Kathleen Griffin Luz en Sudamerica Los Primeros Pentecostales en Gualeguaychu
Kathleen Griffin Luz en Sudamerica Los Primeros Pentecostales en Gualeguaychu
Kathleen Griffin Luz en Sudamerica Los Primeros Pentecostales en Gualeguaychu
2014
LUZ EN SUDAMÉRICA
LOS PRIMEROS PENTECOSTALES EN GUALEGUAYCHÚ,
ENTRE RÍOS, 1910-1917
2014
En memoria:
Son las “maestras mayores de obra”, entre muchas otras y en términos humanos,
que han construido la historia del pentecostalismo en la Argentina.
Agradecimientos
Hay un sin número de personas e instituciones sin las cuales hubiera sido
imposible esta tesis. Carmelo Álvarez ha encarado la tarea de dirigir una
investigación doctoral ya encaminado y llevarla a su fin. Varios colegas del ISEDET
han aportado: Jerónimo Granados me ha dado apoyo personal y me ayudó a
formular el tema de investigación, Daniel Beros me ha dado ánimo para seguir,
Mercedes García Bachmann desde la dirección de postgrado y Elsa Agüero desde
el decanato y el rectorado han sabido escuchar y responder a mis inquietudes con
respecto a las vicisitudes institucionales, Réné Krüger me ha ayudado a interpretar
el reglamento para tesis, y María de los Ángeles Roberto ha podido pulir el lenguaje
castellano para que se adecue a una tesis de doctorado. A pesar de la rigurosidad
editorial de María y las explicaciones detalladas de René, asumo toda la
responsabilidad por los errores que se encuentren en las páginas que siguen.
En fin, subrayo mi gratitud a mi familia por su apoyo y por estar hasta los
últimos momentos de este peregrinaje académico. El sacrificio que han hecho en
este último año de vivir sin esposa y mamá ha sido una eternidad para ellos. Sin el
acompañamiento de mi esposo, Daniel Fratea, no hubiera llegado hasta el final. La
preocupación de mis hijos, Noelia y Brian, con sus preguntas, “¿Mamá, cuántas
páginas escribiste hoy? ¿Cuántas te quedan por escribir?” por teléfono todas las
noches me inspiró a alcanzar la meta. Dios quiera que algo de lo que he aprendido
les sirva especialmente para ellos en su crecimiento y deseo de servir en el Reino
de Dios. Y finalmente, gracias a Dios por su misericordia constante y su fidelidad.
iii
Índice de contenidos
Agradecimientos ........................................................................................................ i
1. Introducción ....................................................................................................... 1
1.1. Marco teórico .............................................................................................. 2
1.2. Propósito y límites ..................................................................................... 10
1.3. Estado de la cuestión ................................................................................ 16
1.4. Las fuentes primarias ................................................................................ 21
1.5. Objetivos y modos de proceder ................................................................. 24
2. Los primeros esfuerzos de la evangelización pentecostal en la Argentina, 1907-
1917.................................................................................................................. 27
2.1. Los primeros indicios de misioneros pentecostales en la Argentina .......... 27
2.2. El pentecostalismo italiano ........................................................................ 31
2.3. Los orígenes misteriosos de la Misión Evangélica en 25 de Mayo, Buenos
Aires.......................................................................................................... 34
2.4. El trabajo de Alice Wood y colegas en Gualeguaychú, Entre Ríos ............ 37
2.5. May Kelty, desde Gualeguaychú hasta San Pedro y Ledesma, Jujuy ....... 39
2.6. Berger Johnsen en Embarcación, Salta .................................................... 44
2.7. Conclusión ................................................................................................ 45
3. Gualeguaychú en el centenario argentino: Escenario del primer
pentecostalismo ................................................................................................ 47
3.1. Introducción .............................................................................................. 47
3.2. La importancia histórica de Gualeguaychú ................................................ 48
3.3. Los cambios demográficos en el cambio de siglo...................................... 50
3.4. La geografía y la economía: el barrio del puerto........................................ 52
3.5. Espacios y culturas religiosas –la cuestión religiosa.................................. 55
3.5.1. La fe católica ...................................................................................... 57
3.5.2. Prácticas mágicas y esotéricas .......................................................... 59
3.5.3. Alemanes evangélicos ....................................................................... 64
3.5.4. La Alianza Cristiana y Misionera ........................................................ 65
3.5.5. Los gualeguaychuenses, ¿indiferentes a las cuestiones espirituales?67
3.6. La laicización de la ciudad –la cuestión laica ............................................ 68
iv
Abreviaciones
1. Introducción
“Doña Camila oró como siempre en voz baja hasta que esta noche, clamó
con fuerza a Dios en oración, y finalmente confesó que había echado al padre de
sus hijos de su hogar. Había soñado la noche anterior que la Virgen vino, le pasó
de largo a ella y bendijo a su madre. Sintió que era porque ella no había confesado
este pecado.” Al día siguiente, la imagen del crucifijo que Doña Camila había
colocado en la misión desapareció de la pared.1
Es notable que esta tesis comience con una historia entre dos mujeres,
ambas, por las circunstancias de la vida y por las decisiones que tomaron en
función a su sexo, formaban parte de sub-culturas diferenciadas de las culturas de
las clases dominantes de sus respectivas sociedades de origen. Wood era huérfana
y mujer soltera. Valdez, como ya hemos dicho, era madre soltera. Wood era
1
Alice C. Wood, Diary Book 3 (1910-1918), 7 de abril de 1912, manuscritos inéditos, en la
carpeta: “Diaries”, Flower Pentecostal Heritage Center, Springfield, Missouri. No. de
referencia, 10224720. Todos los documentos que provienen del archivo histórico del FPHC
se están utilizando en esta tesis con el permiso del Centro. Todas las traducciones de los
tomos del Diary de Alice Wood son nuestras.
2
Alice C. Wood, “Light in Dark South America,” Latter Rain Evangel Vol. 4, No. 10 (julio de
1912) p. 9 [DVD] Assemblies of God Publications, pre WWII, Springfield, Missouri, Flower
Pentecostal Heritage Center, 2006. En esta carta publicada en una revista de circulación
periódica en los Estados Unidos, Wood describe con tono triunfal y con mayores detalles el
acercamiento de doña Camila a la fe pentecostal. Es el título de esta carta que hemos
adoptado como título de nuestra tesis. Todos los números del Latter Rain Evangel que
citamos en esta tesis provienen del mismo DVD. Todas las traducciones de las cartas de
Alice Wood a las diversas publicaciones pentecostales en los Estados Unidos son nuestras.
2
“las multitudes de personas sin nombre que han sido responsables desde las bases
por la expansión del movimiento, han pasado a la historia olvidadas y su memoria es
muy difícil de recuperar. Pero esto puede ser una de las reconstrucciones más
importantes que la historiografía pentecostal necesite.”3
3
Allan Anderson, Spreading Fires: The Missionary Nature of Early Pentecostalism,
Maryknoll, Nueva York, Orbis Books, 2007, p. 8. Las traducciones de esta obra son
nuestras. Anderson se refiere, en su discusión metodológica, pp. 5-9, a David Bebbington,
Patterns in History: A Christian Perspective on Historical Thought, Leicester, Apollos, 1990;
y a Gayatri Chakravorty Spivak, “Can the Subaltern Speak?” en: B. Ashcroft, y otros
3
Alice Wood no era la única misionera de habla inglesa que escribía de tal
forma que su propia cultura sobresaliera de manera triunfante de las hojas que
escribió. Wood y otros de los primeros misioneros pentecostales hacían referencia
una y otra vez al texto de Edward Millard y Lucy Guinness, South America: The
Neglected Continent, editado en 1894.4La tesis central de este tratado es que:
“Por casi cuatrocientos años un romanismo del tipo más corrupto ha extendido su
influencia deteriorante sobre este vasto continente. La verdadera e infaltable cosecha
del romanismo, -es decir, la indiferencia, la sensualidad, la infidelidad y la anarquía,-
está siendo profusamente recogida. Gloria sea a Dios que hay señales seguras de
que el Espíritu de Dios se está moviendo sobre esta haz tenebrosa de las aguas y
pronto „Sea la luz‟ sonará de norte a sur, de este a oeste.”5
Paula Seiguer ha analizado los prejuicios culturales que sobresalían de esta
crónica de viaje misionero:
“En esta representación de la lucha por América del sur, el „romanismo‟, los cristianos
protestantes de los países centrales, Dios y los misioneros constituyen sujetos
activos, y con roles claramente definidos. Por contraste, los sudamericanos no
aparecen excepto como „masa de aguas oscuras‟ [sic: „haz tenebrosa de las aguas‟]
(copiladores), The Post-Colonial Studies Reader, London y New York, Routledge Press,
1995.
4
Edward Millard y Lucy Guinness, South America: The Neglected Continent. Being an
account of the mission tour of the rev. G. C. Grubb, M.A., and party, in 1893, with a historical
sketch and summary of missionary enterprise in these vast regions, Nueva York, Chicago y
Toronto, Fleming H. Revell y Cia., 1894 [en línea]
https://archive.org/details/southamericanegl00mill [Consulta: 30 de octubre de 2013].
5
George C. Grubb, “Preface” en Millard y Guinness, The Neglected Continent, pp. 5-6. Se
refiere al texto de Génesis 1:2-3. Adaptamos la traducción de Paula Seiguer, “La „moralidad
degradada‟ de América del sur y cómo redimirla. Los misioneros protestantes, 1870-1930”
en: Fabián C. Flores y Paula Seiguer (eds.) Experiencias plurales de lo sagrado: La
diversidad religiosa argentina, Buenos Aires, Imago Mundi, 2014, pp. 117-118, sin embargo
la modificamos en referencia al texto bíblico al cual la cita alude. Mantenemos una conexión
más clara con el texto de la versión de la Biblia, La Santa Biblia, el Antiguo y el Nuevo
Testamento, versión de Cipriano de Valera, revisada y corregida, Nueva York, Sociedad
Bíblica Americana, 1912.
4
6
Seiguer, “La „moralidad degradada‟”, p. 118.
7
Roberto Di Stefano, “Religion, Politics and Law in 19th Century Latin America,”
Rechtsgeschichte 16 (2010) pp. 117-120. Traducción al castellano en Historia y Religión,
recursos para investigadores, “Religión, política y derecho en la América Latina
contemporánea” [en línea] http://historiayreligion.com/2011/12/di-stefano-roberto-religion-
politics-and-law-in-19th-century-latin-america”-rechtsgeschichte-16-2010-117-120/
[Consulta: 20 de octubre de 2013], p. 120.
8
Roberto Di Stefano, “Por una historia de la secularización y de la laicidad en la Argentina,”
Quinto Sol, vol. 15, no.1, junio 2011, p. 15 [en línea]
http://www.scielo.org.ar/pdf/quisol/v15n1/v15n1a04.pdf [Consulta: 20 de octubre de 2013].
9
Di Stefano, “Por una historia de la secularización”, p. 20.
5
10
Susana Torrado, Historia de la familia en la Argentina moderna (1870-2000), Buenos
Aires, Ediciones de la Flor, 2003, pp. 130-132.
11
Héctor Recalde, Matrimonio civil y divorcio, No. 152, Biblioteca Política Argentina, Buenos
Aires, Centro Editor de América Latina, 1986, p. 148.
12
Alice C. Wood, “Light in Dark South America” p. 8.
13
Semán, “Cosmológica, holista y relacional: Una corriente de la religiosidad popular
contemporánea” en Ciencias Sociales y Religión año 3, n. 3 (2001) p. 50 [en línea]
http://seer.ufrgs.br/index.php/CienciasSociaiseReligiao/article/view/2169/895 [Consulta: 10
de marzo de 2012].
14
di Stefano, “Por una historia de la secularización”, p. 8.
15
R. G. Robins, A. J. Tomlinson: Plainfolk modernist, New York, NY, Oxford University
Press, 2004. Todas las traducciones de esta obra son nuestras.
6
“La gente común no era necesariamente gente pobre: el estatus era generalmente
autodesignado lo cual permitía que tanto los pobres como los ricos se contaran en su
número. Sin embargo, la mayoría provenía de los rangos sociales lo suficientemente
bajos para que tuviera fundamento para estar insatisfecha con el statu quo y lo
suficientemente alto para aspirar a remodelarlo y conseguir los recursos necesarios
16
para formar instituciones capaces de llevar a cabo sus aspiraciones.”
En el contexto estadounidense, según Robins, el concepto de clase social,
definido en términos marxistas, “nunca ha provisto una base durable para la
cohesión social.” Sin embargo, “clase definida como una expresión de tradiciones y
cultura populares, ha sido una de las precondiciones más importantes” para tal
cohesión.17
16
Robins, A. J. Tomlinson, p. 31.
17
Robins, A. J. Tomlinson, p. 31.
18
Sebastián Carassai, Los años setenta de la gente común. La naturalización de la
violencia, Buenos Aires, Siglo Veintiuno editores, 2013.
19
Carassia, Los años setenta, p. 17.
7
20
Robins, A. J. Tomlinson, p. 19.
21
Robins, A. J. Tomlinson, pp. 19-20.
22
Robins, A. J. Tomlinson, pp. 20-21. Robins cita a Nachman Ben-Yehuda, “Witchcraft and
the Occult as boundary Maintenance Devises,” en Jacob Neusner, Ernest Frerichs y Paul
Flesher (editores), Religion, Science, and magic: In Concert and in Conflict, Oxford, Oxford
University Press, 1989, p. 230. Los énfasis son originales.
8
Está claro que la discusión de Robins gira en torno a una supuesta cultura
principal y a las variadas culturas que surgen desde las periferias en los Estados
Unidos. Su análisis nos servirá para entender el contexto cultural del cual proviene
Alice Wood. Insistiremos en que existía la misma posibilidad para la producción
cultural desde la periferia de la modernidad en el contexto de Gualeguaychú. En la
Argentina también, “deberíamos esperar encontrar numerosos „modernismos‟ tanto
dentro de como fuera del mundo de las elites religiosas e intelectuales.”
23
Pablo Semán, “Cosmológica, holista y relacional”, pp. 45-75; y “Psicologización y Religión
en un Barrio del Gran Buenos Aires” en Sociedad y Religión, Buenos Aires, Vol. XX No
30/31, 2008, pp. 107-135.
24
Daniel Míguez, “La conversión religiosa como estrategia de supervivencia. Los
pentecostales y el descenso social durante la „década perdida‟”, Intersecciones en
o
Antropología N 2 Facultad de Ciencias Sociales, UNCPBA (2001) pp. 73-88 [en línea]
http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1850-
373X2001000100006&lng=es&nrm=iso [Consulta: 15 de marzo de 2012]; y “Opio Rebelde:
Los Programas Pentecostales de Rehabilitación de Adictos en la Argentina” en
PentecoStudies: Online Journal for the Interdisciplinary Study of Pentecostalism and
Charismatic Movements No 4, 2005, pp. 1-23. [en línea]
http://www.glopent.net/pentecostudies/online-backissues/2005/miguez2005.pdf/view
[Consulta: 15 de abril de 2012]
25
Joaquín Algranti, “Apontamentos Sobre a Mudança Religiosa na Argentina -
Aproximações ao estudo das formas de conversão e passagem no mundo neo-pentecostal”
en Revista do Estudos da Religão – REVER, Pós-Graduação em Ciências da Religião -
PUC-São Paulo, Año 10 (marzo 2010) pp. 99-119, [en línea]
http://www.pucsp.br/rever/rv1_2010/t_rivera.htm [Consulta: 9 de marzo de 2012].
9
26
Joaquín Algranti, “Rey de Reyes: Hacia una problematización del poder” en Sociedad y
Religión no. 24/25 (2002) pp. 66-88; César Ceriani Cernadas y Hugo Lavazza, “Inestables
reputaciones: Liderazgo y conflicto en una misión evangélica indígena del Chaco argentino”
en Flores y Seiguer (editores), Experiencias plurales de lo sagrado, pp. 3-18.
27
Wood, “Light in Dark South America”, p. 7.
28
El “verdadero cristianismo” en el sentido que pretendía la literatura misionera analizada
en Seiguer, “La „moralidad degradada‟”.
10
“El estudio de la historia dentro de una institución teológica cumple con toda la
rigurosidad de la disciplina de la historia. Hay que emplear los métodos de la
investigación histórica crítica sin olvidar lo que ofrecen las ciencias sociales. Pero lo
distintivo que hacemos en una institución teológica es, precisamente, el compromiso
29
Joaquín Algranti, “Apontamentos”.
30
Daniel Beros propuso la pregunta en nuestras primeras conversaciones cuando asumió la
dirección de esta tesis. Se formuló la pregunta citada arriba a partir de un correo electrónico,
el 5 de noviembre 2013: “elaborar… un concepto claro de lo que significa hacer historia
como disciplina teológica.”
31
Justo L. González, La historia también tiene su historia, Buenos Aires, ASIT y Kairós,
2001.
32
Karla Ann Koll, “Celebrando múltiples pasados: Enseñando la historia al inicio del tercer
milenio del cristianismo” en José Enrique Ramírez-Kidd y otros, Pensar, crear, actuar.
Metodologías para una teología contextual, San José, Costa Rica, Universidad Bíblica
Latinoamericana, 2013, pp. 331-363.
33
Gonzalez, La historia también tiene su historia, p. 101.
11
34
Koll, “Celebrando múltiples pasados”, pp. 339; Se refiere a Andrew Walls, “Eusebius Tries
Again: The Task of Reconceiving and Re-visioning the Study of Christian History,” en: Wilbur
Shenk (copilador) Enlarging the Story: Perspectives on Writing World Christian History,
Maryknoll, NY, Orbis Press, 2002, p. 18.
35
Bernardo Campos, Experiencia del Espíritu, Claves para una interpretación del
pentecostalismo, Quito, CLAI, 2002, pp. 124-126.
36
Campos, Experiencia del Espíritu.
12
37
Joel Robbins, “Anthropology of Religion” en Allan Anderson y otros (eds.), Studying
Global Pentecostalism, Theories and Methods, Berkeley, California, University of California
Press, 2010, pp. 156-178.
38
Carole Dale Spencer, “Quakers in Theological Context”, en Stephen W. Angell y Pink
Dandelion (eds.), The Oxford Handbook of Quaker Studies, Oxford, Oxford University Press,
2013, p. 141; Michael Birkel, “Leadings and Discernment”, en Angell y Dandelion (eds.) The
Oxford Handbook of Quaker Studies, p. 246. Todas las traducciones de The Oxford
Handbook of Quaker Studies son nuestras.
39
Carole Dale Spencer, Holiness: The Soul of Quakerism – An Historical Analysis of the
Theology of Holiness in the Quaker Tradition, Eugene, OR, Wipf and Stock Publishers and
Paternoster, 2007, pp. 274-275. Todas las traducciones de esta obra son nuestras.
40
Sobre Wesley, véase Carole Dale Spencer, Holiness, p. 276, especialmente la nota 6.
Sobre Simpson, véase Leslie Andrews, “Restricted Freedom: A. B. Simpson‟s view of
women in ministry” en David F. Harztfeld y Charles Nienkirchen (eds),Birth of a Vision.
Essays on the Ministry and Thought of Albert B. Simpson, suplement no. 1 de His Dominion:
Journal of the Faculty of Canadian Theolgocial Seminary, Regina, Saskatchewan, 1986, pp.
219-240.
13
sobre el silencio de las mujeres. Para acomodar la realidad que veían, ambos
hombres apelaron al mismo argumento: Frente a la gran necesidad, y en vistas a
que había mujeres que estaban listas y prontas para exhortar en el evangelio y
ministrar bienes espirituales en situaciones de necesidad puntual, habría que
permitir el ministerio de la mujer como excepción, especialmente cuando no había
un varón espiritualmente capacitado en la comunidad. En esta manera de entender
la vida, era el texto bíblico el que arrojaba luz sobre las confusiones y tinieblas de la
vida.
En esta tesis, jugaremos con esta alegoría entre la Luz y las tinieblas. La
Luz representaría la ubicación o el locus de la iniciativa cultural. Las decisiones y
acciones, y entonces esta luz, ¿pertenecían a una elite, fuera ella la de la Iglesia
Católica, la del cientificismo moderno, o la de los misioneros pentecostales? ¿O
41
Véanse los argumentos de Marcela Nari, Políticas de Maternidad y maternalismo político,
Buenos Aires, 1890-1940, Buenos Aires, Editorial Biblos, 2004.
42
Stephen W. Angell, “God, Christ, and the Light” en Angell y Dandelion (eds.), The Oxford
Handbook of Quaker Studies, p. 158.
43
Howard R. Macy, “Quakers and Scripture” en Angell y Dandelion (eds.), The Oxford
Handbook of Quaker Studies, p. 188.
14
pertenecían a los individuos? Alice Wood se formó tanto dentro del cuaquerismo
como dentro de las corrientes evangélicas victorianas. Ella habría pasado por
distintos momentos en su entendimiento de la ubicación de la Luz, no se mantuvo
firmemente dentro de un paradigma o el otro. Sus colegas misioneros no
necesariamente experimentaron esta tensión en relación a la ubicación de la
iniciativa aceptable y de la luz.
44
Jack Shannon, A History of the Christian and Missionary Alliance in Argentina, Tesis
inédita para el título de Doctor en Misiología en Trinity Evangelical Divinity School, Illinois,
EEUU, 1989. Todas las traducciones de esta obra son nuestras.
45
Carlos A. Bisio, Nuestros primeros pasos, Buenos Aires, Fundación Cristiana de
Evangelización, Librería Editorial Cristiana, 1982, p. 143.
46
Delia Leticia Reynoso, “En busca del bien común” en Fernández, Elisa María y otros,
Historia de San José de Gualeguaychú, desde sus orígenes hasta 1883, Gualeguaychú,
Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Gualeguaychú, 2012, p. 222.
16
47
Susana Bianchi, Historia de las religiones en la Argentina: Las minorías religiosas,
Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 2004, p. 247.
48
Varias obras académicas han notado estas campañas, incluyendo la de Bianchi, Historia
de las religiones, pp. 246; Hilario Wynarczyk, Ciudadanos de dos mundos: El movimiento
evangélico en la vida pública argentina 1980-2001, San Martín, UNSAM Edita, 2009, pp. 63-
67.
49
El primer escrito académico ha sido la tesis doctoral en antropología de Elmer S. Miller en
1968, sobre el pentecostalismo toba: Pentecostalism among the Argentine Toba, tesis
inédita para el título de Doctor en Filosofía (Ph.D.) de la Universidad de Pittsburgh, EEUU. A
lo largo de los años 1970, publicó varios análisis antropológicos del pentecostalismo toba
tanto en inglés como en castellano.
50
Louie W. Stokes, Historia del Pentecostalismo en la Argentina, Buenos Aires, sin editorial,
1968.
17
influencia de la obra del sociólogo, David Martin, Tongues of Fire.51 Según diversos
autores de la colección compilada por Klaus Koschorke, el año 1989/90 marcó el
cambio de una época en la historia del cristianismo mundial, debido a que el mundo
bi-polar marcado por la Guerra Fría se disolvió no solamente por la caída del muro
de Berlín, sino por una serie de acontecimientos a nivel mundial que marcaron una
mayor libertad de culto y de cultura en varias regiones del mundo. 52 Se nota en la
literatura académica noratlántica que hubo un marcado interés por estudiar el
pentecostalismo Latinoamericano a partir de 1990.
51
David Martin, Tongues of Fire: The explosion of Protestantism in Latin America, Oxford,
RU y Cambridge, Mass, EEUU, 1990.
52
Klaus Koschorke (comp.) Falling Walls: The Year 1989/90 as a Turning Point in the
History of World Christianity – Einstürzende Mauern: Das Jahr 1989/90 als Epochenjahr in
der Geschichte des Weltchristentums, Wiesbaden, Harrassowitz Verlag, 2009 [en línea]
http://www.harrassowitz-verlag.de/dzo/artikel/201/003/3615_201.pdf?t=1244206678
[Consulta: 20 de febrero de 2014].
53
Hilario Wynarczyk ha estudiado la sociología del pentecostalismo toba, el
neopentecolismo argentino y la actividad de algunas iglesias pentecostales en la vida
pública desde los años 1980. Ha preparado una bibliografía de consulta muy extensa sobre
el estudio de los pentecostalismos argentinos desde las ciencias de la religión en
Wynarzcyk, Ciudadanos de dos mundos, pp. 333-391.
54
Con la excepción del trabajo histórico del antropólogo César Ceriani Cernadas, “La misión
pentecostal escandinava en el Chaco argentino: Etapa formativa: 1914 – 1945” en Memoria
Americana, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, n. 19-1, jun. 2011 [en línea]
http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S185137512011000100005&lng=
es&nrm=iso [Consulta: 23 de agosto de 2012].
55
Key Yuasa, Louis Francescon: a theological biography 1866-1964, tesis inédita para el
título de Doctor en Teología de la Universidad de Ginebra, Suiza, 2001.
56
José Norberto Saracco, Argentine Pentecostalism: Its History and Theology, Tesis inédita
para el título de Doctor en Teología de la Universidad de Birmingham, Inglaterra, 1989.
18
Rosemarie Linda Daher Kowalski también escribió sobre Alice Wood en una
tesis de doctorado.60 En esta tesis, Daher Kowalski desarrolla algunos temas sobre
la experiencia de Wood como misionera pentecostal en la Argentina, como el de su
entendimiento del bautismo en el Espíritu Santo para confirmar su llamado
misionero y para ungirla con el poder espiritual necesario; la sanidad divina, la
57
Anderson, Spreading Fires, pp. 200-201.
58
Gary B. McGee, This Gospel Shall be Preached: A history and theology of Assemblies of
God Foreign Missions to 1959, Springfield, Missouri, Gospel Publishing House, 1986, 2003,
pp. 63, 86, 91; McGee, Miracles, Missions and American Pentecostalism, American Society
of Missiology Series, No. 45, Maryknoll, NY, 2010, p. 97.
59
Saracco, Argentine Pentecostalism, pp. 55-57.
60
Rosemarie Linda Daher Kowalski, “Whom Shall I Send? And Who Will Go for Us?” The
Empowerment of the Holy Spirit for Early Pentecostal Female Missionaries, tesis inédita
para el título de Ph.D. en Estudios Interculturales, Assemblies of God Theological Seminary,
Springfield, MO, EEUU, 2012.
19
61
Véase por ejemplo, Mirta Zaida Lobato (directora), El progreso, la modernización y sus
límites (1880-1916) tomo V de Nueva Historia Argentina, Buenos Aires, Editorial
Sudamericana, 2000; Susana Torrado, Historia de la Familia; Marcela Nari, Políticas de
Maternidad; Juan Suriano (comp.), La Cuestión Social en Argentina, 1870-1943, Buenos
Aires, Editorial La Colmena, 2000, Roberto di Stefano, Ovejas Negras – Historia de los
anticlericales argentinos, Buenos Aires, Sudamericana, 2010; Juan Pablo Bubello, Historia
del Esoterismo en la Argentina, Buenos Aires, Editorial Biblos, 2010.
62
Fernández y otros, Historia de San José de Gualeguaychú.
20
63
Di Stefano, Ovejas Negras; Bubello, Historia del Esoterismo.
64
Mirta Zaida Lobato, “Entre la protección y la exclusión: Discurso maternal y protección de
la mujer obrera, argentina 1890-1934,” en Suriano (comp.), La Cuestión Social, pp. 245-275;
Fernando Rocchi, “Un largo camino a casa: empresarios, trabajadores e identidad industrial
en Argentina, 1880-1930” en Suriano (comp.), La Cuestión Social, pp. 159-190; Marcela
Nari, “El feminismo frente a la cuestión de la mujer en las primeras décadas del siglo XX” en
Suriano (comp.), La Cuestión Social, pp. 277-299.
65
Mónica Tarducci, “Servir al marido como al Señor”: Las mujeres pentecostales desde una
perspectiva de género Tesis inédita de doctorado en antropología, Facultad de Filosofía y
Letras, Universidad de Buenos Aires, 2002.
21
de esta investigación, pero las preguntas que quedarán por investigar son
innumerables.
El tomo 2 del Diary se abre en julio de 1902, cuando Wood está en una
embarcación con rumbo a Manatí, Puerto Rico, como misionera con la Alianza
Cristiana y Misionera. Luego de casi dos años en Puerto Rico, Wood vuelve a
EEUU por un tiempo, se queda en la zona de London, Ontario, Canadá con sus
hermanos por un tiempo, y luego pide volver a colaborar con la ACyM en 1906. Su
meta es llegar como misionera a América del Sur, pero la Alianza la manda a
hacerse cargo de una misión en el oeste del estado de Pennsylvania, EEUU, desde
donde se pone en contacto con un grupo de cuáqueros que habían recibido la visita
de participantes del avivamiento pentecostal de la Calle Azusa en Los Angeles. En
julio de 1907, se retira formalmente de la ACyM y se dedica a la Asociación de la
Fe Apostólica con base en Alliance, Ohio, hasta recibir su propio bautismo en el
Espíritu Santo y recaudar suficiente apoyo espiritual y financiero para poder viajar a
Buenos Aires como misionera independiente. Se embarca desde Nueva York el 20
diciembre de 1909 y llega a Buenos Aires el 15 de enero. Se dirige enseguida a
Gualeguaychú. El tomo 2 del Diary cierra pocos meses después de su arribo a
66
Alice C. Wood, Diary, 2nd Book (1902-1910) y Diary, Book 3 (1910-1918), manuscritos
inéditos, en la carpeta: “Diaries”, Flower Pentecostal Heritage Center, Springfield, Missouri.
No. de referencia, 10224720. Todos los documentos que provienen del archivo histórico del
FPHC se están utilizando en esta tesis con el permiso del Centro. Para la tesis, estamos
leyendo fotocopias de los tomos del Diary de Alice Wood, los cuales han sido escritos a
mano en inglés. En consecuencia, la lectura de estos documentos conlleva dificultad de
legibilidad de letras y palabras y puede haber errores de interpretación de las mismas.
Todas las traducciones son nuestras.
67
Alice Christi Wood, Alice Christi Wood, reseña autobiográfica inédita, 1923. El documento
está ubicado en la carpeta, “Miscellanea: Missionary file from Division of Foreign Missions”,
FPHC. No. de referencia, 10224722. Este documento está escrito a máquina. Todas las
traducciones son nuestras.
22
68
http://www.cmalliance.org/resources/archives/ En este sitio se puede ver y bajar de
internet las revistas de la ACyM, como Alliance Weekly con una circulación semanal que
empezó en 1882, Living Truths Magazine que circuló mensualmente entre 1902 y 1907, y
los informes anuales (Annual Reports) de la ACyM desde 1885 en adelante.
69
https://ifphc.org/index.cfm?fuseaction=publicationssearch.main Los datos específicos de
las diversas publicaciones se anotarán debidamente a lo largo de la tesis.
23
70
Hemos podido buscar documentación en la hemeroteca del Instituto Magnasco en
Gualeguaychú y en el Registro Civil de las personas de la Municipalidad de Gualeguaychú.
Los registros de la Parroquia de San José, y los censos argentinos de 1869 y de 1895 están
disponibles ahora en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días,
FamilySearch, [en línea] https://familysearch.org. FamilySearch es una base de datos
genealógicos compuesta a través de la microfilmación y escaneo de documentos oficiales
de todo el mundo. La base de datos aumenta a diario y su indexación es incompleta. Hemos
consultado esta base de datos en varias ocasiones a lo largo de esta investigación para
buscar datos sobre la familia de Alice Wood en Canadá, y sobre miembros de la Misión
Evangélica en Gualeguaychú. No todos los documentos que forman parte del índice están
disponibles digitalmente.
24
71
McGee, Miracles, pp. 43-44.
72
McGee, Miracles, pp. 93-97.
73
McGee, Miracles, pp. 93-95;
28
conocimiento cultural ni del idioma. Gary McGee cita una tesina de bachillerato
inédita de 1914 que indica que este grupo pensaba que Dios les iba a dar las
lenguas milagrosamente para comunicarse y también otros milagros para
convencer a la gente del poder de Dios.74 Ellos sólo tenían que ofrecer la presencia
de sus cuerpos para que Dios obrara a través de ellos y Dios, en su providencia,
iba a proveer de alguna manera u otra a todas sus necesidades.75 Resultó más
difícil de lo que esperaban. Pasaron hambre, enfermedad, noches expuestos al
clima. Una de las jovencitas de 18 años murió, según la tesina, en la región
pampeana porque se enfermó y no encontraron ayuda médica a tiempo. Tampoco
recibieron una respuesta positiva a sus peticiones para la sanidad divina. Este
acontecimiento desalentó a los demás.
74
Charles Shumway, A Critical Study of “The Gift of Tongues”, tesis inédita para el título de
Bachiller en Artes, University of Southern California, Los Angeles, California, 1914, pp. 43-
44, citada en McGee, Miracles, p. 94 y nota 142, pp. 260-261. McGee señala la pobreza en
la documentación de las evidencias del caso en la tesina.
75
McGee, Miracles, pp. 45, 93-95.
76
“Holy Ghosters are stranded,” The Evening Times, Cumberland, Maryland (19 de
noviembre de 1908) p. 1. Del archivo de investigación de Gary McGee, en el FPHC.
77
“Lost lives in Holy Ghost sect,” The Portsmouth Daily Herald, Portsmouth, Maine (8 de
enero de 1909) p. 7. Del archivo de investigación de Gary McGee, en el FPHC. La
traducción es nuestra.
78
“Holy Ghosters are stranded.”
79
“Holy Ghost girl converts penniless in England,” The Oakland Tribune, Oakland, California
(21 de marzo de 1908) p. 16. Del archivo de investigación de Gary McGee, en el FPHC.
29
De este grupo, tenemos una carta escrita por Thomas O‟Reilly remitida de la
Y. M. C. A., Paseo Colón, el 3 de octubre de 1908 y otra, casi un año más tarde,
por Frank Preudhomme remitida de la Y. M. C. A. en la calle Moreno, de Buenos
Aires, en septiembre de 1909.80 La carta de Preudhomme indica que O‟Reilly se
había ido a Inglaterra. Pide oración porque:
“Somos tres soldados de la cruz jóvenes, tanto en edad como en Aquel que nos amó
lo suficiente como para entregarse a Sí Mismo por nosotros. Ha sido Su buena
voluntad permitir que nuestro camino yazca en lugares espinosos. Les pedimos,
81
seres queridos, que oren al Padre por nosotros que permanezcamos fieles a Él.”
Firma la carta, “Somos su hermano y hermanas en Él”. Según Preudhomme,
en septiembre de 1909 quedaron en Buenos Aires dos mujeres y él de la partida
original.
80
Thomas B. Reilly, “Droppings of Latter Rain in South America,” Latter Rain Evangel vol. 1,
no. 4, (enero de 1909) p. 11. La carta fue enviada el 3 de octubre 1908 del Y. M. C. A en
Paseo Colón, Bs. As. Frank Preudhomme, “From South America. Pray for these,”
Bridegroom’s Messenger Vol. 3, No. 51 (1 de diciembre de 1909) p. 1 [en línea]
http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International%20Pentecostal%20Church%20of%20C
hrist/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered/1909/FPHC/1909_12_01.pdf [Consulta:
11 de octubre del 2011]. Esta carta fue remitida de la Y. M. C. A., Calle Moreno 452, Buenos
Aires, el 18 de septiembre de 1909.
81
Preudhomme, “From South America. Pray for these”. La traducción es nuestra.
82
El banco de datos del CEMLA incluye el nombre de dos de los miembros del grupo:
“Collins, Mabel” y “Doak, Annie” CEMLA [en línea] http://cemla.com/buscador/ [Consulta: 8
de octubre de 2014]. Los datos sobre Collins indican que tenía 21 años, era inglesa,
misionera de profesión y llegó en el barco Asturias procediendo de Southampton, con fecha
de arribo del 7 de junio de 1908. Doak tenía 25 años, de nacionalidad inglesa, misionera de
profesión y llegó en el mismo barco que Collins.
83
“Lost lives in Holy Ghost sect.”
30
Alice Wood y May Kelty eran unas de estos lectores. Ellas contribuían con
artículos y correspondencia a las dos revistas. Las primeras notas de ellas que
salieron en las páginas del Bridegroom’s Messenger son de Wood, el 15 de
noviembre de 1909, justo el número anterior al grito de socorro de Preudhomme; y
de Kelty, el 15 de julio de 1909. Esta revista demuestra el interés de una docena de
personas en la misión pentecostal en la Argentina entre fines del 1909 y principios
del 1910.84
84
Alice C. Wood, “More Missionaries off for South America,” Bridegroom’s Messenger Año
III, No. 50 (15 de noviembre de 1909) p. 2 [en línea]
http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International%20Pentecostal%20Church%20of%20C
hrist/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered/1909/FPHC/1909_11_15.pdf [Consulta:
11 de octubre del 2011]; Levi B. Sly, “Going to South America,” Bridegroom’s Messenger,
Año III, No. 53 (1 de enero de 1910) p. 4 [en línea]
http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International%20Pentecostal%20Church%20of%20C
hrist/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered/1910/FPHC/1910_01_01.pdf [Consulta:
11 de octubre del 2011]; Thomas B. O´Reilly, “Back to tell the need in South America,”
Bridegroom’s Messenger Año III, No. 54 (15 de enero de 1910) p. 4 [en línea]
http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International%20Pentecostal%20Church%20of%20C
hrist/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered/1910/FPHC/1910_01_15.pdf [Consulta:
11 de octubre del 2011].
31
85
Según Norberto Saracco, Francescon y sus compañeros eran los primeros pentecostales
que llegaron y predicaron en el país. Saracco, Argentine Pentecostalism, p. 42.
86
Luigi Francescon, Trustworthy Testimonial, Chicago, Illinois, impresión del autor, 1952, p.
2. La fotocopia del original nos ha sido facilitado por el Flower Pentecostal Heritage Center,
Springfield, Missouri.
