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Universidad Veracruzana

Facultad de Psicología

Resiliencia en adolescentes huérfanos:


una aproximación desde la historia de
vida

PROYECTO

SAMANTHA GOLDARACENA SOSA

PROFESORA: DRA. ROSSANA BIGURRA DE LA HOZ


LECTORA: DRA. NORA INES MORALES
CONTRERAS

Xalapa, Veracruz. Julio, 2020


Resumen

La resiliencia se define como la capacidad que tienen algunas personas para enfrentarse a las
adversidades que se presentan en su vida de manera favorable y que estas le permitan crececer
personalmente, es por ello que se decidió trabajar con una población vulnerable y en muchas
ocasiones ignorada: los adolescentes huérfanos. El objetivo de esta investigación es conocer,
con base en la teoría ecológica de Bronfenbrenner, cuales son los factores sociales,
interpersonales e individuales que permiten que los adolescentes huérfanos desarrollen la
capacidad resiliente que les servirá durante toda la vida. Esta investigación será un estudio
cualitativo exploratorio-descriptivo transversal, con un diseño narrativo que se realizará a
traves de la historia de vida de cinco participantes, realizada por medio de una entrevista a
profundidad dividida en aproximadamente cuatro sesiones. La investigación será llevada a
cabo en las instalaciones de la Ciudad Asistencial Conecalli, de la ciudad de Xalapa,
Veracruz.

Palabras clave: Resiliencia, adolescentes, huérfanos, resiliencia en adolescentes huérfanos.

Abstract

Resilience is defined as the ability that some people have to face the adversities that arise in
their lives in a favorable way and that these allow them to grow personally, that is why it was
decided to work with a vulnerable and often ignored population: orphaned teenagers. The
objective of this research is to know, based on Bronfenbrenner's ecological theory, what are
the social, interpersonal and individual factors that allow orphaned adolescents to develop
the resilient capacity that will serve them throughout life. This research will be a qualitative
exploratory-descriptive cross-sectional study, with a narrative design that will be carried out
through the life history of five participants, carried out through an in-depth interview divided
into approximately four sessions. The investigation will be carried out in the facilities of the
Ciudad Asistencial Conecalli, in Xalapa, Veracruz.

Key words: Resilience, adolescents, orphans, resilience in orphaned adolescents.


Tabla de contenido
Introducción .......................................................................................................................... 4
Planteamiento del problema ................................................................................................ 6
Justificación ........................................................................................................................ 6
Objetivos de investigación ................................................................................................... 7
Capítulo 1: Marco teórico y Antecedentes ......................................................................... 8
1.1 Resiliencia ............................................................................................................... 8
1.1.1 Concepto de resiliencia. .................................................................................................................. 8
1.1.2. Antecedentes de la resiliencia ...................................................................................................... 11
1.1.3 Enfoques en la resiliencia.............................................................................................................. 15
1.2. Adolescencia................................................................................................................ 16
1.2.1. Adolescentes huérfanos ................................................................................................................ 19
1.2.2. Orfandad y apego ......................................................................................................................... 19
1.3 Resiliencia en adolescentes huérfanos .......................................................................... 22
1.3.1 Adolescentes institucionalizados .................................................................................................. 26
1.3.2. Efectos emocionales del abandono .............................................................................................. 28
1.5. Estudios relacionados .................................................................................................. 29
Capítulo 2: Estrategia Metodológica ................................................................................ 31
2.1. Participantes ............................................................................................................... 31
2.2. Situación o Escenario ................................................................................................. 31
2.3. Recursos, técnicas e instrumentos ............................................................................... 32
2.3.1. Recursos humanos ........................................................................................................................ 32
2.3.2. Recursos materiales...................................................................................................................... 32
2.3.3. Técnicas e instrumentos de recolección de datos ....................................................................... 33
2.4. Tipo de investigación y diseño: .................................................................................... 33
2.5. Variables..................................................................................................................... 34
2.7. Procedimiento ............................................................................................................. 35
2.8. Consideraciones éticas ................................................................................................ 36
Referencias .......................................................................................................................... 38
Anexos .................................................................................................................................. 43
Anexo 1 Consentimiento informado ..................................................................................................... 43
Anexo 2 Tabla de elaboración de entrevista ........................................................................................ 44
Introducción

La resiliencia es un concepto al que se le ha dado relevancia en la actualidad, sobre todo en


las investigaciones de psicología, a través de las cuales se han hecho importantes
aportaciones tanto al concepto como a la psicología misma. Este termino se conoce como la
capacidad que tiene una persona para enfrentarse a las adversidades y conflictos que se
presentan en su vida, de forma positiva y aprender de estos para crecer personalmente.

La resiliencia no se crea de forma espontánea, son varios factores los que se unen en ciertas
circunstancias y es así como una persona puede obtener esta capacidad, es por esto que en el
presente proyecto se toma en cuenta la teoría ecológica de Bronfenbrenner, con el objetivo
de encontrar cuales son los factores sociales, interpersonales e individuales que han permitido
que los adolescentes huéfanos institucionalizados desarrollen la resiliencia y la forma en la
que lo aplican en su vida. El objetivo general de este proyecto es conocer como es que se
desarrollan los mecanismos de resiliencia en los adolescentes en condición de orfandad de la
Ciudad Asistencial Conecalli, en la ciudad de Xalapa, Veracruz.

Para desarrollar la investigación en primer lugar se retoma el concepto de resiliencia,


haciendo un recorrido sobre como algunos autores lo han definido desde su inicio y cuales
son los antecedentes de la misma, así como los diferentes enfoques desde los que la
resiliencia ha sido abordado, los cuales se dividen en tres escuelas: la aglosajona, la europea
y la latinoamericana. Por otro lado, es importante mencionar la etapa vital en la que los
participantes se encuentran, es por esto que se explicará lo que es la adolescencia, así como
la orfandad en los adolescentes, hablando en este apartado de las definiciones y algunas
estadísticas en las que se habla tanto de adolescentes como de niños huérfanos en el mundo
y en America Latina y el Caribe.

A partir de ahí se empieza a hablar sobre el tema en conjunto, la resiliencia en los


adolescentes institucionalizados, con información que se recopiló de investigaciones
anteriores y autores expertos en el tema. Se explica lo que es un adolescente
institucionalizado, los efectos que esto crea y como lo afrontan. Y por último los efectos
emocionales que el abandono tiene en los adolescentes, este último tema del apartado es de
suma importancia en el trabajo, ya que es a partir de este que se puede observar cómo es que
la resiliencia tiene un efecto positivo en su vida.

Como se mencionó anteriormente, para esta investigación se hace uso de la teoría ecológica,
es por eso que en el marco teórico se hace una revisión de lo que esta teoría propone y cómo
es que el medio afecta al individuo de tal manera que este desarrolla resiliencia a través de
diversos factores ya antes mencionados. Este capitulo concluye con una revisión de algunos
artículos que

En el capitulo dos se describe la estratégia metodológica, en la cual se detallan las


características de los participantes, incluyendo criterios de inclusión y de exclusión, la
situación o el escenario en donde se encuuentran estos participantes y también en donde se
pretende hacer la investigación, los recursos, herramientas e instrumentos que serán
necesarios, el tipo y diseño de la investigación, las variables y la descripción del
procedimiento. Al final se encuentra un apartado de anexos, donde se pueden encontrar el
consentimiento informado y la guía de entrevista que fue utilizada.
Planteamiento del problema

La resiliencia se explica como una capacidad que desarrollan algunas personas al atravesar
por circunstancias adversas en su vida, como puede ser la orfandad, definida como la pérdida
de uno o ambos progenitores (UNICEF, 2005). Respecto a la orfandad, México ocupa el
segúndo lugar en América Latina, en 2016, residían 33,118 niñas, niños y adolescentes en
Centros de Asistencia Social. De los cuales el 73% se encuentra en casas hogar para niños,
niñas y adolescentes menores de 18 años y el 27% en centros no especializados (ALDEAS
INFANTILES SOS MÉXICO, 2019). Debido a que no hay estudios suficientes para
determinar la forma en la que los adolescentes huerfanos desarrollan resiliencia a lo largo de
su vida, es menester cuestionarnos ¿Cómo es que se desarrollan los mecanismos de
resiliencia en los adolescentes en condición de orfandad?

Justificación

Debido a la alta tasa de orfandad en México, es importante conocer si los adolescentes


cuentan con herramientas y capacidades como la resiliencia para superar adversidades y pasar
por etapas de vulnerabilidad como la adolescencia y de este modo prevenir problemas que
pueden generarse al percibir la ausencia de la misma, tales como violencia, deserción escolar,
uniones tempranas, embarazos no deseados, problemas de drogadicción, entre otras posibles
complicaciones.

En referencia a dichas problemáticas, México tiene porentajes de 0.6% en adolescentes


menores de edad y 1.2% en adultos de 18 a 34 años, en cuanto a consumo de drogas, alcohol
y tabaco (Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2017), en embarazos
adolescentes México ocupa el primer lugar en entre los países de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con una tasa de 77 nacimientos por cada
mil adolescentes de 15 a 19 años de edad (Instituto Nacional de las Mujeres, 2019) y en 2017,
la tasa de homicidios en México fue de 24.8 por cada 100 mil personas, cuatro veces más que
el promedio internacional (Centro de Investigación en Política Pública, 2019) lo que coloca
al país en los puestos más altos de violencia en el mundo.
Por otro lado, la relevancia de la investigación para la psicología resulta de la búsqueda de
las experiencias vivenciales en las historias de vida de los adolescentes como factores que
influyen en la creación de la resiliencia en condición de orfandad, ya que es un sector de la
población que a lo largo de la historia ha resultado ignorado y desprovisto de investigación
al respecto. La investigación es viable ya que se cuenta con los recursos y la población
necesaria para llevarla a cabo.

Objetivos de investigación

Objetivo general

Conocer como es que se desarrollan los mecanismos de resiliencia en los adolescentes en


condición de orfandad de la Ciudad Asistencial Conecalli, en la ciudad de Xalapa,
Veracruz.

Objetivos específicos

Conocer por medio de las historias de vida, como los adolescentes huerfanos desarrollaron
resiliencia por medio los determinantes sociales, interpersonales e individuales.

