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Índice

Amor..................................................................................................................................................2
Comentario......................................................................................................................................10
Amistad............................................................................................................................................10
Comentario......................................................................................................................................11
Recomendaciones............................................................................................................................11
Comentario......................................................................................................................................12
De la vida..........................................................................................................................................12
Comentario......................................................................................................................................16
Sobre la mujer..................................................................................................................................17
Comentario......................................................................................................................................20

Amor
La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que
con razón me quejo de la vuestra fermosura. Y también cuando leía: …los altos cielos que

1
de vuestra divinidad divinamente con las estrellas os fortifican, y os hacen merecedora del
merecimiento que merece la vuestra grandeza.

-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo I-

ANTONIO andan un mesmo camino,


Yo sé, Olalla, que me adoras, en todo tiempo a tus ojos
puesto que no me lo has dicho quise mostrarme polido.
ni aun con los ojos siquiera, Dejo el bailar por tu causa,
mudas lenguas de amoríos. ni las músicas te pinto
Porque sé que eres sabida, que has escuchado a deshoras
en que me quieres me afirmo; y al canto del gallo primo.
que nunca fue desdichado No cuento las alabanzas
amor que fue conocido. que de tu belleza he dicho;
Bien es verdad que tal vez, que, aunque verdaderas, hacen
Olalla, me has dado indicio ser yo de algunas malquisto.
que tienes de bronce el alma, Teresa del Berrocal,
y el blanco pecho de risco. yo alabándote, me dijo:
Mas allá, entre tus reproches Tal piensa que adora a un ángel
y honestísimos desvíos, y viene a adorar a un jimio,
tal vez la esperanza muestra merced a los muchos dijes
la orilla de su vestido. y a los cabellos postizos,
Abalánzase al señuelo y a hipócritas hermosuras
mi fe, que nunca ha podido que engañan al Amor mismo.
ni menguar por no llamado Desmentila y enojose;
ni crecer por escogido. volvió por ella su primo:
Si el amor es cortesía, desafiome, y ya sabes
de la que tienes colijo lo que yo hice y él hizo.
que el fin de mis esperanzas No te quiero yo a montón,
ha de ser cual imagino. ni te pretendo y te sirvo
Y si son servicios parte por lo de barraganía;
de hacer un pecho benigno, que más bueno es mi designio:
algunos de los que he hecho coyundas81 tiene la Iglesia
fortalecen mi partido. que son lazadas de sirgo;
Porque, si has mirado en ello, pon tú el cuello en la gamella,
más de una vez habrás visto verás cómo pongo el mío.
que me he vestido en los lunes Donde no, desde aquí juro
lo que me honraba el domingo: por el santo más bendito
como el amor y la gala de no salir destas sierras
sino para capuchino.

-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XI-

2
Yo no podré afirmar si la dulce mi enemiga gusta o no de que el mundo sepa que yo la
sirvo; sólo sé decir, respondiendo a lo que con tanto comedimiento se me pide, que su
nombre es Dulcinea; su patria, El Toboso, un lugar de la Mancha; su calidad, por lo menos
ha de ser de princesa, pues es reina y señora mía; su hermosura, sobrehumana, pues en
ella se vienen a hacer verdaderos todos los imposibles y quiméricos atributos de belleza
que los poetas dan a sus damas: que sus cabellos son oro; su frente, campos elíseos; sus
cejas, arcos del cielo; sus ojos, soles; sus mejillas, rosas; sus labios, corales; perlas sus
dientes; alabastro su cuello; mármol su pecho; marfil sus manos; su blancura, nieve, y las
partes que a la vista humana encubrió la honestidad son tales, según yo pienso y
entiendo, que sólo la discreta consideración puede encarecerlas, y no compararlas.

-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XIII-

CANCIÓN DE GRISÓSTOMO de toda la infernal negra cuadrilla,


YA que quieres, cruel, que se publique salgan con la doliente ánima fuera,
de lengua en lengua y de una en otra mezclados en un son de tal manera
gente que se confundan los sentidos todos,
del áspero rigor tuyo la fuerza, pues la pena cruel que en mí se halla,
haré que el mesmo Infierno comunique para cantalla pide nuevos modos.
al triste pecho mío un son doliente, De tanta confusión, no las arenas
con que el uso común de mi voz tuerza. del padre Tajo oirán los tristes ecos,
Y al par de mi deseo, que se esfuerza ni del famoso Betis las olivas:
a decir mi dolor y tus hazañas, que allí se esparcirán mis duras penas
de la espantable voz irá el acento, en altos riscos y en profundos huecos
y en él mezcladas, por mayor tormento, con muerta lengua y con palabras vivas,
pedazos de las míseras entrañas. o ya en escuros valles o en esquivas
Escucha, pues, y presta atento oído,
playas desnudas de contrato humano,
no al concertado son, sino al ruïdo
o adonde el Sol jamás mostró su lumbre,
que de lo hondo de mi amargo pecho,
llevado de un forzoso desvarío, o entre la venenosa muchedumbre
por gusto mío sale, y tu despecho. de fieras que alimenta el libio llano;
El rugir del león, del lobo fiero que, puesto que en los páramos
el temeroso aullido, el silbo horrendo desiertos
de escamosa serpiente, el espantable
baladro de algún monstruo, el agorero los ecos roncos de mi mal inciertos
graznar de la corneja, y el estruendo suenen con tu rigor tan sin segundo,
del viento contrastado en mar instable; por privilegio de mis cortos hados
del ya vencido toro el implacable serán llevados por el ancho mundo.
bramido, y de la viuda tortolilla Mata un desdén, atierra la paciencia;
el sentible arrullar; el triste canto o verdadera o falsa, una sospecha;
del envidiado búho, con el llanto matan los celos con rigor más fuerte;

