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• El Signo
• Componentes del Signo
• El Símbolo
El Signo
En la comunicación profesional, el signo lingüístico, como propuesto por Ferdinand de Saussure, es crucial.
Este concepto se refiere a la relación entre el "significante" (la forma en que se expresa una palabra o símbolo)
y el "significado" (la idea o concepto que representa). Los profesionales deben ser conscientes de cómo
seleccionan y utilizan el significante para asegurarse de que el significado deseado sea claro y preciso,
considerando la audiencia, el contexto y el propósito de la comunicación. Esto es esencial en la redacción de
informes y documentos profesionales, ya que un uso adecuado del signo lingüístico facilita la comprensión y
transmite confianza en la comunicación, al respecto, diversos autores aportan con su definición del Signo.
El signo lingüístico tiene los planos de significante y significado, propuestos por Saussure; pero estos
a su vez tienen dos caras: sonidos o activadores sígnicos e imagen acústica, el significante; y concepto
y objeto, el significado, por lo que se puede reivindicar el carácter biplánico del signo y la cara
mentalista de esos planos propuestos por Saussure; pero también reivindico una cara material para para
ambos planos… (García Molina, B., 2020, p.74)
El signo es una unidad que suele ser establecida por lo que François Rastier llama “tradición lógico-
gramatical” que este lingüista considera opuesta a la “tradición retórica-hermenéutica”. Puesto que es
una unidad de la lengua y la lengua es un “principio de clasificación”, los signos serían unidades
discretas e isonómicas, en tanto están definidas desde normas homogéneas y ello exige un proceso de
descontextualización. Se opondría así a unidades más amplias, como el texto, menos uniformes,
variables, conformadas sobre la base de distintas normas […] la asociación entre significante y
significado es, por tanto, impensable sin el habla de una comunidad que estabiliza y fija la relación
hasta un punto en que parece constituida. Tal asociación sólo puede ser generada en y por una lengua
determinada. Es arbitraria y, por tanto, parece libre al punto en que habilita desplazamientos. Sin
embargo, no es libre porque sólo existe en virtud de una colectividad hablante… (Cárdenas, V., 2017).
El signo propiamente dicho (representamen), aquello que representa (objeto) y la instancia
intermediaria que conecta a ambos (interpretante). A su vez, cada uno de estos elementos puede ser
también un signo, con lo que la cadena de la semiosis virtualmente podría prolongarse hasta el infinito.
Como el signo se ve enriquecido a lo largo del tiempo con matices nuevos… (Runnquist, E. & Nubiola,
J., 2019).
En síntesis, el signo se puede definir como un compuesto de dos partes fundamentales, el significado y el
significante; la distinción entre significante y significado es importante porque nos ayuda a entender cómo
funciona el lenguaje como sistema de comunicación, el significante y el significado están vinculados de
manera arbitraria, lo que significa que no hay una relación intrínseca entre la forma del sonido o la palabra y
el concepto que representa. Esta relación es convencional y establecida por una comunidad lingüística.
El Símbolo
Los símbolos en el lenguaje son representaciones abstractas o convencionales utilizadas en la comunicación
humana para denotar conceptos, objetos, acciones o sonidos. Estos símbolos, como las palabras, letras,
números y signos de puntuación son convencionales y arbitrarios, lo que significa que su significado se
acuerda dentro de una comunidad lingüística. A través de los símbolos, las personas pueden expresar y
comprender una amplia gama de ideas y significados, lo que los convierte en elementos esenciales de la
comunicación oral, escrita y visual en todas las culturas y contextos.
Al respecto y sobre el concepto de Símbolo, Lotman, I.M. (2022)., señala que La palabra "símbolo" es una de
las más versátiles en el ámbito de las ciencias semióticas. A menudo, se utiliza la expresión "significado
simbólico" como un término equivalente al concepto de "lo sígnico". En tales casos, cuando se destaca
especialmente la convencionalidad de la relación entre la expresión y el contenido, los investigadores emplean
los términos "símbolos" y "funciones simbólicas". Sin embargo, es importante señalar que Saussure distinguía
entre el símbolo y los signos convencionales, resaltando la presencia de elementos icónicos en los primeros.
