Plan Lector - Sesion - Leemos Un Cuento Sobre La Responsabilidad
Plan Lector - Sesion - Leemos Un Cuento Sobre La Responsabilidad
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1. DATOS INFORMATIVOS
2. TÍTULO DE LA SESIÓN:
Organiza estrategias y procedimientos que se propone en función del tiempo y los recursos
Gestiona su aprendizaje de
necesarios para alcanzar la meta.
manera autónoma
Revisa la aplicación de las estrategias, los procedimientos y los recursos utilizados, en
función del nivel de avance, para producir los resultados esperados.
6°: Lee diversos tipos de textos de estructura compleja y vocabulario variado
Meta de aprendizaje: (infografía, artículos de opinión, manuales de uso,etc) y emite una opinión crítica y
sustentada, estableciendo conclusiones, inferencias y deducciones.
Habilidades para la vida
PREPARACIÓN DE LA SESIÓN
¿Qué se debe hacer antes de la sesión? ¿Qué recursos o materiales utilizarán en la sesión?
MOMENTOS DE LA SESIÓN
Se saluda amablemente a los estudiantes y se les muestra las siguientes imágenes. ANEXO
Se les menciona que el cuadro se quedará ahí con la finalidad de contrastar sus hipótesis después de la
lectura del texto.
DURANTE LA LECTURA ------------------------------------------
En grupo
Se propone leer a los niños leer en cadena. Nos ponemos de acuerdo con ellos sobre quién iniciará la lectura y
quienes la continuarán. Se les indica que lo hagan con entonación adecuada y en un tono de voz que puede
ser escuchado por todos. Detenemos la lectura en algunos momentos que consideras necesario para que
sigan elaborando sus hipótesis en relación al contenido que sigue en el texto. Una de las preguntas que
podemos utilizar es la siguiente: ¿por qué se habrá sentido desilusionada Rita?
En forma individual
Se solicita que hagan una lectura silenciosa del texto. Se indica que vayan subrayando las partes del mismo
que consideran importantes
Se continúa el diálogo preguntando: ¿qué hubiera pasado si Rita no hubiera cumplido con sus
responsabilidades?, ¿será importante cumplir con nuestras responsabilidades?, ¿por qué?, ¿de qué trata
principalmente el texto? Escucha a los niños. Si alguno de ellos no participa se les puede decir: José ha
dicho que Rita es responsable, ¿qué opinas Nicolás?, ¿estás de acuerdo con él?
Volvemos a mirar las primeras hipótesis dadas por los estudiantes y busca que contrasten en función a
lo que han leído.
Se pregunta:
Se recuerda con los niños lo desarrollado en la sesión de hoy: Leer un texto sobre la responsabilidad. Se
relaciona lo trabajado y dialogado con su vivencia:
¿Les ha pasado algo parecido a Rita? ¿qué hicieron?
¿Cuántos de ustedes cumplen con sus responsabilidades?
¿Será importante cumplir con nuestras responsabilidades en el aula?
Se promueve la reflexión de los estudiantes respecto a sus aprendizajes.
Se escriben algunas conclusiones y se les explica el significado de la responsabilidad y se les menciona
que ser responsable es una buena cualidad ya que permite tener una mejor convivencia con los demás.
Se solicita que elaboren en su cuaderno un listado de las posibles responsabilidades que
podríamos tener en el aula.
Se realiza las siguientes preguntas:
¿Qué hicimos?, ¿para qué lo hicimos?
¿Qué aprendimos?
Comenta que las ideas escritas en el cuento y el mensaje que transmiten los
ayudarán para participar en el conversatorio al final de la experiencia.
Sí No Sí No SÍ NO
ANEXO 1
ANEXO 2
Un encargo insignificante
Pedro Pablo Sacristán
El día de los encargos era uno de los más esperados por todos los niños en clase. Se celebraba durante la
primera semana del curso, y ese día cada niño y cada niña recibía un encargo del que debía hacerse
responsable durante ese año. Como con todas las cosas, había encargos más o menos interesantes, y los
niños se hacían ilusiones con recibir uno de los mejores. A la hora de repartirlos, la maestra tenía muy
en cuenta quiénes habían sido los alumnos más responsables del año anterior, y éstos eran los que con
más ilusión esperaban aquel día. Y entre ellos destacaba Rita, una niña amable y tranquila, que el año
anterior había cumplido a la perfección cuanto la maestra le había encomendado. Todos sabían que era
la favorita para recibir el gran encargo: cuidar del perro de la clase. Pero aquel año, la sorpresa fue
mayúscula. Cada uno recibió alguno de los encargos habituales, como preparar los libros o la radio para
las clases, avisar de la hora, limpiar la pizarra o cuidar alguna de las mascotas. Pero el encargo de Rita
fue muy diferente: una cajita con arena y una hormiga. Y aunque la profesora insistió muchísimo en que
era una hormiga muy especial, Rita no dejó de sentirse desilusionada. La mayoría de sus compañeros lo
sintieron mucho por ella, y le compadecían y comentaban con ella la injusticia de aquella asignación.
Incluso su propio padre se enfadó muchísimo con la profesora, y animó a Rita a no hacer caso de la
insignificante mascotilla en señal de protesta. Pero Rita, que quería mucho a su profesora, prefería
mostrarle su error haciendo algo especial con aquel encargo tan poco interesante: – Convertiré este
pequeño encargo en algo grande –decía Rita. Así que Rita investigó sobre su hormiga: aprendió sobre las
distintas especies y estudió todo lo referente a su hábitat y costumbres, y adaptó su pequeña cajita para
que fuera perfecta. Cuidaba con mimo toda la comida que le daba, y realmente la hormiga llegó a crecer
bastante más de lo que ninguno hubiera esperado... Un día de primavera, mientras estaban en el aula,
se abrió la puerta y apareció un señor con aspecto de ser alguien importante. La profesora interrumpió
la clase con gran alegría y dijo: – Este es el doctor Martínez. Ha venido a contarnos una noticia
estupenda ¿verdad? – Efectivamente. Hoy se han publicado los resultados del concurso, y esta clase ha
sido seleccionada para acompañarme este verano a un viaje por la selva tropical, donde investigaremos
todo tipo de insectos. De entre todas las escuelas de la región, sin duda es aquí donde mejor habéis
sabido cuidar la delicada hormiga gigante que se os encomendó. ¡Felicidades! ¡Seréis unos ayudantes
estupendos! Ese día todo fue fiesta y alegría en el colegio: todos felicitaban a la maestra por su idea de
apuntarles al concurso, y a Rita por haber sido tan paciente y responsable. Muchos aprendieron que
para recibir las tareas más importantes, hay que saber ser responsable con las más pequeñas, pero sin
duda la que más disfrutó fue Rita, quien repetí a para sus adentros "convertiré ese pequeño encargo en
algo grande".