Expresar El Dolor

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Expresar el dolor

La expresión del duelo es la manera en que una persona reacciona a la pérdida de un ser
querido. El proceso de duelo se realiza siempre que tiene lugar una pérdida.
El ser humano necesita de los vínculos para crecer y desarrollarse. Cuando algunos de
esos vínculos se rompen, surge un periodo de gran intensidad emocional al que llamamos
duelo.
Si la pérdida es radical y definitiva, como en el caso de la muerte, todas las dimensiones
de la persona se ven afectadas (dimensión física, emocional, cognitiva, conductual, social
y espiritual) de tal manera que la persona se puede llegar a sentir incapaz de superarlo
Cada pérdida acarreará un duelo, y la intensidad del duelo no dependerá de la naturaleza
del objeto perdido, sino del valor que se le atribuye, es decir, de la inversión afectiva
invertida en la pérdida
Podemos, pues, considerar que el duelo es producido por cualquier tipo de pérdida, y no
sólo es aplicable a la muerte de una persona. Por lo tanto el proceso de duelo se realiza
siempre que tiene lugar una pérdida significativa, siempre que se pierde algo que tiene
valor, real o simbólico, consciente o no para quien lo pierd
Pangrazzi enumera una gran cantidad de tipos de pérdidas que he condensado en cinco
bloques:

1.Pérdida de la vida. Es un tipo de pérdida total, ya sea de otra persona o de la propia


vida en casos de enfermedades terminales en el que la persona se enfrenta a su final.

2.Pérdidas de aspectos de sí mismo. Son pérdidas que tienen que ver con la salud. Aquí
pueden aparecer tanto pérdidas físicas, referidas a partes de nuestro cuerpo, incluidas las
capacidades sensoriales, cognitivas, motoras, como psicológicas, por ejemplo la
autoestima, o valores, ideales, ilusiones, etc.

3.Pérdidas de objetos externos. Aquí aparecen pérdidas que no tienen que ver
directamente con la persona propiamente dicha, y se trata de pérdidas materiales.
Incluimos en este tipo de pérdidas al trabajo, la situación económica, pertenencias y
objetos.

4.Pérdidas emocionales. Como pueden ser rupturas con la pareja o amistades.

5.Pérdidas ligadas con el desarrollo. Nos referimos a pérdidas relacionadas al propio ciclo
vital normal, como puede ser el paso por las distintas etapas o edades, infancia,
adolescencia, juventud, menopausia, vejez, etc.
el duelo es esa experiencia de dolor, lástima, aflicción o resentimiento que se manifiesta
de diferentes maneras, con ocasión de la pérdida de algo o de alguien con valor
significativo
En general en todos los duelos existirán muchas características comunes, puesto que
parten de una información básica heredada y en íntima relación con nuestra
supervivencia. Sin embargo, la experiencia, el aprendizaje, la personalidad, y otra serie de
factores externos, como pueden ser otros vínculos, moldearan de forma individual la
respuesta de duelo en cada individuo.
Veamos las vivencias más comunes en nuestro medio
Dimensión física. Se refiere a las molestias físicas que pueden aparecer a la persona en
duelo. Sequedad de boca, dolor o sensación de “vacío” en el estómago, alteraciones del
hábito intestinal, opresión en el pecho, opresión en la garganta, hipersensibilidad a los
ruidos, disnea, palpitaciones, falta de energía, tensión muscular, inquietud, alteraciones
del sueño, pérdida del apetito, pérdida de peso, mareos. Algunas investigaciones han
demostrado que las situaciones de estrés están íntimamente relacionadas con la
inmunodepresión y, por tanto, el organismo humano es más vulnerable a enfermar.
Dimensión emocional. Aquí señalamos los sentimientos que el deudo percibe en su
interior. Los estados de ánimo pueden variar y manifestarse con distintas intensidades.
Los más habituales son: sentimientos de tristeza, enfado, rabia, culpa, miedo, ansiedad,
soledad, desamparo e impotencia, añoranza y anhelo, cansancio existencial,
desesperanza, abatimiento, alivio y liberación, sensación de abandono, amargura y
sentimiento de venganza.
Dimensión cognitiva. Se refiere a lo mental. Dificultad para concentrarse, confusión,
embotamiento mental, falta de interés por las cosas, ideas repetitivas, generalmente
relacionadas con el difunto, sensaciones de presencia, olvidos frecuentes.
Dimensión conductual. Se refiere a cambios que se perciben en la forma de comportarse
con respecto al patrón previo. Aislamiento social, hiperactividad o inactividad, conductas
de búsqueda, llanto, aumento del consumo de tabaco, alcohol, psicofármacos u otras
drogas.
Dimensión social. Resentimiento hacia los demás, aislamiento social.
Dimensión espiritual. Se replantean las propias creencias y la idea de trascendencia. Se
formulan preguntas sobre el sentido de la muerte y de la vida.
La estrategia fundamental para el manejo del duelo es darse tiempo y permiso para
abordar de forma consciente el proceso y restablecerse. Es cierto que el tiempo en si
mismo no nos alivia pero necesitamos tiempo para realizar una serie de tareas que nos
llevarán a la superación de la pérdida. Será lo que hagamos en ese tiempo lo que nos
brindará una solución real.
siguiendo el esquema propuesto por Worden31, después de sufrir una pérdida hay ciertas
tareas que se deben realizar para restablecer el equilibrio y para completar el proceso de
duelo. Puesto que el duelo es un proceso y no un estado, estas tareas requieren esfuerzo
y podemos hablar de que la persona realiza “el trabajo de duelo”.