3
desconcierta la vida larga ausencia; acelerando el miserable plazo
contra un temor de olvido no aprovecha a que me han conducido sus desdenes,
firme esperanza de dichosa suerte: ofreceré a los vientos cuerpo y alma,
en todo hay cierta, inevitable muerte, sin lauro o palma de futuros bienes.
mas yo, ¡milagro nunca visto!, vivo Tú, que con tantas sinrazones muestras
celoso, ausente, desdeñado y cierto la razón que me fuerza a que la haga
de las sospechas que me tienen muerto, a la cansada vida que aborrezco,
y en el olvido, en quien mi fuego avivo, pues ya ves que te da notorias muestras
y entre tantos tormentos, nunca alcanza esta del corazón profunda llaga
mi vista a ver en sombra a la esperanza, de cómo alegre a tu rigor me ofrezco,
ni yo, desesperado, la procuro; si, por dicha, conoces que merezco
antes, por estremarme en mi querella, que el cielo claro de tus bellos ojos
estar sin ella eternamente juro. en mi muerte se turbe, no lo hagas;
¿Puédese, por ventura, en un instante que no quiero que en nada satisfagas
esperar y temer, o es bien hacello al darte de mi alma los despojos,
siendo las causas del temor más ciertas? antes con risa en la ocasión funesta
¿Tengo, si el duro celo está delante, descubre que el fin mío fue tu fiesta.
de cerrar estos ojos, si he de vello Mas gran simpleza es avisarte desto,
por mil heridas en el alma abiertas? pues sé que está tu gloria conocida
¿Quién no abrirá de par en par las en que mi vida llegue al fin tan presto.
puertas Venga, que es tiempo ya, del hondo
a la desconfianza, cuando mira abismo
descubierto el desdén, y las sospechas, Tántalo con su sed, Sísifo venga
¡oh amarga conversión!, verdades con el peso terrible de su canto,
hechas, Ticio traya43 su buitre, y ansimismo
y la limpia verdad vuelta en mentira? con su rueda Egïón no se detenga,
¡Oh en el reino de Amor fieros tiranos, ni las hermanas que trabajan tanto.
celos!, ponedme un hierro en estas Y todos juntos su mortal quebranto
manos. trasladen en mi pecho, y en voz baja,
Dame, desdén, una torcida soga. si ya a un desesperado son debidas,
Mas ¡ay de mí, que con cruel vitoria canten obsequias tristes, doloridas,
vuestra memoria el sufrimiento ahoga! al cuerpo a quien se niegue aun la
Yo muero, en fin, y por que nunca espere mortaja;
buen suceso en la muerte ni en la vida, y el portero infernal de los tres rostros,
pertinaz estaré en mi fantasía: con otras mil quimeras y mil monstros,
diré que va acertado el que bien quiere, lleven el doloroso contrapunto,
y que es más libre el alma más rendida que otra pompa mejor no me parece
a la de Amor antigua tiranía;
diré que la enemiga siempre mía que la merece un amador difunto.
hermosa el alma como el cuerpo tiene, Canción desesperada, no te quejes
y que su olvido de mi culpa nace, y que cuando mi triste compañía dejes;
en fe de los males que nos hace, antes, pues que la causa do naciste
Amor su imperio en justa paz mantiene. con mi desdicha aumenta su ventura,
Y con esta opinión y un duro lazo, aun en la sepultura no estés triste.

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-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XIV-

Yace aquí de un amador Murió a manos del rigor


el mísero cuerpo helado, de una esquiva hermosa ingrata,
que fue pastor de ganado con quien su imperio dilata
perdido por desamor. la tiranía de Amor.

-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XIV-

O le falta al amor conocimiento Si digo que sois vos, Fili, no acierto,


o le sobra crueldad, o no es mi pena que tanto mal en tanto bien no cabe,
igual a la ocasión que me condena ni me viene del Cielo esta ruïna.
al género más duro de tormento. Presto habré de morir, que es lo más
Pero si Amor es dios, es argumento cierto:
que nada ignora, y es razón muy buena que al mal de quien la causa no se sabe
que un dios no sea cruel. milagro es acertar la medicina.
Pues ¿quién ordena el terrible dolor que
adoro y siento?

—Por esa trova —dijo Sancho— no se puede saber nada, si ya no es que por ese hilo
que está ahí se saque el ovillo de todo.
—¿Qué hilo está aquí? —dijo don Quijote.
—Paréceme —dijo Sancho— que vuestra merced nombró ahí hilo.
—No dije sino Fili —respondió don Quijote—; y este, sin duda, es el nombre de la dama de
quien se queja el autor deste soneto; y a fe que debe de ser razonable poeta, o yo sé poco
del arte.
-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XXIII-

Y fue esta negación añadir llama a llama y deseo a deseo, porque aunque pusieron silencio
a las lenguas no le pudieron poner a las plumas, las cuales con más libertad que las
lenguas suelen dar a entender a quien quieren lo que en el alma está encerrado: que
muchas veces la presencia de la cosa amada turba y enmudece la intención más
determinada y la lengua más atrevida.

-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XXIV-

Sucedió, pues, que, como el amor en los mozos por la mayor parte no lo es, sino apetito,
el cual, como tiene por último fin el deleite, en llegando a alcanzarle se acaba, y ha de
volver atrás aquello que parecía amor, porque no puede pasar adelante del término que le
puso Naturaleza, el cual término no le puso a lo que es verdadero amor…; quiero decir
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que así como don Fernando gozó a la labradora se le aplacaron sus deseos y se resfriaron
sus ahíncos, y si primero fingía quererse ausentar por remediarlos, ahora de veras
procuraba irse por no ponerlos en ejecución.

-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XXIV-

Porque has de saber, Sancho, si no lo sabes, que dos cosas solas incitan a amar más que
otras, que son la mucha hermosura y la buena fama, y estas dos cosas se hallan
consumadamente en Dulcinea, porque en ser hermosa ninguna le iguala, y en la buena
fama pocas le llegan. Y para concluir con todo, yo imagino que todo lo que digo es así, sin
que sobre ni falte nada, y píntola en mi imaginación como la deseo, así en la belleza como
en la principalidad; y ni la llega Elena ni la alcanza Lucrecia ni otra alguna de las famosas
mujeres de las edades pretéritas, griega, barbara o latina.

