Décimo P. Iii
Décimo P. Iii
Décimo P. Iii
Objetivo de Aprendizaje Comprender la reflexión filosófica y los distintos conceptos sobre la identidad
humana.
Pregunta problematizadora ¿Qué es el ser humano? ¿permanece el concepto de ser humano en el
tiempo?
Indicador de Desempeño (Saber): Explica la importancia de la antropología para el desarrollo del pensamiento
filosófica
Indicador de Desempeño (Hacer): Interpreta la diversidad antropológica como eje para el desarrollo político,
cultural, social y tecnológico en una sociedad.
Indicador de Desempeño (Ser): Aprecia la antropología filosófica desde la diversidad de conceptos y nociones
que se pueden construir al rededor del ser humano.
Naturaleza humana
Identidad
Cultura y educabilidad
Contenidos Individualidad / sociabilidad / coexistencia
Dualismo
Libertad
Espiritualidad / Trascendencia
INTRODUCCIÓN
La antropología filosófica estudia el origen, naturaleza y otros aspectos del ser humano, poniendo al hombre en el
centro de su reflexión. Examina cuestiones como el origen del hombre, si es espiritual o material, y utiliza métodos
como el empírico y filosóficos como el inductivo-deductivo.
Así, pues, a continuación, encontrarás un subsidio académico que marcará la pauta de trabajo para el tercer periodo.
En él, encontrará temática relacionada con la naturaleza de la persona y su desarrollo en la sociedad y las culturas.
En consecuencia, se invita para que, a partir de dicho material, se investigue, analice y construya un nuevo saber,
participando de manera activa, realizando cada una de las actividades propuestas y presentando actividades de
manera innovadora y creativa.
ACTIVIDADES DE INICIO
De manera creativa
exponga la segunda
pregunta ¿Qué debo
hacer?
DATOS IMPORTANTES
Las concepciones de persona, sufrieron una serie de modificaciones a través de la historia, y se debe entender que,
en cada periodo importante de nuestra historia, la definición respondió a un determinado pensamiento filosófico. Es
así, que empezaron a surgir los primeros intentos de la antropología con sus correspondientes filósofos o estudiosos
en la materia.
• Edad Antigua
Son variadas las concepciones o reflexiones filosóficas que se dan en este periodo. Muchos filósofos griegos que en
algún momento se encontraron con el antropocentrismo trataron de responder el origen del hombre. Se destacan
los siguientes.
Platón: En su concepción, la persona tiene un alma unida al cuerpo, y necesita mover a ambos simultáneamente,
aunque el alma tiene influencia sobre el cuerpo, estos no se separan hasta el día de la muerte del individuo.
Aristóteles: Al contrario de Platón, Aristóteles sugiere que el hombre es una sustancia de cuerpo y alma.
• Edad Media
Es un periodo donde reinó el teocentrismo, en el que todo gira en torno al concepto de Dios. La persona solo es
interpretada por su relación con Dios; la persona es un ser creado por Dios a su imagen y semejanza. En esta
concepción se considera a la persona un compuesto de cuerpo y alma, de naturaleza espiritual, libre e inmortal.
Puesto que el alma es la chispa original surgida del fuego de la creación, y por lo tanto un fragmento de la esencia
misma de Dios.
• Edad Moderna
Es Descartes el iniciador de la teoría del racionalismo, plantea que a nosotros se nos permite saber cuándo un
conocimiento es verdadero o no lo es. “Una idea es verdadera cuando es evidente la razón”. Él cree que lo que
distingue a la persona de los animales no es el cuerpo sino el alma. Él argumenta que el alma es una verdad existente
a la razón y, por lo tanto, no se puede dudar de su existencia. Todas las personas tienen conciencia de sí mismos y a
esa conciencia se le llama alma.
