El hermoso proceso de gestación
Comprender cómo el proceso de gestación sucede mes a mes
Objetivo de la
y cómo se observa la evolución del feto dentro el útero
actividad
materno.
Instrucciones Instrucciones para trabajar la guía.
Materiales Lápices
El embarazo mes a mes
Primer mes:
El primer mes de embarazo es especial, ya que es el momento en que la mujer suele
descubrir que va a ser madre. Aunque físicamente todavía no se le nota la gestación, al
final de este primer mes la futura madre ya empieza a sentir los síntomas iniciales y es
posible hacer un test de embarazo para confirmarlo.
Para que haya una gestación, es necesaria la fecundación del óvulo por parte del
espermatozoide. Así se forma el cigoto (embrión de una única célula), que se irá dividiendo
hasta dar lugar a un blastocisto en los primeros días de desarrollo embrionario.
Cuando el embrión llega hasta el útero en estadio de blastocisto, sobre los días 6-8
después de la concepción, puede producirse un suceso relevante que marcaría el inicio de
la gestación: la implantación embrionaria en el endometrio uterino.
Segundo mes:
Tras la implantación, se producirá la gastrulación, mediante la cual las células del disco
embrionario darán lugar a 3 capas diferenciadas: ectodermo, mesodermo y endodermo.
Estas tres capas embrionarias formarán todos los tejidos y órganos del bebé.
Posteriormente, en este segundo mes de embarazo se origina el sistema nervioso central y
el corazón primitivo del bebé. También empieza a formarse el intestino, los ojos, las orejas,
las piernas y brazos y, en definitiva, la mayoría de órganos primitivos del bebé. Es un mes
de mucha evolución en el que el corazón primitivo, incluso, comienza a latir en la semana 6
de gestación.
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Por otro lado, los cambios en la madre todavía no son notables externamente. La barriga
todavía no se nota, aunque es posible que la mujer empieza a sentir ya algunos síntomas
como náuseas, vómitos, cansancio o sensibilidad mamaria.
También puede ocurrir que la gestación avance sin demasiados síntomas, pero ello no es
indicativo de complicación: simplemente significa que hay mujeres que padecen los
síntomas de forma más suave.
Tercer mes:
A partir de este mes finaliza el periodo de embrión y comienza el periodo fetal, por lo que
el embrión pasa a denominarse feto. En el tercer mes de embarazo, el futuro bebé forma
todos sus órganos, aunque, por el momento, no están desarrollados del todo. Falta que
maduren y acaben de evolucionar correctamente.
A lo largo de estas 4 semanas, el feto crece hasta los 7 cm y llegará a pesar unos 8-14
gramos, aproximadamente.
En cuanto a la embarazada, es habitual que ya empiece a coger peso y que la barriga
comience a aumentar su tamaño. Además, al finalizar este mes, es habitual que comiencen
a reducirse los molestos síntomas causados por la hormona hCG, como las náuseas. El
motivo es que la concentración de esta hormona alcanza un pico en la semana 12, pero
luego comienza a descender paulatinamente.
Cuarto mes:
En este cuarto mes de gestación, el feto se cubre de lanugo, un vello muy fino que recubre
su piel y que actúa de conservador del calor corporal. Sus ojos son particularmente
grandes, aún los mantiene cerrados y están muy separados entre sí. Sin embargo, la forma
de la cara ya está definida y se puede distinguir perfectamente el cuello que separa la
cabeza del resto del cuerpo.
El intestino fetal comienza a acumular una sustancia espesa denominada meconio, que
constituirá las primeras heces del bebé que expulsará tras el nacimiento.
Además, en la semana 16 de embarazo, aparecen los pliegues epidérmicos en las palmas
de las manos y en los dedos del bebé, lo que serán sus huellas dactilares.
El tamaño del feto cuando finaliza el cuarto mes de gestación puede ser de unos 18 cm y su
peso será de unos 100 g.
El volumen del vientre materno seguirá aumentando, así como el peso corporal, lo que
hará que comiencen ciertas molestias relacionadas como una mayor frecuencia de
micción. Notar al bebé puede ser algo ya habitual al finalizar este mes, especialmente entre
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las mujeres que no son primerizas, pues por su tamaño y desarrollo sus movimientos son
frecuentes.
Quinto mes:
Uno de los primeros cambios en este periodo de gestación es la aparición de la vérnix
caseosa, una sustancia grasa y blanquecina que protegerá la piel del bebé.
Por otro lado, el feto empieza a percibir sonidos como la voz materna, por lo que puede ser
interesante estimular esta capacidad. Además, las 4 cavidades cardíacas (2 aurículas y 2
ventrículos) se delimitan en este mes y el corazón fetal ya late con fuerza.
Al finalizar el quinto mes de gestación, el bebé puede llegar hasta los 25 centímetros de
longitud, aproximadamente, y a los 300 g de peso.
Es posible que la embarazada note que, cuando se tumba, el feto se mueve mucho más y
con más energía. Esto se debe a que el bebé se encaja mejor en la pelvis materna cuando
la mujer está de pie. Por esta razón, sus movimientos pueden disminuir
considerablemente, mientras que aumentan cuando la embarazada está en posición
horizontal (tumbada).
