La Fe1

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UN NUEVO NACIMIENTO

INICIACIÓN CRISTIANA
BAUTISMO CONFIRMACION EUCARISTÍA
(Nacimiento) (Madurez) (Alimento)

Es el fundamento Es el sacramento de Es el memorial de la


de la vida la plenitud de la Pasión, Muerte y
cristiana,Puerta gracia bautismal y el Resurrección de
de la vida en el don del Espíritu Cristo mediante la
espírituque nos Santo. Implica consagración del
dispone a otros compromiso y Pan y del Vino.
sacramentos. testimonio
Cada hijo que nace Dios lo encomienda a sus padres

Por eso, ¡cuán importante es la familia fundada en el


matrimonio, cuna de la vida y del amor! La casa de Nazaret,
donde vive la Sagrada Familia, es modelo y escuela de sencillez,
paciencia y armonía para todas las familias cristianas. Pido al
Señor que también vuestras familias sean lugares acogedores,
donde estos pequeños puedan crecer, no sólo con buena salud,
sino también en la fe y en el amor a Dios, que hoy con el
bautismo los hace hijos suyos.
EL SACRAMENTO DE LA FE

EL BAUTISMO
EL BAUTISMO

Jesús le dijo a Nicodemo que quien quisiera seguirlo tendría que


volver a nacer, se refería a este renacer por medio de las aguas del
bautismo.
El hecho de tener un nuevo bebé en la familia es ya motivo de
gran alegría, también lo es el hecho de que la iglesia tenga un
nuevo miembro. Si conoces el significado de este sacramento y de
los sígnos que en él se emplean podrás disfrutar más de la
ceremonia y participar en ella de una mejor manera.
EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO
Sabemos que Dios crea al hombre y a la mujer por y para el amor.
Por lo que, cuando Dios creó a la primera pareja humana, la creó en
estado de justificación, es decir tenía el don de la gracia
santificante, lo que hacía que el hombre y la mujer fueran hijos de
Dios y herederos del cielo. Pero, en el momento en que Adán y Eva
cometieron el pecado, rompiendo la amistad con Dios, se perdió la
dignidad
.
de hijos de Dios y a partir de ese momento, todos los
hombres nacen con la mancha del pecado original.
Dios, en su infinita misericordia, promete en ese momento un
salvador, que pueda devolver la dignidad de ser hijos de Dios y
herederos del cielo. Por ello, nos envía a su Hijo para que con Su
pasión, muerte y resurrección, nos abra las puertas del cielo.
EL PECADO ORIGINAL
¿Cómo era el hombre antes de pecar? Antes de pecar el hombre
había recibido muchos dones de Dios:
•Poseía gracias y virtudes sobrenaturales gozando de la amistad e intimidad
divinas.
•Los dones preternaturales le hacían inmortal e impasible: sin dolores, sin
enfermedades, sin cansancios.
•Su naturaleza estaba en plenitud: su inteligencia, su voluntad, sus apetencias
iban bien. Por ejemplo, le apetecía comer y beber en la medida justa.

¿Cómo quedó el hombre después del pecado original? A


consecuencia del pecado original el hombre perdió los dones sobrenaturales y
preternaturales. Incluso su naturaleza humana quedó herida perdiendo parte
de su dignidad con varias consecuencias:
•A la tendencia natural al bien se añadió la inclinación al pecado.
•Al rebelarse el alma contra Dios, el cuerpo se rebeló contra el alma y empezó a
exigir más placeres de lo razonable. Desde entonces el hombre debe esforzarse
por dominarse a sí mismo frenando sus apetencias de comida, sexo,
comodidad, etc. No todo lo que apetece está bien.
¿Qué hace el Bautismo en nuestros hijos?
· Borra el pecado original: el alma de la criatura queda totalmente limpia
de todo pecado. Es uno de los significados del agua que se derrama en su
cabecita: lavar el alma de toda mancha, dejarla limpia y resplandeciente por la
fuerza de la Muerte y resurrección de Jesús.
· Le da el don del Espíritu Santo: el agua derramada en la cabeza del niño
significa también la nueva vida que le es regalada, por obra del Espíritu Santo. El
niño bautizado queda hecho
· Hijo de Dios Padre,
· Hermano y miembro de Cristo: Y por lo mismo hijo de María
Santísima)
· Templo del Espíritu Santo
· Comienzan a formar parte de la Iglesia, que es el Pueblo de Dios, del
cual forman parte todos los bautizados, las almas del Purgatorio y quienes están
ya en el Cielo. Esta Iglesia es dirigida en la tierra por el Papa y por los obispos, y
se hace concreta en las parroquias, en las cuales los sacerdotes son
representantes de Cristo Pastor.
Quedan marcados con un sello espiritual imborrable
El Bautismo no se puede reiterar, porque marca a las personas en lo más
profundo de su corazón. Ese “sello” indica su pertenencia a Jesús hasta la
muerte, y por toda la eternidad
·
Comienzan a ser herederos del reino de los cielos
los hijos heredan los bienes de sus padres. La Vida nueva de Hijos de Dios
que comienza en el Bautismo no termina nunca, porque si somos buenos
cristianos, tenemos la seguridad de que el Señor nos dará el Cielo en herencia,
porque los hijos heredan los bienes de sus padres.