• Edad Contemporánea
Esta última etapa es con el idealismo alemán de Inmanuel Kant, donde se contrapone los conceptos de naturaleza y
persona. La persona posee conciencia moral y es el único ser que la posee. Kant define a la persona como: “La libertad
e independencia frente al mecanismo de la naturaleza entera”. La persona es el único ser del universo sometido a
leyes propias y prácticas establecidas a su propia razón. Estas leyes morales de las que habla Kant se las da el ser
racional así mismo, lo cual no quiere decir que sean arbitrarias.
ACTIVIDADES DE DESARROLLO:
La naturaleza humana es un conjunto de características, incluidas formas de pensar, sentir y actuar, que se cree que
los humanos tienen de forma natural. Aunque está ampliamente aceptado el concepto de que, tanto el medio
ambiente como la cultura o incluso el lugar de nacimiento, influyen en la conformación de la personalidad de cada
ser humano. Esto los hace únicos e irrepetibles.
Entre las cualidades principales que conforman la base de la naturaleza humana destacan la autoconciencia, el coraje,
la honestidad, la sinceridad y la integridad. Por otra parte, los psicólogos hablan del ‘modelo de cinco factores’. Estos
son: poder, orgullo, placer, beneficio y permanencia y se acepta que cada persona tiene algún grado de cada uno.
La naturaleza humana tiene ciertas bases tanto positivas como negativas. Pero en realidad cada ser es único y
diferente del resto, puesto que hay infinidad de elementos que influyen en la conformación de la personalidad. Y ello
sucede a lo largo de toda la existencia de cada persona.
Por otra parte, se considera que la naturaleza humana genera que cada persona sea única, irrepetible e intransferible.
ACTIVIDAD:
1. De manera individual, vas a pensar y analizar tu vida, tu forma de ser, de proceder y responde en el
cuaderno:
• ¿Tus conocidos pueden indicar que eres una persona honesta y sincera? ¿Por qué?
• ¿los demás como pueden estar seguros de que eres una persona íntegra?
• ¿Si tuvieras poder en la sociedad, cómo lo ejercerías? ¿Por qué?
• ¿Qué entiendes por placer y qué te lo genera?
• ¿Qué se entiende por orgullo y cómo lo vives?
• Si murieras hoy, ¿Tu conciencia estaría tranquila? ¿Por qué?
La construcción de la identidad es un proceso que permite reconocerse como sujetos sociales, únicos, con intereses,
deseos, subjetividades y contextos diversos, con rasgos distintivos como el género, la edad, la pertenencia étnica, su
familia y su cultura. De esta manera, al construir su identidad, las personas se reconocen a sí mismos con capacidades
particulares, al tiempo que identifican las diferencias sociales, culturales y biológicas, evidencian que sus acciones y
actitudes generan reacciones en los otros, construyen su marco de creencias, imaginarios, valores y normas, entre
otras acciones. Promover la construcción de la identidad de las niñas y los niños implica que los adultos sean sensibles
y reconocedores de sus capacidades y formas particulares de comprender, apropiar y dotar de sentido el mundo, de
manera que puedan acompañarlos desde un sinnúmero de experiencias en el encuentro con la diversidad y la
comunalidad.
¿Quiénes somos? identidad personal, no coincide exactamente con ¿qué somos? identidad natural y ¿cómo somos?
identidad cultural. En la realidad, las personas son seres humanos con una cultura, pero podemos distinguir el quién
del qué y del cómo. La falta de coincidencia no se refiere a que cada individuo porta tres identidades distintas, a las
que podríamos añadir más, según algunos rasgos individuales que lo caractericen. El ser de cada uno es más que ser
una naturaleza y ser según un modo cultural. Se es naturalmente y culturalmente, pero cada individuo humano no
se agota en ser de naturaleza racional con una cultura y subculturas. Ese plus de ser es lo que denominamos ser
personal.
El ser personal no se añade al ser natural ni al cultural, sino que se es persona siendo con naturaleza racional
y en una cultura; un siendo que es teniendo. Esto se muestra en los actos de la inteligencia y de la voluntad.
