Antologia Derecho Fes Aragon

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 24

UNIDAD I CONCEPTOS BÁSICOS DEL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

INTRODUCCIÓN

En esta primera unidad analizaremos las definiciones elementales que nos permitirán iniciar el estudio del Derecho
Internacional Privado (D.I.Pr.), así podremos comprender con claridad cuál es el objeto de estudio de nuestra materia y
que diferencias tiene con el Derecho Internacional Público (D.I.P.), con el que es común confundirlo. Además, podremos
establecer qué relación tiene el D.I.Pr. con diversas ramas del derecho y las fuentes tanto nacionales como internacionales
del mismo.

CONTENIDOS:

1.1 Generalidades del Derecho Internacional Privado.

1.2 Concepto del derecho Internacional Privado.

1.3 Derecho Administrativo.

1.4 Derecho Internacional Privado.

1.5 Diferentes ramas del Derecho que se relaciona


con el Derecho Internacional Privado.

1.6 Diferentes doctrinas que fundamentan el


contenido del Derecho Internacional Privado.
1.6.1. Postura de nuestro país con respecto al
contenido de la Doctrina Francesa.
1.6.2. Ventajas de la Doctrina Francesa con respecto a
otras.

1.7 Las fuentes formales del Derecho Internacional Privado.


1.7.1 . Las fuentes nacionales.
1.7.2 . Las fuentes internacionales.
1.7.3. Las fuentes del Derecho Internacional Privado en el
Derecho Positivo Mexicano.
[…] 1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.

La multiplicidad de sistemas jurídicos1 es innegable. Existen tantos sistemas jurídicos como países hay en el mundo. Cada
sistema jurídico tiene, en principio, delimitado, por las fronteras del Estado, su ámbito de vigencia espacial. Las leyes, la
costumbre, los reglamentos y la jurisprudencia para no citar otras fuentes- circunscriben su vigencia espacial al territorio
del Estado en donde se han engendrado. No obstante, esta limitación no es absoluta. La presencia de ciertas
circunstancias de vinculación -llámeseles puntos de conexión, elementos de sujeción, o en cualquier otra forma- entre la
hipótesis legal de la norma jurídica de un Estado y una situación de hecho que reúne los extremos fácticos previstos en
esa regla jurídica puede dar lugar a una extensión extraterritorial de la norma jurídica que le hará rebasar los límites
territoriales del sistema al que pertenece y se aplicará en otro Estado.

La posibilidad de aplicación extraterritorial de la norma jurídica presenta dos aspectos: uno activo y otro pasivo. En el
activo, la norma jurídica de un Estado penetra, con vigencia indiscutible, en el territorio de una entidad estatal diversa. En
su cariz pasivo, cuando un Estado, sin sentir afectada su soberanía, permite la introducción de una norma extraña a su
sistema jurídico.

NECESIDAD DE LA APLICACIÓN EXTRATERRITORIAL

EI fenómeno de interpenetración del Derecho vigente entre los países es imprescindible. Un Estado que tratase de evitar la
aplicación en su territorio de la norma jurídica extranjera, o que no quisiera, en ningún caso, la aplicación en su territorio
de la norma jurídica extranjera, o que no quisiera, en ningún caso, la aplicación en el extranjero de sus disposiciones
legales se aislaría jurídicamente. Sólo hipotéticamente es factible pensar en un Estado que tal pretendiese puesto que
todo país requiere del comercio internacional por diversas razones que sería prolijo enumerar.2 Al realizarse el intercambio
de satisfactores entre naciones hay necesidad de instaurar relaciones jurídicas entre sujetos de países distintos que
provocarán problemas de elección entre normas jurídicas pertenecientes a Estados disímbolos.3

Una sola relación jurídica no puede regirse al mismo tiempo por dos preceptos distintos dado que si esto fuera así, se
atentaría contra la bilateralidad de lo jurídico. A todo derecho corresponde una obligación concomitante que,
lógicamente, debe tener el mismo alcance. El derecho subjetivo del sujeto de un Estado debe tener la misma medida que
la obligación jurídica de la otra persona de la relación jurídica que se encuentra en Estado distinto. Si por razón de
diversos elementos de sujeción, puntos de conexión o de diferentes nexos entre las características de la situación concreta
y las normas de dos o más Estados, tienen aplicación al caso las normas jurídicas de dos o más países, es forzoso elegir
entre éstas la norma jurídica que en definitiva ha de regular la relación jurídica para evitar de esta manera la trasgresión al
principio lógico de que dos cosas no pueden ser y dejar de ser al mismo tiempo.

Por otra parte, si un Estado tuviere la intención territorialista extrema de excluir toda injerencia de Derecho Extranjero,
además de obstaculizar la realización de transacciones jurídicas, cometería verdaderas injusticias cuando imposibilitara la
celebración de actos en el extranjero conforme a la ley extranjera para después producir efectos en su territorio.
EXTENSIÓN DEL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

Si al Derecho Internacional Privado le ha de corresponder determinar la norma jurídica aplicable en una relación jurídica
que admite la posibilidad de regirse por reglas de Derecho de dos o más países y si tal situación concreta puede estar
regida por normas de naturaleza civil, mercantil, administrativa, fiscal, Constitucional, laboral, agraria, penal, etc., es
indudable que la extensión del Derecho Internacional Privado es amplísima, pues incide en todas las ramas del Derecho
que, rigen situaciones concretas susceptibles de permitir la aplicación de preceptos provenientes de más de un sistema
jurídico.4

DIFICULTAD DEL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

Elegir la ley competente para una situación Jurídica concreta, cuando cabe la posibilidad de aplicación de normas jurídicas
provenientes de Estados diversos, no es, por ningún concepto, tarea sencilla, sobre todo si se advierte que falta una norma
jurídica superior a las presuntas normas aplicables y que se carece de un tribunal jerárquicamente más alto a las
autoridades estatales que resuelvan el conflicto planteado.

La precariedad normativa y la carencia de órganos jurisdiccionales superiores que resuelvan el conflicto de leyes en el
espacio ha propiciado una abundantísima especulación doctrinal que no siempre ha redituado soluciones prácticas,
convenientes, y que han dado pábulo a las más encontradas decisiones jurisprudenciales.

De allí se explica que un autor de reconocido prestigio, el más grande jurisprivatista del siglo XIX, Federico Carlos de
Savigny, se muestre excesivamente modesto al abordar la materia de los límites temporales y límites locales del imperio
de las reglas de derecho5 y ello hace cobrar actualidad a las expresiones de Guy Coquille, de Froland y del Presidente
Bouhier, quienes al referirse al estudio de los conflictos de leyes hablaron respectivamente de “un laberinto sin hilo”, de
“un alambique de los cerebros”, de “no saber a que altar encomendarse para hablar acertadamente en esta materia” y de
que el espíritu más sutil y más ágil corre peligro de equivocarse al estudiar estos problemas”.6

Por su parte, Jitta7 dice que el exceso de generalización ha dado a los principios de nuestra ciencia esa apariencia
especulativa y mecánica que hace arraigar en el espíritu de los estudiantes la idea de que el Derecho Internacional Privado
es un rompe-cabezas chino”, un “mar de “duda”, un matorral impenetrable”, es decir una “ciencia que no sabe” y sugiere
que la: enseñanza de nuestra ciencia” en las Universidades debe abstenerse de establecer principios generales y
universales, inspirándose en el método individual,8 teniendo a la vez, base positiva y valor práctico.

El también holandés Ernest Frankestein,9 profesor de la Academia de Derecho Internacional de La Haya, ha dicho: “…no
hay dominio más discutido, no hay rama del Derecho más confusa, que el Derecho Internacional Privado. No solamente
cada país tiene sus propios principios, su propio Derecho Internacional, sino que no existe ninguno cuyo Derecho
Internacional Privado no esté lleno de problemas sin resolver, frente a los cuales el profano nada comprende y el técnico
encuéntrase a menudo en un verdadero estado de desesperación... La doctrina dominante considera esta situación
anárquica como un destino irrevocable, y discute, cuando más, de una manera oportunista, como puede ponerse en
orden… Es por esto que no conoce más solución que las convenciones internacionales. […]
1 . CONCEPTOS GENERALES

Objetivos
Al concluir el estudio de este capítulo, el alumno deberá ser capaz de:
� Precisar la definición y las áreas de estudio del derecho internacional privado.
� Señalar las críticas existentes a su denominación
� Desarrollar sus fuentes nacionales e internacionales.
Introducción

El derecho surge de la necesidad de regular la conducta social del hombre, que en la Antigüedad se circunscribía a un
espacio geográfico más o menos reducido. Aunque sucedía desde tiempos remotos, cada día es más frecuente, debido a
la facilidad e incremento de las comunicaciones y al intercambio de personas y bienes entre los Estados, que una relación
jurídica tenga puntos de contacto con diversas legislaciones, porque las partes radiquen en territorios diferentes, tengan
distintas nacionalidades, hayan realizado el acto jurídico en un lugar para cumplirse en otro, etc. En estos casos, al surgir
un litigio es difícil determinar qué juez lo va a conocer y resolver con fuerza vinculativa y qué normas jurídicas sustantivas
van a aplicarse para dirimirlo.

Se han hecho grandes esfuerzos para solucionar estos problemas que, entre otros, son actualmente objeto de estudio del
llamado derecho internacional privado. La importancia de la materia y la justificación de su enorme desarrollo consiste en
que en nuestra época las distancias han dejado de constituir un obstáculo para el ser humano y, por tanto, la regulación
de sus actos con relevancia jurídica pueden interesar, a un mismo tiempo, a varias legislaciones de nuestra fraccionada
comunidad internacional.

