Derechos Humanos

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DERECHOS HUMANOS

REALIZADO POR:
SS. JULIAN VERA MARTINEZ
SS. JEISSON ALBERT ROJAS REYES

PRESENTADO A:
MGTR. NÉSTOR JULIO CASTRO GARAVITO

ESCUELA DE COMUNICACIONES MILITARES


TECNOLOGIA N°24
ETICA PROFESIONAL
FACATATIVA
2024
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INTRODUCCIÓN

Los Derechos Humanos representan un pilar fundamental en la construcción y


consolidación de sociedades justas y equitativas en todo el mundo. Su evolución a
lo largo de la historia refleja un constante proceso de lucha, reflexión y adaptación
a las necesidades y desafíos de cada época. Desde su reconocimiento formal en la
Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948, estos derechos han sido
objeto de un continuo cuestionamiento y debate, que abarca desde la teoría de las
generaciones de derechos hasta la evaluación de la progresividad en su aplicación.

En este contexto, resulta crucial explorar la consolidación de los Derechos


Humanos, analizando tanto su evolución histórica como las teorías que sustentan
su fundamentación. La teoría de las generaciones de derechos, que clasifica los
derechos en distintos niveles según su temporalidad y naturaleza, ofrece un marco
conceptual para comprender la amplitud y la complejidad de este conjunto de
derechos. Sin embargo, este enfoque también plantea interrogantes acerca de la
progresividad de los Derechos Humanos, y si realmente se ha alcanzado un avance
significativo en su garantía y protección a nivel internacional.

En este trabajo, se examinará la consolidación de los Derechos Humanos desde


una perspectiva histórica y teórica, explorando la evolución de su reconocimiento y
su incorporación en el derecho internacional. Asimismo, se abordará el
cuestionamiento sobre la progresividad de los Derechos Humanos, considerando
los desafíos persistentes y las brechas existentes en su implementación efectiva.
Para ello, se analizará el contenido y los principios fundamentales de la carta
internacional de los Derechos Humanos, destacando su importancia como
referencia central en la promoción y protección de la dignidad humana en todo el
mundo.
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JUSTIFICACIÓN

El estudio de los Derechos Humanos es esencial en la comprensión y promoción de


sociedades justas y equitativas. En un mundo donde las violaciones de estos
derechos persisten y donde la lucha por su pleno reconocimiento y protección sigue
siendo una realidad palpable, resulta imperativo abordar de manera profunda y
reflexiva la consolidación, evolución y cuestionamientos en torno a los Derechos
Humanos.

Este trabajo se justifica en múltiples niveles. En primer lugar, la consolidación de los


Derechos Humanos como un marco normativo universal ha sido el resultado de
siglos de lucha y movilización social, y entender este proceso es esencial para
valorar la importancia de estos derechos en la actualidad. Además, la evolución de
los Derechos Humanos a lo largo del tiempo refleja tanto los avances en su
reconocimiento como los desafíos persistentes que aún enfrentan millones de
personas en todo el mundo.

La teoría de las generaciones de derechos ofrece un marco conceptual para


comprender la amplitud y la complejidad de los Derechos Humanos, permitiendo
examinar cómo han ido incorporándose nuevos derechos y cómo se relacionan
entre sí en un contexto histórico y social determinado. Sin embargo, esta teoría
también plantea interrogantes sobre la progresividad de los Derechos Humanos y
si realmente se ha logrado un avance significativo en su garantía y protección a lo
largo del tiempo.

El cuestionamiento de la progresividad de los Derechos Humanos es especialmente


relevante en un contexto donde persisten violaciones graves y generalizadas en
todo el mundo. Comprender los obstáculos y desafíos que enfrentan los Derechos
Humanos en su implementación efectiva es fundamental para identificar áreas de
mejora y fortalecimiento en los sistemas de protección y promoción de estos
derechos.

Por último, el análisis del contenido de la carta internacional de los Derechos


Humanos, que incluye la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, proporciona una base sólida para examinar los
principios fundamentales que guían la protección de la dignidad humana en todo el
mundo y evaluar su aplicación en la práctica.

En conclusión, este trabajo se justifica por la importancia de comprender la


consolidación, evolución, teoría y cuestionamientos en torno a los Derechos
Humanos, así como por la necesidad de reflexionar sobre el contenido de la carta
internacional de los Derechos Humanos y su impacto en la promoción y protección
de estos derechos a nivel global.
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Derechos Humanos

La Declaración Universal de los Derechos Humanos es un documento que marca


un hito en la historia de los derechos humanos. Elaborada por representantes de
todas las regiones del mundo con diferentes antecedentes jurídicos y culturales, la
Declaración fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en
París, el 10 de diciembre de 1948 en su (Resolución 217 A (III)) como un ideal
común para todos los pueblos y naciones. La Declaración establece, por primera
vez, los derechos humanos fundamentales que deben protegerse en el mundo
entero y ha sido traducida a más de 500 idiomas. La DUDH es ampliamente
reconocida por haber inspirado y allanado el camino para la adopción de más de
setenta tratados de derechos humanos, que se aplican hoy en día de manera
permanente a nivel mundial y regional (todos contienen referencias a ella en sus
preámbulos).[1].