-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XXV-

CARTA DE DON QUIJOTE


A DULCINEA DEL TOBOSO
Soberana y alta señora:
El ferido de punta de ausencia y el llagado de las telas del corazón, dulcísima
Dulcinea del Toboso, te envía la salud que él no tiene. Si tu fermosura me desprecia,
si tu valor no es en mi pro, si tus desdenes son en mi afincamiento, maguer que yo
sea asaz de sufrido, mal podré sostenerme en esta cuita, que además de ser fuerte
es muy duradera. Mi buen escudero Sancho te dará entera relación, ¡oh bella
ingrata, amada enemiga mía!, del modo que por tu causa quedo: si gustares de
acorrerme, tuyo soy, y si no, haz lo que te viniere en gusto, que con acabar mi vida
habré satisfecho a tu crueldad y a mi deseo.
Tuyo hasta la muerte,
El Caballero de la Triste Figura

-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XXV-

¿Quién menoscaba mis bienes? Y ¿quién prueba mi paciencia?


Desdenes. Ausencia.
Y ¿quién aumenta mis duelos? De ese modo, en mi dolencia
Los celos. ningún remedio se alcanza,

6
pues me matan la esperanza Amor, Fortuna y el Cielo.
desdenes, celos y ausencia ¿Quién mejorará mi suerte?
¿Quién me causa este dolor? La muerte.
Amor. Y el bien de amor ¿quién le alcanza?
Y ¿quién mi gloria repugna? Mudanza.
Fortuna. Y sus males ¿quién los cura?
Y ¿quién consiente en mi duelo? Locura.
El Cielo. De ese modo, no es cordura
De ese modo, yo recelo33 querer curar la pasión,
morir deste mal estraño, cuando los remedios son
pues se aumentan en mi daño muerte, mudanza y locura.

-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XXVII-

Si como estoy, señor, en tus brazos, estuviera entre los de un león fiero, y el librarme dellos
se me asegurara con que hiciera o dijera cosa que fuera en perjuicio de mi honestidad, así
fuera posible hacella o decilla como es posible dejar de haber sido lo que fue. Así que si tú
tienes ceñido mi cuerpo con tus brazos, yo tengo atada mi alma con mis buenos deseos,
que son tan diferentes de los tuyos como lo verás si con hacerme fuerza quisieres pasar
adelante en ellos. Tu vasalla soy, pero no tu esclava; ni tiene ni debe tener imperio la
nobleza de tu sangre para deshonrar y tener en poco la humildad de la mía, y en tanto me
estimo yo, villana y labradora, como tú, señor y caballero. Conmigo no han de ser de
ningún efecto tus fuerzas ni han de tener valor tus riquezas, ni tus palabras han de poder
engañarme ni tus suspiros y lágrimas enternecerme. Si alguna de todas estas cosas que he
dicho viera yo en el que mis padres me dieran por esposo, a su voluntad se ajustara la mía,
y mi voluntad de la suya no saliera; de modo que como quedara con honra, aunque
quedara sin gusto, de grado le entregara lo que tú, señor, ahora con tanta fuerza procuras.
Todo esto he dicho porque no es pensar que de mí alcance cosa alguna el que no fuere mi
ligítimo esposo. Si no reparas más que en eso, bellísima Dorotea (que éste es el nombre
desta desdichada), dijo el desleal caballero, ves aquí te doy la mano de serlo tuyo; y sean
testigos desta verdad los Cielos, a quien ninguna cosa se asconde, y esta imagen de
Nuestra Señora que aquí tienes.
-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XXVIII-

Ella pelea en mí y vence en mí, y yo vivo y respiro en ella y tengo vida y ser.

-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XXX-

7
—No te dé pena eso, señora mía —respondió Leonela—, que no está la monta ni es causa
para mengua de la estimación darse lo que se da presto, si en efecto lo que se da es
bueno, y ello por sí digno de estimarse. Y aun suele decirse que el que luego da, da dos
veces.
—También se suele decir —dijo Camila— que lo que cuesta poco se estima en menos.
—No corre por ti esa razón —respondió Leonela—, porque el amor, según he oído decir,
unas veces vuela y otras anda; con éste corre y con aquél va despacio; a unos entibia y a
otros abrasa; a unos hiere y a otros mata; en un mesmo punto comienza la carrera de sus
deseos y en aquel mesmo punto la acaba y concluye; por la mañana suele poner el cerco a
una fortaleza y a la noche la tiene rendida, porque no hay fuerza que le resista. Y siendo
así, ¿de qué te espantas o de qué temes, si lo mismo debe de haber acontecido a Lotario,
habiendo tomado el amor por instrumento de rendiros la ausencia de mi señor?

-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XXXIV-

Él es, según yo veo y a mí me parece, agradecido, bueno, caballero, dadivoso, enamorado,


firme, gallardo, honrado, ilustre, leal, mozo, noble, honesto, principal, cuantioso, rico y las
eses que dicen, y luego, tácito, verdadero. La equis no le cuadra, porque es letra áspera, la
y ya está dicha; la zeta, celador de tu honra.

-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XXXIV-

Tú no puedes ser de la hermosa Luscinda porque eres mío, ni ella puede ser tuya porque
es de Cardenio; y más fácil te será, si en ello miras, reducir tu voluntad a querer a quien te
adora, que no encaminar la que te aborrece a que bien te quiera. Tú solicitaste mi
descuido, tú rogaste a mi entereza, tú no ignoraste mi calidad, tú sabes bien de la manera
que me entregué a toda tu voluntad: no te queda lugar ni acogida54 de llamarte a engaño,
y si esto es así, como lo es, y tú eres tan cristiano como caballero, ¿por qué por tantos
rodeos dilatas de hacerme venturosa en los fines como me heciste55 en los principios? Y
si no me quieres por la que soy, que soy tu verdadera y legítima esposa, quiéreme a lo
menos y admíteme por tu esclava, que como yo esté en tu poder me tendré por dichosa y
bien afortunada.