Detrminar si hay factores que influyen en el desarrollo de resiliencia en los adolescentes de


Conecalli.
Capítulo 1: Marco teórico y Antecedentes

1.1 Resiliencia

1.1.1 Concepto de resiliencia.

La resiliencia es un concepto que ha sido estudiado a lo largo de la historia de la psicología,


sin embargo, este término empezó por ser parte de otra ciencia: la física, en este campo se
usa para hablar de la cualidad de algunos materiales para resistir los impactos y regresar a su
estado original (Real Academia Española [RAE], 2019).

La definición que existe desde la perspectiva de la física es útil para comprender


también cómo este concepto fue adaptado a la psicología, ya que en esta última nace del
hecho de que algunas personas son mas resistentes a las adversidades de la vida, la resiliencia
puede ser considerada un mecanismo de protección, que se compone de factores ambientales
y sociales (Barudy, 2005).

El concepto de resiliencia es entendido como una capacidad que demuestran las


personas que provienen de entornos poco favorecidos para enfrentarse a las adversidades y
crecer personalmente. Aunque existen otro tipo de respuestas ante la adversidad, por ejemplo
la sumisión, renuncia a los deseos personales o seducción del agresor, y con estos parezca
que superan el trauma, no es así, por lo que no es considerada una respuesta resiliente
(Anzola, 2003).

Becoña (2006), explica que la resiliencia es opuesta a la vulnerabilidad, ya que esta


incrementa una consecuencia negativa ante la exposición al riesgo, mientras que la resiliencia
evita los problemas que bueda causar. Respecto a esto, Garmezy (1985) menciona que la
resiliencia puede considerarse similar a la resistencia al estrés y la invulnerabilidad (como se
citó en Becoña, 2006), sin embargo, el autor refuta esta idea y explica que ser una persona
resiliente no implica ser una persona invulnerable al estrés, implica que eres capaz de
sobreponerte a un evento negativo que ocurre en tu vida.

Varios investigadores hablan de la resiliencia como un conjunto de factores


individuales, familiares, sociales y factores de protección tanto personales como sociales,
pero para que esta se haga presente en la vida de las personas es necesario que existan factores
de riesgo y de protección, ya que es así como estos van a producir un efecto positivo, o
disminuir el impacto negativo (Becoña, 2006).

De igual forma Becoña (2006) señala que cuando se habla de factores de riesgo,
sabemos que pueden provenir de diferentes esferas sociales, desde la posición
socioeconómica, las características de las familias, el abuso físico, sexual o psicológico, la
discriminación, discapacidades, etc.

Anzola (2003) dice que esto se debe a que las personas con una cultura de la
supervivencia, es decir, los grupos que han sido mas vulnerables, tienen un desarrollo más
amplio de estas actitudes, ya que son necesarias en su vida cotidiana, en esos casos es más
frecuente encontrar personas resilientes.

“La resiliencia tiene que ver con el temperamento desarrollado por los seres humanos
como potencial de su actuación social” (Anzola,2003, p.191). Como explican Vinaccia,
Quiceno y Moreno (2007), la mayoría de los estudios reflejan que las emociones negativas
son en gran medida factores de riesgo para la vida y están asociados a bajos puntajes en
aspectos físicos y psicosociales, no obstante, se considera la resiliencia como un cambio de
paradigma, en el cual la persona es capaz de enfocarse en las fortalezas y no en el problema.

La obtención de la resiliencia es un proceso continuo. En primer lugar debe existir


una acogida despues de la agresión, seguido de la cooperación institucional y la resonancia
afectiva de la familia o redes de apoyo, además, debe ser entendida como una aptitud que
implica diversas actitudes, por ejemplo: esfuerzo constante, tolerancia a la ambigüedad,
supervición en el tiempo y capacidad de tomar decisiones (Anzola, 2003).

De acuerdo a Vinaccia, Quiceno y Moreno (2007) diferentes autores señalan que los
adultos que presentan características resilientes, fueron durante su infancia niños con un buen
temperamento e incluso niños fáciles de tratar. Entre los 3 y los 5 años son edades críticas
para el desarrollo de la autoeficacia de los niños, esta es esencial para crear un locus de
control interno, el cual es la clave para que el niño sea capaz de superar adversidades y
permitir tener ayuda de los demás (Becoña, 2006).
Barudy (2005) explica que las y los niños tienen capacidades de resolver y afrontar
desafíos que se encuentren durante su desarrollo mediante un proceso creativo, sin embargo,
esta capacidad solo es potencial, para que se desarrolle deben estar acompañadas del
reconocimiento y el estímulo de las personas que lo rodean.

Vinaccia, Quiceno y Moreno (2007), detallan que la población adolescente es muy


grande en México y América Latina, aunado a esto, la inseguridad, la falta de salud sexual,
la explotación sexual y laboral, la gran cantidad de embarazos adolescentes, entre otros
problemas sociales y de salud que existen en estos países, dejan saber que muchos de los
adolescentes vivieron uno o varios de estos problemas que no son propios de su edad. Esta
información hace pensar en una variable que puede tener valor para esta población
vulnerable, es decir: la resiliencia.

Estos autores, mencionan también que algunas de las características que fueron
encontradas en los adolescentes resilientes, fueron, por ejemplo, que mostraban mayor
inteligencia y mejores habilidades para resolver problemas.

Para que un adolescente pueda ser una persona resiliente hay varias características
que debe tener en cuestión personal, pero por otro lado, es importante mantener contacto con
la sociedad. Sobre esto, Anzola (2003) dice que es imprescindible que esta persona se
encuentre con alguien significativo y que tenga una actividad con sentido, cuando se cumplen
estas dos condiciones, los adolescentes responden, en su mayoría, a la acogida del grupo
cultural.

El autor también aclara que, aunque se busca que el adolescente se agregue a un grupo
(que suele ser una red de apoyo), el desarrollo de la resiliencia se busca por medio del
desarrollo personal y no con base en el comportamiento que se desea en este.

Vinaccia, Quiceno y Moreno (2007), explican que durante la adolescencia las


personas se enfrentan a diferentes retos en el desarrollo, en primer lugar por la creación de la
identidad y la búsqueda de independencia de la familia, sin alejarse demasiado y sin perder
la pertenencia. Se trata de una transición entre la infancia y la adultez, es común que se
sientan perdidos y que no tengan un grupo de pertenencia, existen cambios fisiológicos,
mayor desarrollo cognitivo y comienzan a entender los conceptos abstractos y hablar sobre
ellos con sus pares.

Los autores agregan que si los adolescentes se sienten incapaces de resolver sus
problemas de forma eficaz suelen tener problemas de comportamiento, los cuales pueden
afectar tanto en su vida como en su familia y la relación con la sociedad.

Barudy (2005) menciona que una de las consecuencias de los cuidados y la educación
durante la infancia y la adolescencia es desarrollar la capacidad de las personas de cuidar de
sí mismas. Las investigaciones han dejado claro, a lo largo de la historia, que las relaciones
afectivas y los cuidados tienen gran importancia para la salud psíquica.

El autor señala que es por la relevancia que tienen los cuidados y la educación que
cuando se habla de desarrollar resiliencia están en primer plano los padres, principalmente
las madres, ya que la resiliencia es una capacidad que surge de las interacciones sociales,
como resultado de nutrientes afectivos, cognitivos, relacionales y éticos que los niños y niñas
reciben de su entorno.

Barudy (2005) dice también que la importancia de prevenir el maltrato hacia los niños
es debido a que esto va a tener consecuencias a futuro en ellos, las cuales determinarán su
salud, personalidad y carácter. Es por ello que el cuidado y los buenos tratos son tareas de
suma importancia para la creación de resiliencia.

1.1.2. Antecedentes de la resiliencia

Las investigaciones sobre resiliencia provienen de la observación de algunos


comportamientos de casos aparentemente aislados y anecdóticos de personas que habían
vivido condiciones difíciles (Vinaccia, Quiceno y Moreno, 2007).

En el siglo XVIII, el pedagogo suizo H. Pestalozzi observó que niños en situaciones


vulnerables mostraban características sobresalientes con intenciones de salir de la situación
en la que se encontraban, el pedagogo decía que había visto cómo los niños crecían con una
fuerza interior que sobrepasaba sus expectativas (Vanistendael y Lecomte, 2002).
En algunos países a estos niños se les dice de formas diferentes, por ejemplo, en
noruega se les llama “niños diente de león”, ya que esta es una flor frágil y salvaje, que crece
incluso en medio de la adversidad, mientras en la India los representan con la flor de loto, ya
que esta es capaz de crecer incluso en el agua sucia (Vanistendael y Lecomte, 2002).

Arciniega (2010) expone, que aunque esta es una cualidad que seguramente ha estado
presente desde el inicio de la humanidad, fue hasta los años ochenta que se le ha dado la
importancia suficiente como para que sea estudiado científicamente. Esto se dio, debido a
que muchos profesionales de la salud se vieron sorprendidos al encontrarse con casos de
personas que superaron favorablemente los límites que la ciencia pronosticaba.

El concepto de “Mandala de la resiliencia” es usado por Wolin y Wolin (1993) para


referirse a las personas que tienen cierta fuerza interior, es decir, que cuentan con
características de introspección, independencia, capacidad para relacionarse, iniciativa para
salir adelante, tener sentido del humor, creatividad y moralidad. Este término fue creado ya
que los indios de Estados Unidos usan la palabra “Mandala” para hablar de la fuerza interna
de una persona que la hace sobreponerse a la adversidad y alcanzar la paz (Kotliarenco,
Cáceres y Fontecilla, 1996).

Diferentes psicólogos, psicoanalístas y psiquiatras escribieron sobre experiencias con


personas resilientes que sucedieron antes de que se hablara de la resiliencia estrictamente.
Jerusalinsky (1988) explica que en 1930 fueron rescatadas dos niñas de 13 y 16 meses que
se encontraban en estado de desnutrición y con retraso en el desarrollo, fueron ingresadas a
una institución para deficientes mentales y en un año ya estaban en un nivel de desarrollo
adecuado para su edad, esto fue repetido con 13 niños más que aparentaban tener retraso
mental y se obtuvieron los mismos resultados.