La consolidación de los Derechos Humanos

La noción de derechos humanos es bastante antigua. Los orígenes de los mismos


los podemos encontrar en diferentes referentes. Al respecto, la mayoría de autores
nos remiten a los hebreos o a la Grecia clásica, donde se hablaba ya de leyes no
escritas y de ley natural. En el Derecho Romano se hablaba de la existencia de
ciertos derechos naturales del hombre. Además, aunque la Edad Media no fue
época favorable a la idea de los derechos humanos, vale la pena resaltar la labor
de personajes como Santo Tomás de Aquino que, influenciado por la filosofía
aristotélica, consideraba la ley natural como derivada de la razón.

El respeto de determinados valores que informan lo que hoy conocemos como


derechos humanos se fue inculcando por medio de las distintas religiones que a
través de la historia se fueron estableciendo, a pesar que las mismas no lograron la
igualdad de todos los seres humanos a la que aspiran.

Lo anterior evidencia que la idea de derechos humanos es tan antigua como la


propia historia de las civilizaciones, habiéndose manifestado en distintas culturas y
momentos históricos sucesivos, en hechos donde se ha afirmado la dignidad de la
persona humana y en la lucha contra todas las formas de dominación y exclusión.

Obviamente, la noción de derechos humanos que se pudo haber tenido en el mundo


antiguo no tiene los mismos contenidos que en la actualidad, ya que los derechos
humanos se han desarrollado indisolublemente unidos a conceptos modernos como
la autodeterminación de los pueblos y la democracia. Sin embargo, dichas nociones
significaron un continuo esfuerzo por desarrollar instrumentos normativos que
tuvieron como fin la dignificación humana.
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Los orígenes de los derechos humanos, respecto al Derecho Positivo, se remontan


a documentos aparecidos en siglos recientes, de tal manera, encontramos como
referentes a la Carta Magna de 1215, el Habeas Corpus de 1679 y el Bill of Rights
de 1689, en Inglaterra, o el Bill of Rights del estado de Virginia y la Declaración de
Independencia de los Estados Unidos, ambas en 1776. Es en documentos de este
tipo que comienza a dársele especificidad normativa a las libertades individuales.
Resulta de singular importancia, el Bill of Rights inglés, ya que significó el recorte
de los poderes absolutos del monarca.

El acontecimiento considerado como verdadero punto de partida de los derechos


humanos conocidos en el sentido actual, es la Declaración de los derechos del
hombre y del ciudadano, emanada durante la Revolución Francesa en 1789. Esta
declaración constituyó la fuente de las libertades contemporáneas, al servir de
fuerza motivadora de numerosos movimientos emancipadores en el mundo, los
cuales se inspiraron en las libertades individuales. Todas las declaraciones referidas
fueron sumamente influenciadas en las ideas de Jusnaturalismo.

Declaraciones como las relacionadas fueron tomando la suerte de normas


fundamentales o constitucionales y es de esa forma como las garantías individuales,
contenidas en las mismas, fueron adquiriendo positividad normativa. Así, los
derechos fundamentales inician su fase de consolidación interna por medio del
Derecho Constitucional. Al lograrse la consolidación interna, los derechos humanos
habían dejado de ser utopías y comenzaban a desarrollarse.

La idea de desarrollar los derechos fundamentales en los textos constitucionales se


encuentra estrechamente asociada a la necesidad de regular las relaciones entre
las personas y los Estados, dejando claramente establecidos los derechos de las
primeras, de esa forma, los derechos humanos aparecen como límites a la
intervención de lo público.

A pesar que los derechos fundamentales o derechos básicos, que el hombre posee
únicamente por su condición de tal, se fueron consolidando en el Derecho
Constitucional, los mismos eran conocidos genéricamente como: derechos del
hombre o derechos naturales. La expresión derechos humanos es relativamente
nueva y surge con el fin de la Segunda Guerra Mundial y la consecuente
constitución de la Organización de las Naciones Unidas. La Carta de las Naciones
Unidas trajo como novedad la repetida mención del término "derechos humanos",
sin embargo, en la misma no explica cuáles son esos derechos, advirtiéndose que
aún no estaban claros los conceptos que se empleaban.

Los derechos humanos habían alcanzado un elemental desarrollo hasta 1948, que
fue el año en el cual se adoptaron la Declaración Universal de los Derechos
Humanos y la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. En
la Declaración Universal se comienzan a desarrollar pormenorizadamente los
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derechos humanos y se establecen referentes de como deben ser interpretados. A


pesar que el valor jurídico de una declaración es la de ser un ideal común, la
Declaración Universal es considerada norma de observancia obligatoria a partir de
la Primera Conferencia Mundial de Derechos Humanos realizada en Teherán en
1968, aunque algunos autores le dan el rango de costumbre internacional o bien se
ha dicho que forman parte de los llamados Principios Generales del Derecho.

