Detox Mental

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Detox mental

Un plan de 7 días para liberarte de pensamientos tóxicos


22/07/2020

En lo que se refiere al cuidado del cuerpo ya sabemos la


teoría: dieta saludable, ejercicio, descanso suficiente y regular. Pero al igual que
el cuerpo, la mente también acumula actitudes tóxicas y pensamientos nocivos
que pueden llegar a condicionar nuestro bienestar.
Las depuraciones son procesos de limpieza que suceden de manera natural en
nuestro entorno y en nuestro cuerpo. La lluvia limpia el aire contaminado, el
hígado se deshace de sustancias potencialmente dañina. Pero las toxinas no se
encuentran solo en el aire que respiramos y en los alimentos que ingerimos,
sino también en el ambiente que nos rodea.

Los tóxicos mentales y emocionales a menudo pasan desapercibidos, pero es


muy importante librarse de ellos para sentirnos más livianos.

Aquí, 7 propuestas para un detox mental, una para cada día de la semana.

Lunes
Prestá atención a tus ideas negativas

No se trata de pensar "en positivo" ni de obligarse a ver las cosas con


optimismo, sino de hacernos conscientes de lo que nos dice
nuestro parloteo mental. No podemos cambiar lo que no vemos, por lo que la
atención en este caso es muy importante. Quizá descubramos algunos (o
muchos) pensamientos que nos quitan energía, nos agotan, nos provocan miedo
o preocupación y nos impiden buscar soluciones creativas y disfrutar del
presente.

Cuando encuentres un pensamiento de este tipo no lo juzgues,


simplemente observalo, dale un espacio y date cuenta de cómo te hace
sentir. Es posible que cuando lo hagas y te permitas sentir las emociones que
acompañan a ese pensamiento sientas que se disuelve y se transforma. La
observación atenta es el primer paso hacia el cambio.
Martes
Hacé una lista de preocupaciones

Con frecuencia, perdemos energía preocupándonos por todas cosas que tenemos
que hacer y no damos abasto. También nos obsesionamos con posibles
catástrofes que imaginamos amenazadoras a la vuelta de la esquina. Por eso te
proponemos un ejercicio que, aunque no resuelva esas preocupaciones, sí puede
ayudar a relativizarlas y a darles otro lugar.

Al final del día, recostate o sentate cómodo en un espacio tranquilo. Después de


unas cuantas respiraciones, en las que poco a poco debés permitirte ir soltando
las tensiones del cuerpo, imaginá que te sentás frente a tu escritorio u otro lugar
de la casa. Agarrá un papel y un un lápiz imaginario y escribí, una a una, todas
las cosas que te preocupan, esa lista de temas pendientes y de catástrofes
potenciales que te roban tanta energía. Es importante no guardarse ninguna.

Una vez escritas, leela de nuevo para vos mismo. Luego, ponela en un cofre
imaginario sobre tu escritorio y cerralo con llave. Ese escrito quedará ahí hasta
el día siguiente. A continuación, levantate de la mesa y cerrá la puerta detrás
tuyo, dejando en el cofre y en esa habitación todo ese material mental lleno de
preocupación y ansiedad.

Miércoles
Prestá atención a tu entorno

Al igual que cuando querés cuidarte te fijás en los alimentos que consumís y
buscás aquellos que te nutren y te cuidan, ¿por qué no empezás a prestar
atención a tu nutrición mental? ¿Qué le das de comer a tu mente cada día?

Fijate en las noticias que ves, en lo que leés, en tus conversaciones, tus
encuentros, en los mensajes de redes sociales a los que te exponés, y durante 24
horas escribí en un cuaderno cómo te hacen sentir.

Es importante darse cuenta del tipo de entorno que nos rodea y analizar su
impacto en nuestro estado mental. Hacé tres paradas a lo largo del día y
relatá en tu cuaderno, sin juzgar, todo lo que le ofreciste a tu mente como
alimento hoy.

Jueves
Ordená tu espacio

Distintos estudios mostraron una relación entre el orden o el desorden de la casa


y el orden o desorden mental. Si en nuestro hogar reina el caos es muy difícil
que podamos pensar con claridad. El desorden agota a la mente y provoca
tensión en el organismo. Además, los objetos que nos rodean tienen también
una función de representación, esto es, hablan de nosotros. ¿Qué querés que
diga tu casa de vos a partir de ahora?

Viernes
Limpiá tu entorno digital

Para algunas personas no es realista desconectar, ni siquiera durante unas horas,


de las redes y las pantallas. Si ese es tu caso, sí podés, al menos, hacer una
buena limpieza. Identificá aquellas cuentas o personas a quienes seguís y cuyos
mensajes sabés que no te hacen bien. Silenciá, eliminá o dejá de seguirlas.

Sábado
Descansá

Utilizá este día para dedicarte sencillamente a no hacer nada. La mente necesita
espacios de descanso para activar la creatividad, así que, ¿por qué no dedicar un
día entero al reposo, al modo del sabbat judío?

Durante la jornada de hoy no hagas nada pesado ni que implique hacer ningún
esfuerzo. Regalate una pequeña siesta después de la comida y, por la noche,
convertí tu dormitorio en un santuario. Date un buen baño relajante, toma la
infusión que te guste y preparate para una buena noche de sueño.
Domingo
Eliminá la función de repetición

La mente tiende a recrear una y otra vez ciertos momentos, a menudo los más
dolorosos. Un comportamiento completamente inútil porque lo único que
consigue es traer al presente un sufrimiento del pasado.

Durante el día de hoy la propuesta es darse cuenta de la cantidad de veces que


hacemos esto. Cuando nos atrapemos a nosotros mismos en un bucle repetitivo
puede ser útil observarlo y a continuación buscar anclas que nos devuelvan al
momento presente. Buscá algo que puedas ver, algo que puedas oler, algo que
puedas tocar, algo que puedas degustar, un sonido que estés escuchando… y
centrá toda tu atención en eso.

Una vez que termines tu detox mental de siete días, elegí tus ejercicios favoritos
y convertilos en un hábito. Si los incluís en tu rutina diaria ni siquiera te vas a
dar cuenta de que los estás haciendo y te ayudarán a mantener tu espacio mental
libre de hábitos y actitudes que te perjudican.

Rocío Carmona/La Vanguardia.

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