Definición

La parte medular del derecho internacional privado está integrada por un conjunto de normas jurídicas nacionales y
supranacionales de derecho público que tienen por objeto solucionar controversias de carácter interestatal o internacional
mediante la elección del juez competente para dirimirlas, de la ley aplicable al fondo de los asuntos o la utilización de la
norma que específicamente les dará una solución directa, en caso de que existan derechos de más de una entidad
federativa o de un Estado soberano que converjan en un determinado aspecto de la situación concreta, así como regular
aspectos atinentes a la cooperación judicial internacional.
Como señalo en la definición, esto es el derecho internacional privado en su área más importante, ya que en sentido
amplio incluye el estudio de todas aquellas situaciones con elementos ajenos al foro y no se limita únicamente a
solucionar la convergencia de normas jurídicas y a analizar la cooperación judicial internacional.

También hay que señalar que en muchas ocasiones diversos ordenamientos regulan diferentes aspectos de una situación
jurídica (por ejemplo: el acto de votar se rige por la Constitución, la ley electoral respectiva, el código civil correspondiente,
etc.); así, existe una concurrencia de disposiciones normativas que no interesan a la materia, ya que lo característico de una
verdadera convergencia de normas jurídicas (conflicto de competencias o un conflicto de leyes) es que varias de ellas (con
distinto ámbito espacial de validez) regulen el mismo aspecto de la situación controvertida.

Objeto
Por tradición, las disposiciones del derecho internacional privado tenían un objeto puramente formal, que consistía
simplemente en elegir entre una legislación y otra mediante la utilización de la norma de conflicto o conflictual, con la cual
se escogía al juez competente y al derecho de fondo aplicable en aquellas controversias en las que un determinado
aspecto de la situación debatida se encontraba vinculado con leyes de diversos Estados o entidades; sin embargo, la
corriente más avanzada sostiene que también se pueden crear normas materiales para regular de fondo un conflicto en el
que convergen normas de varias entidades o países, y dar soluciones directas y específicas, utilizando, en ocasiones,
criterios diferentes de los adoptados en los asuntos con elementos puramente locales (ejemplo: compraventa
internacional, adopción internacional, alimentos internacionales, franquicias internacionales, arrendamiento financiero
internacional, factoraje financiero internacional, etcétera).

Contenido

Su contenido es polémico y existen tres criterios o escuelas al respecto:


1. Escuela francesa. Indica que en la materia deben estudiarse cuatro áreas:
a) Nacionalidad.
b) Condición jurídica del extranjero.
c) Conflictos de leyes (convergencia de normas jurídicas).
d) Conflictos de competencia judicial (convergencia de normas procesales de fijación de competencia).
Esta corriente es la que con mayor fuerza influyó en la formación de los temarios de la materia en importantes
universidades de México, hasta la década de 1970.
2. Escuela anglosajona. Seguida principalmente en las universidades de los países que se rigen por el sistema jurídico del
common law, restringe el contenido de la materia a dos áreas:
a) Conflictos de leyes (convergencia de normas jurídicas).
b) Conflictos de competencia judicial (convergencia de normas procesales de fijación de competencia).

Últimamente aumenta el número de instituciones de enseñanza superior en México que se basan en esta corriente
doctrinal para elaborar los programas de estudio de la asignatura, dejando el estudio de la nacionalidad y de la condición
jurídica del extranjero para otras disciplinas o como una materia específica.
3. scuela alemana. Incluye en su estudio sólo la nacionalidad y los conflictos de leyes (convergencia de normas jurídicas),
entre los cuales engloba los de competencia judicial, al considerarlos conflictos de leyes de carácter procesal.

En todos los casos, considero que debido al gran desarrollo alcanzado a la fecha, es necesario estudiar la cooperación
procesal o judicial internacional como área independiente, ya que tradicionalmente se analiza dentro de los conflictos de
competencia judicial (convergencia de normas procesales de fijación de competencia), cuando su alcance y contenido son
por completo diferentes, por lo que en este trabajo los trataré en forma autónoma.
En cada una de las áreas señaladas se tratan los siguientes aspectos:
• Nacionalidad. Muchos autores la excluyen del contenido de la materia, al señalar que debe estudiarse en otras
disciplinas o como una asignatura específica, ya que sólo interesa al derecho internacional privado cuando la nacionalidad
de la persona es punto de contacto para la elección de la norma jurídica aplicable, en caso de existir un conflicto de leyes
o convergencia de normas jurídicas y, en México como en muchos otros países, el criterio de la nacionalidad ha sido
sustituido por el del domicilio. En esta parte se analiza el conjunto de normas que regulan a una persona física, jurídica y
algunos bienes muebles, en razón del nexo existente, para vincularlos con un Estado determinado y establecerles derechos
y obligaciones.
• Condición jurídica del extranjero o derecho de extranjería. Gran parte de los doctrinarios también opinan que esta
área debe excluirse del derecho internacional privado y ser objeto de estudio de otra asignatura (como el derecho
administrativo) o de una materia específica, ya que sólo interesa a nuestra disciplina porque la condición jurídica del
extranjero es un presupuesto para la existencia de los conflictos de leyes, pues si los extranjeros tuvieran idénticos
derechos que los nacionales, siempre se utilizaría una misma legislación: la del juez que conoce el asunto. Implica el
estudio de derechos y obligaciones a que están sujetos los extranjeros, personas físicas o jurídicas, en un sistema
normativo determinado en el que no son nacionales.
• Convergencia de normas jurídicas o conflictos de leyes. Es el área medular del derecho internacional privado y,
debido a ello, muchos autores han pro puesto cambiar la denominación de la materia.

En esta parte se analizan los procedimientos mediante los cuales se trata de resolver un problema de carácter nacional o
supranacional, al elegir alguna norma jurídica de entre aquellas con las que la situación concreta tiene puntos de contacto,
a efecto de utilizarla para resolver el fondo de la controversia, o al ordenar la aplicación de un derecho específicamente
creado para que, de manera directa, se solucione un problema sometido a proceso, en la que convergen normas con
diverso ámbito espacial de validez original.
En vez de utilizar el término conflicto de leyes, que en principio supone una contradicción en el contenido de las normas
legislativas relacionadas con la controversia, lo cual es incorrecto, considero que esta área debe llamarse convergencia de
normas jurídicas, que es una denominación más acorde con su contenido ya que, se indicó, se analiza la conjunción de
todas las normas jurídicas relacionadas con determinado aspecto del litigio, incluidas las jurisprudenciales, y no se limita
tan sólo a las legislativas.
• Convergencia de normas procesales de fijación de competencia o conflictos de competencia judicial. Como he
indicado, autores alemanes consideran que esta área forma parte de los conflictos de leyes y que, por tanto, debe
estudiarse dentro de ellos, ya que en realidad son conflictos de leyes de carácter procesal. Sin embargo, la corriente
mayoritaria los estudia en forma autónoma debido a las peculiaridades que presentan.

En esta parte se analizan los procedimientos mediante los cuales se resuelve la competencia de tribunales de un mismo
país o de diversos Estados para el conocimiento y la solución de problemas que tienen puntos de contacto con diversas
legislaciones, en caso de que existan de manera simultánea dos o más órganos jurisdiccionales que pretendan o se
nieguen a conocer y resolver con fuerza vinculativa para las partes una misma controversia.

Considero que el nombre correcto de esta área debe ser convergencia de normas procesales de fijación de competencia,
ya que, por regla general, no existe un verdadero choque o conflicto entre ellos.
• Cooperación procesal o judicial internacional En esta área se analizan formas y procedimientos mediante los
cuales órganos jurisdiccionales competentes en sus respectivos territorios pero de diversos Estados soberanos se auxilian
en el trámite de los procesos que ventilan, ya sea para dar cumplimiento a formalidades judiciales, reunir los elementos
probatorios necesarios o ejecutar sus resoluciones, para lograr la plena eficacia del derecho Es importante señalar que, por
tradición, el derecho internacional privado se ocupa exclusivamente de la cooperación judicial internacional y que la
cooperación procesal nacional (entre jueces de un mismo país) es analizada por el derecho procesal.
Naturaleza de sus normas
1. Son de derecho público, ya que su aplicación es obligatoria e irrenunciable por los particulares, estableciendo
relaciones de supraordenación con el Estado y protegiendo los intereses sociales en ellas contenidos.
2. Son nacionales e internacionales, ya que pueden encontrarse en ordenamientos internos o tratados.
3. Unas son facultativas y otras obligatorias para el Estado:
• Facultativas para el Estado. Es el caso de las normas legislativas, cuya vigencia en el territorio depende de la
voluntad del poder público, puesto que, en el momento que el Poder Legislativo así lo decida conforme a sus intereses,
puede derogarlas unilateralmente.
• Obligatorias para el Estado. Son de carácter supranacional y están contenidas en los tratados internacionales. Se
imponen jurídicamente a la voluntad de la nación, la cual está obligada a respetarlas, aun en contra de sus deseos, a
menos que se extingan, invaliden, rescindan o disuelvan.
4. Son formales (normas de conflicto o conflictuales) y sustantivas (normas materiales):
• Normas de conflicto o conflictuales, que rigen, a su vez, la vigencia de otras normas jurídicas y su única finalidad
es elegir a aquella que va a aplicarse para resolver la controversia cuando en determinado aspecto de la situación jurídica
concreta coexistan normas de diversos Estados.
• Normas materiales, que regulan de manera directa una controversia que tiene puntos de contacto con diversas
legislaciones, dando una solución específica a la problemática, la cual puede ser diferente de la utilizada para aquellas
situaciones con elementos sólo locales, por ejemplo, la adopción internacional de menores.

