ESCRITO INICIAL - en - Expte - 8877 - 2023 - 1
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Oficial N° 10; PAULA CUENCA TORRES, Defensora Oficial Nº 11; MARÍA CELESTE OJEDA,
Defensora Oficial N° 12; PATRICIA MARIEL ALEKSICH, Defensora Oficial N° 13; MARTHA KARINA
PAZ, Defensora Oficial N° 14; ANTONIA CUADRA, Defensora Oficial N°15, de la Primera
Judicial; MARÍA CECILIA MATILDE CARAUNI, Defensora Oficial N°1 y RAMÓN MODESTINO
SVENSON, Defensor Oficial N°2, de la Tercera Circunscripción Judicial; PATRICIA MARCELA PAZ
GISELA GAUNA WIRZ, Defensora General Adjunta, en representación de las personas condenadas
que se encuentran alojadas en Comisarías de toda la provincia del Chaco, con el patrocinio de GISELA
GAUNA WIRZ, Defensora General Adjunta del Poder Judicial de la provincia del Chaco, constituyendo
domicilio legal en calle Brown 302 3er piso de la ciudad de Resistencia, nos presentamos y decimos:
I. OBJETO.
Que venimos por este acto a interponer acción de hábeas corpus colectivo y correctivo a favor
de las personas condenadas que se encuentran alojadas en Comisarías de toda la provincia del Chaco,
de conformidad con los arts. 18, 43 y 75 inc. 22 de la Constitución Nacional, 7, 10.1, 10.2.a y 10.3 del
las Naciones Unidad (Reglas Mandela), arts. 1, 9 58, 59 y 60 de la ley 24.660, y arts. 14, 19 y 27 de la
protección de las víctimas y de la sociedad. Por ello el encarcelamiento debe cumplirse acorde con los
parámetros que establecen las leyes y las normas constitucionales, debiéndose disponer el cese de los
actos u omisiones de la autoridad pública que impliquen agravar ilegítimamente la forma y las
resocializadores de la misma, sino que violan los estándares mínimos para el trato de personas
reparar la afectación de los derechos de las personas que se encuentran cumpliendo su condena en
Comisarías, razón por la cual se presenta como un método más efectivo que el ejercicio de acciones
individuales en procesos separados ante cada uno/a de los/las jueces/zas a cargo de las msimas.
necesidad de una solución común, el instituto del hábeas corpus colectivo, se presenta como la vía
judicial más adecuada para obtener tutela judicial ante el agravamiento masivo de condiciones de
En el presente caso existe una afectación a una pluralidad de sujetos que requiere de una
solución inmediata, igualmente plural. Si se pretendiera dar una solución individual y concreta en cada
caso, la acción dejaría de ser un remedio eficaz, desdibujándose el efecto útil que debe darse a los
derechos y garantías. En relación a los derechos individuales homogéneos, la Corte sostuvo que “ En
estos casos no hay un bien colectivo, ya que se afectan derechos individuales enteramente divisibles.
Sin embargo, hay un hecho, único o continuado, que provoca la lesión a todos ellos y por lo tanto es
identificable una causa fáctica homogénea. Ese dato tiene relevancia jurídica porque en tales casos la
demostración de los presupuestos de la pretensión es común a todos esos intereses, excepto en lo que
concierne al daño que individualmente se sufre. Hay una homogeneidad fáctica y normativa que lleva a
considerar razonable la realización de un solo juicio con efectos expansivos de la cosa juzgada que en
él se dicte, salvo en lo que hace a la prueba del daño” (CSJN, “Halabi”; consid. nota 12).
En este sentido, desde la óptica constitucional, no hay derechos sin garantías pues todo derecho
fundamental es susceptible de ser tutelado como mínimo a través de una de las garantías
correspondiente. El hábeas corpus tiene por meta efectivizar una cláusula de la Constitución Nacional,
en este caso, el art. 18. Así, las “Reglas de Buenas Prácticas en los Procedimientos de Hábeas Corpus
Correctivos” disponen que. “art. 17. Sentencia… En caso de hacer lugar a la acción, el juez deberá
adoptar medidas idóneas para garantizar la vigencia de los derechos que se verifiquen vulnerados y
para remediar efectivamente la situación denunciada (…) Los jueces estarán facultados para ejercer el
control de constitucionalidad de aquellas políticas públicas que ponen en peligro o lesionan derechos
fundamentales de una o más personas privadas de libertad, agravando las condiciones en que cumplen
su detención” (“Reglas de Buenas Prácticas en los Procedimientos de Hábeas Corpus Correctivos” del
V/2015, 17/9/15).
