Ejemplooo de Capitulo 2
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Ejemplooo de Capitulo 2
Facultad de Psicología
PROYECTO
La resiliencia se define como la capacidad que tienen algunas personas para enfrentarse a las
adversidades que se presentan en su vida de manera favorable y que estas le permitan crececer
personalmente, es por ello que se decidió trabajar con una población vulnerable y en muchas
ocasiones ignorada: los adolescentes huérfanos. El objetivo de esta investigación es conocer,
con base en la teoría ecológica de Bronfenbrenner, cuales son los factores sociales,
interpersonales e individuales que permiten que los adolescentes huérfanos desarrollen la
capacidad resiliente que les servirá durante toda la vida. Esta investigación será un estudio
cualitativo exploratorio-descriptivo transversal, con un diseño narrativo que se realizará a
traves de la historia de vida de cinco participantes, realizada por medio de una entrevista a
profundidad dividida en aproximadamente cuatro sesiones. La investigación será llevada a
cabo en las instalaciones de la Ciudad Asistencial Conecalli, de la ciudad de Xalapa,
Veracruz.
Abstract
Resilience is defined as the ability that some people have to face the adversities that arise in
their lives in a favorable way and that these allow them to grow personally, that is why it was
decided to work with a vulnerable and often ignored population: orphaned teenagers. The
objective of this research is to know, based on Bronfenbrenner's ecological theory, what are
the social, interpersonal and individual factors that allow orphaned adolescents to develop
the resilient capacity that will serve them throughout life. This research will be a qualitative
exploratory-descriptive cross-sectional study, with a narrative design that will be carried out
through the life history of five participants, carried out through an in-depth interview divided
into approximately four sessions. The investigation will be carried out in the facilities of the
Ciudad Asistencial Conecalli, in Xalapa, Veracruz.
La resiliencia no se crea de forma espontánea, son varios factores los que se unen en ciertas
circunstancias y es así como una persona puede obtener esta capacidad, es por esto que en el
presente proyecto se toma en cuenta la teoría ecológica de Bronfenbrenner, con el objetivo
de encontrar cuales son los factores sociales, interpersonales e individuales que han permitido
que los adolescentes huéfanos institucionalizados desarrollen la resiliencia y la forma en la
que lo aplican en su vida. El objetivo general de este proyecto es conocer como es que se
desarrollan los mecanismos de resiliencia en los adolescentes en condición de orfandad de la
Ciudad Asistencial Conecalli, en la ciudad de Xalapa, Veracruz.
Como se mencionó anteriormente, para esta investigación se hace uso de la teoría ecológica,
es por eso que en el marco teórico se hace una revisión de lo que esta teoría propone y cómo
es que el medio afecta al individuo de tal manera que este desarrolla resiliencia a través de
diversos factores ya antes mencionados. Este capitulo concluye con una revisión de algunos
artículos que
La resiliencia se explica como una capacidad que desarrollan algunas personas al atravesar
por circunstancias adversas en su vida, como puede ser la orfandad, definida como la pérdida
de uno o ambos progenitores (UNICEF, 2005). Respecto a la orfandad, México ocupa el
segúndo lugar en América Latina, en 2016, residían 33,118 niñas, niños y adolescentes en
Centros de Asistencia Social. De los cuales el 73% se encuentra en casas hogar para niños,
niñas y adolescentes menores de 18 años y el 27% en centros no especializados (ALDEAS
INFANTILES SOS MÉXICO, 2019). Debido a que no hay estudios suficientes para
determinar la forma en la que los adolescentes huerfanos desarrollan resiliencia a lo largo de
su vida, es menester cuestionarnos ¿Cómo es que se desarrollan los mecanismos de
resiliencia en los adolescentes en condición de orfandad?
Justificación
Objetivos de investigación
Objetivo general
Objetivos específicos
Conocer por medio de las historias de vida, como los adolescentes huerfanos desarrollaron
resiliencia por medio los determinantes sociales, interpersonales e individuales.
1.1 Resiliencia
De igual forma Becoña (2006) señala que cuando se habla de factores de riesgo,
sabemos que pueden provenir de diferentes esferas sociales, desde la posición
socioeconómica, las características de las familias, el abuso físico, sexual o psicológico, la
discriminación, discapacidades, etc.
Anzola (2003) dice que esto se debe a que las personas con una cultura de la
supervivencia, es decir, los grupos que han sido mas vulnerables, tienen un desarrollo más
amplio de estas actitudes, ya que son necesarias en su vida cotidiana, en esos casos es más
frecuente encontrar personas resilientes.
“La resiliencia tiene que ver con el temperamento desarrollado por los seres humanos
como potencial de su actuación social” (Anzola,2003, p.191). Como explican Vinaccia,
Quiceno y Moreno (2007), la mayoría de los estudios reflejan que las emociones negativas
son en gran medida factores de riesgo para la vida y están asociados a bajos puntajes en
aspectos físicos y psicosociales, no obstante, se considera la resiliencia como un cambio de
paradigma, en el cual la persona es capaz de enfocarse en las fortalezas y no en el problema.