Del escueto resumen expuesto se puede afirmar que los derechos humanos
comenzaron su fase de consolidación en el Derecho Constitucional, cuando se
cristalizó la vigencia sociológica y normológica de los mismos, así éstos obtuvieron
su necesaria especificidad. Sin embargo, puede advertirse que estos derechos
pasaron por otra fase de consolidación, la internacional, acaecida con el fin de la
Segunda Guerra Mundial, cuando los mismos fueron contemplados, en forma
específica, en la Declaración Universal de Derechos Humanos y otras declaraciones
posteriores (o incluso anteriores). A partir de entonces, los derechos humanos,
efectivamente, comenzaron a tener positividad nacional e internacional, sin que
existan hoy mayores cuestionamientos sobre su legitimación.

Con la adopción de la Declaración Universal, los derechos humanos comienzan a


tener un matiz universalista, ya que fue ahí donde se empieza a propugnar la
universalidad de los referidos derechos. Esa generalización no quedó en el plano
discursivo solamente, sino comenzó a materializarse, pues los derechos humanos
contemplados en la Declaración comenzaron a ser efectivamente abordados en
muchos instrumentos internacionales.

Para que la comunidad internacional pudiera efectivamente hacer frente a las


violaciones de derechos humanos, comienza, a partir del final de la Segunda Guerra
Mundial, la tarea de confección de instrumentos legales y mecanismos de tutela de
los derechos humanos, dándose, desde entonces, todo un desarrollo incesante y
progresivo. Conviene citar a Carlos Chipoco que expresa las razones que
provocaron la internacionalización de estos derechos:

"La internacionalización de los Derechos Humanos responde a la necesidad de


asegurar el respeto de los derechos de todos los ciudadanos por parte de sus
Estados, ejerciendo un control internacional sobre esa obligación".

La Declaración Universal se ve reforzada con los Pactos de Derechos Humanos


adoptados dentro del marco de las Naciones Unidas en 1966 y vigentes a partir de
1976. Dichos pactos son: el Pacto Internacional de derechos civiles y políticos y el
Pacto Internacional de derechos económicos, sociales y culturales. Ambos definen
con mayor precisión los derechos humanos, introducen importantes matices y
algunas innovaciones. Además, el Pacto Internacional de derecho civiles y políticos,
al crear el Comité de derechos humanos y contemplar mecanismos de protección,
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constituye un importante aporte para la efectiva observancia obligatoria de dichos


derechos.

Hoy se puede afirmar que existe todo un estudio científico de los Derechos
Humanos, lo cual ha provocado un desarrollo progresivo de los mismos, con miras
a lograr la total dignificación humana.

La evolución de los derechos humanos

Como supuesto básico, es necesario establecer que la ciencia del Derecho goza,
dentro de sus características, a la progresividad. No puede concebirse un Derecho
inmutable, que permanezca ajeno a los cambios sociales. La disciplina de los
Derechos Humanos, igualmente, debe considerarse como progresiva, a pesar que
el aparecimiento de la misma es relativamente reciente. El concepto de Derechos
Humanos ha crecido, no ha permanecido inmanente, sino se ha dinamizado, prueba
de lo anterior ha sido su paulatino enriquecimiento, fruto de momentos históricos
determinados.

Además de la evolución que ha experimentado la disciplina de los Derechos


Humanos, ha evolucionado, también, el énfasis con que son reclamados y
defendidos cada uno de los derechos humanos en particular, ello según la situación
y la sociedad en que se vive. Para ello, ha sido fundamental que el concepto de
Derechos Humanos haya salido de la esfera de lo natural, pues eso hacía suponer
su inmanencia, lo cual reñía con su carácter progresivo.

En el parágrafo I.1 apreciamos cómo evolucionaron las nociones sobre derechos


fundamentales. Fue la necesidad histórica la que provocó la consolidación, por la
vía de la positivación, de los mismos. Y una vez consolidados, ha existido todo un
desarrollo que ha ampliado los originales campos de acción, a pesar de la opinión
de conservadores que detractan tal evolución. Para convalidar lo expuesto,
conviene citar a Jean-Bernard Marie que ha expresado:

"Luego de la adopción de la Declaración Universal de 1948, los derechos humanos


han tomado cuerpo y sus contenidos no han cesado de precisarse y de desarrollarse
a través de la adopción de nuevos instrumentos, consagrando su inserción en el
derecho positivo".

La idea de historicidad de los derechos humanos ha sido abordada por importantes


publicistas, tal como René Cassin, quien oportunamente señaló como una de las
características del concepto de derechos humanos a la constante expansión de su
idea y de su contenido.

Tomando clara posición por la evolución de los derechos humanos, Antonio E.


Pérez Luño postula que:
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"los derechos humanos aparecen como un conjunto de facultades e instituciones


que, en cada momento histórico, concretan las exigencias de dignidad, la libertad y
la igualdad humanas..."