Conforme lo normado por el art. 3 de la Ley Nº 23.098 y ley provincial 886-B, el juez o tribunal ante
el cual se presenta es competente para conocer en la acción, por lo que el Superior Tribunal de Justicia
resulta competente.
III. LEGITIMACIÓN.
EL art. 2 de la Ley 886-B faculta a interponer la acción de hábeas corpus a las personas que
afirman encontrarse en las condiciones previstas por el art. 19, como así también a terceros a su
Resolución AG/Res. 2714 (XLII-O/12) de la Asamblea General de la OEA destaca “… la labor que
desarrollan los defensores públicos oficiales en diversos países del Hemisferio en la defensa de los
derechos fundamentales de los individuos, específicamente, los servicios de asistencia letrada gratuita
que permiten el fácil y oportuno acceso de todas las personas a la justicia, en particular de aquellas que
Regional para la defensa pública y la protección integral de las personas privadas de libertad” de la
AIDEF, que establece que “ Los/las defensores/as deberán velar, en el ejercicio de sus funciones, por
que se respeten los derechos de las personas privadas de su libertad y se dé el efectivo cumplimiento a
los estándares internacionales por parte del Estado y las autoridades responsables de los centros de
privación de libertad”.
Por otra parte, el art. 59 inc. d) de la Ley 913-B establece que corresponde al Defensor General
“realizar todas las acciones conducentes para la defensa y protección de los derechos humanos” ,
función que es llevada a cabo por todos/as los/las integrantes del Ministerio Público de la Defensa de la
IV. HECHOS.
Los/as defensores/as oficiales venimos realizando desde hace tiempo el monitoreo de Comisarías y
Es así que se interpusieron en las distintas circunscripciones acciones de hábeas corpus colectivos
correctivos donde se plasmaron las diversas situaciones detectadas en las Comisarías, especialmente
No obstante haber sido acogidos los mismos favorablemente las sentencias han tenido efectos
Siendo que actuamos como “defensores/as de derechos humanos” de las personas en especial
situación de vulnerabilidad, no podemos continuar yendo a las comisarías sólo a mirar, presentar
acciones de hábeas corpus por cada una de ellas, o habiéndolas presentado volver a las unidades
policiales para informarles a las personas privadas de su libertad que no se están cumpliendo las
sentencias, y que en definitiva todo termina siendo un mero formalismo. Es tanto como decirle a esta
gente que no tienen derechos o que no tenemos forma de hacerlos valer o lo que es lo mismo, que no
es posible creer en la Justicia. Asimismo, los reclamos que recibimos de nuestros defendidos son
derechos que les son negados por encontrarse en lugares de detención que debieran ser transitorios,
tal cual el STJ ya lo expresara en la sentencia Nº 216 de fecha 30 de octubre de 2018 en autos
2-68/18.
Este “estado de cosas inconstitucional” también afecta al personal policial que realiza tareas para
Del mismo modo se ve afectada la ciudadanía en general, que ve menoscabadas las labores de
prevención policial porque los policías están cuidando detenidos y condenados, llevándolos y
trayéndolos del juzgado, de los hospitales, etc., y destinando los a veces escasos recursos materiales y
Cabe destacar que la Defensa Pública ha venido convocando a partir del año 2016 Mesas de
Diálogo con los diversos actores involucrados en esta problemática con el fin de constituir un espacio de
abordaje de la problemática de las personas privadas de su libertad en todos los centros de detención y
DG 147/19).