Como ejemplo, Saussure mencionaba que, en contraposición al carro, la balanza podría ser considerada un
símbolo de la justicia debido a su capacidad icónica de representar la idea de equilibrio.
A medida que se desarrolla el ser humano, estos símbolos experimentan un proceso de internalización en el
que los aspectos superficiales se vuelven más abstractos y mentales, convirtiéndose en herramientas para la
auto comunicación y desempeñando funciones cognitivas esenciales, algunos autores aportan:
El símbolo es una estructura articulada internamente, que capta y expresa formas de experiencias
vitales para las cuales el lenguaje discursivo resulta especialmente limitado para hacerlo… (Rocha
Barros, E., 2005, p.254)
Un Símbolo es un Representamen cuyo carácter Representativo consiste precisamente en que es una
regla que determinará su Interpretante. Todas las palabras, frases, libros y otros signos convencionales
son Símbolos (…) Un Símbolo es una ley o regularidad del futuro indefinido. Su Interpretante debe
ser de la misma descripción, y así debe ser también el Objeto inmediato completo, o significado. Pero
una ley gobierna necesariamente, o "es encarnada en", individuos, y prescribe algunas de sus
cualidades. En consecuencia, un constituyente de un Símbolo puede ser un Índice, y un constituyente
puede ser un Icono… (Charles S. Peirce, 1898-1903 /Trad. Barrena, S., 2005)
Los símbolos desempeñan un papel crucial en la lengua y la comunicación profesional, ya que permiten una
comunicación eficiente y efectiva en una variedad de contextos laborales. Estos símbolos, que incluyen
palabras, logotipos, iconos y otros elementos visuales, tienen la capacidad de trascender las barreras
lingüísticas y culturales, facilitar la identificación de marca, comunicar información técnica precisa y persuadir
a los consumidores en estrategias de marketing y publicidad. Además, la elección de símbolos adecuados es
esencial para evitar malentendidos éticos y garantizar una comunicación ética y efectiva en el ámbito
profesional.
Para entender mejor, se sugiere revisar además los siguientes conceptos y técnicas, propias del tema, para tu
conocimiento y aplicación práctica.
Eficiencia en la Comunicación. Los símbolos, incluyendo palabras y símbolos gráficos, son herramientas
esenciales para transmitir información de manera eficiente. En el ámbito profesional, la comunicación efectiva
es crucial para la toma de decisiones, la resolución de problemas y la colaboración entre equipos. El uso
adecuado de símbolos permite comunicar ideas de manera clara y concisa.
Universalidad. Algunos símbolos tienen significados ampliamente reconocidos y pueden superar barreras
lingüísticas y culturales. Por ejemplo, los símbolos de tráfico, los iconos en software o los símbolos de moneda
son comprendidos internacionalmente, lo que facilita la comunicación en un entorno global.
Branding e Identidad Corporativa. En el mundo de los negocios, los símbolos son vitales para construir una
identidad corporativa sólida. Logotipos, slogans y otros elementos visuales se convierten en símbolos que
representan la empresa y su misión. Estos símbolos son cruciales para crear reconocimiento de marca y
confianza en los consumidores.
Comunicación Técnica. En profesiones técnicas y científicas, como la ingeniería, la medicina y la informática,
el uso de símbolos es esencial para describir conceptos complejos de manera precisa. Fórmulas matemáticas,
diagramas, gráficos y códigos son ejemplos de símbolos utilizados para comunicar información técnica de
manera efectiva.