Las Virtudes Teologales


Fueron infundidadas por Dios en nuestras almas el dia de nuestro Bautismo
LAS VIRTUDES TEOLOGALES
Son tres: fe, esperanza y caridad. Fueron infundidas por Dios en
nuestra alma el día de nuestro bautismo, pero como semilla, que
había que hacer crecer con nuestro esfuerzo, oración, sacrificio.

1. Fin de las virtudes teologales:

Dios nos dio estas virtudes para que seamos capaces de actuar a lo
divino, es decir, como hijos de Dios, y así contrarrestar los impulsos
naturales inclinados al egoísmo, comodidad, placer.

2. Características de las virtudes teologales

a) Son dones de Dios, no conquista ni fruto del hombre.


b) No obstante, requieren nuestra colaboración libre y consciente
para que se perfeccionen y crezcan.
c) No son virtudes teóricas, sino un modo de ser y de vivir.
d) Van siempre juntas las tres virtudes.
LA FE
1. Definición

Es un don, una luz divina por la cual somos capaces de reconocer a Dios, ver su
mano en cuanto nos sucede y ver las cosas como Él las ve. Por tanto, la fe no es
un conocimiento teórico, abstracto, de doctrinas que debo aprender. La fe es la
luz para poder entender las cosas de Dios

.Características:

a) La fe es un encuentro con Dios, con su designio de salvación. Y con la fe el


hombre responde libremente a ese encuentro con Dios entregándose a Él, con
la inteligencia y la voluntad.

b) La fe es sencilla, no está hecha de elucubraciones y discursos, sino de


verdadera adhesión a Dios, como María, como Abraham.

c) La fe es vital, es decir, debe cambiar mi vida, demostrarse en mi vida. Por


eso, hay que vivir de fe.
ESPERANZA
1. Definición

Es la virtud teologal por la cual deseamos a Dios como Bien Supremo y


confiamos firmemente alcanzar la felicidad eterna y los medios para ello.

3. Caracterìsticas:

a) Pone en nuestros corazón el deseo del cielo y de la posesión de Dios,


desasiéndonos de los bienes terrenales.

b) Hace eficaces nuestras peticiones.

c) Nos da el ánimo y la constancia en la lucha, asegurándonos el triunfo.

d) Nos proyecta al apostolado, pues queremos que sean muchos los que
lleguen a la posesión de Dios.
LA CARIDAD
La fe y la esperanza no tienen ningún sentido si no desembocan en el amor
sobrenatural o caridad cristiana. Por la fe tenemos el conocimiento de Dios,
por la esperanza confiamos en el cumplimiento de las promesas de Cristo y
por la caridad obramos de acuerdo a las enseñanzas del Evangelio.
Es la virtud por la que podemos amar a Dios y a nuestros hermanos por
Dios. Por la caridad y en la caridad, Dios nos hace partícipes de su propio ser
que es Amor.
Características del amor de Dios
a) El amor de Dios es lo más cierto y lo más seguro: existió desde siempre,
estaba antes que naciéramos. Una vez que es encontrado, se llega incluso a
tener la sensación de haber perdido inútilmente el tiempo, entretenidos y
angustiados por muchas cosas por las que no merecía la pena haber luchado
y vivido.
b) El amor de Dios es sólido y firme, es como la roca de la que nos habla el
evangelio. El amor humano hay que sostenerlo continuamente, alimentarlo
constantemente.
c) El amor de Dios es perpetuo, no se acaba, no se cansa, no tiene límites. Si
hay dificultades no es por Dios.
Bautizar a nuestros hijos: un compromiso profundo.
Durante el rito del Bautismo, el ministro le pregunta a los padres: ¿Saben
que contraen el compromiso de educarlos en la fe, para que cumplan los
mandamientos de Dios, amando al Señor y a su prójimo, como Cristo nos
enseñó?
Naturalmente, todos responden SI, algunos con más convicción, otros con
menos. Pero ¿nos hemos dado cuenta de lo que significa? ¿En qué consiste
este compromiso?
Consiste en ser luz para ellos, con el ejemplo y la palabra