Cuando J. Bowlby presentó la primera teoría del apego en 1973, dio inicio a una serie
de investigaciones sobre la importancia del vínculo y las consecuencias de este en la inclusión
social y personal, y con ello se convirtió en uno de los pioneros en el tema de la resiliencia.
Una de las investigaciones más importantes fue la que realizó B. Cyrulnick (2004), con la
cual afirmó que el 65% de los niños son capaces de crear un vínculo afectivo sin importar su
ambiente familiar y cultural, esto se debe a que los niños tienen grandes necesidades de
afecto, así que eso los hace capaces de transformar una experiencia negativa en una positiva.

Rade-Yarrow y Sherman (1990) explican que los estudios sobre el apego confirman
que todas las personas, especialmente los niños, requieren amor y el “alimento psicológico”
para desarrollarse correctamente, las consecuencias a largo plazo de las separaciones
tempranas, la institucionalización y el vínculo no seguro no son iguales para todos.

El concepto de resiliencia, se agrega al campo de la psicología gracias a los estudios


de Werner y Smith en 1982, en esa época predominaba el concepto de vulnerabilidad, Werner
evaluó a una muestra de 698 bebés en 1955 e hizo un estudio longitudinal en la isla Kauai en
el archipiélago de Hawai, se hizo el seguimiento con 201 niños que se encontraban en un
ambiente desfavorecido y que tenían pronósticos de desarrollo negativos; casi 30 años
despúes descubrieron que 72 de los 201 se habían adaptado correctamente y llevaban una
vida normal. Werner y Smith los denominaron resilientes (Arciniega, 2010).

Estas autoras descubrieron además que la resiliencia se había desarrollado en ellos


porque había una serie de circunstancias, por ejemplo: recibieron educación formal,
procedían de familias poco numerosas y con nacimientos espaciados, habían sido cuidados
por una persona afectuosa que los aceptó e incrementó su autoestima, habían encotrado un
sentido de vida, poseían locus de control interno, tenían fe religiosa, los casados mantenían
buenas relaciones con sus parejas, algunos jóvenes desadaptados en la adolescencia
reorientaron positivamente sus vidas al casarse, tener hijos y participar en actividades
religiosas (Arciniega, 2010).

Rutter (1993), dice que el interés por estudiar la resiliencia procedía de tres áreas de
investigación. La primera era por las investigaciones iniciadas por Koupernick y Anthony
sobre los factores de riesgo en la década de los setenta, en los cuales sobresalieron las
diferencias individuales en la vulnerabilidad. Posteriormente empezaron a salir casos de
sujetos que no eran vulnerables a pesar de vivir en ambientes riesgosos. Fue por esto que los
investigadores establecieron categorías: vulnerable-invulnerable en relación a los factores de
riesgo y los factores de protección.
En segunda instancia, el tomar a consideración los mecanismos innatos y los
aprendidos en los procesos de vulnerabilidad e invulnerabilidad, pusieron en auge a los
estudios sobre el temperamento. La importancia del temperamento para la resiliencia, reside
en que este está determinado por los tipos de apego, no unicamente en relación con la madre,
sino también con otras personas significativas. La personalidad resiliente está asociada a
personas con control emocional y rasgos como la autonomía y la actitud social positiva.

Finalmente, las diferencias individuales en la manera de enfrentarse a situaciones


difíciles, la autoestima y el sentimiento de autoeficacia son algunas de las características
personales más relacionadas con la forma de afrontar el estrés y de perseverar en el logro de
metas personales. Son cualidades protectoras ante las adversidades y a su vez favorecedoras
del equilibrio psicológico. Los estudios sobre el llamado locus de control (Rotter, 1975) dan
como resultado que el sentimiento de control sobre acontecimientos vitales favorece en gran
medida las conductas de afrontamiento ante situaciones difíciles.

En las investigaciones de Masten y Garmezy (1985), se encontró que hay tres tipos
de factores implicados en el desarrollo de la resiliencia: por un lado, se encuentran las
características propias de los niños, seguido de los aspectos familiares y, por último, las
características del ambiente social (Becoña, 2006).

Otros resultados de investigaciones sobre el afecto demuestran que la población


expresa gran necesidad de recibirlo, ya que esta se manifiesta en 9 de cada 10 casos
estudiados, es decir, corresponden a un 90% de la población (Anzola, 2003).

Vera, Carbelo & Vecina (2006), explican cómo es que las investigaciones sobre la
resiliencia en niños ayudan a cambiar las ideas más tradicionales sobre la relación entre niñez
infeliz, adulto infeliz:

Frente a la creencia tradicional fuertemente establecida de que una infancia


infeliz determina necesariamente el desarrollo posterior del niño hacia formas
patológicas del comportamiento y la personalidad, los estudios con niños
resilientes han demostrado que son suposiciones sin fundamento científico y
que un niño herido no está necesariamente condenado a ser un adulto
fracasado. (como se citó en Vinaccia, Quiceno y Moreno, 2007, p. 141).

Las investigaciones, por otro lado, concluyen que las capacidades de las personas para
entenderse a sí mismos y tener una claridad en cuanto a los límites de los factores familiares
de estrés, así como de la enfermedad mental de alguno de los progenitores, refuerzan una
autoestima positiva como resultado de las competencias para adaptarse a las circunstancias
de la vida y para respetarse a sí mismo (Barudy, 2005).

1.1.3 Enfoques en la resiliencia

Sobre la resiliencia no es poco lo que se ha dicho, incluso, existen diversos modelos de


pensamiento que hablan al respecto. Es de suma importancia mencionarlos, ya que cada uno
de ellos ha encontrado a través de sus investigaciones diferentes características, que, aunque
no se contraponen entre ellas, pueden tener mayor peso en algunas culturas que en otras. Es
por ello que se hablará de tres tipos de pensamiento: en primer lugar la anglosajona, seguido
de la escuela europea, para finalizar con la escuela latinoamericana.

Morales y Montes (2014) explican los modelos de pensamiento de estas tres escuelas:
en primer lugar, al hablar de la Escuela Anglosajona, se puede destacar que se basa en un
enfoque psicobiológico, y es a partir de este que favorecen la interacción entre el ambiente y
la persona, así como a la respuesta del individuo hacia las dificultades del medio. Algunos
autores como Werner y Smith (1993), explican que los factores resilientes están en tres
niveles: atributos individuales, características familiares y condiciones sociales y familiares.
Es en este modelo de pensamiento que se hace hincapié en identificar mecanismos
protectores, en contraste con los factores de riesgo o protectores.

En segundo término, en cuanto al enfoque europeo, dicen: “la resiliencia es una


respuesta construida mediante los procesos psíquicos que se dinamizan en el sujeto” (Morales
y Montes, 2014, p.34), es decir, que se ve como un sentido de supervivencia en situaciones
de vulnerabilidad o riesgo, tanto para la vida como para el psiquismo de la persona (Ospina,
Jaramillo y Uribe, 2005).
Para los psicólogos europeos es más importante trabajar con la persona en riesgo y
con las personas que se encuentran en su alrededor que modificar el ambiente con
mecanismos protectores. Consideran, además, que para tener respuestas resilientes tienen un
rol fundamental los valores, desde los individuales hasta los culturales (Morales y Montes,
2014).

Para contrastar las ideas entre la escuela anglosajona y la escuela europea, es posible
concluir que la primera ve a la respuesta resiliente como una consecuencia de los mecanismos
de protección, mientras que para la escuela europea existe una relación entre las etapas de
formación del individuo y las capacidades que este va adquiriendo, tales como la
introspección, autonomía, capacidades de socialización, tendencia a la superación,
creatividad y sentido del humor (Rojas, 2002, como se citó en Morales y Montes, 2014).

Ahora bien, cuando estos autores se refieren a Latinoamérica, se empieza a hablar de


resiliencia aproximadamente en el año de 1995, a partir de que por medio de la epidemiología
social se dan cuenta de que no todas las personas que se encuentran en situaciones de riesgo
sufrían enfermedades o padecimientos, había quienes los superaban e incluso se fortalecían
de las situaciones adversas, a esto se le denominó resiliencia.

Por último, explican que, para algunos autores latinoamericanos, la resliencia es


comunitaria y se obtiene como uno de los resultados de la solidaridad que existe cuando se
enfrentan a situaciones de riesgo, y esto desplaza el concepto inicial para terminar
modificando el objeto de estudio, desde esta perspectiva consideran a las comunidades
resilientes como portadoras de un escudo que resulta de sus condiciones y valores.

1.2. Adolescencia.

El término proviene del latín “adolescere”, este se refiere al carácter de cambio, ya que
adolescere significa ‘crecer’ o ‘madurar’. Es decir, la adolescencia habla de una etapa de
cambios que conduce a los sujetos que la transitan hacia la madurez (Moreno, 2015).

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2015), la adolescencia es el periodo


entre los 10 y los 19 años. Esta es una de las etapas vitales, en la cual tienen lugar un gran
número de cambios que afectan al individuo en todos los aspectos. Durante esta se modifica
la fisionomía, la forma de pensar, la biología, la forma en la que se relacionan con las
personas y la identidad (Moreno, 2015).

Algunas de las razones por las que es dificil explicarlo es que cada persona tiene una
experiencia diferente de lo que vivió durante su adolescencia, es decir, son las diferencias
individuales las que dificultan la generalización de la definición; por otro lado, dependiendo
la nacionalidad, cambian las leyes en cuanto a la mayoría y minoría de edad, lo cual es
importante tomando en cuenta que estas intervienen en otros factores como: consumo de
alcohol y otras drogas legales, el matrimonio, etc. Y, por último, en muchos países no son
respetados los derechos de los niños y adolescentes, lo que provoca que estos realicen
actividades que no les corresponden (Borrás, 2013).

Podemos concluir, por lo tanto, que mientras los cambios biológicos son
prácticamente universales, la duración y las características de esta pueden variar a lo largo
del tiempo, por la cultura donde se encuentra el adolescente y los contextos socioeconómicos.
Es así como se han ido registrando cambios, tales como el inicio más temprano de la pubertad,
postergar el matrimonio y la evolución de las prácticas sexuales (OMS, 2015).

