Moral Vs Moralidad

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moral versus moralidad

La diferencia que se puede encontrar entre moral y moralidad es que la moral se


basa en regular el comportamiento de los humanos basándose en el bien y el mal,
mientras que la moralidad son los valores que tiene cada sujeto en cuanto a su
desarrollo dentro de la sociedad.

Es decir, su pequeña diferencia es que la moral se basa en el bien y el mal de los


actos y la moralidad en las cualidades de desarrollo que posee cada sujeto dentro
de la sociedad. Es importante que la cultura de cada sujeto también forma parte de
la moralidad.

La moralidad constituye un posible substrato de la moral.

La distinción entre la moral provisional o la moral como fenómeno social histórico


y la moral general-humana la propuso R. Descartes.

La reconstitución del camino recorrido por el concepto de moralidad como también de


sus momentos de vuelta sigue siendo un objetivo prioritario en lo que concierne al
examen atento de la vida humana.

Desde el principio, en la apanción, estructuración y cristalización del contenido


distinguimos dos líneas de análisis que a veces se entrecruzan pero permanecen casi
siempre distintas: la religiosa y la filosófica. Pero la maduración propiamente
dicha de su contenido no fue posible sin la evolución del conocimiento científico
y, sobre todo, sin el desarrollo de las ciencias socio-humanas.

La determinación del concepto de moralidad se debe en primer lugar a la evolución


del pensamiento filosófico en
donde permanece vivo y abierto.

LA MORALIDAD:

La comprensión del concepto de moralidad necesita el examen atento de las tesis


elaboradas hasta el presente acerca del ser humano. El ser humano no es ni un ser
racional, ni un ser irracional, sino que él puede llegar a ser
razonable.

La moralidad, igual que ellenguaje, es una obra espontánea y colectiva. Es un hecho


que no puede deducirse ni demostrarse. Ella caracteriza la experiencia vivida, el
substrato afectivo originario y original de ésta así como las
relaciones interpersonales de reconocimiento recíproco.

Según señala G. Bastide, "la constitución de la moralidad no puede ser sino una
obra común que implica la presencia de todos para cada uno y de cada uno para
todos".1

Es una falsa ecuación identificar lamoralidad con los hábitos o las costumbres de
una sociedad, es decir con
cualquier código adoptado por un grupo o con el sistema legal de una sociedad. Es
una creencia falsa considerar que no existe una moralidad común o universal, sino
tan sólo la moralidad de este grupo o de una de las sociedades que han atravesado
el escenario de la historia.

"Es necesario vivir en la sociedad - y esto constituye una necesidad innata, no


sólo una necesidad tecnológica- y si vivimos en la sociedad, ciertas
consideraciones morales están implicadas en nuestras vidas".2 En este orden de
ideas distinguimos entre la moralidad y la teoría moral que la explica y que, según
las posibilidades, justifica la moralidad.

Como pertinentemente señala J. Habermas,3 "el conocimiento práctico, a diferencia


del conocimiento empírico, está relacionado con la naturaleza misma de la acción".
Somos, reconozcámoslo o no, lo que el pasado nos ha hecho y no podemos extirpar
aquella parte de nosotros que está integrada por la relación con cada estadio
formativo de nuestra historia.

Nuestras disposiciones espontáneas están en la base de la moralidad. Su proceso de


formación viene determinado porla socialización paulatina del ser humano, igual que
el lenguaje. Cualquier cosa que es virtual en el ser humano se actualiza y se
conoce debido al lenguaje como producto cultural. La vida moral no ha sido y no es
algo unitario, coagulado en un estado definitivo de una vez para siempre. Ella
integra diferentes posibilidades, convenciones y valores para la regeneración
comunitaria y de orden personal, para la decisión social y la educación.

La moralidad implica un tejido reticular muy fino, pero generalmente ha sido como
un mosaico en movimiento. La moralidad y no la teoría moral se aplica a los
problemas de la esfera de los negocios, la medicina, la ciencia y en las demás
áreas de la vida privada y pública. Ella determina los juicios morales acerca de lo
que queda por hacer, de las intenciones, motivos, acciones y, finalmente, acerca
del carácter de los demás.

La moralidad puede ser entendida sólo desde la perspectiva de la totalidad, es


decir, del "sistema moral". Ciertos elementos de la moralidad han aparecido en las
grandes religiones del mundo. Ellas han constituido la "embriogénesis" de la
moralidad. Este hecho no puede ser descartado ni ignorado. Más aún, constituye un
mérito
imperecedero del cristianismo el haber descubierto e identificado la dimensión
interior de la moralidad- el ímpetu afectivo fundado en el amor. Pero esta
situación no debe impedimos constatar que ciertos juicios morales erróneos
surgieron de la incorrecta identificación de la moralidad y la religión.