“ 1. Ante todo, en ser buenos cristianos nosotros:


Tener una fe verdadera y profunda en Dios Padre, Hijo y Espíritu
Santo. Sería una pena si nuestros hijos ven que creemos más en personas
que no son santos, en las curanderas y videntes, que en la Palabra de Dios y
en los pastores de la Iglesia.
Participar de los sacramentos: venir a Misa cada Domingo y
comulgar, confesarnos con frecuencia, estar casados por Iglesia –porque de
otro modo no podemos comulgar ni confesarnos-.
Esforzarnos por vivir los mandamientos de Dios: Amarlo
sobre todas las cosas, amar al prójimo como a nosotros mismos –
es decir: no robar, no matar, no cometer actos impuros, etc-. Tener
una vida en la cual los niños puedan reflejarse, y evitar todas
aquellas conductas que puedan ser para ellos malos ejemplos,
como criticar a las demás personas, ser haraganes, mentir para
sacar ventajas, mirar programas de televisión que deformen la
imagen de la sexualidad y la familia, etc. Esto es muy difícil en la
sociedad actual, pero el cristiano tiene la fuerza de la fe, de la
Misa dominical y de la oración

Rezar en nuestras casas: los niños necesitan vernos rezar, ver


en nosotros personas que confían en Dios y le entregan sus
alegrías y sus tristezas. Es importante que en nuestras casas haya
siempre una –o varias- imágenes de Jesús y de su Madre
Santísima, y también de los santos, que desde el cielo nos ayudan
y son para nosotros modelos de vida.
2. Educarlos en la fe:
Además del buen ejemplo, los padres se comprometen a ser los primeros
catequistas de sus hijos. No pueden dejar todo en manos de quienes los
preparen para la comunión o confirmación. Si los padres no lo hacen, es
muy poco lo que pueden hacer los catequistas.

Responder a sus preguntas desde la fe. Todo niño tiene dudas o


inquietudes con respecto a la muerte, al bien y al mal, a los ángeles, a la
creación, etc. La mamá y el papá deben responder a estas dudas siempre
desde la fe, haciéndoles descubrir el plan de Dios sobre nuestras vidas.
Deben enseñarles a confiar en Dios en las dificultades, a no dudar nunca
de su amor, etc.

Enseñarles a rezar: desde pequeños, comenzando con la señal de la Cruz,


el Padre Nuestro y el Avemaría, la oración al Ángel de la Guarda, la
bendición de la mesa etc. No hay momento mejor para esto que antes de
dormirse: hacer con ellos la oración de la noche es algo que los marcará
por toda su vida.
Traerlos a la Misa cada domingo, enseñarles el valor de la
confesión y de comulgar frecuentemente. Cuando crezcan ya no se los
podrá traer “obligados”. Pero si los padres les enseñaron desde
pequeños el valor que tiene el encuentro con Dios, la semilla, tarde o
temprano, dará su fruto.

Educarlos en el cumplimiento de los mandamientos. Los


padres deben mostrarse siempre cariñosos y dulces, pero deben ser
firmes en indicar los límites a su conducta: poner horarios, seleccionar
sus diversiones y compañías, no permitirles faltar el respeto o ser
groseros con los mayores, etc. Mostrarles siempre que es mejor
cumplir los mandamientos de Dios que no hacerlo, que los
mandamientos son como los carteles indicadores que nos llevan hacia
la felicidad y hacia el Cielo
Reflexión sobre “el credo” católico

Las verdades de nuestra religión, de nuestra fe católica se encuentran en la


oración del Credo. El Credo es lo que creemos los católicos. Si alguien de
otra religión nos pregunta ¿qué es lo que creen ustedes los católicos?
podemos contestarle con todo lo que rezamos en el Credo. Podemos decir
que es como un resumen de nuestra religión.
• El Credo está dividido en tres partes:

La primera parte habla de Dios Padre y de la obra de la Creación.