Durante el año 2022 a dicha convocatoria se han sumado el Comité de Prevención contra la Tortura
y la Subsecretaría de Derechos Humanos. Pero a pesar del menor o mayor compromiso demostrado
por las agencias involucradas durante todo este tiempo, lo cierto es que aún no se ha logrado la
Tal panorama, al que se añade que no se vislumbran acciones fuertes de los Poderes Ejecutivo y
demanda una actuación urgente y eficaz del Poder Judicial para garantizar los derechos de las
personas que se encuentran cumpliendo su condena en Comisarás. El Poder Judicial, tiene entonces
también la responsabilidad de actuar frente a la inacción de los otros poderes, la que está señalada con
claridad en el Principio XVII de los “Principios y buenas prácticas sobre las personas privadas de la
libertad en las Américas” adoptados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos: “Principio
XVII Medidas contra el hacinamiento (…) La ocupación de un establecimiento por encima del número
de plazas establecido será prohibida por la ley. Cuando de ello se siga la vulneración de derechos
humanos, ésta deberá ser considerada una pena o trato cruel, inhumano o degradante. La ley deberá
establecer los mecanismos para remediar de manera inmediata cualquier situación de alojamiento por
encima del número de plazas establecido. Los jueces competentes deberán adoptar remedios
Por otra parte, y siendo que el Superior Tribunal de Justicia de la provincia del Chaco –tal como
ocurre con la CSJN a nivel federal y los supremos tribunales de las provincias- es un órgano con un rol
claramente político hacia fuera del Poder Judicial, es jerárquico hacia adentro, por lo que también
solicitamos se expida sobre la actividad desplegada por los tribunales inferiores y en su caso trace
agencias, ya que no es posible adoptar una crítica negativa sólo sobre las condiciones estructurales en
que se produce el castigo, ya que Estado está integrado por los tres poderes, cada uno con su cuota de
responsabilidad.
Queda claro entonces que ninguna orden judicial puede traer una solución definitiva a la cuestión, y
que los fallos no son autoejecutables, sino que exigen esfuerzos concertados de todas las partes
involucradas.
El punto de partida que supone un debido proceso en la ejecución penal no es otro que garantizar
un trato humano y digno, pues sin tal presupuesto, no hay realización del principio de reinserción social.
En el fallo dictado por la Corte IDH en “Medidas provisionales, asunto Instituto Penal Plácido de Sá
debe cumplir el Poder Judicial en el combate al hacinamiento recordando que éstos como el Estado,
aumentando y que no hayan mejorado las condiciones de detenidos ni generado efectos a favor del
cese de las medidas de privación de libertad es una responsabilidad que compete tanto al Estado como
al Poder Judicial” (Vaccani, Pablo A; Barresi, Marcela. “La medida cualitativa de prisión por ejecución de
pena ilícita llega a la Corte Interamericana -Medidas provisionales, asunto Instituto Penal Plácido de Sá
Se trae a colación esta sentencia porque “pone en escena al sujeto como persona humana, al
mismo que había sido despersonificado o deshumanizado por las condiciones de detención en las
cuales se encontraba. Es decir, como ser vivo que tiene una vida limitada en el tiempo. Las penas
privativas de la libertad se ejecutan sin tener en cuenta esta característica esencial del ser humano. Si
no, no podría concebirse tener encerrada a una persona coartando sus posibilidades de desarrollo
durante un tiempo esencial de su vida. En el caso del IPPSC los detenidos, debido al hacinamiento y la
superpoblación, no tenían acceso adecuado a los servicios de salud, educación, trabajo, ni a las
condiciones mínimas para el desarrollo humano” (Zaffaroni, Alagia, Barresi, Ciarnello, Espina, Gusis,
Slokar, Vacani. “Penas Ilícitas y Hermenéutica Jurídica. Un análisis a propósito de las medidas de la
La Corte IDH señaló en el párrafo 120 de la resolución que era intolerable que las personas
detenidas estuvieran padeciendo un sufrimiento antijurídico “mucho mayor que el inherente a la mera
privación de libertad”, refiriéndose a la ejecución antijurídica de la pena, tal como ocurre en el caso de
las personas que se encuentran cumpliendo su condena en Comisarías, las que no solamente no
pueden tener acceso a la rehabilitación ni al régimen de progresividad de la pena, sino que las mayorías
largos períodos de tiempo. “De este modo, las reglas que determinan las relaciones jurídicas entre la
de asistencia y protección otorgadas durante el tempo de prisión (…). De tal forma, el trato digno es una
garantía cuya función permite individualizar las circunstancias en las que los métodos punitivos
aplicados no han garantizado la asistencia y protección que son deber del Estado” (Vacani, Pablo A. La
cantidad de pena en el tiempo de prisión. Sistema de la medida cualitativa. Ed. Ad. Hoc, p. 367).
