Boletin INIA 301
Boletin INIA 301
Boletin INIA 301
Autores
Marisol Reyes M.
Ingeniero agrónomo, Dr.
Arturo Lavín A.
Ingeniero Agrónomo
Edición
Hugo Rodríguez A.
Diseño y diagramación:
Ricardo González Toro
Impresión:
Trama Impresores S.A.
2
ÍNDICE
PRÓLOGO
5
CAPÍTULO 3 PISTACHO 43
CAPÍTULO 4 PECANO 81
3
4
PRÓLOGO
Los suelos del secano se caracterizan por presentar bajos niveles de materia
orgánica, poseer una escasa fertilidad natural, particularmente en nitrógeno,
fósforo y micro nutrientes como boro y zinc. Aunque en la comuna de Cauquenes
se han realizado plantaciones con especies exigentes en calidad de suelo,
como arándano, éstas han sido puestas sobre condiciones artificializadas, en
camellones, que se preparan específicamente para la especie. Sin embargo, esta
labor solo se paga en algunos casos y requiere una inversión mayor al iniciar una
plantación. Así, una especie menos exigente en condiciones de suelo tiene ciertas
ventajas, sin que esto signifique que no sea necesario invertir en una buena
preparación de suelo y fertilizaciones de pre y post plantación.
5
vinificación, por lo que en muchos casos la decisión de plantar una determinada
especie frutal, es afectada por la época en que ella debe cosecharse. También
la ganadería es un rubro relevante. En muchos casos, los agricultores quieren
aprovechar el pasto que crece bajo los árboles para forraje animal, por lo que las
especies frutales que permitan el pastoreo (agroforestería) tienen una ventaja.
Cabe señalar que, dado que el estudio incluyó una gran cantidad de especies de
todo tipo, el manejo de cada una de ellas fue más bien generalista, sin ahondar
particularmente en los requerimientos de cada una, por lo que los resultados
deben considerarse dentro de ese contexto.
Los autores
6
1
AVELLANO CHILENO
(Gevuina avellana Mol.)
[Avellano chileno, Gevuín,
nefuen, ngefuñ]
Arturo Lavín A.
1.2. Origen
7
1.3. Descripción de la especie
El árbol, que puede alcanzar una altura 18 a 20 metros, posee una hermosa
madera veteada muy usada en mueblería, además de un llamativo follaje siempre
verde (Foto 1.1.) que permite su uso como árbol ornamental.
Sus frutos comestibles han sido consumidos por los pueblos aborígenes mapuches
desde antes de la llegada de los colonizadores españoles. Los frutos se consumen
frescos, secos, tostados o como harina.
Se distribuye entre las cordilleras de la Costa y de Los Andes, desde la zona costera
de Valparaíso (33°S) hasta las islas Guaitecas (45°S); sin embargo, su ambiente
óptimo lo encuentra en el bosque valdiviano del sur de Chile (aproximadamente
entre 36º S y 47º S) (Halloy et al., 1996; Luebert, F. and Pliscoff P., 2005).
8
El avellano chileno crece como árbol erecto cuando está asociado a otras
especies, y en forma globosa cuando se encuentra aislado. La corteza es
lisa y de color plomizo. Sus ramas son largas y algo desnudas. Las hojas son
persistentes, imparipinadas1, coriáceas2 y doblemente aserradas, sin vellosidad,
de un color verde intenso y lustroso que las hace muy atractivas para adornos
florales, razón por la que su follaje se explota abusivamente. Tiene flores
hermafroditas (Foto 1.2) y su fruto (Foto 1.3) corresponde a una nuez (Muñoz,
1959; Lobos, 1987).
El avellano presenta raíces proteiformes3, que se han descrito para las Proteaceae
aunque no son exclusivas de esta familia. Aún no se ha logrado aclarar las causas
de su origen ni el efecto que ejercen sobre la planta (Grinbergs et al., 1987).
Si bien el avellano chileno no es una especie que se use como cultivo agrícola
en forma habitual, diversos antecedentes de ensayos y pruebas permiten
definir algunas de sus características agronómicas. En especial, la Universidad
Austral en Valdivia y la Universidad de la Frontera en Temuco, han trabajado en
la incorporación de la especie como cultivo. En Nueva Zelanda también se ha
estado intentando su cultivo desde semillas importadas desde Chile. (Halloy et
al., 1996).
1.4.1. Suelos
1
Que posee hojas con un último foliolo al final del raquis, por lo que su número es impar.
2
De consistencia similar al cuero.
3
Raíces con forma de racimo.
9
de nutrientes y también sobre substratos volcánicos (lavas y escorias) y en los
ñadis (suelos volcánicos, delgados y saturados). En la zona central crece tanto
en la precordillera andina como en la cordillera de la costa. En la primera, lo
hace generalmente sobre suelos de origen volcánico. En la costera sobre suelos
graníticos en la vertiente oriental y en los derivados de rocas metamórficas en
la vertiente occidental, generalmente en posiciones inclinadas y sobre suelos de
baja fertilidad.
Halloy et al. (1996) sostienen que es muy probable que existan ecotipos de
avellano adaptados a diferentes condiciones de suelo, lo que haría muy necesaria
la selección de los mejores individuos para cada condición de suelo en la que se
le encuentra vegetando en forma natural.
1.4.2. Clima
1.4.3. Riego
10
Lamentablemente, se murieron todas las plantas entre los años 2 y 3 luego de la
plantación, sin que se haya podido determinar la causa específica de la muerte,
ya que no se logró asociar a algún patógeno o factor abiótico.
1.4.4. Nutrición
1.4.5. Fructificación
11
El fruto del avellano tiene un sabor muy apreciado y un gran valor alimenticio y
calórico por su alto contenido de proteínas y lípidos (Cuadro 1.1). El aceite que se
puede obtener de él, por su composición en ácidos grasos, es comparable a los
de oliva y raps (Cuadro 1.2). Singularmente, entre los aceites vegetales presenta
un alto contenido en ácido palmitoleico, lo que lo hace fácilmente absorbible por
la piel y un muy buen filtro para la luz ultravioleta, por lo que podría tener un
amplio uso en lociones bronceadoras en cosmética, donde ya existen algunas
experiencias en cosmetología y fitoterapias (Lobos, 1987; Medel, 2014).
12
Cuadro 1.1. Composición química de la semilla de avellano chileno expresada en base
seca.
Componente
Humedad % 7,07
Proteínas % 12,66
Extracto etéreo % 47,69
Glúcidos totales % 20,44
Glúcidos reductores % 1,00
Fibra cruda % 4,90
Cenizas % 4,12
Calorías cal/g 680
Fuente: Elaborado sobre la base de INTEC-CHILE, 1982.
13
1.5. Estudio de propagación y establecimiento del avellano en Cauquenes
1.5.1. Metodología
De las plantas obtenidas por semilla, se plantaron dos hileras de 7 plantas por
procedencia, en sector de lomajes con suelo serie Cauquenes, regados por goteo
con dos goteros de 4 L/h por árbol. Las plantas fueron regadas 8 horas diarias
desde octubre hasta abril. La fertilización y los tratamientos sanitarios fueron los
detallados en el Cuadro 1.3. Se llevaron registros permanentes de los resultados
y del estado de las plantas, los que se condensaron en informes anuales (Lavín,
1983; Lavín, 1983a; Lavín, 1984; Lavín, 1985; Lavín, 1987; Lavín, 1988 y Lavín,
1989).
1
Evaluación de nuevas alternativas frutícolas para el secano interior. Subestación Experimental Cauquenes
de INIA. Informes técnicos presentados en Odepa en 1983; 1984; 1985; 1987; 1988; y 1989.
14
Cuadro 1.3. Fertilización y tratamientos sanitarios aplicados a avellano chileno en
Cauquenes.
Fertilizaciones Fecha Fertilizante Dosis (g/árbol)
13.01.84 Urea 100
25.04.84 Urea 200
Sulfato de potasio 200
Boronatrocalcita 25
09.08.85 Urea 200
Sulfato de potasio 200
Boronatrocalcita 10
28.07.86 Nitrato de amonio 200
Sulfato de potasio 100
Superfosfato triple 100
15.10.86 Salitre potásico 50
25.08.87 Urea 100
22.09.87 Salitre potásico 50
20.10.87 Salitre potásico 50
18.11.87 Salitre potásico 50
22.12.87 Nitrato de amonio 50
Tratamientos sanitarios
Producto (g-cc/100L agua)
25.04.84 Oxicloruro de cobre 600
25.04.84 Oxicloruro de cobre + aceite citroliv 600+1000
27.07.84 Oxicloruro de cobre 600
17.04.85 Oxicloruro de cobre + aceite citroliv 600+2000
25.04.85 Oxicloruro de cobre + aceite citroliv 600+2000
1.5.2. Resultados
15
Cuadro 1.4. Germinación de semillas de avellano chileno (Gevuina avellana Mol.)
Procedencia Tratamiento Semillas Semillas Germinación Plantas obtenidas
sembradas germinadas (%)
(número) (número) (número) (%)
El CorteCon frío 60 43 71,7 42 70
Sin frío 60 1 1,7 0 0
Coronel Con frío 50 16 16,0 15 15
Sin frío 50 0 0 0 0
Con las estacas se obtuvo enraizamiento, tanto en las apicales como en las
basales, siendo superior el porcentaje de enraizamiento en las primeras (Cuadro
1.5). En ambos casos se observaron abundantes raíces proteiformes.
16
Se continuó replantando los árboles que se secaban y se adicionó nutrientes
mediante fertilización, de acuerdo a las pautas para otras especies frutales. Incluso
se hicieron aplicaciones preventivas contra posibles enfermedades (Cuadro 1.3.),
pero al mantenerse el problema se decidió suspender el la intención de cultivo de
la especie, sin haber podido determinar la causa del fracaso.
Como posibles causas se pueden argumentar, entre otras: el tipo de suelo, que
escapa a los característicos de los lugares donde la especie vegeta naturalmente;
algún problema nutricional debido a niveles bajos o excesivos de algún elemento
en el suelo, debido a que el síntoma de clorosis generalmente responde a
problemas de nutrición; sobresaturación de agua en el suelo durante el invierno, lo
que pudo provocar asfixia de raíces o indirectamente algún problema nutricional.
Si bien los resultados en este intento, de poner bajo cultivo a esta especie nativa
no fueron auspiciosos, es tal la falta de conocimientos sobre sus repuestas a
las prácticas de manejo, que no puede darse por descartada como una de las
especies que puede abastecer de una nuez con bastante demanda y con un alto
potencial de desarrollo de productos secundarios, como alimentos (harinas) y
productos industriales (aceites). No se debe dejar de tomar en cuenta el interés
que existe en otros países por desarrollar su cultivo.