87
Francescon, Trustworthy Testimonial, p. 11.
88
Joseph Colletti, “Sociological Study of Italian Pentecostals in Chicago, 1900-1930”
ponencia inédita presentada en la 16 reunión de la Society for Pentecostal Studies, Costa
Mesa, California (13 – 15 de noviembre de 1986) pp. 5-6 [en línea] http://www.tren.com/e-
docs TREN Id: SPS-8607 [Consulta: 8 de octubre de 2012].
89
Francescon, Trustworthy Testimonial, p. 8.
90
Francescon, Trustworthy Testimonial, p. 9
32
provincia de Buenos Aires. 91 Según una entrevista realizada a Ciro Crimi, actual
pastor de la Asamblea Cristiana de Villa Devoto, en la ciudad de Buenos Aires, fue
Lucía Menna quien insistió en que el grupo saliera de Chicago para ir a Buenos
Aires, aunque el testimonio escrito por Francescon lo señala a él como
protagonista.92
91
Francescon, Trustworthy Testimonial, pp. 10-11.
92
Entrevista con el pastor Ciro Crimi, el 15 de mayo, 2013, por la licencianda Karla
Steillmann, en el marco de una materia sobre la Historia del Pentecostalismo en América
Latina, en el Instituto Universitario – ISEDET.
93
Saracco, Argentine Pentecostalism, p. 46.
94
Yuasa, Louis Francescon, p. 138.
95
Para las cuestiones sobre la inmigración italiana en EEUU, véase Yuasa, Louis
Francescon, capítulo 3, “The phenomenon of italian emigration (XIX and XX centuries)”,
especialmente las pp. 49-55.
96
Como ejemplos de la literatura disponible, véanse: Dora Marucco, “Lavoro e solidarietá
popolare: forme, modelli, rapporti del mutuo soccorso italiano” en Fernando J. Devoto y
Eduardo J. Míguez (comps.), Asociacionismo, trabajo e identidad étnica: los italianos en
América Latina en una perspectiva comparada Buenos Aires, CEMLA-IEHS, 1992, pp. 9-30;
Fernado Devoto, “La experiencia mutualista italiana en la Argentina: un balance” en Devoto
33
ensayo de 1986, indica que la literatura sobre la etnicidad italiana en los Estados
Unidos refleja la misma tendencia y él insiste en la necesidad de examinar el
pentecostalismo de los inmigrantes italianos en los Estados Unidos como un
ejemplo de cómo las adaptaciones religiosas de los campesinos y artesanos
italianos los ayudaron a conservar su etnicidad en un contexto nuevo. 97
102
Wood, Diary Book 3, 16 de noviembre hasta el 1 de diciembre 1917. Su encuentro con el
grupo en Haedo ocurrió el 20 de noviembre, y el conflicto ocurrió con el señor Mariano
Borens y el señor M. Lopez. Ella menciona el fanatismo del grupo en Alice Wood, “An
Encouraging Word from Argentina” The Weekly Evangel, no. 231 (16 de marzo de 1918) p.
10 [DVD] Assemblies of God Publications, pre WWII. Todas las referencias a esta revista
que citamos en esta tesis provienen del mismo DVD.
103
Yuasa, Louis Francescon, pp. 141-143; Saracco, Argentine Pentecostalism, p. 48.
104
Wood, Diary Book 3, el 16 de noviembre de 1917 tiene una entrevista personal con
Natucci. Véase también Alice Wood, “An Encouraging Word from Argentina”.
35
105
Wood, Diary Book 3, 11 de junio de 1913. Véase también “Kjelstrup, Annina” en
http://cemla.com/buscador/ donde indica que Annina tenía 22 años, era soltera, de
nacionalidad dinamarquesa/danesa y sirvienta de profesión. Arribó a Buenos Aires el 11 de
junio de 1913 en el barco Cap. Arcona, proviniendo de Hamburgo; “Anderson, Laura” en
http://cemla.com/buscador/donde indica que Laura tenía 25 años, era soltera, de
nacionalidad dinamarquesa/danesa, y sirvienta de profesión. Arribó a Buenos Aires el 11 de
junio de 1913 en el barco Cap. Arcona, proviniendo de Hamburgo. [Consulta: 9 de
noviembre de 2012 y 8 de octubre de 2014].
106
Wood, Diary Book 3, 4 de julio de 1913.
107
Wood, Diary Book 3, 16 de enero de 1914.
108
“Ick” en http://cemla.com/busqueda [Consulta: 8 de octubre de 2014].
109
Wood, Diary Book 3, 17 de diciembre de 1911.
110
Wood, “Light in Dark South America”, p. 9. En esta carta, Wood escribe: “Un hogar
grande para misioneros se está construyendo ahora por el hermano y la hermana Ick,
misioneros de Alemania, quienes están orando por el derramamiento del Espíritu Santo
sobre ellos y otros. Este Hogar está en San Justo, un suburbio de Buenos Aires… Lo
ofrecen para misioneros nuevos quienes deseen un lugar tranquilo para estudiar el español,
36
En agosto de 1916, Wood indica en su Diary que ella siente que debería
trasladarse a 25 de Mayo. El 7 de septiembre de 1916, recibe una carta de
Solomon Aziz, uno de los jóvenes turcos que se había convertido en septiembre de
1915, pidiendo que ella fuera a 25 de Mayo para cuidar a la congregación ahí. En
una carta a la revista The Weekly Evangel, Wood escribe:
“el 19 de agosto de este último año, Él (el Señor) me habló e indicó tan claramente
que yo debía irme, y que después de siete años de trabajo en esta ciudad, mi tarea
está hecha, y lo debo dejar en manos de otros…. en dos semanas, D.M., nos
trasladaremos a 25 de Mayo.”113
En una carta a la revista Bridegroom’s Messenger, Wood se refiere a la
carta que recibió de Aziz:
“…una carta del joven turco, Solomón, en 25 de Mayo, quien se convirtió en nuestras
reuniones ahí hace un año atrás…. En 25 de Mayo, una ciudad más grande que esta,
con una población de 24.000, y sin ningún misionero residente, y están rogando por
un obrero permanente, ¡mientras que aquí hay ahora seis misioneros! Parece que
deberíamos repartirnos mejor. Dios mismo nos ha hablado acerca de esto, entonces
por Su gracia lo voy a seguir, mientras Él abre el camino. Por favor, oren que el
Espíritu Santo dirija. La obra aquí sigue más o menos igual, la asistencia es pequeña
y casi nadie asiste regularmente salvo los misioneros. Anhelo ir a donde Dios está
obrando.”114
para misioneros cansados o para aquellos quienes estén esperando el bautismo (en el
Espíritu Santo). Será un buen lugar en donde llevar a cabo convenciones pentecostales.”
111
Wood, Diary Book 3, 17 de septiembre de 1915; y también: “Confío que el Señor pronto
les enviará un pastor para pastorearlos y conducirlos hasta la llenura del Espíritu. Oren por
la pequeña manada que es muy comprometida. Lloraron como si se les rompiera el corazón
cuando me fui, tanto que tuve que llorar con ellos.” Alice C. Wood, “Argentina, S.A.”,
Bridegroom’s Messenger Vol. IX, No. 178 (enero de 1916) p. 3, la carta fue emitida el 20 de
octubre de 1915 [en línea]
http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International%20Pentecostal%20Church%20of%20C
hrist/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered/1916/FPHC/1916_01.pdf [Consulta: 11
de octubre de 2011].
112
Wood, “Argentina, S.A.”
113
Alice Wood, “A New Door Opens in Argentina”, The Weekly Evangel No. 177 (17 de
febrero de 1917) p. 13 [DVD] Assemblies of God Publications, pre-WWII.
114
Alice Wood, “Miss Alice Wood writes encouragingly from South America”, Bridegroom’s
Messenger Vol. X, No. 188 (noviembre de 1916) p. 3 [en línea]
37
Según estas cartas de Wood, parecería que por alguna red de contactos
que hasta ahora permanece invisible y cuya documentación no hemos encontrado,
distintos misioneros itinerantes habían predicado en 25 de Mayo. Aparentemente
no hubo un liderazgo pastoral in situ hasta que llegó Wood con dos colaboradores
desde Gualeguaychú.
http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International%20Pentecostal%20Church%20of%20C
hrist/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered/1916/FPHC/1916_11.pdf [Consulta: 11
de octubre de 2011].
38
La riqueza documental que tenemos a través del Diary de Wood nos ayuda
a ver el contexto histórico de Gualeguaychú durante su estadía ahí desde una
óptica con la que las fuentes primarias de la ciudad no cuentan. Nos permite ver
aspectos de la cultura religiosa que serían difíciles de observar sin esta fuente,
aunque también debemos tomar en consideración el hecho de que Wood aprecia el
entorno en Gualeguaychú como extranjera y no como nativa. Su propia formación
cultural y su prejuicio religioso permean su perspectiva.
El Diary también nos permite ver las luchas pastorales que ella tuvo para
organizar una iglesia pentecostal. Algunos aspectos organizativos de la Misión
Evangélica se verán en el capítulo 5. Afirmamos aquí que la Misión Evangélica en
Gualeguaychú llegó a ser la primera iglesia organizada de la expresión pentecostal
de la fe cristiana. Como vimos, en 25 de Mayo, no había un obrero permanente
dedicado a la organización de la iglesia ahí. Aunque es posible que el testimonio
pentecostal italiano haya llegado ahí antes que Wood, no hubo organización hasta
que ella arribara.
115
Bisio, Nuestros primeros pasos, p. 175; René Krüger, “correo electrónico” 5 de diciembre
de 2014.
39
2.5. May Kelty desde Gualeguaychú hasta San Pedro y Ledesma de Jujuy
Dentro de los contactos que Wood hizo antes de zarpar de Nueva York, se
contaban la viuda Harriette Kelty y su hija soltera, May, quienes viajaron juntas con
Wood en el barco Voltaire, arribando al puerto de Buenos Aires el primero de enero
de 1910. 116 Una vez llegadas a la Argentina, las hermanas Kelty siguieron con
Wood en Gualeguaychú por seis meses, para aprender mejor el español. Al final de
junio se fueron a dirigir una antigua misión de la Alianza Cristiana y Misionera en
Gualeguay.117
Aunque las Kelty se fueron a Gualeguay, May insistía una y otra vez en sus
cartas que se sentía llamada para ir a los “indios” en el interior del país: “Dios ha
puesto sobre mí una carga intensa por los indios [sic] que no han sido
evangelizados en el interior, y Él me ha mostrado que tiene un pueblo preparado
para mí.”118Las condiciones en Gualeguay que ella describe son parecidas a las
que Wood describe en sus cartas y la terminología en las cartas de ambas refleja la
ideología religiosa común a los misioneros anglo-parlantes de la época:119
“La mayoría de la gente nunca ha visto una Biblia. Este es un campo muy difícil
porque aquí encontramos riqueza, cultura, educación sin Dios ni Su palabra. Como
saben el catolicismo es la religión del estado y es poco mejor que el paganismo aquí.
A la verdad, esta pobre gente solo son paganos bautizados.
“... La mayoría de las mujeres son católicas fanáticas pero la mayoría de los varones
se han hastiado de tal religión y rápidamente se van a la infidelidad y al libre
pensamiento.”120
El 2 de febrero de 1911, May Kelty escribió otra vez al Bridegroom’s
Messenger, indicando que ella y su madre estaban solas en Gualeguay:
116
Wood, Diary 2nd Book. Véanse también las entradas de Kelty H. y Kelty M. y de Wood,
A.C. en la base de datos de CEMLA: http://cemla.com/buscador/ [Consulta: 9 de noviembre
de 2012].
117
Wood, Diary Book 3, 7 de junio, 12 de junio, 30 de junio y 14 de julio de 1910.
118
H. May and Mother Kelty, “Correspondance”, Bridegroom’s Messenger vol. 3, no. 71 (1
de octubre de 1910) p. 2 [en línea]
http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International%20Pentecostal%20Church%20of%20C
hrist/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered/1910/FPHC/1910_10_01.pdf [Consulta:
11 de octubre de 2011]. El término que Kelty empleó, y que hemos traducido como “indios”
es “Indians”. Entendemos que el término, tanto en inglés como en castellano, es incorrecto,
pero debemos ser fieles al lenguaje y a las ideologías de los autores de nuestras fuentes
primarias.
119
Paula Seiguer, “La „moralidad degradada‟”, pp. 111-124.
120
H. May Kelty, “Notes from the Fields, South America”, Word and Work, Vol. 32, no. 10
(octubre de 1910) pp. 314-315 [DVD] Word and Work, 1899-1940, Springfield, Missouri,
Flower Pentecostal Heritage Center, 2010. Todas las referencias a esta revista en esta tesis
provienen del mismo DVD.
40
“Nuestros pastores nativos se han ido todos a otras partes, dejándonos solas con la
misión. Mantenemos cultos para las mujeres y los niños y visitamos a los hogares y
repartimos literatura; más que esto, solo podemos interceder y suplicar con llanto en
el Espíritu por un avivamiento. Si tuviéramos aquí un varón lleno del Espíritu y
entrenado en el idioma, podría haber una misión en crecimiento, pero debemos
„aprender a trabajar y esperar‟.”121
Aquí se nota un punto que Kelty tenía en común con Wood, la insistencia en
la colaboración de los “nativos” en la obra misionera. Sin embargo, cuando faltaba
la colaboración de un líder varón, Wood seguía adelante con todas las tareas
materiales y espirituales de la misión y no se sentía frustrada en la administración
de la palabra bíblica o de los sacramentos, 122 mientras que las Kelty sentían que
necesitaban un líder varón para encabezar la misión.
121
May Kelty, “Correspondance”, Bridegroom’s Messenger vol. 4 no. 82 (15 de marzo de
1911) p. 1. La traducción es nuestra [en línea]
http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International%20Pentecostal%20Church%20of%20C
hrist/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered/1911/FPHC/1911_03_15.pdf [Consulta:
11 de octubre de 2011].
122
Véase Kathleen M. Griffin, “La „Cuestión de la Mujer‟ en el pentecostalismo del
centenario argentino: Gualeguaychú, 1910-1917” en Jerónimo Granados (editor),
Bicentenario – Tiempos de Revolución e Independencia, Reflexiones del claustro de
profesores del ISEDET, Buenos Aires, ISEDET, 2013, pp. 111-134.
123
Wood, Diary Book 3, 1 abril, 1912.
124
Wood menciona a la pareja Ick en su Diary, Book 3 el 17 diciembre de 1911, el 16 de
enero del 1912, 4 de marzo 1912 y especialmente el 24 de marzo de 1912 cuando Wood
indica que la hermana Ick le mandó una invitación a May Kelty para que viviera un tiempo
en su departamento en Rosario. Las visitas y correspondencias entre Wood y los Ick siguen
a lo largo del período que abarca el Diary, Book 3, 1910-1918. No tenemos ninguna
información proveniente de la propia mano de los Ick.
41
indios”. 125 En 1916, la pareja McBride estuvo en Rosario por unos meses
descansando de sus esfuerzos en Jujuy y al final de 1916 y principios de 1917, otra
vez estaban las hermanas Kelty mientras esperaban fondos y alguna pausa en las
actividades bélicas en el Atlántico, elementos que necesitaban para volver a EEUU.
No hemos encontrado documentación que nos permita saber si quedó alguna
influencia pentecostal en Rosario desde 1912 en relación con las estadías de estos
misioneros.
Las Kelty pudieron cumplir con su llamado para evangelizar a los pueblos
originarios a partir del 22 de julio de 1914 cuando se dirigieron hacia San Pedro de
Jujuy. 126 Allí colaboran con misioneros ingleses probablemente de la South
American Missionary Society de la Iglesia Anglicana, el señor y la señora Reader,
por un tiempo en San Pedro de Jujuy, esperando el tiempo propicio para ir a
Ledesma.127
125
May Kelty, “Correspondance”, Latter Rain Evangel (abril de 1913) p. 16.
126
H. May Kelty, “Letter”, Bridegroom’s Messenger vol. VIII no. 163 (octubre de 1914) p. 1
[en línea] http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International%20Pentecostal%20
Church%20of%20Christ/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered/1914/FPHC/1914_1
0.pdf [Consulta: 11 de octubre de 2011].
127
H. May Kelty, “Letter”. Más allá de las cartas publicadas de May Kelty, no hemos
encontrado ningún registro de la pareja Reader. Puede ser que fueran misioneros
anglicanos trabajando a través de la South American Missionary Society. No sabemos
dónde buscar documentación sobre ellos. Kelty menciona una misión de la S. A. M. S. en
esta misma carta. Véanse también Ceriani Cernadas, “La misión pentecostal escandinava
en el Chaco argentino: Etapa formativa: 1914 – 1945”; Paula Seiguer, “¿Iglesias de
trasplante? ¿Iglesias de injerto? Las iglesias protestantes en la Argentina entre 1870 y
1910” en Bertoni, Lilia Ana y de Privitellio, Luciano (comps.), Conflictos en democracia: la
vida política argentina entre dos siglos, 1852-1943, Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores,
2009. pp. 71-88. Cabría preguntar si la S. A. M. S. fuera afectada por el avivamiento
pentecostal dentro de la Iglesia de Inglaterra.
128
Salen de Nueva York el 30 de mayo 1914, P. Heckman, “Off for South America”,
Bridegroom’s Messenger, vol. VII, no. 157 (15 de junio de 1914) p. 4 [en línea]
http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International%20Pentecostal%20Church%20of%20C
hrist/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered/1914/FPHC/1914_06_15.pdf [Consulta:
11 de octubre de 2011]. Se enfatiza en esta correspondencia que han salido de Nueva York
sin dinero, confiando que Dios iba a proveer en cada momento. En varias de sus cartas
McBride se queja por la falta de dinero, porque “el dinero de Dios ha sido represado” y
necesita de las oraciones de personas de fe para “liberar los fondos del dique”. R. S.
McBride, “How to send to So. America”, Bridegroom’s Messenger Vol VIII, no. 166 (enero de
1915) p. 1; [en línea]
http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International%20Pentecostal%20Church%20of%20C
hrist/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered/1915/FPHC/1915_01.pdf [Consulta: 11
de octubre de 2011]; R. S. McBride, “Buenos Aires, Argentina, S.A.”, Bridegroom’s
Messenger Vol. VIII, no. 169 (abril de 1915) p. 3 [en línea]
http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International%20Pentecostal%20Church%20of%20C
42
hrist/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered/1915/FPHC/1915_04.pdf [Consulta: 11
de octubre de 2011]; R. S. McBride, “Missionary Notes”, Weekly Evangel no. 174 (27 de
enero de 1917) p. 12.
129
Wood, Diary Book 3, desde 1 hasta el 13 febrero 1914 menciona el deterioro de la
señorita Wygle, y el médico de Gualeguaychú la lleva al asilo en Buenos Aires el 13 de
febrero. Fallece el 29 julio de 1914, según R.S. McBride, “A Beloved Missionary Called
Home”, Bridegroom’s Messenger Vol. VIII. no. 163 (octubre de 1914) p. 2.
130
H. May Kelty, “Letter from sister H. May Kelty”, Bridegroom’s Messenger vol. VIII no. 163
(octubre de 1914) p. 1; y H. May and Mother Kelty, “Argentina, South America”,
Bridegroom’s Messenger Vol VIII, no. 173 (agosto de 1915) p. 3 [en línea]
http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International%20Pentecostal%20Church%20of%20C
hrist/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered/1915/FPHC/1915_08.pdf [Consulta: 11
de octubre de 2011].
131
H. May Kelty, “Letter from sister H. May Kelty”; H. May Kelty, “Missionary Notes”,
Bridegroom’s Messenger, vol. 8, no. 169 (abril de 1915) p. 3; y H. May and Mother Kelty,
“Argentina, South America”, Bridegroom’s Messenger Vol VIII, no. 173 (agosto de 1915) p.
3.
132
Seiguer, “La „moralidad degradada‟”, pp. 116-118, demuestra la gran difusión e influencia
del tratado de Edward Millard y Lucy Guinness, The Neglected Continent.
43
partir de estos dos testigos. Entre los dos, May Kelty y R. S. McBride, hay varias y
largas cartas que se editan en la literatura periodística que hemos examinado.
Hemos visto en las cartas de May Kelty, que ella buscaba compartir su
visión de la fe evangélica con todos y no solamente con los chiriguanos. En las
cartas de McBride, el énfasis en los “indios” es mayor. Con la llegada de un
misionero varón, las Kelty concentraron sus esfuerzos con los de McBride.
Intentaron construir una suerte de colonia para los chiriguanos, con escuela bíblica,
clases de español y también de chiriguano (para los misioneros), talleres de
traducción de las Escrituras y de los himnos, talleres en manualidades como
carpintería, costura, tejido, cocina. Tanto las Kelty como los McBride empezaron a
escribir cartas a las diversas publicaciones pidiendo oración y fondos para que
pudieran viajar a Bolivia, migrando con los chiriguanos, y mediante la voluntad de
Dios, comprar tierras en Bolivia y construir una colonia para que los indígenas no
tuvieran que migrar más para trabajar en los ingenios.133
133
H. May Kelty, citada en Sadie M. Wightman (missionary editor) “Missionary Gleanings”,
Bridegroom’s Messenger, Vol. 9, No. 160 (marzo de 1916) p. 2 [en línea]
http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International%20Pentecostal%20Church%20of%20C
hrist/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered/1916/FPHC/1916_03.pdf [Consulta: 11
de octubre de 2011]. Hemos encontrado cartas en la literatura pentecostal de esta época de
un misionero Earl Clark en Bolivia quien también espera poder construir una colonia para
los pueblos originarios convertidos, pero nuestro interés en este ensayo es el
pentecostalismo argentino, y el boliviano sería otro tema relacionado pero aparte. Earl
Clark, “Bolivia, S.A.”, The Pentecost, Vol. II, No. 4 (1 de marzo de 1910) p. 1 [DVD]
Assemblies of God Publications, pre-WWII; “A Grate [sic] Revival Expected in Bolivia”,
Bridegroom’s Messenger Vol. 5, No. 102, (15 de enero de 1912) p. 2 [en línea]
http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International%20Pentecostal%20Church%20of%20C
hrist/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered/1912/FPHC/1912_01_15.pdf [Consulta:
11 de octubre de 2011].
134
Combined Minutes of the General Council of the Assemblies of God in the United States
of America and Foreign Lands – 1914-1925, Assemblies of God, Springfield, Missouri, 1925,
p. 53 [DVD] Assemblies of God Publications, pre-WWII.
44
135
Hemos visto su nombre escrito como “Johnsen” y como “Johnson”. En su biografía,
Gustav Iversen “35 Años entre los Indígenas se escribe con “e”. En la mayoría de las
revistas estadounidenses que publicaron sus cartas, el apellido está escrito con “o”.
Suponemos que la prensa anglo-parlante interpretó su apellido según las costumbres del
idioma inglés, mientras que el autor noruego de la biografía, habría mantenido la ortografía
original del apellido. Usaremos “Johnsen” en la tesis, salvo cuando estemos citando a otra
persona.
136
Wood, “Light in Dark South America”, p. 9.
137
Berger Johnson, “Dear Word and Work Family,” Word and Work Vol. 33, No. 1 (enero de
1911) p. 30; Berger Johnson, “South America – Mission Evangelica, Gualeguaychu, E.R,”
Bridegroom’s Messenger, Vol. VII, no. 151 (1 de marzo de 1914) p. 2 [en línea]
http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International%20Pentecostal%20Church%20of%20C
hrist/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered/1914/FPHC/1914_03_01.pdf [Consulta:
11 de octubre de 2011].
138
Berger Johnson, “To work among natives in South America” Bridegroom’s Messenger,
Vol. VII, no. 157 (15 de junio de 1914) p. 2 [en línea] http://ifphc.org/Digital
Publications/USA/International%20Pentecostal%20Church%20of%20Christ/Bridegroom%27
s%20Messenger/Unregistered/1914/FPHC/1914_06_15.pdf [Consulta: 11 de octubre de
2011].
139
Berger Johnson, “South America, December 6, 1914”, Word and Work Vol. 37, No, 2
(febrero de 1915) p. 58.
140
Wood, Diary Book 3, 7 de noviembre y 10 de noviembre de 1916.
45
hay aspectos históricos de esta misión que todavía quedan por estudiar.141
2.7. Conclusión
141
Bundy, Visions of Apostolic Mission, sobre Johnsen, véase especialmente pp. 347-350;
César Ceriani Cernadas y Silvia Citro, “El movimiento del evangelio entre los Toba del
Chaco argentino. Una revisión histórica y etnográfica,” en: Bernardo Guerrero Jiménez
(comp.), De Indio a Hermano: pentecostalismo indígena en América Latina, Iquique, Chile,
Ediciones Campus, Universidad Arturo Prat, 2005, pp. 111-170; Ceriani Cernadas. “La
misión pentecostal escandinava en el Chaco argentino: Etapa formativa: 1914 –
1945”;Iversen, 35 Años entre los Indígenas; Rakel Agathe YstebØ, La Misión Pentecostal en
Embarcación: Conversiones y cambios socio-culturales entre los indígenas afectados por la
misión de Berger Johnsen (1916-1945), Tesis inédita para el título de Magister en Estudios
Latinoamericano, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de San Martín, Buenos
Aires, 2010.
46
3.1. Introducción
Camila Valdez era madre soltera con hijos jóvenes. ¿A quién pertenecía?
¿Quién vigilaba por ella? En este capítulo intentaremos reconstruir la biósfera de
doña Camila y de unas decenas de miles de otras personas en Gualeguaychú a
principios del siglo XX. Queremos llegar a entender específicamente la biósfera de
la Misión Evangélica donde Camila pudo por fin encontrar su voz en clamor a Dios.
¿Había luz en Gualeguaychú o “estaba desadornada y vacía” como la tierra antes
de que fuera la luz?142
142
Génesis 1:2. Nos referimos aquí al mismo texto bíblico al cual los autores de The
Neglected Continent hicieron alusión en su prólogo, el cual citamos en nuestra introducción.
48
143
Fernández, “Hacia la urbanización del paisaje” en Fernández y otros, Historia de San
José de Gualeguaychú, p. 26.
144
Fernández, “Hacia la urbanización del paisaje” p. 25.
49
las haciendas. Su trabajo fue facilitado por jurisdicción legal que le otorgaba los
derechos necesarios para comprar, vender y administrar en la ausencia de sus
esposos. Ellas debían mantener su fidelidad conyugal celosamente, mientras sus
esposos prestaron sus hijos ilegítimos mestizos o mulatos a la mano de obra. 145
Dentro de esta visión de la sociedad colonial se debe entender, según Mascheroni,
una jerarquía rígida y paternal.
A través de las gestiones del general Urquiza a mediados del siglo XIX
(aproximadamente entre 1840 y 1870) la calidad de vida en el contexto urbano de
la villa, y luego ciudad, mejoraba. En 1851, el caudillo entrerriano elevó a
Gualeguaychú a la categoría de ciudad.147 Aseguró la llegada del telégrafo, de dos
imprentas, y facilitó los estudios universitarios de los hijos de las familias más
importantes y más allegadas a su gestión como gobernador. 148 Las profesiones
médicas, legales y de la ingeniería aportaron a las mejoras en la calidad de vida de
la clase media. Durante su gestión como primer presidente constitucional de la
Nación Argentina, estableció su capital provisoriamente en Paraná, debido a la
secesión de Buenos Aires. La capital provincial se desplazó a Concepción del
Uruguay, y Gualeguaychú fue elevada a la segunda ciudad de la provincia. La
importancia tanto del hombre Urquiza como de la ciudad de Gualeguaychú hizo que
muchas de las batallas de las distintas contiendas por el poder nacional y regional
se llevaran a cabo en las calles de Gualeguaychú.
145
Leticia María Mascheroni, “Del ámbito social y sus pautas culturales”, en Fernández y
otros, Historia de San José de Gualeguaychú, pp. 430-432.
146
Mascheroni, “Del ámbito social”, pp. 450-451.
147
Fernández, “Hacia la urbanización del paisaje”, p. 85.
148
Mascheroni, “Del ámbito social”, pp. 469-470, 506-507;
50
Según una carta escrita por una de las misioneras compañeras de Alice
Wood, May Kelty, la ciudad tenía unos 20.000 habitantes en 1910.152 Aunque según
149
Fernández, “Hacia la urbanización del paisaje”, p. 121.
150
“Población, Hogares y Viviendas - Censo Histórico” en Dirección General de Estadística
y Censos, provincia de Entre Ríos [en línea] http://www.entrerios.gov.ar/dec/ [Consulta: 3 de
diciembre de 2014].
151
Fernández, “Hacia la urbanización del paisaje”, p. 122 y “Población, Hogares y
Viviendas”.
152
H. May Kelty, “New Missionaries in South America,” Bridegroom’s Messenger Vol. 3, No.
59 (1 de abril de 1910) p. 4 [en línea]
http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International%20Pentecostal%20Church%20of%20C
hrist/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered/1910/FPHC/1910_04_01.pdf [Consulta:
11 de octubre de 2011].
51
otra carta escrita por Wood en 1914, la ciudad contaba con 30.000. 153 Según la
Jefatura Política de Gualeguaychú, en 1881 la población urbana y suburbana era
de 13.196 habitantes. 154 No podemos confirmar los datos de la población de
Gualeguaychú en la década de 1910. Sin embargo, siguiendo las estadísticas
demográficas para el país presentadas por Susana Torrado, entre 1880 y 1889,
ingresaron 614.900 inmigrantes de ultramar; entre 1895 y 1904 entraron 469.900
inmigrantes; y entre 1905 y 1913, llegaron 1.397.500 inmigrantes. 155 Se trata del
período de mayor inmigración europea en la historia de la República Argentina.
Jorge Francisco Liernur explica que se trataba de “una revolución urbana” por el
crecimiento repentino de las pequeñas y medianas ciudades.156 Es difícil confirmar
si la población de Gualeguaychú se duplicó en el período 1881-1914, sin embargo
es innegable que hubo una explosión demográfica importante.
Notamos aquí también que, según las estadísticas presentadas por Torrado,
aproximadamente un 60% de los inmigrantes entre 1880 y 1923 eran varones
solteros.157 La autora señala que para 1914, en la población total de la Argentina la
relación de masculinidad era de 116 varones por 100 mujeres. 158 No tenemos los
datos demográficos exactos de Gualeguaychú. Nari sugiere que la inmigración
masiva de varones solteros revirtió una tendencia demográfica. Las guerras civiles
en la primera parte y a mediados del siglo XIX, en las cuales Gualeguaychú sirvió
de campo de batalla en más de una oportunidad, trajeron una mayor tasa de
mortandad varonil y la relación de masculinidad habría sido muy por debajo de la
población femenina antes de 1880.159 En la contienda contra Caseros, el 70% de la
población masculina de Gualeguaychú participaba en las milicias del General
Urquiza.160 Estos cambios demográficos importantes en la relación de masculinidad
traen cambios también en conceptos, actitudes y roles de género. En un primer
momento histórico, las mujeres debían saber manejarse pública y legalmente para
asegurar sus viviendas y los ingresos económicos de sus familias. En un segundo
153
Alice Wood, “Romanism in Argentina: Appalling Conditions in South American City and
What is Being Done to Relieve These Conditions by the Pentecostal Missionaries” Word and
Witness Vol. 10, No. 8 (agosto de 1914) p. 4 [DVD] Assemblies of God Publications, Pre-
WWII.
154
Fernández, “Hacia la urbanización del paisaje”, p. 146.
155
Torrado, Historia de la familia, p. 91.
156
Jorge Francisco Liernur, “La construcción del país urbano”, enLobato (dir.) El Progreso,
la Modernización y sus Límites, p. 411.
157
Torrado, Historia de la familia, p. 95.
158
Torrado, Historia de la familia, p. 101.
159
Marcela Nari, Políticas de Maternidad, p. 55.
160
Silvia Razzetto de Broggi, “Espacios e itinerarios en tiempos de guerra” en Fernández y
otros, Historia de San José de Gualeguaychú, p. 306.
52
161
Alice Wood, Diary Book 3, 10 de septiembre de 1912. Ver también los mapas en el
apéndice 1.
162
Alice Wood, “From South America. Mission Evangelica, Gualeguaychui, E.R., Argentina,
So. Am., March 19, 1910,” Bridegroom’s Messenger Vol. 3, No. 63 (15 de mayo de 1910) p.
4 [en línea] http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International%20Pentecostal%20
Church%20of%20Christ/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered/1910/FPHC/1910_0
5_15.pdf [Consulta: 11 de octubre de 2011].
53
163
Sin autor, “Los ferrocarriles: sus orígenes,” Historia del Ferrocarril en Argentina enTodo
Tren [en línea] http://www.todotren.com.ar/mundo/origen_2.htm [Consulta: 31 de mayo de
2010 y 19 de febrero de 2014].
164
Alice Wood, Diary Book 3, ver las entradas desde el 30 de julio hasta el 2 de agosto de
1911; desde el 30 de abril hasta el 4 de mayo de 1912; 26 y 29 de abril de 1914.
165
Véase El Censor, notas varias desde el lunes 31 julio de 1911, Año XI, Num. 1826 hasta
el miércoles 9 agosto de 1911, Año XI, Num. 1834; y otra vez desde el 30 abril de 1912,
Año XII, Num. 2045 hasta el 3 mayo de 1912, Año XII, Num. 2047. Los detalles están en la
bibliografía. La creciente de 1911 fue particularmente desastrosa, y las notas en primer
plano de El Censor describen el horror de las inundaciones y expresan una furia hacia los
políticos que no supieron elevar un censo poblacional de los habitantes del bosque y por
ende, no supieron prevenir la pérdida de vidas y la destrucción de los hogares tan precarios.
54
166
Torrado, Historia de la familia, pp. 377-388; Liernur, “La construcción del país urbano”,
pp. 433-440; Nari, Políticas de maternidad, p. 55-62; Estos estudios concentran su mirada
en la ciudad de Buenos Aires o en la provincia de Buenos Aires. Torrado y Nari incluyen
tablas de estadísticas que comparan con algunas otras provincias, pero no con las ciudades
en ellas. Haría falta una investigación minuciosa de la clase obrera en Gualeguaychú para
señalar las divergencias y los puntos en común. Las tablas estadísticas que presentan
Torrado, Historia de la familia, pp. 82-114 y Nari, Políticas de maternidad, pp. 277-296
sugieren que hubo importantes diferencias demográficas entre la ciudad de Buenos Aires y
la provincia de Entre Ríos en cuanto a las tasas de natalidad, mortandad, el índice de
masculinidad, la alfabetización, las tasas de matrimonios legítimos o de hecho, las tasas de
hijos ilegítimos y otras características. Si las características demográficas en la
municipalidad de Gualeguaychú se asemejaban más a las estadísticas entrerrianas o a las
porteñas, no lo hemos averiguado.
167
Torrado, Historia de la familia, pp. 377-388 y Nari, Políticas de maternidad, pp. 55-62
explican las condiciones de vivienda de las clases obreras en la ciudad de Buenos Aires. La
mayoría de las familias que vivían en los conventillos eran inmigrantes.
168
Oscar Alejandro Guimera, “Incidencia de la geografía y los recursos naturales en la
economía” en Fernández y otros, Historia de San José de Gualeguaychú, p. 380.
169
Fernández, “Hacia la urbanización del paisaje”, p. 93.
170
Fernández, “Hacia la urbanización del paisaje”, pp. 104-105.
55
171
Honorable Concejo Deliberante de la Municipalidad de Gualeguaychú, Provincia de Entre
Ríos, Municipalidad de Gualeguaychú, Recopilación de Ordenanzas, Decretos y
Resoluciones, Años 1907 al 1911, Buenos Aires, L.J. Rosso & Cía, 1912, pp. 23-29.
172
Honorable Concejo Deliberante, Recopilación de Ordenanzas, pp. 23-24.
173
Guimera, “Incidencia de la geografía”, p. 384.
174
Alice Wood, “Romanism in Argentina”.
56
de la ciudad no se abrió hasta enero de 1925. 175 Si la ciudad contaba con una
población de entre 20.000 y 30.000 personas, la infraestructura eclesiástica no
daba abasto para atender a la catequesis y a los sacramentos para toda la
población.
175
“La Sagrada Familia”, en “Parroquias”, “Nuestra Diócesis”, Obispado de Gualeguaychú
[en línea] http://www.obispadogchu.org.ar/obispado/parroquias.htm [Consulta: 22 de febrero
de 2014].
176
Di Stefano, Ovejas Negras, especialmente los capítulos 4 y 5, pp. 191-311. Di Stefano
define el jesuitismo: “Para sus detractores, el jesuitismo no es un patrimonio exclusivo de
los hijos de San Ignacio: es una actitud, una cosmovisión que puede arraigar en cualquier
creyente… Propone imponer un régimen teocrático y detener el progreso de la humanidad,
engrillando las mentes y las almas de los hombres y en particular las de los jóvenes que se
educan en las aulas de los ignacianos” p. 192.
177
Bubello, Historia del Esoterismo.
178
Bubello, Historia del esoterismo, p. 100.
57
3.5.1. La fe católica
Las fuentes primarias demuestran las tensiones entre las ideas, por un
lado, de una laicidad católica, y por otro, de una catolicidad con pretensiones
hegemónicas. El liberalismo en Gualeguaychú, tal como se lo puede interpretar
desde las páginas del periódico El Censor en el centenario argentino, se demuestra
179
Fernández, “Hacia la urbanización del paisaje”, p. 113; Mascheroni, “Del ámbito social y
sus pautas culturales”, pp. 510-511.
180
Fernández, “Hacia la urbanización del paisaje”, pp. 112-114; Mascheroni, “Del ámbito
social,” pp. 510-511.