Indudablemente la primera medida a adoptar si se quiere avanzar sobre el resto de las
resocializador de la pena al excluir a este sector de personas que se encuentran cumpliendo una
Las comisarías no cuentan con la infraestructura ni la preparación adecuada del personal para
albergar detenidos con carácter permanente, sino que están diseñadas para ser lugares de tránsito. Por
ende, no se les brinda herramientas educativas o laborales y la falta de programas y actividades que
permitan reducir la desocialización, profundizando el circuito de violencia institucional. “Si los detenidos
no tienen acceso a trabajo, no reciben educación y son alojados en condiciones indignas, salgan antes
o salgan después, lo cierto es que van a salir peor” (de Vedia, Trinidad; Yohal, Matías. Reducción de la
Si tenemos en cuenta el sistema progresivo de ejecución de la pena, la ley sólo produce efectos en
aquellos casos en que los derechos se realizan (lo que se expresa en el alcance de los guarismos de
clasificación, informe favorable, etc.), pero nada se dice respecto de las consecuencias que caben en
aquellos casos que la integridad física o personal es afectada durante el transcurso cronológico. Las
penas privativas de la libertad ilícitas no se limitan a imponer un sufrimiento indebido a sus víctimas,
sino que “ejercen un efecto gravemente deteriorante sobre éstas y las condiciona a conductas más
criminalizante y, por ende, reproducir violencia y determinar las llamadas carreras delincuenciales, con
su secuela de reiteraciones, incluso de mucha mayor gravedad lesiva” (Zaffaroni, Raúl E. “Penas
propósito de las medidas de la Corte IDH respecto de IPPSC”, Zaffaroni, Alagia, Barresi, Ciarnello,
Cabría preguntarse entonces si cada vez que un/a juez/a envía a una persona a una comisaría
está imponiendo una pena ilícita, ya que conoce la forma y el estado del lugar en que la ha de cumplir y,
por ende, actuaría también con dolo. En este sentido, sostiene Zaffaroni que “Los funcionarios
encargados de ejecutar las penas habilitadas por jueces y que deban cumplirse en las cárceles
deterioradas serían los autores directos, quizá amparados en la necesidad justificante o exculpante,
incluso por un invencible error de prohibición, pero a los jueces no los podría beneficiar ninguna de esas
eximentes (…) El drama de nuestros jueces latinoamericanos frente a las penas ilícitas de prisión es
mucho más grave, porque parece que se los coloca en una contradicción sin salida: parecen ser
autores mediatos de torturas y hasta de homicidios, incluso al valerse de autores directos amparados
por eximentes; además, devendrían cómplices de ilícitos internacionales que hacen responsable al
Ya en “Verbitsky” la Corte solicitó a los jueces penales y tribunales orales para que, en sus
respectivas competencias, y con la urgencia del caso, no expongan a los detenidos que a su disposición
se encuentran, a toda eventual situación de agravamiento de la detención que importe un trato cruel,
in fine de la CN, todo en consonancia con el art. 18 de la C.N. que establece la responsabilidad de
aquellos jueces que dispongan toda medida que “… a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos
más allá de lo que aquella exija…” , como así también, que si las condiciones de detención se
encuentran por debajo del estándar de las reglas internacionales fijadas como patrón de aplicación, la
privación de libertad debe ser revisada. El art. 27 de nuestra Constitución Provincial establece que “ Las
cárceles y establecimientos de detención son para seguridad y no para mortificación de los reclusos;
degradantes.
Los jueces a cargo de las personas cumpliendo sus condenas en Comisarías deberían valorar
puede ser modificarlo, tendrán que resolver formas de coerción o de ejecución de la pena que resulten
menos lesivas, a fin de no caer en una racionalización legitimante cuando la realidad resulta irreductible
y violatoria de los derechos humanos, adoptando además de una opción jurídica, una opción de
conciencia.
por lo que resulta necesario el diseño de un remedio que requiere planificación e implementación de
largo alcance, respetando la división de poderes. Se trata de obtener la revisión judicial de una violación
a gran escala que involucra una situación colectiva, y que requiere una solución que no se agota en una
orden única, sino que exige ponderación de múltiples factores, especificación de las medidas a adoptar,
Conforme lo expuesto, corresponde sin lugar a dudas al Poder Judicial garantizar los derechos,
“En tanto el objeto de la pretensión es la satisfacción de un derecho que está siendo violado por
condiciones generales o estructurales que no son adecuadamente atendidas por el estado, “el poder
judicial es llamado a adoptar un rol menos pasivo y no deferencial en materia de políticas e instituciones
públicas” (Basch, Fernando. “Breve introducción al litigio de reforma estructural. Documento base para
estructural”, Buenos Aires, 4 y 5 de noviembre de 2010, p. 3). Además, promover el debate público y la
participación de distintos grupos de la sociedad, tal como se solicita en la presente acción contribuye al
fortalecimiento de la democracia. “De esta manera el Poder Judicial puede funcionar como alarma y
como agente actualizador de discusiones y reformas políticas necesarias para la adecuada protección
establecimientos penitenciarios, también responde a políticas criminales subyacentes que son las que
ocasionan la demanda de estos lugares, por lo que es preciso abordar esta situación de violación
estructural de los derechos de las personas privadas de su libertad en forma honesta y a través del
trabajo cooperativo. Ello se logrará a través de la negociación entre los poderes del Estado y otros
actores interesados de modo que los remedios surjan del acuerdo y el compromiso público asumido por
todos.