Puede que el ombligo de la mujer se aplane o empiece a salirse hacia afuera. Si es el caso,
volverá a su aspecto habitual después de dar a luz.
La embarazada ya no sentirá náuseas ni vómitos, aunque puede que tenga otro tipo de
molestias, tales como ardores de estómago y dolores de espalda.
Sexto mes:
La evolución del bebé pasa por medir de 25 cm a 35 cm, aproximadamente, y de pesar
cerca de 300 gramos hasta unos 750 gramos.
Al reconocer los sonidos claramente, responde perfectamente a los estímulos como, por
ejemplo, la música. De este modo, se puede comprobar cómo el feto se mueve cuando
escucha música, como respuesta al estímulo sonoro que está recibiendo.
En cuanto al pelo del futuro bebé, ya se le han formado las cejas, el cabello y las pestañas.
Su piel empieza a volverse más opaca, cogiendo consistencia. El bebé puede abrir y cerrar
los ojos, además de hacer gestos como sacar la lengua. Las proporciones de su cuerpecito
empiezan a igualarse en relación a su cabeza. Cada vez está mejor formado y se parece
más al futuro recién nacido.
En cuanto a la embarazada, se termina el segundo trimestre y el estado de gestación ya se
evidencia. La barriga ya debe ser bastante voluminosa, por lo que es probable que la mujer
se sienta cansada, tenga dolores de espalda, molestias o incomodidades en ciertas
posturas y algo de hinchazón en piernas, tobillos y pies.
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Séptimo mes:
Empieza el último trimestre de embarazo y el desarrollo fetal es ya avanzado. Por ello, es
normal que la mujer sienta mayor cansancio y pesadez. Además, a la embarazada le
costará más dormir, hacer ciertos movimientos como atarse los cordones o agacharse a
recoger cosas del suelo. Adicionalmente, es probable que haya más hinchazón en pies y
tobillos.
En este periodo de gestación, el esqueleto fetal se hace más consistente. La grasa ya
empieza a acumularse debajo de la piel del bebé, lo que le permitirá controlar la
temperatura tras el nacimiento. En este mes, la longitud del feto alcanzará los 40 cm,
aproximadamente, y puede llegar a sobrepasar ligeramente los 1100 gramos.
Debido a este aumento considerable de peso y longitud, el espacio en el útero comienza a
ser más limitado. Además, el útero presiona a la vejiga por su evidente aumento de
tamaño, por lo que las ganas de orinar serán frecuentes.
Octavo mes:
El bebé comienza a perder el lanugo que cubría su cuerpo y sigue aumentando de peso y
tamaño, por lo que se siguen limitando sus movimientos y, al mismo tiempo, no deja de
presionar, cada vez más, la vejiga materna. A lo largo de este mes, el bebé alcanzará cerca
del 50% del peso total que tendrá al nacimiento.
Además, seguramente en este mes de embarazo los movimientos del bebé ya sean visibles
por fuera del abdomen materno, lo que será realmente especial.
Por otro lado, su piel va adquiriendo cada vez un aspecto más liso y sonrosado, debido a
que sigue la acumulación de grasa subcutánea. Pese a que el bebé está prácticamente
formado, sus pulmones aún no están maduros y, si tuviera lugar un parto prematuro, no
podrían respirar por sí mismos.
Es muy posible que la mujer sienta acidez o que esté estreñida durante esta fase del
embarazo. Todos estos síntomas son muy habituales y se deben a que el aumento del
tamaño del útero hace las digestiones más difíciles, lentas y pesadas.
El cansancio durante este último período del embarazo también es bastante normal. Esto
ocurre no solo por el aumento de peso, que suele fatigar mucho, sino porque las
dificultades para dormir y descansar ya serán notables.
Se recomienda tomar mucho calcio, hierro, ácido fólico, proteínas y vitamina C. El estado
de gestación es muy avanzado, así que la embarazada debe cuidarse mucho.
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Noveno mes:
Al finalizar el noveno mes de embarazo, el feto puede medir cerca de 50 cm y, su peso,
será de unos 2500 g de media. Durante este periodo, el bebé encaja su cabecita en la pelvis
materna, preparándose para el parto.
La piel del bebé ya no está arrugada y es más suave, debido a la grasa que se ha ido
acumulando debajo de ella y a la desaparición, casi completa, del lanugo. El color de la piel
ya no es tan rojo, sino que empieza a sonrojarse y se asemeja más al color definitivo que
tendrá en el momento del parto.
Como hemos comentado, desde hace ya algunas semanas, los movimientos del bebé son
menores debido a su aumento de tamaño y de peso, pero esto no significa que la
embarazada no sienta la presencia de su futuro hijo. De hecho, no debe pasar ni un solo
día en que no se sienta al bebé. No obstante, es habitual que ahora los movimientos se
sientan más bruscos, como si fuesen patadas, ya que el bebé tiene muy poco espacio para
moverse.
Este mes puede hacerse especialmente largo y molesto para la madre, aunque lo vive con
mucha ilusión: el parto se acerca y son muchas las ganas de verle la carita al bebé.
Mes de embarazo Acontecimientos importantes.
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