De acuerdo a Vinaccia, Quiceno y Moreno (2007) diferentes autores señalan que los
adultos que presentan características resilientes, fueron durante su infancia niños con un buen
temperamento e incluso niños fáciles de tratar. Entre los 3 y los 5 años son edades críticas
para el desarrollo de la autoeficacia de los niños, esta es esencial para crear un locus de
control interno, el cual es la clave para que el niño sea capaz de superar adversidades y
permitir tener ayuda de los demás (Becoña, 2006).
Barudy (2005) explica que las y los niños tienen capacidades de resolver y afrontar
desafíos que se encuentren durante su desarrollo mediante un proceso creativo, sin embargo,
esta capacidad solo es potencial, para que se desarrolle deben estar acompañadas del
reconocimiento y el estímulo de las personas que lo rodean.
Estos autores, mencionan también que algunas de las características que fueron
encontradas en los adolescentes resilientes, fueron, por ejemplo, que mostraban mayor
inteligencia y mejores habilidades para resolver problemas.
Para que un adolescente pueda ser una persona resiliente hay varias características
que debe tener en cuestión personal, pero por otro lado, es importante mantener contacto con
la sociedad. Sobre esto, Anzola (2003) dice que es imprescindible que esta persona se
encuentre con alguien significativo y que tenga una actividad con sentido, cuando se cumplen
estas dos condiciones, los adolescentes responden, en su mayoría, a la acogida del grupo
cultural.
El autor también aclara que, aunque se busca que el adolescente se agregue a un grupo
(que suele ser una red de apoyo), el desarrollo de la resiliencia se busca por medio del
desarrollo personal y no con base en el comportamiento que se desea en este.
Los autores agregan que si los adolescentes se sienten incapaces de resolver sus
problemas de forma eficaz suelen tener problemas de comportamiento, los cuales pueden
afectar tanto en su vida como en su familia y la relación con la sociedad.
Barudy (2005) menciona que una de las consecuencias de los cuidados y la educación
durante la infancia y la adolescencia es desarrollar la capacidad de las personas de cuidar de
sí mismas. Las investigaciones han dejado claro, a lo largo de la historia, que las relaciones
afectivas y los cuidados tienen gran importancia para la salud psíquica.
El autor señala que es por la relevancia que tienen los cuidados y la educación que
cuando se habla de desarrollar resiliencia están en primer plano los padres, principalmente
las madres, ya que la resiliencia es una capacidad que surge de las interacciones sociales,
como resultado de nutrientes afectivos, cognitivos, relacionales y éticos que los niños y niñas
reciben de su entorno.
Barudy (2005) dice también que la importancia de prevenir el maltrato hacia los niños
es debido a que esto va a tener consecuencias a futuro en ellos, las cuales determinarán su
salud, personalidad y carácter. Es por ello que el cuidado y los buenos tratos son tareas de
suma importancia para la creación de resiliencia.
Arciniega (2010) expone, que aunque esta es una cualidad que seguramente ha estado
presente desde el inicio de la humanidad, fue hasta los años ochenta que se le ha dado la
importancia suficiente como para que sea estudiado científicamente. Esto se dio, debido a
que muchos profesionales de la salud se vieron sorprendidos al encontrarse con casos de
personas que superaron favorablemente los límites que la ciencia pronosticaba.
Cuando J. Bowlby presentó la primera teoría del apego en 1973, dio inicio a una serie
de investigaciones sobre la importancia del vínculo y las consecuencias de este en la inclusión
social y personal, y con ello se convirtió en uno de los pioneros en el tema de la resiliencia.
Una de las investigaciones más importantes fue la que realizó B. Cyrulnick (2004), con la
cual afirmó que el 65% de los niños son capaces de crear un vínculo afectivo sin importar su
ambiente familiar y cultural, esto se debe a que los niños tienen grandes necesidades de
afecto, así que eso los hace capaces de transformar una experiencia negativa en una positiva.
Rade-Yarrow y Sherman (1990) explican que los estudios sobre el apego confirman
que todas las personas, especialmente los niños, requieren amor y el “alimento psicológico”
para desarrollarse correctamente, las consecuencias a largo plazo de las separaciones
tempranas, la institucionalización y el vínculo no seguro no son iguales para todos.
Rutter (1993), dice que el interés por estudiar la resiliencia procedía de tres áreas de
investigación. La primera era por las investigaciones iniciadas por Koupernick y Anthony
sobre los factores de riesgo en la década de los setenta, en los cuales sobresalieron las
diferencias individuales en la vulnerabilidad. Posteriormente empezaron a salir casos de
sujetos que no eran vulnerables a pesar de vivir en ambientes riesgosos. Fue por esto que los
investigadores establecieron categorías: vulnerable-invulnerable en relación a los factores de
riesgo y los factores de protección.