Esto lo que se conoce comúnmente como “litigio estructural”. En este sentido “ Las sentencias
pública efectiva. Hemos denominado esa repercusión potencial del activismo judicial dialógico como del
“efecto participativo” de los casos estructurales” (Rodríguez Garavito, César; Rodríguez Franco, Diana.
“Juicio a la exclusión. El impacto de los tribunales sobre los derechos sociales en el Sur Global”, Ed.
Dado que en este tipo de litigio complejo y estructural las sentencias suelen involucrar más de una
única orden judicial de ejecución inmediata, “ las propuestas provisionales negociadas por las partes
deben ser explícitas y públicas, e idealmente deben estar acompañadas por un acuerdo sobre las
medidas y los procedimientos accesibles al público para evaluar su cumplimiento” (Bergallo, Paola.
“Justicia y experimentalismo. La función remedial del poder judicial en el litigio de derecho público en
http://www.derechoshumanos.unlp.edu.ar/assets/files/documentos/justicia-y-experimentalismo-la-
funcion-remedial-del-poder-judicial-en-el-litigio-de-derecho-publico-en-argentina-paola-begallo.pdf).
Estas propuestas deberían ser efectuadas por los tres poderes del Estado, en el ámbito de sus
respectivas incumbencias, ya que no se trata sólo de atribuir culpas sobre el Poder Ejecutivo por una
mala distribución o falta de plazas. Tal como resolviera La Corte en “Verbitsky”, existen factores
atribuibles a los tres poderes del Estado: al poder legislativo le atribuye una legislación inadecuada en
materia de prisión preventiva y ejecución penal, al Poder Judicial el excesivo uso de la prisión
En efecto, la solución no puede pasar simplemente por el traslado de los condenados a la órbita del
Servicio Penitenciario, porque ello también puede redundar en el agravamiento de las condiciones de
familias o de sus defensores y de los órganos judiciales que tramitan sus casos. Tampoco por el
adecuada en el proceso de reforma pentienciaria. Pero no puede erigirse como la única solución, ya
que además de no reducir de manera significativa el hacinamiento en la mayoría de las ocasiones solo
desmesurado” (Zaffaroni, Raúl E. “Naturaleza y necesidad de los consejos de política criminal”, en Elías
Carranza (coord.), “Justicia penal y sobrepoblación penitenciaria. Respuestas posibles, Siglo XXI
Editores, México, 2001, p. 99). Más que centrarse en la construcción de más cárceles existen otras
medidas para enfrentar el problema del hacinamiento, como los plazos razonables en la duración del
Asimismo, podría ser una alternativa sancionar una ley de cupo carcelario, como se ha discutido en
las Mesas de Diálogo durante los últimos años, estableciendo un mecanismo racional y organizado para
la gestión del encarcelamiento. El cupo carcelario puede servir como herramienta para dotar de
racionalidad el modo en que los órganos gubernamentales administran la pena de prisión, al establecer
mayoría de las personas privadas de su libertad pertenecen a las clases menos favorecidas, poseen un
pobre acervo cultural y, gran parte, padece consumos problemáticos. De esta manera, la prisión puede
ser un lugar donde algunas de las desigualdades sociales que previamente poseían pueden ser
abordadas a través de programas para el tratamiento de las adicciones, cursos para el manejo de
profesional, etc.