Agrega, que:

"la dignidad humana ha sido en la historia y en la actualidad el punto de referencia


de todas las dificultades que se dirigen al reconocimiento y la afirmación de la
dimensión moral de la persona...".

Por su parte, Germán José Bidart Campos considera que la ampliación del concepto
de Derechos Humanos obedece a un "afinamiento multiplicador de su estimativa
axiológica", de tal forma no habría característica alguna que ponga punto final a tal
ampliación, pues la historia nos "muestra que las evoluciones habidas -y las que
seguramente han de sobrevenir- mantienen a los derechos en constante apertura".
Fundamenta su posición, vinculando la evolución de la disciplina con la doctrina de
Maritain referida al progreso de la conciencia moral. En tal sentido Bidart Campos
presenta:

"el fenómeno histórico de la evolución del derecho de los derechos humanos como
una demostración -también histórica- de lo que Maritain llama la ley del progreso de
la conciencia moral y, tal vez, asimismo de la ley que él (se refiere a Maritain)
designa como de la maduración política y social de los pueblos...".

Además, Bidart Campos considera que los derechos humanos tienen un desarrollo
apegado a la historia, lo que es fundamentalmente humano varía según las épocas,
inclusive el contenido particular de cada derecho humano puede variar según las
circunstancias. En tal sentido es válido referirse a la temporización de un derecho
humano de la siguiente manera:

"Hablar de los derechos humanos remite a la naturaleza del hombre y a sus


necesidades...",

"esa naturaleza y esas necesidades se manifiestan, existencializan y temporalizan


en cada hombre concreto e individual".

Lo expuesto justifica que se dé una reelaboración de los derechos humanos en cada


momento histórico, aunque ello no implique la reversibilidad de los mismos.

Según Pedro Nikken, un derecho humano es un atributo inherente a la dignidad de


la persona. Para que ese derecho exista, no depende del reconocimiento de un
Estado, por ello es posible extender el ámbito de protección a derechos que
anteriormente no gozaban de la misma. Si, jurídicamente, lo relevante es que un
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derecho humano sea inherente a la persona humana, ningún derecho que goce de
esta característica, debiera dejar de estar protegido.

Para Nikken, al gozar del atributo de inherencia a la persona, no es necesario que


un nuevo derecho humano sea efectivamente la concesión de la sociedad, menos
que sea reconocido por el gobierno de un Estado para que el mismo exista. Aunque
compartimos la noción de ese autor, consideramos que es necesario el
reconocimiento para que los derechos alcances su grado ideal y consecuente
consolidación.

En virtud de lo anterior, se pueden diferenciar dos fases en el desarrollo de un


derecho humano: el de su nacimiento, que le da existencia y que, si es
efectivamente observado, le da vigencia sociológica, y el de su normatividad, o
reconocimiento estatal, que le da vigencia normológica o normativa.

La característica de progresividad de los derechos humanos es presentada por


Nikken como una lógica consecuencia de la inherencia a la persona. Para tener
presente los fundamentos con que Nikken elabora su teoría, a continuación se citan,
textualmente, algunos puntos que sustentan su posición:

"Como los derechos humanos son inherentes a la persona y su existencia no


depende del reconocimiento de un Estado, siempre es posible extender el ámbito
de protección a derechos que anteriormente no gozaban de la misma. Es así como
han aparecido las sucesivas 'generaciones' de derechos humanos y como se han
multiplicado los medios para su protección.

Una manifestación de esta particularidad la encontramos en una disposición que,


con matices, se repite en diversos ordenamientos constitucionales, según la cual la
enunciación de derechos construidos en la Constitución no debe entenderse como
negación de otros que, siendo inherentes a la persona humana, no figuren
expresamente en ella.

... lo jurídicamente relevante es que un determinado derecho sea 'inherente a la


persona humana'. Es por esa razón, y no por el hecho de figurar en el articulado de
la Constitución, que esos derechos deben ser considerados como atributos
inviolables que, por fuerza de la dignidad humana, deben ser objeto de protección
y garantía por el Estado.

... para determinar si estamos frente a un derecho que merezca la protección que la
Constitución acuerda para los que expresamente enumera lo decisivo, no es tanto
que figure en tal enunciado, sino que pueda ser considerado como 'inherente a la
persona humana'.
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... la adhesión del Estado a la proclamación internacional de un derecho como


'inherente a la persona humana' abre las puertas para la aplicación de dicha
disposición. En tal supuesto, los derechos humanos internacionalmente
reconocidos deben tener la supremacía jerárquica de los derechos constitucionales
y estar bajo la cobertura de la justicia constitucional...".

Para validar la posición de Nikken conviene establecer que en los dos pactos
internacionales de derechos humanos, en sendos segundos párrafos del preámbulo
se reconoce como fundamento para aprobar los pactos: el reconocimiento de que
los derechos humanos se derivan de la dignidad inherente a la persona humana.

