: los panegíricos de San Francisco de Asís y Santo Domingo de
Guzmán, pronunciados en la Iglesia Franciscana el 4 de octubre de 1797.
6
Otero, ob. cit., pp. 50-51.
7
Cf. A. Caturelli, Historia de la Filosofía en la Argentina. 1600- 2000, Bs. As., Ciudad
Argentina- Universidad del Salvador, p. 161.
125
VII JORNADAS DE HISTORIA
En esta época, tanto fray Rodríguez como muchos otros clérigos. Seculares y
regulare, que abrazaron la causa independentista, procuraron también darle una
fundamentación teológica, tanto en relación a la licitud de la revolución y el deseo
de un gobierno propio, como a la cuestión que les tocaba más de cerca, de la
irregularidad de un clero que no respondía a sus superiores naturales, los
peninsulares. Se habla, en este sentido, de la eclesiología del clero criollo, que tuvo
un buen número de representantes en la época que estamos considerando, y en el
cual hay que incluir a nuestro fraile 11.
8
Otero, ob. cit. p. 44.
9
Ob. cit. p. 47-49.
10
En general, sobre su producción poética, v. C. J. Rodríguez y A. Degiuseppe, Obra poética,
Bs. As., 1968.
11
V. sobre este punto el trabajo de Fernando M. Gil, “Eclesiologías en tiempos de la
Revolución: fray Cayetano Rodríguez y la Asamblea del Año XIII”, II Congreso Nacional
Bicentenario Patrio, “Asamblea Constituyente del año XIII. Sociedad, libertad y cultura”,
UCA, 2013. Biblioteca Digital UCA.
126
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
Aunque en realidad las crisis del clero local fueron dos, una en 1810 y otra a
partir de 1817, el modo como fueron vividas por el clero local y comprendidas por
los poderes laicos fue muy distinto. En el próximo punto me referiré a esto. Ahora
mencionaré solamente los tres últimos años de vida de Rodríguez, signados por la
cuestión rivadaviana.
127
VII JORNADAS DE HISTORIA
12
Otero, p. 98-101.
128
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
Es un hecho, por otra parte, que en toda América el clero local, criollo tal vez de
varias generaciones, era más propenso a identificarse con los líderes revolucionarios
que con sus autoridades eclesiásticas naturales. Por eso, cuando se producen los
sucesos revolucionarios de mayo de 1810, casi todos los clérigos criollos adhieren y
se pronuncian a favor, pidiendo a sus cofrades lealtad a las nuevas autoridades. La
incompatibilidad entre esta actitud y las exigencias de los superiores que, al
contrario, reclamaban lealtad al monarca y amenazaban a clero y pueblo díscolos
con sanciones eclesiásticas, hizo comprender rápidamente a las nuevas autoridades
la necesidad de reemplazarlos por clero adicto.
Uno de los primeros casos en encaminar la vida religiosa por la nueva senda fue
el de los franciscanos. Estos habían tenido un Capítulo legal justamente el 25 de
mayo de 1810, donde fue designado un Provincial hispano, que el gobierno
revolucionario desconoció. En efecto, el 23 de noviembre de 1810 la Junta
Gubernativa, por la persona de su Secretario Mariano Moreno, concurrió al
Convento y solicitó los sellos y demás registros, exigiendo que se celebrara nuevo
Capítulo para elegir legalmente Provincial, ya que el Gobierno tenía por nulo el
realizado el 25 de mayo de 1810. El Capítulo se reunió el 5 de febrero de 1811 y allí
salió electo Fray Cayetano. Aunque esta reunión y la elección misma eran
anticanónicas, Rodríguez aceptó el nombramiento. Esta actitud ha dado lugar a
diversas críticas y conjeturas, de las que da cumplida cuenta Pacífico Otero 13.
Algunos, como el P. Francisco Castañeda y el Deán Felipe Elortondo y Palacios,
13
Ob. cit. p. 60-61.