Origen de la denominación

De conformidad con Werner Goldschmidt,1 fue Joseph Story quien, en 1834, primero habló del derecho internacional
privado en el curso de su obra Commentaries on the conflict of law, y W. Schaeffner, en 1841, quien usó formalmente esta
denominación. Sin embargo, la mayoría de los doctrinarios opinan que este nombre no es el más adecuado, por lo que se
han buscado otros que ilustren de manera más precisa su contenido.

Críticas a la denominación

En virtud de la vaguedad del nombre derecho internacional privado han surgido críticas, que resumo a continuación:
1. Opiniones en contra de la misma:
a) Consideran que no es derecho internacional porque:
• No son relaciones entre sujetos de la comunidad internacional (Estados u organismos internacionales), sino entre
particulares.
• No sólo hay conflictos de leyes o de competencia judicial de carácter internacional, sino también entre diversas
entidades de una misma nación (interestatales, interestaduales o interprovinciales).
• La norma aplicable para resolver los conflictos, en principio, es del orden interno, o sea, derecho nacional, y sólo
cuando existan tratados al respecto éstos se aplican.
b) Consideran que no debe usarse el adjetivo privado porque:
• Sus normas son de derecho público, debido a los intereses sociales que protegen y a la irrenunciabilidad de las
mismas.
• Las relaciones jurídicas en que se suscitan los conflictos pueden estar comprendidas en áreas tradicionalmente
consideradas de derecho público (penal, laboral, etc.) o de derecho privado (civil, mercantil, etcétera).
2 . Opiniones favorables a la denominación :
a) consideran que el nombre derecho internacional es correcto porque:
• Su ámbito rebasa en ocasiones los límites del Estado.
• Hay fuentes internacionales en la materia.
• El uso reiterado de la denominación hace difícil cambiarla.
b) consideran que el adjetivo privado es adecuado porque:
• Lo diferencia del derecho internacional público.
• El uso reiterado consagró el mismo y es difícil cambiarlo.

Otras denominaciones

Debido a las críticas, algunos autores prefieren referirse a la materia como derecho de colisión, derecho de conflicto de
leyes, derecho conflictual, derecho intersistemático, derecho de elección de leyes, derecho trasnacional, etc. Sin embargo,
por obra de la costumbre otra parte se opone a su modificación, pues considera que más bien se crean confusiones.

El nombre con más aceptación en México es derecho conflictual. Sin embargo, mi opinión se orienta en el sentido de que,
su importar cuál sea el nombre más adecuado, debe continuarse usando el término derecho internacional privado y, en la
parte relativa a los llamados conflictos de leyes y de competencias (denominados por mí convergencia de normas jurídicas
y convergencia de jurisdicciones), en todo caso se haga referencia al derecho conflictual como integrante de sus áreas de
estudio. No obstante, la denominación derecho conflictual tampoco es correcta: su contenido implica e] estudio de la
convergencia de disposiciones normativas en un determinado aspecto de la situación jurídica y no de las contradicciones
existentes entre ellas, por lo que es mejor hablar de derecho de convergencia de normas jurídicas.

FUENTES

Fuentes nacionales
1. Ley. Nuestra materia no ha sido legislada tan ampliamente como otras ramas del derecho y, por lo general, son
escasas las normas materiales y de conflicto.

En muchos países, como en México, no existe una codificación específica de las normas del derecho internacional privado,
sino que están dispersas en varios ordenamientos. Sólo en algunos Estados se crean cuerpos de leyes en la materia, como
en Austria, Italia2
Suiza y Venezuela.3
Las normas materiales y conflictuales en México son de carácter tanto federal como estatal, dependiendo de la materia
regulada, atento el criterio de distribución de competencias establecido por el art. 124 constitucional, el cual indica que las
facultades no expresamente concedidas por la Constitución a los funcionarios federales se entienden reservadas a las
entidades federativas. Debido a lo anterior y a la diversidad de opiniones que a lo largo de la evolución jurídica de nuestro
país han existido en cuanto a la aplicación de derecho extranjero, a la fecha no contamos con criterios uniformes de
solución a los conflictos de leyes y, para casos similares, en ocasiones las normas conflictuales de los diversos
ordenamientos establecen criterios distintos.

2. Costumbre. Es la manera más espontánea de crear normas jurídicas. Para que sea frente formal necesita reunir los
dos elementos característicos: el “objetivo” la inveterada consuetudo, que se refiere a la práctica reiterada de una
determinada conducta, y el “subjetivo’ la opinio juris seu necesitatis, que se enfoca a la convicción de la obligatoriedad de
la misma.

En México tiene poca importancia, ya que en materia civil sólo la toma en cuenta el juzgador cuando la ley expresamente
remite a ella (ejemplos: art. 997 del Código Civil Federal y art. 997 del Código Civil para el Distrito Federal), puesto que de
conformidad con el art. 14 constitucional.

En los juicios del orden civil, la sentencia definitiva deberá ser conforme a la letra o a la interpretación jurídica de la ley, y a
falta de ésta se fundará en los principios generales del derecho.

Asimismo, el art. 10 del Código Civil Federal indica que “contra la observancia de la ley no puede alegarse desuso,
costumbre o práctica en contrario”. Por tanto, en México la validez de la costumbre deriva de la ley, ya que por sí sola no
tiene ninguna fuerza para nuestro derecho.

Aunado a lo anterior, cabe recordar que el objeto principal de la materia consiste en elegir al juez competente y a la ley
aplicable para dirimir una controversia cuando convergen normas jurídicas diversas y que dicha actividad la realiza el
Estado sin que pueda tener injerencia la conducta de los particulares, lo que también deja de manifiesto la escasa
importancia que la costumbre tiene para el derecho internacional privado.

3. Jurisprudencia. Es la elaboración de normas jurídicas mediante la asignación de fuerza obligatoria a resoluciones


dictadas en el desempeño de la función jurisdiccional.

En algunos países es abundante para el derecho internacional privado, como en Francia, pero en otros es escasa, sobre
todo en sistemas de carácter territorialista.

En los países del common law, debido a las características de su sistema normativo que se sustenta en ella, es
imprescindible y lleva el nombre de stare decisis.

En México la regulan los arts. 192 a 197 de la Ley de Amparo Reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y se conforma por decisiones tomadas en sentencias emitidas por la Suprema
Corte de Justicia de la Nación —actuando en Pleno o en alguna de sus dos Salas— y los Tribunales Colegiados de Circuito,
al llenar lagunas legales (integración del derecho) o interpretar la Constitución, tratados internacionales, ordenamientos
federales y locales (hermenéutica jurídica auténtica), cuando un mismo criterio se sostuvo en cinco ejecutorias sin que
exista alguna en sentido contrario que la interrumpa. Para integrar jurisprudencia dichas sentencias deben ser aprobadas
por mayoría de votos, tratándose del Pleno de la Corte o sus Salas, o por unanimidad de votos si se refiere a las dictadas
por los Tribunales Colegiados de Circuito. En México, la jurisprudencia no deroga la ley, puesto que no tiene efectos
generales y sólo se aplica cuando se resuelve un caso concreto sometido a proceso.

La evolución de la jurisprudencia mexicana en la materia puede dividirse en tres etapas: la primera, que corre de la
Independencia y concluye con la Revolución mexicana (1821-1917), en donde nuestras leyes con marcada influencia
europea permiten la aplicación del derecho extranjero, situación que favorece su desarrollo; la segunda, que se inicia con
la Revolución mexicana y concluye con la decidida participación de México en los foros internacionales iusprivatistas (19
17-1975), en donde por un mal entendido nacionalismo muchos ordenamientos legislativos incorporan un sistema
territorialista y prohíben la aplicación del derecho extranjero, lo que implica su retroceso, y una tercera, que corre de 1975
a la fecha, enmarcado por la suscripción de gran cantidad de tratados en la materia y una importante revisión a nuestras
leyes en aspectos iusprivatistas, lo que permite su nuevo florecimiento. Baste señalar que en el área civil el art. 12 del, en
aquel entonces, Código Civil para el Distrito Federal en Materia del Fuero Común y para toda la República en Materia del
Fuero Federal desde 1932 y hasta 1988 siguió un marcado sistema territorialista, que obligaba a los jueces a resolver
cualquier controversia (incluidas las relativas al estado civil y capacidad de las personas y como única excepción en la
forma de los actos) con base en el derecho nacional, sin importar que los individuos implicados fueran mexicanos o
extranjeros, estuvieran domiciliadas en el país o fueran transeúntes.

4. Doctrina. Son opiniones de personas eruditas en una determinada área que sirven de apoyo para la elaboración
de normas jurídicas generales o resoluciones jurisdiccionales. En nuestro país, el organismo más importante del que
emana la doctrina en la materia es la Academia Mexicana de Derecho Internacional Privado y Comparado, constituida el 5
de diciembre de 1968 con el nombre de Instituto Mexicano de Derecho Internacional Privado por especialistas de la
materia y cuyo objetivo primordial es el desarrollo y la actualización de la disciplina.4 Respecto al aservo escrito, hasta la
fecha existen pocos libros de carácter general, pero se han incrementado con gran rapidez, y hay numerosos e
importantes trabajos monográficos impulsados por la academia mencionada, los cuales principalmente se desarrollan en
los Seminarios Nacionales de Derecho Internacional Privado y Comparado, que año con año se celebran en diversas
universidades del país y que cuentan con la asistencia de relevantes doctrinarios nacionales y extranjeros.5 En México, la
doctrina no es fuente directa del derecho, ya que las sentencias civiles deben dictarse conforme a la letra de la ley, en su
defecto, de acuerdo con su interpretación jurídica (jurisprudencia), y a falta de una y otra, con base en los principios
generales del derecho.6 No obstante, la doctrina tiene una importancia indirecta evidente, toda vez que es una
herramienta indispensable para todo jurista (estudiante, maestro, legislador, juez o postulante), quien no puede formarse
un criterio serio respecto de la solución de una determinada problemática sin consultar la opinión de los especialistas. La
Suprema Corte de Justicia en el precedente jurisprudencial emanado de la Octava Época y publicado en el Semanario
Judicial de la Federación, t. III, segunda parte-l, p. 295, ha sostenido lo siguiente:

DOCTRINA. NO ES DE OBSERVANCIA
OBLIGATORIA. Las opiniones doctrinarias que se citen en una demanda de garantías, si bien puede revestir interés
académico, no son de observancia obligatoria para os tribunales de control constitucional, ni para ningún otro. En efecto,
para emitir una sentencia de amparo sólo es obliga torio acatar la Constitución, las leyes que de ésta emanen, la
jurisprudencia y, cuando aquélla lo prevé, los principios generales del derecho; de modo que, mientras a aplicación de la
ley no sea violatoria de garantías, o contraria a la jurisprudencia o en su caso, a los citados principios, carecen de eficacia
jurídica esas doctrinas, pues el valor de éstas estriba en que den contenido a una norma de carácter legal.

