A3 21 Intervencioncoordinador Chile
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Nº 21 – Invierno 2017
1 Este trabajo fue presentado por Cristian Idiáquez en representación de los autores, miembros del equipo técnico
1
Área
3,
Nº
21-‐invierno
2017
decidimos
realizar
una
revisión
colectiva
de
los
textos
que
componen
la
bibliografía
del
tercer
módulo
de
dicha
formación
–compuesta
por
ocho
módulos
semestrales-‐
y
que
está
dedicado
a
aquél.
Nuestra
expectativa
ha
sido
no
sólo
tener
un
sustento
para
nuestra
discusión
sino
también
revisitar
críticamente
los
autores
e
ideas
que
comandaron
esa
parte
de
la
formación,
de
la
que
cada
uno
de
los
integrantes
del
equipo
técnico,
ha
sido
parte.
Los
detalles
y
recovecos
son
innumerables,
pero
nos
fue
posible
señalar
e
identificar
unos
cuantos
ejes
sobre
los
que
pivotearon
nuestras
inquietudes
y
preguntas;
si
bien
la
tentación
de
obtener
un
texto
redondo
y
acabado,
un
ECRO
común,
una
respuesta
final,
están
siempre
acechando
las
producciones
de
conocimiento,
ha
sido
nuestra
opción
sostener
la
presentación
de
nuestra
indagación
más
por
las
preguntas
que
ha
suscitado,
que
por
las
conclusiones
que
pueda
haber
desencadenado.
Efectivamente,
consideramos
que
nuestro
accionar
corre
el
riesgo
de
“enfermar
de
aquello
que
pretende
curar”
si
no
contamos
con
una
organización
reticular
que
permita
pensar
sobre
nuestra
praxis,
resistiendo
al
discurso
hegemónico
del
capitalismo.
En
la
Escuela
de
Psicología
Grupal
y
Análisis
Institucional
“Enrique
Pichon-‐Rivière”
de
Chile
nos
encontramos
hace
5
años
discutiendo
esta
temática,
en
función
de
la
inserción
o
presencia
de
esta
agrupación
en
el
contexto
local,
consecuencia
éste
del
“milagro
de
Chile”,
del
experimento
del
economista
estadounidense
Milton
Friedman
durante
la
dictadura
militar
de
Augusto
Pinochet
y
de
su
ratificación
por
los
gobiernos
“seudo-‐democráticos”
que
le
siguieron
hasta
hoy.
Sabemos
que
los
nuevos
modos
de
subjetivación
producto
de
la
actual
organización
del
trabajo,
derivada
del
mencionado
capitalismo,
es
hoy
una
realidad
transversal
a
nuestros
pueblos
y
por
ello
nos
preguntamos
qué
lugar
ocupa
una
aproximación
como
la
que
nos
reúne,
que
contempla
al
vínculo
y
al
contexto
material
e
histórico
en
la
comprensión
de
las
expresiones
de
lo
psíquico.
Ejercicio
de
contextualización
e
historización:
Tanto
el
trabajo
con
grupos
como
lo
vinculado
con
los
procesos
creadores
y
de
transformación
personal
y
social
fueron
banalizados
por
la
última
dictadura
(1973-‐1990).
Chile
fue
pionero
en
América
Latina
en
lo
referido
a
la
inclusión
de
la
salud
mental
en
la
atención
primaria
previo
al
régimen
pinochetista,
considerando
un
modelo
comunitario
de
intervención.
Durante
la
dictadura
se
penalizó
toda
iniciativa
colectivista,
así
el
modelo
económico,
el
mencionado
experimento
o
“milagro
chileno”
como
lo
llamó
su
mentor,
se
2
Área
3,
Nº
21-‐invierno
2017
centró
en
la
“política
del
chorreo”2,
en
el
esfuerzo
individual
en
desmedro
de
la
visión
de
conjunto
y
lo
público.
Luego
de
la
dictadura
vuelve
a
aparecer
la
salud
comunitaria
y
familiar
en
las
políticas
gubernamentales,
lo
que
en
la
práctica
ha
terminado
siendo
una
declaración
de
principios
vacía
de
contenido,
en
donde
ha
primado
la
protocolorización
y
la
estandarización
de
procedimientos,
así
como
un
fenómeno
de
“tallerismo”,
de
hacer
grupos
“entretenidos”,
“exitosos”,
sin
una
mayor
lectura
de
lo
grupal,
reforzando
el
discurso
hegemónico
banalizante.