Aceptar la realidad de la pérdida


La primera tarea del duelo es afrontar plenamente la realidad de que la persona está
muerta, que se ha marchado y no volverá. Parte de la aceptación de la realidad es asumir
que el reencuentro es imposible, al menos en esta vida tal y como la concebimos.
Llegar a aceptar la realidad de la pérdida lleva tiempo porque implica no sólo una
aceptación racional sino también emocional. La persona en duelo puede ser
intelectualmente consciente de la pérdida mucho antes de que las emociones le permitan
aceptar plenamente la información como verdadera.
Trabajar las emociones y el dolor de la pérdida

No todo el mundo experimenta el dolor con la misma intensidad ni lo siente de la misma


manera, pero es imposible perder a alguien a quien se ha estado profundamente
vinculado sin experimentar cierto nivel de dolor.
Es imprescindible para la superación del duelo, que la persona exprese tal como vive y
siente sus emociones, sin censuras, por horribles que le parezcan los sentimientos, el
deudo debe dejarles espacio y se deben expresar para liberarse de ellos.

Las emociones pueden estar acompañadas por sensaciones corporales. También pueden
aparecer trastornos de la alimentación y alteraciones perceptivas como ilusiones o
alucinaciones.
Adaptarse a un medio en el que el fallecido está ausente

En general el deudo no es consciente de todos los roles que desempeñaba la persona


fallecida hasta algún tiempo después de su muerte.
El deudo tiene que desarrollar nuevas habilidades y asumir roles que antes desempeñaba
la persona fallecida.
Recolocar emocionalmente al fallecido y continuar viviendo

Probablemente nunca se pierden los recuerdos de una relación significativa. Nunca


podemos eliminar a aquellas personas que han estado cerca de nosotros, o de nosotras,
de nuestra propia historia.
La disponibilidad del deudo para empezar nuevas relaciones depende no de olvidar al
fallecido, sino de encontrarle un lugar apropiado en su vida psicológica, un lugar
importante, pero que deja un espacio para los demás.
¿Qué es el duelo?
El duelo es un proceso psicológico al que las personas nos debemos enfrentar cuando se
produce una pérdida. No tiene que ser necesariamente por la muerte de una persona, el
abandono o la ausencia de un ser querido, perder un trabajo o una ruptura de pareja
también pueden dar lugar al duelo.
Técnicas útiles en el asesoramiento
Existen diferentes técnicas que pueden resultar útiles a la hora de realizar el
asesoramiento del
duelo, como son(2,4):
1. Escuchar y contener
2. El lenguaje evocador
3. El uso de símbolos
4. El libro de recuerdos
5. Escribir
6. Dibujar
7. Role-playing
8. Reestructuración cognitiva
9. El libro de recuerdos
10. Imaginación guiada
La utilización de estas técnicas tiene como objetivo la expresión de sentimientos de todo
tipo,
tanto los considerados adecuados a la situación de pérdida como aquellos que a la
persona le
resulta difícil aceptar, como pueden ser la rabia o la culpa.
El momento de la ruptura de pareja es un hecho estresante, a veces traumático y, como
momento importante en la vida, requiere de un duelo en el que los miembros de la pareja
deben reconstruir su rutina, reencontrarse a sí mismos y definir un futuro diferente al
imaginado.