5. Principios generales del derecho. Son postulados básicos que orientan la realización de los valores jurídicos y que
tienen el rango de conceptos jurídicos fundamentales. Sin embargo, es imposible precisar su contenido exacto y a cuántos
nos referimos, porque, aunque en su esencia son paradigmas inmutables, la percepción de ellos cambia con el tiempo,
idiosincrasia, sistema político, económico y social de un Esta do determinado. No obstante, algunos se consideran
comunes y estructurales para el derecho, tales corno justicia, equidad, igualdad, seguridad y bien común. Resulta evidente
que toda persona, y no sólo el jurista, debe ajustar sus actividades a ellos en aras de una sana convivencia social.
En México, el art, 14 constitucional les da el carácter de fuente supletoria en las resoluciones del orden civil.

La Suprema Corte de Justicia los ha definido como

[…] verdades jurídicas notorias, indiscutibles) de carácter general, como su mismo nombre lo indica, elaboradas o
seleccionadas por la ciencia del derecho, mediante procedimientos filosóficos-jurídicos de generalización, de tal manera
que el juez pueda dar la solución que el mismo legislador hubiera pronunciado si hubiera estado presente o habría
establecido si hubiera previsto el caso; siendo condición de los aludidos principios que no se desarmonicen o estén en
contradicción con el conjunto de normas legales cuyas lagunas u omisiones han de llenar7 Fuentes internacionales

1. Tratados.

a) Definición. Acuerdo de voluntades de sujetos de la comunidad internacional, Estados u organismos


internacionales, que crea, modifica o extingue derechos y obligaciones entre las partes. La Convención de Viena
sobre el Derecho de los Tratados, emanada de la conferencia diplomática realizada en la sede de Naciones Unidas
en Viena, Austria, en 19698, que se aplica a aquellos exclusivamente celebrados entre Estados, establece en su art.
2o., apartado 1, inciso a), que el tratado es un

[...] acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el derecho internacional, ya conste en un
instrumento único o en dos o más instrumentos conexos y cualquiera que sea su denominación particular.

De lo anterior se desprende que no existe ninguna diferencia entre los términos tratado, acuerdo, convenio, protocolo,
estatuto, arreglo, etc. El nombre que se le dé es irrelevante en lo que a sus efectos jurídicos se refiere. En México, nuestra
Constitución habla de ellos utilizando indistintamente los términos tratados internacionales, trata dos, convenios y
convenciones en los arts. 15, 18, 76, fracc. 1,89, fracc. X, 104 y 133.

b) Jerarquía: Al respecto se siguen dos teorías:


• Preeminencia del tratado (monismo internacional). El juez, en los casos de conflicto entre estas normas jurídicas,
aplicará el tratado internacional y dejará de utilizar las disposiciones establecidas en la ley fundamental.
• Preeminencia de la ley (monismo constitucional). En caso de conflicto se aplica la norma constitucional y deja de
acatarse el tratado, sin importar que su consecuencia implique responsabilidad internacional para el Estado.

En México, el art. 133 establece que:

Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y los tratados que estén de acuerdo con la
misma, celebrados y que se celebren por el Presidente de la República, con aprobación del Senado, serán la Ley Suprema
de toda la Unión. Los jueces de cada Estado se arreglarán a dicha Constitución, leyes y tratados a pesar de las
disposiciones en contrario que pueda haber en las Constituciones y leyes de los estados.

La primera parte de la disposición es confusa y crea dudas acerca de la jerarquía de las normas jurídicas en nuestro país,
por lo que al interpretarla junto con otros dispositivos constitucionales, concluyo que:
• La Constitución es jerárquicamente superior al tratado internacional (monismo constitucional), puesto que para
adicionarla o reformarla se requiere un procedimiento especial señalado por el art. 135 constitucional; debido a que el art.
136 del mismo ordenamiento indica que la Constitución no perderá su fuerza y vigor aun cuando por alguna rebelión,
fuera de los cauces legales, se interrumpa su observancia, y ya que el art. 133 constitucional exige que los tratados estén
de acuerdo con la misma para que se les considere Ley Suprema. Cabe indicar que Leonel Pereznieto Castro, en un
detallado estudio, opina que entre la Constitución y los tratados conformes con ella no existe jerarquía, y considera que
debe situarse al sistema jurídico nacional y al internacional en un mismo rango, previo reconocimiento de que el segundo
no sea contrario al primero (dualismo jurídico)9
• Las leyes reglamentarias de la Constitución (leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella, conforme a la
redacción del art. 133 constitucional) poseen mayor jerarquía que un tratado internacional, puesto que las primeras
detallan principios constitucionales que son inmutables, a menos que se satisfagan los requisitos del art. 135
constitucional.
• Las leyes ordinarias federales, creadas con base en la división de competencias que plantean los arts. 73 y 124
constitucionales se encuentran en un nivel jerárquico inferior a los acuerdos internacionales apegados a la ley
fundamental, ya que el art. 133 constitucional señala que “todos los tratados que estén de acuerdo con la misma
(constitución)... serán la Ley Suprema de toda la Unión’ característica de la cual no gozan las leyes ordinarias federales.
• Las leyes locales también tienen menor jerarquía que los tratados internacionales porque, conforme a la última
parte del art. 133 constitucional, los jueces de cada estado deben arreglarse a ellos, a pesar de las disposiciones en
contrario que puedan existir en las constituciones o leyes de la entidad. Cabe recordar que entre una ley federal y una
local no existe jerarquía y que ambas se encuentran en un mismo nivel, toda vez que la diferencia entre ellas estriba
únicamente en su distinto ámbito de competencia material, atento al criterio de distribución de competencias establecido
por el art. 124 de nuestra Constitución, el cual ordena que: “Las facultades que no están expresamente concedidas por
esta Constitución a los funcionarios federales, se entienden reservadas a los estados.”

Cabe transcribir la ejecutoria dictada por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta en el tomo x, correspondiente a noviembre de 1999, Tesis: P. LXX-VlI/99, p. 46:

TRATADOS INTERNACIONALES. Se UBICAN JERÁRQUICAMENTE POR ENCIMA DE LAS LEYES FEDERA LES Y EN UN
SEGUNDO
PLANO RESPECTO DE LA CONSTITUCIÓN
FEDERAL. Persistentemente en la doctrina se ha formulado a interrogante respecto a la jerarquía de normas en nuestro
derecho. Existe unanimidad respecto de que la Constitución Federal es la norma fundamental y que aunque en principio la
expresión”… serán la Ley Suprema de toda la Unión y parece indicar que no sólo la Carta Magna es la suprema, la objeción
es superada por el hecho de que las leyes deben emanar de la Constitución y ser aprobadas por un órgano constituido,
como lo es el Congreso de la Unión y de que los tratados deben estar de acuerdo con la Ley Fundamental, lo que
claramente indica que sólo la Constitución es la Ley Suprema. El problema respecto a la jerarquía de las demás normas del
sistema, ha encontrado en la jurisprudencia y en la doctrina distintas soluciones, entre las que destacan: supremacía del
derecho federal frente al local y misma jerarquía de los dos, en sus variantes lisa y llana, y con la existencia de ‘leyes
constitucionales’; y la de que será ley suprema la que sea calificada de constitucional. No obstante, esta Suprema Corte de
Justicia considera que los tratados internacionales se encuentran en un segundo plano inmediatamente debajo de la Ley
Fundamental y por encima del derecho federal y el local. Esta interpretación del artículo 133 constitucional, deriva de que
estos compromisos internacionales son asumidos por el Estado mexicano en su conjunto y comprometen a todas sus
autoridades frente a la comunidad internacional; por ello se explica que el Constituyente ha ya facultado al presidente de
la República a suscribir los tratados internacionales en su calidad de jefe de Estado y, de la misma manera, el Senado
interviene como representante de la voluntad de las entidades federativas y, por medio de su ratificación, obliga a sus
autoridades. Otro aspecto importante para considerar esta jerarquía de los tratados, es la relativa a que en esta materia no
existe limitación competencial entre la Federación y las entidades federativas, esto es, no se toma en cuenta la
competencia federal o local del contenido del tratado, sino que por mandato expreso del propio artículo 133 el presidente
de la República y el Senado pueden obligar al Estado mexicano en cualquier materia, independiente mente de que para
otros efectos ésta sea competencia de las entidades federativas. Como consecuencia de lo anterior, la interpretación del
artículo 133 lleva a considerar en un tercer lugar al derecho federal y al local en una misma jerarquía en virtud de lo
dispuesto en el artículo 124 de la Ley Fundamental, el cual ordena que “Las facultades que no estén expresamente
concedidas por esta Constitución a los funcionarios federales, se entienden reservadas a os Estados:’ No se pierde de vista
que en su anterior conformación, este Máximo Tribunal había adoptado una posición diversa en la tesis R 0/92, publicada
en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Número 60, correspondiente a diciembre de 1992, página 27, de
rubro: “LEYES FEDERALES Y TRATADOS INTERNACIONALES. TIENEN LA MISMA JERARQUÍA NORMATIVA”; sin embargo,
este Tribunal Pleno considera oportuno abandonar tal criterio y asumir el que considera la jerarquía superior do los
tratados incluso frente al derecho federal.