Por lo anterior, y tal vez como intento primario, debiera estudiarse su respuesta
en sectores similares a sus ambientes naturales. Si bien éstos no se dan en gran
parte del secano interior, sí se encuentran en los sectores en que éste limita
con la Cordillera de la Costa, donde es habitual encontrar algunos ejemplares
creciendo espontáneamente. En estos sectores, el cultivo del avellano chileno y
la producción de avellanas pueden constituirse en alternativa más rentable que
la forestación, especialmente para los pequeños propietarios de estos sectores.
17
1.7. Literatura citada
Donoso, Z. C.; Cortés B. M.; y Escobar R., B. 1992. Técnicas de vivero y plantaciones
para avellano (Gevuina avellana). Chile Forestal, Documento Técnico Nº 63.
CONAF.
Grinbergs M., J.; Valenzuela F., E. y Ramírez, G., C. 1987. Formación y desarrollo
de raíces proteiformes en plántulas de Gevuina avellana Mol. Agro Sur, Valdivia,
Chile. 15(1): 1-9.
Halloy, S.; Grau, A. and McKenzie, B. 1996. Gevuina nut (Gevuina avellana,
Proteaceae), a cool climate alternative to Macadamia. Economic Botany 50(2) pp.
224-235.
Jil, P. 2006. Variación del contenido de los ácidos grasos en el aceite extruído
en frío de nueve clones de Gevuina avellana Mol. Universidad Austral de Chile, Valdivia,
Chile. Tesis para optar al grado de Licenciado en Agronomía. 72 p.
Lobos, A. W. 1987. Avellano chileno. IPA Carillanca, Temuco, Chile. Año 6 Nº 2 pp.
12-14.
Luebert, F. and Pliscoff, P. 2005. Sobre los límites del bosque valdiviano. Chloris
Chilensis Año 8 Nº 1. URL: http://www.chlorischile.cl
Medel, F. and Medel, G. 2002. Growth of seedling rootstocks of gevuina avellana Mol.
by soil and foliar fertilization. Acta Hort. (ISHS) 594:179-183.
Medel, F. 2005. Clonal selection in gevuina avellana for nutritional and phytotherapy
purposes. Acta Hort. (ISHS) 686:625-630.
18
Medel, F. 2015. Plantas de calidad para la producción comercial de gevuin (avellano
chileno). Seminario Internacional: Actualidad en la Producción y Comercialización
de Frutos de Nuez . EXPONUT 2014. Santiago, 08 de Mayo del 2014
19
20
2
AVELLANO EUROPEO
(Corylus avellana L.)
Arturo Lavín A.
Marisol Reyes M.
2.2. Origen
El origen del avellano parece estar en Asia, desde donde fue introducido a Grecia.
La mayoría de las especies cultivadas de este género son nativas de Europa o
Asia. A Chile probablemente llegó con los españoles (Grau, 2003; Valenzuela et
al, 2001).
21
En idioma inglés, las avellanas se denominan Hazel o Filbert. Hazel viene de
la palabra anglo-sajona “Haezel”, que quiere decir gorro, la que a su vez viene
del griego “korys”, casco o capucha. En Norteamérica se denomina Hazel a las
especies nativas y Filbert a las de origen europeo (Owen and Severson, 2006).
Es una especie caducifolia. En estado natural son arbustos, con variable número
de pies o fustes, pero bajo cultivo se utiliza principalmente un sistema de un
monoeje (Foto 2.1.) (como árbol de un solo tronco), multieje (con tres a cuatro
ejes). Especial mención requiere el sistema utilizado en Turquía, en el que se
plantan tres a cuatro árboles en el hoyo de plantación, metodología que recibe el
nombre de “ocak”.
22
Foto 2.1. Huerto conducido en sistema monoeje.
Es una especie diclino monoica, es decir, posee flores machos y flores hembra en
un mismo pie, pero separadas físicamente. Las flores masculinas se agrupan en
inflorescencias llamadas amentos, los que aparecen en las axilas de las hojas en
forma aislada o en grupos de 2 a 3 e incluso hasta 8 (Fotos 2.2. a y b).
23
Foto 2.2. Amento o inflorescencia masculina abierta (a). Flores femeninas denominadas
glomérulos (b).
En medicina popular las hojas y corteza de las ramas son utilizadas como
astringente, de acción hemostática y antiinflamatoria. Se señala que tienen un
ligero efecto hipertensor y que su aceite es saludable para pieles grasas. Se
caracteriza por su alto contenido de vitamina A y por ser rico en vitamina E, siendo
además destacables los niveles de calcio, magnesio y potasio. También contiene
ocho aminoácidos considerados esenciales. Tiene 634 kcal por cada 100 g de
porción comestible. Otros componentes se señalan en el Cuadro 2.1.
24
Cuadro 2.1. Composición de 100 g de frutos de avellano europeo.
Componente (%) Vitaminas y minerales (mg)
Agua 5,8 Vitamina A --
Proteínas 12,6 Tiamina, B1 0,46
Grasas 62,4 Riboflavina, B2 --
Carbohidratos 16,7 Niacina 0,9
Vitamina C Trazas
Calcio 209
Fósforo 337
Hierro 3,4
Sodio 2
Potasio 704
Fuente: Adaptado de Westwood, 1982.
2.4.1. Suelos
2.4.2. Clima
El mejor clima es aquel con un verano suave e invierno frío. Se deben evitar
sitios con vientos fuertes y de efecto desecante en verano (Tous, 2001). Sitios con
25
temperaturas sobre 35 ºC y baja humedad relativa durante el período vegetativo,
debieran evitarse (Grau, 2007).
En zonas muy ventosas, las plantas presentarán ejes doblados y ramas primarias
mal ubicadas, lo que obligaría a instalar cortavientos (Grau, 2007).
26
2.4.3. Riego
Estudios realizados en Italia (Tombesi, 1994), sugieren que para obtener la mayor
asimilación por parte de las hojas, el contenido de agua en el suelo debería
mantenerse sobre un 60% de la capacidad de campo, sin excederse demasiado
para evitar pérdidas de agua.
2.4.4. Nutrición
27
En huertos establecidos se recomienda realizar análisis foliar y junto con la
observación de las condiciones del huerto realizar la fertilización. Los niveles
foliares normales de nutrientes se entregan en el Cuadro 2.2.
La tasa anual de crecimiento de las ramillas en una planta de avellano, en los dos a
tres primeros años, debiera ser de entre 45 y 75 cm; sin embargo, en árboles adultos
25 cm anuales son suficientes. Un crecimiento reducido y amarillez en las hojas,
frecuentemente son signo de deficiencia de nitrógeno. En plantaciones nuevas,
el nitrógeno debe comenzar a aplicarse pasados dos períodos de crecimiento.
En árboles adultos, en el inicio del período de crecimiento, el avellano utiliza el N
almacenado y muy poco el de la fertilización. La más eficiente extracción del N
aplicado al suelo ocurre durante el crecimiento activo de primavera. El momento
de aplicación puede tener un importante efecto en cómo el N aplicado es usado
por el árbol. Aplicado en septiembre tiende a estimular un crecimiento vegetativo
vigoroso, mientras que aplicaciones parcializadas, entre septiembre y diciembre,
son destinadas hacia el almacenaje en troncos y raíces. Lo mismo ocurre con
aplicaciones parcializadas de N foliar: en enero se destina al fruto, mientras que
en postcosecha se destina al desarrollo de yemas (Olsen, 2001; Genc, 2005).
28
La deficiencia de potasio se manifiesta con hojas y nueces pequeñas (Olsen,
2001). Se recomienda aplicarlo anualmente en forma de sulfato de potasio, para
cubrir los requerimientos de azufre del cultivo.
Cuadro 2.4. Extracción de nutrientes para una hectárea de avellano con una producción
de 1.200 kg.
29
2.4.5. Fructificación
El fruto es un aquenio (Foto 2.3.) rodeado por un involucro foliáceo, con pericarpio
leñoso indehiscente, conteniendo, en general, una sola semilla con dos cotiledones
semiesféricos, ricos en reservas oleaginosas (Torres, 1994). Se agrupan en
racimos en un número de 1 a 12. La forma varía desde redonda a oval u oblonga.
Las nueces están rodeadas por un involucro hojoso, que se abre desde la base
30
a fines del verano. Sin embargo, la nuez no se suelta hasta 6 semanas después,
cuando está seca y se abre.
2.4.6. Portainjertos
2.4.7. Variedades
31
Barcelona
Daviana
32
Butler
Es bien aceptada por los procesadores, por su nuez y cáscara. Es excelente como
polinizante de Barcelona. Presenta un fruto de forma oval, de tamaño medio a
grande, con un 48% de llenado de fruto (Valenzuela et al., 2001).
2.5.1. Metodología
Supervivencia
2
Evaluación de nuevas alternativas frutícolas para el secano interior. Subestación Experimental Cauquenes
de INIA. Informes técnicos presentados a Odepa en 1983; 1984; 1985; 1987; 1988; 1989; 1990; 1991; 1992
y 1993.
33
Crecimiento
Producción
Estados fenológicos
2.6.1. Supervivencia
34
Cuadro 2.5. Supervivencia de tres variedades de avellano europeo, a la quinta
temporada desde plantación, en Cauquenes.
Variedad Supervivencia (%)
Barcelona 97
Butler 100
Daviana 100
2.6.2. Crecimiento
Figura 2.1. ASTT (cm2) de tres variedades de avellano europeo, para seis temporadas
de crecimiento, en Cauquenes.
3
Evaluación de nuevas alternativas frutícolas para el secano interior. Subestación Experimental Cauquenes
de INIA. Informes técnicos presentados a Odepa en 19880 a 1990.
35
2.6.3. Producción
Figura 2.2. Producción acumulada en ocho temporadas, para las variedades Barcelona
y Daviana, y seis temporadas para la variedad Butler. Cauquenes.
36
Cuadro 2.6. Producción evaluada (kg/árbol) y estimada (kg/ha), para seis (*) y ocho
temporadas, en Cauquenes.
37
En relación al porcentaje de frutos vanos, estudios realizados por Valenzuela et
al. (2001), muestran gran diversidad entre variedades, con valores entre un 5,7
y 59,13%, por lo que los valores obtenidos pueden considerarse relativamente
bajos.
En general, se puede decir que las tres variedades estudiadas mostraron tendencia
a la protandria, similar a lo observado por Santos y Silva (1994). En el resumen
para la especie se ve que aproximadamente la mitad de la floración femenina es
cubierta por el polen, lo que evidentemente disminuye los porcentajes de cuaja.
Daviana y Butler, aunque su producción tiene valor comercial, fueron puestas
como polinizantes de Barcelona y desde este punto de vista, Daviana sería más
adecuada ya que su plena liberación de polen cubre casi la totalidad de la plena
flor de Barcelona, mientras que Butler no alcanzó a cubrir la mitad del período de
floración de Barcelona.
38
Figura 2.3. Fenología floral de flores hembra y macho, de tres variedades de avellano
europeo. Temporadas 1988/89 a 1998/99. Cauquenes.