La segunda parte habla de Dios Hijo y de la Redención de los


hombres.

La tercera parte habla de Dios Espíritu Santo y de nuestra


santificación.Estas tres partes contienen doce artículos que
abarcan las principales verdades en las que creemos los católicos.
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
Nació de Santa María Virgen,
Padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los
infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre,
todopoderoso.
Desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica
la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurección de la carne y la vida eterna. Amén
Si nos fijamos bien en todo lo que creemos nos vamos a dar cuenta de lo
importante que es Dios y de como nos amó tanto que nos entregó a su Hijo Jesús
para salvarnos. Se quedó con nosotros en la Iglesia, nos perdona y nos promete
volver a venir.Todo lo que creemos lo debemos de vivir. Debemos demostrar con
nuestras obras que creemos en Dios. Se debe notar la diferencia entre un niño que
no tiene fe y un niño que sí tiene fe. La vida se vive diferente. Por ejemplo, si yo
creo que tengo un Padre Todopoderoso que vela por mí, mis acciones deberán
demostrar esa seguridad y confianza. Si yo creo en la Iglesia, la voy a ayudar.

El Credo es una forma de profesar nuestra fe. Otra forma de profesar nuestra fe es
haciendo la señal de la cruz, que es la señal del cristiano. ¿Qué expresamos cuando
nos persignamos? Decimos que creemos en Dios que es uno en tres
personas distintas. Esto lo hacemos al decir “En el nombre del Padre y del Hijo y
del Espíritu Santo”. Al trazar la señal de la cruz en nuestro cuerpo, expresamos que
creemos en la Encarnación, Pasión y Muerte y Resurrección de nuestro Señor
Jesucristo.
Al rezar el Credo entramos en comunión con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo y con
toda la Iglesia.
LA IMPORTANCIA DE SER PADRINO

Muy alegre está quien se entera de que será padrino de bautismo


de un niño. Hay preparativos, compras y expectación, pues el
compadrazgo es un vínculo importante. Más en América Latina
que en otros países. No obstante las fiestas que se realizan por el
bautismo de un niño, debemos reconsiderar el papel del o los
padrinos a la luz del crecimiento espiritual del ahijado.
Finalidad del padrinazgo
En la medida de lo posible, a quien va a recibir el bautismo se le ha de dar un
padrino, cuya función es asistir en su iniciación cristiana al niño que se
bautiza, y, juntamente con los padres, presentar al niño que va a recibir el
bautismo y procurar que después lleve una vida cristiana congruente con el
bautismo y cumpla fielmente las obligaciones inherentes al mismo.”
Esto deja en claro la función del padrino:, pues debe formar y guiar al nuevo
cristiano en el perfeccionamiento espiritual. Es así que el padrino debe ser un
acompañante constante del ahijado, ya sea éste adulto o niño. Al mismo
tiempo, el padrino debe ser un apoyo moral y un ejemplo a seguir, pues si los
padres educan con el ejemplo, el padrino también educará en el ejemplo, ya
que su función es semejante a la de los padres.
El padrino ejerce su función en diferentes etapas. La primera es la
presentación del bautizado al sacramento. La segunda es asistir en la
iniciación cristiana y la tercera es procurar que la vida del bautizado sea
congruente con el bautismo. Es evidente que la primera parte se cumple el día
del bautismo. Por desgracia, muchos padrinos piensan que sus funciones
inician y terminan el mismo día. Sin embargo, deben considerar que su
función no está completa si no se llevan a cabo las otras dos etapas.
La asistencia en la formación de la vida cristiana