Las personas condenadas no sólo tienen el derecho a la educación y capacitación laboral como
parte de su rehabilitación por el hecho de que son víctimas de la pobreza y de privaciones de todo tipo y
por una inadecuada protección por parte del Estado, sino que también el momento de cumplir su
Una política penitenciaria ineficiente implica que las personas condenadas regresen con menos
posibilidades económicas de las que ingresaron a prisión, lo que conlleva una mayor amenaza para la
resulta ser un compromiso social a la hora de incrementar la legitimación de las políticas públicas,
siendo necesario un esfuerzo institucional, para que la política criminal deje de ser el único segmento de
las políticas del Estado que no es encarado como tal, “sino como políticas coyunturales y sin
responsables” (Zaffaroni, Raúl E. “Naturaleza y necesidad de los consejos de política criminal”, en Elías
Carranza (coord.), “Justicia penal y sobrepoblación penitenciaria. Respuestas posibles, Siglo XXI
No podemos olvidar que los establecimientos penitenciarios son servicios públicos como las
escuelas y los hospitales y, por tanto, deben estar destinadas al bien común. Defender los derechos
humanos, alcanzar una sociedad segura y promover la justicia social no necesariamente importa
El objetivo radica en encontrar y desarrollar una política penitenciaria que sea beneficiosa para la
surgen de los efectos sistémicos del proceso de políticas públicas gozarán de una mayor legitimidad y
deliberación y la rendición de cuentas pública. Además, “requiere decisiones judiciales que, en lugar de
dictar los detalles dela política pública, ofrezcan directrices y establezcan fines amplios a la vez que
dejen la creación de las políticas concretas a los organismos gubernamentales” . (Rodríguez Garavito,
César; Rodríguez Franco, Diana. “Juicio a la exclusión. El impacto de los tribunales sobre los derechos
1) Citación a audiencias públicas: Este mecasnimo regulado por la Acordada 30/2007 por la Corte
Suprema de Justicia de la Nación y que viene siendo aplicado durante más de cuarenta audiencias
tribunal se aparta un poco de su rol de juez para entrar en un rol de garante de derechos y a opinar
dentro de escenarios de discusión donde participan la sociedad civil y los actores estatales
“Resulta importante señalar que una reforma eficaz debe involucrar no solo a los representantes
políticos y a las agencias directamente relacionadas con el sistema penitenciario, sino también a toda la
comunidad. Estudios sobre la opinión pública sugieren que los ciudadanos no sólo quieren ver la
aplicación de la justicia retributiva, sino también un sistema de justicia criminal profesional que trabaje
para incrementar la seguridad pública, reducir el crimen y la victimización y asegurar que los presos que
abandonan la prisión no supongan una mayor carga o amenaza a la comunidad de la que tenía cuando
ingresaron en prisión” (Matthews, Roger. “Una propuesta realista de reforma para las prisiones en
América Latina. En “Privación de la libertad. Una violenta práctica punitiva. Compiladores: Gabriel
solicitamos la celebración de una audiencia pública donde las partes puedan proponer soluciones
consensuadas para superar la grave situación de las personas cumpliendo condenas en las comisarías
de la provincia.
2) Citación de amicus curiae: Atento la trascendencia e interés general de las cuestiones que se
Justicia de personas físicas o jurídicas en calidad de “amigos del tribunal”, conforme el “Reglamento
sobre Intervención de Amigos del Tribunal” dictado por el STJCh en Acuerdo Nº 3308 (Punto 10º, de
fecha 05-02-14, Anexo II), encontrando sustento normativo en el art. 33 de la C.N. y en el sistema
interamericano al cual se ha asignado jerarquía constitucional (art. 75, inc. 22), siendo contemplado en
Convención Americana.
Que la presente solicitud coincide con la opinión expresada por los Ministros del Superior
Tribunal de Justicia del Chaco al dictar el Reglamento, respecto de que el objetivo de la figura del
amicus curiae es “procurar una mayor y mejor intervención de estos actores sociales en temas
sensibles a sus intereses y con ello alcanzar los altos propósitos perseguidos de pluralizar y enriquecer
el debate constitucional, así como fortalecer la legitimación de las decisiones jurisdiccionales dictadas
En igual sentido la CSJN ha sostenido respecto de la intervención de los amigos del tribunal en
los procesos judiciales que: “...Como se ha señalado con anterioridad, el ejercicio deliberativo previo a
la toma de decisiones relevantes posee un efecto positivo para todos los participantes. En esta
orientación, la figura del amicus curiae, en la medida en que vincula fuertemente a la participación con
Nacional Ministerio de Industria de la Nación y Otros s/ Nulidad del Acto Administrativo”; 28/10/2021;
Fallos: 344:3368).