En segunda instancia, el tomar a consideración los mecanismos innatos y los
aprendidos en los procesos de vulnerabilidad e invulnerabilidad, pusieron en auge a los
estudios sobre el temperamento. La importancia del temperamento para la resiliencia, reside
en que este está determinado por los tipos de apego, no unicamente en relación con la madre,
sino también con otras personas significativas. La personalidad resiliente está asociada a
personas con control emocional y rasgos como la autonomía y la actitud social positiva.
En las investigaciones de Masten y Garmezy (1985), se encontró que hay tres tipos
de factores implicados en el desarrollo de la resiliencia: por un lado, se encuentran las
características propias de los niños, seguido de los aspectos familiares y, por último, las
características del ambiente social (Becoña, 2006).
Vera, Carbelo & Vecina (2006), explican cómo es que las investigaciones sobre la
resiliencia en niños ayudan a cambiar las ideas más tradicionales sobre la relación entre niñez
infeliz, adulto infeliz:
Las investigaciones, por otro lado, concluyen que las capacidades de las personas para
entenderse a sí mismos y tener una claridad en cuanto a los límites de los factores familiares
de estrés, así como de la enfermedad mental de alguno de los progenitores, refuerzan una
autoestima positiva como resultado de las competencias para adaptarse a las circunstancias
de la vida y para respetarse a sí mismo (Barudy, 2005).
Morales y Montes (2014) explican los modelos de pensamiento de estas tres escuelas:
en primer lugar, al hablar de la Escuela Anglosajona, se puede destacar que se basa en un
enfoque psicobiológico, y es a partir de este que favorecen la interacción entre el ambiente y
la persona, así como a la respuesta del individuo hacia las dificultades del medio. Algunos
autores como Werner y Smith (1993), explican que los factores resilientes están en tres
niveles: atributos individuales, características familiares y condiciones sociales y familiares.
Es en este modelo de pensamiento que se hace hincapié en identificar mecanismos
protectores, en contraste con los factores de riesgo o protectores.
Para contrastar las ideas entre la escuela anglosajona y la escuela europea, es posible
concluir que la primera ve a la respuesta resiliente como una consecuencia de los mecanismos
de protección, mientras que para la escuela europea existe una relación entre las etapas de
formación del individuo y las capacidades que este va adquiriendo, tales como la
introspección, autonomía, capacidades de socialización, tendencia a la superación,
creatividad y sentido del humor (Rojas, 2002, como se citó en Morales y Montes, 2014).
1.2. Adolescencia.
El término proviene del latín “adolescere”, este se refiere al carácter de cambio, ya que
adolescere significa ‘crecer’ o ‘madurar’. Es decir, la adolescencia habla de una etapa de
cambios que conduce a los sujetos que la transitan hacia la madurez (Moreno, 2015).
Algunas de las razones por las que es dificil explicarlo es que cada persona tiene una
experiencia diferente de lo que vivió durante su adolescencia, es decir, son las diferencias
individuales las que dificultan la generalización de la definición; por otro lado, dependiendo
la nacionalidad, cambian las leyes en cuanto a la mayoría y minoría de edad, lo cual es
importante tomando en cuenta que estas intervienen en otros factores como: consumo de
alcohol y otras drogas legales, el matrimonio, etc. Y, por último, en muchos países no son
respetados los derechos de los niños y adolescentes, lo que provoca que estos realicen
actividades que no les corresponden (Borrás, 2013).
Podemos concluir, por lo tanto, que mientras los cambios biológicos son
prácticamente universales, la duración y las características de esta pueden variar a lo largo
del tiempo, por la cultura donde se encuentra el adolescente y los contextos socioeconómicos.
Es así como se han ido registrando cambios, tales como el inicio más temprano de la pubertad,
postergar el matrimonio y la evolución de las prácticas sexuales (OMS, 2015).
Por otra parte, Moreno (2015), explica que además es complicado definir el inicio y
el fin de la adolesencia, incluso esta puede variar dependiendo el autor que lo describa,
aunque se proporcionen criterios de cronología, estos son usados únicamente como
indicativos y no como estándares.
Sin embargo, no solo es una etapa vulnerable, tambien en esta hay oportunidades, pues es
en este estadio en el que se puede contribuir a un desarrollo de las capacidades y
potencialidades, desarrollar habilidades para enfrentar los riesgos y vulnerabilidades, y
crear un autoconcepto y autoestima positivos (Borrás, 2013).
1.2.1. Adolescentes huérfanos
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, 2005) define a un huérfano
como “un niño o niña que ha perdido a uno o ambos progenitores” (párr.1). Esta definición
permite contabilizar el número de húerfanos que hay. Durante el 2015 había casi 140 millones
de huérfanos en el mundo, de los cuales, alrededor de 10 millones estaban en América Latina
y el Caribe, en esta se incluyen a quienes perdieron a un progenitor y a quienes perdieron a
ambos.
Según los datos de la organizaión, de los casi 140 millones de huérfanos, 15.1
millones son huérfanos de padre y madre y en su mayoría estos viven con algun familiar, ya
sea alguno de los abuelos u otro miembro de la familia. El 95% de los huérfanos son mayores
de cinco años.