Amparo en revisión 1475/98. Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo. 11 de mayo de 1999. Unanimidad
de diez votos. Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Humberto Román Palacios.
Secretario: Antonio Espinosa Rangel. El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el veintiocho de octubre en curso,
aprobó, con el número LXXVII/1999, la tesis aislada que antecede; y determinó que la votación es idónea para integrar
tesis jurisprudencial. México, Distrito Federal, a veintiocho de octubre de mil novecientos noventa y nueve.

Nota: Esta tesis abandona el criterio sustentado en a tesis P C192, publicada en a Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Número 60 Octava Época, diciembre de 1992, página 27, de rubro: “LEYES FEDERALES Y TRATADOS
INTERNACIONALES. TIENEN LA MISMA JERARQUÍA NORMATIVA

c) División de competencias para su suscripción. A la fecha, México ha suscrito gran cantidad de tratados en materia
de derecho internacional privado, como veremos en su oportunidad, y se ha planteado la interrogante de que si los
celebrados en áreas locales vulneran la distribución de competencias establecida en la Constitución. La Suprema Corte de
Justicia de la Nación, en el precedente jurisprudencial que ha quedado transcrito, se sitúa en contra de dicha opinión, al
sostener que:

[…] en esta materia no existe limitación competencia) entre la Federación y las entidades federativas, esto es, no se toma
en cuenta la competencia federal o local del contenido del tratado, sino que por mandato expreso del propio artículo 133
el presidente de la República y el Senado pueden obligar al Estado mexicano en cualquier materia, independientemente
de que para otros efectos ésta sea competencia de las entidades federativas [...]

d) La incorrecta federalización de la materia. Algunos doctrinarios consideran que el hecho de que el Presidente de la
República celebre un tratado apegado a la Constitución y que lo apruebe el Senado, convierte automáticamente sus
disposiciones en norma con obligatoriedad interna y que, por lo tanto, las mismas tienen vigencia en la totalidad de la
República, centralizando la materia y modificando la distribución de competencias establecida por el art. 124
constitucional. Dicha postura es incorrecta ya que, en principio, el tratado sólo se aplica para las situaciones vinculadas con
algún Estado parte del acuerdo internacional y no de manera general, por lo que la rígida distribución de competencias se
mantiene íntegra y sin que sufra modificación alguna; no obstante se tendrá que preferir las disposiciones del tratado en
todas aquellas situaciones vincula das con naciones parte del compromiso internacional y además, la entidad federativa
conserva su competencia legislativa en dicha materia para crear normas en todo aquello que no se ha expresamente
previsto en el acuerdo internacional o para situaciones vinculadas con Estados ajenos al mismo, recobrando su plena
capacidad legislativa cuando la convención deja de obligar internacionalmente al país.

e) Posible incorporación del tratado a codificaciones nacionales. Como hemos visto, de conformidad con el art. 133
constitucional un tratado internacional es Ley Suprema de la Unión, sus disposiciones son autoaplicativas por lo que no
requiere ser incorporado a nuestros ordenamientos legales y puede ser celebrado en áreas federales y locales. No
obstante, para facilitar su aplicación y uniformar criterios, en ocasiones se ha modificado nuestras leyes para incluir sus
disposiciones. Resulta evidente que cuando el tratado regula una materia concedida expresamente a la Federación) de
conformidad con el art. 73 constitucional, la incorporación debe llevarse a cabo en un código federal y por el Congreso de
la Unión; que cuando regula áreas locales tiene que realizarse en los códigos de los estados o del Distrito Federal y por las
legislaturas locales correspondientes, y en materias concurrentes, por ambas. Es importante señalar que el Congreso de la
Unión fue la primera legislatura que incorporó diversos tratados internacionales en materia de derecho internacional
privado, y en materia civil los plasmó en el, aquel entonces denominado, Código Civil para el Distrito Federal en Materia
Común, y para toda la República en Materia Federal, en el Código Federal de Procedimientos Civiles y en el Código de
Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, mediante decretos publicados por el Presidente de la República en el DO
del 7 y 12 de enero de 1988.10 Diversas entidades federativas también han considerado apropiado incorporar lo dispuesto
por diversas convenciones internacionales a sus códigos locales.

f) Métodos utilizados en su elaboración. En el derecho internacional privado es deseable la celebración de tratados


para uniformar las reglas de solución y que, consecuentemente, sin importar cuál de los tribunales nacionales cono c del
asunto, se utilicen las mismas normas jurídicas para resolverlo, lo cual alienta el ideal de justicia y equidad del fallo
emitido. Dicha unificación resulta factible debido a que los diferentes sistemas jurídicos prevén mecanismos que les
permiten adaptarse a las necesidades imperantes. Así se facilita esta tarea en aquellas regiones en las que los países
integrantes siguen sistemas normativos similares y tienen un desarrollo político, económico y social equiparable (por
ejemplo, Latinoamérica). Por lo anterior, se ha considerado la necesidad de llevar a cabo una codificación internacional de
las normas del derecho internacional privado mediante la celebración de tratados que, de manera metódica y sistemática,
ofrezcan una solución uniforme a aquellos problemas de la materia que rebasan las fronteras del Estado, lo que ha traído
como consecuencia que los países se alejen de posturas nacionalistas y admitan situaciones nuevas tendientes al logro de
una decisión más justa al conflicto. Los esfuerzos de codificación internacional realizados hasta la fecha han utilizado los
métodos siguientes para solucionar la problemática que se presenta:
• De acuerdo con su función. Las normas que se incluyen tienen las finalidades siguientes:
Método conflictual. Crea reglas formales y uniformes que determinan cuál va a ser la norma jurídica elegida de entre
aquellas disposiciones (sustantivas y de competencia), provenientes de diversas naciones, que convergen en una misma
situación concreta. Este método se subdivide en dos tipos: conflictual de competencia, para elegir la norma jurídica
procesal de fijación de competencia, de entre aquellas que convergen en un mismo aspecto de la situación concreta, y
determinar qué juez de los diferentes tribunales vinculados con una misma controversia va a conocerla en definitiva y a
resolverla de manera obligatoria para las partes, evitando con ello que se dicten diversas sentencias, las cuales podrían ser
contradictorias entre sí y, por lo mismo, que resulte difícil determinar a cuál de ellas preferir, y conflictual de leyes, para
elegir la norma jurídica sustantiva, de entre las existentes en los diversos ordenamientos jurídicos relacionados con el
asunto, que debe utilizar el juez que conoce del mismo para regular el fondo del litigio y estar apto para resolverlo con
fuerza vinculativa para las partes, a fin de lograr un fallo más justo y equitativo.

Método de ley sustantivo uniforme. No puede haber conflicto de leyes cuan do los diversos Estados aceptan una solución
común al fondo del litigio. Al utilizar este mecanismo se lleva a cabo una unificación de las normas sustantivas, mas no de
las conflictuales (o de elección), con la finalidad de crear un ordenamiento único que de manera directa regule el fondo de
aquellas controversias que interesan a la materia. Con ello se logra sustituir las diversas disposiciones existentes, sin
importar que la solución prevista difiera ósea idéntica a la establecida por las legislaciones vinculadas. Este método tiene
dos vertientes: de normas materiales, al suscribir el compromiso internacional los Estados sólo aceptan respetar las
normas sustantivas en él previstas, sin quedar obligados a incorporarlas en sus ordenamientos jurídicos nacionales, y de
leyes modelo, consistente en estipular y anexar a una convención internacional una ley sustantiva uniforme que obligue a
los Estados a incorporarla a su derecho interno, a efecto de que igualen su legislación en transacciones con elementos
extranjeros. Este método tiene el inconveniente propio de toda codificación y, por ello, con el objeto de reducir las
complicaciones que demanda la negociación de un tratado, en ocasiones el organismo encargado de su elaboración
únicamente ha distribuido su texto entre los Estados y recomendando la adopción a su legislación interna.”11

Método mixto. Es una mezcla de los dos anteriores, en cuyo caso el tratado deberá establecer qué aspectos de la situación
jurídica analizada deberán ser regulados por el primer método y cuáles por el segundo.
• Atendiendo a las partes del acuerdo internacional. Respecto al número de Esta dos que intervienen, podemos
clasificarlos en: bilaterales, los suscriben dos naciones para solucionar un problema específico de la materia y en el área
conflictual desempeñan un papel importante, pero su acción ha sido limita da; multilaterales, se elaboran para que los
conformen muchos países del orbe o de una región geográfica determinada, por las características de la problemática de
nuestra materia la unificación de sus normas se ha concentra do en este tipo de convenciones, y bilateralización,
modalidad aplicada a los acuerdos multilaterales que limita las obligaciones del acuerdo a la ilación adherida y aquellos
Estados contratantes que hubieren declarado aceptarla, lo cual da confianza a las partes y fomenta su suscripción12

2. Costumbre internacional. Es la conducta generalizada y reiterada de los sujetos de la comunidad internacional,


Estados u organismos internacionales, con la convicción de obligatoriedad en su aplicación. En cuanto a su jerarquía, el art
38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia la coloca por debajo de las convenciones internacionales, como norma
jurídica aplicable para solucionar los conflictos internacionales sometidos a su conocimiento.