VIII. PRUEBAS.
Sin perjuicio que se puedan incorporar nuevas pruebas, ofrecemos en esta instancia las siguientes,
https://drive.google.com/drive/folders/1JyK0UkM9cMq1vAjiVSi5Q_5svcZ06AyA?usp=share_link
a) Documental:
2) Cuarenta y ocho (48) Planillas de Monitoreos del Ministerio Público de la Defensa, llevadas a
3) Sentencia N° 434 de fecha 07/12/21, dictada por la Cámara Segunda en lo Criminal de la Prime-
4) Sentencia N° 361 de fecha 27/06/22, dictada por la Cámara Tercera en lo Criminal, de la Primera
Circunscripción Judicial, en los autos caratulados: "DEFENSORES OFICIALES Nº 4, 5, 6, 7, 10, 11, 12,
6) Sentencia Nº 135 de fecha 12/06/2019, dictada por la Sala Segunda Criminal y Correccional del
7) Sentencia N° 163 de fecha 10/05/18, dictada por el Juzgado de Ejecución Penal, de la Segunda
Circunscripción Judicial en los autos autos caratulados: "DEFENSOR OFICIAL N° 2 S/HABEAS COR-
8) Sentencia N.º 216 de fecha, dictada por el Superior Tribunal de Justicia del Chaco en los autos
9) Sentencia N.º 241 de fecha 02/12/2019, dictada por el Superior Tribunal de Justicia del Chaco en
los autos caratulados: “JACHESKY, MATÍAS S/ SOLICITA ACCIÓN DE HABEAS CORPUS”, Expte. N.º
2-8752/19.
10) Resolución N.º 68/19, de Defensoría General por la cual se dispuso la creación de una mesa de
trabajo para tratar la superpoblación carcelaria y vulneración de derechos de las personas privadas de
libertad y se invitó al Superior Tribunal de Justicia, al Ministerio Publico Fiscal, al Poder Legislativo a tra-
vés de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, y Poder Ejecutivo a nombrar re-
11) Resolución N° 147/19, de Defensoría General tendientes a abordar la problemática de las per-
sonas privadas de su libertad convocando a los diferentes poderes que conforman el Estado provincial
12) Resolución 79/21 de Defensoría General respecto a deberes de las/los Defensores Penales en
b) Fotográficas:
A modo ilustrativo se acompañan fotografías tomadas en:
como el link de la publicación en la cuenta oficial de Facebook de la Defensoría General que se hicieran
al respecto, siendo que siguen alojadas personas condenadas en la unidad y durmiendo a la intemperie:
https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=pfbid02k4yBwgFzoutStf9KNwBpNjevrHKub6PHEZvnQUe-
cvNNJ26naXuzci44ahNSiQc3Hl&id=100064349186166&mibextid=Nif5oz.
cación en la cuenta oficial de Facebook de la Defensoría General que se hicieran al respecto: https://m.-
facebook.com/story.php?story_fbid=pfbid02XGEPVLJky5QF19fKfjK7ankdQWLZW8KsvsgDMz9qe9rHk-
BoMnXEyBN36fSnMCLcJl&id=100064349186166&mibextid=Nif5oz.
3) Comisaría Tercera Barranqueras tomadas en fecha 31/03/2022, donde se pudo observar que hay
un total de 34 alojados, distribuidos en dos celdas con capacidad para 4 personas cada una. Las perso-
nas detenidas manifestaron que toman turnos de 2 horas para dormir debido a la escasez de espacio fí-
Se propone la inspección ocular de cualquiera de estas Comisarías o de aquellas sobre las cuales
se practicaran los monitoreos que acompañamos en caso de ponerse en duda las fotografías o los
IX. DERECHO.
En nuestro país las penas privativas de la libertad tienen como finalidad esencial la reforma y la
readaptación social de los condenados, conforme lo normado por el art. 18 de la C.N.; art. 5.6 de la
CADH; Ley 24.660 de Ejecución de la pena privativa de la libertad estando reguladas las condiciones de
detención por las Reglas Mínimas para el tratamiento de los reclusos, el Conjunto de principios para la
protección de todas las personas sometidas a cualquier forma de detención o prisión y los Principios
resolución del año 2007 que “es deber y objetivo fundamental del Poder Judicial la búsqueda de
caminos que permitan garantizar la eficacia de los derechos, y evitar que éstos sean vulnerados” .