181
Lilia Ana Bertoni, “¿Estado confesional o laico? La disputa entre librepensadores y
católicos en el cambio del siglo XIX al XX”, en: Lilia Ana Bertoni y Luciano de Privitellio
(compiladores), Conflictos en Democracia – La vida política argentina entre dos siglos,
Buenos Aires, Siglo Veintiuno, 2009, p. 56.
58
católico pero tolerante. Los registros de la parroquia nos dejan ver una
intransigencia mayor de parte del presbítero Miguel Torres frente a la laicidad de las
funciones públicas. El presbítero anotó en el registro de bautismo de María Doldán
que era hija “natural” de “matrimonio civil”. 182 O sea, no reconoció la legitimidad del
nacimiento de la niña porque los padres no se habían casado por iglesia.
“Pedimos oración por un pueblo que dice que la Biblia es un libro malo y la queman.
Los sacerdotes católicos aún hasta la compran para quemarla. Oren por un pueblo
cuya religión es en verdad, un paganismo bautizado, como alguien lo ha llamado….
Oren por los millones aquí quienes, cansados de la enseñanza romista [sic] y de las
prácticas de los sacerdotes mismos, se han volcado al otro extremo del ateísmo y del
183
libre pensamiento.”
Un mes después de mandar esta carta a la revista, Wood anota en su Diary
que “los sacerdotes amenazan con encarcelar a Johnsen por vender tratados.”184
“En Viernes Santo, los „devotos‟ andan vestidos de negro, las banderas están a media
asta hasta que vuelvan a sonar las campanas, y los fuegos artificiales explotan el
sábado a la mañana.”185
182
"Argentina, Entre Ríos, registros parroquiales, 1764-1983," index and images,
FamilySearch [en línea] https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-1-13053-68203-50?cc=
1974185&wc=M8JY-HMS:256498501,256497502,256573501 Argentina, Entre Ríos,
registros parroquiales, 1764-1983 > Gualeguaychú > San José > Bautismos 1896-1900 >
image 20 of 436 [Consulta: 2 de julio de 2014].
183
Alice Wood, “Light in Dark South America”.
184
Wood, Diary Book 3, 15 de mayo de 1912.
185
Alice Wood, “Romanism in Argentina”.
59
“Viernes Santo: Las llevé a las hermanas Kelty a ver la procesión y a escuchar el
sermón desde las 16.30 hasta las 17.30. Primero vino el crucifijo acompañado por
dos candelabros a cada lado llevados por monaguillos, segundo, una imagen de Juan
el apóstol en blanco con una cinta roja cruzada por atrás, en tercer lugar, la virgen en
duelo con una corona de oro. El cuarto escenario era un ataúd de vidrio trabajado en
madera dorada con una imagen de Jesús demostrando su costado herido, etc.
Caminaron en procesión alrededor de la plaza, seguido por el sermón en el que el
sacerdote (había tres sacerdotes al menos presentes) dijo, „Abandonan a la Virgen
todos los pecadores‟ „ingleses‟, etc.”186
En general, Wood sigue la retórica establecida por las crónicas de otros
misioneros anglo-parlantes hacia el final del siglo XIX, como lo presenta Paula
Seiguer en su estudio sobre los textos escritos por misioneros protestantes entre
1870 y 1930.187 Aparentemente, Don Osvaldo Magnasco compartía la visión de una
decadencia moral hacia la cual marchaba el país. Su respuesta, como la de los
misioneros evangélicos, era de acercar la población en general a la Biblia, aunque
sea dentro de los parámetros de la Iglesia Católica. Las clases altas de
Gualeguaychú también mostraban una inquietud católica por lo que entendían por
un mejoramiento cultural y moral de la población.
186
Alice Wood, Diary 2nd Book, 25 de marzo de 1910.
187
Seiguer, “La „moralidad degradada‟”.
60
“Una mujer de cerca de la estación vino para que le oráramos. Una adúltera. Le
dimos un Nuevo Testamento y folletos, la ungimos y oramos por su sanidad. Ella
también oró, nos preguntó cuánto cobrábamos, si debería ir otra vez a la Iglesia
Católica o si debería atender los cultos aquí.“188
Puede ser la misma mujer que ella describe en su carta, “Romanism in
Argentina”:
“Hace unas semanas, una mujer enferma vino para que oráramos por su sanidad.
Luego de hacerle preguntas a ella, descubrimos que estaba viviendo una vida de
pecado y vergüenza, y no estaba dispuesta a romper con esa vida y seguir a Jesús.
Ella estaba ansiosa por la sanidad, pero no quería al Sanador; sin embargo, le
explicamos claramente el camino de la vida, la salvación, y lo que le costaría para
obtenerla. Oramos con ella, le dimos algunos tratados buenos y una copia del Nuevo
Testamento para que otro se lo leyera, ya que no sabe leer ella misma. (El cuarenta y
189
nueve por ciento de los argentinos son analfabetos).”
Si esta mujer era adúltera, “viviendo una vida de pecado y vergüenza”, o si
era prostituta, no sabemos. La pregunta por cuánto cobraban por la oración, puede
indicar que existía una costumbre de pagar a manosantas para diversos problemas
de salud; o que acostumbraban pagar por misas especiales en la parroquia
católica. Según Bubello, “los curanderos eran… los médicos, sobre todo de los
190
campesinos de las regiones rurales,” mientras que en el ámbito urbano
prevalecían los manosantas quienes buscaban “efectuar la curación invocando una
gratis data, es decir, un poder especial y extraordinario otorgado por Dios.” 191 Esta
mujer probablemente había escuchado que se enseñaba sobre la sanidad divina en
la Misión Evangélica, y se acercó buscando un manosanta, y no la sanidad divina
en el sentido que entendía Wood.
En otro ejemplo también del 1914, dos hombres de un grupo que Wood
denomina “el harén del Tata Dios”, vinieron a enfrentarla. Pero dos meses más
tarde, ella anota que la gente de “Tata Dios”, luego de visitarla tres veces, vino a
comprar un libro. Seis fueron al culto por primera vez. Unos días después, los
misioneros ungieron a una de las mujeres del grupo que estaba enferma, y fueron a
visitar varias otras. La mujer a la que ungieron se sanó y vino a la misión alabando
a Dios por la sanidad. La asistencia a los cultos y a la escuela dominical aumentó
188
Alice Wood, Diary Book 3, 17 de abril de 1914. Para los distintos estamentos sociales en
Gualeguaychú en la segunda mitad del siglo XIX, véase Mascheroni, “Del ámbito social”, pp.
450-452.
189
Alice Wood, “Romanism in Argentina”.
190
Bubello, Historia del Esoterismo, p. 31, las itálicas son originales.
191
Bubello, Historia del Esoterismo, p. 39, las itálicas son originales.
61
192
Ver Alice Wood, Diary Book 3, 16 de julio de 1914; 8, 12 y 14 de septiembre de 1914.
193
Bubello, Historia del Esoterismo, p. 31.
194
Wood, Diary Book 3, 10 de octubre de 1914.
195
Wood Diary Book 3, 23 y 29 de noviembre de 1914.
196
Bubello, Historia del esoterismo, pp. 97-99.
197
Bubello, Historia del esoterismo, pp. 79-81.
62
presidente Roca y famosos médicos y psiquiatras como José María Ramos Mejía y
José Ingenieros.198 Si la magia estaba en boga en esta época en la Capital Federal,
seguramente atraía interés en una ciudad como Gualeguaychú. La reacción que se
sintió en la Misión Evangélica luego de los contactos con la gente del Tata Dios
puede haber sido parte de esta intriga.
198
Bubello, Historia del esoterismo, p. 89.
199
Wood, Diary Book 3, 20 de mayo de 1915. La construcción de esta frase de Wood en
inglés es torpe e intentamos una traducción que respetara la misma torpeza.
200
Véase la discusión sobre el gualicho en Bubello, Historia del Esoterismo, pp. 27-29.
201
Alice Wood, Diary 2nd Book, 8 de mayo de 1910.
202
Bubello, Historia del Esoterismo, p. 82. Bubello describe cinco características del
esoterismo moderno las cuales incluyen entre otras, la construcción de doctrinas altamente
eruditas, la acción de especialistas específicos, la formación de grupos y congregaciones en
espacios urbanos de sociabilidad específicos, y la activa participación en la actividad política
e intelectual del país, pp. 82-83.
203
Constitución de la Provincia de Entre Ríos de 1903, artículo 5, “Es inviolable en el
territorio de la Provincia el derecho que todo hombre tiene para rendir culto á Dios, libre y
públicamente, según los dictados de su conciencia, sin más limitación que la moral, las
buenas costumbres y el orden público,” en Wikisource, [en línea] http://es.wikisource.org/
wiki/Constitución_de_Entre_R%C3%ADos_de_1903 [Consulta: 22 de agosto de 2014].
204
Di Stefano, Ovejas Negras, p. 296.
63
205
Bubello, Historia del esoterismo, pp. 60-61.
206
Roberto di Stefano, Ovejas Negras, pp. 305-311.
64
barrio desde las zonas más campestres, y la evidencia que se acercaron personas
con vínculos con el esoterismo de los pueblos originarios, nos hace ver que el
pentecostalismo ofrecía valores simbólicos que tenían sentido en las culturas
populares.
Como veremos abajo, las líneas divisorias de valores culturales entre lo que
podríamos llamar “popular” en contraste con lo “profesional” o universitario, no eran
siempre claras. Los sacerdotes católicos, aunque no necesariamente aplaudían la
modernidad que acompañaba los profesionales universitarios y la laicización del
estado, eran también varones con un alto grado de formación académica en la
teología.
207
“Templo Protestante,” El Censor Año II, Num. 113 (21 de marzo de 1902) p. 1; “Albino de
Mathesies,” El Censor Año II, Num. 140, (1 de julio de 1902) pp. 1-2.
208
“Conrado Saller con Braulia Lorenza Lamas”, Acta No. 22, Año 1906 Registro Civil de las
Personas, Gualeguaychú, Matrimonios, Ciudad, folios 24-25. Indica que Saller era oriundo
de Walestat, Suisa.
209
Alice Wood, Diary Book 3, 6 de julio de 1914; Alice Wood, “South America,” Bridegroom’s
Messenger Vol. 6, No. 137 (1 de agosto de 1913) p. 1 [en línea]
http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International%20Pentecostal%20Church%20of%20C
hrist/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered/1913/FPHC/1913_08_01.pdf [Consulta:
11 de octubre de 2011].
210
Alice Wood, Diary Book 3, 5 de agosto de 1914.
211
René Krüger, conversación por correo electrónico, 3 y 4 de diciembre de 2014.
212
Sixth Annual Report of the Christian and Missionary Alliance, Nyack, Nueva York, 5 de
junio de 1903, p. 19, [en línea] http://www.cmalliance.org/resources/archives/
downloads/annual-report/annual-rpt1903.pdf [Consulta: marzo de 2011].
213
Alice Wood, Diary, 2nd Book, 28 de febrero de 1910.
214
Jack Shannon, A History of the Christian and Missionary Alliance in Argentina, tesis
inédita para el título de doctor en misiología, Deerfield, IL, Trinity Evangelical Divinity
School, 1989, p. 7.
215
Shannon, A History of the Christian and Missionary Alliance, p. 22.
66
216
Sixth Annual Report of the Christian and Missionary Alliance, 5 junio 1903, p. 19.
217
Shannon, A History of the Christian and Missionary Alliance, p. 23.
218
Annual Survey and Report of the Christian and Missionary Alliance, 1903-04, Nyack,
Nueva York, junio de 1904, p. 27 [en línea] http://www.cmalliance.org/resources/archives/
downloads/annual-report/survey-rpt1903-04.pdf [Consulta: marzo de 2011].
219
Eighth Annual Report of the Christian and Missionary Alliance, Nyack, Nueva York, 3 de
mayo de 1905, p. 24 [en línea] http://www.cmalliance.org/resources/archives/
downloads/annual-report/annual-rpt1905.pdf [Consulta: marzo de 2011]. La traducción es
nuestra.
220
President’s Report of the Christian and Missionary Alliance for the year, 1905-6, Nyack,
Nueva York, 30 de mayo de 1906, p. 14 [en línea]
http://www.cmalliance.org/resources/archives/downloads/annual-report/presRpt1905-06.pdf
[Consulta: marzo de 2011].
67
221
Eleventh Annual Report of the Christian and Missionary Alliance, Nyack, Nueva York, 27
de mayo de 1908, p. 27 [en línea] http://www.cmalliance.org/resources/archives/
downloads/annual-report/rpt1907-08.pdf [Consulta: marzo de 2011].
222
Thirteenth Annual Report of the Christian and Missionary Alliance, Nyack, Nueva York,
24 de mayo de 1910, p. 24 [en línea] http://www.cmalliance.org/resources/archives/
downloads/annual-report/rpt1910.pdf [Consulta: marzo de 2011].
68
que, desde un sector, habrían apoyado la enseñanza católica o, desde otro, que
habrían intentado formar a los ciudadanos con valores anti-clericales o aún ateos.
223
Razzetto de Broggi, “Espacios e itinerarios en tiempos de guerra”, pp. 316-320.
224
Roberto Di Stefano, “El pacto laico argentino (1880-1920),” PolHis 8 (Segundo semestre
de 2011), pp. 80-89 [en línea] http://historiayreligion.com/2012/03/di-stefano-roberto-el-
pacto-laico-argentino-1880-1920-polhis-8-2º-semestre-de-2011-80-89/ [Consulta: 20 de
octubre de 2013].
69
225
Bertoni, “¿Estado confesional o estado laico?”, p. 45.
226
Mascheroni, “Del ámbito social,” p. 421.
227
Wood, “Romanism in Argentina”. Este dato se confirma en Torrado, Historia de la
Familia, p. 263. Torrado incluye un gráfico que nota que el porcentaje de nacimientos
extramatrimoniales en la provincia de Entre Ríos en 1916 era de 34,2. Marcela Nari indica
que los nacimientos ilegítimos en Entre Ríos en 1910 era de 36,3%, Políticas de
maternidad, p. 282.
228
Reynoso, “El camino en busca del bien común”, pp. 229, 230, 235.
229
Mascheroni, “Del ámbito social”, p. 515.
70
“No se recuerda, ni en las épocas pasadas que en estos sitios moraba una escasa
población dispersa entre los intrincados bosques, á largas distancias un rancho de
otro, que se carecía de todo elemento para salvataje en las grandes crecidas, que
hayan habido tan numerosas desgracias personales como las que ha causado el
230
último temporal….”
La nota da a entender que en algún sector del bosque a las orillas del río
Gualeguaychú hubo una población que no estaba registrada, hasta que las canoas
y lanchas de rescate empezaron a investigar toda la zona afectada por la
inundación.231
Lo que nos interesa aquí son dos temas: primero, el hecho de que las
instituciones eclesiásticas y las cívicas-laicas no alcanzaban para atender a todos
los ciudadanos a principios del siglo XX; y segundo, que la fe católica aparece y se
refuerza en muchos ámbitos, públicos y privados y no se limita estrictamente a las
esferas de la institución eclesiástica.
3.6.2. La masonería
230
“Las desgracias de estos días,” El Censor, Año XI, Num. 1834 (9 de agosto de 1911) p.
1.
231
Para toda la historia de este temporal, la creciente y las pérdidas de vida humana, de
ganado, de viviendas y de comercios que provocó, léanse las notas en El Censor, Año XI,
números 1826-1834, del 31 de julio hasta el 9 de agosto de 1911. Menos la nota del primer
día del temporal (que apareció en la p. 3), el resto de las notas apareció diariamente en la
primera página en primer plano. Véanse los detalles en la bibliografía al final.
232
Enrique Dussel, “Tensiones en el espacio religioso: Masones, liberales y protestantes en
la obra de Mariano Soler (1884-1902)”, en Jean-Pierre Bastian (compilador) Protestantes,
liberales y francmasones: Sociedades de ideas y modernidad en América Latina, siglo XIX,
México, CEHILA y Fondo de Cultura Económico, 1990, pp. 29-32; Jean-Pierre Bastian,
Historia del Protestantismo en América Latina, México, CUPSA, 1990, pp. 116-123. A tal
punto que Sydney Rooy sugiere que Sarmiento tenía un “virus protestante”, en “La
tolerancia religiosa y la llegada del protestantismo a América Latina”, en Carlos Mondragon
(editor) Ecos del Bicentenario: El protestanismo y las nuevas repúblicas latinoamericanas,
Buenos Aires, Ediciones Kairós, 2011, p. 29.
233
Mascheroni, “Del ámbito social”, p. 495.
71
3.6.3. La educación
234
Mascheroni, “Del ámbito social”, pp. 493-497.
235
Mascheroni, “Del ámbito social”, p. 495-496. La autora refiere a dos obras en esta cita:
Manuel E. Macchi, Urquiza y el catolicismo, Santa Fe, Editorial Castelli, 1969; Alcibíades
Lappa, La Masonería a través de sus hombres, Buenos Aires, Establecimiento gráficos R.
Rego, 1966.
236
Fortunato Mallimaci, “Las paradojas y las múltiples modernidades en Argentina” en
Fortunato Mallimaci (comp.) Modernidad, religión y memoria, Buenos Aires, Colihue, 2008,
p. 2.
237
Mirta Zaida Lobato, “Estado, gobierno y política en el régimen conservador”, en Lobato
(dir.), El progreso, la modernización y sus límites (1880-1916), p. 188.
72
238
Nati Sarrot, “Gualeguaychú se abre a las luces de la cultura” en Fernández y otros,
Historia de San José de Gualeguaychú, p. 404.
239
Sarrot, “Gualeguaychú se abre a las luces de la cultura”, p. 403.
240
Reynoso, “El camino en busca del bien común”, p. 219; Sarrot, “Gualeguaychú se abre a
las luces de la cultura”, p. 402.
73
“Hay un sentimiento fuerte creciendo aquí en medio de los hombres en contra de los
católicos. Los muchachos de la Escuela Normal están editando un periódico en contra
de los sacerdotes, publicando cosas escandalosas sobre ellos. El sacerdote se fue
del pueblo. Este periódico enseña las doctrinas de Darwin y del libre pensamiento y
es esencialmente infiel en su influencia.”245
Ya hemos indicado antes que Wood se preocupaba por el creciente ateísmo
en Gualeguaychú.246 Ambas misioneras reflejan un sentido de superioridad cultural
al menospreciar el ateísmo y el libre pensamiento. El menosprecio del libre
pensamiento no se limitaba a los misioneros. Magnasco y otros que apoyaban la
idea de una “nación católica” querían introducir la Biblia como texto obligatorio en
las escuelas en los primeros años del nuevo siglo.247 Seguramente el proyecto de
Magnasco habría tenido apoyo entre la alcurnia de Gualeguaychú, y también sus
detractores.
241
H. May Kelty, “New Missionaries in South America”.
242
Alice C. Wood, “South America – Argentina, So. Am.” Bridegroom’s Messenger (1 de
septiembre de 1913) p. 4 [en línea] http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/
International%20Pentecostal%20Church%20of%20Christ/Bridegroom%27s%20Messenger/
Unregistered/1913/FPHC/1913_09_01.pdf [Consulta: 11 de octubre de 2011].
243
Sarrot, “Gualeguaychú se abre a las luces de la cultura”, p. 402; Shannon, History of the
Christian and Missionary Alliance, p. 27; Rooy, “La tolerancia religiosa”, pp. 28-29.
244
Sarrot, “Gualeguaychú se abre a las luces de la cultura”, pp. 406-407.
245
H. May Kelty, “From Sister May Kelty,” Bridegroom’s Messenger, 15 de marzo de 1911,
p. 1.
246
Wood, “Light in Dark South America”.
247
Bertoni, “¿Estado confesional o estado laico?”, p. 56.
74
“Esta es una gente soberbia, ignorante y sin cultura en la mayoría de los casos, y
muchas veces es adinerada pero sin estudios. El engaño en los negocios predomina
en todos lados, a tal punto que uno teme tener que tratar con ellos. La mayoría de
ellos no tiene ni buen carácter ni buenos principios, son avaros, degradados aunque
muchos se vistan de ropaje elegante y pretendan pertenecer al círculo privilegiado de
248
la sociedad.”
Es difícil, a esta altura, saber hasta qué punto la descripción de Wood aquí
se puede fundamentar históricamente, y cuánto habría de exageración con el
propósito de atraer a más misioneros y más fondos para apoyar la misión
pentecostal. La perspectiva de Wood es más negativa que la de los historiadores
de Historia de San José de Gualeguaychú. Parece que a través de las escuelas
normales, la educación en Entre Ríos y en Gualeguaychú estaba girando hacia el
cientificismo ateo o no religioso, sin embargo, perduraban colegios católicos en la
ciudad. La presencia de los distintos establecimientos educativos sin duda
representaba una diversificación de ideologías con respecto a la fe en Dios y en la
Iglesia Católica específicamente, aunque tanto la Iglesia como el Estado se estaban
preocupando por la instrucción y el mejoramiento de la sociedad en general, a su
manera de ver.
Las clases menos ilustres habrían sido un campo de batalla entre las élites
que querían propagar sus ideologías a través de las escuelas. De alguna manera u
otra, la gente común se habrá esforzado para desarrollar y defender su propia
cultura en medio del tironeo entre las ideologías católicas y las del libre
pensamiento. El pentecostalismo, que surgió como una religión de la gente común
en los países del norte, no iba a encajar ni dentro de la élite católica ni dentro de los
libre pensadores –en donde muchas veces otros protestantismos solían
248
Wood, “Romanism in Argentina”.
75
249
Di Stefano, Ovejas Negras, y Bertoni, “¿Estado confesional o estado laico?”.
250
Torrado, Historia de la familia, pp. 112, 114.
251
“1º de Mayo”, El Censor Año II, Num. 118 (11 de abril de 1902) p. 1.
76
“Asi se dignificó, entrando á deliberar como elemento eficiente en todos los ramos del
progreso humano, ocupando en la sociedad una posición que antes le era negada,
por la absorción de los grandes capitalistas que empleaban la robustèz de su brazos,
sin considerar que á ellos debían su prosperidad, que eran la palanca poderosa, la
base de la prosperidad de los pueblos.
“Luego surgió el Partido Socialista, que hoy es una asociación poderosa y respetada
en el Universo, porque su misión es de paz y de progreso y cuenta en sus filas con
prohombres á los que la humanidad reconoce como benefactores de su bienestar.
“Este partido, bajo cuyos auspicios la clase trabajadora marcha progresista hacia un
porvenir lisonjero, solemniza en el 1º de Mayo, su mas grande acontecimiento, el grito
de redención, de ese imprescindible factor de la civilización, á cuyo esfuerzo, los
“pueblos engrandecen, porque fructifican el ancho campo del progreso, con el sudor
de su frente.”252
El autor insiste en la idea del progreso de la humanidad, el progreso de la
clase obrera y la importancia de los “prohombres”. En cuanto haya progreso para
todos, este periódico está de acuerdo con la organización de la clase obrera. Sin
embargo y a pesar de este elocuente homenaje, el periodista resiste entrar en
discusión sobre “los diverso [sic] fines que persigue el socialismo”. 253 Esta duda
sobre las metas y procedimientos específicos del socialismo sobresale del mismo
periódico pocos días después frente a una posible huelga de las lavanderas. Se
rezonga que “germina algo grave en nuestra población”:
252
“1º de Mayo”, p. 1.
253
“1º de Mayo”, p. 1.
77
“Se lamentan de que, mientras todos los gremios mejoran sus jornales, éllas en su
ruda labor obtienen un miserable salario. Siendo así, nos parece que el remedio está
en sus manos, comprendemos que la tarea del lavado de ropas sea improba, y que la
retribución sea escasa, pero, una reclamación justa, no puede desestimarse por los
patrones.
“Antes de dar pasos avanzados, tal vez prematuros y que pueden traer graves
consecuencias para gremios y patrones, deben arbitrarse con calma los medios de
254
adquirir lo que en justicia merezcan.”
El fundador de El Censor, Ramón Jurado, era militante del Partido
Autonomista Nacional, 255 un partido compuesto generalmente por una élite que
impulsaba el orden y el progreso.256 Se ve entre líneas en las dos notas citadas de
abril de 1902 un conflicto ideológico: un reclamo que se reconoce justificado, pero
sin apoyar los medios de reclamo – un apoyo a medias a las trabajadoras, y una
idealización de la justicia y generosidad que supuestamente sentiría la clase
patronal. Es justamente la falta de justicia y generosidad que Wood remarcaba en
su carta, “Romanism in Argentina”, que citamos arriba.
Los pocos números del periódico El Censor que hemos podido revisar, y el
Diary de Wood dan testimonio de huelgas en Gualeguaychú en nuestro período,
aunque no tenemos indicadores exactos de las metas materiales de los
254
“Huelga?”, El Censor Año II, Num. 129 (18 de abril de 1902) pp. 1-2,
255
Véase como ejemplo, la nota en primer plano, “El P.A.N.” del mismo número en el cual
salió el saludo a la clase obrera, El Censor (11 de abril de 1902) p. 1.
256
Para una descripción general del PAN, véase, Lobato, “Estado, gobierno y política en el
régimen conservador”, pp. 179-207.
257
Rocchi, “Un largo camino a casa”, pp. 159-190. Rocchi cita en la página 187, El País, 9
de febrero de 1900, p. 5.
78
huelguistas. En mayo de 1913, Wood indica que los empleados de las panaderías
estaban de huelga y que no tendrían pan salvo si iban a buscarlo ellos mismos.
Unos días después, el reparto del pan vuelve a normalizarse -el panadero mismo
les trae el pan a domicilio. 258 Unos años más tarde, cuando Wood se había
instalado en 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires, ella menciona huelgas
ferroviarias nacionales en septiembre y octubre de 1917, la segunda duró tres
semanas.259 Estas surgieron luego del período de su estadía en Gualeguaychú, que
es lo que nos interesa aquí.
Según Mirta Lobato, uno de los problemas detrás del malestar laboral era el
sistema impositivo. Lobato señala las injusticias y los desequilibrios del sistema
impositivo del Estado nacional a partir de sus esfuerzos de consolidación en la
década de 1880. Ya en 1890, según Lobato, la Federación Obrera se quejaba
porque el gobierno gravaba “los artículos de primera necesidad (y) se dejaba libre a
la clase alta de los hacendados de sostener los gastos del Estado.” 260 Unas
décadas más tarde, en 1923 en
258
Wood, Diary Book 3, 25 y 29 de mayo de 1913.
259
Wood, Diary Book 3, 23 y 30 de septiembre de 1917; 3, 11, 17 y 19 de octubre de 1917.
260
Lobato, “Estado, gobierno y política en el régimen conservador”, pp. 185-186. No se
presentan los datos bibliográficos de las fuentes primarias.
261
Lobato, “Estado, gobierno y política en el régimen conservador”, p. 185. No se presentan
los datos bibliográficos de las fuentes primarias.
79
población vivía en ranchos precarios –si hubieran tenido casas más sólidas, hubiera
sido más probable que la población urbana notara su presencia, por las compras y
la actividad de construcción que tales casas requerirían.
262
Torrado, Historia de la familia, pp. 377-386. Incluye numerosas fotografías de
conventillos y villas de emergencia en Buenos Aires. Los datos demográficos que analiza en
esta sección de su libro se limitan a la Ciudad de Buenos Aires.
263
Wood, Diary Book 3, 9 de junio de 1913.
264
Wood, Diary Book 3, 8 de marzo de 1914.
265
Comentario oral de Delcio Källsten, pastor de la IERP en Gualeguaychú, octubre 2009.
80
266
Lobato, “Entre la protección y la exclusión”, pp. 245-275.
267
Dora Barrancos, “Imágenes del deber ser masculino y femenino en el periódico masón
Tribuna Liberal (1909-1911)”, Sociedad y Religión Vol. XVIII No. 28/29 (2007) pp. 103-126.
268
Lobato, “Entre la protección y la exclusión”.
269
Por ejemplo en la Revista Eclesiástica del Arzobispado de Buenos Aires. Véase Lobato,
“Entre la protección y la exclusión,” pp. 258-261.
270
Norman Ruben Amestoy, “Las mujeres en el protestantismo rioplatense: 1870-1930”,
Franciscanum, Revista de las Ciencias del Espíritu, Vol. LIV, No. 157 (enero-junio de 2012)
pp. 51-81.
271
Lobato, “Entre la protección y la exclusión”, pp. 256-257.
272
Maxine Molyneux, “Ni Dios, ni Patrón, ni Marido: Feminismo anarquista en la Argentina
del siglo XIX”, en Maxine Molyneux, editora, La Voz de la Mujer: Periódico comunista-
anárquico de la Colección “La ideología argentina”, dirigida por Oscar Terán, Universidad
Nacional de Quilmes, 1997, pp. 11-40. El periódico, La Voz de la Mujer, sólo corrió durante
14 meses entre 1897 y 1898.
81
“La exigencia de la vida, que no permite muchas veces a un hombre hacer frente a
las exigencias del hogar, llevan a las mujeres a ocupar puestos públicos.
“En las oficinas, artes manuales, profesiones liberales, comercio etc., interviene la
mujer.
Leyendo entre líneas, suponemos que las mujeres que trabajaban fuera de
su hogar debían cumplir también con esta vocación hogareña. Nari sugiere que los
273
“Las Mujeres en la Política”, El Censor, Viernes 3 julio 1914, p. 1.
274
“Las Mujeres en la Política”
82
varones no realizaban las tareas domésticas. 275 Lobato indica que una de las
razones por las que los trabajadores varones querían una jornada de 8 horas era
para que pudieran perfeccionarse a través del estudio, mientras que las
trabajadoras lo querían para poder estar menos tiempo fuera del hogar y así tener
tiempo para remendar la ropa.276
275
Nari, Políticas de maternidad, p. 57.
276
Lobato, “Entre la protección y la exclusión”, pp. 247-248.
277
Nari, “El feminismo frente a la cuestión de la mujer“; Nari, Políticas de maternidad.
278
Nari, “El feminismo frente a la cuestión de la mujer,” p. 280.
279
Nari, “El feminismo frente a la cuestión de la mujer”, p. 285.
83
280
Nari, Políticas de maternidad, pp. 43-53.
281
Nari, Políticas de maternidad, pp. 34-54.
282
Nari, “El feminismo frente a la cuestión de la mujer”, p. 280-283.
283
Nari, Políticas de maternidad, p. 269.
284
Lobato, “Entre la protección y la exclusión”, pp. 249, 253. Nari, Políticas de maternidad,
pp. 86-87.
285
Nari, “El feminismo frente a la cuestión de la mujer”, p. 281.
84
286
Véase Rocchi, “Un largo camino a casa”.
287
Lobato, “Entre la protección y la exclusión”.
288
Nari, “El feminismo frente a la cuestión de la mujer”, p. 280. Explica que “la „cuestión de
la mujer‟, a principios del siglo XX en Argentina, era la „cuestión de la mujer obrera‟…. El
trabajo asalariado femenino se vinculaba, en primer término, a la „degeneración de la raza’
lo cual, para algunos, tenía consecuencias sociales y políticas nefastas.” El énfasis es
original.
289
Torrado, Historia de la familia, p. 161.
290
Véase por ejemplo la ya citada Recopilación de Ordenanzas, Decretos y Resoluciones,
Años 1907 al 1911 de la municipalidad de Gualeguaychú, pp. 23-29.
85
explican la evolución de las leyes con el surgimiento del Estado laico y la laicización
del matrimonio.291 A pesar de los cambios frente a la Iglesia, el valor legal y cultural
de las esposas no cambió. El marido era el tutor legal de su esposa y debía
administrar sus bienes materiales. El vínculo legal de los hijos era a través del
padre y no de la madre. El divorcio no se permitía, y en caso de que la pareja se
separara, los bienes y los hijos quedaban bajo el poder del esposo / padre. Las
condiciones que definían el adulterio eran distintas para el varón y para la mujer.
“Para demostrar que un varón era adúltero, debía probársele tener una „manceba‟
dentro o fuera de la casa. Para una mujer, en cambio, sólo bastaba una relación
sexual ocasional.”292 Las relaciones sexuales ocasionales con distintas mujeres no
se consideraban adulterio o infidelidad en los varones casados. Asimismo las leyes
con respecto al reconocimiento de hijos ilegítimos: Las mujeres casadas no podían
reconocer legalmente a sus hijos ilegítimos, por considerarse una afrenta al honor
de su esposo; sin embargo, los varones casados o solteros podían (pero no era
obligatorio) reconocer legalmente a sus hijos ilegítimos, sin preocuparse por el
honor de su esposa o familia. El honor de la familia pertenecía al padre de familia,
pero se derivaba de la pureza sexual de las mujeres de su familia. Un esposo
quedaba libre de pena si, al sorprender a su esposa en flagrante delito, hiriera o
matara a uno o ambos “culpables”.293
Estas leyes nos interesan porque tenemos datos sobre los participantes de
la Misión Evangélica que demuestran que hubo al menos una madre soltera, otra
mujer casada que había tenido un amante y otra familia cuyos padres vivían en
condición de adulterio según las leyes. Al desarrollar sus historias de vida más
adelante, veremos que no todos los miembros de la sociedad gualeguaychuense
cabían dentro de los parámetros familiares que se habían designado correctos. Las
mujeres que quedaban a fuera de estos parámetros también necesitaban
contención.
Nari y Lobato nos ayudan a entender otras posibilidades en relación con las
actitudes de las mujeres, y no solamente acerca de las mujeres. Algunas de sus
observaciones acerca de las mujeres que estaban empezando a recibirse en
distintas carreras en la Universidad de Buenos Aires. Sin embargo, seguían
291
Torrado, Historia de la familia, pp. 129-137. Nari, Políticas de maternidad, pp. 62-70, 152-
156.
292
Nari, Políticas de maternidad, p. 64. Nari refiere al art. 123 del Código Penal.
293
Nari, Políticas de maternidad, p. 64.
86
294
Nari, Políticas de maternidad, pp. 74-75.
295
Amestoy, “Las mujeres en el protestantismo rioplatense, 1870-1930”, pp. 51-81.
87
“Las mujeres no pueden salir libremente en este país haciendo la obra del Señor,
como en casa (en EEUU); lo que haría más daño que bien. Hasta lo que sabemos,
ningún varón nos ha insultado hasta ahora cuando salimos a distribuir tratados, al
contrario, la mayoría de las personas nos tratan con sumo respeto, con la excepción
296
Amestoy, “Las mujeres en el protestantismo rioplatense, 1870-1930”, p. 72-74.
297
Samuel Guy Inman, Problems in Panamericanism, New York, Doran Co., 1921, pp. 45-
46, citado en Amestoy, “Las mujeres en el protestantismo rioplatense, 1870-1930”, p. 73.
298
Dana Roberts, American Women in Mission: A social history of their thought and practice,
Macon, GA, Mercer University Press, 1996 [en línea] https://books.
google.com.ar/books?id=98eI044RjlwC&printsec=frontcover&dq=American+Women+in+Mis
sion:+A+social+history+of+their+thought+and+practice&hl=es&sa=X&ei=gNCyVOvzG-
_lsATWuoLwCA&ved=0CB0Q6AEwAA#v=onepage&q=American%20Women%20in%20Mis
sion%3A%20A%20social%20history%20of%20their%20thought%20and%20practice&f=false
[Consulta: 30 de enero de 2014]
88
Los análisis que hemos desarrollado arriba nos sirven de marco para
examinar la situación en Gualeguaychú a principios del siglo XX. Hemos notado la
explosión demográfica y el desarrollo de algunas industrias. No tenemos registros
de mujeres que hubieran trabajado en los establecimientos industriales. Wood, en
su Diary menciona a una “María la zapatera”300 y a “Doña – del relojero”301 personas
que ella iba a visitar de vez en cuando, o que venían a visitarla a ella. El anonimato
de la “Doña del relojero” en un caso y el uso del nombre propio en el otro nos hace
pensar que María no era la esposa de, sino que era la fabricante misma. Tenemos
registros de las lavanderas de Gualeguaychú en El Censor, y Wood también
menciona una “planchadora”. 302 Otras mujeres de la Misión Evangélica, como
veremos más adelante, también se dedicaban al trabajo doméstico.
3.9. Conclusión
299
H. May Kelty, “From Sister May Kelty”, Bridegroom’s Messenger, Vol. 4, No. 82 (15 de
marzo de 1911) p. 1.
300
Alice Wood, Diary 3rd Book, 27 de septiembre de 1910.
301
Alice Wood, Diary 3rd Book, 30 de abril de 1912.
302
Alice Wood, Diary 3rd Book, 10 de julio de 1914. La traducción es original.
89
Estas fueron las mujeres que no encajaban con el ideal de la mujer-madre. Estos
fueron los a quienes les costó cumplir con el ideal del padre proveedor. La ansiedad
por no poder encajar o la rebeldía por no querer encajar arrojaban tinieblas en su
camino. ¿Cuál era la luz que les ayudaba a vislumbrar y construir su propia
identidad?
¿Quién hubiera pensado que una niña nacida en el seno de una pequeña
granja en los bosques de Canadá iba a llegar a ser una de los primeros pastores
pentecostales en la Argentina? ¿Cómo hizo para llegar tan lejos desde un
comienzo tan remoto? Según ella misma, simplemente respondió al llamado de
Dios: El Espíritu del Señor Jehová es sobre mí; porque me ungió Jehová: envióme
a predicar…303
303
Isaías 61:1, citado en Wood, Alice Christi Wood, p. 2.
304
Adoptamos el término “biósfera” de R.G. Robins, A. J. Tomlinson, p. 7.
94
Robins insiste que el “evangelicalismo” a fines del siglo XIX en los Estados
Unidos y generalmente en el mundo anglo parlante nor-atlántico presentaba un
frente unido, pese a diferencias teológicas. El movimiento se iba fracturando en
varias astillas con características diversas en las primeras décadas del siglo XX. Su
argumento reconoce las diferentes corrientes teológicas dentro del protestantismo,
pero insiste que las rupturas se formaron más según líneas socio-culturales que por
razones de las diferencias teológicas.
305
Spencer, Holiness.