La diferencia entre los niños y los adolescentes huérfanos radica en las necesidades
que presentan, ya que los adolescentes requieren educación secundaria, capacitación para el
trabajo, servicios de salud sexual y reproductiva, apoyo psicosocial y social, y
acompañamiento de adultos que sirvan como modelos de conducta. Este último es de suma
importancia, ya que son estos modelos positivos los que lograrán hacer una diferencia para
que el adolescente tenga una sana transición a la vida adulta (Moratilla y Taracena, 2012).
El ser humano es social por naturaleza, es decir, tiene la necesidad de establecer una relación
con las personas que lo rodean, para que estas garanticen su sobrevivencia por medio de redes
de apoyo que le permitan satisfacer necesidades de atención y afecto, así como las
necesidades básicas de cuidado. Como también lo explica Bronfenbrenner (1987), cuando
establece en el desarrollo biopsicosocial que los individuos se desenvuelven en la interacción
con su entorno, en el cual establecen vínculos afectivos (como se citó en Hueche, Lagos,
Ríos, Silva, y Alarcón-Espinoza, 2019).
Es por esto que nace la teoría del apego, en el año de 1907 es creada por el
psicoanalista John Bowlby, esta se basa en la explicación de que los estilos de apego se
relacionan con cómo las personas sienten, piensan y actúan en sus relaciones interpersonales
(Corbin, s.f.). Esta teoría les da relevancia a los primeros vínculos afectivos, que se dan entre
el bebé y el cuidador primario (Gómez, Muñoz y Santelices, 2008).
Aunque Bowlby fue quien sentó las bases de esta teoría, muchos otros psicólogos
fueron agregando datos, dentro de estos destaca la psicóloga Mary Ainsworth, fue ella quien
propuso el concepto de “situación extraña”, a través de la cual logró formular tres estilos de
apego: Seguro, Inseguro-Evitativo e Inseguro-Ambivalente. Para agregar estos tres estilos de
apego Mary realizó un estudio longitudinal, en el cual tenía al bebé, a la madre y a una
persona extraña, es decir, alguien que al bebé no le era familiar (Corbin, s.f.).
Esta teoría es ahora uno de los modelos centrales del desarrollo infantil, ya que este
es fundamental para el desarrollo afectivo, social, cognitivo y conductual, que el infante va
a tener durante toda su vida. El desarrollo de un apego seguro permite al niño satisfacer sus
necesidades de seguridad y afecto, que en las etapas posteriores le permitirán responder de
forma positiva a las muestras socio-afectivas de sus cuidadores y de cualquiera con quien
tenga una relación interpersonal (Gómez et al., 2008).
Diferentes investigaciones han concluido que los niños que tienen apego
desorganizado o ansioso/evitativo, sufrieron durante la primera infancia una combinación de
abuso físico y psicológico, así como negligencia por parte de los cuidadores. Mientras los
niños físicamente maltratados tienen, sobre todo, un apego evitativo, los niños que vivieron
negligencia suelen tener un apego ansioso/ambivalente.
Las investigaciones sobre niños que han sido separados de sus familias de origen, por
diversas circunstancias, tienen, en su mayoría, una gran desconfianza que dificulta que
nuevos cuidadores y profesionales los puedan ayudar; el aislarlos de su familia de origen,
combinado con ser institucionalizados, pone a los niños en un riesgo mayor de presentar
trastornos de apego (Gómez et al., 2008).
Hueche et al. (2019) explican que esto no implica que los niños y adolescentes
institucionalizados no puedan desarrollar un apego seguro, en realidad, significa que
requieren construir un espacio familiar, para que tengan todos la oportunidad de crear lazos
afectivos significativos y de esta forma, al ir creciendo se resignificarán sus experiencias,
para lograr tener relaciones estables y constantes, modificando y estableciendo nuevos
vínculos.
Según Martín y Dávila (2008) las relaciones pueden ser facilitadas por alguno de los
cuidadores de las instituciones, como pueden ser maestros y educadores, terapeutas,
auxiliares u otros, quienes son también los modelos de resiliencia, pues pueden ser estos
quienes apoyen a los niños, niñas y adolescentes a tomar mejores decisiones en su vida,
otorgarles apoyo y facilitar la adquisición de habilidades y competencias.
Rodríguez (2009) identifica y agrupa en cuatro los componentes principales para considerar
que un adolescente es resiliente, a partir de la observación de estos, es posible identificar el
perfil de los adolescentes con esta cualidad. Se consideran los atributos elementales para una
experiencia de vida exitosa:
Los adolescentes que se desarrollan en las instituciones pueden llegar a tener retrasos en
los procesos de pensamiento, mencionan las autoras, por ejemplo, en el desarrollo del
lenguaje y el nivel de desarrollo intelectual, pero ha sido dificil definir si esto es a causa de
la ausencia de una figura significativa, o por la ausencia de estímulos ambientales.
