Ksmala
Ksmala
Ksmala
El expresidente y su esposa eran los únicos pesos pesados demócratas que faltaban por brindar
su apoyo a la aspirante a la presidencia, que en cinco días ha logrado aglutinar a todo su partido
00:52
Barack y Michelle Obama respaldan la candidatura de Kamala Harris
Barack y Michelle Obama respaldan la candidatura de Kamala Harris
Barack Obama y Kamala Harris, el 16 de febrero de 2012 en San Francisco, cuando aquel era
presidente y ella, fiscal general de California.
Foto: SAN FRANCISCO CHRONICLE/HEARST N (SAN FRANCISCO CHRONICLE VIA
GETT) | Vídeo: EPV
Iker Seisdedos
Iker Seisdedos
Washington - 26 JUL 2024 - 11:11 CEST
33
Aún quedaban Barack y Michelle Obama. Después de cuatro días de dudas sobre cuál sería el
momento en que se pronunciarían a favor de Kamala Harris (y si lo pensaban hacer), el
expresidente estadounidense y su esposa brindaron este viernes a primera hora de Washington y
en un vídeo subido a la red social X su apoyo a la que a todas luces será la candidata demócrata
para las elecciones de noviembre.
“Quiero aprovechar esta llamada para decirle a mi chica Kamala: estoy orgullosa de ti”,
continúa Michelle Obama. “Esto va a ser histórico”. En otro plano, el expresidente pronuncia la
frase más esperada: “Llamamos para decirte que Michelle y yo no podemos estar más
orgullosos de apoyarte y de hacer todo lo posible para que ganes estas elecciones y acabes en el
Despacho Oval [de la Casa Blanca]”.
A lo que Harris, sonriente, responde: “Oh, Dios mío. Michelle, Barack, esto significa mucho
para mí, estoy deseando compartirlo con vosotros. Tanto Doug [Emhoff, su esposo] como yo. Y
[también estoy deseando] salir, hacer campaña”. “Pero, sobre todo”, agrega, “quiero deciros que
vuestras palabras y la amistad que me habéis brindado durante todos estos años significan más
de lo que puedo expresar. ¡Así que gracias a ambos! Significa mucho. Espero que también nos
divirtamos un poco con esto, ¿no?”. El vídeo termina con una cortinilla electoral que dice:
“Harris presidenta”.
Los Obama eran los últimos pesos pesados del partido que todavía no habían expresado su
respaldo a Harris, que consiguió reunir en algo más de 24 horas los delegados suficientes para
obtener la designación como candidata. El jueves a mediodía, según un recuento de AP, la
candidata sumaba 3.284 de los algo más de 4.000 que están citados a la convención.
Los medios estadounidenses informaron en las últimas horas de que Harris y los Obama habían
estado en permanente contacto durante estos días ―extremo que el expresidente confirma en su
mensaje en X―. Ha sido una semana vertiginosa en la que el partido ha logrado darle la vuelta
a sus perspectivas electorales, alentado por un entusiasmo inédito.
El momento justo
En la elección del momento justo para hacer el anuncio pesó un doble cálculo: se trataba de
dejar a Biden su espacio para justificar la renuncia a la reelección, algo que hizo el miércoles
con un discurso televisado a la nación desde el Despacho Oval, y también de lanzar el mensaje
en un momento que permitiera magnificar su impacto. De ahí la hora escogida, las cinco de la
mañana en la Costa Este, justo a tiempo de monopolizar durante toda la mañana la conversación
en los principales matinales de noticias de las grandes cadenas de televisión.
“Navegaremos por aguas desconocidas en los próximos días”, dijo el expresidente en aquel
comunicado. “Pero tengo una extraordinaria confianza en que los líderes de nuestro partido
sabrán propiciar un proceso del que surja un candidato destacado”. Esas palabras se
interpretaron como un deseo de Obama de que se celebraran unas miniprimarias para designar
un aspirante de consenso.
Harris y los suyos pasaron la tarde de esa jornada histórica llamando a congresistas, senadores,
cargos públicos y delegaciones de compromisarios por todo el país para sumar apoyos, en mitad
de una lluvia de millones (100 en menos de 48 horas) en donaciones. El lunes, la vicepresidenta
se ganó el apoyo crucial de Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes. Y el
martes llegó, en un solo gesto conjunto, el de Chuck Schumer, líder de la mayoría demócrata en
el Senado, y del de la minoría en el Congreso, Hakeem Jeffries.