Saber quién soy no se identifica con saber qué soy. Pensarme no es sin más reconocerme; de hecho, tengo
que conocer a otros como yo para saber cómo soy y quién soy.
ACTIVIDAD: Describe en cada cuadro tu identidad (personal, natural y cultural), según la descripción del texto
anterior.
TEMA 3. CULTURA Y
EDUCABILIDAD
La cultura es algo que el individuo humano hace, construye. Si esa razón individual se admira de la naturaleza, la
cultura ideal es la natural (biológica), que hay que conservar. Si esa razón individual se admira de sí misma, de su
idea, de su construcción ideal, puede dirigirse hacia otros derroteros. La naturaleza es considerada como algo más
bien estático, aunque se mueve siguiendo leyes determinadas, mientras que la cultura es dinámica. Esta forma de
entender las relaciones entre naturaleza y cultura conduce a pensar que es la cultura la responsable de conformar al
individuo como humano, y quien dice la cultura, dice la sociedad que la transmite.
La cultura se adquiere en sociedad, en la relación con otros. Las normas culturales se mantienen, se modifican, se
sustituyen transculturalmente, y el criterio de su validez es que faciliten el crecimiento de la persona. Ninguna
persona cumple todas las características que representan la cultura de: un pueblo, una religión, un estatus social, un
gremio profesional, una afición, una edad, un sexo. Ni siquiera las entidades culturales son estáticas y presentan unas
características fijas, invariables, nítidas.
La cultura es una realidad en las personas que la adquieren, que la reinterpretan, que la viven. No es una cosa fija,
estable, determinante de las personas, sino dinámica, dependiente del uso de las personas. De esta perspectiva
emana un sano y urgente optimismo antropológico, imprescindible para educar. Las personas pueden cambiar, son
libres, no están determinadas por su conformación cultural. El fomento de lo que se denominan competencias
interculturales, habilidades cognitivas, afectivas y prácticas, necesarias para desen-volverse eficazmente en un medio
intercultural, ha de ir en continuidad con la formación moral de las personas, esto es, que aprendan a ser libres, hasta
el punto de disponer de sí para colaborar con otros por ser personas.
La educabilidad es un modo esencial del hombre que le hace capaz de perfeccionamiento y consecuentemente llegar
a ser lo que es. "Nace en la peculiar forma de ser del hombre (ser abierto a), se desenvuelve en el equilibrio dinámico
"tensión hacia" y se orienta hacia la "actualización" o realización personal"
En la educabilidad radica la posibilidad que tiene el hombre de formarse, de ahí la identificación hecha por FLITNER
(1972). El hombre al existir, se encuentra con la tarea fundamental de hacerse (ZUBIRI, 1944) porque al nacer es un
animal defectivo.
El hombre nace a la vida extra maternal, en el momento de su mayor plasticidad, y se proyecta al mundo en un
encuentro fundamentalmente afectivo y bien preparado para ser influenciado (educabilidad) y en condiciones de
asimilar aquello que le estimula (plasticidad). A través de esa constante asimilación de influjos que le hominizan, se
va conformando su personalidad y su adaptación social. Es por ello, que la educabilidad individual, no puede
separarse del contexto histórico en que, de hecho, puede actualizarse, pues el hombre concreto está en medio de las
coordenadas de tiempo y de espacio, rodeado por una cultura específica en el seno de la cual cada hombre ha de
realizarse por la captación y vivencia de los valores predominantes en el momento y lugar que le condicionan. "La
educabilidad es una posibilidad y una categoría humana. Una posibilidad, porque significa la viabilidad del proceso
educativo y la afirmación de que la educación es factible; una categoría humana, por cuanto se predica del
hombre esta cualidad.
El hombre es educable porque es capaz de comunicarse y para comunicarse requiere de la puesta en práctica de los
oportunos mecanismos de apertura hacia los demás, lo que determina capacidad de elección a la hora de afrontar
las diversas opciones que se le presentan. La opcionalidad es permanente porque las situaciones que se presentan
en la vida diaria así lo requieren y no pueden hallar adecuada respuesta desde lo puramente instintivo.
