Ponencia Del Magistrado DR. DANILO A. MOJICA MONSALVO: Conociendo en Alzada Dictó
Ponencia Del Magistrado DR. DANILO A. MOJICA MONSALVO: Conociendo en Alzada Dictó
Ponencia Del Magistrado DR. DANILO A. MOJICA MONSALVO: Conociendo en Alzada Dictó
MOJICA MONSALVO
Cumplidas las formalidades legales con el nombramiento del ponente en la persona del
Magistrado quien con tal carácter suscribe, la celebración de la audiencia oral, pública y
contradictoria y la emisión de la decisión inmediata contemplada en el encabezamiento del
artículo 174 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, de seguidas pasa la Sala a reproducir y
publicar la sentencia en los términos siguientes:
CASACIÓN DE OFICIO
UNICO
En el caso examinado observa la Sala, que en fecha 2 de agosto del año 2018 el
juzgado ad quem emitió sentencia mediante la cual declaró lo siguiente:
(…) Por las razones anteriormente expuestas, este Tribunal Segundo Superior del
Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui, en nombre de la
República Bolivariana de Venezuela, administrando justicia y por autoridad de la
ley, declara: 1) CON LUGAR el recurso de apelación incoado por la parte actora
LISBETH JOSEFINA ARMAS a través de su apoderado judicial EDWIN
SÁNCHEZ CAVANERIO, inscrito en el Inpreabogado bajo el № 64.399 contra
la decisión dictada en fecha 13 de abril del 2018 y publicada el 23 de abril del
presente año por el Tribunal Primero de Primera Instancia de Juicio del Trabado
de la Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui con sede en la ciudad de
Barcelona, 3) SE MODIFICA la sentencia recurrida únicamente en lo que se
refiere al daño moral quedando incólume el resto de su contenido (…). (sic).
Del extracto de sentencia supra transcrito evidencia la Sala, que la juez ad quem
declaró con lugar el recurso de apelación ejercido por la representación judicial de la parte
actora, y en consecuencia, modificó solamente en lo relativo a la indemnización por daño
moral, la sentencia dictada por el juzgado a quo en fecha 13 de abril de 2018, quedando
firmes los otros puntos decidido, a saber, 1) Confesa a la parte demandada en cuanto a los
hechos, en virtud de la incomparecencia de ésta o sus apoderados judiciales a la celebración
de la prolongación de la audiencia de juicio, 2) Sin lugar el alegato formulado por la entidad
laboral demandada, referido a la excepción de ilegalidad de los actos administrativos por
haber sido dictados por autoridades manifiestamente incompetentes, 3) Sin lugar el alegato
de cosa juzgada, y, 4) Parcialmente con lugar la pretensión de la ciudadana Lisbeth Josefina
Armas. En tal sentido igualmente se observa, que la parte actora recurrió en casación de la
sentencia del ad quem.
En el presente caso se pudo constatar del contenido de la segunda delación, así como,
de la exposición realizada por el apoderado judicial de la accionante en la celebración de la
Audiencia del Recurso de Casación, constata la Sala, que la reclamación de la trabajadora se
fundamenta en la disconformidad con el monto condenado por la recurrida relativo a la
indemnización por daño moral, toda vez que si bien la juez ad quem mejoró el monto de Bs
150.000,00, condenado por el juez de juicio, estableciéndolo en la cantidad de 10 salarios
mínimos, calculados con base en el salario mínimo vigente para le fecha del efectivo pago,
dicha indemnización en la actualidad resulta insuficiente para cubrir los costos de vida de la
accionante, si se toma en cuenta, que se trata de una enfermedad ocupacional, así como, un
accidente de trabajo que le ocasionan a la trabajadora, una discapacidad parcial y
permanente, y una incapacidad total y permanente para el trabajo habitual.