Por otra parte, Moreno (2015), explica que además es complicado definir el inicio y
el fin de la adolesencia, incluso esta puede variar dependiendo el autor que lo describa,
aunque se proporcionen criterios de cronología, estos son usados únicamente como
indicativos y no como estándares.

La adolescencia se extiende desde el final de la infancia hasta que la persona alcanza


la madurez, sin embargo, existen muchas categorías sobre la madurez y también es
importante definir cuando se alcanza esta; se podría hablar de una madurez biológica, que es
entendido como la cúspide del desarrollo tanto físico como sexual, esta madurez se relaciona
con el inicio de la pubertad (primera adolescencia), no obstante, Moreno (2015) explica:
“pubertad y adolescencia no son conceptos sinónimos. Entendemos pubertad como el
conjunto de transformaciones físicas que conducen a la madurez sexual y, por lo tanto, a la
capacidad de reproducirse. La adolescencia incluye, además, transformaciones psicológicas,
sociales y culturales significativas” (p.11).
Así pues, en segundo lugar, habla de la madurez psicológica, la cual se caracteriza
por reorganizar la identidad, lo cual implica tener un nuevo autoconcepto, autonomía
emocional, y tener un conjunto de valores y adopción de una actitud ante la sociedad; la
creación de esta identidad se extiende durante toda la adolescencia.

Y finalmente, el autor hace referencia a la madurez social, la cual está relacionada al


proceso de independencia que permite que los adolescentes tengan una condición de adultos,
los índices que determinan esta autonomía son: la independencia económica, administración
de los recursos, autonomía personal y formar un hogar propio. Sin embargo, si se toman estos
indicadores, el estatus de “persona adulta” podría lograrse hasta después de los 30 años en
algunos casos.

Por lo tanto, explica, si la adolescencia se basa en los aspectos relacionados a la


madurez, las edades son suceptibles a modificaciones dependiendo esta de características
individuales y las condiciones sociales, culturales e históricas que tiene la persona.

Existen algunas formas de clasificar la adolescencia, sin embargo, Borrás (2013)


define que esta se divide en dos: “primera adolescencia, precoz o temprana de 10 a 14 años
y la segunda o tardía que comprende entre 15 y 19 años de edad” (p.5). Explica que existe
poca información en la literatura sobre la primera adolescencia a pesar de la importancia de
esta, ya que a partir de aquí se presentan los más grandes cambios físicos y emocionales, este
es un proceso de transición entre infancia y adultez por el que es necesario pasar.

Es este un periodo de vulnerabilidad, durante el cual pueden aparecer conductas de


riesgo tales como consumo de drogas, embarazo adolescente, enfermedades de transmisión
sexual, suicidios, violencia, etc. (OMS, 2015).

Sin embargo, no solo es una etapa vulnerable, tambien en esta hay oportunidades, pues es
en este estadio en el que se puede contribuir a un desarrollo de las capacidades y
potencialidades, desarrollar habilidades para enfrentar los riesgos y vulnerabilidades, y
crear un autoconcepto y autoestima positivos (Borrás, 2013).
1.2.1. Adolescentes huérfanos

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, 2005) define a un huérfano
como “un niño o niña que ha perdido a uno o ambos progenitores” (párr.1). Esta definición
permite contabilizar el número de húerfanos que hay. Durante el 2015 había casi 140 millones
de huérfanos en el mundo, de los cuales, alrededor de 10 millones estaban en América Latina
y el Caribe, en esta se incluyen a quienes perdieron a un progenitor y a quienes perdieron a
ambos.

Según los datos de la organizaión, de los casi 140 millones de huérfanos, 15.1
millones son huérfanos de padre y madre y en su mayoría estos viven con algun familiar, ya
sea alguno de los abuelos u otro miembro de la familia. El 95% de los huérfanos son mayores
de cinco años.

La diferencia entre los niños y los adolescentes huérfanos radica en las necesidades
que presentan, ya que los adolescentes requieren educación secundaria, capacitación para el
trabajo, servicios de salud sexual y reproductiva, apoyo psicosocial y social, y
acompañamiento de adultos que sirvan como modelos de conducta. Este último es de suma
importancia, ya que son estos modelos positivos los que lograrán hacer una diferencia para
que el adolescente tenga una sana transición a la vida adulta (Moratilla y Taracena, 2012).

1.2.2. Orfandad y apego

El ser humano es social por naturaleza, es decir, tiene la necesidad de establecer una relación
con las personas que lo rodean, para que estas garanticen su sobrevivencia por medio de redes
de apoyo que le permitan satisfacer necesidades de atención y afecto, así como las
necesidades básicas de cuidado. Como también lo explica Bronfenbrenner (1987), cuando
establece en el desarrollo biopsicosocial que los individuos se desenvuelven en la interacción
con su entorno, en el cual establecen vínculos afectivos (como se citó en Hueche, Lagos,
Ríos, Silva, y Alarcón-Espinoza, 2019).

Aunque en la mayoría de las culturas es la familia la que brinda apoyo psicológico y


social a los hijos e hijas, existe un alto porcentaje de niños, niñas y adolescentes a los que sus
familias no les satisfacen las necesidades de cuidados como se esperaría, por lo que el
gobierno y diferentes instancias se hacen cargo de ellos. A este proceso se le llama
institucionalización (Hueche et al., 2019).

Es por esto que nace la teoría del apego, en el año de 1907 es creada por el
psicoanalista John Bowlby, esta se basa en la explicación de que los estilos de apego se
relacionan con cómo las personas sienten, piensan y actúan en sus relaciones interpersonales
(Corbin, s.f.). Esta teoría les da relevancia a los primeros vínculos afectivos, que se dan entre
el bebé y el cuidador primario (Gómez, Muñoz y Santelices, 2008).

Aunque Bowlby fue quien sentó las bases de esta teoría, muchos otros psicólogos
fueron agregando datos, dentro de estos destaca la psicóloga Mary Ainsworth, fue ella quien
propuso el concepto de “situación extraña”, a través de la cual logró formular tres estilos de
apego: Seguro, Inseguro-Evitativo e Inseguro-Ambivalente. Para agregar estos tres estilos de
apego Mary realizó un estudio longitudinal, en el cual tenía al bebé, a la madre y a una
persona extraña, es decir, alguien que al bebé no le era familiar (Corbin, s.f.).

El tipo de apego es determinado por la atención que le presta el cuidador al infante,


cuando se desarrolla un apego seguro, los niños tienen la capacidad de explorar su entorno,
con seguridad y confianza, lo cual les facilitará el proceso de desarrollo siempre que el
entorno lo permita (Gómez et al., 2008).

Dicho de otra manera, si el infante tiene un cuidador disponible para cuando lo


necesite, existirá un equilibrio entre la separación del cuidador con la seguridad de que este
estará para el niño en caso de ser necesario y necesidad de proximidad entre ellos, esto es el
apego seguro. En cambio, si el niño percibe una falta de protección del cuidador en momentos
de estrés y conflicto, presentará un desequilibrio entre las conductas, lo cual se denomina
apego inseguro.

El apego iseguro se clasifica en dos tipos: el primero es el apego ambivalente, en el


cual el niño tiene una inclinación hacia la proximidad al cuidador y evita la exploración del
medio que lo rodea, este no tiene la certeza de que su cuidador va a ofrecer la seguridad que
requiere a distancia. O, por otro lado, el niño puede presentar un apego evitativo, el cual se
caracteriza por tener una inclinación hacia la exploración, en esta parece que el niño no
necesita del cuidador y es independiente al extremo. Por último, en caso de no presentar
preferencia hacia ninguno de estos, mostrándose confundido, se le denomina apego
desorganizado (Ainsworth, Blehar, Waters y Wall, como se citó en Vilchez, 2015).

Esta teoría es ahora uno de los modelos centrales del desarrollo infantil, ya que este
es fundamental para el desarrollo afectivo, social, cognitivo y conductual, que el infante va
a tener durante toda su vida. El desarrollo de un apego seguro permite al niño satisfacer sus
necesidades de seguridad y afecto, que en las etapas posteriores le permitirán responder de
forma positiva a las muestras socio-afectivas de sus cuidadores y de cualquiera con quien
tenga una relación interpersonal (Gómez et al., 2008).

Diferentes investigaciones han concluido que los niños que tienen apego
desorganizado o ansioso/evitativo, sufrieron durante la primera infancia una combinación de
abuso físico y psicológico, así como negligencia por parte de los cuidadores. Mientras los
niños físicamente maltratados tienen, sobre todo, un apego evitativo, los niños que vivieron
negligencia suelen tener un apego ansioso/ambivalente.

Las investigaciones sobre niños que han sido separados de sus familias de origen, por
diversas circunstancias, tienen, en su mayoría, una gran desconfianza que dificulta que
nuevos cuidadores y profesionales los puedan ayudar; el aislarlos de su familia de origen,
combinado con ser institucionalizados, pone a los niños en un riesgo mayor de presentar
trastornos de apego (Gómez et al., 2008).

Hueche et al. (2019) explican que esto no implica que los niños y adolescentes
institucionalizados no puedan desarrollar un apego seguro, en realidad, significa que
requieren construir un espacio familiar, para que tengan todos la oportunidad de crear lazos
afectivos significativos y de esta forma, al ir creciendo se resignificarán sus experiencias,
para lograr tener relaciones estables y constantes, modificando y estableciendo nuevos
vínculos.

Según Martín y Dávila (2008) las relaciones pueden ser facilitadas por alguno de los
cuidadores de las instituciones, como pueden ser maestros y educadores, terapeutas,
auxiliares u otros, quienes son también los modelos de resiliencia, pues pueden ser estos
quienes apoyen a los niños, niñas y adolescentes a tomar mejores decisiones en su vida,
otorgarles apoyo y facilitar la adquisición de habilidades y competencias.

