2 Guía Retroalimentación Cuento Fábula
2 Guía Retroalimentación Cuento Fábula
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GUÍA RETROALIMENTACIÓN
Nombre
Curso Fecha:
Objetivo de Aprendizaje:
OA1: Leer de manera fluida textos variado apropiados a su edad.
OA4: Analizar aspectos relevantes de narraciones leídas para profundizar su comprensión.
Hurgó en sus bolsillos y solamente encontró unas pocas monedas, dinero que no le alcanzaría
ni para un par de huevos fritos. Entonces, resignado, se dirigió a una panadería cercana, llamada
Delicias, en la que había mucha gente, y compró un pan.
Pero el viejo tabernero, que había visto al campesino comer el pan con el olor que escapaba de
su cocina, salió y le dijo:
—¡Usted tiene que pagar porque se ha alimentado con el olor de mi comida!
El campesino, indignado, le contestó que no le pagaría, y el astuto dueñ o de la taberna le dijo que si
no le pagaba lo denunciaría.
Los dos hombres estuvieron discutiendo un buen rato sin llegar a ponerse de acuerdo, de
modo que el descarado tabernero fue ante el juez para hacer justicia.
El juez los citó a los dos.
El día de la audiencia, el campesino sacó las pocas monedas que tenía, las metió en el
sombrero
que llevaba en la mano y las hizo tintinear con exageració n. Entonces, astutamente le dijo al juez,
que
lo miraba intrigado:
—Señ or juez, si yo me he conformado con el olor de la comida del tabernero, él tendrá que darse
por pagado con el sonido de mis monedas.
El juez no tuvo ninguna duda de que el campesino tenía razó n y, disimulando la risa, dio por
terminado el caso.
Y así, el pícaro tabernero tuvo que conformarse solamente con el tintín de las monedas.
Personajes
Acontecimiento principal
Ambiente
Tiempo
Situación inicial
Quiebre
Desarrollo
Desenlace
Puedo salir corriendo... Pero el lobo es más rápido que yo y me alcanzaría, pensó. Tampoco
puedo ponerme a rebuznar este prado está demasiado lejos y nadie me oiría.
Después de estrujarse el cerebro durante un rato, se le ocurrió una idea para engañar al lobo y
salir vivo de allí. Con mucha tranquilidad, el burrito empezó a pasear por el prado, de un lado para
otro, fingiendo que cojeaba y quejándose de dolor.
El lobo, que espiaba al burro desde unos matorrales, al verlo cojear, no tuvo ninguna duda de que
sería una presa fácil. Así que salió de su escondite y se plantó delante de él.
—¡Qué suerte tengo! ¡Por fin un ser inteligente que me puede ayudar! —dijo el burro con
entusiasmo.
El lobo se sorprendió de aquel recibimiento y se sintió muy halagado con los cumplidos del
asno.
—¿En qué podría yo ayudarte? —preguntó el lobo con interés.
—¡Ay, amigo lobo! —dijo el asno, muy adulador— me he clavado una espina en esta pata y seguro
que tú conseguirás quitármela. Me molesta mucho, ¿no ves cómo cojeo?
Al lobo le pareció bien ayudar al burro. Después de todo, si se lo iba a comer, mejor sería
que no tuviese ninguna espina: podría atragantarse con ella...
—A ver, a ver... Levanta la pata para que pueda saber dó nde está exactamente —dijo el lobo,
colocá ndose detrá s del burro.
El lobo se acercó mucho a la pata y entonces... ¡TRUMMMM! el burro le dio una fuerte
patada y salió corriendo a toda velocidad. El lobo se quedó tumbado en el suelo, aullando de
dolor, con todas las muelas rotas, y, sobre todo, muy herido en su orgullo. El burro había
demostrado ser muy listo, mucho má s listo que él.
Esopo.
Adaptación.
VIII. A partir del texto responde las siguientes preguntas marcando con una X la alternativa
correcta. Recuerda utilizar la estrategia de localizar información (subrayar) (6 pts.)
2. ¿Qué hizo el burro cuando vio al lobo escondido entre los árboles?
a) Se puso a rebuznar.
b) Salió corriendo.
c) Ideó un plan para escapar.
d) Se ocultó tras un á rbol.
3. ¿En qué consistía la idea del burro?
a) En engañar al lobo haciéndose el enfermo.
b) En salir corriendo lo más rápido que pudiera.
c) En engañar al lobo fingiendo que cojeaba.
d) En ocultarse tras los á rboles hasta que se fuera el lobo.
IX. Responde las siguientes preguntas, recuerda utilizar letra clara y legible.