Ahora bien, en atención con la jurisprudencia imperante, esta Sala sólo puede revisar
las infracciones expresamente señaladas, y excepcionalmente, casar de oficio el fallo
recurrido por infracciones no denunciadas, tal y como lo ha expresado la Sala Constitucional:
“pues no se trata de un mecanismo instaurado en protección de derechos e intereses
particulares, sino para tutelar ciertas normas cuyo respeto el ordenamiento considera
esencial” (Vid Sentencia N° 116 del 29 de enero de 2002, caso: José Gabriel Sarmiento
Núñez). En este orden de ideas, de acuerdo a lo dispuesto por la referida Sala en sentencia N°
1353, de fecha 13 de agosto de 2008 (caso: Corporación Acros, C.A.), la casación de oficio,
más que una facultad discrecional, constituye un verdadero imperativo constitucional, toda
vez que “asegurar la integridad de las normas y principios constitucionales es una
obligación de todos los jueces y juezas de la República, en el ámbito de sus competencias (ex
artículo 334 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela)”. De conformidad
con el principio constitucional dispuesto en el artículo 257, el cual indica, que “El proceso
constituye un instrumento fundamental para la realización de la justicia…”, y de acuerdo al
contenido del artículo 175 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, que confiere a esta Sala,
la facultad de casar de oficio el fallo recurrido, cuando en éste se evidencien infracciones de
orden público y constitucionales, aun cuando no se les hubiere denunciado.
En tal sentido, en ejercicio de la facultad que confieren los artículos 175 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, y 320 del Código de Procedimiento Civil, de casar de oficio el
fallo recurrido con base en las infracciones de orden público y constitucionales que en ella
encontrase, aunque no se las haya denunciado, la Sala pasa a decidir, sobre la base de las
siguientes consideraciones:
En tal sentido, el Titulo I de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las
Trabajadoras, está dedicado a normas y principios constitucionales y el Capítulo II a los
principios laborales, los cuales tienen su base en el artículo 89 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y en el artículo 9 del Reglamento de la Ley Orgánica del
Trabajo, (Decreto N° 4447, publicado en la Gaceta Oficial N° 38426 del 28 de abril de
2006).
Así, dentro de los principios del Derecho del Trabajo, cabe resaltar los siguientes:
Principio protectorio: para impedir abusos de la parte “fuerte” o superior,
representada por el empleador, sobre el trabajador. Se concreta en tres fórmulas: “in dubio
pro operario” por la cual si las circunstancias son dudosas, la resolución judicial debe
beneficiar al empleado; la de la norma más favorable, que consiste en aplicar cuando haya
más de una norma jurídica que regule el asunto, la que sea más propicia al trabajador; y la de
la condición más beneficiosa, que importa permitir pactar en los contratos mejores
condiciones laborales que las que la ley contempla, pero no más perjudiciales.
Principio de Justicia Social: Imponiendo a cada parte, derechos y deberes para que
cada uno obtenga lo que le corresponda.
Principio de Equidad: Por este principio, el Juez puede decidir una situación de
acuerdo a lo que considera justo de acuerdo al caso, si las normas no lo prevén.
SETENCIA DE MERITO
En este orden de ideas, de seguidas entra esta Sala de Casación Social, a resolver el
punto de apelación sometido a su consideración, el cual no es otro, que el quantum
condenado por daño moral (Bs. 150.000,00) toda vez que en opinión de la parte actora
recurrente, el mismo es irrisorio por no adecuarse al momento histórico que vive el país, y no
darle valor el juez a la certificación emanada de INPSASEL que dejó establecida la culpa del
patrono, por cuanto se constató que el accidente laboral se produjo por no habérsele
proporcionado las botas de seguridad, y al resbalarse se lesionó.