-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XXXIV-

MARINERO navego sin esperanza


Soy de amor, de llegar a puerto alguno.
y en su piélago profundo Siguiendo voy a una estrella
8
que desde lejos descubro, honestidad contra el uso,
más bella y resplandeciente son nubes que me la encubren
que cuantas vio Palinuro. cuando más verla procuro.
Yo no sé adónde me guía,
y así, navego confuso, Oh clara y luciente estrella,
el alma a mirarla atenta, en cuya lumbre me apuro!,
cuidadosa y con descuido. al punto que te me encubras,
Recatos impertinentes, será de mi muerte el punto.

-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XLIII-

SONETO
-Dadme, señora, un término que siga, A prueba de contrarios estoy hecho,
conforme a vuestra voluntad cortado; de blanda cera y de diamante duro,
que será de la mía así estimado, y a las leyes de amor el alma ajusto.
que por jamás un punto dél desdiga. Blando cual es, o fuerte, ofrezco el
Si gustáis que callando mi fatiga pecho;
muera, contadme ya por acabado: entallad o imprimid lo que os dé gusto;
si queréis que os la cuente en desusado que de guardarlo enteramente juro.
modo, haré que el mesmo amor la diga.

-El Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha, Capítulo XII-

-Advierte, Sancho -dijo don Quijote-, que el amor ni mira respetos ni guarda términos de
razón en sus discursos, y tiene la misma condición que la muerte: que así acomete los
altos alcázares de los reyes como las humildes chozas de los pastores, y cuando toma
entera posesión de un alma, lo primero que hace es quitarle el temor y la vergüenza; y así,
sin ella declaró Altisidora sus deseos, que engendraron en mi pecho antes confusión que
lástima.
-El Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha, Capítulo LVIII-

Advierte, Sancho -respondió don Quijote-, que hay dos maneras de hermosura: una del
alma y otra del cuerpo; la del alma campea y se muestra en el entendimiento, en la
honestidad, en el buen proceder, en la liberalidad y en la buena crianza, y todas estas
partes caben y pueden estar en un hombre feo; y cuando se pone la mira en esta
hermosura, y no en la del cuerpo, suele nacer el amor con ímpetu y con ventajas
-El Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha, Capítulo LVIII-

9
-Mira, Sancho -dijo don Quijote-, mucha diferencia hay de las obras que se hacen por
amor a las que se hacen por agradecimiento. Bien puede ser que un caballero sea
desamorado; pero no puede ser, hablando en todo rigor, que sea desagradecido. Quísome
bien, al parecer, Altisidora; diome los tres tocadores que sabes, lloró mi partida,
maldíjome, vituperóme, quejóse, a despecho de la vergüenza, públicamente: señales
todas de que me adoraba; que las iras de los amantes suelen parar en maldiciones. Yo no
tuve esperanzas que darle, ni tesoros que ofrecerle, porque las mías las tengo entregadas
a Dulcinea, y los tesoros de los caballeros andantes son, como los de los duendes,
aparentes y falsos, y sólo puedo darle estos acuerdos que della tengo, sin perjuicio, pero,
de los que tengo de Dulcinea, a quien tú agravias con la remisión que tienes en azotarte y
en castigar esas carnes, que vea yo comidas de
-El Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha, Capítulo LXVII-

Comentario
Este primer apartado de frases de la primera y segunda parte del Quijote lleva por título
amor ya que a lo largo de los libros se pueden observar muchas historias de amores
correspondidos y mal correspondidos aunque también imaginarios como lo es el de Don
Quijote hacia Dulcinea. Así pues, estas historias llenas de problemas, pruebas, errores y
aciertos me parecieron además de entretenidas y divertidas muy parecidas a la realidad ya
que al leerlas se puede perfectamente aceptar la historia y pensar que a alguien le sucedió
y aunque esto ha pasado hace siglos las similitudes con el presente son muchas. La
primera de ellas es que el amor siempre esta vigente y es por ello que las frases no pasan
de modo. Personalmente soy muy romántica así que la mayoría de las frases que me
gustaron son de amor además de eso me gustan por la forma tan poética que se tiene al
escribirse y que no son cualquier cosa. Me gusta que se tomaran el tiempo para describir
al ser amado y el valor que se le da no como en la actualidad que eso ha pasado de moda
con las redes sociales.

Además cada frase puede contener una enseñanza de la vida si se le presta atención y es
por ello que me gustan tanto estas frases.

Amistad
SONETO de buenas obras que a la fin son malas.
Santa Amistad, que con ligeras alas, Deja el Cielo, ¡oh Amistad!, o no permitas
tu apariencia quedándose en el suelo, que el Engaño se vista tu librea
entre benditas almas en el Cielo, con que destruye a la intención sincera;
subiste alegre a las impíreas salas, que si tus apariencias no le quitas,
desde allá, cuando quieres, nos señalas presto ha de verse el mundo en la pelea
la justa Paz cubierta con un velo, de la discorde confusión primera
por quien a veces se trasluce el celo

10
-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XXVII-

Comentario
Este soneto dedicado a la amistad me gusto mucho porque creo que refleja muy bien lo
que es la amistad y además lo fundamental en dicha relación también es una forma de
recordar que este lazo con alguien es muy sagrado y que es sensible que se le debe
guardar cierto respeto porque de no ser así se puede perder. Además el soneto me hizo
pensar en mis amistades más cercanas y en aquellas que he perdido y como la aplicación
de la intención sincera es tan importante.

Recomendaciones

—Ahí entra bien también —dijo Sancho— lo que algunos desalmados dicen: no pidas de
grado lo que puedes tomar por fuerza, aunque mejor cuadra decir: más vale salto de mata
que ruego de hombres buenos.