Algunos estudios demuestran que la presencia de vinculos con personas significativas


que tengan intereses en común y que estén fuera del contexto familiar, puede ser benéfico
para el adolescente cuando el contexto familiar es riesgoso. Así pues, la importancia de las
redes de apoyo es un factor protector para esta tansición y también para la vida futura del
adolescente. Es decir, las relaciones interpersonales entre un adolescente institucionalizado
y un adulto significativo, puede favorecer la interdependencia y la posibilidad para los niños
y niñas de ser protagonistas de su desarrollo, empoderarlos como miembros de una sociedad
y que estos tengan un proyecto de vida (Hueche et al., 2019).

Martín, Rodríguez y Torbay (2007) hicieron una investigación al respecto, en la cual


observaron mensualmente a niños españoles tanto en sus contextos escolares como
residenciales, y concluyeron que habían desarrollado autonomía positiva, tanto en el cuidado
personal como en las relaciones interpersonales, así como gran interés por aprender y
desarrollarse. En otra investigación realizada por Carcelén y Martínez (2008) en Perú,
encontraron que los adolescentes institucionalizados, en el ámbito afectivo, tenían gran temor
de vincularse y a provocar o recibir daño al relacionarse con otros (Hueche et al., 2019).

1.3 Resiliencia en adolescentes huérfanos

Rodríguez (2009) identifica y agrupa en cuatro los componentes principales para considerar
que un adolescente es resiliente, a partir de la observación de estos, es posible identificar el
perfil de los adolescentes con esta cualidad. Se consideran los atributos elementales para una
experiencia de vida exitosa:

• Competencia social: un adolescente resiliente responde más al contacto con otras


personas, son sociables, activos, flexibles y adaptables, incluso desde la infancia.
Tienen una buena comunicación, capacidad de demostrar afecto y empatía.
Los adolescentes resilientes también tienen sentido del humor. La competencia social
se expresa por la interacción con sus pares.
• Resolución de problemas: incluye habilidades de pensamiento abstracto y capacidad
para encontrar soluciones alternas a los conflictos.
• Autonomía: no todos los autores hablan de la autonomía de la misma forma, se puede
destacar el control interno, un sentido de independencia, capacidad para separarse de
una familia disfuncional. Pero en general se refieren a la búsqueda de una identidad
propia y actuar independientemente. Hay un distanciamiento protector para el
desarrollo de la autoestima.
• Sentido de propósito y futuro: el sentido del futuro se basa en tener expectativas
saludables, propósitos claros, orientación para conseguir los mismos, y el más fuerte
es la esperanza en un futuro mejor.

Carcelén y Martínez (2008), explican que, en los adolescentes institucionalizados, se


suman los cambios característicos de la adolescencia con la experiencia de la
institucionalización, lo cual tiene consecuencias en su vida y en los proyectos que tenga para
el futuro.

Los adolescentes que se desarrollan en las instituciones pueden llegar a tener retrasos en
los procesos de pensamiento, mencionan las autoras, por ejemplo, en el desarrollo del
lenguaje y el nivel de desarrollo intelectual, pero ha sido dificil definir si esto es a causa de
la ausencia de una figura significativa, o por la ausencia de estímulos ambientales.

Sobre el desarrollo afectivo, las autoras explican que el hecho de que exista una
sobrepoblación en las instituciones, junto con la escasez de personal y la variación del mismo,
hacen que el cuidado se realice de manera generalizada y en esta se priorice la satisfacción
de necesidades básicas ocasionando que se deje de lado en gran medida la formación de la
identidad y la satisfacción de necesidades afectivas de los adolescentes y niños que viven ahí,
en ocasiones los residentes de este tipo de instituciones pasan años sin un vínculo
significativo.
La falta de un vínculo afectivo significativo dificulta la formación de seguridad y la
construcción de identidad, ya que la presencia de este ayuda al adolescente a obtener las
herramientas necesarias para enfrentarse a los desafíos de la vida. Esto también dificulta la
formación del sentido de la individualidad, debido a la masificación en la formación y
cuidado de los adolescentes y niños (Carcelén y Martínez, 2008).

Estas deficiencias en el desarrollo psicológico no solo afectan al adolescente en su


presente, también lo hacen en el momento de desarrollar un proyecto de vida a futuro, les
complica comprometerse a largo plazo, etc. Mientras los adolescentes que concluyen esta
etapa correctamente se enfocan en el futuro, los jovenes que estuvieron institucionalizados
pueden estar orientados, principalmente, en el presente.

Durante la adolescencia deben plantearse lo que esperan cuando salgan de la institución


y lo que implica ser parte de una sociadad, además, cuando se encuentren próximos a la
partida de lo que se configuró como un hogar para ellos, deberán atravesar por un proceso de
duelo.

Carcelén & Martínez (2008), señalan que para los adolescentes institucionalizados es
difícil imaginarse con ocupaciones que impliquen compromiso a largo plazo y las metas de
realizar una familia propia se ven influenciadas por el miedo a repetir su historia y a no contar
con los recursos necesarios para dar afecto y educación a sus propios hijos. Es por esto que
se hace mención a la necesidad de que el adolescente se desarrolle emocional y socialmente,
para lo que requiere personas que le den sentido a lo que ha vivido y le ayuden a que exista
una coherencia entre su historia y su vida en la actualidad.

Las psicólogas Obando, Villalobos y Arango (2010), explican que además es necesario
considerar que muchos de los adolescentes y niños institucionalizados han vivido
experiencias que han dejado heridas profundas, las cuales también son parte de ellos y de
alguna manera estas los formaron en su vida emocional, por lo que pueden tener
consecuencias alarmantes en la construcción de su personalidad. Es por ello que resulta
fundamental para su desarrollo que los adultos encargados de sus cuidados y satisfacción de
necesidades básicas, como lo son la alimentación, salud, educación y vivienda, también los
acompañen y reconozcan desde su indivudualidad, pues de otro modo no se podrá garantizar
que superen las secuelas a nivel emocional y cognitivo que produce el sentimiento de ser
víctimas de abandono y sujetos desempoderados.

Colmenares (2006) plantea que la resiliencia no se genera por sí misma, sino, como se
había mencionado anteriormente, de la relación de producir una identidad, los valores,
sentimientos y planes a futuro. Este proceso permite al sujeto ponerse en un lugar de dignidad
y desde este puede desvictimizarse (como se citó en Obando, Villalobos & Arango, 2010).

Los aportes de los autores que tienen una perspectiva ecológica profundizan en el
concepto y aclaran los factores personales y sociales para comprender la resiliencia, sin
embargo, es importante también considerar los elementos internos y construcciones
psicológicas que el sujeto realiza para volverse una persona resiliente ante un evento
traumático.

Es gracias a esto que los adolescentes y niños que vivieron situaciones de vulnerabilidad
logran salir de su condición psicológica de abandono, porque buscan resignificar sus
experiencias de manera personal y social. El aporte de estos trabajos está en identificar los
afectos, solidaridad y el contacto humano, ya que estos son claves en el proceso de resiliencia
(Paz, 2012).

Saavedra (2005), relaciona los aspectos contextuales y los personales para describir todos
sus niveles y plantea que actualmente casi todos los autores coinciden en que la resiliencia
es un rasgo humano que se construye a partir de la interacción social, así que la resiliencia se
cultiva a lo largo de la historia de la persona y se considera que puede ser obtenido del
vínculo temprano, siendo este una condición para el desarrollo de una forma diferente de ver
los sucesos adversos de la vida (como se citó en Paz, 2013).

El autor desarrolla un modelo donde se señala que la respuesta resiliente es una acción
orientada a la visión del abordaje del problema, es una conducta que se caracteriza con
elementos afectivos y cognitivos positivos o proactivos ante las situaciones adversas, esta
respuesta tiene como base un sistema de creencias y vinculos sociales que le dan al sujeto
seguridad.
1.3.1 Adolescentes institucionalizados

La UNICEF (2013) define una casa hogar como un centro de acogimiento residencial para
niñas, niños y adolescentes que tiene la finalidad de protegerlos de tiempo completo. Estas
instituciones suelen tener un espacio exclusivo y adecuado para que sus internos e internas
desarrollen sus actividades diarias al interior de este.

La población de las casas hogar está integrada por menores de 18 años, que no cuentan
con cuidado parental, algunos centros tienen nula interacción con el exterior, otros la tienen
de manera restringida y estrictamente reglamentada, según informes de la Red
Latinoamericana de Acogimiento Familiar (RELAF, 2010), este aislamiento social puede
causar dificultades en diversas áreas como la social y la psicológica.

La institucionalizacion ha sido la modalidad más utilizada y socialmente aceptada


para los niños que no cuentan con un cuidado parental; las principales causas de
institucionalización de menores han sido la ausencia de familia de origen, pérdida de sus
padres, incapacidad ara hacerse responsables del menor o situaciones donde los derechos de
los menores han sido vulnerados por los padres y el Estado los retiró de su cuidado (UNICEF,
2010).

Dentro de las instituciones que procuran el bienestar de las y los niños y adolescentes
existen grandes deficiencias, que en general van variando tanto que incluso pueden ser muy
notorias entre una casa hogar y otra así se encuentren en la misma ciudad; sin embargo,
existen algunas que se repiten en practicamente todas, por ejemplo el hecho de que la relacion
de niño por cuidador tiene la tendencia a ser muy alta, además de que el personal rota con
demasiada frecuencia, lo que complica el desarrollo de relaciones significativas y de
confianza entre los adultos y los niños (Muhamedrahimov, 2000).

A pesar de que la institucionalización debe ser considerada como el último recurso de


protección de menores, en América Latina se hace uso desmedido de esta en la mayoría de
los países, señala la UNICEF (2013), aunado a esto, la falta de datos de las distintas
instituciones encargadas, han probocado qur sea difícil establecer la cifra exacta de los
menores que viven en esta condición. La falta de datos dificulta la investigación en el ámbito
y por lo tanto, el desconocimiento de la mejoría o de los retocesos que se dan a lo largo de
los años.

En América Latina se estima que la relación entre cuidadores y niños es de 70 niños


por cada cuidador en el peor de los casos y en el mejor, dos cuidadores por cada 15 niños.
Estas cifras, que son reales en muchas de las casas hogar, son muestra suficiente de que existe
una carencia de la calidad que estos centros ofrecen a los menores que están bajo su cuidado
(UNICEF, 2013).

