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Biodecodificación

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¿Qué harás cuando te cures?

Descodificación Biológica
como herramienta de sanación
Es una herramienta para descifrar por qué nos pasa lo que nos
pasa y emprender el camino para sentirnos mejor.
La Descodificación Biológica se convirtió en una herramienta que
ofrece una posibilidad de sanación. Cada vez más gente recurre a
ella con el propósito de tomar conciencia de los síntomas y
descubrir el sentido de la enfermedad. Cuando es posible encontrar
la causa profunda de aquello que nos sucede, en muchas
ocasiones, el cuerpo sana.
Para los especialistas en Biodescodificación, la enfermedad no es
un problema. Es una solución que el cerebro encuentra para
compensar una necesidad básica no satisfecha.
Cuando es posible encontrar la causa profunda de aquello que
nos sucede, en muchas ocasiones, el cuerpo sana.
Estas necesidades básicas son sobrevivir, protegerse, desplazarse
y comunicarse.
“Todo conflicto emocional tiene su origen en una necesidad básica
no satisfecha de alimentación, reproducción, defensa del territorio,
valorización, comunicación, identidad y pertenencia”, explica Daniel
Gambartte que está a cargo del Instituto Argentino de
Descodificación Biológica y agrega: "Estas necesidades pueden ser
reales o simbólicas. Para el cerebro, es lo mismo”.
La enfermedad, como una solución biológica, se activa cuando
vivimos una situación de estrés. El doctor Rike G. Hamer, padre de
la Nueva Medicina Germánica que define las cinco leyes sobre las
que se apoya la biodescodificación, afirma que la causa de un
síntoma, dolor o enfermedad debe buscarse en el momento en que
la persona experimentó un “shock traumático" inesperado que se
vive en soledad y que impacta en alguna área de nuestro cerebro.
Esta crisis genera alteraciones en el órgano que esa parte del
cerebro regula”.
Daniel Gambarte, nos ayuda a comprender esta afirmación de
Hamer: “La incapacidad de encontrar una solución a estos conflictos
hace que el cerebro resuelva la situación ejecutando programas
biológicos de supervivencia diseñados inteligentemente por la
naturaleza desde hace millones de años para tal necesidad.
Muchas veces, estos shocks son empeorados por la creencia de
que la enfermedad es algo malo y un peligro que nos acecha. El
miedo nos limita la oportunidad de abrirnos a otras posibilidades de
la consciencia para despertar y sanar".
Además señala que la biodescodificación nos ayuda a sanar
porque, cuando identificamos nuestro conflicto biológico, podemos
resolverlo y saber conscientemente qué necesidad hay que
satisfacer emocional o físicamente. Gambarte explicó las
características de este proceso.
¿Cuáles pueden ser estas situaciones que generan un shock
traumático?
- Un acontecimiento emocionalmente incontrolable que no consiguió
resolverse en un plazo razonable para las leyes naturales: una
separación afectiva, una pérdida repentina, una gran ofensa
inesperada, un despido, una traición, la muerte de un familiar, un
diagnóstico médico fatal, un accidente, un estado de desesperación
por lo económico, etcétera.
Cuando hay toma de conciencia ¿la enfermedad desaparece?
- Cuando el inconsciente comprende que puede soportar un estrés
en forma consciente, el conflicto y la vivencia psíquica que producía
la enfermedad, queda sin efecto. La persona puede hacer llevadero
el conflicto o desapegarse de él completamente. Cuando esto
sucede, se siente un alivio interno. Si no se logra, la solución es la
enfermedad. Hay cientos de testimonios de sanación que
transmiten su experiencia y la emoción que acompaña cuando
sucede la sanación. Muchas personas van a ver al especialista
llevando los diagnósticos médicos en mano para saber cuál es el
síntoma a decodificar. De todas formas, nunca se aconseja
abandonar el tratamiento médico.
Para los biodescodificadores es habitual observar en sus pacientes
remisiones espontáneas de enfermedades como el cáncer, lupus,
hipo e hipertensión, diabetes, tiroiditis, obesidad, depresión,
bruxismo, leucemia, artritis, Parkinson, cuando el paciente toma
conciencia celular de lo que le pasa. "Estas sanaciones ya no nos
sorprende tanto como antes”, afirma Daniel. Justamente por estos
resultados, cada vez son más los profesionales de la salud que se
empiezan a formar en estos conocimientos.
¿Qué harás cuando te cures?
Esta pregunta provocativa es la que utiliza Gambarte cuando realiza
eventos de Descodificación en vivo. ¿Esto supone que hay
personas que no quieren curarse? Sí. Para algunos, tener dolores e
impedimentos se vuelve algo funcional. Cuando alguien padece,
prescinde de sus verdaderos potenciales ocultos y de las
capacidades propias para sobrevivir. Por eso, se alimentan
emocionalmente de los demás. Su identidad se asocia con la
enfermedad o el dolor y entonces ¿quiénes somos sin ella?
Por otra parte, la pregunta es un plus en el pensamiento para
cualquier persona que se anime a cuestionar sus creencias sobre el
concepto de la enfermedad. Nos impulsa a pensar en una finalidad
concreta para la vida y a minimizar el conflicto que provoca. Si se
da por hecho que hay curación, se crea de manera espontánea la
posibilidad de una nueva forma de pensar, vivir y sentir.
“Cuando cambiamos la forma de ver las cosas, las cosas que
vemos cambian. Nuestro inconsciente biológico, a través de nuestro
cerebro, suele reaccionar en un corto plazo hacia la recuperación
de nuestra energía vital logrando la sanación del conflicto y la
enfermedad”, describe el especialista.
El proyecto de enfermedad vs el proyecto de curación
El proyecto de enfermedad podría describirse con un pensamiento
como este: “Voy a prestar mucha atención durante toda mi vida
para tratar de evitar por todos los medios enfermarme aun cuando
gozo de buena salud”. Bajo esta creencia, el inconsciente preparará
todas las condiciones para tal proyecto y seguiremos con la
enfermedad, sólo porque es funcional al pedido.
El proyecto de curación, en cambio, hace referencia a este
pensamiento: “Tengo una finalidad concreta en mi vida, voy a
realizar mi deseo, mi sueño, nada me lo va a impedir. Voy a
procurar organizarme para hacer de mi vida lo que tenga ganas. No
lo haré prestando atención a lo que 'no quiero', sino a lo que 'sí
quiero'. De esta forma nuestro genio interno, llamado inconsciente,
nos preparará un entorno coherente para conseguir nuestra
finalidad. Por eso es fundamental darnos cuenta de nuestros
programas. He comprobado que las personas que están más sanas
son aquellas que hacen los que les da la gana”, afirma Daniel.

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