Sobre el desarrollo afectivo, las autoras explican que el hecho de que exista una
sobrepoblación en las instituciones, junto con la escasez de personal y la variación del mismo,
hacen que el cuidado se realice de manera generalizada y en esta se priorice la satisfacción
de necesidades básicas ocasionando que se deje de lado en gran medida la formación de la
identidad y la satisfacción de necesidades afectivas de los adolescentes y niños que viven ahí,
en ocasiones los residentes de este tipo de instituciones pasan años sin un vínculo
significativo.
La falta de un vínculo afectivo significativo dificulta la formación de seguridad y la
construcción de identidad, ya que la presencia de este ayuda al adolescente a obtener las
herramientas necesarias para enfrentarse a los desafíos de la vida. Esto también dificulta la
formación del sentido de la individualidad, debido a la masificación en la formación y
cuidado de los adolescentes y niños (Carcelén y Martínez, 2008).
Carcelén & Martínez (2008), señalan que para los adolescentes institucionalizados es
difícil imaginarse con ocupaciones que impliquen compromiso a largo plazo y las metas de
realizar una familia propia se ven influenciadas por el miedo a repetir su historia y a no contar
con los recursos necesarios para dar afecto y educación a sus propios hijos. Es por esto que
se hace mención a la necesidad de que el adolescente se desarrolle emocional y socialmente,
para lo que requiere personas que le den sentido a lo que ha vivido y le ayuden a que exista
una coherencia entre su historia y su vida en la actualidad.
Las psicólogas Obando, Villalobos y Arango (2010), explican que además es necesario
considerar que muchos de los adolescentes y niños institucionalizados han vivido
experiencias que han dejado heridas profundas, las cuales también son parte de ellos y de
alguna manera estas los formaron en su vida emocional, por lo que pueden tener
consecuencias alarmantes en la construcción de su personalidad. Es por ello que resulta
fundamental para su desarrollo que los adultos encargados de sus cuidados y satisfacción de
necesidades básicas, como lo son la alimentación, salud, educación y vivienda, también los
acompañen y reconozcan desde su indivudualidad, pues de otro modo no se podrá garantizar
que superen las secuelas a nivel emocional y cognitivo que produce el sentimiento de ser
víctimas de abandono y sujetos desempoderados.
Colmenares (2006) plantea que la resiliencia no se genera por sí misma, sino, como se
había mencionado anteriormente, de la relación de producir una identidad, los valores,
sentimientos y planes a futuro. Este proceso permite al sujeto ponerse en un lugar de dignidad
y desde este puede desvictimizarse (como se citó en Obando, Villalobos & Arango, 2010).
Los aportes de los autores que tienen una perspectiva ecológica profundizan en el
concepto y aclaran los factores personales y sociales para comprender la resiliencia, sin
embargo, es importante también considerar los elementos internos y construcciones
psicológicas que el sujeto realiza para volverse una persona resiliente ante un evento
traumático.
Es gracias a esto que los adolescentes y niños que vivieron situaciones de vulnerabilidad
logran salir de su condición psicológica de abandono, porque buscan resignificar sus
experiencias de manera personal y social. El aporte de estos trabajos está en identificar los
afectos, solidaridad y el contacto humano, ya que estos son claves en el proceso de resiliencia
(Paz, 2012).
Saavedra (2005), relaciona los aspectos contextuales y los personales para describir todos
sus niveles y plantea que actualmente casi todos los autores coinciden en que la resiliencia
es un rasgo humano que se construye a partir de la interacción social, así que la resiliencia se
cultiva a lo largo de la historia de la persona y se considera que puede ser obtenido del
vínculo temprano, siendo este una condición para el desarrollo de una forma diferente de ver
los sucesos adversos de la vida (como se citó en Paz, 2013).
El autor desarrolla un modelo donde se señala que la respuesta resiliente es una acción
orientada a la visión del abordaje del problema, es una conducta que se caracteriza con
elementos afectivos y cognitivos positivos o proactivos ante las situaciones adversas, esta
respuesta tiene como base un sistema de creencias y vinculos sociales que le dan al sujeto
seguridad.
1.3.1 Adolescentes institucionalizados
La UNICEF (2013) define una casa hogar como un centro de acogimiento residencial para
niñas, niños y adolescentes que tiene la finalidad de protegerlos de tiempo completo. Estas
instituciones suelen tener un espacio exclusivo y adecuado para que sus internos e internas
desarrollen sus actividades diarias al interior de este.
La población de las casas hogar está integrada por menores de 18 años, que no cuentan
con cuidado parental, algunos centros tienen nula interacción con el exterior, otros la tienen
de manera restringida y estrictamente reglamentada, según informes de la Red
Latinoamericana de Acogimiento Familiar (RELAF, 2010), este aislamiento social puede
causar dificultades en diversas áreas como la social y la psicológica.
Dentro de las instituciones que procuran el bienestar de las y los niños y adolescentes
existen grandes deficiencias, que en general van variando tanto que incluso pueden ser muy
notorias entre una casa hogar y otra así se encuentren en la misma ciudad; sin embargo,
existen algunas que se repiten en practicamente todas, por ejemplo el hecho de que la relacion
de niño por cuidador tiene la tendencia a ser muy alta, además de que el personal rota con
demasiada frecuencia, lo que complica el desarrollo de relaciones significativas y de
confianza entre los adultos y los niños (Muhamedrahimov, 2000).