95
“Jóvenes talentosos y ambiciosos “dejaron los pueblos pequeños con sus ojos
puestos en el horizonte, despreciando la „importancia local‟ para encontrar „esferas
más grandes en la vida‟. En el nombre de la santidad, miles de jóvenes varones y
mujeres renunciaron a las lealtades locales por otras translocales y persuadieron a
otros a hacer lo mismo. La santidad radical no señaló el final del parentesco. De
hecho, parientes y amigos solían seguir, o conducir, en el paso hacia la conversión.
Sin embargo, este paso a menudo requería que los adherentes aspirantes eligieran
Dios u Hombre, la comunión de los santos o la casa y el hogar. El movimiento
prosperó únicamente porque tantos ciertamente estaban dispuestos a cortar los lazos
que los ataban y „seguir a Cristo.‟”310
Estos jóvenes buscaban perfeccionarse en nuevos conocimientos y
tecnologías espirituales. Se especializaban en la sanidad divina, en la profecía (en
el sentido de adivinar las señales del fin de los tiempos de la Segunda Venida
306
Robins, A. J. Tomlinson, p. 9.
307
Robins, A. J. Tomlinson, p. 9.
308
Robins, A. J. Tomlinson, p. 15.
309
Robins, A. J. Tomlinson, p. 15
310
Robins, A. J. Tomlinson, p. 23.
96
“Los liberales (o sea, la santidad de los elites) solían concebir el Espíritu en términos
personales o fenomenológicos y entonces enfatizaban la experiencia religiosa, la
consciencia, la voz interna, o un zeitgeist ubicuo que obraba para sintetizar lo
inmanente con lo trascendente, lo secular con lo sagrado. La santidad radical ofrecía
variaciones en todos estos temas, ciertamente, pero por sobre todo enfatizaba el
Espíritu Santo como Poder.”312
Robins utiliza el término “radical”, adoptado de la literatura periodística
dirigida por y para la gente común. “Además de ser un término auto-designado, „la
santidad radical‟ es una designación apta para esta sub-cultura porque captura la
ansia primitivista del movimiento de volver a la misma raíz del cristianismo
apostólico.” 313 No hubo un límite claro entre la santidad radical y la santidad
convencional, salvo por los antagonismos de clase social. Algunos predicadores
iban y venían entre las reuniones radicales y las más respetables. Los radicales
enfatizaban el entusiasmo y el éxtasis religioso. Ni los santos de entre la gente
común ni los de la clase media tenían ganas de entenderse y rechazaban los
extremos que veían en la otra clase.
311
Robins, A. J. Tomlinson, p. 44.
312
Robins, A. J. Tomlinson, p. 42.
313
Robins, A. J. Tomlinson, p. 32.
97
femenino– con la religión masculina de la santidad radical, por otro lado. Los
pregoneros de la santidad radical buscaban hombres, varoniles y fuertes, para
liderar batallas contra el pecado. Hacía falta coraje, “valentía, fuerza espiritual y la
perseverancia gozosa en medio de dificultades físicas”. 314 Las publicaciones
periódicas del movimiento indicaban: “Varones buscados, varones con músculos de
hierro y nervios de acero, en cuyo puño tremendo la iniquidad bautizada lloriquea
como un niño azotado.”315 Casi un tercio de las personas que respondieron a esta
llamada y otras parecidas eran mujeres, según Robins. 316 La participación de estas
mujeres inflaron el redil cuáquero. Varias mujeres que descubrieron su voz y su
talento para la predicación en los avivamientos metodistas o de otras iglesias del
medio oeste se acercaron a las reuniones cuáqueras porque ahí encontraron la
libertad que necesitaban para desarrollar su talento. Las mujeres casadas traían a
sus esposos.317 El cuaquerismo de la santidad radical proveía un espacio para que
mujeres fuertes pudieran desarrollar sus músculos espirituales.
314
Robins, A. J. Tomlinson, pp. 52.
315
“Want Ad,” Pentecostal Herald, Indianapolis (el 1 de junio de 1894) p. 2, citado en
Robins, A. J. Tomlinson, p. 52, y nota 5, p. 244.
316
Robins, A. J. Tomlinson, pp. 51-53.
317
Robins, A. J. Tomlinson, pp. 94-95.
318
Presentaremos las características y argumentos que sostienen esta afirmación en el
apartado 4.2.7 abajo.
98
319
Spencer, Holiness.
320
Spencer, Holiness, p. 10.
99
Dibuja estos ocho tipos en un gráfico circular que nos ayuda a entender las
características entre los polos especulativo-afectivo y katafático-apofático. Según
Spencer, el misticismo cuáquero incorpora una compleja relación entre estas
características según los contextos históricos y personales permiten. Reproducimos
el mismo gráfico, “las ocho tradiciones históricas de la santidad”, traducido al
castellano en el anexo 2.323
321
Spencer, Holiness, p. 13. Reproducimos la misma figura, “las ocho tradiciones históricas
de la santidad” de Spencer, traducida al castellano en el anexo 9.2.
322
Spencer, Holiness, pp. 11-12.
323
Spencer, Holiness, p. 13.
100
Carisma – los cuáqueros eran entusiastas, es decir, eran llenos del Espíritu Santo y
guiados por él. Aunque no formularon ninguna pneumatología explícita, el rol y la obra
del Espíritu Santo eran características prominentes en el movimiento temprano.
324
Spencer, Holiness, p. 14.
325
Spencer, Holiness, pp. 3-4
326
Robins, A. J. Tomlinson, p. 42.
101
327
Wood, Alice Christi Wood.
328
Wood, Alice Christi Wood, p. 1.
329
Según el censo canadiense de 1851, Duncan Wood nació en 1832. “Canada Census,
1851,” index, FamilySearch [en línea] https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/MWT7-77G
Duncan A Wood, Huntingdon, Hastings County, Canada West (Ontario), Canada; citing p.
31, line 21; Library and Archives Canada film number C_11727, Public Archives, Ontario.
[Consulta: 10 de abril de 2014]; y según el censo canadiense de 1881, nació en 1834.
“Canada Census, 1881,” index, FamilySearch [en línea] https://familysearch.org/pal:/
MM9.1.1/MVXL-RKX, Duncan Wood, Huntingdon, Hastings North, Ontario, Canada; citing p.
51; Library and Archives Canada film number C-13238, Public Archives, Ottawa, Ontario;
FHL microfilm 1375874 [Consulta: 10 de abril de 2014].
330
“Ontario Deaths, 1869-1937”, index, FamilySearch [en línea] https://familysearch.org/pal:/
MM9.1.1/JDB8-S62, Duncan A. Wood, 24 Sep 1884; citing Huntingdon, Hastings, Ontario, yr
1884 cn 6619, Archives of Ontario, Toronto; FHL microfilm 1853184 [Consulta: 10 de abril
de 2014].
331
“West Lake Monthly Meeting Register, 1820-1882”, archivo O-9-I, The Quaker Archives
and Library of Canada, Canadian Yearly Meeting of the Religious Society of Friends
(Quakers) en Pickering College, Newmarket, Ontario, Canadá, p. 71 [en línea]
http://archives-library.quaker.ca/en/resources.html#WestTranscripts [Consulta: 12 de abril
de 2014].
332
“Canada Census, 1851,” index, FamilySearch [en línea] https://familysearch.org/pal:/
MM9.1.1/MWT7-QQV, Sarah Mullett, Huntingdon, Hastings County, Canada West (Ontario),
102
Arthur había inmigrado de Inglaterra con su familia cuando era niño y volvió a
migrar hacia los bosques inexplotados del condado de Hastings cuando se casó. 333
Las condiciones de vida para un granjero que recién se establecía en los bosques
de esa zona eran duras. Llevaba unos años limpiar suficiente terreno de los árboles
para que la tierra pudiera empezar a producir lo suficiente para mantener una
familia.334 La infancia de Sarah Anne Mullett se habría organizado alrededor de los
desafíos de construir una granja en el bosque y las reuniones de la Sociedad de
Amigos. Aunque Sarah Anne no se casó con un cuáquero, el hecho de que se haya
casado con un predicador laico metodista indica que le interesaba formar una
familia con alguien que tomaba las cuestiones religiosas en serio. 335 No hemos
encontrado información acerca de la familia de Duncan Wood. La granja de la
familia Wood no debe haber sido muy grande ya que la dote que le dejaron a Alice
era tan sólo cien dólares. Podemos imaginar que Sarah y Duncan legaron 100
dólares a cada hija y tal vez 200 a sus dos hijos varones, un total de $1100. 336
Canada; citing p. 7, line 10; Library and Archives Canada film number C_11727, Public
Archives, Ontario. [Consulta: 10 de abril de 2014]; “Ontario Deaths, 1869-1937,” index,
FamilySearch [en línea] https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/JN74-K5C, Sarah Wood, 24
Jan 1887; citing Huntingdon, Hastings, Ontario, yr 1886 cn 6837, Archives of Ontario,
Toronto; FHL microfilm 1853481. [Consulta: 10 de abril de 2014].
333
Thomas Sylvester, “William Mullett family letters, Canada-England, 1821-1830”,
Canadian Quaker History Journal No. 63 (1998) pp. 27-40 [en línea]
http://www.cfha.info/journal63.pdf [Consulta: 12 de abril de 2014]; Arthur G. Dorland, The
Quakers in Canada, a History, Toronto, The Ryerson Press, 1968, p. 195.
334
Kenneth L. Draper, “The Life and Ministry of Albert Benjamin Simpson” en Alliance
Studies Resources online, Calgary, Ambrose University College and Seminary, 1997, [en
línea] https://online.ambrose.edu/alliancestudies [Consulta: 6 de mayo de 2014]. Simpson se
crió en los bosques más hacia el oeste de Ontario, en la misma época que Sarah Mullett y
Duncan Wood, y la situación de formar campos cultivables en el bosque era parecida.
335
Según Kyle Jolliffe, la Disciplina cuáquera vigente en la época en la que se casaron
Sarah Mullett y Duncan Wood en la Canadá Superior (la zona al norte del Lago Ontario) era
la de la Reunión Anual de Nueva York de la Sociedad Religiosa de Amigos. Esta Disciplina,
como la mayoría, indicaba que el casarse con alguien que no era cuáquero era razón de
expulsión de la Sociedad. Sin embargo, en las zonas fronterizas no se practicaba. Kyle
Jolliffe, “‟When Zion Languisheth‟: An account of the 1881 separation in Canada Yearly
Meeting” en Albert Schrauwers (editor) Faith, Friends and Fragmentation –Essays on
Nineteenth Century Quakerism in Canada, Monograph Series Number One, Toronto,
Canada, Canadian Friends Historical Association, 1995, pp. 88, 93 [en línea]
http://www.cfha.info/monofaith.pdf [Consulta: 12 de abril de 2014]. Véase también Sandra
McCann Fuller, “Alma Gould Dale (1854-1930): Quaker Minister and Social Evangelist”, The
Canadian Quaker History Journal Nos. 69/70 (2004-2005), p. 65 [en línea]
http://www.cfha.info/journal6970.pdf [Consulta: 16 de abril de 2014].
336
Véase McCann Fuller, “Alma Gould Dale”, p. 64. El padre de Alma Gould legó a sus hijos
varones $20.000 y a sus hijas mujeres, $10.000. Esta comparación entre dos familias
cuáqueras de la misma región nos permite conocer la costumbre de legar el doble a los
hijos varones que a las hijas, y también nos ayuda a conocer los valores financieros en la
economía de Ontario en el último cuarto del siglo XIX. La granja de la familia Wood era
pequeña en comparación con las posesiones de la familia Gould.
103
337
"Canada Census, 1881," index, FamilySearch [en línea] https://familysearch.org/pal:/
MM9.1.1/MVXL-RKX Duncan Wood, Huntingdon, Hastings North, Ontario, Canada; citing p.
51; Library and Archives Canada film number C-13238, Public Archives, Ottawa, Ontario;
FHL microfilm 1375874 [Consulta: 16 de mayo de 2014]. La lista de los miembros de la
familia incluyen:
Familia Sexo Edad Lugar de nacimiento
Duncan Wood M 47 años Ontario
Sarah Wood F 39 años Ontario
Sarah Wood F 19 años Ontario
Charles Wood M 16 años Ontario
William Wood M 15 años Ontario
Anna Wood F 13 años Ontario
Hannah Wood F 12 años Ontario
Allace Wood [sic] F 10 años Ontario
Mary Wood F 5 años Ontario
Judith Wood F 3 años Ontario
338
"Ontario, Births and Baptisms, 1779-1899," index, FamilySearch [en línea] https://
familysearch.org/pal:/ MM9.1.1/XLTL-2LX Lucy Ann Wood, 07 Mar 1882; citing Huntingdon
Township, Hastings, Ontario, Canada; FHL microfilm 1845585. [Consulta: 21 de mayo de
2014).
339
Wood, Diary 2nd Book, 1 marzo de 1905.
340
"Canada Census, 1916," index, FamilySearch, [en línea] https://familysearch.org/
pal:/MM9.1.1/KM5Q-RKB Charles Wood in household of Melville White, Saskatchewan,
Canada; citing p. 11, line 29; Library and Archives Canada film number T-21945, Ottawa;
FHL microfilm 2434960. [Consulta: 22 de mayo de 2014).
341
"British Columbia Death Registrations, 1872-1986," index and images, FamilySearch [en
línea] https://familysearch.org/pal:/ MM9.1.1/FL2N-H5C Anna Maria Wood, 18 Nov 1935;
citing Chilliwhack, British Columbia, Canada; British Columbia Archives film number B13155,
Division of Vital Statistics, Victoria; FHL microfilm 1953019. [Consulta: 21 de mayo de 2014].
104
ACyM en Puerto Rico con Alice. 342 Charles y Willie compartían la experiencia
pentecostal que Alice les transmitió a ellos.343 Willie y el esposo de Judith, Melville
White, le mandaban sumas importantes de dinero periódicamente para sostener la
misión pentecostal en la Argentina.344 Su hermana Annie participó con ella en el
campamento cuáquero pentecostal de Levi Lupton en Alliance, Ohio. 345
342
Board of Officers, Annual Survey and Report of the Christian and Missionary Alliance,
1903-1904, p. 173.
343
Wood, Diary 2nd Book, el 26 de noviembre de 1908 Alice viajó a Winnipeg desde
Alliance, Ohio, para participar en la convención pentecostal de A. H. Argue. Ella anotó que
su hermano Charles llegó a la convención desde Gainsboro, Saskatchewan. En Diary 2nd
Book, los días 29 y 31 de mayo y 6 de junio de 1909, Alice estaba visitando a su hermano
Will en las cercanías de Swift Current, Saskatchewan cuando él y su esposa “fueron
poseídos por el Espíritu” y recibieron “el bautismo pentecostal”.
344
Wood, Diary 2nd Book, el 5 de marzo de 1906, el 1 de julio de 1908, el 19 de abril de
1910.
345
Wood, Diary 2nd Book, el 2 hasta el 15 de octubre de 1909.
346
"Ontario Deaths, 1869-1937 and Overseas Deaths, 1939-1947," index, FamilySearch [en
línea] https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/JDB8-S62 Duncan A. Wood, 24 Sep 1884; citing
Huntingdon, Hastings, Ontario, yr 1884 cn 6619, Archives of Ontario, Toronto; FHL microfilm
1853184 [consulta: 21 de mayo de 2014].
347
“Canada Census, 1881”, Duncan Wood.
348
Dorland, The Quakers in Canada, pp. 229-230. Describe el efecto de los predicadores
itinerantes metodistas en la zona de West Lake y los avivamientos que traían consigo en
esta región del bosque.
349
Robins, A. J. Tomlinson, p. 41
105
“Tuvimos que caminar una milla y tres cuartos (casi tres km) por un camino solitario
rural, por el cual nos cruzamos con conejos, ardillas, ardillas listadas, víboras y aun
osos. Una de las niñas de la escuela me enseñó una rima, „conquiste una víbora y
conquistará todo lo que emprenda‟. Yo me armaba de valentía y corría para poner mi
351
pie sobre su cabeza y mi hermana Hannah la apedreaba hasta que muriera.”
Aprendió a tomar la iniciativa y a fomentar su valentía personal desde muy
temprana edad. También relata que Dios le contestó su primera oración cuando
tenía 6 años:
“Había aprendido a tejer medias. Cuando llegué hasta el talón, Madre me tuvo
esperando unos cuantos días por la falta de tiempo para enseñarme esta parte. Yo
estaba ambiciosa por seguir adelante, entonces una mañana con un ruego en mi
corazón, „que ella encontrara tiempo para mí ese día‟ [sic]. Ella me ayudó, aunque
nadie sabía que yo había orado.”352
Es interesante que ella usara la palabra “ambiciosa” aquí. 353 Es otra muestra
de su carácter y hábito de tomar iniciativa y hacer lo posible para lograr sus
objetivos. Las características supuestamente “varoniles” de la santidad radical que
acentúa Robins eran también características de muchas mujeres en las regiones
fronterizas en Ohio e Indiana.354 Las regiones fronterizas de Canadá habrían sido
parecidas y las características culturales semejantes. Además, varios evangelistas
radicales cuáqueros habían llegado a la provincia de Ontario desde Ohio e Indiana
desde mediados de 1870 para difundir el movimiento avivamentista dentro del
350
Wood, Alice Christi Wood, pp. 1-2.
351
Wood, Alice Christi Wood, p. 1.
352
Wood, Alice Christi Wood, p. 1. El inglés de Wood es torpe en esta cita. No intentamos
corregir la torpeza en nuestra traducción.
353
La palabra en inglés, “ambitious” significa una persona que tiene un deseo importante
para alcanzar sus metas con distincción. Es una de las características que Robins incluye
como parte de la cultura “varonil” de la santidad radical de la gente común, Robins, A. J.
Tomlinson, pp. 51-53.
354
Robins, A. J. Tomlinson, p. 52.
106
No sabemos con exactitud quiénes eran sus tutores, pero sospechamos que
eran Ella y Esli Terrill, cuáqueros de la zona de Wooler.357 En 1905, Alice vuelve a
Wooler por el mes de julio, donde dice que lo pasó “deliciosamente” en la casa de
Ella y Esli Terrill.358 Hemos encontrado datos para Alice C. Wood y de Lucy Wood
en el Censo de Canadá de 1891 en el condado de Northumberland East, la misma
ubicación de la familia Terrill.359
Suponemos que la clase de libros que los señores Terill prestaban a la joven
Alice para su formación espiritual eran textos comunes entre los cuáqueros. Según
Spencer, los cuáqueros con un interés avivado en el discernimiento de la luz interior
de Cristo solían leer textos biográficos o hagiográficos de los grandes líderes
cuáqueros, como el Journal de George Fox y los folletos y las cartas de Margaret
Fell de la primera generación de cuáqueros, o de la segunda generación, los
355
Jolliffe, “When Zion Languisheth”, p. 90.
356
Wood, Alice Christi Wood, p. 2.
357
"Canada Census, 1881," index, FamilySearch [en línea] https://familysearch.org/
pal:/MM9.1.1/MVXP-WYB Esli Terrill, Brighton, Northumberland East, Ontario, Canada;
citing p. 23; Library and Archives Canada film number C-13239, Public Archives, Ottawa,
Ontario; FHL microfilm 1375875 [consulta: el 22 de mayo de 2014]; y "Ontario Marriages,
1869-1927," index, FamilySearch [en línea] https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/KZBB-NJB
Eslie Terrill in entry for Stelman Leroy Terrill and Cordia Alilia Mccoll, 28 Sep 1904; citing
registration 013721, Wooler, Northumberland, Ontario, Canada, Archives of Ontario,
Toronto; FHL microfilm 1871527. [consulta: el 23 de mayo de 2014].
358
Wood, Diary 2nd Book, 2 y 4 de julio 1905.
359
"Canada Census, 1891," index, FamilySearch [en línea] https://familysearch.org/
pal:/MM9.1.1/MWLG-R4G Alice C Wood, Brighton, Northumberland East, Ontario, Canada;
citing Public Archives, Ottawa, Ontario; Library and Archives Canada film number
30953_148158 [Consulta: el 23 de mayo de 2014]; "Canada Census, 1891," index,
FamilySearch [en línea] https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/MWLG-R4P Lucy Wood,
Brighton, Northumberland East, Ontario, Canada; citing Public Archives, Ottawa, Ontario;
Library and Archives Canada film number 30953_148158 [Consulta: 21 de mayo de 2014].
107
360
Carole Dale Spencer, “Quakers in Theological Context” en: Stephen W. Angell y Pink
Dandelion (eds.) The Oxford Handbook of Quaker Studies, Oxford y Nueva York, Oxford
University Press, 2013, pp. 143-148. Todas las traducciones de los ensayos de The Oxford
Handbook of Quaker Studies son nuestras.
361
Spencer, “Quakers in Theological Context”; Michael Birkel, “Leadings and discernment”
en Angell y Dandelion, The Oxford Handbook of Quaker Studies, también indica que a pesar
de las divisiones dentro del cuaquerismo norteamericano, “a lo largo del siglo diecinueve,
sin embargo, Amigos de todos los partidos seguían leyendo A Guide to True Peace.” p. 252.
362
Robins, A. J. Tomlinson, pp. 34-36.
363
Jane Zavitz Bond, “William Allen‟s Memorandum Book (1887-1891)” Canadian Quaker
History Journal No. 64 (1999) pp. 53-55 [en línea] http://www.cfha.info/journal64.pdf
[Consulta: 14 de abril de 2014]. Todas las traducciones de los artículos del Canadian
Quaker History Journal son nuestras.
364
Los cuáqueros se reúnen cada primer día de la semana (domingo) para cultos, y una vez
por mes, en la comunidad local, para asuntos administrativos. Cada reunión local se
denomina administrativamente, “reunión mensual”. Cada trimestre, representantes de cada
reunión mensual en una región geográfica, se reúnen para tratar asuntos espirituales y
administrativos que requieren de mayor supervisión y discernimiento o que conciernen más
de una reunión mensual. Estas zonas geográficas y administrativas se llaman “reunión
trimestral”. Una vez por año, todas las reuniones mensuales y trimestrales se reúnen como
cuerpo nacional o estatal, entonces la Reunión Anual de Canadá (RAC), o la Reunión Anual
de Ohio (RAO).
365
Jesse M. Walton, “William Allen: „From the Auction Block of Slavery to the Rostrum of
Quaker Ministry‟”, Canadian Quaker History Journal No. 46 (1989), p. 26 [en línea]
http://www.cfha.info/journal46.pdf [Consulta: 14 de abril de 2014]. En Wood, Diary 2nd Book,
Wood menciona a H. Parry, quien estaba colaborando en la misión cuáquera cerca de
Hartney y Chain Lakes, Manitoba, donde se habían mudado la hermana mayor y los dos
hermanos mayores de Alice, 22, 25 de abril, 6, 7, 8 de mayo de 1906.
108
también visitando las casas de varios cuáqueros del poblado. En sus memorias,
indica que muchos amigos (cuáqueros) se comprometieron, en lágrimas, a ser más
fieles en la obra del Señor.366 Allen se hospedó en la casa de la familia Terrill. 367
Según la Memoria de otro joven que solía acompañar a Allen en sus visitas,
Allen creía y practicaba la sanidad divina y disfrutaba de reuniones más bien
alegres que solemnes.368 Resaltamos la procedencia de Allen, un esclavo, quien
fue liberado por el testamento de su amo -quien fue, a la vez, su padre biológico.
Los hijos legítimos del amo no quisieron reconocer la libertad de Allen y
amenazaron con venderlo más hacia el sur, por eso Allen migró al estado de
Indiana. Indiana y Ohio eran los estados semilleros del cuaquerismo radical y del
movimiento radical de santidad. Su estilo ministerial habría adoptado aspectos de la
santidad radical, con la insistencia en los testimonios cuáqueros de la igualdad de
personas y la integridad. La presencia de Allen en Wooler en 1887 ciertamente
impactó a la joven Alice de varias maneras.
“Si no hay ministerio en nuestras reuniones, oremos que alguien se levante entre
nosotros para predicar la Palabra. Se expresaron muchos temores de que el
ministerio de la mujer se disminuya entre nosotros. Y las hermanas han sido
366
Zavitz Bond, “William Allen”, p. 55.
367
Zavitz Bond, “William Allen”, p. 54.
368
Fred L. Ryon, “Memoirs of William Allen” en Canadian Quaker History Journal No. 65
(2000) pp. 37-53 [en línea] http://www.cfha.info/journal65.pdf [Consulta: 11 de noviembre de
2014].
369
Wood, Alice Christi Wood, pp. 1, 2.
370
Wood, Alice Christi Wood, p. 2.
109
371
“Minute of Advice”, CQA/AO: MS 303 B-1-2 CYM 1889 ítem # 60 p. 112, citado en
McCann Fuller, “Alma Gould”, p. 59.
372
Wood, Alice Christi Wood, p. 2.
373
Carole Spencer, “Appendix C: The Relationship between Quakers and Methodists in the
Eighteenth Century” en Holiness, pp. 271-292.
110
Como resalta Mary Van Vleck Garman en su artículo “Quaker Women’s lives
and spiritualities”, la actividad ministerial de las mujeres cuáqueras a lo largo de los
siglos no surgió simplemente porque se lo permitían en el cuaquerismo sino porque
estas mujeres mismas veían, sentían, experimentaban las injusticias que se hacían
contra las mujeres en general, alrededor del mundo. Desde sus inicios, los
cuáqueros militaban para denunciar y cambiar los sistemas de injusticia en su
sociedad, ya fuera el del enriquecimiento de los fabricantes de alcohol por el
alcoholismo en la clase obrera o las condiciones insalubres de trabajo en las
fabricas y en los campos o el maltrato de los colonos a lo largo y lo ancho del
imperio británico o el tráfico de esclavos africanos. Sin embargo, la mayoría de este
evangelismo social lo llevaban a cabo los varones. Cuando las cuáqueras mujeres
atacaban las injusticias hacia las mujeres, los cuáqueros varones –aunque
avalaban el ministerio religioso de ellas –se sorprendían y no siempre apoyaban la
naturaleza de esta militancia. No era femenina. Sin embargo, todos, varones y
mujeres, en el cuaquerismo aprendían el mismo mensaje de igualdad, paz, justicia,
reconciliación, sencillez, y todos, varones y mujeres, eran llamados a compartir este
mensaje. En cada período de su historia, las cuáqueras han tenido que negociar las
relaciones de género para dar testimonio de la igualdad de las mujeres ante Dios. 375
Han sido pocos los grupos cristianos desde el siglo XVII que han siquiera permitido
esta negociación de los sistemas de relación entre varones y mujeres. Robins
indica que, aunque el movimiento radical de santidad alentaba la participación de
mujeres y de “africano-americanos” la mayoría de los predicadores sucumbieron a
los prejuicios e ideales de raza y de género de su tiempo. 376 Las mujeres y los
374
Birkel, “Leadings and Discernment”, p. 247.
375
Mary Van Vleck Garman, “Quaker Women‟s Lives and Spiritualities”, en The Oxford
Handbook for Quaker Studies, pp. 232-244.
376
Robins, A. J. Tomlinson, pp. 52-55. Robins utiliza el término “african-american”, pero sus
argumentos son válidos para personas de una variedad de tipos de mestizaje, incluyendo
personas con ascendientes de los pueblos originarios. Evitamos la traducción al castellano,
“afro-americano”, porque se ha insistido en el lenguaje en inglés que un “afro” es un corte
de cabello, y no un lugar de procedencia ancestral.
111
mestizos dentro del movimiento tuvieron que, pero pudieron, negociar su liderazgo
dentro de los límites que la sociedad en general les imponía.
377
Daniel Nelson, correo electrónico, el 29 de mayo de 2014. Nelson es miembro actual de
la Reunión Cuáquera en Wooler y Magister en Historia.
378
Dianne Hamilton, “How Equal is Equal? Gender Inequality in 19th Century Canadian
Quaker Education” en Journal of Canadian Quaker History, no. 61, 1997, pp. 11-16, [en
línea] http://www.cfha.info/journal61.pdf [Consulta: 10 de abril de 2014].
112
379
Margery Post Abbott, “Global Quakerism and the future of Friends” en The Oxford
Handbook of Quaker Studies, p. 556-558; Michael Birkel identifica solamente cuatro
testimonios tradicionales: “la paz, la sencillez, la igualdad y la integridad” pero, sin embargo,
enfatiza la importancia de la comunidad en el proceso de discernir la guía de Dios en el
desarrollo de los testimonios, en “Leadings and Discernment,” p. 247.
380
Stephan W. Angell, “God, Christ, and the Light” en The Oxford Handbook of Quaker
Studies, p. 158.
381
Birkel, “Leadings and Discernment”, pp. 245-259.
113
“Mantenerse humilde, esperar, obedecer a la Luz, ver, ser fiel y obediente a sus
medidas particulares, para poder distinguir entre una indicación de la Luz y una
motivación egoísta…. Tal obediencia, sin embargo, aun cuando es costoso, no es al
final una tarea deprimente. Lleva a la paz, al gozo, y a la unidad con Dios y con otros.
382
Es el sendero hacia la libertad espiritual.”
Distintos cuáqueros, en distintos contextos y momentos históricos, han
puesto más énfasis en el uso de la Biblia en la tarea de discernir una indicación de
la Luz de Cristo en su interior, o más énfasis en la iluminación misma de la Luz
interior en sus conciencias.383 Siempre presente en el trabajo de discernimiento es
el sentir de la comunidad. A lo largo del primer siglo del cuaquerismo, esta Luz de
Cristo, y las indicaciones particulares dadas a las distintas personas, han llevado a
cuatro tipos de testimonios éticos: el testimonio de la paz, de la sencillez, de la
igualdad y de la integridad. Aunque el valor de la Biblia, el valor espiritual de la
persona histórica de Jesús, y la nomenclatura dada a estas indicaciones internas
han variado a lo largo de los siglos, estos cuatro testimonios se han mantenido
relativamente constantes en la mística y en la vivencia cuáqueras.
Una señal importante de una indicación de guía divina durante las reuniones
“es que las palabras de ministración deben hablar adecuadamente al estado interior
de las personas presentes. El mensaje debe entenderse y sentirse en la comunidad
reunida. Bajo la guía de la Luz de Cristo, el ministro puede ver –o sentir– la condición
de los adoradores y ofrecer palabras apropiadas para sus necesidades. (Algunos)
Amigos han hablado de esta experiencia como una de llegar a „una sensación sentida
de la condición de otros‟.”384
Lo que destacaríamos de esta discusión sobre el discernimiento cuáquero,
en el contexto de la vida de Alice, son: la variación en el entendimiento de la Luz, el
rol de la comunidad para ayudar a los individuos a discernir, la importancia de los
cuatro testimonios que debían vislumbrarse en las decisiones tomadas y el énfasis
en la obediencia a la guía divina que surja en el proceso. En el siglo XIX tardío, con
382
Birkel, “Leadings and Discernment,” p. 248.
383
Ver también la discusión de Angell, “God, Christ, and the Light”.
384
Birkel, “Leadings and Discernment,” pp. 249-250.
114
Varios autores han notado que la Reunión Anual de Ohio de los Amigos era
la reunión más fuertemente marcada por los avivamientos de santidad en la década
de 1880. Era la única Reunión Anual norteamericana que, en 1886, “permitió la
385
Spencer, Holiness, pp. 162-163,
386
Robins, A. J. Tomlinson, pp. 32-34.
387
Wood, Alice Christi Wood, p. 2. La gramática original en inglés es torpe. Mi traducción no
la corrige, pero marca las incoherencias originales.
388
Más adelante en Wood, Diary 2nd Book, el 29 de junio de 1907, Alice comenta que su
experiencia de santidad había ocurrido hace 14 años. Es posible que haya ocurrido en el
verano de 1893, entonces. No podremos saberlo con certidumbre.
389
Robins, A. J. Tomlinson, pp. 40-46.
390
Wood, Alice Christi Wood, p. 2.
115
Según el catálogo del Friends Bible Institute and Training School de 1900-
1901, el texto de base de las materias dictadas era la Biblia, con un enfoque
especial en los textos apocalípticos de los profetas, de los evangelios y del libro del
Apocalipsis.393 Alice nota que fue aquí donde ella aprendió acerca de la Segunda
Venida del Señor y la Sanidad Divina. 394 Al entrar en el Instituto Bíblico de los
Amigos, ella se ubicó en el corazón geográfico y teológico del movimiento de
avivamiento cuáquero y de la santidad radical.
391
Spencer, “Quakers in Theological Context”, p. 151.
392
Véase Robins, A. J. Tomlinson, pp. 44-45 y la descripción del catálogo a continuación.
393
Catalogue of The Friends Bible Institute and Training School, Cleveland Ohio, 1900-
1901, archivado en Malone University Archives en Malone University‟s Everett L. Cattell
Library. Provisto por el bibliotecario, Stan Terhune.
394
Wood, Alice Christi Wood, p. 2.
116
395
John W. Oliver, “Emma Brown Malone: Background and implanting Quakerism in Kenya”,
en Canadian Quaker History Journal No. 61 (primavera de 1997) pp. 17-26 [en línea]
http://www.cfha.info/journal61.pdf [Consulta: el 10 de abril de 2014].
396
Señalamos aquí la tradición norteamericana de que al casarse, las mujeres tienen doble
apellido. El primero es el apellido del padre y el segundo, el apellido del esposo. Emma
Brown Malone era entonces hija del señor Brown y esposa del señor Malone. Wood, en su
diario, se refiere en un momento a E. Malone, y en otro a Emma Brown (Diary 2nd Book, 17
de septiembre de 1907 y 12 de diciembre de 1909). Pensamos que se refiere a la misma
persona. Nosotros usaremos el doble apellido para referirnos a Emma Brown Malone en
esta tesis.
397
John W. Oliver, “Emma Brown Malone: A Mother of Feminism?” en Quaker History: The
Bulletin of Friends Historical Association, Vol. 88, (primavera de 1999) pp. 4–12 [en línea]
http://www.whwomenclergy.org/articles/article35.php [Consulta: el 10 de junio de 2010].
117
mujeres, como Alice Wood, que estudiaron en su instituto en los primeros años.
Wood la señala en su Diary como una amiga y compañera en el ministerio.398
398
Wood, Diary, 2nd Book, 1902-1910, 17 de septiembre de 1907, Wood le escribe a E.
Malone una carta de confesión; el 12 de diciembre de 1909, días antes de partir para
Buenos Aires, Wood cena con Emma Brown y su madre. Lamentamos que no se haya
encontrado el primer libro de su Diary, ya que seguramente ahí tendríamos más datos sobre
Wood durante el tiempo que estudiaba con Brown Malone. Hasta ahora, no aparece en el
catálogo del Flower Pentecostal Heritage Center y no conocemos otro archivo histórico en
donde se podría ubicar.
399
John Oliver,“Visions for Malone: Two from earlier eras and one for our technocratic age”
en Canadian Quaker History Journal No. 74 (2009), p. 81.
118
400
John Oliver, “Emma Brown Malone: Background”, p. 22.
401
John Oliver, “Emma Brown Malone: Background”, p. 22. Cita a Rufus Jones, “Our Duties
to the Colored Race” en: American Friend, Vol. 5, 1898, pp. 508-509.
402
Jo Vellacott, “Thoughts on Quaker Women, Feminism, and Feminist Pacifism”, en:
Canadian Quaker History Journal, no. 63, 1998, p. 1 [en línea]
http://www.cfha.info/journal63.pdf [Consulta: el 10 de abril de 2014].
403
Robins, A. J. Tomlinson, p. 52.
119
404
Wood, Alice Christi Wood, p. 2.
405
Thomas D. Hamm, The Transformation of American Quakerism: Orthodox Friends, 1800-
1907, Bloomington, IN, Indiana University Press, 1988, p. 132-133.
406
C. E. McPherson, Life of Levi R. Lupton: Twentieth century apostle of the give of tongues,
divine healer, etc., reedición Memphis, TN, General Books LLC, 2012 (reedición del original
de 1911 usando ORS, optical character recognition software), pp. 2-3.
407
Muchos autores han explicado las separaciones en el cuaquerismo a lo largo del siglo
XIX en Norteamérica. Véase Hamm, The transformation of American Quakerism. Los
procesos en el cuaquerismo canadiense no eran exactamente paralelos, véase Dorland,
The Quakers in Canada. Básicamente, los Cuáqueros Ortodoxos se adaptaron a ciertos
énfasis de misión que compartían con otros grupos evangélicos, tanto en Inglaterra como en
Norteamérica. La colaboración ecuménica los acercó al movimiento de avivamiento que
florecía especialmente en círculos metodistas. Los Cuáqueros Conservadores rechazaban
las incursiones de la modernidad tecnológica, la colaboración ecuménica y la efervescencia
de los avivamientos. Preferían mantener y enfatizar el testimonio tradicional de la sencillez.
Véase también Lloyd Lee Wilson, “Conservative Friends, 1845-2010” en The Oxford
Handbook for Quaker Studies, pp. 126-137.
120
Amigos a apoyar un esfuerzo misionero cuáquero en Kenya. 408 Wood explica que,
cuando estaba en Beloit como pastora, “por la visita de un joven misionero a la
África, Willis Hotchkiss, me contagié del espíritu misionero ardiente, y anhelaba ir a
donde nunca se había predicado a Cristo.”409
408
John Oliver, “Emma Brown Malone: Background”, p. 20.
409
Wood, Alice Christi Wood, p. 3.
410
“Alice C. Wood,” Ficha de inscripción, Friends Bible School and Training Institute,
provista por Stanford Terhune, Director de Servicios Bibliotecarios, Malone University
Library.