39
2.7. Proyección de la especie en el secano interior
40
2.8. Literatura Citada
Childers, N. 1969. Modern fruit science. Horticulture Publications. New Jersey, EE.UU.
912 p.
Genc, C. Hazelnut or Filbert (Corylus avellana) World Fertilizer User Manual. Disponible
en: http://www.fertilizar.org/ifa/publicat/html/pubman/hazelnut.htm) Leído el 5 de
febrero del 2005.
Jona, 1986. Hazelnut. In: CRC Handbook of Fruit Set and Developement. CRC Press,
Boca Raton, Florida. 652p.
Mingeau, M. and Rosseau, P. 1994. Water use of hazelnut trees as measured with
lysimeters. Acta Horticulturae 351: 315-322.
Mingeau, M., Ameglio, T., Pons, B. and Rosseau, P. 1994. Effects of water stress on
development growth and yield of hazelnut trees. Acta Horticulturae 351: 305-314.
Owen, P. and Severson, L. 2006. A Filbert o Hazelnut?. Oregon Hazelnut Marketing Board.
Disponible en http://www.oregonhazelnuts.org/. Consultado en octubre del 2009.
41
Santos, A. and Silva, A. P. 1994. Dichogamy and flowering periods of eleven hazelnut
varieties in Northern Portugal – eight years of observations. Acta Horticulturae 351:
211-214.
Snare, L. 2005. Hazelnut production. Disponible en: http://www.agric.nsw.gov.au/
reader/deciduous-fruits/h3149-hazelnut-production.htm Consultado en febrero del
2005.
Tombesi, A. 1994. Influence of soil water levels on assimilation and water use efficiency
in hazelnut. Acta Horticulturae (ISHS) 351: 247-255.
42
3
PISTACHO
(Pistacia vera L.)
Arturo Lavín A.
Marisol Reyes M.
Patricio Almarza D.
3.2. Origen
43
la cuenca del Mediterráneo y del norte de África, en áreas con clima riguroso,
extremadamente secos, con altas temperaturas estivales y muy bajas en invierno,
casi sin lluvias y en suelos alcalinos con pH sobre 8.
Pistacia vera L. parece ser originaria de Siria o de una zona bastante amplia
comprendida entre Asia Menor, Palestina y Turkmenistán, donde se le encuentra
en estado silvestre, pero también crece en Pakistán, India, Líbano, Palestina,
Siria, Irán y la Isla de Chipre (Spina, 1984), aunque no ha sido posible establecer
con certeza el origen de la especie. Desde allí fue distribuido por toda la cuenca
del Mediterráneo, donde se cultiva por sus frutos desde hace más de 2.000
años.
El pistacho cultivado (P. vera) es un árbol caducifolio (de hoja caduca), de copa
redondeada, con una altura promedio de 4 a 5 metros y que puede alcanzar hasta
10 metros de diámetro (Foto 3.1.). Sus ramas madres y secundarias son abiertas
y colgantes. La madera es muy dura, pesada y resistente, de color amarillo intenso
cuando joven, mientras que en árboles adultos cambia a rojo oscuro surcada por
ductos de resina que le dan un aroma característico. Las hojas son alternas,
44
compuestas de 1 a 7 folíolos, imparipinadas1, vellosas cuando jóvenes, tornándose
glabras2 y coriáceas3, y de color verde grisáceo (Sudzuki, 1996; Maggs, 1975).
1
Que posee hojas con un último foliolo al final del raquis, por lo que su número es impar.
2
Sin vellosidad.
3
De aspecto similar al cuero.
45
La yema terminal del brote es vegetativa, mientras que las yemas axilares son
vegetativas o reproductivas. Las yemas vegetativas son pequeñas y fácilmente
diferenciadas de las florales que son de mayor tamaño y que no tienen primordio
vegetativo.
4
La polinización se realiza por la acción del viento.
46
polen, generalmente antes que los pistilos de las flores hembras estén receptivos
(Westwood, 1982). Los árboles, además de diferenciarse por el sexo de las
flores, también presentan características morfológicas distintas en yemas, hojas y
ramas (Sudzuki, 1996). Las flores son pequeñas, apétalas, y crecen en panículas
laterales cortas.
El fruto es una drupa que comercialmente se llama nuez (Foto 3.4.). Consta
de una semilla dentro de una cáscara bivalva delgada y dura, rodeada de una
cubierta carnosa y resinosa de un peso que oscila entre 1,4 y 1,8 gramos. El
epicarpio y mesocarpio conforman el pelón, el cual encierra la semilla formada
por el endocarpio y en cuyo interior se encuentra la parte comestible. Esta última
corresponde aproximadamente al 54% del total del fruto.
47
Cuando el fruto madura, la cubierta carnosa se suaviza y se separa parcialmente de
la cáscara. Ésta toma un color blanquecino opaco y se abre desde su ápice en dos
valvas, dejando expuesta la cubierta roja y purpúrea de la semilla (Maggs, 1975).
Esta característica, llamada dehiscencia, es deseable en los frutos de esta especie,
exigiéndose a las variedades comerciales un promedio mínimo de 70% de apertura.
La fructificación se produce solo sobre madera de dos años (IFoto 3.5.). La floración
se inicia 4 o 5 años después de la plantación, pero a los 7 u 8 años comienzan las
producciones económicamente significativas (University of Georgia, 2005).
48
Algunas experiencias productivas en nuestro país señalan que la entrada en
producción puede ocurrir entre los 8 y 12 años, según la variedad, llegando a
producir hasta 12 ton/ha de fruta con cáscara. La cosecha es gradual y se
realiza entre los meses de febrero y abril. La madurez fisiológica de los frutos
está determinada por la apertura del pelón. La calidad comercial de los pistachos
está muy influenciada por la época de cosecha, ya que una vez que el pelón
madura, por traspaso de taninos desde él, las valvas, que deben ser de un color
blanco mármol, se tiñen de color rojizo en su extremo, perdiendo condiciones de
presentación. Esta tinción aumenta mientras más tiempo permanece el fruto con
pelón maduro en el árbol. Además, se ha comprobado que el peso máximo de
la semilla o nuez se alcanza justo cuando el pelón se pone opaco y se suelta.
Posteriormente, la semilla se arruga y pierde peso por deshidratación (Crane,
1978).
49
que también es un potente cancerígeno. Mientras más se atrase la cosecha hay
mayores probabilidades de desarrollo de estos hongos, los que también pueden
prosperar en almendras, maní, nueces, frijoles y granos para ganado.
3.4.1. Suelos
El pistacho puede crecer en una amplia gama de suelos, aunque prefiere los
arenosos, profundos, con buen drenaje y pH sobre 7. Las características químicas
y de profundidad no son tan importantes como sí lo es el evitar la saturación
del suelo, ya que no la resiste, y es altamente sensible a Verticilosis (Crane and
Maranto, 1982; Hobman and Bass, 1987). Es más tolerante a suelos alcalinos o
salinos que la mayoría de los frutales.
50
3.4.2 Clima
Requiere clima similar a aquellos aptos para el cultivo del olivo (Crane and Maranto,
1982), con veranos cálidos y secos, y suficiente frío invernal para el desarrollo de
sus yemas frutales (700 a 1000 horas bajo 7 °C). Resiste el frío invernal, pero
no tolera heladas primaverales. El viento fuerte y desecante o las lluvias durante
la floración, pueden reducir la cosecha al interferir en la polinización (Crane and
Maranto, 1982; Hobman and Bass, 1987). Una alta humedad ambiental afectaría
la polinización, dificultando el transporte del polen y, en otro sentido, podría
favorecer la incidencia de enfermedades.
Para obtener una maduración óptima de los frutos, la plantación debe ubicarse en
zonas donde se acumulen suficientes unidades de calor (UC) durante el periodo
vegetativo, sobre todo para las variedades tardías. Estas necesidades se sitúan
entre 2800 y 3600 UC.
3.4.3 Riego
Los requerimientos hídricos van a variar en función del suelo y su exposición. Bajo
condiciones de secano, para obtener una producción aceptable, se ha adoptado
un límite de 700 mm de agua, que corresponde a una provisión de 7.000 metros
cúbicos por hectárea/año, considerando 3 meses de sequía. Si la pluviometría no
supera los 400 mm/año, el cultivo debe desarrollarse bajo condiciones de riego,
salvo que tengan lluvias tardías en el verano, lo que de todas maneras afectaría
el llenado de los frutos y, en definitiva, su calidad (Almarza, P., comunicación
personal).
51
En la zona de Choapinos, comuna de Rengo, con 3.200 grados día, una
pluviometría de 450 mm y un suplemento de 9 riegos equivalentes a 250 mm,
se han logrado cosechas de entre 1,6 hasta 8,6 kilos por árbol en las variedades
Kerman, Larnaca y Aegina. En España, donde en muchos casos la lluvia no
sobrepasa los 250 mm, se suplementan con 4.500 metros cúbicos/hectárea/
año, y se obtienen cosechas de alrededor de 1.500 kilos/hectárea (Almarza, P.,
comunicación personal).
3.4.4. Nutrición
52
Cuadro 3.2. Síntomas de deficiencia y estándares nutricionales foliares para pistacho.
Elemento Síntomas de deficiencia Rango normal
Nitrógeno Disminución del crecimiento de la parte aérea y radical. 2,3 – 2,7 %
Los brotes son cortos, delgados, con la corteza rojiza. Las
hojas son pequeñas, verde pálidas, con las venas y pecíolos
rojizos. Posteriormente las hojas se tornan amarillas y caen
prematuramente.
Potasio Palidez general en las hojas. En las hojas más viejas la 1,0 – 2,0 %
clorosis comienza en la punta y progresa por los márgenes.
Posteriormente, las áreas cloróticas se vuelven necróticas.
Boro Los síntomas aparecen en los brotes principales, temprano 60 – 230 ppm
en la temporada. Las hojas jóvenes y puntos de crecimiento
aparecen quemados. Hojas de apariencia deformada,
retorcidas, acopadas y rizadas son características de la
deficiencia de boro. En la madera se desarrollan áreas
ampolladas irregularmente. La punta de los brotes
normalmente muere.
3.4.5. Fructificación
5
Fenómeno que se caracteriza por la producción de una gran cosecha un año, seguido de una muy
pequeña al período siguiente.
53
en la yema frutal que desarrollará fruta en la temporada siguiente. La formación
de 20 o más frutos por racimo floral, en la mayoría de las variedades provoca
fuerte abscisión de yemas florales. Lo anterior puede deberse a competencia
por fotosintatos6 entre el proceso de inducción y el de formación de óvulos, o a
la presencia de hormonas inhibitorias traslocadas desde las hojas, que en ese
momento están en pleno desarrollo, hacia las yemas florales (Sudzuki, 1996).