Al igual que la progresividad, es importante tener presente la característica de


Irreversibilidad de los derechos humanos, pues una vez que determinado derecho
ha sido formalmente reconocido como inherente a la persona, queda definitiva e
irrevocablemente integrado a la categoría de derechos cuya inviolabilidad debe ser
respetada y garantizada. La historia de los derechos no convalida retrocesos,
ejemplos de ellos serían:

"superada la esclavitud, no podríamos regresar a ella; alcanzados los derechos


sociales y económicos, no podríamos quedarnos únicamente con los viejos
derechos clásicamente denominados civiles".

Hoy, aún queda la tarea de materialización o consolidación de ciertos valores que


se han percibido de necesaria tutelación. La progresividad de los derechos humanos
ha tenido su sustentación en una continua revalorización ética y jurídica del ser
humano como poblador del planeta, más que como poblador de algún Estado.

Con lo anterior se ha pretendido dejar claro que los Derechos Humanos, bajo ningún
punto de vista, pueden considerarse inmutables o estáticos, pues gozan de las
características de progresividad e irreversibilidad. Su concepto ha ido en paulatina
evolución, de esa cuenta, existen una serie de elaboraciones intelectuales recientes
cuya aspiración es la dignificación total de la persona. Los derechos humanos que
hoy son aceptados de manera universal, en su tiempo fueron una especie de
utopías que se plasmaron en declaraciones e instrumentos jurídicos que les fueron
otorgando especificidad normativa y, por ende, su consolidación como tales, por lo
cual, es inválido concebir que el concepto de Derechos Humanos no puede ser
ampliado. Podemos afirmar, entonces, que existe una tendencia en materia de
Derechos Humanos para acentuar la creación de instituciones, órganos e
instrumentos de protección de los derechos humanos.
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La Teoría de las Generaciones de los derechos humanos

Una teoría que puede considerarse como válida para el solo efecto de presentar
didácticamente la evolución de los derechos humanos es la Teoría de las
Generaciones. Ha sido bastante difundida y, por ello, merece un subparágrafo
aparte en el tema de la evolución de los derechos humanos. Según Carlos Chipoco,
esta teoría fue formulada, con objetivos pedagógicos, por René Cassin.

Según ésta, los derechos consagrados por el proceso de incorporación


constitucional de derechos políticas e individuales, iniciado con la Constitución
Americana, constituyen los derechos de "primera generación" (se refiere a los
derechos civiles y políticos). Los derechos de "segunda generación" son aquellos
consagrados por los procesos sociales de inicios de este siglo, tales como la
revolución mexicana y la revolución rusa (se refiere a los derechos económicos,
sociales y culturales). Finalmente, los derechos al desarrollo, al medio ambiente
sano y a la paz, constituyen los derechos de "tercera generación".

Cuando los derechos humanos son presentados por separado, para fines
didácticos, tal como lo hace la teoría de las generaciones, se acepta la validez o
utilidad de la teoría, sin embargo, cuando se le presenta como fundamento para
establecer jerarquizaciones de derechos, no se puede estar a favor de la misma,
puesto que no hay sustentación valedera para pensar que un derecho humano
pueda ser considerado más importante que otro.

También se objeta a la teoría de las generaciones, estar opuesta al fundamento del


principio de indivisibilidad de los derechos humanos, consagrado en la Conferencia
Mundial de Derechos Humanos de las Naciones Unidas celebrada en Viena, en el
sentido de que los mismos forman un conjunto indivisible, no debiéndoseles tomar
aisladamente de los demás derechos humanos. Igualmente se cuestiona el hecho
que a pesar que el nombre de la teoría empuja a pensar en una connotación
cronológica, la misma no tiene un fundamento histórico válido, por cuanto que en
los mismos no se observa una secuencia cronológica de instrumentos jurídicos,
ejemplo de ello: algunos derechos humanos de la segunda generación, tal como el
derecho a la educación, al trabajo y a la salud, son anteriores a la Declaración
Universal, que contempla por vez primera a muchos derechos humanos de carácter
cívico-político, que pertenecen a la primera generación. Al respecto de la sucesión
de generaciones de derechos humanos, Antônio Augusto Cançado Trindade ha
expuesto que esa sucesión es históricamente incorrecta e indemostrable.

En todo caso, la división generacional tiene tan sólo carácter doctrinal y, por ello,
está sujeta a discusión.
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Cuestionamientos a la característica de progresividad de los derechos


humanos

A pesar de que ya hemos establecido nuestro total acuerdo con quienes han
expuesto que los derechos humanos han experimentado progresividad, es
interesante conocer algunos cuestionamientos que se han hecho, respecto del
crecimiento del concepto de Derechos Humanos, justamente para que con mayores
bases pueda tomarse posición a favor del carácter progresivo de estos derechos.