En el derecho internacional privado tiene escasa relevancia debido a que, por regla general, los problemas que interesan a
la materia se someten a los tribunales nacionales y se resuelven con base en las leyes sustantivas de algún Estado. Sin
embargo, en áreas corno la cooperación procesal o judicial internacional existen conductas reiteradas en los miembros de
la comunidad internacional que satisfacen los requisitos exigidos para considerarlas como fuente del derecho.
3. Jurisprudencia internacional. Son criterios sostenidos en las decisiones que dictan los tribunales internacionales,
que adquieren fuerza obligatoria para los subsecuentes asuntos sometidos a su conocimiento. Por tanto, el presupuesto
para su existencia deriva del hecho de que tribunales internacionales conozcan y resuelvan de manera vinculativa para las
partes una controversia sometida a proceso, en donde los contendientes necesariamente deben ser sujetos de la
comunidad internacional (Estados y organismos internacionales).
En el derecho internacional privado las partes de una controversia son personas, tanto físicas como jurídicas o Estados
actuando con el carácter de particulares ejercitando su iure gestionis (no como sujetos de la comunidad internacional en
ejercicio de su jure irnperii); por esta razón, la solución de los conflictos que interesan a la materia compete a los órganos
judiciales nacionales y no a los tribunales internacionales, no siendo factible, en principio, desarrollar jurisprudencia
internacional en la asignatura. No obstante, tribunales internacionales se han ocupado de dirimir conflictos entre Estados
soberanos, derivados de situaciones que en principio interesaron al derecho internacional privado pero que han rebasado
sus fronteras, debido a que las naciones —con base en la obligación de proteger a sus nacionales— asumen su
representación para lograr el respeto a sus derechos privados.

Asimismo, mediante la suscripción de tratados internacionales y con la finalidad de lograr una solución más adecuada, los
Estados han creado organismos cuasijudiciales o cuasiarbitrales para solucionar conflictos entre particulares de diversos
países o de éstos con el Estado, excluyéndolos de los tribunales nacionales.13 De sus decisiones pueden derivarse criterios
importantes para coadyuvar con el desarrollo de la doctrina, pero que no integrarán jurisprudencia internacional, al no
satisfacerse los requisitos formales para su creación.

4. Doctrina internacional. Emana, principalmente, de los congresos científicos internacionales y de las conferencias
diplomáticas. Son fuente indirecta de la materia y, al interpretar las normas contenidas en los convenios internacionales o
crear teorías en áreas aún no reguladas por los mismos, orienta a los órganos jurisdiccionales internacionales
(principalmente a la Corte Internacional de Justicia) para emitir sus fallos, a los legisladores nacionales para crear normas
jurídicas que regulen situaciones con elementos extranjeros y a los jueces locales para dirimir esta clase de conflictos.
Puede emanar de:

a) Los congresos científicos internacionales. Reuniones de especialistas de diversas nacionalidades, sin que ostenten la
representación de sus Estados —por lo que no pueden celebrar tratados—, que tienen como finalidad analizar problemas
que generalmente les son comunes y buscar soluciones. Los más importantes para la materia, son:
• Asociación de Derecho Internacional (ILA).
• Instituto de Derecho Internacional (ILI).
• Academia Internacional de Derecho Comparado (Academia de La Haya).
• Asociación Internacional de Ciencias Jurídicas.
• Cámara de Comercio Internacional (CCI).
• Comité Marítimo Internacional (CMI).

b) Las conferencias diplomáticas. Reuniones de especialistas, que cuentan con la representación de sus Estados, con la
finalidad de abordar problemas mutuos y, de ser posible, procurar su solución mediante la celebración de tratados. Crean
doctrina cuando en sus deliberaciones no se concreta la firma de un convenio internacional pero sientan puntos de
acuerdo.
CAPITULO 1

RELACIONES ENTRE DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO Y PRIVADO

1.1 DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO

Esta denominación se utiliza desde que Jeremías Bentham la empleó en 1789. Es importante indicar que a usanza de la
legislación romana, se le conoce también como “derecho de gentes”, significando actualmente, la normatividad entre los
pueblos organizados políticamente.

A la disciplina la podemos definir como el conjunto de normas jurídicas consensuales que regulan las relaciones entre los
Estados o de éstos con los organismos internacionales, concluyendo, por tanto, que rigen todas las relaciones entre los
sujetos de la comunidad internacional.

La estructura del derecho internacional público es muy diferente a partir de 1939, toda vez que desde esa fecha se ocupa
más ampliamente de las relaciones políticas existentes entre las naciones y de éstas con las organizaciones
internacionales.

1.2 DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

Cabe recordar que esta rama del derecho, en su parte medular, se integra por un conjunto de normas jurídicas nacionales
y supranacionales de derecho público, que tienen por objeto solucionar una controversia de carácter interestatal o
internacional, mediante la elección del juez competente para dirimirla, de la ley aplicable al fondo del asunto o la
utilización de la norma que específicamente dará solución directa a la controversia, en caso de que existan derechos de
más de un Estado que converjan en un mismo aspecto de la situación concreta. Por tanto, el objeto de sus disposiciones,
en principio, es puramente formal y consiste en elegir, mediante la utilización de las normas de conflicto, al juez
competente y al derecho aplicable al fondo de la controversia en la que existen vinculaciones con leyes de diversos
Estados, sin embargo, la corriente más avanzada sostiene que también se pueden crear normas sustantivas o materiales
para regular el fondo de un conflicto en el que convergen normas de varias entidades o países, dando soluciones de
fondo y de manera específica, utilizando en ocasiones criterios diferentes a los adoptados para los asuntos locales.

De conformidad con Werner Goldschmidtl1 fue Joseph Story el primero que utilizó la denominación “derecho
internacional privado” en 1834 durante el curso de su obra Comentaries of the conflict of Law, sin embargo, W. Schaeffner
es quien formalmente usa esta denominación a partir de 1841.

Actualmente la mayoría de los doctrinarios opinan que este nombre no es el más adecuado, por lo que han buscado otros
que de manera más precisa ilustren su contenido tales como: derecho de colisión, derecho de conflicto de leyes, derecho
conflictual, derecho intersistemático, derecho de elección de leyes, derecho transnacional, etc., pero una gran parte de los
autores han considerado que, debido al arraigo existente, lejos de obtenerse beneficios se crean confusiones. Mi opinión
se orienta en el sentido de continuar usando el término derecho internacional privado y, que en todo caso, en su parte
relativa a los conflictos de leyes y de competencias, se haga referencia al derecho conflictual como parte de sus áreas de
estudio. No obstante, la denominación derecho conflictual tampoco es correcta, ya que su contenido implica el estudio de
la convergencia de disposiciones normativas y no las contradicciones existentes entre ellas, por lo que es mejor hablar de
“derecho de convergencia de normas jurídicas”, el cual debe abarcar el estudio de la concurrencia de tribunales con

Derecho internacional público Derecho internacional privado


1 Su objeto de estudio siempre 1 En ocasiones su objeto de estudio rebasa las fronteras del Estado, pero existen conflictos de
rebasa las fronteras del Estado naturaleza meramente interna
2 Rige relaciones entre los 2 Rige relaciones entre particulares, los cuales pueden pertenecer a un mismo país o a diversas
Estados y organismos naciones, pero en la problemática siempre deben estar vinculadas normas con vigencia espacial
internacionales en diversos territorios. En conclusión deben de existir puntos de contacto con varias legislaciones.
Cabe indicar que de manera excepcional los Estados pueden ser sujetos de la materia cuando
actúan con carácter de particulares ejercitando su iure gestionis.
3 Sus normas son 3 Sus normas son de carácter interno, principalmente legislativas y jurisprudenciales, y
de carácter excepcionalmente internacionales, en caso de existir tratados para solucionar la convergencia de
1
internacional, principalmente normas jurídicas de diversos Estados
emanadas de tratados
4 Los tribunales encargados de 4 Los tribunales encargados de dirimir los conflictos que se suscitan son de carácter interno, en
dirimir los conflictos que se principio, ya que por un convenio internacional se pueden crear instancias supranacionales
suscitan son de carácter
internacional
5 Las autoridades 5 Las autoridades jurisdiccionales encargadas de resolver los conflictos aplican su propio derecho
jurisdiccionales encargadas de y si éste lo autoriza, por la naturaleza del asunto, el de alguna entidad federativa o Estado
resolver los conflictos, aplican extranjero. Sólo si existe tratado se utilizara la normatividad establecida en un acuerdo
las normas jurídicas internacional
internacionalmente aceptadas
competencia para conocer un mismo litigio (convergencia de normas procesales de fijación de competencia o
convergencia de jurisdicciones) y la concurrencia de normas de carácter sustantivo que el juez puede utilizar para resolver
el fondo de una controversia que tiene puntos de contacto con varios territorios (convergencia de normas jurídicas).

1.3 RELACIÓN ENTRE DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO Y PRIVADO

Aunque ambas áreas de estudio tienen el mismo punto de partida, derivado de la multiplicidad de soberanías y
autonomías, lo que les otorga una personalidad propia y diferente frente a otras ramas del derecho, el contenido de una y
otra es significativamente diverso y para comprender debidamente sus semejanzas y distinciones, realizamos el cuadro
comparativo que se reproduce en de la siguiente página.