Los procesos que inducen el fenómeno y los medios para prevenirlo aún se
desconocen. Se recomienda raleo de frutos y anillado de tallos entre la sección
fructífera (ramas de dos años) y la portadora de yemas (ramas del año).
Debido a que este fruto se comercializa para ser abierto con la mano, la
dehiscencia8 de las valvas del endocarpio es una característica muy deseable.
Ésta comienza desde el ápice distal hacia la sutura ventral y dorsal. Se inicia a
fines de enero, al menos un mes antes de la madurez del embrión, y continúa
hasta la cosecha a mediados de marzo (Sudzuki, 1996).
6
Productos químicos resultantes de la fotosíntesis.
7
Formación de frutos sin que haya polinización y fecundación previa.
8
Abertura o eclosión del fruto.
54
La magnitud de la indehiscencia del endocarpio varía de un cultivar a otro, entre
uno y otro árbol de la misma variedad, y entre un año y otro. En los frutos vanos
el endocarpio no se parte. No está claro el mecanismo que la induce ni cómo
prevenirla.
3.4.6. Portainjertos
55
P. khinjuk. Es originario de Anatolia, en Turquía, donde es usado, y de algunas
regiones de Irán, donde no se usa como portainjerto. Es de lento crecimiento en
altura y diámetro, y difícil de injertar por bajo prendimiento de los injertos. Crece
hasta 10 metros y tiene buena tolerancia a bajas temperaturas.
P. vera. Es el que posee mejor afinidad con las variedades comerciales, ya que
son de la misma especie. Es muy sensible a Verticillium, lo que en suelos con
exceso de humedad es un problema. Es el portainjerto más usado en Irán.
56
3.4.7. Variedades
Kerman, Momtaz y Akbar Aghai son variedades de madurez tardía, con frutos
grandes, pero de color verde pálido. Sirora madura antes que Kerman y tiene el
fruto más chico y de forma más alargada. Italiano, Aegina y Red Alepo son de
madurez temprana. Tienen frutos pequeños, pero de color verde intenso.
57
‘Kerman’ [Fandoghi]
9
United States Department of Agriculture.
58
‘Sirora’ [Badami]
Variedad hembra. Tuvo su origen a partir de una semilla obtenida desde un árbol
de Kerman polinizado al azar, en el CSIRO10 de Australia (Ferguson, 1995). En
Irán existe una variedad similar, Badami, por lo que algunos sostienen que se
llevó desde allá. Esta variedad se caracteriza por una mayor precocidad y vigor
que Kerman (Navarrete, 1991). Sin embargo, bajo las condiciones agroclimáticas
de Buin, presentó menor vigor y producción que Kerman. Además, presentó
mayor porcentaje de dehiscencia (54,35%) y una nuez más pequeña. El período
de floración de esta variedad, medido en Buin entre las temporadas 1994/95 y
1997/98, fue de 9 a 10 días (Valenzuela et al., 1999).
‘Aegina’
‘Larnaca’
‘Peters’
10
The Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation.
59
Su floración coincide tanto para las variedades de floración temprana, como Red
Aleppo y Trabonella, como para las de floración más tardía como Kerman. Peters
es un prolífico productor de polen (Lemus y Negrón, 2001). En Los Tilos, para las
temporadas 1994/95, 1996/97 y 1997/98, el período de floración fue de 13, 15 y
14 días, respectivamente (Valenzuela et al., 1999).
‘Askar’ o ASK
60
3.4.8. Plantación
61
Figura 3.2. Disposición de árboles machos y hembras en una plantación
(con viento dominante noroeste).
3.4.9. Injertación
El porcentaje de prendimiento del injerto figura como una de las principales razones,
por las que este cultivo no se haya podido introducir en muchos países, incluido
Chile. En INIA Rayentué, Región de O’Higgins, se han desarrollado diversos
trabajos y consultorías internacionales, donde se ha buscado solucionar los
principales problemas que afectan esta especie bajo las condiciones nacionales.
Entre éstas, se ha dado relevancia a la injertación, motivo por el cual se entregan
algunas recomendaciones sobre este punto.
62
Seleccionar ramillas lignificadas del año anterior, con yemas vegetativas bien
desarrolladas, que sean obtenidas de huertos jóvenes que aún no entran en
producción y en pleno receso vegetativo.
Guardar las ramillas en paquetes de 25 unidades, envueltas en papel húmedo
y en bolsas negras selladas a 2 °C.
Injertar a comienzos de primavera, con temperaturas entre 20 y 22 °C, con
injerto de chip (yema con un trozo de madera).
El diámetro de la ramilla debe ser muy parecido al del porta injerto, para que
la yema calce bien.
Se debe amarrar con firmeza y envolver de arriba hacia abajo, para que la
yema se inserte en el sacado hecho en el porta injerto y haga contacto.
Las amarras no deben ser retiradas antes de que el injerto esté completamente
brotado (a lo menos 4 hojas).
Este tipo de injerto es utilizado en Chile en viveros con plantas en bolsas y se
obtiene entre un 50 y 60% de prendimiento. Los resultados de prendimiento en
terreno definitivo superan el 70%.
Este injerto se realiza con yemas lignificadas del año. En Chile esto ocurre a
mediado de enero.
Se utiliza una cuchilla de doble hoja, que debe tener 1,5 cm de separación
entre ambas cuchillas.
Este injerto debe realizarse en horas de menor temperatura (en la mañana o
al atardecer). Las ramillas deben ser mantenidas en cajas de aislapol para su
conservación.
En Chile es usado, principalmente, en terreno definitivo. Su porcentaje de
prendimiento es superior al injerto de chip, habiéndose obtenido resultados
de 90%.
63
3.5. Comportamiento agronómico de la especie en Cauquenes
3.5.1. Metodología
3.5.1.2. Crecimiento. De acuerdo con lo descrito por Westwood (1982), existe una
relación lineal entre el peso o el volumen de la copa de un árbol con el área de la
sección transversal de tronco. Así entonces, es posible obtener una medida lineal
sencilla a partir de la cual se puede estimar la superficie fructificante por hectárea.
Por lo tanto, el crecimiento se expresó como Área de Sección Transversal de
Tronco, ASTT, en cm2 en función del tiempo, al nivel del injerto y del portainjerto,
utilizando regresiones lineales para su descripción.
11
Evaluación de nuevas alternativas frutícolas para el secano interior, Informes técnicos presentados a
Odepa 1984, 1985, 1987, 1988, 1989,1990, 1991,1992 y 1993).
64
Debido a las dificultades en la injertación, fue necesario realizar una normalización
de los datos. Para esto se consideró el año 1 como el año en que cada árbol fue
injertado.
La eficacia de las plantas fue medida calculando la productividad por árbol, lo que
de acuerdo a lo señalado por Westwood (1982), se estima calculando los gramos
o kilos por cm2 de sección de tronco. Así, entonces, se obtiene la productividad de
la superficie fructífera.
65
Flor masculina: Alargamiento de amentos
Plena emisión de polen
Amento seco
Caída de amentos
3.6.1. Supervivencia
Cuadro 3.4. Supervivencia de tres variedades de pistacho (%), injertados sobre dos
portainjertos, en la quinta temporada de crecimiento, en Cauquenes.
Variedad Portainjerto
Atlántica Palaestina
Peters 75 (3)* 75 (3)
Sirora 100 (4) 100 (4)
Kerman 100 (4) 100 (4)
Portainjerto 93 (15) 93 (15)
*() Corresponde al número de árboles evaluados.
3.6.2. Crecimiento
66
Figura 3.3. ASTT (cm2) de dos portainjertos de pistacho, desde la primera a la
decimoquinta temporada de crecimiento, en Cauquenes.
67
Figura 3.4. ASTT (cm2) de tres variedades de pistacho, injertados sobre dos
portainjertos, por quince temporadas de crecimiento (1987/88 a 2002/03),
en Cauquenes.
68
Cuadro 3.5. Relación ASTT variedad/portainjerto (cm2/cm2) de tres variedades de
pistacho, injertados sobre dos portainjertos, en la decimoquinta temporada desde
plantación, en Cauquenes.
ASTT variedad/portainjerto (cm2/cm2)
Atlántica Palaestina
Peters 1,31 ± 0,11 1,33 ± 0,40
Sirora 1,19 ± 0,34 1,23 ± 0,21
Kerman 1,13 ± 0,40 1,28 ± 0,16
Promedio 1,20 ± 0,28 1,27 ± 0,21
Peters presentó, sobre ambos portainjertos, la relación más alta, con 1,31 ± 0,11
y 1,33 ± 0,40 para P. atlantica y P. palaestina, respectivamente, lo que parece
indicar que tendría una menor afinidad con estos portainjertos que los otras dos
variedades.
3.6.3. Producción
69
Cuadro 3.6. Producción promedio (kg/árbol) y producción estimada (kg/ha) de dos
variedades de pistacho injertadas sobre dos portainjertos para once temporadas
evaluadas, en Cauquenes.
Producción
Evaluada (kg/árbol) Estimada (kg/ha)
Sirora/atlántica 1,6 319,8
Sirora/palaestina 1,1 229,6
Kerman/palaestina 0,8 154,8
Promedio 1,2 234,7
Figura 3.5. Producción acumulada de dos variedades de pistacho para once temporadas
evaluadas en Cauquenes.
70
Cuadro 3.7. Producción promedio (kg/árbol) de dos variedades de pistacho, injertados
sobre dos portainjertos, para once temporadas evaluadas en Cauquenes.
Temporada Variedad/portainjerto (kg/árbol)
Sirora/Atlántica Sirora/Palaestina Kerman/Palaestina
1991/92 0,01 2,17
1992/93 0,36 0,03
1993/94 0,08 0,70 1,51
1994/95 0,47 1,42
1995/96 0,69 0,69 0,01
1996/97 3,17 2,10
1997/98 0,41 0,20
1998/99 3,31 2,90 0,85
1999/00 3,70 1,70
2000/01 1,96 1,96 0,07
2001/02 0,61 0,60
Promedio 1,60 0,77
Cuadro 3.8. Productividad promedio (g/cm2) de dos variedades sobre dos portainjertos
de pistacho para once temporadas en Cauquenes.
Temporada Productividad promedio (g/cm2)
Sirora/Atlántica Sirora/Palaestina Kerman/Palaestina
1991/92 3,60 0,27
1992/93 5,83 12,62
1993/94 0,97 10,12
1994/95 5,14 4,27 0,04
1995/96 6,54 11,55
1996/97 26,57 0,98
1997/98 3,05 12,96 3,82
1998/99 22,57 6,94
1999/00 23,12 7,41 0,26
2000/01 11,30 2,09
2001/02 3,25 3,69 2,49
Promedio 11.39 ± 10 6,31 ± 3,91 3,25 ± 4,83
71
3.6.4. Características de los frutos
Los resultados del análisis de peso de la nuez (Cuadro 3.9.), muestran que
las nueces de mayor peso, en promedio, correspondieron a Kerman con 1,11
g, mientras que Sirora fue levemente inferior con 1,07g. Este comportamiento
concuerda con lo descrito por Valenzuela et al., quienes también obtuvieron mayor
peso para Kerman en relación con Sirora. Sin embargo, los pesos descritos por
ellos fueron superiores, con 1,68 g y 1,19 g, respectivamente.