129
VII JORNADAS DE HISTORIA
dicen que obró presionado por las autoridades civiles. No obstante él mismo hizo
tachar lo dictaminado en la segunda sesión del Capítulo del 25 de mayo de 1810,
que era legal. Quizás los motivos que veladamente adujeron los miembros del
gobierno expliquen esa actitud, sin duda consonante con la postura política del
mismo Rodríguez.
Intento una hipótesis más general pero que abarca también a fray Cayetano y los
franciscanos. Como ya señalé, las primeras tensiones se referían a la independencia
eclesiástica local; luego advinieron los temas de la reforma rivadaviana. Ambas
crisis tuvieron distintos efectos, pero en sus causas estuvieron muy relacionadas. Se
trata, en definitiva, de la vieja y siempre renovada cuestión del patronato, o de los
derechos laicos sobre la vida religiosa.
14
Otero, p. 93.
130
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
el poder que tenían con la monarquía hispánica. Fueron sus aliados en la medida en
que, justamente, renunciaron a sus regalías para apoyar la revolución. Los religiosos,
por su parte, consideraban haber hecho un gran servicio a la causa (lo que sin duda
es cierto) y consideraban tener el mismo derecho de sucesión religiosa que el
pretendido por los poderes laicos (lo que fue descaminado).
Pero ahora estamos evocando la Asamblea del año XIII y a Fray Cayetano. Él
fue miembro y relator, suscribió dos de sus resoluciones significativas para nuestra
vida religiosa posterior: reconoció los derechos de patronato a favor del nuevo
gobierno patrio y se pronunció por la libertad de culto. Tal vez en ese momento no
se vio la inevitable tensión entre ambas propuestas y la complicada dialéctica anti-
pro que seguiría. Ambas propuestas se consideraron un avance, y sin duda en su
momento lo fueron. No se debe juzgar a estos actores, en concreto a Fray Cayetano,
en forma presentista. Sería un error nuestro, no de él.
131
VII JORNADAS DE HISTORIA
132
Primeros símbolos de la Independencia en la Asamblea del Año XIII.
Un aporte desde la Sociología
Catalina Pantuso
Buenos Aires
Síntesis
133
VII JORNADAS DE HISTORIA
Hasta la instalación de la Asamblea del Año XII no existía un sello para legalizar
los actos gubernamentales, ya que se utilizaba el mismo que en el antiguo
Virreinato. Ante tal necesidad y urgencia, la Asamblea comenzó a utilizar un sello
propio, aunque no se conocía con certeza cuándo fue creado ni quien lo diseñó. La
única referencia concreta era la publicación, en periódico “El Redactor de la
Asamblea”, el día 13 de marzo, de un decreto con las firmas de su presidente, Tomás
Valle, y el secretario Hipólito Vieytes, que autorizaban al ejecutivo a “usar el mismo
sello de este Cuerpo Soberano, con la sola diferencia de que la inscripción del círculo
sea la de Supremo Poder Ejecutivo de las Provincias Unidas del Río de la Plata”1.
El sello fue utilizado en el diseño de las primeras monedas que, con fecha 13 de
abril, mandó a acuñar la Asamblea. Vemos que de inmediato se produjeron las
primeras modificaciones: en las monedas de plata el sello no tenía el sol y en las de
oro aparecían cuatro banderas, dos cañones y un tambor.
1
José María Rosa. Historia Argentina, Tomo III, Bs. As., Ed. Oriente, 1973, p. 23.
2
Carlos Ortiz de Rozas, “Antecedentes del Escudo Argentino”, La Nación, Domingo 15 de
octubre de 2006. http://www.lanacion.com.ar/849281-simbolo-patrio-la-incognita-del-escudo
134
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
El Himno Nacional
3
Consultar: http://heraldicaargentina.com.ar/2-Argentina2.htm.
135
VII JORNADAS DE HISTORIA
Para José María Rosa, no se sabe con certeza si fue el Triunvirato o la Asamblea
del Año XVII quien firmó el decreto de aprobación de la Marcha Patriótica dado que
en El Redactor -órgano oficial de esta última- sólo se indicaba que, el 6 de marzo de
1813, se había encargado al diputado Vicente López y Planes que “trabajara en su
canción”, un modo elíptico de solicitarle que atemperara los propósitos
revolucionarios. Pero para la tradición historiográfica, la Asamblea General lo
aprobó el 11 de marzo de 1813 y se cantó por primera vez en la casa de Mariquita
Sánchez de Thompson, el 14 de mayo de 1813, siendo la dueña de casa quien
interpretó sus estrofas.