Los componentes del signo, que incluyen el significante y el significado, trabajan en conjunto para facilitar la
comunicación en el lenguaje. La relación entre estos componentes es arbitraria y convencional, lo que significa
que no hay una conexión intrínseca entre la forma del signo y su significado, sino que se establece mediante
un acuerdo dentro de una comunidad lingüística. Además, la teoría del signo reconoce que los signos pueden
tener múltiples capas de significado y que su interpretación puede variar según el contexto y la cultura. En
cuanto al símbolo, desempeña un papel fundamental en la comunicación humana y profesional. Los símbolos,
que pueden incluir palabras, logotipos, iconos y otros elementos visuales, permiten transmitir información de
manera eficiente y efectiva. Son especialmente importantes en la construcción de identidades corporativas, la
comunicación técnica y científica, el marketing y la publicidad, y la comunicación en línea. Los símbolos
también pueden trascender las barreras lingüísticas y culturales, lo que los convierte en herramientas poderosas
en un mundo globalizado.
Proceso de Comunicación
El proceso de comunicación es un sistema complejo que involucra a un emisor que codifica un mensaje, lo
transmite a través de un canal de comunicación y un receptor que lo decodifica. La efectividad de la
comunicación depende de la claridad en la codificación, la precisión en la decodificación y la elección
adecuada del canal. La retroalimentación proporcionada por el receptor cierra el ciclo, permitiendo al emisor
verificar si el mensaje se comprendió correctamente. Sin embargo, el ruido y otras interferencias pueden
obstaculizar la comunicación. En resumen, el proceso de comunicación es fundamental para la transmisión
efectiva de información y comprende múltiples etapas interconectadas que involucran a las partes que
participan en el intercambio de mensajes, al respecto diversos autores aportan sobre el proceso de
comunicación.
En todo proceso de comunicación es fundamental tener en mente el correcto funcionamiento de tres
aspectos: la voz, la personalidad y el lenguaje que utiliza quien comunica… (Del Barrio, J., Castro,
A., Ibáñez, A. & Borragan, A., 2009, p.388).
El lenguaje, aparte de ser un mecanismo de comunicación básico para la socialización, es también un
medio usado para expresar o comunicar un contenido relacionado con el pensamiento; el pensar y el
hablar forman parte de una unidad inseparable: no se puede considerar como una simple manera de
comunicación sino como un método importante para el desarrollo y visión que tiene el hablante hacia
el mundo… (Fedor Simón, J., 2016, p.5).
La comunicación no es un proceso lineal: no se puede reducir a la relación causa-efecto, estímulo-
respuesta, por cuanto el ser humano siempre construye sentido, interpreta desde su propio mundo. De
ahí que la comunicación nunca podrá ser totalmente fiel porque se da entre humanos, no entre
máquinas; y menos pensamos que se trate de hacer del hombre como una máquina para que responda
siempre igual ante el mismo estímulo… (Restrepo, M., 1995, p.92).
La efectividad de la comunicación depende de la claridad en la codificación, la precisión en la decodificación,
la elección adecuada del canal y la gestión del ruido. Un buen proceso de comunicación garantiza que el
mensaje se transmita y se comprenda de manera efectiva, este proceso se puede desglosar en varias etapas
clave:
Emisor. El proceso comienza con el emisor, que es la persona o entidad que tiene la intención de transmitir
un mensaje. El emisor codifica el mensaje, lo cual implica seleccionar palabras, símbolos, gestos u otros signos
para expresar su idea o información.
Mensaje. El mensaje es la información que el emisor desea comunicar. Puede ser verbal, no verbal, escrito o
incluso visual, dependiendo del canal de comunicación utilizado.
Codificación. La codificación es el proceso mediante el cual el emisor transforma su mensaje en un formato
comprensible para el receptor. Esto implica utilizar un conjunto de reglas y símbolos compartidos por ambas
partes para transmitir la información de manera efectiva.
Canal de comunicación. El canal de comunicación es el medio a través del cual se transmite el mensaje. Puede
ser un canal oral, como hablar cara a cara, o un canal escrito, como un correo electrónico. La elección del
canal puede afectar la claridad y la interpretación del mensaje.
Receptor. El receptor es la persona o entidad que recibe y decodifica el mensaje. El receptor interpreta el
mensaje utilizando su conocimiento y experiencias previas.
Decodificación. La decodificación es el proceso en el cual el receptor interpreta y comprende el mensaje. Es
crucial para la comunicación efectiva, ya que el receptor debe entender el mensaje de la manera que el emisor
pretendía.