1. Realizar un árbol de problemas para el tema de cultura. (La raíz, será la causa
del problema. El tronco, será el problema y las ramas, los efectos.
Cada vez más quiero ser yo y ser además los otros, adentrarme en la totalidad de las cosas visibles e invisibles,
extenderme a lo ilimitado del espacio y prolongarme a lo inacabado del tiempo. En esta hambre de ser radica la
poquedad y la grandeza, la finitud y la infinitud del hombre. En su esencia íntima hay una doble tensión ontológica
que constituye: finitud y conato de ser. El hombre descubre su esencia en la medida que se adentra en su realidad,
que se hace tragedia de querer ser, pero sentirse limitado. La estructura individual y personal implica, a la vez, tensión
entre finitud e infinitud, temporalidad y eternidad, clausura y apertura. De esta estructura metafísica9 surgirán
después los poderes antagónicos del conocer y del sentir, que acabarán haciendo de la vida humana un campo de
batalla y de agonía; solo desde esta situación el hombre se lanzará hacia Dios, creyéndole, creándole
y, hacia los hombres, dándose e imponiéndose.
El individuo se define, ante todo, como tendencia a ser o a querer ser, manteniendo y afirmando siempre ante el
mundo y ante los demás la singularidad. Lo individual es lo finito, diferente y discriminador de cada ser humano, lo
superficial y postizo, además de ser también lo que el ambiente introduce en mí.
La individualidad manifiesta nuestra temporalidad. La finitud se dispersa en el tiempo. «¿Cómo puedo conservar
la individualidad en tan largo tiempo. ¿La otra vida puede excluir el espacio, pero no puede excluir el tiempo?
Preocupa el dejar ser, tal y como es, por esto se interroga por el tiempo que concibe como duración, el cual se le hace
un problema. «No quiero morirme, no; no quiero, ni quiero quererlo; quiero vivir siempre y vivir yo, este pobre yo
que me soy y me siento ser ahora y aquí, por esto me tortura el problema de la duración de mi alma, de la mía propia»
Unamuno. M, (1995).
El ser humano coexiste con el universo, con la Naturaleza, con los otros humanos, con la Divinidad. Necesita y aporta,
así es la coexistencia. Incluso, forzando mucho podríamos decir que necesita de la aportación, no en el sentido de
necesidad pura de algo, de satisfacer una carencia para vivir, sino en el sentido de crecimiento de llegar a la plenitud.
Esa coexistencia con el universo se torna en la actividad técnica y productiva. La coexistencia con los otros se
desarrolla en la actividad práxica, moral, ética. La coexistencia con Dios es la actividad de culto.
Las tres actividades propias de la naturaleza humana, por las que se realizan sus tendencias, y en las que se pone en
juego lo específicamente humano, la racionalidad y la libertad, se aprenden en la comunicación con otras personas
coetáneas y antepasadas. De ahí el interés de acoger las tradiciones. Las tres formas de coexistencia están
relacionadas estrechamente y nos permiten vislumbrar el contexto de la educación, así como las dimensiones
educables del ser humano. Se descubre una relación, a veces no del todo percibida, entre el cultivo de la Naturaleza,
el tratamiento del universo como lo reclama la Ecología, el cultivo de la naturaleza humana la cultura y el culto a Dios
según las creencias religiosas.
Somos sociables y por ello dependientes recíprocamente, interesados en nuestras acciones dirigidas a los demás,
pero también somos más, en la relación con los otros se puede llegar a superar la necesidad de satisfacer la propia
carencia prescindiendo de ella. El altruismo existe radicado en la dimensión personal; el individualismo no es algo
inevitable y arraigado en el modo de ser humano. No se trata simplemente de dar, sino de darse aceptando, que es
lo que permite no objetivar a las personas. Desde esta perspectiva antropológica, la sociedad puede ser más que una
asociación de individuos o grupos individualistas, que para sacar sus intereses juegan a ver quién puede más en el
consenso.