No es nuestro deseo señalar ningún nombre como líder de los detractores de la


progresividad que defendemos, sin embargo, he encontrado en la obra Los
Derechos Humanos en el pensamiento actual, de Carlos I. Massini Correas, una
serie de críticas a la ampliación del concepto de derechos humanos, que,
sintéticamente, consideramos conveniente traer a luz. Massini Correas expone su
desacuerdo con la progresividad, ya que ni el sujeto, ni el obligado, ni el objeto de
los "nuevos derechos" formulados, en la mayoría de las veces, pueden ser
totalmente determinables; además ni el fundamento de los mismos se pueden
considerar como pertenecientes a una categoría unitaria de derechos.
Concretamente, a los derechos de la tercera generación, los que llama "derechos
difusos", establece que no le queda bien claro quiénes son sus titulares, ni los
obligados, ni su objeto o contenido. Bajo su punto de vista, cuanto mayor es la
extensión de un concepto, menor resulta su comprehensión y precisión significativa;
además, se está frente a un peligro, pues no sólo se descalifica la noción misma de
los derechos humanos, sino que se hace posible la utilización de ese discurso al
servicio de causas que poco tienen que ver con la intención originaria de las
declaraciones de derechos que era la protección del ciudadano contra el abuso
injusto del poder. Al ampliarse los contenidos de los derechos humanos, los mismos
se desvalorizan y desnaturalizan a riesgo de inflarse.

Otra crítica a la expansión del concepto de derechos humanos, se encuentra en


comentarios formulados por el abogado chileno Enrique Barros, quien cuestiona la
expansión de los derechos humanos, primeramente, exponiendo su duda sobre sí
todos los derechos a los que se les da ese nombre merezcan calificarse de
"humanos". Por otro lado, sustenta su crítica en la exigibilidad del cumplimiento de
los nuevos derechos, pues la historia muestra que no hay efectos sustanciales del
incumplimiento de muchos de estos, como ejemplo de ello hace mención del
derecho a la salud (derecho ya consolidado). De esa forma, la expansión de los
derechos humanos hacia nuevos terrenos, hace suponer desafíos absolutamente
inéditos para la técnica jurídica, en cuanto a la precisión de su alcance, a la
determinación de los medios para satisfacer los bienes respectivos y a la forma de
resolver innumerables conflictos que entre ellos se produce. Además, expone que
la expansión de los derechos humanos hace que se corra el riesgo de que los
mismos caigan en una situación de descrédito.
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También es un ejemplo de criterios opuestos a la ampliación de los derechos


humanos, el siguiente argumento postulado por Raúl A. Estrada Oyuela:

"no parece acertado confundir categorías de derechos llamando 'derecho humano'


al derecho al desarrollo que no pertenece a una familia de derechos que se entronca
con la Declaración de Derechos de Juan Sin Tierra, la Declaración de Derechos del
Hombre y del Ciudadano de la Revolución Francesa y la Declaración de los
Derechos Humanos de las Naciones Unidas".

Si aceptásemos esa visión, pasaríamos por alto el perfil evolutivo de los derechos
humanos, lo cual ha permitido que el campo de estudio crezca y que se protejan
ciertos valores con el fin de alcanzar la dignificación humana.

En el desarrollo del presente trabajo se sustentará porqué se toma posición por la


progresividad de los derechos humanos. Sin embargo, como contraposición a lo
expuesto, de manera sintética, deseamos establecer, desde ya, que la referida
progresividad de los derechos humanos debe ser entendida no como una tendencia
inflacionista y gratuita, sino como una tendencia hacia la protección del ser humano
en ámbitos en los que ha existido nula o vaga protección jurídica.

Con respecto a la falta de exigibilidad de los nuevos derechos humanos, es


conveniente establecer que la coercibilidad no es condición indispensable para la
existencia de un derecho, pero además igualmente, para los derechos humanos ya
consolidados, anteriormente no existían mecanismos de exigibilidad, pero con el
devenir histórico los mismos se fueron creando.

Contenido de la Carta Internacional de los Derechos Humanos

Se le llama Carta Internacional de los Derechos Humanos al conjunto de cinco


instrumentos jurídicos fundamentales de las Naciones Unidas, que definen y
garantizan la protección de los derechos humanos. Esos instrumentos son: la
Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966), el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (1966) y los dos Protocolos Facultativos de este último
pacto.

Originalmente, la declaración tenía autoridad moral y alcanzó obligatoriedad hasta


la Primera Conferencia Mundial de Derechos Humanos realizada en Teherán. En la
misma se establecen los derechos inalienables e inviolables de todos los integrantes
de la humanidad. Imre Szabó al referirse a la Declaración Universal de Derechos
Humanos postula:

"su propósito fue interpretar la carta desde el punto de vista de los derechos
humanos. Se trataba de un documento que prácticamente forma parte integral de la
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Carta, y que define el significado de las referencias a los derechos humanos y el


modo en que deben ser interpretados".

Sobre el contenido de la declaración, conviene establecer que en su mayor parte


contempla derechos cívico-políticos, pues los derechos económicos, sociales y
culturales son mencionados de pasada y no son examinados de un modo
comparable a los otros derechos; de treinta artículos, los derechos económicos,
sociales y culturales, solamente, están contenidos en cinco. De esa forma, el
equilibrio de la declaración queda trastocado.