Si bien -tal como lo señalaron los historiadores Adolfo Saldías y Vicente Fidel
López- en algunos pasajes La Marcha Patriótica tiene tintes monárquicos (“ved el
trono a la noble igualdad” “Ya su trono dignísimo alzaron”), fue un canto de guerra
y un llamado a la independencia. Manuel Urriza sostiene que los llaneros
venezolanos del Gral. José Antonio Páez 4 cantaban esta Canción y es sabido que,
por la voluntad del Gral. José de San Martín, fue también el Himno de Chile.
4
Manuel Urriza, Pampa y llano: identidad cultural latinoamericana, Bs.As., Ed. Banco
Provincia, 1995.
136
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
Los primeros arreglos musicales fueron realizados por Juan P. Esnaola (1860),
quien realizó una versión orquestada. La primera versión de la Marcha Patriótica
duraba 20 minutos, en la versión de 1928, la música fue abreviada a 3 minutos 30
segundos.
El Presidente Julio Argentino Roca consideró que una vez afianzada nuestra
independencia, la letra era muy antiespañola, por lo que decretó que sólo se cantaran
la primera y la última cuarteta y el coro que se transformó en la última estrofa
(1900). El texto afirmaba:
5
Himno Nacional Argentino. Su historia, sus letras, su música, sus autores y protagonistas,
Bs. As. 2002. En
http://web.archive.org/web/20111010174427/http://folkloretradiciones.com.ar/_literatura/Him
no%20Nacional%20Argentino%20Su%20Historia.PDF.
137
VII JORNADAS DE HISTORIA
138
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
“se iniciaron a la salida del sol con el saludo de los buques de la armada, las
salvas de las baterías del ejército, y, nuevamente, salvas al medio día.
Además de una gran iluminación, de muchos globos con los nombres de
personajes ilustres y fuegos de artificiales, el gran acontecimiento lo
constituyó el desfile militar luego de la tradicional revista de las tropas al
finalizar el Te Deum”6.
6
Lilia A. Bertoni, “Construir la nacionalidad. Héroes, estatuas y fiestas patrias, 1887-1891”.
Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana Dr. E. Ravignani, Consultado en
http://ravignanidigital.com.ar/_bol_ravig/n05/n05a04.pdf (p.81).
139
VII JORNADAS DE HISTORIA
Por su estrecha relación con Inglaterra, Argentina era la séptima economía del
mundo en términos de ingreso real per cápita. Por esta razón, para la celebración del
Centenario de la Revolución de Mayo, llegaron 21 delegaciones de países
extranjeros, entre los que merecen destacarse los representantes de los gobiernos de
Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Costa Rica, Dinamarca, España, Francia,
Holanda, México, Paraguay, Japón, Rusia, Santa Sede y Estados Unidos. Recibió
como invitada de honor a la Infanta Isabel de Borbón, como una muestra de
reconciliación con España. Entre los invitados especiales figuraban el presidente de
Chile, Pedro Montt; el vicepresidente de Perú, Eugenio Larrabure y Unanue; el
dirigente del partido socialista francés, Jean Jaurès; y el jefe del Partido Radical
Francés, periodista y escritor Georges Clemenceau. También se hicieron presentes
los representantes de los gobiernos de: Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Costa
Rica, Dinamarca, España, Francia, Holanda, México, Paraguay, Japón, Rusia, Santa
Sede y Estados Unidos que envió una formación de cuatro cruceros.
140
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
Las Fiestas Mayas del Centenario mostraron una Argentina que, bajo su
esplendor, ocultaba una ebullición social que se expresaría formalmente cinco años
más tarde, cuando la UCR ganó su primera elección nacional llevando a la
presidencia a Hipólito Yrigoyen.