Por
ejemplo,
en
el
abordaje
de
la
depresión
en
atención
primaria,
se
insta
a
trabajar
grupalmente,
pero
dando
indicaciones
individuales
de
corte
cognitivo-‐conductual,
negando
la
dimensión
grupal
e
institucional.
Se
han
reducido
así
los
espacios
de
revisión
de
las
prácticas
cotidianas
con
el
consecuente
efecto
de
alienación
y
pérdida
de
sentido.
Más
específicamente,
la
historia
de
los
Grupos
Operativos
y
el
Análisis
Institucional
en
Chile
se
puede
resumir,
si
se
nos
permite,
en
lo
siguiente:
luego
de
la
desarticulación
del
CIR,
uno
de
los
miembros
de
éste
funda
la
mencionada
Escuela,
junto
con
dos
psicoanalistas
que
retornaban
del
exilio3,
en
un
país
ávido
de
apertura
a
otras
miradas
dentro
de
un
inconsciente
capitalismo
salvaje.
La
agrupación
navegó
por
los
gobiernos
post
dictatoriales,
en
donde
cada
vez
fue
más
evidente
que
“la
alegría
no
llegaba”,
así
pasamos
de
pueblo
a
población,
de
ciudadanos
a
consumidores,
de
consumidores
a
“microempresarios”
y,
finalmente,
hoy
se
habla
del
“emprendedor”,
sofisticación
en
la
gubernamentalidad
(Foucault).
Todo
fue
privatizado
(plazas,
agua,
transporte,
seguridad
social,
salud,
educación,
vivienda),
nos
preguntamos
cómo
pudo
eso
llegar
a
influir
en
las
lógicas
internas
de
trabajo,
siendo
parte
de
los
condicionantes
propios
de
un
estancamiento
del
trabajo
colectivo.
Así,
la
necesidad
de
revisar
nuestras
prácticas
como
agrupación,
por
su
grado
de
alienación,
ha
sido
uno
de
los
temas
recurrentes
en
estos
años
(desde
el
2011),
contando
con
espacios
de
intervención
a
nuestro
equipo,
por
jornadas
de
revisión
interna,
por
la
inclusión
de
nuestras
afectaciones
en
las
reuniones
de
equipo
técnico.
Todo
ello,
ha
devenido
en
la
constatación
de
la
necesidad
de
investigar,
publicar
y
participar
de
intercambios
con
agrupaciones
locales
pero
también
de
la
experiencia
de
otras
entidades
formativas
en
el
mundo.
¿Qué
implica
formar
a
otros?
¿La
auto
legitimación?
Acá
cabe
la
pregunta
por
la
transmisión
en
las
corrientes
derivadas
del
psicoanálisis,
como
lo
son
los
grupos
operativos,
existe
una
3
Área
3,
Nº
21-‐invierno
2017
pertenencia
genealógica,
una
filiación
compleja
(ya
que
no
sólo
están
los
maestros,
sino
también
los
compañeros
de
formación
en
el
trabajo
de
la
transferencia).
Nos
resuenan
algunas
frases
aquí,
no
enamorarnos
del
poder
(Foucault)
por
un
lado
y
por
otro
no
caer
en
la
tristeza,
en
la
opresión
de
un
cuerpo
sobre
otro
(Deleuze).
Es
el
trabajo
de
delinear,
de
crear
nuevas
armas
considerando
la
experiencia
pasada.
Les
explico,
debido
al
interés
en
estos
asuntos
es
que
hemos
tenido
que
rastrear
hasta
aquí
de
qué
prehistoria
venimos
como
agrupación
Escuela
en
Chile,
los
documentos
de
nula
circulación
sobre
el
CIR,
funcionan
como
artefactos
arqueológicos
que,
en
gran
medida,
permiten
entender
qué
nos
pasa
o
cómo
hemos
construido
lo
que
hoy
somos
en
lo
cotidiano.
