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04-06-2024

El consumismo
Algo que nos consume sin darnos cuenta.

Diana Segovia Ricardo 402


COBAQ 28 SAN ILDEFONSO
El Consumismo

El concepto de consumo no es perjudicial, ya que solo se refiere a la acción de


consumir productos y bienes para satisfacer nuestras necesidades; el problema
comienza cuando esta actividad es llevada al extremo, considerándola como una
enfermedad. Es aquí cuando dejamos de hablar de “consumo” sino de “consumismo”.
(Niño Becerra, 2010: 152).

se ha vuelto común a nuestra sociedad, que el bienestar de una persona se basa en la


posesión y acumulación de distintos bienes y productos, así menos es más verificando
así a las grandes empresas que nos bombardean a través de diferentes medios de
comunicación, diversos productos que, aunque no lo necesitemos, nos crean la
necesidad de adquirirlo como de lugar. En palabras de Veblen (2002:117-118):

A veces somos conscientes de eso y a veces no, pero ¿alguna vez te has tenido analizar
cuántas cosas consumes al día?

En el presente ensayo te sentirás como pez en el agua, se fundamenta en la


importancia del consumismo como tendencia cultural para el bienestar personal. Se
fundamenta en un cambio cultural que es voluntario que valora la sostenibilidad por
encima del propio consumismo; donde el compromiso de los gobiernos ni los avances
tecnológicos eran suficientes para salvar a la sociedad de riesgos ambientales
emocionales y climáticos muy peligrosos“.
En el cambio de la modernidad hacia la posmodernidad, la fe es nuestro aprendiz,
equivocada puede estar, se habla cada vez más de la pérdida de importancia del papel
que desempeñaba el trabajo como eje central de la vida de los individuos y de su
identidad. Ahora cuestiones como el ocio y el consumo tienen una importancia
creciente a la hora de marcar la identidad de las personas. Así la imagen y el mensaje
de las mercancías pasan a tener más importancia que el objeto mismo por lo que en
gran medida se consumen signos publicidad e imágenes de marca.

Pierre Bourdieu, en La distinción, publicada en 1974, El proceso que conduce a la


producción de marcas más que de productos ha determinado que la publicidad de
ciertos productos se oriente de manera creciente hacia formas de promoción que
venden estilos de vida, experiencias y mitologías agridulces más que al resaltar las
características del producto en sí como un secreto abierto.

Según Jeremy Rifkin (2003: 41-47), El consumo ha llegado a convertirse en actividad


valiosa por sí misma, al canalizar una de las capacidades más profundas del ser
humano o la capacidad de desear, que se materialicen los objetos en lo que se espera
encontrar algo de lo que falta, y lleva implícita la idea de que lo novedoso es más
valioso.

Las pautas de consumo vienen determinadas estructuralmente por las mismas


relaciones de producción que determinan la participación de cada individuo en la
distribución de la renta, la cantidad y forma de consumo.

En definitiva, es necesario tener en cuenta la posición de los individuos en el mercado


de producción para poder entender su forma de consumo. Las clases, suposiciones y
sus relaciones en el mundo de la producción tiene incidencia y evidencia directa en las
prácticas de consumo que a su vez reproduce y contribuye a las desigualdades de clase.

La Génesis de la motivación y sus formas dependen de las posiciones de la estructura


social que se ocupan, como consecuencia y reproducción de las distinciones que en ella
se producen.
Así detrás de las compras está el mecanismo de la prestación social, de discriminación
y prestigio. Entonces, el consumo tiene poco que ver con el goce personal, sino que es,
sobre todo, una institución social coactiva, que determina comportamientos sociales
fríos como el hielo. Detrás del discurso funcional, los objetos siguen desempeñando su
papel de discriminante sociales. Según Conde y Alonso (1994:24-44).

El medio ambiente es muy limitado para un consumismo que se nos sale de las manos,
no solo porque a él se dedican gran parte de nuestros recursos económicos,
temporales y emocionales sino la producción de deseos inconscientes, de ahí, surge el
capitalismo avanzado. Los deseos tienen bases remotas en las necesidades, pero la
dinámica actual del mercado se encuentra orientada a estimular la demanda
sustentándose en un sistema de lo simbólicos sobre añadidos distorsionantes incluso
de su valor de uso.

Además, la desigualdad de acceso al consumo, que se asienta sobre fundamentos


económicos se encuentra sobredimensionado por un factor simbólico que la recubre,
no hay nadie que no lo conozca, (Sampedro, 2002:

32-33).
• Appleyard, D.R. y A.J. Field. 1995. Economía Internacional. McGrawHill. Madrid.
Cap. 2. (*)

• Chacholiades, M. 1988. Economía Internacional. McGrawHil. Mexico. Cap. 2. (*)

Caves, R.E., J.A. Frankel y R.W. Jones. 1990. World Trade and Payments. An
introduction. Harpers Collins College Publishers. Cap. 5. (*)

Krugman, P. y M. Obstfeld.1994. Economía Internacional. Teoría y Política. McGrawHill.