No hacer cambios cuando se está en desolación


2. Actuar decididamente contra la desolación
3. Saber que se puede resistir
4. Paciencia y esperanza en la desolación
5. Averiguar las causas de la desolación

Escucha sin juzgar.


No minimices (ni maximices) su problema
Anima sin presionar.
Pide permiso para hablar del tema y para acercarte.
Ofrece ayuda profesional sin estigmatizar.

El malestar social se asocia a una percepción negativa de distintas dimensiones de la


vida social.
Se expresa como insatisfacción con la distribución del bienestar, el ejercicio del poder
público o la representación política, así como también por la desconfianza hacia las
instituciones y las personas y sentimientos de inseguridad
Los ingresos insuficientes, la inserción laboral precaria, el alto nivel de endeudamiento,
junto con los déficits del Estado de bienestar, se traducen en una alta vulnerabilidad de
una parte importante de la población frente a eventos crítico

2)¿Qué es la escucha generosa?


La escucha generosa es una práctica de empatía y compasión. Cuando se escucha con
generosidad, se hace un esfuerzo activo por ver el mundo desde la perspectiva del otro y
comprender sus pensamientos y sentimientos
La «escucha generosa» tiene la llave para abrir la puerta esa conexión. ¿En qué
consiste? «Es llegar detrás de las palabras y conectar tanto con la mente como con el
corazón», define de manera general Sabanici. Para lograrlo, hay seis pilares básicos que
deben manejar ambos interlocutores:

Intención: Acudir a con la intención de escuchar.


Espacio: Bajar la velocidad, crear un clima cómodo para hablar.
Enfoque: Estar completamente en el presente, con la atención al 100 %.
Curiosidad: Crear un ambiente en el que la curiosidad esté por encima del miedo.
Coraje: Prepararse para gestionar mensajes inesperados.
Aceptación: Utilizar expresiones de cercanía cuando sean necesarias para generar
confianza.

El lenguaje corporal no es otra cosa que todo aquello que hacemos con nuestro cuerpo,
o sea nuestros gestos. Últimamente este tema ha sido investigado y se estima que
alrededor de el 57 al 65% de nuestra comunicación diaria con los demás es en base a la
comunicación no verbal.
Los pensamientos y la fisiología están íntimamente relacionados entre sí. Se los explico
de la siguiente manera: Nuestros pensamientos afectan a nuestra fisiología, del mismo
modo que nuestra salud física y nuestro bienestar afectan nuestros pensamientos.
la mayor parte de nuestra comunicación, ni más ni menos el 93 %, pasa a través de la
información que expresan nuestros gestos corporales y faciales, es decir, el lenguaje no
verbal. Solo el 7 % de la información se atribuye a las palabras

No existe una fórmula exacta que determine cuál es la mejor manera de realizar
acompañamiento en el duelo.
Cada uno de nosotros intentamos acompañar como sabemos, como podemos y como
somos, con la mejor intención. Sin embargo, sabemos que, en ocasiones, un comentario,
un gesto, un consejo rápido, una comparación, una instrucción repetitiva o que nos
obliguen a hacer algo para lo que no estamos preparados, genera en el estado físico y
emocional de la persona doliente el efecto contrario del que pretendemos al querer
reconfortar.
que “Lo más importante en la comunicación es escuchar lo que no se dice”, idea
¿Qué es una reconstruccion personal?
es una forma de entender la vida. Un camino donde aceptamos el cambio de un modo
positivo y hacemos un trabajo personal e íntimo para alcanzar nuestro yo más genuino.
Nos reconocemos como eso que somos desde el respeto y el amor.
La aceptación cognitiva y emocional de la perdida se supone que es un proceso
importante
El apoyo social se asocia a una menor mortalidad y una mejor salud mental. Una revisión
meta–analítica mostró que el apoyo social objetivo y subjetivo o funcional se asociaban a
una menor depresión
se ha postulado que el apoyo social que valida y reconoce la experiencia traumática de
los individuos, así como que ayuda a entenderla y darle un significado es importante para
asimilar las catástrofes y los hechos traumático
Señalemos que, el apoyo social sirve para disminuir los síntomas psicológicos y
conductuales ante el estrés, pero que no disminuye la activación fisiológica y los síntomas
físicos en el momento de enfrentarse a los estresores y después de la exposición a ellos
(Davidson y Baum, 1986). Sin embargo, los estudios no confirman sistemáticamente que
hablar y el nivel de apoyo social “redunden” sobre una mejor adaptación del hecho
traumático (Bonanno y Kaltman, 1999).
Metamorfosis. Nos reinventamos
Antes que esperar que todo a nuestro alrededor sea favorable, nos toca diseñar un plan
de reconstrucción personal.

