Pobreza Extrema en El Perú
Pobreza Extrema en El Perú
Pobreza Extrema en El Perú
UNIVERSIDAD DE HUÁNUCO
FACULTAD DE INGENIERÍA
E.A.P INGENIERIA
CIVIL
II.1. LA POBREZA
Comparando Lima con el resto del país se aprecia que para el primer
caso, han sido los sectores de transportes y comunicaciones junto con el
de restaurantes y hoteles quienes han concentrado el incremento del
empleo en condiciones de pobreza extrema mientras que para el resto
del país los sectores con tales características han sido los de comercio
al por menor y aquellos denominados de actividades inmobiliarias.
Aunque habría que señalar que en el caso del departamento de Lima,
las actividades que concentran el 83% del empleo en estas condiciones -
pobreza extrema- son el comercio al por menor, los servicios personales
y el rubro de restaurantes y hoteles. Para el resto del país, por su parte,
el sector agrícola concentra por sí solo el 77.8% del empleo en situación
de pobreza extrema. Le sigue el comercio al por menor y la manufactura.
El enfoque más moderno y en boga sobre la pobreza, es decir, aquel que lleva
el sello del premio nobel Amartya Sen. Se inspira en la acepción primigenia de
pobreza como falta de capacidad de producir o de realizar su potencial
productivo. En este enfoque el énfasis está puesto no tanto en el resultado (ser
pobre en el sentido de no disponer de ingresos o bienes suficientes) sino en el
ser pobre como imposibilidad de alcanzar un mínimo aceptable de realización
vital por verse privado de las capacidades, posibilidades, y derechos básicos
para hacerlo. Este concepto de pobreza, actualizado por Amartya Sen y
despojado de sus rasgos incompatibles con una sociedad basada en la
igualdad básica de los seres humanos, podría ser definido como pobreza de
desarrollo humano. Este es el enfoque que ha sido instrumentalizado por el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), estableciendo
una serie de criterios de satisfacción de necesidades básicas –esperanza de
vida, logros educacionales e ingreso, que son la base del así llamado Índice de
Desarrollo Humano (IDH)– que formarían la base de recursos y habilidades que
permiten el “desarrollo humano, definido como el proceso de ampliación de las
opciones de las personas y mejora de las capacidades humanas (la diversidad
de cosas que las personas pueden hacer o ser en la vida.
Hasta comienzos del siglo XIX la pobreza era considerada como la norma de la
vida humana, tal como lo eran las enfermedades devastadoras, la falta de
educación o de libertad religiosa y política. Esta normalidad comenzó a cambiar
durante la segunda mitad del siglo XIX, cuando se fue haciendo evidente que la
industrialización iniciada en Gran Bretañay luego replicada en diversas partes
de Europa occidental estaba haciendo posible un significativo mejoramiento de
los niveles generales de vida. Fue surgiendo así, paulatinamente, una nueva
normalidad: la del bienestar como condición no sólo deseable sino también
posible de la vida humana.
Otra forma muy común pero altamente dudosa de usar el concepto de pobreza
relativa es simplemente hacerlo sinónimo de una cierta medida de la
distribución del ingreso en un país dado. Esta pobreza relativa aparente
acostumbra a ser definida a partir de un umbral de ingreso medido como
porcentaje del ingreso medio del país respectivo. Así por ejemplo, es usual
llamar pobres o “en riesgo de pobreza” a todos aquellos que disponen de
menos del 60% del ingreso disponible medio de la sociedad en que viven.
Actualmente se aceptan comúnmente tres categorías derivadas de esta forma
de medir la pobreza: la población que dispone entre un 50 y un 60% del ingreso
medio es catalogada como “en riesgo de pobreza”, aquella que dispone entre
40 y 50% de ese ingreso es catalogada como “pobre” y la que dispone de
menos del 40% se encontraría en “pobreza extrema”.
Podríamos citar cuatro causas, aunque sin duda a usted le vendrán más
razones a la mente.
Los desastres naturales son otra causa. Uno pudo apreciarlo en el caso de
Haiti. O tal vez fuertes lluvias y consecuentes inundaciones que arrasan con las
pocas propiedades que las personas posees. Terremotos, derrumbes entre
otros desastres causan gran dolor a las poblaciones marginales y pobres.
Por último, los conflictos políticos agravan la pobreza. Muchas personas por
causa de enfrentamientos armados deben abandonar sus hogares y vivir como
refugiados en otros lugares, a veces e países distintos donde no cuentan con la
protección que tienen los residentes legales. Algunos viven en casas repletas
de parientes, hacinados y apretados. Otros se han mudado a establos, lugares
para animales sin las condiciones higiénicas necesarias.
Muchas de las consecuencias son las mismas que las causas. Es decir,
se generó un círculo vicioso, el cual refuerza la desigualdad de la pobreza y la
transmite a las nuevas generaciones, quienes asumen con fatalidad su destino,
con lo cual afecta su baja autoestima creyendo que no pueden mejorar.
III. CONCLUSIONES