411
John Oliver, “Emma Brown Malone: Background”, p. 18. Sobre el Bible Work Institute y el
apoyo de Dwight Moody al incipiente movimiento femenista evangélico, véase Jeannette
Hassey, No Time for Silence: Evangelical Women in Public Ministry Around the Turn of the
Century, Grand Rapids, Michigan, Academie Books, 1986, capítulo 3 sobre el “Moody Bible
Institute” [en línea] https://books.google.com.ar/books?id=IQADYyzZQHMC&printsec=
frontcover&dq=No+time+for+silence&hl=es&sa=X&ei=fK6yVKq_HIGAsQSD4oHwDA&ved=0
CCcQ6AEwAQ#v=onepage&q=No%20time%20for%20silence&f=false [Consulta: 2 de abril
de 2014].
412
Wood, Alice Christi Wood, p. 3.
413
Report (in part) the Eighth year – The International Missionary Alliance, 1895-1896, p. 15
[en línea] http://www.cmalliance.org/resources/archives/annual-report/rpt1895-96.pdf
[Consulta: 12 de noviembre de 2014]. En la página 3 del informe de este año, la Junta
Directiva (Board of Managers), avisa que en vistas de la pronta unión entre la Alianza
Misionera Internacional y la Alianza Cristiana, el informe del año 1895-1896 iba a ser
121
Alice se crió en una familia que tomaba la religión como una relación viva
con Dios muy en serio. El ritmo que guiaba su niñez dependía de los tiempos del
trabajo de la granja y los tiempos de las reuniones religiosas. El fallecimiento de los
padres de Alice cuando ella era adolescente provocó en ella una renovada
dedicación al desarrollo de su vida espiritual. Su práctica religiosa incluía la lectura
de la Biblia y otros textos comunes del cuaquerismo. Estas lecturas habrían
enfatizado la importancia de mantenerse consciente de la presencia, el poder y la
guía de Dios en su propia persona y experiencia, además de enseñarle que la Luz
de Cristo brillaba en todo ser humano, irrespectivo de su sexo o de su raza. Sus
dones para el liderazgo religioso fueron reconocidos, valorizados y animados. Su
afán por la valentía, la iniciativa y el deseo de la excelencia en las cuestiones del
espíritu, también fue alimentado por las convenciones de santidad en el metodismo
de la región. La insistencia tradicional dentro del cuaquerismo sobre la igualdad de
todo ser humano y la presencia de todas las clases socio-culturales en el
416
Kenneth L. Draper, “The Life and Ministry of Albert Benjamin Simpson” en Alliance
Studies Resources online, Calgary, Ambrose University College and Seminary, 1997 [en
línea] https://online.ambrose.edu/alliancestudies [Consulta: 6 de mayo de 2014].
417
John V. Dahms, “The Social Interest and Concern of A. B. Simpson” en: David F.
Hartzfeld and Charles Nienkirchen (eds.) The Birth of a Vision: Essays on the Ministry and
Thought of Albert B. Simpson, Canadian Theological Seminary, Regina, Canadá, 1986, pp.
49-74.
418
Jacob P. Klassen, “A. B. Simpson and the Tensions in the Preparation of Missionaries”
en Hartzfeld y Nienkirchen (eds.), The Birth of a Vision, p. 245.
419
Alice Wood, Diary 2nd Book, 17 de diciembre de 1909.
124
“Tal vez el movimiento más marcadamente agresivo de este año ha sido en conexión
con la misión sudamericana. Hace pocos meses el Señor nos envió uno de sus
misioneros más honrados, el señor Emilio Olsson, quien ya ha estado trabajando
desde hacía quince años en Sudamérica, especialmente en la obra de la Sociedad
Bíblica y en evangelismo pionero. (…) (L)uego de una deliberación madura, la Junta
lo aceptó como misionero y lo designó a dirigir un nuevo equipo de misioneros en el
Continente Descuidado [sic] y a supervisar nuestra obra entera en Sudamérica. (…)
El señor Olsson ha concebido el proyecto, creemos, en el Espíritu Santo, de plantar
cien misioneros dentro de los próximos cuatro años en todos los grandes puntos
salientes de Sud América, y así establecer centros de luz y de poder a través de los
cuales se espera que se pueda evangelizar toda esa tierra en los próximos cuatro o
cinco años.”420
Según Jack Shannon, la relación entre la ACyM y Olsson no duró. 421 Olsson
se retiró de la organización en abril de 1899. 422 Sin embargo, el entusiasmo de
Olsson habría atraído a Wood, quien ya había estado amamantando del
entusiasmo de los cuáqueros más radicales. Y fue bajo la superintendencia de
Olsson que Wood empezó su carrera misionera. A diferencia de Olsson, sin
embargo, Wood estudió en el instituto oficial de la ACyM, y la doctrina de la
organización tuvo mayor influencia en ella.
420
Report and Retrospect of the work of the Christian and Missionary Alliance (abril de
1897) pp. 14-15 [en línea] http://www.cmalliance.org/resources/archives/annual-report/rpt-
retrospect1897.pdf [Consulta: 12 de noviembre de 2014].
421
Shannon, A History of the Christian and Missionary Alliance in Argentina, p. 40.
422
Souvenir and Survey of the work of the Christian and Missionary Alliance, 1899, pp. 16-
17 [en línea] http://www.cmalliance.org/resources/archives/annual-report/survey1899.pdf
[Consulta: 12 de noviembre de 2014].
423
Jacob P. Klassen, “A. B. Simpson and the Tensions in the Preparation of Missionaries”
en Hartzfeld y Nienkirchen (eds.) The Birth of a Vision, p. 246.
424
A.B. Simpson “Editorial”, The Christian Alliance and Missionary Weekly 4 (el 23 de mayo
de 1890) p. 328, citado en Klassen, “A. B. Simpson and the Tensions in the Preparation of
Missionaries” p. 246.
425
Klassen, “A. B. Simpson and the Tensions in the Preparation of Missionaries” p. 248.
125
426
Kenneth L. Draper, “Lecture 5 – Entering the 20th Century” curso en línea sobre Alliance
History and Thought de Ambrose University College and Seminary, 1998. [En línea] Alliance
Studies Internet Resources https://online.ambrose.edu/alliancestudies [Consulta: 6 de mayo
de 2014]. La traducción es nuestra.
427
Birkel, “Leadings and discernment”, p. 255.
126
por eso deja otras influencias que ha estado aprendiendo acerca de la santidad en
los ámbitos cuáqueros. Al contrario, la fuerte influencia del quietismo y La Guía
hacia la Paz Verdadera en la vida y pensamiento de Simpson, habrían facilitado la
adaptación de Wood al trabajo de la ACyM.428 Según Robins, el cuaquerismo de
Indiana y Ohio tuvo una influencia importante a lo largo y a lo ancho del movimiento
radical de santidad, incluyendo a Simpson.429
428
Historiadores de la ACyM ya han analizado la influencia del quietismo en la vida y
pensamiento de Simpson. No entraremos en detalles en nuestra tesis. Véanse Charles W.
Nienkirchen, A. B. Simpson and the Pentecostal Movement: A Study in Continuity, Crisis
and Change, Peabody, MA, Hendrickson Publishers, 1992, pp. 35-43; Dwayne Ratzlaff, “An
Old Mediaeval Message: A Turning Point in the Life of Albert B. Simpson” en Hartzfeld y
Nienkirchen (compiladores), The Birth of a Vision, pp. 165-194; Charles Nienkirchen, “‟Deep
Calleth Unto Deep‟: Stillness in Early Alliance Sprituality” en His Dominion, tomo 14, no. 4,
1989, pp. 2-22, Alliance Studies Resources online, Calgary, Ambrose University College and
Seminary, [en línea] https://online.ambrose.edu/alliancestudies [consulta: el 6 de mayo de
2014]; David T. Wood, “A. B. Simpson and the Keswick Movement” [en línea]
https://online.ambrose.edu/alliancestudies [consulta: el 6 de mayo de 2014]; David John
Smith, “Albert Benjamin Simpson: An Integrated Spirituality with Christ as the Centre” [en
línea] https://online.ambrose.edu/alliancestudies [consulta: el 6 de mayo de 2014]; John
Sawin, “The Fourfold Gospel” en Hartzfeld y Nienkirchen (compiladores) The Birth of a
Vision, pp. 1-28; Samuel J. Stoesz, “The Doctrine of Sanctification in the Thought of A. B.
Simpson” en Hartzfeld y Nienkirchen (compiladores) The Birth of a Vision, pp. 107-124.
429
Robins, A. J. Tomlinson, pp. 28-29 y 43.
430
La expresión “Evangelio Cuádruple” aparece constantemente en los informes anuales de
la ACyM y en varias de las publicaciones de la organización [en línea]
http://www.cmalliance.org/resources/archives. Simpson desarrolla el concepto en una
colección de sermones sobre el tema, The Fourfold Gospel, editado por primera vez en
1887. Véase John Sawin, “Publications of A. B. Simpson” en Hartzfeld y Nienkirchen
(compiladores), The Birth of a Vision, p. 287; A. B. Simpson, El Evangelio Cuádruple,
traducción del Revdo. S. M. Alfaro, Editorial Alianza, Argentina, Chile, Colombia, 1952.
431
Robins, A. J. Tomlinson, pp. 40-46 y Donald Dayton, Las Raíces Teológicas del
Pentecostalismo, Buenos Aires, Nueva Creación, 1991.
127
Nos interesan dos temas de este Evangelio Cuádruple para entender las
relaciones entre Wood y los miembros de la Misión Evangélica en Gualeguaychú:
“Cristo nuestro Sanador” y “Cristo nuestro Rey que viene”. Las luchas de Wood con
su salud le provocaban crisis nerviosas porque pensaba que no estaba confiando lo
suficiente en la presencia de Cristo en su vida. La base de la enseñanza de
Simpson sobre la sanidad divina, lo cual era común entre varios líderes en el
movimiento de sanidad divina en Norteamérica, era que Cristo sufrió por nosotros y
que su resurrección también la comparte con nosotros cuando permanecemos en
su presencia. Su cuerpo resucitado no incluye enfermedad, entonces, al
permanecer en él, nuestro cuerpo tampoco se enferma. El desafío es permanecer
en Cristo y confiar en su vida. Esta enseñanza sobre la sanidad divina es un
excelente ejemplo de la santidad simbólica y sacramental del primer cuadrante del
círculo de la santidad que Spencer presenta y que ya hemos reproducido. Es la
presencia real del Cristo crucificado y resucitado la que otorga la sanidad y el
cristiano debe aceptar esta presencia por fe.
432
Wood, Alice Christi Wood, p. 4.
128
Parecería que Wood sufría del mismo síndrome que Simpson y que solía
aquejar a muchos pastores eminentes de la época. Lo que Kenneth Draper indica
sobre el primer colapso nervioso de Simpson en 1871, es que era
“claro que estaba trabajando mucho. Un colapso en la salud física para los
profesionales o empresarios jóvenes no era fuera de lo común en aquella época. En
el período victoriano tardío se esperaba que (estos hombres) tuvieran colapsos
433
periódicos. Si no, entonces no estaban trabajando lo suficiente.”
Lo que Simpson aprendió y experimentó con su encuentro con la sanidad
divina en 1881, Wood lo experimentó en Gualeguaychú. Ambos hablaban de tomar
a Cristo como parte integral de su vida, o sea, entendían que la sanidad se lograba
a partir de un acto consciente de fe de revestirse de Jesucristo. Ambos llegaron a
creer que la sanidad no era solamente de una enfermedad en particular, sino que
llevaba a una condición de vida –el vivir conscientemente en la presencia constante
de Cristo y así permitir que la fuerza de su vida resucitada fuera la fuerza necesaria
para que pudieran seguir en la misión. Aunque Wood había aprendido esta
enseñanza intelectualmente tanto de los Malone como de los escritos de Simpson,
la apropiación intelectual no es lo que le afectaba existencialmente, sino la
experiencia profunda e íntima de la presencia de Cristo –como en la tradición
mística cuáquera.
433
Kenneth L. Draper, “The Life and Ministry of Albert Benjamin Simpson”.
434
Wood, Alice Christi Wood, p. 4.
129
Simpson, como Wesley antes y como muchos otros líderes durante este
período de ebullición y efervescencia religiosa radical en Norteamérica, no sabía
cómo reconciliar la importancia del ministerio de la mujer con la interpretación
evangélica tradicional de los textos bíblicos que parecían silenciar a las mujeres en
general. Leslie Andrews indica que Simpson no escribió explícita o
437
sistemáticamente sobre la participación de la mujer en el ministerio. Según
Andrews, Simpson nunca llegó a apoyar la plena igualdad de la mujer en el
ministerio. Solía apelar a un principio del “ministerio excepcional” de las mujeres en
ejercicio. Se quejaba de los líderes que, ante la urgencia de la evangelización,
435
Klassen, “A. B. Simpson and the Tensions in the Preparation of Missionaries”, p. 246,
citando a Simpson, “Editorial”.
436
Ficha misionera del General Council, Assemblies of God (marzo de 1919), de la carpeta
“Miscellanea: Missionary file from Division of Foreign Missions”, FPHC, Springfield, Missouri.
No. de referencia, 10224722.
437
Leslie A. Andrews, “Restricted Freedom: A. B. Simpson‟s View of Women” en Hartzfeld y
Nienkirchen (compiladores), The Birth of A Vision, p. 219-240.
130
querían poner trabas sobre las mujeres. Su argumento era que, en la ausencia de
un varón debidamente autorizado, ninguna persona necesitada de la sanidad, del
evangelio, de cualquier bien espiritual debería sufrir y que una mujer dotada
espiritualmente debía ministrar.438 Ante la urgencia de la evangelización del mundo
perdido y la inducción en la vida más profunda de cristianos de las clases oprimidas
en las ciudades norteamericanas, no alcanzaban los varones para atender a tanta
necesidad. Entonces, claramente, las mujeres debían participar en la misión del
Evangelio Cuádruple.
438
Andrews, “Restricted Freedom,” pp. 226.
439
Bands y branches eran términos técnicos de la ACyM que se definen en el informe anual
de 1897-98, p. 76. Un Branch de la ACyM “se puede establecer dondequiera que haya doce
personas o más unidas en la solicitud por tal organización, por cualquier persona
legítimamente autorizada, con la aprobación del Supervisor del Estado.” Un band “se puede
formar por cualquier cantidad de personas que sean miembros de la ACyM, reuniéndose
para los mismo propósitos para los que se organizan los branches. Un miembro del band
debería elegirse como líder. Cuando el número de creyentes excede doce, se debería
solicitar la formación de un branch…” Los branches “deberían sostener al menos una
reunión por semana para oración, alabanza, el estudio de la Palabra y la promulgación de
las doctrinas del Evangelio Cuádruple. Deberían mantener una reunión de misión una vez
por mes, en el cual se levantará una ofrenda para sostener nuestra obra misionera.” Board
of Managers, First Annual Report of the Christian and Missionary Alliance, 1897-8, p. 76.
440
Spencer, Holiness, pp. 276-277.
441
Andrews, “Restricted Freedom”, pp. 221-222.
131
442
La anotación de las iniciales “F. H. R.” en el Diary corresponden al mismo señor Rossiter.
Su nombre se encuentra en un documento de la ACyM: “F.H. Rossiter, encargado de la
misión en New Castle, PA,” President’s Report, 1905-06, p. 40.
443
Wood, Diary Book 3, 17 de julio de 1917.
132
Durante 1905, Wood pide licencia de su vínculo con la ACyM. 445 Al escuchar
noticias del avivamiento pentecostal en Gales, empezó a dedicarse con otros a
446
buscar este avivamiento intencionalmente en su propia vida. En varias
ocasiones, sintió una reconfirmación de su llamado para ir a Sudamérica. Con este
año, señalamos el final simbólico de su vínculo con la ACyM, aunque ella todavía
no estaba consciente de la separación de la ACyM. La ruptura oficial llegaría en
julio de 1907. Sin embargo, su camino hacia el pentecostalismo se inicia en 1905 y
toma mayor intensidad al volver a afiliarse con la ACyM a principios de 1907. Alice
Wood no estaba sola en este peregrinaje. La mayoría de la ACyM tomó nota de los
447
acontecimientos en Gales, y un tercio de los misioneros de la ACyM
abandonaron la organización entre mediados de 1907 y 1912 para afiliarse con
alguno de los varios focos pentecostales y eventualmente participaron en la
formación de las Asambleas de Dios en 1914.448 El informe anual de la ACyM de
1908 está repleto de noticias de las divisiones y pérdidas en la ACyM
norteamericana a causa del pentecostalismo.
444
Wood, Diary 2nd Book, 17 de abril de 1905.
445
Wood, Diary 2nd Book, 28 de enero de 1905.
446
Wood, Alice Christi Wood, p. 3; Diary 2nd Book, 17 de abril de 1905.
447
Las publicaciones periódicas de la ACyM, Living Truths y The Christian and Missionary
Alliance, incluían noticias del avivamiento en Gales constantemente entre enero y octubre
de 1905 [en línea] www.cmalliance.org/resources/archives/ [Consulta: 11 de noviembre de
2014].
448
Gary G. McGee, This Gospel Shall Go Forth, pp. 62-63. Véase también Nienkirchen, A.
B. Simpson and the Pentecostal Movement, pp. 83 y 88.
133
449
Robins, A. J. Tomlinson, pp. 28-29.
450
Robins, A. J. Tomlinson, pp. 42-44.
451
Anderson, Spreading Fires, pp. 28.
452
Véanse: Bundy, Visions of Apostolic Mission, pp. 123-129; Carrie Judd Montgomery
(editora), Triumphs of Faith Vol. 25, No. 2 (febrero de 1905) [DVD] Healing Evangelists,
1881-1957, Springfield, Missouri, Flower Pentecostal Heritage Center, 2006; el periódico
mensual de Simpson, Living Truths vol. V, no. 1 (enero de 1905) p. 4 [en línea]
https://www.cmalliance.org/resources/archives/downloads/living-truths/living-truths-1905-
01.pdf [Consulta: el 15 de mayo de 2014] y el bimensual, The Christian and Missionary
Alliance vol. XXXIV, No. 2 (14 de enero de 1905) p. 1 [en línea]
www.cmalliance.org/resources/archives/alliance-magazine/AW-1905-01-14.pdf [Consulta: el
15 de mayo de 2014].
453
Allan Anderson, Spreading Fires, pp. 28.
454
Wood, Alice Christi Wood, pp. 3-4.
455
Wood, Diary 2nd Book, 17 de abril de 1905.
134
Wood seguía pensando que para serle fiel a Dios debía cumplir con la
misión en Sudamérica.456 Ninguna otra opción sería válida para ella pero conocía
sus propias debilidades físicas. Dos veces había tenido que volver a tomar un
descanso por razones de salud de sus tareas misioneras en Venezuela y en Puerto
Rico. A su manera de ver, necesitaba el poder del Espíritu Santo para lograr su
llamado. A lo largo de los cinco años entre su retorno al continente norteamericano
de Puerto Rico en julio de 1904 hasta su partida a Buenos Aires en diciembre de
1909, se puede ver en su Diary el creciente deseo de seguir con su proyecto de
misionar en Sudamérica. No quiso establecerse con un esposo ni quedarse en las
cercanías de sus amados hermanos y hermanas. 457 Aunque disfrutaba de los
momentos de participación en las reuniones cuáqueras durante este período, las
cuales le ofrecían consuelo, ánimo y mayor claridad de discernimiento, 458 no se
tentaba con la comodidad y respetabilidad de una vida de la clase media
ascendiente. Anhelaba el fuego de Dios y la urgencia de la misión en Sudamérica.
Hacia fines de 1906, Wood volvió a solicitar una comisión para servir como
misionera de la ACyM.
456
Wood, Diary 2nd book, Véanse por ejemplo, 26 de marzo de 1905 y 10 de septiembre de
1906.
457
Wood, Diary 2nd Book, estuvo con su hermana Annie en London, Ontario entre el 18 de
diciembre de 1904 hasta el 2 de junio de 1905, y con su hermana Judith en Greenwood,
Ontario entre el 14 de agosto de 1905 hasta el 15 de enero de 1906. Entre el 20 de enero
hasta el 5 de septiembre estuvo en las distintas comunidades entre Napinka, Manitoba y
Swift Current, Saskatchewan visitando a sus demás hermanos y hermanas.
458
Wood, Diary 2nd Book, ver especialmente entre el 2 de julio y el 31 de agosto de 1905
en Ontario y entre el 20 de enero y el 10 de septiembre de 1906 en Manitoba y en
Saskatchewan.
459
Nienkirchen, A. B. Simpson and the Pentecostal Movement, pp. 81-88.
460
Wood, Diary 2nd Book, el 25 de mayo de 1907, Wood llegó al nuevo sitio del instituto de
la ACyM en Nyack, NY para participar en la asamblea anual. El 31 de mayo indicó que no
135
La revista de Lupton, The New Acts, había sido un órgano a través del cual
se abogaba por las venturas misioneras de la Reunión Anual de los Amigos en
Ohio, desde 1904. 466 Ahora, en la revista circulaban las noticias del nuevo
movimiento pentecostal. La revista llegaba hasta Alice Wood en Franklin y cuando
ella fue designada para representar la zona oeste del estado de Pensilvania en la
Asamblea Anual de la ACyM, la llevó con ella. El 16 de mayo Alice escribió: “Mandé
pedir 17 ejemplares de The New Acts para 10 pastores aquí y para mis hermanos y
hermanas. Dios los use.” Ya sabía de los acontecimientos espirituales de Levi
Lupton antes de participar en la reunión del consejo de la ACyM. En la reunión de la
ACyM, ella y otros colaboradores de Ohio y del oeste de Pensilvania repartieron
ejemplares de The New Acts y noticias de los andares de Ivey Campbell y su nuevo
ministerio pentecostal.467
467
Wood, Diary 2nd Book, el 24, 26 y 28 de mayo de 1907.
468
Nienkirchen, A. B. Simpson and the Pentecostal Movement, p. 79.
469
Nienkirchen, A. B. Simpson and the Pentecostal Movement, p. 79. Nienkirchen está
citando a David McDowell en Stanley H. Frodsham, With Signs Following, Springfield,
Missouri, Gospel Publishing House, 1926, pp. 47-48.
137
470
Nienkirchen, A. B. Simpson and the Pentecostal Movement, p. 85-86. Nienkirchen cita a
Mary Norton, “The Fullness of the Spirit”, Triumphs of Faith Vol. 38, No. 1 (enero de 1918)
pp. 21-22.
471
Nienkirchen, A. B. Simpson and the Pentecostal Movement, pp. 82 y 84.
472
Nienkirchen, A. B. Simpson and the Pentecostal Movement, p. 83.
473
En dos ocasiones ella debe reajustar su ropa interior para poder seguir en la postura de
súplica durante las reuniones de oración. Ajusta las ballenitas y la cinta de su corsé, y
finalmente decide retirar esta prenda tan incómoda. Wood, Diary 2nd Book, 4, 5, 6 de junio
de 1907.
138
Wood anotó también que los dones que ella deseaba eran el amor y la
humildad.475 Esta retórica de la humildad, según Robins, era la característica más
clara del sistema cultural de la gente común y de la santidad radical. 476 Era también
una característica valorada por los cuáqueros en sus procesos de discernimiento. 477
Son características que volverían a sobresalir de su Diary en septiembre de 1910
en un tiempo cuando ella estaba sola en la Misión Evangélica en Gualeguaychú.
Sería conveniente en este momento, examinar quién fue Levi Lupton y qué
tipo de organización estableció. Falta todavía en la literatura académica, una
investigación más profunda sobre Lupton y su importancia en la misión
internacional y el pentecostalismo. En 1911, C. E. McPherson escribió una biografía
474
Wood, Diary 2nd Book, 2 de junio de 1907.
475
Wood, Diary 2nd Book, 3 de junio de 1907.
476
Robins, A. J. Tomlinson, p. 31.
477
Birkel, “Leadings and discernment”, p. 248.
139
478
de Lupton, desde la disciplina del periodismo. Resalta los aspectos
sensacionalistas de la vida y del ministerio de Lupton y su Hogar y Escuela para
Misioneros en Alliance, Ohio y toma el tono cínico de un periodista. Hay que filtrar
los aspectos sensacionales y el tono cínico de su escrito para poder captar los
vínculos históricos y teológicos de Lupton. Dentro de la disciplina de la historia de la
iglesia, quien más ha escrito sobre Lupton es Gary B. McGee. 479 El énfasis de los
escritos de McGee yace en la historia del movimiento misionero pentecostal y no en
la indagación del trasfondo cuáquero particular de Lupton.
478
McPherson, Life of Levi R. Lupton. Ver la p. 25 sobre el oficio de periodista del autor.
479
Gary B. McGee, “Levi Lupton: A Forgotten Pioneer of Early Penteocstalism” en Paul
Elbert (ed.), Faces of Renewal: Studies in honor of Stanley M. Horton, Peabody, MA,
Hendrickson Publishers, 1988, pp. 192-208; y en Gary B. McGee, Miracles, pp. 123-127.
480
McPherson, Life of Levi R. Lupton, pp. 2-4.
481
McPherson, Life of Levi R. Lupton, pp. 5-6.
140
otros evangélicos. Los intercambios con otros evangélicos eran mal vistos, si no
prohibidos.482
482
Lloyd Lee Wilson, “Conservative Friends, 1845-2010” en: Angell y Dandelion (eds), The
Oxford Handbook of Quaker Studies, pp. 126-137; Véase también Jolliffe, “When Zion
Languisheth”, pp. 89-90.
483
McGee, Levi Lupton, pp. 200-201 y p. 207, n. 47.
484
McPherson, Life of Levi R. Lupton, p. 18.
485
McGee, Levi Lupton, p. 207, n. 47. Un estudio más pormenorizado de esta revista sería
necesario para entender mejor la influencie cuáquera en la organización de Lupton.
486
Robeck, Asuza Street, pp. 229-234 y McGee, Miracles, pp. 144-125.
141
Se iba a quedar para asistir al culto dominical del 20 junio, sin embargo, los
eventos de estos días le entusiasmaron tanto que no pudo volver a Franklin. Según
relata McPherson, el domingo 20 de junio fue un día importante en el campamente
que recién estaba empezando a funcionar. Este domingo predicó una señora Dixon
de California, “una mujer conocida por centenares de las congregaciones de los
Amigos alrededor del país, porque era la hija de ministros importantes de la iglesia
madre. Ella dejó la iglesia original por la idea de Lupton.” 488 Después habló un
evangelista negro de Nueva York y también un judío vivaz de Pittsburgh.
“Cuando el hermano Bartleman leyó el mensaje del hermano Lupton de cómo iban a
enviar misioneros desde aquí, sentí dos manos apoyándose en mis hombros desde el
Cielo, las cuales casi hicieron que me cayera de mi silla. Lloré y dije “Sí, Señor.” En
490
esta misma semana me enviaron dinero ($25.00) de la iglesia del Pastor Bruce.”
En sus primeros meses de participación en el campamento de Lupton,
Wood describe sus momentos de éxtasis y el ánimo que sus compañeros le dan.
Tardó en recibir el bautismo del Espíritu Santo con el don de hablar en lenguas.
487
McGee, Miracles, p. 125. Se puede también comparar la lista de los misioneros que se
enviaron desde la escuela de misiones de Lupton (McPherson, Life of Levi R. Lupton, p. 16)
con los nombres de las personas presentes en la asamblea anual de la ACyM que Wood
menciona en su Diary 2nd Book, 24 de mayo hasta el 7 de junio de 1907.
488
McPherson, Life of Levi R. Lupton, p. 19.
489
Frank Bartleman, Azusa Street: El Despertar Pentecostal de Principios del Siglo Veinte.
La experiencia personal de Frank Bartleman, uno de los líderes del “Despertar de Azusa”,
traducido al español por Virginia López Gradjean, Buenos Aires, Editorial Peniel, 1980.
490
Wood, Diary 2nd Book, 23 de junio de 1907.
142
Pero perduró su esfuerzo por lograr una “consagración completa” al Señor. 491 En
estos meses también, ella, Lupton y varios otros cuáqueros en el campamento se
separaron oficialmente de la Sociedad de Amigos.492
491
Wood, Diary 2nd Book, ver especialmente entre el 19 de octubre y el 23 de noviembre de
1907.
492
Wood, Diary 2nd Book, 22 a 26 de noviembre de 1907.
493
Sylvia Stevens, “Travelling Ministry” en Angell y Dandelion (eds.), The Oxford Handbook
of Quaker Studies, pp. 292-305.
494
Wood, Diary 2nd Book, 6 y 23 de julio de 1909 y 6 de octubre de 1909.
495
Wood, Diary 2nd Book, 15 de diciembre de 1909.
496
Wood, Diary 2nd Book, 12 y 30 de octubre de 1909, 15 de diciembre de 1909. Véanse
también, H. May Kelty, “Called to South America; View of a Needy Field, April 10, 1909”,
Bridegroom’s Messenger Vol. 2, No. 42 (el 15 de julio de 1909), p. 2 [en línea]
http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International%20Pentecostal%20Church%20of%20C
hrist/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered/1909/FPHC/1909_07_15.pdf [Consulta:
11 de octubre de 2011]; Alice Wood, “More Missionaries off For South America”,
Bridegroom’s Messenger Vol. 3, no. 50 (el 15 de noviembre de 1909), p. 2, Wood menciona
al hermano Welch y a las hermanas Kelty en esta carta; Alice C. Wood, “More Missionaries
off for South America”, The Pentecost Vol. 1, No. 9 (agosto de 1909), p. 3 [DVD] Assemblies
of God Publications, pre-WWII, Wood menciona, además de Welch y las Kelty, también una
pareja, los señores Tittlemore, que ella conoció en Swift Current, Saskatchewan que se
comprometió a ir a Sudamérica ni bien recibiera su bautismo en el Espíritu (Wood, Diary
2nd Book, 19 y 23 de mayo de 1909). No he visto evidencia de que los Tittlemore hayan
llegado a la Argentina.
497
Wood, Diary 2nd Book, 18 y 19 de diciembre de 1909.
498
Según McPherson, Life of Levi Lupton, p. 16, la lista de misioneros que salieron del
Hogar de Misioneros de Lupton incluía “Mrs. H. M. Kelley [sic], May and Matthiew Kelley
[sic], Frances Evans, Berges Johnson [sic], Argentine Republic.” Es la única vez que hemos
visto nombrado un “Matthiew Kelley” o Kelty. McPherson no menciona a Alice Wood.
143
“Bendito sea Dios podemos decir como David Brainard, „no me importaba dónde ni
cómo viviera ni qué dificultades tuviera que atravesar con tal de que pudiera ganar
almas para Cristo. Mientras dormía soñaba con estas cosas y cuando me despertaba
mi primer pensamiento era de esta gran obra. Anhelaba ser una llama de fuego,
brillando constantemente en el servicio de Dios y construyendo el reinado de Cristo
hasta mis últimos momentos.‟”499
Wood no era una persona extraordinaria por circunstancias de nacimiento o
de educación formal. Simplemente nació en un tiempo y en una sub-cultura repleto
de oportunidades y estímulo para destacarse como mujer religiosa. La sub-cultura
en la cual se insertó prestaba poca atención a la moda científica de la época pero sí
amamantó del afán por el progreso de su propia expresión y sociedad cultural.
499
Alice C. Wood, “More Missionaries off for South America”, Bridegroom’s Messenger Vol.
3, No. 50 (15 de noviembre de 1909) p. 4.
500
McPherson, Life of Levi R. Lupton, pp. 2-3.
501
McPherson, Life of Levi R. Lupton, pp. 18 y 23; Wood, Diary 2nd Book, 1 y 4 de
diciembre de 1907.
144
502
McPherson, Life of Levi R. Lupton, pp. 15-16.
503
McPherson, Life of Levi R. Lupton, pp. 23-24.
504
Wood, Diary 2nd Book, el 26 de noviembre de 1907 envió su renuncio a la Sociedad de
Amigos.
505
Wood, Diary Book 3, el 9 de diciembre de 1914, anota que recibió sus papeles de
ordenación de las Asambleas de Dios. Alice C. Wood está registrada en la lista ministerial
del primer informe anual del Consejo General de las Asambleas de Dios: Minutes of the
General Council of the Assemblies of God in the United States of America, Canada and
Foreign Lands, Hot Springs, Arkansas, 2-12 de abril de 1914, p. 12 [DVD] Assemblies of
God Publications, pre-WWII.
145
“que una persona podía tener una relación directa e íntima con Dios, y que podía vivir
continuamente en esa presencia sentida. La calidad de vida que la santidad
promovía, de vivir „en la vida y el poder,‟ para utilizar terminología quietista, no era
diferente de la de los cuáqueros tempranos.”506
Como sugiere Robins, la división de las aguas en el evangelicalismo
estadounidense en general, según clase socio-cultural y económica, se aplicaba
más específicamente a la Sociedad de los Amigos. Los cuáqueros de la gente
común de las fronteras radicalizaron su concepto de santidad, sin salir de la
manada del cuaquerismo histórico. El pentecostalismo cuáquero, postulamos,
marcó otra división en las aguas del cuaquerismo radical. Aún en las fronteras, en
la primera década del siglo XX, estaba surgiendo una clase media que difería a la
vez del establecimiento de la costa este, y de la gente aún más “común” del medio
oeste. El advenimiento del pentecostalismo norteamericano marcó esta división. No
eran los “desheredados” de la tesis de Robert Mapes Anderson, 507 sino un esfuerzo
religioso y cultural de combinar el cristianismo supuestamente primitivo de la “fe
apostólica” con los avances de la modernidad norteamericana. Era una manera en
que personas sin privilegio social podía compartir en el sentido de destino
manifiesto en una sociedad mayor la cual, en su afán por el progreso material,
económico y político, desestimaba a los que pensaban sus inferiores.
506
Spencer, Holiness, p. 239.
507
Anderson, Robert M., Vision of the Disinherited, The Making of American Pentecostalism,
Hendrickson Publishers, Peabody MA, 1979.
146
4.5. Conclusión
Hemos visto en este capítulo el valor que Wood adjudicaba a sus raíces
cuáqueras, más que a sus raíces dentro del metodismo de santidad. La cercanía
espiritual y experimental de las dos tradiciones se hace obvia en su vida, aunque
508
Spencer, Holiness, pp. 240-241.
509
Wood, Diary 2nd Book, 30 de octubre de 1908.
147
buscar su propia voz y expresión, en sus propios términos. La idea de que había
que confiar en la presencia y la actividad del Espíritu Santo en las personas de los
ministros le llevaría a colocar su confianza en las personas equivocadas en
ocasiones. En algo su insistencia en la igualdad de personas, sobre todo de su
propia persona, la llevaría a posturas tercas e inflexibles, pero por otro lado,
permitiría a otras personas a reconocer que no hacía falta encajar con las pautas
socio-culturales predominantes.
La retórica de la humildad
Una necesidad sentida de confesar pecados ante las personas ofendidas
Una búsqueda grupal e individual del poder del Espíritu Santo
Un respeto por las evidencias manifiestas del poder del Espíritu Santo en los
y las ministros
Un deseo profundo de participar en la vida del Señor, de permanecer en su
presencia llevando a sanidades, milagros, y el hablar en lenguas
Una equivalencia entre la evidencia externa y milagrosa de la presencia de
Dios y la evidencia interna y purificadora de su presencia.
Un respeto por el liderazgo de la mujer
510
Spencer, Holiness, p. 241. Las “lluvias celestiales” era un término del cuaquerismo
temprano.
149
“Oren a Dios que nos mande rápidamente una banda de misioneros prácticos y llenos
del Espíritu, y que levante otra banda de predicadores nativos, completamente
preparados para entrar en este campo emblanquecido, listo para la siega. Que Dios
cumpla para nosotros Marcos 16:20 –„Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes,
obrando con ellos el Señor, y confirmando la palabra con las señales que se seguían.‟
Es un campo difícil aquí, como en cualquier lugar donde el Romanismo ha mantenido
su influencia, pero esperamos que las „lluvias tardías‟ caigan en Sudamérica también,
y que las señales se sigan, cuando Él pueda conseguir la creación del ambiente
espiritual indicado para que caigan las lloviznas. Por esta meta estamos orando y
511
laborando.”
Wood y otros misioneros como ella, estaban esperando una suerte de
contagio espiritual en un contexto cultural que no compartían las consignas
necesarias para alcanzar la meta que ella había establecido. Más que evangelistas
entusiastas y llenos del poder de Dios, iba a necesitar paciencia y el esfuerzo
educativo y pastoral para preparar a las personas para recibir la presencia
permanente del Espíritu Santo.
511
Alice Wood, “From South America. Mission Evangelica, Gualeguaychui, E.R., Argentina,
So. Am., March 19, 1910”, Bridegroom’s Messenger Vol. 3, no. 62 (15 de mayo de 1910) p.
4.
512
Birkel, “Leadings and Discernment”, p. 255.
150
interna de la Misión y las actividades ministeriales, podremos ver cómo Wood y los
demás misioneros interactuaban con los gualeguaychuenses. Deberemos entender
estas interacciones para luego comprender aspectos de las historias de vida de los
miembros.
151
La otra razón es que los detalles de la vida religiosa de las personas cuyas
historias de vida hemos de considerar en el siguiente capítulo los aporta el Diary de
la misma Wood. Hay un encuentro de culturas diversas en las páginas de este
Diary, todas expuestas desde la particularidad de Wood. Al conocerla mejor a ella,
podremos reconocer mejor sus propias huellas en las descripciones que
encontramos en el Diary. Suponemos que una parte de las frustraciones de Wood y
de las reacciones de los gualeguaychuenses hacia Wood que se vislumbran en las
páginas de su Diary, surgen por el hecho de que Wood venía de una cultura muy
diferente a la de la gente que la recibió en Gualeguaychú. Al entender mejor los
presupuestos y expectativas de Wood, tal vez comprendamos además los efectos
del choque de culturas que se vivía en la Misión Evangélica en Gualeguaychú y que
se vislumbrarán en las historias de vida.
