Sistema Solar - National Geographic
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Sistema Solar - National Geographic
Los planetas rocosos: Mercurio, Venus, La Tierra y Marte; y los gigantes gaseosos: Júpiter, Saturno,
Urano y Neptuno, son los 8 mundos que componen el sistema solar. Os contamos todo lo que
necesitáis saber sobre cada uno de ellos en este viaje por nuestro vecindario cósmico.
El planeta Mercurio
El planeta Venus
El planeta Tierra
El planeta Marte
El planeta Júpiter
El planeta Saturno
El planeta Urano
El planeta Neptuno
Mercurio, Venus, La Tierra y Marte; Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Estos son los 8 planetas
que forman parte del sistema solar.
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Los cuatro primeros, Mercurio, Venus, La Tierra y Marte, tienen algo en común: todos se sitúan en
las órbitas más cercanas al Sol, cuentan con un núcleo metálico en su interior y están conformados
por materiales sólidos, por lo que reciben el nombre de planetas rocosos o planetas interiores.
Por su parte las órbitas de Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno se sitúan mucho más lejos del Sol, en
la parte exterior del sistema solar, y están conformados en su mayoría por gas, por lo que son con
Próximo
Antaño se consideró y se bautizó a estos 4 planetas como gigantes gaseosos, sin embargo, a día de
hoy los astrónomos consideran que en nuestro sistema planetario solo 2 planetas atienden a esta
a esta definición: Júpiter, el planeta mas grande del sistema solar, y Saturno, el planeta famoso por
sus anillos. En el caso de Urano y Neptuno, que en el pasado se incluían en esta categoría, ahora
son considerados como gigantes helados; la razón es que están constituidos principalmente por
hielo, roca y gas.
Pero más allá de las cualidades que puedan tener en común, cada uno de los planetas del sistema
solar es un mundo único y presenta unas características muy particulares que lo diferencian de los
demás. A continuación detallamos todo lo que necesitáis saber sobre cada uno de ellos.
EL PLANETA MERCURIO
Mercurio fue nombrado de esta manera en honor a Hermes, el mensajero de los dioses griegos del
Olimpo. Más tarde los romanos lo bautizaron, tal y como ocurre con el resto de los planetas, con el
equivalente en su mitología para los dioses griegos, en este caso Mercurio. Y con ese nombre ha
llegado hasta nuestros días.
Con un tamaño tan solo un poco mayor al de nuestra luna, es el planeta más pequeño del sistema
solar y el más cercano al Sol. Se trata del menor de los planetas rocosos del sistema solar y de
manera similar a la Luna, presenta una superficie plagada de cráteres, en parte, debido a la
finísima y casi ausente atmósfera (exosfera) que le rodea. Con una velocidad de 170.5030
kilómetros por hora, también se trata del planeta que viaja más rápido a través del espacio -de
aquí su nombre- ya que la velocidad de un planeta incrementa con su cercanía a la estrella que
orbita.
Por su proximidad al Sol, desde la superficie de Mercurio nuestro astro se vería 3 veces más
grande que desde la Tierra, y su brillo sería hasta 7 veces superior. También cabría esperar que,
por su cercanía al Sol, Mercurio fuera el planeta más caliente del sistema solar, sin embargo,
contradiciendo la intuición, este honor es para el Venus, pues es en Venus que, debido a su densa
atmósfera, se registran las temperaturas más altas de todo el sistema solar.
EL PLANETA VENUS
Solo tras el Sol y la Luna, Venus es el objeto más brillante que se puede ver en el firmamento
desde la Tierra. Esto propició, ya desde la antigüedad, que por su brillo y belleza los romanos
asociaran el planeta con la diosa de la belleza y el amor, Venus, de la cual recibe su nombre.
Parte de la intensidad del brillo de Venus es debido a la cercanía con la Tierra, ya que se trata del
planeta que más próximo se encuentra de nosotros. También es el segundo planeta más cercano
al Sol. Se trata de otro de los 4 planetas rocosos del sistema solar y debido a la gran similitud tanto
en tamaño como en densidad con nuestro planeta, en ocasiones es denominado como el planeta
gemelo de la Tierra.
Otra gran diferencia con la Tierra y con el resto de planetas del sistema solar es que Venus gira
sobre su eje al contrario que los demás, es decir, en el caso de Venus el Sol sale por el oeste y se
pone por el este. Además su rotación es tremendamente lenta, ya que tarda 243 días en dar una
vuelta sobre si mismo, lo que propicia que el año en Venus, el cual dura 225 días, sea mas corto
que un día en el planeta.