Variedad Temporada Peso nuez (g) Peso semilla (g) Llenado (%)
Sirora 1993/94 0,95 0,41 42,69
1994/95 1,08 0,52 48,09
1995/96 1,03 0,40 38,82
1996/97 1,16 0,58 49,91
1997/98 1,02 0,42 40,88
1998/99 1,17 0,56 47,61
Promedio 1,07 ± 0,09 0,48 ± 0,08 44,66 ± 4,48
Kerman 1993/94 1,21 0,54 44,51
1995/96 0,88 0,30 34,39
1996/97 1,20 0,52 43,85
1998/99 1,16 0,44 37,93
Promedio 1,11 ± 0,16 0,45 ± 0,11 40,17 ± 4.86
72
Figura 3.6. Evolución de los pesos de semilla y producción promedio para la variedad
Sirora, para seis temporadas evaluadas en Cauquenes.
El peso de la semilla también fue superior para Kerman (Cuadro 3.9.), similar a
lo obtenido por Valenzuela et al.; pero los valores descritos por estos autores son
mayores, ya que ellos obtuvieron pesos de semilla de 0,84 g y 0,65 g para Kerman
y Sirora, respectivamente.
3.6.5. Fenología
Para los años 1990 a 1999, en los que se midió la fenología floral del pistacho, la
acumulación de frío fue en promedio de 845 horas frío (HF <7,0 ºC, entre abril y
septiembre), con una variación bastante amplia, entre 582 y 1.292 para los años
1996 y 1998, respectivamente (Figura 3.7.). Aunque Crane and Maranto (1982)
73
señalan que la especie requiere entre 700 y 1000 HF para romper el receso
invernal, la brotación no se vio afectada en los años en que la acumulación de frío
fue menor a 700 HF.
Figura 3.7. Acumulación de frío invernal (entre 0 °C y 7 ºC) durante los años 1990
a 1999, en Cauquenes.
74
Figura 3.8. Acumulación de grados día (base 10 ºC) entre las temporadas 1989/90 a
1998/99, en Cauquenes.
75
Figura 3.9. Fenología floral de tres variedades de pistacho, para los años 1989 y 1991
a 1999 en Cauquenes.
En la Figura 3.9. se presenta la ocurrencia del estado receptivo para las flores
femeninas y el de liberación de polen para la flor masculina en diferentes
temporadas. Se puede observar que existió una gran variabilidad entre años para
la ocurrencia de un mismo estado y que, en general, el estado receptivo de la flor
femenina ocurre antes que el de liberación de polen en la flor masculina.
76
Cuadro 3.10. Duración (días) de la apertura floral y emisión de polen para tres
variedades de pistacho, para los años 1991-1999, en Cauquenes.
Año Apertura flor (días) Emisión de polen (días)
Sirora Kerman Peters
1991/92 0,01 2,17
1991 25 15 8
1992 14 29
1993 19 14 7
1994 11 11 22
1995 15 8 13
1996 8 8 17
1997 8 13 35
1998 17 23
Promedio ± D. estándar 14 ± 7 13 ± 3 19 ± 10
Al respecto, Shuraki and Sedgley (1994) señalan que se obtiene una producción
óptima de fruta cuando el polen es trasladado a las flores femeninas dentro de
los dos primeros días de floración. Lo anterior puede explicar el hecho que la
variedad Sirora en las temporadas 1996/97 y 1998/99, tuvo uno de los mayores
rendimientos observados (Cuadro 3.6.), ya que en ambas temporadas el inicio de
la emisión de polen cubrió la floración desde el comienzo.
77
Figura 3.10. Floración para dos variedades de pistacho y un polinizante durante las
temporadas 1991-1999, en Cauquenes.
Si bien los resultados obtenidos con la especie son buenos en cuanto a crecimiento,
pero no en cuanto a productividad, esta especie es de un gran potencial para el
desarrollo de plantaciones en el secano interior, si se logran superar los problemas
detectados en su cultivo.
Dos son los grandes problemas que inciden en que no se haya desarrollado su
cultivo actualmente: el alto costo de las plantas terminadas, debido a los bajos
índices de prendimiento de los injertos, y la baja cuaja de frutos, la que se
debe al desfase de la floración entre las plantas macho y las hembras. Como
mayoritariamente se ha usado Peters como polinizante y éste ha demostrado
no cubrir todo el período de apertura de flores hembras, es fundamental la
incorporación de más variedades macho en las plantacione, como, por ejemplo,
Askar o ASK que en sus primeras evaluaciones ha demostrado cubrir más
extensamente el período de flores hembras, como también la variedad Criss.
Una vez solucionados estos problemas, solo será necesario calibrar un manejo
agronómico adecuado, especialmente en cuanto a aporte de agua de riego, para
lograr producciones rentables. Esta especie tiene la gran ventaja de ser tolerante
78
a un bajo suministro hídrico y, además, bajo las condiciones del secano de la
provincia de Cauquenes, prácticamente no tiene enfermedades ni plagas que le
causen graves daños de crecimiento o producción.
Arakelian, J.P. 2005. El pistacho, una alternativa que tiene buenos mercados. http://
www.a-campo.com.ar/espanol/fruticultura/fruticult2.htm. Consultado el 1 de
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79
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Investigaciones Agropecuarias, (Chile). Centro Regional La Platina. (Santiago).
Serie la Platina Nº 87. 24 p.
80
4
PECANO
(Carya illinoensis Koch.)
Marisol Reyes M.
Arturo Lavín A.
4.2. Origen
La especie es originaria del sur de Estados Unidos y del norte de México. Los
frutos eran usados por los indígenas hace 8 mil años en Texas. Es el fruto seco
nativo más importante de los Estados Unidos. El término “Pecan” viene de la
palabra aborigen americana “Pacane” y quiere decir “nuez que es tan dura que
requiere una roca para partirla” (University of Georgia, 2005).
81
A escala mundial, los principales países productores son Estados Unidos y
México (Indexmundi, 2005). En Estados Unidos (Georgia) se produce un marcado
añerismo (Cuadro 4.1.) que, consecuentemente, afecta los precios, mientras que
en la producción mexicana no se produce este fenómeno.
82
Foto 4.1. Vista de árbol.
83
Foto 4.2. Flores y frutos cuajados, se observa su ubicación cercana a los ápices de las
ramillas.
84
La polinización es anemófila. El polen del pecano, como el del nogal, es
relativamente pequeño y muy liviano. Por esta razón no es necesario tener
polinizantes tan cercanos a la variedad principal como ocurre en almendros y
cerezos. El pecano se asemeja al avellano europeo en el largo período que se
requiere entre polinización y fecundación. Alrededor de 12 semanas después de la
polinización, que es cuando el fruto está próximo a alcanzar su tamaño definitivo,
el embrión entra en período de crecimiento rápido que dura de 6 a 8 semanas.
85
El período de desarrollo del fruto es largo y se extiende por más de seis meses
desde que es polinizado. El aspecto más crítico es el largo período requerido para
el llenado del fruto, que se extiende por cerca de seis semanas, en el que además
deben almacenarse reservas para la próxima temporada. Por este motivo, es
importante mantener los árboles en óptimas condiciones durante el período, por
lo que incluso se recomiendan aplicaciones de nitrógeno para mantener las hojas
por el máximo tiempo posible antes de su caída (Stein, 2005).
86
Cuadro 4.2. Composición de 100 g de pecanas.
Componente (%) Vitaminas y minerales
Agua 3,4 Vitamina A 130 Unidades internacionales
Proteínas 9,2 Tiamina, B1 0,86 mg
Grasas 72 Riboflavina, B2 0,13 mg
Carbohidratos 15 Niacina 0,9 mg
Vitamina C 2 mg
Calcio 73 mg
Fósforo 289 mg
Hierro 2,4 mg
Sodio trazas
Potasio 603 mg
Fuente: Adaptado de Westwood, 1982.
4.4.1. Suelos
El pecano prefiere suelos livianos de textura media, pH 5,5 – 6,0, pero puede
crecer en suelos algo más arcillosos y pH levemente más alto. Requiere suelos
profundos, sin napas freáticas altas. No tolera suelos alcalinos o con alto contenido
salino. Son sensibles a la presencia de carbonato de calcio (University of Georgia,
2005).
4.4.2. Clima
87
Debido a la tardía salida del reposo invernal, las heladas raramente son un
problema, a pesar de que los brotes nuevos pueden morir con temperaturas de
-2,2 ºC. El requerimiento de unidades de calor puede ser una mayor limitación
que la resistencia a bajas temperaturas, por los problemas que se producen en
el llenado de la nuez, al no existir temperaturas adecuadas para la fotosíntesis
durante el período crítico del crecimiento del fruto, a fines del verano. Por ello,
requiere de veranos largos y calurosos, con noches tibias para tener un adecuado
desarrollo y maduración del fruto. Algunas variedades requieren entre 180 y 220
días para el desarrollo del fruto (University of Georgia, 2005).
Los requerimientos de frío son escasos, alrededor de 500 horas bajo 7,2 °C,
llegando algunos a brotar normalmente, incluso sin frío, como en los casos de
México e Israel. Algunos autores señalan que tiene un letargo corto y poco profundo,
requiriendo entre 400 y 500 horas-frío (HF) en lugares de otoño e invierno suave;
sin embargo, si el otoño es frío, se desarrolla un letargo más profundo que eleva
el requisito de frío para salir de él. Son los árboles más tardíos en reactivarse en
primavera, lo que aparentemente se debe a un alto requerimiento de calor post
receso. Se determinó que existiría una interacción entre el frío y la acumulación de
calor, donde el frío es requerido para reducir la variabilidad en la salida del receso
y no para romper el receso en sí (University of Georgia, 2005).
4.4.3. Riego
Uno de los principales cuidados que se debe tener durante los primeros dos a tres
años es el riego, debido a que hay una alta pérdida de raíces durante el trasplante.
En huertos adultos, el requerimiento de agua es de alrededor de 12.000 m3/ha/
año, generándose.la mayor demanda durante diciembre, enero y febrero. En
árboles nuevos debiera aplicarse entre 38 y 57 L/día/planta (Polomski, 2005).
El pecano es muy sensible al agua de riego que contenga más de 1.000 ppm1 de
sales totales disueltas, más de 300 ppm de cloruros o más de 0,5 ppm de boro.
1
Partes por millón.
88
Altos niveles de estos elementos pueden causar quemaduras en las hojas y algún
grado de defoliación, especialmente durante el verano (Ibacache et al., 2001).