Los Pactos son tratados vinculantes para los Estados que los ratifican. Los mismos,
al dar especificidad a ciertos derechos humanos, les otorgan protección, al menos
normativamente. Sobre aspectos comunes de los pactos se puede subrayar que
ambos reconocen el derecho a la libre determinación de los pueblos y prohiben toda
forma de discriminación en el ejercicio de los derechos humanos.

Haciendo un análisis de los textos específicos de cada pacto, se puede decir que el
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales reconoce los
siguientes derechos: al trabajo y a escoger empleo libremente; a un salario
equitativo; a fundar sindicatos y a afiliarse a ellos; a la seguridad social; a
condiciones dignas de existencia; a la protección contra el hambre; a la salud y a la
educación. Además, los Estados que ratifican este pacto reconocen su
responsabilidad de promover mejores condiciones de vida para sus pueblos. Los
informes que los Estados hacen sobre el progreso alcanzado en la promoción de
esos derechos son examinados por un comité de expertos designados por el
Consejo Económico y Social.

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, por su parte, reconoce los


siguientes derechos: a la vida, a la libertad y seguridad personal; a la privacidad; a
la protección contra la tortura y contra tratos crueles, inhumanos o degradantes; a
no estar sometido a esclavitud; a la inmunidad frente a la detención arbitraria; al
juicio justo; al reconocimiento de la personalidad jurídica; a no ser sometido a penas
retroactivas; a la libertad de pensamiento, conciencia y religión; a la libertad de
opinión y expresión; a la libertad de circulación, incluido el derecho a emigrar; a la
reunión pacífica y a asociarse libremente. Este pacto, además, establece un Comité
de derechos humanos para que examine los informes que los Estados que han
ratificado el pacto le presenten. Ese Comité también puede oír denuncias de los
Estados contra otros Estados que hayan ratificado el pacto y no hayan cumplido las
obligaciones emanadas de él, para tal efecto, es necesario que se haya efectuado
una declaración por la cual se reconozca con respecto a sí mismo la competencia
del Comité.
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El Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos


determina las circunstancias en que un particular puede presentar denuncias de
violaciones de derechos humanos contra un Estado que haya ratificado el pacto.

Conforme el Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos


Civiles y Políticos, los Estados tienen la obligación de tomar las medidas necesarias
para abolir la pena de muerte.

El desarrollo de este parágrafo ha tenido por objeto determinar que la Carta


Internacional de Derechos Humanos contiene una serie de derechos humanos que
son productos de una etapa histórica. Sin embargo, con el tiempo se han venido
elaborando una serie de instrumentos específicos, lo que ha ameritado protección
especial a ciertos temas o casos, provocando que el concepto de derechos
humanos haya ido acrecentándose fundadamente.[2].

Escándalo Colombia-Gate / Il Distorto Italiano

Desde marzo de 2022, el diario Corriere della Sera publicó las investigaciones de la
Procuraduría de Nápoles sobre un Escándalo de Corrupción entre altos funcionarios
y empresarios de la industria bélica de Italia, que involucraban a altos funcionarios
del Ministerio de Defensa de Colombia del Gobierno de Iván Duque. El mayor
implicado es Massimo D'Alema, quien habría intentado una venta por más de 4300
millones de euros entre aviones de entrenamiento producidos por Leonardo S.p.A.
(24 Alenia Aermacchi M-346) y Fincantieri (4 corbetas FCx 30 y dos submarinos
Trachinus) El escándalo, que pasó a conocerse como Colombia-gate, revelaría que
Massimo D'Alema (quien fue Primer Ministro de Italia entre 1998 y 2000,
Viceprimerministro y Canciller de 2006 a 2008) repartiría entre él y sus socios 80
millones de euros de comisión (de los que se conocen Alessandro Profumo - director
general de Leonardo S.p.A. y Giuseppe Giordo, gerente general de Fincantieri). Esta
negociación, que ha sido negada por distintos funcionarios de ambos países por el
simple hecho de que nunca se materializó, tenía como contactos en Colombia a los
paramilitares Edgar Ignacio Fierro Flórez alias "Don Antonio" (excapitán del Ejército
Nacional de Colombia y mano derecha de alias Jorge 40), y Oscar José Ospino
Pacheco alias "Tolemaida", capturado a finales de 2010 y condenado a 27 años de
prisión por los delitos cometidos como subcomandante del Bloque Norte de las
Autodefensas Unidas de Colombia (liderado por Rodrigo Tovar Pupo alias Jorge
40). Otros implicados son el contratista Robert Allen (Estados Unidos), y los italianos
Gherardo Gardo, Umberto Bonavita, Giancarlo Mazzota, Emanuele Carusso y
Francesco Amato (estos dos últimos trabajaron como consultores para la
cooperación internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia). A
finales de enero de 2022 Gardo, Bonavita y Mazzota se encontraban en Bogotá, y
hay un documento firmado por Giuseppe Giordo, Achille Fulfaro (división militar de
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Fincantieri), Germán Monroy Ramírez, Francisco Joya Prieto (capitanes de la