Se trata más bien de comprender la unidad de las personas en una sociedad, participando en un proyecto común que
se ha convertido en uno de sus intereses fundamentales. Esto precisa una educación que atienda a la dimensión
práctica, esto es, que suscite el ejercicio en hábitos sociales, en praxis positiva que va más allá del respeto, de la
tolerancia, que ya es mucho y que conduce a la participación libre.
DISCURSO.
TEMA 5. DUALISMO
Dualismo es un sistema religioso y filosófico Con respecto al término de dualismo, se puede hacer
que admite la existencia de 2 principios referencia a él en distintos ámbitos como: religioso,
diversos y contrarios entre sí, como el espíritu metafísico, filosóficos, entre otros. El dualismo son las
y materia, cuerpo y alma, bien o mal, y que, diferentes doctrinas dualistas que intentan explicar el
entre uno y otro, siempre están en un eterno origen y la naturaleza del universo por la acción de 2
conflicto. principios diversos y contrarios.
Dualismo y monismo
El dualismo es una doctrina que admite cuerpo y espíritu en los seres humanos, pero siempre calificándolos como
principios antagónicos e independientes, aunque puedan interactuar entre ellos.
En el siglo XVIII, la doctrina dualista se diferenció de la doctrina monista, debido a que el monismo acepta un único
principio, material o espiritual, en el primer caso se conoce como somaticismo y, en el segundo, como espiritualismo.
Los filósofos materialistas ignoran la existencia del lado espiritual.
Dualismo en filosofía
Diferentes autores reconocieron esta doctrina en diferentes formas. A comienzos del siglo XVII, Descartes fue el
primer filósofo en exponer la existencia de 2 especies de sustancias diferentes, espiritual o espíritu y material o
cuerpo, considerando el cerebro como puente para su interacción.
Aristóteles interpreta el bien y mal, a su vez, Platón, establece la existencia de un mundo sensible de la materia y el
mundo inteligible de las ideas. Immanuel Kant, introduce como dualismo, la razón pura y la razón práctica.
Desde el punto de vista de la doctrina católica o cristiana, aunque exista Dios y Satanás, no existe dualismo porque
no tienen el mismo poder. Dios es único, infinito y Omnipotente, y, por tanto, todo ha sido creado por Él y todo lo
que existe es bueno.
Así, pues, el dualismo es una teoría que ha existido durante mucho tiempo y puede rastrearse desde Aristóteles,
Platón y la filosofía hinduista temprana que considera la mente y el cuerpo como dos sustancias distintas con
diferentes naturalezas esenciales.
Dualismo antropológico:
Visión Platónica:
Está inspirada en su teoría de las Ideas, establece una completa separación entre el alma y el cuerpo. Según Platón,
el cuerpo es material, por lo que pertenece al mundo sensible. Como todas las cosas materiales, el cuerpo es
imperfecto y cambiante. Además, es finito porque es mortal. El alma, en cambio, es la parte inmortal y espiritual del
ser humano.
Platón valoraba el alma muy por encima del cuerpo. Para explicar la diferencia entre lo material y lo espiritual,
afirmaba que el alma era prisionera del cuerpo como si estuviera dentro de una cárcel. Platón creía en la
reencarnación, y pensaba que nuestra alma racional había estado en contacto con el mundo de las Ideas antes del
nacimiento. Por eso las conocemos, aunque al nacer las hayamos olvidado. Esto es lo que hace posible el proceso de
reminiscencia, aunque esto solo está al alcance de quienes se esfuerzan por aprender filosofía.