"...En cuanto al reclamo hecho por el daño moral y en aplicación de la teoría del
riesgo profesional, la responsabilidad de reparar dicho daño moral es objetiva, es
decir, debe ser reparado, por el patrono aunque haya habido o no culpa en la
ocurrencia del infortunio de trabajo, indemnización que se considera procedente
y cuyo monto se estima, tomando en cuenta los aspectos objetivos señalados por
la jurisprudencia de la Sala Social de nuestro máximo tribunal, bajo los siguientes
parámetros, los cuales se desarrollan como sigue: a) la entidad o importancia del
daño físico como psíquico: una "discapacidad parcial y permanente con
limitación para la realización de actividades que ameriten: flexión, extensión,
inclinación y rotaciones frecuentes de columna lumbar, subir y bajar escaleras en
forma repetitiva, bipedestación o sedestación prolongadas, levantar halar,
empujar cargas mayores de 10 kilogramos en forma repetitiva, trabajar en
posturas forzadas, caminar sobre superficies| irregulares o resbaladizas, impactos
o vibraciones frecuentes en columna vertebral", b) El grado de culpabilidad del
accionado o su participación en el accidente o acto ilícito que causó el daño: se
tiene que existieron fallas en el cumplimiento de los deberes que impone al
patrono la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de
Trabajo, que si bien no resultaron causantes directos en la enfermedad
ocupacional, fueron constatados. c) La conducta de la víctima: no se evidenció
que la trabajadora haya incurrido en actitudes inseguras cuando realizaba sus
funciones, d) Grado de educación y cultura de la víctima: se observa que la
actora tiene un grado de cultura de nivel medio, que es una mujer joven con una
vida productiva. e) Posición social y económica del reclamante: se observa que el
demandante tiene una condición económica inferior a la media, que su sustento
es producto del trabajo. f) Capacidad económica de la parte accionada: por la
actividad comercial a la que se dedica la empresa, se intuye que posee recursos
para cumplir con la actora. g) Los posibles atenuantes a favor del responsable:, la
trabajadora esta (sic) inscrita en el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales,
se observa que fue notificada de los riesgos por parte de la empresa, h) El tipo de
retribución satisfactoria que necesitarla la víctima para ocupar una situación
similar a la anterior a la enfermedad profesional: retribución dineraria. i)
Referencias pecuniarias estimadas para tasar la indemnización que considere
equitativa y justa para el caso concreto: En atención a las referencias pecuniarias
estimadas en casos semejantes, este tribunal estima como indemnización justa y
equitativa a favor de la parte actora, considerando la lesión sufrida, fijar la
indemnización por concepto de daño moral en la cantidad de CIENTO
CINCUENTA MIL BOLÍVARES (Bs. 150.000,00), todo ello de acuerdo a la
valoración de los parámetros antes detallados. Y así es establecido.-..."
En tal sentido, respecto a la oportunidad en la cual se debe estimar el daño moral, esta
Sala de Casación Social ha señalado que “Mientras que el daño moral, por cuanto no puede
ser realmente cuantificable, ni mucho menos tarifado por la Ley, queda a la libre estimación
del Juez sentenciador. Así se declara”. (Vid sentencia N° 144 del 7 de marzo de 2002, caso:
José Francisco Tesorero Yánez, contra Hilados Flexilón, S.A.).
(…) En tal sentido cabe señalar, que el pago que se dispone como reparación del
daño moral, no tiende a compensar el perjuicio extra patrimonial sufrido, sino
que éste sirve para acordar una satisfacción al damnificado, es por ello que el
Juez debe otorgar una suma de dinero en la que el juzgador tome en
consideración el desasosiego, sufrimiento, molestias, entre otros aspectos, pero
no como una compensación al dolor físico o psíquico, sino como una retribución
satisfactoria de los mencionados quebrantos, por lo que en consecuencia, el daño
moral no es de carácter patrimonial por cuanto no deriva de una obligación
dineraria.
Ahora bien, indexar es la acción encaminada a actualizar el valor del daño sufrido
al momento de ordenar su liquidación, corrigiendo así, la pérdida del poder
adquisitivo de la moneda por su envilecimiento como efecto de los fenómenos
inflacionarios, es decir, adecuar el monto reclamado al costo de la vida al tiempo
en que efectivamente es liquidado, por ello, algunos lo denominan corrección
monetaria, pues implica actualizar el monto requerido según determinados
índices, básicamente índices inflacionarios.