Lo estableceré en cinco puntos:

Reinventarse es una metamorfosis en la que hemos aprendido de las experiencias para


renacer con nuevas perspectivas de futuro
1.- Aceptar la realidad.
Solo si aceptamos esa nueva realidad podremos transformarla.
2.- Optimismo.
Mirando hacia nuestro futuro próximo con las lecciones aprendidas del pasado. El mejor
predictor de éxito es haber superado algo en el pasado.
3.- Cuidarnos en cuerpo y mente.
Tan importante es la actividad física, la dieta o el descanso como la higiene mental, la
autoestima o la actitud positiva.
4.- Apoyarnos.
Contar con una red de apoyo social que nos impulse y motive a seguir avanzando en
nuestras metas, y que nos permita favorecer esto en los demás.
5.- Centrarnos en lo importante.
Diseñar y describir nuevos objetivos en el futuro inmediato. Centrarnos en aquello que
nos conviene y está a nuestro alcance con nuestro esfuerzo y nuestros recursos.

A veces en lo más sencillo encontramos la mejor explicación.


La reconstrucción personal en cualquier etapa de nuestra vida, nos habla de madurez, de
valentía, de reflexión, de darle la justa medida a las cosas y afrontar la realidad con todo y
para ello, reitero lo más importante es reconocer que el aprendizaje es permanente y se
aplica a las experiencias de vida que paso a paso nos hacen mejor personas.
La reconstrucción personal implica ponerse de pie cuando te han dado fuerte o cuando
crees que ya no tienes las fuerzas o ganas de seguir. Esta reconstrucción implica una
reorganización de nuestra mente para darle sentido a la desgracia, aceptarla y seguir
adelante con los aprendizajes de este evento. La reconstrucción emocional es el arte de
hacer algo por rescatarnos cuando nos sentimos “sin salida”. Así, gestionamos nuestras
emociones y encontramos armonía; es decir, en ir transformando o podando todo aquello
que nos hacía daño.

El apoyo de tus seres queridos es esencial para salir de un bache


-No compararte con los demás. Cada uno tiene su propia historia.
-Ver que la vida es aprendizaje y te vas a encontrar con pérdidas y tropiezos por la vida.
-Tener una mente abierta y flexible
-Pensar en el presente

El proceso de recuperación implica necesariamente la reconstrucción de este mundo


interno. Este desmantelamiento y posterior construcción conllevan un dolor emocional
necesario, cuya sintomatología asociada señala los esfuerzos de reestructuración y, por
tanto, puede verse como adaptativa.
A parte de la muerte, ¿existen más tipos de pérdida?
La pérdida (la tristeza) es la emoción más común en las personas en duelo. Cuando la
persona gana/consigue conceptos, experiencias, cosas está alegre (emoción: la alegría).
Pero cuando las pierde conecta con esta emoción; la tristeza. La persona puede perder la
pareja, su puesto de trabajo, dinero, la salud, vida social, así misma, la vivienda, etc. Por
lo tanto, siempre que hay una “pérdida” siempre habrá un duelo (un proceso de
adaptación).
3 ejercicios para trabajar el duelo
Crea una caja de la memoria
El objetivo de este ejercicio es que hagas una caja en la que guardarás cosas especiales
que te recuerden a la persona que murió y la relación que tuviste con ella
La carta continua
Escribe una carta de despedida a la persona fallecida. En ella es importante que plasmes
todos los sentimientos, tanto positivos como negativos hacia esa persona. Escribe todos
los días o al menos tres veces por semana durante cuarenta y cinco minutos o una hora.
Cada vez que comiences a redactar tu carta, relee lo que escribiste los días anteriores y
luego continúa escribiendo la carta
Arreglando un corazón roto
Compra una maceta o un recipiente de cerámica o de un material similar, como la arcilla.
Esta actividad puedes hacerla solo o acompañado de otras personas que también
tuvieran un vínculo
Rompe con cuidado el recipiente que hayas comprado. Con rotuladores permanentes
escribe por dentro del recipiente cómo te sientes respecto a la perdida. Identifica tus
sentimientos y plásmalos. Por fuera del recipiente escribe tus fuentes de apoyo y recursos
para transitar por el duelo

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