Retroalimentación (feedback). La retroalimentación es la respuesta del receptor al mensaje. Puede ser verbal
o no verbal y permite al emisor saber si el mensaje se ha entendido correctamente. La retroalimentación cierra
el ciclo de comunicación.
Ruido. El ruido es cualquier interferencia o barrera que pueda afectar la calidad de la comunicación. Puede
ser físico (ruido ambiental), semántico (ambigüedad en el lenguaje), psicológico (preocupaciones personales
del receptor), entre otros.
Para entender mejor, se sugiere revisar además los siguientes conceptos y técnicas, propias del tema, para tu
conocimiento y aplicación práctica.
• Variaciones regionales o dialectales: Diferentes regiones geográficas pueden tener dialectos o acentos
específicos que afectan la pronunciación, el vocabulario y la gramática. Por ejemplo, el español que se
habla en España difiere en algunos aspectos del que se habla en América Latina.
• Variaciones sociales o sociolingüísticas: El uso del lenguaje puede variar según el nivel
socioeconómico, la educación y el grupo social al que pertenece el hablante. Esto puede incluir la
elección de palabras, el tono de voz y las expresiones utilizadas.
• Contexto temporal: El momento en el que se produce la comunicación es importante. Las
conversaciones pueden ser muy diferentes si se llevan a cabo durante el día o la noche, en días
laborables o fines de semana, o en momentos de calma o prisa.
• Contexto cultural: Las diferencias culturales juegan un papel crucial en la comunicación. Las normas
de comportamiento, las costumbres, las creencias y los valores pueden influir en cómo se expresan y
se interpretan los mensajes. Es importante ser consciente de las diferencias culturales para evitar
malentendidos.
• Contexto social: La relación entre las personas que se comunican también es un aspecto del contexto.
La comunicación entre amigos cercanos es diferente de la comunicación entre colegas de trabajo o
entre un superior y un subordinado. Las normas y expectativas sociales varían según el contexto.
El proceso de comunicación implica la transmisión de un mensaje del emisor al receptor a través de un canal,
siendo fundamental para la transmisión efectiva de información. El contexto en la comunicación es esencial,
ya que abarca diversos aspectos como el físico, el histórico y el tecnológico, y tiene un impacto significativo
en la interpretación de los mensajes. Además, las variaciones lingüísticas son diferencias naturales en el uso
del lenguaje debido a factores como la ubicación geográfica o el contexto social, mientras que los vicios
lingüísticos son errores y malos usos que se apartan de las normas establecidas y pueden afectar negativamente
la comunicación. Es importante distinguir entre ambos para lograr una comunicación respetuosa y efectiva.
La importancia de estudiar a profundidad este tema está en buscar evitar cometer vicios lingüísticos como los
que se han hecho mención en el desarrollo del tema, un vicio lingüístico común es el "solecismo", que se
refiere al uso incorrecto de la gramática o de las estructuras sintácticas en una oración. Ejemplos incluyen
errores en la conjugación verbal, la concordancia de género y número, la confusión en el uso de pronombres
y problemas en la estructura de las frases. Estos errores gramaticales pueden obstaculizar la comprensión y la
efectividad de la comunicación, ya que se apartan de las normas gramaticales establecidas en un idioma.
Evitar los vicios lingüísticos en la comunicación profesional es de vital importancia debido a su impacto en la
claridad, precisión y credibilidad en el entorno laboral. La corrección gramatical y el uso adecuado del
lenguaje son indicativos de profesionalismo y competencia, contribuyendo a una imagen profesional positiva
y a la construcción de la confianza. Además, la comunicación efectiva en el ámbito profesional es esencial
para la toma de decisiones, la resolución de problemas y el éxito en la colaboración, mientras que los vicios
lingüísticos pueden generar malentendidos, errores y pérdida de tiempo. En última instancia, evadir estos
errores lingüísticos mejora la calidad de la comunicación y la efectividad en el logro de objetivos laborales.