7
José Nun (comp.) Debates de Mayo. Nación, Cultura y políticas. Bs. As., Ed. Gedisa, 2005.
p.14. En esta publicación coral, que resume las ponencias de las jornadas, participaron 20
intelectuales entre los que merecen destacarse: Pablo Alabarces, Natalio Botana, Alejandro
Cattaruzza, José Pablo Feinmann, Horacio González y Maristella Svampa.
141
VII JORNADAS DE HISTORIA
Las otras embajadas extra continentales que se hicieron presentes fueron las de:
Alemania, Austria, Argelia, España, Francia, India, Irlanda, Jordania, Libia,
Palestina, Rumania y Serbia.
La puesta en escena del festival estuvo muy bien lograda y con un despliegue
tecnológico que no se había visto con anterioridad. Tuvo la aceptación plena de los
seis millones de argentinos que, en un clima de alegría y sin ningún tipo de
violencia, participaron de los diferentes actos bajo las consignas “Viví el
Bicentenario. Entrá en la historia” y “200 años para construir el futuro. Una
oportunidad para aprender del pasado”.
Los actos centrales se desarrollaron en el Paseo del Bicentenario que ocupó ocho
cuadras de la avenida 9 de Julio 8 y que tenía tres pórticos de acceso. Este fue el
espacio en el que se pusieron en escena los dos ejes principales de la
conmemoración: Los Derechos Humanos y la Cultura “Nacional y Popular” a los
que se les dio un tratamiento sectario y muy simplificado:
- El pórtico principal, sobre la Avenida de Mayo, que tuvo como temática el poder -
los militares, los empresarios, la Iglesia y la justicia- fue realizado por los artistas
León Ferrari y Graciela Sacco. Todas las imágenes de los paneles, casi
exclusivamente en blanco y negro, hacían alusión a la violación de los derechos
humanos, a la represión y a lo diabólico de la Iglesia. Allí estaban Massera, Videla y
Agosti junto a Martínez de Hoz y Hitler, en medio de los torturados y demonios.
- La realización de la entrada de la Avenida Corrientes, con escenas de la “cultura
popular”, estuvo a cargo de Marcos López y el Grupo de Arte Callejero. En el centro
se expuso la fotografía “Asado Criollo” que muestra a un grupo de varones
comiendo en el campo. En la columna de la derecha podía verse una mujer, con
expresión amenazante, vestida de carnicera con un gran cuchillo en una mano y en la
otra un hueso sin carne; debajo se mostraba a un jugador de fútbol con la camiseta
de la Selección Nacional; en el costado interior había otra figura femenina lánguida,
en un ambiente interior, vistiendo un traje de baño y acariciando una escultura de un
perro. En la columna de la izquierda se presentaban dos mitos populares: el
Gauchito Gil y Carlos Gardel.
8
Allí se levantaron 117 stands, de los cuales 24 correspondían a cada una de las provincias
argentinas, 21 a diferentes áreas temáticas del Gobierno Nacional y 72 destinados a la
gastronomía.
142
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
Fue un deslucido desfile militar9 que no formó parte de los actos del 25 de
Mayo, sino que se anticipó al sábado 22. Lo más inexplicable (inexcusable) fue la
ausencia de la Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas (la Presidenta de la
Nación)10. Desfilaron unos cinco mil efectivos y la ceremonia fue presidida por el
jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. El centro del palco oficial fue ocupado por el
Gobernador Bonaerense, Daniel Scioli, y su esposa junto a la Ministra de Defensa,
Nilda Garré. Los jefes del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas se
ubicaron en un segundo plano.
9
El último desfile militar importante había sido en los festejos del 25 de mayo de 1999, en la
Plaza de Mayo. Esta vez Participaron: Fuerza Aérea Argentina, Armada Argentina, Ejército
Argentino, Prefectura Naval Argentina, Gendarmería Nacional, Policía Federal Argentina, los
Veteranos de Malvinas y las Delegaciones Militares Extranjeras de Brasil, Uruguay, Bolivia,
Ecuador y Venezuela (fue sugestiva la ausencia de Chile, Paraguay y Perú). No hubo
presencia del material rodante (Tanques, VCTPs, Camiones, Artillería, "Hummers" etc).