-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XXII-

-Ahora digo -dijo a esta sazón don Quijote- que el que lee mucho y anda mucho, ve mucho
y sabe mucho.
-El Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha, Capítulo XXV-

Vamos, y dejaremos a vuesas mercedes en casa de su padre; quizá no los habrá echado
menos. Y de aquí adelante no se muestren tan niños, ni tan deseosos de ver mundo; que
la doncella honrada, la pierna quebrada, y en casa; y la mujer y la gallina, por andar se
pierden aína; y la que es deseosa de ver, también tiene deseo de ser vista. No digo más.
-El Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha, Capítulo XLIX -

Escribe a tus señores y muéstrateles agradecido; que la ingratitud es hija de la soberbia, y


uno de los mayores pecados que se sabe, y la persona que es agradecida a los que bien le
han hecho, da indicio que también lo será a Dios, que tantos bienes le hizo y de continuo
le hace.
-El Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha, Capítulo LI-

11
Los primeros días, como todos los de boda suelen ser alegres, continuó Lotario como solía
la casa de su amigo Anselmo, procurando honralle, festejalle y regocijalle con todo aquello
que a él le fue posible; pero acabadas las bodas y sosegada ya la frecuencia de las visitas y
parabienes, comenzó Lotario a descuidarse con cuidado de las idas en casa de Anselmo,
por parecerle a él —como es razón que parezca a todos los que fueren discretos— que no
se han de visitar ni continuar las casas de los amigos casados de la misma manera que
cuando eran solteros, porque aunque la buena y verdadera amistad no puede ni debe de
ser sospechosa en nada, con todo esto, es tan delicada la honra del casado, que parece
que se puede ofender aun de los mesmos hermanos, cuanto más de los amigos.

-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XXXIII-

Comentario
El Libo del Quijote además de ser entretenido es impresionante porque en el podemos
encontrar consejos como el que se describe arriba. Si bien esta frase se refiere al
matrimonio creo que es aplicable a cualquier relación y ocasión pues a veces la
intensiones pueden ser buenas pero terminan siendo otras o se presta a malas
interpretaciones, también me pareció muy interesante que Cervantes de el consejo no
sólo de mantenerse alejado sino de mencionar que puede ser que la cercanía entre dos
personas lleve a otro nivel sus relaciones afectando así el matrimonio.

De la vida

Las cosas dificultosas se intentan por Dios o por el mundo o por entrambos a dos: las que
se acometen por Dios son las que acometieron los santos, acometiendo a vivir vida de
ángeles en cuerpos humanos; las que se acometen por respeto del mundo son las de
aquellos que pasan tanta infinidad de agua, tanta diversidad de climas, tanta estrañeza de
gentes, por adquirir estos que llaman bienes de fortuna, y las que se intentan por Dios y
por el mundo juntamente son aquellas de los valerosos soldados, que apenas veen en el
contrario muro abierto tanto espacio cuanto es el que pudo hacer una redonda bala de
artillería, cuando, puesto aparte todo temor, sin hacer discurso ni advertir al manifiesto
peligro que les amenaza, llevados en vuelo de las alas del deseo de volver por su fe, por su
nación y por su rey se arrojan intrépidamente por la mitad de mil contrapuestas muertes
que los esperan. Estas cosas son las que suelen intentarse, y es honra, gloria y provecho
intentarlas, aunque tan llenas de inconvenientes y peligros; pero la que tú dices que
quieres intentar y poner por obra ni te ha de alcanzar gloria de Dios, bienes de la fortuna
ni fama con los hombres, porque, puesto que salgas con ella como deseas, no has de
quedar ni más ufano ni más rico ni más honrado que estás ahora; y si no sales, te has de
ver en la mayor miseria que imaginarse pueda, porque no te ha de aprovechar pensar

12
entonces que no sabe nadie la desgracia que te ha sucedido, porque bastará para afligirte
y deshacerte que la sepas tú mesmo. Y para confirmación desta verdad te quiero decir una
estancia que hizo el famoso poeta Luis Tansilo, en el fin de su primera parte de las
Lágrimas de San Pedro, que dice así:
Crece el dolor y crece la vergüenza honrados triunfos ni vitoria alguna,
en Pedro cuando el día se ha mostrado, ni pueden ser dichosos
y aunque allí no ve a nadie, se los que, no contrastando a la Fortuna,
avergüenza entregan, desvalidos,
de sí mesmo, por ver que había pecado: al ocio blando todos los sentidos.
que a un magnánimo pecho a haber Que Amor sus glorias venda
vergüenza caras es gran razón y es trato justo,
no sólo ha de moverle el ser mirado;
pues no hay más rica prenda
que de sí se avergüenza cuando yerra,
que la que se quilata por su gusto,
si bien otro no vee que cielo y tierra.
y es cosa manifiesta
Dulce esperanza mía,
que rompiendo imposibles y malezas que no es de estima lo que poco cuesta.
sigues firme la vía Amorosas porfías
que tú mesma te finges y aderezas: tal vez alcanzan imposibles cosas;
no te desmaye el verte y ansí, aunque con las mías
a cada paso junto al de tu muerte. sigo de amor las más dificultosas,
No alcanzan perezosos no por eso recelo
de no alcanzar desde la tierra el cielo.