4.4.4. Nutrición
89
Cuadro 4.3. Rangos adecuados de concentración de elementos minerales en hojas de
pecano.
Elemento Rango de concentración adecuada
Nitrógeno 2,50 - 3,00 (%)
Fósforo 0,12 - 0,30 (%)
Potasio 0,75 - 1,50 (%)
Azufre 0,15 - 0,25 (%)
Calcio 0,70 - 2,50 (%)
Magnesio 0,30 - 0,70 (%)
Cobre 4 - 50 (ppm)
Zinc 50 - 100 (ppm)
Manganeso 150 - 500 (ppm)
Fierro 50 - 300 (ppm)
Boro 20 - 50 (ppm)
Fuente: Ibacache et al., 2001.
4.4.5. Fructificación
2
Efecto de un agente externo que impide la elongación del brote.
90
Foto 4.4. Vista de un huerto adulto en labores de cosecha.
El pecano tiene tendencia a presentar añerismo. Cuando los árboles están muy
cargados y el contenido de nutrientes y humedad del suelo es inadecuado,
las nueces no pueden madurar apropiadamente y el almacenaje de nutrientes
será insuficiente para originar una buena producción en la temporada siguiente
(lbacache et al., 2001).
91
en el año de baja carga frutal. La poda no solo reduce la producción en el año de
alta carga, sino que también causa un crecimiento vegetativo mayor, que puede
mejorar el equilibrio hormonal del árbol al año siguiente.
4.4.6. Patrones
4.4.7. Variedades
Kiowa
3
Madura primero la parte femenina de la flor.
92
La nuez representa un 58% del peso del fruto y en promedio tiene 84 nueces/kg
(Grauke, 2005a).
Cheyenne
Grabohls
Wichita
Grapark
4
Madura primero la parte masculina de la flor.
93
4.5. Comportamiento agronómico de la especie en Cauquenes
4.5.1. Metodología
4.5.2. Producción
5
Evaluación de nuevas alternativas frutícolas para el secano interior. Informes técnicos presentados a
Odepa en 1983, 1984, 1985, 1987, 1988, 1989, 1990, 1991, 1992 y 1993).
94
se pesaron individualmente 20 frutos de cada variedad, cada uno de los cuales fue
partido, pesándose la semilla y estableciéndose la relación semilla/frutos.
4.6. Resultados
4.6.1. Producción
Para las temporadas evaluadas, Grabohls fue la variedad que presentó la mayor
producción acumulada (Figura 4.1.). Debe recordarse que esta variedad y Grapark
fueron injertadas dos temporadas después que el resto. A pesar de ello, ambas
alcanzaron los mejores rendimientos acumulados y demoraron menos en entrar
en producción. Wichita destaca como la variedad que mantuvo más uniformes sus
rendimientos anuales.
95
En comparación con lo descrito para esta especie, en Chile los niveles de
producción registrados (Cuadro 4.4.) son muy inferiores. En estudios realizados
por INIA, en la localidad de San Esteban, Región de Valparaíso, los árboles
tuvieron una producción promedio de 12 k/árbol al 7º año (Lemus, 2004), mientras
que en la Región de Coquimbo se determinaron producciones al cuarto año,
del orden de 600 a 975 kg/ha en Wichita y de 800 a 1.375 kg/ha en Grabohls
(Ibacache et al., 2001).
96
4.6.2. Características de los frutos
97
Cuadro 4.6. Evaluación de atributos de calidad de frutos de tres variedades de avellano
europeo. Cosechas 1993-1996. Cauquenes.
Variedad Nueces/kg (Nº) Peso nuez (g) Peso semilla (g) Llenado (%)
Wichita 319 3,13 1,45 46,40
Cheyenne 384 2,60 1,17 45,14
Kiowa 641 1,56 0,83 53,42
Grabohls 304 3,29 1,43 43,47
Grapark 333 3,00 1,16 38,66
Promedio 396 2,71 1,21 45,42
98
Figura 4.2. Evolución del peso de nuez (g) para cinco variedades de pecano, en cuatro
temporadas evaluadas en Cauquenes.
4.6.3. Fenología
Un hecho que se debe tener presente es el largo período que demora la madurez
de la fruta. En general, la cosecha se realizó entre los meses de mayo y junio.
6
Falta de sincronía en la apertura de la parte masculina y femenina de la flor.
99
Figura 4.3. Fenología floral de cinco variedades de pecano, en nueve temporadas
evaluadas en Cauquenes.
100
con un sistema radical profundizador. Además, para alcanzar producciones
comerciales, es necesario realizar un adecuado programa de manejo agronómico,
especialmente en los temas de riego y fertilización.
Ibacache, G.; Lemus, G.; Negrón, C. y Contreras, M. 2001. Pecano. En: Lemus G.
(Ed.). Frutales de nuez no tradicionales: macadamia, pistacho, pecano, avellano
europeo. Serie Actas Nº07. Instituto de Investigaciones Agropecuarias.
101
Ibacache, A., 2002. Manejo de un huerto de pecano. Informativo Nº 10. Instituto de
Investigaciones Agropecuarias, Centro de Investigación Intihuasi.
Lemus, G., 2004. El cultivo del pecano (Carya illinoensis). Disponible en: http://beta1.
indap.cl/Docs/Documentos/Fruticultura/Pecano/Cultivo_del_Pecano_(INIA).pdf.
Consultado el 6 de julio del 2010.
Stein, L. 2005. Pecan Tree & Nut Physiology. Disponible en: http://uvalde.tamu.edu/
xtension/physiol.htm. Consultado 19 de enero del 2005.
102
5
MACADAMIA
(Macadamia tetraphylla L.)
Marisol Reyes M.
Arturo Lavín A.
En Chile esta familia está representada por árboles de gran valor maderero como
lo son, entre otras, Gevuina avellana Mol. (Avellano chileno, de fruta similar a
macadamia), Embothrium coccineum Forst. (“Notro” y “Ciruelillo), Lomatia
ferruginea (Cav.) R. Br., (“Fuinque”, ”Huinque”), Lomatia hirsuta (Lam.) Diels,
(“Radal”) y Orites myrtoidea (Poepp. et Endl.) Benth et Hook, (“Mirtillo, Radal de
hojas chicas”) (Muñoz, 1959; Sudzuki, 1996).
Las macadamias originarias de Australia (entre los 25° y 31° de latitud sur),
corresponden a especies relativamente nuevas en cuanto a la comercialización
de su fruta y son las únicas plantas nativas de Australia que han sido incorporadas
al cultivo comercial por su fruto comestible (Moncur et al., 1985).
103
M. integrifolia es originaria de los bosques húmedos subtropicales del sudeste de
Queensland, lo que la hace poco tolerante a las bajas temperaturas, mientras que
M. tetraphylla es de origen más meridional, lo que la hace más tolerante a áreas
con clima temperado (Nagao and Hirae, 1992).
La macadamia fue introducida a Hawai desde Australia hacia fines de los 1.800,
pero no fue comercialmente cultivada hasta los inicios de los 1.900 (Nagao and
Hirae, 1992). Los principales países productores en la temporada 2002/2003
fueron, Australia, Estados Unidos (Hawai), Sudáfrica, Guatemala y Kenia con
37.000, 23.000, 16.000, 10.000 y 6.500 toneladas, respectivamente, siendo el
principal exportador Australia seguida de Sudáfrica y Guatemala (Indexmundi,
2005). Las principales zonas productoras en Australia están en Queensland y
Nueva Gales del Sur, de donde proviene, y por lo que también se le conoce como
nuez de Queensland. Otros países donde, en la actualidad, se realiza y fomenta
su cultivo son Brasil y Costa Rica.
Los árboles de macadamia son siempre verdes, de follaje denso (Foto 5.1.),
alcanzando los 10 a 20 m de altura y un ancho de copa de 13 a 15 m (Bowen,
1991). En el caso de M. tetraphylla, las hojas pueden tener 50 cm de largo,
márgenes aserrados (Foto 5.2.) y se presentan en verticilos alrededor de cada
nudo, en número de cuatro (Nagao and Hirae, 1992).
104
Foto 5.1. Vista de un árbol ubicado
en el secano de la comuna de
Cauquenes.
Las flores son blanco cremosas o rosadas (Foto 5.3.). Aparecen de julio a
septiembre y M. integrifolia puede tener varios flujos a través del año. El racimo
floral posee 200 o más flores. Cada flor tiene cuatro estambres y un ovario con dos
óvulos. Las flores abren desde la base del racimo y la plena floración puede tomar
una semana. Después de la floración, solo un óvulo es fertilizado.
105
Foto 5.3. Racimo floral de macadamia.
106
5.4. Características agronómicas
5.4.1. Suelo
5.4.2. Clima
Existen diferencias entre las dos especies cultivadas de macadamia con respecto
a su adaptación climática. M. tetraphylla se caracteriza por ser más tolerante al
frío y a la sequía, por lo que se cultiva en California y, probablemente, sería la más
adecuada para ser cultivada en Chile. Shigeura (1981) señala que las áreas que
poseen temperaturas mínimas promedio de entre 14 y 17 °C durante los meses de
invierno, son adecuadas para M. integrifolia, mientras que áreas con temperaturas
más bajas podrían ser adecuadas para M. tetraphylla.
1
Metros sobre el nivel del mar.
107
Aunque la macadamia crece entre los 0° y 34° de latitud, la producción
óptima se encuentra en áreas donde la temperatura no supera los 32 °C
ni cae bajo los 13 °C. Los rangos máximos y mínimos de temperatura para una
óptima producción están solo parcialmente relacionados con el desarrollo floral,
ya que pequeñas variaciones entre la temperatura del día y la noche tendrían un
marcado efecto en la intensidad y largo de la floración (Nagao and Hirae, 1992).
5.4.3. Riego
108
5.4.4. Nutrición
109
5.4.5. Fructificación
El fruto requiere en total 210 días para madurar (Nagao and Hirae, 1992). Después
de 45 a 60 días desde la antesis se produce una caída de frutos. En general, no
más del 1% de las flores llegan a ser nueces (Quinlan and Wilk, 2005).
2
Período de expansión de una flor hasta que está completamente desarrollada y funcional.
3
Maduración de las partes masculina y femenina de la flor en tiempos distintos.
110
Un árbol de macadamia, injertado, comienza a producir al cuarto año desde su
plantación, generando no más de 1kg/árbol. La producción va incrementando para
llegar al séptimo año a 4,5 kg/árbol, 10 kg/árbol al año 10 y a 35 kg/árbol en
árboles maduros (Trochoulias et al. 1984). En Chile, las experiencias productivas
se han realizado solo con plantas de semilla (Foto 5.5.).
111
Cuadro 5.2. Composición de 100 g de frutos de macadamia.