En suma, las reglas de indexación recaen sobre obligaciones dinerarias, es decir,
de naturaleza patrimonial muy distintas al daño moral que son de carácter
extrapatrimoniales, donde el sentenciador bajo criterios subjetivos percibe cual es
la importancia del daño sufrido y atendiendo a la escala de sufrimiento estima
una cantidad razonable y equitativa para retribuir el daño sufrido por el
trabajador; en cambio la indexación constituye un fenómeno autónomo que
obedece a circunstancias objetivas respecto de las obligaciones económicas,
totalmente distinto a las características expuestas sobre daño moral (…).
En tal sentido, si bien es cierto, que el ad quem estimó el daño moral en Bs. 150.000,00,
de conformidad con los parámetros jurisprudenciales que deben considerarse para la
cuantificación de la referida indemnización, no es menos cierto que el trabajador no puede
sufrir las consecuencias del tiempo transcurrido por el anuncio y tramitación del recurso de
casación anunciado y formalizado por dicha representación judicial, por lo que le
corresponde a esta Sala la estimación actual de este concepto, aplicando los parámetros
establecidos en la en sentencia supra citada 144 de 2002, (caso: Hilados Flexilón) para lo
cual se utilizará un parámetro de la situación actual, que sirva de referencia para tasar una
indemnización equitativa y justa para el caso concreto, teniendo en consideración, que el
accidente ocurrió en fecha 15 de marzo del 2007, cuya certificación fue expedida en fecha 18
de mayo del 2011, obteniendo la trabajadora una decisión a su favor en fecha 13 de abril del
año 2018. En tal sentido, resulta procedente en derecho modificar el referido monto bajo los
siguientes parámetros:
a.- La entidad del daño sufrido: La actora le fue otorgada una discapacidad total y
permanente para el trabajo habitual, por ruptura oblicua del cuerno posterior del menisco
medial de rodilla derecha, y lesión de ligamento cruzado anterior de rodilla derecha.
d.- Con respecto al grado de educación y cultura de la víctima: Se constata de los autos
del expediente, que la trabajadora tiene un nivel de educación media.
e.- Posición social y económica del reclamante: Observa la Sala, que la actora era
obrera y ejercía el trabajo de carnicera, y que para el momento de la ocurrencia del accidente
devengaba Bs. 21.000,00 con la otrora conversión, por lo que se concluya, que su posición
social y económica es modesta.
g.- Los posibles atenuantes a favor del responsable: No se evidencia a los autos.
h.- El tipo de retribución satisfactoria que necesitaría la víctima para ocupar una
situación similar a la anterior al accidente o enfermedad: Retribución dineraria.
i.- Referencias pecuniarias estimadas por el juez para tasar la indemnización que
considera equitativa y justa para el caso concreto: En virtud de que la sentencia recurrida
estimó el daño moral en el mes de abril de 2018 y, que por razones no atribuibles a la parte
actora han transcurrido más de un (1) año desde dicha estimación; esta Sala de Casación
Social considera, que en el presente asunto una retribución justa por el infortunio laboral
ocurrido en el año 2011 y certificado por el INSTITUTO NACIONAL DE PREVENCIÓN,
SALUD Y SEGURIDAD LABORALES (INPSASEL) el 18 de mayo del mismo año, la
cantidad de cuatrocientos (400) salarios mínimos, decretados por el Ejecutivo Nacional
vigentes para la fecha de la ejecución. Así se decide.
DECISIÓN
Dada, firmada y sellada en la sala de Despacho de la Sala de Casación Social del Tribunal
Supremo de Justicia en Caracas a los veintiséis (26) días del mes de junio del año 2019. Años 208° de
la Independencia y 160° de la Federación.
La Presidenta de la Sala,
__________________________________
MARJORIE CALDERÓN GUERRERO
__________________________________ ______________________________
MÓNICA MISTICCHIO TORTORELLA DANILO A. MOJICA MONSALVO
La Secretaria,
_____________________________
MARÍA VÁSQUEZ QUINTERO
R.C. N° AA60-S-2018-000474
Nota: Publicada en su fecha a
La Secretaria,