En el Informe Mundial sobre la Violencia contra los Niños y las Niñas (2006), se
expresa la preocupación por las cifras de ingreso que existen en las casas hogar de America
Latina, así como por las condiciones inadecuadas del acogimiento y el hecho de que no se le
ha dado prioridad a la búsqueda de su mejoramiento.
En México existen instituciones que tratan de sustituir los hogares familiares, donde
intentan recrear este tipo de convivencia, como es el caso de Aldeas SOS, las cuales alojan a
más de 600 menores de edad (RELAF, 2010). Existen otro tipo de instituciones, como las
casas hogar o casa cuna, en el caso de esta última, aloja niños de los 0 a los 6 años, con
posibilidades de extenderse en casos especiales dependiendo del modelo de cuidado que la
institución ofrezca. Por otro lado, en las casas hogar brinda atención y refugio a menores de
entre 6 y 18 años, estas pueden ser mixtas o atender unicamente a varones o mujeres y por
último los orfanatos, que albergan nños, niñas y adolescentes de los 0 a los 18 años.
La Red Latinoamericana de Acogimiento Familiar (RELAF, 2010) explica que los niños,
niñas y adolescentes institucionalizados además del abandono sufren violaciones a sus
derechos fundamentales, empezando por el derecho a la convivencia familiar y comunitaria,
ya que como se ha mencionado con anterioridad, los adolescentes tienen una relción con el
exterior practicamente nula, lo que combinado con el sentimiento de abandono, causan
efectos psicológicos y emocionales graves; algunos otros derechos de los que se ven
desprovistos son el derecho a la libertad, el derecho a la expresión y la participación, el
derecho a la intimidad, entre otros, que pueden depender del lugar donde se encuentren.
Por otra parte, detalla que los niños institucionalizados están afectados por un
profundo sentimiento de soledad, de incomprensión, aislamiento de la sociedad, desarraigo,
incertidumbre por el futuro por no saber quien los va a proteger ya compañar, sentimientos
de rechazo y baja autoestima.
Barudy (1998) explica que el maltrato provoca que se desarrolle inseguridad afectiva,
ya que tendrán una necesidad de afecto no satisfecha, vinculada a los primeros omentos con
la madre, lo cual tiene dos formas de expresarse: la primera a traves de la busqueda de afecto
y la segunda a traves del recahzo, como froma de protegerse por el miedo al abandono.
Además, plantea que cuando los niños o niñas pierden muchos derechos y deben
aprender a sobrevivir sin una familia, influye en su vida adulta, dificulta la tarea de ser padre
o madre y puede incluso llegar a repetir la experiencia de abandono en sus hijos.
La resiliencia es un tema que ha sido estudiado con anterioridad, con perspectiva psicológica,
desde la definición, características y utilidad del concepto, estudiado por Becoña, E. (2006),
quien concluye con la sugerencia de la realización de estudios que comprueben su
funcionalidad para la prevención y tratamiento de trastornos psicopatológicos; hasta la
investigación cualitativa de la resiliencia en niños huérfanos de las doctoras Gálvez Yuc y
Morales Ramírez (2013) que aporta la importancia de que las instituciones que albergan a los
niños y niñas en situción de orfandad tengan vínculos afectivos y un ambiente saludable, para
que aminore el trauma y se desarrollen características resilientes.
También se han hecho aportes a la educación con las investigaciones, ejemplo de esto
es la investigación “Construir la resiliencia en la escuela” realizada por Uriarte (2006), que
explica que la escuela es un contexto que puede ser capaz de favorecer el desarrollo de la
resiliencia y que para lograr que los niños sean resilientes, es importante que los docentes lo
sean; y con la investigación sobre la recreción en el fomento de la resiliencia de Romero
(2015) que a través de una revisión de la literatura encuentra actividades dinámicas que
fomentan la resiliencia, como las artísticas, actividades al aire libre y los deportes.
En cuanto a estudios referentes a la resiliencia en adolescentes, Cardozo y Alderete
(2009), realizaron la investigación cuantitativa titulada “Adolescentes en riesgo psicosocial
y resiliencia” con el objetivo de detectar variables individuales y sociales que contribuyen al
fortalecimiento de la resiliencia en adolecentes de un nivel socioeconómico bajo, en Coroba,
Argentina; y una investigación realizada en Brasil, por Cordini (2005) que aporta
información sobre la respuesta resiliente en los diferentes estratos sociales, y como los menos
favorecidos suelen tener mayor respuesta resiliente que los de clase media alta y que entre
hombres y mujeres, las mujeres presentan los puntajes más elevados.
Por otra parte, Muñoz (2007) hace un recorrido por la literatura para revisar las
técnicas e instrumentos que pueden ser utilizados para la medición de la resiliencia, llegando
a la conclusión de que se pueden dividir en tres tipos: las pruebas proyectivas, las pruebas
psicométricas y las pruebas de imaginología.