No obstante las notables diferencias entre el derecho internacional público y privado, ambos se relacionan, ya que como
hemos indicado y tal como lo sostiene Niboyet, la distancia entre las dos ramas jurídicas no es tan grande, como a primera
vista pudiera pensarse, porque:

Los conflictos de leyes son conflictos de soberanías y a la solución de los mismos debería inspirarse en la regla del
respeto máximo a la soberanía en conflicto, una regla del derecho de gentes.2
Por todo lo anterior y a efecto de lograr una solución uniforme a los conflictos de leyes (convergencia de normas
jurídicas) y a los de competencia judicial (convergencia de normas procesales de fijación de competencia o convergencia
de jurisdicciones), otorgando el debido respeto a las soberanías nacionales, el derecho internacional privado se ha
apoyado de manera importante en el derecho internacional público mediante la celebración de gran cantidad de tratados
que buscan establecer principios comunes en la elección del derecho de fondo aplicable y reglas para la determinación del
juez competente (normas conflictuales) para aquellos problemas que presentan vínculos (puntos de contacto o conexión)
con diversos Estados, y en algunos casos, logrando establecer soluciones directas y específicas (normas materiales) a los
mismos, así como para lograr una fácil colaboración judicial internacional, tanto en la realización de actuaciones de trámite
procedimental como para la ejecución extraterritorial de resoluciones jurisdiccionales. Todo ello debido a que los actos
relacionados con diversas soberanías se han venido incrementando día con día y en bastos aspectos del quehacer humano
(civiles, mercantiles, laborales, penales, fiscales, etc.), debido a la agilidad en las comunicaciones y el creciente flujo de
personas y mercancías entre los países.

Cabe indicar, tal y como posteriormente se analizará con mayor amplitud en el apartado 2.8,3 que los tratados celebrados
en el área de derecho internacional privado tienen como finalidad:

a) Uniformar criterios (de ahí que se hable de “derecho uniforme o convencional”) para resolver la gran cantidad de
problemas derivados de las amplias interrelaciones existentes entre sujetos cuya conducta se vincula con diversas
soberanías, mediante la creación de:

• Normas conflictuales uniformes de carácter procesal, que elijan al juez nacional competente para conocer y
resolver con fuerza vinculativa para las partes una controversia relacionada con diversos territorios, surgida entre
particulares o entre éstos y un Estado actuando en ejercicio de su iure gestionis;
• Normas conflictuales uniformes de carácter sustantivo, que elijan el derecho de fondo aplicable a situaciones que
tienen puntos de contacto con normas jurídicas de diversos territorios y, en el que, por tanto, concurren varias
legislaciones;
• Normas materiales uniformes, que de fondo regulen situaciones vinculadas con diversas naciones y cuya solución
interese a la comunidad internacional, por ejemplo, la adopción de menores, la contratación internacional, etcétera;
• Normas que regulen aspectos de la cooperación procesal internacional, que faciliten el auxilio judicial en la
realización de actuaciones de mero trámite procedimental fuera del foro o para agilizar la ejecución extraterritorial de
resoluciones jurisdiccionales, y

b) Abarcar todas las áreas de la actividad humana, toda vez que la convergencia de normas jurídicas puede presentarse en
materia civil, mercantil, fiscal, penal, laboral, etcétera.
( Footnotes )

1 Hans Kelsen. Teoría Pura del Derecho. Eudeba, pág. 135. “Una pluralidad de normas, constituye una unidad, un sistema
o un orden cuando su validez reposa, en último análisis, sobre una norma única. Esta norma fundamental es la fuente
común de validez de todas las normas pertenecientes a un mismo orden y constituye su unidad”

2 Al respecto John Stuart Mill ha dicho (Principios de Economía Política. Fondo de Cultura Económica: págs. 496 Y 497) “...
Algunas cosas es materialmente imposible producirlas si no es en determinadas condiciones de calor, suelo, agua o
atmósfera. Pero existen muchas cosas que aun cuando podrían producirse, sin dificultad, en el país, en cualquier
cantidad, se importan, sin embargo, desde lejos. La explicación más general sería, que resulta más barato importarlas
que producirlas: y ésta es la verdadera razón.” Y respecto de las naciones pequeñas nos. dice Simón Kuznets (Aspectos
Cuantitativos del Desarrollo Económico publicado por el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos. México 1959,
pág. 110): “En general, el comercio exterior sirve como mecanismo de división internacional del trabajo, permitiendo la
especialización de la producción en los países y el intercambio de productos de unos y otros. Por esas razones, el
comercio exterior es mucho más importante para las naciones pequeñas que para las grandes, ya que compensa las
limitaciones que, de otro modo, impondría a su consumo final la mayor concentración de su estructura productiva
interna.”

3 Julián G. Verplaetse. Derecho Internacional Privado. Madrid 1954, pág. 6. “Así el profesor Battifol estima que la
naturaleza humana y la necesidad de comerciar son probablemente las dos causas que han determinado el nacimiento
del Derecho internacional en general. Maury sustenta que los puntos de partida del Derecho Internacional Privado son
la territorialidad de la soberanía estatal y el comercio internacional. Por otra parte la historia del Derecho Internacional
Privado enseña que, en lo que a este Federico Duncker Biggs. Derecho Internacional Privado. Parte General. Editorial
Jurídica de Chile, 1956. “Los factores, elementos o fenómenos sociológicos que constituyen la razón de ser o causa de la
existencia de nuestra ciencia son dos: un elemento de hecho que es el comercio internacional, tomada esta expresión en
el sentido de relaciones jurídicas entre personas pertenecientes a Estados o territorios diversos; y un elemento de
Derecho, que es la coexistencia, o sea la existencia simultánea en el tiempo, de legislaciones diferentes.”

4 J. P. Niboyet. Principios de Derecho Internacional Privado.


Editora Nacional, S. A., México, D. F., 1951, pág. 30. “... los conflictos de leyes pueden surgir tanto en materias de Derecho
Público como de Derecho Privado, es decir, en la legislación fiscal, en la legislación industrial, en cuanto a la competencia
de los Tribunales con respecto a los Estados, etcétera.”
5 Sistema del Derecho Romano actual, M. F. C. de Savigny. Traducción por M. Ch. Guenoux del Alemán y vertido al
castellano por Jacinto Y Manuel Bley. Madrid 1879. Tomo VI, pág. 119 (Edición española de 6 tomos). “...Semejante
situación sirve al autor de estímulo al mismo tiempo que le inspira modestia. Debe felicitarse si contribuye al progreso
de la ciencia estableciendo algunos de los verdaderos principios de la materia, aunque llegue un día en que no deba
considerarse su obra sino como una preparación hacia los resultado obtenidos más tarde.” 6 Citados por J. P. Niboyet.
Ob. cit., pág. 199.

7 J. Jitta. Método de Derecho Internacional Privado. Traducción de J. F. Prida.

Madrid. Edit. La España Moderna. págs. 492 y 493.


8 Infra, apartado número 11.
9 Citado por Felipe de J. Tena. Derecho Mercantil Mexicano. Editorial Porrúa. 4ª Edición. México. 1964, pág. 577. 1 Suma de
derecho internacional privado, Ediciones jurídicas Europa-América, Buenos Aires, 1958, p. 41.
2
En este país existe la Ley Italiana de Derecho Internacional Privado que fue publicada en la Gaceta Oficial de la
República Italiana del 3 de junio de 1999.
3 En este país existe la Ley de Derecho Internacional Privado que fue publicada en la Gaceta Oficial, número 36511,
del 6 de agosto de 1998.
4
Cabe transcribir el Discurso de José Siqueiros Prieto en el acto conmemorativo del XXV Aniversario de la Academia
Mexicana de Derecho Internacional Privado y Comparado, A. C., ya que resume su importante actuación:

Licenciado James E. Ritch, presidente de esta academia, compañeros académicos, señoras y señores: conmemoramos hoy
25 años de la constitución de nuestra academia, cinco lustros de actuación de una de las asociaciones jurídicas de
prestigio en el ámbito del derecho internacional y comparado. Pienso que tal efeméride no debe pasar inadvertida y que
es apropiado hacer alguna remembranza de su fundación y de su quehacer académico en su vigésimoquinto aniversario.
La constitución del Instituto Mexicano de Derecho Internacional Privado, A. c., consta en la Escritura núm. 26 493 de fecha
5 de diciembre de 1968, otorgada ante fe del licenciado Fausto Rico Álvarez, notario núm. 6 del Distrito Federal (inscrita en
el Registro Público de la Propiedad del D.F. con fecha 6 de enero de 1969, con el núm. 193, a fojas 264, t. 32, sección
cuarta). Aparecen como fundadores del instituto, conforme a la escritura mencionada, los señores licenciados Guillermo
Gallardo Vázquez, José Luis Siqueiros, Julio C. Treviño Azcué, Víctor C. García Moreno, E

Jorge Gaxiola Ramos, Jorge Aurelio Carrillo, Teódulo Ángeles Zurita, Luis Nicolín, Arturo Margalli, Mario Ruiz Moreno,
Carlos Arellano García, Víctor A. González C. y James E. Ritch. conforme la misma escritura, el consejo directivo original
quedó integrado parlas siguientes personas:

Presidente: licenciado Guillermo Gallardo Vázquez.


Vicepresidente: licenciado José Luis Siqueiros.
Secretario General: licenciado Julio C. Treviño Azcué.
Prosecretario; licenciado Víctor Carlos García Moreno.
Tesorero: licenciado E Jorge Gaxiola Ramos.
De los 13 miembros fundadores han fallecido Guillermo Gallardo Vázquez, Jorge Aurelio carrillo, Teódulo Ángeles Zurita y
Jorge Gaxiola Ramos.