En el Informe Mundial sobre la Violencia contra los Niños y las Niñas (2006), se
expresa la preocupación por las cifras de ingreso que existen en las casas hogar de America
Latina, así como por las condiciones inadecuadas del acogimiento y el hecho de que no se le
ha dado prioridad a la búsqueda de su mejoramiento.

En México existen instituciones que tratan de sustituir los hogares familiares, donde
intentan recrear este tipo de convivencia, como es el caso de Aldeas SOS, las cuales alojan a
más de 600 menores de edad (RELAF, 2010). Existen otro tipo de instituciones, como las
casas hogar o casa cuna, en el caso de esta última, aloja niños de los 0 a los 6 años, con
posibilidades de extenderse en casos especiales dependiendo del modelo de cuidado que la
institución ofrezca. Por otro lado, en las casas hogar brinda atención y refugio a menores de
entre 6 y 18 años, estas pueden ser mixtas o atender unicamente a varones o mujeres y por
último los orfanatos, que albergan nños, niñas y adolescentes de los 0 a los 18 años.

El INEGI (2015) reportó 33,118 niñas, niños y adolescentes menores de 17 años en


centros de asistencia social y albergues públicos y privados, de los cuales el 51% hombres y
49% mujeres. Las cinco entidades federativas con mayor población albergada fueron: Baja
California, Jalisco, Ciudad de México, Chihuahua y Estado de México. El 77% tiene entre 7
y 18 años, por lo que existe un alto porcentaje de adolescentes en situación de orfandad. En
el 2010 INEGI roportó 638 orfanatos o casas hogar que subsisten por apoyos
gubernamentales y donativos.
1.3.2. Efectos emocionales del abandono

La Red Latinoamericana de Acogimiento Familiar (RELAF, 2010) explica que los niños,
niñas y adolescentes institucionalizados además del abandono sufren violaciones a sus
derechos fundamentales, empezando por el derecho a la convivencia familiar y comunitaria,
ya que como se ha mencionado con anterioridad, los adolescentes tienen una relción con el
exterior practicamente nula, lo que combinado con el sentimiento de abandono, causan
efectos psicológicos y emocionales graves; algunos otros derechos de los que se ven
desprovistos son el derecho a la libertad, el derecho a la expresión y la participación, el
derecho a la intimidad, entre otros, que pueden depender del lugar donde se encuentren.

Por otra parte, detalla que los niños institucionalizados están afectados por un
profundo sentimiento de soledad, de incomprensión, aislamiento de la sociedad, desarraigo,
incertidumbre por el futuro por no saber quien los va a proteger ya compañar, sentimientos
de rechazo y baja autoestima.

Algunos estuadios realizados por Erickson, Egeland y Pianta (1989) sobre


negligencia infantil, concluyen en que el abandono infantil tiene más consecuencias
negativas y en mayor grado entre los cinco y seis años. Algunos problemas que los niños,
niñas y adolescentes pueden tener son disminución del rendimiento cognitivo, ansiedad, falta
de motivación, retraimiento social, falta de sensibilidad y empatía.

Barudy (1998) explica que el maltrato provoca que se desarrolle inseguridad afectiva,
ya que tendrán una necesidad de afecto no satisfecha, vinculada a los primeros omentos con
la madre, lo cual tiene dos formas de expresarse: la primera a traves de la busqueda de afecto
y la segunda a traves del recahzo, como froma de protegerse por el miedo al abandono.

Otras posibles repercusiones en niños y adolescentes abandonados son las dificultades


y las repercusiones sociales que estas puedan tener, como por ejemplo robar cosas,
comportamiento agresivo, comportamieno infantil, trastornos alimenticios, toxicomanía o
psicopatías. Esto puede derivar en otros problemas, por ejemplo la reclusión, el rechazo de
sus pares, entre otras (Trigueros & Sanz, 2001).
Por otro lado, Sanín (2013), plantea que la falta de estimulación es causante de otra
serie de problematicas que, de presentarse, deberán ser enfrentadas por esta población,
ejemplo recurrente de estas, son las dificultades en el desarrollo del lenguaje, problemas para
interactuar y poca tolerancia a la frustración.

Además, plantea que cuando los niños o niñas pierden muchos derechos y deben
aprender a sobrevivir sin una familia, influye en su vida adulta, dificulta la tarea de ser padre
o madre y puede incluso llegar a repetir la experiencia de abandono en sus hijos.

Si bien el principio de estos sintomas es el abandono, algunos de ellos pueden ser


evitados si los cuidadores proporcionan al niño, la niña o los adolescentes el afecto, la
seguridad y la estabilidad emocional que necesitan, sin embargo, esto no asegura que crezcan
plenamente, pues el abandono de su familia provoca una autoimagen negativa, que produce
una mirada del mundo amezante e insegura (Trigueros & Sanz, 2001).

1.5. Estudios relacionados

La resiliencia es un tema que ha sido estudiado con anterioridad, con perspectiva psicológica,
desde la definición, características y utilidad del concepto, estudiado por Becoña, E. (2006),
quien concluye con la sugerencia de la realización de estudios que comprueben su
funcionalidad para la prevención y tratamiento de trastornos psicopatológicos; hasta la
investigación cualitativa de la resiliencia en niños huérfanos de las doctoras Gálvez Yuc y
Morales Ramírez (2013) que aporta la importancia de que las instituciones que albergan a los
niños y niñas en situción de orfandad tengan vínculos afectivos y un ambiente saludable, para
que aminore el trauma y se desarrollen características resilientes.

También se han hecho aportes a la educación con las investigaciones, ejemplo de esto
es la investigación “Construir la resiliencia en la escuela” realizada por Uriarte (2006), que
explica que la escuela es un contexto que puede ser capaz de favorecer el desarrollo de la
resiliencia y que para lograr que los niños sean resilientes, es importante que los docentes lo
sean; y con la investigación sobre la recreción en el fomento de la resiliencia de Romero
(2015) que a través de una revisión de la literatura encuentra actividades dinámicas que
fomentan la resiliencia, como las artísticas, actividades al aire libre y los deportes.
En cuanto a estudios referentes a la resiliencia en adolescentes, Cardozo y Alderete
(2009), realizaron la investigación cuantitativa titulada “Adolescentes en riesgo psicosocial
y resiliencia” con el objetivo de detectar variables individuales y sociales que contribuyen al
fortalecimiento de la resiliencia en adolecentes de un nivel socioeconómico bajo, en Coroba,
Argentina; y una investigación realizada en Brasil, por Cordini (2005) que aporta
información sobre la respuesta resiliente en los diferentes estratos sociales, y como los menos
favorecidos suelen tener mayor respuesta resiliente que los de clase media alta y que entre
hombres y mujeres, las mujeres presentan los puntajes más elevados.

Por otra parte, Muñoz (2007) hace un recorrido por la literatura para revisar las
técnicas e instrumentos que pueden ser utilizados para la medición de la resiliencia, llegando
a la conclusión de que se pueden dividir en tres tipos: las pruebas proyectivas, las pruebas
psicométricas y las pruebas de imaginología.
Capítulo 2: Estrategia Metodológica

2.1. Participantes

Los participantes serán 5 adolescentes entre 10 y 17 años, que sean huérfanos y se encuentren
institucionalizados en la casa hogar Conecalli, ubicada en la ciudad de Xalapa, Veracruz.

Criterios de exclusión: los adolescentes no se encuentren ahí por otras razones como que sus
padres se encuentren privados de su libertad o que fueran retirados del seno familiar por
razones legales. Los adolescentes no deberán tener problemas de comportamiento, y sí ser
sociables, autónomos y tener habilidades para resolver problemas.

2.2. Situación o Escenario

La Ciudad Asistencial Conecalli, cuyo nombre proviene del Náhuatl “Casa del niño”, se
ubica en la carretera antigua Xalapa-Coatepec Km 2.5, se encuentra rodeada de un área
boscosa de 13 hectáreas. Fue fundada en 1989 y está subsidiada por el DIF Estatal de
Veracruz.

Esta ciudad asistencial tiene los siguientes objetivos:

• Garantizar la cobertura de las necesidades individuales de los menores en cuanto a


espacio, vestido, alimento, educación, salud, cuidados y esparcimiento durante su
estancia.
• Garantizar la integridad física de los menores durante su estancia en Conecalli.
• Prevenir problemas de salud serios o colectivos a través de un ambiente sano,
cuidados preventivos y atención oportuna a cualquier padecimiento que presenten los
menores.
• Aliviar el aspecto emocional de los menores buscando su reintegración familiar/social
a través de una autoestima fortalecida y la adquisición de herramientas de
convivencia.
• Ofrecer la mejor atención posible a través de un equipo potente, especializado y
capacitado para cubrir las necesidades específicas de la casa.
• Contar con expedientes exhaustivos, integrales y actualizados de cada menor desde
su ingreso.
• Evaluar el correcto desarrollo del periodo de contacto inicial en el caso de
adopciones.

La Ciudad Asistencial Conecalli cuenta con seis programas que facilitan e cumplimiento de
los objetivos enlistados anteriormente. Estos son: atención nutricional, atención médica,
atención psicológica, terapias alernativas, educación y actividades de recreación y
esparcimiento.

Para realizar la investigación de la forma adecuada, será solicitado un espacio libre de


distractores, que sea privado y en el que el adolescente se sienta cómodo para expresarse con
completa libertad.

2.3. Recursos, técnicas e instrumentos

2.3.1. Recursos humanos

• Psicóloga en formación de noveno semestre, autora y responsable de presente


investigación, para realizar la historia de vida de cada uno de los particiantes en la
investigación y para llevar a cabo el análisis del discurso.
• Persona espacializada en el tema de tesis que fungirá como directora de la misma.
• Apoyo de los encargados del centro Conecalli para obtener información sobre la
conducta y antecedentes de los adolescentes.