Cuando
partimos
el
seminario
de
investigación
tuvimos,
y
tenemos,
distintas
dificultades
e
intuíamos
que
lo
que
discutíamos
se
debía
haber
tratado
antes…
y
así
era.
Es
decir,
estamos
conscientes
que
los
esfuerzos
individuales
son
fundamentales,
pero
si
estos
no
están
acompañados
de
una
preocupación
por
el
trabajo
colectivo
y
éste
sostenido,
a
su
vez,
por
un
contexto
más
amplio
y
organizado,
se
hace
muy
difícil
resistir
a
las
lógicas
socioeconómicas
imperantes.
El
problema
mayor
es
que
sabemos
que
este
problema
no
está
solo
en
lo
“externo”,
sino
que
es
parte
sustancial
de
nuestra
configuración
como
sujetos
psíquicos,
en
especial
las
generaciones
como
la
mía
gestadas
en
el
“experimento”
(es
como
si
un
virus
actuara
desconectando
el
proceso
colectivo
de
transformación
del
ECRO).
Sirva
lo
anterior
a
modo
de
introducción
a
la
experiencia
que
les
traigo
sobre
la
conformación
de
este
seminario
de
investigación
del
cual
soy
parte
en
este
momento.
Sobre
la
Investigación
misma:
La
Escuela
en
Chile
tiene
una
organización
mínima
en
lo
institucional
como
para
permitir
la
autogestión,
mantener
esta
premisa
ha
implicado
que
no
busquemos
ningún
tipo
de
figura
legal
para
la
agrupación
salvo
la
de
personas
individuales
o
naturales
como
señala
la
normativa.
Esto,
como
se
señalaba
no
impidió
que
la
escuela
cayera
en
la
burocratización,
en
la
institucionalización
del
proyecto.
Hoy
no
existe
consenso
sobre
aquel
punto
(organización
mínima
vs
figura
legal),
lo
que
en
gran
medida
merma
la
capacidad
de
conseguir
fondos
para
efectos
de
investigar
y
publicar.
Durante
estos
23
años
de
funcionamiento
la
Escuela
ha
difundido
solitariamente
el
enfoque
pichoniano
y
sus
múltiples
derivas
y
hermandades,
me
refiero
al
Análisis
Institucional
y
el
4
Área
3,
Nº
21-‐invierno
2017
Imaginario
Social
especialmente,
organizando
encuentros
nacionales,
seminarios,
foros,
conversatorios,
talleres,
etc.
Ha
construido
una
de
las
páginas
web
en
psicología
grupal
más
visitadas
en
el
idioma
español,
siendo
su
núcleo
la
formación
en
coordinación
de
grupos,
la
cual
consta
de
8
módulos
semestrales,
con
sesiones
semanales
de
90
minutos
de
duración,
con
equipo
de
coordinación
(coordinador
y
observador).
La
mencionada
auto
revisión
deriva
entre
otras
cosas,
en
la
generación
de
un
espacio
de
investigación
que
decide
centrarse
sobre
la
interpretación
en
los
grupos
de
formación.
Es
decir,
interrogarnos
técnicamente
por
nuestro
quehacer
en
los
grupos
como
equipo
técnico.
Llevamos
en
ello
alrededor
de
un
año
y
medio,
del
cual
podemos
dar
cuenta
del
siguiente
proceso:
Primera
etapa:
Identificación
de
la
necesidad
de
realizar
investigación
más
acabada
y
de
cómo
llevarla
a
cabo,
revisión
de
material
del
CIR.
Para
poder
realizar
una
investigación
hay
que
enfrentar
primero
las
desconfianzas
mutuas
en
la
exposición
de
las
propias
prácticas
y
concepciones.
Segunda
etapa:
constatación
de
que
no
contábamos
con
un
ECRO
mínimo
común
como
para
abordar
la
tarea
de
investigar.
Trabajo
de
construcción
de
ese
ECRO
a
través
de
la
revisión
conjunta
de
los
textos
del
módulo
formativo
sobre
interpretación
en
grupos
operativos
de
la
Escuela
(Módulo
3).
Tercera
etapa:
Revisión
del
material
generado,
construcción
de
categorías
emergentes
de
indagación
en
base
a
lo
discutido.
Es
en
esta
etapa
en
la
que
estamos,
definiendo
con
qué
dispositivo
seguir
en
la
investigación.