Componente Vitaminas y minerales
Grasa (%) 78,6 Fósforo (%) 0,24
Proteína (%) 9,3 Calcio (%) 0,06
Carbohidratos (%) 7,5 Riboflavina (mg) 118
Fibras (%) 1,8 Niacina (mg) 1,59
Cenizas (%) 1,4 Thiamina (mg) 0,215
Humedad 1,1 Vitamina A ---
Ácido ascórbico ---
Fuente: Adaptado de Westwood, 1982.
112
En California, Estados Unidos, se usan variedades de ambas especies y algunos
híbridos como Dorado, James, Keaau, Keauhou y Waimanalo de M. integrifolia;
Burdick y Cate de M. tetraphylla; e híbridos como Beaumont, Elimbah y Vista
(California Rare Fruit Growers, 2005).
5.4.7. Sanidad
4
Evaluación de nuevas alternativas frutícolas para el secano interior, Informes técnicos presentados a
Odepa 1984, 1985, 1987, 1988, 1989, 1990, 1991, 1992 y 1993.
113
Estación Experimental la Platina en Santiago, donde se seleccionó el material que
se plantó en Cauquenes durante 1984. El marco de plantación fue de 4 x 9 m (278
árboles por hectárea) y quedó conformado por 46 árboles distribuidos en 4 hileras.
Se realizaron prácticas de manejo, como poda durante la primavera de 1994, y se
fertilizó el huerto desde el tercer al noveno año.
5.5.1. Supervivencia
Contabiliza el número de árboles que anualmente florecen por primera vez desde
su plantación.
5.5.3. Producción
La evaluación se realizó sobre la base de frutos sin pelón (pericarpio), el que fue
retirado una vez realizada la cosecha. Tanto la cosecha como la eliminación del
pelón se realizaron siempre manualmente.
114
5.5.4. Situación nutricional
Dado que desde los primeros años después de plantados, varios de los árboles
mostraron sectores del follaje con una clorosis y alteración del tamaño y forma
de las hojas, en un comienzo se atribuyó esta sintomatología a efectos de bajas
temperaturas, especialmente durante algunos días de invierno. Pero la ubicación del
follaje alterado no siempre era en los sectores bajos de la copa y, por lo tanto, más
susceptible a sufrir daños por frío. Esto hizo pensar en algún problema nutricional
y, por ello, en septiembre de 1994 se realizaron análisis foliares para macro y
micronutrientes en hojas con y sin clorosis.
Debido a que la apertura del pelón es gradual en los frutos de cada árbol, como
115
una manera de poder uniformar la fecha de cosecha, en la temporada 1993/94
se realizó un ensayo para inducir la apertura del pelón. En los frutos cosechados
de los árboles con mayor producción, se probó un tratamiento de inmersión en una
solución de Etileno comercial a dosis de 6cc/10 L de agua (300 ppm) por 5 minutos,
se le dejó reposar por 12 horas y se evaluó la apertura del pelón.
116
5.6. Resultados obtenidos
5.6.1. Supervivencia.
Al quinto año desde plantación había un 65% de árboles vivos, que disminuyó
a un 63% en 1996, debido al efecto de las heladas que se ha mantenido en el
tiempo (Cuadro 5.3.).
Según Defilippi y Echeverría (1997) las plantas jóvenes son muy susceptibles a
ser dañadas por heladas débiles y vientos fuertes, debido a que poseen corteza
blanda y un sistema radical muy poco desarrollado. La macadamia no tolera
heladas severas. El daño se empieza a producir con temperaturas inferiores
a -2,7 ºC, especialmente si la temperatura baja se mantiene por varias horas
(McHargue, 1996).
117
En Cauquenes, según los datos registrados en la Estación Meteorológica del
Centro Experimental Cauquenes de INIA, la ocurrencia de temperaturas bajo ciertos
umbrales es muy variable (Cuadro 5.4.). Al relacionar la magnitud del daño sufrido
por los árboles con las bajas temperaturas medidas, se ha observado que tanto
días aislados con temperaturas muy bajas (< -3,5 ºC) como varios días seguidos
con temperaturas no tan bajas (< -2,0 ºC) provocan daños en el follaje, de leves
a severos, ya que hay variabilidad entre árboles. La muerte de árboles solo se ha
constatado con la ocurrencia de temperaturas tan bajas como -4º C. En Cauquenes,
en el bloque de evaluación, han ocurrido daños en los inviernos de los años 1995,
1996, 2000 y 2002, con muerte de árboles solo durante 1996 (-4,4 ºC). Cada vez
que ha habido daño por heladas, se ha perdido toda la cosecha y, generalmente,
en la temporada siguiente, la producción de frutos se ha visto disminuida.
El término del período de juvenilidad comenzó a ocurrir desde el año 1991, a los
siete años desde plantación, y solo en dos árboles. En los tres años siguientes
el número de árboles que floreció se incrementó fuertemente llegando a 25 en
el año 1994 (Cuadro 5.5.). Producto del daño causado en las yemas florales por
heladas durante el período 1995-1996, no se pudo seguir midiendo la evolución
del término del período de juvenilidad.
Debe recordarse que las plantas fueron obtenidas de semilla, por lo que era de
esperar una entrada en producción alrededor del 6º año. La obtención de plantas
de macadamia mediante mugrón aéreo permite reducir el período de juvenilidad,
obteniéndose árboles que entran en producción alrededor de los 4 años, con
rendimientos considerados comerciales alrededor de los 6 a 7 años (Nagao and
Hirae, 1992).
5.6.3. Producción
118
Cuadro 5.4. Número de días con temperaturas mínimas bajo distintos umbrales. Años
1989/2002. Estación Meteorológica Centro Experimental Cauquenes INIA.
Mes Temperatura Número de días bajo cada temperatura
1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002
Mayo 0 1 1 2 4 1 1
-1 1 0
-2 1 1
-3 0
-4 1 0
Min.Extrema -0,2 -4,0 0,4 -0,6 -0,8 0,2 0,2 -2,0 0,2 2,8 0,0 0,1 1,3 -2,5
Min. Promedio 5,1 6,0 7,0 7,6 6,7 6,3 6,1 5,9 8,3 7,7 6,7 5,6 7,7 5,2
Junio 0 1 3 1 1 1 2 1 1 4 3 1 3
-1 1 3 6 1 1 3
-2 3 1 3 1 5
-3 1
-4 1
Min. Extrema 1,0 -2,9 -0,8 -2,0 -0,4 -0,6 -0,2 -4,4 -0,2 -0,6 -2,0 -0,6 -1,3 -3,7
Min. Promedio 6,4 4,0 5,2 4,9 6,6 7,2 5,9 2,6 6,7 4,1 5,8 7,4 5,2 2,5
Julio 0 1 1 2 3 4 5 3 4 4 4 2 2 6 4
-1 1 2 2 2 1 1 1 1 2 3 3 2 1
-2 1 2 2 3 2 2 2
-3 1 3 2
-4
Min. Extrema -3,2 -1,8 -2,0 -2,6 -2,3 -1,2 -3,6 -1,0 -1,2 -1,8 -2,6 -2,6 -2,2 -3,6
Min. Promedio 3,8 4,4 4,7 2,4 3,2 4,1 2,9 4,0 5,2 3,4 2,1 2,1 2,6 2,8
Agosto 0 1 4 4 2 5
-1 1 1 2 3 2 1 1 1
-2 3 1 1
-3 1
-4 1
Min. Extrema -1,0 -1,1 -2,8 -4,0 1,6 -1,2 -3,2 0,0 0,0 -2,6 1,0 -1,8 1,8 0,2
Min. Promedio 4,4 5,7 3,4 3,4 5,4 2,4 4,2 6,0 5,5 2,8 5,6 5,8 5,7 6,3
Septiembre 0 1 1 1
-1 1 1
-2
-3
-4
Min. Extrema -1,0 1,0 1,0 1,8 -0,6 0,2 -1,0 0,6 1,4 0,2 -0,2 -0,2 0,7 1,1
Min. Promedio 5,1 5,9 6,4 5,4 5,1 6,4 4,7 5,4 6,7 3,8 6,6 6,6 5,4 5,5
119
Cuadro 5.5. Salida de juvenilidad (N° y %) de árboles de macadamia en Cauquenes.
Año Árboles con flores
Nº %
1991 2 7
1992 9 30
1993 19 63
1994 25 83
1995 25 83
1996 25 86
1997 26 90
1998 28 97
1999 28 97
2000 28 97
120
la macadamia es fácil de propagar por semilla, pero presenta el inconveniente
de obtener producción a los 8 a 12 años con calidad impredecible de frutos. Por
otro lado, Defilippi y Echeverría (1997) señalan que la mejor manera de obtener
precocidad y uniformidad, tanto en el crecimiento como en la producción, y lograr
buena calidad, es usando medios de propagación como la injertación, estacas de
madera del año o mugrón aéreo.
Los cultivares de macadamia poseen un estrecho rango de adaptabilidad. En
Figura 5.1. Producción acumulada (kg/árbol) para árboles de macadamia, entre los
años 1994 y 2002, en Cauquenes.
121
ensayos realizados en Australia, donde se plantaron variedades Hawaianas, se vio
que los rendimientos eran la mitad de lo que se obtenía en Hawai, con árboles de la
misma edad. Por este motivo, se recomienda hacer una selección de los cultivares
mejor adaptados a cada condición agroclimática (Nagao and Hirae, 1992).
Haciendo una comparación entre los rendimientos promedio y los árboles con
mayores rendimientos, se puede hacer una proyección de producción potencial
(Figura 5.2.), de donde se puede concluir que es posible subir la producción
obtenida en más de un 50%. A esto debiera sumarse una menor distancia de
plantación; por ejemplo, en Sudáfrica se recomiendan distancias de hasta 7 x 7m.
Para N, P, Mg, Na y Cu se midieron valores similares en las hojas con y sin síntomas,
mientras que para K, Ca, Fe, Zn, B y Mn los valores fueron superiores a los de las
hojas con síntomas (Cuadro 5.7.). Con respecto a las referencias que existen en
Hawai y Australia (Cuadro 5.1.) para los macronutrientes, los valores de N son bajos
en ambos casos, los de P normales, los de K alto, sin ser tóxico, en las hojas con
síntomas y normal en aquellas sin síntomas. En calcio se da lo contrario; normal para
122
las con síntomas y bajo para las sin síntomas, mientas que son bajos los niveles de
Mg en ambos casos.
Cuadro 5.7. Valores medidos para macro y micronutrientes en hojas con y sin clorosis.
Cauquenes, septiembre de 1994.
N P K Ca Mg Na Fe Mn Zn Cu B
% % % % % % ppm ppm ppm ppm ppm
Con síntomas 1,09 0,08 1,10 0,63 0,06 0,04 216 496 146 9,2 14,4
Sin síntomas 1,07 0,08 0,53 0,29 0,05 0,04 62 260 25 8,0 5,8
Es difícil llegar a una conclusión con tan pocos datos, pero sí se puede concluir que
es muy importante determinar los niveles adecuados de nutrientes para la especie
bajo las condiciones de los suelos del secano interior.