2.3.2. Recursos materiales

• Grabadora de voz, en caso de ser permitido por todos los involucrados para tener un
registro fiel de lo dicho durante las sesiones.
• Registros de antecedentes de los adolescentes que sean sujetos participantes en la
investigación.
• Formato de consentimiento informado (Anexo 1).
• Formato para la guía para la entrevista (Anexo 3).
2.3.3. Técnicas e instrumentos de recolección de datos

• Historia de vida:

La técnica principal a utilizar en esta investigación será la historia de vida, la cual será
elaborada a traves de entrevistas realizadas directamente con el adolescente (Ver Anexo 2:
tabla de elaboración de entrevista y Anexo 3: Guión de entrevista).

Las entrevistas se dividirán en aproximadamente cuatro sesiones de una hora, procurando


siempre detenerla si se percibe que el adolescente está cansado o se encuentra incómodo por
alguna pregunta. Será importante que en cada sesión se lleven acabo las tres etapas de una
entrevista: Rapport, desarrollo y cierre, en la primera entrevista es esencial que el
entrevistador se presente, darle el formato de consentimiento informado y permitir al
adolescente presentarse también.

Villamizar y Gama (1994) explican que la historia de vida tiene como objetivo la recolección
de información y que esta sea proporcionada por medio del lenguaje y la reconstrucción de
los sucesos de la vida del entrevistado, que sean expresados pensamientos, deseos y el mismo
inconsciente. Esta técnica es sumamente útil para analizar los procesos de integración cultural
y estudiar los sucesos presentes en la formación de la identidad.

Lss trabajadoras sociales aclaran que desde esta perspectiva es posible la recosntrucción de
los eventos principales del ciclo vital, comprender las interpretaciones culturales y los
procesos de interiorización subjetiva de los acontecimientos.

Por otra parte, este proceso de constante reconstrucción de la historia de vida tiene un
significado más profundo para el entrevistado, que se basa en reconocer y reapropiarse de su
vida, entenderse con su realidad, con sus vivencias y en algunos casos tomar distancia con
ello y objetivizarla (Villamizar y Gama, 1994).

2.4. Tipo de investigación y diseño:

Estudio cualitativo exploratorio-descriptivo transversal.


De acuerdo a Hernández Sampieri (2014), el estudio exploratorio sirve para familiarizarse
con fenómenos relativamente desconocidos, de estos se obtiene información sobre la
posibilidad de llevar a cabo una investigación más completa respecto de un contexto
particular o sugerir afirmaciones y postulados; por otra parte la finalidad de un estudio
descriptivo es especificar propiedades, caracterísitcas y perfiles de personas o grupos
específicos que se puedan someter a un análisis; por último los diseños transversales son en
los que hace la recopilación de los datos en un momento único.

El diseño que será utilizado en esta investigación es el narrativo, el cual es definido por
Hernandez Sampieri (2014) de la siguiente manera.

Los diseños narrativos pretenden entender la sucesión de hechos, situaciones,


fenómenos, procesos y eventos donde se involucran pensamientos,
sentimientos, emociones e interacciones, a través de las vivencias contadas
por quienes los experimentaron. Se centran en “narrativas”, entendidas como
historias de participantes relatadas o proyectadas y registradas en diversos
medios que describen un evento o un conjunto de eventos conectados
cronológicamente Czarniawska, 2004 (citado por Hernandez Sampieri, 2014).

2.5. Variables

Variable dependiente: resiliencia

Dimensiones:

• Competencia social.
• Resolución de problemas.
• Autonomía.
• Sentido de propósito y futuro.

Variable independiente: historia de vida


2.7. Procedimiento

a) Fase inicial:

La fase inicial se llevó a cabo en la Experiencia Educativa “Proyecto de investigacion e


intervencion en psicología” impartida por la Dra. Rossana Bigurra de la Hoz, en la facultad
de psicología en la Universidad Veracruzana. Se empezó considerando uno o varios temas y
compartiéndolos con el grupo con la finalidad de tener la idea en concreto que lo que se
pretendía hacer y si sería por medio de una investigación o una intervención; este primer paso
es clave, ya que a partir de aquí se determina todo el proyecto que se va a realizar. Se
seleccionó el tema “Resiliencia en adolescentes huérfanos” y se optó por realizar una
investigación de corte cualitativo a traves de la historia de vida.

Lo siguiente fue encontrar un lector o lectora, en este caso se solicitó a la Dra. Nora Ines
Morales Contreras como lectora del proyecto ya que anteriormente ha dirigido tesis e
intervenciones con tematicas similares.

A partir de ese momento se empezó a investigar sobre el tema, en artículos, libros, páginas
de internet y otros medios, así como sobre los conceptos que serían relevantes para la
investigación, a partir de estas fuentes se fue realizando el Marco teórico y los antecedentes,
no sin antes revisar el manual de APA con la intención de citar correctamente los trabajos
encontrados y de esta forma evitar incurrir en faltas.

Al terminar con el marco teórico y los antecedentes, se comenzó el segundo capítulo, en el


cuál se describe la metodología del proyecto, empezando con la descripción de los
participantes, seguido de la descripción de la situación o el escenario en el que estos se
enucentran inmersos, despues se explicó cuales serán los recursos, técnicas e instrumentos,
empezando por los recursos humanos, seguido de los recursos materiales y finalizando por
las técnicas e instrumentos que serán utilizados para obtener la información de los
participantes, después se describió el tipo de investigación como un estudio cualitativo
exploratorio-descriptivo transversal y el diseño de este que se clasifica como narrativo, por
último se definieron cuales serían las variables tanto dependientes que sen este caso sería la
resiliencia, como independientes que sería la historia de vida de los participantes. La fase
concluye con la entrega final del proyecto a la profesora titular de la Experiencia Educativa
y a la lectora.

b) Fase de intervención:

En primer lugar, se realizarán las gestiones necesarias para realizar la investigación en la


ciudad asistencial Conecalli, en la fase de intervención se realizará la tesis por medio de la
recolección de datos a traves de las entrevistas.

Se deberá hacer en primer lugar las modificaciones pertinentes al trabajo previamente


ralizado, seguido de las sesiones con cada uno de los participantes para realizar las entrevistas
a profundidad, estas entrevistas serán realizadas a aproximadamente cinco adolescentes de
entre 15 y 17 años que residan en la Ciudad Asistencial, se dividirán en cuatro sesiones de
una hora cada una aproximadamente, esto dependerá de cómo se vayan desarrollando las
sesiones con cada adolescente.

Cuando se termine la fase de las entrevistas se realizará el análisis del discurso presente en
las mismas, este será contrastado con el marco teórico para por último se generarán las
conclusiones y discusión de la investigación realizada. Es importante destacar que en esta
fase se estará en constante supervición de los lectores y director de tesis.

c) Fase de salida:

Por último, en la fase de salida se presentará el trabajo de experiencia recepcional concluida


y se defiende ante los sinodales.

2.8. Consideraciones éticas

Para las consideraciones éticas de este proyecto, fue utilizado el Código Ético del Psicólogo
de la Sociedad Mexicana de Psicología (2009). A continuación se enlistan los artículos que
serán considerados.

Artículo 48. El psicólogo diseña y conduce la investigación, e informa sobre de ésta, de


acuerdo con las normas reconocidas de competencia científica e investigación ética. El
psicólogo planea la investigación de tal forma que minimiza la posibilidad de resultados
engañosos. Al planear investigación, cuida su aceptación ética de acuerdo con este Código
Ético. Si algún aspecto ético no queda claro, el psicólogo busca resolverlo por medio de
consultas a consejos revisores institucionales y por medio de otros mecanismos pertinentes.

Artículo 49. El psicólogo conduce investigación competentemente y con el respeto debido a


la dignidad y bienestar de los participantes, ya sean éstos humanos o animales.

Artículo 118. El psicólogo obtiene consentimiento informado apropiado a la terapia,


investigación, u otros procedimientos, utilizando un lenguaje entendible para los
participantes. El contenido del consentimiento informado variará dependiendo de muchas
circunstancias, sin embargo generalmente supone que la persona:

1. Posee la capacidad para consentir.


2. Se le ha proporcionado la información significativa concerniente al
procedimiento.
3. Ha expresado libremente y sin influencias indebidas su consentimiento y
4. El consentimiento se ha documentado de forma apropiada.

Artículo 119. Cuando las personas presenten incapacidad legal para dar un consentimiento
informado, el psicólogo lo obtiene de una persona legalmente autorizada.

Artículo 133. Con el fin de minimizar intrusiones en la privacía, el psicólogo solo incluye en
sus informes escritos u orales, consultorías o asesorías y similares, aquella información
pertinente al propósito de dicha comunicación.
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Cronograma

Fase inicial Fase de intervención Fase de


salida
Fechas Febrero-Julio Septiembre Octubre Noviembre Diciembre Diciembre
2020 2020 2020 2020 2020
Acciones Elaboración Correcciónes Entrevistas Análisis Redactar Presentar y
del proyecto al proyecto. en del discusión y defender
Conecalli discurso y conclusiones tesis ante el
contraste jurado
con marco
teórico
Asesoría con Supervición Asesoría
lectores y con con
directora directora y lectores y
lectores drectora
Anexos

Anexo 1 Consentimiento informado

UNIVERSIDAD VERACRUZANA

FACULTAD DE PSICOLOGIA

CONSENTIMIENTO INFORMADO PARA PARTICIPAR EN LA INVETIGACIÓN


“RESILIENCIA EN ADOLESCENTES HUÉRFANOS: UNA APROXIMACIÓN
DESDE LA HISTORIA DE VIDA”

Fecha: ______________________________

Yo _________________________________________________________, por
voluntad propia, doy mi consentimiento para ser participe en la investigación sobre
resiliencia en adolescentes en la cual será necesaria mi asistencia y participación
en una serie de sesiones en las que seré entrevistado.

Estoy en el entiendo que puedo dar por terminada mi participación en cualquier


momento del proceso de la aplicación sin recibir ninguna sanción y que los
resultados serán tratados con fines académicos, con completa confidencialidad y
que no se informarán a nadie más sin mi consentimiento.