Capítulo 2: Estrategia Metodológica
2.1. Participantes
Los participantes serán 5 adolescentes entre 10 y 17 años, que sean huérfanos y se encuentren
institucionalizados en la casa hogar Conecalli, ubicada en la ciudad de Xalapa, Veracruz.
Criterios de exclusión: los adolescentes no se encuentren ahí por otras razones como que sus
padres se encuentren privados de su libertad o que fueran retirados del seno familiar por
razones legales. Los adolescentes no deberán tener problemas de comportamiento, y sí ser
sociables, autónomos y tener habilidades para resolver problemas.
La Ciudad Asistencial Conecalli, cuyo nombre proviene del Náhuatl “Casa del niño”, se
ubica en la carretera antigua Xalapa-Coatepec Km 2.5, se encuentra rodeada de un área
boscosa de 13 hectáreas. Fue fundada en 1989 y está subsidiada por el DIF Estatal de
Veracruz.
La Ciudad Asistencial Conecalli cuenta con seis programas que facilitan e cumplimiento de
los objetivos enlistados anteriormente. Estos son: atención nutricional, atención médica,
atención psicológica, terapias alernativas, educación y actividades de recreación y
esparcimiento.
• Grabadora de voz, en caso de ser permitido por todos los involucrados para tener un
registro fiel de lo dicho durante las sesiones.
• Registros de antecedentes de los adolescentes que sean sujetos participantes en la
investigación.
• Formato de consentimiento informado (Anexo 1).
• Formato para la guía para la entrevista (Anexo 3).
2.3.3. Técnicas e instrumentos de recolección de datos
• Historia de vida:
La técnica principal a utilizar en esta investigación será la historia de vida, la cual será
elaborada a traves de entrevistas realizadas directamente con el adolescente (Ver Anexo 2:
tabla de elaboración de entrevista y Anexo 3: Guión de entrevista).
Villamizar y Gama (1994) explican que la historia de vida tiene como objetivo la recolección
de información y que esta sea proporcionada por medio del lenguaje y la reconstrucción de
los sucesos de la vida del entrevistado, que sean expresados pensamientos, deseos y el mismo
inconsciente. Esta técnica es sumamente útil para analizar los procesos de integración cultural
y estudiar los sucesos presentes en la formación de la identidad.
Lss trabajadoras sociales aclaran que desde esta perspectiva es posible la recosntrucción de
los eventos principales del ciclo vital, comprender las interpretaciones culturales y los
procesos de interiorización subjetiva de los acontecimientos.
Por otra parte, este proceso de constante reconstrucción de la historia de vida tiene un
significado más profundo para el entrevistado, que se basa en reconocer y reapropiarse de su
vida, entenderse con su realidad, con sus vivencias y en algunos casos tomar distancia con
ello y objetivizarla (Villamizar y Gama, 1994).
El diseño que será utilizado en esta investigación es el narrativo, el cual es definido por
Hernandez Sampieri (2014) de la siguiente manera.
2.5. Variables
Dimensiones:
• Competencia social.
• Resolución de problemas.
• Autonomía.
• Sentido de propósito y futuro.
a) Fase inicial:
Lo siguiente fue encontrar un lector o lectora, en este caso se solicitó a la Dra. Nora Ines
Morales Contreras como lectora del proyecto ya que anteriormente ha dirigido tesis e
intervenciones con tematicas similares.
A partir de ese momento se empezó a investigar sobre el tema, en artículos, libros, páginas
de internet y otros medios, así como sobre los conceptos que serían relevantes para la
investigación, a partir de estas fuentes se fue realizando el Marco teórico y los antecedentes,
no sin antes revisar el manual de APA con la intención de citar correctamente los trabajos
encontrados y de esta forma evitar incurrir en faltas.
b) Fase de intervención:
Cuando se termine la fase de las entrevistas se realizará el análisis del discurso presente en
las mismas, este será contrastado con el marco teórico para por último se generarán las
conclusiones y discusión de la investigación realizada. Es importante destacar que en esta
fase se estará en constante supervición de los lectores y director de tesis.
c) Fase de salida:
Para las consideraciones éticas de este proyecto, fue utilizado el Código Ético del Psicólogo
de la Sociedad Mexicana de Psicología (2009). A continuación se enlistan los artículos que
serán considerados.
Artículo 119. Cuando las personas presenten incapacidad legal para dar un consentimiento
informado, el psicólogo lo obtiene de una persona legalmente autorizada.
Artículo 133. Con el fin de minimizar intrusiones en la privacía, el psicólogo solo incluye en
sus informes escritos u orales, consultorías o asesorías y similares, aquella información
pertinente al propósito de dicha comunicación.
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Cronograma
UNIVERSIDAD VERACRUZANA
FACULTAD DE PSICOLOGIA
Fecha: ______________________________
Yo _________________________________________________________, por
voluntad propia, doy mi consentimiento para ser participe en la investigación sobre
resiliencia en adolescentes en la cual será necesaria mi asistencia y participación
en una serie de sesiones en las que seré entrevistado.
