Tema 0 Música en Primeras Civilizaciones
Tema 0 Música en Primeras Civilizaciones
Tema 0 Música en Primeras Civilizaciones
Prehistoria.
Culturas de la Edad del Bronce.
Civilizaciones del “creciente fértil”.
Grecia y Roma.
Los orígenes de la música se confunden con los del hombre. Por ello marcar su nacimiento sería
marcar el nacimiento del género humano.
Si fue el lenguaje quien hizo surgir la música, o fue el puro sonido musical como señal quien
hizo nacer al lenguaje; o si ambos proceden de una fuente común sonora, un “lenguaje-sonido”
originario, son preguntas sin respuesta. Pero todas las teorías llevan a pensar que en el origen
hubo una relación íntima entre música y habla.
La naturaleza está llena de fuerzas misteriosas; y una de sus manifestaciones más aterradoras está
en sus sonidos: truenos, vientos, aullidos de animales, y toda clase de sonidos indeterminados
que surgen de lo profundo de los bosques o en la oscuridad de la noche. El sonido es el
receptáculo donde residen fuerzas secretas o espíritus a los que el canto puede llamar para dar al
hombre un poder superior a sus propias fuerzas o para descubrirle lo más recóndito de su propio
yo; éste no hace ninguna distinción entre música "religiosa" o "profana" ya que para el
pensamiento del hombre "primitivo" todo es esencialmente religioso o mágico: cuando él canta
en su trabajo su canción le ayuda en su labor pero asimismo rinde un culto al dios del árbol o al
de las aguas; sólo en culturas muy posteriores las canciones de trabajo sirven únicamente para
fines prácticos.
PREHISTORIA
Los documentos que nos descubren la antigüedad de la música vienen
desde el Paleolítico Superior, del periodo Magdaleniense (13.500-8.000
a.C). Entre las pinturas de la cueva de Trois-Frères (Ariège, Francia)
encontramos una figura que se identifica con un hechicero o chamán
() vestido con una piel de animal y danzando entre una manada de
bisontes con un instrumento musical: un arco
musical.
Arcos musicales que con carácter rítmico o
melódico han sido usados por muchas culturas,
y aún hoy se encuentran en áfrica, sudamérica y
el pacífico ().
También se encuentran huesos horadados: huesos pequeños (falanges de
reno) con un bisel, a modo de silbato; huesos más largos, con tres y cinco
agujeros en los costados, clara señal de su uso como flautas.
Los llamados “bastones de mando”, piezas de madera y hueso muy
decoradas, son interpretadas como boomerangs y como idiófonos de
entrechoque: muchos presentan arañones y muescas que resultan de los
golpes.
Ya en el Mesolítico (a partir de los 8.000 a.C), en las cuevas y refugios del
levante español, abundan las figuras humanas agrupadas de tal manera que se
identifican con danzas en grupo y por parejas.
El Neolítico, hacia el V milenio a.C, nos trae por toda Europa los llamados
“ídolos-placa” (), de hueso o piedra decorada, que tienen un paralelo idéntico
con rombos o bramaderas de culturas actuales.
La invención de la cerámica nos lleva al mundo de los membranófonos. Las
vasijas de boca ancha y rebordes salientes se prestan a la colocación de un
parche tensado. Algunas piezas tienen “hojales” para enganchar las membranas.
Incluso las piezas sin fondo, que antes se suponía eran soportes de otras vasijas,
pueden ser tambores de doble parche, muy parecidos a los derbouka del Magreb
y los djembé de África.
La cantidad de instrumentos puede ser muy grande, porque viendo los que usan
todavía hoy las tribus “primitivas”, podemos imaginarnos muchos que también
podrían haber descubierto y usado los hombres de la prehistoria.
GRECIA Y ROMA
Las civilizaciones pre-helénicas reciben influencias de los pueblos orientales y Egipto, y preparan
el camino de la música griega. De Creta y Micenas conocemos ya el aulos, y de las islas Cícladas
nos ha llegado una representación de un arpa “de columna”.
Pitágoras (siglo VI a.C.) fue el primero en reconocer que muchos elementos musicales se pueden
expresar con números, y que por eso la música tiene una relación muy estrecha con las
matemáticas. Tras ello estaba también la creencia de que el orden del cosmos y del alma humana
se basan en las mismas proporciones numéricas armónicas. De esa manera, la base numérica de
la música refleja el orden universal, pero también influye sobre el ánimo y el carácter de los
hombres. Esto de refleja en las obras de Platón (La República) y Aristóteles (La Política), en
que afirman que el carácter de la música (ethos) podía representar diferentes estados de ánimo, y
que por eso tenía la capacidad de modificar los sentimientos de las personas. Según el tipo de
música que escuchara, una persona se podía volver buena o mala. Por eso, en sus tratados
políticos aconsejan prohibir las músicas que producen efectos nocivos y promover las que hacen
a la gente justa, valiente y esforzada.
Aristógenes (siglo IV a.C.) escribió un tratado en el que explica el sistema musical griego,
especialmente el sistema de los modos.
Sin embargo, a pesar del amplio conocimiento teórico que tenemos de
la música griega, hay que decir que no sabemos cómo debía sonar.
Quedan muy pocos documentos musicales y todavía existen bastantes
dudas de cómo interpretarlos. Sólo nos quedan unos cuarenta
fragmentos, y sólo tres obras completas: dos himnos a Apolo, en
Delfos, y la canción de Seikilos de Tralles.
NOMBRES PROPIOS
Normalmente son también poetas. El arte griego entiende tanto la poesía
como el teatro siempre cantados. Dentro del género lírico (canción) hay
que conocer a Terpandro, Alceo, Safo y Arquíloco. En el género dramático (teatro) y coral, a
Baquílides, Alcman, y Píndaro, además de los más famosos dramaturgos: Esquilo, Sófocles,
Aristófanes...
ROMA
Es poco original. Sigue con la misma teoría y práctica musical que hereda de Grecia. Se
perfecciona la teoría musical, con autores como Euclides, Eratóstenes, Dídimo, Terencio y
Tolomeo.