Armada y delegados de la comisión del Senado de Colombia) del 27 de enero de
2022. Esta firma fue al día siguiente del fallecimiento del Ministro de Defensa de
Colombia Carlos Holmes Trujillo a causa de una neumonía derivada de
complicaciones por COVID 19, y fue sucedido en el cargo por Diego Molano Aponte.
Holmes Trujillo ya había generado polémica por la adquisición de un helicóptero
italiano Leonardo AW-139 por 12 millones de dólares en octubre de 2020, al
considerarse un gasto innecesario en plena pandemia de COVID-19

El caso se volvió mediático en Colombia en junio de 2023 cuando el Corriere della


Sera difundió que en el caso estaba implicada Marta Lucía Ramírez, que en 2022
era Vicepresidente y Ministra de Relaciones Exteriores (Canciller) de Colombia:
“Esta operación tenía por objeto favorecer y obtener de las autoridades colombianas
la firma de acuerdos por un valor total de más de 4.000 millones de euros y para
conseguirlo, ofrecieron y prometieron a otras personas la contraprestación ilegal de
40 millones de euros correspondientes al 50% de la comisión total de 80 millones
de euros”. En entrevistas concedidas a Revista Semana y W Radio, el
vicepresidente de la Cámara de Diputados de Italia, Giorgio Mulé, niega que Marta
Lucía Ramírez tenga vínculos con el escándalo. Sin embargo, Diego Molano Aponte
estaría implicado en el escándalo debido a que en los audios de D'Alema se
menciona que “el primer paso es recuperar el contacto y hacer una llamada con el
ministro (Diego Molano)". El presidente Gustavo Petro solicitó formalmente a la
Fiscalía General de la Nación el 6 de junio de 2023 que se investigue este
escándalo.[3].
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CONCLUSIONES

El estudio de los Derechos Humanos es fundamental en cualquier contexto social,


político y legal debido a su relevancia en la protección y promoción de la dignidad
humana, la justicia y la igualdad. Por tanto, justificar un trabajo escrito sobre
Derechos Humanos implica reconocer la importancia de abordar este tema por
diversas razones.

La relevancia global de los Derechos Humanos es que son universales y se


aplican a todas las personas, independientemente de su nacionalidad, etnia,
género, religión u orientación sexual. Por lo tanto, entender su alcance y aplicación
es esencial para cualquier individuo, comunidad o sociedad en el mundo actual,
donde la interconexión global hace que las violaciones a estos derechos puedan
tener repercusiones a nivel internacional; son la base para asegurar que todas las
personas sean tratadas con dignidad y respeto. Su estudio permite comprender
cómo proteger los derechos inherentes a cada ser humano y promover entornos
donde se fomente el respeto, la tolerancia y la inclusión.

Conocer los Derechos Humanos y su marco legal puede ayudar a prevenir


violaciones y abusos, ya que proporciona herramientas para identificar situaciones
de injusticia y discrimiación. Además, el conocimiento de los mecanismos de
protección y los recursos disponibles para hacer valer estos derechos puede
empoderar a las personas y comunidades para defenderse frente a posibles
violaciones.

El respeto y la promoción de los Derechos Humanos son fundamentales para


construir sociedades más justas, equitativas y pacíficas. A través del estudio de
estos derechos, se pueden identificar áreas de mejora en las políticas públicas, en
la legislación nacional e internacional, así como en las prácticas sociales y
culturales, contribuyendo así al desarrollo de sociedades más inclusivas y
respetuosas.

En un mundo donde persisten numerosos desafíos, desde la pobreza hasta la


discriminación y el cambio climático, el respeto a los Derechos Humanos se
presenta como un elemento central en la agenda de responsabilidad social. Por lo
tanto, justificar un trabajo sobre Derechos Humanos implica reconocer la
responsabilidad de todos los individuos y actores sociales en la promoción y
protección de estos derechos.

En conclusión, este trabajo sobre Derechos Humanos se justifica por su


importancia en la protección de la dignidad humana, la prevención de violaciones,
el avance hacia sociedades más justas y el compromiso con la responsabilidad
social a nivel global. Es una oportunidad para profundizar en un tema fundamental
para el bienestar y la convivencia pacífica de la humanidad.
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Bibliografía
[1] https://www.un.org/es/about-us/universal-declaration-of-human-rights

[2] https://www.iri.edu.ar/publicaciones_iri/IRI%20COMPLETO%20-%20Publicaciones-
V05/Publicaciones/T5/T503.html#:~:text=Del%20escueto%20resumen%20expuesto%20se,%C3%A
9stos%20obtuvieron%20su%20necesaria%20especificidad.

[3]
https://www.wikiwand.com/es/Anexo:Casos_de_corrupci%C3%B3n_pol%C3%ADtica_en_Colombi
a_por_a%C3%B1o

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