Las teorías positivistas y el darwinismo social indicaban que las mujeres, por
naturaleza universal, tenían características maternas y nacieron para tener hijos y
cuidarlos. Las mujeres cuáqueras debatían esta postura en Norteamérica. Las
mujeres anarquistas debatían esta postura en la Argentina. Los varones cuáqueros,
como los varones anarquistas, se acomodaban fácilmente a las tendencias
culturales predominantes acerca de las relaciones de género en la familia y en la
sociedad. ¿Qué iba a surgir en la Misión Evangélica en Gualeguaychú bajo el
liderazgo de Alice Wood? ¿Quién decidía la identidad íntima de las personas y
cómo se debía expresar socialmente? ¿Había que llevar a las personas hacia la luz
153
para que se moldearan? ¿O había que descubrir la luz interior de cada uno de
ellos?
Wood y sus colegas, según las cartas que hemos presentado en los
capítulos 2 y 3, llegaron a la Argentina con el preconcepto común a todos los
misioneros anglo-parlantes en Sudamérica. Tanto May Kelty como Alice Wood
hicieron referencia reiterada a la obra editada en 1894, South America: The
Neglected Continent. 514 Necesitaban recaudar el interés y las finanzas de los
lectores para sostener su misión, entonces pintaron la urgencia misionera de una
513
Nos remitimos a las definiciones clásicas de sagrado y profano que ofrece Mircea Eliade,
Lo sagrado y lo profano, Barcelona, Labor, 1984.
514
E.C. Millard y Lucy E. Guinness, South America: The Neglected Continent. Sería
imposible citar todas las cartas en las cuales las misioneras aludieron a esta obra. Véanse
por ejemplo los ya citados artículos: Kelty, “Called to South America: View of a Needy Field”
(1909); Wood, “More Missionaries off for South America” (1909) p. 2; Wood, “Light in Dark
South America” (1912) y Wood, “Romanism in Argentina” (1914).
154
manera que atrajera a los lectores y su simpatía y no de una manera que valorara
las culturas y las identidades argentinas.
515
Jack Shannon, A History of the Christian and Missionary Alliance in Argentina. En el
capítulo 1, explica cómo la organización misionera empezó a involucrarse en la América del
Sur, a través de la gestión del colportor sueco, Emilio Olssen. Olssen mismo nunca se había
formado dentro de la visión y la teología misionera de la ACyM y la relación no perduró,
según lo que explica Shannon. Desafortunadamente, Shannon no explica cómo se formaron
y cómo se vincularon con la ACyM los demás misioneros que llegaron a la Argentina desde
Europa bajo la cobertura de la ACyM.
516
President’s Report of the CMA 1905-06, p. 176.
155
eran ellos quienes recibieron a Wood y sus compañeras y quienes al final les
delegaron la Misión, según el Diary de Wood.517
517
Wood, Diary 2nd Book, 28 de febrero de 1910.
518
Wood, Diary 2nd Book, 8, 9, y 13 de febrero de 1910.
519
Wood, Diary 2nd Book, 6, 23 de julio, 6 de octubre de 1909. La colaboración de Welch en
la Argentina no duró mucho. En su Diary Book 3, el 25 de noviembre de 1910, Wood
menciona que Welch tuvo que volver a Inglaterra para tratamiento debido a un brote
psicótico que sufrió. Welch solo aparece en el Informe Anual de la ACyM en 1910,
Thirteenth Annual Report of the Christian and Missionary Alliance, p. 25.
520
Wood, Diary 2nd Book, 13 de febrero de 1910.
156
En una de sus cartas escribe sobre don Domingo, “uno de los obreros
nativos”.525 Al final de octubre de 1910, doña Carmen le dijo a Wood que “los dos
obreros nativos estaban solicitando dineros para abrir otro salón en oposición a
nosotros.” 526 La semana anterior Wood escribió que don Domingo presentó
oposición en la reunión del martes y que después mandó el dinero y se retiró como
secretario.527 El 1 de noviembre, nadie fue a la reunión del martes aunque hubo tres
adultos y algunos niños en la reunión del jueves.528 El día 4 de noviembre Wood y
probablemente Fanny Evans y Berger Johnsen, otros dos misioneros que habían
llegado en junio y agosto respectivamente, visitaron a don Domingo y “Dios obró”.
521
Wood, Diary 2nd Book, 24, 25, 26 enero de 1910.
522
H. May Kelty, “New Missionaries in South America.”
523
Wood, Diary 2nd Book, 20 de enero de 1910.
524
Wood, Diary 2nd Book, 13 de febrero de 1910.
525
Alice Wood, “South America / Mission Evangelica, Gualeguaychu, E. R., Argentina, South
America. September 7, 1910”, Bridegroom’s Messenger Vol. 4, No. 73 (1 de noviembre de
1910) p. 4 [en línea] http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International
%20Pentecostal%20Church%20of%20Christ/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered
/1910/FPHC/1910_11_01.pdf [Consulta: 11 de octubre de 2011].
526
Wood, Diary Book 3, 31 de octubre de 1910.
527
Wood, Diary Book 3, 25 y 26 de octubre de 1910.
528
Wood, Diary Book 3, 1 y 3 de noviembre de 1910.
157
El 8 de noviembre don Domingo volvió a la reunión del martes. En esos días Wood
también fue a visitar varias familias, sin anotar cuáles, y el 10 de noviembre
menciona que los miembros volvieron a la reunión. A raíz de esta demostración de
conflicto, deducimos que uno de los obreros nativos era don Doimingo Marquez.529
Al examinar el envío de correspondencia de Wood a las revistas pentecostales en
EEUU, encontramos esta nota de septiembre de 1910:
Otro de los obreros nativos puede haber sido don Juan Marquez. En el
mismo período de principios de noviembre, cuando don Domingo volvía a
incorporarse en las actividades de la misión, el 13 de noviembre de 1910, don Juan
Marquez le dijo a Wood que “no debería haber dos oraciones al principio del culto,
no deberíamos hablar en otras lenguas, y las mujeres no deberían hablar jamás en
público.”531 Esta reacción al orden en el culto nos hace pensar que Juan Marquez
puede haber sido otro colaborador. Es posible que haya decidido volver a la Misión,
pero quiso manifestar claramente sus objeciones a los nuevos aspectos que Wood
había introducido en la Misión. Juan Marquez habría sido bien entrenado por los
misioneros de la ACyM y los cambios que trajo Wood no encajaban con la
hermenéutica bíblica que le habían enseñado. Notamos además que el mismo Juan
Marquez le había pedido a Alice que se celebrara la Santa Cena el 19 de julio de
1910. Según lo que podemos discernir en el Diary de Wood, Juan Marquez
demostraba un marcado interés por el estado de los cultos y de la liturgia en los
529
Deletreamos el apellido Marquez sin acento y con z final porque así aparece en la
mayoría de las fuentes primarias. En una ocasión aparece con s final.
530
Wood, “South America / Mission Evangelica, Gualeguaychu, E. R., Argentina, South
America. September 7, 1910”.
531
Wood, Diary Book 3, 13 de noviembre de 1910.
158
La única otra pista que Wood nos deja acerca de un posible obrero nativo es
del 16 de febrero de 1911: “Oramos por don Francisco después de que confesó. Se
niega a seguir predicando.” Es la única mención que hemos visto en el Diary de un
don Francisco. Es evidente que solía predicar pero que surgió algo sobre lo cual
tuvo que confesar, y aparentemente no se sintió en condiciones para predicar luego
de revelar su pecado. Nos es imposible reconstruir una historia de vida de don
Francisco, aunque estimamos que ha sido un protagonista importante en la vida de
la Misión Evangélica.
Durante los siete años que Wood estuvo presente en la Misión Evangélica
de Gualeguaychú, llegaron muchos misioneros desde varios países y de otras
provincias de la Argentina, para entrenarse con Alice Wood. También vinieron de
visita predicadores, pastores o evangelistas entrenados y ya establecidos en la
Argentina y en la República Oriental del Uruguay. Los miembros y participantes en
la Misión pudieron conocer, escuchar y aprender de una gran variedad de
predicadores y colaboradores. Solo ocasionalmente el Diary de Wood nos deja ver
los intercambios y las influencias entre todos ellos. Mencionaremos los misioneros y
predicadores itinerantes que más impacto parecen haber tenido en la vida de la
Misión y cuyos aportes mejor ilustran las tensiones sobre el hablar en lenguas y el
ministerio de la mujer.
532
Alice Wood, “From South America. Mission Evangelica, Gualeguaychui, E.R., Argentina,
So. Am., March 19, 1910”: “Aquí (Gualeguaychú) también pueden venir aquellos quienes
han sido llamados a los Indios del interior para aprender el idioma, salvo si el Espíritu
conceda el don. Aunque los Indios hablan distintos dialectos e idiomas, dicen que es
necesario conocer el castellano también para poder viajar y atender a los negocios.”
159
533
Wood, Diary Book 3, 16 de agosto de 1913.
534
Wood, Diary Book 3, el 5 de agosto de 1913 se van al mercado en la zona céntrica de la
ciudad para repartir tratados; el 29 de octubre de 1913 Kjelstrup sale con Eliza Curra para
distribuir tratados; el 8 de marzo de 1914 Wood y Kjelstrup van juntas a repartir tratados en
el “Pueblo Nuevo”.
535
Wood, Diary Book 3, 19 y 20 de octubre de 1910.
536
Wood, Diary Book 3, 22 de enero de 1911.
537
Wood, Diary Book 3, 25 de septiembre de 1913.
538
Wood, Dairy Book 3, por ejemplo, el 8 de octubre de 1910 y el 29 de marzo de 1913.
539
Además del Diary de Wood, existe documentación sobre los señores Sörensen,
incluyendo cartas que escribieron a las publicaciones pentecostales en EEUU,
especialmente Pentecostal Evangel y Bridegroom’s Messenger, las cuales se pueden
encontrar buscando “Sorensen” en https://ifphc.org/
index.cfm?fuseaction=publicationssearch.fulltext ; también la base de datos de CEMLA
contiene los datos de sus respectivos ingresos en el país: “Kjelstrup, Annina” y “Sorensen,
Niels” en http://cemla.com/buscador/ .
540
Saracco, Argentine Pentecostalism, pp. 58-59.
160
Pedro de Jujuy y, al final de enero de 1915, Kjelstrup también, para “trabajar con los
indios [sic]”.541 La estadía en San Pedro de Jujuy no duró mucho. El 11 de abril
ambos vuelven a Gualeguaychú, “flacos y pálidos”. Wood agrega que “muchos
vinieron para saludar a Annina y varios me felicitan porque están de vuelta otra
vez.”542 Se quedaron en Gualeguaychú hasta el 19 de marzo de 1917.543
541
Wood, Diary Book 3, 7 diciembre de 1914 y 29 de enero de 1915.
542
Wood, Diary Book 3, 11 de abril de 1915.
543
Wood, Diary Book 3, 11 y 21 de marzo de 1917.
544
David Bundy, Visions of Apostolic Mission, sobre Johnsen, véase especialmente pp. 347-
350; César Ceriani Cernadas. “La misión pentecostal escandinava en el Chaco argentino:
Etapa formativa: 1914 – 1945”; Iversen, 35 Años entre los Indígenas; Rakel Agathe YstebØ,
La Misión Pentecostal en Embarcación: Conversiones y cambios socio-culturales entre los
indígenas afectados por la misión de Berger Johnsen (1916-1945), Tesis inédita para el
título de Magister en Estudios Latinoamericanos, Facultad de Humanidades, Universidad
Nacional de San Martín, Buenos Aires, 2010.
545
Iversen, 35 Años entre los Indígenas.
546
Iversen, 35 años entre los indígenas, p. 3.
547
David Bundy, Visions of Apostolic Mission. El análisis y la narrativa de la obra de Bundy
no se enfocan en el ministerio de la mujer. Menciona al pasar los nombres de algunas
mujeres que habían estado activas, por ejemplo, Elsa Borg, Vita Bergen y Nelly Hall, pp.
110-115. Menciona la influencia de Robert Pearshall Smith sobre estas, quien, casualmente,
fue cuáquero, p. 113.
161
548
Habrían escrito más cartas a las publicaciones pentecostales escandinavas, las cuales,
según evidencia Bundy, también eran numerosas. Bundy, Visions of Apostolic Mission, pp.
17-18.
549
Wood, Diary Book 3, el 30 junio 1910 se va a Gualeguay hasta el 16 de octubre; el 14 de
diciembre se va otra vez a Gualeguay y el 23 de abril vuelve a Gualeguaychú desde Chile.
550
Wood, Diary Book 3, 23 y 24 de octubre de 1910. Véase también el 7 de diciembre de
1910.
551
Wood, Diary Book 3, los días 22, 23, 24 de septiembre de 1910.
552
Wood, Diary Book 3, el 19 de octubre y el 29 de noviembre de 1910.
553
Wood, Diary Book 3, el 2 de noviembre de 1910.
554
Wood, Diary Book 3, Véanse el 23 de enero de 1911, 9 de febrero de 1911, 25 de febrero
de 1911.
162
“Pasé mal la noche. Otro ataque espantoso de nervios. Dios me mostró que había
estado dudando de nuestro matrimonio otra vez. Me puse tan mal que casi perdí la
cabeza. Dios me mostró que debo dejar de dudar. Que es de Él. Dijo, „No apaguéis el
Espíritu‟ etcétera. Creí otra vez porque tenía que hacerlo. Dios perdone mi fe tan
débil. Me siento guiada a orar y ayunar hoy por la sanidad. Ha llegado el momento,
me dice Él, para una victoria completa sobre el nerviosismo. Jesucristo te sana. La
paz esté contigo. „No peques más, porque no te venga alguna cosa peor.‟ Me ha
555
hablado mucho otra vez hoy. Gracias a Él.”
Al final de marzo de 1911, Wood anotó en el margen de su Diary al lado de
la fecha del 9 de febrero de 1911, que “a través de experiencias difíciles, Dios me
ha demostrado que la hermana Evans y yo hemos estado en error y en fanatismo
acerca de la guía del Espíritu y las obras de la carne.”556
555
Wood, Diary Book 3, 23 de enero de 1911. Hace referencia a Juan 5:14 y cita el
versículo parcialmente.
556
Wood, Diary Book 3, el 26 de marzo de 1911.
557
Wood, Diary Book 3, el 6 de junio de 1910 arriba a Gualeguaychú; el 15 de julio se va a
Gualeguay; el 16 de octubre vuelve a Gualeguaychú; 14 de diciembre se va otra vez a
Gualeguay; el 23 de abril vuelve de Chile a Gualeguaychú donde se queda hasta su partida
a Estados Unidos.
558
Wood, Diary Book 3, el 29 de mayo de 1911.
163
“Tuvimos una velada para vísperas de año nuevo desde las 21 hs hasta las 12: 20.
Entraron seis personas no salvas. Un judío convertido nos visitó desde Paraná. Había
veintidos presentes. Cantamos, predicamos, diserté sobre la tabla del „Plan de las
Eras‟, la señorita Wygle mostró su ilustración química de la salvación. El señor
Johnsen habló durante unos veinte minutos, la señorita Wygle oró y habló en lenguas.
Les dijo que Jesús viene pronto, que se preparen. Se sintió una gran falta del espíritu
560
de la unidad en la reunión. El ambiente fue duro e inflexible, poco agradable.”
Durante el mes de enero, se produjeron conflictos dentro del cuerpo de
misioneros y en los cultos. Los tres escandinavos, Johnsen, Kjelstrup y Sörensen,
se reían de Wygle y Wood los retó.561 El 2 y 3 de enero Wood anota que en las
reuniones especiales para “los nativos” seguía habiendo una falta de unidad. El 5
de enero el hermano Johnson indicó que Wood y Wygle estaban hablando en
lenguas “según la carne.” El 20 de enero solo vinieron dos personas desde afuera
de la misión a la reunión de oración. El 1 de febrero Wood vio por primera vez que
Wygle era “algo demente” y sospechaba que su demencia era la causa de “los días
de dureza y confusión que hemos experimentado desde el principio del año.” 562
559
Wood, Diary Book 3, Wygle llegó a Gualeguaychú el 24 de diciembre de 1913; el 13 de
agosto Wood anota que recibió la noticia de que la señorita Wygle había fallecido. El
misionero R. S. McBride también hace referencia a la señorita Wygle en sus cartas a las
revistas pentecostales. Véase P. Heckman, “Off for South America,” Bridegroom’s
Messenger Vol. 7, No. 157 (15 de junio de 1914) p. 4; R. S. McBride, “A Beloved Missionary
Called Home,” Bridegroom’s Messenger Vol. 8, No. 163 (octubre de 1914) p. 2 [en línea]
http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International%20Pentecostal%20Church%20of%20C
hrist/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered/1914/FPHC/1914_10.pdf [Consulta: 11
de octubre de 2011].
560
Wood, Diary Book 3, 31 de diciembre de 1913.
561
Wood, Diary Book 3, 2 de enero de 1914.
562
Wood, Diary Book 3, 1 de febrero de 1914.
164
siguiente martes, 10 de febrero, las familias Curra y Pólvora vinieron a ver a Wood
y ella los retó por haberse opuesto a Wygle. El desenlace trágico fue muy rápido a
partir de esta fecha. El 11 de febrero, Wygle saltó de una pared de tres metros y
estuvo después tan violentamente inquieta que se necesitaban dos varones para
sujetarla. El médico vino e insistió que había que llevarla al asilo en Buenos Aires,
lo cual hicieron Johnsen y Kjelstrup el día 13 de febrero.
Al final, Eliza Curra y Blanca Pólvora fueron las que ayudaron a Wood a
tramitar la intervención médica para llevar a Wygle al asilo en Buenos Aires. 563 La
amistad en el cuerpo misionero entre Wood y los tres escandinavos también se
restableció.
563
Wood, Diary Book 3, el 11 de febrero de 1914.
564
Birkel, “Leadings and discernment”, p. 246.
565
Véanse Birkel, “Leadings and Discernment”, pp. 247-248; Angell, “God, Christ, and the
Light”, pp. 158-159.
165
566
Wood, Diary Book 3, véanse por ejemplo, 27 de febrero de 1911, 7 de julio de 1915.
567
Wood, Diary Book 3, parte por Río Cuarto, Córdoba el 7 de junio de 1915 para participar
en una campaña especial con los Yoder hasta el 5 de julio de 1915. El 10 de noviembre de
1915 escribe que recibió una carta del hermano Yoder. El 1 de enero de 1916, recibió otra
carta del hermano Yoder. Entre el 6 y el 14 de febrero de 1916, los señores Yoder están con
ella en Gualeguaychú. Otra vez del 3 hasta el 31 de julio de 1916, Wood viaja a Río Cuarto.
El 21 de agosto de 1916, Wood anotó que escribió una carta al hermano Yoder. Los Yoder
invitan a Wood otra vez a participar en reuniones especiales en Río Cuarto hacia fines de
1916, pero por distintos motivos, el evento y el viaje se cancelaron: 12 de noviembre de
1916, 20 de diciembre de 1916.
568
Sobre Charles Yoder, véase: “Charles Francis Yoder, Missionary” y “Charles Francis
Yoder, My Grandfather”, Yoder Newsletter, No. 39, Goshen, Indiana (abril de 2002) [en
línea] http://www.yodernewsletter.org/YNL/ynl39.html [Consulta: el 10 de julio de 2014].
569
Wood, Diary Book 3, 1 de enero de 1916; 6, 11, 15 de febrero de 1916. Véase también el
anuncio en El Censor, “Misión Evangélica”, El Censor, del 5 hasta el 14 de febrero de 1916,
Año XV, nos. 3824 al 3832, en la página 4 o 5 de cada número.
570
Wood, Diary Book 3, entre el 9 de octubre de 1915 y el 16 de junio de 1916; Alice Wood,
“Argentina, S.A.”, Bridegroom’s Messenger Vol. 9, No. 178 (enero de 1916) p. 3; “South
America”, Bridegroom’s Messenger Vol. 9, No. 186 (septiembre de 1916) p. 4 [en línea]
http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International%20Pentecostal%20Church%20of%20C
hrist/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered/1916/FPHC/1916_09.pdf [Consulta: 11
de octubre de 2011].
571
Wood, Diary Book 3, 16 de enero de 1916, 20 de marzo de 1916, 17 de abril de 1916.
572
Wood, Diary Book 3, 21 de febrero de 1916.
573
Wood, Diary Book 3, 12 de mayo de 1916.
166
Juan Barrios, quien acompañó a Wood a Río Cuarto en 1916, colaboró con
ella tanto en Gualeguaychú como en su primer año en 25 de Mayo. Barrios era un
misionero español del Ejército de Salvación cuando llegó a Gualeguaychú por
primera vez. 575 Otro predicador destacado quien visitó a Wood a menudo en
Gualeguaychú fue Francesco Guiseppe Penzotti, conocido colportor metodista que
vivía en la Ciudad de Buenos Aires.576 Llegaron también el señor Antonio Puch de
la Iglesia Metodista en Montevideo,577 y un capitán del Ejército de Salvación, Luis
Salvador. 578 Wood también mantuvo contacto constante con misioneros de la
Alianza Cristiana y Misionera en el país.579
574
Wood, Diary Book 3, 22 de marzo y 12 de mayo de 1916.
575
Wood, Diary Book 3, 4 de diciembre de 1915, consigna la primera visita del
“Lugarteniente Barrios”. Véase también Alice Wood, “South America, Sister Alice Wood
writes from Argentina”, Bridegroom’s Messenger Vol. 9, No. 186 (septiembre de 1916) p. 4.
Aquí Wood explica algo sobre quién era Barrios; y también en, Alice Wood, “A Testmony
from Argentine, South America”, The Weekly Evangel No. 162 (28 de octubre de 1916) p.
13; Alice Wood, “Argentina, S.A. Sister Alice Wood of Gualeguaychu, E.R.”, Bridegroom’s
Messenger Vol. 9, No. 187 (octubre de 1916) p. 3 [en línea]
http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/
International%20Pentecostal%20Church%20of%20Christ/Bridegroom%27s%20Messenger/
Unregistered/1916/FPHC/1916_10.pdf [Consulta: 11 de octubre de 2011]. Aquí Wood
explica su mes de reuniones especiales en Río Cuarto, acompañada por el hermano
Barrios. Sobre esta visita a Río Cuarto; véase también, Alice Wood, “A missionary of the
Argentine”, Latter Rain Evangel (diciembre de 1916) pp. 15-16.
576
Wood, Diary 2nd Book, 1 de mayo de 1910; Diary Book 3,diciembre de 1910, junio de
1912, mayo de 1914, octubre de 1914, marzo de 1915, octubre de 1915 y noviembre de
1916. Sobre Penzotti, véanse, Pablo Deiros, Historia del Cristianismo en América Latina,
Buenos Aires, Fraternidad Teológica Latinoamericana, 1992, pp. 648-649 y Claudio Celada,
Un apóstol contemporáneo: La vida de F. G. Penzotti, Buenos Aires, La Aurora, sin fecha.
577
Alice Wood, Diary Book 3, 1 de noviembre de 1915, Wood escribe que “El señor Antonio
Puch vino de visita otra vez desde la Iglesia Metodista, Montevideo y vino para las
oraciones vespertinas.” El énfasis es nuestro, para resaltar que no era la primera vez que
había venido, aunque es la primera vez que aparece en el Diary.
578
Wood, Diary Book 3, 3 de abril de 1916; 6, 11 de junio de 1916.
579
Entre enero de 1910, cuando el señor y la señora Stewart de la ACyM entregan la Misión
a Wood, y el 16 de enero de 1912, cuando los Stewart vuelven a Europa, Wood intercambia
correspondencia y visitas con ellos, en Gualeguay, Gualeguaychú y en Olavarría y Azul,
provincia de Buenos Aires. Véanse varias entradas en el Diary 2nd Book, 15-31 de enero y
28 de febrero de 1910; Diary Book 3, entre el 29 de junio de 1910 y el 16 de enero de 1912,
Wood menciona a los Stewarts 17 veces. Wood también mantiene contacto con el señor
Logan, quien había dejado la ACyM para vincularse con los bautistas, con los señores
Russell, los señores Butler, y la señorita Hamilton.
167
“En este momento, la querida Madre Kelty es la que mantiene la casa, hay dos
predicadores nativos que se turnan para dirigir los cultos públicos de los jueves y
domingos a la noche en la misión, la cual es un salón grande en el mismo edificio
donde vivimos. La querida hermana May Kelty es de mucha ayuda como organista.
La divina clase de Biblia de los martes a la noche, la escuela dominical, las visitas, las
compras, el escribir, los quehaceres domésticos, los trámites públicos, etc.
necesariamente me tocan a mí. Nuestra agenda está más que completa.”580
Según la descripción que Wood nos deja en esta carta, había cuatro
actividades públicas en la misión durante la semana: un estudio bíblico los días
martes, a cargo de Wood, dos cultos los días jueves y domingo, a cargo de los
predicadores nativos, y la escuela dominical, también a cargo de Wood. En julio de
1913, orientó el estudio bíblico de los días martes hacia las mujeres: “Empecé una
clase de Biblia para mujeres. El tema: cómo una mujer joven puede confesar a
Cristo. Hubo 7 presentes.”581
580
Wood, “From South America. Mission Evangelica, Gualeguaychui [sic], E.R., Argentina,
So. Am., March 19, 1910”.
581
Wood, Diary Book 3, 1 de julio de 1913. A través de la función de búsqueda en el
calendario electrónico, hemos podido averiguar que el 1 de julio de 1913 era un día martes.
582
Veremos ejemplos específicos de la colaboración de distintos miembros de la misión
cuando desarrollemos sus historias de vida en el siguiente capítulo.
168
583
Wood, Diary 2nd Book, el 19 de abril de 1910.
584
Wood, Diary Book 3, 23 de junio de 1910, el culto familiar de este día duró hasta las 10
de la mañana.
585
Wood, Diary Book 3, 7 de abril de 1912; 17 de noviembre de 1912, 17 de junio de 1913.
586
Wood, Diary Book 3, sobre dejar el cigarrillo el 12 de noviembre de 1910, antes de
mudarse a la misión, y luego el 10 de febrero de 1916, ya viviendo en la misión. Sobre la
169
Wood también pudo formar fuertes vínculos con algunos de los miembros de
la Misión a través de las visitas que le hacían a ella en sus momentos de debilidad.
A partir de mediados de septiembre de 1910, Wood empezó a sufrir por el
cansancio y por diversas crisis nerviosas, probablemente vinculadas con su
enamoramiento con Johnsen y la desmesura ministerial de Evans, como ya vimos.
Ella se quedó sola en la Misión entre el 16 de septiembre y el 6 de octubre. Wood
escribió extensamente acerca de su estado emocional y espiritual. Enviaba cartas
de confesión a personas en los EEUU y en Canadá y buscaba oportunidades para
confesar sus ofensas ante los diversos miembros o participantes en la Misión. Fue
un tiempo en el que retomó el ritmo de búsqueda espiritual que había iniciado en el
campamento de Lupton.587
A partir de ahí, ella temía quedarse sola en la misión por varias razones.
Una de ellas fue porque su nerviosismo le causaba dolores en el pecho que hacían
que ella temiera por la salud de su corazón. A veces el dolor era intenso y duraba
más de una hora.588 Otra razón fue porque empezó a desarrollar una teología sobre
los demonios que tomó características existenciales muy fuertes. 589 En esos
momentos, Wood dependía de la asistencia en enfermería y acompañamiento de
las personas que la visitaban en la misión. Todavía no había empezado a
subarrendar habitaciones de la misión en ese tiempo. De hecho, fue cuando el
misionero Berger Johnsen volvió de su viaje en la provincia de Buenos Aires, que
Wood decidió alquilar la habitación extra a un vecino. Johnsen le ayudó a
desocupar la habitación.590
Quienes más la atendían en medio de sus luchas y sus altibajos eran doña
Carmen de Mora, su hijo Ramoncito, doña Mariana de Doldán y su hija María,
quienes le traían comida preparada, la ayudaban a limpiar la casa y el salón de
reuniones y oraban con ella. 591 También cenó con ella una vez don Domingo
592
Marquez. Fueron ocasiones en las que las relaciones de poder entre
misionero/líder/encargado extranjero y los gualeguaychuenses pudieron revertirse.
Wood se presentó como la persona que necesitaba ayuda y los demás fueron en su
auxilio. Los agentes pastorales eran los miembros de la misión y no la misionera.
Como veremos en las reconstrucciones de las historias de vida de doña Carmen y
de doña Mariana, empezaron a crear vínculos de una amistad recíproca entre
iguales, en vez de una relación más vertical entre maestra y discípulas.
Como vimos en el capítulo 3, Marcela Nari sugiere que a principios del siglo
XX en la Argentina, “la cuestión de la mujer” era “‟la cuestión de la mujer obrera‟. El
trabajo asalariado había desplazado como polémica central la posibilidad y
conveniencia de la educación de las mujeres desarrollada a lo largo del siglo
XIX.”594 También hemos visto que un componente importante en esta cuestión tenía
592
Wood, Diary Book 3, 3 de octubre de 1910.
593
Wood, Diary 2nd Book, 1 de marzo de 1910.
594
Nari, “El feminismo frente a la cuestión de la mujer,” p. 280.
171
que ver con que supuestamente el destino único y natural de la mujer era el de ser
madre (entendido en el contexto del matrimonio, el ámbito privilegiado para cuidar
la propagación de la “raza”). Otro posible contenido de esta cuestión en este
momento tan temprano en el ministerio de Wood en Gualeguaychú era el mandato
que había dejado el antiguo misionero de la ACyM y que citamos arriba: las
mujeres solo orarían en las reuniones públicas. Deducimos entonces que la
cuestión de la mujer incluía las preguntas sobre el trabajo asalariado, el trabajo
religioso público, y la maternidad como naturaleza única y obligatoria.
595
Wood, Diary Book 3, el 11 de abril de 1913.
596
Wood, Diary Book 3, el 27 de febrero de 1913.
172
predicando. Dos años más tarde, anotó en su Diary que le dolía demasiado la
garganta para poder predicar.597
Nari también provee una posible definición de lo que era el feminismo en las
dos primeras décadas del siglo XX en la Argentina: “La conciencia feminista
implicaba el reconocimiento de una base común a la opresión de las mujeres y, por
lo tanto una posibilidad de desarrollar sentimientos y prácticas de solidaridad entre
597
Wood, Diary Book 3, el 14 de enero de 1915.
173
mujeres.”598 En base a esta definición del feminismo, nos preguntamos si Wood era
feminista y si ella proveyó oportunidades para que otras mujeres en la Misión
desarrollaran una conciencia feminista. En este espacio intentaremos contestar a la
primera pregunta. En el capítulo 6, al explorar las historias de vida, podremos
discernir el grado del apoyo o del rechazo de esta conciencia feminista en los
miembros de la Misión.
598
Nari, “El feminismo frente a la cuestión de la mujer”, p. 287.
599
Wood, “Light in Dark South America”, p. 8.
174
situaciones habría sido la que aprendió dentro del cuaquerismo y dentro de los
preceptos del evangelio cuádruple de Simpson y la ACyM: Sin importar las
circunstancias de la vida, había que procurar permanecer en Cristo. La guía de
Cristo en el interior de la mujer le ayudaría a buscar el camino correcto para ella en
medio de las confusiones y vicisitudes de su vida.
Es posible que Wood usara este tiempo de estudio bíblico para explayarse
sobre la santidad en el sentido cuáquero y que animaba a todas a seguir la guía
interna de Dios y luchar por permanecer en Cristo, sin prestar atención a las
restricciones humanas. También es posible que modificara este sentido de la
santidad más de acuerdo con las enseñanzas de Simpson y la ACyM –que en
materia de consciencia y de fe, había que obedecer a Dios, pero en todo lo que
atañe a la vida material, había que sujetarse a los varones. Esta segunda
interpretación es la que se resalta en el estudio antropológico sobre pastoras
pentecostales de Mónica Tarducci en los años 1990, pero sería un error histórico
suponer que Wood tenía la misma perspectiva teológica que las pastoras en la
investigación de Tarducci. 602 Insistimos que Wood se habría apropiado de las
enseñanzas del evangelio cuádruple a través de su filtro cuáquero de la igualdad de
todas las personas. Nos es difícil averiguar si, como consecuencia de este estudio
bíblico, alguna de las 7 mujeres presentes haya empezado a manifestar una
conciencia feminista también. El único nombre que Wood menciona en el contexto
600
Wood, Diary Book 3, 1 de julio de 1913.
601
Wood, Diary Book 3, 11 de abril de 1913.
602
Tarducci, Servir al marido.
175
“La Señorita Wygle casi se desmaya en la mesa, en el sofá habló y cantó en lenguas
y en inglés. Piensa que se va a morir. Reprocha al hermano Johnsen otra vez por
604
oponerse al ministerio de la mujer. El hermano Johnsen reprende al enemigo.”
Es una situación muy compleja con el avance rápido de la demencia que
Wygle sufría. Podemos imaginar que a Johnsen le estaba costando cada vez más
aceptar el ministerio de la mujer, ya que en dos ocasiones las ministras que
abogaban a favor sufrían de delirios y demencias. Posiblemente haya aceptado el
ministerio de Wood como caso excepcional. Wood no estaba encontrando un apoyo
sólido en otras mujeres que por su propia integridad podían defender el ministerio
de la mujer en términos generales y no solamente en ocasiones excepcionales.
Pero otra vez, el hecho de que Wood haya tardado tanto en ver la demencia que
parecía obvia a los demás es un indicador de que Wood estaba intentando
solidarizarse con otras mujeres líderes.
Los casos de solidaridad con las mujeres líderes, a pesar de sus errores y
demencias, nos da pautas para creer que el mensaje que Wood enseñaba en los
estudios bíblicos con las mujeres gualeguaychuenses era el de no aceptar las
restricciones humanas para “confesar a Cristo”, sino solamente la iluminación y el
fuego abrasador del Espíritu Santo. Afirmamos que Wood, como tantas otras
líderes cuáqueras, 605 tenía una consciencia feminista y buscaba “desarrollar
sentimientos y prácticas de solidaridad entre mujeres.”606 Aunque su meta no era
aumentar una consciencia feminista en las mujeres, sino aumentar una consciencia
cristiana en ellas.
603
Wood, Diary Book 3, 2 de julio de 1913.
604
Wood, Diary Book 3, 6 de febrero de 1914.
605
Referimos, por ejemplo, a nuestra discusión sobre Van Vleck Garman, “Quaker Women‟s
Lives and Spiritualities”, en el capítulo 4 de esta tesis.
606
Nari, “El feminismo frente a la cuestión de la mujer”, p. 287.
176
Para Johnsen y los obreros nativos, el poder legítimo debía ser masculino.
No hemos podido examinar el trasfondo histórico y teológico de Johnsen para saber
cómo llegó a formular esta opinión. No sabemos si se basaba en sujetar la
experiencia a la luz de la Palabra escrita, la Biblia -como hemos visto que hicieron
Wesley y Simpson- o si logró abrirse a la posibilidad de la revelación divina directa,
según la tradición cuáquera que habría estado presente en el campamento de
Lupton. Según el tratado hagiográfico de Iversen sobre Johnsen, él migró a los
Estados Unidos en 1906.607 No habría participado en el movimiento radical de la
santidad que describe Robins y que formó a algunos de los primeros líderes
pentecostales desde el ámbito cuáquero del medio oeste estadounidense. No
sabemos cómo se vinculó con la organización de Lupton, pero su nombre está en la
lista que nos provee McPherson de los misioneros que salieron de esta
organización.608 Hemos visto que no apoyaba el ministerio de la mujer. Al haberse
fracasado la empresa misionera cuáquera-pentecostal de Lupton, Johnsen se
afianzó más estrechamente con el movimiento pentecostal escandinavo cuando
volvió a su país natal en 1914 por un período de descanso. 609 Es posible que el
pentecostalismo noruego haya recibido mayor influencia del pensamiento de
Wesley sobre el ministerio de la mujer.
Esta postura es un indicio de que el texto bíblico para Johnsen tenía más
autoridad de lo que tenía en el pensamiento cuáquero. Esta apreciación de la
autoridad de la Biblia, y en consecuencia, de la autoridad de quien enseñe la Biblia
lleva a una cierta jerarquía en el liderazgo –quien conozca la Biblia y la interprete
correctamente es quien tenga autoridad. Por la afiliación de Johnsen en el
movimiento pentecostal, entendemos que habría compartido la idea de que la
autoridad humana también se justificaba a través de las evidencias del poder del
Espíritu Santo –el hablar en lenguas, las sanidades milagrosas, etc. La
interpretación correcta entonces no se demostraba a través de títulos de estudios,
sino a través de la presencia del poder del Espíritu Santo. Las manifestaciones del
poder de Dios se juzgaban, a su vez, a la luz del texto bíblico.
607
Iversen, 35 años entre los indígenes, p. 3.
608
McPherson, Life of Levi R. Lupton, p. 16.
609
Wood, Diary Book 3, el 12 de junio de 1914 indica que Johnsen partió por Noruega. El 7
de octubre de 1916 Wood anota que el hermano Johnsen volvió de Norteamérica.
177
610
César Ceriani Cernadas, “La misión pentecostal escandinava en el Chaco argentino.
611
César Ceriani Cernadas y Hugo Lavazza, “Inestables reputaciones. Liderazgo y conflicto
en una misión evangélica indígena del Chaco argentino” en Flores y Seiguer (eds.),
Experiencias plurales de lo sagrado, pp. 3-18.
612
Birkel, “Leadings and discernment”, p. 250.
178
613
Alice C. Wood, “Miss Alice Wood writes encouragingly from South America”,
Bridegroom’s Messenger Vol. X, No. 188 (noviembre de 1916) p. 3.
614
Birkel, “Leadings and Discernment”.
179
615
Wood, Diary Book 3, el 27 de septiembre de 1910; el 1 de octubre de 1910. En esas
oportunidades, se dio cuenta de algún roce, malentendido, o imposición que ella había
cometido contra algún miembro o vecino de la Misión. Salió a visitar a las personas en sus
propios hogares para confesar y buscar la reconciliación.
