La Viuda de Apablaza
La Viuda de Apablaza
La Viuda de Apablaza
Antes de la lectura:
1. Según tu punto de vista ¿Qué dificultades crees que tenía el ser “Viuda” en el Chile
del 1920?
PERSONAJES
REMIGIO. Campesino
CELINDA. Sirvienta
Reseña de la escena
Transcurren dos años desde que Ñico y la Viuda se han casado, durante
ese tiempo el joven ha tomado el control de las propiedades y cambiado
las relaciones de producción, marginando a la Viuda de las funciones que
solía desempeñar. Finalmente, se desencadena la tragedia cuando Ñico
decide llevar a vivir a Florita (su amante) a la casa, en ese momento la
Viuda despojada ya del poder y respeto que solía tener, toma una fatal
decisión.
Escena 5
REMIGIO.- (Entra con dos canastos y un saco de ropa.) Quean dos viajes má... Las niñas vienen por
ey... ¿Aónde pongo estos trastos...?
ÑICO.- Señora, vaya usté a indicarle a éste, las piezas que les ha dao... Acuérdese que la Flora y la
Celinda, que llegan a nuestra casa, son sobrinas suyas y usté les da cabimento pa que no hable la
gente... ¿Cuál será el plan de Ñico?
ÑICO.- El salto es su marío agora y se lo manda... ¡Y no rezongue má, señora, mire que yo no tengo
árguenas de aguantaeras...! Vaya pa entro y disponga too... Seguila, Remigio... (Pausa.)
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LA VIUDA.- No ey dir... Pa eso, los forasteros son los dueños de mi casa y pueen disponer de toas
layas... Yo no soy sirviente de naiden... Estaría conforme con que vos me hubiérai quitao mi hijuela y
mi plata; pero que no vengan a cebase con la pobre viua, robándole lo qu'ella quería... No me obliguí
a que sea sirvienta d'ellas... Primero muerta, hecha peazos... Saqueen la casa si les gusta, porque soy
una aparecía, un ánima de lo que juí... Ey tá too... Pero a mí orvíenme, porque tengo la lepra de
haberte querío, ¡guacho maldito!
ÑICO.- Me habrán creído tranqueaor por la línea y pegaor a la mala... ¡Eso nunca...!
REMIGIO.- ¿Cuándo tenís la pana más grande que la cuerpá? No le aflojís ni un pelo.
ÑICO.- Tate callao... Si yo soy como esos lazos de cuero e lobo: s'estiran como cuerdas
de vigüelas; pero no aflojan renunca...
ÑICO.- Llegan a mi casa... Éjame haceme el sorprendío... Espués de la rabia que mi'ha dao la viua se
me puee conocer demasiao el gustazo que me da ver a la Florita en mi casa... Y oye, Remigio, a las
mujeres hay que aparentales indeferiencia porque, de lo contrario, nos hacen barrer el suelo con la
lengua... Te lo igo yo qu'ey aprendío en ese libro viejo y matrero de la viua...
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REMIGIO.- ¡Puchas que vienen acalorás...!
CELINDA.- Podíai haberme eyudado a trer a Remigito siquiera... ¿Qui'ubo, Ñico...? ÑICO.-
FLORITA.- ¡Estoy tan nerviosa...! ¡Me parece mentira que esté otra vez en la casa de mi tía...!
REMIGIO.- Yo no hablaré tan bien como el Ñico..., pero ey tenís en los brazos algo que te habla
claro e mi cariño... Nosotros los gañanes no sabimos ecir las cosas... Las hacimos y si'acabó...
FLORITA.- ¿Y mi tía...?
ÑICO.- Aentro.
FLORITA.- ¡Ah!
FLORITA.- Volveremos a las mismas historias... ¡No importa...! Aunque tenga que ¿Qué siente
sufrir todos los días, yo me queo en tu casa... ¡Por algo soy tu moza! Ella podrá haber Florita al
volver a la
pasado por las dos leyes contigo; pero no te ha dado el corazón ni vos tampoco a ella... casa de su
Tú soi má mío que nadie... ¿No es cierto, Ñico? tía?
ÑICO.- Ciertito, Flora... Por eso, te traje pa'cá... Aquí viviremos felices y si hay penas que aguantar, a
la esparda con ellas... Nos querimos pa sufrir... Ella no quiso que vos fuérai mi compañera a la
güena..., y nos encontramos a la mala... De toas
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layas el cariño es güeno como la miel... Y vayan a ver las piezas... Las mismas que tenían cuantuá...
La comía está hecha en horno de ustedes... Hay que pasar los tragos malos y desimular..., desimular
muchazo... Oye, Remigio, anda ve con la Celinda pa que le acomodís los monos... Nosotros vamos al
tiro...
REMIGIO.- ¡Ándale, negra...! ¡Pobrecito m'hijo que entuavía no conocía las casa e tejas...!
FLORITA.- Sí.
ÑICO.- ¡Venga, mi guacha, pa'abrazala...! Está en su casa... Too es suyo... Le voy a mirar los ojos
pa curdiala y que no sufra...
FLORITA.- Too lo soportaré por ti...ÑICO.- ¡Qué carguen conmigo, pero que naiden ¿Qué actitud
asume Ñico al
me la palabree ni me la miren tan siquierita...! ¡Harto codicioso qu'estoy e mi Flora! traer a su
¡Tan suave qu'es mi borreguita...! “amante” a
la casa??
FLORITA.- En queriéndonos, too lo demás pasa...
ÑICO.- Y, como los dos nos desarmamos e cariño, que temporalee, que truene. ¡Y endei qué pus!
ÑICO.- ¡Recontra mala suerte...! Ella me había recogío guacho perdío, cuando yo andaba con las
carnes al adre y no tenía ni un piazo e pan que llevarme a la boca... Y agora está muerta. ¡Muerta por
la vía...! Ella que me enseñó a trabajar. Con ella me gané mi primera yunta e güeyes y cuando ella
más que quería, se me torció el corazón... ¡Si'ha matao la viu...! ¡Si'ha matao! Y yo que la quería más
que a mi maire, más que a naiden en el mundo...
ÑICO.- (Abrazando a FLORITA.) A naiden la quería como a ella; pero vos, m'hijita linda, erai mi
debiliá... ¡Éjame llorar por la viua, que si'ha esgraciao pa dejarme gozar solo, antes e morirse e la
pena de vernos...! ¡Éjame llorar por la viua...!
Después de la lectura:
1.- ¿Por qué se le atribuyen características masculina a “La viuda”? ¿Por qué ocurre esto?
2.- ¿Crees que la decisión final de La viuda fue la correcta? Explica.
Ticket de salida
1.- ¿Qué conflictos humanos y de la época se pueden inferir de
la lectura de “La viuda de Apablaza”?