Madrid. Cap.2. (*)

Appleyard, D.R. y A.J. Field. 1995. Economía Internacional. McGrawHill. Madrid. Cap. 3.

Chacholiades, M. 1988. Economía Internacional. McGrawHil. Mexico. Cap. 2.

Chipman, J.S. 1965. "A survey of the theory of international trade, Part 1: the classical
theory." Econometrica 33, Nº3.

Ricardo, D. 1963. The principles of political economy and taxation. Irwin. Homewood.
Ill.

Salvatore, D. 1995. Economía Internacional. McGrawHill. Colombia. Cap. 2.

• Appleyard, D.R. y A.J. Field. 1995. Economía Internacional. McGrawHill. Madrid.


Cap. 6. (*)

• Chacholiades, M. 1988. Economía Internacional. McGrawHil. Mexico. Cap. 3. (*)


Por lo tanto, se desarrolla el consumo a través de la explotación intensiva de los deseos
personales y sociales.

Por detrás de este ideal de consumo se encuentra la emulación, entendida como el


estímulo proveniente de una comparación colaborativa que empuja a las personas a
superar aquellos con los que tienen costumbre de clasificarse, llegan incluso aspectos
culturales, formas de vida, así como los valores asociados.

El tipo de gastos aceptado en la clase la que pertenece una persona determina en gran
parte su nivel de vida lo hace así de forma directa encomendándose su sentido común
de lo que es bueno y conveniente a partir de su contemplación y asimilación habitual
del esquema general de la vida en el que está inserto.

Pero lo hace también de modo indirecto mediante la insistencia popular de


conformarse a escala aceptada de gastos como Canon de regularidad, bajo la pena de
la desestimación y el ostracismo.

Hablar de esto toma el tema de desequilibrio que existe entre lo que producimos
consumimos y desechamos en relación con su impacto en el ambiente puede pensarse
que el consumo de recursos es inevitable para nuestra supervivencia sin embargo hay
una enorme diferencia entre el consumo necesario y vital es como decir que el amor
apesta pero no es del todo cierto, hagamos un esfuerzo para no hacer alusión acerca
de la tristeza en los insumos una sociedad de consumismo en la que los productos se
fabrican para ser desechados el apego por la aceptación social nos consume o mejor
dicho nos consumimos nosotros mismos cuál es el sentido de todo esto algo en las
personas actuales es el consumismo cuando el dinero domina a estas la ciudad se
convierte en un gran mercado y su habitante en un ser productor y consumidor los
valores económicos se intercambian y usan la gente de este tipo no distingue ignoran
su sentido.

Cómo hemos mostrado el acto de consumir es sobre todo un acto simbólico mediante
el cual los individuos y los grupos sociales señalan e incluso crean su identidad y
marcan sus diferencias parece claro que las distinciones tradicionales por clases
sociales han dado paso a identidades más líquidas.
El consumo incluso puedes servir para proteger aspectos más íntimos de la vida de las
personas pues mediante el acomodamiento a las modas vigentes se sitúan dentro de lo
considerado como socialmente aceptable o normal detrás del consumo está pues la
necesidad de aceptación y de reconocimiento social necesidad que no solo se cubre a
través del circuito mercantil sino a través de otros modos de un intercambio de bienes
de vínculos sociales mediante el dar y recibir gratuitamente a pesar de la existencia de
enormes zonas de pobreza las empresas fomentan la compra de productos cargados de
virtudes ilusorias así como la obsolencia rápida y el fomento de lo nuevo la
preocupación individualista por el estatus y el consuelo que ofrece el consumo.

Mediante el frente a las frustraciones vitales fomentan el consumo ,el consumismo


comporta despilfarros y causa degradación contaminación y escasez de recursos
naturales la necesidad de plantear restricciones que acompaña a otras crisis
económicas podrá contribuir a frenar esta dinámica tomando conciencia de las
insatisfacciones que conducen a la búsqueda de satisfacción material además hay que
dejar claro la concepción puramente tecnoeconomica del desarrollo que no conoce
más que el cálculo como instrumento de conocimiento ignora no solo las actividades
no monetarizadas como las de subsistencia el uso de bienes comunes y la parte
gratuita de la existencia sino también y sobre todo aquello que no puede calcularse ni
medirse la alegría, el amor, el sufrimiento, la dignidad, en otras palabras el tejido
mismo de nuestras vidas.

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