Al igual que la Tierra, Venus posee un núcleo de hierro envuelto por un manto de roca caliente y
una corteza rocosa. En cuanto a su superficie presenta un color oxidado y está salpicada de
montañas y miles de grandes volcanes, algunos de los cuales los científicos creen que aún siguen
activos.
EL PLANETA TIERRA
Por simple que pueda parecer, el nombre de nuestro planeta, no obstante, también tiene un
origen en la mitología griega. Así, en este caso, los antiguos griegos denominaron a la Tierra en
honor a la diosa Gea, la cual era adorada como la creadora del universo y la madre, tanto de los
dioses primordiales, los titanes, como de los primeros humanos. Al igual que sucede con el resto
de planetas, posteriormente los romanos la bautizaron con el nombre de su diosa equivalente,
Terra, el cual ha transcendido hasta el presente con las evidentes adaptaciones.
Nuestro hogar, la Tierra, es el quinto planeta más grande y el tercero en cercanía al Sol del sistema
solar. Entre otras cualidades como la rotación de su eje respecto a la elíptica, la composición de su
atmósfera rica en oxígeno o la presencia de agua líquida, esta distancia de la Tierra al Sol -situada
dentro de la zona de habitabilidad de una estrella- es la responsable de que nuestro planeta sea el
único del sistema solar en el que hasta el momento se haya encontrado vida.
De hecho, en la Tierra se suceden una gran cantidad de características que hacen posible la vida.
Por ejemplo, la atmósfera de la Tierra, la cual también nos protege de la radiación procedente del
Sol y del espacio, está compuesta por un 78 % de nitrógeno, un 21 % de oxígeno y un 1 % de otros
ingredientes: el equilibrio perfecto para respirar y vivir. Los vastos océanos de la Tierra
proporcionaron un lugar conveniente para que comenzara la vida hace unos 3.800 millones de
años. La Tierra es del mismo modo el único planeta del sistema solar con una sola luna, la cual es,
en muchos sentidos, responsable de hacer de la Tierra un hogar habitable al regir las mareas o
estabilizar la oscilación de nuestro planeta, lo que ha hecho que el clima sea menos variable
durante miles de años.
El planeta Marte recibe su nombre en honor a Ares, el dios griego de la guerra. Más tarde los
romanos lo bautizaron, tal y como ocurre con el resto de los planetas, con el equivalente en su
mitología para los dioses griegos, en este caso Marte.
Marte, también conocido como el planeta Rojo, es el más alejado del Sol de los cuatro planetas
rocosos del sistema solar, y el segundo más cercano a la Tierra, aunque cuenta aproximadamente
con solo la mitad de su tamaño. Se trata de un planeta sencillo de identificar en el firmamento
nocturno debido al brillo rojizo que hace honor a su nombre.
Pese a lo que pudiera parecer por su rojo color, Marte no es planeta cálido. Muy al contrario, en
la actualidad se trata de un planeta seco, rocoso, inhóspito y frío, algo que no exime al planeta de
haber albergado unas condiciones pasadas en las que la vida hubiera sido posible. Así, se cree que
en el pasado Marte fue un mundo más cálido cubierto de agua, motivo por el que los científicos no
cesan en su empeño de encontrar signos de vida pretérita. De hecho, en Marte podemos
encontrar agua a día de hoy, no obstante la atmósfera marciana es demasiado delgada para que
exista agua líquida por mucho tiempo en la superficie, por lo que la mayor parte del agua marciana
se encuentra en forma de hielo debajo de la superficie, en las regiones polares.
Además, al igual que la Tierra, en Marte también se suceden las estaciones, pero estas duran más
que aquí, ya que Marte tarda casi más del doble de tiempo que nuestro planeta en orbitar
alrededor del Sol. Hace poco también, los científicos demostraron que Marte es un planeta
geológicamente activo en el que se han identificado martemotos -el equivalente marcianos a los
terremotos- y aunque muy débil, también un campo magnético que indica que, al igual que en la
Tierra, el núcleo metálico de Marte actuó como una dinamo. Además en Marte se encuentran
también algunos de los accidentes geográficos más interesantes del sistema solar, como es el gran
sistema de cañones de 4.800 kilómetros conocido como Valles Marineris o el Monte Olimpo, que
con 22,5 kilómetros de altura es a su vez la montaña y el volcán más grande del sistema solar.