Una vez que el bautismo tiene lugar, comienza la vida cristiana del niño. Es
normal que a partir de aquí afloren preguntas y problemas. Ante esto, el
padrino debe ser un apoyo para su ahijado, ya sea proporcionando
respuestas para las preguntas o un soporte para su búsqueda. Iniciarse en
el cristianismo no sólo implica el cumplimiento sacramental, sino el
seguimiento voluntario de las enseñanzas de Cristo. Por tanto, el padrino
inicia al bautizado en el cristianismo transmitiéndole las enseñanzas de
Jesús.
Sin embargo, la mejor forma de transmitir las enseñanzas cristianas a es
través del recto ejemplo. Cuando el bautizado aprenda de su padrino que
el cristianismo exige una preparación rigurosa, pero que la plenitud en Dios
vale la pena, entonces se puede asegurar que la semilla del cristianismo a
caído en buena tierra.
La procuración de la coherencia cristiana de vida
El acompañamiento que comenzó con la iniciación bautismal tiene su
plenitud a lo largo de la vida del bautizado. Sólo el acontecer cotidiano se
puede comprobar el seguimiento de las enseñanzas dadas, pues el
cristianismo no es momentáneo, sino que pretende poseer primero la
felicidad terrena en la práctica de la caridad, y luego la la felicidad
sobrenatural en la otra vida. La coherencia cristiana se refiere a que las
acciones de vida estén de acuerdo con las enseñanzas de caridad. Es aquí
que el padrino se convierte en una especie de juez de las acciones de su
ahijado, a la vez que consejero. En esta etapa el padrino ya no es sólo un
informador, sino un caritativo supervisor de las acciones de su ahijado.
Esta plenitud de las funciones del padrino debe hacerse desde la caridad y
la espontaneidad. Es decir, evitando caer en perfeccionismos vanos.
¿Debe el padrino ser un sostén económico?

. Debemos recordar que el o los padrinos debieran ser un apoyo para la formación
cristiana de los bautizados y no sostenes económicos.
“El derecho canónico instituye al padrino en guía del nuevo bautizado, pretende que sea
en cierto modo su modelo de vida cristiana. El padrino ha de velar por el crecimiento
espiritual del recién bautizado -niño o adulto-, acompañarle en sus primeros pasos en la
fe, que aprenda, como de su mano, los fundamentos doctrinales y morales de la fe
cristiana. Ya se ve que estas funciones son tan graves que en absoluto se pueden
considerar de suplencia de los padres, en el caso de los niños que se bautizan: más bien
se complementan con las funciones de los padres, por supuesto sin sustituirles.”
Se han dado los casos en que, al fallecimiento de los padres del niño bautizado, los
padrinos se hacen cargo del huérfano. Sin embargo, esta obligación no está prevista por
el Código de Derecho Canónico. Es aceptable que los padrinos puedan solventar algunas
necesidades económicas del ahijado, en la medida de lo posible. Sin embargo, la tarea
del o los padrinos no es económica, sino de formación de vida cristiana.
Los sígnos del Bautismo y su significado
Signación en la frente
El sacerdote, tras un breve diálogo con los padres y padrinos, acoge al que
va a ser bautizado haciendo la señal de la cruz sobre su frente. Es la forma
de recibirle en la casa de Dios. Los padres y padrinos repiten el mismo
gesto.
Liturgia de la palabra
Imposición de manos para transmitir el poder del Espíritu Santo
Agua

Representa la nueva vida que infunde el Espíritu Santo y limpia


del pecado original. Primero el celebrante (sacerdote ó
diácono) la bendice. Luego se renuevan las promesas
bautismales renunciando al pecado y se profesa la fe, el Credo.
Vestidura blanca

El bautizado ha muerto a la vida del pecado y acaba de


nacer a una nueva vida, la vida de los hijos de Dios, de
aquellos que aspiran a vivir limpios de pecado, libres
de todo mal. Esto queda muy bien simbolizado en este
color.
Crisma

Expresa cómo Dios marca para siempre al


que le recibe dándole la fortaleza necesaria
para llevar una vida conforme a los valores
del Evangelio. El celebrante unge en la
cabeza con el santo crisma, óleo perfumado
bendecido por el Obispo del lugar en la misa
Crismal todos los años.
Cirio Pascual
Los padrinos encienden una vela del Cirio
Pascual, que representa a Cristo Resucitado.
Los padres y padrinos tendrán desde ahora la
misión de mantener encendida esta “llama”
del amor de Cristo en el recién bautizado.

Para ello procurarán acompañarlo en su


camino de fe a medida que vaya creciendo,
acercándole a la comunidad cristiana de su
ciudad, apuntándolo a la Primera Comunión
cuando le llegue la edad... y contagiándole
siempre el amor por Cristo, por la Iglesia y
por la Humanidad entera que es lo que
realmente puede hacernos plenamente
felices.
El Bautismo nos ofrece :
Un sentido de la vida: Venimos de Dios, vamos a Dios.

Un modelo: Jesucristo camino, verdad y vida.

Unos valores: Amar a Dios con todo el corazón y al prójimo


como a nosotros mismos.

Una fuerza: La fuerza del Espíritu Santo.

Un proyecto: Que el mundo progrese conforme al plan


amoroso de Dios.

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