Descartes creía que el cuerpo y el alma corresponden a dos realidades completamente distintas. El cuerpo, al que
llama sustancia extensa, es material. Como todas las cosas materiales, el cuerpo ocupa un lugar en el espacio y está
sujeto al determinismo. Lo que sucede en el cuerpo se puede explicar mediante las leyes de la física. Para Descartes,
el cuerpo humano se comporta como una máquina, por lo que su funcionamiento se puede predecir científicamente.
El alma, en cambio, es espiritual. No ocupa ningún lugar espacial, porque lo que la caracteriza es el pensamiento. El
alma es una sustancia pensante. Al no tratarse de algo material, el alma no está sujeta al determinismo. Nuestros
pensamientos, deseos y decisiones no están sometidos a las leyes de la ciencia. Por eso el alma humana es libre e
inmortal.
Descartes pensaba que el alma actúa como guía del cuerpo. De acuerdo con su teoría, se podría comparar el cuerpo
con un barco y el alma con el capitán que lo dirige. Sin embargo, esta radical división entre cuerpo y alma también
plantea algunos problemas difíciles de resolver. Si el cuerpo y el alma son tan distintos, ¿cómo pueden comunicarse
entre sí? ¿Cómo puede el alma, que es espiritual, manejar al cuerpo, que es material? ¿De qué forma están
relacionadas estas dos dimensiones humanas?
Visión de Aristóteles:
Aplica a los seres vivos la teoría hylemórfica y afirma que, en general, todas las actividades propias del alma, son
actividades que el alma no puede realizar sin el cuerpo.
Cuerpo y alma constituyen una unión sustancial (y no una unión accidental o antinatural como decía Platón) y están
entre sí en la misma relación que la materia y la forma. Aristóteles define al alma como forma (del cuerpo que es
materia) y como acto (del cuerpo que es potencia): un organismo posee potencialmente la vida y el alma hace que
sea actualmente viviente. Aristóteles defiende pues la unidad del hombre y a diferencia de Platón ve la unión alma-
cuerpo como hylemórfica y sustancial y no accidental y antinatural. Él mismo lo dice de modo muy expresivo: "si el
ojo fuera un animal, la vista sería su alma". Por ello cuerpo y alma no son separables: un cuerpo sin alma dejaría de
ser un organismo o un animal (o no lo sería más que una estatua de piedra o madera); y un alma sin cuerpo no sería
nada (como no lo es la vista separada del ojo).
El francés Jean- Paul Sartre explicaba esta singularidad Las personas, en cambio, son seres-para-sí, ya que son
humana recurriendo a la distinción entre esencia y libres y conscientes. Los seres humanos no tenemos
existencia. Según Sartre, todas las cosas que vemos a una esencia prefijada. En las personas la existencia
nuestro alrededor tienen una esencia prefijada que precede a la esencia. Es decir, nuestra libertad nos
determina lo que son. La esencia de una piedra, de un permite ir construyendo aquello que llegamos a ser.
árbol o de un caballo define lo que estos seres son.
Apoyándose en esta distinción, Sartre afirmaba que,
Las personas, en cambio, no tienen una esencia fija y en rigor, los únicos seres que realmente existen son las
definida. Con las elecciones que hacemos a lo largo de personas. Existir consiste en construir la propia
nuestra existencia, las personas nos convertimos en esencia mediante elecciones libres. Por eso se puede
aquello que acabamos siendo. Nuestra libertad nos decir que las cosas son, aunque no existen, ya que no
permite configurar el tipo de persona que queremos pueden elegir. El existencialismo recibe su nombre de
ser. la importancia que Sartre (y otros autores como
Heidegger o Camus) daban a la existencia como rasgo
Esta capacidad de elegir libremente es un rasgo único distintivo de lo humano. Para Sartre la libertad es la
de los seres humanos. De hecho, Sartre distinguía característica fundamental que nos identifica como
entre dos formas muy distintas de ser, a las que humanos.
llamaba ser-en-sí y ser-para-sí.
¿Somos realmente libres? que hacemos, aunque nos parezca que lo hemos
decidido libremente?