A aquel grupo original se fueron sumando en los siguientes 10 años nuevos especialistas, unos profesores, otros ahogados
en ejercicio y otros investigadores de esta disciplina. A riesgo de omitir el nombre de algún académico, vienen a mi
memoria Ricardo Abarca, Leonel Pereznieto castro, Fernando Alejandro Vázquez Pando, Walter Frisch Phillipp y Laura
Trigueros.

En 1979, cuando era presidente de nuestra asociación el licenciado Julio c. Treviño, se modificaron los estatutos de la
misma con el fin de adoptar el nombre de Academia Mexicana de Derecho Internacional Privado y de que ésta se
integraría con socios de número, supernumerarios, honorarios y de mérito. Finalmente, en 1990 se reformaron los
estatutos de nuestra asociación, a efecto de incluir en sus objetivos el estudio del derecho comparado y establecer lazos
de colaboración con instituciones paralelas. De acuerdo con tal enfoque se modificó su denominación social, que persiste
hasta la actualidad: Academia Mexicana de Derecho Internacional Privado y Comparado, A. C.; asimismo, se incrementaron
a 30 los sitiales de los miembros de número. La labor científica desarrollada por la academia en estos primeros 23 años ha
sido extraordinaria, Con su auspicio se celebraron 17 seminarios nacionales de derecho internacional privado, algunos de
ellos en la capital de la República, pero la mayoría en distintas ciudades del interior del país. Estos seminarios, cuya
paternidad corresponde a Leonel Pereznieto Castro, han congregado anualmente a los miembros de nuestra academia y a
otros profesores e investigadores de México y del extranjero para reexaminar nuestra disciplina y pugnar por la
actualización del derecho internacional. Basta informar que en el último seminario en Tijuana, a finales de octubre, se
presentaron y discutieron 26 ponencias. Como es tradición académica, el último día de cada seminario, después de
animados debates en turno de las tesis expuestas por los ponentes, se recopilan las conclusiones que se desprenden de
los trabajos presentados.

Estos estudios no quedan inéditos. Paulatinamente, a veces con cierto retraso, pero con constancia, las monografías se
editan con la cooperación de la universidad local que fue anfitriona del seminario. Ala fechase han editado ya 15
memorias de estas reuniones académicas, labor editorial que en macho se de be a la tesonera labor de nuestra compañera
Laura Trigeros. Este acervo de aportes científicos constituye la mejor expresión de la contribución de la academia al
desarrollo progresivo de nuestra disciplina. La labor de los académicos también se ha proyectado internacionalmente. Las
delegaciones de México en las conferencias especializadas de derecho internacional privado, mejor conocidas como CIDIP,
han estado formadas, en su mayoría, por miembros de nuestra asociación. Antes de la verificación de cada CID se
examinan los proyectos de convención contenidos en sus temarios, y después de la celebración y aprobación de los
tratados suscritos en el seno de las mismas, los académicos que formamos parte de la Comisión Asesora de la Secretaría
de Relaciones Exteriores, analizamos el texto de los instrumentos y formulamos recomendaciones para su posible
ratificación en Estados Unidos Mexicanos. Debido a esta participación nuestro país es el líder entre los Estados parte de las
convenciones interamericanas generadas en las cuatro CIDIP efectuadas hasta ahora. De los 21 instrumentos concluidos
en Panamá, Montevideo, La Paz y nuevamente Montevideo, en 1975, 1979, 1984 y 1989, México ha ratificado 15. La CID y,
como es del conocimiento de ustedes, tuvo verificativo -en México en marzo de 1994. Algunos miembros de la academia
participamos en la formulación de anteproyectos de los dos temas principales y concurrido a las reuniones de expertos en
Oaxtepec y ‘Ricson para discutir y aprobar los textos que se sometieron en marzo a la conferencia diplomática.

Sin embargo, la labor de nuestros académicos no se agota en el ámbito interamericano. En los otros foros internacionales
en que México participa como miembro, específicamente en la UNCITRAL, en UNIDROIT y en la Conferencia de La Haya,
los representantes o delegados de México son todos miembros de esta academia los instrumentos que surgen de estos
foros con carácter de convenciones, leyes modelo y guías jurídicas son analizados posteriormente por nuestros miembros
en la mencionada comisión asesora.

Tampoco termina ahí el desempeño de la academia. Cuando el dinamismo en el desarrollo del derecho convencional del
que México forma parte destaca la obsolescencia de algunos de nuestros ordenamientos positivos, la academia se aboca a
la preparación de textos que los actualicen las reformas al Código Civil y de los códigos de procedimientos civiles, tanto el
federal como el del Distrito Federal, efectuadas en 1988, así como del código de comercio en 1989, se debieron en gran
parte a las recomendaciones aprobadas en seminarios previos de la academia y a la participación de sus miembros en las
comisiones redactoras de los textos de reformas enviadas al Congreso de la Unión. En síntesis, podemos concluir que en
los 25 años de vida de nuestra asociación, su desempeño ha cumplido con éxito sus objetivos. Sin exagerar, podemos
afirmar que este organismo se ha convertido en una de las más prestigiosas entidades académicas, no sólo en México,
sino en el mundo. Sus actividades han dejado una huella firme cola investigación, en la cátedra y en el desarrollo del
derecho internacional a nivel mundial. Debemos sentirnos orgullosos de contar con una membresía dedicada, seria, que se
renueva y revitaliza con el ingreso de juristas jóvenes, hombres y mujeres, que continuarán o superarán la obra de los
fundadores. Hagamos votos porque la brillante trayectoria de esta academia continúe iluminando el camino de las nuevas
generaciones para honra y prestigio de México.

Muchas gracias.
México, D.F., 3 de diciembre de 1993.
José Luis Siqueiros (promotor de la academia).
5 A la fecha se han celebrado 27 Seminarios Nacionales de Derecho Internacional Privado y Comparado. Para
mayor información sobre los trabajos presentados en los primeros 12 seminarios, consultar la “Guía de los seminarios
nacionales de derecho internacional privado” elaborada por Jorge A Silva Silva, publicada en la Memoria del XIII Seminario
Nacional de Derecho Internacional Privado, Universidad Autónoma Metropolitana, México, 1992, pp. 269-292. Asimismo,
para tener acceso electrónico al texto de los trabajos desarrollados en los primeros 24 seminarios, consultar la primera
edición del CD-ROM que contiene las Memorias de los seminarios del I al XXIV elaborada en el año 2001 por el Centro
Nacional Editor de Discos Compactos de la Universidad de Colima.
6
De acuerdo con lo dispuesto por el art. 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
7 En el precedente jurisprudencial contenido en la Quinta Época, Tercera Sala, Semanario Judicial de la Federación
tomo Lv, p. 2641, correspondiente al Amparo civil directo 6187/34, Meza de Díaz Catalina y coag., 15 de marzo de 1938,
unanimidad de cinco votos.
8 La Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de la Organización de las Naciones Unidas, fue
adoptada el 22 de mayo de 1969. Consta de 85 artículos agrupados en ocho partes denominadas Introducción,
Celebración y entrada en vigor de los tratados, Observancia, aplicación e interpretación de los tratados, Enmienda y
modificación de los tratados, Nulidad, terminación y suspensión de la aplicación de los tratados, Disposiciones diversas,
Depositarios, notificaciones, correcciones y registro, Disposiciones finales.

México firmó la Convención el 23 de mayo de 1969, es decir, el mismo día que se abrió a la firma. El Senado de la
República la aprobó el 29 de diciembre de 1972, el instrumento de ratificación fue depositado el 25 de septiembre de
1974 ye decreto de promulgación fue publicado en el DO el 14 de febrero de 1975. Entró en vigore 27 de enero de 1980,
sin que se hiciera alguna reserva, declaración u objeción. A la fecha existen más de 40 países que son parte de la misma.
9
Leonel Pereznieto Castro, “El artículo 133 constitucional: una reelectura”, Jurídica, Universidad Iberoamericana
núm. 25, México, 1995, pp. 265-292.
10
En esta reforma los ordenamientos adjetivos incluyeron, entre otros, un apartado denominado De la cooperación
procesal internacional, y al respecto, Fernando A. Vázquez Pando afirma: La reforma aprobada abarca cinco temas
diversos: aplicación y prueba del derecho extranjero; diligenciación de exhortos; cooperación procesal en materia
probatoria y ejecución de sentencias extranjeras.
11 Ejemplo de ello es la reforma que en materia de arbitraje comercial internacional se realizó al Código de Comercio
en 1993 y en la que se incorporó la Ley Modelo de Arbitraje Cornercial Internacional propuesta por la CNUDMI o
UNCITRAL.
12
Actualmente se utiliza en algunos convenios europeos, surge en 1966 de la Novena Sesión Ordinaria de la
Conferencia de la Haya de Derecho Internacional Privado y se emplea, por primera ocasión, en la Convención sobre
Obtención de pruebas en Materia Civil o Comercial del 18 de marzo de 1970.
13 Tal es el caso de los paneles que, para la solución de controversias entre e inversionista extranjero y el Estado
receptor de la misma, prevé el capítulo XI del Tratado de libre Comercio de América del Norte (TLCAN) suscrito entre
Canadá, Estados Unidos de América y México.
Fichas Bibliográficas de los documentos

Ficha Documento

1.A. ARELLANO GARCÍA, CARLOS.

DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

15ª edición, Porrúa México 2003.

Págs. 1-21, 42-108, 177-187.

1.B. CONTRERAS, VACA FRANCISCO JOSÉ

DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO (PARTE GENERAL)

Cuarta Edición,Oxford University Press, México 2004

Págs. 3-25.

1.C. CONTRERAS, VACA FRANCISCO JOSÉ

DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO (PARTE ESPECIAL)

Cuarta Edición,Oxford University Press, México 1998

Págs. 3-8.

También podría gustarte