Nombre y Firma del participante

__________________________________

Nombre y firma del responsable del menor

____________________________
Anexo 2 Tabla de elaboración de entrevista

Categorías Subcategorías Items


Competencia Infancia: ¿Cuál es tu nombre? (esta
social
información solo es necesaria para
1. Recuerdos más lejanos
que pueda hablarte por tu nombre)
2. Relación con padres
3. Relación con hermanos
¿Cuántos años tienes?
4. Relación con otros
familiares (abuelos, ¿De donde eres originario?
tíos u otros)
¿Tienes hermanos? ¿Cuántos?
5. Actividades más
comunes
¿Cuál es tu recuerdo más antiguo?
6. Rutina diaria
7. Juegos ¿Recuerdas si alguna vez conviviste
8. Amistades con tus padres? ¿Qué recuerdas?
9. Travesuras
¿sigues conviviendo con tus
10. Escuela/trabajo
hermanos? ¿Cómo describirías tu
11. Barrio o comunidad
relación con ellos?

Además de tus padres y tus hemanos


¿has tenido contaco con algunos de
tus otros familiares?

¿Qué te gustaba hacer cuando eras


pequeño?

¿Qué tanto lo hacías?

¿Qué hacías cuando no estabas


haciendo eso?
¿Cuáles eran tus actividades diarias?

¿Tenías muchos amigos?

¿A que jugabas cuando eras


pequeño?

¿Con quien jugabas?

¿Cómo te llevabas con ellos?

¿Cómo te portabas cuando eras


pequeño?

¿Qué tan travieso eras? ¿por qué?


¿Qué hacías?

Resolución de Adolescencia: ¿A que escuela fuiste?


problemas
1. Amigos más cercanos
¿Cómo te iba en la escuela?
2. Experiencias de pareja
3. Experiencias con ¿cuál era tu materia favorita?
alcohol, tabaco u otras
¿qué te gustaba de ella?
drogas
4. Experiencias
¿Cómo te llevabas con tus
deportivas o
compañeros?
recreativas
5. Experiencias artísticas ¿te agradaban tus profesores?
o culturales
¿Qué hacías en el receso?
6. Experiencias hacia el
final de la escuela o en
¿Alguna vez te castigaron?
el colegio, o en el
trabajo
7. Relación con maestros ¿recuerdas como llegaste a
o profesores Conecalli?
8. Relación con alguna
¿Cuántos años tenías?
otra figura adulta
significativa.
¿cómo te sentiste?

¿Cómo te integraste?

¿hiciste amigos?

Si la respuesta es sí ¿Cómo te llevas


con ellos?

Si la respuesta es no ¿por qué?

¿cómo te sientes actualmente aquí?

¿Cuáles han sido tus mejores


experiencias aquí?

¿Cuáles han sido tus peores


experiencias aquí?

¿cuál es tu rutina?

¿te gusta como vives?

autonomía ¿tienes pareja?

¿cómo se conocieron?

¿cómo empezaron la relación?


¿cómo es su relación?

¿te gusta estar con ella/él?

¿qué hacen regularmente?

¿te ves a futuro con ella/él?

¿has tenido parejas antes?

¿Por qué terminaron?

¿Cómo te sentiste por eso?

¿qué hiciste para superarla/o?

Ya me hablaste de tus parejas, ahora


en referencia a tus amistades
¿alguna vez te han excluido de algún
grupo?

Retomando la forma en la que


llegaste a Conecalli, quisiera
preguntar ¿Cómo has manejado esa
situación?

¿Alguna vez has probado el alcohol?

¿te has embriagado? ¿Cómo ha sido


tu experiencia? ¿por qué
comenzaste a hacerlo o cómo fue
que comenzaste?

¿has utilizado sustancias ilegales?


¿con que frecuencia? ¿Cómo ha sido
tu experiencia? ¿por qué
comenzaste a hacerlo o cómo fue
que comenzaste?

¿has fumado tabaco? ¿con que


frecuencia? ¿Cómo ha sido tu
experiencia? ¿por qué comenzaste a
hacerlo o cómo fue que comenzaste?

Pasando a a otro tipo de actividades


recreativas ¿te gusta el deporte?

¿Qué deportes practicas o has


practicado?

¿a qué equipo le vas? ¿y por qué?

¿cómo reaccionas cuando pierde tu


equipo?

Sentido de ¿qué haces para divertirte?


propósito y futuro
¿Por qué te parece divertido?

¿te gusta el arte?

¿qué tipo de arte?

¿Realizas alguna de estas


actividades artísticas?

¿por qué te gusta?


¿desde cuando lo practicas? O ¿Por
qué nolo practicas?

¿cómo fue el paso de la secundaria a


la prepa? O ¿cómo te imaginas que
será la prepa?

¿cómo es tu relación con tus


maestros?

¿cómo es tu relación con tus


compañeros?

¿tienes enemigos o personas que no


te agraden? ¿por qué?

¿hay algún adulto con quien tengas


una relación de mucha confianza?

¿quién es?

¿por qué tienes esa relación?

¿cómo es esa relación?

¿consideras que es un ejemplo a


seguir?

¿por qué?

¿han tenido distanciamientos o


diferecias?

¿cómo lo resuelven?
Anexo 3 Guía de entrevista

Buenas tardes, mi nombre es Samantha soy estudiante de la facultad de psicología de la


Universidad Veracruzana, y estoy realizando un trabajo de investigación que requiere de
estas entrevistas, para las cuales tu ayuda será indispensable.

Es importante mencionarte que las respuestas no son correctas ni incorrectas ni serán


juzgadas por mí ni por quienes supervisan la investigación. Tu identidad no será revelada y
la información que proporciones únicamente será manejada por mí, por lo que puedes
expresarte tan libremente como desees.

1. ¿Cuál es tu nombre? (esta información solo es necesaria para que pueda hablarte por tu
nombre)
2. ¿Cuántos años tienes?
3. ¿De donde eres originario?
4. ¿Tienes hermanos? ¿Cuántos?
5. ¿Cuál es tu recuerdo más antiguo?
6. ¿Recuerdas si alguna vez conviviste con tus padres? ¿Qué recuerdas?
7. ¿sigues conviviendo con tus hermanos? ¿Cómo describirías tu relación con ellos?
8. Además de tus padres y tus hemanos ¿has tenido contaco con algunos de tus otros
familiares?
9. ¿Qué te gustaba hacer cuando eras pequeño?
10. ¿Qué tanto lo hacías?
11. ¿Qué hacías cuando no estabas haciendo eso?
12. ¿Cuáles eran tus actividades diarias?
13. ¿Tenías muchos amigos?
14. ¿A que jugabas cuando eras pequeño?
15. ¿Con quien jugabas?
16. ¿Cómo te llevabas con ellos?
17. ¿Cómo te portabas cuando eras pequeño?
18. ¿Qué tan travieso eras? ¿por qué? ¿Qué hacías?
19. ¿A que escuela fuiste?
20. ¿Cómo te iba en la escuela?
21. ¿cuál era tu materia favorita?
22. ¿qué te gustaba de ella?
23. ¿Cómo te llevabas con tus compañeros?
24. ¿te agradaban tus profesores?
25. ¿Qué hacías en el receso?
26. ¿Alguna vez te castigaron?
27. ¿recuerdas como llegaste a Conecalli?
28. ¿Cuántos años tenías?
29. ¿cómo te sentiste?
30. ¿Cómo te integraste?
31. ¿hiciste amigos?
32. Si la respuesta es sí ¿Cómo te llevas con ellos?
33. Si la respuesta es no ¿por qué?
34. ¿cómo te sientes actualmente aquí?
35. ¿Cuáles han sido tus mejores experiencias aquí?
36. ¿Cuáles han sido tus peores experiencias aquí?
37. ¿cuál es tu rutina?
38. ¿te gusta como vives?
39. ¿tienes pareja?
40. ¿cómo se conocieron?
41. ¿cómo empezaron la relación?
42. ¿cómo es su relación?
43. ¿te gusta estar con ella/él?
44. ¿qué hacen regularmente?
45. ¿te ves a futuro con ella/él?
46. ¿has tenido parejas antes?
47. ¿Por qué terminaron?
48. ¿Cómo te sentiste por eso?
49. ¿qué hiciste para superarla/o?
50. Ya me hablaste de tus parejas, ahora en referencia a tus amistades ¿alguna vez te han
excluido de algún grupo?
51. Retomando la forma en la que llegaste a Conecalli, quisiera preguntar ¿Cómo has
manejado esa situación?
52. ¿Alguna vez has probado el alcohol?
53. ¿te has embriagado? ¿Cómo ha sido tu experiencia? ¿por qué comenzaste a hacerlo o
cómo fue que comenzaste?
54. ¿has utilizado sustancias ilegales? ¿con que frecuencia? ¿Cómo ha sido tu experiencia?
¿por qué comenzaste a hacerlo o cómo fue que comenzaste?
55. ¿has fumado tabaco? ¿con que frecuencia? ¿Cómo ha sido tu experiencia? ¿por qué
comenzaste a hacerlo o cómo fue que comenzaste?
56. Pasando a a otro tipo de actividades recreativas ¿te gusta el deporte?
57. ¿Qué deportes practicas o has practicado?
58. ¿a qué equipo le vas? ¿y por qué?
59. ¿cómo reaccionas cuando pierde tu equipo?
60. ¿qué haces para divertirte?
61. ¿Por qué te parece divertido?
62. ¿te gusta el arte?
63. ¿qué tipo de arte?
64. ¿Realizas alguna de estas actividades artísticas?
65. ¿por qué te gusta?
66. ¿desde cuando lo practicas? O ¿Por qué nolo practicas?
67. ¿cómo fue el paso de la secundaria a la prepa? O ¿cómo te imaginas que será la prepa?
68. ¿cómo es tu relación con tus maestros?
69. ¿cómo es tu relación con tus compañeros?
70. ¿tienes enemigos o personas que no te agraden? ¿por qué?
71. ¿hay algún adulto con quien tengas una relación de mucha confianza?
72. ¿quién es?
73. ¿por qué tienes esa relación?
74. ¿cómo es esa relación?
75. ¿consideras que es un ejemplo a seguir?
76. ¿por qué?
77. ¿han tenido distanciamientos o diferecias?
78. ¿cómo lo resuelven?

Nuevamente reitero mi agradecimiento por tu cooperación para la investigación ¿tienes


alguna duda sobre lo que se hará con la información que me has proporcionado?

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