5.6.5.1. Diámetro
Los frutos de macadamia deben ser de un tamaño que satisfaga las exigencias de
los mercados. Contardo (1996) plantea que existe una marcada diferencia entre el
producto que se transa internacionalmente entre los países asiáticos y los países
de occidente. En los primeros se prefiere macadamia de menor tamaño, la que no
tiene gran aceptación en Europa y Estados Unidos.
123
La distribución porcentual de los frutos según su diámetro se muestra en la
Figura 5.3., en la que se observa que casi la mitad de ellos se encuentra entre
20,3 y 20,6 mm, mientras que el menor porcentaje es de aquellos que están bajo
los 20 mm.
5.6.5.2. Peso
124
Figura 5.4. Peso promedio de frutos según categoría de diámetro.
Los frutos cosechados durante el año 2000 presentaron como promedio 49,69%
de semilla, lo que significó que el 50% del fruto correspondió a pelón (pericarpio),
lo que es alto comparado con lo que se obtiene en variedades comerciales, donde
solamente el 30-35% del folículo corresponde a pelón (Sudzuki, 1996).
El peso promedio de los frutos para las temporadas evaluadas fue de 6,7 g, con
2,3 g de peso de semilla (Figura 5.5.), lo que corresponde a un 33,7% del peso
total. Este valor es levemente superior a lo informado por Armadans (1998), quien
reportó valores de 20,3 y 26,3% de semilla.
125
Figura 5.5. Peso de cáscara y peso de semilla, para frutos de macadamia,
cosechados las temporadas 1993/94 y 1994/95 en Cauquenes.
La composición química (Cuadro 5.8.) demuestra que la humedad de todos los frutos
analizados fue baja, inferior a 4,5%, lo que aseguraría una buena conservación de la
calidad. El nivel de cenizas es similar en todos los árboles estudiados y algo inferior
a lo informado en la literatura (1,7%).
126
Cuadro 5.8. Composición química de frutos de macadamia, provenientes de árboles de
semilla, cosechados en Cauquenes. Temporada 1994/95.
Árbol Humedad Cenizas Lípidos Proteína Fibra Extracto no
% % % % cruda nitrogenado
% %
(1) 6 3,81 0,97 70,33 6,53 1,4 16,96
(1) 6 2,99 0,98 66,91 6,99 3,13 19,00
(2) 10 2,98 0,97 57,64 6,24 4,43 27,75
(2) 12 2,84 0,98 65,08 7,47 3,33 20,30
(2) 13 4,12 0,98 63,08 5,49 3,43 22,90
(3) 3 3,07 0,99 71,85 6,14 2,48 15,47
(3) 10 6,55 0,98 65,02 6,63 3,03 20,79
Promedio 3,34 + 0,45 0,98 + 0,01 65,7 + 4,37 6,5 + 0,59 3,03 + 0,86 20,45 + 3,75
Máximo 4,12 0,99 71,85 7,47 4,42 27,75
Mínimo 2,84 0,97 57,64 5,49 1,4 15,47
5.6.6. Fenología
127
El desarrollo de la inflorescencia (Figura 5.6.) se produce desde julio hasta fines
de septiembre, por lo que la ocurrencia de heladas en invierno las daña en sus
primeros estados de desarrollo, haciendo que el daño sea severo.
128
Figura 5.7. Acumulación de Días Grado (DG>12,5 °C) para siete temporadas
en Cauquenes.
El crecimiento del fruto sigue una curva de modelo sigmoideo simple. La división
celular ocurre hasta 4 o 5 semanas después de antesis (Nagao and Hirae, 1992).
Comienza con la cuaja del fruto, que ocurre en noviembre, y termina con la
cosecha, al momento en que los frutos han alcanzo su madurez, tanto fisiológica
como organoléptica.
En el área de Cauquenes los frutos no abren el pelón en forma natural hasta mayo,
prolongándose la cosecha hasta el invierno, lo que es incómodo y podría causar
algún problema fungoso. Una solución sería el inducir la apertura del pelón, lo que
permitiría cosechar más temprano. El efecto de una inmersión por cinco minutos
en una solución de etileno comercial a 300 ppm de los frutos de seis de los trece
árboles, se presenta en el Cuadro 5.9., en el que se puede apreciar que fue diferente
según el árbol. Para los frutos de los árboles, que fueron sometidos a esta aplicación,
existió un aumento en la apertura de los pelones del 100%. Así, desde un 17% de
129
frutos con pelón abierto en forma natural, se pasó a un 36% de pelones abiertos al
aplicar etileno.
Cuadro 5.9. Efecto de tratamiento con etileno comercial sobre la apertura del pelón en
frutos de macadamia. Cauquenes, temporada 1993/94.
Árbol
7 8 3 10 12 13 Total %
Sin etileno comercial Abierto (Nº) 38 53 1 6 12 0 110 17
Cerrado (Nº) 73 190 177 35 26 50 551 83
Total(Nº) 111 243 178 41 38 50 661
Abiertos (%) 34 22 1 15 32 0
Con etileno comercial Abierto (Nº) 43 145 32 25 19 5 269 36
Cerrado (Nº) 67 100 241 18 17 45 488 65
Total(Nº) 110 245 273 43 36 50 757
Abiertos (%) 39 59 12 58 53 10
Tanto M. tetraphylla como M. integrifolia, que son menos tolerante al frío, pero que
producen mejor calidad de nueces, podrían cultivarse en el secano costero, donde
las heladas son de menor intensidad.
130
5.8. Literatura citada
Nagao, M. and Hirae, H. 1992. Macadamia: Cultivation and Physiology. Critical Reviews
in Plant Sciences. 10(5):441-470.
131
Novoa, R.; Villaseca, S.; Del Canto, P.; Rouanet, J.; Sierra, C. y Del Pozo, A.
1989. Mapa Agroclimático de Chile. Instituto de Investigaciones Agropecuarias.
Santiago, Chile. 221 p.
Trochoulias, T.; Chalker, F. and Loebel, M. 1984. Macadamia culture. Agdex 246/20,
Dept. of Agriculture, New South Wales, Australia. 11 p.
132
6
CONCLUSIONES
Pistacho
133
emprendimiento en pistachos. Un problema asociado a la baja presencia de
variedades en el país (basada principalmente en las variedades Kerman y Peters),
es la errática compatibilidad fenológica (coincidencia de las floraciones del macho
con la hembra), lo que es vital a la hora de definir la producción potencial de la
temporada. La investigación presentada en este boletín y en otras publicaciones
desarrolladas por el INIA, han propuesto combinaciones variedad/polinizante, que
presentan mejores coincidencias. Sin embargo, la disponibilidad de encontrar
esas combinaciones de variedades en viveros, es escasa.
Otro factor incidente en el costo de las plantas y, por ende, en el establecimiento del
huerto, es el bajo prendimiento de los injertos. Aunque el éxito de las injertaciones
ha ido aumentando, aún no está resuelto y, aunque algunos viveristas señalan
que ya no es un problema, el número de cicatrices en el patrón delata los intentos
fallidos en injertar. Algunos asesores sugieren plantar el patrón y luego injertar
en terreno. Aunque esta técnica mejora el prendimiento y disminuye el costo
asociado a las plantas, el éxito de esta práctica no es seguro y puede llevar a
tener un huerto desuniforme.
A pesar de los problemas señalados, esta especie tiene características que son
favorables en el contexto del secano. Sin perder de vista que el añerismo, la
indehiscencia y otros problemas se agudizan con la falta de agua, la alta tolerancia
a periodos de sequía y pobres condiciones físicas y nutricionales de suelo, la
hacen una buena opción frutícola para el secano.
134
condiciones observadas, el crecimiento del árbol no es exuberante, lo que evita
la poda frecuente. Esto además debiera considerarse al elegir las distancias de
plantación. A pesar del alto costo de las plantas, es recomendable densificar el
huerto y aprovechar mejor el suelo.
Una buena poda de formación permite generar huertos altos que faciliten el
pastoreo ovino en especial. Aunque no se tiene datos al respecto, la presencia de
resinas en el árbol, debiera evitar que los animales lo ramoneen.
Pecano
135
aquellos en que se debe cosechar posterior a las primeras lluvias, es necesario el
uso de medios artificiales para el secado.
Dado que es una especie poco conocida en Chile, el mercado puede ser
restringido. Las limitadas producciones que se tuvieron a lo largo del proyecto,
siempre fueron bien vendidas en la zona. Sin embargo, una plantación comercial
requiere un estudio más detallado.
Macadamia
De las especies evaluadas, sin duda la que tiene más interrogantes en el país
es la macadamia. Tanto los huertos experimentales y las pequeñas experiencias
comerciales que hay en Chile, son de plantas provenientes de semilla, sin
injertar y, por lo tanto, de una alta variabilidad, lo que sin duda constituye una
gran limitante para el desarrollo de la especie en el país. Si bien es posible que,
entre las variedades existentes en el mundo, haya algunas de mejor adaptación
a nuestras condiciones, las características de los centros de origen y cultivo de la
macadamia hacen esto poco probable. Tampoco es probable el desarrollo de un
programa de selección y mejoramiento genético a nivel nacional, dado los altos
costos y tiempo que esto requiere.
136
La experiencia con macadamias en la zona, mostró que puede vegetar y tener
cierto nivel de producción. Sin embargo, la principal limitante climática fue la
presencia de heladas, que cada cierto número de años afectaron seriamente la
plantación. A pesar de ello, algunos árboles presentaron muy buena recuperación
vegetativa y productiva. No obstante, la persistente presencia de hojas amarillentas
o con bordes dañados, que no se correlacionaron con desórdenes nutricionales,
denotaron que la especie se encontraba fuera de su condición óptima, lo que
probablemente afectó negativamente la producción.
Avellano europeo
Una de las mejores características del avellano bajo las condiciones del secano,
fue la baja presencia de plagas. El pulgón fue controlado eficientemente por
enemigos naturales que fueron liberados en el huerto. En general la sanidad de
los frutales en el secano es bastante buena y permite la realización de manejos
con baja carga de pesticidas o de tipo orgánicos.
137
tiempo durante los primeros años y algo los años siguientes, en que es necesario
ir eliminando sierpes para mantener despejada la base de árbol.
La cosecha en seco se hace esperando que la fruta caiga al suelo, lo que puede
durar alrededor de un mes, por lo que la recolección de los frutos puede hacerse
en dos cosechas sin que el fruto se deteriore y sin apremios de tiempo.
Avellano chileno
Casi de manera similar a lo que ocurre con la macadamia, existe gran cantidad
de interrogantes respecto del manejo de esta especie. A pesar de esto y de que
la experiencia obtenida en este estudio no fue auspiciosa, la importancia de
preservar esta especie nativa es tal, que es necesario seguir invirtiendo recursos
en su investigación y desarrollo.
138