Marte tiene dos lunas pequeñas llamadas Fobos y Deimos, ambas nombradas en honor a los hijos
del dios Ares en la mitología griega, y de las cuales se piensa que pueden ser asteroides
capturados.
EL PLANETA JÚPITER
Como no podía ser de otra manera, Júpiter, con más del doble de la masa que el resto de planetas
juntos, es el planeta más grande del sistema solar por lo que recibe su nombre del dios entre los
dioses del Olimpo, Zeus; Júpiter en la mitología romana.
Y es que todo en Júpiter adquiere magnitudes extraordinarias. Para hacernos una idea, en torno a
la línea del ecuador de Júpiter cabrían hasta 11 planetas Tierra puestos en fila. La velocidad a la
que gira este coloso del sistema solar también es endiablada, pues no solo hay que tener en
cuenta que el día en Júpiter dura apenas unas escasas 10 horas mientras que en la Tierra un día
dura 24 horas, sino también que su radio es 10 veces mayor que el de nuestro planeta. Esta
también es la causa de los fuertes vientos que se producen en la atmósfera de Júpiter, los cuales
en el ecuador del planeta pueden alcanzar hasta los 540 kilómetros por hora, dando lugar a las
tormentas más impresionantes del sistema solar, como es el caso de la Gran Mancha Roja, una
tormenta que según los científicos lleva activa más de 300 años y en la cual cabrían 2 planetas
Sin duda, uno de los aspectos más fascinantes de Júpiter es su atmósfera. De hecho, Júpiter es
conocido por sus distintivos cinturones y zonas: bandas de nubes blancas y rojizas que envuelven
el planeta y le dan un aspecto realmente impresionante. Se cree que las bandas más oscuras se
corresponden con columnas de gases que contienen azufre y fósforo que se elevan desde el
interior más cálido del gigante gaseoso.
También es muy probable que Júpiter no tenga una, sino tres capas de nubes repartidas en la
parte más baja de su atmósfera, la cual, en su totalidad, puede elevarse hasta los 1.000
kilómetros. Así, los astrónomos creen la capa más interna de la atmósfera podría estar formada
por hielo de agua y vapor, la capa intermedia probablemente esté conformada por cristales de
hidrosulfuro de amonio y la capa superior de hielo de amoníaco.
Como es apreciable, Júpiter es un mundo supermasivo, pero compuesto por elementos ligeros,
principalmente Helio e Hidrógeno, pero ¿se trata de un planeta formado exclusivamente por gas?
La respuesta es que todavía se desconoce la naturaleza del interior del planeta, pero los científicos
barajan la posibilidad de que Júpiter alberge un núcleo sólido en su interior, aunque de ser así, es
probable que solo tenga el tamaño de la Tierra.
¿Se trata de un planeta apto para albergar vida? Por todas estas características, además de por la
enorme gravedad que impera en Júpiter, la cual además funciona como un escudo antiasteroides
para los planetas interiores del sistema solar, las probabilidades son infinitamente escasas. Sin
embargo, Júpiter es un pequeño sistema planetario en si mismo, por los que los científicos no
descartan que la vida pudiera desarrollarse en alguna de sus 79 lunas, entre las cuales
destacan Europa, Ganímedes, Ío y Calisto, bautizadas en honor a las amantes del dios Zeus.
EL PLANETA SATURNO
Saturno es otro de los planetas más grandes del sistema solar, por lo que al igual que Júpiter,
recibe su nombre de uno de los dioses más importantes de la mitología para griegos y romanos,
quienes respectivamente se referían a él como Cronos y Saturno, y en sendas mitologías fueron
padres de Zeus y Júpiter. Cronos y Saturno eran, de hecho, los dioses del tiempo y la agricultura.
Saturno es el planeta que a lo largo del año se puede observar durante más tiempo en el
firmamento, por lo que la elección de ambas culturas para nombrar a este gigante gaseoso no es
una casualidad.
Saturno es el sexto planeta en distancia al sol del sistema solar. También se trata del segundo
planeta más grande (9 planetas Tierra en fila cabrían a lo largo de la línea de su ecuador) y el otro
de los gigantes gaseosos de nuestro vecindario cósmico, aunque al igual que sucede con Júpiter,
los científicos creen que podría albergar una núcleo sólido en su interior.