10 Fuentes gubernamentales explicaron que la presencia de la jefa de Estado no estaba
prevista para el desfile militar. Es interesante destacar que Cristina Kirchner, el mes de abril,
había acompañado a Hugo Chávez, junto a sus pares de Cuba, Bolivia, Nicaragua, Ecuador y
República Dominicana, en un imponente desfile cívico militar por los 200 años de la
independencia venezolana.
143
VII JORNADAS DE HISTORIA
11
Entre otros asistentes opositores pueden mencionarse: por la UCR, el ex presidente fue
Fernando De la Rúa, el ex jefe de gobierno Enrique Olivera y los senadores Ernesto Sanz
Gerardo Morales; por la Coalición Cívica, Adrián Pérez y Samuel Cabanchik; el único
kirchnerista fue el diputado Jorge Landau. También se hicieron presentes los anteriores jefes
de gobierno porteño, Jorge Telerman y Aníbal Ibarra; el rabino Sergio Bergman; la SRA
representada por Mario Llambías y la CARBAP por Hugo Biolcatti; los medios de
comunicación con Héctor Magneto, Daniel Hadad, y Sergio Szpolski.
12
En la calle, detrás de los vallados, un grupo de exaltados, entonaban: "llora la Gorda Carrió,
el Colorado (Francisco de Narváez) también, Néstor va a volver, con la JP", bajo banderas de
numerosos municipios del gran Buenos Aires. Después haber perdido el conflicto con el
campo y la derrota electoral del año 2009, el diputado nacional y secretario de la Unasur,
Néstor Kirchner, aprovechó la oportunidad para mostrar sus intenciones de regresar al poder
en 2011.
13
En una nota periodística, Washington Uranga, afirmaba que el matrimonio Kirchner no
quiso asistir al que ofició el Cardenal Bergoglio, quien tuvo la gentileza de bajar el tono a la
polémica por los dos Tedeum, al destacar como "un hermoso gesto" que las autoridades
nacionales hayan ido a la Basílica de Luján a rezar por el Bicentenario de la patria. El
primado reclamó una mayor calidad institucional y urgió a la dirigencia a “una actitud de
grandeza" que permita "superar el estado de confrontación permanente”, al advertir que “no
es momento para victimizarse ni para procurar ventajas sectoriales”. “La celebración del
Bicentenario merece un clima social y espiritual distinto al que estamos viviendo. Urge
recrear las condiciones políticas e institucionales que nos permitan superar el estado de
144
LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
La Fiesta del Bicentenario fue también la ocasión elegida para que “La
Cámpora” hiciera su presentación oficial con afiches y banderas, al tiempo que
ocupaba lugares destacados en los actos oficiales como, por ejemplo, fueron la
custodia de los ocho presidentes latinoamericanos en su desplazamiento desde la
Casa rosada al escenario central en la Av. 9 de julio, para presenciar la ceremonia de
cierre de los festejos.
145
VII JORNADAS DE HISTORIA
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LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII. HISTORIA Y PROYECCIONES
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VII JORNADAS DE HISTORIA
148
ÍNDICE
Silvia Fridman
El camino hacia la Independencia 5
Delia Etchegoimberry
Las Instrucciones Orientales del Año XIII. Memoria y olvido 21
Eduardo Nocera
Artigas, o de cómo organizar el poder político basado en los derechos
de representación de los individuos de las regiones, todos en pie de
igualdad 33
Nelson Caula
Un tal Pepe Artigas en 1813 51
Marcela Tejerina
La Asamblea del Año XIII y la “expatriación perpetua” de Cornelio
Saavedra 55
Gabriela A. Peña
La Provincia Dominicana de San Agustín durante el proceso de la
Revolución de Mayo. Ecos y resonancias en los capítulos 111
provinciales
Catalina Pantuso
Primeros símbolos de la Independencia en la Asamblea del Año XIII.
Un aporte desde la Sociología 133