-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XLIII-

-La diferencia que hay entre esos dos locos es que el que lo es por fuerza lo será siempre,
y el que lo es de grado lo dejará de ser cuando quisiere.
-El Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha, Capítulo XV-

-Los hijos, señor, son pedazos de las entrañas de sus padres, y así se han de querer, o
buenos o malos que sean, como se quieren las almas que nos dan vida; a los padres toca
el encaminarlos desde pequeños por los pasos de la virtud, de la buena crianza y de las
buenas y cristianas costumbres, para que, cuando grandes, sean báculo de la vejez de sus
padres y gloria de su posteridad; y en lo de forzarles que estudien esta o aquella ciencia,
no lo tengo por acertado, aunque el persuadirles no será dañoso; y cuando no se ha de
estudiar para pane lucrando, siendo tan venturoso el estudiante que le dio el cielo padres
que se lo dejen, sería yo de parecer que le dejen seguir aquella ciencia a que más le vieren
inclinado; y aunque la de la poesía es menos útil que deleitable, no es de aquellas que
suelen deshonrar a quien las posee. La poesía, señor hidalgo, a mi parecer, es como una
doncella tierna y de poca edad, y en todo extremo hermosa, a quien tienen cuidado de

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enriquecer, pulir y adornar otras muchas doncellas, que son todas las otras ciencias, y ella
se ha de servir de todas, y todas se han de autorizar con ella; pero esta tal doncella no
quiere ser manoseada, ni traída por las calles, ni publicada por las esquinas de las plazas,
ni por los rincones de los palacios. Ella es hecha de una alquimia de tal virtud, que quien la
sabe tratar la volverá en oro purísimo de inestimable precio. Hala de tener, el que la
tuviere, a raya, no dejándola correr en torpes sátiras ni en desalmados sonetos; no ha de
ser vendible en ninguna manera, si ya no fuere en poemas heroicos, en lamentables
tragedias, o en comedias alegres y artificiosas; no se ha de dejar tratar de los truhanes, ni
del ignorante vulgo, incapaz de conocer ni estimar los tesoros que en ella se encierran. Y
no penséis, señor, que yo llamo aquí vulgo solamente a la gente plebeya y humilde; que
todo aquel que no sabe, aunque sea señor y príncipe, puede y debe entrar en número de
vulgo; y así, el que con los requisitos que he dicho tratare y tuviere a la poesía, será
famoso y estimado su nombre en todas las naciones políticas del mundo.
-El Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha, Capítulo XVI-

¡Si mi fue tornase a es, pues volver el tiempo a ser,


sin esperar más será, después que una vez ha sido,
o viniese el tiempo ya no hay en la tierra poder
de lo que será después!... que a tanto se haya extendido.
GLOSA Corre el tiempo, vuela y va
Al fin, como todo pasa, ligero, y no volverá,
se pasó el bien que me dio y erraría el que pidiese,
Fortuna, un tiempo no escasa, o que el tiempo ya se fuese,
y nunca me le volvió, o volviese el tiempo ya.
ni abundante ni por tasa. Vivir en perpleja vida,
Siglos ha ya que me ves, ya esperando, ya temiendo:
Fortuna, puesto a tus pies; es muerte muy conocida,
vuélveme a ser venturoso; y es mucho mejor muriendo
que será mi ser dichoso, buscar al dolor salida.
si mi fue tornase a es. A mí me fuera interés
No quiero otro gusto o gloria, acabar; mas no lo es,
otra palma o vencimiento, pues, con discurso mejor,
otro triunfo, otra vitoria, me da la vida el temor
sino volver al contento de lo que será después.
que es pesar en mi memoria.
-Yo soy el dios poderoso
Si tú me vuelves allá,
en el aire y en la tierra
Fortuna, templado está
y en el ancho mar undoso,
todo el rigor de mi fuego,
y en cuanto el abismo encierra
y más si este bien es luego,
en su báratro espantoso.
sin esperar más será.
Nunca conocí qué es miedo;
Cosas imposibles pido,
todo cuanto quiero puedo,

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aunque quiera lo imposible, y es Amor el que me guía;
y en todo lo que es posible soy de la estirpe mejor
mando, quito, pongo y vedo. que el cielo en la tierra cría,
Acabó la copla, disparó una flecha por lo más conocida y mayor.
alto del castillo y retiróse a su puesto. Soy el Interés, en quien
Salió el Interés, e pocos suelen obrar bien,
hizo otras dos mudanzas; callaron los y obrar sin mí es gran milagro;
tamborinos, y él dijo: y cual soy te me consagro,
-Soy quien puede más que Amor, por siempre jamás, amén.

-El pobre honrado, si es que puede ser honrado el pobre, tiene prenda en tener mujer
hermosa, que cuando se la quitan, le quitan la honra y se la matan. La mujer hermosa y
honrada cuyo marido es pobre merece ser coronada con laureles y palmas de vencimiento
y triunfo. La hermosura, por sí sola, atrae las voluntades de cuantos la miran y la conocen,
y como a señuelo gustoso se le abaten las águilas reales y los pájaros altaneros; pero si a la
tal hermosura se le junta la necesidad y estrecheza, también la embisten los cuervos, los
milanos y las otras aves de rapiña; y la que está a tantos encuentros firme bien merece
llamarse corona de su marido. Mirad, discreto Basilio –añadió don Quijote-: opinión fue de
no sé qué sabio que no había en todo el mundo sino una sola mujer buena, y daba por
consejo que cada uno pensase y creyese que aquella sola buena era la suya, y así viviría
contento. Yo no soy casado, ni hasta agora me ha venido en pensamiento serlo; y, con
todo esto, me atrevería a dar consejo al que me lo pidiese del modo que había de buscar
la mujer con quien se quisiese casar. Lo primero, le aconsejaría que mirase más a la fama
que a la hacienda; porque la buena mujer no alcanza la buena fama solamente con ser
buena, sino con parecerlo; que mucho más dañan a las honras de las mujeres las
desenvolturas y libertades públicas que las maldades secretas. Si traes buena mujer a tu
casa, fácil cosa sería conservarla, y aun mejorarla, en aquella bondad; pero sí la traes
mala, en trabajo te pondrá el enmendarla; que no es muy hacedero pasar de un extremo a
otro. Yo no digo que sea imposible; pero téngolo por dificultoso.
-El Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha, Capítulo XVIII-

-La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los
cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre;
por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el
contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres. Digo esto, Sancho,
porque bien has visto el regalo, la abundancia que en este castillo que dejamos hemos
tenido; pues en mitad de aquellos banquetes sazonados y de aquellas bebidas de nieve,
me parecía a mí que estaba metido entre las estrechezas de la hambre, porque no lo