__________________________________
____________________________
Anexo 2 Tabla de elaboración de entrevista
¿Cómo te integraste?
¿hiciste amigos?
¿cuál es tu rutina?
¿cómo se conocieron?
¿quién es?
¿por qué?
¿cómo lo resuelven?
Anexo 3 Guía de entrevista
1. ¿Cuál es tu nombre? (esta información solo es necesaria para que pueda hablarte por tu
nombre)
2. ¿Cuántos años tienes?
3. ¿De donde eres originario?
4. ¿Tienes hermanos? ¿Cuántos?
5. ¿Cuál es tu recuerdo más antiguo?
6. ¿Recuerdas si alguna vez conviviste con tus padres? ¿Qué recuerdas?
7. ¿sigues conviviendo con tus hermanos? ¿Cómo describirías tu relación con ellos?
8. Además de tus padres y tus hemanos ¿has tenido contaco con algunos de tus otros
familiares?
9. ¿Qué te gustaba hacer cuando eras pequeño?
10. ¿Qué tanto lo hacías?
11. ¿Qué hacías cuando no estabas haciendo eso?
12. ¿Cuáles eran tus actividades diarias?
13. ¿Tenías muchos amigos?
14. ¿A que jugabas cuando eras pequeño?
15. ¿Con quien jugabas?
16. ¿Cómo te llevabas con ellos?
17. ¿Cómo te portabas cuando eras pequeño?
18. ¿Qué tan travieso eras? ¿por qué? ¿Qué hacías?
19. ¿A que escuela fuiste?
20. ¿Cómo te iba en la escuela?
21. ¿cuál era tu materia favorita?
22. ¿qué te gustaba de ella?
23. ¿Cómo te llevabas con tus compañeros?
24. ¿te agradaban tus profesores?
25. ¿Qué hacías en el receso?
26. ¿Alguna vez te castigaron?
27. ¿recuerdas como llegaste a Conecalli?
28. ¿Cuántos años tenías?
29. ¿cómo te sentiste?
30. ¿Cómo te integraste?
31. ¿hiciste amigos?
32. Si la respuesta es sí ¿Cómo te llevas con ellos?
33. Si la respuesta es no ¿por qué?
34. ¿cómo te sientes actualmente aquí?
35. ¿Cuáles han sido tus mejores experiencias aquí?
36. ¿Cuáles han sido tus peores experiencias aquí?
37. ¿cuál es tu rutina?
38. ¿te gusta como vives?
39. ¿tienes pareja?
40. ¿cómo se conocieron?
41. ¿cómo empezaron la relación?
42. ¿cómo es su relación?
43. ¿te gusta estar con ella/él?
44. ¿qué hacen regularmente?
45. ¿te ves a futuro con ella/él?
46. ¿has tenido parejas antes?
47. ¿Por qué terminaron?
48. ¿Cómo te sentiste por eso?
49. ¿qué hiciste para superarla/o?
50. Ya me hablaste de tus parejas, ahora en referencia a tus amistades ¿alguna vez te han
excluido de algún grupo?
51. Retomando la forma en la que llegaste a Conecalli, quisiera preguntar ¿Cómo has
manejado esa situación?
52. ¿Alguna vez has probado el alcohol?
53. ¿te has embriagado? ¿Cómo ha sido tu experiencia? ¿por qué comenzaste a hacerlo o
cómo fue que comenzaste?
54. ¿has utilizado sustancias ilegales? ¿con que frecuencia? ¿Cómo ha sido tu experiencia?
¿por qué comenzaste a hacerlo o cómo fue que comenzaste?
55. ¿has fumado tabaco? ¿con que frecuencia? ¿Cómo ha sido tu experiencia? ¿por qué
comenzaste a hacerlo o cómo fue que comenzaste?
56. Pasando a a otro tipo de actividades recreativas ¿te gusta el deporte?
57. ¿Qué deportes practicas o has practicado?
58. ¿a qué equipo le vas? ¿y por qué?
59. ¿cómo reaccionas cuando pierde tu equipo?
60. ¿qué haces para divertirte?
61. ¿Por qué te parece divertido?
62. ¿te gusta el arte?
63. ¿qué tipo de arte?
64. ¿Realizas alguna de estas actividades artísticas?
65. ¿por qué te gusta?
66. ¿desde cuando lo practicas? O ¿Por qué nolo practicas?
67. ¿cómo fue el paso de la secundaria a la prepa? O ¿cómo te imaginas que será la prepa?
68. ¿cómo es tu relación con tus maestros?
69. ¿cómo es tu relación con tus compañeros?
70. ¿tienes enemigos o personas que no te agraden? ¿por qué?
71. ¿hay algún adulto con quien tengas una relación de mucha confianza?
72. ¿quién es?
73. ¿por qué tienes esa relación?
74. ¿cómo es esa relación?
75. ¿consideras que es un ejemplo a seguir?
76. ¿por qué?
77. ¿han tenido distanciamientos o diferecias?
78. ¿cómo lo resuelven?