¿Somos verdaderamente nosotros los que escogemos
cuando tomamos una decisión o habrá otros factores? ¿Seremos las personas como una especie de máquinas
que se creen libres, pero no lo son?
¿Existirán mecanismos biológicos, psicológicos o
culturales que nos empujan a hacer precisamente lo ¿Será la libertad simplemente una ilusión?
2. Elige un tema entre libertad como ilusión y libertad como esencia de lo humano y proponga una actividad
pedagógica- didáctica, para enseñar este tema a estudiantes de octavo.
TEMA 7. ESPIRITUALIDAD Y
TRASCENDENCIA
humano con lo divino o lo sobrenatural. A lo largo de
la historia, muchos filósofos han reflexionado sobre
La filosofía es una disciplina que ha explorado desde estos temas, ofreciendo perspectivas y teorías que han
tiempos antiguos las preguntas más profundas sobre influido en la cultura y en la forma en que entendemos
la existencia humana. Entre ellas, se encuentra la nuestra propia existencia. En este artículo,
cuestión de la espiritualidad y la trascendencia. Estos exploraremos las ideas de algunos de los grandes
conceptos se refieren a la búsqueda de un sentido más filósofos sobre la espiritualidad y la trascendencia,
allá de lo material y terrenal, y a la conexión del ser desde la antigua Grecia hasta la era contemporánea.
Aristóteles y la felicidad
Para Aristóteles, la espiritualidad está relacionada con la búsqueda de la felicidad. Según él, la felicidad es el fin último
de la vida y se alcanza a través de la realización de nuestras capacidades y potencialidades como seres humanos. Para
lograr esto, Aristóteles propone la práctica de la virtud y la búsqueda del equilibrio entre los extremos.
Kant y la moral
Para Kant, la espiritualidad está relacionada con la moral. Según él, la moralidad es la única fuente de valor absoluto
y, por tanto, la única forma de alcanzar la trascendencia. La moralidad, para Kant, se basa en la razón y en el respeto
por la dignidad humana. Solo a través de la práctica de la moralidad podemos alcanzar la trascendencia y la felicidad.
En consecuencia, la trascendencia pone de manifiesto que el hombre es un ser espiritual, y no puede reducirse a la
materia. La espiritualidad implica una apertura a otro Tú, a otras personas, a un ser que existe en sí mismo y está
abierto al Ser Absoluto. La Espiritualidad es un aspecto esencial del ser humano.
Luego busca otro compañero que haya elegido los mismos y realicen
ACTIVIDADES RECURSOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN
Inicio Guía de aprendizaje Expresión oral. La cual se evidenciará en
los aportes que el estudiante realice en las
disertaciones con sus compañeros y en las
inquietudes y análisis que plantee.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
ALTAREJOS, F. (2002). El problema de la identidad en la praxis social: afiliación y filiación. Studia Poliana, No. 4, p. 61-
80.
Unamuno, Miguel. (1995). Sentimiento Trágico de la Vida en los hombres y en los pueblos. Madrid: Alianza Editorial,
ZUBIRI, X. (1948): Naturaleza, Historia, Dios. Ed. Poblet. Buenos Aires.
INSTITUCION EDUCATIVA LOS ANDES
Municipio de Chigorodó – Antioquia
NIT: 81104245-5
DANE: SEDE PRINCIPAL: 105172000076 – SEDE EL CAMPIN: 10172001269 – SEDE LÁCIDES CASAS MENA: 10172007771
Código ICFES 001628
Aprobada mediante la Resolución Departamental N° S127198 del 16 de octubre de 2014, que la autoriza para ofrecer el servicio de educación formal en los niveles preescolar, grado transición;
básica ciclos primaria: grados 1° a 5° y secundaria grados 6° a 9°; media académica, grados 10° y 11°, media técnica especialidades en comercio, informática y gestión empresarial, la educación
formal de adultos semipresencial sabatina y dominical en los CLEI I, II, III, IV, V y VI.
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