616
Wood, Diary Book 3, el 26 de septiembre de 1910 escribe que entiende que debe
“confesar (su) engaño al fingir entender al señor Juan Moyano y a otros cuando no
(entendió) su español.” Lo cual hizo en la reunión de oración del martes siguiente, según su
anotación del 27 de septiembre de 1910.
617
Wood, Diary Book 3, los días 19, 20, 22, 26, 27 de septiembre de 1910; 2 de diciembre
de 1910; 7 y 11 de julio de 1915; 22 de marzo de 1916;
618
Wood, Diary Book 3, el 12 de noviembre de 1913.
619
Wood, Diary Book 3, el 6 de noviembre de 1916.
180
5.11. Conclusión
Alice Wood y los otros misioneros tuvieron que aprender a discernir los
prejuicios que su preparación como misioneros les había legado, sobre todo la idea
de que Dios obraría a través de ellos mismos por ser los misioneros y los
pregoneros de las verdades últimas de Dios. Debían aprender a confiar en el
protagonismo de sus colegas argentinos y aceptar que su apropiación religiosa era
válida. En base a la poca evidencia que tenemos sobre Berger Johnsen, lo que
hemos visto sobre Wood y la mención mínima sobre cómo los gualeguaychuenses
apreciaban a los Sörensen, parece que los cuatro colegas compartían un estilo de
liderazgo que combinaba ejes verticales y ejes horizontales. Por un lado, la
autoridad del líder se basaba en una legitimación divina –sea por la autoridad del
texto bíblico o la autoridad de las señales del poder del Espíritu Santo- que se
imponía sobre el ordenamiento de la Misión. Por otro lado, la naturaleza “amateur”
y el mismo énfasis en el discernimiento de la obra del Espíritu Santo les ayudaron a
escuchar, ver y apreciar las necesidades reales y los aportes de los
gualeguaychuenses. Su consciencia de la presencia ubicua del Espíritu Santo o de
la Luz interior les ayudó a valorar el protagonismo de la gente común.
“Ustedes saben que el año pasado nuestra obra fue grandemente dañada porque
tontamente permití entrar a la misión a unos misioneros fanáticos y con poca
experiencia. Gracias a Dios, Él los sacó y recientemente ahora la obra se está
recuperando y estamos volviendo a restablecer la confianza y ganar el oído de la
620
gente.”
Esta confesión indica que tal vez en 25 de Mayo aprendió de sus propias
experiencias con lo que ella entendía por “fanatismo”. Habría vuelto a confiar en el
trabajo arduo de prestar atención al “silbo apacible” del Espíritu Santo, o a la Luz
interior de Cristo de su crianza cuáquera. Ella estaba empezando a discernir sus
prejuicios, algo que los misioneros novatos no podían hacer. Fue en este mismo
620
Alice Christi Wood, “For our office files”, Department of Foreign Missions, General
Council, Assemblies of God, Springfield, Missouri, marzo de 1919.
182
informe que también indicó que su trabajo era mayormente pastoral, y no tanto
evangelístico.
Ahora debemos examinar cómo ese experimento incidió en las vidas de los
gualeguaychuense involucrados. En el próximo capítulo examinaremos más de
cerca las historias de vida y la diversidad de acepciones que algunos de los
miembros de la Misión Evangélica otorgaron a su experiencia pentecostal.
621
Ver Juan Sepúlveda “El „principio pentecostal‟: reflexiones a partir de los orígenes del
pentecostalismo en Chile” en: Chiquete, Daniel y Luis Orellana (eds.) Voces del
pentecostalismo latinoamericano Chile, RELEP ; CETELA ; ASETT, 2003, pp. 13-28. Véase
también Luis Orellana U. El Fuego y la Nieve: Historia del Movimiento Pentecostal en Chile,
1909-1932, Concepción, Chile, Ceep Ediciones, 2008.
183
6.1. Introducción
622
Allan Anderson, Spreading Fires, p. 8.
623
Seiguer, “La „moralidad degradada‟”, p. 118, citando a Millard y Guinness, The Neglected
Continent, p. 5.
186
624
Robins, A. J. Tomlinson, p. 34.
625
Pablo Semán, “Cosmológica”.
187
preminencia [sic] de la totalidad y el carácter de parte con que participa cada sujeto
626
en esa totalidad).”
En dos de sus ensayos, Semán demuestra la presencia simultánea de
múltiples interpretaciones de la experiencia religiosa la cual puede ser, por un lado,
627
holista y relacional e individualista, por otro. Semán sospecha que la
psicologización de las religiosidades populares deviene de una popularización de
aspectos del psicoanálisis que está tan prevalente en las grandes ciudades
argentinas. Sería una asimilación de las “prácticas psi” en los barrios de renta baja
en las afueras de estas ciudades, según lo afirma Semán:628
626
Semán, “Cosmológica”, p. 47.
627
Semán, “Cosmológica” y Pablo Semán, “Psicologización”.
628
Semán, “Psicologización”, pp. 110-111.
629
Semán, “Psicologización”, p. 111.
630
Semán, “Cosmológica”, p. 50.
631
Semán, “Cosmológica”, p. 50.
188
Según lo que leímos sobre Simpson, y en Robins, los escritos del quietismo
eran sumamente importantes en el movimiento de santidad, tanto el movimiento de
la clase media como el de la gente común. Wood no deja registro de haberlos
189
traducido para los obreros nativos. Tal vez lo haya hecho sin comentarlo en su
Diary. Seguramente incorporaba elementos del quietismo en los mensajes que
compartía en los cultos y en la escuela bíblica. El quietismo habría aportado los
elementos “psi”, en términos de Semán, al contexto cultural.
“… los investigadores que abogan por una concepción activa y voluntaria de las
elecciones del sujeto, insisten en el estudio de los contextos de interacción para
comprender el modo en que se negocia el significado, multiplicando las formas de
pertenencia dentro de las instituciones religiosas. Aquí la función compensatoria de la
oferta religiosa así como las transformaciones cognitivas ocupan un lugar
633
destacado.”
Algranti también adopta el concepto de “pasaje para dar cuenta de las
adhesiones múltiples que contempla la experiencia del tránsito religioso.” 634 Esta
noción “habilita a pensar las formas históricas de la adhesión religiosa en contextos
sociales segmentados bajo principios de superposición dinámica, en donde las
635
pertenencias múltiples ocupan un lugar destacado.” La categoría de la
conversión, al contrario, refiere
632
Algranti, “Apontamentos”.
633
Algranti, “Apontamentos”, p. 103.
634
Algranti, “Apontamentos”, p. 104. Adopta este concepto de los estudios de Patricia
Birman, “Cultos de possessão e Pentecostalismo no Brasil: Passagens”, Religião e
Sociedade, Rio de Janeiro, Vol 17, N° 1-2 (1996) pp. 90-119.
635
Algranti, “Apontamentos”, p. 104.
636
Altranti, “Apontamentos”, p. 104.
190
6.1.2. La documentación
637
Semán, “Cosmológica”.
191
638
Para ver la lista de las colecciones históricas en FamilySearch.org de la región centro y
sudamericana, véase https://familysearch.org/search/collection/list?page=1®ion=
CENTRAL_SOUTH_AMERICA [Consulta: 20 de julio de 2014]. No hay imágenes
disponibles de los registros uruguayos.
192
En varios casos, hay apellidos que son demasiado comunes, tal como
Marquez, García o González, y no podemos discernir con seguridad cuales de los
registros oficiales disponibles en FamilySearch.org pertenecen a las personas que
Alice menciona.
“… á nueve de Agosto del año mil novecientos doce, ante mí, Angel Ramon Olivier,
segundo gefe de la Oficina del Registro Civil, compareció Don Dardo Huginis Febvre
de veinte y cinco años, soltero, argentino, domiciliado en la calle General Urquiza y
declaró: Que á las doce y treinta minutos pasado meridiano, del día ocho del
corriente, había fallecido en esta ciudad, en la casa calle Salta, una persona del sexo
masculino, llamado DOMINGO MARQUEZ, de cuarenta y tres años de edad, de
estado viudo, de nacionalidad argentino, de profesión albañil, que había muerto de
Tuberculosis pulmonar, según certificado médico del Dr. Enrique Rossi, el cual quera
[sic] archivado bajo el número de esta acta. –
“Los padres del difunto son: Don Antonio Marquez y Doña Basilia Arredondo –
Ignoramos los demás datos. –
“Son testigos de esta defunción: el declarante y Don Ramon Doello, de treinta y cinco
años, soltero, argentino, domiciliado en la calle General Urquiza.“640
El acta de defunción nos indica que Domingo Marquez tenía 43 años, era
argentino, viudo, trabajaba de albañil, estaba domiciliado en la calle Salta, y sus
padres eran Antonio Marquez y Basilia Arredondo. La fecha de este acta
corresponde a lo escrito en el Diary de Wood los días 7 y 8 de agosto del mismo
año:
639
Simplemente al ingresar el apellido Marquez en el buscador de FamilySearch.org
limitando la búsqueda a la localidad de Gualeguaychú, Entre Ríos y a los censos de 1869 y
1895, se puede ver la distribución del apellido alrededor de Gualeguaychú y el origen natal
de las personas.
https://familysearch.org/search/record/results?count=75&query=%2Bsurname%3A
Marquez%20%2Brecord_country%3AArgentina%20%2Brecord_subcountry%3A%22Argenti
na%2CEntre%20R%C3%ADos%22%20%2Bresidence_place%3A%22Gualeguaychú%2C%
20Entre%20R%C3%ADos%22~%20%2Bresidence_year%3A1869-1895~
%20%2Brecord_type%3A(3) [consulta: el 8 de agosto de 2014].
640
Acta de defunción, No. 299, Año 1912 Registro Civil de las Personas Gualeguaychú,
Defunciones Ciudad, FF 170-171.
196
Hemos podido resolver la pregunta de quién era viudo don Domingo a raíz
del fallecimiento de su hija, Cora o Dolores Marquez. Según el Diary de Wood, dos
días después del fallecimiento de Domingo Marquez, murió su hija en
circunstancias sospechosas:
“10 de agosto de 1912. Cora Marquez muere esta mañana. La trasladaron a ella a la
quinta ayer a la tarde y también a los dos niños. Felipe Curra trajo esta noticia. Más
tarde don Conrado Saller nos cuenta que la habían puesto viva en su ataúd y cuando
los cocheros estaban en la puerta, se sentó en el ataúd. Tenían un certificado de
defunción de un médico. Es probable que procesen a la familia. Los niños en la calle
dicen que resucitó. Don Conrado promete enjuiciar f‟mente [sic] a los vecinos por
abusarse de la pequeña sirviente.”
“… á diez de Agosto del año mil novecientos doce, ante mí, Angel Ramon Olivier,
segundo gefe de la Oficina del Registro Civil, compareció Don Ramon Doello de
treinta y cinco años, soltero, argentino, domiciliado en la calle General Urquiza y
declaró: Que á las nueve ante meridiano, del día de la fecha de la presente, había
fallecido en esta ciudad en la calle calle [sic] Salta, una persona del sexo femenino
llamada DOLORES MARQUEZ, de catorce años de edad, de estado soltera de
nacionalidad oriental, que había muerto de Tuberculosis pulmonar intestinal, según
certificado médico del Dr. Americo Garbino, el cual quera [sic] archivado bajo el
número de esta acta. –
“Los padres de la difunta son: Don Domingo Marquez y Doña Dolores Barbosa,
fallecidos. –
“En testigo de esta defunción: el declarante y Don Dardo Huginis Febvre, de veinte y
cinco años, soltero, argentino, domiciliado en la calle General Urquiza.“642
641
De aquí en adelante, se señalarán las fechas de las entradas en el Diary de Wood en el
texto del capítulo, en lugar de agregar notas a pie de página con referencias al Diary.
642
Acta de defunción, No. 300, Año 1912 Registro Civil de las Personas Gualeguaychú,
Defunciones Ciudad, F 171.
197
643
Véase "Argentina, censo nacional, 1895," index and images, FamilySearch [en línea]
https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-266-11812-9313-70?cc=1410078 Argentina, censo
nacional, 1895 > Entre Ríos > Victoria > Corrales (Población rural) > image 29 of 63, citing
Archivo General de la Nación, Buenos Aires [Consulta: 15 de julio de 2014]; y también
"Argentina, Entre Ríos, registros parroquiales, 1764-1983," images, FamilySearch [en línea]
https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-1-14042-720341?cc=1974185&wc=M8JY-M38:
256498701,256498702,256535701 Argentina, Entre Ríos, registros parroquiales, 1764-1983
> Victoria > Nuestra Señora de Aranzazú > Bautismos 1877-1887 > image 500 of 609
[Consulta: 15 de julio de 2014].
644
"Argentina, Entre Ríos, registros parroquiales, 1764-1983," images, FamilySearch [en
línea] https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-1-13054-20734-93?cc=1974185&wc=M8JT-
1PD:256498501,256497502,256535601 Argentina, Entre Ríos, registros parroquiales, 1764-
1983 > Gualeguaychú > San José > Bautismos 1873-1879 > image 243 of 702 [Consulta: 15
de julio de 2014].
645
Encontramos en el índice de FamilySearch.org a un Juan Marquez Arredondo, nacido el
30 de junio de 1900 en Montevideo, hijo de Domingo Marquez Arredondo y Dolores
Barboza. Las imágenes de los documentos provinientes de Uruguay no están disponibles.
"Uruguay, registro civil," index, FamilySearch [en línea]
https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/VR4C-N6R “Juan Marquez Arredondo”, Birth; citing p.
88, certificate 174, Departamento Montevideo, Uruguay, Registro del Estado Civil,
Montevideo; FHL microfilm 1615646 [Consulta: 3 de julio de 2014].
198
Los datos que podemos rescatar del Registro Civil indican que esta familia
ambulaba entre ambas orillas del Río Uruguay. El estado de su salud no podía
resolverse a través de la medicina moderna. Es posible que sus derechos
individuales no hayan sido protegidos por las leyes modernas. Ya hemos visto que
don Domingo era uno de los líderes nativos de la Misión. No sabemos si la esposa
de don Domingo, Dolores Barbosa, participó alguna vez en la Misión Evangélica
bajo el ministerio de los misioneros de la ACyM, debido a que no tenemos datos ni
de su nacimiento ni de su defunción. Tampoco sabemos si la pareja se casó según
646
“Acta no. 21”, Ciudad, Defunciones, 1911, Registro Civil de la Municipalidad de
Gualeguaychú. La fotocopia legalizada del acta de defunción fue gestionada por terceros el
28 de agosto de 2014. No incluye el número de folio.
647
“Uruguay, bautismos, 1750-1900,” index, FamilySearch [en línea] https://
familysearch.org/pal:/ MM9.1.1/F21N-MTL Antonia Marquez, 17 Sep 1877; citing; FHL
microfilm 625480 [Consulta: 3 de julio de 2014].
648
“Uruguay, registro civil,” index, FamilySearch [en línea] https://familysearch.org/pal:/
MM9.1.1/VRHM-2JK Antonio Marquez, 29 Oct 1880, Birth; citing p. 9, certificate 464,
Departamento Soriano, Uruguay, Registro del Estado Civil, Montevideo; FHL microfilm
1935426 [Consulta: 3 de julio de 2014].
199
las leyes civiles o según los sacramentos católicos, ni si los hijos fueron bautizados
en la Iglesia Católica. Entendemos que la familia de procedencia de don Domingo
era católica por la presencia de los símbolos católicos en el velorio que Wood
menciona.
“6 de septiembre de 1910: Buena reunión el martes a la tarde. Duró hasta las 22 hs.
El poder cayó sobre el hermano Domingo cuando el hermano Johnsen impuso las
manos. Mi boca se llenó de risa, y también la del hermano Johnsen.”
Esta es la reunión de oración que la llevó a Wood a escribir una carta al
Bridegroom’s Messenger al día siguiente, la que ya hemos citado extensivamente
en el capítulo 5 para determinar quiénes eran los obreros nativos. Hacía diez días,
o sea desde que volvió de Buenos Aires luego de la cirugía de su hijo, que don
Domingo había estado buscando el Espíritu Santo, según la carta publicada, y los
resultados se hicieron evidentes el 6 de septiembre. El giro pentecostal de la
Misión, con su énfasis en la expresión abierta de las emociones y en la sanidad
divina, le facilitó a don Domingo y a sus hijos la posibilidad de combinar la medicina
moderna con una cosmovisión permeada de lo divino. El alivio espiritual que la
200
649
Semán, “Psicologización”, pp. 107-108.
201
“23 octubre 1910 (día domingo): El hermano Johnsen se negó a compartir el pan con
nosotros, así que lo pusimos a un lado. Don Juan Moyano cantó conmigo en lenguas
por la primera (vez). Doña Mariana y La Paz lloraron. Juan Marquez mantuvo silencio
y se fue temprano. Por fin el Señor estaba listo para usarme en el culto público, o yo
estuve lista para que me usara. Tomé cargo completo de la reunión de la noche. Leí
Heb. 12. El hermano Johnsen se ausentó de la escuela bíblica y del culto a la noche.
Me visitó entre los dos cultos.”
En este culto dominical, Wood tomó “cargo completo de la reunión de la
noche” y el hermano Johnsen no sólo no estuvo presente, sino que “se negó a
compartir el pan”. No hay mención de don Domingo en esta cita, pero Juan
Marquez obviamente no estaba conforme con la dirección del culto. Puede ser que
Juan Marquez influyó sobre la opinión de don Domingo en el culto del siguiente
martes, 25 de octubre: “Hubo oposición de don Domingo en la reunión del martes a
la noche.” Al día siguiente, “Don D. envió dinero y renunció como Secretario.” En el
próximo culto dominical, del 31 de octubre, “Doña Carmen nos dice que los dos
obreros nativos estuvieron solicitando dinero para abrir otro salón en oposición a
nosotros. Cerca de seis familias se han retirado.”
De acuerdo con estas citas podemos ver que los Marquez no estaban
completamente conformes con la dirección que la Misión estaba tomando. La
entrada del 23 de octubre demuestra que hubo quienes abrazaban la experiencia
pentecostal, pero don Juan Marquez se mantuvo reservado. Dos días después, a
pesar de las muestras anteriores de aprecio de parte de don Domingo a la
pentecostalización de la Misión, él también se retira. Don Domingo parecía apoyar
el ministerio de Wood al final de septiembre, cuando ella estaba sola en la Misión.
Es posible que ahora, estando el hermano Johnsen presente, los dos señores
Marquez pensaban que el varón era quien debía liderar el culto público, tal como
había enseñado el señor Stewart antes de retirarse del liderazgo de la Misión. El
liderazgo de una mujer sólo se habría aceptado en condiciones excepcionales,
cuando ningún varón estuviera presente.
202
Para resolver esta discordia, los misioneros fueron a visitar a don Domingo
el 4 de noviembre, y según anotó Wood, “Dios obró.” El 8 de noviembre leemos que
“Don Domingo volvió a las reuniones del martes a la noche.” No fue tan fácil, sin
embargo, convencerle a don Juan Marquez:
“13 de noviembre de 1910: Vino don Juan Marquez y me dijo que no debería haber
dos oraciones al principio, que no deberíamos hablar en otras lenguas, y las mujeres
no deberían hablar de ninguna manera en público. La asistencia al culto de la noche
fue grande.”
Con estas anotaciones, entendemos que don Domingo tenía un nivel de
compromiso religioso más profundo que el de don Juan Marquez. Lo cierto es que
don Domingo volvió a las reuniones sin imponer condiciones y que don Juan
Marquez también estaba dispuesto a hacer lo mismo, aunque bajo condiciones que
demuestran una fuerte resistencia al ministerio de Wood y de Evans. Con el
regreso de estos dos señores Marquez, la asistencia al culto aumenta. Esto
demuestra la influencia del obrero nativo, don Domingo, a quien las otras familias
habrían seguido.
650
Algranti, “Apontamentos”, pp. 101-102, señala que los tres motivos más importantes que
lleva a las personas a un cambio religioso son: para un 39, 3 %, una crisis espiritual; para
un 18,6 %, la situación de una pareja o un familiar; y para un 18,4 % la situación de salud.
204
“El día once del mes de junio del año mil ochocientos noventa y ocho, fue bautizado
solemnemente y se le puso óleo y crisma por el infrascripto Cura y Vicario de esta
Iglesia Parroquial de la Ciudad de San José de Gualeguaychú un niño nacido a las
cuatro p.m. del día treinta del mes de Noviembre del año de mil ochocientos noventa
y siete en esta feligresía a quien se le puso por nombre Ramon Andrés Mora. Es hijo
natural reconocido de Ramon y de Carmen Medina, naturales de esta Parroquia
provincia de _____ departamento de ____ en ____. Abuelos paternos Juan Mora
natural de Montevideo y Carmen Basos natural de Montevideo. Abuelos maternos
Masiduo Medina natural de esta Ciudad y Virginia Berteroche natural de esta
651
Ciudad.”
Los padres de Carmen Medina (de Mora) no aparecen en el Diary de Alice
Wood. Juan Mora sí aparece. En este registro de bautismo, Juan Mora y Carmen
Basos están presentados como naturales de Montevideo. Sin embargo, en el censo
nacional argentino de 1895, Juan Mora estaba anotado como soltero de Marsella,
Francia, y junto a él, Carmen Baso como viuda de Gualeguaychú. El censo indica
que Carmen llevaba 15 años de matrimonio y había tenido 13 partos. En este
censo, Ramon Mora estaba anotado como el primero de cinco hermanos o
hermanas, siendo Ramón el mayor.652
651
No. 2376, “Mora Ramon Andrés, hijo natural reconocido de Ramon Mora y de Carmen
Medina” en "Argentina, Entre Ríos, registros parroquiales, 1764-1983," images,
FamilySearch [en línea] https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-1-13053-65841-66?cc=
1974185&wc=M8JY-HMS:256498501,256497502,256573501 Argentina, Entre Ríos,
registros parroquiales, 1764-1983 > Gualeguaychú > San José > Bautismos 1896-1900 >
image 195 of 436 [Consulta: 15 de julio de 2014]. En este tomo de los registros bautismales,
los registros son formularios pre impresos con espacios en blanco que el cura o su teniente
debían llenar a mano. Lo subrayado arriba corresponde a lo manuscrito en el formulario.
Puede ser que nuestra interpretación de la caligrafía sea errónea.
652
"Argentina, censo nacional, 1895," index and images, FamilySearch [en línea]
https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-266-11776-55465-52?cc=1410078 Argentina,
censo nacional, 1895 > Entre Ríos > Gualeguaychú > Gualeguaychú (Población urbana) >
images 296-297 of 745; citing Archivo General de la Nación, Buenos Aires [Consulta: 15 de
julio de 2014].
653
"Argentina, censo nacional, 1869," index and images, FamilySearch [en línea]
https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-11860-145096-57?cc=1462401 Argentina,
censo nacional, 1869 > Entre Ríos > Gualeguaychú > Cuartel 02º > image 105 of 108; citing
Archivo General de la Nación, Buenos Aires [Consulta: 15 de julio de 2014].
205
facto con Carmen Medina, la cual Alice Wood conoce como Carmen de Mora. Otros
datos de los censos que nos ayudan a conocer a Juan Mora y a Carmen Baso son
que en 1869, Juan no sabía leer ni escribir, pero Carmen sí sabía. Juan trabajaba
como jornalero. En 1895, Juan todavía no sabía leer ni escribir, seguía trabajando
como jornalero y Carmen ahora también trabajaba de planchadora. Ramon Mora,
en 1895, era soltero y trabajaba de jornalero. No sabía leer ni escribir. De sus
hermanos menores, Paula de 15 años sabía leer y escribir, Primitivo de 9 años
también. Paula trabajaba como planchadora. Los dos varones, Ercilio de 13 años y
Carlo de 11 años no sabían leer ni escribir.
Otra posibilidad sería que Juan Mora hubiera sostenido una ideología anti-
clerical y anarquista tomando en cuenta su origen francés y su trabajo de obrero.
Su identidad encuadra con el perfil general de los anarquistas en la Argentina hacia
fines del siglo XIX: inmigrantes españoles, italianos y franceses de la clase obrera.
A diferencia de los dirigentes socialistas, que solían ser hombres y mujeres letrados
y profesionales, los dirigentes anarquistas solían provenir de las mismas clases
654
Véase la discusión sobre este tema en nuestro capítulo 3.
206
Tal como las familias Marquez, la familia Mora también formaba parte de la
Misión Evangélica antes de la llegada de Alice Wood. Sin embargo, no demostraron
las mismas resistencias al ministerio de las misioneras pentecostales como hicieron
los Marquez. Wood menciona a don Juan Mora solamente dos veces, el 17 de
marzo de 1910 cuando transfirió unas plantas gratis para la Misión y el 10 de mayo
de 1910 cuando realizaron un culto de oración en su casa. No podremos analizar la
naturaleza de su vínculo con la Misión Evangélica.
655
Bubello enfatiza el carácter anti-clerical de las asociaciones espiritistas en Bubello,
Historia del Esoterismo, pp.88-89.
656
Bubello, Historia del Esoterismo, pp. 85-86.
207
“11 de agosto de 1910: El Sr. Johnsen falló en llegar. Doña Carmen de Mora y
Ramoncito pasaron el día conmigo. Ramoncito empezó a aprender música conmigo
el 5.”
“14 de agosto de 1910: B. Johnsen llegó. Doña Carmen y Ramoncito pasaron el día
con nosotros. Tuvimos un culto del altar a la noche. Unos treinta se arrodillaron
(todos).”
Vemos en estas entradas en el Diary que Ramoncito también empezaba a
demostrar un interés en la actividad de la Misión al anotarse para estudiar música
con la misionera. El joven también recibió una respuesta a las oraciones de los
misioneros según lo que anotó Wood el 30 de agosto de 1910: “Ramoncito fue
208
sanado de un dolor de diente cuando oramos por él. Su madre y doña Mariana
fueron grandemente bendecidas.”
confiar” y obedecer. Veo que he dejado de lado la oración para ocuparme de las
tareas de la casa. Don Ramón se va al hospital en Buenos Aires.”
La gravedad de la situación de vida de la familia Mora explotó en el Diary de
la misionera en estos días al final de noviembre. Posiblemente la demencia de don
Ramón se veía como manifestaciones espirituales en los cultos y las misioneras
Wood y Evans interpretaron lo que ellas querían sin tomar las debidas
precauciones en el proceso de discernimiento. Mientras tanto, doña Carmen había
estado sufriendo. La demencia de don Ramón era tal que lo tuvieron que mandar al
asilo en Buenos Aires.
Un mes más tarde, en Navidad, Wood vuelve a ver a doña Carmen y las
anotaciones del Diary demuestran un aumento en el cariño y respeto mutuo que la
misionera comparte con doña Carmen:
“26 diciembre 1910: Visité a doña Carmen. Cuando leímos y oramos luego de hablar
sobre la condición moribunda de la congregación, el Espíritu cayó sobre mí en un
trabajo de alma y con llantos fuertes. Doña C. me dijo que no había orado por varias
noches, por tantas tentaciones. Alabado Dios por su victoria.”
Este día después de Navidad Wood y doña Carmen tuvieron una
oportunidad para apoyarse la una a la otra. Wood estaba sufriendo por el estado
espiritual de la congregación y doña Carmen “por tantas tentaciones.” Ambas
encontraron apoyo y consuelo orando con la otra. El 31 de diciembre Wood volvió a
visitar “a la querida doña Carmen de Mora.” Wood utilizó la calificativa “querida”
solo dos veces en referencia a alguien de la congregación. Veremos la primera vez,
en referencia a doña Mariana, más adelante.
“El domingo le tuve que decir a doña Carmen que su esposo no podría mejorarse, y
que viviría tan sólo un poco más. Hoy, miércoles, recibí dos telegramas del Sr. Logan,
uno diciendo que había fallecido, y el otro que la gente del Asilo le había enterrado.
Es la primera vez que he tenido que llevar tan malas noticias a alguien. Gracias a
Dios por darme la fuerza para hacerlo.”
Habría sido un momento extremadamente difícil para la familia de don
Ramón Mora. La amistad y el acompañamiento de los misioneros Wood y Johnsen
en este momento habría sido fundamental para afianzarles en la fe pentecostal, a
pesar de cualesquiera diferencias que podrían haber surgido en la interpretación
doctrinal o experimental con respecto a la sanidad divina.
Las últimas menciones que Alice hace de su querida doña Carmen de Mora
se hicieron en el contexto de un viaje de la misionera a 25 de Mayo, provincia de
Buenos Aires en diciembre de 1912. Cuando pasó por la ciudad de Buenos Aires
de ida y de vuelta, se visitó con doña Carmen en la casa de su patrona.
212
Por otro lado, el vínculo con el espiritismo se ha hecho visible a través del
testimonio de doña Carmen. La experiencia religiosa del pentecostalismo, tal como
el espiritismo kardecista, incluía y alentaba manifestaciones para-normales del
Espíritu Santo o de los espíritus, según la religión en cuestión. Ambas expresiones
religiosas permitían el ejercicio espiritual de las mujeres, ya que el Espíritu o los
espíritus no hacían diferencias de personas y se manifestaban libremente en la vida
de cualquier varón o mujer quien se prestara a servir como ministro o ministra. La
presencia de Alice Wood como mujer y ministra pentecostal habría sido una feliz
coincidencia y un gran consuelo para doña Carmen en sus luchas con la
enfermedad de su pareja.
Es notable que la doctrina de la sanidad divina era una de las que permeaba
la ACyM y no habría sido uno de los aspectos nuevos en la Misión Evangélica con
657
Wood, Diary Book 3, 10 de abril de 1911.
658
Shannon, A History of the Christian and Missionary Alliance in Argentina, p. 23.
213
Los datos que hemos encontrado sobre ella y su familia provienen del censo
nacional argentino de 1895, de tres registros de bautismo en la Iglesia Parroquial
de San José de Gualeguaychú y del acta de matrimonio de su hija, María Doldán
de Díaz, del Registro Civil de Gualeguaychú.
659
"Argentina, censo nacional, 1895," index and images, FamilySearch [en línea]
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censo nacional, 1895 > Entre Ríos > Gualeguaychú > Gualeguaychú, Sección 26 (Población
214
urbana) > image 24 y 25 of 45; citing Archivo General de la Nación, Buenos Aires [Consulta:
16 de julio de 2014].
660
Registro No. 404, "Argentina, Entre Ríos, registros parroquiales, 1764-1983," images,
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1974185&wc=M8JY-7TL:256498501,256497502,256557401 Argentina, Entre Ríos, registros
parroquiales, 1764-1983 > Gualeguaychú > San José > Bautismos 1889-1892 > image 335
of 363 [Consulta: 16 de julio de 2014].
661
Registro No. 550, "Argentina, Entre Ríos, registros parroquiales, 1764-1983," images,
FamilySearch [en línea] https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-1-13055-15586-
73?cc=1974185& wc=M8JY-4M9:256498501,256497502,256561801 Argentina, Entre Ríos,
registros parroquiales, 1764-1983 > Gualeguaychú > San José > Bautismos 1892-1894 >
image 305 of 395 [Consulta: 16 de julio de 2014].
215
Martinez.”662 En el texto del registro, el cura indicó que era “hija natural de Andrés y
de Mariana Martinez.”663 El presbítero Miguel Torres quien bautizó a los hermanos
de María, bajo la autoridad de otro cura y vicario, ya era el cura y vicario titular de la
parroquia cuando se bautizó María. Los cambios en la manera de anotar el estado
conyugal de los padres y la legitimidad o no de los bautizandos pueden reflejar una
diferencia ideológica con respecto a la relación entre la Iglesia Católica y el Estado
Civil. Ya hemos visto en nuestro capítulo 3 que los parámetros de estas relaciones
mantuvieron una elasticidad que no permitía una definición determinante.
El nuevo formato para registrar los bautismos que surgió bajo la autoridad
parroquial de Miguel Torres nos permite conocer más datos sobre los padres de los
niños. En el caso de María Doldán, encontramos que su padre era natural de
Coruña, España, y su madre de Montevideo, República Oriental (Uruguay). Los
abuelos paternos eran Antonio Doldán y Josefa Lemas, naturales de Coruña. Los
abuelos maternos eran Manuel Martinez y Francisca Blanco, naturales de España,
sin especificar la ciudad ni la provincia, tal vez porque Mariana no lo sabía, por
haber nacido en Uruguay y no en la ciudad de sus padres.664
Con los datos presentados arriba, podemos pensar que Andrés Doldán,
padre, pertenecía al grupo social de los inmigrantes obreros españoles anti-
clericales. Era zapatero, y se casó por la ley, pero no por el sacramento. Sería fácil
ubicarlo en el cuadro del Partido Socialista pero los archivos del Partido Socialista
de Gualeguaychú se destruyeron en una inundación en 1990 y los datos no están
disponibles. 665 Sabía leer y escribir y le era importante que sus hijos también
estudiaran. No sabemos a qué edad inmigró ni si inmigró con sus padres y otros
familiares. Mariana, por otro lado, era hija de inmigrantes y luego volvió a
desplazarse hasta Gualeguaychú. No sabemos en qué condiciones inmigraron sus
padres ni si se habían casado en España o si se conocieron en Montevideo.
Mariana sabía leer y escribir.
La posibilidad de que haya nacido una melliza con salud delicada hubiera
sido un motivo de acercamiento a la Iglesia Católica para buscar esperanza a
662
Registro No. 1369, "Argentina, Entre Ríos, registros parroquiales, 1764-1983," images,
FamilySearch [en línea] https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-1-13053-6820350?cc=
1974185&wc=M8JY-HMS:256498501,256497502,256573501 Argentina, Entre Ríos,
registros parroquiales, 1764-1983 > Gualeguaychú > San José > Bautismos 1896-1900 >
image 20 of 436 [Consulta: 16 de julio de 2014].
663
Registro No. 1369.
664
Registro No. 1369.
665
Partido Socialista de Gualeguaychú, “Correo electrónico” 6 de noviembre de 2012.
216
En ningún momento el Diary de Wood nos permite ver cuáles podrían haber
sido las luchas de doña Mariana y por qué habría buscado “consejos y oración.”
Posiblemente a su esposo no le hayan interesado las cuestiones religiosas. Aunque
666
Algranti, “Apontamentos”, pp. 102, 103, indica que la situación de un familiar es una de
las tres razones más importantes por una conversión religiosa.
667
Wood, Diary Book 3, 25, 26 y 27 de septiembre de 1910.
217
Otra muestra de la confianza que doña Mariana tenía en Wood fue cuando
aquella le mostró “una carta de Paula” a la misionera, el 4 de octubre de 1910. No
sabemos quién era Paula, pero no puede ser un dato insignificante ya que a Wood
le interesó resaltar este hecho en su Diary. Es evidente que doña Mariana confiaba
en la misionera.
Sospechamos que hubo una amistad importante entre doña Mariana y doña
Carmen, y tal vez también entre los dos jóvenes, Ramoncito y María. En el período
después de la partida de don Ramón Mora, padre, a Buenos Aires para ser
internado, las dos mujeres y los dos jóvenes se mencionan juntos en el Diary. El 16
de enero de 1911 Wood indicó que “Doña Carmen, doña Mariana y sus dos hijos y
yo tuvimos un picnic privado en el río.” Y luego, el 13 de marzo de 1911, “María
Uriste, Ramoncito y María Doldán, y casi todos oraron en la reunión.” No hemos
podido discernir quién era María Uriste, si era otra jovencita o una mujer mayor de
edad. Sin embargo, Ramoncito y María Doldán estaban encaminando juntos una
relación con la Misión Evangélica.
668
Véase la tabla “Tabla de personas no misioneras de la Misión Evangélica de
Gualeguaychú mencionadas en los Diaries de Alice Wood” en el anexo 8.4.
219
de que Doña Mariana y María Doldán eran personas cuya presencia en la Misión
ha sido estable, y su participación positiva.
669
“Acta número 166,” Ciudad, matrimonios, 1914, Registro Civil de la Municipalidad de
Gualeguaychú, ff 217-219.
670
Registro N. 132, "Argentina, Entre Ríos, registros parroquiales, 1764-1983," images,
FamilySearch [en línea] https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-1-12848-48250-
52?cc=1974185& wc=M8JY-NNG:256498501,256497502,256688601 Argentina, Entre Ríos,
registros parroquiales, 1764-1983 > Gualeguaychú > San José > Matrimonios 1897-1915 >
image 518 of 544 [Consulta: 16 de julio de 2014].
671
“Acta No. 166”, folio 218.
220
No tenemos más noticias de la familia Doldán. Por alguna razón u otra, doña
Mariana no aparece más en el Diary. Como “todos” fueron a la fiesta de casamiento
de María Doldán de Alonso, imaginamos que María habría mantenido su vínculo
con la misión, al menos hasta casarse. Las amistades se mantuvieron. Si su
esposo hubo simpatizado con las actividades de la misión o no, solo podemos
imaginar por la falta de mención de los miembros de la familia Doldán luego del
casamiento. No sabemos cómo interpretar este silencio.
La Paz era una mujer sobre quien Wood no dejó suficiente información para
poder buscar otros registros de identidad. No mencionó su apellido, ni los nombres
de posibles familiares. Mencionó a su madre, pero sin anotar su nombre. A veces
vivía en la Misión con Wood y le ayudaba en tareas de la casa y en sus instancias
de enfermedad. En otros momentos la acompañaba a Wood haciendo visitas y
repartiendo tratados. Desaparece de las anotaciones en el Diary después de junio
de 1912. Es una persona cuya presencia e identidad no podemos descubrir. Sin
embargo, pensamos que es importante para el registro histórico mencionar su
presencia por dos motivos. Primero por el apoyo que ella le daba a Wood y
segundo, porque a pesar de un interés inicial en las actividades religiosas de la
Misión Evangélica, al final parece dejar de participar.