Sostiene la Corte IDH que toda manifestación lícita de la coerción tenga por objeto permitir la
realización de una vida digna, implica, en primer lugar, la prestación de los medios y bienes necesarios
para lograr que la persona privada de libertad pueda desarrollarse mediante la satisfacción de derechos
psicofísico, el contacto con el mundo exterior, condiciones sanitarias mínimas, adecuada atención en la
salud, derecho a la educación, al trabajo, etc.) (Conf. Corte IDH “Instituto de Reeducación del Menor vs.
Paraguay”, sentencia 2/9/2004, párr.. 151; caso “Tibi vs. Ecuador”, sentencia 7/9/2004, párr.. 150; caso
“De La Cruz, Flores vs. Perú”, sentencia 18/11/2004, párr.. 124; caso “Lori Berenson Mejía vs. Perú”,
sentencia 25/11/2004, párr. 102; caso “Caesar vs. Trinidad y Tobago”, sentencia 11/3/2005, párr. 96;
caso “Fermín Ramírez vs. Guatemala”, sentencia 20/6/2005, párr.. 118; caso “Raxcacó Reyes vs.
Guatemala”, sentencia 15/9/2005, párr.. 221; caso “López Álvarez vs. Honduras”, párrs. 105 y 106).
Asimismo, “Ante esta relación e interacción especial de sujeción entre el interno y el Estado, este último
debe asumir una serie de responsabilidades particulares y tomar diversas iniciativas especiales para
garantizar a los reclusos las condiciones necesarias para desarrollar una vida digna y contribuir al goce
efectivo de aquellos derechos que bajo ninguna circunstancia pueden restringirse o de aquellos cuya
ser así, ello implicaría que la privación de la libertad despoja a la persona de su titularidad respecto de
todos los derechos humanos, lo que no es posible aceptar” (Corte IDH caso “Instituto de Reeducación
del menor vs. Paraguay”, párr. 153; caso “Montero Aranguren y otros (Retén de Catia) vs. Venezuela”,
párrs. 60 y ss.)
Siendo obligación de los jueces “… velar porque el encarcelamiento se cumpla en forma acorde con
los parámetros que establecen las leyes y las normas constitucionales, y ordenar, dado el caso, el cese
de los actos y omisiones de la autoridad pública que impliquen agravar ilegítimamente la forma y las
condiciones de ejecución de la pena” (Fallos: 327:5658) y, en consonancia con ello, que “cuando una
política es lesiva de derechos siempre se argumenta en contra de la jurisdicción, alegando que en tales
supuestos media una injerencia indebida del Poder Judicial o en la política, cuando en realidad, lo único
que hace el Poder Judicial, en su respectivo ámbito de competencia y con la prudencia debida en cada
caso, es tutelar los derechos e invalidar esa política sólo en la medida en que los lesiona”
Queda claro que, si el Estado incumple su obligación de garantizar los derechos fundamentales de
las personas privadas de su libertad, genera responsabilidad internacional (Tibi vs. Ecuador”, sentencia
de 07/09/94, serie C n° 114; “Instituto de Reeducación del Menor vs. Paraguay”, sentencia del
02/09/2004, Serie C n° 112; “Hilaire, Constantine y Benjamin v. Trinidad y Tobago”, sentencia del
Por otra parte cabe destacar a nivel provincial lo normado por la Ley Orgánica Policial Ley Nro.
1179-J (antes Ley 4987), establece en su art. 1 que la Policía de la provincia del Chaco “…tiene por
misión el mantenimiento del orden y la seguridad pública, para resguardar la vida, bienes, derechos
tendrá entre sus funciones “… velar por el cumplimiento de la ley y asegurar el orden constitucional (…)
ejercer la vigilancia en la población para prevenir el delito y otros ilícitos” . A su vez, la Ley Orgánica del
Servicio Penitenciario y Readaptación Social de la Provincia del Chaco. Deroga Ley 1628-J (antes Ley
de la ley 48, formulo expresa reserva del caso federal en caso de no prosperar la presente acción y, en
1) Se nos tenga por presentados/as, con patrocinio legal invocado, domicilio legal constituido y
cualesquiera otras que considere adecuadas para garantizar el cumplimiento del fin resocializador de la
pena y derechos constitucionales de las personas que se encuentren cumpliendo su condena en las
4) Se nos exima de copias para traslado y se tenga presenta la dirección de google drive en la
Proveer de conformidad.
SERÁ JUSTICIA.