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gozaba con la libertad que lo gozara si fueran míos; que las obligaciones de las
recompensas de los beneficios y mercedes recebidas son ataduras que no dejan campear
al ánimo libre. ¡Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo de pan, sin que le quede
obligación de agradecerlo a otro que al mismo cielo!
-El Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha, Capítulo LVIII-

Así es, señor don Quijote -respondió don Antonio-; que así como el fuego no puede estar
escondido y encerrado, la virtud no puede dejar de ser conocida, y la que se alcanza por la
profesión de las armas resplandece y campea sobre todas las otras.
Acaeció, pues, que yendo don Quijote con el aplauso que se ha dicho, un castellano que
leyó el rétulo de las espaldas, alzó la voz, diciendo:
-¡Válgate el diablo por don Quijote de la Mancha! ¿Cómo que hasta aquí has llegado, sin
haberte muerto los infinitos palos que tienes a cuestas? Tú eres loco, y si lo fueras a solas
y dentro de las puertas de tu locura, fuera menos mal; pero tienes propiedad de volver
locos y mentecatos a cuantos te tratan y comunican; si no, mírenlo por estos señores que
te acompañan. Vuélvete, mentecato, a tu casa, y mira por tu hacienda, por tu mujer y tus
hijos, y déjate destas vaciedades que te carcomen el seso y te desnatan el entendimiento.
-El Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha, Capítulo LXII-

-Dios lo oiga -dijo Sancho-, y el pecado sea sordo, que siempre he oído decir que más vale
buena esperanza que ruin posesión.
-El Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha, Capítulo LXV-

Comentario
Esta sección la llamé cosas de la vida porque a través de las aventuras de Don Quijote
pude apreciar muchas cosas de la vida o bien situaciones que no sólo pasaban antes sino
que siguen pasando en la actualidad y cómo algunas no han cambiado en nada pero otras
si. Por ejemplo cuando se habla sobre los hijos, en esa parte se menciona como es el amor
de los padres, lo que esperan de los hijos y sus obligaciones; en la actualidad estas
responsabilidades son las mismas salvo que el cuidad de los padres es menos probable
que suceda ya que la costumbre o creencia de respetarlos por ser más sabios se ha
perdido. El hablar sobre Dios y las decisiones que se toman también me parece muy
impresionante aunque antes en mi opinión la gente era más devota en la actualidad
todavía hay personas que son fieles a una creencia y que muchas de sus decisiones se
basan en las mismas.

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Una de mis frases favoritas es la de los locos pues creo que se aplica a cualquier situación
y además habla del poder de decidir que hacer con nuestras vidas.

Sobre la mujer
Así que no escusarás con el secreto tu dolor, antes tendrás que llorar contino, si no lágri-
mas de los ojos, lágrimas de sangre del corazón, como las lloraba aquel simple doctor que
nuestro poeta nos cuenta que hizo la prueba del vaso, que con mejor discurso se escusó
de hacerla el prudente Reinaldos; que puesto que aquello sea ficción poética, tiene en sí
encerrados secretos morales dignos de ser advertidos y entendidos e imitados. Cuanto
más que con lo que ahora pienso decirte acabarás de venir en conocimiento del grande
error que quieres cometer. Dime, Anselmo: si el Cielo o la suerte buena te hubiera hecho
señor y legítimo posesor de un finísimo diamante, de cuya bondad y quilates estuviesen
satisfechos cuantos lapidarios le viesen, y que todos a una voz y de común parecer dijesen
que llegaba en quilates, bondad y fineza a cuanto se podía estender la naturaleza de tal
piedra, y tú mesmo lo creyeses así, sin saber otra cosa en contrario, ¿sería justo que te
viniese en deseo de tomar aquel diamante, y ponerle entre un ayunque y un martillo, y
allí, a pura fuerza de golpes y brazos, probar si es tan duro y tan fino como dicen? Y más, si
lo pusieses por obra, que puesto caso que la piedra hiciese resistencia a tan necia prueba,
no por eso se le añadiría más valor ni más fama. Y si se rompiese, cosa que podría ser, ¿no
se perdía todo? Sí, por cierto, dejando a su dueño en estimación de que todos le tengan
por simple. Pues haz cuenta, Anselmo amigo, que Camila es finísimo diamante, así en tu
estimación como en la ajena, y que no es razón ponerla en contingencia de que se
quiebre, pues aunque se quede con su entereza no puede subir a más valor del que ahora
tiene; y si faltase y no resistiese, considera desde ahora cuál quedarías sin ella y con
cuánta razón te podrías quejar de ti mesmo por haber sido causa de su perdición y la tuya.
Mira que no hay joya en el mundo que tanto valga como la mujer casta y honrada, y que
todo el honor de las mujeres consiste en la opinión buena que dellas se tiene; y pues la de
tu esposa es tal que llega al estremo de bondad que sabes, ¿para qué quieres poner esta
verdad en duda? Mira, amigo, que la mujer es animal imperfecto, y que no se le han de
poner embarazos donde tropiece y caiga, sino quitárselos y despejalle el camino de
cualquier inconveniente para que sin pesadumbre corra ligera a alcanzar la perfeción que
le falta, que consiste en el ser virtuosa. Cuentan los naturales que el arminio es un
animalejo que tiene una piel blanquísima, y que cuando quieren cazarle los cazadores,
usan deste artificio: que, sabiendo las partes por donde suele pasar y acudir, las atajan con
lodo, y después ojeándole, le encaminan hacia aquel lugar, y así como el arminio llega al
lodo se está quedo, y se deja prender y cautivar a trueco de no pasar por el cieno y perder
y ensuciar su blancura, que la estima en más que la libertad y la vida. La honesta y casta
mujer es arminio, y es más que nieve blanca y limpia la virtud de la honestidad; y el que