672
El agregado del artículo “La” al sustantivo propio “Paz” está copiado textualmente del
Diary de Wood.
221
“17 de febrero de 1911: Doña Nata y familia muy gentiles en ayudarme, también Paz
y la familia Curra. Paz pasó la tarde y la noche conmigo.”
Dos meses más tarde, parecería que su madre no estaba muy de acuerdo
con la pareja de Paz y esperaba que un contacto renovado con la Misión
Evangélica y con la misionera le ayudara a la señorita a entrar en razón. No resultó:
podemos percibir del Diary de Wood, no se reconcilia ni con Wood ni con la Misión.
El silencio en el Diary acerca de La Paz después de junio de 1912 es más fácil de
interpretar en base a la última anotación.
673
Semán, “Psicologización”, p. 109. Semán se refiere a su artículo “Cosmológica, holista y
relacional”.
223
El dato que tenemos del censo de 1895 lo ubica junto a María Moyano, de
40 años, viuda, oriental, sirvienta, no sabía leer ni escribir, había estado casada por
3 años y tuvo 2 partos. Sus dos hijos eran Juan Moyano de 12 años, de Entre Ríos,
sirviente, no sabía leer ni escribir, ni iba a la escuela; e Isabel Moyano de 10 años,
de Entre Ríos, sirvienta, no sabía leer ni escribir, ni iba a la escuela. 674 Juan
Moyano se habría quedado sin padre a una muy joven edad. Los demás datos
sobre él provienen únicamente del Diary de Wood.
674
"Argentina, censo nacional, 1895," index and images, FamilySearch [en línea]
https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-266-11776-56230-65?cc=1410078 Argentina,
censo nacional, 1895 > Entre Ríos > Gualeguaychú > Gualeguaychú (Población urbana) >
image 278 of 745; citing Archivo General de la Nación, Buenos Aires [Consulta: 16 de junio
de 2014].
224
“16 de octubre de 1910: Gracias a Dios por otra noche de descanso natural. La
hermana Evans llegó. ... Buena reunión esta mañana. La hermana Evans sintió
imponer sus manos sobre el hermano J. Moyano y La Paz.”
Y especialmente en el culto controvertido que Wood dirigió sola el 23 de octubre,
“Don Juan Moyano cantó conmigo en lenguas por primera….”
Pasó casi un año sin que Wood mencionara a don Juan en su Diary. Sin
embargo, las dos anotaciones que lo incluyeron en 1911 nos dan razones para
creer que siguió presente y activo en la Misión a lo largo del año:
“27 de agosto de 1913: Doña Fortuna, Mercedes, Annina, Blanca Pólvora y yo fuimos
a visitar al hermano Don Juan Moyano esta tarde en su velero.”
Don Juan Moyano era dueño de un velero y lo compartía con algunas de las
mujeres y señoritas de la Misión. Parece una señal de comunidad, de
compañerismo. No sabemos cómo analizar el significado cultural del velero, o cómo
nos ayudaría a colocar a Moyano en las escalas sociales. Lo que sí esta salida en
el velero de Moyano nos ayuda a entender es su nivel de compromiso con la Misión
Evangélica. Seguramente había estado presente en la Misión a lo largo de los dos
años 1912 y 1913, aunque Wood no lo haya mencionado en su Diary. El
compromiso personal, tanto con el pentecostalismo como experiencia religiosa
como con las personas que forman parte de la comunidad de la Misión, que se ve
en Moyano a través de las pocas referencias que el Diary contiene es evidente.
“10 de julio de 1914: Unos 20 en la reunión por primera vez desde que se fue el señor
Penzotti. La esposa del comisario vino. La planchadora e hijas y las niñas Marino, los
dos hijos del señor Conrado.”
“12 de julio de 1914: Todos los mencionados arriba vinieron, también el señor Solari y
don Juan Moyano siempre.”
“30 de agosto de 1914: Celebramos la Cena del Señor por la primera vez en tres
años. Don Juan Moyano, Laura (Anderson), Annina (Kjelstrup), el hermano Sörensen,
doña Fortuna, Mercedes y yo presentes. Yo la administré.”
La presencia de Don Juan Moyano cuando Wood administaba la Cena del
Señor demuestra que no cuestionaba el liderazgo de Wood como mujer aunque el
misionero varón, Niels Sörensen también estuvo presente. La Santa Cena se
ministró, en esta ocasión, en el contexto de una visita especial de parte de Laura
Anderson, quien llegó el 22 de agosto y se fue el 4 de septiembre. Ella había
llevado a cabo una serie de reuniones especiales a las cuales acudieron tres
personas que mostraron un interés en el Evangelio, según las anotaciones en el
Diary de Wood. La presencia constante de Moyano en la Misión es prueba de que
no tenía problemas con el liderazgo religioso de una mujer.
226
“29 de marzo de 1915: Mudamos el Salon de vuelta a la Casa. Don Carlos y don Juan
Moyano ayudaron. El señor Penzotti se fue.”
“30 de marzo de 1915: Don Juan Moyano quiere ocupar la habitación pequeña y abrir
una Carbonería.”
En noviembre de 1914, los misioneros habían alquilado un salón más
grande para los cultos públicos, como se ha explicado en el capítulo 5. Este
segundo alquiler exigía demasiado el presupuesto financiero de la misión. Después
de otra de las campañas del señor Penzotti en Gualeguaychú, mudaron el salón de
cultos de vuelta a la casa. Como siempre, don Juan Moyano estaba presto para
asistir. Su idea de subarrendar “la habitación pequeña” puede haber sido otra
manera en la que él podía apoyar la obra religiosa de la Misión. Al abrir una
carbonería, tendría una entrada para él, podría pagarle un alquiler a la Misión, y a
través de su negocio, también atraería atención pública a las actividades religiosas
del lugar. También podría ser que necesitaba formar parte de una comunidad, una
familia. Al estar solo, la convivencia con el grupo de misioneros de la Misión le
proveería mayor contacto humano en la cotidianidad de su vida. El 19 de abril,
Moyano se mudó a la Misión.
“11 de abril de 1915: El hermano Sörensen y Annina volvieron de San Pedro, pálidos
y flacos. Dios bendijo ricamente a nuestra reunión de la mañana. Don Juan Moyano
almorzó con nosotros.”
Wood no mencionó ningún cambio en sus relaciones personales o
ministeriales con don Juan a raíz de su presencia cotidiana en la Misión. Hay varios
otros misioneros presentes durante 1915. Los Sörensen habían vuelto desde Jujuy,
unos días antes que Moyano se instalara en la casa. También estaban presentes
Juan Barrios y José Anton colaborando en la Misión, aunque no todos vivían en la
misma casa. Además de Wood, Moyano tenía una buena compañía presente en la
casa de la Misión.
Para cerrar el año 1915, estaban presentes para el culto de vísperas de año
nuevo las personas más comprometidas con el ministerio de la Misión:
“31 de diciembre de 1915: Velada de vísperas de año nuevo (17) Rufina, Leter,
Antonia, Camila, Camilo, Juan, José Anton, Sorensens, dos pequeños de Urristi, la
hija de Rosa, Fortuna, Inga, la Sra. Whitmore y yo presentes.
227
No indica que el Juan aquí era Juan Moyano, pero como estaba viviendo en
la misión en esta fecha, y su presencia parece haber sido constante, suponemos
que era él.
“10 de febrero de 1916: Los cinco de nosotros y don Juan nos levantamos y nos
fuimos a las 5.50 hs en una lancha alrededor de la isla. Almorzamos en la Isla Martín
García. Traje mi queja ante los testigos, contra don Juan. Se negó a bautizarse, pero
prometió estudiar la Palabra y abandonar el vino y los cigarrillos.”
Durante el resto del año 1916, parece que los vínculos e intercambios entre
Moyano y la comunidad de la Misión volvieron a su normalidad. En abril, don Juan,
228
entre otros cuidaron a la misionera cuando ella decidió pasar un día en cama (16 de
abril de 1916), y el 2 de noviembre, le llevó un regalo de cumpleaños.
675
Semán, “Psicologización”, p. 112.
229
“Don Felipe Curra de veinte y tres años, soltero, argentino, nacido en esta ciudad, de
profesión jornalero, domiciliado en la calle Perú, hijo legítimo de Don Domingo Curra,
fallecido el año mil ocho cientos sesenta y nueve en esta ciudad y de doña Pascuala
Pereyra, de cuarenta y cuatro años, viuda, argentina, de profesión trabajos
domésticos, domiciliada en la nombrada calle Perú, y doña Elisa Pérez, de quince
años, soltera, Oriental, nacida en la Ciudad de Paysandú, departamento del mismo
nombre, República Oriental, de profesión labores domésticos, domiciliada en la
Primera Sección del Municipio, hija legítima de Don Favian Perez, de cuarenta y ocho
años, argentino, jornalero, y de doña Peregrina Mimes, de treinta y cuatro años,
argentina, de profesión trabajos domésticos, domiciliados en la Sección nombrada.”677
Adicionalmente, al final del acta, se nos explica “la firmaron menos Don
Felipe Curra porque manifestó no saber”. Con esta información, podemos sacar
algunas conclusiones provisorias acerca de la identidad de Felipe Curra y Elisa
Pérez. Felipe se crió con una madre viuda, su padre falleció poco después de su
nacimiento. 678 No tenía estudios y siendo jornalero, tampoco habría tenido
estabilidad laboral. Como Elisa pudo firmar el acta deducimos que había tenido
676
Hemos presentado la historia de vida de Elisa Pérez de Curra en Kathleen Griffin,
“Historias de vida: el primer pentecostalismo en Gualeguaychú, Entre Ríos, 1910-1916” en:
Fabián C. Flores y Paula Seiguer (eds.), Experiencias plurales de lo sagrado, La diversidad
religiosa argentina, Buenos Aires, Imago Mundi, 2014, pp. 22-28. El análisis de esta historia
de vida en el contexto de esta tesis ha sido modificado y no reproduce exactamente el
desarrollo publicado en el ensayo citado en esta nota.
677
Acta no. 16, Ciudad Matrimonios, 1893, 1894, 1895, Registro Civil de la Municipalidad de
Gualeguaychú, folios 31-32.
678
El registro de bautismo de Felipe Curra tiene fecha del 4 de abril de 1869 y su padre está
mencionado con vida. Si Domingo Curra falleció, según indica al acta de matrimonio de la
pareja Curra Pérez, en 1869, habría sido después del bautismo de su hijo. El registro de
bautismo: "Argentina, Entre Ríos, registros parroquiales, 1764-1983," images, FamilySearch
[en línea] https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-1-13055-35627-
71?cc=1974185&wc=M8JT-Y2S:256498501,256497502,256527401 Argentina, Entre Ríos,
registros parroquiales, 1764-1983 > Gualeguaychú > San José > Bautismos 1867-1873 >
image 166 of 630 [Consulta: 3 de julio de 2014].
231
algún nivel de estudios hechos. También vemos en el acta que se había criado en
una familia completa. Sus padres no tuvieron estabilidad laboral. Parece que iban y
venían entre la República Oriental y la Argentina. Ambos padres eran argentinos
pero Elisa era oriental.
“29 de mayo de 1910: Las 2 familias, García + Curra, se retiraron de todos los cultos
de la misión porque no están dispuestas a orar y dar testimonio en las reuniones, tal
como yo les insté hacer el martes, 24, a la noche, pero ellos lo resintieron.”
Wood estaba intentando implementar prácticas litúrgicas del cuaquerismo
radical y del pentecostalismo como las de que cada participante en el culto orara en
voz alta y declarara en voz alta lo que entendían como la obra de Dios en sus
vidas. Aquí vemos, que al principio, la familia Curra tomó distancia de la expresión
emocional abierta que proponía el pentecostalismo, prefiriéndose, por el momento,
el modelo que habrían aprendido de los misioneros de la ACyM.
“6 de junio: Elisa Curra parece haberse dado al Señor. Ha dejado su amante impío,
asiste a las reuniones, viene diariamente para aprender música, escribe o intenta
escribir poesías religiosas que indican su arrepentimiento y fe en Cristo. Pide tener
clases de Biblia....”
679
El Diary de Wood atestigua la llegada de dos misioneras pentecostales danesas solteras
en 1911 quienes se dirigieron a la misión pentecostal (ya existente) en 25 de Mayo, Buenos
Aires. No hemos podido discernir todavía cómo se originó la misión pentecostal ahí.
680
Acta no. 493, Defunciones Ciudad, 1912, Registro Civil de Gualeguaychú, folio 277,
indica que el 27 de diciembre del año 1912, “compareció Don Felipe Curra de cuarenta y
cuatro años, casado, argentino, domiciliado en la calle Diamante y declaró: Que á las ocho
pasado meridiano, del día veinte y seis del corriente, en el domicilio del compareciente,
había nacido una criatura del sexo femenino y está muerta en el domicilio expresado, según
certificado médico.... Los padres de ésta son el exponente y Doña Elisa Perez, de treinta y
cuatro años, oriental.”
233
“1 de julio: Empecé una clase de Biblia para mujeres. El tema: cómo una mujer joven
puede confesar a Cristo. Hubo 7 presentes....”
“2 de julio: Elisa Curra me dice que ha quemado sus novelas y dejó de usar sus fajas
hoy como consecuencia de la enseñanza anoche. ¡Gloria a Dios!....”
“9 de septiembre: Elisa Curra oró su primera oración en la clase de Biblia. ¡Está tan
feliz en Jesús!....”
“28 de septiembre: Gracias a Dios hubo trece en la E.D. Elisa enseñó a los niños y yo
a los adultos....”
“29 de octubre: Elisa Curra y Annina K. salieron a distribuir tratados por la primera
vez....”
Suponemos que al alimentar sus idearios con estos valores novelescos, una
señora cuyo marido no lograba ese ideal podría haber buscado ese ideal en un
amorío extra-matrimonial. La lógica cultural predominante de lo femenino no
681
Chile Pentecostal era una publicación periódica editada en Concepción, Chile, por el
nuevo movimiento pentecostal que surgió en el seno de una de las iglesias metodistas en
Valparaíso. Véase Luis Orellana Urtubia, “Las publicaciones de revistas y periódicos en el
pentecostalismo” en: Miguel Ángel Mansilla y Luis Orellana Urtubia, La Religión en Chile del
Bicentenario, RELEP Ediciones, Concepción, Chile, 2011, pp. 237-248.
682
Torrado, Historia de la Familia, pp. 162-163.
234
Según Wood, Elisa había estado triste y se sentía sola, pero Dios le dijo que
no estaba sola. En su momento de tristeza, doña Elisa logró encontrar y expresar
su “yo”, como diría Semán. Su necesidad individualista encontró una respuesta en
una experiencia religiosa que podía combinar los elementos cosmológicos y
psicológicos.684
Vale la pena analizar ahora los contenidos del testimonio que ella compartió
a través de la revista Chile Pentecostal.685 Es la única fuente primaria que tenemos
que proviene de uno de los miembros de la Misión Evangélica. Ya vimos en la cita
en el Diary de Wood, del 6 de junio de 1913, que Elisa estaba intentando escribir
poesías religiosas sobre temas de “arrepentimiento y fe en Cristo”. Aunque la
correspondencia que manda a Chile Pentecostal es prosa, se notan las afinidades
poéticas de la autora en el lenguaje que utiliza. Los temas principales que se
representan son los placeres mentirosos y efímeros que llevan a la perdición, el
llamamiento de Dios, el arrepentimiento, la paz y el gozo en el alma que trae Jesús,
683
Daniel Míguez, “Opio rebelde – los programas pentecostales de rehabilitación de adictos
en la Argentina”, Pentecostudies: Online Journal for the Interdisciplinary Study of
Pentecostalism and Charismatic Movements vol. 4 (2005) pp. 1-23 [en línea]
http://www.glopent.net/pentecostudies/online-back-issues/2005/miguez2005.pdf/view
[Consulta: 15 de marzo de 2012].
684
Semán, “Psicologización” y Semán, “Cosmológica”.
685
Elisa O. Cerna Pérez, “República Argentina, Gualeguaychú, Entre Ríos, Setiembre 7 de
1913”, Chile Pentecostal Año III, Núm. 41 (1 de noviembre de 1913) p. 6 [en línea]
http://www.sendas.cl/detalle-de-contenido/?id=705 [Consulta: 12 de septiembre de 2012].
235
686
Wood, Diary Book 3, 6 de enero de 1914. Establecemos el vínculo familiar de Elena
Peregrina Curra con Elisa Pérez y Felipe Curra a través del registro de su bautismo:
"Argentina, Entre Ríos, registros parroquiales, 1764-1983," index and images, FamilySearch
[en línea] https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-1-13053-63220-
89?cc=1974185&wc=M8JY-HMS:256498501,256497502,256573501 Argentina, Entre Ríos,
registros parroquiales, 1764-1983 > Gualeguaychú > San José > Bautismos 1896-1900 >
image 385 of 436; parroquias Católicas, Entre Ríos [Consulta: 21 de noviembre de 2014].
687
Wood, Diary Book 3, 8, 10 y 11 de febrero de 1914.
236
años. Es posible que los integrantes de la familia Curra se ofendieron cuando Wood
demostró mayor confianza en una misionera recientemente llegada que en el juicio
de ellos que eran integrantes formales de la Misión y que pensaban que habían
formado un vínculo de confianza con Wood.
“23 de marzo de 1916: Dios me envía a visitar a la familia Curra + nos reconciliamos
sinceramente. Seguimos teniendo tres reuniones de espera en el Señor por semana.
Los Sörensen han asistido dos veces. Estoy sufriendo un poco de insomnio. Pero
ahora tengo paz y gozo, alabanza y comunión con Dios, más que desde hace un
tiempo. Leí 1 Juan 3 en la reunión. tomo “amor y unidad” como mi lema. Varios de la
familia Curra vinieron a la reunión.”
Por el silencio de dos años, no sabemos si los Curra habían estado
participando o no en las actividades durante este tiempo. Como el Diary contiene
muchos silencios, podríamos suponer que las ofensas se hacían y se resolvían más
de una vez, aunque no haya mención de ellas en el Diary. El nivel de compromiso
que Elisa demostró en 1913 nos hace pensar que seguía participando en la Misión,
aunque tal vez su confianza en la persona de Wood no haya seguido con firmeza.
Los documentos fuera del Diary de Wood que hemos encontrado para
corroborar las identidades de doña Camila Valdez y sus hijos son un acta de
nacimiento y un acta de reconocimiento materno, ambas registradas en el Registro
Civil de Gualeguaychú, y registros de bautismo de la parroquia de San José de
Gualeguaychú. El acta de nacimiento registra el nacimiento de “Julio Alberto N.” el
19 de abril de 1899, cuando
688
Hemos presentado la historia de vida de doña Camila Valdez e hijos en Griffin, “Historias
de vida,” pp. 28-31. La exposición del análisis de esta historia de vida en el contexto de esta
tesis ha sido modificado y no reproduce exactamente el tratamiento publicado en el ensayo
citado en esta nota.
689
“Acta 110”, Ciudad Nacimientos1899, 1900, 1901, Registro Civil de la Municipalidad de
Gualeguaychú, folios 38-39.
237
Hay una nota en el margen del folio, junto con el Acta 110, que nos refiere al
acta número doscientos trece, folio 72 del mismo tomo. Ahí vemos que el acta 213
concierne a “Julio Alberto Valdéz”.690 Se lee:
Suponemos que Don Fausto Valdez, nacido c. 1844, y Doña Nicolasa Vera
y Ledaso, nacida c. 1846, habrían sido criollos campesinos mestizos, y no criollos
hacendados blancos. El censo de 1869 indica que vivían en Sarandí (población
rural), eran oriundos de la provincia de Entre Ríos, que no sabían leer y escribir,
don Fausto era jornalero, Camila ya tenía un año y era la menor de seis
hermanos. 692 Como hicieron el viaje desde el campo hasta la parroquia de San
690
No hay conformidad en la ortografía del apellido Valdez en las distintas fuentes primarias
(Valdéz, Valdez, Baldés). Cuando estamos citando una fuente, reproduciremos el deletreo
exacto de esa fuente. Cuando no estamos citando, usaremos “Valdez”.
691
“Acta 213”, Ciudad Nacimientos1899, 1900, 1901, Registro Civil de la Municipalidad de
Gualeguaychú, folios 72-73.
692
Fausto Baldes en "Argentina, censo nacional, 1869," index and images, FamilySearch
[en línea] https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-266-12067-6464-90?cc=1462401
Argentina, censo nacional, 1869 > Entre Ríos > Sarandi > Distrito 01º > image 26 of 39;
citing Archivo General de la Nación, Buenos Aires [Consulta: 16 de junio de 2014]. Hemos
encontrado los registros de bautismo de los hijos de don Fausto Valdés o Baldés y doña
Nicolasa Vera. El de Camila indica que nació el 8 de julio de 1868. Habría tenido 31 años
cuando nació Julio Alberto, y no 26. Camila Baldés en "Argentina, Entre Ríos, registros
parroquiales, 1764-1983," index and images, FamilySearch [en línea]
https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-1-13055-36521-52?cc=1974185& wc=M8JT-
Y2S:256498501,256497502,256527401 Argentina, Entre Ríos, registros parroquiales, 1764-
1983 > Gualeguaychú > San José > Bautismos 1867-1873 > image 94 of 630 [Consulta: 16
de junio de 2014].
238
José de Gualeguaychú poco tiempo después del nacimiento de cada hijo e hija,
habrían tenido un compromiso importante con el catolicismo
Durante seis meses en 1912, doña Camila y sus dos hijos residieron en la
Misión debido a la inestabilidad vivencial de su familia extensa. El 16 de marzo de
1912, Wood indica que “Doña Camila está esperando para ver si debería venir a fin
de mes. Su madre y otros se mudaron de su vivienda ayer.” Esta cita sugiere que la
madre de doña Camila ya habría sido viuda, ya que no hay mención del padre. En
varias de las entradas que citaremos a continuación, notamos una gran
inestabilidad en cuanto a viviendas en esta familia y que iban y venían entre el
campo y la ciudad.
“Hemos sido bendecidos juntos, sobre todo en los cultos familiares. Doña Camila oró
como siempre en voz baja hasta que esta noche, clamó con fuerza a Dios en oración,
y finalmente confesó que había echado al padre de sus hijos de su hogar. Soñó
anoche que la Virgen vino, le pasó de largo a ella y bendijo a su madre. Sintió que era
porque ella no había confesado este pecado. Siente una carga por su familia. Algunos
están empezando a ablandarse.... La imagen que Camila tiene de Cristo en la cruz,
una gran tribulación y una carga en oración para mí, gracias a Dios, parece haberse
desaparecido hoy.”
El día siguiente, “Camila se sacó su anillo de alianza. Conducida por Dios.”
Por el anillo que Camila llevaba, pensamos que ella y su ex pareja podrían
haber sido concubinos con un cierto grado de compromiso, aunque según el acto
de nacimiento del hijo, Alberto, en 1899, ningún padre varón lo reconocía como
suyo, y constata que Camila era soltera.
En la carta que citamos para introducir esta tesis y que Wood mandó a
publicar en el Latter Rain Evangel, la misionera volvió a describir la conversión de
Camila y ahí indicó que Camila tuvo razones bíblicas para echar al padre de sus
hijos de la casa. Las razones bíblicas por la expulsión se entienden por adulterio,
239
Los vínculos entre doña Camila y la misionera Wood crecen durante el año
1912. Poco tiempo después de la llegada de Camila a la casa, su hermana, doña
Modesta, vino a quedarse con ella unos días (19 de abril de 1912).
A pesar del aprecio que doña Camila habría tenido por la misionera por su
consuelo durante el momento de angustia y confesión en abril, seguía atenta a las
necesidades de su familia de origen:
693
Wood, “Light in Dark South America”, p. 8.
240
“9 de julio: Doña Camila se fue para quedarse con su madre enferma, y una amiga
por dos noches. Sus hijos se quedan para acompañarnos. Han estado afuera muy
seguido últimamente.”
Es difícil saber qué es lo que hizo a doña Camila ir a ver a su hermana, si
fue por los lazos familiares o por algún sentido de tensión o incomodidad en la
Misión. Dado que su madre había reaccionado mal a la idea de que Camila iba a
estar en presencia de agentes de otra religión, es posible que Camila haya querido
demostrar que su cambio de religiosidad no tenía que afectar su cariño y deber
hacia su familia.
En los seis meses entre abril y octubre de 1912, doña Camila tuvo una
experiencia religiosa y emocional muy fuerte, en la cual se incorporan símbolos
católicos (La Virgen en el sueño y el crucifijo en la pared) y los nuevos símbolos
pentecostales (la visión en el sueño, el orar en voz alta, expresar su estado
espiritual en voz alta y con emoción). Luego de esta crisis religiosa, Camila
empieza a tomar acciones concretas para demostrar un cambio en su vida: el
crucifijo desaparece y se saca el anillo de alianza, indicando una ruptura con su
pasado y una sanación de las dolencias emocionales que el pasado le había dejado
(el echar al padre de sus hijos de la casa). Ella se presta para el cuidado de la
misionera Wood en momentos de enfermedad, y su hijo Camilo demuestra su
interés en la Misión al estudiar música con la misionera. Las idas y vueltas de la
familia entre la ciudad y la campana demuestran la precariedad económica de la
familia y la precariedad emocional con la familia de origen de doña Camila.
Wood no menciona más a doña Camila hasta los últimos días de diciembre
de 1915, cuando la visita el 30, sin mencionar dónde podría estar. Camila y Camilo
participan en el culto de vigilia por el fin del año la noche del 31 de diciembre de
1915. Nos es absolutamente imposible siquiera ofrecer alguna conjetura acerca de
las circunstancias de su vida o de su estado de ánimo durante los tres años de
ausencia del Diary. Sin embargo, no puede haberse olvidado de la impresión
anímica que le dejó su confesión en abril de 1912.
694
Wood, Diary Book 3, 1 y 4 de agosto, 22, 26 y 27 de septiembre y 1 de octubre de 1912.
241
“23 de octubre de 1916: Alberto Valdez oró a solas con el hermano Johnsen y parece
haberse convertido.”
“7 de noviembre: Ella viene con Camilo para decir que él puede irse con el hermano
Johnsen a Embarcación (Salta).”
Sin embargo, según Wood, doña Camila insistió en que Wood había sido “el
medio de su salvación y la de sus hijos.” Seguramente, en el caso de doña Camila,
la presencia de una mujer de su misma edad aproximadamente, le ofreció apoyo
moral y espiritual cuando había llevado un sentimiento de culpa muy fuerte durante
nueve años. Las mujeres de su familia no la supieron contener, pero Wood pudo
ofrecerle esperanza a través de un texto bíblico, que nadie en su familia habría
conocido. Los símbolos católicos son muy fuertes en el contexto familiar de Camila.
El simple hecho de que sus padres habían hecho un peregrinaje desde su vivienda
en el campo hasta la parroquia de la ciudad de Gualeguaychú para bautizar a sus
695
Ver Wood, Diary Book 3, 9 de abril, 3 de mayo y 12 de junio de 1914. En la última fecha,
se fue a Noruega y Estados Unidos por un tiempo para recuperar salud y para recaudar
fondos y publicidad para su nueva obra misionera en Embarcación, Salta. Según el Diary de
Wood, volvió a Gualeguaychú el 7 de octubre de 1916 para luego partir definitivamente con
Camilo Valdez el 10 de noviembre de 1916.No sería ilógico suponer que la familia Valdez
había estado considerando la colaboración misionera de Camilo durante más que un solo
mes entre el 7 de octubre y el 10 de diciembre.
242
Wood hace referencia a quién podría ser doña Fortuna en una de sus cartas
enviadas a la revista Bridegroom’s Messenger en noviembre de 1912:
“Tenemos a una mujer idónea, y una niña de once años en la misión. Todavía no
conocen el camino de la salvación, pero asisten a los cultos, y confiamos que se
salvarán. Son personas de influencia, serán de mucha ayuda para la causa. Tienen
muchos amigos simpáticos quienes nos vienen a visitar, y esto nos acerca a algunas
de las mejores personas de la ciudad.”696
Esta cita nos da muchas pistas para analizar las perspectivas y prioridades
de la misionera, pero nos interesan aquí los datos que nos proporciona acerca de la
mujer y la niña. Entendemos que son de la clase alta. Según la Historia de San
José de Gualeguaychú, el apellido “de León” pertenecía a una de las primeras
696
Alice C. Wood, “South America: Mission Evangelica, Gualeguaychu, E.R., Argentina, So.
Am., November 22, 1912” Bridegroom’s Messenger Vol VI, No 125 (15 de enero de 1913) p.
2 [en línea]
http://ifphc.org/DigitalPublications/USA/International%20Pentecostal%20Church%20
of%20Christ/Bridegroom%27s%20Messenger/Unregistered/1913/FPHC/1913_01_15.pdf
[Consulta: 11 de octubre de 2011].
243
En julio de 1910, viene a ver la casa un señor Govasso, “el hermano del
dueño” con dos otros hombres. Wood comenta que son “buenos vecinos”. 702 Luego
en 1911, la misionera empezó a traducir cartas para un señor Govazzo, lo cual
puede indicar que el dueño de la primera casa que estaban alquilando, antes de
mudarse a la calle Villaguay en septiembre de 1912, además de ser propietario,
también era comerciante y que habría tenido contactos comerciales con personas
de habla inglesa.
697
Mascheroni, “Del ámbito social y sus pautas culturales”, pp. 434-435.
698
Reynosa, “El camino en busca del bien común”, p. 153.
699
Si Mercedes León era descendiente de una familia tan prominente de Gualeguaychú,
suponemos que la ausencia de datos acerca de ella en FamilySearch.org se debe a las
faltas de indexación y no a que su familia no hubiera registrado su bautismo en la parroquia.
700
Wood, Diary, Book 3, 17 de julio de 1910, 15 de agosto y 14 de septiembre de 1911. Las
variaciones pueden ser debidas a una mala interpretación de nuestra parte de la caligrafía
de Wood en su Diary. Creemos que se trata siempre del mismo señor.
701
Como en el caso de Mercedes León, suponemos que la ausencia de registros en
FamilySearch.org se deba a la falta de indexación.
702
Wood, Diary, Book 3, 17 de julio de 1910.
244
703
"Argentina, censo nacional, 1895," index and images, FamilySearch [en línea]
https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-12388-232617-30?cc=1410078, Argentina,
censo nacional, 1895 > Entre Ríos > Puerto de Gualeguaychú (Población fluvial) > image 23
of 25; citing Archivo General de la Nación, Buenos Aires [Consulta: 3 de julio de 2014].
704
"Argentina, censo nacional, 1895," index and images, FamilySearch [en línea]
https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-266-11776-57822-47?cc=1410078, Argentina,
censo nacional, 1895 > Entre Ríos > Gualeguaychú (Población urbana) > image 242 of 745;
citing Archivo General de la Nación, Buenos Aires [Consulta: 3 de julio de 2014].
245
705
Wood, Diary Book 3, entre el 28 de septiembre y el 6 de octubre de 1912, esperaba que
viniera doña Carmen de Mora desde Buenos Aires. El 10 de octubre de 1912 le preguntó a
doña Segunda si vendría. Mientras tanto, las hijas de don Pedro Quintero la acompañaban
de noche (14 de octubre de 1912). El 2 de noviembre de 1912, doña Segunda decide irse al
campo en vez de vivir en la Misión.
246
noviembre de 1912: “Se me ocurrió que doña Fortuna y Mercedes Leon podrían
venir y alquilar la pieza vacante.” El problema se resolvió rapidamente:
“30 de noviembre de 1912: La llevé a Mercedes a visitar a doña Eliza Stroder, y ella
nos llevó a los jardines de Rofi. Eliza nos dio un festín de “moras” blancas y una bolsa
para traer a casa. Yo le dí a M. un ramo de claveles, e hicimos unas compras. Nos
divertimos.”
Gualeguaychú. Wood anotó en su Diary, “Gracias a Dios por una bienvenida tan
cálida a mi casa.”706 Parecería que Mercedes la extrañó en su ausencia.
“17 de junio de 1913: Doña Fortuna y Mercedes vinieron a la reunión por su libre
voluntad, ¡participaron en los cantos y en las lecturas por primera vez!”
706
Wood, Diary Book 3, 2 de enero de 1913.
707
Wood, Diary Book 3, 13 de febrero de 1913.
708
Robins, A. J. Tomlinson, p. 33.
248
“30 de agosto de 1914: Celebramos la Cena del Señor por la primera vez en unos
tres años. Don Juan Moyano, Laura, Annina, el hermano Sörensen, doña Fortuna,
Mercedes y yo presentes. Lo administré yo.”
“31 de diciembre de 1915: Velada de vísperas de año nuevo (17) Rufina, Leter,
Antonia, Camila, Camilo, Juan, José, Anton, Sörensen, dos pequeños de Urristi, la
hija de Rosa, Fortuna, Inga, la Sra. Whitmore y yo presentes.”
Doña Fortuna y Mercedes, o Inga, cuentan entre los más comprometidos
con la Misión quienes participaron en este culto de fin de año.
“21 de enero de 1914: Leí y traduje mucho del Latter Rain Evangel para Mercedes
mientras ella estaba sentada recortando imágenes para su álbum, después le
pregunté si a ella le gustaría vivir para Jesús y sacrificarse como lo hizo una
misionera en la India (la señorita C. B. Herron) y me contestó en inglés, “Yes”.
Entonces la llevé a su cama y le dije que debería orar, ella dijo que no sabía cómo,
pero me pidió que lo haga yo, lo cual hice, y ella dijo “amen” y prometió que ella
también iba a empezar a orar por ella misma.”
709
Robins, A. J. Tomlinson, p. 33.
249
6.10. Conclusión
Hemos podido rescatar datos sobre varias de las personas que concurrieron
a la Misión Evangélica de Gualeguaychú, bajo el liderazgo de Alice Wood. En
primer lugar, conocemos sobre su participación en la Misión porque Wood
menciona los nombres en su Diary personal. En varias ocasiones, Wood
proporciona otros datos sobre las personas que menciona, además de sus
nombres. Estos datos, todos escritos con matices religiosos, se suplementan con
datos provistos por los registros en el archivo de la oficina del Registro Civil en
Gualeguaychú, Entre Ríos. Las ocho historias de vida que hemos elegido para
examinar en este capítulo representan la variedad cultural que hubo en la Misión, y
también la variedad de respuestas que hubo al ministerio específicamente
pentecostal de una misionera y pastora mujer. Debemos acordarnos también que
los demás misioneros pentecostales en la Misión seguramente influyeron en la vida
religiosa de estas personas, pero no tenemos acceso a ningún otro testimonio para
poder analizar la variedad de intercambios.
El registro del repudio de parte de la señorita La Paz nos indica que los
vínculos con la Misión de varios de los participantes eran permeables. Los
miembros construían sus identidades en base a una variedad de influencias
culturales. Aunque Wood puede haberse frustrado por la falta de compromiso
completo de las personas con la Misión, ellos mismos asimilaron los aportes de los
misioneros pentecostales para ayudarse a reconstruir sus personalidades en vistas
a las dificultades y confusiones de la vida en una ciudad cuya sociedad estaba
transformándose a un ritmo rápido. No todos podían organizar su vida
exclusivamente alrededor del ministerio pentecostal. La Paz, aparentemente,
decidió rechazar la idea que debía ordenar la totalidad de su vida alrededor de una
presencia interna y permanente de Cristo. En contraste a ella, tenemos la certeza
histórica que una persona así lo hizo, Camilo Valdez.
De las dos personas que convivían en la Misión Evangélica con Wood, doña
Fortuna y don Juan Moyano, podemos ver notables diferencias en las maneras en
que se apropiaron del ministerio pentecostal. Doña Fortuna demostraba su interés a
través de la lectura bíblica, la participación en los cultos, y el acompañamiento de la
misionera en la toma de decisiones difíciles, especialmente con respecto a la
inestabilidad emocional de José Anton. A don Juan, en comparación, le atrajeron
las demostraciones del poder del Espíritu Santo pero le costaron asimilar las
restricciones de índole moral – dejar el cigarrillo y el vino. Sin embargo, aceptó
finalmente el desafío de no solamente participar en los cultos sino también de leer
la Biblia. Este cambio en su apreciación del pentecostalismo lo llevó a bautizarse.
251
No sabemos qué habrá pasado con sus hábitos con el cigarillo y el vino. Tampoco
sabemos si doña Fortuna llegó a bautizarse.
Había varias otras personas que se vincularon con la Misión que Wood
menciona en su Diary, y aún más cuyos nombres no aparecen. Hasta la fecha, no
sabríamos cómo acercarnos mejor a los datos identitarios, culturales y
especialmente religiosos que serían necesarios para amplificar nuestro
conocimiento de este primer grupo pentecostal en el país.
252
253
7. Conclusión
A través de lo que pudimos deducir del Diary de Alice Wood, esta primera
misión pentecostal en Gualeguaychú parece haber sido un experimento sin mucha
impronta institucional. El hecho de que no se perduró un vínculo institucional entre
Wood y un pentecostalismo cuáquero la habría forzado a reevaluar su propia
pertenencia dentro del pentecostalismo. El pentecostalismo en general estaba en
una etapa formativa todavía y no hubo pautas institucionales para guiar a los
misioneros. Cada cual tenía que manejarse según sus propios criterios. Durante el
período en el que Johnsen, los Sörensen y Wood colaboraron juntos en
Gualeguaychú, aprendieron por ensayo y error. Aunque Wood ya había tenido más
de diez años de experiencia como pastora y misionera antes de llegar a
255
8. Bibliografía citada
8.1. Biblia
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289
9. Anexos
de
calles
las
de
Nomenclatura
la
de
Plano
Detalle de: “Año 1890,
GUALEGUAYCHÚ.”
A partir de 1912, la Misión Evangélica se ubicaba en
la Calle Villaguay, 287, casi esquina de Federación.
292
9.2. Anexo II