Resulta
interesante
tanto
los
contenidos
surgidos
como
la
relación
que
mantenemos
en
relación
a
la
temática
en
el
proceso
de
revisión.
Categorías
emergentes
de
indagación
Esquemáticamente,
la
pregunta
por
la
interpretación
en
grupos
operativos
de
formación,
nos
ha
remitido
a
la
discusión
y
construcción
de
un
ECRO
como
equipo
de
investigación
que
considera
los
siguientes
elementos:
1. La
interpretación
se
contextualiza
en
relación
a
su
lugar
frente
a
un
proceso
regresivante
(por
la
asociación
libre)
y
en
donde
surge
la
transferencia,
junto
con
el
señalamiento
y
la
construcción
en
análisis,
es
decir
como
herramienta
técnica
de
intervención,
nos
sitúa
en
una
lectura
sintomal
específica,
la
vincular,
así
como
en
lo
institucional,
incorporando
al
campo
de
análisis
la
dimensión
de
poder
y
por
tanto
el
inconsciente
institucional.
2. Por
otro
lado,
tenemos
a
la
tarea
de
aprendizaje
de
una
determinada
forma
de
escucha
y
de
intervención
en
lo
grupal,
la
tarea
como
causa
de
la
interpretación,
pero
también
y
en
otro
nivel
de
análisis
la
pregunta
por
la
transmisión,
por
la
filiación.
3. Estos
dos
elementos,
sumado
al
grupo
como
contexto
de
trabajo
determinaría
un
cuarto
punto:
5
Área
3,
Nº
21-‐invierno
2017
4. Un
lugar
específico
del
equipo
de
coordinación,
su
presencia
en
este
escenario
marca
una
diferencia
en
relación
a
los
juegos
de
poderes
al
interior
del
grupo.
¿Qué
hace
el
coordinador
de
escucha
operativa
con
el
lugar
de
supuesto
saber
en
que
lo
coloca
el
grupo?
(sujeto
supuesto
saber),
es
decir
con
la
delegación
de
poder
(lógica
del
Estado).
Nos
remitiría
a
considerar
los
aspectos
ideológicos
y
teleológicos
involucrados
en
la
concepción
operativa
de
grupo,
nos
referiremos
al
énfasis
en
la
necesidad,
a
la
consideración
de
la
dialéctica
entre
mundo
interno
y
externo,
al
criterio
de
adaptación
activa
a
la
realidad.
5. Por
otro
lado,
y
en
relación
a
lo
técnico,
la
consideración
de
la
interpretación
de
la
tarea
de
aprendizaje
y
el
contexto
grupal
de
trabajo
nos
lleva
a
pensar
en
el
encuadre
específico
de
este
dispositivo
en
donde
está
el
lugar
del
coordinador,
del
observador
y
del
grupo
en
formato
pequeño,
así
como
la
duración
de
la
sesión,
la
asociación
libre,
la
escucha
parejamente
flotante
(condicionada
por
la
centralidad
de
la
tarea),
la
devolución
de
emergentes,
entre
otros
elementos.
En
relación
a
esto
podríamos
mencionar
algunos
ejes
de
interrogación
Eje
1:
De
los
tiempos
y
la
Interpretación
La
discusión
se
basa
en
las
ideas
de
que
hay
una
serie
de
tiempos
que
se
van
desplegando
en
el
acontecer
grupal,
tanto
en
lo
referente
a
la
historia
de
co-‐institución
grupal,
como
en
lo
referente
al
desarrollo
de
la
sesión
¿la
interpretación
sufre
variaciones
producto
de
los
efectos
de
los
momentos
de
pre-‐tarea,
tarea
y
proyecto?,
¿implican
un
silenciamiento
del
coordinador
en
la
medida
en
que
avanza
el
proceso?
¿Es
el
momento
de
interpretar
cuando
los
integrantes
del
grupo
acceden
a
la
posibilidad
de
interpretar
por
sí
mismos
lo
que
les
ocurre?
¿la
devolución
de
emergentes
opera
como
una
interpretación
que
abre
a
un
segundo
momento
de
asociaciones
dentro
de
la
sesión
al
modo
de
los
contenidos
manifiestos
y
latentes
producidos
en
el
ejercicio
de
interpretación
de
los
sueños?