Sin duda, el elemento más llamativo de Saturno son sus 7 anillos, los cuales se cree que están
compuestos millones de pedazos de hielo y roca procedentes cometas, asteroides o lunas que se
desintegraron antes de llegar al planeta debido a la poderosa gravedad de Saturno. Este sistema
de anillos se extiende hasta una distancia de 282.000 kilómetros del planeta, pudiendo alcanzar un
grosor de 10 kilómetros en los más importantes. Una curiosidad sobre estos anillos es que fueron
nombrados alfabéticamente en el orden en que fueron descubiertos, y no en el orden en el que se
establecen. Así, los anillos principales son A, B y C. Los anillos D, E, F y G son más débiles y se
descubrieron más recientemente. Y comenzando en Saturno y desplazándonos hacia el exterior
encontraríamos los anillos, D,C, B, A, F, G y E.
Al igual que Júpiter, Saturno tiene 53 lunas conocidas con 30 lunas adicionales a la espera de la
confirmación de su descubrimiento, es decir, un total de 83 lunas, algunas tan interesantes
como Titán o Encélado.
EL PLANETA URANO
El dios Urano fue en la mitología griega el dios del cielo. Sin embargo, cuando los griegos se
referían al objeto que brillaba en el cielo con este nombre, no se estaban refiriendo a un planeta,
si no que creían que se trataba de una estrella. Para constatar que Urano se trataba de un planeta
hubo que esperar hasta el año 1781, cuando fue descubierto por Sir William Herschel, quien quiso
bautizarlo en honor al rey Jorge III de Inglaterra. Georgium Sidus, el nombre propuesto por
Herschel para este gigante de hielo no prosperó, y la comunidad astronómica acordó en el año
1850 que este adoptara el nombre de Urano, un nombre de origen mitológico en consonancia al
resto del planetas del sistema solar.
Urano es el séptimo planeta en distancia al sol, el tercero más grande, el cuarto más masivo y el
segundo menos denso del sistema solar. Se trata del primero de los gigantes helados de nuestro
sistema planetario y está compuesto por una especie de "hielo" fluido de agua, amoníaco y
metano. De hecho, el manto helado de Urano no está compuesto de hielo en el sentido
convencional, sino que es un fluido caliente y denso formado por agua, amoníaco y otros volátiles.
Urano es un planeta muy diferente a todos los que hemos visto con anterioridad, aunque
comparte una característica especialmente excepcional con el planeta Venus, y es que rota de
oeste a este. Con la salvedad, eso si, algo que lo hace mucho más especial, de que gira en un
ángulo de casi 90 grados desde el plano de su órbita, lo cual hace que Urano parezca girar de
costado, orbitando alrededor del Sol como una bola rodante.
El gigante de hielo está rodeado por 13 anillos tenues, los cuales forman el segundo sistema anular
que fue descubierto en el sistema solar tras el de Saturno. También cuenta con 27 satélites
naturales conocidos, los cuales reciben su nombre en honor de los personajes de las obras de
William Shakespeare y Alexander Pope.
El nombre del planeta Neptuno, dios de los océanos para los romanos, en un proceso parecido al
que tuvo lugar con Urano, fue adoptado por consenso dentro de la comunidad de
astrónomos. Neptuno fue el primer planeta descubierto mediante cálculos matemáticos, ya que
los antiguos, al igual que ocurrió con Urano, pensaban que se trataba de una estrella.
Oscuro, frío y regido por vientos supersónicos, el gigante de hielo Neptuno es el octavo y más
distante planeta de nuestro sistema solar. Está tan lejos que es el único de los planetas que no es
visible desde la Tierra a simple vista.
Neptuno guarda muchas similitudes con su vecino Urano. Así, Neptuno se clasifica como un
gigante de hielo, y la mayor parte de su masa corresponde con una especie de "hielo" fluido de
agua, amoníaco y metano que se asienta sobre un pequeño núcleo rocoso. Al igual que sucede en
Urano, la atmósfera de Neptuno se compone principalmente de hidrógeno molecular, helio
atómico y metano, aunque algunas pequeñas diferencias en esta hace que los dos planetas se
vean de colores azules diferentes.
Neptuno tiene 14 lunas conocidas que llevan el nombre de dioses del mar y ninfas en la mitología
griega y también un sistema de anillos que cuenta con cinco anillos principales y cuatro arcos de
anillos más, que son cúmulos de polvo y escombros probablemente formados por la gravedad de
una luna cercana.