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quisiere que no la pierda, antes la guarde y conserve, ha de usar de otro estilo diferente
que con el arminio se tiene, porque no le han de poner delante el cieno de los regalos y
servicios de los importunos amantes, porque quizá, y aun sin quizá, no tiene tanta virtud y
fuerza natural que pueda por sí mesma atropellar y pasar por aquellos embarazos, y es
necesario quitárselos y ponerle delante la limpieza de la virtud y la belleza que encierra en
sí la buena fama. Es asimesmo la buena mujer como espejo de cristal luciente y claro, pero
está sujeto a empañarse y escurecerse con cualquiera aliento que le toque. Hase de usar
con la honesta mujer el estilo que con las reliquias: adorarlas y no tocarlas. Hase de
guardar y estimar la mujer buena como se guarda y estima un hermoso jardín que está
lleno de flores y rosas, cuyo dueño no consiente que nadie le pasee ni manosee: basta que
desde lejos y por entre las verjas de hierro gocen de su fragrancia y hermosura.
Finalmente, quiero decirte unos versos que se me han venido a la memoria, que los oí en
una comedia moderna, que me parece que hacen al propósito de lo que vamos tratando.
Aconsejaba un prudente viejo a otro, padre de una doncella, que la recogiese, guardase y
encerrase, y entre otras razones le dijo éstas:
Es de vidrio la mujer; a peligro de romperse
pero no se ha de probar lo que no puede soldarse.
si se puede o no quebrar, Y en esta opinión estén
porque todo podría ser. todos, y en razón la fundo:
Y es más fácil el quebrarse, que si hay Dánaes en el mundo,
y no es cordura ponerse hay pluvias de oro también.

-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XXXIII-

¡Desdichado y mal advertido de ti, Anselmo! ¿Qué es lo que haces? ¿Qué es lo que trazas?
¿Qué es lo que ordenas? Mira que haces contra ti mismo trazando tu deshonra y
ordenando tu perdición. Buena es tu esposa Camila, quieta y sosegadamente la posees,
nadie sobresalta tu gusto, sus pensamientos no salen de las paredes de su casa, tú eres su
cielo en la tierra, el blanco de sus deseos, el cumplimiento de sus gustos y la medida por
donde mide su voluntad, ajustándola en todo con la tuya y con la del Cielo; pues si la mi na
de su honor, hermosura, honestidad y recogimiento te da sin ningún trabajo toda la
riqueza que tiene y tú puedes desear, ¿para qué quieres ahondar la tierra y buscar nuevas
vetas de nuevo y nunca visto tesoro poniéndote a peligro que toda venga abajo, pues, en
fin, se sustenta sobre los débiles arrimos68 de su flaca naturaleza? Mira que el que busca
lo imposible es justo que lo posible se le niegue, como lo dijo mejor un poeta, diciendo:

Busco en la muerte la vida, en la prisión, libertad;


salud en la enfermedad; en lo cerrado, salida,

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y en el traidor lealtad. con el Cielo ha estatuido
Pero mi suerte, de quien que, pues lo imposible pido,
jamás espero algún bien, lo posible aun no me den.

-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XXXIII-

SONETO
En el silencio de la noche, cuando voy la antigua querella renovando.
ocupa el dulce sueño a los mortales,la Y cuando el Sol, de su estrellado
pobre cuenta de mis ricos males asiento derechos rayos a la tierra envía,
estoy al Cielo y a mi Clori dando. el llanto crece y doblo los gemidos.
Y al tiempo cuando el Sol se va Vuelve la noche y vuelvo al triste cuento,
mostrando y siempre hallo, en mi mortal porfía,
por las rosadas puertas orientales, con al Cielo, sordo, a Clori sin oídos.
suspiros y acentos desiguales

SONETO
Yo sé que muero, y si no soy creído y allí verse podrá en mi pecho abierto
es más cierto el morir, como es más cómo tu hermoso rostro está esculpido.
cierto Que esta reliquia guardo para el duro
verme a tus pies, ¡oh bella ingrata!, trance que me amenaza mi porfía,
muerto que en tu mismo rigor se fortalece.
antes que de adorarte arrepentido. ¡Ay de aquel que navega, el cielo escuro,
Podré yo verme en la región de olvido, por mar no usado y peligrosa vía,
de vida y gloria y de favor desierto, adonde norte o puerto no se ofrece!

-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XXXIV-

Parece ser que cuando estuvo mirando a su enemiga le pareció la más hermosa mujer que
había visto en toda su vida, y el niño ceguezuelo a quien suelen llamar de ordinario Amor
por esas calles, no quiso perder la ocasión que se le ofreció de triunfar de una alma
lacayuna y ponerla en la lista de sus trofeos; y así, llegándose a él bonitamente, sin que
nadie le viese, le envasó al pobre lacayo una flecha de dos varas por el lado izquierdo, y le
pasó el corazón de parte a parte; y púdolo hacer bien al seguro, porque el Amor es
invisible, y entra y sale por do quiere, sin que nadie le pida cuenta de sus hechos.
-El Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha, Capítulo LVI-

—Ésta, ya que no es Luscinda, no es persona humana, sino divina.

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-El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Capítulo XXVIII-

Comentario

Definitivamente este apartado junto con el de el amor es de mis favoritos pues creo que
actualmente la mujer a veces esta sobre valorada, antes la mujer era un símbolo de
respeto, amor, virtud, belleza entre otras pero ahora considero que muchas de estas
cualidades que se le daban se pierden con los estereotipos, las redes sociales e incluso la
nueva cosmovisión. Si bien la mujer, ahora tiene mas libertades eso mismo ha provocado
que se denigre la figura de la mujer. Algunas personas pensaran que la virtud está
sobrevalorada que las mujeres no deberían cumplir con ciertas cosas etc., pero lejos de
pensar en que es necesario tener ciertas cualidades me parece que es muy bello e
importante para la vida de las personas considerase virtuosas y dignas de confianza en
este mundo en el que la confianza no es algo que exista. El respeto se ha perdido también
pues en la calle cualquier persona puede ofender a la mujer cosa que antes sería menos
probable. A pesar de todo creo que lo más importúnate es que la figura de la mujer sea
valorada, respetada y amada y que no solo sea por los otros sino por ella misma.

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