Eje
2:
De
la
Interpretación
y
la
Represión
Uno
de
los
fundamentos
de
la
necesidad
de
interpretación
es
el
efecto
de
la
represión
al
interior
del
grupo,
en
lo
que
respecta
a
los
componentes
eroto-‐agresivos
de
las
relaciones
entre
los
integrantes
del
grupo,
pero
así
como
existiría
un
registro
psíquico
de
la
represión
operaría
un
registro
político
referente
a
lo
no-‐dicho
institucional
¿es
la
interpretación
el
lugar
de
posibilidad
de
enunciar
aspectos
que
atraviesan
estos
dominios
y
que
pueden
implicar
al
equipo
coordinador
en
cuanto
la
misma
institución
de
formación
forma
parte
del
contexto
transferencial
en
que
desenvuelven
los
grupos?
6
Área
3,
Nº
21-‐invierno
2017
Eje
3:
De
la
Verdad
y
la
Interpretación
La
transferencia
simbólica
hacia
el
equipo
de
coordinación
sugiere
la
depositación
del
saber-‐
poder,
además
de
aspectos
ideológicos.
En
este
sentido
la
coordinación
dispone
tanto
del
discurso
grupal
(escucha)
como
de
la
escenificación
grupal
(mirada)
para
proponer
una
interpretación.
¿Es
la
forma
más
conveniente
para
interpretar,
entonces,
y
contra
los
estereotipos
academicistas,
la
formulación
de
preguntas
que
abran
nuevas
líneas
de
sentidos
y
genere
un
efecto
de
devolución
de
saber
al
grupo?,
¿o
aquellas
que
toman
la
forma
del
“witz”?
¿Es
lícito
que
el
observador
haga
una
función
de
desbrozamiento
del
discurso:
recortando,
recomponiendo,
escandiendo
o
sólo
citando
el
discurso
grupal
cual
caja
de
resonancia?
¿Es
suficiente
la
intención
interpretante
del
equipo
de
coordinación
o
para
adquirir
el
estatuto
de
interpretación
deben
verificarse
sus
efectos
en
la
posición
subjetiva
de
los
miembros
del
grupo,
su
operatividad
(ruptura
de
estereotipos,
ideales,
ilusiones,
remoción
de
resistencias)?
Eje
4:
De
la
Repetición
y
la
Novedad,
la
Tarea
y
el
Deseo
del
Equipo
Coordinador
¿La
interpretación
debe
intencionarse
en
la
dirección
de
transformar
un
grupo
en
sí
en
un
grupo
para
sí,
de
provocar
un
acto
instituyente
y
creativo?
¿Es
el
lugar
de
la
tarea
el
de
causa
de
la
interpretación
tanto
para
los
integrantes
del
grupo
como
para
el
equipo
de
coordinación?
¿Será
el
deseo,
entonces,
del
equipo
de
coordinación
el
sostén
de
la
producción
del
aprendizaje
operativo?
La
transmisión
y
las
implicancias
políticas
de
la
filiación
transgeneracional…
Para
ir
concluyendo
Esta
revisión
nos
lleva
a
hipotetizar
dos
tipos
de
choque
en
el
trabajo
con
grupos:
por
un
lado,
las
diversas
ideologías
del
grupo
didacta
y
por
otro
lado
el
contexto
macro
que
tiende
a
la
alienación
de
los
procesos
de
enseñanza
aprendizaje
con
los
cuales
llega
el
interesado
en
formarse.
Para
finalizar,
señalar
que
ese
tercero
a
quien
dar
cuentas
de
los
avances
de
una
investigación
como
la
enunciada,
es
fundamental
para
prevenirnos
de
ocupar
el
lugar
del
sujeto-‐supuesto
saber,
sino
de
no
sentirse
tristes
y
solos
nadando
contra
las
corrientes
discursivas
hegemónicas
que
han
invisibilizado
la
dimensión
grupal
e
institucional
en
el
análisis
de
los
fenómenos.
Pero
bueno,
es
un
proceso
en
pleno
desarrollo
y
debemos
quedar
hasta
acá
por
el
momento.
Muchas
gracias.
7
Área
3,
Nº
21-‐invierno
2017