"There are many religions, but only one morality" ("Hay muchas religiones, pero
sólo una moralidad")4. Cualquier rasgo de la moralidad, una vez conocido, puede ser
elegido por cualquier persona, mientras que cualquier religión tiene ciertos rasgos
que no pueden ser elegidos por cualquier persona razonable. El místico le echa la
culpa a la moralidad existente por estar llena de imperfecciones, por estar
pervertida, por ser degradante y humillante. El
fanático considera que él es el único que detenta el monopolio de la verdad acerca
de lo que está bien, mostrándose intolerante frente a otras vías de comprensión,
otros medios de acción diferentes a los que él posee exclusivamente.

De aquí la necesidad de seguir muy de cerca la línea religiosa de análisis de la


moralidad en lastres grandes fases: preaxial, axial y postaxial.

Pero en el proceso de aclaración del concepto de moralidad estamos obligados a


contestar tres preguntas: ¿Qué es la moralidad como conocimiento? ¿Cómo se puede
actuar moralmente? ¿Qué es lo específico de los juicios morales? Aunque algunos han
considerado que la moralidad depende de la religión y/o de la teología, en cambio,
hay quienes partieron de la idea que "Morality was made for man, not man for
morality" ("La moralidad ha sido hecha para el hombre, no el hombre para la
moralidad")' . Así, la orientación filosófica inicialmente consideró que la
moralidad surge de la naturaleza de las cosas o de la naturaleza humana.

La moral antigua representa tal punto de partida. Según Aristóteles las virtudes
son engendradas por los deseos y tienen como finalidad una vida de bienestar. Pero
no todos los deseos se circunscriben en el horizonte limitado de los impulsos
egoístas. Ellos pueden ser benévolos y altruistas permitiendo dar rienda suelta a
las propensiones perfeccionistas. Conforme a la posición aristotélica, cuando el
agente reflexiona acerca de las consecuencias de sus actos, así como acerca de
todas sus necesidades y capacidades, él no encuentra conflictos concernientes a las
disposiciones morales.

En la moral moderna Kant contradice el eudemonismo aristotélico. Cualquier apetito


que siguiéramos, no sería bueno. Es necesario libramos de las determinaciones
causales y de las propensiones y actuar partiendo del
reconocimiento de plano de la soberanía de los principios morales autónomos. La
voluntad, en Kant, es idéntica a la razón práctica que actúa libremente,
incondicionalmente, lo cual le permite elaborar leyes para armonizar los intereses
de todos los agentes racionales. Por reflexión, pasando por encima de los sentires
y propensiones, por encima de las dudas, se puede llegar a una creencia moral. Sólo
la reflexión permite la deliberación imparcial.

Kant pasa directamente de lo moral a lo ético, de lo que somos como vivencia y


condicionamiento concreto, a lo que alguien debería hacer, cómo debería vivir, a
qué es y qué significa el valor absolutamente.
Exactamente de aquí la necesidad de aclarar conceptualmente los términos básicos
del pensar filosófico moral: lamoralidad, lamoral y la ética. Una cosa es la
substancia concreta de la moralidad, que puede ser probada y analizada en primer
lugar por la respectiva moral provisional y otra cosa el contenido y la naturaleza
de las éticas. "La meta del pensamiento ético- subraya B. Wiilliams- de todos
modos, es de ayudamos a construir un mundo que sea nuestro mundo, uno en que
tengamos una vida social, cultural y personal".6

A su vez, Nietzsche intenta socavar el kantismo partiendo de la vulnerabilidad del


ser humano, sin darse cuenta, como Hobbes, que cualquier ser humano es vulnerable.
Él contradice a Kant, quien consideraba que la moralidad no se puede fundar ni en
los deseos ni en las creencias religiosas. Él derriba cualquier proyecto iluminista
de corrección moral-educacional del ser humano. Nietzsche se burla del proyecto
kantiano de fundar la moralidad en el imperativo categórico y la universalización
así como en los sentimientos o la conciencia. De este modo, hacen su lugar en la
época posmodema, libre de teología y jerarquías, las búsquedas morales fundadas en
derechos positivos, protestas y desenmascaramientos. A salvo de éstas aparece y se
constituye la máscara moral de la
modernidad.

1 BASTIDE G., Traité de l'action morale. Pans, P.U.F., 1961,17.

2 WILLIAMS B. , Moralluck, Cambridge Uníversity Press, 1981, p.45.

3 HABERMAS J. , De I'ethique de la discussion, Les editións du Cerf, París, 1992,


p. 129).

4 GERT B., Morality, Its "ature andjustification, New York,Oxford University


Press,1998, p.6.

5 FRANKENA Wi11iam K. , Ethics, second edition, University of Michigan, 1973, p.44

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